551-CAS-2011 SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE

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551-CAS-2011
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las ocho
horas y treinta minutos del veintitrés de abril de dos mil trece.
En la presente sentencia se resuelven los recursos de casación interpuestos contra la sentencia
condenatoria pronunciada por el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador, a las catorce horas del
dieciocho de agosto de dos mil once. El primer recurso fue promovido por el defensor particular licenciado
Carlos Alberto Godoy Hernández, en relación a la imputada PAOLA GERALDINA D. V. M., quien
fue condenada por el delito de ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA, art.218 CP. El segundo,
fue presentado por los querellantes licenciados Luis Ernesto Pena Ortiz y Alex Ernesto Quintanilla
Linares, impugnando el fallo condenatorio dictado contra los imputados D. V. M. y JORGE
ALBERTO R. N. por el delito de ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA art 218 CP; y en
relación a la condena de los imputados JORGE WILLIAM R. C. y MARTHA CONCEPCIÓN
SOLEDAD G. nominada en el proceso también como MARTHA CONCEPCIÓN G. DE B.,
por el delito de ESTAFA regulado en el art. 215 CP; ambos delitos en perjuicio patrimonial de la sociedad
Exportadora e Importadora ELECTRA S. A. de C.V. hoy Banco Azteca.
Esta sentencia se pronuncia aplicando disposiciones del Código Procesal Penal creado mediante
Decreto Legislativo número 904 del cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y seis, publicado en el
Diario Oficial número once, tomo trescientos treinta y cuatro, del veinte de enero de mil novecientos noventa
y siete; no obstante, que el referido código fue derogado por el Decreto Legislativo número 733 de fecha
veintidós de octubre de dos mil ocho, publicado en Diario Oficial número 20, tomo 382 del treinta de enero de
dos mil nueve, que contiene la normativa que lo sustituye, la cual entró en vigencia el uno de enero de dos
mil once, en vista que el art.505 inc.3° de este nuevo estatuto, regula que el derogado continuará rigiendo en
los procesos iniciados conforme al mismo hasta su finalización.
RESULTANDO
La sentencia recurrida en lo medular expresa. "a) CONDÉNASE a los imputados JORGE
ALBERTO R. N. y PAOLA GERALDINA D. V. M. (...) a cumplir la pena de tres años de
prisión, como autores directos por el delito de ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA en
perjuicio patrimonial de la sociedad Exportadora e Importadora ELECTRA SA. de C.V. hoy
Banco Azteca; b) CONDÉNASE a los imputados mencionados por igual tiempo a la pérdida
de los derechos de ciudadano como pena accesoria (...) d) Conforme el artículo 27
Inc. Tercero Cn. y el articulo 74 Pn. REEMPLÁZASE LA PENA DE PRISIÓN POR
CIENTO CUARENTA Y CUATRO JORNADAS DE TRABAJO DE UTILIDAD PÚBLICA, a los
señores PAOLA GERALDINA D. V. M., JORGE ALBERTO R. N. y JORGE WILLIAM R. C.
(...) h) CONDÉNASE en concepto de Responsabilidad Civil, vía indemnización, a JORGE
ALBERTO R. N. y (sic) PAOLA GERALDINA D. V. M., JORGE WILLIAM R. C.; y la señora
MARTHA CONCEPCIÓN SOLEDAD G. B. C/P MARTHA CONCEPCIÓN G. DE B., a pagar
la cantidad (sic) un mil quinientos dólares cada uno (...) a la Sociedad Exportadora e
Importadora ELECTRA SA. de C.V. hoy Banco Azteca, por el delito de ADMINISTRACIÓN
FRAUDULENTA los primeros dos, y los siguientes por el delito de ESTAFA".
A solicitud de los licenciados Peña Ortiz y Quintanilla Linares fue ordenada la celebración de
audiencia oral de fundamentación del recurso interpuesto por ellos, sin embargo, mediante escrito
presentado el pasado trece de los corrientes mes y año, dichos impugnantes renunciaron a la realización de esa
diligencia, con lo cual quedó sustanciado el correspondiente recurso.
CONSIDERANDO:
I-RECURSO
INTERPUESTO
POR
EL
DEFENSOR
PARTICULAR
LICENCIADO CARLOS ALBERTO GODOY HERNÁNDEZ.
PRIMER MOTIVO. Se alega que el fallo condenatorio infringe el art. 330 CPP porque se basa
en elementos de prueba que no fueron incorporados legalmente al juicio, art. 362 n° 3 CPP, que consistieron
en las declaraciones de los testigos Juan Antonio Reyes Paz y Oscar Alejandro López López, así como
la prueba documental de informe de auditoría interna realizada por el primero de los expresados testigos, ya
que esa auditoría no fue practicada conforme a las reglas del peritaje, y además porque el señor Reyes Paz
declaró en el juicio que su profesión es la de contador lo cual no ha sido acreditado, y que en esa calidad
labora para la Sociedad Importadora y Exportadora Elektra de El Salvador S..A. de C.V. Además, que se
inobservaron los arts. 4, 17, 18 y 20 de la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría Pública.
SEGUNDO MOTIVO. Se reclama el defecto regulado en el art. 362 n°4 CPP por
quebrantamiento de la sana crítica en la valoración de prueba decisiva, señalándose como concretos errores los
siguientes: 1) Que en la sentencia se concluye que en los casos analizados se había faltado al procedimiento
del banco para el otorgamiento de créditos, sin embargo, sobre este punto se omitió valorar datos contenidos en el
peritaje ordenado por el Juzgado Quinto de Instrucción como anticipo de prueba practicado por el licenciado
Rogelio Gómez Contreras, quien corroboró que "los créditos se encuentran adecuadamente
documentados y cumplen con los requisitos legales y técnicos exigidos por la compañía". 2) Que
tampoco se valoró la declaración del testigo Juan Antonio Reyes Paz en la parte en la que afirmó que la
imputada D. V. M. realizaba su función de verificación de la documentación sobre los expediente y que la
verificación de campo era responsabilidad del señor Jorge Alberto R. N.. 3) Que el tribunal de instancia se
ha limitado a describir las funciones de la imputada pero no determinó las acciones u omisiones que
aportaron al curso causal de la realización del delito que se le acusa.
TERCER MOTIVO. Manifiesta el recurrente que en la página 40 de la sentencia se ha inobservado
el art. 4 CP cuando se afirma "que ha existido por parte (...) y la señora D. V. M., desinterés,
descuido o dolo en la buena administración del banco y de velar porque se cumplieran con la
política del banco y la buena administración del mismo", ya que no es preciso en cuanto a la
ejecución dolosa del delito, lo cual es esencial dado que el delito de Administración Fraudulenta es un tipo
doloso.
CUARTO MOTIVO. Inobservancia del art. 356 n°2 CPP en relación con el art. 362 n°4 CPP,
debido a que se omitió valorar la afirmación del perito Rogelio Gómez Contreras, quien concluyó que en
los 32 casos objeto de la pericia los expedientes estaban documentados y que todos los créditos tuvieron
movimientos; lo cual es coincidente con la declaración de la testigo Erika Lissete Montano de Castro, quien
dijo que algunos de esos créditos fueron pagados en su totalidad y otros han tenido abonos.
QUINTO MOTIVO. Que la fundamentación es insuficiente en cuanto a la
determinación del perjuicio económico causado a la sociedad ofendida, art. 362 n° 4 CPP, pues
pericialmente se fijó un monto de $32,205,68, suma que difiere de los $19,774 que señaló el dictamen de
acusación fiscal; y de los $31,874. 85 que determinó la acusación de la querella. Asimismo, que no se
probó una relación causal entre montos y acciones delictivas de la acusada, ni se presentó datos
actualizados del estado de esos créditos teniendo en cuenta la declaración de la testigo Erika Lissete
Montano de Castro, quien declaró que a julio de 2011 ciertos créditos ya habían sido pagados en su
totalidad y otros habían recibido abonos.
SEXTO MOTIVO. Finalmente se pretende la errónea aplicación del art. 33 CP, ya que en la
página 43 de la sentencia recurrida se menciona que es coautora del delito con el imputado Jorge Alberto
R. N., quien era la persona encargada de hacer la verificación de campo sobre de la información personal
de los clientes; sin embargo en la sentencia no se ha acreditado un nexo objetivo en el marco de un plan
delictivo común entre ambos imputados.
II-RECURSO INTERPUESTO POR LOS QUERELLANTES Licenciados Luis
Ernesto Peña Ortiz y Alex Ernesto Quintanilla Linares.
PRIMER MOTIVO. Los impetrantes aducen que la fundamentación de la sentencia es insuficiente
por violar la reglas de proporcionalidad en la imposición de la pena; considerando que se ha
inobservado los arts. 130, 162 inc. 4° y 356 inc. 1° n°3 CPP en relación con el art. 362 n° 4 y 8 CPP. Lo
fundamentan expresando que. 1) En la realización del delito de Administración Fraudulenta no hubo una
simple negligencia o descuido, sino una "intención de causar un perjuicio económico" y en cuanto al
delito de Estafa se cometió empleando "un grado de astucia (...) que va más allá del simple
engaño": 2) Que no se justifica la imposición de la pena mínima a la imputada G. de B. considerando
que "se ha observado un grado de perfeccionamiento delictivo en su actuar". ; 3) Que el reemplazo de
la pena de prisión por la de trabajo de utilidad pública no ha sido suficientemente justificada.
SEGUNDO MOTIVO. Se alega la inobservancia de los arts. 130, 162 inc. 4° y 356 inc.1° y n°3
CPP en relación con el art. 362 n° 8 CPP . Los recurrentes cuestionan que la acusación presentada por la parte
querellante se propuso que los hechos se calificaran como delitos de Administración Fraudulenta y Estafa
Agravada en concurso real y en modalidad de delito continuado, y que en la sentencia no se dio respuesta a
este planteamiento.
Es conveniente advertir que para la aplicación del precedente de casación 127-CAS-2005 es preciso
que los hechos acreditados determinen la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos de la
continuidad delictiva, lo cual no se da en el caso que hoy se analiza.
TERCER MOTIVO. Se pretende la inobservancia de los arts. 130, 162 inc.4° y 356 n° 4 CPP en
relación con el art. 362 n° 8 CPP, alegando que la sentencia fijó un determinado monto "de dinero
defraudado" pero no se justifica porqué cada acusado deba "cancelar la cantidad de un mil quinientos
dólares" en concepto de responsabilidad civil, cuando lo correcto era prorratear esa suma entre todos los
condenados.
III- El defensor particular licenciado Godoy Hernández contestó el recurso incoado por los
abogados querellantes licenciado Peña Ortiz y Quintanilla Linares, afirmando que "entrar en el análisis
de los motivos expuestos por la querella" es "ineficaz e inoficioso", por cuanto los motivos de
casación formulados en el recurso de la defensa "son excluyentes del recurso planteado por la
querella", por lo que solicita que se "declare sin lugar por improcedente y por carecer de
fundamentación el recurso".
Por su parte el agente fiscal licenciado Isael Antonio Guerrero Salgado contestó el recurso interpuesto
por el licenciado Godoy Hernández, manifestando esencialmente que no existe la ilegalidad en la
incorporación de la prueba que se reclama, y que en todo caso la defensa tuvo oportunidad de proponer
un perito contable; además, que la imputada D. M. "conocía la conducta ilícita que los demás
miembros de su equipo estaban cometiendo", y finalmente, que la variación en los montos fijados
para la responsabilidad civil se explica por el transcurso del tiempo, ya que "es obvio que un banco
incrementa sus intereses, en ese sentido, el tribunal no toma como base (...) los montos
fijados para la responsabilidad civil, por lo que condena civilmente en abstracto".
IV-Estudiada la sentencia recurrida dentro del ámbito de las respectivas impugnaciones
de conformidad al art. 413 CPP se abordará el asunto planteado en el siguiente orden: 1) Del recurso
promovido por el licenciado Godoy Hernández por razones de concentración procesal se examinaran en
forma conjunta los motivos dos, tres, cuatro y seis. La eficacia anulatoria de dichos motivos, definirá la
situación jurídica penal de la acusada que representa el recurrente, razón por la que resulta innecesario
resolver los motivos uno y cinco. 2) Los motivos alegados en el recurso interpuesto por la parte
querellante se resolverán conjuntamente.
V- El delito de Administración Fraudulenta regulado en el art. 218 CP supone la realización de
acciones u omisiones dolosas finalmente dirigidas a la producción de perjuicio patrimonial al titular de los
bienes administrados, cometidas con abuso de la confianza que éste ha depositado en el sujeto activo, al estar
investido de los poderes necesarios para el manejo, la administración o el cuidado de sus bienes. Es un
delito de resultado, ya que el tipo exige que se cause un perjuicio al titular de los bienes administrados, el
cual deberá estar causalmente determinado por las acciones u omisiones fraudulentas.
En la sentencia de casación 127-2005 pronunciada a las quince horas y cuarenta minutos del
veintinueve de mayo de dos mil siete se dijo que las distintas conductas realizadoras del delito de
Administración Fraudulenta "tienen en común el abuso (...) del sujeto activo de las funciones
propias de su cargo, que le imponen un especial deber de cuidado patrimonial de los bienes
del sujeto pasivo que le han sido confiados"; delito que "se comete (...) Alterando las cuentas
en lo relativo a los precios o a las condiciones de los contratos, suponiendo o aumentando,
operaciones o gastos, ocultando o reteniendo valores o empleándolos indebidamente".
También se consideró que "el tipo subjetivo requiere el conocimiento y la voluntad de la
realización de la conducta descrita en el tipo objetivo, por cuanto su estructura admite un
comportamiento doloso únicamente".
Por otra parte, de conformidad al art. 33 CP la coautoría requiere: 1) Un acuerdo de realización
conjunta de la acción final delictiva. 2) Un aporte funcional al curso causal del delito. La suma de esas
contribuciones debe concebirse como una unidad; de modo que los agentes responden por los delitos que caen
dentro del ámbito de la decisión acordada.
VII- En lo pertinente, la sentencia recurrida ha tenido por acreditados los hechos siguientes:
A)"Se ha determinado con certeza que ha existido por parte de (...) la señora D. V. M.,
desinterés, descuido o dolo en la buena administración del banco y de velar que se cumplan
con la política del banco y la buena administración del mismo" (pág. 40 de la sentencia).
B)"La documentación presentada por los clientes no fue verificada por el señor R. N."
(pág. 41) Para que este comportamiento del coimputado pueda ser atribuido a la imputada no existe base
táctica sobre los extremos de la coautoría.
C)En la página 42 el tribunal de instancia constata la existencia de inconsistencias en los números
"de identificación de servicio" que presentaban facturas de energía eléctrica que fueron agregados a
expedientes de clientes como parte de los requisitos para la obtención de créditos, y que esto "no fue
detectado por la señora Paola Geraldina D. V., gerente de la agencia donde se otorgaron los
préstamos, no obstante esta realizó un check list, de la documentación, firmó y regresó al
ejecutivo de crédito el expediente para el desembolso del dinero".
D)Más adelante en la página 51 concluye el a quo que "Paola Geraldina D. V. M. (...) actuaron
negligentemente en el otorgamiento de préstamos sin la debida previsión de
cumplimiento de la política del banco (...) no ejecutaron actos propios e idóneos y con ello
(...) perjudicaron a la empresa (sic) víctima".
VII-Según se advierte de una lectura integral de los hechos probados en la sentencia, la falta de
verificación de la documentación que presentaron los clientes para la obtención de créditos, responsabilidad que
según la sentencia recaía en el coimputado Jorge Alberto R. N., fue un medio empleado para la comisión del
delito, sin embargo, el tribunal de instancia no acreditó, ni aparecen elementos de prueba en la respectiva
fundamentación descriptiva, que conduzcan razonablemente a que la imputada D. V. M. haya tenido dominio
sobre esas acciones fraudulentas.
Tampoco ha fundamentado el a quo cuál de las distintas acciones típicas es la que se reprocha a dicha
imputada, ni se describe en los hechos probados qué acciones ejecutó, que denoten objetivamente un abuso o
exceso doloso de los límites de sus responsabilidades al frente de la sucursal de la sociedad víctima que
estaba bajo su cargo, lo cual es medular ya que, el castigo punitivo del art. 218 CP se dirige contra acciones
abusivas dolosas, de las funciones derivadas de la administración de los bienes ajenos. De ahí que, el hecho
que el sentenciador no haya concluido de forma terminante y precisa que la acusada realizara concretas
acciones reveladoras del apartamiento doloso de los deberes derivados de su cargo, compromete la
tipicidad de la conducta probada, pues ha de tenerse en cuenta que este delito no castiga la administración
incompetente o errónea, sino que su ilicitud radica en la administración desleal, esto es la cometida
mediante acciones u omisiones dolosas dirigidas a la realización del tipo objetivo, de ahí que la vacilación
del tribunal de instancia cuando reprocha a la acusada "desinterés, descuido u dolo en la buena
administración del banco "afecta la tipicidad subjetiva del hecho probado que se le atribuye a la procesada,
por cuanto la infracción culposa de sus obligaciones derivadas del cargo no permitirían la realización
final del tipo objetivo, art.18 inc.3° CP.
El dolo en el caso concreto requeriría la acreditación de circunstancias demostrativas, incluso por vía
inferencial, que la imputada conociera la alteración documental que se estaba realizando para la obtención
de los créditos y la falta de verificación fáctica de los documentos anexados a las solicitudes de
créditos, extremo que está presente en los hechos probados.
Por el contrario, se confirma la existencia del defecto de fundamentación probatoria enumerados como
motivos dos y cuatro, consistente en que el tribunal de instancia omitió valorar elementos de prueba
decisivos contenidos en el dictamen de pericia contable emitido por el licenciado Rogelio Gómez Contreras,
los cuales aportan información de relevancia que delimitan el ámbito funcional de la acusada dentro de la
empresa de la sociedad mercantil afectada, destacándose que según el procedimiento interno para el
otorgamiento de créditos, sus facultades de control las ejercía sobre la documentación previamente
recopilada y verificada por otros empleados de la institución, de modo que su actuación aparece insertada
dentro de una sucesión de etapas regido por un principio de confianza del debido cumplimiento de
los eslabones previos de la gestión crediticia, sin que se haya acreditado por el tribunal de instancia un
nexo de coautoría o participación en la alteración de algunos de los documentos agregados a los expedientes
o en la verificación física de la información anotada en las solicitudes de servicios financieros.
Los elementos de prueba que en la sentencia no fueron apreciados en conjunto son los siguientes: 1)
En la página 7 del dictamen se concluye que los cuestionados expedientes por cliente "están debidamente
documentados", lo cual implica que están agregados en ellos los documentos que exige el protocolo de
la entidad para el otorgamiento del crédito solicitado; 2) En la conclusión del punto dos de la pericia (página
9) aparece que los distintos documentos agregados en cada uno de los expedientes de los clientes tienen
estampado un sello "con la leyenda que dice: confrontado con su original. Indicando fecha y firma del
empleado encargado de la tramitación del crédito"; 3) En el quinto punto del peritaje (páginas 13-14) se
refiere al procedimiento exigido para la obtención de créditos y la identificación del personal que
interviene en esa operación, constando que es responsabilidad del jefe de cartera la realización de
"una evaluación económica de la capacidad de pago del solicitante (...) En el caso de que la
solicitud esté aprobada, el ejecutivo de crédito (...) pide al cliente los documentos originales
para confrontarlos con las copias presentadas. Se revisa toda la documentación que se encuentre
completa". En relación con el gerente de agencia, que es el cargo que desempeñaba la acusada D. V.
M., su responsabilidad consistía en "liberar la línea de crédito (...) y verifica que los datos de la
solicitud de crédito coincidan con los datos de los documentos que el cliente entrega y que
el expediente (...) esté completo y digitalizado, firma y regresa el expediente al ejecutivo
de ventas para la correspondiente liberación de fondos".
En consecuencia, los hechos probados no describen las circunstancias necesarias para la
configuración de dolo en el actuar de la acusada D. V. M., ni del dominio de las acciones ejecutadas por los
empleados que intervinieron en la gestión de los créditos cuestionados, lo que impacta directamente en la
tipicidad subjetiva del delito de Administración Fraudulenta que se le atribuye, así como en los elementos
requeridos por la ley para sustentar su autoría, especialmente por la falta de acreditación de la realización
conjunta con el imputado R. N.. Procede estimar los motivos de casación analizados y enmendar
directamente la violación de ley de los arts. 4, 218 y 32 CP mediante la anulación del fallo
condenatorio respectivo y el pronunciamiento de la absolución de responsabilidad penal y civil de la
procesada por el delito del que se le acusó. Constando en la sentencia recurrida que se ordenó que la
imputada continuara en libertad, como consecuencia de la absolución aquí decidida deberá cesar toda
medida cautelar que le haya sido impuesta para garantizar su apersonamiento a este proceso penal.
Conviene aclarar que el análisis sobre la concurrencia de los elementos subjetivos de la acción atribuida a la
acusada D. M., es un asunto de carácter sustantivo y personal, razón por la cual no procede aplicar el efecto
extensivo de que trata el art. 410 CPP.
VIII- En cuanto a los motivos uno y dos del recurso de la parte querellante deberá desestimarse, por
cuanto en el auto de apertura a juicio pronunciado por el Juez Quinto de Instrucción a las quince horas del tres
de junio de dos mil once (específicamente a fs. 2452 vto.) se hace referencia a las acciones atribuidas a los
imputados en la acusación formulada por la querella, calificándolas como delitos de Administración
Fraudulenta, respecto de los imputados D. V. M. y R. N.; complicidad en el delito de Administración
Fraudulenta, en cuanto a los imputados F. de M., R. M., G. P., T. P., M. M., y A. H.; y como delito de Estafa
la acción atribuida a los imputados G. G., R. C. y G. B.; a los dos últimos procesados también se les
imputó el delito de Falsedad Material.
Entre los folios 2452 vto. y 2453 fte. está redactado el argumento jurídico sobre la interpretación que el
juez instructor hizo de los tipos penales aplicables al caso, es decir el juicio sobre la adecuación típica, sin
que se haya establecido en ese análisis que en el caso tengan aplicación los arts. 42 y 72 CP.
A partir del folio 2453 fte. y hasta el 2460 fte. y vto. consta el argumento sobre la suficiencia de los
elementos de convicción valorados por el juez para sostener el juicio de probabilidad positiva que habilitó el
tránsito a la fase del juicio oral y público, sin que se haya considerado la concurrencia de los datos que
sustentaran la pretendida continuidad delictiva.
Según el acta de la vista pública de las nueve horas con cuarenta minutos del veintiséis de julio
de dos mil once, aparece que ni en la fase de incidentes, ni en los alegatos de cierre, se discutió que los
hechos constituyeran delito continuado. En consecuencia, no se configura la alegada fundamentación
insuficiente y el quebrantamiento a la debida congruencia procesal, ya que las calificaciones jurídico
penales decididas en la sentencia impugnada son respetuosas de la adecuación típica provisional decidida
por el juez instructor originada en la fase crítica del proceso penal, la cual no comprendía la interpretación
de los hechos como delito continuado. Por el contrario, en esta sede casacional opera a favor de los
acusados el art. 359 inc.2° CPP en el sentido que los ampara la prohibición de que en las respectivas
condenas se apliquen preceptos distintos de los invocados en el auto de apertura a juicio, como el que
aquí se pretende, del cual podría resultar un incremento de las penas impuestas en la instancia, en una
situación de indefensión, por no haber sido advertidos de esa circunstancia en el juicio oral.
Sobre la supuesta infracción al principio de proporcionalidad de la pena, el defecto atribuido a
la resolución recurrida es inexistente, ya que al examinar la sentencia se corrobora que el tribunal de
instancia ha dado legal cumplimiento a los criterios legales que estaba en deber de observar para la
adecuación de las respectivas penalidades, particularmente los preceptuados en los arts. 62 y 63 CP.
Así, las penas impuestas se enmarcan dentro de los correspondientes marcos punitivos abstractos,
considerando que las acciones delictivas fueron consumadas, que causaron perjuicio económico a
Importadora y Exportadora Elektra S.A. de C. V.; se definió que fue un móvil de lucro el que
impulsó el actuar delictivo, reconoció el tribunal que los condenados son delincuentes primarios, el
grado de instrucción de los mismos según la información a su alcance y que no concurren agravantes.
Por consiguiente, queda demostrado que la sentencia examinada ha desarrollado un argumento
razonable sobre los criterios de concreción de la penalidad abstracta para adecuarla a las personas de
los imputados, y a los delitos cometidos, para lo cual ha observado la legislación penal ya citada, en forma
proporcional, en la medida que se determinaron penas ajustadas a los límites abstractos del tipo consumado y de
las penas de autoría y participación.
Para la fundamentación del reemplazo de la pena de prisión, se constató que el tribunal ha
observado los art. 74 CP y 130 CPP, por cuanto expuso un criterio razonable en el que consideró algunos
inconvenientes criminológicos que presenta el cumplimiento de las penas de prisión de corta duración para
alcanzar fines de resocialización, resultando que la pena de jornadas de trabajo de utilidad pública, en
atención a su contenido de solidaridad social y ocupacional, se ha instituido en nuestro ordenamiento como
una alternativa para procurar los fines preventivos de la sanción penal en ese tipo de supuestos, que es
aplicable al presente caso.
IX- Por el contrario, el tercer motivo deberá estimarse, ya que es esencialmente insuficiente la
fundamentación expuesta por el tribunal de instancia para la determinación del monto de la responsabilidad
civil que se manda a pagar a cada uno de los condenados, considerando la falta de claridad sobre la suma
estimada del perjuicio económico causado por los delitos y la forma en la que los autores deberán responder
civilmente de conformidad al art. 118 CP. Sobre este punto particular, la sentencia recurrida será casada y se
ordenará que se reponga parcialmente la vista pública para el solo efecto de la cuantificación antes
mencionada.
X-El defensor particular de la imputada G. DE B., licenciado Salvador Antonio Moreno González,
expresa que su defendida fue sobreseída definitivamente por el Juez Décimo de Instrucción de esta ciudad,
por el delito de Estafa Agravada previsto en los arts. 215 y 216 n° 3 CP en perjuicio patrimonial de Luis
Alberto Ruiz Hernández, Rosa María Avelar Hidalgo, Brenda Elizabeth Quintanilla de Amaya, Verónica
del Carmen Cruz de Mayen y José David Moreno Santos. Para la comprobación de esa decisión presenta
copia certificada notarialmente de dicho auto. Asimismo, afirma que con esa resolución "se considere
subsanado el problema por el cual, en su momento la señora Berrios, no pudo concedérsele
beneficios (sic) el reemplazo de la pena, tal y como sucediera con los demás imputados". En torno a
este asunto se advierte que de conformidad con los arts. 50 inc.2° n° 1 y 413 inc.1 ° CPP, la competencia de
esta Sala está enmarcada en la resolución de los motivos de casación que las partes alegan, y que la
procedencia o improcedencia del reemplazo de la pena de prisión en los supuestos del art. 74 CP es una
materia que ha debido resolver el tribunal de instancia, como en efecto lo hizo al denegarla, teniendo en
cuenta la situación jurídico penal de la imputada en el momento de la respectiva deliberación en la que
examinó el cumplimiento de los requisitos para su otorgamiento, resultando por estas razones que
no ha lugar a reemplazar en esta sede, la pena de prisión impuesta a la acusada G. DE B..
POR TANTO: Con fundamento en las consideraciones que anteceden, disposiciones legales citadas
y arts. 50 inc.2° n°1, 130, 357, 427 y 430 CPP en nombre de la República de El Salvador esta Sala
RESUELVE:
I-CÁSASE PARCIALMENTE la sentencia impugnada que se ha relacionado en el
preámbulo, en cuanto se condena a la imputada PAOLA GERALDINA D. V. M. por el delito de
ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA regulado en el art. 218 CP en perjuicio patrimonial de la
Sociedad Exportadora e Importadora Electra S.A. de C.V. hoy Banco Azteca, y todo lo que sea su
consecuencia; en su lugar, ABSUÉLVESE a la acusada PAOLA GERALDINA D. V. M. por el
delito y víctima antes mencionados; en consecuencia ORDÉNASE EL CESE de toda medida cautelar
impuesta a dicha imputada para garantizar su comparecencia al presente proceso penal, sin perjuicio de
restricciones emanadas de otros procesos y motivos legales.
II-NO HA LUGAR A CASAR la sentencia impugnada por los motivos uno y dos del recurso
promovido por los licenciados Luis Ernesto Peña Ortiz y Alex Ernesto Quintanilla Linares.
III-CÁSASE PARCIALMENTE el fallo condenatorio en responsabilidad civil sólo en cuanto a
la determinación del monto que en concepto de responsabilidad civil deberán pagar cada uno de los imputados
condenados.
IV-ORDÉNASE la reposición del juicio sólo para el efecto de discutir lo relativo al monto de
responsabilidad civil y el prorrateo que corresponda a cada condenado, para ese efecto DESIGNASE al
Tribunal Quinto de Sentencia de esta ciudad.
Vuelvan las actuaciones del proceso al tribunal de procedencia la juntamente con esta sentencia para
su cumplimiento.
NOTIFÍQUESE.
D. L. R. GALINDO.------R. M. FORTIN. H.------M. TREJO.------PRONUNCIADO POR LOS
SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.---- ILEGIBLE -----RUBRICADAS.-
Con este folio finaliza la resolución emitida en el proceso con Ref. No. 551-CAS-2011.
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