PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR AUTORES • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ALVAREZ MOLINA FERNANDO APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO ARIZA FORTICH ALMA ROCÍO BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS BORDA RIDAO ROBERTO BOTERO CABRERA ADRIANA CALDERÓN CUELLO CLAUDIA CASTILLO GARCIA JUAN DAVID CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA CATAÑO CATAÑO JAIME CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL CUBIDES PINTO BENJAMIN CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA DÁVILA VINUEZA GERMÁN DELGADO PERDOMO PAOLA DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA ELJACH MANRIQUE ALFONSO FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA GUTIÉRREZ JULIANA HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO JAIMES TABOADA GERMAN JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA LLORENTE CARREÑO MARGARITA LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO MEDINA MATALLANA MARLENE MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ MURCIA CELEDÓN ERIKA MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO NADER DANIES ANA MARIA NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS OLARTE RUSSY ALEXANDRA OSORIO TORRES AURA XIMENA • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • POVEDA CASTILLO PAOLA RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO RIZO PALLAIS ERNESTO RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA SARMIENTO CRIALES FERNANDO SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA SUAREZ PARADA ALEJANDRO SUELT COCK VANESSA ANDREA TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS TORRES IBARRA JUAN CARLOS TOVAR LUNA ANA LUCÍA TURBAY QUINTERO JULIO CESAR URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR TÍTULOS 1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR EXCELENCIA, LA 2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO 3. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA 4. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA 5. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO 6. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA 7. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES 8. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA 9. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL CONTRATO DE SEGURO, LA 10. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO 11. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO DE QUEJA 12. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA 13. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO 14. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA 15. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL DERECHO COLOMBIANO 16. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA: MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS 17. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA 18. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA 19. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS 20. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO 21. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL 22. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA 23. KNOW HOW, EL 24. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL 25. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES 26. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL 27. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA 28. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES 29. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA 30. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL 31. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA 32. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA RECTIFICACION, EL 33. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE CONFLICTOS DE INTERESES 34. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA 35. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA 36. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL 37. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997 38. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-, LOS 39. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE 40. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA-ENFOQUE PRÁCTICO41. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO 42. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO CIVIL Y COMERCIAL 1. ADOPCIÓN COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA Y MEDIDA DE PROTECCIÓN POR EXCELENCIA, LA MIRANDA CORRALES JUAN ARMANDO 2. ANALISIS JURISPRUDENCIAL DE LA UNIÓN MARITAL DE HECHO CUELLO HERMIDA ADRIANA ESPERANZA 3. CONTRIBUCIÓN DE VALORIZACION Y EL GRAVAMEN A LA PLUSVALÍA, LA CUBIDES PINTO BENJAMIN ARAÚJO ANGULO FELIPE SANTIAGO 4. DERECHOS DE EXCLUSIVIDAD CONCEDIDOS POR LAS NUEVAS CREACIONES DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Y EL DERECHO DE LA COMPETENCIA RINCON CUELLAR LUIS FERNANDO 5. FUNCIONES DE INSPECCIÓN VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS SUPERINTENDENCIAS, SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES, LAS OLARTE RUSSY ALEXANDRA URBINA GALIANO LIZA ANTONIETA 6. KNOW HOW, EL CASTRO MUÑOZ MARÍA ALEJANDRA TORRES IBARRA JUAN CARLOS 7. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA TELEVISION EN COLOMBIA, EL BERNAL RODRÍGUEZ PAOLA DÁVILA VINUEZA GERMÁN 8. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ADMINISTRADORES EN CASOS DE CONFLICTOS DE INTERESES APARICIO YAÑEZ CLAUDIA LILIANA BOTERO CABRERA ADRIANA 9. RESPONSABILIDAD CIVIL DERIVADA DE LA ACTIVIDAD CONSTRUCTIVA, LA ALVAREZ MOLINA FERNANDO 10. SECTOR DE LA TELEFONÍA MÓVIL CELULAR Y EL RÉGIMEN DE LIBRE COMPETENCIA EN COLOMBIA, EL DELGADO PERDOMO PAOLA MURCIA CELEDÓN ERIKA MARIA 11. SOCIEDADES GESTORAS EN COLOMBIA- ENFOQUE PRÁCTICOARIZA FORTICH ALMA ROCÍO DUQUE MARTÍNEZ MAGDA XIMENA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO ECONOMICO 1. BANCA ACTUAL A PARTIR DE LA CRISIS FINANCIERA DE 1982, LA LAMK GUTIERREZ NAYIBE MARÍA 2. CONTRATOS DE FUTUROS Y OPCIONES RIZO PALLAIS ERNESTO SUAREZ PARADA ALEJANDRO 3. CORRECCIÓN MONETARIA EN LA ACCIÓN SUBROGATORIA DERIVADA DEL CONTRATO DE SEGURO, LA SARMIENTO CRIALES FERNANDO TOVAR LUNA ANA LUCÍA 4. CUPOS INDIVIDUALES DE ENDEUDAMIENTO, CONCENTRACIÓN DE RIESGO Y GARANTÍAS ADMISIBLES EN EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO BERNAL SALAZAR DANIEL ANDRÉS 5. EFECTOS SOCIOECONOMICOS DE LA REFORMA PENSIONAL EN COLOMBIA: MANTENER EL SISTEMA DUAL O VOLVER AL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA PENSIONAL ÚNICO, LOS LIZCANO BUSTILLO BEATRIZ ELVIRA HUERTAS BONILLA ADRIANA DEL ROCÍO 6. INTRODUCCION AL DERECHO ECONÓMICO BORDA RIDAO ROBERTO 7. PACTO DE CABALLEROS EN BOLSAS DE VALORES LÓPEZ LEÓN JUAN MANUEL 8. PRIVATIZACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS: CASO BANCO DE COLOMBIA MUÑOZ CALDERÓN BEATRIZ SARQUIS MATTA ERIKA PATRICIA 9. PROPUESTA JURÍDICA PARA LA INDUSTRIALI ZACIÓN DE LA MINERÍA POVEDA CASTILLO PAOLA 10. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS OFICINAS DE REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES FINANCIERAS DEL EXTERIOR EN COLOMBIA RAMÍREZ ACUÑA LUZ NANCY SÁNCHEZ CONTRERAS MARÍA FERNANDA 11. SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD PROFESIONAL EN EL CONTEXTO DE LA LEY 100 DE 1997 FLÓREZ VÁSQUEZ CATALINA RAMOS AITKEN MARÍA DEL ROSARIO 12. SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS –PRINCIPIOS, AGENTES Y MERCADO-, LOS LLORENTE CARREÑO MARGARITA SUAREZ DUQUE GLORIA LUCÍA 13. VISIÓN JURÍDICA DE LOS GRUPOS EMPRESARIALES NADER DANIES ANA MARIA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO LABORAL 1. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE IGUALDAD EN EL DERECHO LABORAL, EL CHARRIA SERRANO JUAN MANUEL MURCIA VARGAS ANDRES CAMILO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PENAL 1. DEL DELINCUENTE POLÍTICO AL TERRORISTA SANDOVAL ÁVILA ANGÉLICA ALEXANDRA SUELT COCK VANESSA ANDREA 2. UNA VISIÓN VICTIMOLÓGICA DEL SECUESTRO MANTILLA GÓMEZ CARLOS GERARDO NOVOA SERRANO PEDRO ELIAS PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PROCESAL 1. DE LOS FUNDAMENTOS DE LOS RECURSOS EN GENERAL Y DEL RECURSO DE QUEJA JAIMES TABOADA GERMAN 2. JURADO HACIA LA RECONCILIACIÓN, EL FORERO BECERRA MARÍA DEL ROSARIO ARANGO ARANGO MARÍA SOFIA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS DERECHO PUBLICO 1. APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA CATAÑO CATAÑO JAIME 2. CONNOTACIONES DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO EN EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO DUARTE CASTRO MARIO BERNARDO OSORIO TORRES AURA XIMENA 3. CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS INDIGENAS, LA MEJÍA GONZÁLEZ ANA MARÍA CALDERÓN CUELLO CLAUDIA 4. DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL CASO COLOMBIANO NAVAS QUINTERO MARÍA CAROLINA GONZÁLEZ AYERBE LUISA FERNANDA RODRÍGUEZ LÓPEZ MARIA DEL PILAR 5. DESARROLLO LEGISLATIVO DE LAS DIVERSIDADES ÉTNICAS EN EL DERECHO COLOMBIANO DÍAZ ROMERO GINNA MARÍA MORALES LOURIDO DIANA PATRICIA 6. EXPROPIACIÓN EN EL DERECHO COLOMBIANO, LA TURBAY QUINTERO JULIO CESAR 7. EXTRADICIÓN EN COLOMBIA. UN PROBLEMA PROCESAL, LA GÓMEZ TAMARA ADRIANA LUCÍA 8. JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA DESPENALIZACIÓN DEL CONSUMO MÍNIMO DE DROGAS Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD, LA RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ HERNÁN GUTIÉRREZ RUIZ JULIANA 9. MODULACIÓN DE EFECTOS EN EL TIEMPO DE LAS SENTENCIAS DE CONSTITUCIONALIDAD POR PARTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL ELJACH MANRIQUE ALFONSO CASTILLO GARCIA JUAN DAVID 10. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA CONTRA SENTENCIAS JUDICIALES JOYA LIZARAZO JUAN MAURICIO 11. SALA ADMINISTRATIVA DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA MEDINA MATALLANA MARLENE VERGARA DE MACÍA MARÍA CRISTINA 12. SOBERANÍA Y NUEVO DERECHO INTERNACIONAL DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE TELLEZ NUÑEZ ALVARO ANDRÉS PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS TESIS DE 1999 INDICE POR MATERIAS FILOSOFIA E HISTORIA DEL DERECHO 1. RESCATE DE LA VERDAD: REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA RECTIFICACION, EL GIRALDO SUAREZ JULIÁN JAVIER UNA VISION VICTIMOLOGICA DEL SECUESTRO CARLOS GERARDO MANTILLA GOMEZ PEDRO ELIAS NOVOA SERRANO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIOECONOMICAS SANTAFE DE BOGOTA, D.C. 1999 UNA VISION VICTIMOLOGICA DEL SECUESTRO CARLOS GERARDO MANTILLA GOMEZ PEDRO ELIAS NOVOA SERRANO Tesis para optar al título de Abogado Director HERNANDO GUTIERREZ PRIETO Abogado PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIOECONOMICAS SANTAFE DE BOGOTA, D.C. 1999 ii A nuestros padres, por su incondicional apoyo iii AGRADECIMIENTOS Al doctor Hernando orientaciones. Gutiérrez, por sus valiosas Al doctor Julio Andrés Sampedro, por poner a nuestro alcance sus conocimientos en el campo de la víctima. A los doctores Emilio Meluk, Fernando Díaz Colorado y Leonardo Alberto Rodríguez, quienes siempre estuvieron dispuestos a colaborarnos. iv CONTENIDO INTRODUCCION 2 ACERCAMIENTO A LAS NOCIONES FUNDAMENTALES Y UBICACIÓN DEL PROBLEMA 6 1.1. SECUESTRO 6 1.2. VICTIMOLOGIA, VICTIMA Y VICTIMIZACION 11 1.3. UBICACIÓN DEL PROBLEMA 14 2. LA VICTIMA 16 2.1. 2.1.1 2.1.2. 2.1.3. LA VICTIMOLOGIA Origen Noción Objeto y Dificultades de Esta Ciencia 22 23 25 27 2.2. 2.2.1. 2.2.2. 2.2.2.1. 2.2.2.2. 2.2.2.3. 2.2.3. 2.2.3.1. 2.2.3.2. 2.2.3.3. LA VICTIMA EN CONCRETO Noción Clasificaciones Von Hentig Grados de Culpabilidad de la Víctima Jiménez de Asúa Grados de Victimización Victimización Primaria Victimización Secundaria Victimización Terciaria 30 30 32 32 34 36 36 37 39 41 1. v 2.3. 2.3.1. 2.3.1.1. 2.3.1.2. 2.3.2. 2.3.3. 2.3.3.1. 2.3.3.2. 2.3.3.3. EL SECUESTRO, ETAPAS A PARTIR DE LA VISIÓN VICTIMOLOGICA DEL DELITO Victimización Primaria El secuestrado La Familia Victimización Secundaria Victimización Terciaria El Secuestrado La Familia El síndrome de Estocolmo 42 42 43 49 53 59 59 62 63 3. TRATAMIENTO INTERNACIONAL 66 3.1. DECLARACION DE LOS DERECHOS HUMANOS 68 3.2. 3.2.1. 3.2.1.1. 3.2.1.2. 3.2.1.3. 3.2.1.4. 3.2.1.5. 3.2.1.6. 3.2.2. PROTOCOLO ll DE GINEBRA Análisis del Protocolo ll de Ginebra Artículo 3 Común a los Cuatro Convenios de Ginebra Preámbulo Título l – Ambito del Presente Protocolo Título ll – Trato Humano Título lV – Población Civil Título V – Disposiciones Finales Declaración Sobre los Principios Fundamentales de Justicia Para las Víctimas de los Delitos y del Abuso de Poder. Resolución 40/34 de la Asamblea General de Las Naciones Unidas. 70 71 73 74 76 78 79 82 83 4. TRATAMIENTO NACIONAL 90 4.1. NORMAS CONSTITUCIONALES 90 4.2. LEYES Y DECRETOS 99 4.3. 4.3.1. 106 4.3.4. JURISPRUDENCIA Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación penal No. de Radicación.: S-5458-91 Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación penal No. de Radicación.: S-11501-96 Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación penal No. de Radicación.: S-9335-96 Corte Constitucional. No. de Radicación.: C-542-93 4.4. RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DE ESTADO 113 4.3.2. 4.3.3. vi 106 107 109 111 4.4.1. Teorías de la falla en el servicio y el daño especial 113 4.5. RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL 116 5. MECANISMOS DE LUCHA CONTRA EL DELITO DE SECUESTRO 120 5.1.1. 5.2. PROGRAMA PRESIDENCIAL PARA LA DEFENSA DE LA LIBERTAD PERSONAL Grupos de Acción Unificada GAULA PAIS LIBRE 121 127 131 5.3. CRUZ ROJA INTERNACIONAL 133 5.4. 5.4.1 5.4.1.1. 5.4.1.2. 5.4.2. PROCESO PENAL La investigación Investigación Previa Instrucción El Juicio 134 138 138 144 147 6. NUESTRA PROPUESTA 155 6.1. ASISTENCIA A LAS VICTIMAS 156 6.2. EL PROCESO 158 6.3. SISTEMA PENITENCIARIO 162 6.4. IDENTIFICACION DE CADAVERES 164 CONCLUSIONES 165 BIBLIOGRAFIA 168 5.1. vii ORACION A LAS VICTIMAS FRANK OCKBERG He sido victimizado Estuve en una lucha que no fue justa yo no pedí esa lucha. Y perdí No hay vergüenza en perder estas luchas, sólo en ganarlas He llegado a la fase de sobreviviente y no me he esclavizado como víctima Miro hacia atrás con tristeza y no con odio Miro hacia el futuro con esperanza y no con desilusión Puede ser que nunca olvide, pero no necesito recordar constantemente fui una víctima Soy un sobreviviente 2 INTRODUCCION Preocupados por la caótica situación en que se ha sumergido nuestro país y conscientes de la necesidad de aportar nuestro grano de arena en la búsqueda de soluciones a los dramáticos acontecimientos que diariamente conmueven a nuestros compatriotas, hemos decido acometer la difícil tarea de realizar una investigación en la que se reúnen una ciencia, poco explorada en nuestro medio, conocida como Victimología y un delito que ha dejado profundas heridas a lo largo y ancho de nuestro territorio, el secuestro. Es así como, a través de estas páginas, trataremos de mostrar los principales elementos que conforman esta rama del derecho penal, para de esta forma determinar los alcances concretos que pueda tener al aplicarla a quienes se han visto perjudicados en diversas formas por el secuestro. Para esto hemos creído fundamental, antes de llegar a la raíz del problema, introducir al lector en el tema, comenzando con un panorama general de lo existente a nivel normativo y jurisprudencial en torno a los objetos de nuestro 3 estudio, para luego sí adentrarnos en el examen de la parte general de la victimología y finalmente, presentar su aplicación práctica al secuestro en nuestro medio. Sobra aclarar que lo único que pretendemos al elaborar este escrito, es sembrar una semilla que busca crecer en un terreno apropiado, plagado de seres que, como nosotros, consideren importante poner sus conocimientos y capacidad investigativa al servicio de aquellos que han debido padecer en carne propia los efectos dañinos de tan ignominioso crimen. Como una forma de ilustrar al lector sobre la importancia de estudios como el que se pretende realizar, se hace imperioso señalar la dramática evolución del secuestro en nuestro país, para lo cual emplearemos algunas estadísticas en las que se muestra la gravedad del problema con base en la información recopilada por personal vinculado al Programa Presidencial Para La Defensa De La Libertad Personal, la cual nos ha sido amablemente cedida. En las tablas que a continuación se presentan, pueden observarse el número de retenciones de las que ha tenido conocimiento la entidad antes mencionada ocurridas a partir del año 1933 hasta septiembre de 1998 y la participación porcentual de cada período en el total de secuestros. 4 E V O L U C I O N D E L S E C U E S T R O AÑOS CASOS PARTICIPACION % 1933 1962 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1 23 41 14 42 44 750 1282 1717 1320 1014 1378 1060 1043 1443 1294 0.01% 0.18% 0.33% 0.11% 0.34% 0.35% 6.02% 10.28% 13.77% 10.59% 8.13% 11.05% 8.50% 8.37% 11.58% 10.38% 12466 100% Año 1998. Datos con corte a septiembre. 5 1. ACERCAMIENTO A LAS NOCIONES FUNDAMENTALES Y UBICACION DE PROBLEMA De acuerdo a la preocupación expresada en la introducción de este trabajo, es procedente precisar el objeto de estudio sobre el cual versará nuestra propuesta, dando así al lector un primera aproximación a los conceptos y temas que serán desarrollados a medida que la investigación avance. 1.1 SECUESTRO Desde épocas antiguas ha existido el delito que hoy conocemos como secuestro (plagio) manteniendo durante el transcurso del tiempo ciertas características y móviles constantes como son los económicos, sociales y los políticos que han permitido su expansión a todo nivel; Esto puede constatarse en el hecho de que ciertas personas sean secuestradas con el compromiso de obtener su liberación a cambio de fuertes sumas de dinero y algunas por ninguna cantidad pero sí con el compromiso de transmitir un mensaje o simplemente con la intención de presionar a alguien para que haga algo que no haría si no tuviera a su familiar o allegado retenido. 6 El Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio define el secuestro, como “detener o retener ilegalmente a una persona, para exigir por su rescate una cantidad de dinero u otra abusiva pretensión”. Según Middendorf (1978) el término secuestro "tiene su origen en el vocablo latino “sequestrare” que significa apoderarse de una persona ilegalmente, encerrándola en contra de su voluntad y con el fin de exigir un pago por su liberación"1. Para Pulido (1988) "el secuestro es un delito que atenta contra la libertad individual, el cual se realiza en el momento en que a una persona se le aprehende físicamente contra su voluntad, teniendo como propósito del aprehensor el obtener para sí u otras personas un provecho que generalmente es económico"2. 1 2 Citado en Quintero diaz Claudia Marcela, Rodríguez Cely Leonardo Alberto y otros. Estudio de las funciones del yo en la elaboración psíquica con personas que han experimentado la vivencia traumática del secuestro. Tesis de grado. Facultad de Psicología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá-1995. Citado en Quintero diaz Claudia Marcela, Rodríguez Cely Leonardo Alberto y otros. Estudio de las funciones del yo en la elaboración psíquica con personas que han experimentado la vivencia traumática del secuestro. Tesis de grado. Facultad de Psicología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá-1995. 7 Nuestro Código Penal, complementado por la Ley 40 de 1993, divide el secuestro en tres clases que son, el secuestro simple, el secuestro extorsivo y el rapto, en la siguiente forma: “Artículo 268. - Modificado Ley 40 de 1993, artículo 1o. - Secuestro extorsivo.- El que arrebate, substraiga, retenga u oculte a una persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, o con fines publicitarios o de carácter político, incurrirá en prisión de veinticinco (25) a cuarenta (40) años, y multa de cien (100) a quinientos (500) salarios mínimos mensuales. “En la misma pena incurrirá quien arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una personalidad de reconocida notoriedad o influencia pública.” “Artículo 269.- Modificado Ley 40 de 1993, artículo 2o.- Secuestro simple. El que con propósitos distintos a los previstos en el artículo anterior, arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión de seis (6) a veinticinco (25) años y multa de cien (100) a doscientos (200) salarios mínimos mensuales.” “Artículo 2o.- Inciso segundo Ley 40 de 1993. Si el propósito del agente es contraer matrimonio u obtener una finalidad erótico-sexual, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años. Para proceder en este caso se requiere querella de parte.” Para culminar con la regulación que sobre este delito se encuentra en nuestro Estatuto Penal, el legislador ha incluido en los artículos 270 y 271 unas causales de agravación y de atenuación que se adicionan a las genéricas consignadas en los artículos 372 y 373 del mismo ordenamiento. Estas causales versan sobre circunstancias especiales que pueden verificarse antes, durante o para la comisión del delito como son las características especiales del hecho punible o de la víctima. 8 Ahora bien, la normatividad existente antes de entrar en vigencia la Ley 40 de 1993, definía el secuestro de la siguiente forma: “Artículo 268.- El que arrebate, sustraiga u oculte a una persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad o para que se haga u omita algo con fines publicitarios de carácter político, incurrirá en prisión de seis a quince años”. Como puede observarse, la única diferencia con la legislación vigente es la duración de la pena a imponer, la cual ahora es mucho mayor y adicionalmente, incluye una multa determinada en salarios mínimos mensuales legales vigentes a la fecha del delito. Lo mismo sucede con el secuestro simple, respecto del cual por medio de la reforma también se hizo un aumento en el término de la pena además de incluirse una multa, aunque de inferior cuantía a la del secuestro extorsivo. La norma estipulaba lo siguiente: “Artículo 269.- El que con propósitos distintos a los previstos en el artículo anterior, arrebate o sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión de seis meses a tres años.” Con base en las normas citadas, puede concluirse que, tanto en la anterior legislación como en la actual, la diferencia entre los dos tipos de secuestro se reduce al elemento subjetivo, es decir, al propósito que busca el autor con la ejecución de cada uno de ellos, pues mientras en el secuestro extorsivo el móvil 9 es la obtención de un provecho económico o cualquier utilidad, en el secuestro simple, los fines no interesan, pudiendo presentarse el hecho como fruto de una venganza o de una disputa familiar, siendo lo verdaderamente importante, que no se pretende una ganancia material. En todos los demás elementos que los tipifican, estas dos clases de secuestro son o pueden ser similares, o sea, es factible encontrar uniformidad en cuanto al sujeto activo, el sujeto pasivo o los medios a través de los cuales se llevan a cabo. Una vez aclarada la distinción hecha por el legislador, se tiene que en general el secuestro se caracteriza: 1. Por ser un delito material, es decir que se consuma cuando se priva a otro de su libertad; Mientras esto no ocurra, se tratará a manera de tentativa. 2. Por ser, así mismo, un delito permanente en el tiempo, en razón de que su consumación se conserva durante la retención, por lo tanto, la prescripción de la acción penal sólo se cuenta desde el momento de la liberación del secuestrado. 10 No sobra aclarar, aunque no será tema concreto de este estudio, que cuando la retención es cometida por un funcionario público abusando de sus funciones, su conducta se ajusta a lo descrito en el artículo 272 del Código Penal el cual tipifica el delito conocido como Detención Arbitraria. Lógicamente si el funcionario público no es encuentra en ejercicio de sus funciones y procede de la misma forma estará cometiendo un secuestro. Por último, la legislación ha establecido el delito de rapto, el cual en términos generales se considera un secuestro cuya finalidad consiste en contraer matrimonio con la víctima u obtener de ésta algún provecho erótico-sexual. 1.2 VICTIMOLOGIA, VICTIMA Y VICTIMIZACION La víctima no había sido considerada, hasta hace muy poco tiempo, como algo que mereciera mayor atención por parte de los doctrinantes del derecho penal, los cuales dedicaban la mayoría de sus escritos, exclusivamente, al autor del hecho punible y las repercusiones de su acto en materia punitiva; Pero con la culminación de la segunda guerra mundial, y sus catastróficos efectos sobre la población, nació una novedosa ciencia, surgida del interés de unos pocos por 11 conocer las consecuencias a las cuales se hacía acreedor el sujeto pasivo del delito como resultado del mismo. Esta nueva disciplina, que comprende un análisis del sujeto pasivo desde diferentes perspectivas con la intención de conocerlo en su integridad, para de este modo poder adecuar a sus necesidades reales la actuación de quienes buscan la reivindicación de sus derechos ha sido denominada Victimología. A raíz del surgimiento de esta forma de estudio del derecho penal, se ha hecho necesario establecer con claridad a quienes se les puede denominar víctimas, llegando a considerarse como tales, a todos aquellos que de manera directa o indirecta han sufrido algún tipo de daño, sea mental, físico o económico, surgido a consecuencia de actos tipificados en las normas penales. Este daño infringido -concepto determinante para que exista víctima- es el punto de partida para la creación de lo que la doctrina ha conocido como los grados de victimización que a su vez se han clasificado, con fines prácticos en primario, secundario y terciario. La victimización primaria se produce como resultado inmediato de la comisión del delito sobre la víctima, lo que, siendo el secuestro un hecho punible que se 12 extiende en el tiempo, envuelve un sinnúmero de consecuencias dañinas para el sujeto pasivo directo y su familia las cuales se inician con lo que comúnmente es conocido como “el levante del secuestrado”, acto repentino e imprevisto para quien lo sufre, generalmente fruto de un pormenorizado estudio de la víctima por parte de los plagiarios, seguido del período de retención durante el cual la persona es ocultada, se establecen una serie de relaciones entre ella y sus captores, se atraviesan diversas etapas que van desde la euforia hasta la depresión y se adelantan las negociaciones entre la familia y los secuestradores con el propósito de obtener la liberación por medio de tratativas que se efectúan, ya sea en términos monetarios como en el caso del secuestro extorsivo, o de otra índole en el secuestro simple. Esta etapa puede culminar de diversas maneras entre las que se encuentran la liberación a consecuencia del pago, el desistimiento o el rescate, o la muerte del secuestrado, cada una con una serie de consecuencias morales y económicas cuyas características varían de un caso a otro. La victimización secundaria, encuentra su fundamento en la inoperancia de los mecanismos y organismos que el Estado ha puesto al servicio de los ciudadanos con el objeto de estudiar, prevenir y castigar el delito, que en nuestro medio son 13 generalmente causantes de nuevos padecimientos a las víctimas en diferentes aspectos como se mostrará más adelante. Finalmente se verifica la victimización terciaria, constituida por el lapso durante el cual la víctima, una vez liberada vuelve a ser acogida dentro de la sociedad y en particular dentro de su familia, proceso que trae diferentes traumatismos, debido a los cambios que han sufrido cada una de las partes que se reencuentran, lo cual conlleva un proceso de readaptación lento y tortuoso en la mayoría de los casos, que en lo posible debe ser acompañado de ayuda profesional y una gran dosis de comprensión hacia la persona que recobra la libertad llena de temor y desconfianza hacia todos los que le rodean. 1.3 UBICACION DEL PROBLEMA Siguiendo la doctrina penal clásica, la cual sólo hace referencia al aspecto criminológico del delito, el legislador colombiano, ha plasmado en las normas penales toda una estructura que gira en torno al criminal, la pena o castigo y la función punitiva del Estado, dejando de lado a una parte igualmente importante para la materialización del hecho punible, la víctima. 14 Basado en esta concepción, el Estado ha desarrollado su política criminal, lo cual ha traído como resultado que la víctima se vea relegada a un papel secundario, ya que al centrarse la atención en el conflicto existente entre el Ente Gubernamental y el delincuente, nacido a partir de la contravención por parte del segundo de las leyes penales, el sujeto pasivo del delito no ha encontrado una eficaz ayuda que le permita resarcirse de los daños que ha sufrido como consecuencia del hecho punible. Adicionalmente a esto, se encuentra que en los momentos en los cuales se ha tratado de tomar algún tipo de interés por la víctima, no se ha hecho en la forma adecuada ya sea por falta de infraestructura y presupuesto o por inadecuada capacitación de los funcionarios encargados de adelantar las tareas encaminadas a su tratamiento físico y psicológico. Prueba de esto son algunas estadísticas emanadas de organismos estatales y entidades privadas en las que se presentan una serie de datos que, aunque en muchas ocasiones no evidencian la verdadera dimensión del problema y generalmente contienen información contradictoria entre si, sirven de base para demostrar la afirmación arriba efectuada. 15 Es por todas las razones anteriormente anotadas, que a través de este trabajo se pretende realizar un estudio sobre la víctima y las formas en que puede verse afectada por el secuestro, sin ser relevante para resultado final de la investigación las motivaciones que le dieron origen a la retención, las que a su vez, pueden ser enmarcadas dentro de cualquiera de las clases de secuestro tipificadas en la ley, a las cuales se hizo referencia al inicio de este capítulo con el objeto de ubicar al lector en el tema. 16 2. LA VICTIMA En Colombia las razones para la realización de un secuestro son muchas y de muy diversa índole. Entre ellas se encuentra en primerísimo lugar el gran negocio que éste representa para los captores, al convertirse en una de las principales fuentes de ingresos de grupos al margen de la ley, y ser a la vez una forma de intimidar a la sociedad y al estado. Además de los beneficios económicos, existen otras razones que llevan a la delincuencia a ejecutar este atroz delito, “(...) como son la absoluta indiferencia por parte de la sociedad, la escasa colaboración y poca credibilidad en la acción de los organismos investigativos”3 las que sumadas a la poca eficacia de las autoridades en su prevención, represión y sanción, dan como resultado un ambiente inmejorable para el actuar de sujetos al margen de la ley ante el absoluto desamparo en que se encuentra el ciudadano común. 17 Durante el tiempo que dura la comisión de este delito, y aún posteriormente, la víctima y su familia atraviesan por diferentes fases a las cuales se encuentran expuestas durante el desarrollo del proceso. A manera de ejemplo, se puede vislumbrar “(...) cómo el secuestrado es presa de un constante temor por la posibilidad de no resistir su cautiverio, de volverse loco, de no poder reiniciar su vida, de perder afectos, de ganar resentimientos, de volverse desconfiado, de volver a vivir, en fin, miedo de todo aquello que configura sus expectativas de vida, su razón de ser”4. Así mismo, lo invade un sentimiento de impotencia y pérdida de autoestima al comprender que hasta las cosas más elementales como comer o realizar sus necesidades fisiológicas ya no las puede llevar a cabo haciendo uso del libre albedrío sino que, necesariamente, son controladas y vigiladas por sus captores. Lo anterior conduce al sujeto a atravesar por cuadros depresivos que pueden llevarlo a pensar en el suicidio como única salida a su situación. “Luego, cuando al fin se presenta el momento de la liberación, hace su aparición una nueva sintomatología en la que se conjugan varios factores como son tiempo de cautiverio, trato recibido, manejo de la situación, forma de liberación, además de las características individuales tanto de los secuestradores como del ex- 3 4 DIAZ COLORADO, Fernando. Apuntes sobre victimología del secuestro P. 2 DIAZ COLORADO, Fernando. Apuntes sobre victimología del secuestro P. 3 18 secuestrado”5. Es en este punto donde adquiere una nueva dimensión el comportamiento que en adelante tengan en torno al secuestrado la familia, el Estado y, en general, la sociedad quienes deben actuar con el único objeto de resarcirlo y tratar de recrear a la persona que en ese momento está atiborrada de miedos, odios y problemas psicológicos de la más diversa índole. Por último, no se deben dejar a un lado las consecuencias que trae ese delito sobre la familia, la cual se ve afectada de una forma grave por el chantaje, el temor y la angustia durante la duración del cautiverio y, posteriormente, es presa del pánico ante la posibilidad, siempre inminente, de un nuevo secuestro, lo que impide que se desarrolle normalmente la vida familiar, a lo cual se suma la necesidad de ejecutar una mutua readaptación entre el ex-secuestrado y sus seres queridos, quienes deben aprender a vivir con las secuelas que han quedado en su pariente como consecuencia de los acontecimientos vividos. Por considerar que es muy poco lo que se ha estudiado el problema de la víctima como consecuencia de la comisión de delitos, en particular del plagio de personas, se juzga necesario en este aparte introducirse en los terrenos poco explorados en nuestro medio de la Victimología, para lo que, con base en diferentes estudios se repasará brevemente lo que se debe entender por esta nueva ciencia y su principal objeto, la víctima, y posteriormente se finalizará 5 DIAZ COLORADO, Fernando. Apuntes sobre victimología del secuestro P. 6 19 haciendo un recorrido por las diferentes etapas en que se ha dividido el secuestro, según las consecuencias que conlleva a los lesionados. No obstante, antes de entrar en materia es importante mostrar algunas estadísticas, en donde a través de las escalofriantes cifras que en ellas se revelan -particularmente en relación al secuestro extorsivo- se tiene la intención de hacer que se tome conciencia en que sin importar la profesión ejercida o la región donde se habita, ningún habitante de nuestro territorio se encuentra libre de ser victimizado por este flagelo. Así, lo que posteriormente encuentre el lector dentro de las páginas de esta investigación ya no será tomado como algo alejado de su realidad. 20 SECUESTRO EXTORSIVO ECONOMICO AFECTACIÓN POR DEPARTAMENTOS COMPARATIVO DE ENERO A SEPTIEMBRE 1996-1997-1998 300 1996 1997 1998 258 250 246 200 161 150 135 63 42 33 29 28 SANTANDER 16 21 16 13 27 23 32 25 15 18 GUAJIRA 3633 36 ATLANTICO 27 MAGDALENA 50 45 N. DE SANTANDER VALLE CESAR ANTIOQUIA 50 0 77 76 52 57 SUCRE 82 81 SANTAFE DE BOGOTA 100 2.1 LA VICTIMOLOGÍA No obstante tener la clara conciencia acerca del reducido objeto de este trabajo en comparación con la vasta gama de aspectos que conforman la ciencia bautizada con el nombre de Victimología, se considera necesario en este capítulo llevar a cabo un repaso de las principales materias de las que trata esta novedosa disciplina, de la cual en nuestro medio muy pocos tienen noticia, encontrándose prácticamente olvidada por quienes tienen el deber de procurar la reparación de aquel que ha sufrido un atentado contra su libertad a consecuencia de una retención sin su consentimiento. Esto se hará, con el fin de llegar a una real comprensión de lo que le sucede a una persona que padece los estados de postración e impotencia a los cuales es conducida por el secuestro para, de acuerdo a eso, acercarse a una propuesta que busque mejorar su situación durante y posteriormente a la comisión del delito. 22 2.1.1 Origen La moderna concepción de Victimología nace, según lo afirma Beristaín, “como reacción a la macrovictimización de la ll Guerra Mundial y, en particular, como respuesta de los judíos versus el holocausto hitleriano/germano”6. A partir de este momento, salen a la luz trabajos como el del profesor Vans Von Henting, quien en 1948 se atreve a publicar por primera vez una clasificación de la víctima basado en los grados de predisposición de ella a ser victimizada y a sus relaciones con el delincuente, y el de Benjamín Mendelsohn a quien muchos autores como Manuel Horacio Nieves, atribuyen la paternidad de esta ciencia al afirmar que “(...) en 1956 en un artículo publicado en inglés y en francés en sendas revistas internacionales, habla con propiedad de la Victimología y pergea el ámbito de ésta que, sostiene él con entusiasmo, (sic) debe ser una nueva ciencia”7. Estos y otros estudios que sobre el tema se realizaron a partir de aquel instante, son objeto de revisión y discusión en el Primer Simposio sobre Victimología -convocado por Mendelsohn desde tiempo atrás-, celebrado en 1973 en la ciudad de Jerusalén, durante el cual se da un paso inicial encaminado a la formación de 6 7 BERISTAIN IPIÑA, Antonio. Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología. P. 235. NIEVES MATEUS, Manuel. La Víctima, un estudio sobre Victimología. Editorial Presencia, Bogotá, 1993. P 17. 23 la Sociedad Mundial de Victimología, fundada en el transcurso del Tercer Simposio Mundial de Victimología ocurrido en 1979 en la ciudad de Munster (Alemania), consolidándose el estudio de los lesionados por los delitos como una ciencia y volcándose la visión que se venía manejando de la macrovíctima hacía la víctima singular. Ahora bien, es importante anotar que esta ciencia también ha sido tratada, aunque sin mucho éxito, por parte de diferentes legislaciones a lo largo de este siglo, de lo cual son ejemplos los cuerpos normativos de Nueva Zelanda, donde en 1963 se desarrolló un programa de compensación a las víctimas de los delitos y Méjico en representación de América Latina, país en el que se impulsó en 1969 una ley de protección y ayuda a las víctimas del delito, mandato que por diferentes circunstancias no pudo cumplir con sus objetivos. Así mismo, se debe reconocer que, no obstante en nuestro medio todavía no se haya desarrollado, esta ciencia ha encontrado una gran acogida en los llamados países desarrollados y en organismos supranacionales. Como ejemplo de ello baste citar, como lo hace Beristaín, la Convención Europea Sobre la Asistencia a las Víctimas de Delitos Violentos del Consejo de Europa, dentro del Comité Europeo Para los Problemas Criminales (Estrasburgo, 1983) y la Declaración Sobre los Principios Fundamentales de Justicia Para las Víctimas de Delitos y del 24 Abuso de Poder, aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 40/34) el día 29 de noviembre de 1985. 2.1.2 Noción Por tratarse de una ciencia nueva es difícil dar una definición exacta de ella, pues sus objetivos y límites todavía no se han concretado al igual que su metodología y las áreas auxiliares que podrán servirle como sustento, pudiendo sufrir alteraciones a medida que los estudios avanzan. Como ejemplo de lo que se afirma, está el hecho de que no son pocos los que creen que la Victimología no debe centrarse en los que sufren por la comisión de un delito, sino que debe ampliarse a toda clase de padecimientos, sin importar de donde provengan. No obstante lo anterior, se considera importante presentar algunas definiciones, con el fin de ilustrar al lector acerca de, en qué consiste esta nueva disciplina, para luego adentrarnos en el estudio de su objeto y las dificultades para su cabal desarrollo. Para Benjamín Mendelsohn, la Victimología “se propone estudiar la personalidad de la víctima en su integridad, es decir, analizarla desde el punto de vista biológico, psicológico y social, a fin de llegar a una profilaxis y a una terapéutica de la víctima”8. 8 MENDELSOHN, Benjamín. La Victimologie Sciencie Actuelle. P. 619. 25 En cambio, como resultado del congreso sobre la materia realizado en Jerusalén se aprobó la siguiente definición de Victimología: “es el estudio científico de las víctimas del delito”9, noción sencilla y descomplicada que pone de relieve el objeto de esta disciplina jurídica: la víctima. Como puede observarse, en estas dos definiciones se resumen gran parte de las discusiones que, acerca del campo de acción que debe abarcar la Victimología, han adelantado diferentes autores. La primera de ellas pertenece a un partidario del estudio de la víctima global, en la que no se discrimina si su padecimiento ha nacido de la comisión de un hecho punible o no. Esta visión es compartida por Beristaín quien afirma que “(...) dentro del círculo de la política criminológica, que es consecuencia de otro círculo concéntrico mayor de política social general, la Victimología debe proclamarse una ciencia para la libertad y la liberación moral y material de todo tipo de victimizados”.10 La segunda, nacida del consenso de numerosos estudiosos principalmente de la criminología y el derecho penal, proclama la especialización del estudio de la 9 10 FIDALGO GALLARDO, Carlos. Apuntes sobre víctimas y Derecho Penal. P. 7. BERISTAIN IPIÑA, Antonio. Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología. P. 236 26 víctima en torno al delito, posición que en adelante tomaremos como nuestra, no por considerar que es mejor, sino en razón a que se adecua a lo buscado en el presente estudio. 2.1.3 Objeto y Dificultades De Esta Ciencia Hasta hace pocos años, todas las escuelas encargadas de buscar una solución al problema del delito creían encontrarla únicamente en el estudio del delincuente y el hecho punible, por lo cual la víctima no era tenida como objeto de sus investigaciones. Así lo han denunciado diferentes autores quienes advierten que “(...) el Derecho Penal contemporáneo se haya unilateral y sesgadamente volcado hacia la persona del infractor, relegando a la víctima a una posición marginal, al ámbito de la previsión social y del Derecho Civil sustantivo y procesal. La Criminología tampoco ha exhibido sensibilidad alguna por los problemas de la víctima del delito, pues centra exclusivamente su interés en la persona del delincuente”11. Hoy se reconoce que entre delincuente y víctima existe una interacción que se ha repetido a través de la historia con diferentes matices, según las costumbres, leyes y gobiernos imperantes en el momento en que ésta se produce, a falta de la 27 cual no podría consumarse el hecho punible por carecer de uno de los elementos que llevan a su realización, la parte pasiva. Por este motivo, de un tiempo para acá se intenta volcar el estudio criminológico sobre esa parte generalmente considerada débil, con miras a establecer la mayor o menor incidencia del agredido en el hecho violatorio de las normas penales dando paso a la creación de una nueva ciencia: La Victimología, que tiene como su objeto de estudio a la víctima. Con razón se afirma que la Victimología es hija de la Criminología, de lo cual Beristaín considera una prueba el hecho de que “(...) la reparación, tal como se concibe y practica en Derecho Penal, tiene mucho de castigo (cercano a la multa) para reprender y sancionar al delincuente. En cambio, los victimólogos conciben la reparación, ante todo y sobre todo para asistir a la víctima”12. Es innegable la contribución que los trabajos sobre Victimología pueden traer a la legitimación y maduración del sistema penal. Pero ese repentino y gran interés que ha despertado el estudio del perjudicado con el hecho punible puede traer consecuencias negativas, debido precisamente al excesivo entusiasmo con que se le pretende resarcir por tantos años de olvido, sin que se tenga la adecuada 11 12 GARCIA - PABLOS DE MOLINA. Sobre la función de la víctima en el estado de derecho. P.56. BERISTAIN IPIÑA, Antonio. Criminología, Victimología y Cárceles (Tomo l), Pontificia Universidad Javeriana, Santafé de Bogotá 1996. P. 317. 28 preparación para hacerlo. De manera que se puede llegar a extremos en los cuales se da a la víctima tal poder, que queda en sus manos la capacidad de influir en la decisión de la sanción que se debe irrogar sobre el autor del hecho dañino. Durante el proceso penal, igualmente, se pueden correr riesgos los cuales se concretan en la influencia dañina que en ese momento se puede ejercer por parte de abogados, jueces y los mismos inculpados sobre la víctima-testigo conduciéndola, en medio de las diferentes etapas del juicio, a explorar sus rasgos negativos psíquicos y sociales y a trasladar al momento presente lo sucedido dejando, como resultado el posible desmejoramiento de sus condiciones psicológicas. No obstante estos peligros, es necesario seguir estudiando a la víctima, pues como indica Beristaín citando a Gottfredson, “sabemos todavía poco acerca del porcentaje de víctimas que sufren perturbaciones emotivas, muy poco de los factores que hacen la victimización más traumática en unas personas que en otras, menos aún sobre estos diversos efectos, o sobre la capacidad de superación de esos perjuicios causados por el delito”13. 13 BERISTAIN IPIÑA, Antonio. Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología. P. 251. 29 2.2 LA VICTIMA EN CONCRETO Adelantado ya, este brevísimo estudio de lo que se debe entender por Victimología, nos adentraremos, ahora, en uno de iguales proporciones en torno al objeto de esta ciencia es decir, la víctima, de la cual se tendrá una visión general sin escrutar profundamente los puntos de vista de los diferentes autores, pues de hacerlo este escrito se convertiría en un tratado psicológico - sociológico, que lo desviaría de su idea original. 2.2.1 Noción Según la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y de abuso del poder, proferida en el seno de Las Naciones Unidas, se debe entender por víctimas las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo substancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. 30 La doctrina ha ido más allá al hacer la diferenciación entre lo que se debe entender como víctima directa e indirecta del delito. Por la primera se entiende el sujeto que es titular del bien jurídico inmediatamente vulnerado con el hecho punible; y por la segunda se entiende cualquier persona, física o jurídica, que ha sufrido un daño de cualquier tipo como consecuencia de la comisión de ese mismo hecho. No obstante lo anterior, la citada declaración trata de hacer la misma distinción, pero sin esos grandes alcances, tal como se entrevé de lo estipulado en el numeral 2 del apartado A cuando otorga la categoría de víctimas a “los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización”14. De estos dos conceptos hay algo importante que se debe extractar, sin importar su mayor o menor amplitud, y es el daño como factor determinante para que exista la víctima; pero no cualquier clase de daño, sino que es necesario delimitarlo con objeto de que las consecuencias del hecho punible no se hagan extensivas a individuos a quienes con su ejecución se puede causar un perjuicio, pero de tan poca magnitud que resulta innecesaria su reparación. De acuerdo a varios autores como Herrera Moreno, ese criterio de delimitación está en la 14 Declaración de las Naciones Unidas sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de los delitos y del abuso del poder de 1985, numeral 2, apartado A. 31 gravedad del perjuicio producido y esa gravedad se mide para las víctimas indirectas, generalmente por la proximidad en la relación con el sujeto pasivo. 2.2.2 Clasificaciones Muchas y variadas son las enumeraciones que en torno a las víctimas han realizado diversos tratadistas de la materia, unos teniendo en cuenta el grado de culpabilidad que se les pueda atribuir en la comisión del delito; otros, entre los que se encuentra Von Henting, de acuerdo con la situación de vida en que la víctima se encuentra, ya sea por su profesión, su grado de indefensión o su estabilidad emocional. En este escrito, simplemente con el ánimo de adquirir alguna ilustración acerca de su existencia, se escogieron algunas de las clasificaciones proporcionadas por la doctrina las que, procede aclarar, no se pretende sean las únicas ni las mejores de cuantas se han hecho pero, sí se considera que son las que más se acercan al propósito final del trabajo. Lo que a continuación se presenta permite formar una idea de cómo un eventual secuestro puede llegar a afectar a diferentes clases de sujetos pasivos según su personalidad, relación con el victimario, etc. 32 2.2.2.1 Von Hentig Aunque en realidad el tratadista no dedica un aparte específico de su obra a la concepción y diseño de esta clasificación, lo cierto es que a lo largo de ella habla de distintas clases de víctima, las cuales Nieves Mateus registra en su libro de la siguiente manera: 1. Según las situaciones de la víctima: a. Víctimas aisladas: viudas, incapacitados físicamente, extranjeros, ancianos. b. En el ejercicio de la profesión: celadores, camareras, médicos, cobradores, prostitutas, etc. 2. Por el impulso y la eliminación de inhibiciones a. Víctimas con ánimo de lucro b. Víctimas con ansias de vivir c. Víctimas agresivas d. Víctimas sin valor 33 3. La víctima de resistencia reducida a. Estados de ánimo emocionales: amor y amistad, respeto y compasión b. Perversos, bebedores, depresivos c. Víctimas voluntarias 4. Biología de la víctima. Problemas del ofendido a. Víctimas indefensas b. Víctimas falsas c. Víctimas inmunes d. Víctimas hereditarias 1. Reincidentes 2. Víctimas autores15 2.2.2.2 GRADOS DE CULPABILIDAD DE LA VICTIMA Esta disposición se da a los que adquieren la calidad de lesionados con los delitos y es defendida, entre otros, por Mendelsohn. Parte de la base de que no siempre la víctima es totalmente inocente, sino que, muchas veces es ella la 15 NIEVES MATEUS, Manuel. La Víctima, un estudio sobre victimología. editorial Presencia, Bogotá, 1993. P. 142. 34 causante de la comisión del delito, hasta llegar al punto de convertirse en la directa provocadora del hecho. La importancia de esta enumeración radica en que, siguiendo la teoría de la compensación de las culpas promulgada por los civilistas, cuanto mayor sea la contribución a la perpetración del hecho delictivo y sus consecuencias, menor será la compensación a la cual tenga derecho la víctima. Se conforma entonces una relación inversamente proporcional entre el grado de culpabilidad del sujeto pasivo, y el resarcimiento al que queda obligado el sujeto activo por los perjuicios causados. De esta forma, encontramos en un primer grupo a las víctimas totalmente no culpables, sin ninguna participación en el delito, caso que da lugar a exigir la plenitud de los derechos compensatorios. En un segundo grupo se hallan las víctimas parcialmente culpables, ya sea por su ignorancia o imprudencia que pueden dar lugar a que se presente el delito o, en mayor grado, por asumir una conducta activa que incite al ejecutor de la acción a su realización. Como ejemplos de este último caso están en primer lugar, las víctimas voluntarias, o aquellas que solicitan al agente acometer alguna acción contra su persona y en segundo lugar, las víctimas provocadoras que incitan al 35 actor con sus propias acciones a la consumación del hecho, como es el caso del ebrio que busca pelea en un bar. Existe una tercera categoría, que se circunscribe a aquellas personas que no se pueden catalogar como víctimas merecedoras de reparación por el hecho dañino, debido a que son ellas, en forma exclusiva, quienes han dado lugar a las consecuencias. Tal es el caso del hombre que coloca una bomba, es alcanzado por la onda explosiva durante su huida. Por último, algunos autores, agregan a esta clasificación la llamada víctima falsa, considerada como aquella que, a pesar de no serlo, pretende adquirir el estatus de tal sin que exista de por medio un hecho punible en su contra. 2.2.2.3 Jiménez de Asúa Este autor encuentra los fundamentos para su clasificación en la determinación del sujeto sobre el cual recaen las consecuencias del hecho punible y, adicionalmente, en la participación que éste ha tenido para llegar al resultado dañino. De esta forma, la primera división que se debe hacer es entre víctimas indiferentes y determinadas, según estas sean escogidas por el azar o sólo 36 influya la decisión del delincuente al momento de acometer la actuación o, por el contrario, el acto únicamente pueda ir en contra de una persona en especial respecto de la cual se ha planeado. La segunda distribución la hace entre víctimas resistentes, las cuales, en mayor o menor grado tratan de evitar la comisión del delito oponiéndose al agresor y las coadyuvantes que son aquellas que de una forma u otra provocan que el hecho dañino recaiga en su persona como el que sostiene relaciones incestuosas o el que -retomando el ejemplo anterior- provoca una riña en un bar. 2.2.3 Grados de victimización Aquí nos adentramos en lo que constituye el objeto de estudio central en nuestro trabajo. En él se construye una visión de los estados por los que normalmente atraviesa un sujeto que es afectado por un delito preferiblemente continuado, o sea, de aquéllos cuyo inicio y agotamiento no se da en el mismo momento sino que sus actos y efectos se distribuyen a través de un determinado período de tiempo. Igualmente se analiza la manera como posteriormente puede verse afectado ese mismo ser con la acción del Estado el cual actúa en su función punitiva sin que, generalmente, cuente con los medios para dar un adecuado e integral tratamiento a quienes han sufrido las dañinas consecuencias de este delito en forma directa o indirecta. 37 2.2.3.1 Victimización primaria Con este término se conoce al daño que se infiere como resultado directo de la comisión del delito sobre el sujeto pasivo, es decir, es el menoscabo patrimonial, físico o moral que se produce a raíz el crimen en sí, el cual traerá diferentes consecuencias que dependerán del tipo de delito cometido. Según Rodríguez Manzanera “sin incurrir en generalizaciones, puede afirmarse que el daño que experimente la víctima no se agota, desde luego, en la lesión o peligro del bien jurídico y eventualmente, en otros efectos colaterales y secundarios que puedan acompañar o suceder a aquél. La víctima sufre, a menudo, un severo impacto psicológico que se añade al daño material o físico en que el delito consiste.”16 Esto se corrobora con diversos estudios los cuales señalan que, como resultado de la victimización inesperada por quien la sufre, pueden crearse traumas psicológicos extremos; traumas estos, que a su vez, conllevan a un cambio en la visión que hasta ese momento se tiene del mundo, lo que genera temor a sufrir 16 RODRÍGUEZ MANZANERA. Victimología, estudio de la víctima. Porrúa, México 1990. P. 69. 38 nuevamente el instante en que se sucedieron los hechos, así como, sentimientos de desamparo y desprotección y el desarrollo de inseguridades.17 Pero además de lo anterior, la persona se enfrenta con una sociedad intolerante y poco comprensiva la cual, en lugar de solidarizarse con el dolor ajeno, mira a la víctima en forma compasiva, -en el mejor de los casos-, cuando no con desconfianza y recelo, haciendo interpretaciones propias sobre las causas que condujeron a que fuera “él y no otro” el elegido para que recayeran sobre sí la nocivas consecuencias del hecho punible, y aún más convirtiéndolo en culpable de su desgracia. “(...) La victimización produce aislamiento social y en último caso marginación. Todo ello suele reducirse en una modificación de los hábitos y estilos de vida, con frecuentes trastornos en las relaciones interpersonales.”18 2.2.3.2 Victimización secundaria Por tal, se entienden las respuestas que proporcionan a víctimas, testigos y, en general, a los sujetos pasivos de un delito, las instituciones encargadas de 17 Según el estudio dirigido por José Luis de la Cuesta citado por Beristaín “(...) se observa que los sentimientos de las víctimas en el momento mismo de la agresión fueron sobre todo de impotencia, rabia, enfado (30 casos; 40%), miedo susto nervios, angustia (30 casos; 40%). Después de la agresión, en 29 casos (38,6%) continuaron nerviosos, con miedo, susto, angustia, indefensión, inseguridad, intranquilidad y se mantuvo el sentimiento de impotencia, rabia, enfado, en 16 casos (21,3%). Díez víctimas (13,3%) indicaron que se sentían mal, fatal”. Citado en Beristaín Ipiña, Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología. Tirant lo blanch, Valencia 1994. P. 263. 18 RODRÍGUEZ MANZANERA. Victimología. Estudio de la víctima. Porrúa, México 1990. P. 168. 39 impartir justicia en una comunidad determinada, como son: policías, jueces peritos, funcionarios de organismos estatales de investigación, etc., a partir de las cuales pueden acarrearse nuevas aflicciones. Según Bernhard Villmow, citado por Beristaín “(...) la historia del sistema penal demuestra que la víctima en los últimos siglos se encuentra desamparada, e incluso victimizada durante el proceso penal; ella no cuenta casi para nada; sólo actúan el poder estatal por una parte, y el delincuente por la otra. Ambos abandonan o desconocen a la víctima (...)”19. En igual sentido se manifiesta Rodríguez Manzanera, para quien “La actuación de las instancias de control penal formal (policía, jueces, etc.) multiplica y agrava el mal que ocasiona el delito mismo: En parte porque estas agencias, altamente burocratizadas, parecen olvidar los perjuicios ya experimentados por la víctima, la psicología de ésta, su especial sensibilización y legítimas expectativas, necesidades, etc. En parte también, por que la víctima se siente despreciada, maltratada por ellas, como si fuera simplemente el objeto o pretexto de una rutinaria investigación. Algunas situaciones procesales como la confrontación 19 Beristaín Ipiña, Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología, Tirant lo blanch, Valencia 1990. P. 264. 40 pública de la víctima con el agresor son experimentadas por ésta como una verdadera e injustificada humillación.”20 En general, se puede afirmar que la principal causa de este grado de victimización radica en que no existe noción dentro de las personas que se encargan de “reparar los daños causados”, de la necesidad que tienen las víctimas de un trato especial, de acuerdo a su condición, lo cual aunado a la falta de leyes que se preocupen del tema, por la misma ausencia de conocimiento en el legislador sobre el contorno de la Problemática vivida por los afectados por la comisión de delitos al arribar a las instancias judiciales, trae como desenlace una gran victimización secundaria que recae sobre las personas a las cuales, precisamente, debería orientarse la labor asistencial y reparadora de todos los órganos que conforman el Ente Estatal. 20 Rodríguez Manzanera, Victimología. Estudio de la Víctima, Porrúa, México 1990. P. 169. 41 2.2.3.3. Victimización terciaria Es considerada como el resultado de la conducta que asume la propia víctima, como respuesta a aquello que ha debido vivir durante las victimizaciones primaria y secundaria. Su soporte se encuentra en la necesidad que se crea para el agredido de superar una nueva etapa que abarca los esfuerzos que debe realizar, en forma consciente o inconsciente, con miras a asumir el daño sufrido y encontrarle algún sentido. De esto se derivan las más diversas aptitudes, como culparse a sí mismo o buscar una venganza contra sus agresores. Pero esta reacción también puede ser positiva y, como se puede constatar en muchos casos, redundar en bien de la misma víctima y de la sociedad, como es el caso de las fundaciones creadas por personas que han tenido que vivir los horrores del secuestro, con el objeto de ayudar a otros que posteriormente son obligados a vivir la misma pesadilla. Finalmente, es preciso aclarar que estos grados de victimización operan sobre la persona de diversa forma según se trate de una víctima directa o indirecta, sin que esto signifique que la intensidad del daño sea de alguna manera menor en la segunda, la que se puede ver seriamente afectada con la comisión de determinados delitos, como son el homicidio o el secuestro de cuyas etapas pasamos a hablar en el siguiente capítulo. 42 2.3. EL SECUESTRO, ETAPAS A PARTIR DE LA VISION VICTIMOLOGICA DEL DELITO21 2.3.1 Victimización Primaria El secuestro es un ilícito que constituye uno de los hechos que atenta de forma más directa y cruenta contra todas las dimensiones del ser humano, excluyendo a quien lo sufre de su cotidianidad vital, coartando sus derechos a la libertad, la intimidad y desarrollo personal entre otros. De igual forma, son afectados aquéllos que tienen un lazo familiar, sentimental o económico con el retenido, al verse impotentes y subyugados ante el poderío de los captores que son quienes, en última instancia en el evento extremo, hacen las veces de todopoderosos, que tienen en sus manos la vida de la persona que se encuentra bajo su potestad. Según los datos que maneja el Programa Presidencial Para la Defensa de la Libertad Personal, los principales actores de la ola de secuestros que azota a 21 Para la primera parte de la clasificación se ha tomado como base el concienzudo estudio adelantado por el doctor Fernando Díaz Colorado, Psicólogo y Catedrático de varias universidades en nuestro país, quién, a través de su fundación se ha dedicado a analizar la problemática del secuestro y las consecuencias que se derivan para sus víctimas, resultado de lo cual es un excelso trabajo en que se degranan las etapas por las que atraviesa un secuestrado durante y posteriormente a la ejecución de ese hecho punible. 43 Colombia son los grupos subversivos que actúan en nuestro territorio, tal como lo muestra el siguiente cuadro proporcionado por esa Entidad. SECUESTROEXTORSIVOECONOMICOAUTORES COMPARATIVODEENEROASEPTIEMBRE 1996-1997-1998 1996 1997 1998 570 600 500 374 347 364 400 294 207 300 184 172 1 200 90 100 0 Delincuencia Común Subversión Por Establecer 2.3.1.1 El secuestrado El "levante", como comúnmente se conoce el arrebatamiento del sujeto es una operación violenta emocionalmente la cual, ante lo inesperada que suele ser, lleva consigo la producción de un alto nivel de angustia a la víctima y a todo el que es testigo de su ejecución. Ocurre en un corto período de tiempo, 44 produciendo en el sujeto pasivo sentimientos confusos que van desde el temor a la muerte -que no lo abandonará a lo largo del cautiverio- y la negación de lo que esta sucediendo “(...) es un momento que se cruza y que uno no entiende muy bien cómo ni cuándo sucede. En menos de cinco minutos mi vida dio un giro que no estaba esperando, y que ni siquiera se me había pasado por la cabeza que podía suceder(...)”22, afirma un ex-secuestrado. Una vez superado el impacto inicial, la persona adquiere algún control emocional sobre sí misma y comienza a aceptar su condición de rehén estando en capacidad de hacer un análisis del entorno y su propio estado de ánimo que redunda, en muchas ocasiones, en una autocrítica en la que el ofendido cree tener parte de culpa en lo acontecido por no haber tomado medidas de precaución que evitaran su secuestro. Al cabo de un tiempo el individuo, entra en una etapa de incredulidad frente a los sucesos vividos, en la cual se pregunta la razón para que haya sido él y no otro el secuestrado y comienza a tener una verdadera sensación de impotencia frente a los captores. Esto puede conllevar el total sometimiento a sus amenazas, armas y maltratos derivado del temor que les tiene, haciéndolo dócil y fácilmente impresionable. 22 Citado por Meluk, Emilio, El Secuestro Una Muerte Suspendida. Primera edición 1998. P. 31. 45 Posteriormente, el sujeto vive ciclos de euforia y desesperanza de acuerdo a la información que va recibiendo acerca de su familia, las negociaciones y su situación en general por parte de los secuestradores o los medios de comunicación a los que tiene acceso, los que a su vez se convierten en su mejor compañía en las largas horas de soledad. Estos ciclos se ven matizados por un continuo cuestionamiento de lo que hasta ahora ha sido su vida y las relaciones con el entorno social en que se desenvuelve, principalmente con la familia, la cual juega un doble papel; constituye su principal motivación para continuar viviendo, a la vez que su mayor preocupación, tal como lo muestra el testimonio de Diana Turbay quien, le confesó a su compañero de desgracia al contarle “(...) que estaba tratando de apaciguar en su memoria los recuerdos de familia -su esposo, sus hijos, sus padres -, que no le daban un instante de tregua. Pero el resultado era siempre el contrario (...)”23 En el lapso comprendido en las primeras semanas a meses, el secuestrado sufre síntomas de depresión causada por su encierro y malos tratos, caracterizados por el permanente deseo de permanecer en la cama -si la hay-; falta de apetito, que 23 Citado por GARCIA MARQUEZ, Gabriel. En Noticia de un Secuestro. P. 39. Grupo editorial Norma, 1996 Bogotá -Colombia. 46 se hace aún más comprensible por la mala calidad de la alimentación brindada “(...) Siempre a base de granos que son fáciles de transportar y se conservan largo tiempo en aquel clima húmedo y frío del páramo. Fríjoles, lentejas y arroz (...)”24; insomnio motivado por el permanente estado de alerta en que debe permanecer, alternado con pesadillas relacionadas con su situación, las cuales se presentan de manera recurrente en los pocos instantes en que logra conciliar el sueño, y por último, ideas suicidas. Después de un largo encierro, es usual encontrar en el sujeto un fuerte sentimiento religioso al cual se aferra como la mejor manera de escapar a su situación. Así mismo, sufre de fantasías y alucinaciones a las que recurre para disminuir su sentimiento de impotencia interior y la presión psicológica, interpretando lo que acontece en el secuestro desde el punto de vista de sus necesidades y de sus condiciones interiores y no a partir de la realidad exterior. El temor a la muerte y a la acción de las autoridades, así como el maltrato físico y psicológico, son circunstancias que permanecen más o menos constantes durante todo el secuestro. La muerte es el temor básico de todo secuestrado “(...) los sentimientos esperanzadores de vida alternarán con períodos de desesperanza asociados a la 24 Citado por Meluk, Emilio en el secuestro una Muerte Suspendida, P. 137. Bogotá- Colombia. 1998 47 muerte. La duración e intensidad de estos afectos opuestos y oscilantes, varían en cada caso dependiendo de la personalidad del secuestrado y de sus propias circunstancias sociales y familiares, así como de las características del cautiverio (...)”25. El rescate por parte de los organismos estatales es una probabilidad que el secuestrado vive de forma ambivalente, con el deseo de que se lleve a cabo, pero temiendo el momento en que se presente. Esto, porque es en ese momento donde la persona sometida al cautiverio podría encontrarse en una situación de absoluta indefensión frente al fuego cruzado de los bandos en contienda, a lo que se suman las constantes amenazas de las que es objeto por parte de sus captores en el sentido de ser “eliminada” ante el más pequeño conato de intervención armada por parte de las fuerzas regulares, y el pánico a que la conduce la información recibida a través de los informativos radiales o la prensa que hablan de casos en que han muerto los retenidos en el momento del rescate. El maltrato psicológico, es infringido de forma intencional por parte de los plagiarios y se traduce en la privación de libertad sin el consentimiento de la persona y su transformación en un simple artículo de negociación que puede desecharse en cualquier momento, recibiendo continuas amenazas de muerte, 25 MELUK Emilio, El Secuestro Una Muerte Suspendida. P.180. 1996. Bogotá, Colombia. 48 manipulando sus estados emocionales y siendo objeto de una constante y asfixiante vigilancia. Adicionalmente, se manejan los sentimientos del individuo a través de informaciones falsas o distorsionadas sobre el desarrollo de las negociaciones y por medio del conocimiento que demuestran tener sobre cada uno de los miembros de la familia de la víctima, buscando su sumisión. No ocurre lo mismo en lo que respecta a las torturas físicas durante el periodo de la retención, dando lugar a afirmar que son esporádicas y se usan como respuesta ante circunstancias determinadas. Las pocas veces en que son intencionales se presentan porque el secuestrado no se somete a los plagiarios, se resiste a su dominación o necesitan minar la fortaleza del individuo, con objeto de que, al comunicarse con sus familiares, apresure el pago del rescate por la impresión que en ellos pueda causar. No obstante lo dicho, la destrucción física del retenido es evidente debido a las condiciones inhumanas a que es sometido, fácilmente verificables en los sitios en que se mantiene recluido o en el tipo de alimentación, carente de los nutrientes básicos, que es obligado a consumir, lo que deriva en que todos los secuestrados “(...) presentan cambios en su salud, siendo los problemas gastrointestinales y la 49 pérdida de peso -un secuestrado pierde en promedio diez kilos durante el cautiverio- los más frecuentes. Usualmente estos cambios son minimizados porque comparados con la posibilidad de morir, representan una secuela infinitamente menor (...)”26. Este caso es ilustrado por Gabriel García Márquez en su libro cuando escribe “(...) Pidió un espejo para maquillarse. Dámaris le llevó uno grande con un marco de hojas doradas. Maruja y Beatriz, al cabo de tres meses sin espejo, se apresuraron a verse. Fue una de las experiencias más sobrecogedoras del cautiverio. Maruja tuvo la impresión de que no se hubiera reconocido si se hubiera encontrado consigo misma en la calle <<Me morí de pánico>>, ha dicho después. <<Me vi flaca, desconocida, como si me hubiera maquillado para una caracterización de teatro.>>"27. 2.3.1.2 La familia Para este grupo social, la noticia del secuestro de un ser querido es un evento desgarrador, que irrumpe sorpresivamente produciendo una sensación de caos y sentimientos de angustia, miedo, dolor, impotencia, incertidumbre, culpa y rabia, entre otros. La sorpresa es la primera reacción al conocer el acontecimiento, dando paso rápidamente al desconcierto, confusión y culpa -al igual que le ocurre al 26 MELUK, Emilio. El Secuestro Una Muerte Suspendida. P. 110. 1996. Bogotá - Colombia. 50 secuestrado- por no prever que esto podría suceder. Entre los más allegados se tiene la sensación de haber perdido una parte de su ser. Inmediatamente se toma conciencia de la nueva situación, comienza un reordenamiento grupal caracterizado por la unión en torno a los que se considera más afectados con el hecho, así como por la reasignación de funciones, con la idea de suplir el vacío dejado por el plagiado. Una vez la percepción del secuestro se torna todavía más realista a raíz de hechos propios de situaciones de este tipo, como las llamadas de los plagiarios, la tensión se incrementa debido, entre otras cosas, a la poca certeza que se tiene sobre el estado mental y físico del secuestrado y a la sensación de impotencia que se apodera de los componentes de la familia. Es en este punto en donde afloran los sentimientos de ira y venganza, se olvida la vida social y comienzan los problemas laborales “(...)<<cómo iba a recibir pacientes si yo estaba peor que ellos>>(...)"28 afirma el psiquiatra Pedro Guerrero al ser interrogado sobre el secuestro de su esposa. 27 28 GARCIA MARQUEZ, Gabriel. Noticia de un Secuestro. P. 192. Editorial Norma. Bogotá - Colombia Citado por García Márquez, Gabriel. Noticia de un Secuestro. Editorial Norma.P. 49 BogotáColombia. 1996. 51 Como si fuera poco, entran en escena los medios de comunicación, los que en su afán de informar, no se preocupan por los sentimientos y la aflicción de las víctimas, trayendo como resultado la pérdida de intimidad y privacidad indispensables en estos momentos en los que cualquier movimiento puede ser erróneamente interpretado por los plagiarios, lo que a su vez puede redundar en la ruptura de conversaciones por su desconfianza y nerviosismo, con fatales consecuencias para la víctima, conllevando además, una nueva causa de preocupación a la familia, tal como se desprende de lo dicho por la esposa de Francisco Santos “(...) Los micrófonos imprevistos que le salían al paso, la luz impúdica de los reflectores, el ojo inquisitorial de las cámaras y las mismas preguntas de siempre a la espera de las mismas respuestas, le causaban unas náuseas de pánico que a duras penas lograba reprimir(...) y no sólo creía morir en el intento sino que al verse y escucharse en la pantalla se sentía ridícula e imbécil”29. En la negociación la familia es la parte débil, su capacidad de imponer las condiciones es nula, situándose el poder en las manos de los secuestradores que detentan la fuerza y el control sobre la vida del plagiado. Esta situación hace que muchas veces se comentan errores, incluso sin darse cuenta de esto, produciendo disputas internas en torno al manejo de la información y a la 29 GARCIA MARQUEZ, Gabriel. Noticia de un Secuestro. Editorial Norma. P. 230. Bogotá - Colombia, 1996. 52 seguridad de quien ha sido investido como negociador, así como encuentros no planeados de forma inteligente con los secuestradores quienes pueden llevar en determinadas actitudes máscaras con las que se intenta cubrir una intención subrepticia. Pero, la mayor causa de preocupación es, como antes se afirmó, la suerte del retenido. La incertidumbre de vida o muerte es atroz y los secuestradores lo saben; por eso muchas veces se silencian o dan informaciones sobre el estado mental o físico del secuestrado de acuerdo a sus conveniencias, descubriendo los puntos débiles de la familia que se desvive ante la expectativa de una nueva noticia que denote la supervivencia de su pariente, haciendo que renazca la esperanza. En definitiva, la familia percibe el plagio de muy diversas maneras durante su transcurso, lo cual no quiere decir que alguna visión sea menos traumática que la siguiente. Así pasa de situaciones de esperanza a total incredulidad y de alegría por el recibo de “buenas noticias”, a absoluta tristeza por el cambio en el contenido de la información. Para Meluk, “La ambivalencia inicial del grupo familiar frente al secuestro de uno de sus miembros es un mecanismo que guarda algo de similitud con el que se 53 observa en algunas familias cuando muere un ser querido, (...) [se inicia un proceso de duelo] (...) por la desaparición física del secuestrado y la ausencia de pruebas que garanticen que la víctima se encuentra con vida. “Pero el proceso de duelo se detiene por la presencia de pruebas de supervivencia enviadas por los plagiarios o por las conversaciones telefónicas o por radio con el secuestrado, indicadores objetivos de que aún esta vivo. Los silencios prolongados de los secuestradores y la ausencia de contactos con ellos estimulan que el duelo se siga elaborando porque vuelve a ser posible que el secuestrado este muerto. Pero los nuevos contactos con los plagiarios o el envío de otras pruebas de supervivencia detienen nuevamente el proceso de duelo; y así sucesivamente.”30 2.3.2 Victimización Secundaria Tal como se delineó en un aparte anterior, esta etapa considera la actuación del Estado y sus órganos operativos en función del sujeto pasivo desde el momento en que se tiene noticia del hecho dañino, que para el caso sub judice es el secuestro. 30 MELUK, Emilio. El Secuestro Una Muerte Suspendida. P. 234, Bogotá- Colombia. 1998. 54 En el presente acápite, se tratarán de estudiar desde el punto de vista de los posibles daños que se puedan causar a las víctimas, las fallas en los procedimientos utilizados por los entes que tienen a su cargo las labores preventivas, investigativas y represivas en torno al secuestro, los cuales, ya sea por ignorancia o impericia del ejecutor, llevan a aumentar el sufrimiento al que se han hecho acreedores los sujetos que, con el mismo, ya han visto desmejoradas sus condiciones de vida. Por considerar importante llevar un orden lógico en la presentación de los hechos, a continuación se hará su relación con ayuda del sistema de enumeración: 1. Fallas en los mecanismos de obtención de información de la víctima y su familia. Desde un comienzo, las autoridades que conocen del secuestro, ya sea por denuncia o por ser un acontecimiento públicamente conocido, abordan a los familiares de la víctima en procura de obtener la mayor cantidad de información posible, que les permita llegar al esclarecimiento de los hechos que rodean el ilícito por medio de la investigación que procede adelantar a continuación. 55 Es a partir de este momento, cuando se encuentran las primeras fallas, en razón al profundo estado de desconcierto y angustia en que se ven inmersos aquéllos que podrían rendir un testimonio de este hecho inesperado que los ha tomado por sorpresa, impidiéndoles responder con alguna lógica a los interrogantes de unas personas que no han sido preparadas para efectuarlos en debida forma, a sujetos que están atravesando por un momento dramático en sus vidas. Posteriormente los errores continúan cuando, una vez finalizada la retención, se llega a un proceso penal en el cual a la víctima -y nuevamente a los familiares- se les somete a la tortuosa experiencia de recrear los instantes de desgracia en que se encontraban y que aún no han logrado superar, por parte de unos funcionarios que al igual que los anteriores, por regla general, no han recibido la menor instrucción de como manejar las entrevistas a personas que han sufrido un trauma de esta magnitud. 2. Recolección de pruebas. Como ya habrá lugar a comentar brevemente dentro del aparte dedicado al proceso penal, debe reconocerse la vital importancia que tiene para un ulterior resultado positivo de la investigación el primer contacto del organismo de la 56 infraestructura estatal dedicado a adelantar el escrutinio del hecho dañino con el lugar en que este acaece y los elementos que en él se encuentran, así como con los sujetos participes del mismo, con el objeto de recoger la mayor cantidad de información posible sobre lo sucedido. Ahora bien, ese primer contacto del que arriba se habla puede darse bajo diferentes supuestos. El primero, cuando no existe ningún factor externo que interfiera en la recolección de las pruebas, y el segundo, cuando la función recolectora se dificulta al deberse desempeñar en áreas de difícil acceso, bien por ser consideradas como de orden público, por lo agreste de la topografía del terreno o ya, porque la labor deba adelantarse de manera concomitante al rescate de la víctima. Estas circunstancias demandan de quien ejerce esa función una especial preparación militar, la cual le permita sobreponerse a las situaciones adversas que se le puedan presentar. Adicionalmente, quienes tienen encomendada a su cargo la labor de recoger las pruebas, en la mayoría de los casos, comenten errores al valorar su importancia en un eventual proceso, omitiendo recolectar aquéllas que, por insignificantes que parezcan, podrían constituir una pieza clave dentro del acervo probatorio en contra del agresor. 57 Por último, en múltiples oportunidades, a pesar de lograrse obtener las pruebas en forma eficiente, falencias técnicas y sistemas obsoletos de estudio y transporte del material recaudado revierten en que se conviertan en muestras inservibles para el logro del objetivo final. 3. Participación de la víctima en el proceso. En nuestro medio, es de fácil verificación que el agraviado con el delito, dentro del proceso penal simplemente hace las veces de “convidado de piedra”, pues, a pesar de ser el directo interesado, no se le da la posibilidad de intervención en las etapas procesales que siguen a la ampliación de su denuncia, haciendo que ante el desconocimiento de la evolución de su causa, aunado a la lentitud del aparato judicial, se genere en él un sentimiento de desconfianza ante la actuación del Estado y de terror ante las repercusiones negativas que puedan surgir por parte de los plagiarios, por haberse atrevido a entablar una querella en su contra. 4. Sistema Carcelario. Debido, entre otras cosas, a los problemas presupuestales y al alto grado de burocratización que presenta el Ente encargado de la administración de los 58 Centros de Reclusión existentes en nuestro país, se observa que, una vez el procesado o condenado ha sido internado en ellos, puede continuar adelantando actos delincuenciales, en razón a que en estas penitenciarias no se han implementado los mecanismos necesarios para el adecuado aislamiento de los reclusos. De esta manera, por su poder y capacidad de maniobra, pueden seguir manejando sus “negocios” ofreciendo una constante amenaza a todo aquél que haya osado intervenir en su contra, de una u otra forma, dentro del proceso penal. 5. Identificación de Cadáveres. Ya se describió cómo desde el momento del levante del secuestrado, la familia entra en una absoluta incertidumbre sobre la suerte de su allegado, al no saber si éste se encuentra vivo o muerto. Este dilema se ve agravado con la ineficiencia que presentan los centros oficiales de atención a las víctimas en los cuales, muchas veces, no se cuenta con un registro oficial de N.Ns. y de llegar a existir, no contiene información completa sobre los desaparecidos. Adicionalmente, en repetidas ocasiones las autoridades proceden a inhumar los cuerpos por ellas encontrados, sin seguir los procedimientos de identificación adecuados, tales como la toma de impresión de sus huellas dactilares y el reconocimiento de sus señas particulares. 59 Esto ha hecho que miles de familias guarden una falsa esperanza de encontrar con vida a su ser querido, impidiendo que algún día obtengan la tranquilidad que brinda, al menos el tener certeza sobre la suerte del secuestrado. 2.3.3 Victimización Terciaria Una vez la víctima es liberada, comienza una nueva etapa en su vida en la que necesita realizar un reconocimiento de sí misma, sus valores, sus intereses y expectativas. De igual manera, debe enfrentar los temores y resentimientos que quedan como secuelas de lo acontecido. Además, está su familia, con la que debe unir los lazos rotos por la separación forzada de la que fueron objeto, cuestión que no es en modo alguno fácil porque, quiérase o no, la partes que se reencuentran han sufrido notables cambios en su personalidad, manera de actuar y de sentir durante el período que ha durado el secuestro, debido la forma en que cada uno ha asumido la experiencia y la elaborado de acuerdo a su particular forma de ser. 2.3.3.1 El secuestrado El primer momento, luego de la liberación, lo vive como un estado de completa confusión en donde no entiende aquello que le ha sucedido y trata de negar la 60 realidad de lo acontecido. Pero al mismo tiempo está feliz de no seguirlo viviendo y de haberle ganado el juego a la muerte. Adicionalmente, no ha podido dejar a un lado las actitudes asumidas durante el cautiverio a las cuales inconscientemente se acostumbra, como son el hablar en susurros y caminar con pisada suave y lenta. Pero, ese primer instante es corto y rápidamente da paso a lo que será su modo de vida por largo tiempo, durante el cual tendrá que luchar en contra de los fantasmas que quedan en su mente a manera de secuelas psicológicas luego de la pesadilla a la que sobrevivió. Así, comienzan a invadirlo una serie de temores, encabezados por el pánico que le produce el posible reencuentro con sus secuestradores y volver a ser objeto de sus vilezas, a consecuencia de lo cual “(...) se da una pérdida progresiva de la capacidad de objetivar los riesgos efectivos de un potencial secuestro, se presenta una paralización, es decir, una reacción adaptativa a la amenaza vital del secuestro que conlleva a una restricción vital progresiva(...) se pierde la capacidad de discriminar entre las amenazas reales o fantaseadas, sintiéndose en todo momento perseguido, espiado y referido a los demás(...)”31. 61 A partir de allí, se observa un traumatismo en sus relaciones interpersonales, más o menos profundo, según el caso, el cual se ve reflejado en el aislamiento de sitios y personas diferentes a quienes conforman su núcleo familiar, como medio de protección ante un eventual secuestro. Esta situación se observa en igual sentido en el trabajo que desempeña luego del plagio, en donde la interrelación con los compañeros de labores es nula, debido a la desconfianza que tiene a todo ser que intente un acercamiento de alguna manera. Así mismo, su capacidad de sentir afecto se ve minada durante el cautiverio, hecho que va influir notablemente en la relación con su familia, en donde se evidencia una pérdida de la capacidad para sentir emociones asociadas con la intimidad, la ternura y la sexualidad, haciendo que los vínculos se vuelvan fríos, y se transformen finalmente en una rutinización de cuidados y atenciones. En cuanto a su físico, el ex-secuestrado exhibe cambios que pueden, incluso, producirle sentimientos de vergüenza como se expresa en el siguiente testimonio “(...) Cómo sería de lamentable mi aspecto después de ocho meses de secuestro, sin bañarme una sola vez, con la misma ropa sudada, la piel quemada y cuarteada por el sol del páramo, diez kilos menos de peso y los dientes partidos, 31 Quintero díaz, Claudia Marcela, Rodríguez Cely Leonardo Alberto y otros. Estudio de las funciones del yo en la elaboración psíquica con personas que han experimentado la vivencia traumática del secuestro. Tesis de grado. Facultad de Psicología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá-1995. 62 que no me deje ver de mi esposa (...)”32. Ocurre otro tanto respecto a su personalidad, donde presenta marcada irritabilidad, agresividad, desorientación temporo-espacial, dolores de cabeza y fallas en la memoria y la concentración, entre otros. Todos estos cambios varían su duración de acuerdo a la manera de ser del individuo y la manera como se haya desarrollado el secuestro. 2.3.3.2 La familia Al igual que el secuestrado al momento de su liberación, al conocer la noticia y, posteriormente constatar la veracidad de la misma, la familia se envuelve en un estado de euforia colectiva que deviene en múltiples celebraciones, pero, luego de los abrazos y las felicitaciones por el regreso de su pariente, el colectivo debe enfrentarse con lo que va a ser su realidad durante un largo período de tiempo caracterizado por la reacomodación de los roles al interior del grupo que se habían visto modificados y organizados durante el secuestro en forma diferente a la habitual, a consecuencia de la falta de uno de los miembros. De igual forma, una vez culmina la excitación causada por el reencuentro, la familia procede a analizar con cabeza fría la totalidad de lo acontecido, experimentando un alto grado de temor por la posibilidad de la nueva ocurrencia del hecho, lo que hace que, en un principio, se verifique un aislamiento social absoluto, que sólo mermará en intensidad con el paso de los años y con la 32 Testimonio recogido por Meluk, Emilio en El Secuestro una Muerte Suspendida. P. 144. Bogotá- 63 confianza que pueda llegar a adquirir en la eficacia de los organismos del Estado, que junto con organizaciones privadas y en general la comunidad tienen la difícil labor de lograr la readaptación de estas víctimas del secuestro al entorno social en el cual deben desenvolverse. Otro aspecto, que vale la pena resaltar dentro de este estudio, es el de las consecuencias económicas negativas que el secuestro trae para la familia y sus allegados en razón a que, en primer lugar, la víctima del plagio generalmente es quien lleva las riendas en materia monetaria dentro del grupo, lo que hace que al no estar presente los negocios se queden a la deriva y si es asalariado, no devengue jornal durante el tiempo del cautiverio, a menos que exista denuncia del hecho, a lo que se debe aunar que las puertas del sistema financiero al momento de la consecución de un crédito se encuentran, generalmente, cerradas, debido a que personas en estas condiciones no presentan ninguna garantía que respalde la inversión realizada por las entidades que componen este sector. Colombia, 1998. 64 2.3.3.3. El síndrome de Estocolmo Como punto final de este aparte, es importante hacer una mención de este fenómeno psicológico considerado como una de las tantas respuestas que puede presentar la víctima frente a su cautiverio. "El síndrome de Estocolmo se presenta cuando la persona que lo sufre 'se identifica con su agresor, ya sea asumiendo la responsabilidad de la agresión a que es objeto, ya sea imitando física o moralmente la persona del agresor, o ya sea adoptando ciertos símbolos de poder que lo caracterizan'. En tanto que es un mecanismo defensivo psicológico de adaptación del individuo, es de carácter inconsciente. (Skurnik, 1987: 179)".33 Una de las preocupaciones mayormente manifestadas por los exsecuestrados, es si de acuerdo a su comportamiento durante el plagio y después de la liberación, existen indicios correspondientes a la sintomatología propia de este síndrome, lo cual expresan con signos claros de temor y remordimiento como si el haber padecido momentáneamente de sus efectos significara una muestra de debilidad. 33 Citado por Meluk, Emilio, El Secuestro Una Muerte Suspendida. Primera edición 1998. P. 163. 65 Es procedente hacer énfasis en que para que el síndrome de Estocolmo se presente como tal, la identificación de la víctima con sus secuestradores debe provenir de un proceso psicológico desprovisto de conciencia, lo cual quiere decir, que ese apoyo a las ideas de los plagiarios no debe surgir de un propósito deliberado sino de una percepción en la cual el secuestrado cree la convicción de que aquello que le está sucediendo es lógico, justificando las acciones de quienes lo mantienen privado de su libertad sin percatarse de este hecho. En conclusión, de acuerdo con estudios realizados por la Fundación País Libre, para detectar y diagnosticar el síndrome de Estocolmo, es necesario que se presenten dos condiciones: 1. Que la víctima haya asumido inconscientemente, una importante identificación con las actitudes y modos de pensar de los secuestradores. 2. Que las manifestaciones iniciales de agradecimiento y aprecio hacia sus captores, se prolonguen a lo largo del tiempo, aún cuando la víctima ya haya reanudado su vida habitual e interiorizado la finalización de su cautiverio. No obstante lo anterior, es importante aclarar que en Colombia, en la mayoría de los casos de secuestro, se produce un fenómeno totalmente contrario al que se viene estudiando ya que quienes sufren de la privación de su libertad -ya sea por 66 parte de la guerrilla o de la delincuencia común- salen de esa experiencia con un odio profundo hacia sus captores, pese a que durante el cautiverio, les hacen creer su complacencia y aceptación hacia su modo de actuar y pensar que no es más que una estrategia para manipularlos y obtener algún beneficio. 67 3 TRATAMIENTO INTERNACIONAL Siempre que se exhiben nuevos cuadros estadísticos se encuentra que en ellos se revelan datos acerca del número de secuestrados y los tipos de secuestro, pero nunca se intenta presentar lo que en realidad es el drama sufrido por los plagiados y sus familias, ni mucho menos dejan ver el grado de descomposición que puede alcanzar la personalidad de quien se atreve a cometerlo. En todo el mundo se rotula a Colombia como una sociedad enferma con altos índices de homicidios, secuestros y, en general, de las más disímiles violaciones a los derechos humanos. Por esto se debe considerar que, estando nuestra sociedad atravesando por uno de sus instantes más álgidos en materia de desorganización, individualismo y apatía, es el momento para convocar a la unión de toda la comunidad en un propósito nacional para enfrentar sus desgracias, siendo el principal objetivo “(...) 68 que la población, las gentes, la comunidad, asuman de manera natural una posición de rechazo ante el secuestro, diría que con un sentido cívico”.34 Ahora bien, sobre la base de este postulado es que por medio del decreto 67 de enero 11 de 1996 el gobierno otorgó al Director del Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal, entre otras, la función de “velar por el respeto y la aplicación del derecho internacional humanitario en el marco de la situación de violencia interna que vive el país… ”,35. Esta tarea, lo obliga a dar efectiva aplicación a la Declaración de los Derechos Humanos, los Protocolos I y II de Ginebra y la Declaración de las Naciones Unidas Sobre los Principios Fundamentales de Justicia Para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder aprobada en la Resolución 40/34 del 29 noviembre de 1985, así como a las normas legales, sentencias de las cortes, directivas presidenciales y demás manuales, resoluciones etc., en las cuales se encuentren entronizados todos los principios humanitarios que se establecen en nuestro ordenamiento jurídico a partir del artículo 214 de la Constitución Nacional, el cual establece en su numeral 2 que, en caso de presentarse estados de excepción, “no podrán suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. 34 35 VILLAMIZAR, Alberto. Conferencia dictada el 24 de enero de 1996 ante los altos mandos militares. Presidencia de la república. Programa presidencial para la defensa de la libertad personal. El respeto al derecho internacional humanitario nos enaltece como nación. Publicación de la Presidencia de la República, pag. 8. 69 En todo caso se respetarán las normas del derecho internacional humanitario … ”.36 (el subrayado es nuestro). Teniendo en cuenta lo anterior, dará inicio el estudio del tratamiento dado internacionalmente al delito del secuestro según las normas arriba citadas. 3.1 DECLARACION DE LOS DERECHOS HUMANOS Es en nuestra época, cuando principia la protección jurídica a los derechos humanos en el derecho positivo internacional, como resultado del reconocimiento por parte de todas las naciones de que el bien común de toda sociedad organizada debe tener su base en la persona, detentando como fin fundamental “el respeto, salvaguardia y promoción de los derechos y libertades fundamentales de todos los seres humanos sin excepción alguna y la tutela de tales derechos, la cual debe intentarse bajo un régimen de derecho positivo”37. Este objeto fue delineado en el preámbulo de la Declaración de los Derechos Humanos de la O.N.U. y luego fue reiterado en los propósitos que se dieron a la misma. Pero resulta necesario aclarar desde un principio que un sistema de 36 37 Artículo 214 No. 2 C.N. AGUDELO, Luis E. Realidad jurídica de los derechos humanos. Asociación colombiana proderechos 70 derecho positivo, en el cual pueda desarrollarse efectivamente la protección de los derechos humanos, no está capacitado para subsistir en cualquier régimen de gobierno, sólo puede hacerlo en un régimen de derecho que permita la inclusión de los derechos del hombre en su constitución y sus leyes. Ahora bien, aunque los derechos humanos se hallaban protegidos a nivel de las naciones en sus legislaciones internas, fue únicamente con la II Guerra Mundial cuando se inició su guarda internacional con la declaración universal de los derechos humanos expedida por la O.N.U. el 10 de Diciembre de 1948 por medio de la resolución 217. Mediante esta declaración los países, en forma unánime, manifestaron su respeto por la dignidad y el valor de la persona y su firme intención de colaborar en la protección de los derechos y libertades fundamentales de todos los seres. A partir de ella se han suscrito un gran número de tratados en el seno de esa organización quedando, de esta manera, en pie claros sistemas de protección legal que tienen la finalidad de rescatar y fomentar la dignidad humana. Estos tratados, han sido punto de partida para que organismos regionales creen sus propias normas protectoras de los derechos humanos, como lo ha hecho la O.E.A. en el Pacto de San José, suscrito en San José de Costa Rica el 22 de humanos, Bogotá D.C., 1982. 71 Noviembre de 1969, en el cual se reafirman, entre otros principios, el fiel cumplimiento por parte de los Estados de las obligaciones emanadas de los tratados y demás fuentes del derecho internacional como bases esenciales del orden entre las naciones, y se efectúa la proclamación de los derechos fundamentales de la persona humana, a partir de la cual nace la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como una entidad autónoma de la O.E.A. cuyo objetivo es promover el respeto de los derechos humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ante la cual sólo pueden acudir los Estados adheridos y la Comisión Interamericana. Así mismo, este pacto, trata sobre los derechos y libertades protegidos, los deberes del Estado para su protección y los medios que puede utilizar para ello, además de contener un capítulo especial en el que hace una correlación entre los deberes y derechos, afirmando que toda persona tiene obligaciones para con la familia, la comunidad y la humanidad, señalando a su vez que los derechos de cada persona están limitados por los de los demás. 3.2 PROTOCOLO II DE GINEBRA Teniendo como fundamento los derechos humanos, los temas del derecho internacional humanitario se han encauzado hacia los conflictos -ya sean de 72 carácter nacional o internacional- así como a las personas que se encuentran involucradas en ellos, protegiendo en primerísimo lugar a la población civil del maltrato al que puede verse sometida por parte de las fuerzas enfrentadas. Como muchos otros estados organizados, Colombia por medio de su Gobierno gestiona y ratifica los tratados internacionales dando cabida a la vigilancia mundial sobre todos sus actos de guerra, lo que por desgracia no sucede con su contraparte en el enfrentamiento, la guerrilla que, a pesar de exigir al estado la adhesión y cumplimiento de los convenios que desarrollan el derecho humanitario, nunca ha intentado asumir una actitud recíproca porque de sobra sabe que de obtener el estatus político que otorgan dichos acuerdos plurilaterales, la comunidad internacional tendría acciones sobre ella y podría perder muchos de los beneficios que le aporta la guerra clandestina que han llevado a cabo durante muchos años. Por último, antes de entrar al análisis del protocolo II de Ginebra, se debe tener en cuenta que el derecho internacional humanitario es de obligatoria aplicación no pudiendo ser negociado y menos utilizado en la forma en que lo hace la delincuencia en nuestro país, simplemente como una bandera ondeada en el contexto político cada vez que es necesario para asestar un golpe de opinión en contra del Gobierno de turno. 73 3.2.1 Análisis del Protocolo II de Ginebra A pesar de no tener, la noción de conflicto armado sin carácter internacional, una precisa delimitación, es posible determinar las situaciones en las cuales se presenta. Para esto, se debe diferenciar, en primer lugar, de un conflicto armado de carácter internacional por la calidad de las partes en contienda, pues en el conflicto interno los contendores no son dos Naciones Soberanas, sino el gobierno de un solo Estado que lucha contra uno o varios grupos armados dentro de los límites de su territorio. Esto no quiere decir que toda confrontación dentro de los límites de un territorio pueda ser catalogada como conflicto armado, pues para que logre encasillarse dentro de dicha definición es imperioso que cumpla con ciertos requisitos, siendo los principales el que las hostilidades se desarrollen entre fuerzas armadas dotadas de cierta organización, y que se dé el reconocimiento de la beligerancia 74 de los grupos armados de insurgentes por parte del gobierno legal del estado38 ó por parte de un tercer estado39 . 3.2.1.1 Artículo 3 común a los cuatro convenios de Ginebra Consideramos de enorme importancia dentro del análisis del protocolo II incluir el estudio de este artículo, ya que él es el punto de partida del derecho humanitario aplicable en los conflictos armados no internacionales. El artículo reza así: “En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las Partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones: “1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna o cualquier otro criterio análogo. “A este respecto, se prohiben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas arriba mencionadas: 38 39 Este reconocimiento consiste en un acto jurídico bilateral de carácter discrecional, que puede adoptar una forma expresa o tácita. El reconocimiento tácito de beligerancia se deduce de medidas o de una actitud del gobierno ante una situación conflictiva interna (por ejemplo, un bloqueo). Este acto da origen a una nueva situación jurídica. La relación entre el gobierno establecido y los insurgentes responde al estado de guerra que hace aplicable entre ellos el derecho de los conflictos armados. Este reconocimiento se limita a conferir a los insurgentes una determinada personalidad jurídica, como sujetos de derechos y obligaciones, dentro de los límites del derecho de la guerra. Comité Internacional de la Cruz Roja, Comentarios del Protocolo II. Este reconocimiento, que no puede ser tácito, solo tiene consecuencias jurídicas en las relaciones de dicho estado y las partes en un conflicto armado no internacional y solo puede darse cuando se cumplan tres condiciones. 1. Que la parte sublevada haya conquistado una existencia territorial clara por la posesión de una parte determinada del territorio nacional; 2. Que los sublevados reúnan las características de un gobierno regular que ejerce efectivamente, sobre dicha parte del territorio, los derechos evidentes de la soberanía; 3. Que las tropas insurgentes tengan cierta organización y se encuentren sometidas a cierta disciplina militar que se ajuste a las leyes de la guerra. Comité Internacional de la Cruz Roja. Comentarios de Protocolo II. 75 “a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios (...); “(...) c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes (...) “(...) 2) Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos. Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las partes en conflicto. Además, las partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del presente convenio”. La aplicación de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatus jurídico de las partes en conflicto. 3.2.1.2 Preámbulo Para mejor comprensión de su letra, primero se requiere conocer quien es considerado como alta parte contratante. Se le denomina así al Gobierno legal del Estado Parte en el Protocolo II. Incluso si la autoridad de hecho que dirige la lucha contra el gobierno ejerce los mismos derechos y tiene las mismas obligaciones humanitarias, no llegará a tener la calidad de una Alta Parte Contratante. 76 Este preámbulo contiene los principios reconocidos como fundamento de la protección de la persona en los conflictos armados no internacionales, que pueden resumirse afirmando “(...) que se trata de garantías fundamentales de un trato humano (integridad física y mental) para todas las personas que no participan o que ya no participan en las hostilidades, así como del derecho a ser juzgado. El respeto a esos principios implica, en particular, la salvaguardia de la población civil, el respeto del adversario fuera de combate, la asistencia a los heridos y a los enfermos y un trato humano a las personas privadas de libertad”40. Pero, aunque en esta parte se consignen los principios mencionados, no debe olvidarse que este protocolo, a pesar de tener la misma finalidad de otros instrumentos internacionales de derechos humanos consistente en la protección de la persona humana, se trata de un ordenamiento jurídico distinto, siendo el derecho internacional humanitario el prevalente en caso de conflicto armado, dejando sólo los derechos fundamentales de la persona humana que garantizan el respeto de su integridad física y moral como únicos derechos de obligatoria observancia, sea cual sea la situación que se presente. Para finalizar este aparte, se debe dejar en claro, así sea repitiendo lo dicho antes, que el Protocolo II tiene una finalidad exclusivamente humanitaria y solo trata de salvaguardar las mínimas 40 Comité Internacional de la Cruz Roja. Comentario del Protocolo II. 77 garantías personales en cualquier circunstancia, por lo cual el hecho de que un Estado le dé aplicación no constituye un reconocimiento, ni siquiera implícito, de beligerancia, y no modifica la índole jurídica de las relaciones que existen entre las partes que se enfrentan. Pero, esta aplicación a las partes en conflicto lleva a formularse la siguiente pregunta, ¿cómo la parte insurgente puede estar obligada por un tratado del que no es Alta Parte Contratante?. A esto debe responderse que el compromiso que el Estado ha contraído es válido no sólo para el gobierno, sino también para las autoridades constituidas y los particulares que se encuentren en el territorio nacional, a los cuales se les imponen así ciertas obligaciones, las cuales deben ser cumplidas aún en contra de su voluntad sea cual sea la situación que se presente. 3.2.1.3 TITULO 1- Ambito Del Presente Protocolo Artículo 1- Ambito de aplicación material: Tal como se mencionó anteriormente, este instrumento internacional sólo se aplica a los conflictos armados de carácter no internacional en que se enfrentan un grupo de insurgentes, la mayoría de las veces parte de la población, y el gobierno establecido, aplicándose en forma automática al momento de presentarse el enfrentamiento, sin necesidad de declaración alguna por parte de los bandos en contienda, siempre y cuando existan operaciones militares preparadas por grupos que tienen alguna 78 organización y a la vez ejercen algún tipo de control sobre una parte del territorio estatal que les permita hacer efectivo uso del Protocolo. Artículo 2- Ambito de aplicación personal: En primer lugar aclara que el Protocolo se aplicará, sin que se puedan hacer discriminaciones de ninguna clase, a toda persona que se encuentre afectada por un conflicto armado, es decir, a quienes nunca fueron parte en el enfrentamiento o que, habiéndolo sido ya no lo son, las cuales no pueden verse perjudicadas por el comportamiento de los bandos en contienda. En el párrafo 2 de este artículo se repite la necesidad de protección de los derechos fundamentales del individuo, esta vez haciendo referencia a las personas a las que se les priva o se les restringe su libertad durante o después del conflicto y durante todo el tiempo que esa situación dura. Artículo 3- No intervención: Sin pretender hacer individualizaciones, si resulta procedente advertir que lo prescrito en este artículo debería tenerse presente por muchas de las organizaciones internacionales de carácter privado que se dicen protectoras de los derechos humanos y que actúan en nuestro país anteponiendo su tendencia procomunista a la función que en realidad deberían estar realizando y que basan su trabajo en la mera condena al estado, olvidándose de quienes en 79 realidad están provocando que se presenten la mayoría de los hechos que estamos viviendo por medio de actos de violencia sin sentido y por demás crueles, creyendo tener un cierto grado de legitimidad dentro de la población, legitimidad que, en realidad, sólo se apoya en el temor que estos grupos crean dentro de la misma. De este modo, el inciso 1º. de esta norma estipula que al tener una finalidad puramente humanitaria, el protocolo no puede ser utilizado por ningún individuo u organización con el objeto de afectar “el derecho del Estado a tomar las medidas pertinentes para mantener o restaurar el orden público y defender su unidad nacional y su integridad territorial”41, ya que, “ésta es una responsabilidad que incumbe al gobierno y se la reconoce expresamente”42 . 3.2.1.4 TITULO II- Trato Humano Artículo 4- Garantías fundamentales: Este artículo contiene una enumeración de derechos humanos fundamentales conocidos como de obligatoria observancia, los cuales no pueden ser vulnerados por las partes involucradas en un conflicto armado. 41 42 Comité Internacional de la Cruz Roja. Comentario del Protocolo II. Comité Internacional de la Cruz Roja. Comentario del Protocolo II. 80 Por considerarlo de gran importancia para el tema central de este trabajo, se realizará una transcripción de algunos apartes de él. “Artículo 4- Garantías fundamentales: “1. Todas las personas que no participen directamente en las hostilidades, o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad, tienen derecho a que se respeten su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas. Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin ninguna distinción de carácter desfavorable ...”(el subrayado es nuestro). “2. Están y quedarán prohibidos en todo tiempo y lugar con relación a las personas a las que se refiere el párrafo 1: a) Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en particular el homicidio y los tratos crueles, tales como la tortura”(...) (que cubre todas las formas de tortura física o mental) (...)“ y las mutilaciones o toda forma de pena corporal”(el subrayado es nuestro); (...) e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes ...”.(el subrayado es nuestro); . “3. (...) b) Se tomarán las medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias temporalmente separadas”. (Este es un párrafo que se encuentra dentro del numeral 3, que habla esencialmente de los niños y los tratos y cuidados que debe dárseles dentro de las situaciones de conflicto interno que se presenten, pero que en realidad tiene una aplicación “erga hommes” porque aquí lo realmente importante es que los bandos en conflicto velen por que no se rompan las uniones familiares, principalmente mediante el no uso de la práctica del secuestro y, en últimas instancias este literal reconoce el mínimo derecho de las familias a saber la suerte que han corrido sus parientes.). Artículo 5- Personas privadas de la libertad: Aunque, en principio, parecería referirse solamente a los detenidos o prisioneros, este artículo cubre a todas las personas cuya libertad ha sido anulada o restringida por motivos relacionados con el conflicto. Tiene por objeto garantizar unas condiciones de detención decorosas imponiendo la obligación, a los captores, de garantizar, a las personas que se encuentren en su poder, un trato humano del que se derive un buen estado de salud y la integridad física y mental del retenido. Hay que aclarar que este artículo se aplica a las personas privadas de su libertad desde el momento en que ocurre esa privación hasta que la recobran, pero, para esto, debe existir una relación entre la situación de conflicto y la privación de la libertad (...)”43. 43 Protocolo II de Ginebra Título II, Artículo 4. 81 3.2.1.5. TITULO IV- Población Civil Trata sobre los principios reconocidos hace mucho tiempo, consistentes primordialmente en la inmunidad de las personas que no participan directamente en las hostilidades en situaciones de conflicto armado. Estos principios, reiterados en la resolución 2675 de la asamblea general de la O.N.U. se resumen a continuación: - En caso de conflicto armado no podrá suspenderse la validez y aplicación de los derechos humanos fundamentales.- Las personas que componen las poblaciones civiles no podrán ser objeto de represalias, traslados forzosos u otros ataques contra su integridad y las partes en conflicto deberán hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que las poblaciones civiles sufran heridas, pérdidas o daños. Artículo 13- Protección de la población civil: Por consideraciones similares a las aludidas al tratar el artículo cuarto de este protocolo, se realizará una transcripción de esta norma en su totalidad antes de pasar a su análisis. “1. La población civil y las personas civiles gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones militares. Para hacer efectiva esta protección, se observarán en todas las circunstancias las normas siguientes. 2. No serán objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles. Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. 82 3. Las personas civiles gozarán de la protección que confiere este título, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.”44 (el subrayado es nuestro). A través del inciso 1 de la disposición se pretende diferenciar los conceptos de población civil y personas civiles como una forma de indicar que no sólo está resguardada la primera en su conjunto, sino también los individuos que la conforman. Así mismo, aclara que la protección es general, esto para separarla de la que se le da a ciertas personas que merecen un cuidado particular por su especial situación dentro de la población civil, como lo son heridos, enfermos, niños, etc. Por último, aclara que esa protección se debe brindar cuando los peligros proceden de operaciones militares, es decir, de “los movimientos o las maniobras de las fuerzas armadas o de grupos armados en acción”45, creando dos obligaciones a las fuerzas en conflicto: 1. Nunca dirigir un ataque contra la persona o la población civil; 2. Limitar al máximo los efectos de las operaciones militares que, en un momento dado, puedan llegar a los protegidos por la norma. El segundo inciso, prohibe los ataques directos contra la población civil y los ataques destinados a sembrar el terror en la misma, los que a pesar de no ser directamente dirigidos contra sus miembros, merecen ser objeto de una particular condena, pues en los conflictos internos son de frecuente uso en sus muy 44 Protocolo II de Ginebra Título IV, Artículo 13. 45 Comité internacional de la Cruz Roja. Comentario del protocolo II. 83 diferentes variedades, las cuales se encuentran cobijadas por la expresión “actos o amenazas de violencia”. El tercer inciso, prescribe que las personas perderán la protección del artículo en comento si llegan a tener una participación directa en las hostilidades, lo cual implica una relación de causalidad adecuada entre el acto de participar y su resultado inmediato. La pérdida de beneficios por tal motivo sólo dura mientras se realice la determinada actuación por parte del civil. De todas formas aclara que, en caso de duda sobre la condición de una persona se debe presumir que ésta es civil. Artículo 14- Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil: Con este artículo se busca dejar a las personas que no se hallan dentro de las fuerzas enfrentadas con los mínimos bienes para atender sus necesidades básicas, lo que evita que pueda causarse una situación de miseria generalizada. 84 3.2.1.6. TITULO V- Disposiciones Finales El objeto de este título es reglamentar el procedimiento que deben seguir los Estados para manifestar su voluntad de obligarse por el protocolo, así como las modalidades de compromiso, las formalidades de notificación y registro y los textos auténticos. De este modo, se concluye la interpretación de las normas contenidas en el Protocolo II de Ginebra que pueden revestir alguna importancia para el tema que se intenta desarrollar, iniciando a continuación un recuento de los principales apartes de la Declaración sobre los principios fundamentales de derecho para las víctimas de delitos y del abuso de poder, Declaración que constituye la base sobre la cual se desarrollará el punto atinente a la propuesta que sobre la Victimología del secuestro y su propagación en nuestro medio se pone a consideración del lector. 3. 2. 2. Declaración Sobre Los Principios Fundamentales De Justicia Para Las Víctimas De Delitos Y Del Abuso De Poder Resolución 40/34 De La Asamblea General De Las Naciones Unidas “La Asamblea General, Recordando que el Sexto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente recomendó que las Naciones Unidas continuarán su actual labor de elaboración de directrices y normas acerca del abuso del poder económico y político, 85 Consciente de que millones de personas de todo el mundo sufren daños como resultado de delitos y de abuso de poder y de que los derechos de esas víctimas no han sido reconocidos adecuadamente, Reconociendo que las víctimas de delitos y las víctimas del abuso de poder, y frecuentemente también sus familias, los testigos y otras personas que les prestan ayuda, están expuestos injustamente a pérdidas, daños o perjuicios, y que además pueden sufrir dificultades cuando comparezcan en el enjuiciamiento de los delincuentes, 1. Afirma la necesidad de que se adopten medidas nacionales e internacionales a fin de garantizar el reconocimiento y el respeto universales y efectivos de los derechos de las víctimas de delitos y del abuso de poder; 2. Destaca la necesidad de promover el progreso de todos los Estados en sus esfuerzos con tal fin, sin perjuicio de los derechos de los sospechosos o delincuentes 3. Aprueba la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia a) relativos a las víctimas de delitos y b) relativos a las víctimas del abuso de poder, incluida como anexo a la presente resolución, que está destinada a ayudar a los gobiernos y a la comunidad internacional en sus esfuerzos por garantizar la justicia y la asistencia a las víctimas de delitos y a las víctimas del abuso de poder; 4. Insta a los Estados Miembros a tornar las medidas necesarias para poner en vigor las disposiciones contenidas en la Declaración y, a fin de reducir la victimización a que se hace referencia más adelante, a esforzarse por: a) Aplicar políticas sociales, sanitarias (incluida la salud mental), educativas, económicas y dirigidas específicamente a la prevención del delito con objeto de reducir la victimización y alentar la asistencia a las víctimas que la necesiten; b) Promover los esfuerzos de la comunidad y la participación de la población en la prevención del delito; c) Revisar periódicamente su legislación y prácticas vigentes con objeto de adaptarlas a las circunstancias cambiantes, y promulgar y hacer cumplir leyes que proscriban los actos que infrinjan normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos, la conducta de las empresas y otros abusos de poder; d) Crear y fortalecer los medios para detectar, enjuiciar y condenar a los culpables de delitos; e) Promover la revelación de la información pertinente, a fin de someter la conducta oficial y la conducta de las empresas a examen público, y otros medios de que se tengan más en cuenta las inquietudes de la población; 86 f) Fomentar la observancia de códigos de conducta y normas éticas, en particular los criterios internacionales, por los funcionarios públicos, inclusive el personal encargado de hacer cumplir la ley, el correccional, el médico, el de los servicios sociales y el militar, así como por los empleados de las empresas de carácter económico; g) Prohibir las prácticas y los procedimientos conducentes al abuso, como los lugares de detención secretos y la detención con incomunicación; h) Cooperar con otros Estados, mediante la asistencia judicial y administrativa mutua en asuntos tales como la detección y el enjuiciamiento de delincuentes, su extradición y la incautación de sus bienes, para destinarlos al resarcimiento de las víctimas; 5. Recomienda que, en los planos internacional y regional, se adopten todas las medidas apropiadas tendientes a: a) Promover las actividades de formación destinadas a fomentar el respeto de los criterios y normas de las Nacionaes Unidad y reducir los posibles abusos; b) Patrocinar las investigaciones prácticas de carácter cooperativo sobre los modos de reducir la victimización y ayudar a las vícitmas, y promover intercambios de información sobre los medios más efectivos de alcanzar esos fines; c) Prestar ayuda directa a los gobiernos que la soliciten con miras a ayudarlos a reducir la victimización y aliviar la situación de las víctimas; d) Establecer formas y medios de proporcionar un recurso a las víctimas cuando los procedimientos nacionales resulten insuficientes; 6. Pide el Secretario General que invite a los Estados Miembros a que informen periódicamente a la Asamblea General respecto a la aplicación de la Declaración así como a las medidas que adopten a ese efecto; 7. Pide también al Secretario General que aproveche las oportunidades que ofrecen todos los organismos y órganos del sistema de las Naciones Unidas a fin de prestar asistencia, cuando sea necesario, a los Estados Miembros para mejorar las formas y medios de proteger a las víctimas a nivel nacional y mediante la cooperación internacional; 8. Pide además al Secretario General que promueva los objetivos de la Declaración, procurando especialmente que su difusión sea lo más amplia posible; 9. Insta a los organismos especializados, a otras entidades y órganos del sistema de las Naciones Unidas, a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales pertinentes y a la población en general a que cooperen en la aplicación de las disposiciones de la Declaración. 87 ANEXO Declaración sobre los principios fundamentales de derecho para las víctimas de delitos y del abuso de poder aprobada por la Resolución 40/34 de la ONU “A. LAS VÍCTIMAS DE DELITOS: “1. Se entenderá por “víctimas”, las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, incluidos lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros (...) “(...) 2. Podrá considerarse “VICTIMA” a una persona con arreglo a la Declaración independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la relación familiar entre el perpetrador y la víctima. En la expresión víctima se incluye además, en su caso, a los familiares o dependientes inmediatos de la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. “3. Las disposiciones de la presente Declaración serán aplicables a todas las personas sin distinción alguna, ya sea de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, nacionalidad, opinión política o de otra índole, creencias o prácticas culturales, situación económica, nacimiento o situación familiar, origen étnico o social, o impedimento físico. “ACCESO A LA JUSTICIA Y TRATO JUSTO “4. Las víctimas serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad. Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la justicia y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional. “5. Se establecerán y reforzarán, cuando sea necesario, mecanismos judiciales y administrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles. Se informará a las víctimas de sus derechos para obtener reparación mediante esos mecanismos. “6. Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y administrativos a las necesidades de la víctimas: 88 “a) Informando a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y la marcha de las actuaciones, así como de la decisión de sus causas, especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando hayan solicitado esa información; “b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre que estén juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con el sistema nacional de justicia penal correspondiente; “c) Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el acceso judicial; “d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas, proteger su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación y represalia; “e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas. “7. Se utilizarán, cuando proceda, mecanismos oficiosos de solución de las controversias, incluidos la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia consuetudinaria o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación en favor de las víctimas. “RESARCIMIENTO “8. Los delincuentes o los terceros responsables de su conducta resarcirán equitativamente, cuando proceda, a las víctimas, sus familiares o las personas a su cargo. Ese resarcimiento comprenderá la devolución de los bienes o el pago por los daños o pérdidas sufridas, el reembolso de los gastos realizados como consecuencia de la victimización, la prestación de servicios y la rehabilitación de derechos. “9. Los gobiernos revisarán sus prácticas, reglamentaciones y leyes de modo que se considere el resarcimiento como una sentencia posible de los casos penales, además de otras sanciones penales. (...) “(...) 11. Cuando funcionarios públicos u otros agentes que actúen a título oficial o cuasioficial hayan violado la legislación penal nacional, las víctimas serán resarcidas por el Estado cuyos funcionarios o agentes hayan sido responsables de los daños causados. En los casos en que ya no exista el gobierno bajo cuya autoridad se produjo la acción u omisión victimizadora, el Estado o gobierno sucesor deberá proveer el resarcimiento de las víctimas. 89 “INDEMNIZACION “12. Cuando no sea suficiente la indemnización proveniente del delincuente o de otras fuentes, los Estados procurarán indemnizar financieramente: “a) A las víctimas de los delitos que hayan sufrido importantes lesiones corporales o menoscabo de su salud física o mental como consecuencia de delitos graves; “b) A la familia, en particular a las personas a cargo de las víctimas que hayan muerto o hayan quedado física o mentalmente incapacitados como consecuencia de la victimización. “13. Se fomentará el establecimiento, el reforzamiento y la ampliación de fondos nacionales para indemnizar a las víctimas. Cuando proceda, también podrán establecerse otros fondos con ese propósito, incluidos los casos en los que el Estado de nacionalidad de la víctima no esté en condiciones de indemnizarla por el daño sufrido. “ASISTENCIA “14. Las víctimas recibirán la asistencia material, médica, psicológica y social que sea necesaria, por conducto de los medios gubernamentales, voluntarios, comunitarios y autóctonos. “15. Se informará a las víctimas de la disponibilidad de servicios sanitarios y sociales y demás asistencia pertinente, y se facilitará su acceso a ellos. “16. Se proporcionará al personal de policía, de justicia, de salud, de servicios sociales y demás personal interesado, capacitación que lo haga receptivo a las necesidades de las víctimas y directrices que garanticen una ayuda apropiada y rápida. “17. Al proporcionar servicios y asistencia a las víctimas, se prestará atención a las que tengan necesidades especiales por la índole de los daños sufridos o debido a factores como los mencionados en el parágrafo 3 supra. (...)” Sin profundizar mucho más en este punto, una vez efectuada la anterior reproducción de la letra de tan importante proclama internacional en favor de las víctimas, sólo resta por presentar una breve nota que en torno a la misma hace Beristaín, para luego enfocar este estudio en el tratamiento que han dado al 90 secuestro los legisladores colombianos e intérpretes de la ley, a través de normas y jurisprudencia, respectivamente. Así pues, se tiene que para el eminente tratadista, la Declaración “(...) significa un paso gigante en favor de las víctimas, a pesar de sus limitaciones e incluso de su orientación general menos acorde de lo deseable con la doctrina actual. [afirma además] Es de lamentar el tono dominante de esta Declaración, casi exclusivamente asistencial respecto a la víctima. Sólo en cierto sentido le reconoce su papel de sujeto activo.” Es importante anotar que “La casi totalidad de las disposiciones de la Declaración formulan postulaciones meramente pasivas: que las víctimas sean tratadas con compasión y respeto, que se les repare el daño sufrido, que se les preste asistencia apropiada, que se minimicen las molestias causadas a ellas, que se garantice su seguridad, que se les conceda indemnizaciones, que sean resarcidas equitativamente -devolución de sus bienes, etc.-, que se les preste asistencia material, médica, psicológica y social, que el personal de policía, etc., sea receptivo a sus necesidades, que se les garantice su ayuda, atención a los daños que han sufrido, que se les proporcione remedios como asistencia y apoyo social, médico, etc.”46, lo que hace que se olvide la parte activa de la víctima, 46 BERISTAIN IPIÑA, Antonio. Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología, P. 224. Ed. Tirant lo blanch. España 1994. 91 como sujeto con capacidad de exigir sus derechos, a la cual se debe dar un papel dentro de las disquisiciones procesales, sobretodo, siendo enterada de los sucesos ocurridos durante las diferentes etapas de la investigación y juzgamiento por parte de las autoridades que tienen a su cargo la aplicación de la justicia. 92 4 TRATAMIENTO NACIONAL 4.1 NORMAS CONSTITUCIONALES En el Título Segundo de la Carta Política de 1991 se hace alusión a los derechos, deberes y garantías en cabeza de los nacionales. A continuación se estudiarán los artículos pertenecientes al aparte mencionado que se consideran violados con la comisión de un Secuestro. “Artículo 12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. Es evidente el quebrantamiento de esta disposición, si se tienen en cuenta las condiciones infrahumanas y deshonrosas en las que se mantiene a quien es secuestrado durante el tiempo que dura la retención, en cuyo transcurso sufre 93 continuas amenazas contra su vida eliminando desde el primer instante, el concepto de dignidad aplicable a todos los seres humanos. - “Artículo 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”. A través de esta norma se consagra el libre desarrollo de la personalidad como un nuevo derecho, el cual ya se había plasmado anteriormente en la Carta Internacional de Derechos Humanos de la ONU, adoptada y proclamada por la Asamblea General en la Resolución 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948, Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 22. La personalidad, según Diego Younes Moreno “desde el punto de vista psicológico, parte de la base de que el ser humano posee un equipo neurofisiológico genéticamente determinado (temperamento) y una historia hecha de experiencias que van desde la infancia hasta el final de su vida. La personalidad resulta de este encuentro. Es un factor de unidad que explica las conductas y justifica la consistencia del carácter. El registro de experiencias no se cierra nunca, razón por la cual la personalidad está en continua transformación en 94 función del futuro, sufriendo modificaciones. Entre los factores externos, cuyo papel modelador es notable, hay que citar el de los grupos sociales”47. Durante el secuestro, no existe ninguna posibilidad de ejercer este derecho ya que el sujeto victimizado es puesto bajo una situación extrema en la que los plagiarios consideran tener el poder de disponer de éste como si se tratara de un objeto (eso si de algún valor), negándole la posibilidad de tomar decisiones referentes a cosas tan elementales como comer o dormir. - “Artículo 24. Todo colombiano, con las limitaciones que establezca la ley, tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a permanecer y residenciarse en Colombia”. Según Vladimiro Naranjo Mesa, “La libertad de circulación comprende, pues, la de desplazarse de un lugar a otro dentro y fuera del propio país, la de viajar utilizando los diferentes medios de transporte, la de establecer residencia o domicilio donde a bien se tenga. Pero esta libertad está sujeta a varias limitaciones como son, por ejemplo, la de respetar las normas legales sobre circulación y tránsito, la de obedecer a la autoridad de tránsito, la de obtener previo permiso para visitar un país extranjero cuando este requisito esté vigente, 47 YOUNES MORENO, Diego. Derecho Constitucional Colombiano. 1ª Edición 1993. Biblioteca Jurídica DIKE. P. 104. 95 la de acatar todas las regulaciones atinentes a la navegación aérea, marítima o fluvial, la de no obstruir las vías públicas ni hacer mal uso de ellas, la de no traspasar o invadir propiedad privada o dependencias públicas fuera de servicio y, en general, todas aquellas establecidas por la ley o los tratados internacionales”48. Actualmente, la posibilidad de traslado de los habitantes dentro de los límites del territorio colombiano se ve seriamente amenazada, por el latente temor a ser víctima de un sin número de actos violatorios de las normas contenidas en el estatuto penal, entre los que se encuentra el secuestro. Ahora bien, no es necesario mencionar que durante el tiempo de retención de una persona, el de circular no sólo es un derecho de difícil ejercicio, sino imposible de practicar, en razón a que la limitación al libre tránsito del sujeto cautivo es una de las principales características para que se configure el delito de secuestro. -“Artículo 25. El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas”. 48 NARANJO MESA, Vladimiro. Teoría constitucional e instituciones políticas. Ed. Temis 4ª. Edición. 96 “(… ) no cabe duda que el derecho del trabajo es una manifestación de la libertad del hombre y por tanto, en último término, tiene su fundamento en la dignidad de la persona humana. De ahí que su constitucionalización haya sido el resultado de un largo y difícil proceso histórico, en cuyo fondo aparecen las grandes luchas políticas y sociales para la libertad del hombre”49. Mediante el secuestro se ha perjudicado seriamente la capacidad productiva de las personas, hecho que se hace más notorio en la sociedad rural, donde todos los días aquellos que han dedicado su existencia a la realización de diversas actividades agrícolas son amenazados, extorsionados y finalmente secuestrados, creando de esta forma un ambiente de zozobra en las familias y sus dependientes, que ante tal situación se ven obligados a abandonar las tierras por temor, dejándolas improductivas, al tiempo que se genera un grave problema social en las grandes urbes, a donde generalmente emigran. -“Artículo 28. Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley”. 49 En “Actualidad Laboral”. Revista Bimestral. Enero - Febrero de 1993. Publicación LEGIS. P. 24. 97 Aunque este artículo está más enfocado a la actividad del Estado en ejercicio de sus prerrogativas jurisdiccionales, también busca proteger a los ciudadanos contra hechos punibles como el secuestro, ya que, salvo que se hayan seguido los pasos indicados en la ley ningún miembro de la comunidad puede ser objeto de retención por parte de autoridad alguna, pues si así llegare a acontecer, se estaría claramente incurriendo en abuso de autoridad y aún más cometiendo un secuestro, si quien procede de esa forma no lo hace en cumplimiento de sus funciones. -“Artículo 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. “La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus 98 derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. “Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”. La disposición busca resaltar que los menores en nuestro país gozan de una protección especial en virtud a su condición, incluyendo dentro de sus derechos fundamentales el de no ser objeto del secuestro, respecto de lo cual es bueno recordar que el hecho de cometer un plagio sobre un menor de edad es una causal de agravación del delito, lo cual es muy lógico ya que las secuelas psicológicas que deja en una criatura tal hecho son susceptibles de perdurar en el tiempo, entorpeciendo su desarrollo individual y su participación como integrante de una comunidad. -“Artículo 58. Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivo de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social.” 99 Es innegable el perjuicio que el secuestro genera a la propiedad, no sólo por el menoscabo patrimonial que implica, sino por que impide el ejercicio del derecho de dominio sobre los bienes que se poseen; la gente no puede disfrutar adecuadamente y a plenitud de sus bienes, por que existe la constante amenaza de ingresar a la lista de “secuestrables”, lo que ocasiona un detrimento para la economía fácilmente verificable en las tierras no explotadas por abandono de sus dueños y las empresas que ven truncado el desarrollo de su objeto social por esa misma causa. -“Artículo 95. La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades. “Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes. “Son deberes de la persona y del ciudadano: 1o) Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; 2o) Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas; 100 3o) Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales; 4o) Definir y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica; 5o) Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país; 6o) Propender al logro y mantenimiento de la paz; 7o) Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia; 8o) Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano; 9o) Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.” La Constitución no sólo reconoce derechos a los nacionales; también estipula una serie de deberes de necesaria observancia, con miras a que se pueda convivir de manera adecuada. Si este artículo tuviese cabal aplicación por parte de los actores armados del conflicto en nuestro país, el delito de secuestro y, en general, todos los hechos punibles conexos a esa confrontación, se verían disminuidos de manera afortunada, ya que constituye un bastión importante para la recuperación 101 del civismo y de la solidaridad ciudadana que por la misma situación actual, se ha perdido. -“Artículo 214. Los estados de excepción a que se refieren los artículos anteriores se someterán a las siguientes disposiciones: “(...) 2o) No podrán suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. En todo caso se respetarán las reglas del derecho internacional humanitario. Una ley estatutaria regulará las facultades del gobierno durante los estados de excepción y establecerá los controles judiciales y las garantías para proteger los derechos, de conformidad con los tratados internacionales. Las medidas que se adopten deberán ser proporcionales a la gravedad de los hechos”. 102 4.2 LEYES Y DECRETOS Una rígida codificación contra el secuestro no ha sido suficiente para evitar la comisión del delito o al menos, para disminuir su frecuencia. Es por ello que ha sido necesario que el Gobierno Nacional a través del Presidente de la República, en algunos casos, o del Congreso en otros, dicte normas cada vez más estrictas con el fin de tratar de combatir la crueldad de los ejecutores de este delito. He aquí algunas de las más importantes: - Decreto 2238 de 1.995, dictado por el Presidente de la República en uso de facultades extraordinarias con el objeto de tratar de superar la crisis de orden público dio grandes pasos para luchar contra este flagelo. En primer lugar, creó el Consejo Nacional de lucha contra el Secuestro CONASE; igualmente organizó los grupos GAULA los cuales asumirían las funciones antes asignadas a los UNASE y, adicionalmente, constituyó el Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal. En relación con los tipos penales, a partir del Decreto se castiga también a los informantes y a las personas que, sin tener nada que ver con la ejecución del delito, se beneficien económicamente de su comisión. 103 En lo referente a las víctimas, determinó que la persona secuestrada debe seguir recibiendo su salario desde el momento del secuestro y hasta por un año. - Ley 282 del 6 de junio de 1996, adopta el Decreto 2238 de 1995 en todos sus artículos, convirtiéndolo así en Ley de la República. Esta normativa fue, a su vez, desarrollada por la Resolución 001 de 1997 mediante la cual se determinó la creación de los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal “GAULA” y se fijaron sus funciones, campo de acción y características entre otras. - Ley 333 de 1996, trata el tema de la extinción de dominio afirmando que esta figura también se aplica a los bienes obtenidos como fruto del secuestro. - Ley 40 del 19 de enero de 1993. Esta normativa, tal vez la más importante dentro del tema, se desarrolló a través de un proyecto de iniciativa popular, liderado por la Fundación País Libre, con base en el artículo 155 de la Constitución Nacional. La razón principal que condujo a la mencionada fundación a recoger más de un millón de firmas entre los diferentes sectores de la vida nacional, con el propósito de presentar este proyecto de iniciativa popular ante el congreso, consistió fundamentalmente en el anormal aumento en la tasa de secuestros que se venía 104 presentando durante los primeros años de la década de los 90´s, según lo confirman las estadísticas manejadas por los diferentes entes privados y gubernamentales. La primera redacción del proyecto de ley fue realizada por Comité Jurídico de la Fundación País Libre, con base en la estricta legislación italiana existente sobre el tema. Posteriormente fue llevado al Congreso de la República, en donde algunos de sus miembros, luego de adelantadas las modificaciones pertinentes, lo presentaron ante los demás miembros de ese Organo Legislativo para su debate el 26 de agosto de 1992, con sustento en la iniciativa popular y teniendo como propósito fundamental el fortalecimiento de las disposiciones en contra del secuestro vigentes para la época, con la idea de erradicar en forma definitiva este flagelo. Entre los aspectos sobresalientes de este proyecto, se encontraban entre otros: 1. Evitar el pago de los secuestros recurriendo a la vigilancia administrativa de los bienes del secuestrado y de sus familiares, dando así, por finalizado el lucrativo negocio que se había montado en torno al delito. 2. Aumento de las penas. 105 3. Prohibición de indulto y amnistía para quienes se hicieran partícipes del hecho punible. 4. Por último, la difusión nacional e internacional de las violaciones a los derecho humanos por parte de la guerrilla. Finalmente, el proyecto se convirtió en la Ley 40 del 93 de la cual, treinta y cinco (35) de sus cuarenta (40) artículos mantienen vigencia de manera plena y tres (3) de forma condicionada, luego de diversos pronunciamientos realizados por la Corte Constitucional con relación a la constitucionalidad de su articulado. Desafortunadamente, y muy a pesar de las grandes espectativas fincadas en el desarrollo de esta ley, actualmente se observa con profunda tristeza, que los nobles ideales con los que fue planeada han sido imposibles de cumplir, en razón al alto grado de impunidad y de ineficiencia en la justicia que padece nuestro país, es decir, la concepción de esta normativa no obstante ser buena en esencia, no parece haber tomado en cuenta que mecanismos como el aumento de penas no sirve en el objetivo de amedrentar a quienes ejecutan los secuestros sino existe la posibilidad de hacerlos cumplir. Es por tal motivo que, como lo muestran las estadísticas, durante los años posteriores a la promulgación de este "Estatuto Antisecuestro", la ejecución de 106 este delito, no sólo no ha disminuido sino que muy por el contrario, ha aumentado de manera alarmante tanto en el número de ejecuciones como en las modalidades utilizadas para su ejecución sin que los mecanismos implementados por la Ley 40 del 93 hayan surtido efecto positivo alguno. - Decreto 1465 del 1 de septiembre de 1995, crea en el Departamento de Administración de la Presidencia de la República el “Programa Presidencial Para la Lucha Contra el Delito de Secuestro”. De este programa forman parte un Director y un Comité Consultivo encargado de formular recomendaciones al primero, conformado por un miembro de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), otro de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), uno de la Federación de Ganaderos (FEDEGAN), otro más de la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO) y finalmente uno de la Fundación País Libre. - Decreto 1653 del 25 de septiembre de 1995, modifica el Decreto 1465 asignándole las siguientes funciones al Director del Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Individual: 107 Asistir al Presidente de la República, en el diseño políticas para combatir el secuestro; Realizar el respectivo seguimiento a estas políticas; Informar al Presidente el desarrollo de las políticas mencionadas; Buscar la solidaridad ciudadana para la erradicación de este delito; Organizar y recopilar la estadística y los estudios e investigaciones que realicen otras entidades públicas o privadas en relación con el Secuestro; Hacer estudios sobre el delito de secuestro. - Decreto 67 del 11 de enero de 1996, crea una función específica adicional para el Director del Programa. Ejecutar todas las labores relacionadas con Protocolo II de Ginebra de 1949. Es decir, no sólo debe coordinar las actividades internas, sino que, adicionalmente, debe dirigir la labor de todos los entes encargados de llevar a la práctica la normatividad elaborada por la comunidad internacional que se deba aplicar para combatir el secuestro. Menciona, así mismo, que para desempeñar todas estas funciones, contará con el apoyo de varios organismos tales como el Ministerio del Interior, el Ministerio de la Defensa Nacional, el Ministerio de Justicia y del Derecho, la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos y la Consejería Presidencial para la Defensa y la Seguridad Nacional. 108 - Ley 418 del 26 de diciembre de 1997. En el título primero de la segunda parte crea el “programa de protección a testigos, víctimas, intervinientes en el proceso y funcionarios de la fiscalía”el cual estará cargo del Estado y bajo la dirección de la Fiscalía General de la Nación. La meta principal es la protección de la identidad del testigo o denunciante cuya vida se encuentre en peligro, con el fin de brindar una mayor eficacia a su colaboración dentro del proceso penal. El programa se desarrolla con el presupuesto de la Fiscalía; y los desembolsos para los beneficiados se realizan luego de un estudio previo de la oficina de protección y asistencia a víctimas, testigos y funcionarios de la Fiscalía. La ayuda brindada consiste básicamente en cambio de identidad, asistencia social y, en general, todas las medidas encaminadas a preservar la integridad física y moral del afectado y su familia. Desafortunadamente, los requisitos para entrar a formar parte del programa son muy exigentes y muchas veces las medidas de protección se adoptan muy tarde. 109 4.3 JURISPRUDENCIA A continuación se hará mención de las sentencias más relevantes en torno al tema. 4.3.1 Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal - No. de Rad.: S-5458-91 Esta sentencia de fecha 30 de octubre de 1.991, cuyo Magistrado Ponente fue el doctor Dídimo Páez Velandia, explica en sus considerandos que " (… ) lo realmente fundamental en la apreciación del planteamiento del actor, es que la ilicitud de la utilidad o provecho a que se refiere como integrante del tipo de secuestro extorsivo, no la contempla la norma. Ella, en términos textuales, dispone que El que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona con el propósito de exigir por su libertad un provecho o cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo o con fines publicitarios de carácter político, incurrirá en prisión de seis (6) a quince (15) años, mientras el Secuestro simple, según la respectiva disposición, lo realiza quien con propósito distinto a los previstos en el artículo anterior (el de secuestro extorsivo), arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión de seis (6) meses a tres (3) años. 110 "Como se puede ver, no contemplan estas preceptivas referencia alguna a la ilicitud de la exigencia, bastando en el Secuestro extorsivo el ánimo o propósito de obtener utilidad cualquiera en la privación de la libertad de una persona para su estructuración, mientras en el Secuestro simple, por exclusión, un propósito distinto." " (… ) Una exigencia de que la utilidad propuesta con el secuestro sea ilícita, implicaría la autorización de que puede privarse de la libertad a una persona para demandar el cumplimiento de prestaciones lícitas, con lo cual el tipo estaría paradójicamente, prohibiendo y permitiendo la conducta en postura verdaderamente absurda." Lo anterior lleva a concluir que no importa si la utilidad o el provecho que se busca obtener por medio del secuestro tiene un origen lícito: igual el delito se configura. Es decir, una persona no puede retener a otra con el fin de, por ejemplo, buscar el pago de una deuda que nació a consecuencia de un negocio realizado con observancia de las normas legales. Con esta opinión de la Corte, se busca evitar la utilización de medios de hecho en la exigencia de obligaciones, en lugar de utilizar la justicia ordinaria o, en general, los procedimientos establecidos. 111 4.3.2 Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal - No. de Rad.: S-11501-96 El 27 de mayo de 1.996, con ponencia del Magistrado, doctor Carlos E. Escobar, la alta corte procuró, a través de esta providencia, determinar las diferencias que existen entre el delito de secuestro extorsivo y el de extorsión. De esta forma, la sentencia afirma que " (… ) Es necesario entrar a diferenciar los elementos de la conducta que atenta contra el patrimonio económico, de la que se encamina a la privación o limitación de la libertad de locomoción, por cuanto ambas comportan, en principio, la subordinación de la voluntad del sujeto pasivo, pero en su estructura se encuentran aspectos que las hacen claramente diferenciables. "En efecto en el delito de Extorsión, se constriñe a la víctima para que haga, tolere u omita cualquier cosa buscando con ello, el sujeto agente, la obtención de un provecho ilícito para sí o para un tercero. También se configura este punible cuando conforme a lo normado en la Ley 40 de 1993, artículo 32, el propósito sea el de facilitar actos terroristas constriñendo a otro a hacer, suministrar, tolerar u omitir alguna cosa. 112 "El Secuestro Extorsivo, por su parte, implica la privación física de la libertad, con el propósito de exigir por ella un provecho o cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, con fines publicitarios o de carácter político." " (… ) Esta privación física de la libertad de locomoción de las víctimas, dirigida a los fines patrimoniales en comento, es lo que estructura el ingrediente extorsivo del secuestro". Por tanto, no obstante el hecho que ambos delitos busquen la obtención de una utilidad o provecho por medio del amedrentamiento de la víctima, se encuentra en la privación de la libertad física de la misma, el primordial elemento diferenciador entre ellos. 4.3.3 Corte Suprema de Justicia - Sala de Casación Penal - No. de Rad.: S-9335-96 Mediante esta providencia del 30 de mayo de 1996 que tuvo como ponente al doctor Jorge E. Córdoba Poveda, se pretende aclarar la naturaleza del secuestro en la siguiente forma: " (… ) Al parecer, el demandante olvida la particular naturaleza del secuestro como delito permanente y de conducta alternativa, cuya ejecución comienza en el momento en que la persona es privada arbitrariamente de su libertad y se continúa cometiendo mientras el retenido sea mantenido en esa situación. 113 Además, basta la realización de cualquiera de los verbos rectores del tipo para que se cometa el hecho punible. Esto es, autor no es solamente el que sustrae ó arrebata, sino el que retiene u oculta. "Esa aclaración es importante porque la circunstancia de que los dos procesados no hayan participado en la acción de arrebatar al comerciante Restrepo Giraldo, no quiere decir que no hayan intervenido en el delito de secuestro; la mujer, con el trabajo asignado de cuidar de su alimentación; y Alzate Delgado custodiándolo a partir del día que llegó de la costa. La ausencia de los dos implicados en la acción inicial de privar de la libertad injustamente al comerciante no los convierte en encubridores ni cómplices, como lo pretende el censor." " (… ) Y es apenas obvio, que el hecho de saber que se trataba de un ciudadano injustamente privado de la libertad y haber accedido a darle alimentación y a cuidar de sus necesidades, son acciones a las que no se les podría señalar como objetivo el de ayudar a eludir la acción de las autoridades, ni de entorpecer la investigación. Se trata simple y llanamente de un acto de participación en el delito de secuestro extorsivo, en la forma de coautoría impropia." De acuerdo a lo afirmado en los apartes transcritos, se comprende que el secuestro es un delito con un carácter de permanencia en el tiempo, que además 114 conlleva una conducta alternativa desde el momento en que se inicia su ejecución. Adicionalmente, se aclara que para que se le pueda atribuir responsabilidad a una persona por la comisión del hecho punible, basta la realización de una cualquiera de las acciones tipificadas en la ley. Esto significa que no sólo es autor del delito quien sustrae o arrebata a la víctima sino también quien presta su colaboración en la retención u ocultamiento de la misma. 115 4.3.4 Corte Constitucional - No. de Rad.: C-542-93 Esta sentencia de fecha 24 de noviembre de 1993, cuyo Magistrado Ponente fue el doctor Jorge Arango Mejía, constituye uno de los más importantes y completos pronunciamientos que se pueden encontrar sobre el secuestro, no sólo porque abarca varios tópicos del mismo, sino por la importancia que cada uno de ellos tiene. Trata acerca del pago de los rescates, aclarando el conflicto que surgió sobre el particular determinando que este tipo de acciones no están viciadas con objeto ilícito. Dice la Corte Constitucional que " (… ) una norma que prohiba el pago del rescate no sólo es absurda sino también inconstitucional, ya que sería como prohibirle a una persona que realice determinada actuación que va a adelantar en contra de su voluntad, o por lo menos, con su manifestación de consentimiento viciada por la fuerza". El pago de un rescate -según el alto tribunal- es “(...) un acto indiferente, ni bueno, ni malo. Lo que determina su naturaleza moral es la finalidad que se busque. Por esto se ha visto que quien interviene en el pago por necesidad de salvar la vida y recobrar la libertad propia o ajena, obedece a un móvil altruista reconocido universalmente por el derecho. Quien obra sin encontrarse en estado de necesidad, obedeciendo exclusivamente motivos innobles o bajos, como serían su propio lucro o el propósito de enriquecer a los delincuentes o dotarlos de recursos económicos, sí incurre en un delito. Y no podría alegar y demostrar 116 causal alguna de justificación”. Queda pues claro que es factible el pago del rescate, siempre y cuando el acto se haga en virtud de fines nobles y altruistas y no por obtener un beneficio económico o de cualquier tipo en forma ilícita. Con un pronunciamiento en tal sentido, la Corte busca proteger y promover la solidaridad ciudadana, ese sentimiento que nos obliga a actuar aún en favor de extraños solo por el hecho de compartir el género humano. Cómo puede alguien negarse a utilizar sus bienes para proteger la vida y la libertad?, peor aún, como puede alguien ser castigado por ello? En otro de sus apartes, la sentencia toca el tema del Contrato de Seguro, pudiéndose concluir, partiendo del análisis anterior, que las compañías que ofrecen este tipo de servicios tienen el ánimo de lucro como fin principal, por lo tanto, su actuar no puede estar contenido dentro de la causal de justificación, de tal forma que la prohibición para estas entidades de cubrir el siniestro del secuestro se declara exequible. 4.4 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO El Estado Colombiano, como garante de la vida y la libertad de todos los habitantes de esta nación, debe velar por el respeto de los derechos consagrados 117 en la Constitución y las Leyes y, en caso de que sean vulnerados, está en la obligación de hacerse responsable del resarcimiento de los perjuicios causados. Debido al desafortunado auge del delito de secuestro en nuestro país y a la carencia gubernamental de recursos humanos y económicos, la protección que los Organos Estatales pueden brindar a los ciudadanos es cada vez más escasa. No obstante, se considera importante hacer mención sobre este punto, en razón a la importancia que en un momento dado pueda llegar a adquirir para aquellos que han sido víctimizados y no encuentran posibilidades de resarcir los daños sufridos. 4.4.1 Teorías de la Falla en el Servicio y del Daño Especial De acuerdo con la jurisprudencia y la doctrina, existe la falla en la prestación de un servicio cuando se demuestre su mala ejecución, por impericia o por, imprudencia de quienes la desempeñan. También puede presentarse cuando los agentes del Estado, debiendo actuar omiten cumplir con su misión, permitiendo que se produzca el delito. En el primer caso, cuando existe acción estatal, se pueden presentar dos situaciones; una cuando se ejecuta un operativo para rescatar a un secuestrado y, por no hacerlo adecuadamente, se causa algún perjuicio cuantificable a la víctima 118 o a un tercero50; y otra cuando, pese a tener un operativo planeado que se ejecuta correctamente en cumplimiento de un deber legal, se causen perjuicios a la víctima o a un tercero que no debían sufrir, rompiendo de esa forma con el principio de la igualdad de las cargas públicas51. En el primer caso, el Estado responderá por Falla en el Servicio y en el segundo caso, por Daño Especial52. En ambos casos el Estado responde por los daños ocasionados tanto los materiales como morales. Sin embargo, hasta ahora este resarcimiento se ha limitado a la restitución económica, al daño emergente y al lucro cesante, pero nunca se ha tenido conciencia de la verdadera magnitud de las graves consecuencias a nivel psicológico que quedan en la víctima y sus familiares como resultado de un secuestro, las que se verán reflejadas por el resto de su existencia, en la mayoría de los casos. Al momento de realizarse esta investigación, fue emitida por el Consejo de Estado la sentencia 11247 el veintitrés (23) de abril de 1998, Magistrado Ponente 50 51 52 Consejo de Estado, Sección Tercera, Septiembre 19 de 1980. Expediente 2.415. M.P. Carlos Betancur Jaramillo. HENAO PEREZ, Juan Carlos. La Responsabilidad extracontractual del Estado en Colombia. Jornadas Colombo Venezolanas de Derecho Público. Ps. 757-759. Grupo Editorial 87 Ltda. Octubre de 1996. Consejo de Estado, Sección Tercera julio 28 de 1987. M.P. Carlos Betancur Jaramillo. 119 Germán Rodríguez Villamizar, a través de la cual se analiza la responsabilidad del Estado en un operativo de rescate de un secuestrado adelantado por el Departamento Administrativo de Seguridad –DAS–. En efecto, en la parte resolutiva de esta Providencia, se determinó la responsabilidad de este organismo estatal por haber actuado imprudentemente en el rescate de un menor de edad, ya que en la premura con que quisieron adelantar el operativo, los agentes dispararon contra los secuestradores, hiriendo al retenido, quien a consecuencia del hecho quedo parapléjico. Por daño emergente, el afectado recibió la suma de cuarenta y dos millones de pesos ($42’000.000.oo), por lucro cesante, noventa y dos millones de pesos ($92’000.000.oo) y por perjuicios morales, mil gramos oro. A los demás familiares, se les compensó con la cantidad de cinco mil quinientos gramos oro por los perjuicios morales causados con el insuceso. 120 4.5 RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL Toda persona que comete un delito causa un daño público a la sociedad y un daño particular y concreto a las víctimas directas del mismo, creándose para el delincuente la obligación de responder por los perjuicios causados tanto a la una como a las otras. Sobre este punto concreto, se ha venido tomando conciencia por parte de diferentes estamentos de la sociedad, lo que ha redundado en la expedición de normas dirigidas a que las víctimas logren fácilmente la reparación de los perjuicios sufridos, pero, desafortunadamente la realidad de los hechos ha conducido a convertirlas en letra muerta. La reparación de los daños sufridos a consecuencia de un hecho punible debe buscarse a través de la acción civil iniciada por el mismo afectado, ya sea constituyéndose en parte civil dentro del proceso penal en que se busca establecer la responsabilidad del sindicado en la comisión del delito o bien, por fuera de este, interponiendo la demanda pertinente ante la jurisdicción civil. Para el ejercicio de la acción, se requiere demostrar la titularidad sobre el bien jurídico vulnerado y contar con la ayuda de un abogado titulado que obre a manera de apoderado y, si lo pretendido es la constitución en parte civil dentro 121 del proceso penal, debe tenerse presente que sólo puede hacerse durante la etapa de juzgamiento, en el período comprendido entre la resolución de apertura de la instrucción y el momento en que el juez fija la fecha de realización de la primera audiencia. Adicionalmente, procede aclarar que sólo será oído en el proceso quien haya logrado obtener en primer lugar el estatus de parte civil, otorgándosele las siguientes facultades: • Solicitar la práctica de pruebas relacionadas con la existencia del hecho, la identificación de los sujetos activos, la naturaleza y cuantía de los perjuicios sufridos y las relacionadas con la responsabilidad penal del denunciado. • Denunciar bienes del procesado. • Solicitar el embargo y el secuestro de los bienes para que sirvan como garantía del pago de la indemnización. • interponer recursos contra las providencias que perjudiquen los intereses de la parte civil. • Intervenir en las diligencias que se practiquen. Sin embargo, en relación con la reparación civil se presentan dificultades tales como la consistente en que la víctima únicamente pueda ingresar al proceso 122 penal a partir del inicio de la etapa de instrucción a través de la demanda de constitución en parte civil, trayendo como consecuencia que quede desamparada, desde el punto de vista civil, durante un tiempo en el cual, desafortunadamente, no puede intervenir de ninguna forma para hacer valer sus derechos, radicando lo peor de esta situación en que si el funcionario investigador decide proferir una resolución inhibitoria, ésta hará tránsito a cosa juzgada también en el campo civil, dejando de esta forma al agredido sin posibilidades de buscar la reparación de los daños infringidos. Debido a la gran cantidad de reformas que ha presentado el proceso penal, principalmente en lo referente a beneficios para los sindicados, es necesario tener en cuenta que la Corte Constitucional en sentencia C-277 del 3 de junio de 1998, Magistrado Ponente Vladimiro Naranjo Mesa, determinó que en los casos de sentencia anticipada en los cuales se beneficia al delincuente con una disminución en la pena, el juez penal debe resolver sobre la reparación del daño causado por el delito. De esta forma, el Alto Tribunal pretendió restablecer el equilibrio entre las partes dentro del proceso penal. Finalmente, procede manifestar que a los autores del delito que se les compruebe responsabilidad civil, deben responder solidariamente por la reparación de los daños causados sin importar el grado de participación en la comisión del hecho, 123 es decir, a cualquiera de los implicados se le puede solicitar el cumplimiento de la totalidad de la indemnización. 124 5. MECANISMOS DE LUCHA CONTRA EL DELITO DE SECUESTRO En capítulos anteriores se estudiaron gran parte de las normas mediante las cuales diferentes organismos, a nivel nacional e internacional han tratado de actuar para evitar la propagación de este delito atroz. Así mismo, se analizaron algunas de las providencias emanadas de las Cortes colombianas que han tratado el tema. A continuación, se pretende efectuar una revisión de los principales medios de lucha contra el secuestro, ya sean de origen legislativo o ejecutivo, así como los que han surgido a partir de la iniciativa privada. De acuerdo con lo anterior, se estudiarán las Leyes y Decretos creadores de los grupos UNASE, instituciones tales como la Cruz Roja y País libre, los programas de la Presidencia de la República y, finalmente, se llevarán a cabo algunos comentarios en relación con el proceso penal. De esta forma, abarcaremos los mecanismos antisecuestro propuestos por las ramas del poder público y también, 125 como ya se mencionó, aquellos que han nacido mediante el empuje y capacidad de algunos particulares preocupados por la situación del país. 5.1 PROGRAMA PRESIDENCIAL PARA LA DEFENSA DE LA LIBERTAD PERSONAL Este programa fue creado en septiembre de 1995 a través del Decreto 1465; posteriormente, con de la Ley 282 de 1996, se le otorgó el carácter de permanente, con objeto de que funcionara bajo la tutela del Consejo Nacional de Lucha contra el Secuestro, CONASE, creado por la misma normativa. Por intermedio de este programa no sólo se busca obtener la liberación de secuestrados, sino también que se pretende terminar de raíz con problemas como la retención de menores para dedicarlos a trabajar en la prostitución, la captura de personas para ser vendidas en el exterior como mercancías al mejor postor trata de blancas- la desaparición forzada y la retención temporal los cuales, ni siquiera son tipificados dentro del Código Penal Colombiano vigente. El delito de secuestro se ha convertido en un problema de alcance nacional, haciendo de éste no sólo un asunto que incumbe a una región o a un grupo específico de la sociedad, sino a cualquiera que se encuentre dentro de los 126 límites del territorio colombiano. Cada vez resulta más engorroso ubicar los cabecillas de las organizaciones, desarrollar algún patrón de conducta, y en general, realizar seguimientos a secuestradores y secuestrados, hechos que le dan a este crimen dimensiones no cuantificables. Adicionalmente, el crecimiento desmedido de las organizaciones que se dedican a la comisión de este hecho punible -que han llegado al punto de desarrollar una división de funciones de acuerdo a los diferentes instantes del secuestro- ha hecho que sea más difícil que las autoridades realicen su labor de inteligencia resultado de lo cual son los elevados índices de impunidad. Por lo anterior, el Programa Presidencial Para la Libertad Personal ha fijado las siguientes políticas a seguir: - Coordinación y dirección unificada en todos los niveles Esta tarea venía siendo ejecutada por los UNASE, pero debido a su ineficiencia, se crearon los Grupos de Acción Unificada por Libertad Personal GAULA dirigidos externamente por el Director del Programa e internamente por el Fiscal Regional y los comandantes de las unidades armadas. - Humanización de la guerra 127 Con fundamento en el Derecho Internacional Humanitario como una forma de facilitar opciones para adelantar acuerdos especiales obligatorios, respaldados por los Convenios de Ginebra y el Protocolo II. - El control interno de la Fuerza Pública Ante la comprobación de que en algunos de los secuestros realizados en nuestro país se han visto involucrados miembros de la Fuerza Pública, la Inspección General de la Policía inició un programa de seguimiento a los miembros retirados de la institución, con el fin de vigilar su adecuada reincorporación a la vida civil. De la misma forma, el Inspector General de las Fuerzas Militares, viene colaborando con el Programa Presidencial, investigando y sancionando a los miembros de las Fuerzas Militares implicados en este tipo de delitos. Así mismo, a través del artículo 4 de la Ley 282 de 1996 crearon los Grupos de Acción Unificada Para la Libertad Personal y se determinó que estarían conformados por personal, bienes y recursos de la Fiscalía General de la Nación, el Ejército Nacional, la Policía Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. De esta manera se pretendió complementar los esfuerzos de los CONASE de la siguiente forma: (l) Seleccionando personal técnica y psicológicamente apto para 128 integrar los GAULA; (ll) Diseñando planes de entrenamiento especializado para este tipo de personal; y (lll) Llevando a cabo una vigilancia especial, con el apoyo de la Procuraduría General, entre otros. - Acción Unificada Con esta medida se busca evitar que se inicien diversas investigaciones por diferentes funcionarios sobre un mismo hecho y también que organismos carentes de la debida competencia desarrollen actividades vitales para una investigación evitando que la cual posteriormente puedan presentarse vicios de nulidad. De igual manera, se quiere concentrar la competencia para conocer sobre secuestros y extorsiones en las unidades GAULA. Las denuncias recibidas deben ponerse en conocimiento de un fiscal a más tardar dentro de la primera hora hábil siguiente a la presentación de la misma. - Cooperación Internacional Adicionalmente, el Programa Presidencial ha celebrado acuerdos con el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo - PNUD y con la Organización de Estados Iberoamericanos - OEI, con el fin de administrar los recursos asignados por la Red de Solidaridad Social destinados a la compra de equipos y a la contratación de expertos para apoyar a los GAULA. 129 Ahora bien, para el efectivo desarrollo de las políticas reseñadas, el Programa adelantar distintas actividades entre las que se encuentran comprendidas: 1. Centro Nacional de Datos. Su fin es recolectar información que permita determinar cómo se ejecutan los secuestros y, de esta forma, diseñar las estrategias adecuadas para combatir su comisión de una manera eficaz. 2. Asesoría a Familias. Cada GAULA cuenta con un profesional que brinda soporte psicológico a las víctimas, buscando obtener de ellas una colaboración más efectiva dentro de las investigaciones que se realicen. 3. Coordinación nacional. El CONASE se halla investido con la suficiente capacidad hacer para que sus políticas tengan un carácter obligatorio para todos los Organismos Administrativos. 4. Fortalecimiento de la investigación. La intención principal consiste en que las denuncias por los delitos de secuestro ingresen en el reparto ordinario y se distribuyan entre los 23 fiscales designados, uno por cada GAULA. 5. Presentación de proyectos de ley, recomendaciones y asesorías, así como seguimiento del marco normativo existente. 130 6. Buscar la colaboración de la comunidad por medio de campañas de divulgación y ofrecimiento de recompensas a manera de estímulo para quienes presenten información relacionada con el secuestro. Es importante tener en cuenta que a partir una consulta realizada por el Director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República al Consejo de Estado, se desarrollaron y clarificaron ciertas funciones del director del Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal. De dicho concepto, proferido el 13 de agosto de 1998, cuyo Consejero Ponente fue el doctor Luis Camilo Osorio, es interesante resaltar la posibilidad que se les brinda a quienes hacen parte del Programa de llevar a cabo una solución negociada del secuestro. Para ello se hizo necesario establecer una excepción al deber de denuncia impuesto a las autoridades que conozcan la comisión de un delito, ya que de otra forma sería imposible prestar ayuda a las víctimas, en razón a que los funcionarios pertenecientes a esa Institución se verían obligados a denunciar el hecho desde el momento en que tienen noticias de él. Por ello, la oportunidad a cargo del Programa Presidencial para formular la denuncia puede aplazarse por un tiempo prudencial cuando se considere que la 131 vida o en general los intereses de la víctima pueden verse en peligro con ese tipo de actuación. 5.1.1 Grupos de Acción Unificada GAULA Cada GAULA está conformado por diferentes unidades que se encargan de desarrollar las labores de inteligencia, investigación y operativas. Las funciones de estos grupos fueron otorgadas mediante la Resolución 001 de 1997 de la Presidencia de la República. Dentro de estas, se encuentra la de contribuir a la lucha para erradicar las conductas que amenazan la libertad personal. Para ello, realizan las siguientes actividades: (l) Recibir denuncias; (ll) Adelantar las investigaciones de su competencia bajo la dirección del Fiscal Delegado; (lll) Desarrollar labores de inteligencia en busca de identificar a los delincuentes; (lV) Ejecutar los operativos para el rescate de víctimas; (V) Recolectar información relacionada con el desarrollo de los secuestros, con el fin de lograr adelantarse a los acontecimientos; (Vl) Atender a las familias de las víctimas; (Vll) Realizar actividades de educación de la población civil; (Vlll) Despertar la solidaridad ciudadana; (lX) Apoyar las operaciones de incautación de bienes; (X) Las demás asignadas por la ley. 132 Dada la importancia que estos Entes Gubernamentales, han tenido en la lucha frontal que el Estado ha mantenido contra los principales actores del secuestro en nuestro país, se considera relevante mostrar los resultados que han presentado durante los últimos tres años, en desarrollo de sus atribuciones a través de cuadros estadísticos que contienen información sobre los rescates efectuados por estos grupos así como de los dineros que se han dejado de pagar gracias a su accionar. RESCATADOSPORLOSGAULA COMPARATIVO DEENEROASEPTIEMBRE1.996-1.997-1.998 40 250 199 200 31.94 216 208 34.67 33.39 35 30 25 150 20 15 100 10 50 5 1996 1997 RESCATADOS 133 1998 PART% R E S C A T E S DE ENERO A SEPTIEMBRE DE 1998 TOTAL 216 D I N E R O S D E J A D O S D E P A G A R De Enero a Septiembre de 1998 Por secuestro $58.320’000.000.oo Por extorsión $16.200’000.000.oo TOTAL $74.520’000.000.oo R E S C A T E S A C U M U L A D O S DEL 1 DE ENERO DE 1996 AL 30 DE SEPTIEMBRE DE 1998 TOTAL D I N E R O S 700 D E J A D O S D E P A G A R Del 1 de Enero de 1996 al 30 de Septiembre de 1998 TOTAL US$ 179’200.000.oo 134 5.2 PAIS LIBRE El 28 de agosto de 1991 nació la Fundación País Libre, por iniciativa de Francisco Santos luego de haber sido liberado por sus secuestradores del “cartel de Medellín”. Se trata de una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro cuyos fines primordiales son los siguientes: 1. Ofrecer ayuda psicológica y jurídica y orientación en general a las víctimas del secuestro y la extorsión. 2. Compartir con los familiares de las víctimas las experiencias sufridas durante el plagio. 3. Colaborar a los secuestrados en la tarea de reinserción a su vida familiar, social y laboral. 4. Divulgar toda la información que sea posible a través de los diferentes medios de comunicación, con el fin de advertir a la sociedad sobre el carácter atroz de este delito. 5. Firmar convenios con organismos nacionales e internacionales, encaminados a brindar apoyo a los secuestrados. 6. Buscar apoyo de países amigos con experiencia en la lucha contra el secuestro; reunir información y obtener la colaboración de expertos, con el 135 propósito de estructurar propuestas de políticas antisecuestro que puedan servir el Gobierno en la toma de decisiones para combatir este flagelo. 7. Generar y analizar permanente y periódicamente las estadísticas del secuestro en Colombia. 8. Lograr que las autoridades legislativas, ejecutivas y judiciales definan una política antisecuestro, combatan activamente este delito y sancionen oportuna y ejemplarmente a los secuestradores. 9. Compartir con los familiares de las víctimas las experiencias sufridas durante el plagio. 10. Brindar, diariamente, asesoría e información a quienes investigan sobre los temas que allí se manejan y acudir a cualquier centro académico que lo solicite a pronunciar conferencias y presentar videos sobre el problema del secuestro. Uno de los principales logros de esta fundación consistió en su grandiosa colaboración en la consecución de la ley contra el secuestro. Para ello, realizó una vasta campaña en calles y medios de comunicación con el fin de recolectar las firmas suficientes para impulsar un acto legislativo de iniciativa popular que posteriormente daría lugar a la promulgación de la Ley 40 del 19 de enero de 1993. 136 Adicionalmente, ha organizado un sinnúmero de actividades encaminadas a despertar la conciencia ciudadana en contra del secuestro. Sobre esta entidad, procede finalmente anotar que en noviembre de 1997, tuvo lugar la inauguración de su primera sucursal en la ciudad de Medellín, determinación que fue tomada en razón a que el departamento de Antioquia es la zona del mundo donde mas secuestros se cometen. (Fuente Fundación País Libre). 5.3 CRUZ ROJA INTERNACIONAL Este organismo ha celebrado acuerdos con el Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal para que reunido con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), realicen un trabajo conjunto en pos de la humanización del delito del secuestro. El CICR presta su colaboración en todo lo relacionado con la protección y asistencia a las víctimas que sufren las consecuencias directas de un secuestro. En concreto se han planteado los siguientes propósitos humanitarios: 137 - Que los delincuentes notifiquen al CICR la identidad de las personas retenidas. - Ayudar a que el secuestrado pueda comunicarse con sus familiares desde su sitio de reclusión. - Atender a los rehenes con problemas de salud. - Recibir a las víctimas en el momento de su liberación con el fin de garantizar la entrega en mejores condiciones. - En caso de fallecimiento de la víctima, colaborar con la búsqueda del cadáver y la posterior entrega a sus familiares. 5.4 PROCESO PENAL Al inicio de este aparte, resulta oportuno citar las palabras del profesor Bernardo Gaitán Mahecha en las cuales parece resumirse la ideología que debe impulsar a quien desea acometer una investigación dentro del campo victimológico en el proceso penal “En verdad, se busca con las normas de procedimiento la justicia, o sea, la adopción de medidas de garantía social; el proceso tiende a esto, mediante la declaración jurisdiccional. Puede decirse entonces que el contenido del derecho procesal penal es la justicia”53. 53 Esquema del Derecho Procesal Penal Colombiano, Tomo I Parte General, Ed. Temis, Bogotá, 1.958, P. 10. 138 Entrando en materia, en general puede afirmarse que el mayor problema presentado por nuestra legislación consiste en que, prácticamente, cada año está siendo reformada sin tomar en cuenta que las modificaciones en la normatividad deben hacerse para propiciar su adaptación a la cambiante realidad -así lo recomiendan expertos de todas las naciones por intermedio del literal c del numeral cuarto de la Resolución 40/34 emitida por la Asamblea General de las Naciones Unidas- y no a manera de paliativo a los errores cometidos en el pasado, tal como ha sucedido con instituciones como la jurisdicción regional y la extinción de dominio. Esto, ha traído como consecuencia un caos normativo dentro del cual resulta cada vez más difícil determinar cuál es la disposición vigente, creando confusión no sólo entre los particulares sino más grave aún, entre los mismos funcionarios judiciales encargados de adelantar su interpretación y aplicación. Adicionalmente, si lo hasta ahora mencionado representa una grave dificultad no menos molesto resulta lo contrario, es decir, el hecho de que en la legislación nacional se presente un excesivo constitucionalismo de las normas impidiendo su oportuna modificación. 139 En relación con este punto el fallecido Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Hernando Baquero Borda se pronunció al afirmar, “No parece jurídico ni conveniente que el sistema procesal de un país se consagre en su Constitución, como si se tratara de una institución definitivamente elaborada y por tanto inmodificable. La realidad del país enseña precisamente lo contrario; cada tres o cuatro años se ha intentado cambiar el proceso penal”54. Acertada manifestación si se considera la importancia que tiene para un país la facilidad de adecuar ciertas instituciones procesales al crecimiento y evolución de la sociedad, lo cual resulta imposible de hacer en tanto la Constitución las desarrolle en mayor medida, haciendo de su ajuste a la realidad una engorrosa tarea. Sin embargo, se debe tener en cuenta, que existen ciertos que puntos, que por su importancia, necesariamente tienen que ser objeto de tratamiento por la Carta Política de toda nación, con el propósito de mantenerse acorde con la corriente del pensamiento internacional. Dos de ellos son, la adopción de medidas que garanticen “el reconocimiento y el respeto universales y efectivos de los derechos de las víctimas y del abuso de poder,”55 y la determinación de canales de cooperación con otros Estados en la prestación de asistencia judicial y administrativa en temas como la detención y el juzgamiento de delincuentes así 54 55 El Proceso Penal Colombiano, en Estudios de derecho penal, en homenaje al Dr. JORGE E. GUTIERRES ANZOLA, Ed. Pequeño Foro, P. 89. Resolución 40/34 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, numeral 1. 140 como la incautación de sus bienes con el fin de destinarlos al resarcimiento de los daños causados a las víctimas sin importar el lugar de la comisión del delito. Ya en relación con el delito de secuestro, procede manifestar que las principales reformas efectuadas al proceso penal se han basado en políticas de contención cuya principal variable ha sido la represión -léase aumento de penas- razón por la cual nunca se ha podido llegar al fondo de los problemas existentes y, por el contrario, en ocasiones se ha convertido en una fuente adicional de violencia e inconformismo. Al respecto, se debe tener presente, que este tipo de respuesta por parte del Estado, es sólo una parte de lo que la comunidad internacional ha fijado como parámetros para un adecuado tratamiento del problema. Así, encontramos en las disposiciones ya citadas en el capítulo tercero de este estudio, diferentes alternativas para un eficiente manejo de los problemas que pueda presentar cada una de las partes en el desarrollo del proceso, dentro de las cuales se pueden destacar las descritas en el numeral 4 (Resolución 40/34 de la Asamblea General de las Naciones Unidas). 141 Partiendo de las anteriores consideraciones, a continuación se efectuará una revisión del esquema del proceso penal en Colombia, con el fin de determinar sus debilidades específicas frente a los problemas de las víctimas del secuestro. Para este fin, en primer lugar, es preciso señalar que nos encontramos frente a un proceso mixto dividido en dos grandes etapas: la primera dirigida y desarrollada por la Fiscalía General de la Nación, en la cual predomina el sistema inquisitivo y, la segunda, ejecutada por el juez con predominio del sistema acusatorio. 5.4.1 La Investigación Con lo ocurrido en esta etapa se da comienzo a la acción penal, por regla general de oficio, por denuncia presentada por cualquier habitante de nuestro país mayor de 18 años, o por aviso de un servidor público que conozca de la comisión del hecho punible y excepcionalmente, por querella o petición de parte para algunos delitos (Código de Procedimiento Penal artículo 33). La labor investigativa se realiza generalmente en dos momentos, la investigación previa y la instrucción. 142 5.4.1.1 Investigación Previa Definida por el doctor Julio Andrés Sampedro como “la actividad investigativa realizada por la policía judicial bajo la dirección del Fiscal, las unidades de la Fiscalía y el Ministerio Público que le permite al funcionario competente, con fundamento en ella, decidir si hay o no mérito para abrir la instrucción y ejercer la 56 acción penal” . Esta etapa también es conocida como indagación preliminar y dentro de nuestro esquema procesal no se considera obligatoria, ya que sólo debe adelantarse en los casos en los cuales existen dudas sobre la iniciación del proceso, bien sea por no tener certeza sobre la identidad del delincuente o la ocurrencia del hecho punible. En la jurisdicción ordinaria, esta etapa tiene una duración máxima de dos (2) meses, si existe imputado conocido; en caso contrario, no existe límite de tiempo. En la jurisdicción regional, el término es de cuatro (4) meses. Luego de transcurrido este tiempo, el funcionario competente tiene dos posibilidades: dictar resolución inhibitoria o proferir resolución de apertura de la instrucción. En el 56 El Estado Social de Derecho y la Estructura del Proceso Penal de Primera Instancia en Colombia. Revista UNIVERSITAS No. 86. P. 81-83. 143 primer caso, se termina la actuación del Estado. En el segundo, se continúa con la etapa de instrucción. Es de resaltar que en los casos en los cuales se lleve a cabo, la investigación previa, se convierte en la columna vertebral del proceso, debiendo ser practicada por personal altamente capacitado y con la técnica requerida so pena de perder un alto porcentaje de efectividad en el futuro enjuiciamiento de los imputados. Lo anterior es especialmente aplicable respecto de la recolección, tratamiento y aporte de pruebas al proceso, en relación con lo cual es importante hacer notar la existencia de problemas de diversa índole, tales como los que a continuación se presentan junto con otros inconvenientes que se verifican durante el desarrollo de la fase investigativa. 1. Falta unificación en los criterios para la selección de las pruebas. Esto trae como consecuencia que se genere gran confusión entre quienes recolectan el material probatorio, ya que depende de la opinión del fiscal de turno la mayor o menor importancia que se le otorgue a los elementos recolectados, razón por la cual sería de gran utilidad desarrollar criterios uniformes en cuanto a la determinación de la importancia de las pruebas, de esta forma, no habría un 144 desgaste innecesario decidiendo cual será efectivamente tomada en cuenta por quien tiene el deber de valorarlas. Esto se ve acentuado con la diversidad de organismos que se encargan de desarrollar estas funciones (GAULA, SIJIN, DAS y CTI) sin que exista coherencia en las políticas adelantadas por ellos sobre la materia. 2. Deficiente planeación en el momento de adelantar la recolección de los elementos que deben ser aportados a la investigación al no encontrarse claramente definidas las funciones de cada uno de los miembros del grupo en relación con esta materia presentándose la alteración, destrucción o pérdida del material probatorio. A esto se deben adicionar, las deficiencias existentes en el nivel técnico-científico en tareas como el recocimiento en filas y las falencias presentadas en la corroboración, comparación y clasificación de las conversaciones que son gravadas a través de la intervención de líneas telefónicas. 3. Errores en el manejo de las pruebas que deben ser allegadas al proceso, producidos por insuficiencia en los medios de transporte y las difíciles condiciones en las que el mismo debe adelantarse. 145 4. Los elementos técnicos con que cuentan las unidades investigativas no son los más apropiados para la realización de su labor y en muchos casos son obsoletos en comparación con las innovaciones tecnológicas en la materia debido al bajo presupuesto con que se cuenta para ese rubro. Adicionalmente, en un estudio realizado por un grupo de investigadores del 57 Ministerio de Justicia se encontró que los funcionarios encargados de realizar la investigación previa, omiten en sus interrogatorios, la utilización de ayudas técnicas apropiadas, además de una notoria falta de síntesis gramatical. Aunado a lo anterior, se observó que los pocos elementos técnicos existentes son, en no pocas ocasiones, subutilizados, como es el caso de perros entrenados, guías de la región donde se realiza la búsqueda y los archivos fotográficos con que se cuenta en las instalaciones de los Entes Gubernamentales. 5. En relación directa con la víctima, se observa un rompimiento con la idea de igualdad en el tratamiento de los casos, que se considera debe ser la premisa que guíe la actuación tanto de los funcionarios encargados de realizar la investigación como de las mismas directivas de los órganos que tienen esta misión. 57 El Sistema Judicial y el Delito de Secuestro. Fundación “País Libre” - Ministerio de Justicia y del Derecho. Investigadores Gustavo Morales Marín y Alfonso Ortiz Rodríguez. 146 Con la anterior afirmación, se busca hacer caer en cuenta que no es admisible que suceda lo que hasta el momento ha venido aconteciendo en nuestro país, esto es, que entre más alta es la posición social de la persona objeto del plagio, mayor es el interés y la perseverancia de las autoridades en su búsqueda y en el esclarecimiento de los hechos, creando una justicia discriminatoria que la hace alejarse de los principios éticos que deben prevalecer en su actividad. Lo dicho, se hace fácilmente corroborable en casos de allegados a personas con alguna vinculación a la vida política nacional, en los cuales se ha llegado al punto de realizar concesiones a los captores por parte de Estado y sus Estamentos comprometiendo la credibilidad en el accionar gubernamental. Por otra parte, procedente anotar que es en este primer momento en el cual, tratándose del secuestro, los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal “GAULA” colaboran con la Fiscalía en cumplimiento de sus funciones, entre las cuales se encuentran, la de recibir denuncias, adelantar investigaciones bajo la dirección de la Fiscalía, desarrollar labores de inteligencia encaminados a la identificación de los responsables del delito, realizar operativos con el fin de rescatar secuestrados y capturar a sus retenedores. 147 Por último, es necesario manifestar que en el ámbito internacional, se ha recomendado, con muy buen tino, la suspención de las diligencias de averiguación en relación con el delito y su autor hasta brindar el auxilio adecuado a las personas agraviadas, hecho que se considera de gran importancia para dar desde un principio algo de confianza y tranquilidad a las víctimas lo que puede redundar en una eficaz colaboración de su parte. 5.4.1.2 Instrucción A partir de este momento se inicia propiamente el Proceso Penal. Se conoce con el nombre de sumario, y generalmente se realiza por el mismo funcionario que dirigió la investigación previa, siempre y cuando sea competente. Durante esta etapa, deben esclarecerse todos los elementos favorables o desfavorables que rodean los intereses de cada uno de los sujetos procesales teniendo como objeto el alcanzar alguna certeza sobre los hechos materia de la investigación. Tanto para la justicia ordinaria como para la justicia regional, el plazo máximo de duración es de dieciocho (18) meses desde su iniciación y, en caso de que el número de investigados sea superior a tres (3), este plazo puede extenderse hasta los treinta (30) meses. 148 La primera actuación dentro de esta fase del proceso es la vinculación del imputado por medio de la indagatoria o de la declaración de persona ausente según sea el caso. Posteriormente el fiscal puede optar por la imposición de medidas de aseguramiento o de seguridad para sujetos imputables e inimputables respectivamente, siempre y cuando se den los presupuestos exigidos por la ley. Una vez se ha resuelto la situación jurídica del sindicado y transcurrido el término antes mencionado, el Fiscal entra a calificar la instrucción, dando traslado del expediente a las partes ocho (8) días antes, para que efectúen las consideraciones que consideren pertinentes en cuanto a las pretensiones. En este momento, se presentan nuevamente dos opciones, dictar una resolución de preclusión de la instrucción, caso en el cual se terminará el proceso, o proferir la resolución de acusación. Durante esta etapa, además de los problemas señalados en la realización de la investigación previa que también pueden tener ocurrencia durante el desarrollo de esta fase procesal, se han hallado otros que igualmente afectan el resultado de la investigación. 149 1. En cuanto al manejo de los sumarios en la Fiscalía, se estableció, por el estudio antes citado58, que los expedientes originales, así como sus duplicados, se encuentran incompletos, sus hojas rasgadas y los folios que los conforman en desorden. Adicionalmente, no existe clasificación de los documentos que los conforman de acuerdo al delito que se investiga, ni al estado en el cual se encuentra el proceso o la diligencia que se espera realizar debido, entre otras cosas, al cambio en su número de radicación sin la adecuada disposición al no existir un libro en el cual se lleve un consecutivo de los procesos y a la falta de coordinación en las secretarías de cada regional. 2. Una de las pocas fuentes adicionales a las pruebas recogidas con la que puede contar el Fiscal al momento de tomar una decisión en favor o en contra del sindicado, es el documento conocido como Informe de la Policía Judicial, mediante el cual, los investigadores encargados del caso en cuestión deben mostrar clara y escuetamente los hechos sucedidos al funcionario sustanciador. Es precisamente en los puntos mencionados (claridad y brevedad), en donde se evidencia de nuevo la poca preparación que han tenido los agentes, trayendo 58 Ibidem. 54. 150 como resultado, la presentación de unos extensos informes, que adicionalmente se encuentran cargados de apreciaciones personales mezclando con ello, elementos subjetivos a lo realmente sucedido. Esto hace que la realidad sobre la cual se debe resolver, se vea distorsionada y no pocas veces, absoluta y drásticamente modificada en muchos de sus puntos más importantes, conduciendo a la toma de decisiones equivocadas. 3. A pesar que desde este punto del proceso, existe la posibilidad para víctima de constituirse en Parte Civil, raras veces se hace y cuando esto ocurre, muy poco aporta al desarrollo del proceso, limitando su papel a la solicitud de testimonios sin que pueda adelantar una labor investigativa, perdiéndose para el sujeto pasivo del hecho punible, una importante oportunidad de coadyuvar a los entes que deben esclarecer la ocurrencia del hecho y sus actores. 4. Beneficios creados por la ley, como la sentencia anticipada y la audiencia especial, a los que tan afectos son la mayoría de los sindicados, debido a la facilidad de su obtención, desestimulan la pesquisa en razón de que los esfuerzos que se puedan realizar en la búsqueda de la verdad procesal, resultan poco fructíferos al otorgarse al delincuente como recompensa a su acción una condena irrisoria. 151 5. Al momento de proferir la Resolución de preclusión o de acusación, se encuentra de nuevo la falta o errónea apreciación de las pruebas, aceptándose como probados hechos que no lo están, o, en caso contrario, omitiendo la existencia de otros. 5.4.2 El Juicio Una vez se encuentra ejecutoriada la resolución de acusación, el Juez interviene en el proceso y el Fiscal se convierte en un sujeto procesal más. De esta forma, el expediente debe ser remitido al funcionario competente quien, al recibirlo, lo pone a disposición de las partes por treinta (30) días hábiles, con el fin de que se preparen para la audiencia pública, se soliciten las nulidades que se pudieron generar durante la instrucción y se decreten las pruebas que éste considere deben realizarse durante la citada audiencia, en la cual intervienen todos los sujetos procesales. Finalizada esta etapa, el expediente ingresa de nuevo al despacho, de tal manera que el juzgador tiene la oportunidad de realizar un acercamiento y valoración final de todo el material probatorio allegado durante las diferentes instancias del proceso. 152 Por último, el juez debe dictar sentencia dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la celebración de la audiencia, estableciendo la responsabilidad penal que le corresponde al sindicado por la comisión del hecho punible o absolviéndolo de la pena en caso de no haberse podido demostrar su culpabilidad. Sobre este punto -la pena a la que se ve avocado el agresor- es importante anotar que dentro de su política de lucha contra el secuestro, el Estado se ha limitado al aumento de las penas, medida que ha sido acogida como la principal arma de prevención, persuación y represión a los delincuentes. Esto explica la razón por la cual, en su gran mayoría las acciones adoptadas por los Entes Gubernamentales para combatir el secuestro hayan tenido como base el incremento en las penas privativas de la libertad tal como lo muestra el doctor Guillermo Pérez Flórez en su ponencia “Apuntes Para una Estrategia de Comunicaciones Para la Defensa de la Libertad Personal”, presentada ante los asistentes al Seminario Nacional, “Los Medios de Comunicación Frente a la Libertad Personal”organizado por el Programa Presidencial Para la Defensa de la Libertad Personal realizado en junio de 1998, sobre la cual se considera importante transcribir el siguiente aparte en razón de la profundidad de su contenido: “Es importante señalar que para 1980 la sanción que el Código Penal 153 establecía para el secuestro era de 6 a 15 años de prisión, y que en la misma fecha Colombia registró 44 secuestros. “En 1988, el decreto 180, por medio del cual se expidió el Estatuto para la Defensa de la Democracia, decretó una pena de 15 a 25 años de prisión, y para esa fecha se reportaron 800 secuestros. En 1993, la ley 40 modificó estas medidas y definió una pena de 25 a 40 años para los responsables de secuestro extorsivo, con la posibilidad de que cuando concurra una de las causales de agravación la pena pueda ser elevada hasta 60 años de prisión, producto quizá de que en 1991 el país alcanzó el pico más alto de secuestros de toda la historia, 1.717, y de que el cartel de Medellín secuestró a una docena de personajes públicos, entre ellos Andrés Pastrana, Francisco Santos, Maruja Pachón, Marina Montoya y Diana Turbay, entre otros. “Lo anterior muestra que el Estado ha tenido una concepción esencialmente represiva del problema y que se ha negado a estructurar una verdadera política criminal en materia de protección de la libertad personal, o así era por lo menos hasta 1995 y 1996, año en que nació el Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal”. 154 Lo anterior parece comprobar la poca importancia que se ha dado, no solo de parte del Gobierno, sino también de otros los estamentos de la sociedad a la búsqueda de soluciones concretas a los diversos problemas que plantea este delito creyendo que la pena con sus posibles efectos disuasivos es la única herramienta eficaz para su prevención. A esto se suma el hecho de que ninguna medida, por eficaz que parezca ser en teoría, puede rendir frutos si en el momento de ser llevada a la práctica no se cuenta con los elementos apropiados para su adecuada aplicación por parte quienes tienen el deber de hacerlo, tal como lo demuestran los altos índices de impunidad derivados a partir de la crisis que vive la administración de justicia en Colombia. Otros problemas encontrados durante el desarrollo de esta etapa procesal son: 1. Al igual que en las anteriores instancias del proceso, se observa una mala apreciación del material probatorio allegado, de tal manera que se obvian valiosos elementos aportados mientras se sobrestiman algunos secundarios que conducen al juez la formación de juicios equivocados que pueden reflejarse en la sentencia. 155 Adicionalmente, de acuerdo al estudio efectuado por los investigadores del Ministerio de Justicia antes citado, se encontró, después de revisar un número considerable de sentencias, que los jueces regionales al adelantar la valoración de las pruebas, lo hacen de manera esterotipada y antitécnica, apartándose del espíritu crítico con el que la legislación ha indicado, debe adelantarse esta labor. 2. De nuevo en este punto, la figura de la sentencia anticipada muestra su gran capacidad de llevar al traste los esfuerzos realizados por quienes han sido encargados de la labor investigativa en razón a que, luego de haberse aceptado la participación en una serie de cargos menores por parte del sindicado, el juez sólo puede tener como base para la imposición de la condena, aquellos hechos en los cuales el imputado haya admitido su culpa resultando de esto la fijación de castigos irrisorios. Ahora bien, con el anterior esquema se ha querido enseñar a grandes rasgos, el desarrollo del proceso penal en Colombia respecto del cual las instancias internacionales han elaborado una serie de orientaciones con la intención de que sean implementadas en las legislaciones de cada uno de los países, buscando optimizar los resultados de la actuación estatal con el fin de disminuir los daños que con la misma se puedan ocasionar a las víctimas del hecho punible. 156 Entre las diversas reglamentaciones existentes cabe mencionar las establecidas en la Recomendación No. R(85) 11 elaborada por el Comité de Ministros Europeos dirigida a los Estados Miembros que trata sobre la posición de la víctima en el campo del Derecho Penal y Procesal Penal estableciendo en sus principales apartes como una de las funciones fundamentales de esta rama de la justicia, el atender las necesidades y salvaguardar los intereses de la víctima, así como aumentar su confianza en la autoridad y fomentar su colaboración, para lo cual se considera necesario darle mayor relevancia a los daños físicos, psicológicos, materiales y sociales que puedan afectarla durante la realización del juicio. De esta forma, aconseja a sus asociados en relación con diferentes aspectos, sobre quienes intervienen en el proceso y la manera como deben desempeñarse: a. Policía. Debe recibir un completo entrenamiento en torno al tratamiento ofrecido a las víctimas de manera que su encuentro con ellas sea constructivo, tranquilizador e informativo. Así mismo, los testimonios que presentan los funcionarios pertenecientes a esta institución deben brindar la más clara y completa información posible respecto de los daños sufridos por los sujetos pasivos del hecho punible. 157 b. Interrogatorio. Debe prevalecer la situación personal de la víctima, de igual forma sus derechos y su dignidad deben permanecer intactos al finalizar su intervención. Cuando debido a las secuelas fruto del delito, sea posible y apropiado se hace necesario adelantar las diligencias de esta etapa en presencia de personas calificadas para atender a la víctima-testigo. c. Procedimientos en el juicio. La víctima tiene que ser informada de las decisiones que se adopten y de las posibilidades de obtener la restitución y la compensación dentro del proceso penal, así como de obtener asistencia legal. Respecto al papel del juez, procede advertir que es a él a quien se debe brindar toda la información útil acerca de las lesiones y demás perjuicios causados al sujeto pasivo del hecho delictivo, esto con el fin de que cuando llegue el momento de la imposición de la pena tome en cuenta la necesidad de reparación de los daños y así mismo, pueda tasar el monto de la reparación monetaria, si hay lugar -Respecto de esto último, debe considerarse la bondad de tener tasas máximas y mínimas-. 158 d. Protección de la víctima. Durante todo el proceso y aún durante la investigación previa se hace necesario restringir toda información que atente contra la vida privada y la integridad de la víctima, es más si resulta imperioso, se deben dirigir los recursos del estado a procurar a la víctima y su familia una adecuada protección contra las amenazas y el riesgo de una venganza de sus victimarios. 159 6. NUESTRA PROPUESTA Una vez analizadas las diferentes etapas de la victimización en el secuestro así como los efectos negativos que cada una de ellas genera en las personas que sufren las consecuencias nocivas de este delito, en especial, las originadas en la ineficiente intervención del Estado tanto en la prevención como en la reparación de los daños causados por él, nos vemos en la tarea de tratar de desarrollar una propuesta que tenga como fin mejorar la situación de aquél que ha sido objeto de tan oprobiosa situación. De esta forma, se ha creído que la mejor manera de presentar una breve pero seria reseña de aquellos instrumentos que podrían redundar en beneficio de las víctimas del secuestro, es basándose, en aquello que los estudiosos de la materia han propuesto a través de sus escritos y conferencias. Esto lo hacemos por considerar que en un tema tan delicado como el que se trata en este momento, no 160 se puede experimentar sin antes haber hecho un profundo estudio sociológico, psicológico y legal del mismo, que no podríamos abordar de la manera adecuada debido a su extensión. Por este motivo es que a lo largo de estas páginas, el lector encontrará, como de hecho lo ha venido haciendo, múltiples referencias a los argumentos esgrimidos por expertos de diferentes ramas quienes llevan años dedicados al estudio de la problemática del secuestrado y su familia Hecha la anterior advertencia, se procede a revisar al tema en cuestión. 6.1 ASISTENCIA A LAS VICTIMAS Una vez se presenta el secuestro, y las autoridades entran en contacto con los familiares de la víctima, es el momento de iniciar un programa de asistencia inmediata que se hará extensible a quien se haya encontrado privado de su libertad, desde el instante en que ocurra su liberación. Este proyecto asistencial será desarrollado a través de funcionarios especialmente preparados que ayuden, a quienes se encuentran en tan extrema situación, a liberar su tensión, al mismo tiempo en que formulan la denuncia respectiva. 161 De igual forma, el Estado debe procurar la asistencia médica, económica y psicológica respectivas, que permitan desde el inicio de la labor investigativa, una permanente interrelación con la víctima basada en la confianza que en ella surja, a través de los diálogos sostenidos con los expertos, en la actuación del aparato estatal. Lo antes dicho redundará en una adecuada colaboración que agilizará todo procedimiento en el que la víctima deba intervenir dando su testimonio, o de la manera requerida en cada caso particular, evitando que se sienta auscultada por individuos que podrían constituir una amenaza en potencia para su intimidad. Pero este programa no puede terminar en este punto; por el contrario, debe continuar aún después de finalizado el juicio, con oficinas en las que existan personas capaces, no sólo de guiar a la víctima sino de informarla sobre a las actuaciones que adelanta el Estado en torno a su caso, tal como se propondrá más adelante al hablar del proceso. Por último, estas oficinas también velarán por la readaptación de la víctima a la vida en comunidad, principalmente ayudándole a reintegrarse a su círculo familiar, el cual se vio afectado por el secuestro en la manera antes descrita. 162 6.2. EL PROCESO No obstante creer que la actuación del Estado no debe terminar con la imposición de la pena al delincuente, es una realidad innegable que en nuestro medio esto no ha sido posible por diferentes causas que han impedido crear “(...) una política de prevención dirigida a remover los factores económico-financieros y sociales de vulnerabilidad ambiental respecto a la agresión de las organizaciones criminales (...)”59. Es por esto, que al no existir, en las actuales circunstancias, otro medio diferente al proceso para llevar a cabo la lucha contra la delincuencia, éste debe convertirse en un arma eficiente para asegurar la comprobación de los hechos y de una eventual responsabilidad, de manera que ayude, a quienes en algún momento han sufrido las nocivas consecuencias de la criminalidad, a pensar que tienen una salida a su problema por las vías legales. En este punto, se presentarán diferentes sugerencias que, durante el transcurso del proceso, sirvan a este propósito. 59 ROBERTI, Franco. La negación de la libertad personal y colectiva como consecuencia de las mafias. Ponencia recopilada en las memorias del seminario internacional, la libertad personal y colectiva en Colombia. Pág. 140. Bogotá, 1998. 163 a. Recolección y Manejo de Pruebas. Tal como se advirtió en el aparte pertinente, es necesario que los funcionarios encargados de la recolección y el manejo de las pruebas en el lugar de la comisión del hecho, así como una vez abierto el proceso penal, sean personas que cuenten con una idónea preparación técnica y conocimientos en derecho probatorio, con el fin de que sepan cuáles de los elementos por ellos analizados pueden llegar a convertirse en pruebas fundamentales para la toma de una decisión por parte del Fiscal o el Juez. Adicionalmente, esto mismos funcionarios deben recibir una adecuada capacitación en la recolección del material probatorio, el cual muchas veces se torna inservible por su inadecuada manipulación. Pero esto no es suficiente. Es esencial realizar acciones a gran escala que busquen la unificación de los criterios de valoración e interpretación de las pruebas por quienes tienen encomendada esa misión, de tal forma que su recopilación se lleve a cabo en una forma homogénea al conocer de antemano la importancia de cada una de ellas dentro del proceso. 164 b. Actuación de la Víctima. - Testimonio. Siempre que se trate con la persona que ha tenido que vivir el martirio de ser secuestrada, así como con sus allegados es necesario tener muy presente la situación psicológica por la que están atravesando para de esta manera, desarrollar la entrevista de acuerdo a sus necesidades evitando reabrir heridas en forma innecesaria. Para esto es indispensable que quien reciba la declaración, se tome un tiempo para establecer un nexo con el entrevistado, mostrándole el objeto de la misma y haciendo énfasis en su importancia para la investigación. De igual manera, debe tenerse en cuenta el estado de fragilidad y vulnerabilidad en que se encuentra la persona, para hacer las preguntas en la forma y en el momento precisos, sin que el entrevistado se sienta presionado a revivir el trauma de una manera abrupta, conllevando a que obvie circunstancias que pueden ser vitales para la investigación. 165 Así mismo, desde un principio se deben fijar las reglas que rijan el desarrollo de la entrevista, las cuales deben ser aprobadas por la víctima. Es importante que por ningún motivo se haga sentir a la víctima responsable por lo acontecido y que se le permita hacer las pausas que considere necesarias. También es recomendable que durante la recepción del testimonio, se encuentre presente alguien que brinde el apoyo psicológico a quien lo esta rindiendo. - Participación Activa. Sin pretender llegar a la posición asumida por Beristaín, consistente en permitir a la víctima su intervención a lo largo de la totalidad del proceso penal, incluso en la formulación de la pena, sí consideramos importante que al ofendido por el hecho punible se le mantenga constantemente informado de los adelantos en su causa, con el objeto de brindarle alguna seguridad respecto a la actuación del Estado. Es así como se propone, la creación de asociaciones de víctimas con capacidad de intervención en el proceso desde el momento en que se inician las investigaciones, las cuales tendrán como fin primordial, la defensa de los derechos de los ofendidos por el delito, constituyéndose en el órgano al cual 166 puedan acudir en busca de ayuda cuando consideren que sus intereses se han visto vulnerados de una u otra forma y donde, a la vez, encuentren personas de las que puedan obtener adecuada información sobre las diferentes etapas procesales. Lo anterior se basa en los excelentes resultados obtenidos en México por las recientemente creadas Comisiones de Derechos Humanos, las cuales tienen como propósito fundamental “(...) consignar a la autoridad judicial a aquellos funcionarios de la procuraduría: fiscales, agentes de la policía judicial, que han cometido faltas, eventualmente delitos que violan las garantía individuales (...)”60. Sin embargo, a diferencia de estas comisiones que actúan simultáneamente en defensa de los intereses tanto de la víctima como del sindicado, en nuestra propuesta, las asociaciones se concentrarán en el ofendido quien de acuerdo a lo visto, debe considerase la parte más débil e importante dentro del proceso. 60 GONZALEZ CASANOVA, Joaquín. Libertad personal, derechos humanos y procuración de justicia penal. Ponencia recopilada en las memorias del seminario internacional, la libertad personal y colectiva en Colombia. Pág 111. Bogotá, 1998. 167 6.3 SISTEMA PENITENCIARIO Consideramos, de acuerdo con lo que en la práctica se observa, con miras a la adecuada protección de la víctima quien ha confiado en una recta administración de justicia, que es indispensable impedir que los sujetos más peligrosos continúen, desde la cárcel, dirigiendo y gestionado sus actividades ilícitas a través de contactos con el ambiente criminal externo. Para lograr este objetivo, es necesario implantar en nuestro régimen carcelario, una nueva categoría de internos que podrían llamarse “especiales”, integrada por todos aquellos que, por su gran poder dentro del mundo del hampa, puedan continuar amedrentando a sus víctimas desde los centros de reclusión. El régimen a imponerles consistiría en la eliminación de algunos de los beneficios penitenciarios como el contacto con otros reclusos y la reducción del tiempo dado a las visitas, tal como se ha intentado hacer con los cabecillas de las organizaciones de narcotraficantes. Así mismo, se debe procurar su aislamiento con el exterior de la prisión, recortando los medios de comunicación a su disposición y prohibiendo su participación en actividades “sociales”al interior del penal. 168 La severidad de estas medidas podrá estudiarse de acuerdo a las muestras de readaptación y colaboración a la justicia que demuestre el recluso. 6.4 IDENTIFICACION DE CADAVERES Como ya se estableció anteriormente, el reconocimiento de los cuerpos sin vida encontrados, no se adelanta de la manera más adecuada. Por ello, es necesario imponer algún procedimiento que obligue a los funcionarios judiciales a elaborar fichas pre-mortem y post-mortem, según se recomienda en el Manual Sobre La Prevención e Investigación Eficaces de Ejecuciones Extrajudiciales de las Naciones Unidas. Esto permitirá que los rasgos, características y señas particulares del occiso conduzcan a su identificación, la cual, muchas veces se dificulta a raíz de las medidas tomadas por los homicidas, quienes buscan entorpecer las labores investigativas mutilando o deformando el cadáver. Ahora bien, la adecuada adopción de un sistema como el referenciado no es tan fundamental como la preparación que se debe dar a quienes por su labor deben manipular los cuerpos, en lo cual es necesario hacer énfasis. 169 CONCLUSIONES Como una lógica consecuencia de todo lo anteriormente dicho y en especial de la confrontación que hemos intentado realizar entre el ser y el deber ser en nuestro medio, de la “nueva ciencia” conocida como Victimología y la factibilidad de su aplicación, debemos llegar a lo que en nuestro sentir resultan ser los puntos sobre los cuales debe iniciarse una profunda discusión con miras a mejorar la situación de aquellos que han sido ofendidos y dañados por el secuestro. 1. Se perciben contradicciones en torno a la valoración de la prueba -y por ende, en su importancia en el resultado final del proceso- entre aquellos que han sido encargados de la recolección del material probatorio y quienes tienen la misión de estudiarlo, lo que ha llevado a que una vez éste se incorpora al proceso, no sea tenido en cuenta de forma adecuada en el momento de determinar algún tipo de responsabilidad por parte del sindicado. 170 2. No obstante los múltiples estudios que se han realizado sobre la Victimología, aún son muchos los aspectos inexplorados de esta ciencia que deben ser tomados en cuenta para futuras investigaciones, entre los cuales se encuentran, el escaso conocimiento que se tiene acerca el porcentaje de víctimas que sufren perturbaciones emotivas, así como de los factores que hacen que la victimización sea más traumática en unas personas que en otras y la manera de enfrentarlos. Sin ir más lejos, es de lamentar la pobreza doctrinal existente en nuestro país con relación al tema, lo que hace urgente la toma de conciencia por parte de los académicos, de la importancia que el mismo reviste en una sociedad que se ha reconocido a nivel internacional, por sus niveles de violencia y en especial por el alto índice de violaciones a la libertad del individuo. 3. Se encuentran múltiples fallas en el aparato estatal y en su actuación a todo nivel, evidenciadas en parte por la falta de recursos humanos y técnicos que ayuden a la víctima a superar los traumas surgidos en ella como consecuencia del hecho dañino. En particular hemos hallado profundos errores en la manera como es conducida la víctima a lo largo del proceso, respecto del cual se ve abocada a una total desinformación en torno a lo que va aconteciendo al interior del mismo que redunda en desconfianza hacia la actuación del Estado que la conduce a prolongar su agonía. 171 De esta forma el Estado se convierte en una nueva fuente de agresión al sujeto produciéndole importantes daños psicológicos, que se ven agravados por deficiencias en nuestro sistema penitenciario antes analizadas. 4. Contrariamente a lo hasta ahora hecho, se debe buscar la expedición de una normatividad integral capaz de abarcar la totalidad del problema del secuestro, es decir, que envuelva en su texto no sólo la parte represiva del delito sino también su prevención y la forma eficaz de brindar ayuda a las víctimas de este hecho punible. Este cuerpo legal, deberá cumplir como mínimo con dos requisitos básicos, el primero, que se elabore de tal manera que sea duradero en el tiempo con el fin de crear en sus destinatarios la idea de seguridad que da el saber cuáles son los parámetros dentro de los cuales se desarrolla la acción del Estado, y el segundo, que sea acorde al Derecho Internacional Humanitario. 172 BIBLIOGRAFIA ALESANDRI RODRIGUEZ, Arturo. De La Responsabilidad Extracontractual En el Derecho Civil, Imprenta Universal, Santiago, 1981. ALTERINI, Atilio Anibal. Responsabilidad Civil, Primera Edición, Biblioteca Jurídica DIKE, Medellín, 1995. BERISTAIN, Antonio. Nueva Criminología desde el Derecho Penal y la Victimología, Tirant lo Blanch, Valencia, 1994. BERISTAIN, Antonio. Un Derecho de la Víctima: Proceso en ConvictionSentencing. Antonio Beristaín. Revista UNIVERSITAS No. 85, Págs. 307-318, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas, Santafé de Bogotá, 1993. 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