“El impacto de la minería en el centro y en la periferia. Las tantas similitudes y las pocas diferencias. Estudio del impacto de la minería en la red de ciudades de Canadá” Patricio Narodowski (Departamento de Geografía -FaHCE-UNLP) [email protected] Horacio Pozzo (FCE_UNLP) [email protected] Resumen El documento se propone estudiar el impacto de la minería canadiense en la economía nacional y en las áreas de densidad media y medio-baja, específicamente, en el área norte de los grandes lagos, donde se ubican los yacimientos. Se analizan los beneficios en términos de desarrollo económico y los problemas ambientales generados Se utiliza un enfoque que diferencia la actividad minera, en las economías avanzadas y en aquellas subdesarrolladas y, en ambas realidades, se consideran diferencias regionales, mediante el enfoque de la nueva geografía regional El trabajo representa un aporte en la medida de que muestra cómo en los países desarrollados se estimula la minería y ésta se desarrolla en áreas de baja densidad, que los proyectos generan pasivos ambientales enormes y la comunidad viene denunciando problemas de contaminación graves en agua, aire y tierra. Que existen penalidades y la institucionalidad permite un mayor control que el de los países subdesarrollados, pero los mecanismos siguen siendo limitados y los problemas grandes. Finalmente se muestra que la minería genera un fuerte desarrollo de los eslabones industriales proveedores, pero que el impacto en el desarrollo industrial y tecnológico no se produce en las zonas mineras sino en las áreas industriales y financieras tradicionales. Para demostrar estas hipótesis se trabaja a nivel nacional y en el segundo capítulo, se pasa a la minería en Ontario: se analiza normativa, infraestructura, “derrame ambiental” y “derrame tecnológico”, así como las diferentes formas de protesta. También se analiza el área de Toronto y del sur, donde ya casi no hay explotación de minas, pero si las principales empresas proveedoras Palabras claves: Minería, Canadá, Medioambiente. 1. Introducción El presente trabajo intenta mostrar el impacto de la minería canadiense en dos escalas, por un lado, dentro de la economía nacional y por otro lado, en las áreas de densidad media y mediobaja, específicamente, en el área norte de los grandes lagos. En lo que se refiere al impacto en el nivel nacional, se asume que hay diferencias en la actividad minera, en las economías avanzadas y en aquellas subdesarrolladas. En estas últimas, como se vio en Narodowski y Garnero (2008), la minería es estimulada con promociones, se ubica en regiones de baja densidad y genera grandes problemas ambientales así como mínimas penalidades para las empresas que las provocan; al mismo tiempo, las economías de esos países no pueden aprovechar sino escasamente, los encadenamientos hacia atrás y hacia delante que la actividad permite. En los países desarrollados también se estimula la minería y también ésta se desarrolla en áreas de baja densidad, del mismo modo, en los países desarrollados existen pasivos ambientales enormes y la comunidad viene denunciando problemas de contaminación graves en agua, aire y tierra. La diferencia radica en el sistema de penalidades existentes y la institucionalidad que existe para realizar el control, de todos modos, los mecanismos siguen siendo limitados y los problemas grandes. Donde sí los países desarrollados marcan una distancia importante es en el impulso que la minería genera en el desarrollo de los eslabones industriales proveedores y que se crean hacia delante, en el sector financiero y en la capacidad de internacionalización de las empresas tanto mineras como de aquellas que les proveen bienes y servicios. Sin embargo, el impacto en el desarrollo industrial y tecnológico no se produce en las zonas mineras sino en las áreas industriales y financieras tradicionales. Para demostrar estas hipótesis en el primer capítulo se trabaja a nivel nacional, mostrando cómo se dio el desarrollo minero en Canadá, también se muestra cómo juegan los incentivos existentes y todo el marco de normas e infraestructura que explica el potente -y peligrosoavance de la minería, los problemas y el positivo impacto en los otros eslabones. A fin de analizar el impacto específico en las zonas mineras se estudió el área norte de los grandes lagos, mediante el enfoque de la nueva geografía regional; se asume que el desarrollo depende de la mayor complejidad productiva de las ciudades, del aumento endógeno de la producción de conocimiento, de su capacidad financiera, etc, para ello las funciones urbanas se redefinen para complejizarse. Para realizar este enfoque se estudia en el segundo capítulo el impacto de la minería en Ontario: normativa, infraestructura, “derrame ambiental” y “derrame tecnológico”, allí lo que se ve es cómo cambian las realidades en cuanto a impactos positivos y negativos, según el grado de desarrollo. 2.-La minería en Canadá 2.1. Las etapas del desarrollo de la minería canadiense. La minería en Canadá tiene sus inicios en el 1600 y comienza a tener un desarrollo importante a partir del siglo XIX, transformándose posteriormente en una de las principales actividades del país (Budgell, 2009). En 1823, años antes de la fiebre del oro, se produce el descubrimiento de oro en Québec, las primeras explotaciones individuales datan de finales de 1850 y principios de 1860 (con la fiebre del oro en Columbia Británica) las grandes empresas mineras irrumpen en la década de 1880. En Sudbury por caso, aparece la primera gran empresa en 1886: la Canadian Copper Company, operando la mina de Copper Cliff. Barnes (2008) describe el mayor dinamismo observado en la minería canadiense a partir de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial aparecen los metales estratégicos (fundamentalmente uranio). Adicionalmente, desde dicho momento y por alrededor de 30 años, el gobierno canadiense subsidió las minas de oro, que proliferaron en grandes cantidades, dejando un enorme pasivo ambiental aun en discusión. Desde los años ’80 comienza la primera etapa de la globalización del modelo, que se consolida en la década del ´90. Al tiempo que se superan algunas dificultades tecnológicas y la regulación interna se hace más exigente, las mineras canadienses logran una presencia mundial significativa. Pero la probabilidad de errores sigue siendo alta. Como consecuencia del proceso descripto, la minería aporta cerca del 1,5% del PBI canadiense, porcentaje que se eleva al 4,5% del PBI si sumamos procesamiento y manufactura (encadenamientos hacia delante), sus exportaciones representan el 19% del total de ventas canadienses en el exterior (Asociación Minera de Canadá, 2008). El modelo beneficia también a empresas canadienses que abastecen al sector minero (por la fuerza de los encadenamientos hacia atrás (Ritter, 2000, Pag 5). 2.2. El modelo actual, las regulaciones y los instrumentos de promoción El modelo tiene algunos elementos claves que se analizan en estos párrafos: 1) Incentivos. Canadá es uno de los países que, como se ve en el cuadro, mayores incentivos brinda a la actividad minera en los niveles nacional y provincial: con numerosas deducciones y diferimientos impositivos para gran parte de sus inversiones (en exploración y explotación), etc. Ya en el año 2000, sus empresas se encontraban implicadas en 6.000 proyectos de exploración en 100 países, aproximadamente, el 60% de la minería mundial (Liberty International Mineral Corp., 2009). 2) Asistencia a la innovación. Canadá tiene un plan estratégico elaborado por el gobierno federal, los gobiernos provinciales y los ministros de minas territoriales, con el objeto de desarrollar la investigación e innovación en el sector. En lo referente a investigación y desarrollo para el sector, el gobierno federal apoya la actividad mediante los “Laboratorios de Ciencias Minerales y Mineras (MMSL)”, que es parte de la Rama de la Tecnología Mineral del Departamento de Recursos Naturales de Canadá del CANMET (Jones D y Jones S, 2007). Uno de los instrumentos centrales ha sido el Programa de Drenaje Neutro en el Ambiente Minero (MEND), que busca la reducción de los drenajes ácidos. Los resultados de estas investigaciones no quedan completamente claros ya que no se han publicado más que cuatro estudios que muestran reducciones en la tasas de contaminación. Por ahora, esta estrategia parece ser fundamentalmente publicitaria ya que los avances son importantes pero la técnica no es perfecta y sólo parece aplicarse a los proyectos nuevos. En relación al oro, hay una política de mostrar iniciativas conjuntas entre el gobierno canadiense y las mineras para mejorar estándares ambientales, como por ejemplo, un proyecto del gobierno y Bralorne Gold Mines Ltd. en el sudoeste de British Columbia, sin resultados publicados. 3) Infraestructura. Lo fuerte del modelo es que se apoya en una poderosa infraestructura general que incluye la infraestructura de transporte, electricidad, etc y el Sistema Nacional de Innovación. Entre los proyectos informados por el gobierno de Canadá, hay sistemas de transporte ferroviario y/o carreteras, servicios e instalaciones aeroportuarios, sistemas de abastecimiento de agua, energía eléctrica, etc. Sobresalen los mega-proyectos para la extracción de hierro de Quebec-Labrador, la zona del Great Slave Lake en los Territorios del Noroeste y la región nororiental de la Columbia Británica (Ritter, 2002. Pág 50). Recientemente, para enfrentar la crisis mundial, se anunciaron nuevas inversiones en infraestructura que beneficiarán al sector minero (Hill L, 2009). Por otro lado, Canadá cuenta con un Sistema Nacional de Innovación muy potente, que no será descripto en ese documento. Pero el mismo incluye un potente instrumento de capital de riesgo dentro de la Bolsa de Toronto: se trata del TSX Venture Exchange, con un predominio de empresas mineras canadienses. Recientemente, una de las medidas adoptadas para el impulso del desarrollo del capital de riesgo en la minería ha sido la extensión del Crédito Impositivo a la Exploración Mineral (METC), por un año más. Instrumento Nacional/P rovincial Medida concreta que incluye Objetivo Capital Cost Allowances (CCA) Nacional Depreciación de activos tangibles. Permite variar, bajo ciertos límites, los porcentajes de depreciación de activos vinculados a la actividad. A la mayoría de los activos de capital adquiridos por las mineras se les puede aplicar una depreciación del 25%. Estimular las inversiones mineras de bienes de capital. Accelerated Capital Cost Allowance (ACCA) Nacional Adicionalmente a la depreciación del 25% en el valor del activo adquirido, se permite una depreciación adicional que puede alcanzar hasta el 100% del costo del activo. Principalmente, desarrollo de las actividades extractivas. Nacional Todos los gastos incurridos para determinar la existencia y/o calidad de recursos minerales en Canadá. Dichos gastos incluyen: prospección, estudios geológicos, geofísicos y geoquímicos, perforaciones, escavaciones y test preliminares. Además incluye las erogaciones para poner a una nueva mina en funcionamiento. Dichos gastos pueden ser deducibles en un 100% en el pago de impuestos, en el año en que fueron realizados (o puede ser trasladado para el pago futuro de impuestos de manera indefinida). Desarrollo de las actividades de exploración. Nacional Mecanismo que permite obtener a las empresas financiamiento para la realización de gastos de exploración y desarrollo. Mediante el mecanismo, la firma renuncia a un flujo de ingreso futuro a cambio del financiamiento de las actividades mencionadas. Este mecanismo le permite además al inversor, deducir el dinero aportado del pago de impuestos (además de la posibilidad de acceder a una importante rentabilidad en caso de resultados positivos en la exploración y desarrollo). Desarrollo de las actividades de exploración. Foreign Resource Expense (FRE) and Foreign Exploration and Development Expense (FEDE) Nacional Es un beneficio disponible para las empresas residentes en Canadá que realizan operaciones en el exterior, que permite la deducción de gastos de exploración realizados en el exterior, así como también aquellos gastos incurridos para adquirir recursos en el exterior o la participación en empresas que realizan actividades de exploración en el exterior. Desarrollo de las actividades de exploración en el exterior. Canadian Development Expenses (CDE) Nacional Apunta a los gastos realizados para la construcción de pozos en las minas, infraestructura de transporte dentro de la mina luego de que la misma haya entrado en producción. Desarrollo de las actividades extractivas. Mine Reclamation Funds Nacional Permite la deducción de impuestos de gastos relacionados a los "Fondos de Reclamación", entre los que se encuentran el desmantelamiento de las estructuras mineras, la recomposición de la vegetación de la zona. Estos gastos pueden iniciarse cuando la mina se encuentra activa. Incentiva la realización de gastos vinculados al cierre de las minas y a la recomposición del medioambiente. Canadian Exploration Expenses (CEE) Flow-Through Shares and the Investment Tax Credit for Exploration in Canada MEND Nacional Administrado por un secretariado de la CANMET (perteneciente a la Natural Resources of Canada), se orienta a impulsar iniciativas tendientes a mejorar el manejo medioambiental Prevenir y reducir las reduciendo la contaminación provocada por los drenajes ácidos emanados por las emisiones de drenajes ácidos explotaciones mineras. Las prioridades de mejoras son el manejo del cierre de la mina, el de las explotaciones mineras. desarrollo de tecnologías de verificación, la identificación de filtraciones de metales, el tratamiento de pasivos ambientales, la prevención temprana, entre otras iniciativas. En cuanto al impacto productivo, debemos decir que Canadá ha logrado ventajas competitivas especialmente en el eslabón de maquinaria y equipo de exploración y extracción, pero sin sus partes electrónicas; también se producen en Canadá insumos industriales para la minería, pero no siempre desarrollados localmente. El sector industrial de maquinaria minera y equipo canadiense es líder mundial en las fases de prospección, exploración y explotación con perforación; las compañías canadienses proveen productos relacionados con la minería subterránea, el ambiente, la exploración, estudios de factibilidad, procesamiento de minerales y automatización de minas. En el desarrollo de maquinaria para la explotación a cielo abierto, los EE.UU. son el principal proveedor y líder en el desarrollo (Canadá no ha logrado alcanzar un desarrollo aceptable en este tipo de tecnologías). En la química, las compañías canadienses han mejorado los métodos de utilización del cianuro para la extracción de oro (Deschênes, Lacasse y Fulton, 2003. Pág 503-509) 4) La cuestión medioambiental. Como se sabe, los principales daños ambientales de la minería son los siguientes: contaminación de cursos de agua y del aire, inutilización de tierras por contaminación química, devastación de superficies; alteración de la morfología; peligro de derrumbes en frentes de arranque, destrucción del ecosistema, posible impacto sobre el microclima de la región. Se debe diferenciar las minas que han dejado de funcionar de aquellas en actividad. a) Tóxicos. En Canadá, se intenta evitar el daño ambiental a través de diversos mecanismos, como la prohibición de minerales tóxicos: la “Ley de Protección Medioambiental Canadiense” (CEPA) define las sustancias consideradas tóxicas y regula los procedimientos sobre las mismas, en lo referente tanto a la extracción, como a la industrialización y transporte. Específicamente, la “Comisión de Seguridad Nuclear Canadiense (CNSC)”, es la agencia que regula el sector nuclear, en lo referente a la minería, actúa principalmente controlando las explotaciones de uranio, otorgando las licencias para su explotación. La Comisión establece en qué actividades existe la necesidad de implementar estudios de impacto ambiental para la aprobación de proyectos. El funcionamiento de la Comisión ya fue cuestionado por el otorgamiento de licencias consideradas inapropiadas dado el riesgo ambiental que implicaban las explotaciones que se permitían con las mismas. En el año 2002, la Corte Federal anuló la licencia operativa del Lago McClean, por declarársela inconstitucional (luego el Tribunal Federal de Apelación de Canadá dictaminó la suspensión del cumplimiento de la sentencia). En otra decisión polémica, la CNSC aprobó en 2004 la renovación de la licencia para la mina de uranio de alto grado en McArthur River (Saskatchewan) operada por Cameco a pesar de los serios inconvenientes que la mina ha provocado para el curso de agua y la continua acumulación de desperdicios que genera en las colas que terminan sobre Key Lake. Estudios ambientales posteriores revelaron un fuerte incremento del contenido de uranio en los sedimentos del lago cercano a la mina de Rabbit Lake (WISE/NIRS Nuclear Monitor, 2004). b) Cursos de agua. Por otro lado, la regulación de la emisión de efluentes a cursos de agua se realiza a través de las Regulaciones de Efluentes Líquidos de la Minería Metálica de Canadá (MMLER). Existe un subcomité de evaluación de efectos de la minería sobre el ecosistema acuático. Algunas provincias tales como British Columbia, Alberta, Manitoba, Saskatchewan, Ontario y Quebec han desarrollado o están desarrollando sus propios criterios, porque encuentran vaga la legislación existente. En el caso del uranio, una modificación de la Ley de Regulaciones de Efluentes Líquidos de la Minería Metálica (MMER), dio vía libre para que lagos y cursos de agua dulces, sean reclasificados y no caigan en la prohibición de infectarlos con desperdicios tóxicos. Según Miningwatch (2006), en las modificaciones del MMER se agregan dos lagos en Newfoundland, hubo quejas de 11 de organizaciones no gubernamentales y 4 de organizaciones aborígenes. c) Los boletos de salida, sobre todo, en las minas de oro. Pero en realidad desde el punto de vista de esta investigación, la clave del sistema de control ambiental canadiense es un mecanismo de mercado mediante el cual se desestimula la explotación de minas cuando su potencial beneficio pueda ser inferior a la indemnización por pasivos ambientales previsto. La normativa define las regulaciones tendientes a lograr la internalización en los costos empresariales de los efectos negativos provocados por la actividad minera, como un modo poco eficaz evidentemente, al menos para las minas de la década del ’80 y ‘90- de reducir los pasivos ambientales por los que tienen que responder las compañías mineras. Se busca lograr que las mineras incorporen los costos derivados de la contaminación así como también aquellos implicados cuando la mina deja de producir (costos relativos al cierre de la mina y sus pasivos ambientales), ya que si no se consideran estos costos desde el inicio se corre el riesgo de comenzar con explotaciones económicamente insostenibles, lo que genera el abandono de las minas sin que la compañía a cargo de la explotación se haga responsable (el mecanismo se denomina “boleto de salida”). En la práctica, a la hora de evaluar los costos, no siempre se lo hace de la forma correcta, por lo que se da lugar a explotaciones que tienen costos superiores a los potenciales beneficios, la diferencia queda a cargo del Gobierno. Este esquema no ha dado muy buenos resultados, aunque en realidad se debe ver cómo funciona con las minas que hoy están en funcionamiento. Los problemas ambientales denunciados son enormes en todos los campos mencionados, que se analizarán específicamente para Ontario donde el abandono de las minas de oro es un problema grave. Uno de los problemas principales, se asocia al “boleto de salida”: Canadá tiene un grave problema con las minas fuera de servicio o con las que, aun en funcionamiento, son anteriores a la normativa actual, no la han respetado o han “errado” las previsiones. Se han detectado 10.196 minas abandonadas, que se distribuyen de la siguiente manera en Canadá, algunos de los casos se expondrán más adelante: Cantidad de minas abandonadas en Canadá Provincia # de minas abandonadas Newfoundland and Labrador 36 Nova Scotia 300 New Brunswick 60 Quebec 1.000 Ontario 6.015 Saskatchewan Alberta 505 2.100 British Columbia 20 Yukon Territory 120 Nonavut Territory 3 Northwest Territories Total estimado de minas abandonadas 37 10.196 Fuente: D. Van Zyl, M. Sassoon, C. Digby, A.-M. Fleury & S. Kyeyune (2002): "Mining for the Future" Nro 68. Mining, Minerals and Sustainable Development Un ejemplo de esta problemática surge de un informe de Miningwatch (2006) en el que se muestra que a las mineras Inco y Falconbridge Operations se les permitió autoasegurar sus operaciones mineras contra el cierre y abandono por un monto de $ 584 millones, en una evaluación no realizada de manera independiente (y cuyo costo real puede ser largamente superior). Así el gobierno de Ontario asume todos los riesgos. En un estudio ordenado por el propio gobierno provincial, se encontró que los riesgos asociados de garantizar tal privilegio a las mineras son considerables porque se está asumiendo el estatus de acreedor no asegurado y cualquier falla en las mineras significará un gran pasivo para la provincia. El problema de la contaminación medioambiental provocado por las mineras canadienses en el país, es un tema de gran preocupación, pero la cuestión surge más grave si se considera la gran actividad que las firmas realizan en el exterior, en la mayoría de los casos, en países con una institucionalidad y leyes más frágiles que las existentes en Canadá, donde la posibilidad de sortear la normativa y/o cometer errores es mucho mayor. Y hay una peligrosa ausencia de legislación en Canadá sobre la actividad de las mineras fuera de sus fronteras, situación que podría explicarse por el interés del país de estimular la internacionalización del modelo como un tema estratégico (MiningWatch, 2005). d) El rol de las provincias. En este esquema, las provincias -que no tienen importantes instrumentos de estímulo- intervienen en el otorgamiento de licencias en los mismos temas que el Gobierno Federal: la prohibición de minerales y el control de efluentes, también controlan la generación de ácido en las rocas, y realizan el control de explosivos. Lo hacen en general con la ley federal y algunas especificaciones. Pueden intervenir en el control de la operación y cierre de la mina. En ese sentido, todas las provincias habían prohibido la explotación de minerales radioactivos, pero el aumento del precio ha hecho revisar la medida. Actualmente Saskatchewan es la única provincia que extrae uranio y es la mayor región productora del mismo con el 30% de la producción mundial. Columbia Británica impuso una moratoria, que limita la actividad sólo si se encuentra uranio en una proporción mayor a 100 partes por millón. También Nunatsiavut de Labrador y Nueva Escocia, tienen moratorias y fuertes presiones para suspenderlas (1). En el tema de los drenajes ácidos surge que todas las provincias intentan mejorar la metodología para el informe de impacto y luego el monitoreo de la calidad del agua, aunque existe gran discrecionalidad al respecto. 5) La cuestión regional y subregional Desde el punto de vista de la distribución regional, es importante tener en cuenta que nunca hubo ninguna regulación tendiente a evitar la explotación de minas cercanas a los poblados, por eso, como se verá a continuación para Ontario, y sucede en todos los casos, hay muchas extracciones cercanas a ciudades de densidad media en los que la cuestión minera incide contradictoriamente por el empleo que brinda al menos en algunos momentos (Narodowski y Garnero, 2008). En los territorios de densidad baja, hay varios casos en que se invaden áreas que son propiedad de los pueblos originarios y también hay poblados. Estas situaciones se distribuyen de igual modo en todas las provincias mineras. Mientras eso sucede en la ubicación de las minas, hay una distribución muy diversa de las actividades complejas. Si se analiza al interior de cada provincia, surge que los principales proveedores de tecnología no se ubican en zonas mineras, sino en las grandes ciudades en donde el nivel de complejidad del entramado económico es mayor y más complejo permitiendo aprovechar economías de escala y alcance. Las actividades más complejas suceden donde se produjo el desarrollo económico canadiense, fundamentalmente alrededor de las grandes ciudades del “cinturón manufacturero”, en las Provincias de Ontario y Québec, provincias que tienen las capacidades para enfrentar la inversión necesaria y su financiamiento y el cambio tecnológico. Allí donde el desarrollo es menor, como en el norte de Ontario, de Québec, de Columbia o de Saskatchewan, el efecto es similar al verificado en territorios con baja población de cualquier lugar del mundo: altos niveles de invasión del medioambiente y escaso desarrollo endógeno. A continuación se analizará cómo influye desde el punto de vista del desarrollo tecnoproductivo, de la vida de la población y del medio ambiente la minería en Ontario, se ha realizado un análisis similar para el resto de las provincias donde hay explotación de oro y uranio, pero por problemas de espacio no se han expuesto en este trabajo. 3. El impacto de la minería en Ontario 3.1. La minería y su regulación El total de recursos minerales (excluyendo los combustibles) de Canadá, se distribuyen de la siguiente manera: en Ontario el 27% del total, luego Columbia Británica con 18%, Saskatchewan con 16%, Québec con 14%, Alberta con 6%, Manitoba con 6% y el 13% restante en las demás provincias canadienses. Respecto al oro, según la información oficial (2), Ontario tenía el 45% de las reservas, Quebec el 34%, Manitoba 5% y Columbia Británica contaba con el restante 6%. Para el caso del uranio, Saskatchewan cuenta con más del 70% de las reservas y es la única que actualmente explota el mineral. Por el contrario, la distribución de los proveedores de equipos y servicios de minería canadiense está más concentrada: casi el 75% se encuentran en las provincias de Ontario, y Québec (Asuntos Externos y Comercio Internacional de Canadá, 2009). Ontario es líder en la producción de oro con más del 50% de la misma. Esta provincia ha ido incorporando a la normativa el esquema de regulación federal, inclusive la Ley de Minería de Ontario (OMA) exige además de requerimientos sobre la exploración y producción de la mina, un plan de cierre de la misma que contenga información sobre consultas realizadas con la población aborigen del lugar afectada por el proyecto de modo tal de garantizar sus derechos. También se ha hecho mucho más exigente el estudio de impacto ambiental, sólo que dichos estudios no son públicos. Otra diferencia reside en que Ontario ha establecido en 1993 la Declaración de Derechos Medioambientales, que aumenta la responsabilidad del gobierno y expande el acceso del público a las cortes. Sin embargo, en relación a la licencia, las mineras no requieren de consulta pública para reclamar derechos sobre las tierras para explotación. En este sentido, Ontario no es de las provincias más avanzadas. Actualmente se encuentra revisando su regulación minera con el objetivo de modernizarla, lo cual mantiene atemorizada a la población ante la posibilidad de que permita las explotaciones de uranio en la provincia. En dicho sentido se ha manifestado hace algunos meses la “Coalición Comunitaria Contra la Minería de Uranio” (Daubs K, 2008). Los grupos aborígenes del este de Ontario se han manifestado también en el mismo sentido. 3.2. Minería, red urbana y focos contaminantes Ontario es una provincia, como todo Canadá, fuertemente urbanizada (el 84% de la población vive en ciudades), con una red urbana caracterizada por su fuerte concentración poblacional: la Región Metropolitana de Toronto, concentra 5,5 millones de habitantes (el 43% del total de los habitantes de Ontario), y varias de las municipalidades de esta región muestran el principal crecimiento relativo del país. Al este está Hamilton, importante puerto y centro siderometalúrgico, además está St Catherines con 129 mil habitantes, Niagara Falls con 78 mil y Welland con 50 mil habitantes. Al Norte de Toronto, en el límite con Québec, está Ottawa con 812 mil personas y en su entorno (al sur) se ubica Cornwall, con cerca de 50 mil. Yendo hacia el sur se ubica otra área conformada por Kingston (114 mil habitantes.), Peterborough donde viven 74 mil personas y Belleville con 48 mil. Al sur de Toronto hacia el límite con los lagos Toronto y Erie, hay toda un área con nodos urbanos de densidad medio-alta de alta industrialización. Las ciudades principales son -bien al sur- London (336 mil habs.) y Winsor (216 mil habs.) y -al oeste y sudoeste- Kitchner (204 mil), Guelp, Chatan-Kent, y Waterloo (estas tres, con alrededor de 100 mil habitantes). London es el nodo central. En la región ubicada a la vera de los grandes lagos, se ubican de oeste a este: Thunder Bay (109 mil habs.), Grater Sudbury (158 mil habs.), Sault St Marie (75 mil habs.), Timmins (42 mil habs), North Bay (54 mil habs) y Kawartha Lakes con 74 mil. En esta red hay una cierta competencia entre las dos primeras, en North Bay está el aeropuerto. Algo más alejada, en el entorno de Toronto, Barrie (con alrededor de 100 mil habitantes), al sur del Huron se ubica Sarnia con 75 mil habitantes. Es la región minera por excelencia. El resto del país, hacia el norte, en la región de Hemlo (al norte del Lago Superior cerca de Manitouwadge, en South Porcupine), está escasamente habitado, estos territorios son exigidos por familias de pueblos originarios. Allí se ubican las minas fuera de servicio de Golden Giant y Golden Patricia. Ésta operó de 1988 a 1997 a partir de un acuerdo entre la empresa minera y los aborígenes que comportaba la protección ambiental, empleos y otros beneficios. Ni Lac Minerals ni Barrick (las dos operadoras), según las denuncias, cumplieron con el acuerdo firmado provocando que el área de colas mineras y pilas de escombros sea tóxica a perpetuidad. (Protestbarrik, 2009). Más al sur, en un área tradicionalmente habitada, aunque de baja densidad, está Renabie, a 80km al noreste de Wawa, ciudad con 3.700 habitantes, sobre el Lago Superior. La mina, explotada por la polémica minera Barrick, de 1947 a 1991, fue cerrada conteniendo altos niveles de cinc, cobalto, hierro y cobre y con problemas en las aguas. En 1998 comenzaron a aflorar sumideros en el yacimiento, y en 1999 se derrumbó parte de la mina, formando un pozo que dejó a la vista las obras subterráneas. Barrick viene tratando de lograr que el gobierno provincial asuma la responsabilidad de la mina luego del cierre y ha solicitado el ya mencionado “boleto de salida” a cambio de un arancel de $102.290. En el caso de la mina de Matachewan (en el pueblo del mismo nombre con 375 habitantes, al sur de Wawa), las actividades se inician en 1985. En el año 2000 se tuvo que reubicar la planta de tratamiento de aguas del poblado para poder eliminar el cianuro de su agua potable. En 2001 es comprada por Barrick Gold que elabora planes de cierre en los que no incorporan el tratamiento apropiado de enormes cantidades de escombros tóxicos lixiviados que generan ácidos, ni evalúan el riesgo de contaminación de aguas subterráneas de la zona por filtraciones provenientes de las áreas de colas mineras y de las obras subterráneas (Bruce y Oboni, 2000. Pág 7). Hechos similares con minas abandonadas, aunque con menos repercusión en los medios sucedieron también en la mina de Deloro (en el poblado de Marmora a 200 km al sudoeste de Ottawa, en las cercanías del Crowe Lake), y en la Dome Mine, en la ciudad de Timmins, una ciudad con una densidad poblacional de 14,5 habitantes por km2, con 60 casas pertenecientes a los mineros. Las firmas no han resuelto los pasivos generados en la mayoría de los casos dejando el mismo a cargo de los gobiernos federal y provinciales. Desde MiningWatch Canadá se ha denunciado las irregularidades y ha investigado en mayor profundidad la problemática. Desde las poblaciones afectadas se han realizado manifestaciones en contra de las mineras para que se hagan responsables de la contaminación (Ministerio del Medioambiente de Ontario, 2009). Para entender lo que sucede con las minas en desuso, se debe leer el informe que emitió en el año 2005, el Auditor General de Ontario que identifica 5.600 minas abandonadas en Ontario, con 4.000 potencialmente peligrosas para la salud de la población, implicando al menos 250 un riesgo ambiental por la probabilidad de pérdidas de minerales y otros elementos contaminantes de las colas de las minas. Las más importantes son de oro y níquel (Auditor General de Ontario, 2005; MiningWatch, 2005). En cuanto a los principales yacimientos de oro en funcionamiento, al norte está la mina de Musselwhite, perteneciente a Goldcorp, cerca de Weagamow-North Caribou, con 770 habitantes. En la misma área, sobre el área del Red Lake, y con una población cercana a los 5.000 habitantes, está la Campbell, explotada por Goldcorp. Un informe de Miningwatch (2001) ya alertaba sobre contaminación en el entorno de Campell Mine. Nuevamente cerca de Wawa, se ubican las minas de Eagle River y Mishi-Magnacon, no muy lejos, en el entorno de Marathon, una ciudad con 4.400 habitantes, están las minas Williams y David Bell (ambas explotadas conjuntamente por Teck Cominco y Barrick Gold). En zonas aun más pobladas está la Holloway, operada por Newmont Mining Corporation, a 60 km al norte del Kirkland Lake (en la misma área de Timmins y Sudbury), una ciudad de 8.300 habitantes; más cerca de Sudbury (a 34km), está el Levack Complex (con las minas de McCreedy West y Levack, explotadas por FNX Mining Company, Inc). 3.3. Las protestas por el “derrame ambiental” en Ontario Los numerosos casos de contaminación minera, ha llevado a la población y a diferentes organizaciones, a realizar protestas, aunque sin lograr influir lo suficiente para que modifiquen dichas políticas. Al analizar los movimientos que se van formando, surge que hay mucha más sensibilidad alrededor del uranio y del níquel, que del oro. Una de las quejas que más resuenan se relaciona con el níquel. Un caso resonante fue la de junio de 2003, en la que residentes de la comunidad de Port Colborne, Niagara (al sudeste de Ontario), protestaron por los elevados niveles de metales en el aire que su actividad provocaba en la región (Levitz S, 2003). En marzo de 2004, surgieron reclamos sobre el testeo del agua de la presencia de níquel y otros minerales como cobre y plomo en Sudbury. Hay una fuerte campaña impulsada por las mineras para demostrar que la contaminación del agua en la zona ha prácticamente desaparecido, pero las organizaciones independientes manifiestan que los exámenes del agua deberían realizarse asiduamente y esto no sucede. Las mineras más importantes que operan extrayendo níquel en la región son International Nickel Corporation (INCO) y Falconbridge han sido las principales aportantes en la realización de los relevamientos de impacto ambiental. Así por ejemplo el grupo “Asociación de Investigación del Área de Sudbury”, elaboró un informe sobre el impacto de la actividad minera en la salud de la población, no arrojando efectos negativos significativos. Los estudios realizados por la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades en EEUU demostraban que el agua tenía el mayor nivel de concentración de níquel en el mundo (Mulligan, 2004). Lo mismo sucede con el aire, por ejemplo Keaney (2009), plantea que el territorio sigue sensiblemente afectado por la polución, producto principalmente de la extracción mediante un proceso que implica la generación de contaminación en la forma de desperdicio de metales suspendidos en el aire, y gran cantidad de escombros. Un hecho resonante, que generó expectativas positivas entre los ambientalistas fue la victoria legal que en 2006 logró la comunidad aborigen de Kitchenuhmaykoosib Inninuwug. La comunidad pudo impedir que Platinex Inc explote depósitos de platino en el tradicional territorio de KI's. La corte respaldó los intereses de la comunidad y afirmó que se deben tener en cuenta los derechos legales fundamentales de los miembros de KI. La amenaza de las explotaciones de uranio mantiene en alerta a la población. Los websites permiten que los ciudadanos firmen petitorios; 13 consejos municipales se manifestaron en contra. Desde diferentes agrupaciones se ha denunciado lo ocurrido en el norte de Saskatchewan donde Cameco (el mayor productor mundial de uranio), ha sufrido 3 derrames entre 2003 y 2006 de elementos altamente contaminantes. Por motivos similares, en 2007, se realizaron protestas para pedir el cierre de la mina cercana a Sharbot Lake, mediante el bloqueo por varias semanas de la entrada de la mina propuesta cerca de Ardoch (en donde Frontenac Ventures Corporation tenía planeada realizar la explotación (Jemison L, 2007). Como se ve, hay protestas pero no de peso, la explotación en áreas con poca población y escasa tradición de lucha puede explicar la cuestión. Tampoco se ha avanzado con la construcción de una institucionalidad ambientalista que vaya más allá de los enunciados, tal vez una excepción sea Miningwatch, que alerta constantemente respecto a los problemas de la minería, pero no tiene base territorial fuerte. 3.4. El “derrame tecnológico” Más allá de la polémica por los efectos negativos de las actividades mineras, Ontario ha logrado un gran desarrollo de los encadenamientos productivos en torno a la minería. En realidad, Ontario tiene el 40% del PBI canadiense y eso le permite abarcar buena parte de la provisión para la minería e impulsar los eslabones hacia delante. Según información oficial de la Provincia (Ontario Ministry of Norther Development and Mines, 2008), actualmente existen alrededor de 500 empresas de exploración minera, la provincia posee recursos humanos altamente calificados con un sistema educativo de apoyo acorde a ello. El mercado de capitales también se haya integrado a esta estructura aportando el financiamiento necesario para el crecimiento y desarrollo de la actividad. Lo mencionado para Canadá en cuanto al impacto industrial que la minería genera, vale fundamentalmente para esta provincia. Sin embargo, si se mira dentro de la Provincia, surge Toronto como el centro del cluster. Su Región Metropolitana, Hamilton y la región sudoeste, acaparan buena parte del tejido industrial en especial en lo referido a siderurgia, automóviles, transporte, equipos, productos electrónicos y productos químicos, por lo que tiene una plataforma óptima para proveer de insumos a la minería. Allí están las sedes centrales de las principales mineras (Barrick, Vale Inco, Falconbridge, FNX Mining Company, International Nickel Corporation, entre otras), aunque todas tienen oficinas en las ciudades donde operan las minas; también están las principales universidades (Toronto University, York University y Ryerson University), las principales empresas proveedoras y allí se han ubicado históricamente las instituciones tradicionales de la minería canadiense. En la región que está a la vera de los grandes lagos, donde como se vio, se hallan Thunder Bay, Grater Sudbury, Timmins y North Bay, el gobierno de Ontario, sobre todo a través del Ministerio de Desarrollo de la Región Norte intenta impulsar un modelo de desarrollo alrededor de la minería. Su eje es el organismo llamado Cluster Minero de Ontario (3), con sede en Thunder Bay. Esta ciudad, en la que se extrae oro, platino, diamante, y amatista, no pasa de ser un centro comercial y administrativo y desde el punto de vista del desarrollo del conocimiento sólo puede anotarse dos instituciones educativas que brindan capacitación de recursos humanos para el sector. Tampoco Timmins o North Bay logran plasmar un proyecto estratégico importante. La primera es una ciudad algo más grande que Thunder Bay, en la que ha habido históricamente una fuerte explotación forestal. Para incentivar la actividad minera en Timmins, en 2002 se lanzó la Iniciativa de Descubrimientos de Abitibi (DAI) que busca identificar mediante instrumental no fabricado en la región, las áreas potenciales para el desarrollo minero. El modelo, según fuentes oficiales (Salgado B, 2009) ha generado sólo una inversión estimada de $ 34 millones a través de proyectos de exploración, un nivel pobre en comparación al facturado de la minería de la zona, donde operan actualmente 90 compañías. En realidad el DAI se ha transformado en un proyecto financiado por las grandes mineras ya que éstas, por su intermedio, avanzan en la primera etapa de detección. No hay otras actividades intensivas en conocimiento o que generen nichos competitivos. Por su parte, North Bay, cercana al lago Nipissing, tampoco ha superado su condición de centro comercial y de servicios sociales, aunque tiene la ventaja del aeropuerto. Alrededor de la minería, hay unas 65 firmas fundamentalmente de servicios y de ingeniería. Recientemente, la francesa Foraco (servicios de perforación), instaló la casa matriz de su subsidiaria local. En materia de oferta educativa superior, en North Bay se encuentra la Nipissing University, cuyos proyectos de investigación no muestran niveles de desarrollo importantes. La universidad, conjuntamente con las instituciones terciarias, brinda capacitación en el área de la construcción y manufactura, necesarios para la industria minera (Nipissing, 2009). En realidad, la que intenta mostrarse como el nuevo eje del cluster minero de los grandes lagos es Sudbury (actualmente conocida como Greater Sudbury). Como ya se mencionara, en esta ciudad han estado las principales explotaciones tradicionales de Vale INCO y Falconbridge, dos de las más fuertes mineras canadienses. Es un área que fue muy conflictiva debido a la contaminación ya mencionada. Hoy se la intenta mostrar como un ejemplo de saneamiento pero en este trabajo han quedado planteadas las dudas que hay al respecto. Sudbury es la ciudad más grande del área, ha tenido desde 1996 hasta 2006 una pérdida poblacional del 4%. En los últimos años han proliferado algunos proyectos que se presentan como el motor del desarrollo, con la Laurentian University y en ella el Centro de Investigaciones de Exploración Mineral, que pone énfasis, en la exploración mineral. Otro de los proyectos centrales es el CEMI (Centro de Excelencia en Innovación Minera), creado en el año 2003 por el gobierno de Ontario, las principales mineras y Laurentian University). Este centro tiene áreas de exploración, pero también de ingeniería de procesos mineros integrados, minería subterránea, automatización y telerrobótica, y medioambiente y reclamación, el problema es que las mineras aportan una parte importante de los fondos y sus directivos presiden el directorio del CEMI. Las patentes les pertenecen y no se desarrollan áreas estratégicas en las que cada firma desarrolla sus propios proyectos por separado. Algo similar sucede con la Corporación de innovación minera, de rehabilitación y de investigación aplicada (MIRARCO), para el control del medio ambiente, también ubicada en el campus universitario y con un directorio conformado por las mineras Fuera de este gran emprendimiento universitario con aporte privado de la gran minería, la ciudad posee dos institutos de educación superior: Cambrian College y Collège Boréal, que poseen las carreras de Ingeniero Técnico en Minería y de Ingeniero Tecnológico en Minería. Las páginas oficiales no dan cuenta de otro tipo de proyectos, si bien no hay datos actualizados, según estadísticas oficiales (Estadísticas de Canadá, 2001) la mano de obra de la ciudad tenía a inicios del siglo un perfil comercial y de servicios educativos y de salud, la actividad extractiva y la industrial representaban, cada una, cerca del 6% de la mano de obra total. La situación hoy no ha variado en sobremanera. 5. Conclusiones En esta presentación se ha mostrado por un lado, el impacto de la minería canadiense en la economía en general, se ha visto cómo se estimula la minería, el sistema regulatorio y los problemas ambientales que se generan, sobre todo en relación a pasivos ambientales. Se mostró que hay protestas pero que éstas son aun tímidas (a pesar del alto impacto medioambiental que la minería ha generado en Canadá). También se brindan datos que respaldan la hipótesis de que un país como Canadá es capaz de aprovechar endógenamente el impulso de la minería para el desarrollo de sectores complejos. Sin embargo, también se muestra la distribución de la complejidad que la minera genera en la provincia de Ontario. Sobre todo, se ve cómo el área norte de los grandes lagos, ha sufrido importantes problemas ambientales y que el “derrame tecnológico” generado es pobre, que el mayor dinamismo y la propiedad de los proyectos es de las grandes mineras y que los encadenamientos no están en general en esos espacios. El nivel de vida general es alto, pero no puede decirse que haya un desarrollo endógeno en esas zonas de densidad medio-baja. Toronto y el sur de Ontario siguen siendo “el lugar del progreso”. 6. Notas (1) Se puede consultar para más información a World Information Service on Energy en http://www.wise-uranium.org/ureg.html#CDNBCBAN (2) Más información, consultar: http://www.infoexport.gc.ca/iei/ieiSmartViewer.jsp?did=11370&sitid=90 (3) Para más información, consultar http://www.omicc.ca 7. Bibliografía Auditor General of Ontario (2005): Annual Report 2005, Chapter 3.09. “Mines and Minerals Program”. disponible en http://www.auditor.on.ca/en/reports_en.htm#index Bralorne Gold Mines Ltd (2007). “New B.C. Project to Study Environmental Effects of Gold Mining”, 26 de junio; en www.bralorne.com/s/NewsReleases.asp?ReportID=195999&_Title=New-B.C.Project-to-Study-Environmental-Effects-of-Gold-Mining (11/01/2009) Bruce I. &Oboni F. (2000): “Tailings management using quantitative risk assessment”. 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