SP-43-2010 - Poder Judicial

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SP 43-2010
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CERTIFICACION
La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de Justicia, CERTIFICA la
sentencia que literalmente dice “EN NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central,
a los ocho días del mes de noviembre de dos mil doce, por medio de la SALA DE
LO PENAL, integrada por los MAGISTRADOS RAÚL ANTONIO HENRÍQUEZ
INTERIANO en su calidad de Coordinador, JACOBO ANTONIO CÁLIX
HERNÁNDEZ y CARLOS DAVID CÁLIX VALLECILLO, dicta sentencia
conociendo del Recurso de Casación por Infracción de Ley, interpuesto contra la
sentencia de fecha veintiocho de agosto del dos mil nueve, dictada por el Tribunal
de Sentencia de Tegucigalpa, Departamento de Francisco Morazán, mediante la
cual falló: 1)CONDENANDO al Señor J. L. C., por el delito de FACILITACIÓN DE
MEDIOS DE TRANSPORTE PARA EL TRÁFICO DE DROGAS, a la pena de
SIETE AÑOS DE RECLUSIÓN en perjuicio de LA SALUD DE LA POBLACIÓN
DEL ESTADO DE HONDURAS. 2) CONDENANDO al acusado J. L. C., a las
penas accesorias de INHABILITACIÓN ABSOLUTA e INTERDICCIÓN CIVIL. 3)
NO CONDENÓ en costas procesales, personales, y gastos ocasionados en el
juicio. 4) DECLARÓ la responsabilidad civil del condenado J. L. C..-5)
ABSOLVIENDO al encartado J. L. C. del delito de TRÁFICO ILÍCITO DE
DROGAS, en perjuicio de LA SALUD DE LA POBLACIÓN DEL ESTADO DE
HONDURAS. Interpuso el
Recurso de Casación por Infracción de Ley, el
Abogado J. C. V., en su condición de Representante del Ministerio Público. SON
PARTES: La Abogada M. G. en su condición de Agente de Tribunales del
Ministerio Público como recurrente; y el Abogado P. C. en su condición de
Procurador Judicial del Estado de Honduras. HECHOS PROBADOS PRIMERO:
En fecha veintiocho de junio de dos mil siete, entre seis y ocho de la mañana,
varios policías de fronteras se encontraban patrullando en la zona de el Chaparral,
sector de Trojes, cuando observaron un vehículo turismo color gris marca
Volkswagen, con placas salvadoreñas, el cual observaron sospechoso, razón por
la cual, le hicieron señal de parada pero los ocupantes de dicho vehículo hicieron
caso omiso a ello y aceleraron la marcha, razón por la cual, los policías de
fronteras les dieron persecución y luego de recorrer un trayecto encontraron el
vehículo turismo abandonado a la orilla de la calle.-SEGUNDO: Debido a lo
anterior, los policías de fronteras procedieron a hacer un registro del vehículo y en
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el interior, bajo los asientos traseros, se encontraban varios paquetes cerrados
con tape. Por esa razón dichos policías procedieron a hacer las notificaciones
respectivas a las autoridades para que se personaran al lugar a fin de hacer los
registros correspondientes. Fue así como se desplazaron hasta dicho lugar
miembros de la DGIC y Policía Preventiva y al estar en el lugar se determinó que
no se podía mover el vehículo turismo puesto que no tenía llave, en consecuencia
empezaron a determinar una forma de mover el mismo.-TERCERO: Cuando los
policías se encontraban realizando estas diligencias, siendo aproximadamente
entre nueve y nueve treinta de la mañana, pasó por el lugar un vehículo tipo pick
up, color blanco, marca Chevroleth, placa PBH-..., mismo que era conducido por el
señor J. L. C., quien en un compartimiento oculto en el interior del vehículo llevaba
varios paquetes de cocaína hacia un lugar indeterminado, siendo detenido dicho
vehículo por los policías con la finalidad de obtener su auxilio para encender el
otro vehículo turismo que ya se encontraba detenido.-CUARTO: En esos
momentos, los policías observaron que entre la cabina y la paila del vehículo
conducido por el señor J. L. C. había pintura fresca y masilla, debido a lo cual
decidieron hacer un registro de dicho vehículo y fue así como se cinceló el lugar
que tenía la masilla y se encontró el compartimiento oculto que en su interior con
varios paquetes. Fue así que el vehículo tipo pick up, marca Chevroleth y el señor
J. L. C. fueron conducidos hasta la Jefatura Departamental de Danlí, en donde se
realizó un registro minucioso de dicho vehículo y se encontró en el compartimiento
indicado la cantidad de treinta y cuatro paquetes identificados con la marca Umbro
que contenían la cantidad aproximada de treinta y tres mil ochocientos cuarenta y
nueve (33,849) gramos de cocaína.” C O N S I D E R A N D O I.- El Recurso de
Casación por Infracción de Ley, interpuesto por el Abogado J. C. V., en su
condición de Fiscal del Ministerio Público, reúne los requisitos exigidos por la ley,
por lo que procede su admisibilidad, siendo procedente pronunciarse sobre la
procedencia o improcedencia del mismo. II.- EL ABOGADO J. C. V., FISCAL DEL
MINISTERIO PUBLICO, PROCEDIO A FORMALIZAR SU RECURSO DE
CASACIÓN POR INFRACCION DE LEY, DE LA MANERA
SIGUIENTE:”
EXPOSICIÓN DE LOS MOTIVOS DE CASACIÓN.-PRIMER MOTIVO: Infracción
por Aplicación Indebida del artículo 22 de la Ley Sobre Uso Indebido y
Tráfico
Ilícito
AUTORIZANTE:
de
Drogas
y
Sustancias
Psicotrópicas.-PRECEPTO
El presente motivo de casación se encuentra comprendido en
el Artículo 360 del Código Procesal Penal.-EXPLICACIÓN DEL MOTIVO: El
Tribunal Sentenciador al emitir el fallo que resolvió el presente asunto decreto
como Hechos Probados los siguientes: “PRIMERO: En fecha veintiocho de Junio
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de dos mil siete, entre seis y ocho de la mañana, varios policías de fronteras se
encontraban patrullando en la zona de El Chaparral, sector de Trojes, cuando
observaron un vehículo turismo color gris, marca Volkswagen, con placas
Salvadoreñas, el cual observaron sospechoso, razón por la cual le hicieron señal
de parada, pero los ocupantes de dicho vehículo hicieron caso omiso a ello y
aceleraron la marcha, razón por la cual, los policías de frontera les dieron
persecución y luego de recorrer un trayecto encontraron el vehículo turismo
abandonado a la orilla de la calle.- SEGUNDO: Debido a lo anterior, los policías de
fronteras procedieron a hacer un registro del vehículo y en el interior, bajo los
asientos traseros, se encontraban varios paquetes cerrados con tape. Por esa
razón dichos policías procedieron a hacer las notificaciones respectivas a las
autoridades para que se personaran al lugar a fin de hacer los registros
correspondientes. Fue así como se desplazaron hasta dicho lugar miembros de la
DGIC y Policía Preventivo y al estar en el lugar se determinó que no se podía
mover el vehículo turismo puesto que no tenía llave, en consecuencia empezaron
a determinar una forma de mover el mismo.- TERCERO: Cuando los policías se
encontraron realizando estas diligencias, siendo aproximadamente entre las nueve
y nueve y treinta de la mañana, pasó por el lugar un vehículo pick up, color blanco,
marca Chevrolet, placa PBH-..., mismo que era conducido por el señor J. L. C.,
quien en un compartimiento oculto en el interior del vehículo llevaba varios
paquetes de cocaína hacia un lugar indeterminado, siendo detenido dicho vehículo
por los policías con la finalidad de obtener su auxilio para encender el otro
vehículo turismo que ya se encontraba detenido.- CUARTO: En esos momentos,
los policías observaron que entre la cabina y la paila del vehículo conducido
por el señor J. L. O. había pintura fresca y masilla, debido a lo cual
decidieron hacer un registro de dicho vehículo y fue así como se cinceló el
lugar que tenía la masilla y se encontró el compartimiento oculto que en su
interior contenía varios paquetes. Fue así como el vehículo pick up, marca
Chevrolet y el señor J. L. O. fueron conducidos hasta la Jefatura
Departamental de Danlí, en donde se realizó un registro minucioso de dicho
vehículo y se encontró en el compartimiento indicado la cantidad de treinta y
cuatro paquetes identificados con la marca UMBRO que contenían la
cantidad aproximada de treinta y tres mil ochocientos cuarenta y nueve
(33,849) gramos de cocaína.”El precepto penal citado como infringido por
aplicación indebida textualmente dice: “Artículo 22: Se le impondrá la pena de
seis a nueve años de reclusión y multa de cincuenta mil a cien mil lempiras,
a quien intencionalmente facilitare el local o los medios de transporte, aún a
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título
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gratuito,
para
el
tráfico
o
consumo
ilícito
de
sustancias
estupefacientes, psicotrópicos u otras drogas peligrosas.”Se entiende de lo
anterior que la existencia del delito de Facilitación de Medios de Transporte para el
Tráfico de Drogas amerita de la concurrencia de algunas circunstancias,
veámoslas:1. Que una persona, de manera intencional, facilite un medio de
transporte; y, 2.Que esa facilitación con el objeto de traficar droga.-Como se
puede apreciar del desglose anterior, la esencia del tipo penal en referencia se
materializa en la facilitación, es decir, que alguien proporcione los medios
necesarios para lograr la ejecución de algo o el alcanzar un fin, esto pone en
escena a una segunda persona, a la que se le “facilita” esa ejecución o ese
objetivo.-En otras palabras, para que una persona pueda ser el agente facilitador
es necesario que exista una persona a quien se le facilita, lo que es entendible en
la práctica de la narcoactividad, véase que en tanto que el agente no es a otro a
quien le facilita tal actividad, sino a él mismo, entonces lo que está realizando son
acciones de tráfico de drogas.-En el presente caso, al examen del fáctum,
podemos apreciar que no se hace referencia a ninguna destinatario de la droga
encontrada en poder del procesado, solamente refiere que era transportada a un
lugar indeterminado; esa ausencia de un destinatario, vacío no omitido por la
Jurisdicción sino delimitada por la información que brinda la prueba, hace
imposible concluir que el accionar del imputado sea solamente de un mero
facilitador, ya que no se presenta en los hechos declarados probados elemento
alguno que permita arribar a esa conclusión.-Para los efectos del artículo 363 del
Código Procesal Penal, el Ministerio Público expresa que la interpretación
pretendida del precepto penal denunciado, está orientada a que se establezca que
el mismo no le es aplicable al procesado, J. L. C., en tanto que su accionar no se
circunscribe a un simple facilitador. Así las cosas se afirma que el sentenciador al
haber condenado por Facilitación de Medios de Transporte para el Tráfico de
Drogas y no por Tráfico de drogas, ha producido en consecuencia la infracción por
aplicación indebida del precepto penal contenido en el artículo 22 de la Ley Sobre
Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Psicotrópicas.- III.RECURSO DE CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE LEY INTERPUESTO POR LA
REPRESENTACION
DEL
MINISTERIO
PUBLICO,
APLICACIÓN INDEBIDA DEL ARTÍCULO 22 DE
INDEBIDO
Y
TRÁFICO
ILÍCTO
DE
DENUNCIANDO
LA
LA LEY SOBRE USO
DROGAS
Y
SUSTANCIAS
PSICOTRÓPICAS. PRECEPTO AUTORIZANTE: ARTICULO 360 PARRAFO
PRIMERO DEL CODIGO PROCESAL PENAL.- El recurrente considera que
conforme a los hechos declarados como probados, el sentenciador aplicó
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indebidamente el artículo 22 de la Ley Sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito de
Drogas. Explica el reclamante que para la comisión del delito tipificado en ese
precepto legal se requiere la concurrencia de algunas circunstancias: 1) Que una
persona, de manera intencional, facilite un medio de transporte. 2) Que esa
facilitación sea con el objeto de traficar. Según el Censor, la esencia del tipo penal
relacionado se materializa en la facilitación, es decir, en proporcionar los medios
necesarios para lograr la ejecución; en otras palabras, para que un individuo
pueda ser considerado agente facilitador es necesario que exista una persona a
quien se le facilita, lo que es entendible en la práctica de la narcoactividad. Añade
el Censor, que en el relato fáctico no se hace referencia a ningún destinatario de la
droga encontrada en poder del procesado, solamente se alude a que era
transportada a un lugar indeterminado, esa ausencia de un destinatario, según el
recurrente, imposibilita concluir que la acción del imputado sea solamente de un
mero facilitador, ya que no se presenta en los hechos declarados probados
elemento alguno que permita arribar a esa conclusión. Esta Sala de lo Penal
considera importante recordar que a través del recurso de casación por
infracción de ley sólo puede intentarse una revaloración jurídica del material
fáctico descrito en la sentencia, contenido en la formulación de hechos
probados realizada por el Tribunal de Instancia. A diferencia del tradicional
recurso de apelación, propio del anterior sistema, que provoca un nuevo
examen del caso por parte del Tribunal revisor, tanto bajo el aspecto fáctico
como jurídico, el de casación por infracción de ley únicamente admite la
posibilidad de que el Tribunal de Casación realice un nuevo examen del
objeto procesal bajo el segundo aspecto, o sea una revisión jurídica de los
hechos declarados probados. A la Sala de lo Penal tratándose del motivo
invocado por el recurrente, sólo le corresponde actuar como contralor de la
aplicación de la ley sustantiva por el Tribunal de Sentencia. Su misión se
limita a la revisión del juicio de Derecho contenido en la sentencia. Todo lo
que se refiera a la determinación del hecho queda fuera de su ámbito
competencial. Por eso se dice con razón que el Tribunal de Casación al
conocer de las alegaciones de infracción de ley no es un Tribunal de
segundo grado con potestad para examinar ex novo la causa y corregir
todos los errores de hecho, que pueda cometer el sentenciador, sino que es
un supremo guardián del derecho sustantivo, para evitar la inobservancia o
errónea aplicación de la ley sustantiva. El recurso de casación por infracción
de ley tiene por finalidad la revisión por
parte de esta Sala de la
interpretación que de la ley hagan los Tribunales de Sentencia definiendo o
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valorando jurídicamente los hechos establecidos en la sentencia y
poniéndolos en relación con la norma de derecho que rige el caso dentro del
campo de la consideración puramente jurídica. Esa tarea de contralor
jurídico asignada al Tribunal de Casación supone el respeto a los hechos
fijados en la sentencia (vid. Art. 360 párrafo primero del Código Procesal
Penal). Al Tribunal de Casación le está vedado penetrar por ese cauce
procesal a la reconstrucción histórica del suceso al cual la norma de
Derecho es aplicada. En este sentido, la jurisprudencia ha sentado de
manera reiterada como presupuesto de la casación por infracción de ley, el
principio de intangibilidad de los hechos fijados por la sentencia recurrida,
estableciendo que el recurso de casación fundado en ese motivo, sólo
procede para corregir el Derecho, de suerte que las cuestiones de hecho
escapan al control jurisdiccional del Tribunal de Casación. El artículo 22 de
la Ley Sobre Tráfico Ilícito de Drogas establece en lo conducente lo
siguiente: “Se le impondrá la pena de seis a nueve años de reclusión y multa
de
cincuenta
mil
a
cien
mil
lempiras,
a
quien
intencionalmente
facilitare…….los medios de transporte, aún a título gratuito, para el tráfico o
consumo ilícito de sustancias estupefacientes, psicotrópicos u otras drogas
peligrosas.” Por su parte, el artículo 18 de la misma ley penal especial prevé
que: “el que trafique con drogas, estupefacientes o sustancias controladas
será penado con reclusión de quince a veinte años y multa de un millón a
cinco millones de lempiras, señalando en el artículo 5 No. 34) que para los
efectos de la presente Ley, salvo indicación expresa en contrario, se
entiende por: Tráfico Ilícito: Todo acto dirigido o emergente de las acciones
de
producir,
fabricar,
poseer
dolosamente,
tener
en
depósito
o
almacenamiento, transportar, entregar, suministrar, comprar, vender, donar,
introducir al país, sacar del país y/o realizar transacciones a cualquier título,
de
sustancias
controladas,
financiar
actividades
contrarias
a
las
disposiciones de la presente Ley o de otras normas jurídicas. Una lectura
detenida de los preceptos legales antes indicados pone en evidencia que la
controversia esencial planteada en el presente recurso se entabla entre la
posición del Juzgador de Instancia que ha condenado al imputado por la
comisión del delito de facilitación del medio de transporte para el tráfico de
drogas (art. 22), y la del Censor, cuando sostiene que del relato fáctico se
desprende que el encartado debe ser sancionado con la pena prevista para
el tráfico de drogas (art. 18), entre cuyas modalidades se comprende la
acción de transporte de drogas, al tenor de la definición que proporciona el
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artículo 5 No. 34) de la Ley penal especial en referencia. Huelga decir que
amén de un tratamiento punitivo sumamente severo, la técnica utilizada por
el legislador hondureño en la tipificación de los delitos relativos al tráfico de
drogas es poco afortunada, ya que al definir el tráfico de drogas (art. 5 No.
34) , hace referencia a verbos típicos, como son los de producir, fabricar,
tener en depósito, transportar, que a su vez son empleados en los mismos
términos o similares en la construcción de otros tipos penales contenidos en
la misma ley y que son merecedores de menor pena , así tenemos: el cultivo
de plantas estupefacientes, que tiene asignado una pena de nueve a doce
años de reclusión, (art. 16); la fabricación de drogas, castigada con una pena
de nueve a doce años de reclusión (art. 17); la facilitación intencional del
local o los medios de transporte para el tráfico o consumo ilícito de drogas
sancionado con una pena de seis a nueve años de reclusión (art. 22), lo que
en apariencia provoca un solapamiento de las conductas punibles, es decir,
los mismos hechos típicos descritos en varios preceptos a los que no
obstante se les estaría asignando penas distintas. En el artículo 5 No. 34) es
evidente que la cantidad de verbos descriptivos que contiene, obedece al
interés del legislador por cubrir de la mejor forma posible, todo el elenco de
actividades que estima pueden configurar el complejo de conductas
preordenadas al tráfico de drogas que usualmente son realizadas por
distintas personas que intervienen a lo largo del proceso, lo que en modo
alguno excluye que no puedan ser progresiva o simultáneamente realizadas
por una misma persona. Esta es una actividad compleja, porque la
comercialización, venta o suministro, requieren de un producto 'terminado',
es decir, de un proceso de obtención de la materia prima de la droga, de su
purificación, 'industrialización' y finalmente su distribución, para llegar al
objetivo final que es poder traficar con ella. Planteado lo anterior es
pertinente que tratemos de dilucidar si al referirnos al transporte de drogas
(art. 5 No. 34) y a la facilitación de los medios de transporte para el tráfico de
drogas (art. 22), estamos hablando de la misma conducta y por ende
sancionada con igual pena, o por el contrario se trata de hechos punibles
diferentes y merecedores de distintas sanciones. Como lo explica ACALE
SANCHEZ, “el transporte es realizado en algunos casos por la persona que
ha comprado para sí la droga, pero mayoritariamente, por personas,
contratadas para esa concreta función tan arriesgada y tan vulnerable a la
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intervención policial, si bien a la vista de la jurisprudencia existente en este
punto, el transportista no suele dar el nombre de quien le contrató1..” Más
adelante, la citada autora señala que “…el transporte como forma de hacer
circular la droga, es una de las conductas que sin lugar a dudas ha sido
considerada por la jurisprudencia que pone en peligro el bien jurídico salud
pública, pues supone un acto material de difusión de la droga..”2
Remitiéndose a un precedente jurisprudencial de su país, la penalista antes
mencionada expresa que el transporte ha sido definido en los siguientes
términos: “…transporte vale tanto como la acción de trasladar la droga
tóxica o estupefaciente de un punto a otro, con ulterior finalidad de
transmisión a otro u otros, y puede hacerse mediante el uso de cualquier
vehículo o medio de locomoción (ferrocarril, automóvil, embarcación o
bicicleta), a lomos de caballerías, o vehículos de tracción animal,
o…mediante mujeres porteadoras, las que disimulando debajo de sus ropas,
pueden
llevar
cantidades
de
hachís
o
de
otras
sustancias
estupefacientes…”3. Así las cosas, debemos ahora determinar que se
entiende por facilitar. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua, facilitar es “hacer fácil o posible la ejecución de una
cosa o la consecución de un fin. También puede entenderse como
equivalente a “proporcionar o entregar”4. De los conceptos lingüísticos
antes relacionados como de los extraídos de la realidad criminológica propia
del fenómeno que globalmente se conoce como tráfico ilícito de drogas, esta
Sala es del criterio que la conducta del imputado J. L. C., no se subsume en
el tipo penal previsto por el artículo 22 de la Ley contra el Tráfico Ilícito de
Drogas, pues del relato fáctico no se desprende que haya realizado la acción
de facilitar a otro individuo, el medio de transporte, es decir, proporcionar el
vehículo en el que se transportaba una importante cantidad de cocaína, con
un peso superior a los treinta y tres kilos según arroja el dictamen
toxicológico5, sino que asumió la tarea de alto riesgo como era la de
transportar por si mismo la droga antes relacionada. Y es que si partimos,
como lo entiende esta Sala, que el artículo 22 de la Ley contra el Tráfico
1
Vid. ACALE SANCHEZ, MARIA, en Salud Pública y Drogas Tóxicas, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2002, págs. 58-59.
2
Vid. ACALE SANCHEZ, MARIA, op cit, pág. 60.
3
Vid. ACALE SANCHEZ, MARIA, op. Cit, pág. 60
4
Vid, Voz: “facilitar”, en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, Tomo I,
21ª Edición, Madrid, 1992, pág. 943.
5
Vid. Folios No. 70 y 71.
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Ilícito de Drogas, comprende la acción que se limita a la facilitación o el
suministro, ya sea a título oneroso o gratuito del vehículo o medio de
transporte, utilizado por otro para el acarreo de la sustancia prohibida, que el
legislador hondureño ha considerado merecedora de menor pena; el
transporte de la droga incautada, realizado por el encartado J. L. C., es decir,
por si mismo, indudablemente constituye un hecho punible y de alto riesgo,
que se comprende dentro del término genérico y por tanto utilizado en el
ámbito penal, del tráfico ilícito de drogas6, que se configura al tenor de lo
previsto en los artículos 18, 19 y 5 No. 34) de la ley penal especial tantas
veces referida (vid. Sentencia del 19 de septiembre de 2012 recaída en el
Expediente No. 279-2010), todo ello teniendo en cuenta que no existe
disposición legal en contrario que configure al transporte de drogas
preordenado al tráfico como un tipo autónomo y merecedor de menor pena,
sino como una modalidad de lo que global y genéricamente se conoce como
tráfico ilícito de drogas. Por lo anteriormente expuesto se declara con lugar
el presente motivo por infracción de ley formulado por la Representación del
Ministerio Público. Siendo que el imputado J. L. C. carece de antecedentes
penales y de que no se aprecian circunstancias agravantes ni atenuantes,
esta Sala es del criterio que se le imponga la pena mínima que prevé el
artículo 18 de la Ley contra el tráfico ilícito de drogas.
IV.- SEGUNDO
MOTIVO: Infracción por Falta de Aplicación del artículo 18 de la Ley Sobre
Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Psicotrópicas.PRECEPTO AUTORIZANTE:
El presente motivo de casación se encuentra
comprendido en el Artículo 360 del Código Procesal Penal.-EXPLICACIÓN DEL
MOTIVO: El precepto penal y legal citado como infringido por aplicación indebida
textualmente dice: “Artículo 18: El que trafique con drogas, estupefacientes o
sustancias controladas, será penado con reclusión de quince a veinte años y
multa de un millón a cinco millones de Lempiras.”Como se puede apreciar en
los Hechos Probados, el Tribunal Sentenciador deja establecido que el señor J. L.
6
Sobre los conceptos “amplio” y “estricto” de los actos de tráfico de drogas, vid: ACALE
SANCHEZ, MARIA, Op. Cit. Pág. 42 y ss. Dicha autora señala que la tipología de conductas
descritas por la Convención de Naciones Unidas de 1988 contra el tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias psicotrópicas, en su artículo 1 literal m) relacionado con el 3
en sus párrafos 1 y 2, corresponde a un “concepto amplio y confuso” (vid. Pág. 43). Tales
preceptos tienen correspondencia con lo dispuesto en el artículo 5 No. 34) de la Ley
contra el Tráfico Ilícito de Drogas de Honduras, de ahí la compleja labor interpretativa a la
que se enfrentan los Juzgados y Tribunales de nuestro país para la delimitación y
aplicación de las distintas figuras delictivas previstas en esa ley penal especial.
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C. es la persona que portaba cocaína, en un compartimiento oculto, cuando fue
detenido por la Policía.-Es así como el Hecho Probado contiene la narración,
porque la prueba así lo precisa, de un acontecimiento que debe ser subsumido en
el tipo penal de Tráfico Ilícito de Drogas, veámoslo: “…un vehículo pick up, color
blanco, marca Chevrolet, placa PBH-..., mismo que era conducido por el señor J.
L. C., quien en un compartimiento oculto en el interior del vehículo llevaba varios
paquetes de cocaína hacia un lugar indeterminado…” se observa que la acción
que realizó el imputado, ante la ausencia de un tercer a quien deba de
entregársele la droga, constituye un Tráfico de Drogas.-Según el artículo 5
numeral 34 de la Ley Sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias
Psicotrópicas, establece que se considera tráfico ilícito el acto de transportar
droga, actividad que indiscutiblemente era la efectuada por el procesado al
momento de su detención.-Vale aclarar que el transportar no se sanciona de
manera más benigna en nuestra legislación, ya que esta actividad, en la lógica del
conjunto normativo, constituye una modalidad de traficar, debemos de lograr
delimitar dicha actividad estrictamente de transporte, con la de facilitación de
transporte, siendo trascendente señalar, a titulo ilustrativo, que esa frontera entre
los referidos tipos penales lo constituye la existencia de un tercero, que sería el
factor determinante en la ecuación del tipo penal de facilitación, ya que sería a
favor de éste en el cual redundaría la actividad de facilitar el medio de transporte,
como ya lo hemos indicado en el primer motivo de este recurso; delimitado los
tipos penales se muestra claro que la acción de transportar, ante la ausencia de
un tercero a quien se le este facilitando medio de transporte, cae en el ámbito del
Tráfico de Drogas, por lo que en el presente asunto la actividad del sindicado se
enmarca en el tipo penal de Tráfico De Drogas.-Las exigencias del tipo penal que
sanciona el Tráfico de Drogas concurren en el cuadro fáctico, por un lado el
sindicado se encontraba en posesión de la droga, ya que la misma se encontraba
dentro de la esfera de su dominio al ser transportada en el vehículo que conducía
(extremo que, sólo como un punto periférico a reseñar, adquiere mayor realce al
estimar el nerviosismo que exhibió y que motivo el registro que permitió el hallazgo
de la droga), y por otro lado, encontramos la forma en que esta dispuesta la droga,
en paquetes que facilitan su manipulación (evidenciando la venta en gran escala y
no al menudeo, como se ha acostumbrado a exigir), asimismo la cantidad de la
droga supera considerablemente la estimada para consumo personal inmediato,
dejando claro que la droga no tiene otro destino que su venta.-Lo cual encuentra
mayor credibilidad al observar las actividades previas realizadas por el procesado,
quien se registro en un hotel de la ciudad de El Paraíso, avisando que no existía
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ningún problema si no regresaba por la noche y dejaba su vehículo en el garaje, el
cual no es el vehículo con el que fue detenido, haciéndose manifiesto que la lógica
intensión del procesado era evitar su vinculación con cualquier instrumento de
comisión del delito, pero además que su ánimo no era de facilitar un medio de
transporte, ya que no usó de sus medios para tal fin, sino al contrario, realiza su
actividad delictiva bajo medidas que determinan el ánimo de traficar.-Es de aclarar
que la posibilidad de que el transporte solamente se realizara a lo interno de
nuestro país, conclusión que es extraída por la jurisdicción del hecho de que el
imputado portaba poco dinero (imposibilitando el traslado por otro país vecino), así
como la ausencia de ropas que sirvieran para mudarlas, no es un aspecto
suficiente para concluir que solo se trataba de un transporte de drogas.Evidentemente la droga podía ser comercializada en el interior del país con otra
persona. En el trafico de cualquier mercadería lícita, como por ejemplo las
verduras, una persona compra el producto al agricultor, quien lo traslada a las
ciudades y se la vende a un comerciante, quien la comercia con el consumidor
final, en algunas ocasiones el comerciante puede comprar el mismo producto a
varios agricultores con la finalidad de exportarlas y será en un país extranjero
donde se consuma el bien agrícola; todo esas etapas en el proceso son actos de
tráfico, no solo el acto mercantil en el cual el distribuidor le vende al consumidor
final es tráfico, lo es desde la primera relación entre el productor y el distribuidor,
las mismas consideraciones aplican en la narcoactividad, por lo que el no poder
concluir que se fuese ha sacar esa droga del país no significa que solamente es
transporte, máxime cuando las circunstancias como la disposición de la droga, el
usar un vehículo que no permita la vinculación con el procesado, la ausencia de
un tercero a quien se le facilite el transporte y la cantidad de la droga, no permiten
más que concluir que el procesado actuaba con ánimo de tráfico.-Observaciones
estas que se efectúan al margen de esta impetración, pues la misma pretende un
apego irrestricto al factum de la sentencia impugnada.-Para los efectos del artículo
363 del Código Procesal Penal, el Ministerio Público expresa que la interpretación
pretendida del precepto penal relacionado, está orientada a que el procesado, J. L.
Campo, sea declarado responsable de la comisión del delito de Tráfico Ilícito de
Drogas. Así las cosas se afirma que el sentenciador al no haber condenado por el
delito de Tráfico de Drogas al imputado, ha producido la infracción del precepto
penal contenido en el artículo 18 de la Ley Sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito de
Drogas y Sustancias Psicotrópicas.”
V.- RECURSO DE CASACIÓN POR
INFRACCIÓN DE LEY EN SU SEGUNDO MOTIVO, INTERPUESTO POR LA
REPRESENTACION DEL MINISTERIO PUBLICO DONDE SE ALEGA LA
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FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 18 DE LA LEY SOBRE USO
INDEBIDO
Y
TRÁFICO
ILÍCTO
DE
DROGAS
Y
SUSTANCIAS
PSICOTRÓPICAS. PRECEPTO AUTORIZANTE: ARTICULO 360 PARRAFO
PRIMERO DEL CODIGO PROCESAL PENAL.- El recurrente sostiene que el
Tribunal de Instancia ha infringido la ley por haber omitido la aplicación del artículo
18 de la Ley sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias
Psicotrópicas. Considera el reclamante, que conforme a los hechos declarados
probados, el Juzgador dejó establecido que el señor J. L. C. es la persona que
portaba la cocaína hacia un lugar indeterminado, por lo que entiende que la acción
realizada por el imputado, ante la ausencia de un tercero a quien deba de
entregársele la droga, constituye un delito de Tráfico de Drogas. Según su
parecer, las exigencias del tipo penal que sanciona el Tráfico de Drogas concurren
en el cuadro fáctico; por un lado, el sindicado se encontraba en posesión de la
droga, ya que la misma se encontraba dentro de la esfera de su dominio al ser
transportada en el vehículo que conducía y por otro lado, se añade la
circunstancia atinente a la forma en que está dispuesta la droga, esto es, en
paquetes que facilitan su manipulación, asimismo porque la cantidad de droga
incautada supera considerablemente la estimada para consumo personal
inmediato, dejando en evidencia que la droga no tiene otro destino que el de su
venta. Habiendo prosperado el primer motivo por aplicación indebida del
artículo 22 de la Ley sobre uso indebido y tráfico ilícito de drogas, y
estimando esta Sala que ha debido aplicarse el artículo 18 de esa ley penal
especial, se declara con lugar el segundo motivo formulado por la
Representación del Ministerio Público, para lo cual no remitimos a los
argumentos expuestos con anterioridad. POR TANTO: La Corte Suprema de
Justicia, en nombre del Estado de Honduras, POR UNANIMIDAD DE VOTOS DE
LA SALA DE LO PENAL y en aplicación de los artículos 303, 304, 313
atribución 5), 316 párrafo primero reformado de la Constitución de la
República; 1 de la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales; 5
No. 34), 18 y 26 párrafo último de la Ley Sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito
de Drogas y Sustancias Psicotrópicas; 360 párrafo primero y 369 párrafo
segundo del Código Procesal Penal. FALLA: PRIMERO: Declarando CON
LUGAR el recurso de casación por INFRACCIÓN DE LEY en sus dos motivos,
interpuesto por la Representación del Ministerio Público. SEGUNDO: Casando
parcialmente y por tanto reformando la sentencia dictada por el Tribunal de
Sentencia de Tegucigalpa en fecha
veintiocho de agosto de dos mil nueve.
TERCERO: Declarando penalmente responsable al imputado J. L. C. por el delito
SP 43-2010
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de TRANSPORTE DE DROGAS PREORDENADO AL TRAFICO ILICITO en
perjuicio de LA SALUD PUBLICA. CUARTO: Imponiendo al procesado J. L. C.
la pena de QUINCE (15) AÑOS DE RECLUSION, descontando el tiempo que ha
permanecido sometido a la medida cautelar de prisión preventiva, y a una multa
por el importe de UN MILLON DE LEMPIRAS. QUINTO: Condenando al acusado
J. L. C. a las penas accesorias de INHABILITACION ABSOLUTA E
INTERDICCION CIVIL por el tiempo que dure la condena principal, así como
también a trabajar en obras públicas o en el establecimiento penitenciario de
conformidad con la ley, Y MANDA: Que con certificación del presente fallo, se
remitan las presentes diligencias al Tribunal de origen, para los efectos legales
correspondientes.NOTIFÍQUESE.-
REDACTÓ
FIRMAS
Y
EL
MAGISTRADO
SELLO.-
RAUL
CÁLIX
ANTONIO
VALLECILLO.HENRIQUEZ
INTERIANO.- MAGISTRADO COORDINADOR.- JACOBO ANTONIO
HERNANDEZ.-
MAGISTRADO.-
CARLOS
DAVID
CALIX
CALIX
VALLECILLO.-
MAGISTRADO.- FIRMA Y SELLO.- LUCILA CRUZ MENENDEZ.- SECRETARIA
GENERAL”.
Extendida en la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los cinco
días del mes de diciembre del año dos mil doce.- Certificación de la sentencia de
fecha ocho de noviembre del año dos mil doce, recaída en el Recurso de
Casación Penal con orden de ingreso en este Tribunal No. SP-43-2010.
LUCILA CRUZ MENENDEZ
SECRETARIA GENERAL
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