TOCA CIVIL 247/2015 MAGISTRADO RELATOR: ALEJANDRO HUERECA SANTOS SECRETARIA DE ESTUDIO Y CUENTA: CLAUDIA GABRIELA RUIZ VALDÉS Saltillo, Coahuila, a ocho de octubre de dos mil quince. V I S T O para resolver los autos del Toca Civil 247/2015, relativo al recurso de apelación interpuesto por **********, en contra de la sentencia definitiva de fecha diecinueve de junio de dos mil quince, pronunciada por el Juez Segundo Interino de Primera Instancia en Materia Civil del distrito judicial de Monclova, con residencia en aquella ciudad, dentro de los autos del juicio ordinario civil sobre interdicto de retener la posesión, expediente **********, promovido por la recurrente en contra de **********, **********, ********** e **********; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. La sentencia recurrida en apelación concluyó con los siguientes puntos resolutivos: PRIMERO. Este juzgado es competente para conocer y resolver el presente juicio. SEGUNDO. La vía Ordinaria Civil propuesta y tramitada es la procedente. TERCERO.- La parte actora no justificó los hechos constitutivos de sus pretensiones por lo que la consecuencia se absuelve a ********** de las pretensiones que les fueron reclamadas por la parte actora en su escrito inicial de demanda. CUARTO. Se condena a ********** al pago de las costas causadas en ésta instancia. TOCA CIVIL 247/2015 2 QUINTO. Se absuelve a dos demandados ********** del pago de los daños y perjuicios que les reclama la parte actora en los términos de lo expuesto en el considerando quinto. Notifíquese Personalmente… SEGUNDO. Inconforme **********, interpuso recurso de apelación que le fue admitido en el efecto devolutivo por el juez de primer grado mediante auto de fecha dieciséis de julio de dos mil quince. Una vez recibidos los autos en esta sala, se radicó el toca correspondiente y se citó a las partes para oír sentencia definitiva, misma que hoy se pronuncia con base en las siguientes consideraciones. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Conforme a lo dispuesto por el artículo 865 del Código Procesal Civil vigente en el estado, al resolver el recurso de apelación el tribunal de alzada podrá revocar o modificar el auto o la sentencia recurridos, si estima fundados los agravios del apelante; o bien, confirmar la resolución apelada si considera infundados dichos agravios. SEGUNDO. Esta sala sintetiza el único motivo de disenso que conforma la litis en esta segunda instancia, de la siguiente manera: a. El juzgador pasa por alto lo dispuesto por el artículo 687, párrafo III, del Código Procesal Civil, ya que se limita a dictar una sentencia que carece de fundamento legal, dejando al apelante en completo estado de indefensión Así lo estima la recurrente ya que al no hacer o hacerse TOCA CIVIL 247/2015 3 allegar de las pruebas a las que tiene facultades de requerir, no puede llegar a la real verdad y, por consiguiente, no es posible valuar lo actuado, sino que se concreta a dictar una sentencia en la cual no son valoradas ninguna de las pruebas ofrecidas y desahogadas por las partes. b. De acuerdo a la resolución dictada por el juez de la causa, no existe identidad del inmueble pues para él no queda claro cuál es el inmueble que se pretende proteger con la acción interdictal, ya que considera que existe un solar común para las partes sin que exista una delimitación entre la casa de la demandada y la ahora apelante. Considera la recurrente que de los mismos autos se desprende que al desahogar las pruebas, la parte demandada ********** aceptó haber entregado el inmueble a su hijo y posteriormente haber incurrido en acciones determinantes encaminadas a desposeerla del inmueble. Señala que su contraparte hizo manifestaciones claras de cuál es el inmueble que ella misma entregó, aceptando que el inmueble es una parte de un terreno completo y que conoce perfectamente, que ella se los dejó a sus nietas, por lo que al no darle valor el juzgador a dichas probanzas violenta sus garantías individuales. Añade que desde el escrito inicial de demanda existe la identificación del inmueble así como la identidad del mismo, ya que al contestar la demanda así como en los demás escritos los demandados manifestaron expresamente el conocimiento del inmueble. c. Respecto de las testimoniales, los testigos manifiestan TOCA CIVIL 247/2015 4 saber y conocer el inmueble que habita la ahora apelante; por tanto, está identificado el mismo inmueble materia de este juicio y no como equivocadamente lo menciona y afirma el juzgador, al mencionar que existe un solar común para las partes, sin existir una delimitación entre la casa de la inconforme y la casa de la demandada **********. d. La acción interdictal propuesta está basada en la presunción que toda posesión es legítima, por lo que se presume que si una persona tiene un bien en su poder es por un motivo legítimo; por ello, si alguien trata de irrumpir en esa posesión por la fuerza, el poseedor puede acudir al juez sin tener que demostrar la legitimidad de su situación, bastándole con demostrar que la posesión efectivamente era suya. TERCERO. A juicio de esta Sala se considera innecesario estudiar los motivos de inconformidad expresados por el apelante pues tanto el juzgado de primera instancia que conoció del juicio cuya sentencia ahora nos ocupa como este tribunal de alzada carecen de competencia para resolver sobre la cuestión sometida a su conocimiento, dado que aquélla se surte a favor de un Tribunal Unitario Agrario. Esto así se concluye al fundarse la acción interdictal de retener la posesión en un inmueble que pertenece al régimen ejidal y, por tanto, no se tiene el dominio pleno sobre él, por lo que la materia civil es improcedente por ser la materia agraria la idónea, para dirimir cualquier controversia que pese sobre el mismo. De lo actuado por las partes en el juicio de origen quienes esto resuelven estiman necesario pronunciarse respecto al presupuesto procesal consistente en la competencia por materia TOCA CIVIL 247/2015 5 pues, como se anticipó, el proceso de origen se tramitó ante un juez civil aplicando las normas inherentes al juicio ordinario civil. Empero, el inmueble que la actora reclama en el interdicto de retener la posesión se encuentra ubicado dentro de un ejido, por lo que advierte esta sala que el juicio civil intentado es improcedente. En primer término este órgano ad quem estima conveniente transcribir las partes que interesan del escrito de demanda: PRESTACIONES a).- Se ordene a todos y cada uno de los demandados, a fin de que en forma inmediata, pongan fin a los actos perturbadores de la posesión que disfruto en forma pacífica, continua, públicamente y en concepto de dueña respecto del bien inmueble ubicado en la calle **********: Inmueble que cuenta con una superficie de ********** **********; por lo cual respecto de dicho inmueble, solicito se me mantenga en la posesión que ejerzo de pleno derecho sobre el mismo. HECHOS 1.- La suscrita promovente, aproximadamente a partir del día 06 de septiembre de 1997, adquirí la propiedad, de parte de la C. ********** de un inmueble ubicado en la calle **********; por lo cual respecto de dicho bien inmueble solicito se me mantenga en la posesión que ejerzo de pleno derecho en forma pacífica, pública, continua y sin violencia y además en concepto de propietario, lo anterior, toda vez que en dicha fecha la suscrita adquirí la propiedad y posesión de parte de la misma y a la fecha, por lo cual mi persona siempre he sido poseedora en concepto de dueña, inicialmente en compañía TOCA CIVIL 247/2015 6 de mi esposo el **********, con quien construimos la casa habitación que se encuentra en el terreno señalado y materia de este interdicto, posteriormente falleciendo y quedándome únicamente la suscrita y nuestros menores hijas con el inmueble en cuestión, anexándose las correspondientes actas de matrimonio, defunción y de nacimiento. 2.- Es el caso que el día 24 de Octubre de 2014, siendo aproximadamente las 15:00 horas, los ahora demandados **********, acompañado de diversas personas que decían ser sus trabajadores, se constituyeron físicamente en el inmueble objeto de mi propiedad y posesión y con lujo de violencia sobre las cosas, y obedeciendo órdenes de los mismos, ahora demandados señor **********, los trabajadores llevados por ellos mismos de los cuales desconozco sus nombres y así como los propios demandados empezaron a causar daños en mi propiedad, como cortar el suministro de agua, cortar el suministro de energía eléctrica, cerraron el acceso a mi propiedad, empezaron a llevar material de construcción, manifestando que cerrarían los accesos, argumentando que los ahora demandados en conjunto eran los dueños de dicho terreno, sin demostrarlo nunca, y sin mostrar documento alguno que así lo avalara, comenzando a escarbar, para levantar una barda de blocks, sin mi consentimiento y dentro de mi terreno, les pedí que suspendieran su trabajo, por lo cual, inclusive recibí amenazas por parte de quienes ahora se demanda, quienes decían que les valía madre y que eran de armas tomar y que más valía que me saliera de ese terreno, ya que según argumenta ser los legítimos propietarios de dicho bien inmueble, pero a la fecha no me han notificado algún procedimiento legal de alguna autoridad competente donde se acredite su dicho, si en cambio por vías de hecho me han perturbado la posesión que ejerzo en forma pacífica, continua y pública, desde hace aproximadamente 17 años; TOCA CIVIL 247/2015 7 además de los hechos de la presente demanda están enterados los **********, mismos que estuvieron atentos a la situación. Hasta aquí la reseña de antecedentes y litis de primera instancia. Ahora bien, como premisa de las consideraciones que se vierten más delante, es pertinente destacar en primer orden que el hecho que la competencia quede determinada por el juez de origen desde el auto admisorio de la demanda, no impide su estudio de oficio en la sentencia que se pronuncie en el juicio y aún en la apelación. La argumentación precedente encuentra apoyo en el criterio, que esta Sala comparte, sustentado por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aplicable al caso concreto, consultable http://sjf.scjn.gob.mx/, en la apartado página de Sistematización de internet tesis y ejecutorias, Semanario Judicial de la Federación, México, registro 20005171, cuyos rubro y texto son: COMPETENCIA POR RAZÓN DE LA MATERIA. EL JUEZ DEL CONOCIMIENTO PUEDE EXAMINARLA DE OFICIO EN EL PRIMER PROVEÍDO QUE EMITA RESPECTO DE LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA, O BIEN, DURANTE EL PROCEDIMIENTO, E INCLUSO, AL DICTAR LA SENTENCIA CORRESPONDIENTE (LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE CHIHUAHUA Y CHIAPAS). De la interpretación de los artículos 40 y 150 a 152 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Chihuahua, así como de los numerales 151, 153 y 165 del Código de 1 Décima Época. Primera Sala. Jurisprudencia por contradicción. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro VII, abril de 2012. Materia(s): Civil. Página: 334 TOCA CIVIL 247/2015 8 Procedimientos Civiles del Estado de Chiapas, se advierte que la competencia por razón de la materia es improrrogable y, por consiguiente, no puede inferirse sumisión tácita o expresa por las partes; de ahí que es válido que su análisis se verifique de oficio por los órganos jurisdiccionales respectivos, ya sea en el primer proveído que pronuncien sobre la admisión de la demanda, o bien, durante el procedimiento, e incluso, al dictar la sentencia correspondiente, en virtud de constituir un presupuesto procesal para dictar una resolución válida. Ahora bien, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha establecido en favor de los particulares la garantía de acceso a la jurisdicción en su artículo 17 que dispone, en lo conducente, que: […] Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales. […] Sin embargo, aun cuando todos los órganos dotados de jurisdicción están expeditos para administrar justicia, cada uno de ellos tiene atribuidas, de manera precisa, una serie de facultades que le permiten avocarse tan sólo a determinado tipo de negocios, circunstancia que procesalmente lo convierte en el órgano jurisdiccional competente en un caso concreto. De esta forma, surge la denominada competencia objetiva, entendida como el límite y medida de la jurisdicción. TOCA CIVIL 247/2015 9 Por su parte, disponen los artículos 27 y 29 del Código Procesal Civil que toda demanda debe formularse ante órgano judicial competente y que, salvo la establecida por razón de territorio, la competencia no puede prorrogarse, siendo nulo lo actuado ante juzgado o tribunal que fuere declarado incompetente. De igual manera, el artículo 21 del ordenamiento adjetivo en cita previene que por competencia o capacidad objetiva del juzgado o tribunal debe entenderse el límite de juzgamiento o idoneidad que a cada uno le corresponde para el conocimiento, resolución o ejecución de un determinado número de asuntos de acuerdo con la ley. Pero también los tratadistas refieren que al hablar de competencia es indispensable anteponer el concepto de la jurisdicción concebida ésta como el poder genérico de administrar justicia dentro de los poderes y atribuciones de la soberanía del Estado. En este sentido, la competencia entonces es precisamente el modo o manera cómo se ejerce esa jurisdicción considerando diversos criterios (artículo 26 del ordenamiento en cita) como lo son la materia, la cuantía, el grado, el turno, el territorio, etcétera, imponiéndose por tanto una competencia por necesidades de orden práctico. La jurisdicción es el género, mientras que la competencia viene a ser la especie: todos los jueces tienen jurisdicción, pues tienen el poder de administrar justicia, pero cada juez tiene competencia para determinados asuntos. TOCA CIVIL 247/2015 10 Se considera, entonces, la competencia tanto como facultad del juez para conocer en un asunto dado como también el conflicto que puede existir por razón de competencia, como es el caso de conflicto o cuestiones que pueden darse al respecto. La competencia jurisdiccional nace o se genera de las disposiciones jurídicas orgánicas de los tribunales o de las reguladoras de los distintos procedimientos que han de sustanciarse ante éstos, y se surte de acuerdo con las circunstancias de materia, lugar, grado o cuantía que rodeen al litigio planteado. En tanto que, la competencia por materia es un factor que se determina por la naturaleza de la pretensión procesal y por las disposiciones legales que la regulan. Esto es, se toma en cuenta la naturaleza del derecho subjetivo hecho valer con la demanda y que constituyen la pretensión y norma aplicable al caso concreto. Este tipo de competencia tiene la peculiaridad de no ser prorrogable, esto es que el conocimiento del asunto del órgano jurisdiccional no está supeditado a la voluntad de las partes. Nuestra Carta Magna establece en el artículo 16 la competencia constitucional al anteceder al acto de molestia un mandamiento escrito de autoridad competente, lo que conlleva a estimar que se trata de un presupuesto sin el cual no puede existir el proceso y que no se encuentra sujeto a prórroga ni a preclusión. Esto es así en cuanto supone que una autoridad será competente para analizar o llevar a cabo un acto si la realización de éste encaja en sus atribuciones y que carecerá de tal competencia si al actuar rebasa los límites de las indicadas TOCA CIVIL 247/2015 11 facultades, por lo que se trata de un presupuesto sin el cual no puede existir el proceso. Por otra parte, la competencia a que se refiere el artículo 14 del mismo ordenamiento fundamental, a la que en ocasiones también se denomina jurisdiccional, atiende a cuestiones propias del debido proceso y es, por tanto, prorrogable, a diferencia a la establecida en el artículo 16, permitiendo a la parte en juicio que lo estime conducente hacer valer cuestiones de competencia en el momento procesal oportuno, lo que se traduce en que en todo juicio deberán cumplirse las formalidades esenciales del procedimiento, de conformidad con la legislación establecida y aplicable al respecto. Al caso resulta aplicable la tesis aislada que esta sala hace suya y que ha sostenido el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, visible http://sjf.scjn.gob.mx/, en apartado la página Sistematización de internet de tesis y ejecutorias, Semanario Judicial de la Federación, México, registro 1897712, cuyos rubro y texto son del tenor literal siguiente: COMPETENCIA CONSTITUCIONAL Y JURISDICCIONAL, CONNOTACIÓN Y TRASCENDENCIA DE LA, CUANDO LA CONTROVERSIA COMPRENDE UNIDADES DE DOTACIÓN SUJETAS ÓRGANOS AL RÉGIMEN JUDICIALES EJIDAL, DEL VENTILADA ORDEN COMÚN. POR La competencia constitucional estatuida en el artículo 16 de la Ley Suprema, se configura con el conjunto de facultades que ésta otorga a determinado órgano del Estado, de modo que una autoridad será competente para analizar un acto si la realización de éste encaja en sus atribuciones, y carecerá de tal competencia si al actuar rebasa los límites de las 2 Novena Época, Tribunales Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIII, Mayo de 2001, Materia(s): Administrativa, Tesis: XVI.3o.1 A, Página: 1103 TOCA CIVIL 247/2015 12 indicadas facultades; de ahí que sea improrrogable sin estar sujeta a preclusión. Por su parte, la competencia jurisdiccional prevista en el segundo párrafo del artículo 14 de la Carta Magna, atiende a cuestiones propias del debido proceso, y es por tanto prorrogable, a diferencia de la constitucional, permitiendo a la parte en juicio que lo estime conducente, hacer valer cuestiones de competencia en el momento procesal oportuno, ya al promover la demanda, ya al contestarla, o bien, mediante la vía incidental. De tal manera, si la controversia comprende unidades de dotación sujetas al régimen ejidal, y su conocimiento correspondió a autoridades judiciales del orden común, es inconcuso que, dada la naturaleza jurídica de los derechos intrínsecos de dicha unidad de dotación, es a los tribunales agrarios establecidos para dirimir las controversias suscitadas dentro del régimen jurídico de propiedad ejidal y comunal, a quienes en realidad corresponde dilucidarla, conforme a la Ley Federal de Reforma Agraria o, en su caso, a la Ley Agraria. Esta circunstancia, por sí misma, deja evidente la falta de competencia por parte de aquellas autoridades. Entonces no es óbice el hecho de no haber sido opuesta excepción de incompetencia alguna, ya que, en tratándose de competencia por razón de la materia, que por la propia naturaleza de las cuestiones jurídicas que la constituyen es improrrogable, no puede inferirse sumisión tácita o expresa al juzgador, ni tampoco está sujeta a preclusión; de lo contrario implicaría tener como legal lo actuado por una autoridad que, por ley, ya era incompetente. Ahora bien, aun y cuando todos los órganos dotados de jurisdicción están expeditos para administrar justicia, ello no puede sobrepasar las reglas que para cada materia establece la legislación ya que sólo se le permite avocarse a determinado tipo TOCA CIVIL 247/2015 13 de negocios, circunstancia que procesalmente convierte a cada órgano jurisdiccional en el competente para cada caso concreto. Esto también se puede explicar así. La función jurisdiccional es una potestad atribuida a determinados órganos para dirimir cuestiones litigiosas entre diversos gobernados pero, al mismo tiempo, es un deber impuesto a esos órganos, debido a lo cual, éstos no tienen la posibilidad de negarse a ejercerla. En este orden de ideas, la autoridad jurisdiccional como tal, no puede hacer más de lo que las leyes expresamente le confieren y, en ese sentido, deben hacer uso de los mecanismos jurídicos establecidos por el legislador para el ejercicio de su función. Vale agregar que además de los órganos jurisdiccionales tienen el deber de ajustarse a los mecanismos jurídicos establecidos por el legislador para el ejercicio de la función jurisdiccional, también los gobernados deben acatar esos mecanismos al momento de pretender ejercer su derecho a la jurisdicción. Esto es, cuando los gobernados quieren hacer uso del derecho de acceso a la justicia deben someterse necesariamente a las formas que el legislador previó, siempre y cuando éstas tengan sustento constitucional. Por tanto, la existencia de determinadas formas y de plazos concretos para acceder a la justicia no tiene su origen en una intención caprichosa del legislador. Por el contrario, responde a la intención de aquél de facultar a éste para que pueda establecer TOCA CIVIL 247/2015 14 mecanismos que garanticen el respeto a las garantías de seguridad jurídica y dentro de éstas, la de legalidad en los procedimientos. Esas garantías de seguridad jurídica se manifiestan como la posibilidad de que los gobernados tengan certeza de que su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos regulares, establecidos previamente, es decir, bajo los términos y plazos que determinen las leyes, como lo establece el precitado artículo 17 constitucional. Entonces, esas condiciones que se establecen previniendo los posibles conflictos que puedan darse, son mecanismos que sirven para preservar la seguridad jurídica de los implicados en la tutela jurisdiccional. Así, el accionante sabrá exactamente cuándo y ante quién debe ejercer su derecho, los requisitos que debe reunir para hacerlo, los plazos para ofrecer y desahogar sus pruebas, etcétera. De la misma manera, la parte demandada sabrá cuándo y cómo contestar la demanda, ofrecer y desahogar sus pruebas, etcétera, ya que esas condiciones pueden variar dependiendo de cada uno de los procedimientos establecidos por las leyes procesales. En este contexto, debe realizarse la prosecución de un juicio en la forma que establece la ley porque el análisis de las acciones sólo puede llevarse a efecto si el juicio, en la materia escogida por el actor, es procedente, pues de no serlo, el juez estaría impedido para resolver sobre las acciones planteadas. TOCA CIVIL 247/2015 15 Por ello cabe decir que, con independencia de si fue o no materia de agravio, el estudio de la procedencia del juicio es un presupuesto procesal que, por lo mismo, es una cuestión de orden público y debe estudiarse de oficio como antes se determinó, ya que la ley expresamente ordena el procedimiento en que deben tramitarse las controversias, sin permitir a los particulares, en libre arbitrio, adoptar diversas formas de juicio. Entonces, atendiendo a lo dispuesto por el segundo párrafo del artículo 61 del Código Procesal Civil de Coahuila, los gobernados no pueden consentir, ni tácita ni expresamente, un procedimiento que no es el establecido por el legislador para el caso concreto, porque la materia correcta para buscar la solución a un conflicto no es una cuestión que dependa de los particulares y ni siquiera del juzgador, sino que está determinada por el legislador ordinario. Estimar que los particulares tienen la facultad de elegir el camino procesal que prefieran para ejercer su derecho a la tutela jurisdiccional implicaría que tendrían la capacidad de decidir, a su conveniencia, los plazos y condiciones para solicitar la función jurisdiccional. Esta prerrogativa generaría una desigualdad jurídica, y daría lugar a llevar juicios que irían en contra de las normas procesales que son imperativas, con la consiguiente inseguridad jurídica, pues no habría certeza respecto del juez ante quien se debe solicitar la jurisdicción, cómo hacerlo, en qué plazos, con qué formalidades, entre otros. Por tal razón, hipotéticamente no prosperaría el supuesto de que las partes consintieran de manera tácita la materia que no es la prevista para un procedimiento concreto. TOCA CIVIL 247/2015 16 En este orden de ideas, aunque exista el auto que admite la demanda, ello no implica que por un supuesto consentimiento de los gobernados, el camino establecido por el legislador no se deba tomar en cuenta pues, como ya se dijo, ese proceso es el que debe seguirse en todos los casos, salvo que se autoricen vías alternativas. En tal contexto de ideas debe señalarse que de conformidad con el artículo 33 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, los Jueces de Primera Instancia en Materia Civil, conocerán: I. De los asuntos civiles y mercantiles, a excepción de los que correspondan al conocimiento de un Juez Letrado en los términos de esta ley, y aquellos en que se controviertan cuestiones relacionadas con el patrimonio de familia, en los cuales la competencia corresponde a los Jueces de lo Familiar; II.- De los juicios hereditarios y de sus conexidades, así como de las acciones de petición de herencia; III.- De los negocios de jurisdicción voluntaria cuyo conocimiento no corresponda específicamente a los jueces de lo Familiar; IV.- De las diligencias preliminares de consignación en asuntos de carácter civil; V.- De las diligencias de exhortos, rogatorias, suplicatorias, requisitorias y despachos, relacionados con asuntos civiles; VI.- De los asuntos en Materia Familiar, cuando en el lugar de su residencia no haya juzgado de esa Materia; VII.- De los negocios de la competencia de los jueces de Primera Instancia en Materia Penal, en los casos de impedimento, recusación o excusa de éste; y TOCA CIVIL 247/2015 17 VIII.- De los demás asuntos que le encomienden las Leyes. Por otra parte, la fracción XIX del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que el estado tiene la facultad de disponer las medidas para la expedita y honesta impartición de la justicia agraria, con objeto de garantizar la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad, y apoyar la asesoría legal de los campesinos. De igual forma, la mencionada disposición legal establece que son de jurisdicción federal todas las cuestiones que por límites de terrenos ejidales y comunales cualquiera que sea el origen de éstos, se hallen pendientes o se susciten entre dos o más núcleos de población; así como las relacionadas con la tenencia de la tierra de los ejidos y comunidades. Para estos efectos y, en general, para la administración de justicia agraria, la ley instituirá tribunales dotados de autonomía y plena jurisdicción, integrados por magistrados propuestos por el Ejecutivo Federal y designados por la Cámara de Senadores o, en los recesos de ésta, por la Comisión Permanente y establecerá un órgano para la procuración de justicia agraria. Conviene recordar el contenido de los artículos 9, 43, fracción III del 44, 49 y 163 de la Ley Agraria, que disponen: Artículo 9. Los núcleos de población ejidales o ejidos tienen personalidad jurídica y patrimonio propio y son propietarios de las tierras que les han sido dotadas o de las que hubiere adquirido por cualquier otro título. TOCA CIVIL 247/2015 18 Artículo 43. Son tierras ejidales y por tanto están sujetas a las disposiciones relativas de esta ley las que han sido dotadas al núcleo de población ejidal o incorporadas al régimen ejidal. Artículo 44. Para efectos de esta ley las tierras ejidales, por su destino, se dividen en: […] III. Tierras parceladas. Artículo 49. Los núcleos de población ejidales o comunales que hayan sido o sean privados ilegalmente de sus tierras o aguas, podrán acudir, directamente o a través de la Procuraduría Agraria, ante el tribunal agrario para solicitar la restitución de sus bienes. Artículo 163. Son juicios agrarios los que tienen por objeto sustanciar, dirimir y resolver las controversias que se susciten con motivo de la aplicación de las disposiciones contenidas en esta ley. Por su parte, el artículo 18 de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, en sus fracciones I, V y XIV, señala que los Tribunales Unitarios serán competentes para conocer de las controversias por límites de terrenos entre dos o más núcleos de población ejidal o comunal, y de éstos con pequeños propietarios o sociedades. También previene el numeral invocado que serán competentes los tribunales agrarios para conocer de los conflictos relacionados con la tenencia de las tierras ejidales y comunales y de los demás asuntos que determinen las leyes. TOCA CIVIL 247/2015 19 La regla general contenida en este último párrafo nos lleva a concluir que la competencia de los Tribunales Unitarios Agrarios se vincula necesariamente con los bienes ejidales o comunales tratándose de controversias o cuestiones en las que estén involucrados bienes de propiedad ejidal o comunal, o derechos de ejidatarios o comuneros. En este sentido, no importa el carácter de la persona o ente contra el que se origine la controversia, es decir, no se toma en cuenta si una de las personas es particular, comuneros o ejidatarios, sino su ámbito se extiende a la protección de la materia agraria. En el caso concreto se obtiene que es evidente que la naturaleza de la acción ejercida es civil, pues el actor reclama la retención de un bien inmueble. Sin embargo, también resulta claro que de las prestaciones reclamadas y de los hechos descritos en la demanda se advierte que los actos perturbatorios por parte de los demandados, del terreno objeto del presente juicio, involucra cuestiones relacionadas con la materia agraria, puesto que el acto que dio origen a la posesión de la actora del inmueble cuya retención pretende corresponde a la traslación de domino de un bien raíz perteneciente al Ejido **********. Es importante decir que no obra en autos medio cognoscitivo alguno con que se logre acreditar que el mismo salió del régimen ejidal para constituirse en un bien del uso común y regido por el derecho civil y no por la ley agraria. Luego entonces, debido a la tutela especial y al respeto irrestricto que esta clase de bienes tiene por disposición TOCA CIVIL 247/2015 20 constitucional, en cualquier asunto relacionado con la posesión de terrenos presuntamente incluidos dentro del régimen ejidal o comunal, debe ser la autoridad agraria la que conozca de ellos, sin que tenga importancia si alguna de las partes es particular. A igual conclusión se llega con independencia que a través de ese conocimiento se llegue a determinar que los referidos bienes ya no forman parte de dicho régimen jurídico pues, en ese caso, la referida autoridad tendrá siempre la posibilidad de así declararlo y, con base en ello, dictar la resolución que en derecho corresponda. En efecto, si bien como se señaló la acción interdictal de retener la posesión del inmueble, objeto del litigio, es civil, la materia de dicha acción es agraria pues, según se ha señalado, existe una presunción fundada de que se trata de un predio sujeto al régimen ejidal y regulado por el derecho agrario, con aplicación de la ley respectiva de la materia. De lo antes dicho y motivado se sigue que la competencia para conocer de la controversia que ocupó al juzgado de primera instancia y que ahora se somete al conocimiento de esta sala, debe fincarse en el Tribunal Unitario Agrario conforme a lo previsto por el artículo 163 de la ley agraria que determina su competencia por razón de la materia y en términos del diverso numeral 18 de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios, tomando en consideración que una de las partes en contienda es, además, parte de un núcleo de población ejidal. Así, de acuerdo con las constancias, el litigio deriva de la posesión de un inmueble que se presume forma parte de un régimen ejidal, y es el propio artículo 27 constitucional en su fracción XIX el que dispone que las cuestiones de tal naturaleza TOCA CIVIL 247/2015 21 deben ser dirimidas por una autoridad de jurisdicción federal, de ahí que resulte claro que el juez de primera instancia no era competente para conocer del asunto. Luego, si de acuerdo con el artículo 16 constitucional, para que un acto de autoridad resulte legalmente válido debe emanar de autoridad competente, es inconcuso que compete conocer del asunto de que se trata a una autoridad federal. Atento a lo anterior, es de concluirse que el conocimiento de este negocio debió corresponder a un Tribunal Unitario Agrario, como resulta ser en este caso en términos del acuerdo del Tribunal Superior Agrario publicado en el Diario Oficial de la Federación el trece de septiembre de dos mil seis, el Tribunal Unitario del Distrito número 20, residente en Monterrey, Nuevo León. Lo que así se considera con apoyo en la tesis jurisprudencial que este órgano de alzada hace suya y que fue emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página de internet http://sjf.scjn.gob.mx/, apartado Sistematización de tesis y ejecutorias, Semanario Judicial de la Federación, México, registro 192, 8993, que es del contenido literal siguiente: COMPETENCIA EN MATERIA AGRARIA. CORRESPONDE AL TRIBUNAL UNITARIO AGRARIO CONOCER DE LAS ACCIONES QUE SE EJERCITEN SOBRE LA POSESIÓN DE PREDIOS PRESUNTAMENTE EJIDALES. Con el fin de determinar el órgano jurisdiccional competente para conocer de una acción sobre posesión de predios, deben tomarse en cuenta el objeto de la demanda, los planteamientos 3 [J]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; X, Noviembre de 1999; Pág. 23 ; TOCA CIVIL 247/2015 22 formulados por las partes, los hechos narrados y los elementos probatorios con los que se cuente, por lo que si de las constancias de autos se desprende que una de las partes es un sujeto de derecho agrario y que la acción recae sobre un presunto predio ejidal, la materia sobre la que versa la pretensión, aunque en principio sea de naturaleza civil, pudiere quedar comprendida en la agraria y, por ende, el órgano a quien debe fincársele la competencia es al Tribunal Unitario Agrario del lugar donde se ubica el predio, en la inteligencia de que la resolución correspondiente no determina la naturaleza de éste. Con base en lo anteriormente razonado, y toda vez que la competencia como la que nos ocupa, es improrrogable, no está sujeta a preclusión y no puede inferirse sumisión tácita o expresa al juzgador, por cuanto lo contrario implicaría tener como legal lo actuado por una autoridad que por ley ya era incompetente, lo procedente es dejar insubsistente la sentencia dictada por el Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito Judicial de Monclova, con residencia en esa ciudad, en el juicio ordinario civil ********** al advertir este tribunal de alzada la evidente incompetencia del juzgador para conocer de las acciones deducidas en dicho juicio. En dicha tesitura, y ante la incompetencia del juez de primera instancia, se declara nulo todo lo actuado desde el auto de radicación, debiéndose remitir los autos ante el Tribunal Unitario Agrario competente, conforme a lo previsto por el artículo 163 de la Ley Agraria que determina su competencia por razón de la materia. Ahora bien, del Diario Oficial de la Federación se obtiene, en lo que aquí interesa, de fecha trece de septiembre de dos mil seis, TOCA CIVIL 247/2015 23 relativo al acuerdo del Tribunal Superior Agrario por el que se reubica el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 24, que venía funcionando en Saltillo, estableciéndose su nueva sede en la ciudad de Toluca, estado de México, y se modifica la competencia territorial de los tribunales unitarios agrarios de los distritos 6, 9, 10 y 20, con sedes, respectivamente, en las ciudades de Torreón, Toluca, Naucalpan y Monterrey, del sexto acuerdo, lo siguiente: SEXTO.- Se modifica el ámbito de competencia territorial del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 20, con sede en la ciudad de Monterrey, el que comprenderá todos los municipios del Estado de Nuevo León, así como los siguientes municipios: Del Estado de Coahuila: 1.- … 26.- Saltillo En base a ello, deberá remitirse el presente asunto al Tribunal Unitario Agrario del Vigésimo Distrito, con residencia en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Por último, toda vez que se ha declarado insubsistente la sentencia de primer grado, resulta innecesario abordar el estudio de los agravios expresados por la recurrente ya que en el caso particular se ha declarado insubsistente la sentencia impugnada por la incompetencia en razón de la materia. CUARTO. En virtud de que el presente caso no encuadra en el supuesto previsto por el artículo 138 del Código Procesal Civil del Estado, no ha lugar a hacer especial condenación en costas en esta segunda instancia. Por lo expuesto y con apoyo además en los artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política del Estado, 16, 18 TOCA CIVIL 247/2015 24 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, 865 y 881 del Código Procesal Civil de Coahuila, se resuelve: PRIMERO. Se declara INSUBSISTENTE la sentencia de Primera Instancia cuyos datos han quedado debidamente precisados en el proemio de esta resolución. SEGUNDO. Se declara nulo todo lo actuado desde el auto de radicación de fecha **********, debiéndose remitir los autos ante el Tribunal Unitario Agrario del Vigésimo Distrito, con residencia en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. TERCERO. No se hace condena en costas en esta segunda instancia. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE, al tenor de lo dispuesto por el artículo 211, fracción V, del Código Procesal Civil de Coahuila; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos originales al juzgado de su procedencia y en su oportunidad, archívese el toca como totalmente concluido. Así, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los magistrados que integran el Pleno de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado Martha Elena Aguilar Durón, Miriam Cárdenas Cantú, Carlos Javier García Mata, Alejandro Huereca Santos y Gabriel Aguillón Rosales, siendo ponente el cuarto de los nombrados, por ante la licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite que autoriza y da fe. - - - - - - - - - - - - - - - - - - Martha Elena Aguilar Durón Miriam Cárdenas Cantú TOCA CIVIL 247/2015 25 Carlos Javier García Mata Gabriel Aguillón Rosales Alejandro Huereca Santos María Blanca Esthela Subealdea Rodríguez. Esta sentencia se incluye en la lista de acuerdos de esta fecha.CONSTE.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, hago constar y certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58 y 75 fracción III, de la Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables. Este documento fue cotejado previamente con su original por la licenciada Claudia Gabriela Ruiz Valdés, secretaria de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión pública. María Blanca Estela Subealdea Rodríguez TOCA CIVIL 247/2015 26