análisis jurídico doctrinario del contr

Anuncio
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
“ANÁLISIS JURÍDICO DOCTRINARIO DEL CONTRATO DE PROMESA Y DE
OPCIÓN, DE CONFORMIDAD CON LA LEGISLACIÓN GUATEMALTECA”
DIMAS JUAN CARLOS DE LEÓN PRADO
GUATEMALA, 9 DE OCTUBRE DE 2012
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
“ANÁLISIS JURÍDICO DOCTRINARIO DEL CONTRATO DE PROMESA Y DE
OPCIÓN, DE CONFORMIDAD CON LA LEGISLACIÓN GUATEMALTECA”
TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADO
por
DIMAS JUAN CARLOS DE LEÓN PRADO
Previo a optar al grado académico de
LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
GUATEMALA, 9 DE OCTUBRE DE 2012
AUTORIDADES DE LA FACULTAD Y DEL TRIBUNAL QUE PRACTICÓ
EL EXAMEN DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN.
Decana de la Facultad:
Licda. Mireya Barrera Morales
Secretario de la Facultad:
Lic. Omar Abel Morales Lurssen
Presidente del Tribunal Examinador:
Licda. Dora Judith Zaldaña García
Secretario:
Lic. Aldo Osberto González Linares
Vocal:
Licda. María Consuelo Porres Argueta
iii
iv
REGLAMENTO DE TESIS.
ARTÍCULO 8° RESPONSABILIDAD.
Solamente el autor es el responsable de los conceptos expresados en el trabajo de tesis.
Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad para la Universidad.
v
ÍNDICE
Introducción........................................................................................................... ………………..1
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES SOBRE DERECHO CONTRACTUAL
1.1.
Concepto del Derecho Civil……………………………………………………. 4
1.2
Definición del Derecho Civil…………………………………………………… 5
1.3.
Devenir Histórico del Derecho Civil……………………………………………6
1.4.
Importancia de la distinción entre Derecho Privado y Derecho Público..… 6
1.5.
El contrato en el derecho civil…………………………………………..…….. 9
1.6.
Elementos del contrato…………………………………………………...……. 10
1.6.1. Elementos esenciales…………………………….……………………………. 10
1.6.2. Elementos naturales……………………………………….…………………… 11
1.6.3. Elementos accidentales……………………………………….……………….. 12
1.7.
Otorgamiento del consentimiento……………………………….……………. 13
1.8.
División del contrato……………………………………………………………. 13
1.9.
El contrato en el código civil…………………………………………………… 15
1.10. Generalidades de las obligaciones…………………………………………… 17
1.11. Evolución histórica……………………………………………………………… 18
1.12. Falta de eficacia de la obligación………………………...…………………… 19
1.13. El hecho y el acto jurídico…………………………………..…………………. 20
1.13.1.
Diferencias entre negocio y acto jurídico…..………………………… 21
1.13.2.
Similitudes entre negocio y acto jurídico……..………………………. 21
1.13.3.
Evolución del negocio jurídico…………………………………...……. 22
1.13.4.
Efectos del acto jurídico……………………………...………………… 23
1.13.5.
Clasificación de las fuentes de obligaciones………...………………. 23
1.13.6.
Efectos de las obligaciones……………………………...........………. 28
1.13.7.
Cumplimiento de las obligaciones…………………………………….. 29
1.13.8.
Formas especiales de pago……………..…………………………….. 30
1.13.9.
Incumplimiento de las obligaciones……………………………...…… 31
1.13.10.
Transmisión de las obligaciones………………………………...……. 32
1.13.11.
Extinción de las obligaciones………………………………………….. 33
vi
CAPÍTULO II
DEL CONTRATO DE LA PROMESA Y DE LA OPCIÓN
2.1.
Generalidades del contrato de promesa……………………...……………… 34
2.2.
Características del contrato de promesa………………………..…………… 34
2.3.
Definición de contrato de promesa………………………………...…………. 37
2.4.
El contrato de opción…………………………………………………………… 39
2.5.
Regulación legal vigente…………………………...………………………….. 40
2.6.
Confusión en la interpretación separada del contrato de la promesa y
de la opción…………………………………………..…………………………. 42
2.7.
Elementos que individualizan al contrato de promesa…..…………………. 45
2.8.
El contrato de promesa en el derecho comparado……….………………… 47
CAPÍTULO III
ANÁLISIS JURÍDICO DOCTRINARIO DEL CONTRATO DE PROMESA Y
DE LA OPCIÓN, DE CONFORMIDAD CON LA LEGISLACIÓN
GUATEMALTECA
3.1.
Planteamiento de la problemática…………………………………………….. 51
3.2.
Objetividad de la interpretación……………………………………………….. 53
3.3.
Comprobación de la hipótesis……………………………………...…………. 54
CONCLUSIONES…………………………………………………………….………… ...........................56
RECOMENDACIONES……………………………………………………………………………………
57
ANEXOS………………………………………………………………………...………......................... 67
.
BIBLIOGRAFÍA…...…………………………………………………………….………..........................58
vii
INTRODUCCIÓN
El objeto central en la presente investigación lo constituye el análisis jurídico
doctrinario del contrato de promesa y de opción de conformidad con la legislación
guatemalteca.
Actualmente no pueden individualizar con toda certeza jurídica las condiciones
generales y formalidades del contrato de promesa, toda vez que se encuentra
regulado conjuntamente con el contrato de opción en el Código Civil, Decreto Ley
Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, no pudiéndose
desligar los efectos jurídicos, obligaciones y derechos de las partes para cada forma
de contratación, puesto que en algunas normas se hace clara referencia a la
promesa y otras, a la opción.
Puede confundirse, la promesa unilateral con la opción, porque el Código Civil
establece en su Artículo 1676 que la promesa unilateral es la estipulación que una
persona hace a favor de otra otorgándole la opción de adquirir algo.
En la promesa unilateral sólo una de las partes queda obligada. En el
supuesto caso de que la persona a favor de quien se establece la opción, es decir el
optante, nunca comparece en forma expresa a aceptar, la promesa no genera una
obligación para esta última persona. En el caso de quien ofreció, es decir el
promitente, su declaración de voluntad no produce efectos, puesto que el optante
nunca aceptó, tácita ni expresamente.
Debido a la inexistencia de una normativa jurídica en el Código Civil, Decreto
Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, que
1
2
individualice la promesa y la opción, su interpretación tiende a ser confusa y no
puede individualizarse una de otra en forma categórica.
Las formas de promesa reguladas en el Código Civil, Decreto Ley Número 106
del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, no permiten distinguir si los
efectos contenidos en el articulado de tal cuerpo de leyes se deben aplicar
únicamente a la promesa unilateral, a la bilateral o inclusive a la opción. Sin
embargo, en este último caso, no se contempla en forma precisa, si sus efectos se
producen con o sin la aceptación del optante.
Si la regulación legal que se pretendía con la opción, era de un contrato
independiente, como taxativamente lo establece el Artículo 1677 del Código Civil,
Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, en el
resto de dicha normativa se omitió determinar los demás requisitos y solemnidades
para su celebración.
El contrato de promesa constituye para la doctrina civil vigente, una forma de
contratación completamente independiente a la opción, quedando la primera de las
mencionadas como una forma de contratación provisional. Esta diferenciación no se
incluyó en la regulación legal del Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número
106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala.
Por ello, la hipótesis planteada fue la siguiente: “Es necesario que el Estado
de Guatemala determine una interpretación clara de la regulación del contrato de
promesa separadamente del de opción en el Código Civil, Decreto Ley Número 106
del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, para no provocar dudas y que
con toda certeza jurídica se pueda comprender su diferenciación”. Dicha hipótesis ha
3
sido debidamente comprobada con el trabajo de campo que se contiene en el
apartado de anexos del presente informe.
Entre los objetivos de la investigación está el de determinar en qué forma
regula el contrato de promesa a diferencia del de opción, la legislación comparada.
La presente investigación se divide en tres capítulos. El primero contiene lo
relativo a los aspectos generales del derecho contractual; el segundo, aborda el tema
del contrato de promesa y de la opción en la legislación guatemalteca; y el tercero,
contiene un análisis jurídico doctrinario del contrato de promesa y de opción a la luz
de la legislación civil guatemalteca.
Los métodos empleados en el desarrollo de este trabajo de tesis fueron:
Inductivo, deductivo, analítico y sintético. Y entre las técnicas utilizadas se
encuentran las fichas bibliográficas y la observación científica.
CAPÍTULO I
ASPECTOS GENERALES SOBRE DERECHO CONTRACTUAL
1.1.
Concepto del Derecho Civil
Con la denominación Derecho Civil sin duda alguna, se pretende abarcar una
serie de instituciones sociales de derecho privado que hasta la presente fecha y desde
por lo menos finales del siglo anterior, no han encontrado el camino de su
independencia o su propia regulación separada del Código Civil, por lo que éste último
presenta una gama de figuras jurídicas e instituciones bastante amplias, en el mismo se
regula a la persona, a la familia, al derecho de asociación ciudadana y las cuestiones
relativas a los derechos patrimoniales.
El Derecho Civil es un conjunto de normas reguladoras de las relaciones
ordinarias y más generales de la vida en que el hombre se manifiesta como tal sujeto
de derecho y miembro de una familia, para el cumplimiento de los fines individuales de
su existencia dentro del concierto social.
El Derecho Civil en doctrina se concibe como la rama del derecho que se
encarga de las relaciones entabladas por la persona humana, con las cuales se dan
origen a hechos y actos, así como al llamado negocio jurídico.
Es fundamental el tratamiento de éste último término para la presente
investigación, toda vez que constituye el tema que sustenta a la preocupación principal
de la misma: el error en materia civil.
Por lo mismo, el Derecho Civil se ocupa de las relaciones, que en sede privada
4
5
se suscitan entre los ciudadanos, tratando de establecer normas y reglas que tienen
preeminencia en toda contratación civil, además de que algunas ocasiones tengan
aplicación supletoria. En este marco el Derecho Civil ha de encargarse de todos los
atributos de las personas para poderse establecer la posible capacidad o incapacidad
de las partes en un contrato.
El Derecho Civil, ha sido fuente de diversas ramas del derecho, que en épocas
recientes se han independizado del mismo; pero que constituyen en su proceso de
emancipación un elemento de distinción para el Derecho Civil, es decir, ser el Derecho
Privado por excelencia. Por lo que más adelante se aborda el tema de la diferenciación
que sufrieron las ramas del Derecho, dando origen a la clasificación del Derecho en
Público y Privado.
1.2
Definición del Derecho Civil
Establece Cabanellas que el Derecho Civil es: “Técnicamente el conjunto de
normas reguladoras del estado, condición y relación de las personas en general de la
familia y de la naturaleza, situaciones o comercio de los bienes o cosas...” 1
Para Sanchez Román es: “el conjunto de preceptos que determinan y regulan
las relaciones de asistencia, autoridad y obediencia entre los miembros de una familia,
y los que existen entre los individuos de una sociedad”.2
Además establece De Diego citado por Castán Tobeñas: “Es el conjunto de
normas reguladoras de las relaciones ordinarias y más generales de la vida en que el
1
Cabanellas, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental. Ed. Heliasta SRL, Buenos Aires, 1999. Pág.
120.
2
Castán Tobeñas, José. Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo IV, 9ª ed. Ed. Centros de
enseñanza y publicaciones SA, Madrid, 1961, Pág. 7.
6
hombre se manifiesta como tal sujeto de derecho, y miembro de una familia, para el
cumplimiento de los fines individuales de su existencia dentro del concierto social”.3
1.3.
Devenir Histórico del Derecho Civil
El Derecho Civil como se menciona anteriormente se convirtió en el generador
de la mayoría de ramas del derecho, al punto que el origen de todo el Derecho es el
mismo Derecho Civil. Por lo mismo el Derecho Civil que nace con el ius civile Derecho
Romano en un principio contenía la normatividad a todo tipo de relaciones tanto entre
particulares como el Estado con los particulares. El Derecho Penal se incluía en el
Derecho Civil, el Derecho Notarial se incluía en el Derecho Civil, las normas de
Derecho laboral (si se puede tomar como normas de derecho laboral las relaciones
establecidas entre amos y esclavos en el Derecho Romano) nacen del Derecho Civil. Y
así, el Derecho Mercantil se incluía también en el Derecho Civil.
Entre las ramas del Derecho contenidas en el Derecho Civil, que nos narran la
mayoría de tratadistas no se escucha mencionar a los Derechos Humanos, sin
embargo es evidente que tal normativa surgiera con bases del Derecho Civil. Todas las
ramificaciones que han tenido las normas de Derechos Humanos han tenido como
base la normatividad del Derecho Civil.
Las ramas de más reciente creación o independencia son las normas del
Derecho Mercantil, nacidas apenas hace poco más del siglo.
1.4.
Importancia de la distinción entre Derecho Privado y Derecho Público
Resulta jurídicamente relevante establecer una distinción entre las normas o
3
Ibidem. Pág. 7.
7
ramas del Derecho que pertenecen al mundo privado de la esfera del Derecho público,
puesto que la principal importancia se encuentra en la relación que el Estado establece
con sus gobernados en la cual si se encuentra en una situación de igualdad
indudablemente se trata de una relación de Derecho privado, mientras que en el
Derecho público el Estado debe revestir su carácter de ente soberano para poder
ejercer atribuciones tales como el ius puniendi o facultad de penalizar.
La importancia de la distinción entre Derecho Privado y Derecho Público la
expresa el Profesor de Derecho Civil, y tratadista guatemalteco Alfonso Brañas de la
siguiente forma: “En el derecho positivo esa distinción es evidente, ya que cuando se
trata de hacer valer el interés del Estado frente al de los particulares, ya que cuando se
persigue una observancia general y sin distingos de la norma, ya cuando el factor
coercitivo del derecho funciona en el sentido autoridad individuo, ya cuando se
contrapone lo que es una disposición legal aplicable por voluntad y acatamiento de los
interesados con una disposición aplicable aún contra la voluntad de los mismos...”4
Situaciones y comercio de los bienes o cosas; el derecho de las personas que
incluye la personalidad y capacidad individual; el derecho de familia, rector del
matrimonio; el derecho de las cosas; el derecho de las obligaciones. Predomina en el
derecho civil, sin más límites que las consideraciones imprescindibles para la
protección de los intereses generales, de la moral pública y de las personas
imposibilitadas jurídicamente o situadas en inferioridad de condiciones, el principio de
la autonomía de la voluntad en el campo del derecho civil.
El ámbito del derecho civil guatemalteco, comprende los siguientes rubros:
A)
4
DERECHO DE LA PERSONALIDAD
Brañas, Alfonso. Derecho Civil, Ed. Universitaria, Guatemala, 1982. Pág. 3.
8
a.
Persona individual o física:
1.
existencia
2.
duración
3.
atributos: nombre, estado, capacidad
4.
domicilio
5.
ausencia
b.
Persona jurídica o colectiva, los mismos caracteres de la persona individual
con excepción de la ausencia.
B)
DERECHO DE FAMILIA
a.
matrimonio
b.
unión de hecho
c.
patria potestad
d.
parentesco
e.
alimentos
f.
filiación
g.
tutela
h.
patrimonio familiar
C)
DERECHO PATRIMONIAL
a.
los bienes y demás derechos reales
b.
la sucesión hereditaria: testamentaria, intestada o legal
c.
Registro de la Propiedad
d.
Derecho de obligaciones: obligaciones y contratos.
Si se toma en cuenta que el derecho civil fue originalmente comprensivo de
casi todas las materias ahora catalogadas como de derecho público, podría pensarse
9
que se ha producido una tajante indemnización del mismo, que ha de significar su
futura desaparición o minimización.
Es sabido que las ramas ahora determinadas derecho político o constitucional,
las del orden penal y las procesales, fueron cobrando independencia del derecho civil
durante la edad media, así como las mercantiles, sin perder estas su carácter
privado; es sabido que modernamente el derecho laboral y el agrario han logrado
vida propia, y que determinados intentos, con relativo éxito y poco acierto científico,
tratan de crear otras ramas separándolas del derecho civil: derecho de familia,
derecho de inquilinato, etc.; o del derecho mercantil: derecho de seguros, derecho
bancario.
No obstante esas tendencias, el derecho civil se mantiene inconmoviblemente
en su lugar, como la más antigua rama del derecho privado y la más fecunda del
mismo, soportando los embates que tratan de destruir su unidad.
El derecho objetivo es el derecho escrito o positivo, así el civil de este o aquel
país, varía de país en país, es el conjunto de normas que regulan con carácter
obligatorio las relaciones sociales, entre ellas el derecho civil, el derecho civil es
objetivo ya que tenemos un código así como otras leyes que lo regulan; el subjetivo
es el inherente a una persona como titular de un derecho real, como acreedor o
deudor de una relación obligatoria, consiste en la facultad que tiene una persona de
aplicar o hacer valer el derecho objetivo, es el derecho objetivo puesto en función.
1.5.
El contrato en el derecho civil
Para Guillermo Cabanellas el contrato es: “Convenio obligatorio entre dos o
10
más partes, relativo a un servicio, materia, proceder o cosa.”5
Efectivamente y a pesar de que la forma del contrato varíe conforme
evolucionan los medios de comunicación, existen palabras en la definición del mismo
que deben permanecer para explicar su esencia de forma más exacta. Por ello, por
contrato se entiende un acuerdo, entre dos o más personas, mismo que genera una
relación jurídica destinada a provocar consecuencias jurídicas para las partes,
convirtiéndose en ley para estas y que el resto del conglomerado social debe
respetar.
1.6.
Elementos del contrato
Entre los elementos del contrato más aceptados se encuentra:
o Elementos esenciales
o Elementos naturales
o Elementos accidentales
1.6.1. Elementos esenciales
Estos elementos se consideran fundamentales, necesarios, imprescindibles para
la constitución de todo negocio jurídico. Lo que se afirma con esto, es que sin el
concurso de estos elementos en un negocio jurídico, el mismo no subsistirá y por tanto
no tendrá efectividad legal, por supuesto que esa situación dependería de la
impugnación que una de las partes o un tercero interesado hiciera del negocio
encartado.
5
Cabanellas, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Editorial Heliasta SRL.,
Argentina, 1979. Pág. 337.
11
Resulta un poco tautológico señalar el ejemplo anterior, dado que el profesional
del derecho que autoriza el documento por medio del cual se constituyó el negocio,
debe por ley establecer la capacidad de las partes, sin embargo, puede ser que se
presente el caso de que el notario sea engañado, y además que en dicha situación sea
un tercero el que impugne el documento.
Queda establecido entonces que cuando se refiere a elementos esenciales del
negocio jurídico, se trata de aquellos que de su existencia dependen la “viabilidad” del
mismo negocio, por ejemplo la capacidad, la licitud y el consentimiento, según el
artículo 1251 del Código Civil.
1.6.2. Elementos naturales
“Son aquellos elementos que acompañan al contrato y la ley presupone su
existencia”.6
Este tipo de elementos se identifican de los demás debido a que se puede decir
que son elementos casi tácitos que en algunas ocasiones si no se expresaron en el
negocio jurídico simplemente se presumen. Pero en todo caso, dichos elementos son
prescindibles, es decir que las partes del negocio pueden acordar su existencia o no.
Los elementos naturales acompañan normalmente al negocio, por ser conforme
a su naturaleza; se les sobreentiende aunque no se expresen, pero las partes pueden
excluirlos voluntariamente por no ser necesarios. Por ejemplo el saneamiento de ley,
por vicios ocultos o evicción contenido en el artículo 1543 del Código Civil, que debe
llevar un contrato, las partes deciden excluirlo, y no por esto se desnaturaliza el
6
Castán Tobeñas, José. Ob. Cit. Pág. 127.
12
negocio.
1.6.3. Elementos accidentales
Los elementos accidentales, señala Castán Tobeñas se deben entender así:
“Las determinaciones accesorias, que las partes introducen por su voluntad al negocio
jurídico”7. Son los elementos que no son necesarios para que exista el negocio, ni
normalmente se entienden en él, pero la voluntad de las partes puede adherirse al
negocio, siendo las cláusulas que las partes determinan para ampliar, restringir o
modificar parcialmente un negocio jurídico típico y son fundamentalmente elementos
accidentales de importancia tales como: la condición; el plazo y el modo.
En otras palabras, los elementos accidentales del negocio jurídico, son aquellos
que introducen las partes por su propia voluntad, modificando el tipo abstracto del
contrato, para ampliar o restringir o modificar el negocio jurídico contractual. El
problema de estos elementos consiste en que no están expresados de forma taxativa
en la ley. Por lo mismo se habla de aspectos meramente discrecionales para las partes
en el negocio jurídico que no comprometan directamente la validez del negocio. Sin
embargo quien decide cuales son estos, o es posible distinguirlos de los elementos
esenciales especiales, por ejemplo, en un contrato de compraventa de vehículo se
establece que como consecuencia de ser un derecho real deberá inscribirse en el
Registro de la Propiedad Mueble e Inmueble.
Este trámite comúnmente no es cumplido por parte de interesados o Notarios,
por lo que en lugar de ser un elemento esencial especial, como normalmente debería
de ser, se convierte en un elemento natural, o por lo menos tiende a confundirse con
7
Ibidem. Pág. 75.
13
estos.
1.7.
Otorgamiento del consentimiento
Según la ley guatemalteca, es decir, el Código civil, los contratos se
perfeccionan por el simple consentimiento de las partes, excepto cuando la ley
establece determinada formalidad como requisito esencial para su validez. Todo lo cual
se encuentra en el Artículo 1518 del cuerpo de leyes mencionado.
Ahora bien, este tema cobra especial relevancia para la presente investigación,
debido a la forma en que finalmente se considere otorgado el consentimiento en los
contratos electrónicos, especialmente cuando se tiene contratos celebrados por
internet, entre presentes lo mismo que entre no presentes.
1.8.
División del contrato
La clasificación del contrato que se acepta en la presente investigación es la
siguiente:
o Por negociación o por adhesión
o Consensuales, reales o formales
o Gratuitos u onerosos
o Típicos o atípicos
o Instantáneos, duraderos o de ejecución periódica
o Unilaterales o bilaterales
o Principales y accesorios
o Entre vivos o de última voluntad
14
o Intuito personae o impersonales
o Conmutativo o aleateorio.
El Artículo 1587 del Código Civil señala que: Los contratos son unilaterales, si
la obligación recae solamente sobre una de las partes contratantes; son bilaterales,
si ambas partes se obligan recíprocamente.
El Artículo 1588, establece que son consensuales, cuando basta el
consentimiento de las partes para que sean perfectos; y reales, cuando se requiere
para su perfección la entrega de la cosa.
En su Artículo 1589, señala la ley que son principales, cuando subsisten por sí
solos; y accesorios, cuando tienen por objeto el cumplimiento de otra obligación.
El Artículo 1590, determina que es contrato oneroso aquel en que se estipulan
provechos y gravámenes recíprocos; y gratuito, aquel en que el provecho es
solamente de una de las partes.
El Artículo 1591, establece que el contrato oneroso es conmutativo cuando las
prestaciones que se deben las partes son ciertas desde que se celebra el contrato,
de tal suerte que ellas pueden apreciar inmediatamente el beneficio o la pérdida que
les cause éste. Es aleatorio, cuando la prestación debida depende de un
acontecimiento incierto que determina la ganancia o pérdida, desde el momento en
que ese acontecimiento se realice.
Finalmente, el Artículo 1592, estatuye que son condicionales los contratos
cuya realización o cuya subsistencia depende de un suceso incierto o ignorado por
15
las partes; y absolutos, aquellos cuya realización es independiente de toda condición.
1.9.
El contrato en el código civil
Del Artículo 1517 al 1529 del Código civil regula lo relativo al contrato
señalando lo siguiente:
Hay contrato cuando dos o más personas convienen en crear, modificar o
extinguir una obligación.
Los contratos se perfeccionan por el simple consentimiento de las partes,
excepto cuando la ley establece determinada formalidad como requisito esencial
para su validez.
Desde que se perfecciona un contrato obliga a los contratantes al
cumplimiento de lo convenido, siempre que estuviere dentro de las disposiciones
legales relativas al negocio celebrado y debe ejecutarse de buena fe y según la
común intención de las partes.
Los contratos de adhesión, en que las condiciones que regulan el servicio que
se ofrece al público son establecidas sólo por el oferente, quedan perfectos cuando
la persona que usa el servicio acepta las condiciones impuestas.
La persona que propone a otra la celebración de un contrato fijándole un plazo
para aceptar, queda ligada por su oferta hasta la expiración del plazo.
Si no se ha fijado plazo, el autor de la oferta queda desligado si la aceptación
16
no se hace inmediatamente.
La oferta contendrá las condiciones del contrato y se hará en términos
precisos y concretos. La respuesta se dará lisa y llanamente.
Cuando la oferta se haga a persona ausente, el contrato se forma en el
momento en que el proponente recibe la contestación de aquella dentro del plazo de
la oferta.
Si la oferta se hiciere sin fijación de plazo, el autor de ella quedará ligado
durante el tiempo suficiente para que la contestación llegue a su conocimiento.
El contrato por teléfono se considera celebrado entre presentes, y tanto en
este caso como en el del artículo anterior, el contrato se reputa celebrado en el lugar
en que se hizo la oferta.
Si por alguna circunstancia la aceptación llegare tardíamente a conocimiento
del oferente, éste lo comunicará sin dilación al aceptante, bajo pena de responder
por los daños y perjuicios.
Si el negocio fuere de aquellos en que no se acostumbra la aceptación
expresa, o cuando el oferente la hubiere dispensado, se reputará concluido el
contrato si la oferta no fue rehusada sin dilación.
Se considera inexistente la aceptación, si antes de ella o junto con ella, llegare
a conocimiento del oferente la retractación del aceptante.
17
No tendrá efecto la oferta si el proponente falleciere o perdiere su capacidad
para contratar, antes de haber recibido la aceptación: o si falleciere o perdiere su
capacidad la otra parte antes de haber aceptado.
Los derechos y obligaciones de los contratantes pasan a los herederos y
demás sucesores de las partes, a menos que lo contrario resulte de la ley, de la
convención o de la naturaleza misma del contrato.
1.10. Generalidades de las obligaciones
Según Ossorio, señala que obligación es: “Toda aquella cuyo cumplimiento es
exigible o que, subsidiariamente concede derecho al resarcimiento económico del
caso”8.
La obligación que interesa en derecho civil, es aquella de la que se puede
exigir su cumplimiento, sin embargo, si como señala la cita anterior, este no se llega
a realizar, entonces, el derecho de obligaciones impone un resarcimiento económico.
Cabanellas indica que obligación es: “La que da derecho a exigir su cumplimiento; la
que permite ejercer una acción en caso de incumplimiento, ya para restablecer la
situación o para obtener el resarcimiento consiguiente”9. Antiguamente la obligación
se designaba con el termino nexum o nexus, de nectere, que significa atar, vincular;
después hallamos empleada con cierta generalidad la palabra obligatio (de ob y
ligare), con la cual se esta dando a entender que su esencia esta en la sujeción del
deudor a los poderes o derechos del acreedor. Del lado activo de la obligación se
encuentran un creditum o nomen, que le corresponde al acreedor (creditor); y del
lado positivo, un debitum que constituye el deber jurídico del deudor (debitor).
8
Ossorio, Manuel. Ob. Cit. Pág. 498.
Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario jurídico elemental, Ed. Heliasta SRL, Buenos Aires,
Argentina, 1999, Pág. 276.
9
18
Justiniano en sus instituciones indica que: “La obligación es un vinculo de
derecho por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa
según las leyes de nuestra ciudad”10. Paulo en el Digesto: “La sustancia de las
obligaciones consiste no en que haga nuestra alguna cosa corpórea o una
servidumbre, sino en que se constriña a otro a darnos, a hacernos, o a prestarnos
alguna cosa”11. El derecho de obligaciones se considerada como una relación simple
y unitaria entre dos partes, en virtud de la cuál el deudor debe cumplir con una
prestación y el acreedor tiene derecho de exigirla.
En sentido contrario se considera una relación compuesta integrada por:
Relación de debito entre las mismas partes y relación de responsabilidad entre
acreedor y bienes del deudor, por cuya virtud aquel puede dirigirse contra el
patrimonio de este para hacer efectivo lo que se prometió.
1.11. Evolución histórica
Según los antiguos glosadores, las obligaciones encuentran sus principales
fuentes en hechos sociales y concretos como la realidad jurídica diaria. Esto se
puede interpretar de la siguiente cita textual: “Según las Instituciones de Gayo, como
fuente de las obligaciones: el contrato y el delito y varias otras figuras. La realidad
jurídica diaria hizo que se estimara insuficiente esa clasificación trimembre, o mejor
dicho, que se precisaran esas otras figuras. Justiniano al tratar las fuentes de las
obligaciones se refiere al contrato y al cuasicontrato, al delito y el cuasi delito” 12. Sin
embargo, se ha opinado que: “los glosadores no crearon esas figuras sino se
concentraron a sustantivar las expresiones romanas quasi ex contractu y quasi ex
10
Castán Tobeñas, José. Ob. Cit. Pág. 29.
Ibidem.
12
Bonnecase, Julien. Tratado Elemental De Derecho Civil, Ed. Harla, Volumen II, 7ª ed. México DF.
2000, Pág. 752.
11
19
delicto, criterio que parece mas cercano a la verdad jurídica”13.
Con la promulgación en 1804 del Código Civil francés, acepto plenamente la
referida división cuatrimembre originada de derecho romano, pero adicionando una
nueva fuente, la ley, para justificar el origen de las obligaciones que no tienen por
causa las otras fuentes.
1.12. Falta de eficacia de la obligación
La falta de eficacia de una obligación se presenta especialmente por la
denominada anulabilidad, la simulación o la misma ineficacia.
La primera de las mencionadas se da cuando un negocio jurídico aun
produciendo sus efectos propios, estos pueden cesar en virtud de acción judicial
ejercitada por quien alega la existencia de vicios o defectos en su constitución.
La simulación es la “Declaración de un contenido de voluntad real, emitida
conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de engaño la
apariencia de un negocio jurídico que no existe o que es distinto de aquel que
realmente se ha llevado a cabo. La simulación es absoluta cuando en la existencia
del negocio, los interesados se ponen de acuerdo para engañar a las demás partes
realizando aparentemente lo que en realidad no quieren. Es relativa, cuando las
partes encubren con su acto otro distinto, querido realmente por ellas. El negocio
simulado produce la falsa creencia de un estado no real y negocio disimulado, oculta
el conocimiento de un acto existente.
13
Ibidem.
20
La ineficacia, a diferencia de las anteriores, es la declaración de un contenido
de voluntad no real, emitida conscientemente y de acuerdo entre las partes, para
producir con fines de engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es
distinto de aquel que se ha llevado a cabo.
1.13. El hecho y el acto jurídico
El hecho jurídico, señala Cabanellas, que es un:
“Fenómeno, suceso o
situación que da lugar al nacimiento, transmisión o extinción de los derechos y
obligaciones.”14
Con esto se quiere expresar que, cualquier acontecimiento, sea natural o
provocado por el ser humano y que provoca consecuencias jurídicas en la vida de un
conglomerado social, es un hecho jurídico.
Ahora bien, cuesta un poco distinguir entre aquellos hechos jurídicos
humanos, es decir, en los que participa el hombre y los actos jurídicos, toda vez que
en los últimos, es cuando se presenta de forma más clara la voluntad humana.
Quiere decir esto que el acto jurídico es parecido al hecho jurídico voluntario,
no obstante precisamente por ello es que algunos autores, como Santiago López
Aguilar niegan la existencia de un hecho jurídico humano15 afirmando que estos solo
pueden ser naturales y que lo que si es querido por el hombre se transforma en acto
jurídico.
Lo que importa en la presente investigación, es para explicar que todo aquello
14
Cabanellas, Guillermo. Ob. Cit. Pág 29.
López Aguilar, Santiago. Introducción Al Estudio Del Derecho, Editorial Universitaria, Guatemala,
1984, Pág. 18.
15
21
querido por el ser humano, que produce efectos jurídicos y que dichos efectos son
deseados también por aquel, constituye un negocio jurídico. Razón por la cual, la
relevancia de la relación entre hecho, acto y negocio jurídico.
1.13.1.
Diferencias entre negocio y acto jurídico
No obstante lo descrito anteriormente, se puede señalar que existen
elementos, por pequeños o mínimos, que contribuyen a realizar una distinción entre
acto y negocio jurídico.
Para la concreción de las diferencias entre una y otra institución de Derecho,
se tiene lo señalado al respecto por el Doctor Vladimir Aguilar: “El elemento básico
diferencial entre el hecho y el acto jurídico consiste en que, produciendo ambos
consecuencias en el mundo del derecho, sólo éste (es decir, el segundo), es
resultado de la voluntad del hombre. Por lo que, en cuanto al negocio jurídico, es la
voluntad creadora de efectos jurídicos. En este orden de cosas, el hecho jurídico es
ajeno a la voluntad; el acto en sentido jurídico es aquel en el que, de una manera u
otra, el ordenamiento se plantea la eficacia jurídica de la voluntad de los particulares.
Acto jurídico es un concepto suficiente para englobar tanto el acto jurídico en sentido
estricto o acto no negocial, y el negocio jurídico”16. Si existen claras diferencias entre
negocio y acto jurídicos.
1.13.2.
Similitudes entre negocio y acto jurídico
Con la primera parte de la exposición, en la relación entre negocio, hecho y
actos jurídicos, queda claro que el campo en común entre estos tres temas consiste
en que todos provocan consecuencias jurídicas, relevantes para un conglomerado
16
Aguilar Guerra, Vladimir Osman. El negocio jurídico, Ed. Piedra Santa, Guatemala, 2005. Pág. 6.
22
social, cuando no para toda la humanidad.
Con sus distinciones cada uno, el provocar efectos jurídicos, es el elemento
que los relaciona íntimamente y que por cierto hace importante distinguirlos luego,
por las características de cada uno.
1.13.3.
Evolución del negocio jurídico
Previamente a citar a cualquier experto, se hace una explicación personal de
la evolución de esta institución de derecho.
El Derecho Romano ya incluía el término negocio, no obstante al parecer no
se utilizaba con una especialización sino obedecía a una variada y poco disciplinada
gama de distintas acepciones, lo que hace a los autores, como quienes se citan a
continuación, entender que el verdadero antecedente histórico del negocio jurídico, a
ser tomado como relevante es el del Derecho Germano. Empero este hecho tiene
lugar en el siglo XIX, y lo torna relativamente reciente.
El Dr. Aguilar Guerra, al respecto de la evolución del negocio jurídico como
vocablo técnico señala:
“El vocablo negotium se encontraba en los textos romanos y en los del antiguo
Derecho español, pero usado con tanta variedad de sentidos que parecía inservible
para el lenguaje técnico jurídico. Por ello, no se introduce directamente en la ciencia
jurídica, sino después de haberse dado especial relevancia al término de acto
jurídico; entonces se empleará la frase negocio jurídico para nombrar un tipo especial
de actos jurídicos (negotium contractum, sinallagma).
23
La consagración del negocio jurídico como término técnico y figura básica de
la dogmática del Derecho privado, se debe al esfuerzo de los pandectistas alemanes
para sistematizar la ciencia jurídica (Hugo, Heise, Thibaut, Savigny).”17
1.13.4.
Efectos del acto jurídico
 Las obligaciones bilaterales o actos jurídicos bilaterales salvo que se pacte lo
contrario son de cumplimiento simultáneo.
 La compensatio in mora (la compensación en mora, para que una parte
incurra en mora la otra tiene que haber cumplido con la prestación en tanto no
se produzca esta situación no se incurre en mora).
 Que la parte que cumple con la obligación puede pedir el cumplimiento forzoso
de la obligación de la otra parte o el pago de los daños y perjuicios.
Hay que tener presente que hay obligaciones principales (realizar la prestación
o contraprestación) y obligaciones accesoria (caso típico pago de intereses).
1.13.5.
Clasificación de las fuentes de obligaciones
Tradicionalmente eran cinco las fuentes de las obligaciones:
-
Contrato
-
Quasicontrato
-
Delito
-
Quasidelito
-
Ley.
Constituían los actos por los cuales surgía la obligación. Poco a poco se han
ido resumiendo algunas figuras que se han estimado que no constituyen fuentes:
Quasicontrato, delito y Quasidelito.
17
Ibidem. Pág. 7.
24
Los autores han estudiado como fuentes de obligaciones: el contrato y la ley.
Sin embargo, a continuación se desarrollan las siguientes:
-
Gestión de negocios. Cuando una persona realiza hechos o actos en provecho
de otro que se le autoriza. El gestor realiza hechos o actos en nombre del
propietario del negocio, en provecho de esté último sin que lo haya nombrado
como representante legal.
-
Enriquecimiento sin causa. Aumento injustificado del capital de una persona a
expensas de la disminución de la otra a raíz de un error de hecho o de
derecho.
-
Hay enriquecimiento injusto o sin causa cuando una persona lucra o se
beneficia a costa de otra sin que tal desplazamiento patrimonial se funde en
una causa jurídica.
-
Declaración unilateral de voluntad. Es aquella donde el deudor hace una
declaración unilateral de voluntad constriñe su voluntad hacia un objeto
especifico normalmente otra persona (acreedor) que a su vez tiene una
declaración unilateral de voluntad, no es que se produce el entrelace de
voluntades. Se entrelaza o une el consentimiento de la parte deudora y la
parte acreedora ( por medio de la aceptación).
Existen 3 clases:
-
Oferta al público.
-
Promesa de recompensa.
-
Los títulos al portador.
Otras clasificaciones, señalan a las obligaciones como simples y obligaciones
complejas.
25
Simples: Aquellas obligaciones en que existe un solo sujeto activo o acreedor y
un solo sujeto pasivo o deudor.
Complejas: Aquellas cuya titularidad de la obligación (titularidad activa, pasiva o
ambas) corresponde a dos o más personas.
Existe también una clasificación amplia de las obligaciones la que incluye
entre otras:
-
Naturales: Son aquellas que sin tener carácter de obligación propiamente se
cumplen por una persona a quien legalmente no puede exigirse su
cumplimiento, pero quien por otra parte no tiene derecho a exigir la devolución
de lo pagado.
-
Civiles: Son aquellas que surgen a la vida jurídica con los requisitos
necesarios para su validez y exigibilidad.
-
Positivas: Aquellas obligaciones en las cuales se requiere que la voluntad del
deudor sea manifestada en forma activa para el debido cumplimiento de la
misma (están las obligaciones de dar y de hacer).
-
Negativas: También o de no hacer. Son aquellas obligaciones en que la
voluntad del deudor lejos de manifestarse activamente debe contraerse a una
abstención en el dar o en el hacer alguna cosa.
-
Genéricas: Aquellas obligaciones en las que la prestación queda constituida
en relación a un genero, sin incidir propiamente en una especie dentro del
mismo.
-
Específicas: Son aquellas obligaciones en las cuales su objeto esta individual
y precisamente determinado a manera que el cumplimiento solo puede
resultar por el hacer o no hacer o por el dar una cosa cierta, identificada en su
estricta y verdadera identidad.
26
También puede considerarse las obligaciones como complejas en cuanto al
vínculo y son estas:
-
Unilaterales:
Son aquellas obligaciones en las cuales una persona ocupa
solamente el polo activo (acreedor) o bien el polo pasivo (deudor) o a la
inversa sin que haya entrecruce de prestaciones . Por ejemplo la contenida en
el Artículo 1974 del Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de
Gobierno de la República.
-
Bilaterales: o reciprocas las obligaciones en las cuales las
personas que
intervienen en las mismas, creándolas, tienen a la vez la calidad de
acreedores y de deudor de determinadas prestaciones.
-
Principales: Son aquellas obligaciones que surgen a la vida jurídica con un
determinado fin que generalmente sólo guarda relación con él mismo y no
depende de otro para su legal existencia creadora del vínculo obligacional.
-
Accesorias: Son aquellas obligaciones creadas en adición a una obligación
principal o sea complementaria de ésta, en ciertos casos muy especiales
sustitutivas por equivalencia.
Si las obligaciones pueden ser consideradas en complejas en cuanto a los
sujetos, entonces pueden ser:
-
Mancomunidad Simple: O a prorrata. Existe cuando por razón de la obligación
creada entre más de dos personas la prestación en su aspecto negativo o
deudor se presenta en formal tal que cada obligado lo está únicamente en la
parte o porción que le corresponde según los términos de la relación
obligatoria.
-
Mancomunidad Solidaria: Son aquellas obligaciones en que existiendo varios
acreedores o deudores. Cada acreedor puede exigir y cada deudor debe
prestar íntegramente la prestación, de tal forma que la obligación queda
27
totalmente extinguida por la reclamación de un solo acreedor y el pago de un
solo deudor.
En cuanto a lo complejo de su eficacia las obligaciones pueden ser:
-
Termino o Plazo: Son aquellas obligaciones cuya eficacia y debido
cumplimiento se postergan a una fecha cierta o incierta en que debe ocurrir
(caso excepcional) un suceso necesariamente futuro.
-
Condición: Son aquellas obligaciones cuya eficacia depende de la realización
o no realización de un acontecimiento futuro e incierto “del acontecimiento
constituye la condición”18.
En cuanto al objeto:
-
Múltiples: También compuestas, son aquellas que recaen sobre diversos
objetos ya sea conjunta o disyuntivamente o bien en que el deudor esta
facultado para sustituir su prestación. Tiene el carácter de múltiple la
obligación alternativa, la facultativa y la conjuntiva.
-
Únicas: a diferencia de las anteriores el objeto es uno.
-
Divisibles: Son aquellas obligaciones que admiten debido cumplimiento a
través de la ejecución parcial de las mismas sin ser afectada la esencia de la
relación obligatoria.
-
Indivisibles. Son aquellas obligaciones cuyo cumplimiento (en virtud de un
pacto o por disposición de la ley) no pueden efectuarse parcialmente, o no
puede efectuarse en esa forma por no permitirlo la naturaleza de la prestación.
También se encuentran las provenientes de hechos ilícitos:
-
Ilícito Penal. Es aquel que se encuentra perfectamente encuadrado dentro de
una disposición penal. El que tiene dos puntos de vista:
o Amplio. Toda contravención que se hace a una norma jurídica y que
18
Ibidem.
28
tenga como consecuencia una responsabilidad.
o Restringida. Actitud antijurídica por la cual se produce la trasgresión a
una norma legal que trae como consecuencia una relación entre el
causante del hecho (Deudor) y la persona perjudicada (Acreedor).
1.13.6.
Efectos de las obligaciones
Entre los efectos más comunes a todas las obligaciones se tiene el de
rescisión y resolución.
-
Rescisión: Es el procedimiento que se dirige a hacer ineficaz un contrato
validamente celebrado y obligatorio en condiciones normales, a causa de
accidentes externos, mediante los que se ocasiona un perjuicio económico a
alguno de los contratantes.
-
Resolución: Significa el aniquilamiento del contrato, en principio con carácter
retroactivo, no solamente entre las partes sino con respecto a terceros en
virtud de un acontecimiento que sobreviene a su conclusión, actuando como
condición resolutoria.
La diferencia de las dos mencionadas, procede de la compresión de que
revoca quien en el negocio o contrato otorgó, entregó o autorizó algo al otro
contratante.
Mientras que en la rescisión, quien negoció o contrató, recibió un
encargo o asumió una obligación, por lo menos en la obligación unilateral.
Los efectos mencionados, hay que tomar en cuenta que, no incluyen el
análisis del contrato incumplido o cumplido de manera imperfecta.
29
1.13.7.
Cumplimiento de las obligaciones
“Es la plena y absoluta realización en la vida de lo convenido por las partes al
contraer la obligación”19. El cumplimiento dependerá en su configuración material de
la naturaleza de la obligación, según consista ésta en un dar, hacer o no hacer. La
esencia propia del cumplimiento consiste en una actitud.
El deudor debe realizar el acto principal en que consista la obligación. Este
acto principal se realice según el tenor de la obligación, en el tiempo, lugar y modo
convenidos.
En cuanto al pago, esta palabra (pago), tiene en el lenguaje vulgar una
acepción más restringida que en la ley, ya que hace referencia sólo al cumplimiento
de las obligaciones pecuniarias y en la ley, con sentido técnico de cumplimiento
efectivo de la obligación, de cualquier clase que sea.
“Es el total cumplimiento de la prestación, llevado a cabo por el deudor con el
ánimo de extinguir el vinculo obligatorio”20.
El cumplimiento también puede provenir de un tercero que paga o cumple con
la obligación, entonces se produce un cambio, el tercero va a ocupar el lugar del
acreedor, va a asumir las garantías y derechos que tenía el antiguo acreedor. El
tercero asume los derechos y acciones del antiguo acreedor hasta el monto de la
cantidad efectivamente pagada. Esta institución de la subrogación, todas las
legislaciones provenientes del derecho Romano, lo tratan dentro del pago. Lo que da
origen a la sustitución del tercero por el acreedor que es precisamente el pago.
19
Georges Ripert, Marcel Planiol. Derecho Civil. Ed. Harla, Volumen II, 7ª ed. México DF. 2000, Pág.
453.
20
Ibidem.
30
Se discute mucho en la doctrina el problema de si el pago es sólo un hecho o
tiene más bien el carácter de negocio jurídico. Los tratadistas apuntan la solución
ecléctica de estimar el pago en ocasiones es un simple hecho y en otras reviste el
carácter de negocio. Lo primero sucederá cuando se trate, por ejemplo de una
prestación de servicios, ya que con la mera actuación del obligado se produce el
cumplimiento de la obligación. Lo segundo tendrá lugar el pago sólo puede tener
realidad a través de un negocio jurídico (como por ejemplo, la transmisión de una
cosa, de un derecho real, etc.), que presupone la capacidad negocial y la voluntad
de extinguir la obligación.
Los efectos del pago en el cumplimiento de las obligaciones son provocar la
extinción del vínculo obligatorio, así como los accesorios del mismo.
La imputación al pago es una forma especial de realizarse éste, por virtud del
cual, en defecto de convenio entre las partes, se determina la deuda a que ha de
aplicarse la prestación de pago realizada por el deudor, cuando entre éste y su
acreedor existen varios créditos de la misma naturaleza.
1.13.8.
-
Formas especiales de pago
Consignación: Es el depósito que en forma legal hace el deudor de la cosa
objeto de la obligación, cuando el acreedor no quiere o no puede recibirla.
-
Dación en pago: Es el acto en cuya virtud el deudor entrega voluntariamente
una cosa diversa de la estipulada al acreedor, quien consiente en recibirla.
-
Cesión de bienes: La cesión de bienes, requiere un estado de insolvencia,
pluralidad de acreedores, y se extiende a todos los bienes del deudor,
concediendo a los acreedores la facultad de vender los bienes cedidos y
hacerse pago con los dividendos obtenidos, además libera al deudor salvo
31
pacto en contrario de responsabilidad en la cuantía de los bienes cedidos.
-
Pago por subrogación: Es aquella institución por cuya virtud un tercero
satisface el pago de una deuda al acreedor, asumiendo los derechos y
acciones que éste tenía contra el deudor.
1.13.9.
Incumplimiento de las obligaciones
Es un acto esencialmente antijurídico que proviene de la conducta culpable del
deudor que no deja que la prestación se lleve a efecto, y que hace que la relación
jurídica no se vea satisfecha tal y como originalmente se convino entre las partes, lo
que hace que el Derecho reaccione contra el deudor.
Entre los efectos del incumplimiento se tiene que si el mismo no es derivado
de fuerza mayor o mora del acreedor, se hace responsable al deudor de tal manera
que a falta de su oportuna y precisa manifestación de voluntad tendiente a la
realización de la prestación se acuda a otros medios que la suplan al objeto de dar
debida satisfacción al interés legitimo del acreedor.
El incumplimiento no definitivo de la obligación lleva al estudio de la Mora. Si
el deudor incumple temporal o defectuosamente la prestación debida, esa
circunstancia, debe constar fehacientemente, en la forma que la ley determina.
La mora se define como el retraso culpable en el cumplimiento de la
obligación, se está imputando el retraso al deudor.
El incumplimiento cuando es imputable, adquiere dos formas:
-
Dolo: Motivo surgente que da origen al incumplimiento de la obligación debido
al propósito del deudor de no enmarcar su conducta para cumplirla
32
debidamente.
-
Culpa: Acción u omisión perjudicial a otro, en que se incurre por ignorancia,
impericia o negligencia, pero sin propósito de dañar. Artículo 1242 del Código
Civil.
Por el contrario el incumplimiento no imputable se da en el caso fortuito y
fuerza mayor.
-
Caso fortuito : Es causa de exoneración de la obligación. Se deja de cumplir
con la obligación por algo que está íntimamente ligado a la esencia de la
obligación Ejemplo de esto es que se tenga que entregar un animal de carga
pero este fallece antes de su entrega.
-
Fuerza Mayor: Son de naturaleza intrínseca, ajenos a la voluntad de las
partes.
Ejemplo de este, es la falta de entrega porque ocurre un robo
anterior, que despoja del objeto a entregar.
1.13.10.
Transmisión de las obligaciones
La transmisión en derecho civil: “Es aquella operación por medio de la cuál un
tercero sustituye al acreedor pasando a ser el tercero el titular con derecho pleno, no
obstante la obligación en su esencia no cambia”21.
En principio pueden ser cedidos todos los derechos que dan origen a una
relación obligatoria, salvo aquellos donde haya pacto expreso entre las partes y no
acepte el deudor o bien los derechos sean intituito persona y donde hay prohibición
legal. Articulo 1443 del Código Civil. Como Principio general, se deben llenar los
requisitos del negocio jurídico
21
Ibidem.
33
1.13.11.
Extinción de las obligaciones
Entre las principales formas de extinguir las obligaciones se encuentra:
-
Compensación: Se ha definido como el modo automático de extinguirse en la
cantidad concurrente, las obligaciones de aquellas personas que por derecho
propio son recíprocamente acreedoras la una de la otra.
-
Confusión: Modo de extinguir una obligación cuando en una misma persona
se reúnen las cualidades de acreedor y deudor, siempre que tal reunión no se
proyecto sobre entidades patrimoniales autónomas.
-
Novación: Consiste en la sustitución de una obligación preexistente que se
extingue, por otra nueva que se crea.
-
Remisión: De la misma manera que el titular de un crédito puede transmitir el
mismo a favor de un tercero, puede también disponer de él en beneficio del
deudor, liberándolo del vínculo obligatorio.
-
Prescripción: También prescripción extintiva. El transcurso del tiempo es una
circunstancia que produce diversos y determinantes efectos jurídicos. Puede
ejercitarse como acción o como excepción. Se verifica en todos los casos no
mencionados en disposiciones especiales, por el transcurso de cinco años
contados desde que la obligación pudo exigirse.
Por lo tanto, ha quedado evidenciada que el derecho de obligaciones es
normativa legal acerca de todo aquello, cuyo cumplimiento es exigible o que,
subsidiariamente concede derecho al resarcimiento económico del caso. Concepto
este que es importante para determinar el incumplimiento o el cumplimiento
imperfecto que se busca en la presente investigación.
CAPÍTULO II
DEL CONTRATO DE LA PROMESA Y DE LA OPCIÓN
2.1.
Generalidades del contrato de promesa
La promesa, constituye el objeto central de la presente investigación. De la
regulación del Código Civil, en el caso de la promesa pueden distinguirse dos
contratos: 1) Un contrato definitivo, que es el que se celebra cumpliendo con la
obligación “de hacer” originada en el contrato de promesa o contrato preparatorio, y
2) el contrato preparatorio del cual nace esta obligación de hacer que consiste en
suscribir, dentro de un plazo o en el cumplimiento de una condición, el contrato
definitivo.
De esta manera, el contrato definitivo es el objeto del contrato de promesa.
Así, el contrato de promesa tiene por fundamento relevante generar una obligación
de hacer, específicamente, una obligación de celebrar en el futuro, cierto o incierto,
un acto jurídico, sea unilateral o bilateral. Si el contrato prometido es unilateral, la
promesa también lo será.
2.2.
Características del contrato de promesa
Las principales características del contrato de promesa son:
•
Es un acuerdo de voluntades, en que nacen para ambas partes obligaciones
recíprocas, sujetas a las normas legales contenidas en el Libro IV del Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de
Guatemala.
•
La celebración del contrato prometido queda aplazada para el futuro y el
contrato de promesa es sólo su antecedente, por lo que no puede existir en
34
35
unión con el contrato prometido.
•
La finalidad o destino de la promesa es celebrar otro contrato.
•
El efecto único de la promesa es el surgimiento del derecho a exigir la
celebración del contrato prometido y, en consecuencia, solamente da origen a
una obligación de hacer.
•
El contrato de promesa siempre debe constar por escrito. Es formal, de
acuerdo con el tipo de contrato prometido.
El contrato de promesa, no obstante ser un contrato preparatorio, es un
contrato principal (al igual que el contrato definitivo) ya que de conformidad al Código
Civil, subsiste por sí mismo sin necesidad de otra convención. No es un contrato
dependiente ni tampoco un contrato accesorio, por cuanto su existencia no está
supeditada a la de otro contrato principal ni tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal.
El contrato de promesa siempre crea una obligación de hacer; en cambio el
contrato prometido puede dar origen a una obligación de dar, hacer o no hacer.
Los requisitos generales de todo acto jurídico, el contrato de promesa, para su
validez, requiere cumplir con los requisitos de forma y de fondo que no se establecen
el Código Civil. La omisión de cualquiera de ellos acarrea la nulidad absoluta del
contrato. Los requisitos son los siguientes:
•
Que la promesa conste por escrito. Aun cuando el contrato prometido sea
consensual, la promesa de contrato debe constar por escrito, y de
conformidad con el contrato prometido, debe ser formal, en caso contrario
basta un instrumento privado y no es necesario que conste en instrumento
36
público.
•
Que el contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaran
ineficaces. La ineficacia a que se refiere el Código Civil, tiene relación directa
con los requisitos intrínsecos del contrato que se pretende celebrar y no con
las formalidades a que debe someterse para que tenga pleno valor legal. Así,
no sería eficaz el contrato prometido que tenga un objeto o causa ilícita; como
aquel en que se promete una compraventa entre cónyuges no separados
judicialmente.
•
Que la promesa contenga un plazo o condición que fije la época de la
celebración del contrato prometido. Esta circunstancia se ha establecido para
que los contratantes sepan cuándo deberá cumplirse el contrato prometido y
no queden ligados contractualmente en forma indefinida. Este requisito viene a
ratificar el carácter transitorio de la promesa; por ello, si falta el plazo o la
condición, el contrato debe ser declarado nulo.
•
Especificación del contrato prometido. ¿Significa este requisito que el contrato
de promesa debe contener todas y cada una de las cláusula del contrato
definitivo? Existen dos posiciones al respecto:

Se ha sostenido que es necesario que el contrato prometido esté
prácticamente contenido en la promesa, ya que sólo así faltaría, para ser
perfecto, la tradición de la cosa o las solemnidades del contrato prometido.

La
doctrina
contraria
sostiene
que
el contrato
prometido queda
suficientemente especificado si sólo se señalan en la promesa sus
37
elementos esenciales, que permitan distinguirlo de los otros contratos,
pudiendo omitirse los elementos de la naturaleza, que la ley los presume, y
los meramente accidentales, que se especifican por cláusulas especiales al
tiempo de celebrarse el contrato prometido.
El efecto propio del contrato es el nacimiento de una obligación de hacer. Lo
normal será que las partes cumplan con esta obligación voluntariamente, en cuyo
caso se extingue el contrato de promesa por el hecho de haberse cumplido y, en
consecuencia, sólo pasa a tener vida propia el nuevo contrato.
2.3.
Definición de contrato de promesa
El término promesa, puede definirse de la siguiente manera: “Oferta
deliberada que una persona hace a otra de darle o hacerle alguna cosa. Según
Capitant, compromiso de contraer una obligación o de cumplir un acto” 22. Es
importante comentar al respecto de la palabra oferta, que es aquí donde al menos
terminológicamente se confunden los dos tipos de contrato.
Es importante también citar las siguientes definiciones de promesa:
“Declaración unilateral de voluntad por la cual consiente uno en obligarse a dar o a
hacer una cosa en tiempo futuro”23. Lo relevante de esta definición consiste en el
concepto de tiempo que en materia civil adquiere verdadera significación para los
efectos del cumplimiento de las obligaciones, como se analizó en el primer capítulo.
Por contrato de promesa se entiende aquel: “Por el que se concede a otro la
cosa o el hecho que pide, que crea la obligación de cumplirlo”24. Como puede
observarse, en derecho, la promesa tiene forma o significado de contrato.
22
Ossorio, Ob. Cit, Pág. 617.
Ibidem.
24
Ibidem.
23
38
En la legislación comparada peruana, se puede encontrar la clara separación
en la regulación del contrato de promesa unilateral y el de opción. A continuación se
trascriben los artículos más importantes del Código Civil peruano.
En el artículo 1419 se contiene al Contrato de opción: “Por el contrato de
opción, una de las partes queda vinculada a su declaración de celebrar en el futuro
un contrato definitivo y la otra tiene el derecho exclusivo de celebrarlo o no”.
En el artículo 1919 se contiene incluso una definición del contrato de promesa
unilateral, lo que comprueba desde ya, la separación conceptual y normativa de una
forma y otra de contratación. El artículo de marras señala: “Por la promesa unilateral
el promitente queda obligado, por su sola declaración de voluntad, a cumplir una
determinada prestación en favor de otra persona. Para que el destinatario sea
acreedor de la prestación es necesario su asentimiento expreso o tácito, el cual
opera retroactivamente al momento de la promesa”.
Del artículo 1415 en adelante, se regulan los efectos, requisitos y formalidades
del contrato de opción, mientras que del artículo 1920 en adelante, se regulan todos
estos requisitos para el contrato de promesa unilateral.
No obstante, hay que aclarar que en la normativa peruana antes aludida, no
se contiene a la promesa en general como una forma contractual.
Asimismo, el contrato de promesa como tal, no aparece regulado en códigos
civiles como el de: Argentina, Venezuela, República dominicana, Ecuador y otros. A
pesar de que la promesa como término y como cláusula queda incluida en otras
39
formas contractuales como la compraventa.
2.4.
El contrato de opción
La opción también es una forma de contratación, según un amplio sector de la
doctrina y de la interpretación del Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de
Gobierno de la República de Guatemala. Pese a lo cual, en la práctica jurídica del
notariado, es muy poco común encontrar un contrato de opción como forma principal
de un negocio jurídico. Es importante, considerar qué es la opción como figura
jurídica, para poder entender su diferencia con el contrato de promesa y cualquier
otra forma de contratación civil o mercantil.
En el derecho mercantil, puede haber opción a contratar inclusive en un
formulario, en materia civil el contrato de opción no puede ser tan informal y por el
contrario, normalmente adopta las solemnidades y formalidades de un contrato,
cuando se constituye de forma independiente, porque cuando queda contenido como
pacto accesorio de otro, como el caso del contrato de arrendamiento con opción a
compra, lógicamente adquiere la formalidad de aquel.
Cabanellas señala como definición del término opción: “Convenio en que,
dentro de determinadas cláusulas, queda al arbitrio de una de las partes ejercer un
derecho, realizar una prestación o adquirir una cosa”25. Esta definición hace más
referencia al derecho de las partes, toda vez que la opción es de quien no celebra el
contrato. Y por su parte, Manuel Ossorio indica que opción es: “La facultad de
escoger”26. Sin embargo, a los efectos de la presente investigación, dicha definición
es útil y aplicable.
25
26
Cabanellas de Torres, Ob. Cit; Pág. 281.
Ossorio, Ob. Cit. Pág. 514.
40
El artículo 1676 señala que la promesa unilateral es la estipulación que una
persona hace a favor de otra, otorgándole la opción de adquirir una cosa o un
derecho en las condiciones pactadas y por el tiempo convenido.
2.5.
Regulación legal vigente
El Libro V, Título I de la segunda parte, De los contratos en particular, del
Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
República, contiene la regulación legal del contrato de la promesa y la opción.
El artículo 1674 señala que: Se puede asumir por contrato la obligación de
celebrar un contrato futuro. La promesa de contrato debe otorgarse en la forma
exigida por la ley para el contrato que se promete celebrar.
Regula asimismo, el cuerpo de leyes mencionado que la promesa de contrato
puede ser unilateral o bilateral.
La opción puede ser contrato independiente o celebrarse como pacto
accesorio de otro y, en ambos casos, debe contener las condiciones en que ha de
realizarse el convenio, según el artículo 1677.
Particular importancia para los efectos de la presente investigación tiene el
Artículo 1678 del Código Civil, puesto que señala que la aceptación del optante debe
ser expresa y no puede ceder a otro su derecho de opción, si no estuviere
expresamente facultado por el promitente.
La promesa bilateral de contrato obliga a ambas partes y les da derecho de
exigir la celebración del contrato prometido de entero acuerdo con lo estipulado.
41
Cuando la promesa se refiera a enajenación de bienes inmuebles o derechos
reales sobre los mismos, el contrato debe inscribirse en el Registro de la Propiedad.
El plazo en el contrato de promesa no podrá exceder de dos años si se tratare
de bienes inmuebles o derechos reales sobre los mismos, y de un año, si se tratare
de otros bienes o prestaciones.
Si no se fijare plazo convencional, se entenderá que las partes se sujetan al
plazo señalado en el artículo anterior.
Si el promitente se negare a otorgar la escritura para dar forma legal al
contrato prometido, en su rebeldía, lo hará el juez, salvo que la cosa haya pasado a
tercero de buena fe, en cuyo caso la promesa se resolverá en el pago de daños y
perjuicios.
La acción para exigir el cumplimiento de la promesa, deberá entablarse dentro
de los tres meses siguientes al vencimiento del plazo convencional o legal.
Vencido el plazo a que se refiere el párrafo anterior para entablar la acción, sin
que ésta se haya ejercitado, las partes quedan libres de toda obligación. En este
caso, si hubo arras, las devolverá quien las recibió.
Señala el artículo 1685 del cuerpo de leyes en cuestión lo siguiente: Cuando
en la promesa se conviene en el pago de una multa sin expresar que este pago es
sin perjuicio del cumplimiento del contrato, pagada la multa cesa la obligación de
celebrar el contrato prometido.
42
2.6.
Confusión en la interpretación separada del contrato de la promesa y de
la opción
Se citan a continuación algunos tratadistas y autores, con la intención de
determinar la confusión o falta de un criterio unificado en la doctrina guatemalteca al
respecto de la interpretación del contrato de promesa, (sea cualquiera la forma que
adopte éste), y el contrato de opción.
Si se considera a la promesa, a la promesa unilateral y a la promesa bilateral,
contratos independientes o diferentes del de opción, basta con revisar lo que al
respecto indica Ernesto Viteri, cuando indica: “El contrato de promesa unilateral se
denomina opción”27. En qué podrá haberse basado el autor citado para tal
afirmación. Seguramente la interpretación la hace con fundamento en lo que al
respecto preceptúa el Código Civil. Sin embargo, si lo que afirma, es cierto, entonces
en qué forma puede interpretarse el Artículo 1677 en cuanto a que el contrato de
opción puede ser un contrato independiente. En cuyo caso, el contrato de promesa
unilateral es el contrato de opción, pero resulta que el contrato de opción no es el
contrato de promesa unilateral.
Por otro lado, Ricardo Alvarado y José Gracias, indican que: “Cuando ambos
contratantes se obligan a otorgar el contrato en el futuro, nos estamos refiriendo a
una promesa. Cuando se obliga únicamente uno de ellos, generalmente quien habrá
de comprar, nos estamos refiriendo a una opción”28. En la cita anterior puede
apreciarse que ambos contratos son diferentes, sin embargo, puede también creerse
que los autores que son de este criterio, adoptan la creencia de que la promesa se
convierte en opción, cuando solo una las partes se obliga. Ahora bien, el punto
27
Viteri Echeverría, Ernesto R. Los contratos en el derecho civil guatemalteco, Ed. Serviprensa
centroamericana de Guatemala, Guatemala, 2005. Pág. 9.
28
Alvarado Sandoval, Ricardo y José Antonio Gracias González. El notario ante la contratación civil y
mercantil, Ed. Estudiantil Fenix, 2006. Pág. 78.
43
estaría en determinar a qué se obliga. Porque por ejemplo, si quien promete, lo hace
sin que para tal promesa deba haber una aceptación, entonces estamos frente a la
promesa unilateral, pero si quien se obliga a aceptar hace un contrato y agrega la
opción de compra (como en el caso del arrendamiento con opción a compra), o bien,
se celebra un contrato de opción a compra sin que exista otro negocio jurídico
adicional o paralelo de este, entonces es claramente una opción y no una promesa.
Es claro que el verbo prometer tiene más relevancia cuando quien se obliga lo hace
en el sentido de vender. Y por otro lado, la opción recae en quien quiera comprar. Se
cree que es a esto último a lo que los autores de la cita anterior, se refieren.
Sin embargo, y por si se creyera que en las dos citas anteriores no hay
ninguna contradicción, es decir que el autor Viteri y los autores Alvarado y Gracias
coinciden en una sola clase de interpretación, entonces es importante citar al Dr
Orellana cuando consigna: “En la doctrina algunos tratadistas se inclinan por el
hecho de que la opción es una modalidad del contrato de promesa unilateral. De
igual manera hay algunos tratadistas que se inclinan por ver en la opción, como una
modalidad del contrato de promesa. En cuanto a Guatemala, el Código Civil trata de
a la opción y al contrato de promesa unilateral como uno y como una de las
modalidades (junto al contrato de promesa bilateral) del contrato de promesa” 29. Es
importante hacer notar la confusión prevaleciente en el respetable autor de la última
cita. Para poder analizarlo bien, se descompondrá el párrafo por partes.
Primero, el autor indica que hay autores que se inclinan por ver a la opción
como una forma de promesa unilateral y que otros lo hace como una forma de la
promesa en general. En este último caso, se puede apreciar a autores como Viteri,
puesto que ven a la opción como una forma del contrato de promesa en general,
29
Orellana Donis, Eddy Dr. Derecho civil sustantivo III, IV y V, sin editorial, Guatemala, 2008. Pág. 173.
44
especialmente la promesa unilateral. Ahora bien, parte de la confusión que arroja el
autor citado con su criterio, es que haya algunos autores que ven a la opción como
una modalidad del contrato de promesa unilateral. Esto es más confuso, puesto
que no se puede pensar en que el contrato de promesa unilateral pueda tener varias
clases, y que una de estas coincida con la opción.
Piénsese por ejemplo en el caso del arrendamiento con opción a compra, se
puede creer que se trata de una promesa unilateral, pero en criterio personal se
estima que esto es un error de apreciación, puesto que la opción, ciertamente la
tiene una de las partes, ya que en el futuro podría acordar celebrarse una
compraventa sobre el inmueble que en este contrato obtiene en arrendamiento. Pero
en el caso de la otra parte, ésta se compromete a celebrar el contrato en el futuro,
para venderle a la otra parte. Ahora bien, conviene preguntarse en este caso: ¿No es
acaso este un contrato en el que ambas partes se obligan, uno a optar por comprar y
el otro a vender en su caso? De ser así, entonces estamos frente a la promesa
bilateral y no la unilateral. Por lo tanto, no se trata de una modalidad del contrato de
promesa unilateral. Y más allá, no se trata de una modalidad del contrato de
promesa en general sino más bien, de un contrato de promesa, con una cláusula de
opción a compra.
No obstante lo anterior, el autor de la última cita hecha, se inclina finalmente
por creer que la opción es un contrato distinto de la promesa unilateral, puesto que
afirma que según el Código Civil guatemalteco, la opción es un contrato
independiente y el de promesa unilateral también es un contrato independiente y
forma parte de las modalidades de la promesa en general.
Como puede apreciarse, el último autor citado no cree que la opción sea parte
45
de la promesa unilateral o bien sea exactamente este, sino que constituye un
contrato independiente. Lo que deja evidencia que entre la doctrina nacional
guatemalteca, prevalece la confusión en cuanto a la interpretación de cada una de
estas formas contractuales.
2.7.
Elementos que individualizan al contrato de promesa
El Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República, regula a la
promesa, especialmente en su Libro V, Título I de la segunda parte. Sin embargo, el
epígrafe hace referencia a la promesa y opción, como si se tratara de la regulación
de dos contratos distintos, sin embargo en su contenido se puede interpretar otra
cosa. Por ejemplo, en el Artículo 1676, parte conducente, se señala que: “La
promesa unilateral es la estipulación que una persona hace a favor de otra,
otorgándole la opción de adquirir una cosa”, es importante enfatizar que explicando
el contrato de promesa, aún siendo esta, unilateral, el legislador llama: opción, (como
se ha resaltado en la cita hecha), a la facultad que tiene la otra parte, de asumir
frente al objeto central de tal contrato.
En el Artículo 1678, la norma se refiere a contrato de opción y sin embargo a
una de las partes no le llama oferente, como sería más propio llamarlo, sino le llama:
PROMITENTE. Tal como puede apreciarse: “La aceptación del optante debe ser
expresa y no puede ceder a otro su derecho de opción, si no estuviere expresamente
facultado por el promitente”. Los autores del cuerpo de leyes en mención no
establecieron en forma explícita en el articulado en cuestión, una diferencia entre
ambos conceptos.
Esto puede provocar la discrepancia entre los profesionales del derecho, entre
juristas y jurisconsultos, entre autores y tratadistas del derecho civil guatemalteco,
46
agrupándolos en dos bandos: aquellos que consideran a ambas formas de
contratación la misma, y los que por otro lado, señalen que se trata de dos tipos de
contratación diferentes.
En el caso de la última de las posturas esbozadas anteriormente, se pueden
argumentar las inconsistencias evidentes en la regulación de un contrato y otro, por
la utilización de ambos términos y conceptos, que cuando se norma a un contrato
podría creerse que se trata también otro. Tal el caso de los artículos 1676 y 1678
como ya se indicó.
En este caso, habría que agregar que si quienes consideran a los dos
conceptos como contratos distintos, entonces queda completamente evidenciada, la
falta de regulación legal de una norma que proteja los derechos de las partes en
caso de incumplimiento de la obligación. Pero si se tomara como de aplicación
supletoria para ambos casos lo regulado en el Artículo 1683 para tal efecto; (artículo
que se analiza más adelante), entonces debiera de concluirse asimismo que esa es
la mejor muestra de que se trata de una sola regulación para ambos conceptos, y
consiguientemente, tratarse de la misma figura contractual.
En el caso que se tratara de una misma figura contractual, todos los criterios,
opiniones y aseveraciones vertidas en la presente investigación, se deben aplicar en
igual forma a ambos.
Ahora bien, en doctrina, como se vio con las definiciones aportadas
anteriormente, la opción versa sobre algo a lo que el sujeto acreedor puede acceder
o no, mientras que la promesa hace referencia más bien a una obligación de quien la
ofrece.
47
Establece el Artículo 1677 que: “La opción puede ser contrato independiente o
celebrarse como pacto accesorio de otro y, en ambos casos, debe contener las
condiciones en que ha de realizarse el convenio”.
En consecuencia, el contrato de opción, constituye un contrato con todas las
formas y solemnidades que establece la ley guatemalteca y que han quedado
contenidos en el presente trabajo de investigación.
En consecuencia a todo lo expuesto, se puede aseverar que el contrato de
opción y el de promesa, no se encuentran del todo regulados en la forma adecuada a
concebirlos como dos tipos de contrataciones independientes una de la otra, pero lo
más importante deviene en el hecho de que de esta confusión, nace una inseguridad
para las partes, puesto que hay muy poco regulado al respecto del incumplimiento de
obligaciones de cualquiera de ambos.
2.8.
El contrato de promesa en el derecho comparado
En el contrato de promesa se crea un vínculo de derecho preliminar para la
celebración de otro contrato posterior. Según Castán Tobeñas: “Se trata de un
precontrato, por el que las partes se comprometen a celebrar en el futuro otro
contrato que actualmente no pueden o no quieren celebrar”30.
En el Código Civil mexicano, el contrato de promesa tiene su propio articulado
y la opción no es incluida en esta normativa.
El contrato de promesa se trata de un contrato preliminar o preparatorio, cuya
30
Castán Tobeñas. Ob. Cit. Pág. 30.
48
función y fin en la celebración es el futuro de otro contrato diferente entre las mismas
partes o sus cesionarios. Es decir, que del contrato de promesa nace una verdadera
y real relación contractual, que tiene existencia y que genera derechos y obligaciones
para las partes.
El objeto y fin del contrato de promesa, es la celebración en el futuro de un
nuevo contrato, de naturaleza diferente. En nuestra legislación, el contrato futuro
puede ser de cualquier clase, a diferencia que ocurre en otros países, donde el único
contrato de promesa es el contrato de promesa de compraventa.
Entre sus características están que es: Accesorio, bilateral o unilateral,
consensual, formal, gratuito u oneroso.
El contrato de promesa bilateral es siempre principal, pues subsiste por sí
solo, aunque su fin sea la celebración de un contrato futuro y definitivo.
Es bilateral, pues ambas partes quedan obligadas al cumplimiento del
contrato, se obligan recíprocamente y cada una es responsable hacia la otra en caso
de incumplimiento.
Es consensual, pues el consentimiento de las partes para que el contrato se
perfeccione y surta efectos, aunque el contrato definitivo sea real.
Formal, porque debe revestir la forma que la ley exige para el contrato
principal y debe otorgarse en escritura pública e inscribirse en el Registro de la
Propiedad cuando sea de derechos reales o transferencia de inmuebles.
49
Gratuito pues en su concepción más elemental, las prestaciones de las partes
se cumplirán al celebrarse el contrato prometido y será en esa ocasión que se
realicen los provechos y gravámenes recíprocos. Sin embargo, podría ser oneroso si
se pactan arras o si se paga una cantidad a una de las partes para inducirlo a la
celebración del contrato preparatorio.
La promesa unilateral puede ser principal, cuando subsiste por sí sola y
constituye en sí misma el contrato, o accesoria cuando depende de otro contrato,
como ocurre con la opción de compra en un vehículo arrendado.
En Guatemala, es posible celebrar contratos de promesa de casi todos los
contratos que establece el Código Civil El objeto del contrato de promesa debe ser
la celebración de un contrato diferente, pues no se concibe que se celebre un
contrato de promesa que tenga por objeto la celebración de otro contrato
de
promesa. (Artículos 1674, 1676, 1679 y 1683 del Código Civil).
En España se señala que el contrato de promesa es: “Forma parte del título
que se refiere a la compraventa”31 incorporando la figura denominada: contrato
preliminar o preparatorio cuya finalidad es crear un vínculo entre dos o más sujetos
de derecho que lo obligan a la celebración posterior de un contrato definitivo cuyas
bases se establecen de ante mano en el contrato de promesa.
Esta figura es de utilidad por cuanto en muchas ocasiones las partes no
quieren o no pueden celebrar un acto definitivo en razón de situaciones económicas,
jurídicas o de otra naturaleza pero requieren por razón de seguridad obtener cierta
garantía de que superados ciertas circunstancias sociales o jurídicas se tenga la
31
Artículo 1221 del Código Civil español.
50
seguridad de poder acceder a la celebración del acto definitivo.
Esto se da mucho en materia de bienes inmuebles en que los promotores de
urbanizaciones o edificaciones realizan contratos preparatorios con los futuros
adquiriente de los inmuebles, sujetando la celebración de la compraventa definitiva a
la condición de carácter económico tales como el otorgamiento de facilidades
crediticias por instituciones bancarias o garantías de cualquier naturaleza que
aseguren el pago del precio.
En estos contratos usualmente se incorpora cláusulas que difieren en el
tiempo que luego se denominaran contrato preliminares sujetos a plazo. A todas
luces se justifica la regulación del contrato preliminar y de promesa.
Como es evidente, en relación a las dos legislaciones comparadas a la vista,
el contrato preliminar es visto de manera autónoma, es decir separado del contrato
de compraventa. Esto es adecuado debido a que el contrato preliminar es violado por
todos los actos jurídicos y no solo por el contrato de compraventa.
CAPÍTULO III
ANÁLISIS JURÍDICO DOCTRINARIO DEL CONTRATO DE PROMESA Y DE LA
OPCIÓN, DE CONFORMIDAD CON LA LEGISLACIÓN GUATEMALTECA
3.1.
Planteamiento de la problemática
Al no haber una regulación separada del contrato de promesa, no se pueden
establecer con toda certeza jurídica los efectos jurídicos que produce este contrato,
puesto que en determinado caso se podría quedar en desprotección una de las
partes contratantes o por otro lado podría estarse aplicando una norma jurídica que
originalmente se previó para un contrato diverso del de promesa.
Por ello, fue necesario llevar a cabo la presente investigación, acerca de los
efectos negativos de la regulación conjunta que del contrato de promesa con el de
opción se encuentra vigente en el Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de
Gobierno de la República de Guatemala, y los efectos negativos que esto representa
para la seguridad jurídica de las partes que contratan bajo estas formas
contractuales, con la intención de aportar en cuanto al tema en cuestión. En la misma
medida, hace falta que el mismo Congreso de la República de Guatemala realice tal
investigación por medios y criterios propios.
Actualmente no pueden desligarse con toda certeza jurídica las condiciones
generales de contratación para el caso del contrato de promesa, toda vez que se
encuentra regulado conjuntamente con el contrato de opción en el Código Civil,
Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, no
pudiéndose desligar los efectos jurídicos, obligaciones y derechos de las partes para
cada forma de contratación, puesto que en algunas normas se hace clara referencia
a la promesa y otras al de opción.
51
52
Además, la doctrina aborda a estas formas de contratación de manera confusa
como quedó establecido en el capítulo precedente, al no establecer diferencias entre
la promesa y la opción. Los tratadistas incluso llegan a determinar que la opción es
igual a la promesa unilateral, o a la promesa en general, pero todas estas
discrepancias, no han sido abordadas por el legislador en Guatemala y en
consecuencia no se tienen individualizadas ambas formas de contratación, como si
se tratara del mismo contrato.
Fundamentalmente, la causa de la falta de certeza jurídica para determinar la
diferencia entre las condiciones generales de contratación del contrato de promesa
con el de opción, es debido a su regulación conjunta en el Código Civil, Decreto Ley
Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala.
Además, porque como se mencionó, no se ha hecho acopio en Guatemala, es
decir que el legislador no ha hecho caso de las diferencias que se observan en
doctrina al respecto de un contrato y otro de los mencionados.
Asimismo, no se ha puesto atención a que en legislaciones comparadas, tal el
caso de la mexicana, en la que no se ha hecho una regulación conjunta sino más
bien separada del contrato de promesa, sin relacionar la opción.
Asimismo, si no existe una clara distinción entre el contrato de promesa de
cualquier otra forma de contratación, tal el caso del contrato de opción, entonces esto
afecta la función asesora del notario que autoriza un contrato de esta naturaleza, y
no puede brindar una seguridad jurídica a las partes contratantes.
Es necesario que el Estado de Guatemala determine una interpretación clara
53
de la regulación del contrato de promesa, separadamente del de opción en el Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala,
para no dejar lugar a dudas y con toda certeza jurídica se pueda comprender su
diferenciación.
3.2.
Objetividad de la interpretación
Debido a la inexistencia de una norma jurídica en el Código Civil, Decreto Ley
Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, que establezca las
diferencias entre las formas de promesa con la opción, su interpretación tiende a ser
confusa y no puede individualizarse una de otra en forma categórica.
Las formas de promesa reguladas en el Código Civil, Decreto Ley Número 106
del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, no permiten distinguir si los
efectos contenidos en el articulado de tal cuerpo de leyes se deben aplicar
únicamente a la promesa bilateral o también afecta a la unilateral. Sin embargo, en
este último caso, no se contempla en forma precisa, si sus efectos se producen con o
sin la aceptación del optante.
Si la regulación legal que se pretendía con la opción, era de un contrato
independiente, como taxativamente lo establece el Artículo 1677 del Código Civil,
Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, en el
resto de dicha normativa se omitió determinar diferencias en su celebración.
El contrato de promesa constituye una forma de contratación completamente
independiente a la opción, quedando la primera de las mencionadas como una forma
de contratación provisional. Esta diferenciación no se incluyó en la regulación legal
del Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
54
República de Guatemala.
Como consecuencia de que no pueden desligarse con toda certeza jurídica las
condiciones generales de contratación para el caso del contrato de promesa, toda
vez que se encuentra regulado conjuntamente con el contrato de opción en el Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala,
puesto que en algunas normas se hace clara referencia a la promesa y otras al de
opción, se provoca una confusión para establecer sin lugar a dudas y con toda
certeza jurídica se pueda comprender su diferenciación.
Lo anterior conduce a pensar que en determinado caso podría quedar en
desprotección una de las partes contrates o por otro lado podría estarse aplicando
una norma jurídica que originalmente se previó para un contrato diverso del de
promesa, a éste.
3.3.
Comprobación de la hipótesis
La hipótesis que orientó el desarrollo del presente estudio es la siguiente: Es
necesario que el Estado de Guatemala determine una interpretación clara de la
regulación del contrato de promesa separadamente del de opción en el Código Civil,
Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, para
no provocar dudas y que con toda certeza jurídica se pueda comprender su
diferenciación.
Para dar debida comprobación a la misma, se realizó una encuesta a 25
profesionales del derecho, con la intención de obtener su opinión al respecto de si
existe o no una confusión en la interpretación del contrato de promesa y de opción en
el Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
55
República de Guatemala. Como puede apreciarse en el apartado de anexos del
presente estudio, se ha dejado constancia de la clara tendencia de todos los
encuestados hacia la comprobación de la principal afirmación de este estudio como
queda descrito.
Además se entrevistó al Licenciado Rigoberto Tzirín Bal, y es relevante
mencionar del entrevistado su criterio al respecto de que, se puede confundir, la
promesa unilateral con la opción, porque el Código Civil, Decreto Ley Número 106
del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, establece en su Artículo 1676
que la promesa unilateral es la estipulación que una persona hace a favor de otra
otorgándole la opción de adquirir algo. Por eso, se puede interpretar de esta forma
que queda suplementaria la opción en otro contrato al que se puede tener como
preparatorio o provisional. Contrario a la promesa bilateral en la que ambas partes
quedan obligadas.
En la promesa unilateral sólo una de las partes queda obligada. En el
supuesto caso de que la persona a favor de quien se establece la opción, es decir el
optante, nunca comparece en forma expresa a aceptar, en ese caso la promesa no
genera una obligación para esta última persona. Y para quien ofreció, es decir, el
promitente, como el optante nunca aceptó, su obligación no produce efectos.
CONCLUSIONES
1.
Debido a la inexistencia de una norma jurídica en el Código Civil, Decreto Ley
Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, que
establezca las diferencias entre las formas de promesa con la opción, su
interpretación tiende a ser confusa y no puede individualizarse una de otra en
forma categórica.
2.
Las formas de promesa reguladas en el Código Civil, Decreto Ley Número 106
del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, no permiten distinguir si
los efectos contenidos en el articulado de tal cuerpo de leyes se debe aplicar
únicamente a la promesa bilateral o también afecta a la unilateral. Sin
embargo, en este último caso, no se contempla en forma precisa, si sus
efectos se producen con o sin la aceptación del optante.
3.
Si la regulación legal que se pretendía con la opción, era de un contrato
independiente, como taxativamente lo establece el Artículo 1677 del Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de
Guatemala, en el resto de dicha normativa se omitió determinar los demás
requisitos y solemnidades para su celebración.
4.
El contrato de promesa constituye para la doctrina civil vigente, una forma de
contratación completamente independiente a la opción, quedando la primera
de las mencionadas como una forma de contratación provisional. Esta
diferenciación no se incluyó en la regulación legal del Código Civil
guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República
de Guatemala.
56
RECOMENDACIONES
1.
Es necesario que el Estado de Guatemala determine una interpretación clara
de la regulación del contrato de promesa separadamente del de opción en el
Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República
de Guatemala, para no provocar dudas y que con toda certeza jurídica se
pueda comprender su diferenciación.
2.
Es necesario que el Congreso de la República de Guatemala establezca las
diferencias entre las formas de promesa con la opción, para que no se
presente la confusión en la interpretación que hace que no puedan
individualizarse una forma de contratación y de la otra.
3.
Es preciso que las instituciones encargadas de velar por la fiel aplicación de la
ley, y la redacción correspondiente de cada norma jurídica, se percaten de las
confusiones que genera en su interpretación algunas instituciones del derecho
como la que constituye el objeto central de este estudio, para poder así ir
perfeccionando la legislación nacional en general.
4.
Es importante que los autores y tratadistas contribuyan con sus estudios
jurídicos, a una adecuada interpretación de los contratos de promesa y de
opción, para que los profesionales del derecho en general que buscan una
adecuada luz para la compresión de la ley, tengan una útil fuente de consulta
en tales casos.
57
ANEXOS
58
ANEXO 1
BOLETA DE ENCUESTA
UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
PONENTE: DIMAS JUAN CARLOS DE LEÓN PRADO
Encuesta dirigida a:
Estimado encuestado:
Con la finalidad de establecer si es necesaria la reforma al Código Civil
guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de
Guatemala, con la intención de regular en forma separada las formas de contratación
de promesa unilateral y promesa bilateral de la opción, se desarrolla una
investigación sobre el tema, el cual forma parte del trabajo de tesis titulado:
EL
CONTRATO DE PROMESA EN LA LEGISLACIÓN GUATEMALTECA Y LA
NECESIDAD DE SU REFORMA.
Los datos recabados serán confidenciales y la información aportada será de uso
exclusivo de esta investigación, de conformidad con el artículo 8 del Reglamento de
Trabajo de Graduación (Tesis), autorizado por el Consejo Directivo de la Universidad
Mariano Gálvez de Guatemala, según consta en acta 10-88, Punto 6º, del 7 de marzo
de 1988, el cual entró en vigencia el 22 de abril de 1988.
INDICACIONES: Respetuosamente se le ruega, contestar las siguientes preguntas,
marcando con una X la opción que considere conveniente.
1.
¿Conoce usted la diferencia entre el contrato de opción y el contrato de
promesa?
Si:______________________
No: _____________________
2.
¿Considera usted que en el Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número
106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, se encuentran
regulados los dos contratos de promesa y opción?
Si:______________________ No: _____________________
3.
¿Cree usted que la legislación civil guatemalteca, debiera establecer en una
forma más clara las diferencias entre el contrato de promesa y el de opción?
Si:______________________
4.
No: _____________________
¿Estima usted que se encuentran claramente individualizados los contratos de
opción y promesa en la legislación civil guatemalteca, especialmente en el
Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República
de Guatemala?
Si:______________________
No: _____________________
59
60
5.
¿Estima usted que, según la normativa vigente, el contrato de opción en el
Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República
de Guatemala coincide con el contrato de promesa unilateral?
Si:______________________
6.
¿Considera que el contrato de opción se encuentra debidamente regulado en
el Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno
de la República de Guatemala?
Si:______________________
7.
No: _____________________
No: _____________________
¿Será necesario hacer reformas al Código Civil, Decreto Ley Número 106 del
Jefe de Gobierno de la República de Guatemala para individualizar
adecuadamente el contrato de promesa de la opción?
Si:______________________
Muchas gracias.
No: _____________________
61
ANEXO 2
GRAFICAS, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS OBTENIDOS EN
EL TRABAJO DE CAMPO
1.
¿Conoce usted la diferencia entre el contrato de opción y el contrato de promesa?
El porcentaje mayor en esta respuesta lo representa la opción si. En consecuencia,
los profesionales del derecho consultados, conocen la diferencia entre el contrato de opción
y contrato de promesa.
2.
¿Considera usted que en el Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del
Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, se encuentran regulados los dos
contratos de promesa y opción?
El porcentaje mayoritario en esta respuesta lo representa la opción si. En
consecuencia, los profesionales del derecho consultados, consideran que la legislación civil
guatemalteca, se encuentran regulados los dos contratos de promesa y opción.
62
3.
¿Cree usted que la legislación civil guatemalteca, debiera establecer en una forma
más clara las diferencias entre el contrato de promesa y el de opción?
El porcentaje mayoritario en esta respuesta lo representa la opción si. En
consecuencia, los profesionales del derecho consultados, creen que la legislación civil
guatemalteca, debe establecer en una forma más clara las diferencias entre el contrato de
promesa y el de opción.
4.
¿Estima usted que se encuentran claramente individualizados los contratos de opción
y promesa en la legislación civil guatemalteca, especialmente en el Código Civil,
Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala?
El porcentaje mayor en esta respuesta lo representa la opción no. En consecuencia,
los profesionales del derecho consultados, estiman que no se encuentran claramente
individualizados los contratos de opción y promesa en la legislación civil guatemalteca,
especialmente en el Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
República de Guatemala.
63
5.
¿Estima usted que, según la normativa vigente, el contrato de opción en el Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala
coincide con el contrato de promesa unilateral?
El porcentaje mayor en esta respuesta lo representa la opción si. En consecuencia,
los profesionales del derecho consultados, estiman que según la normativa vigente, el
contrato de opción en el Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
República de Guatemala coincide con el contrato de promesa unilateral.
6.
¿Considera que el contrato de opción se encuentra debidamente regulado en el
Código Civil guatemalteco, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la
República de Guatemala?
El porcentaje mayoritario en esta respuesta lo representa la opción no. En
consecuencia, los profesionales del derecho consultados, consideran que el contrato de
opción no se encuentra debidamente regulado en el Código Civil guatemalteco, Decreto Ley
Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala.
64
7.
¿Será necesario hacer reformas al Código Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de
Gobierno de la República de Guatemala para individualizar adecuadamente el contrato de
promesa de la opción?
El porcentaje preferente en esta respuesta es la opción si. En consecuencia, los
profesionales del derecho consultados, consideran es necesario hacer reformas al Código
Civil, Decreto Ley Número 106 del Jefe de Gobierno de la República de Guatemala para
individualizar adecuadamente el contrato de promesa de la opción.
65
ANEXO 3
ENTREVISTAS
Entrevista con el Licenciado Rigoberto Tzirín Bal, ex registrador del Segundo registro
de la Propiedad de Guatemala.
1. ¿Considera que la regulación legal de los contratos de promesa y opción, se
encuentran debidamente individualizados en el Código Civil guatemalteco?
R/ Considero que la opción no es precisamente una forma de contratación, sino más
bien un pacto accesorio de otro. En ese sentido, se puede confundir, si así se quiere,
con la promesa unilateral. Le digo esto porque ¿Qué dice el Código Civil?, el Artículo
1676 le establece que la promesa unilateral es la estipulación que una persona hace
a favor de otra otorgándole la opción de adquirir algo. Por eso, usted puede
entender que de esta forma queda suplementaria la opción en otro contrato al que se
puede tener como preparatorio o provisional. Contrario a la promesa bilateral en la
que ambas partes quedan obligadas. Si usted se da cuenta, en la promesa unilateral
sólo una de las partes queda obligada. Supóngase que la persona a favor de quien
se establece la opción, es decir el optante, nunca comparece en forma expresa a
aceptar, en ese caso ¿qué?, la promesa no generó una obligación en esta última
parte. Y para quien ofreció, es decir, el promitente, como el optante nunca aceptó, su
obligación no produce efectos.
Pero usted tiene razón, al leer como están redactados los artículos del Código Civil
que desarrollan estas formas de contratación, hacen pensar que la opción también
es un contrato y se confunden con las diferencias que deberían tener con las dos
formas de promesa que contiene el código, es decir la unilateral y la bilateral.
2. ¿Considera que debieran regularse en forma separada para no crear
confusiones?
R/ Por las razones que le expresé anteriormente, yo creo que sería bueno que
estuvieran separadas las regulaciones, para que su interpretación no generara
incertidumbre o falta de certeza jurídica.
3. ¿Considera que la opción pudiera confundirse con el contrato de promesa en
la práctica?
R/ Como le dije anteriormente, si usted habla de la promesa unilateral, yo diría
inclusive que la opción es la misma promesa unilateral, pero en el caso de la
promesa bilateral no. Esta última tiene la característica que ambas partes tienen
derecho a exigir del otro el cumplimiento de la conducta a la que se obligan en un
contrato. Por eso, la respuesta a su pregunta es si y no. Si se trata de la promesa
unilateral si se puede confundir, si se trata de la promesa bilateral no.
4. ¿Considera que alguna de estas formas de contratación podría dar problemas
para el registro de algún instrumento que los contenga?
R/ Sólo se me ocurre la nominación del contrato, porque no se trata una forma de
contratación como en derecho mercantil, se trata de una forma de contratación
66
completamente solemne, ahí está que si se trata de bienes inmuebles es obligatoria
el registro. Entonces, hay que tener bien clara la denominación contractual, porque
usted no puede nominar al contrato como: de promesa bilateral con opción a compra.
Eso de por sí no existe. Al menos es mi criterio.
BIBLIOGRAFÍA
Textos
Aguilar Guerra, Vladimir Osman. El negocio jurídico, Ed. Piedra Santa, Guatemala,
2005.
Alvarado Sandoval, Ricardo y José Antonio Gracias González. El notario ante la
contratación civil y mercantil, Ed. Estudiantil Fenix, 2006.
Brañas, Alfonso. Derecho civil. Ed. Universitaria, Guatemala, 1982.
Bonnecase, Julien. Tratado Elemental De Derecho Civil, Ed. Harla, Volumen II, 7ª ed.
México DF. 2000.
Castán Tobeñas, José. Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo IV, 9ª ed. Ed.
Centros de ensañaza y publicaciones SA, Madrid, 1961.
Castán Tobeñas, José. Derecho civil español. Ed. Arial, Madrid, España, 1978.
Georges Ripert, Marcel Planiol. Derecho Civil. Ed. Harla, Volumen II, 7ª ed. México
DF. 2000
López Aguilar, Santiago. Introducción Al Estudio Del Derecho, Editorial Universitaria,
Guatemala, 1984.
Orellana Donis, Eddy Dr. Derecho civil sustantivo III, IV y V, sin editorial, Guatemala,
2008.
Viteri Echeverría, Ernesto R. Los contratos en el derecho civil guatemalteco, Ed.
Serviprensa centroamericana de Guatemala, Guatemala, 2005. Pág. 9.
Diccionarios:
Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario jurídico elemental, Editorial Heliasta
SRL., Argentina, 2008.
Cabanellas, Guillermo.
Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Editorial
Heliasta SRL., Argentina, 1979.
Ossorio, Manuel. Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales, Ed. Heliasta
SRL, Buenos Aires, Argentina, 2008.
67
68
Legislación
Constitución Política de la República de Guatemala, Asamblea Nacional Constituyente,
1985.
Código Civil, Decreto Ley Número 106, del Jefe de Gobierno de la República de
Guatemala.
Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley número 107, del Jefe de Gobierno de la
República de Guatemala.
Ley del Organismo Judicial, Decreto número 2-89 del Congreso de la República de
Guatemala.
Legislación comparada:
Código Civil de España.
Código Civil de Ecuador.
Código Civil francés de 1804.
Código Civil de Argentina.
Código Civil Federal mexicano.
Descargar