Monarquia como simbolo de estabilidad de Espana

Diplomacia, política, economía, jurisprudencia...
Druzhilovsky A.
(Universidad MGIMO, Rusia)
Monarquía como símbolo de estabilidad de España
Монархия как символ стабильности Испании
Статья посвящена анализу факторов, которые позволяют утверждать,
что институт монархии в Королевстве Испания на сегодняшний день является актуальным и жизненно необходимым для существования и развития этой
страны. Несмотря на то, что в последние годы заметно расширилось движение
за установление республиканской формы правления, большинство жителей Испании убеждены, что королевская семья была и будет символом стабильности
и процветания их страны.
Winston Churchill a menudo describía la democracia parlamentaria y la monarquía
constitucional como instituciones muy imperfectas — sin embargo, sostenía que eran
lo mejor que el ser humano había inventado hasta ahora.
En la naturaleza humana siempre está viva la demanda de un líder fuerte. En el siglo
XXI nosotros también queremos que nuestros jefes de estado sean líderes verdaderos.
Además de cumplir con las funciones ceremoniales, el jefe de estado tiene que plasmar
la idea de la responsabilidad política, permaneciendo por encima de la misma política.
Esto, por supuesto, apenas se puede alcanzar en los países donde el jefe de estado es
un ex-político o donde el jefe de estado es el líder de alguna fuerza o partido político
que triunfa en las urnas. El sistema español de la monarquía parlamentaria, junto con
media docena de monarquías que todavía existen en Europa, demuestra que el monarca
sigue siendo una figura más exitosa que el presidente. Veamos, por qué piensan así.
En España el monarca es el garante de la Constitución del país. Siendo monarca en
el país donde la forma política del Estado es la monarquía constitucional, Don Juan
Carlos tiene facultades que podrían sorprender a muchos. Está en su poder, entre otras
funciones, ratificar la candidatura del presidente del gobierno, disolver el Parlamento y
declarar la guerra. En realidad, el Rey apenas aplica estas facultades y tradicionalmente
procede muy de acuerdo con la opinión del Parlamento. Este sistema impide que los
políticos usurpen fácilmente el poder.
Una de las características más importantes de la monarquía es que nunca toma parte
en los debates políticos, lo que demuestra que la institución misma es imparcial. Esta
postura, al parecer apolítica, ha permitido que la cultura política de España asimilara,
con relativa facilidad, las teorías que a primera vista son absolutamente opuestas a
los aproches monárquicos — por ejemplo, al socialismo. La monarquía ha sido capaz
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de colaborar con la misma eficacia tanto con los gobiernos socialistas como con los
populares que tradicionalmente son más próximos a la Corona.
Si los ciudadanos españoles decidieran deshacerse de la monarquía, entonces el funcionamiento adecuado del Parlamento, del gobierno, del Estado y la vida rutinaria de la
nación entera estarían paralizados. Todos los mecanismos de las principales instituciones
de España tendrían que ser radicalmente cambiados. Hay que tener en cuenta que cada
organismo, empezando por Correos y llegando hasta las Fuerzas Armadas, actúan con
la autorización del Rey. Las tropas que fueron enviados a Irak y Afganistán, las cartas
que llegan a buzones de correo son, efectivamente, auspiciados por Su Majestad. Este
sistema ha demostrado su eficacia — y todos estamos de acuerdo con que si algo funciona
bien, tiene que ser conservado. Cualquier cambio costaría muy caro, tanto en el sentido
financiero, como en el sentido político: la pérdida del símbolo unificador nacional y
de un enlace histórico vitalmente indispensable. Solo la monarquía puede asegurar tal
continuidad necesaria en el mundo moderno que no para de transformarse.
Aunque los Ministros de Exteriores se suceden permanentemente, así como los
embajadores y los cónsules, la figura del Rey representa un símbolo diplomático permanente y es de suprema importancia para España. Los españoles suelen decir que el
Rey es el primer diplomático de España. Esta labor de diplomático la ejerce el Rey en
infinitas ocasiones siempre de manera discreta, a veces por instancia de los gobiernos
de turno y sin hacerlo saber a los españoles. Es un enorme beneficio para España, de
que son bien concientes los políticos y los diplomáticos dentro y fuera del país, pero que
por desgracia algunos ciudadanos españoles ignoran y llegan incluso a menospreciar.
Por motivos históricos evidentes, y también a partir del esfuerzo personal del Rey,
desde 1978 todos los países de América Latina tienen una especial vinculación con
España. De esta forma, la relación con esta región del mundo de gigantesca importancia
se ve muy beneficiada, siendo España la única nación europea plenamente integrada
en las más importantes cumbres regionales. La integración del Rey en esta confraternidad de los países, siempre le adjudica una posición prioritaria y le da más peso
que al resto de los líderes nacionales. Además el Rey ha favorecido la conclusión de
los acuerdos políticos y empresariales más relevantes de España con los países del
mundo iberoamericano.
Pero aun así, la monarquía como instituto está en peligro por causa de las ideas de
republicanismo que se ve como forma política más democrática y menos jerárquica.
Después del “caso Undangarín” o la supuesta imputación de la Infanta Cristina y otros
escándalos en el marco de la familia real, el apoyo civil de la monarquía en España
cayó un 49 por ciento. No obstante, el resultado de la encuesta refleja una profunda
confusión que existe en la opinión publica entre los conceptos “monarquía” y “familia
real”. Hablando de monarquía, se tiene en cuenta sólo una persona de mayor impor52
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tancia: el monarca reinante. La vida pública y privada junto con las declaraciones
de otros miembros de la Casa Real — por muy laudables o angustiosas que puedan
ser — no afectan el poder ni el estatuto del monarca. La legitimidad de la monarquía
se deriva de su historia y tradiciones y del propio hecho de que no puede ser destruida
por ningún culto de la personalidad efímero. El Rey dispone de mucho más respeto.
A pesar de las recientes muestras de actitudes anti-monárquicas, todavía es prematuro hablar de un fuerte movimiento republicano en España. Todavía no hay este
enfoque para la oposición, los partidos políticos ni siquiera tienen en su agenda la
cláusula sobre el posible referéndum para abolir la monarquía. Hasta El PAÍS, uno de
los periódicos más respetados de España que invita a debatir más amplio este asunto,
está a favor de que El Rey Juan Carlos I sea el jefe de Estado hasta su muerte.
Por último, quisiera decir que mientras que en la España de hoy conviva un número
alto de partidos políticos entre los que se encuentran “buenos” partidos pero también
partidos que pretenden destrozar su unidad, la Monarquía es el vínculo común de
unión entre todos los pueblos de España. Con la Monarquía España tiene un espacio
independiente de los partidos que ofrece consenso, libertad, seguridad, igualdad, solidaridad, estabilidad y por encima de todo, unidad. Lo que une institucionalmente a
España en todos los sentidos es el Rey y, por tanto, la Monarquía.
1.
2.
3.
Literatura
Josep Carles Clemente Muñoz, “Las alcobas clandestinas”, Styria, 2008
http://elpais.com/elpais/2013/02/26/opinion/1361878692_712341.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Carlos_I_de_España
Koroleva A.
(Universidad MGIMO, Rusia)
Trasformaciones de las identidades española y rusa:
aspectos globales, nacionales y locales
Русская и испанская национальная идентичность в аспекте
глобального, национального и регионального самосознания
Процессы глобализации и возрастающая взаимозависимость национальных государств постепенно подталкивают их к передаче части суверенитета в вопросах мировой политики в компетенцию международных организаций.
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