Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” FUSIONES TRANSFRONTERIZAS DE SOCIEDADES MERCANTILES DESDE LA PERSPECTIVA LEGAL ESPAÑOLA1 Julio Bermúdez Madrigal2 RESUMEN.- Por fusiones transfronterizas en el marco de la unión europea, vienen a entenderse aquellos procesos de fusión en los que participan sociedades de diferente nacionalidad, o más concretamente, sociedades sujetas a diferentes leyes personales. Sin perjuicio de dicha peculiaridad y aun cuando dicha nota diferenciadora pueda hacer pensar en enormes diferencias en estos procesos de fusión, las características de la fusión transfronteriza son muy similares a cualquier otro tipo de fusión, esto es, disolución sin liquidación de una entidad con traspaso en unidad de acto de todos sus activos y pasivos, por sucesión universal, a favor de una sociedad absorbente (preexistente o de nueva creación) situada en un estado diferente a una o varias de las sociedades absorbidas. PALABRAS CLAVE.- Sociedades mercantiles – Modificaciones estructurales – Operaciones internacionales – Ley de Modificaciones estructurales – Directiva 2005/56/CE – Derecho Internacional – Derecho Europeo – Empresa – Armonización – Internacionalización. Introducción En el preámbulo de la Ley 3/2009, de 3 de abril, de modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles (en adelante “LME”), se señala como primera motivación para la promulgación de la LME, una “especial sensibilidad para responder adecuadamente al creciente proceso de internacionalización de los operadores económicos” 3 . Resultaba necesario realizar una actualización de nuestra legislación al marco europeo de la legislación española sobre las modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles, derivada principalmente del marcado carácter internacional que suele acompañar a este tipo de operaciones. Bajo este objetivo, entre otros, la LME incorporó la Directiva 2005/56/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 2005, relativa a las fusiones transfronterizas de las sociedades de capital (en adelante la “Directiva”)4. 1 Colaboración de “Derecho & Perspectiva” para “Nuevo Derecho: Creare Scientia in Ius”. Abogado en el Departamento de Corporate y M&A de Garrigues. Co-Director en Derecho & Perspectiva (www.derechoyperspectiva.es) Correo electrónico: [email protected] 3 Segundo párrafo del preámbulo de la LME. 4 La LME traspone también al ordenamiento jurídico español la Directiva 2007/63/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de noviembre de 2007, por la que se modifican las Directivas 78/855/CEE y 2 1 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” Continúa el preámbulo estableciendo que se reconocen no solo este tipo de operaciones en el ámbito comunitario, sino también para la fusión de sociedades españolas con sociedades extracomunitarias. Es de gran importancia para este tipo de operaciones la Directiva 2009/133/CE, del Consejo, de 19 de octubre relativa al régimen fiscal común aplicable a las fusiones, escisiones, escisiones parciales, aportaciones de activos y canjes de acciones realizados entre sociedades de diferentes Estados miembros o al traslado del domicilio social de una sociedad europea de un Estado miembro a otro, por motivos de índole fiscal evidentes. Por otro lado, a las fusiones de sociedades les resultan de aplicación limitaciones de carácter administrativo e incluso político que pueden limitar o afectar a la operación. A lo largo del presente artículo realizaremos un seguimiento, desde el punto de vista legal, de los aspectos y requisitos a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una fusión de sociedades cuando alguna de ellas tenga su domicilio fuera de España. 1. Evolución del marco normativo Hasta el año 2005, la normativa básica aplicable a las sociedades de capital más comunes en nuestro ordenamiento (Ley de Sociedades Anónimas y Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada) no recogía mención específica y expresa alguna a la fusión entre sociedades de distinta nacionalidad. Desde el punto de vista del derecho privado, había que ampararse en el artículo 9.11, del Real Decreto de 24 de julio de 1889, por el que se aprueba el Código Civil5 (en adelante “CC”) y en los artículos 233 y siguientes de la Ley de Sociedades Anónimas6 para atender la posibilidad de estos procesos de reestructuración societaria en el ámbito de la normativa nacional. Fue el Reglamento 2157/2001/CE, del Estatuto de la Sociedad Anónima Europea (en adelante, el “Reglamento de la SAE”), mediante su correspondiente transposición a nuestro ordenamiento 7 , así como la aprobación de la Directiva los primeros textos normativos que plantearon, de manera expresa, la posibilidad de las fusiones de sociedades de distinta nacionalidad. 82/891/CEE del Consejo, por lo que respecta al requisito de presentación de un informe de un perito independiente en caso de fusión o escisión de sociedades anónimas. 5 “en la fusión de sociedades de distinta nacionalidad se tendrán en cuenta sus respectivas leyes personales”. 6 Actualmente derogada por la Ley de Sociedades de Capital. 7 Ley 19/2005, sobre la sociedad anónima europea domiciliada en España, la Ley 32/2006, sobre implicaciones de los trabajadores en las sociedades anónimas y cooperativas europeas, y el Real Decreto 659/2007, por el que se modifica el Reglamento del Registro Mercantil para su adaptación a las disposiciones de la Ley 19/2005. 2 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” No obstante, mientras que el Reglamento de la SAE refería esta posibilidad respecto de una forma social específica (la Sociedad Anónima Europea) la Directiva ha tratado la cuestión con carácter general para las “sociedades de capital” (entendidas estas con las limitaciones que recoge la Directiva). En este sentido, la Directiva se planteó como vehículo jurídico para aunar las medidas iniciadas por las instituciones europeas para facilitar la realización de operaciones de concentración intracomunitarias, operaciones que podrían afectar al estatuto personal de las entidades implicadas sin acudir a estructuras jurídicas de especial complejidad, marcando como límite para su transposición el 15 de diciembre de 2007. La aprobación de LME el 3 de abril de 2009, aunque tarde, vino a culminar esto proceso. 2. Directiva 2005/56/CE: Fusiones transfronterizas de las sociedades de capital; régimen La LME no establece un régimen general para la fusión transfronteriza, sino que se limita a trasponer la Directiva en el Capítulo II del Título II de la LME (arts. 54 y ss), que se aplica a las fusiones intracomunitarias de las sociedades de capital. El art. 19 de la Directiva imponía a todos los Estados miembros la obligación de su transposición no más tarde del 15 de diciembre de 2007, obligación incumplida por parte de nuestro legislador, ya que como comentábamos no se produjo su transposición hasta el 3 de abril de 2009, casi dos años de retraso. La Directiva se encuentra dentro de las medidas emprendidas por las instituciones europeas para facilitar la realización de operaciones de cooperación y concentración intracomunitarias; operaciones cuya realización, al afectar al estatuto personal de las sociedades implicadas, se ve dificultada y exige acudir a, en algunos casos, complejas estructuras jurídicas. Tiene como fin último la consecución efectiva del mercado común, para lo que el legislador europeo ha establecido dos posibilidades: i. Mantener los regímenes nacionales, pero estableciendo una armonización tal entre los mismos que permitan llevar a cabo las operaciones intracomunitarias con la agilidad que este tipo de transacciones requiere. ii. Crear un tipo societario nuevo a través del cual se canalicen este tipo de operaciones. Mientras que la respuesta a la primera vía la encontramos en la Directiva, la respuesta a la segunda opción la da el Reglamento de la SAE. 3 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” La Directiva define la fusión transfronteriza como aquélla que tiene lugar entre “sociedades de capital constituidas de conformidad con la legislación de un Estado miembro y que tengan su domicilio social, centro de efectiva administración o su principal establecimiento dentro de la Comunidad, si al menos dos de ellas están sujetas a la legislación de Estados miembros diferentes”8. Por ello, en lo que respecta al ámbito, la Directiva abarca todas las sociedades de capital constituidas de conformidad con la legislación de un país miembro de la Unión Europea (en adelante “UE”) y que tengan su domicilio social o su centro de actividad principal dentro de la UE, siempre y cuando al menos dos de ellas están sujetas a la legislación de distintos países de la UE. Hay determinados tipos de sociedades que quedan excluidos de la aplicación de las disposiciones de la Directiva, destacando entre estas aquellas cuyo objeto es la inversión colectiva en activos mobiliarios o fondos de inversión. La Directiva establece los procedimientos que regulan las fusiones transfronterizas, entre los que se encuentran: i. La realización de un proyecto común de fusión transfronteriza por parte de los órganos de administración de las sociedades intervinientes en la fusión en cuestión, que deberá ser el mismo para todas las sociedades intervinientes. Este proyecto ha de incluir, entre otros elementos, los nombres y domicilios sociales de las sociedades que se fusionan y los propuestos para la sociedad final producto de la fusión, etc. El contenido mínimo del proyecto de fusión viene establecido en el art. 5 de la Directiva. ii. El art. 7 de la Directiva establece la obligación de la elaboración de un informe por parte del órgano de administración de las sociedades intervinientes que explique a los terceros afectados por la fusión los aspectos económicos y legales, así como el impacto de la fusión propuesta. iii. Así mismo, el art. 10 de la Directiva establece la obligación de la elaboración del informe de experto independiente que analice las implicaciones de la fusión y el contenido del proyecto de fusión. iv. La aprobación del proyecto de fusión por parte de la junta general de las sociedades intervinientes en la fusión. La legislación del país de la UE a la cual esté sujeta la sociedad resultante de la fusión transfronteriza determinará la fecha de entrada en vigor de esta última. El registro mercantil o equivalente en el que se inscriba la sociedad resultante de la fusión transfronteriza notificará sin demora al registro mercantil o equivalente en el que cada una de las sociedades intervinientes estuviera inscrita que se ha realizado la fusión en cuestión. 8 Artículo 2 de la Directiva. 4 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” Entre las principales consecuencias que tiene una fusión transfronteriza, podemos destacar: i. Las sociedades participantes en la fusión dejan de existir, hecho que también se da en las fusiones de sociedades mercantiles de ámbito doméstico. ii. El conjunto del patrimonio activo y pasivo de las sociedades involucradas en la fusión se transfiere a la nueva entidad. Nuevamente, esta es una consecuencia jurídica compartida con las fusiones de ámbito doméstico. iii. Los socios de las sociedades fusionadas pasan a ser socios de la sociedad fruto de la operación de fusión transfronteriza. Una vez más, esta consecuencia jurídica se da en las operaciones de fusión de sociedades mercantiles de ámbito doméstico. En lo que respecta a los derechos de participación de los trabajadores, el principio general dispone que se aplique la legislación nacional por la que se regula a la entidad resultante de la fusión transfronteriza. En la Directiva, la cuestión relativa a la participación de los trabajadores se regula en el artículo 16, resolviéndose de la siguiente forma: “Como norma general, la entidad resultante de la fusión transfronteriza se regirá por el derecho del país de su domicilio social, de manera que si este derecho contempla normas sobre participación de los trabajadores, las mismas serán aplicables a la entidad”. Esta norma general no será de aplicación, sin embargo: i. Si al menos una de las sociedades que se fusionan empleó, durante los seis meses anteriores a la publicación del proyecto de fusión transfronteriza un número medio de trabajadores superior a 500 y está gestionada en régimen de participación. ii. Si la legislación nacional aplicable a la sociedad resultante de la fusión transfronteriza: (a) no prevé el mismo nivel de participación de los trabajadores que el aplicado en las sociedades que se fusionan; o (b) no prevé que los trabajadores de los establecimientos de la sociedad resultante de la fusión transfronteriza situados en otros Estados miembros puedan ejercer los mismos derechos de participación de que gocen los trabajadores empleados en el Estado miembro donde se encuentre la sociedad resultante de la fusión. En estos supuestos, la Directiva establece que la participación de los trabajadores en la sociedad resultante de la fusión transfronteriza, así como su implicación en la definición de los derechos correspondientes, deberá ser regulada por los Estados miembros de conformidad con los principios y modalidades previstos en el Reglamento de la SAE y la correspondiente Directiva 2001/86/CE, del Consejo, de 8 de octubre de 2001, por la que se completa el Estatuto de la Sociedad Anónima Europea (en adelante la “Directiva de la SAE”), en lo que respecta a la implicación de los trabajadores. En términos generales, en estos supuestos será necesario aplicar el procedimiento de 5 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” negociación previsto en el Reglamento de la SAE y en la Directiva de la SAE, con el fin de acordar con los representantes de los trabajadores un régimen sobre la participación de los trabajadores en la sociedad resultante de la fusión. En el caso de que las partes no llegaran a un acuerdo, podría entenderse que debería aplicarse la ley del Estado miembro que autorice o imponga tales normas de participación, si bien la Directiva no parece ser demasiado clara en relación con este particular. 3. La fusión transfronteriza intracomunitaria: previsiones de la ley de modificaciones estructurales a. Requisitos de las sociedades participantes en la fusión i. Ser sociedades de capital.9 ii. Estar constituidas de acuerdo con la legislación de un Estado parte del Espacio Económico Europeo. iii. Que su domicilio social, administración central o centro de actividad principal se encuentre dentro del Espacio Económico Europeo. iv. Cuando intervengan al menos dos sociedades sujetas a la legislación de Estados miembros diferentes, una de las sociedades a fusionar está sujeta a legislación española. Como es evidente sólo será aplicable la ley española cuando alguna de las sociedades está sujeta a la misma. b. Régimen jurídico El art. 55 LME establece que serán de aplicación las normas específicas del Capítulo II de la LME y supletoriamente las de la fusión en general. No son muchas las especialidades. Lógicamente, el régimen general de la LME solo se aplica a la sociedad española participante, ya que al resto se les aplicará su propio régimen, de acuerdo con las previsiones del art. 27 LME. Como particularidad se establece en el art. 63 LME que a la sociedad de responsabilidad limitada le serán aplicables las normas que rigen con carácter general las fusiones de sociedades anónimas o sociedades comanditarias por acciones. En palabras de Manuel González Meneses y Segismundo Álvarez, esto se traduce en la práctica que las simplificaciones solo aplicables a las sociedades de responsabilidad limitada no cabrían, y los requisitos específicos de las sociedades anónimas o las sociedades comanditarias por 9 Conforme establece el artículo 1 del RDL 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la ley de sociedades de capital, se considera como tales a la sociedad anónima, la sociedad de responsabilidad limitada y a la sociedad comanditaria por acciones. 6 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” acciones se deberán aplicar en el caso de fusión transfronteriza también si solo intervienen sociedades de responsabilidad limitada10. c. Procedimiento En el presente apartado trataré únicamente las especialidades ya que para el resto de aspectos el régimen de aplicación es el general. Proyecto de fusión. El art. 59.2 LME añade la obligación de incluir las posibles ventajas de los miembros de órganos que no existen en nuestro derecho de sociedades, pero sí en otros ordenamientos como el alemán. En relación con la mención del tipo de canje y la posible compensación en metálico, hay que destacar lo que dispone el art. 57 LME: “El hecho de que la legislación de, al menos, uno de los Estados afectados permita que la compensación en efectivo, que forma parte del tipo de canje, supere el diez por ciento del valor nominal o, en su defecto, del valor contable de las acciones o participaciones que se canjeen, no será obstáculo para la realización de una fusión transfronteriza intracomunitaria”. En el caso de fusión abreviada transfronteriza, el art. 49.1 LME precisa que no puede prescindir de las menciones 9 (valoración del activo y del pasivo que se extingue) y 10 (fechas de las cuentas utilizadas para establecer las condiciones en que se realiza la fusión) del art. 31 LME. Y el art. 49.2, que no se puede prescindir del informe de administradores. En el caso de la fusión parcialmente abreviada del art. 50, tampoco se podrá prescindir del informe de administradores, por lo que la simplificación en este caso se reduce a poder prescindir del informe de expertos. Hay que tener en cuenta que, como el proyecto es único, en el caso de que las legislaciones nacionales exijan otros requisitos, se acumularán las menciones y, en su caso, se deberán cumplir los requisitos formales exigidos por la otra legislación concurrente. En cuanto al idioma, deberá ser redactado al menos en español, pero parece posible que en cada país, siempre partiendo de la unidad del proyecto, se realice la publicidad con la versión en su idioma. Parece apropiado que se suscriban por los administradores todas las versiones. 10 MODIFICACIONES ESTRUCTURALES DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES. 2ª Ed. Dykinson. (España 2013). Página 318. 7 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” El informe de experto independiente La única particularidad en esta materia es que no parece posible un informe único para todas las sociedades, por el conflicto que plantearía la designación de los expertos, al ser una autoridad nacional la que en cada caso designa o ratifica ese nombramiento. Informes de los órganos de administración de las sociedades intervinientes El art. 60 LME exige una antelación de un mes antes de la fecha de la junta en la que se apruebe la operación de fusión, lo que en la práctica no supone ninguna especialidad respecto de las previsiones del art. 39 LME para fusiones de ámbito doméstico. Sí es una especialidad que solo tenga que estar a disposición de los trabajadores y de los socios. Se incluye la necesidad de adjuntar al informe la opinión de los representantes de los trabajadores. Parece difícil que esto sea muy operativo, pues tendrá que emitirse dentro del mes, y lógicamente solo estará disponible para aquellos que consulten el informe después. Los acuerdos Se aplicará la ley personal de cada sociedad a los respectivos acuerdos de las juntas generales de socios encargadas de aprobar la fusión. El art. 61 LME prevé que “la junta de socios de cada una de las sociedades que se fusionen podrá condicionar la realización de la fusión a la ratificación expresa de las disposiciones decididas para la participación de los trabajadores en la sociedad resultante de la fusión transfronteriza”. El acuerdo se deberá publicar en cada uno de los países afectados, ya que afecta a los derechos de oposición de los acreedores, que en cada caso se regirán por las reglas nacionales. El derecho de separación Se establece la importante especialidad en este caso de conceder un derecho de separación en el art. 62 LME, diciendo el citado precepto exactamente que “Los socios de las sociedades españolas participantes en una fusión transfronteriza intracomunitaria que voten en contra del acuerdo de una fusión cuya sociedad resultante tenga su domicilio en otro Estado miembro podrán separarse de la sociedad conforme a lo dispuesto para las sociedades de responsabilidad limitada”. Para su ejercicio se remite a los arts. 348 y 353 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la ley de sociedades de capital (en adelante “LSC”), igual que hace la ley en materia de trasformación. Es importante señalar que en este caso el derecho se reduce a los que voten en contra, frente al supuesto general del derecho de separación, que en el caso de la transformación (art. 15 LME) se concede a todos los que 8 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” no hubieren votado a favor, es decir también a los que se hubieren abstenido y a los ausentes. La Escritura Pública Se puede discutir si será necesario el otorgamiento de escritura en cada uno de los países. Algunos autores entienden que en cada país se perfeccionará de acuerdo con sus previsiones domésticas, como el resto de aspectos de la operación de fusión. Me parece una interpretación lógica a la luz de la Directiva, pero siempre que se respeten no solo los requisitos de forma del país del otorgamiento, sino también el principio de equivalencia de formas. Es decir que se trate de un verdadero documento público, en el que el notario realice un control de legalidad del documento. Naturalmente, tendrían que cumplirse también los requisitos de legalización o apostilla. Es evidente que para el supuesto de que intervenga una sociedad española, sí se requerirá la elevación a público. Inscripción de la fusión La LME establece un sistema que sirve por una parte para realizar un control final del procedimiento en las distintas regulaciones y por otra para coordinar los registros. Se realiza en varias fases: i. Control respecto de las sociedades que se extinguen (art. 64 LME): el registrador del domicilio social de las mismas debe expedir un certificado sobre la correcta realización del procedimiento de fusión, que entrega a la sociedad en cuestión. Estas deben remitir al registro de la resultante en un plazo máximo de seis meses este certificado y el proyecto aprobado en junta general. El art. 65.3 LME regula el caso en que no solo la resultante sino alguna de las que se extinguen fuera española, estableciendo que “la legalidad del procedimiento de fusión en relación con la misma se realizará por el Registrador mercantil del domicilio de la sociedad resultante de la fusión, siendo suficiente que en el título presentado al Registro conste, debidamente acreditada por el Registrador del domicilio de la sociedad que se extingue, la inexistencia de obstáculos registrales para la fusión pretendida”. ii. Control respecto de la sociedad resultante (art. 65 LME): con la documentación que le ha sido remitida, el registrador del domicilio de la sociedad resultante califica la totalidad de la fusión. Debe controlar: - la realización del procedimiento en cada una de las sociedades participantes (a través de los certificados si son extranjeras y directamente en las españolas), que se ha aprobado un proyecto común, y 9 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” - la adecuación de las normas sobre participación de los trabajadores. En los casos en que deba existir participación de los trabajadores, el registrador debe comprobar además que o bien se ha celebrado el acuerdo de participación, o bien ha expirado el periodo de negociaciones o bien los órganos competentes de las sociedades han optado por acogerse al régimen subsidiario. También se ha de comprobar que los estatutos de la resultante no son contrarios a las normas sobre participación de los trabajadores que se hayan fijado, ex art. 65.3 LME. iii. Publicidad (art. 66 LME): se aplican las normas generales, pero en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (en adelante “BORME”) se debe publicar una indicación para cada una de las sociedades que se fusionen, sobre el ejercicio de los derechos de los acreedores y de los socios, y la dirección donde pueda obtenerse una información sobre esas condiciones. iv. Coordinación registral. El art. 66.3 LME se ocupa de la coordinación entre registros una vez culminado el procedimiento, de manera que el registro que ha inscrito a la sociedad resultante “notificará de inmediato a los Registros donde estén inscritas las sociedades participantes para que se proceda a su cancelación”. 4. La fusión transfronteriza no sujeta al Capítulo II del Título II de la LME El capítulo II de la LME solo se aplica a las fusiones intracomunitarias de sociedades de capital. Pero eso no implica que no quepan otras fusiones transfronterizas, como resulta del art. 27 y también de los arts. 54 y 56.2 LME. En palabras de Manuel González Meneses y Segismundo Álvarez la LME es una norma habilitante, es decir, que permite realizar operaciones en principio no permitidas o que sólo se podrían realizar de una forma mucho más compleja11. De acuerdo con ello, el que ahora se regule la fusión transfronteriza intracomunitaria de sociedades de capital con un régimen especial supone que estas sociedades pueden acogerse a este régimen, pero no que no quepan otro tipo de fusiones transfronterizas, que ya antes de la regulación se admitían en la práctica y por parte de la doctrina. El régimen jurídico de este otro tipo de fusiones transfronterizas viene determinado por el art. 27 LME, que dispone que se aplicará la normativa de cada sociedad. Por tanto, conforme a las previsiones del art 27 LME, “La fusión de sociedades mercantiles de distinta nacionalidad se regirá por lo establecido en las respectivas leyes personales”. Esto implica que para que sea factible la fusión es necesaria una cierta homogeneidad entre las regulaciones. Por una parte, solo será posible si existe un concepto común de la modificación estructural que se quiere realizar. Por ejemplo, será necesario en caso de fusión que se 11 MODIFICACIONES ESTRUCTURALES DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES. 2ª Ed. Dykinson. (España 2013). Página 322. 10 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” reconozca a la misma con las mismas características fundamentales (sucesión universal, extinción sin liquidación e integración de los socios de las sociedades extinguidas en la nueva sociedad). Por otra parte solo será posible si la fusión transfronteriza se admite por las leyes nacionales de todas las sociedades involucradas. Finalmente, solo será posible si, en el caso de fusiones heterogéneas, en las dos legislaciones se admite la participación en la fusión de las sociedades o entidades que van a participar. Por ejemplo, si en una legislación no se permite la participación de una sociedad colectiva en la fusión. Aun en el caso de que estemos fuera del ámbito de la Directiva y del capítulo II de la LME, será relevante que la operación que se pretende realizar sea intracomunitaria, pues en este caso, si el derecho nacional regula una operación doméstica del tipo que se pretende, no se podrá impedir una operación equivalente intracomunitaria. Además, aunque las legislaciones sobre sociedades no están armonizadas en todos los tipos sociales, la armonización de hecho de las legislaciones mercantiles, y la existencia de un régimen armonizado de fusión transfronteriza hará mucho más fácil la fusión. En nuestro ordenamiento se plantea un problema adicional, ya que los arts. 8 y 9 LSC establecen una vinculación necesaria entre nacionalidad y establecimiento principal. Parece, por tanto, que no cabría la fusión más que en el caso en que la sociedad adquirente tuviera su domicilio donde estuviera situado el establecimiento principal, si éste está en España. Por lo demás, aunque no sea directamente aplicable, indudablemente la regulación de la fusión intracomunitaria servirá de guía para esta operación, sobre todo en cuanto al régimen procedimental y de coordinación de registros. No obstante, no se podrán aplicar las normas del capítulo II que sean más permisivas que el régimen general, como por ejemplo la posibilidad de compensación en metálico superior al 10% que pueda permitir la legislación nacional de alguna de las sociedades participantes, ex art. 57 LME. Respecto de la coordinación procedimental, será necesaria una cierta cooperación internacional, tanto desde el punto de vista documental como registral. Para poder seguir un sistema semejante al impuesto por la LME, será necesario que se pruebe el cumplimiento de la legislación extranjera respecto del procedimiento de cada sociedad, lo que implicará que exista una cierta equivalencia institucional, pues será necesario un juicio por una autoridad de ese país equivalente al que puede emitir un notario o un registrador en España. Sin embargo, el procedimiento de control y coordinación registral previsto en los arts. 65 LME y ss. debe lógicamente servir de guía para completar el procedimiento. Conclusiones La promulgación de la LME el 3 de abril de 2009 resultó un gran paso en su momento, aunque como hemos visto, vino con retraso. El mercado avanza con mucha 11 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” rapidez, por lo que requiere que el ordenamiento no quede desfasado y pueda dar una respuesta de actualidad a las nuevas situaciones planteadas. Siete años después podemos decir que aunque la LME no aportó nada nuevo, ya que como hemos visto, se limitó a trasponer la Directiva, esto se reveló como un gran acierto ya que trajo la seguridad jurídica que en el ámbito que nos ocupa se necesitaba. ¿Qué tareas quedarían aún pendientes? Considero que es necesario actualizar y ampliar la regulación sobre las fusiones transfronterizas incluso para el ámbito extracomunitario. Reducir la burocracia en estos procesos siempre es una medida acertada y que el mercado ve con buenos ojos: no pongamos más trabas de las estrictamente necesarias, cuanto menos factores externos intervengan en el mercado mayor será el crecimiento y evolución del mismo. 12 Derecho & Perspectiva “La vida es un derecho y el Derecho una vida” BIBLIOGRAFÍA CITADA - MODIFICACIONES ESTRUCTURALES DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES. 2ª Ed. Dykinson. (España 2013). PP. 318 y 322. NORMAS CITADAS - Ley 3/2009, de 3 de abril, de modificaciones estructurales. - Directiva 2005/56/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de octubre de 2005, relativa a las fusiones transfronterizas de las sociedades de capital. - Directiva 2009/133/CE, del Consejo, de 19 de octubre relativa al régimen fiscal común aplicable a las fusiones, escisiones, escisiones parciales, aportaciones de activos y canjes de acciones realizados entre sociedades de diferentes Estados miembros o al traslado del domicilio social de una sociedad europea de un Estado miembro a otro. - Real Decreto de 24 de julio de 1889, por el que se aprueba el Código Civil. - Reglamento 2157/2001/CE, del Estatuto de la Sociedad Anónima Europeo. - Real Decreto Legislativo 1564/1989, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades Anónimas. Derogado. - Ley 2/1995, de 23 de marzo, de Sociedades de Responsabilidad Limitada. Derogada. - Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la ley de sociedades de capital. 13