Revista completa en PDF - Ministerio de Agricultura, Alimentación y

Anuncio
nº 87
Abril
2009
1,50 €
64
El Pinar de
Los Belgas en El Paular:
Más de 160 años
de gestión privada
del bosque
Texto y fotos: Elena Bravo Tomás
Prensa. Colegio de Ingenieros de Montes
S
us más 160 años de gestión privada
ininterrumpida son una poderosa razón para fijar
nuestra atención en el llamado Pinar de los Belgas en
la localidad de Rascafría (Madrid). Cotos, Valdesquí
y la Bola del Mundo, un buen número de buitres
negros y el sonido del agua del Río Lozoya. Es posible
contemplar todo al mismo tiempo desde uno de sus
picos más altos, el Monte Cabeza Mediana. Mientras,
se realizan las actividades que la empresa forestal
desarrolla en esta época del año, tales como desbroce y
cortas de algunos árboles sin perjuicio para el desarrollo
sostenible de la explotación. Al contrario, desde que el
bosque es gestionado por la sociedad, el porcentaje de
madera regenerada y aprovechada es mayor, gracias a
la supervisión del grupo de Ingenieros de Montes que
controla la evolución de los pinos.
Conocido comúnmente como el “Pinar de los
Belgas”, el monte Cabeza de Hierro se encuentra
en el Término Municipal de Rascafría (Madrid),
ocupando parte del Alto Valle del río Lozoya.
El monte perteneció, desde la Renconquista y hasta
1675, a la Comunidad y Tierra de Segovia. Ese año,
la Corona lo entrega al Monasterio de El Paular,
hasta que en 1837, y debido a la Desamortización de
Mendizábal, se puso en venta el monte. Fue entonces
adjudicado a Andrés Andreu, quien en 1840 se lo
vendió a la Sociedad Civil Belga de los Pinares del
Paular. Esta es la sociedad antecedente a la actual
propietaria: Sociedad Anónima Belga de los Pinares
del Paular. Por tanto, la actual Sociedad propietaria lo
ha sido durante los últimos 160 años.
Descripción
Nombre del Monte: Cabeza de Hierro
(conocido como Pinar de los Belgas)
Superficie: - Inforestal: 87’7 ha
- Forestal: 1.966 ha
Poblada: 1.895’7 ha
Rasa: 70’3 ha
Total: 2.053’7 ha
Servidumbres: Pastos, leñas.
Abril 2009 65
Figuras de Protección: Incluido parcialmente en el
Parque Natural de la Cumbre,
Circo y Lagunas de Peñalara; el resto del monte
pertenece a la Zona Periférica de
Protección de dicho parque. Incluido en la ZEPA del
Alto Lozoya.
Altitud: Entre los 1.300 y los 1.840 metros sobre el
nivel del mar, constituyendo un característico paraje
de montaña.
Vegetación y Fauna: La especie principal es el pino
silvestre, que forma masa pura de origen natural
en la mayor parte del monte y es la única objeto
de aprovechamiento. Es una especia autóctona y
climática. También aparece el rebollo, asociada al
pino, y siendo más abundante en las partes bajas. La
vegetación acompañante es la típica del cortejo del
pino silvestre: abedul, serval, tejo, álamo temblón
y matorral de retamas, piornos, cambroños, brezo,
acebo, helecho y enebro.
De su fauna destaca la presencia de varios nidos de
especies protegidas, principalmente buitre negro,
lo que condiciona las épocas de trabajo en tales
zonas: veda de febrero a agosto, ambos inclusive.
Dentro de las especies cinegéticas aparecen algunos
ejemplares de corzo y abundantes de jabalí. Se
encuentran libres de caza.
66
Producción de pastos;
Producción de hongos;
Producción de caza y pesca;
Uso recreativo;
Protección de animales y vegetales, algunos de ellos
singulares;
Conservación y fomento de la biodiversidad;
Protección del paisaje.
Las cortas
Estado
socioeconómico
Principal Aprovechamiento: Madera para sierra
(la misma Sociedad propietaria posee serrería en
Rascafría), madera para chapa.
Se genera un elevado número de puestos de trabajo
permanentes (guardería, serrería) y temporales
(empresas forestales que se encargan de los
aprovechamientos, de los inventarios…)
El monte posee una adecuada red de vías de
acceso, sobre la que se realiza el correspondiente
mantenimiento.
El aprovechamiento de pastos, hongos o caza no
reporta beneficio económico alguno a la propiedad.
Cada vez es más intenso el uso recreativo del monte.
Desde hace ya bastantes años se realizan
diversos trabajos de mejora de carácter silvícola,
de protección, de creación y conservación de
infraestructuras…, con cargo a la Sociedad
propietaria, y en ocasiones, en el marco de
programas de subvenciones de la Comunidad de
Madrid. En el decenio 1987 a 1997, la Sociedad
propietaria invirtió en estos conceptos un importe de
más de 60.000€
Principales objetivos
Adecuada consecución de los usos actuales y
potenciales del monte:
Producción de madera;
Protección de suelos y regulación de regímenes
hídricos;
Junto a las cortas de aprovechamiento, se
plantean inversiones en mejoras que atienden a la
conservación del bosque: cortas de mejora; ayudas a
la regeneración; defensa contra incendios forestales;
defensa contra plagas, etc.
La regeneración
Las pequeñas semillas de pino silvestre que caen
abundantemente más o menos cada cuatro años,
dan lugar a unas pequeñas plantitas que es difícil
imaginar que puedan llegar a ser como sus majestuosos
progenitores de 120 años. Las dificultades que tiene que
superar este regenerado son abundantes: deben enraizar
con vigor, lo que es dificultado por la competencia de la
hierba y los helechos; deben superar heladas intensas y
sequías estivales; deben recibir el grado justo de luz pues
un exceso de insolación las puede desecar y un exceso
Abril 2009 67
68
de sombra proporcionada por el bosque espeso no deja
que se desarrollen. Por eso hay que cortar árboles viejos
para dar oportunidad a los jóvenes. También deben
salvarse del mordisqueo del ganado…
Una vez conseguida la regeneración, suelen nacer
muchos pinos juntos. Al principio se defienden unos
de otros, pero después, cuando empieza la poda
natural, deben ser seleccionados los mejores para
evitar que todos crezcan débiles, sin vigor, vulnerables
a las plagas, enfermedades, derribos por nieve…
aserradero, abastecido exclusivamente con las maderas
procedentes del monte, se han mantenido 20 puestos
de trabajo fijo y continuo. Hay que añadir además los
puestos de trabajo generados de manera discontinua
en trabajos de trabajos de aprovechamiento,
transporte y mejoras y actividad de los ganaderos.
Los resultados
Los resultados de la gestión de los últimos años
en cuanto a la regeneración de la masa y a los
aprovechamientos de madera son evidentes:
En 1957, el volumen de madera en pie era de
299.582 metros cúbicos. De ellos, el volumen de
madera aprovechado entre 1957 y 1967 fue de 33.335
metros cúbicos. En 1997, 40 años más tarde, el
volumen de madera era de 312.719 metros cúbicos,
de los que, entre 1987 y 1997 se aprovecharon un
total de 58.543 metros cúbicos.
Se deduce de estas cifras la correcta evolución de la
masa forestal gracias a la gestión sostenible que permite
el aumento de forma continuada de árboles que
componen el bosque, especialmente en pies jóvenes. A
la vez ha aumentado la cantidad de madera que hay en
él, y por tanto, el volumen de madera aprovechado.
Beneficios
para la
sociedad
El buitre negro: En relación con los servicios que el
monte presta al conjunto de la Sociedad, expresado a
través del mantenimiento de la colonia de una especie
protegida de tanto interés como el buitre negro, sirvan
de resumen los datos aportados por el Director del
Parque Natural de Peñalara:
El número de nidos de buitre negro dentro del
Pinar de los Belgas en 1984 era de 18 unidades. En
1999, 15 años después, había ascendido a 57, con un
incremento de casi tres nidos por año.
En cuanto a los aspectos sociales,
hay que destacar que en los últimos años y
fundamentalmente a través del funcionamiento del
Mejoras que
se están
aplicando
Claras en latizales de pino silvestre, para mejorar
crecimientos y dar mayor resistencia a la masa, a la
vez que se reduce combustibilidad.
Podas, más bien escamondas, sobre pies de
diámetro medio de 20 cm y hasta 4 metros
de altura, para mejorar la calidad de la
madera, facilitar la transitabilidad y reducir la
combustibilidad.
Quema o astillado de despojos procedentes de cortas
de mejora, de regeneración o de vendavales, para
reducir riesgo de incendios y plagas.
Escarificaciones sobre herbazales y helechares para
ayudar a la regeneración natural.
Mejora y mantenimiento de vías forestales y de
puntos de agua, para facilitar trabajos y extinción de
incendios.
La fábrica
Los procesos: Almacenamiento, descortezado,
aserrado, tratamiento de la madera. Todos ellos,
procesos limpios, no dan lugar a contaminación
Abril 2009 69
en el proceso de fabricación, al contrario que la
fabricación de otros materiales.
Los productos: Tablas, tablones, vigas,
madera para chapa, carpintería y contrucción.
Subproductos que se reciclan: corteza y astillas.
Madera de Pino Silvestre
Procedencia: El Paular (Garantizada)
Facturado por m3-m2-ml-Tn
Vendido al detalle o por paquetes completos
Todos los productos van etiquetados para mayor
garantía y calidad.
Cada pieza de madera y su número de
paquete, van reflejados tanto en el albarán
como en la factura, con el fin de garantizar
la comprobación por el cliente de la calidad,
la cantidad y el grado de secado-curación
del producto comprado. Las vigas llevan
un número único que permite emitir, a
petición del cliente, un certificado de garantía
individualizado. La trazabilidad de los
productos es sin igual en el sector.
70
Calidades
CLASE
DESCRIPCIÓN (SIMPLIFICADA)
Especial
4 caras sin nudos y defectos
Primera 1ª
3 caras
Segunda 2ª
1 cara y 1 canto
Tercera 3ª
Con nudos pero madera limpia
entre nudos
Cuarta 4ª
Nudos grandes en toda la longitud
Construcción C Resto
Especie - Tipo de Madera - Procedencia: La
madera es de Pinus sylvestris, cortada exclusivamente
en el monte Cabeza de Hierro, lo que garantiza
la procedencia Madera de El Paular y cuyo
aprovechamiento asegura la regeneración natural de
la masa forestal desde 1840 año de fundación de la
empresa (y adquisición de dicho monte).
Secado: Toda nuestra madera es cortada y puesta a
secar al aire de forma natural, para evitar tensiones
internas, minimizar fendas. Para comprobación del
tiempo de secado, cada paquete de madera tiene en
su etiqueta la fecha en la que se serró la madera..
Las vigas tienen un secado suficiente para evitar que
la pieza adquiera una flecha desproporcionada, una
vez puesta en carga (cuando se aplica una fuerza de
flexión a la madera verde, se deforma fácilmente,
una vez seca, la pieza queda curvada, como es el
caso de una garrota). En caso de tener que hacer una
escuadría especial, no se hace de un tronco verde,
sino de una viga ya seca de mayor sección.
Tratamiento: La madera recién cortada es tratada con
fungicidas autorizados para evitar su azulado(cuyo
princípio activo es el :2 Ticianometiltio Benzotiazol)
(Registro Of. Prod. y Mat. Fitosanitario del MAPA
nº:19.281/06 del 16/03/1994). Certificado de que la
madera está libre de pentaclorofenol.
Los problemas
W
Los incendios: Es el riesgo general y más
importante en éste y en todos los montes españoles.
Es muy importante que los visitantes, cada vez
más numerosos, tengan cuidado con el empleo
del fuego. Hay que vigilar en la época de especial
peligro para el monte, y hay que acondicionar el
monte para una segura extinción con pistas, puntos
de agua, desbroces y quemas en invierno. Durante
largo tiempo, la empresa construyó y mantuvo un
puesto de vigilancia que ahora está a cargo de los
bomberos. Mantiene balsas, un camión autobomba
y un retén de cuatro personas durante la campaña.
W La regeneración: Su consecución adecuada en
cantidad, calidad, momento y localización es
objetivo fundamental de toda gestión forestal
de una masa arbolada, pero se enfrenta a cierto
número de dificulta es debido a:
W El pastoreo: Con el aumento de la ganadería de
vacuno, fomentada por las subvenciones de la Unión
Europea, el pastoreo pone en peligro la regeneración.
W Competencia con el rebollo: con la aparición de matas
de retoños en alta espesura resulta prácticamente
imposible la instalación de nuevos pinos.
W Presencia de zonas empradizadas, donde la
regeneración se ve impedida o dificultada al actuar
el tapiz herbáceo como barrera física al paso del
sistema radical.
W Las plagas y enfermedades: Los árboles, como
todo ser vivo, padecen enfermedades. El sarro y las
pudriciones son aquí peligrosos para el pino silvestre.
No hay medicina para los árboles afectados. Se trabaja
retirando los pies enfermos para que no contagien a
los otros. Entre las plagas, la más preocupante es la de
los escolítidos, que condicionan las épocas de apeo en
cortas de regeneración y de mejora. La procesionaria
no tiene incidencia intensa y frecuente.
W Los vendavales y temporales de nieve:
Periódicamente provocan descalces y roturas
de fuste, aunque en menor medida que en otros
montes colindantes donde la espesura, por
ausencia de cortas, es mayor.
W La relación con la Administración forestal,
imprescindible para asegurar una gestión correcta
en un monte de titularidad privada, presenta
a menudo desencuentros y conflictos. Como
ejemplos, planteados desde el punto de vista del
gestor del monte privado: retrasos administrativos
en la aprobación de Revisiones de ordenación;
negación de ciertas subvenciones; falta de respuesta
a consultas planteadas ante la ambigüedad de
diversos puntos de legislación forestal; diferencia de
criterios acerca de determinados tratamientos, como
escarificaciones, resalveos…
Abril 2009 71
Sede del Centre Tecnológic
Forestal de Catalunya
56
Centre Tecnològic
Forestal de Catalunya.
Una apuesta
por la sostenibilidad,
la innovación y la
competitividad
Texto: Montserrat García
Adjunta a dirección general del
Centre Tecnològic Forestal de Catalunya
E
l Centro Tecnológico Forestal de Cataluña
(CTFC), con sede en Solsona (Lleida, España) nació
el año 1996 en forma de consorcio participado por
el Consell Comarcal del Solsonès, la Universitat
de Lleida, la Diputació de Lleida, la Fundació
Catalana per a la Recerca i la Innovació, el Centre
de Desenvolupament Rural Integrat de Catalunya
(CEDRICAT) y la Generalitat de Catalunya. Su
dinámica se ha caracterizado por un crecimiento
que ha hecho que hoy en día, la institución
cuente con unos ciento cuarenta profesionales
en plantilla entre científicos, técnicos, becarios y
personal de administración, y reciba el apoyo de
administraciones, instituciones y empresas que
colaboran en el día a día.
La actividad del CTFC no se restringe únicamente
a la investigación competitiva, sino que, la
transferencia de tecnología y conocimiento y la
formación, representan un importante volumen
de su actividad, valorizando sus resultados. La
transferencia de tecnología en forma de convenios
con la empresa privada y las administraciones
públicas se complementa con la organización de
seminarios para el gran público y agentes del sector
(gestores, propietarios, técnicos, administración,
científicos, etc.) en el ámbito nacional e
internacional, contribuyendo a la transferencia
del conocimiento y a la generación de debate. En
el ámbito de la formación, la actividad del CTFC
abarca desde la formación de base para trabajadores
hasta la formación continuada y la formación
especializada en - de postgrados y másteres.
La actividad desarrollada por el CTFC, refrenda su
misión institucional de contribuir a la modernización y
a la competitividad del sector forestal, al desarrollo rural
y a la gestión sostenible del medio natural estimulando
la creación de economía productiva y contribuyendo
al fomento del equilibrio territorial, por medio de
la investigación, la transferencia de tecnología y
conocimiento y la formación a la sociedad y se articula
Abril 2009 57
58
a través de 3 programas de trabajo:
W Funcionamiento de los ecosistemas agroforestales
W Gobernanza y socioeconomía del medio rural
W Gestión multifincional del medio natural
Como se indica al inicio de esta presentación, el
CTFC tiene su sede principal en la ciudad de Solsona
pero cuenta con delegaciones en Barcelona, en la
sede de la Fundación Catalana para la Investigación
y la Innovación; en Lleida, en el Parque Científico y
tecnológico de Gardeny y en Tarragona, en el Centro
de Interpretación del Medio Rural y Natural de las
Montañas de Prades de la Espluga de Francolí
Hacia el producto final.
La visión del CTFC
sobre la investigación,
transferencia
de tecnología y formación
El sector forestal y el medio rural, de la misma
manera que sucede en otros ámbitos, cada vez es más
exigente con los requerimientos de mercado. Para
afrontar los nuevos retos, a partir de la investigación
realizada, la transferencia de tecnología y de
conocimiento y la formación son piezas clave dentro
de este engranaje que arranca con la investigación y
finaliza con la divulgación de resultados, siendo un
proceso que se retroalimenta.
Transferencia
de tecnología
y de
conocimiento
Formación
Investigación
El hecho de que sea difícil poner límites entre los tres
elementos refuerza la idea de que es necesario que
todos ellos estén íntimamente cohesionados para llegar
de manera óptima al sector y a la sociedad en general
En este sentido, la mayor parte de la investigación
que se lleva a cabo en el CTFC está orientada a
resolver problemas relacionados con la gestión
de ecosistemas y a buscar soluciones a problemas
de gestión e interacción de los recursos naturales
con la sociedad. En términos generales, se admite
que el objetivo de la investigación es la generación
de nuevos conocimientos sobre los campos de
estudio en los que se trabaja. En nuestro caso,
además, tenemos como finalidad la mejora de
la riqueza y el bienestar de las personas y la
sostenibilidad en el contexto de cambio global en
el cual vivimos, asumiendo, además, el compromiso
de retorno de los resultados de nuestra
investigación hacia la sociedad. Es la sociedad
quien pide soluciones, quien aporta los recursos
económicos para encontrarlas y quien tiene que
recibirlas en último término. Los resultados de
nuestra investigación deben ser comunicados de
manera eficaz y amplia. En el CTFC elaboramos
productos que ofrecemos a la sociedad en distintos
niveles. Producimos artículos científicos que se
publican en revistas especializadas, pero también
artículos de divulgación al alcance del público
en general. También elaboramos otro tipo de
productos específicos para cada destinatario, tales
como informes de investigación, recomendaciones
políticas y técnicas, planes de acción, prototipos,
modelos o demostraciones y materiales educativos
o promocionales de proyectos concretos.
A menudo los problemas tratados son complejos,
lo cual nos conduce a formar equipos de
trabajo multidisciplinares. En el CTFC, trabajan
ingenieros forestales, agrónomos, biólogos,
geógrafos, ambientólogos e hidrólogos, pero
también economistas, sociólogos o psicólogos,
entre otros. Los investigadores del CTFC se
involucran habitualmente en grupos temáticos
de expertos, son consultados por empresas y
administraciones o participan en foros y redes
de cooperación e intercambio de conocimiento.
Desde el año 2005 una parte importante de la
actividad investigadora del CTFC está reconocida
como Grupo de Investigación Emergente por el
Departament d’Innovació, Universitats i Empresa
de la Generalitat de Catalunya, bajo el nombre de
“Gestión multifuncional de ecosistemas forestales
mediterráneos en un contexto de cambio global”.
Todo este flujo de información genera, muy a
Abril 2009 59
menudo, nuevas preguntas de investigación que
enriquecen nuestro trabajo y fortalecen los lazos con la
sociedad.
Hoy en día, el CTFC se posiciona estratégicamente
como una herramienta operativa clave al servicio de
crear y transmitir conocimiento, riqueza productiva
y formación en el sector. El CTFC está presente y
desarrolla proyectos en más de 30 países de todo
el mundo (Europa, América, principalmente países
iberoamericanos, África y en los países del arco
mediterráneo de Asia). Asimismo participa en más
de 15 redes temáticas de diferentes ámbitos de la
investigación, las tecnologías y el conocimiento y la
formación.
Desde el CTFC se han impulsado distintas
iniciativas que contribuyen a la consecución de
sus objetivos entre los que destaca la creación del
comité sectorial para integrar las demandas del
sector en las líneas de investigación y actividad
de nuestra entidad; el impulso del INCAFUST,
Instituto Catalán de la Madera, hoy en día con
personalidad jurídica propia; el CEDRICAT,
Centro de Desarrollo Rural Integrado de Cataluña;
el EFIMED, Instituto Forestal Europeo por el
El edificio del CTFT cuenta con
calefacción con caldera de biomasa
60
Mediterráneo; el GEIE-FORESPIR, Asociación
europea de interés económico; el Rural Living
Lab; el TELECENTRO del Solsonès; un vivero
de empresas y un Hotel de Entidades como
sede de la Asociación catalana de productores
de plantas aromáticas y medicinales, ACPPAM,
sede de la federación española de asociaciones de
truficultores, FETT, y la Asociación de la Madera
Estructural, iniciativas todas ellas enfocadas a
impulsar y dinamizar el tejido y la economía
productiva del sector.
Estas y otras iniciativas, surgidas desde el seno del
propio CTFC o generadas a partir de la empresa
privada y de otras instituciones, hace falta que sean,
cada vez, más numerosas y visibles, contribuyendo
de esta manera entre todos, a la innovación
tecnológica y al fomento de la competitividad del
sector. Hay que crear una RED “en mayúsculas”
que fomente la participación entre instituciones
públicas y empresa y tener presente que, la
transferencia de tecnología y de conocimiento
y la formación son claves, pero que estas, basan
su actividad en una investigación previa y una
divulgación final de resultados. Los tres ámbitos
tienen que estar por lo tanto, perfectamente
cohesionados para poder dar una respuesta
eficiente.
La nueva sede del CTFC:
un edificio singular
para un centro innovador,
sostenible e integrado
en el paisaje
El nuevo CTFC está situado a dos kilómetros del
centro de Solsona, en la Finca de Can Mascaró, de
más de 28.000 m2.
Es un edificio único en la zona, con más de 3.000 m2
destinados a la investigación y a la transferencia de
tecnología y conocimiento.
El edificio está adaptado a su entorno e integrado
en el paisaje. Para conseguirlo, se ha construido
en cuatro plantas descendentes. La mayor parte de
las dependencias son exteriores, con luz solar que
facilita un importante ahorro energético y lumínico.
Es una edificación respetuosa con el entorno,
con madera y piedra como principales elementos
constructivos.
Sostenibilidad
y calidad
medioambiental
Han sido dos premisas exigidas para la construcción
de un edificio funcional que incorpora las últimas
tecnologías para el ahorro y la optimización
energética: placas solares, calefacción con caldera
de biomasa para la producción de calor, sistemas
de recogida de aguas fluviales del edificio en
un depósito que servirá de reserva de agua
para el abastecimiento del edificio y para el
sistema de prevención y extinción de incendios,
aprovechamiento de las aguas residuales que se
traten en la depuradora, carpintería y acristalamiento
que cumplen el Código Técnico de Edificación,
fachada ventilada, que permite un mejor control
higrotérmico, y revestida con piedra y madera y
tejado ajardinado y que cuenta con certificaciones
de calidad de eficiencia energética, de accesibilidad
universal UNE 1700001, EMAS e ISO 14000
El ciclo de
la biomasa forestal.
Una nueva oportunidad
para nuestros bosques
La caldera de biomasa del CTFC es un proyecto
innovador, que pretende ser dinamizadora de
actividad productiva sostenible a través del
aprovechamiento de subproductos forestales de
origen local. Este hecho nos proporciona una
autonomía casi total respecto a los combustibles
fósiles, un importante ahorro económico y eficiencia
energética en calefacción.
Actualmente, la contribución de la biomasa a la necesidad
de energía primaria en España está muy por debajo del
potencial disponible, y se produce fundamentalmente
por el uso de leña para quemar en chimeneas y estufas,
a menudo obsoletas y poco eficientes. No obstante,
las tecnologías para el uso de combustibles leñosos en
sistemas de calefacción doméstica han experimentado
una importante expansión en los últimos años en toda
Europa y han alcanzado niveles de eficiencia, fiabilidad y
control muy parecidos a los de sistemas tradicionales de
gas y gasóleo.
Se considera biomasa forestal primaria (BFP) con
posible destino energético el material procedente
Abril 2009 61
de trabajos selvícolas de mejora, desbroce de matojos,
apertura de franjas cortafuegos, perímetros de protección
prioritaria, aprovechamientos comerciales y de monte
bajo. Se caracterizan principalmente por la heterogeneidad
del material, la dispersión sobre el terreno, y la elevada
humedad del material verde (con la posibilidad de reducir el
contenido mediante el almacenaje al aire libre).
La principal ventaja de la biomasa es su doble función de
ahorro de emisiones de CO2. Por una parte, se utiliza como
sustituto de los combustible fósiles, que se han convertido
en la principal causa de la emisión a la atmósfera de CO2
y del efecto invernadero. Por otra, una potenciación de la
bioenergía ayuda a la reforestación del planeta, aumentando
así la cantidad de CO2 fijada.
La BPF tiene un contenido en azufre prácticamente nulo,
generalmente inferior al 0,1%. Por este motivo, las emisiones
de dióxido de azufre, que juntamente con los de óxidos de
nitrógeno son las causantes de la lluvia ácida, son mínimas en
los procesos de transformación energética de este material.
Además, este material leñoso tiene un balance favorable
de aproximadamente 1 unidad de energía invertida para la
obtención de 30, y un creciente grado de eficiencia en el
aprovechamiento y la transformación de energía. En términos
de precio, esta y otras biomasas leñosas son competitivas
respecto los combustibles fósiles. De esta manera, la elevada
inversión inicial de este tipo de instalaciones –su principal
inconveniente- puede ser amortizada en varios años gracias al
ahorro en compra de combustible.
El aprovechamiento de la BFP como bioenergía contribuye
a la creación de puestos de trabajo en el medio rural,
beneficiando el desarrollo económico de la zona, ya que se
trata de energía de origen local.
REFERENCIAS
La investigación en el Centro Tecnológico
Forestal de Cataluña. J.A Bonet, G.
Domínguez y otros. Edita CTFC, 2008
W De la investigació al producte final. La
visió del CTFC en la transferència de
tecnologia. E. Blanco. Revista Catalunya
forestal, agosto-septiembre 2008
W El sistema de calefacción del CTFC
con biomasa forestal. M. Codina y A.
Marques. Revista Enginy, 59: 10-11, 2008
W Folletos informativos del CTFC
W
62
Los Montes de Valsaín, en la provincia de
Segovia, son de titularidad pública y un
ejemplo desde hace siglos de gestión forestal
ordenada, compatible y sostenible.
Foto: Javier Donés.
48
Mancomunidad de
los 150 Pueblos
de la Tierra
de Soria: pueblos,
montes, caza,
turismo, paisaje
y gestión
L
a Mancomunidad de los 150 Pueblos de la
Tierra de Soria es una de las Instituciones más
antiguas de España. Surgió formando parte de la
Comunidad de Villa y Tierra de Soria, nombre con el
que fue conocida durante todo el Antiguo Régimen;
consiguió no perder su identidad con el nuevo
modelo de administración liberal-burguesa y con la
aparición de las diputaciones provinciales, gracias
a que pudo salvar su enorme patrimonio comunal
del proceso desamortizador y, finalmente, ha
permanecido perfectamente arraigada en el ámbito
castellano hasta hoy mismo, ya en pleno siglo XXI.
Comunidad de
Villa y Tierra
de Soria
Como otras comunidades de las mismas
características, la Comunidad de Villa y Tierra de
Soria comenzó su itinerario histórico años después
de las campañas de Almanzor, durante los siglos XI y
XII, cuando una vez recuperado el territorio por los
cristianos, aquel pasó a ser propiedad del Rey, el cual,
favoreció la repoblación y entregó parte de las tierras
en propiedad y parte en usufructo, para favorecer la
fijación de los colonos en esta zona, por entonces
fronteriza. Los montes comunales y las dehesas, los
ejidos y los prados comunitarios, aprovechados de
forma gratuita, contribuyeron decisivamente a fijar
a los vecinos en zona tan peligrosa; en principio,
protegidos detrás de las murallas de las pequeñas villas.
Fue en aquellos años, ya en plena fase repobladora,
cuando desde las parroquias o collaciones de Soria,
los vecinos de la villa se arriesgaron a poblar, lejos del
perímetro amurallado, las aldeas que hoy constituyen
los 150 pueblos de la Mancomunidad. Posteriormente,
villanos y aldeanos constituyeron las milicias concejiles
que ayudarían a la Corona a avanzar con sus ejércitos
hacia el Sur peninsular, durante los largos siglos de la
Baja Edad Media.
Abril 2009 49
S. XIX
Nuevo Régimen Liberal
Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria
S. XVI
Antiguo Régimen Absolutista
Universidad de la Tierra de Soria
Baja Edad Media
Comunidad de Villa y Tierra de Soria
S. XI
La Villa era el centro de la comunidad y partiendo
de ese núcleo, entonces todavía semi-urbano y
generalmente amurallado, se repoblaban las aldeas
del territorio circundante, las cuales constituían
lo que se denominaba la Tierra. De esta forma
los municipios villanos aseguraban la posesión de
un espacio agropecuario y, por otra, obtenían un
número suficiente de soldados para que las milicias
concejiles pudieran hacer frente a los enemigos del
sur: los musulmanes.
Este modelo de organización se extendió por toda
la cuenca del Duero, llegando hasta las tierras de la
actual Extremadura. Se crearon más de cincuenta
comunidades con una peculiaridad común: eran
tierras de realengo y sus habitantes vasallos
directos del Rey, aunque posteriormente muchos
de sus territorios fueron cedidos por los sucesivos
monarcas a la nobleza castellana.
El instrumento jurídico que organizaba la vida
comunitaria de las aldeas era el Fuero de Soria, que
comenzó a tener vigencia a partir de la segunda mitad
del s. XIII, en pleno reinado de Alfonso X el Sabio.
En el año 1270 (Baja Edad Media) formaban la
Tierra de Soria 240 aldeas.
En la Comunidad de Villa y Tierra de Soria la villa
de Soria tenia todas las atribuciones políticas y
decidía en los aspectos comunes más importantes,
mientras que la Tierra y las aldeas que la formaban
estaban en situación de clara dependencia. Ante
esta falta de atribuciones y de autonomía política,
los vecinos de las aldeas de la Tierra de Soria y de
50
otras comunidades de villa y tierra castellanas, en
algún momento de la Baja Edad Media, cuando se
sintieron politicamente fuertes, crearon su propia
estructura institucional en defensa de sus intereses,
unas veces en paralelo y otras en oposición a los
de la propia ciudad cabecera. La nueva institución
campesina pasó a denominarse Universidad de la
Tierra de Soria.
Universidad
de la Tierra
de Soria
En la segunda mitad del siglo XV, la Universidad
de la Tierra de Soria se fue configurando con
un número de aldeas que oscilaba entre los 150
y 160, frente a las 240 que formaban parte de la
jurisdicción campesina dos siglos antes, durante
el reinado de Alfonso X. Esto fue debido a un
proceso de señorialización, mediante el cual, los
reyes de Castilla, en los momentos de máxima
debilidad de la monarquía, cedieron la jurisdicción
de algunas aldeas de la Tierra a miembros de la
nobleza castellana. De forma paralela, los más
insignes miembros de la pequeña nobleza local,
pertenecientes a la institución hidalga de los Doce
Linajes, favorecían la despoblación de algunas aldeas,
o se aprovechaban de ellas para apropiarse de la
jurisdicción, convirtiéndolas en términos redondos y
ellos mismos en pequeños señores de vasallos.
La Universidad de la Tierra de Soria gobernaba y
administraba las aldeas de la Comunidad y, a la vez,
coordinaba las relaciones con la ciudad de Soria y
con la propia Corona.
El entramado político-administrativo se concretaba
en los Concejos de aldea, en las Asambleas Sexmeras y en
la Junta de la Universidad de la Tierra:
W
El Concejo de aldea
Era una asamblea formada por todos los vecinos
del pueblo, que se reunían de forma periódica
para elaborar y aprobar las Ordenanzas locales
(acordes con el Fuero de Soria y con la legislación
del Reino), velar por su cumplimiento y elegir los
cargos y oficios de la aldea.
W
Los Sexmos
Eran distritos rurales intermedios entre las aldeas
y la Junta de la Tierra de Soria. Se fundamentaban
política y administrativamente en una Asamblea
Sexmera o Junta de Sexmo a la que acudían los
comisarios de cada uno de los pueblos, elegidos
previamente en sus respectivos concejos abiertos.
W
La Junta de la Universidad de la Tierra
Era el órgano de representación política y
administrativa del mundo campesino y el cauce
por el que se canalizaban sus reivindicaciones y
exigencias ante las instituciones superiores. Estaba
compuesta por siete miembros con voz y voto:
el Procurador General de la Tierra, el Fiel de la
Tierra y cinco Procuradores, uno por cada sexmo.
Además tenían la ayuda de dos oficiales (un Asesor
jurídico y un Escribano).
Las 150 aldeas de la Universidad de la Tierra de
Soria se agrupaban en cinco sexmos y cada uno de
ellos tenía diferentes características geoeconómicas:
Sexmo de FRENTES, Sexmo de TERA, Sexmo de
SAN JUAN, Sexmo de ARCIEL, Sexmo de LUBIA.
Para mantener el equilibrio entre población y
recursos (15 hab/km2) existían unas normas que
regulaban la capacidad de avecindarse en cada aldea.
Mancomunidad
de los 150 Pueblos
de la Tierra de Soria
La estructura político-administrativa del Nuevo
Régimen liberal (s. XIX), que había sustituido al
Antiguo Régimen absolutista, una vez estructurado
el territorio en las nuevas provincias, diputaciones y
ayuntamientos constitucionales, era incompatible con
la existencia de las “comunidades de villa y tierra” y,
actuando en consecuencia, la Real Orden de mayo de
1837 las suprime en su totalidad.
El principal problema que se planteó fue de tipo
económico, ya que la legislación no ofrecía referencias
sobre el destino del rico patrimonio comunitario.
A lo largo de esta etapa de indefinición legal, la
administración de los bienes de la Tierra recayó en la
Diputación Provincial de Soria y la gestión directa de
los mismos fue responsabilidad del Ayuntamiento de
la capital, siendo la riqueza comunitaria distribuida a
partes iguales entre ambas instituciones, copropietarias
de la antigua comunidad de villa y tierra.
En el año 1844 el pleno de la Diputación de Soria
propuso que no fuera la propia institución provincial,
Abril 2009 51
sino las aldeas de la Tierra las que administrasen y
gestionasen sus bienes patrimoniales.
La Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra
de Soria fue creada en agosto de 1898 como
institución heredera de la antigua Comunidad
de Villa y Tierra de Soria y de la más reciente
Universidad de la Tierra de Soria. Representantes
de la mayor parte de los 150 pueblos se encargaron
de aprobar el Nuevo Reglamento para administrar y
gobernar la Tierra de Soria.
El Título Preliminar de los Estatutos dice que la
Mancomunidad tiene como objetivo prioritario
“la administración, conservación y rescate de su patrimonio
contra los ataques a su integridad y la obtención del mayor
rendimiento económico del mismo, según los principios de
máxima utilidad general y la colaboración de la satisfacción
a las necesidades de los pueblos, mediante los repartos de
excedentes de los rendimientos de los bienes”.
52
La Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra
de Soria es propietaria de importantes bienes y
derechos, por partes iguales con el Ayuntamiento
de la Capital en la Provincia de Soria. Además, la
Entidad es propietaria exclusivamente de la Casa
de la Tierra, sita en la Ciudad de Soria, y otros
derechos inventariados.
Los pueblos que componen la Mancomunidad son
los siguientes:
Abión, Aleonaba, Aldealpozo, Aldealseñor,
Aldealafuente, Aldealices, Aldehuela de Periáñez,
Aldehuela del Rincón, Aliud, Almajano, Almarail,
Almarza, Alparrache, Arancón, Arévalo de la Sierra,
Arguijo, Ausejo, Aylloncillo, Azapiedra, Barriomartín,
Bliecos, Boñices, Buberos, Buitrago, Cabrejas del
Campo, Calderuela, Camparañón, Candilichera,
Canos, Canredondo, Carazuelo, Carbonera, Cardejón,
Cascajosa, Castejón del Campo, Castellanos del
Campo, Castellanos de la Sierra, Castil de Tierra,
Castilfrio de la Sierra, Cidones, Cirujales del Rio,
Cortos, Covaleda, Cubo de Hogueras, Cubo de la
Sierra, Cubo de la Solana, Cuellar, Cuevas de Soria,
Chavaler, Dombellas, Duañez, Duruelo de la Sierra,
Estepa de San Juan, Estepa de Tera, Espejo de
Tera, Esteras de Lubia, Fraguas (Las), Fuentecantos,
Fuentelfresno, Fuentelsaz, Fuensauco, Fuentetecha,
Fuentetoba, Gallinero, Garray, Garrejo, Golmayo,
Herreros, Hinojosa del Campo, Ituero, Izana, Jaray,
Langosta, Ledesma, Los Llamosos, Lubia, Martialay,
Matute de la Sierra, Mazalvete, Miranda de Duero,
Molinos de Duero, Molinos de Razón, Muedra (La),
Narros, Navalcaballo, Nieva, Nomparedes, Ocenilla,
Ojuel, Omeñaca, Ontalvilla de Valcorba, Oteruelos,
Paredesroyas, Pedrajas, Pedraza, Peroniel, Pinilla del
Campo, Pinilla de Caradueña, Portelárbol, Porteirubio,
Portillo, Póveda, Pozalmuro, Quintana Redonda,
Rabanera del Campo, Rábanos (Los), Rebollar,
Renieblas, Reznos, Ribarroya, Riotuerto, Rollamienta,
Royo (El), Rubia (La), Salduero, San Andrés de Soria,
Sauquillo de Alcázar, Sauquillo de Boñices, Segoviela,
Sepúlveda, Sotillo del Rincón, Tajahuerce, Tapiela,
Tardajos, Tardelcuende, Tardesillas, Tera, Toledillo,
Torralba de Arciel, Torrearévalo, Torretartajo,
Torrubia de Soria, Tozalmoro, Valdeavellano de Tera,
Valdegeña, Velilla de la Sierra, Ventosa de la Sierra,
Ventosilla de San Juan, I Vilviestre de los Nabos,
Villabuena, Villaciervos, Villanueva de Zamajón, Villar
del Ala, Villar del Campo, Villares de Soria (Los),
Villaseca de Arciel, Villaverde del Monte, Vinuesa,
Zamajón y Zárabes.
Se hallan sin población: Azapiedra, Calderuela,
Castellanos del Campo, Castellanos de la Sierra,
Estepa de Tera, Garrejo, Matute de la Sierra.
La Muedra está cubierta por las aguas del Pantano de
la Cuerda del Pozo.
Los diferentes pueblos están agrupados en cinco
comarcas derivadas de los antiguos sexmos:
comarcas de Almarza, Gomara, Frentes, Lubia y
Pinares-El Valle.
La estructura de gobierno de la Mancomunidad está
formada por el Presidente, órgano representativo
de la Mancomunidad y Jefe de la Administración
y de Personal, la Comisión Permanente, formada
por once vocales distribuidos por Comarcas, y la
Asamblea General, compuesta de 150 delegados, uno
de cada pueblo, con voz y voto. La Mancomunidad
se rige por los Nuevos Estatutos aprobados en 1984.
La Mancomunidad de los 150 pueblos es
copropietaria con el Ayuntamiento de Soria de la
superficie forestal más importante de la provincia:
14 montes catalogados de utilidad pública con una
superficie próxima a las 30.000 has.
Este legado de muchas generaciones de intensa
actividad agrícola, ganadera y forestal está formado
por montes poblados de pinos, hayas, robles, encinas
y otras especies forestales, dehesas, pastizales y otros
singulares ecosistemas que albergan a una gran
diversidad de animales y plantas.
El terreno de la mancomunidad se encuentra
situado mayoritariamente en la comarca de Pinares,
al noroeste de la provincia de Soria. Entre extensas
masas de pino albar de gran calidad se puede acceder
a lugares tan singulares como la Laguna Negra,
y zonas con extraordinarias vistas panorámicas,
además de espacios hodrorecreativos como el
embalse de la Cuerda del Pozo y Playa Pita. El resto
de montes mancomunados se encuentran en la
comarca de Almazán y Gómara.
El patrimonio comunitario, que ha quedado a salvo
a lo largo de la historia tras etapas de señorialización,
intentos de privatización, desamortizaciones,
abusos en los aprovechamientos e importantes
enfrentamientos entre diferentes instituciones, está
formado por los montes que se citan a continuación:
W Monte Avieco Nº 169 del C.U.P.
W Monte Berrún Nº 170 del C.U.P.
Abril 2009 53
Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria
ASAMBLEA GENERAL
COMISIÓN PERMANENTE
VICEPRESIDENTE
PRESIDENTE
TESORERO
VOCALES
Comarca Almarza
VOCALES
Comarca Frentes
VOCALES
Comarca Pinares-El Valle
VOCALES
Comarca Lubia
VOCALES
Comarca Gómara
PLANTILLA
AUXILIAR
ADMINISTRATIVO
54
SECRETARIO
INTERVENTOR
GUARDERÍA
FORESTAL
Monte Matas de Lubia Nº 171 del C.U.P.
Monte Pinar Grande Nº 172 del C.U.P.
W Monte Razón Nº 173 del C.U.P.
W Monte Rivacho Nº 174 del C.U.P.
W Monte Robledillo Nº 175 del C.U.P.
W Monte Roñañuela Nº 176 del C.U.P.
W Monte Santa Inés Nº 177 del C.U.P.
W Monte Verdugal Nº 180 del C.U.P.
W Monte Toranzo Nº 178 del C.U.P.
W Monte Vega Amblau-Sobaquillo Nº 239 del C.U.P
W Monte Calar y Cubillos Nº 327 del C.U.P.
W Monte Los Monjitos Nº 381 del C.U.P.
La inclusión de estos montes en el Catálogo de Utilidad
Pública supone que la gestión técnica corresponde a
la administración forestal con la participación de las
entidades propietarias, y esa gestión técnica se lleva a
cabo a través de dos herramientas fundamentales: la
ordenación y la selvicultura.
La ordenación de los montes consiste en la
planificación de los usos, aprovechamientos,
actuaciones y mejoras, buscando la persistencia,
estabilidad y mejora de las masas de forma compatible
con la obtención de un rendimiento sostenido y
el máximo de utilidades de todo tipo, lo que hoy
conocemos como aprovechamiento sostenible.
Paso previo y necesario para la ordenación es
el conocimiento del monte que abarca tanto los
aspectos legales (límites, servidumbres..) como
los naturales (factores ambientales y ecológicos,
fauna, flora ..) como los propiamente forestales
(estado de las masas, existencias, crecimientos…).
Partiendo de esta información inicial, propietarios y
técnicos determinan los usos y objetivos del monte,
priorizando entre los mismos y buscando la forma
de hacerlos compatibles, esto fundamentalmente a
través de la zonificación del monte.
La mayor parte del patrimonio forestal de la
Mancomunidad está ordenado, alguno de ellos desde
hace bastante tiempo. Como ejemplo el monte más
extenso como es Pinar Grande, cuya superficie de
12.000 has fue ordenado en 1907 y cuya evolución
nos permite evidenciar el avance de la superficie
arbolada a costa de los abundantes rasos originados
por los incendios del siglo anterior y un incremento
de números de pies métrico y de las existencias
maderables que se multiplican por más de cuatro.
Este incremento de existencias en pie ha
sido compatible con la extracción de un
importantísimo volumen de madera durante el
W
W
S. XX y son la materia prima utilizada por una
importante industria de primera transformación
que se sitúa en los pueblos cercanos.
Pero este importante aprovechamiento de madera
ha resultado compatible con el de la resina en las
primeras décadas del S. XX sobre el pino negral,
con un intenso aprovechamiento ganadero que
se ha mantenido durante todo el siglo y con el
aprovechamiento de leñas que durante décadas ha sido
la fuente de calor de los vecinos de estas frías tierras.
Ya durante la segunda mitad del siglo aparecen
otros aprovechamientos, así coincidiendo con la
creación de la Reserva nacional de Caza de Urbión
en esta zona, el aprovechamiento cinegético
comienza a ser otra fuente complementaria de
ingresos y un atractivo turístico para la comarca,
pues en ella se conseguían algunos de los trofeos
más valorados de corzo, también el ciervo y el jabalí
son piezas codiciadas y últimamente la caza de la
becada ha tenido una importante demanda.
Los valores naturales y paisajísticos de estos
montes han sido objeto de admiración y fuente
de inspiración literaria y en este sentido destaca la
Laguna Negra de origen glaciar.
La importancia de estos recursos recreativos se
refleja en las ordenaciones de los montes, así Pinar
Grande dedica un cuartel específico a este uso en
las orillas del pantano de la Cuerda del Pozo donde
se localizan abundantes infraestructuras desde las
mesas y barbacoas, hasta campings, pasando por
alojamientos temporales de madera y servicios que
permiten disfrutar de los deportes acuáticos.
Paralelamente ha crecido el interés por la micología,
y los montes de esta zona son el marco en el que
muchos aficionados, tanto locales como turistas,
recogen las codiciadas setas de muchas especies.
Con esta rápida descripción de los
aprovechamientos se ha querido poner
de manifiesto como el aprovechamiento
multifuncional de estos montes ha sido posible a
lo largo de un siglo y todo ello posibilitado porque
esos aprovechamientos han resultado una eficaz
herramienta de empleo en el medio rural y de
ingresos a las entidades propietarias, que han velado
además porque esos montes sigan cumpliendo
importantes funciones sociales y ambientales.
Esta realidad se ve ahora acreditada por la
certificación de gestión forestal sostenible y la marca
de garantía de Pino Soria.
Abril 2009 55
Potencial
agroenergético
de la
agricultura
española
Texto: Jesús Fernández
Responsable del Grupo de Agroenergética.
E. T. S. de Ingenieros Agrónomos (UPM)
E
n el aprovechamiento de la biomasa es
fundamental la logística de aprovisionamiento de las
plantas que la han de procesar, que deben instalarse
en un entorno físico limitado con unas distancias
medias de transporte de la materia prima lo mas
corta posible. Por ello es necesario tener en cuenta
no solo la biomasa de origen forestal sino también
la capacidad potencial de aquellos suelos agrícolas
del entorno, especialmente aquellos que por diversas
circunstancias no se utilizan en la producción de
alimentos, que pueden jugar un importante papel
de aprovisionamiento regular complementario a la
biomasa forestal.
De esto se ocupa este artículo del profesor de la
Politécnica de Madrid D. Jesús Fernández uno de los
grandes expertos en agroenergética de nuestro país.
La utilización
energética
de la biomasa
La utilización de biomasa para fines energéticos
no es una actividad nueva, ya que desde tiempos
paleolíticos se utilizaba la leña para producir fuego y
calentarse, cocinar alimentos, endurecer las puntas de
las flechas o para diversas industrias primitivas. Entre
las actividades del “cazador recolector” paleolítico,
además de procurarse el alimento diario estaba
la necesidad de recolectar leña para satisfacer sus
necesidades de energía.
El paso de recolector-cazador a agricultor y
ganadero, fue un largo proceso iniciado hace unos
11.000 años, y supuso una verdadera revolución
cultural que se produjo en diversas partes del mundo
durante el período Neolítico. Esto permitió a la
especie humana un crecimiento extraordinario,
pasando de unos 10 millones de habitantes, en que
se calcula la población humana al final del Paleolítico,
hasta los cerca de 7.000 millones a los que se acerca
la población actual.
Si bien la revolución del Neolítico supuso un
avance impresionante en cuanto a la obtención de
alimentos, en materia de energía el hombre siguió
en estado de “recolector paleolítico”, procurándose
la leña principalmente de los bosques y matorrales
circundantes a los asentamientos humanos. Esta
actividad, continúa desarrollándose en la actualidad
en los pueblos en vías de desarrollo, que constituyen
cerca del 70 % de la población mundial, y para los
Abril 2009 35
que la leña es su principal fuente de
energía, siendo una de las principales
causas de la deforestación del
planeta, aunque no la única. La
biomasa representa en la actualidad
cerca del 10 % del consumo
CONSUMO PROPORCIONAL (%)
energético mundial, lo que equivale
a un 78,6 % de todo el consumo de
35,0
energías renovables (Tabla I). Del
consumo global de biomasa del
25,3
año 2005, el 65 % fue realizado en
20,6
los países en vías de desarrollo y el
resto en los industrializados (35 %).
6,3
En los países de la UE-25 en 2005
12,6 (100,0 %)
la energía primaria aportada por la
biomasa fue de 72,274 Mtep1, lo que
2,2 (17,5 %)
representa el 6,7 % del consumo
mundial de biomasa y el 4,14 %
9,9 (78,6 %)
del consumo energético global de
0,5 (3,9 %)
la UE-25. Según datos del IDAE,
en 2007, el conjunto de las energías
renovables representaron en España
2,8 %
38,0 %
10,23 Mtep (6,9% del consumo de
energía primaria total) de las que la
biomasa representó el 52,63% (44 %
biocombustibles sólidos, 0,53 el biogás, 0,21 % los
biocarburantes y 1,64 % los r.s.u.), muy por delante de
las restantes renovables (Tablas II y III).
Tabla I: Importancia energética relativa de la
biomasa a nivel mundial (%). Consumo total
de biomasa: 10.747,5 Mtep/año.
Datos referidos a 2005.
FUENTES DE ENERGÍA
Petróleo
Carbón y restos no renovables
Gas natural
Nuclear
Renovables
Hidraúlica
Biomasa
Otras
La BIOMASA en el balance de:
- Países desarrollados
- Países en vías de desarrollo
Fuente: IEA Statistics.
La nueva
“Revolución Neolítica”
para obtención
de energía:
La Agroenergética
Figura 1: En el uso de la leña como
fuente de energía, el Hombre sigue
actuando como un recolector,
obteniéndola principalmente del monte
o de las operaciones de poda de los
cultivos leñosos.
1
36
La posibilidad de producir energía a partir de
biomasa generada mediante cultivos específicos
empezó a concebirse en la década de los 70, a raíz
de la primera crisis energética de 1.973, surgiendo
diversas iniciativas al respecto en diversos países
del mundo, tanto en el ámbito de la investigación
científica como en el industrial a gran escala. Como
ejemplo del primer caso podríamos citar los trabajos
del Profesor Melvin Calvin (premio Nobel de
Química de 1961 por sus trabajos sobre la fijación
Mtep: millones de toneladas equivalentes de petróleo, unidad energética equivalente a 1013 kcal.
Tabla II: Participación de las distintas energías renovables
en el balance energético español, respecto al consumo
de energía primaria. Consumo total de energía primaria:
147,693 Mtep/año. Datos referidos a 2007.
Energía
primaria
(ktep)
Proporción entre
las renovables
(%)
Biomasa*
5.384
52,63
Hidraúlica
2.362
23,09
Eólica
2.349
22,96
Solar Fotovoltaica
40
0,39
Solar térmica
94
0,92
10.229
100,00
TIPO DE
ENERGÍA RENOVABLE
TOTAL RENOVABLES
Proporción de las Energías Renovables en el consumo global de
Energía Primaria: 6,93%
(*) Incluye biocombustibles sólidos, biocarburantes, biogás y RSU
Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de Industria,
Turismo y Comercio.
fotosintética del CO2 por los vegetales)
que promocionó el uso de plantas
laticíferas del género Euphorbia para la
producción de hidrocarburos y como
ejemplo del segundo tipo el programa
“Proalcohol”, promovido en 1975 por
el Presidente de la República Brasileña
Ernesto Geisel para la producción de
etanol a partir de cultivos de caña de
azúcar para usos en automoción.
Posteriormente se desarrolló en los EEUU
un programa de producción de etanol
a partir de grano de maíz, que ha ido
creciendo hasta llegar a ser en la actualidad
el líder mundial en la producción de este
tipo de biocombustible. En Europa desde
hace más de 20 años se ha desarrollado
la industria de la producción de biodiesel
a partir del aceite de colza procedente
2
en cultivos destinados específicamente
a esta finalidad y posteriormente la
producción de etanol a partir de grano de
cereales principalmente y también algode
remolacha.
En España, el interés por los cultivos
energéticos surgió también en la década
de los 70, acuñándose por entonces el
término “agroenergética” para
“ definir a la ciencia que tratara del cultivo
de vegetales destinados a producir energía y
de la tecnología necesaria para transformar la
materia orgánica en combustible utilizable”2.
Posteriormente en 1981 la CICYT
(Comisión Interministerial de Ciencia y
Tecnología) lanzó un Programa Especial
de I+D denominado “Aprovechamiento
Energético de la Biomasa y de la
Agroenergética”, que se desarrolló
entre 1984 y 1987, pero la bajada de los
precios del petróleo hizo perder el interés
por esta actividad en los programas
de investigación nacionales y como
consecuencia no se consideró esta materia
Tabla III: Participación de los distintos tipos de
biocombustibles considerados como “Biomasa” ene
l consumo de Energía Primaria en España. Datos
referidos a 2007.
Energía
primaria
(ktep)
Proporción
relativa
(%)
4.044
75,11
Usos eléctricos
585
10,87
Usos térmicos
3.459
64,25
Biogás
240
4,46
Biocarburantes (Transporte)
451
8,38
R. S. U.
649
12,05
5.384
100,00
TIPO DE
BIOCOMBUSTIBLE
Biocombustible sólidos
TOTAL BIOCOMBUSTIBLES
Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de Industria, Turismo y Comercio.
Jesús Fernández. “Obtención de energía a través de los vegetales”. Diario YA de Madrid del 11-07-76 pp 11-15.
Abril 2009 37
Figura 2: El desarrollo de nuevos cultivos para
producción de biomasa (cultivos energéticos)
implica la selección mejora y establecimiento
de la fitotecnia, así como el desarrollo de la
maquinaria específica para su cosecha. En la
fotografía se observa una cabezal desarrollado
especificamente para un tipo de cosecha
por el Instituto de Mecanización Agraria de
Monterrotondo (Roma. Italia).
38
entre los objetivos prioritarios de la I+D española,
manteniéndose únicamente actividades de I+D en
este campo por algunos grupos de investigación, que
lograron tener financiación de fondos de Programas
de la UE o de empresas interesadas en este tema.
La necesidad de buscar fuentes de energía autóctonas
y renovables, alternativas a los combustibles fósiles,
la necesidad de luchar contra el incremento de
gases de efecto invernadero en la atmósfera y la
disponibilidad de una gran cantidad de superficie
agrícola sin utilizar (barbechos y tierras retiradas
de la producción) como consecuencia de la PAC
ha hecho que hoy en día se piense cada vez con
más interés en los cultivos energéticos como
una oportunidad para el sector agrario y para
el desarrollo rural. Sin embargo, al no haberse
seleccionado cultivos específicos para la producción
de materias primas de uso energético, se han
empezado a utilizar cultivos tradicionales para esta
finalidad debido al conocimiento que tenían de ellos
los agricultores y técnicos. Por este motivo a veces
han surgido problemas de competencia por el uso
de la materia prima y se han creado conflictos de
intereses, dando origen a campañas de desprestigio,
como la que se vivió el año pasado en contra de los
biocarburantes, que aunque afortunadamente el paso
del tiempo ha demostrado su falta de fundamento,
dejan siempre un poso de incertidumbre, sobre todo
en el ciudadano medio cuya información principal
proviene de los titulares de los periódicos.
El uso de cultivos tradicionales para fines
energéticos hay que considerarlo como una etapa
muy inicial en el desarrollo de la agroenergética, y
sería de desear que cuanto antes se emprendan los
oportunos programas de I+D para determinar las
especies más adecuadas para la producción de cada
tipo de biocombustible en cada zona y emprender
los oportunos planes de selección, mejora y
domesticación, así como del establecimiento
de la fitotecnia de su cultivo y desarrollo de la
maquinaria específica, principalmente para la
cosecha, al igual que se ha venido haciendo con
los cultivos tradicionales.
La actividad agraria enfocada hacia la producción
de energía supone una revolución análoga a la
que ocurrió en el Neolítico con la producción de
alimentos, aunque una gran parte del camino recorrido
por el sector agroalimentario podrá ser utilizada en el
desarrollo de los nuevos cultivos agroenergéticos y las
correspondientes agroindustrias.
Tipos de
cultivos
energéticos
En la actualidad, los cultivos destinados a la
producción de biomasa con fines energéticos pueden
agruparse en tres tipos fundamentales en función del
destino final de la biomasa:
W
W
W
Cultivos oleaginosos
Para la producción de aceite transformable
en biodiesel para sustitución del gasóleo de
automoción. Hasta ahora se ha venido utilizando
la colza, principalmente en las tierras del centro
de Europa y el girasol en las tierras del área
mediterránea.
Cultivos alcoholígenos
Para la producción de bioetanol utilizable en
substitución total o parcial de las gasolinas de
automoción o para la producción de aditivos
antidetonantes exentos de plomo como el etilterbutil-eter (ETBE). Los cultivos más utilizados
para esta finalidad, hasta ahora han sido la caña
de azúcar (principalmente en Brasil), los cereales,
principalmente maíz (USA) y cereales de invierno
(Europa) y también la remolacha. Nuevos cultivos
tales como la chumbera (Opuntia sp.) para zonas
áridas, la pataca (Helianthus tuberosus L.) o el sorgo
azucarero (Sorghum bicolor (L) Moench.) para zonas
de regadío podrían ser cultivos alternativos para la
producción de bioetanol.
Cultivos lignocelulósicos
Para la producción de biocombustibles sólidos
utilizables con fines térmicos, para la producción
de calor y/o electricidad (agroelectricidad) y como
materia prima para fabricar los biocarburantes de
segunda generación3. Los cultivos empleados para
esta finalidad pueden ser herbáceos o leñosos.
Los cultivos herbáceos pueden ser anuales como
algunos cereales (centenos, triticales o sorgos
forrajeros) o algunas crucíferas (Brassica sp.) o
perennes entre los que destacan, entre otros
muchos, el cardo (Cynara cardunculus L.) y algunas
gramíneas como la caña común (Arundo donax L.)
o el miscanto (Miscanthus sp). Los cultivos leñosos
para fines energéticos se suelen cultivar en alta
densidad y turnos cortos de cosecha (de 2 a 5
años), destacando entre otros los sauces para zonas
encharcadas, los chopos para zonas húmedas o
con posibilidades de regadío, las acacias, eucaliptos
y olmos de Siberia para zonas con menores
disponibilidades de agua y algunos arbustos
resistentes a la sequía para zonas áridas y cálidas,
como puede ser el caso de algunos Atriplex
(A. nummularia Lindl., por ejemplo).
De todos los cultivos citados anteriormente, los que
creemos que ofrecen mejores perspectivas son los
lignocelulósicos, ya que existe una gran diversidad
de ellos, siendo relativamente fácil encontrar
especies adaptadas a las condiciones edafoclimáticas
de cada zona en la que existan tierras disponibles.
Una ventaja del desarrollo de los cultivos
lignocelulósicos para fines térmicos y/o eléctricos
es la posible aplicación futura como materia prima
para los biocarburantes de segunda generación,
tan pronto como se desarrolle la tecnología de
fabricación de estos productos.
Interés de la UE
en el desarrollo
de los cultivos
energéticos
A raíz de las sucesivas crisis energéticas del último
tercio del pasado siglo y ante la necesidad de luchar
contra el aumento de gases de efecto invernadero
en la atmósfera, ha ido formándose en la sociedad
una conciencia colectiva sobre la necesidad de
utilizar fuentes de energía renovables, y a ser posible
autóctonas, para evitar la dependencia del exterior
en el abastecimiento de energía. Esto ha llevado a los
países industrializados a proponer medidas para la
Los biocarburantes de segunda generación son biocombustibles líquidos obtenidos a partir de biomasa lignocelulósica, ya sea por vía enzimática mediante
hidrólisis y fermentación de la celulosa, o por vía termoquímica.
3
Abril 2009 39
reducción del uso
de combustibles
fósiles y para
fomentar el
Proporción de
incremento de las
Objetivo
cumplimiento
2010 (ktep)
energías renovables.
(%)
En este sentido, la
12.257
43,93
Unión Europea ha
elaborado toda una
5.138
11,39
serie de Directivas
4.070
84,99
y Medidas que
se iniciaron con
455
52,75
el Libro Blanco
2.200
20,50
de las Energías
Renovables de
395
164,30
19974 en el que
3.111
75,92
se proponía
el duplicar la
3.914
60,02
participación de
52
76,92
las renovables
en el balance
885
10,62
energético de la
20.219
50,59
UE de 2010 y ha
seguido con varias
disposiciones hasta
la conocida como 20-20-20 propuesta por la
Comisión en enero de 2008 y aprobada por el
Consejo de Ministros europeo el 12 de diciembre
de ese mismo año, que contempla para el año 2020
la reducción del 20% de las emisiones de gases de
efecto invernadero en relación a los niveles de 1990,
así como el establecimiento obligatorio para la UE
de la participación de las energías renovables en un
20% en el balance energético global del consumo de
energía primaria.
En todas estas Disposiciones, el peso principal
de la producción energética renovable previsible
gravita sobre la biomasa y dentro de ésta en la
biomasa producida mediante cultivos energéticos,
ya que las biomasas residuales disponibles, ya sean
de origen agrícola, forestal o de agroindustrias, no
son suficientes para alcanzar los objetivos asignados
Tabla IV: Desarrollo de las energías renovables en España y su
relación con la consecución de los objetivos fijados por el Plan de
Energías Renovables (2005-2010).
CONSUMO
2007 (ktep)
Biomasa
5.384
Biocombustibles sólidos usos eléctricos
585
Biocombustibles sólidos usos térmicos
3.459
Biogás
240
Biocarburantes (Transporte)
451
R. S. U.
649
Hidraúlica
2.362
Eólica
2.349
Solar Fotovoltaica
40
Solar térmica (media y alta tª)
94
TOTAL RENOVABLES
Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de
Industria, Turismo y Comercio.
10.229
(obtención de biocombustibles sintéticos por proceso de pirolisis y gasificación y los subsiguientes procesos catalíticos).
4
Libro Blanco para una estrategia y un Plan de Acción Comunitaria sobre Energías para el Futuro: Fuentes de Energía Renovable, producido por la Comisión
de la UE en 1997
40
a la biomasa. Una de las causas por las que no
se van a alcanzar los objetivos fijados en el libro
Blanco de las ER de 1997 para el año 2010, radica
en que la biomasa tenía asignado un incremento
de participación de 90 Mtep, de los que la mitad
deberían proceder de cultivos energéticos cultivados
en 10 Mha de tierras agrícolas comunitarias
abandonadas, cosa que no ha llegado a producirse.
Igualmente será prácticamente imposible alcanzar el
objetivo 20 % de energía renovable para el 2020 si
para dicha fecha no están plenamente desarrollados a
gran escala los cultivos energéticos.
Figura 3: Las agroindustrias energéticas suponen
una relación muy estrecha entre la producción y la
transformación dentro del área de influencia de la planta
industrial. La comarca agraria es la unidad básica para este
tipo de actividad. Es normal que una planta energética
pueda ser abastecida con diversos tipos de biomasa de
naturaleza análoga. En el caso de la figura, una central
termoeléctrica de 10 MW se podría alimentar con biomasa
procedente de cultivos herbáceos y leñosos producidos en
un radio de 30 km, con una ocupación de un 2,1 % de la
superficie geográfica.
Situación actual
de desarrollo
de los cultivos
energéticos
en España
En España, en 1999 se aprobó un Plan de Fomento
de las Energías Renovables para tratar de conseguir
los objetivos propuestos por la Comisión de la UE
para 2010 (12 % de la energía de tipo renovable),
que fue revisado en el 2005 para tratar de corregir
las desviaciones y replantear los objetivos (PER
2005-2010). La realidad es que a un año de
cumplirse el plazo previsto, los objetivos están lejos
de alcanzarse (Tabla IV), principalmente por la
falta de desarrollo de la energía de la biomasa, que
tenía asignados 12.257 ktep (algo más del 60 % de
total de energía primaria renovable) y solamente
ha cubierto un 44 % de dicho objetivo. Dentro
de la biomasa, los sectores que tienen el menor
desarrollo son los biocarburantes (21 % del objetivo
fijado) y la biomasa para fines eléctricos (11 % del
objetivo fijado), los dos sectores que dependían
mayoritariamente de la producción de la materia
prima mediante cultivos energéticos. A pesar de
que tanto en el plan de Fomento de 1999 como en
la revisión posterior (PER 2005-2010) se preveía
que se debería destinar una cantidad considerable
de hectáreas a cultivos energéticos (alrededor de 1
millón de ha) tanto para la producción de electricidad
como para la de biocarburantes, lo cierto es que
todavía no se han iniciado este tipo de cultivos, por
lo que va a resultar imposible el cumplimiento de los
objetivos propuestos en el PER para 2010 (12 % de
energía de tipo renovable), aunque se utilizasen todas
las biomasas residuales disponibles.
Las últimas disposiciones sobre las tarifas
eléctricas del “régimen especial”, que son bastante
favorables para la energía que se genere con
biomasa procedente de cultivos energéticos, han
hecho renacer el interés en el sector industrial y
está dando origen a numerosas iniciativas en este
campo en todo el territorio nacional. A su vez, han
surgido iniciativas de lanzamientos de programas
de investigación sobre cultivos energéticos, tanto a
nivel estatal en convocatorias públicas (Proyectos
singulares estratégicos sobre cultivos energéticos)
como por parte de las diversas Comunidades
Autónomas, sin embargo, mientras no se desarrolle
una política agraria en este sentido es previsible
que todo quede en proyectos o algunas actuaciones
aisladas. Es necesario que las autoridades agrarias
de todos los niveles, potencien el desarrollo de
la agroenergética por ser un campo propio del
sector agrario, y cuya implantación ordenada con
criterios técnicos sostenibles puede representar
una revolución positiva para el mundo rural,
Abril 2009 41
ofreciendo nuevas oportunidades
complementarias a las tradicionales
que potenciarían de forma efectiva el
desarrollo agrario.
Tabla V: Variación de la superficie agrícola en
España en el período 1980-2006 (-15%). Valores
en miles de ha.
AÑO
SECANO
REGADÍO
TOTAL
1980
17.676,9
2.822,3
20.499,2
1990
16.973,4
3.199,0
2000
14.896,5
3.407,0
2006
13.865,3
3.713,3
Variación
-3.811,9
+891,0
Fuente: Anuarios estadísticos de la Producción Agraria
(antiguo MAPA y actual MMARM).
42
Características
específicas
de las industrias
agroenergéticas
La viabilidad de la agroenergética
está basada en la producción
18.304,2
sostenible de la materia prima, lo que
solamente se puede lograr mediante
17.578,5
planteamientos de tipo agroindustrial,
en donde exista una estrecha relación
-2.920,9
de proximidad o de propiedad entre
los productores de la materia prima
y los transformadores. Esto puede
favorecer el desarrollo de las comarcas agrícolas,
dedicando a dicha finalidad las tierras no utilizadas
para las producciones agrícolas tradicionales.
Esta situación se ha dado en muchas comarcas
centroeuropeas dedicadas a la producción de colza y
ha permitido la continuidad de la actividad agraria en
tierras retiradas de la producción de alimentos.
Las industrias basadas en el transporte a larga
distancia de las materias primas, obtenidas en el
mercado exterior, a parte de tener una sostenibilidad
dudosa, principalmente por el balance energético,
tienen dificultades para garantizar su viabilidad
económica a largo plazo por el riesgo que tienen
sobre la seguridad del suministro y el precio de
compra de la materia prima. Este tipo de industrias,
no contribuye directamente al desarrollo agrario
de las comarcas circundantes, estando basado su
negocio en la compra de materia prima a un precio
compatible con el que se obtenga por el producto,
incluidas las subvenciones. Aunque la producción
final de estas industrias sean biocombustibles, su
actividad cae fuera del concepto de agroenergética,
ya que no existe una relación íntima espacial entre los
procesos productivos y los de la transformación.
La principal condición que debe darse para el
desarrollo de las agroindustrias energéticas es la
necesidad de que sean sostenibles, para lo cual deben
ser rentables desde un punto de vista económico,
20.172,4
aceptables desde los puntos de vista social y
medioambiental y que no comprometan el futuro de
las generaciones venideras. Entre las características
indispensables que se deben cumplir para el
establecimiento de las industrias agroenergéticas en
base a cultivos específicos cabe citar:
W Que la producción de los cultivos se realice
en tierras no necesarias para la producción de
alimentos. Según puede apreciarse en la Tabla
V en los últimos 25 años se han retirado de la
producción agrícola cerca de 3 millones de ha,
muchas de las cuales se podrían utilizar para la
producción de biomasa, siempre que se buscaran
las especies adecuadas.
W Que exista suficiente superficie disponible en el
área considerada, para garantizar el abastecimiento
de materia prima a la planta de transformación.
W Que el cultivo que se seleccione esté adaptado a
las condiciones edafoclimáticas de la zona elegida
y que la naturaleza de la biomasa que se produzca
sea adecuada para su utilización como materia
prima para fabricación del tipo de biocombustible
deseado.
W Que el proceso global tenga un balance energético
positivo, es decir, que la energía neta contenida
en el biocombustible producido sea superior a
la gastada en el cultivo y en la obtención de los
biocombustibles.
W Que no contribuyan a la degradación del
medio ambiente, de tal forma que el balance
medioambiental producido por el cultivo sea
mejor que el que se produciría si la tierra no
estuviese cultivada o fuera ocupada por un
cultivo tradicional .
W Para las zonas en las que el agua sea un factor
limitante será necesario seleccionar especies con
una alta eficiencia en el uso del agua.
agricultores con cultivos no contingentados,
sin límites de mercados y con perspectivas de
competitividad cada vez mejores, debido al alza
previsible del precio de los combustibles fósiles a
medio y largo plazo.
W Permitir la continuidad de la actividad del sector
agrícola evitando el abandono de superficies
productivas y manteniendo la actividad de los
sectores industriales relacionados directamente con
la producción agrícola tales como las industrias de
fertilizantes, maquinaria agrícola o producción de
semillas.
W Creación de puestos de trabajo tanto en el
sector agrícola como en el de las industrias
de transformación y de aplicación de los
biocombustibles.
Desde un punto de vista estratégico y económico del
conjunto del país, el desarrollo de la agroenergética
produciría:
W Reducción del grado de dependencia energética del
exterior, además del consiguiente ahorro de divisas.
W Dispersión de la producción energética por todo
el territorio nacional, lo que reduciría el grado de
vulnerabilidad que tienen las grandes instalaciones
productoras de energía según el modelo de
planificación energética convencional.
Ventajas
del desarrollo
de la agroenergética
para el
sector agrario
Entre las ventajas que puede suponer la
agroenergética para el sector agrario, cabría citar:
W Nuevas posibilidades de ingreso de los
Figura 4: Las Comarcas Agrarias son unidades espaciales
con un carácter uniforme desde el punto de vista agrario,
representan la unidad natural para la instalación de
agroindustrias energéticas. El MMARM considera el territorio
español dividido en 326 Comarcas Agrarias.
Abril 2009 43
El potencial
agroenergético
de la agricultura
española
El Grupo de Agroenergética de la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad
Politécnica de Madrid, por encargo del Ministerio de
Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM),
a través de la Subdirección General de Información
al Ciudadano, Documentación y Publicaciones, está
realizando un estudio para evaluar el potencial de
producción de biomasa mediante cultivos energéticos
en el territorio español. El conjunto de la obra
constará de 61 tomos en los que se consideran tanto
las autonomías y sus provincias de forma conjunta,
como las comarcas agrarias individualizadas
agrupadas por provincias. El tiempo previsto para
la realización del estudio es de 4 años (2008-2011),
habiéndose ya completado el trabajo correspondiente
a las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón
y Asturias.En este estudio se parte de la Comarca
Agraria como unidad básica para la instalación de las
“agroindustias energéticas” y se evalúa su potencial
productivo en biomasa lignocelulósica en función de
la superficie disponible no utilizada para los cultivos
alimentarios y de las condiciones edafo-climáticas
de cada zona. La distribución de la superficie de
España en “Comarcas Agrarias” fue una iniciativa
del antiguo Ministerio de Agricultura que tuvo su
origen al inicio de la década de los 70 del pasado
siglo y se materializó en 1976 con la publicación del
documento de la Secretaría General Técnica que
llevaba por título “Comarcalización Agraria de
España” respondiendo a la necesidad de agrupar
los territorios en “unidades espaciales intermedias entre
la provincia y el municipio que sin personalidad jurídicoadministrativa alguna, tuvieran un carácter uniforme desde
el punto de vista agrario, que permitiera utilizarlas como
unidades para la planificación y ejecución de la actividad del
Ministerio y para la coordinación de sus distintos Centros
Directivos”. En este trabajo, la superficie española se
agrupaba en 322 comarcas agrarias.
La utilidad de esta división del territorio español ha
sido evidente para los objetivos que fue concebida,
pero hubo necesidad de adaptarla y adecuarla a la
realidad española, sobre todo para la aplicación de
44
medidas de la Política Agraria Comunitaria (PAC)
que en algunos de los casos se referenciaban a los
índices de regionalización productiva asociados a
las distintas comarcas agrarias. En 1996 la Secretaría
General Técnica del Ministerio de Agricultura
Pesca y Alimentación (MAPYA) publicó la nueva
“Comarcalización Agraria” en la que se establecen
326 comarcas agrarias para todo el territorio
español, que es la que sigue vigente en la actualidad
y la que ha servido de base para la realización del
estudio que comentamos.
Aunque existen numerosas obras en las que se
describen las características geográficas y agrarias a
nivel local, provincial, autonómico o nacional, no
existía hasta ahora ninguna que abordase el tema
en conjunto a nivel de las “Comarcas Agrarias”
por lo que esta obra se puede decir que viene para
tratar de llenar este vacío existente. En el estudio
que se comenta, se aborda la descripción de cada
una de las comarcas agrarias, desde el punto de
vista geográfico y agrario. En la caracterización
geográfica de cada comarca se describe la fisiografía,
geología, edafología, climatología, comunicaciones
y cartografía con indicación de las superficies y
demografía de los municipios que la integran. En
relación a la caracterización agraria, se describe
la distribución de la superficie por usos a nivel
municipal, los rendimientos de los principales
cultivos y la correspondiente cartografía.
Por otro lado, y según hemos visto en los apartados
anteriores, la agroenergética representa una actividad
agraria emergente que supone una esperanza para
impulsar el desarrollo rural mediante la creación
de agroindustrias energéticas para la producción de
biocombustibles sólidos, líquidos o gaseosos en base
a biomasa producida mediante cultivos energéticos
desarrollados en las inmediaciones de los centros
de producción de la biomasa. Para este objetivo, la
Comarca Agraria tiene un tamaño muy adecuado
para servir de base en el establecimiento de unidades
agroenergéticas en las que la producción y la
transformación estén íntimamente relacionadas.
Entre los posibles cultivos energéticos que podrían
desarrollarse en las tierras disponibles para esta
finalidad, se han elegido los de tipo “lignocelulósico”,
por ser los más productivos en biomasa (se utiliza
toda la biomasa cosechable), los que ofrecen una
mayor variabilidad natural y plasticidad, los que
requieren menos “inputs” y los que más fácilmente
pueden adaptarse a las condiciones edafoclimáticas
de las superficies agrícolas disponibles. ´
La gran ventaja que tiene la biomasa lignocelulósica
como materia prima para la bioenergía estriba en
sus múltiples aplicaciones, tanto para la producción
de biocombustibles sólidos para usos térmicos
(actualmente el mayor mercado a nivel europeo y
mundial de energías renovables), para la producción
de electricidad (agroelectricidad), para la fabricación
de los biocombustibles líquidos de 2ª generación o
para la producción de biocombustibles gaseosos,
incluido el hidrógeno.
Como cultivos tipos para esta finalidad se ha
elegido el cardo y el centeno (cosecha integral de
biomasa) para su cultivo en los actuales barbechos
de secano y el chopo en sistema de cultivo de
alta densidad y turnos cortos de rotación (2-3
años) para barbechos de regadío o de una muy
alta pluviometría. La estimación de la producción
potencial de biomasa para los 3 cultivos elegidos en
cada comarca se ha realizado mediante una serie de
funciones de producción desarrolladas por el Grupo
de Agroenergética de la UPM en el desarrollo del
Proyecto Singular Estratégico que sobre cultivos
energéticos (“On Cultivos”) está realizándose con
financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Aunque los cultivos definitivos que se puedan
establecer en las zonas disponibles sean diferentes
a los indicados en este estudio, sobre todo
cuando progresen las investigaciones que se están
desarrollando en este sentido, creemos que los
datos que se ofrecen representan una productividad
potencial, en torno a la cual girará la productividad
real del cultivo que se seleccione para cada zona.
Como tierras disponibles, se han considerado
las superficies que actualmente se encuentran en
barbecho, aunque es muy posible que muchas de las
tierras que hoy se dedican al cultivo de cereal, con
rendimientos muy marginales, podrían dedicarse
a producir biomasa para fines energéticos, si las
agroindustrias energéticas estuvieran implantadas en
el territorio. También es posible que algunas de las
superficies consideradas entre los barbechos sean
necesarias para establecer las oportunas rotaciones
de cultivos, pero ante la falta de datos concretos
Abril 2009 45
al respecto, se
ha considerado
todo el barbecho
disponible para
establecer los
Producción
Potencial
valores límite
Potencial de b. l.
energético
(tms)
(tep)
la producción
potencial de
6.122.802,23
2.383.935,28
biomasa en
5.513.136,67
2.196.607,61
base a tierras
no utilizadas
0,00
0,00
por cultivos
2.715,22
1.143,38
tradicionales.
12.747.899,64
4.901.429,61
En la última parte
del trabajo se
6.457.518,41
2.513.957,93
evalúa el potencial
1.064.289,69
419.295,88
agroenergético
en biomasa
1.081.522,66
411.296,43
lignocelulósica de
1.675.834,13
691.667,76
cada una de las
2.050.530,72
802.405,40
comarcas en base
a las superficies
261.056,43
114.637,68
de barbechos
596.013,86
224.876,21
existentes tanto
en secano y
398.962,74
159.970,15
regadío, para
1.505.216,33
579.067,00
los cultivos
174.284,85
68.811,04
anteriormente
citados. Aunque
1.553.907,90
652.616,48
el estudio está
41.205.691,51
16.121.717,85
todavía en fase de
realización, en la
Tabla VI se indica
un avance de resultados sobre las superficies
disponibles y la producción potencial de biomasa
lignocelulósica estimada a nivel de las diferentes
Comunidades Autónomas. La producción
potencial de biomasa se estima en 16,12 Mtep.
Este trabajo constituye una primera aproximación
a la evaluación del potencial de producción de
biomasa por la agricultura española y es de esperar
que con el desarrollo de la agroenergética en un
futuro, las cifras que aquí se dan se vean matizadas
o modificadas, pero como primera aproximación
a nivel nacional creemos que es muy importante
el disponer de datos de partida, máxime con el
compromiso futuro de sustitución del 20 % de la
energía que consuma la UE en el año 2020 por
energías de tipo renovable.
Tabla VI: Estimación de la cantidad de biomasa lignocelulósica (b.l.)
potencialmente producible en las tierras de barbecho disponibles en
las diversas Comunidades Autónomas y su contenido energético.
CCAA
Andalucía
578.775,00
Aragón
563.345,00
Asturias
0,00
Cantabria
Castilla la Mancha
Castilla y León
312,00
1.201.495,00
626.833,00
Cataluña
70.188,00
Comunidad de Madrid
96.074,00
Comunidad Valenciana
119.559,00
Extremadura
249.800,00
Galicia
18.421,00
Islas Baleares
41.493,00
La Rioja
27.598,00
Navarra
92.617,00
País Vasco
Región de Murcia
TOTAL
46
Superficie
considerada
(ha)
8.906,00
269.812,00
3.965.228,00
La selvicultura:
herramienta
básica de
gestión de
los montes
Texto: B. Abellanas Oar
Dpto. Ing. Forestal E. T. S. I. A. M.
Universidad de Córdoba
E
timológicamente, selvicultura
(o silvicultura) significa cultivo del bosque, definición
que recoge el Diccionario de la Real Academia. Pero
se trata de un cultivo especial, en el que el producto a
obtener no es siempre un bien material ni el único
factor determinante de las técnicas a emplear. La
selvicultura consiste, básicamente, en el manejo
adecuado de las masas forestales con el fin de
optimizar el conjunto de sus funciones que pueden
ser de interés para la sociedad, asegurando, a la vez,
un adecuado estado vegetativo de la misma, lo que
incluye su persistencia y estabilidad. Esto supone
manejar ecosistemas de diversa índole, con el
denominador común de incluir una masa arbolada
como formación vegetal dominante. La selvicultura
es una disciplina que presenta el doble carácter de
ciencia y técnica. La selvicultura se ocupa tanto de la
aplicación práctica de técnicas de gestión y
aprovechamiento racional de los montes como del
estudio, elaboración, análisis y perfeccionamiento de
tales técnicas. La selvicultura supone, por tanto,
estudio y manipulación del bosque. Y ello porque los
sistemas que ha de manejar -los bosques- son tan
variados, longevos y frágiles y tan complejos en su
funcionamiento, que las técnicas de gestión no
pueden ser reducidas a un mero manual de
procedimientos. La adaptación de las técnicas a las
condiciones reales, en cada caso, es uno de las tareas
básicas del selvicultor. Cronológicamente, a lo largo
de la historia del aprovechamiento de los bosques, se
Abril 2009 25
Monte alcornocal tratado selvicolamente
para la producción de corcho.
26
desarrolla primero una técnica forestal, para el
aprovechamiento eficiente de los recursos del
bosque, y después, cuando surge la necesidad de
racionalizar y perfeccionar la técnica para asegurar,
por un lado, la persistencia del sistema y, por otro, el
rendimiento sostenido del recurso, es cuando nace la
ciencia. Sólo a partir de éste momento podemos
hablar de la existencia de la selvicultura. En la
mayoría de los casos, la selvicultura se ocupa del
manejo de especies silvestres, junto con su cortejo de
organismos acompañantes. Esta característica tiene
dos implicaciones
importantes; en primer
lugar, las especies que se
manejan, al tratarse de
especies silvestres, presentan
una variabilidad mucho
mayor que las variedades
mejoradas que se utilizan en
agricultura. Esto implica una
mayor dificultad en la
predicción de su respuesta a
los tratamientos y una mayor
variabilidad en su
comportamiento. En
segundo lugar, hay que tener
en cuenta que en selvicultura
se debe prestar atención no
sólo a aquellas especies o
individuos vegetales que
resulten de interés desde el
punto de vista económico,
sino también a todas las
demás -vegetales y animalesque comparten el hábitat
con ellas en el bosque.
Otra gran peculiaridad de la selvicultura, entendida
como cultivo o manejo del bosque, es que no
siempre los productos pretendidos de tal
intervención tienen la naturaleza de bienes materiales
extraíbles del sistema para su aprovechamiento
humano. En muchos casos la selvicultura tiene como
fin obtener bienes inmateriales a través de la
adecuación de la forma del bosque a la consecución
de objetivos de interés social como pueden ser la
conservación de la biodiversidad, la protección de los
recursos hidrológicos, la mejora de las condiciones
atmosféricas o la optimización de lugares para el
ocio. En la mayoría de los casos es habitual que la
selvicultura deba enfrentarse a la consecución de
objetivos múltiples de distinta naturaleza. Este
planteamiento complica bastante la gestión, al tener
que contemplar funciones y usos diversos y en
ocasiones contrapuestos, frente a la mayor
simplicidad de la agricultura, que suele ser
eminentemente monofuncional, en la que, otras
posibles consideraciones suelen adoptar, a lo sumo,
la forma de meras restricciones (limitación de
pendiente al laboreo para evitar la erosión, limitación
de las dosis de productos químicos para evitar la
contaminación, etc). Un tercer aspecto a destacar en
el concepto de selvicultura es su carácter social. Su
objetivo último es satisfacer de forma armoniosa las
necesidades de la sociedad. Aún cuando los
productos o beneficios directos puedan estar
únicamente al servicio de un propietario particular
del monte, muchos de los beneficios indirectos son
percibidos por toda la sociedad. Pero este concepto,
que todos entienden a la hora de disfrutar los
beneficios del monte, no es tan claramente percibido
cuando se trata de repartir el coste de la gestión. La
práctica de la gestión forestal en cualquier país o
región está en continua evolución; una evolución que
es paralela a la de la sociedad a la que sirve. A medida
que una sociedad se desarrolla en tamaño y
complejidad, aumenta su demanda de recursos, tanto
en cantidad como en diversidad. Así, las prácticas de
la selvicultura deben ir cambiando paralelamente a
los requerimientos de la sociedad. Es corriente que
las prácticas normales y aceptables en una década
resulten claramente inaceptables en la siguiente. Las
sociedades generalmente cambian sus requerimientos
respecto a los montes en plazos de tiempo inferiores
a la duración de una generación de árboles. Esto
hace que el selvicultor esté continuamente actuando
sobre sistemas forestales concebidos bajo
circunstancias diferentes. Muy a menudo existe
contradicción entre las necesidades actuales respecto
a los bosques y la realidad forestal. Esto es una
continua fuente de conflictos y frustraciones. Para el
pesimista, el selvicultor trabaja siempre con una
generación de árboles de retraso, debe estar
permanentemente corrigiendo errores del pasado y
lo que crea no deja de ser una pura especulación de
cara al futuro. Pero para el realista, esta constante
divergencia entre antiguos objetivos y realidad actual
es algo inherente a la gestión forestal y debe asumirse
como algo intrínseco. El reconocimiento de los
errores del pasado puede ser útil para mejorar la
“actitud selvícola” de hoy y así perfeccionar el diseño
y modelado del bosque del mañana. Estas
consideraciones no deben servir para desalentar al
selvicultor, sino para hacerle comprender otro
aspecto fundamental de la selvicultura y es que ésta,
aún cuando está dirigida a satisfacer las necesidades
de la sociedad, debe tener en cuenta, también, el
carácter coyuntural y transitorio de estos objetivos.
Esto introduce una nueva dimensión en la
selvicultura que trasciende a los objetivos inmediatos:
la selvicultura debe actuar de tal forma sobre los
bosques que se asegure, no sólo la persistencia de la
masa forestal sino también la continuidad de su
capacidad de producir bienes y servicios diversos y
cambiantes. El rendimiento sostenido, a largo plazo,
implica necesariamente conservar la capacidad de
uso múltiple de los montes ya que los beneficios o
servicios que la sociedad demanda de los mismos
van cambiando a lo largo del tiempo. Si sólo se
asegurara el rendimiento sostenido en un
determinado producto, el cambio de requerimientos
sociales o la pérdida de utilidad o valor de dicho
producto implicaría el incumplimiento de dicho
principio. Por tanto, la selvicultura debe asegurar, por
encima de objetivos concretos, que el monte
mantenga las características que le confieren su
virtud de constituir una fuente permanente de bienes
y servicios sociales. De lo dicho anteriormente se
desprende otro aspecto importante de la selvicultura
y es que el selvicultor debe manipular el bosque con
conocimiento de causa, es decir, conociendo los
efectos que tal manipulación ejercerá no sólo sobre
los fines inmediatos perseguidos con tal
manipulación, sino también sobre el
comportamiento general del bosque como sistema.
El objeto de la selvicultura no son los árboles, sino el
bosque o masa forestal. Las intervenciones selvícolas
actúan sobre la estructura de la población de árboles
y sobre el medio en que viven tanto éstos como los
restantes componentes del bosque. Los objetivos de
Abril 2009 27
Pinar de repoblación sin
intervención selvícola con claros
síntomas de estancamiento.
Foto: R. Serrada.
1
28
gestión de los montes deben ser interpretados por el
selvicultor (el “diseñador verde” de Oldeman1) en
términos de un determinado tipo de estructura y
composición de la masa forestal, que será la que
resulte más adecuada al fin perseguido. Los diversos
objetivos planteados se traducirán en la mezcla de
especies y la distribución de edades de los árboles
dentro de la masa; en la forma de agrupación y
estratificación de los distintos componentes del
bosque, en las dinámicas
de crecimiento y
regeneración, etc. Aún
queda otro punto
importante a considerar
en el planteamiento
selvícola, y que está
relacionado con los
largos plazos de tiempo
que se manejan.
Aunque, gracias a los
avances de la ecología,
cada vez podemos
comprender mejor los
procesos que
intervienen en el
desarrollo de los
bosques, hay que asumir
que dichos procesos
nunca pueden llegar a
ser absolutamente
predecibles, pues
siempre existen
fenómenos más o
menos aleatorios que
pueden desviar la
evolución del sistema respecto a lo previsto. Esto
hace que la selvicultura no sea una ciencia exacta. Por
muy bueno que sea un modelo selvícola, la amplitud
temporal de los procesos forestales conlleva, en la
mayoría de los casos, la modificación de las
condiciones iniciales durante el desarrollo del mismo
y esto, el desajuste del modelo. Todo esto implica
que, aún cuando la consecución de determinadas
formas de bosque requiera una planificación a largo
plazo (nuestra actuación se basa en la modificación
Oldeman, R. A. A. 1990. Forests: Elements of Silvology. Ed. Springer-Verlag. Berlin. 624pp.
de procesos de desarrollo y éstos requieren tiempo
para realizarse), esto no es suficiente. Una parte
importante de la selvicultura consistirá en desarrollar
métodos de control que, de forma periódica,
comprueben la buena marcha de las previsiones
realizadas o las posibles desviaciones que se
produzcan, con el fin, en éste caso, de introducir las
correcciones necesarias para reconducir el desarrollo
del bosque en el sentido deseado. En resumen: hay
que planificar a largo plazo pero comprobar a corto
o medio plazo la buena marcha del proceso y, en
caso necesario, introducir las correcciones necesarias.
Origen y breve
evolución histórica
de la selvicultura.
Tendencias actuales
El origen de la selvicultura en Europa se sitúa en
Francia, a mediados del siglo XVIII, siendo su
precursor Duhamel de Monceau, inspector de la
marina francesa, que publica en esta época un Tratado
completo sobre los bosques y la madera que constituye la
primera recopilación de las diversas técnicas a aplicar
para la racionalización de los aprovechamientos de
los montes. Sin embargo, la aplicación generalizada
de la selvicultura comienza en la Alemania de
finales del s. XVIII, donde se constituyen los
primeros Servicios Forestales organizados para la
administración de los montes y donde empiezan a
surgir centros de enseñanza forestal en los que se
forma a los técnicos encargados de llevar a cabo esta
tarea. La selvicultura inicial que se desarrolla en esta
época surge con el objetivo de restaurar los bosques,
muy deteriorados en todos los países europeos con
una cierta densidad de población, debido a un uso
tradicional de los mismos indiscriminado y abusivo.
Su objetivo es desarrollar métodos de explotación de
los recursos forestales (fundamentalmente madera)
que no impliquen la desaparición de los propios
sistemas de producción, es decir: los bosques. Se
lucha fundamentalmente contra el desorden que
ha imperado hasta entonces en la explotación de
los montes, por lo que, en una reacción pendular,
se impone el orden en los aprovechamientos
como principio fundamental de la selvicultura. Se
plantean métodos de aprovechamiento rígidamente
organizados, inspirados en la agricultura: creación
de montes altos de coníferas por siembra para
su explotación en un sistema rígido y ordenado
de cortas a hecho y posterior repoblación. En
Francia, uno de los países con más relevancia en el
desarrollo de estos primeros pasos de la selvicultura
junto con Alemania, se sigue inicialmente esta
selvicultura alemana, pero enseguida se desarrollan
otros métodos mas adaptados a los montes altos de
frondosas. Una de las principales aportaciones fué el
desarrollo de la idea de las claras como tratamiento
de mejora de la masa residual. La selvicultura, a
partir de aquí, va evolucionando e incorporando
nuevas tendencias y enfoques, siendo una de las
mas trascendentales la que marca el alemán Gayer
(Waldbau, 1880), que da origen a una selvicultura
denominada próxima a la naturaleza, en la que se
desarrollan métodos que permiten regular los
aprovechamientos sin unas prescripciones tan rígidas
y artificiales como las propuestas hasta entonces. En
esta orientación, se buscan métodos inspirados en
los propios procesos naturales que tienen lugar en el
desarrollo natural de los bosques, introduciéndose
por primera vez la regeneración natural como
herramienta selvícola. Esta selvicultura preconiza
también la idea de las masas irregulares (mezcla
intima de árboles de todas las edades) y las cortas
de entresaca. Hoy día, el debate selvícola se ha
desplazado a aspectos más particulares o específicos.
Hoy está generalmente admitida la necesidad
de una selvicultura diversificada, adaptada a las
condiciones particulares y ya no se buscan regímenes
de aplicación universal, sino técnicas selvícolas
adaptadas a las condiciones de cada situación.
Actualmente se pueden distinguir diferentes
tendencias en los países industrializados del mundo
en lo que se refiere a las grandes orientaciones
de su gestión forestal y, en consecuencia, de su
selvicultura, existiendo, por supuesto, variantes y
situaciones intermedias. Estas grandes orientaciones
pueden caracterizarse por el nivel de integración
del bosque en el contexto socio-económico y, sobre
todo, por el tipo de percepción que sus habitantes
tienen de las diferentes utilidades de los bosques.
Estas diferentes percepciones tienen su origen en
la evolución histórica, demográfica y social, y están
bastante ligadas a la relación existente entre el nivel
económico y demográfico de un país y la extensión
Abril 2009 29
TENDENCIAS ACTUALES DE LA SELVICULTURA
TIPO DE
SELVICULTURA
ÁMBITO
Países poco
montañosos
del norte de
Europa con
gran cantidad
de recursos
forestales y baja
densidad de
población.
PERCEPCIÓN
DEL BOSQUE
UTILIDADES
EL BOSQUE
COMO
UNIDAD DE
PRODUCCIÓN
PRIMARIA.
Producción
de madera.
Selvicultura intensiva.
Minimización de costes
de explotación.
Desarrollo y utilización
de maquinaria pesada.
Materia prima
homogénea
y normalizada.
Cortas en grandes
superficies.
Selvicultura
Multifuncional
Países con
recursos
forestales
limitados y
alta densidad
de población
(Europa
CentroOccidental).
EL BOSQUE
COMO
ECOSISTEMA
NATURAL CON
MÚLTIPLES
FUNCIONES
PRODUCTIVAS
Y SOCIALES.
Productos
primarios
(madera).
Protección
del medio
natural
(aire, suelo,
agua).
Ocio y recreo.
Paisaje y
funciones
estéticas.
Conservación
de la
biodiversidad.
Selvicultura próxima
a la naturaleza.
Importancia de las
implicaciones ecológicas
de las intervenciones.
Soluciones de
compromiso para
atender múltiples
propósitos.
Producción directa como
fuente de financiación de
la selvicultura.
Selvicultura
Ecologista
Países con
muy escasos
recursos
forestales,
fuertemente
industrializados
y con alta
densidad
de población.
EL BOSQUE
COMO
RESERVA
NATURAL DE
CARÁCTER
SOCIAL AL
SERVICIO DE
POBLACIONES
URBANAS.
Beneficios
ambientales
(protección y
purificación).
Conservación
de flora y
fauna.
Paisaje y
estética.
Ocio y recreo.
Selvicultura
deconservación.
El principal objetivo
de la preservación de
la estabilidad ecológica.
Sólo es posible la
financiación pública.
La producción directa
es accesoria.
Selvicultura
Monofuncional
Países con
escasez de
bosques.
Bosques
artificiales
de carácter
productivo.
Fuente: Según SCHUTZ, J. P. 1990. Sylviculture 1. Press. Polytech.
et Universitaires Romandes. Lausanne. 243pp.
30
CARACTERÍSTICAS
situación actual en relación a los
bosques nos situaría claramente en
el segundo de los casos descritos
-selvicultura multifuncional- y,
sin embargo, podemos encontrar
bosques netamente productores
donde se aplica una selvicultura
claramente monofuncional e
intensiva (eucaliptares, choperas
o ciertos pinares son buenos
ejemplos); y también casos donde
se aplica hoy una selvicultura
ecologista, como ciertas áreas de
reserva altamente protegidas.
La heterogeneidad (incluso estructural) y la presencia de
regenerado son signos de naturalización en las repoblaciones
que mejoran sus perspectivas de persistencia a largo plazo.
Los multiples
objetivos
de la selvicultura
aplicada
e importancia de su cubierta forestal. Estas grandes
orientaciones pueden resumirse, según el análisis de
Schütz (1990) en tres grandes tipos de selvicultura:
Selvicultura monofuncional, Selvicultura multifuncional
y lo que podría denominarse Selvicultura ecologista
(ver cuadro). Estas tres categorías corresponden a
un nivel decreciente de superficie forestal del país
o región, lo que va acompañado de un aumento
paralelo de las necesidades de protección del sistema
bosque en la gestión y una paralela disminución de
la importancia relativa del aspecto productivo en
relación a otros valores de carácter más social. Como
excepción coinciden los planteamientos extremos
de gran abundancia y gran escasez de superficie
forestal. En ambos casos, la selvicultura se orienta
fundamentalmente a la producción directa (madera
fundamentalmente), pero por motivos opuestos; en
el primero porque el resto de valores que aportan los
bosques se perciben sin restricciones (como el aire
que respiramos) y no requieren intervención y en el
segundo porque la practica ausencia total de bosques
obliga a generar bosques artificiales con el objetivo
preferente y casi único de producir los recursos
forestales necesarios para el país o región, al modo
de cultivos agrícolas. Aun cuando estos tipos de
selvicultura se han identificado con ciertos tipos de
países y sus percepciones del bosque, a menor escala
todos estos tipos pueden darse en mayor o menor
medida en un mismo país, como el nuestro. Nuestra
Al margen de las consideraciones
de carácter general contempladas antes, la
selvicultura puede tener en su aplicación práctica
objetivos muy diversos, entre los que cabe destacar
los siguientes:
La optimización de producciones directas del
bosque
W
Coincide en gran medida este objetivo con los de la
agricultura clásica: mejorar el rendimiento mediante
la mejora de la productividad del sistema y/o la
reducción de los costes de explotación. Las técnicas
selvícolas para conseguir este tipo de objetivo
suelen ser algo más complejas que las empleadas en
agricultura. Las labores agrícolas, una vez obtenidas
variedades altamente productivas y homogéneas con
las que trabajar, han consistido tradicionalmente en
aumentar la cantidad de recursos disponibles para los
elementos productivos -árboles en nuestro caso- en
la forma de la aplicación de técnicas de fertilización,
riego y laboreo o la utilización de tecnología eficiente
para el cutivo y/o la cosecha. Estas técnicas sólo
son posibles en las formas de selvicultura más
intensivas. En la mayoría de los casos, las técnicas
requeridas en las explotaciones forestales son
menos intensivas y más complejas en su ejecución
ya que requieren intervenciones prolongadas en el
tiempo y adecuadamente dirigidas. La mayoría de
las estrategias selvícolas para mejorar el rendimiento
Abril 2009 31
de los sistemas forestales productivos están basadas
en diseñar bosques con estructuras óptimas para
la producción pretendida, por ejemplo: bosques
densos para producir madera de calidad (la espesura
evita muchas malformaciones de la madera que
disminuyen el valor de ésta como nudos o curvaturas
excesivas de las piezas y reducen la producción útil)
o ajustar los ciclos de producción a los períodos
de máximo crecimiento de los árboles, evitando
alargar éstos a épocas en que los árboles crecen más
despacio, como ocurre cuando alcanzan una cierta
edad. También se pueden mejorar los resultados
concentrando la capacidad productiva del sistema
en los árboles mejor dotados para ello a través de la
aplicación de técnicas progresivas de selección a lo
largo del ciclo productivo, consistentes en eliminar
los árboles menos eficientes; las denominadas
claras. Estas sencillas técnicas permiten, además,
recuperar anticipadamente productos intermedios
que, aun siendo de menor valor, pueden mejorar
los aspectos financieros del sistema productivo. En
ellas reside una de las mejores tácticas desarrolladas
por la selvicultura: convertir los tratamientos
culturales en aprovechamientos. En todo caso, no
hay que olvidar que, en la mayoría de los casos, las
producciones directas se obtienen en nuestro caso
de sistemas seminaturales donde incluso las especies
de interés económico son especies silvestres con un
alto grado de variabilidad interna y, en general, con
rendimientos globales relativamente escasos.
Protección de plantas jóvenes en dehesa,
con ausencia de regeneración efectiva
por efecto del diente del ganado.
32
W
La creación de bosques
Está ampliamente admitida por la sociedad actual la
necesidad de crear nuevos bosques que compensen
las altas tasas de deforestación que acompañan a la
alta presión humana de los países desarrollados. Los
posibles usos posteriores de éstos son múltiples,
desde la mejora del medio ambiente en el sentido
más amplio (incluyendo aspectos muy actuales
como la captura de carbono con el fin de reducir
la concentración de CO2 en la atmósfera) hasta
la obtención de materias primas (madera, corcho,
biomasa con fines energéticos, etc.) o usos sociales
(ocio, biodiversidad, paisaje, etc.). Está bastante
asumida por la sociedad la necesidad de “plantar
árboles” (En las líneas estratégicas para la Lucha
contra el Cambio Climático del MARM se prevé
la plantación de 45 millones de árboles) pero no
tanto la conciencia de “crear bosques”. Esto es algo
más complejo, porque requiere que dichos árboles
convivan de forma armoniosa en un espacio común
y, lo que es más importante, generen un sistema
autosostenible a largo plazo, lo que no siempre se
consigue plantando árboles. La actuación selvícola
posterior es una herramienta fundamental e ineludible
para convertir una plantación de árboles en un bosque.
Podríamos decir que la plantación (o siembra) de un
terreno equivaldría a la semilla del bosque, pero, sin los
cuidados posteriores necesarios, difícilmente llegará a
desarrollar un ejemplar adulto y sano con capacidad
de perpetuarse a través de una descendencia. El grado
de artificialidad que conlleva una plantación dificulta
en muchos casos la consecución de autonomía por
parte del sistema forestal creado si no se interviene.
Puede parecer que si se ha elegido bien la especie
(adecuada a las condiciones del medio físico), se ha
utilizado una planta de buena calidad (controlando
tanto sus aspectos genéticos como morfológicos
y fisiológicos) y se ha realizado la repoblación con
técnicas de establecimiento adecuadas (preparación
del terreno, tratamiento de la vegetación acompañante
y protección contra herbívoros e incluso otras
mejoras ambientales como la utilización de tubos
invernaderos) y en la época adecuada, el éxito está
asegurado. Efectivamente esto es así si nuestro ámbito
temporal de seguimiento se reduce a unos pocos
años, pero deja de ser tan cierto cuando nos alejamos
en el tiempo desde el momento de la plantación.
Desde el momento en que se inician las relaciones
de competencia entre los propios árboles plantados,
se inician procesos no previstos inicialmente por
las técnicas repobladoras. Incluso el máximo nivel
de éxito exigible a una repoblación, como puede
ser la ausencia total de “marras” y un adecuado
estado vegetativo de la mayoría de las plantas, puede
convertirse en un problema debido a que el exceso
de uniformidad que genera esta situación puede
impedir que se produzca la necesaria redistribución
de los recursos entre un menor número de árboles al
ir aumentando éstos de tamaño. La consecuencia fatal
de la ausencia de una mortalidad regular y gradual de
árboles en una masa forestal es lo que se denomina
“estancamiento”, que significa la mortalidad masiva de
la misma por escasez de recursos para mantener a una
población de árboles tan elevada en un terreno con
recursos limitados.
La heterogeneidad es un elemento esencial para el
adecuado funcionamiento de un bosque y difícil
de incorporar en los momentos iniciales en la
repoblaciones. La selvicultura posterior puede, y
debe, suplir esta carencia de las masas artificiales
regulando el reparto de los recursos disponibles
entre un número de árboles que se ajuste al
progresivo mayor tamaño de éstos. Así pues, la
selvicultura se hace imprescindible en la consecución
de verdaderos bosques a partir de las plantaciones
hasta, al menos, el paso a la siguiente generación de
árboles. El principal objetivo de la selvicultura en
estos casos ha de ser conseguir lo antes posible la
“naturalización” de las masas forestales creadas que
les dote de autosostenibilidad a largo plazo.
W
La protección de los sistemas naturales
En no pocas ocasiones la selvicultura debe dotar
a los bosques de formas más resistentes ante las
injerencias humanas de diversa índole. El caso de los
incendios forestales es sin duda el más emblemático
y el que, actualmente, mejor entiende la sociedad.
En no pocos foros se defiende la idea de “mantener
limpio el bosque” con el fin de evitar la generación
y propagación de incendios altamente destructivos.
La creación de estructuras boscosas menos
combustibles y, en ciertos casos, menos inflamables,
es una de las tareas más reconocidas actualmente de
la selvicultura. La compartimentación de las masas
boscosas y la creación de estructuras de defensa
frente al fuego consume gran parte de los recursos
destinados actualmente a la selvicultura, al menos
en el ámbito de la gestión pública. Pero existen
otros riesgos no tan impactantes o dramáticos pero
igualmente destructivos que, por actuar de forma
Abril 2009 33
lenta y progresiva son menos evidentes a los ojos de
la sociedad: el pastoreo incontrolado a lo largo del
tiempo conduce inexorablemente a la desaparición
del bosque al impedir la renovación generacional.
Este lento proceso destructivo pasa muchas veces
inadvertido a los ojos del observador ocasional, pero
debe también ser objeto de la selvicultura, encargada
de diseñar técnicas que, sin renunciar a la ganadería
extensiva o el uso cinegético de los montes, permita
incorporar las tasas necesarias de renovación en los
sistemas para asegurar su persistencia a largo plazo.
Se trata de problemas complejos que requieren
soluciones imaginativas y, desde
luego, recursos económicos.
Otros riesgos, quizá menos
importantes por su menor
generalización en nuestro país en
términos de extensión afectada
pero igualmente relevantes en
el ámbito selvícola incluyen los
daños provocados por agentes
meteorológicos tales como
vendavales, aludes u otros. En
estos casos, la prevención debe
atender a la creación de bosques
con una adecuada resistencia
mecánica a este tipo de daños. Por
último, hoy dia se ha convertido
en relevante la protección de
cualidades de los bosques que
hasta hace relativamente poco
no se valoraban: el valor como
refugio de la biodiversidad. En
este aspecto, la selvicultura debe
aproximarse lo más posible a
la naturaleza ya que lo que se
exige de ella es que reproduzca lo mejor posible las
condiciones que hacen posible el sostenimiento de
la biodiversidad a la vez que, de forma inevitable,
existe una mas o menos intensa presión humana
sobre los sistemas a proteger. Como conclusión, la
selvicultura es la herramienta a emplear para hacer de
los bosques aquello que la sociedad indique en cada
momento, pero preservando siempre, por encima de
la fugacidad de los requerimientos concretos de cada
coyuntura, la persistencia de los sistemas forestales
con el fin de hacerlos trascender en toda su plenitud
a las generaciones futuras. Aún cuando hoy no
sepamos lo que éstas demandarán de sus bosques, es
seguro que aquellos bosques serán los descendientes
de los nuestros.
34
Foto: Margarita Hernández
16
Certificación forestal.
Garantía de futuro
para
nuestros bosques
Texto: J. Carlos del Álamo Jiménez
Decano del Colegio de Ingenieros de Montes.
N
uestra sociedad ha avanzado
espectacularmente en los dos últimos siglos. La
población mundial ha tenido un fuerte incremento y
han aumentado las necesidades de uso y consumo de
recursos naturales de buena parte de ella.
En Europa, como promedio, una población de un
millón de habitantes consume diariamente más de
11.000 toneladas de combustibles fósiles, 320.000
toneladas de agua y 2.000 toneladas de alimentos.
Son datos que aún más, por su magnitud, resultan
alarmantes. Además, el problema se agrava debido
a que el crecimiento demográfico se acentúa, la
esperanza de vida se alarga y existe el más que
comprensible deseo de mejorar el nivel de vida,
aspiración que es cada vez más fuerte e intensa,
sobre todo en las capas más desfavorecidas de la
sociedad.
Este escenario ha obligado a perfeccionar los
métodos de planificación y a mejorar las técnicas de
investigación, producción y aprovechamiento de los
recursos, especialmente de los que están sujetos a
ciclos largos, como pueden ser los forestales.
Es difícil encontrar otro campo en el que sea más
necesaria una correcta planificación y la aplicación
de técnicas apropiadas como en la actividad forestal,
que produce permanentemente bienes incalculables
para la sociedad, como pueden ser la mejora de
la calidad del aire, el mejor aprovechamiento del
agua, la estabilidad de los suelos o la biodiversidad
entre otros. Los ecosistemas forestales requieren
plazos muy largos para que se evidencie el efecto de
una buena gestión o los errores que hayan podido
cometerse en su gestión.
Un daño cometido en el monte en pocas horas
o días, podrá requerir de años y hasta siglos para
poder ser enmendado como sucede en el caso de los
incendios forestales.
Fruto de esta tarea gestora sobre nuestro entorno
natural, la Ordenación de Montes surgió ante
la escasez de productos forestales, con el fin de
frenar la destrucción de los bosques y asegurar su
continuidad para las futuras generaciones.
Las técnicas y métodos desarrollados a lo largo de
casi tres siglos han demostrado su operatividad no
Abril 2009 17
Foto: Isabel Ramírez
18
sólo en la organización de la producción maderera de
los montes, sino también en la gestión de las masas
forestales con fines de protección o de uso social.
Gestión forestal
sostenible
El concepto de “desarrollo sostenible” tiene su
origen en el Informe de la Comisión de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Económico llamado
“Nuestro Futuro Común” (1987) y conocido
popularmente como Informe Brundtland, donde
se definió como “el desarrollo que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
En la Conferencia de Río en 1992 se comenzó a
utilizar la expresión “gestión forestal sostenible”
y, desde entonces, este concepto ha sido objeto
de atención en multitud de foros internacionales.
Uno de ellos, la Conferencia Ministerial sobre la
Protección de los Bosques en Europa, celebrada
en Helsinki en 1993, definió la gestión forestal
sostenible como la administración y el uso de
los bosques y los terrenos forestales en forma e
intensidad que permita mantener su biodiversidad,
productividad, capacidad de regeneración, vitalidad
y potencial para desempeñar, ahora y en el futuro,
importantes funciones ecológicas, económicas y
sociales, a escala local, nacional y mundial, y sin
causar perjuicio a otros ecosistemas (Resolución H1
de la Conferencia de Helsinki, 1993).
Pero la idea de salvaguardar los recursos naturales
para las generaciones futuras no es una inquietud
reciente. En España, Lucas Olazábal, en 1883,
expresaba de manera explícita esta preocupación,
aunque probablemente referida sobre todo a la
madera como recurso. Colbert, en la Ordenanza
Forestal Francesa de 1669, o el alemán Hartig en
1804, también mostraron la misma preocupación.
En España las primeras referencias que encontramos
sobre Ordenación de Montes se encuentran
en las Ordenanzas de Fernando VI, de 1748,
y posteriormente en 1833 en las Ordenanzas
Generales de Montes.
Las primeras Instrucciones de Ordenación de los
Montes Públicos datan de 1865, habiendo sido
posteriormente promulgadas nuevas Instrucciones
en 1890, 1930 y 1970. En ellas ya se ajustaban los
aprovechamientos de los montes al principio de
persistencia sostenida de los recursos forestales
renovables, dando origen al tradicional concepto
de los forestales españoles del “aprovechar
conservando”.
El éxito de los métodos aplicados ha propiciado
que, en los países desarrollados, el objetivo
original de defender los bosques existentes y
restaurar parte de las zonas degradadas se haya
cumplido en mayor o menor medida. En la
actualidad, una vez satisfechas las necesidades
en producciones directas, la sociedad desea usar
sus montes para una multiplicidad de funciones
y la gestión forestal debe reflejar este cambio,
además de aplicar plenamente el objetivo de la
sostenibilidad.
Así, el concepto de desarrollo sostenible se
basa en tres pilares: la conservación del medio
ambiente, el desarrollo económico y la cohesión
social. En ese sentido, la gestión forestal
sostenible supone una ampliación de los objetivos
clásicos de persistencia, rendimiento sostenido
y máximo de utilidades para poder adoptar
un enfoque en el que se consideren aspectos
como la población de los espacios forestales, la
conservación del suelo, la calidad del agua o la
diversidad biológica y paisajística, entre otros.
Frente a estos retos el Ministerio de Medio
Ambiente inició un proceso de reforma de la
política forestal española que se materializó, en
un primer momento, en la Estrategia Forestal
Española (aprobada en 1999) y posteriormente en
la redacción del Plan Forestal Español (aprobado
en 2002), para que articule y sitúe en el tiempo
y en el espacio las líneas políticas definidas en la
Estrategia así como la consecución de los apoyos
institucionales que permitan realizar dicha reforma,
para finalizar con la redacción y aprobación de la
Ley 43/2003 de Montes.
Certificación
forestal
En aquella Estrategia Forestal Española ya se hacía
mención a lo que supone la certificación forestal
diciendo: “Los sistemas de certificación forestal y de
etiquetado son instrumentos basados en el mercado
Abril 2009 19
Foto: Margarita Hernández
y dirigidos primordialmente a fomentar la gestión sostenible
de los bosques y la utilización de productos forestales
procedentes de fuentes renovables y sostenibles.”
Así pues, la certificación forestal es una herramienta que
pretende vincular de forma directa el comercio de los
productos forestales con la gestión sostenible de los bosques
de los que proceden, permitiendo que el consumidor
diferencie qué bienes son aquellos en los que durante su
fabricación se han utilizado materiales procedentes de
montes ordenados y gestionados de forma sostenible.
La Ley de Montes define oficialmente el término como
“procedimiento voluntario por el que una tercera parte
independiente proporciona una garantía escrita tanto
de que la gestión forestal es conforme con criterios de
sostenibilidad como de que se realiza un seguimiento fiable
desde el origen de los productos forestales”.
La certificación forestal es sin duda la mejor alternativa
para asegurar el origen de los productos forestales, frente
20
a los boicots a la importación de madera tropical
promovida por ONG en el pasado, y la proliferación
de declaraciones de buena gestión, sin credibilidad,
que crea confusión tanto a productores como a
consumidores.
Los montes españoles se ven afectados por
numerosos problemas que van desde la falta de
planificación y ordenación de los recursos o prácticas
forestales inadecuadas, hasta la falta de participación
de la comunidad local o la pérdida de diversidad
biológica.
En España conviven dos sistemas de Certificación
Forestal, ambos de aplicación internacional:
W FSC o Forest Stewardship Council, cuyo ámbito de
aplicación es mundial.
W PEFC o Paneuropean Forest Certification,
con un ámbito de aplicación que inicialmente
estuvo centrado básicamente en Europa aunque
actualmente es de aplicación mundial.
Se trata de los dos únicos sistemas internacionales
que pueden respaldar proyectos nacionales.
FSC
El FSC- Forest Stewardship Council (Consejo
de Administración Forestal), es una organización
independiente, no gubernamental y sin ánimo de
lucro, que fue creada en 1993, un año después de
la cumbre de Río, con el propósito de aplicar las
resoluciones de la misma a las masas forestales de
todo el planeta y su entorno.
Esta organización internacional es, organizativamente,
una asociación de miembros cuya instancia superior
es la Asamblea General, formada por tres cámaras
(económica, social y ambiental) todas ellas con el
mismo peso en número de votos. Cada cámara está
dividida en dos sub-cámaras que se reparten de forma
ecuánime el poder de decisión: 50% para miembros de
países del “Norte” y 50% para países del “Sur”.
Su objetivo es promover una gestión forestal que sea
económicamente viable, socialmente beneficiosa y
ambientalmente apropiada en los bosques de todo el
mundo; para lo cual trata de coordinar un marco global
de trabajo y de actuar como sistema de acreditación de
entes certificadoras.
WWF/Adena viene apoyando y trabajando en la
promoción del sistema de certificación FSC desde
1.996. La labor de esta organización durante todos estos
CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL
FSC-España
Superficie
(Has)
Superficie Total certificada
126.819
Nº CERTIFICADOS DE CADENA DE CUSTODIA:
140
Datos actualizados a 23 de marzo de 2009
Fuente: http://www.fsc-spain.org
años ha sido la de coordinar y apoyar la constitución del
denominado Grupo de Trabajo para la Elaboración de
los Estándares Españoles de Gestión Forestal para la
Certificación FSC (GT), desempeñando la función de
Secretaría del mismo, una vez formado.
Transcurridos casi 13 años de intenso trabajo,
actualmente el sistema cuenta con Estándares
Españoles aprobados por FSC en enero de 2006.
Dichos Estándares se han revisado recientemente
para incluir indicadores específicos para SLIMF. Dicha
revisión fue aprobada por los Servicios de Acreditación
de FSC Internacional (ASI) en marzo de 2008.
CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL Y
CADENA DE CUSTODIA
FSC-Mundial
Número total de hectáreas certificadas
106.834.864
Número de certificados de Gestión forestal
954
Número de certicados de cadena de custodia
11847
Número de países con certificado de gestión
forestal/Cadena de custodia
92
SOCIOS DE FSC
740
Datos actualizados a 31 de diciembre de 2008
Fuente: http://www.fsc.org
PEFC
El PEFC- Programme for the Endorsement of
Forest Certification schemes, que inicialmente se
llamó Paneuropean Forest Certification nace el 30 de
junio de 1998 como alternativa a la rápida expansión
del FSC en Suecia.
El PEFC se definió a raíz de las conferencias
interministeriales de Helsinki (1993) y Lisboa (1998),
en las que los ministros europeos (representando
entonces a los gobiernos de 37 países) adoptaron los
Criterios e Indicadores Paneuropeos de la Gestión
Forestal Sostenible.
Abril 2009 21
CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL
PEFC-España
Superficie (has)
Certificación regional
740.640
Certificación de grupo
19.019
Certificación individual
325.169
Superficie Total certificada
1.084.828
Nº de certificados expedidos: 21
CERTIFICADOS DE CADENA DE CUSTODIA:
Nº/instalaciones
Individuales
129/129
Multisite
21/225
Total
150/354
Fuente: http://www.observapefc.es y http://www.pefc.es
Y por ello el desarrollo del proceso PEFC fue
recomendado por el Comité Económico y Social,
órgano consultivo de las Instituciones de la Unión
Europea, a través de su Dictamen 1138/99.
Estos Criterios e Indicadores admiten la mejora
continua, pudiendo ser revisados cada cinco años,
y permiten evaluar la implantación de la Gestión
Forestal Sostenible (GFS)
CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL Y
CADENA DE CUSTODIA
PEFC-Mundial
Número total de hectáreas certificadas
Número de certicados de cadena de custodia
Número de usuarios del logo
Número de países con certificado de gestión
forestal/Cadena de custodia
224.040.379
4.893
31.835
44
Fuente: http://register.pefc.cz/statistics.asp
Foto: Miguel Perales
22
El PEFC proporciona el marco para el desarrollo de
los principios comunes para la certificación. También
establece los mecanismos para el reconocimiento
mutuo de los sistemas de certificación desarrollados
por los distintos países participantes. Y por último,
ofrece una marca colectiva, el logo PEFC, que
garantiza que el producto forestal proviene de un
bosque gestionado con criterios de sostenibilidad.
En el proceso PEFC, entidades independientes,
oficialmente autorizadas y totalmente ajenas a PEFC,
se aseguran y certifican por escrito que los productos
marcados con el sello PEFC proceden de montes
gestionados de manera sostenible.
España
Área certificada
%
PEFC
Superficie total (ha)
50.727.289
Superficie forestal (ha)
27.440.076
Superficie forestal arbolada (ha)
17.894.488
2,13%
1.084.828
3,95%
6,06%
FSC
Superficie total (ha)
50.727.289
Superficie forestal (ha)
27.440.076
Superficie forestal arbolada (ha)
17.894.488
Esto último, que afecta a los ámbitos medioambiental,
económico y social, quiere decir que la gestión de
dichos montes se ha llevado a cabo fijando objetivos
de conservación del medio ambiente, mejora
de la productividad y promoción del desarrollo
socioeconómico en el entorno rural, según los
Criterios Paneuropeos definidos por las Resoluciones
de las Conferencias Ministeriales ya mencionadas
sobre la Protección de Bosques en Europa
El sistema PEFC representa actualmente casi el 70%
de la superficie certificada en el mundo.
PEFC ha impulsado el proceso de globalización de este
Sistema, convirtiéndose en el líder mundial en cuanto
a número de hectáreas certificadas, al representar
actualmente casi el 70% de la superficie certificada, con
más de 200 millones de has en todo el mundo.
PEFC-España certifica la gestión forestal sostenible
de acuerdo con una serie de normas UNE- 162.000 de
GFS elaboradas en el seno de AENOR, en un proceso
abierto a todas las partes implicadas. Estas normas
desarrollan los criterios e indicadores paneuropeos
según los cuales entidades independientes a
PEFC-España certifican en el Estado español. La
acreditación de las entidades facultativas para certificar
los bosques y sus productos por el esquema PEFCEspaña corre a cargo de ENAC.
Los datos que presentan ambos sistemas son
alentadores y demuestran el interés con el que ha
acogido el sector forestal esta nueva herramienta.
La tabla siguiente resume los porcentajes de
superficie certificada frente a los totales de España.
Nuestro país se encuentra entre los quince países con
más hectáreas certificadas en el mundo según el ranking
elaborado por PEFC Council. Dicho ranking está
encabezado por Canadá, Estados Unidos, Finlandia,
Australia, Suecia, Noruega y Alemania. Sin embargo,
el porcentaje nacional de superficie certificada sigue
0,25%
126.819
0,46%
0,71%
siendo pequeño (6’06%PEFC+0,71% FSC) respecto
a la superficie forestal arbolada en términos absolutos.
Pero si tuviéramos en cuenta el hecho de que toda
aquella superficie certificada debe tener actualizados
los documentos de gestión forestal (ordenación, plan
técnico, etc), el 7% se convierte en un dato importante
ya que partíamos de valores inferiores al 1%.
El apoyo que están recibiendo ambos sistemas por
parte de las Administraciones Públicas se convierte en
vital para que ambos procesos continúen avanzando.
La fiabilidad de la gestión de los recursos naturales
que se lleva a cabo es importantísima de cara a
la potenciación de los mismos, como materiales
renovables, frente a otras materias primas que
tanto en su producción como al final de su vida útil
generan contaminantes y residuos que perjudican
nuestro entorno.
Un buen conocimiento del logo mejorará la
opinión pública sobre el empleo de madera y los
aprovechamientos forestales, que no son más que
una parte de la gestión forestal sostenible.
A su vez, este impulso podrá aprovecharse en la
creación de políticas forestales más activas, que
repercutirán en un fortalecimiento del sector, así
como en beneficios ambientales, económicos y
sociales, como consecuencia de lo primero, sobre
todo en las zonas rurales.
Consecuencias
positivas de
la certificación forestal
En general, las consecuencias positivas de la
certificación forestal para la sociedad son:
W la conservación y mejora de las masas forestales
W la mejora de la competitividad, al dotar a los
Abril 2009 23
productos de garantías medioambientales
la generación de empleo gracias a los productos del
monte que, además de la madera, son: pastos, resinas,
corcho, leña
W el desarrollo de las poblaciones rurales y de nuevas
formas de ocio relacionadas con el disfrute de la
naturaleza, ambas propiciadas por el cuidado del entorno
W optimización de la función de captura de CO
2
atmosférico para la mitigación de los efectos del
calentamiento global en su actuación como sumidero
de CO2
Los consumidores deben conocer el significado de
estos logos y valorarlos adecuadamente. Para ello ambos
sistemas deberán invertir en la promoción de los mismos,
ya que los escasos estudios existentes de asociaciones
de consumidores denotan, a día de hoy, un gran
desconocimiento de los mismos.
La sociedad debe conocer que el 20% de las emisiones
de gases efecto invernadero a la atmósfera proviene,
según datos de la FAO, de los bosques mal gestionados,
la deforestación y la degradación de los suelos. Y que,
al mismo tiempo, los bosques del mundo son capaces
de fijar el 15% de las emisiones mundiales. Por tanto el
asegurarnos una gestión adecuada y una puesta en valor de
los productos y servicios obtenidos permitiría una mejora
considerable de dichos porcentajes.
Es importante destacar que grandes grupos empresariales
y cadenas de distribución están apostando por incluir
productos con certificados forestales en sus políticas
estratégicas medioambientales, facilitando la llegada al
público de dichos productos.
Por último, cabe resaltar la importancia de impulsar la
implantación universal de la certificación forestal y evitar,
por otra parte, que las explotaciones más pequeñas y con
menor acceso a las condiciones técnicas y económicas de
los sistemas de certificación, se encuentren en inferioridad
de condiciones en los mercados de productos forestales.
Por este motivo las certificaciones Regionales o de Grupo
son fundamentales en países como España en los que
el número de pequeños propietarios suponen un alto
porcentaje respecto al total. De otra manera, no podrían
competir con los que dispongan de más medios y más
capacidad organizativa.
En definitiva, la certificación es una garantía de
calidad de gestión y los montes españoles gestionados
correctamente como generadores de bienes de consumo
deben ser distinguidos con esta etiqueta para estar
presentes en los mercados y estar valorados como se
merecen por los consumidores.
W
ENLACES DE INTERÉS
www.fsc-spain.org
www.pefc.es
www.fsc.org
www.greenpeace.org/espana/
campaigns/bosques/soluciones/
certificaci-n-forestal-fsc
www.terra.org/html/s/rehabilitar/
madera/
www.wwf.es
www.fao.org/forestry
www.certified-forests.org
www.observapefc.es
www.sostenibilidadforestal.es
www.pefc.org
24
Los Montes de Valsaín, en la provincia de
Segovia, son de titularidad pública y un
ejemplo desde hace siglos de gestión forestal
ordenada, compatible y sostenible.
Foto: Javier Donés.
6
La Gestión
Forestal
de los
Montes
de Valsaín
Texto: Javier Donés Pastor
Director del Centro Montes y Aserradero de Valsaín. O. A.
Parques Nacionales Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
L
os Montes de Valsaín, en la provincia de
Segovia , son de titularidad pública y un ejemplo desde
hace siglos de gestión forestal ordenada, compatible
y sostenible. Sus casi once mil hectáreas de extensión
dan cobijo a más de 800 especies de flora y a 100
especies de aves. Esta riqueza natural convive con el
aprovechamiento forestal sostenible de los montes,
el Aserradero y el Uso Público. Además, los Montes
de Valsaín suponen un sumidero de CO2 con una
fijación neta anual de 39.904 tm.
El Organismo Autónomo Parques Nacionales
(OAPN), dependiente del Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino es propietario
en el Término Municipal de San Ildefonso de los
Montes Matas y Pinar de Valsaín Nos 1 y 2 del
C.U.P de la provincia de Segovia. Estos montes
poblados principalmente por pino silvestre y
rebollo se extienden sobre 10.668ha en las umbrías
de Peñalara, Siete Picos y La Mujer Muerta.
Los Montes se Valsaín pertenecieron desde el
Siglo XII a la Comunidad de Ciudad y Tierra de
Segovia, su Junta de Nobles Linajes y el Común
de la Tierra. También desde antiguo estuvieron
vinculados a la Corona, quién primero a través de la
Casa del Bosque y después con el Palacio de Valsaín
fue iniciando su presencia en este Valle. Primero
se adquirieron terrenos alrededor del Palacio de
Valsaín como El Bosque, El Parque y el Plantío,
posteriormente, Carlos III en 1761 incorpora los
Montes de Valsaín al patrimonio de la Corona.
Parte de la superficie adquirida por Carlos III quedó
desvinculada de la propiedad Real como consecuencia
Abril 2009 7
de diferentes avatares provocados por las leyes
desamortizadoras que llevaron a que el Monte Matas
pasara temporalmente a manos privadas.
Durante la Segunda República formó parte
del Patrimonio de la República y en 1940 se
incorporaron al Patrimonio Nacional, quien fue su
propietario hasta que en 1982 y como consecuencia
de la Ley Reguladora de los Bienes de Patrimonio
Nacional (Ley 23/82 de 16 de junio) la propiedad
pasa al ICONA. Tras la desaparición de este
organismo en 1995 la propiedad de los montes
queda en manos del OAPN.
Reales Cédulas,
Ordenanzas y
Proyectos
de Ordenación
El aprovechamiento de estos montes se puede
considerar que viene realizándose de forma continua
y bajo diferentes formas desde el siglo XII. Para su
Sobre la superficiede los Montes discurren múltiples sendas
u caminos utilizados por montañeros y excursionistas,
disponiéndose de las áreas recreativas de Boca del Asno,
Los Asientos y Robledo. Foto: Javier Donés.
8
Tras la desaparición del ICONA en 1995 la propiedad de los Montes
de Valsaín queda en manos del Organismo Autónomo Parques
Nacionales
gestión, conservación y en muchas ocasiones para
evitar problemas y conflictos entre sus propietarios,
derivados en muchas ocasiones de irregularidades
en su aprovechamientos, los Reyes promulgaron
diferentes Reales Cédulas y Ordenanzas. Debe llegar
el siglo XIX y la implantación de la ciencia forestal
en España para que en 1888 y 1889 se redacten
y aprueben los Proyectos de Ordenación de los
montes Matas y Pinar de Valsaín. Ambos proyectos
son anteriores a la publicación en 1890 de las
“Instrucciones para el servicio de las ordenaciones de
montes públicos”. Desde entonces el monte Pinar ha
tenido seis revisiones de su ordenación (años 1941,
1948, 1959, 1965, 1990 y 1999) y el monte Matas por
diferentes causas solo dos (años 1993 y 2003).
La superficie de este bosque se encuentra incluida
en la actualidad dentro de la ZEPA Sierra del
Guadarrama, habiendo formado con anterioridad
parte de la denominada como Montes de Valsaín,
una de las primeras declaradas en España.
Forma parte de la Red Natura 2000 y por ello es
considerado como un espacio natural protegido en la
legislación española.
Sobre 587 ha del Monte Pinar, se declaró en el
año 1930 el “Sitio Natural de Interés Nacional del
Pinar de la Acebeda”, junto con otros dos lugares
de idéntica catalogación intentaron representar el
bosque, la piedra y la alta montaña, características
del Guadarrama, cuando por esas fechas fracasa un
intento para declarar el Guadarrama como tercer
Parque Nacional.
En la actualidad la gestión se realiza siguiendo lo
establecido en los documentos:
W VI Revisión de la Ordenación Forestal del Monte
Pinar de Valsaín.
W II Revisión de la Ordenación Forestal del Monte
Matas de Valsaín.
W I Revisión de la ordenación Silvopastoral de Los
Montes de Valsaín.
W IV Plan Cinegético del Coto Montes de Valsaín.
W Sistema de Gestión Forestal Sostenible.
Se pretende desde el OAPN una gestión en la que
se compatibilice el uso forestal, el aprovechamiento
ganadero, la conservación de la flora y la fauna
existente en los Montes, el paisaje, el uso público, así
como poner en valor los legados que la historia ha
dejado en estos bosques.
Riqueza florística
y faunística
Desde lo alto de la sierra en las cumbres de Peñalara
o Siete Picos, hasta las zonas más bajas de los Valles
de los Ríos Eresma, Acebeda y Peces, cerca de los
Jardines del Real Sitio y del Pantano del Pontón Alto,
la vegetación se extiende en múltiples teselas que se
componen de un catálogo florístico que supera las
800 especies. Aún así el visitante verá principalmente
pinares en la mayor parte de su superficie, coronados
en las partes altas por jabinos, piornos y pastizales.
Por debajo del pinar, primero la mezcla de éste con
el roble y después los robledales puros, encinares,
pastizales y matorrales de estepa. También se
encuentran chopo temblón, avellanos, tejos, acebos,
serbales, etc.
En Valsaín se pueden encontrar más de 100 especies
de aves nidificantes, como el buitre negro, el águila
imperial, la cigüeña negra, el buitre leonado en
sus extensos dormideros, garzas, autillos, milanos,
herrerillos, picapinos, etc.
El jabalí y el corzo junto con la ardilla, pueden
ser observados con facilidad, pero en el bosque
también nos encontraremos nutrias, gatos
monteses, musarañas, topos y más de quince
especies de murciélagos.
En zonas húmedas aparecen salamandras, tritones,
ranas y sapos y en los cauces trucha, gobio, y
bermejuela. En verano podremos toparnos con la
víbora hocicuda, culebra de collar, lagartija serrana y
lagarto verdinegro.
Tal vez quienes más diversidad aporta al bosque son los
insectos, con mariposas tan atractivas como Parnasius
apollo o Graelsia isabelae, o con insectos que llegan a
suponer problemas de plagas como los barrenillos del
pino entre los que destaca Ips acuminatus.
Abril 2009 9
Aprovechamiento
forestal
La superficie de los montes se encuentra dividida
en 25 cuarteles, la mayor parte de ellos destinados a
producción, otros a diferentes usos y al menos uno
de 813 ha a protección. El método de ordenación
de los cuarteles productivos es el de tramo
móvil, realizándose resalveos sobre las masas de
roble cuya posibilidad ronda los 500m3 anuales y
aplicándose cortas por clareos sucesivos uniformes
en los cuarteles de producción de pino silvestre
donde la corta asciende a 32.500m3. Parte de esta
madera, es subastada en cargadero y las mejores
piezas son destinadas al Aserradero, cuando este
presenta un funcionamiento ordinario.
El aprovechamiento forestal se compatibiliza con
otros elementos que en el bosque existen. Así se
establecen restricciones a las cortas por razones
paisajísticas, por existencia de determinados hábitats,
por dimensiones del arbolado, por motivos derivados
de la orografía, etc. Además de existir casi 900 ha en
donde los pinares y otras formaciones evolucionan
de forma natural. Sobre parte de la margen izquierda
del Río Acebeda, se trabaja con el pino y el acebo,
para conseguir en el futuro un rodal de más de 50
ha de acebo. A la fecha existente como un tupido
sotobosque del pinar.
La presencia de buitre negro y águila imperial,
conlleva restricciones de época de corta así como
de ausencia de ésta en determinadas áreas alrededor
de los nidos. Con este sencillo sistema Valsaín ha
logrado ser una de las grandes colonias de buitre
negro de la Península Ibérica y albergar tres parejas
nidificantes de imperial. Parte de la superficie de
ambos montes conforma el Área Critica SG- 3
establecida en la Estrategia de Castilla y León para
la conservación del águila imperial ibérica.
Sistema
de Gestión
Forestal
Sostenible
Con la intención de mejorar la gestión
de los montes, se implantó a finales de
2.003 un Sistema de Gestión Forestal
Sostenible (SGFS).
Foto: Javier Donés.
10
Con la intención de mejorar la gestión de los
montes, se implantó a finales de 2.003 un
Sistema de Gestión Forestal Sostenible (SGFS),
La Gestión Forestal Sostenible que el OAPN realiza sobre los
Montes de Valsaín y su excelente estado de conservación, los hará
merecedores, en breve plazo, de formar parte del Parque Regional
del Guadarrama
entendiendo la GFS como “La administración y uso
de los bosques y terrenos forestales de una forma y
una intensidad tales que mantengan su biodiversidad,
productividad, capacidad de regeneración y vitalidad
y su capacidad para atender ahora y en el futuro las
funciones ecológicas, económicas y sociales, a escala
local, nacional y global y sin ocasionar perjuicio a
otros ecosistemas” (MCPFE-Helsinki 1993).
En un principio se planteó un sistema compuesto
por un Manual de Sistema, un Procedimiento de
Control de Cortas, otro de Incendios y otro de
Manejo de Plagas. Con el paso del tiempo se han
ido modificando y mejorando los procedimientos,
ampliándose con los de Gestión de Madera
Muerta, Control y Seguimiento de Proyectos de
Investigación, Evaluación de Hábitats y Taxones
de Fauna y Flora y Participación y Resolución de
Conflictos. El Sistema actual está compuesto por
25 documentos.
Tras la correspondiente implantación y auditoria
interna, el OAPN procedió a realizar los
correspondientes procesos de certificación. Poco
antes había sido publicada la Ley 43/2003 de Montes
en la que en diferentes artículos se promovía y
potenciaba la Certificación Forestal. Al depender
los Montes de Valsaín del Ministerio que preparó y
promovió la citada Ley, parecía lógico que el Monte
más representativo propiedad de la Administración
del Estado, cumpliera con las recomendaciones de
la misma. No parecía tampoco lógico escoger por
parte de la Administración a ninguno de los sistemas
de certificación implantados en España. Por ello
se decidió que Valsaín se certificara, de ser posible,
tanto por el Sistema PEFC como por el FSC. Así
tras las correspondientes auditorias la gestión de
los Montes Matas y Pinar fue reconocida con los
certificados PEFC/14-23-00008 con fecha 12 de
noviembre de 2004 y SW-FM/COC-1441 para el
sistema FSC con fecha 24 de febrero de 2005.
Sumidero
de CO2
La gestión de estos montes tiene en cuenta también
la necesidad de disminuir las emisiones de CO2.
En esta línea, recientemente, se han modificado los
sistemas de tratamiento de los restos producidos
en las operaciones de corta de arbolado y en las
claras. En determinados casos las ramas y ramillas
son sacadas a cargadero donde se separa la leña de
la ramilla, en otros se incorpora al terreno la ramilla
fina y la acícula (donde se concentran la mayor
parte de nutrientes) sacándose las leñas a cargadero.
En las claras se realiza la saca del árbol entero,
desramándose y despuntando en cargadero donde
se concentra el residuo. Las leñas son destinadas a
consumo de la población local o a la industria del
tablero. La ramilla y acícula se pretende destinar,
mediante aprovechamiento aprobado recientemente,
a su valorización como biomasa destinada a la
producción de energía eléctrica.
Más importancia para esta disminución del CO2
tiene el carácter de sumidero de los montes. En el
año 2003 se procedió al cálculo de las toneladas
de CO2 fijadas en los montes por las dos especies
principales, pino silvestre y rebollo. Se obtuvo
una fijación neta anual de 39.904 tm. (Una vez
descontadas las toneladas correspondientes a la
madera extraída del monte anualmente y una fijación
total, actualizada a 2008 de 4.072.806 tm.
Restauración
del Aserradero
La mayor parte de la madera de pino silvestre
obtenida de la gestión de los montes se ha destinado
tradicionalmente al Real Taller de Aserrío de Valsaín.
El OAPN destinaba la fracción de mayor calidad
Abril 2009 11
Se pretende desde el OAPN una gestión en la que se compatibilice
el uso forestal, el aprovechamiento ganadero, la conservación de la
flora y la fauna existente en los Montes, el paisaje, el uso público,
así como poner en valor los legados que la historia ha dejado en
estos bosques
de la posibilidad anual a su transformación en tabla
y tablón de gran calidad y en sus subproductos al
Aserradero heredero del que el Real Patrimonio
implantó a finales del siglo XIX en Valsaín.
Desgraciadamente la producción de este aserradero
que fue modernizado por ICONA a partir de 1983,
ceso temporalmente en su actividad tras el incendio
producido en día 1 de octubre de 2005. A la fecha
12
se han finalizado las obras de restauración de la
nave que lo albergaba y tras la preparación de un
proyecto de modernización de su maquinaria, se ha
firmado recientemente el contrato de suministro que
supondrá su puesta en marcha en próximas fechas.
Durante este periodo se ha dispuesto de una
pequeña producción con un carro móvil, poniéndose
a disposición del mercado la madera obtenida en
las cortas a través de subastas de lotes de diferente
cuantía en cargadero.
También durante este periodo se han realizado
importantes trabajos de consolidación y de
restauración del primitivo aserradero de principios
de la década de los ochenta del siglo XIX. La
nave restaurada, autentica joya de arqueología
industrial, albergó la maquinaria original movida
por una maquina de vapor Corliss construida en
Gand (Bélgica) con un volante de 4,92 metros de
diámetro. Se han mantenido tras unos interesantes
trabajos de conservación, las cerchas originales
de una luz cercana a los 16 metros que tiene de
ancho la nave. A la fecha se encuentra en fase de
redacción un proyecto para la implantación en
este edificio y en superficies anejas de un Centro o
Museo de la Madera.
A la gestión de este espacio, el OAPN destina
anualmente parte de sus recursos, tanto humanos
como presupuestarios. Una plantilla de 52
trabajadores dedicada a trabajos de señalamiento,
medición, mantenimiento, transformación,
vigilancia, administración y técnicos, así como un
adecuado presupuesto que permite la ejecución
de trabajos selvícolas, cortas, mantenimiento
y mejora de infraestructuras, conservación,
Estos montes poblados principalmente por pino silvestre
y rebollo se extienden sobre 10.668ha en las umbrías de
Peñalara, Siete Picos y La Mujer Muerta.
Foto: Javier Donés.
Abril 2009 13
Foto: Javier Donés.
estudios, seguimientos, etc. No se descuida la
revisión periódica de los documentos de gestión.
Actualmente se encuentra en licitación el proyecto
de 7ª Revisión de la Ordenación del Monte Pinar y
2ª Revisión de la Ordenación Silvopastoral de los
Montes de Valsaín. El inventario incluye el uso de
nuevas tecnologías LIDAR u en ambos proyectos se
incluyen pequeños procesos de participación.
Durante este año 2009 y financiadas por el Plan de
Dinamización de la Economía promovido por el
Gobierno y conocido como “Plan E”, se realizaran
en los Montes de Valsaín una serie de inversiones
extraordinarias por un importe de unos 6.000.000 de
euros. Aprovechando esta necesidad y obligación de
servir de instrumento a las políticas de empleo del
Gobierno generando más de 130 empleos, se han
iniciado trabajos que pretenden la realización de 470
ha. de claras y clareos y 300 ha de podas en altura de
árboles de porvenir, la recuperación del paseo de las
Pesquerías Reales así como de la Casa Eraso y otros
diversos vestigios del patrimonio histórico cultural
existente en Matas y Pinar, la recuperación de caminos
y áreas de recreo, la mejoras de infraestructuras
ganaderas o la recuperación de los cerramientos de
mampostería en seco existentes en Valsaín desde los
siglos XVIII y XIX, ente otras actuaciones. De esta
forma se consolida un importante patrimonio de los
montes de Valsaín difícilmente asumible dentro de un
presupuesto ordinario.
Uso Público
Otra faceta de gran importancia en la gestión de
estos montes es el Uso Publico. Sobre su superficie
discurren múltiples sendas u caminos utilizados por
montañeros y excursionistas, disponiéndose de las
áreas recreativas de Boca del Asno, Los Asientos y
Robledo. En la primera se encuentra el Centro de
Interpretación de Boca del Asno, desde el que se
centraliza esta actividad en los Montes de Valsaín
y que nos permite llevar a nuestros visitantes
el mensaje de conciliación entre uso forestal,
conservación del patrimonio natural y cultural y
disfrute de los usuarios, del monte y sus zonas
de recreo. Desde Boca del Asno y otros lugares
se proponen a los paseantes diferentes ofertas de
rutas autoguiadas o guiadas durante el verano. Estas
14
Foto: Javier Donés.
se complementan con la oferta que también se
propone desde el Centro Nacional de Educación
Ambiental (CENEAM) cuyas instalaciones se
asientan sobre terrenos del monte Matas de Valsaín.
La Gestión Forestal Sostenible que el OAPN
realiza sobre los Montes de Valsaín y su excelente
estado de conservación, los hará merecedores, en
breve plazo, de formar parte del Parque Regional
del Guadarrama, que la Junta de Castilla y León
pretende declarar en breve plazo y cuya normativa
complementara los trabajos que se dedican a
su correcto tratamiento.
Actualmente la Consejería de
Medio Ambiente se encuentra
estudiando las múltiples
alegaciones presentadas, en
el trámite de audiencia, al
texto del PORN. Este tramite
de audiencia se realizó tras
un proceso de participación
que facilitó el debate, el
conocimiento publico, y las
aportaciones de diferentes
colectivos al Plan.
En un futuro no muy lejano
esperamos participar en la
Foto: Leopoldo Centeno.
incorporación de una parte
de los Montes de Valsaín al
deseado y esperado durante
más de ochenta años, Parque
Nacional del Guadarrama. Está claro que esto
supondrá una modificación parcial de la gestión
forestal que durante siglos se ha desarrollado de
manera ordenada, compatible y sostenible en los
Montes de Valsaín, pero también debe quedar claro
que contribuirá a la conservación de la que tan
necesitada está nuestra Sierra de Guadarrama y a la
ampliación de los ecosistemas ibéricos conservados
y perpetuados en el futuro que pretende la Ley de la
Red de Parques Nacionales.
Abril 2009 15
2
Plan 45
millones
de
árboles
Texto: Dirección General de Medio Natural
y Política Forestal
Fotos: Álvaro López
E
l origen de la iniciativa, que consiste en
la plantación de 45 millones de árboles, es un
compromiso del PSOE en su Programa Electoral
para las elecciones generales de 2008, incluida bajo el
título “Progreso sostenible: el cambio climático, una
oportunidad de futuro”.
En los Presupuestos Generales del Estado de 2009 se
recoge con carácter específico la dotación crediticia
que ha permitido poner en marcha la financiación
del Plan, siendo la plantación de estos 45 millones
de árboles (más de 61.000 hectáreas) adicional a las
plantaciones de los Programas de la Administración
General del Estado y de las Comunidades Autónomas
(CCAA) en el marco del Plan Forestal Español que
hasta ese momento existían.
La estructura de dicho Plan se realizó atendiendo
a los objetivos específicos de mitigación de la
desertificación, recuperación e incremento de la
biodiversidad y de los ecosistemas autóctonos,
fijación del carbono atmosférico y lucha contra
el cambio climático: captación de CO2 fijándolo
a largo plazo (30 años) en una cantidad que se
puede estimar en 3,6 millones de toneladas de
CO2, con un potencial de absorción en el ámbito
del Protocolo de Kioto estimado en 365.672,18
toneladas de CO2 equivalentes durante el primer
período de compromiso.
Este Plan, además nos permitirá contribuir a la
vinculación de la población del medio rural al
espacio forestal, tanto por la inversión (más de 90
millones de euros de 2009 al 2012) como por el
empleo asociado al mantenimiento y gestión de los
espacios forestales restaurados.
El ámbito territorio será, entre otros, los bienes
patrimoniales y dominios públicos gestionados
por la Administración General del Estado (fincas
gestionadas por el Organismo Autónomo de
Parques Nacionales, por las Confederaciones
Hidrográficas, bienes del Ministerio de Defensa,…),
así como en montes comunales y montes de propios
(patrimoniales) de ayuntamientos y corporaciones
locales, a través de convenios de colaboración
específicos en el ámbito del Programa “Más
Biodiversidad 2010” (desarrollado por la Federación
Española de Municipios y Provincias –FEMP- y la
Fundación Biodiversidad).
El Plan tal y como se configuró se presentó, entre otras
instituciones u órganos, al Consejo de Ministros, al
Consejo Asesor de Medio Ambiente y a la Comisión
Estatal para al Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
Abril 2009 3
La plantación o siembra será de especies
arbóreas o arbustivas autóctonas de la flora
peninsular, balear o canaria, según el territorio
donde nos encontremos y sus características.
4
La plantación o siembra será de
especies arbóreas o arbustivas
autóctonas de la flora peninsular, balear
o canaria, según el territorio donde nos
encontremos y sus características.
Se plantará o sembrará con
varias especies asociadas al
espacio a restaurar, en bosquetes
monoespecíficos o en mezcla íntima
de árboles y arbustos, y entre otras
especies se utilizarán: robles, encinas,
alcornoques, quejigos, hayas, fresnos,
olmos, tilos arces, castaños, alisos,
abedules, sauces, chopos, avellanos,
pinos, juníperos, laureles, tamarix, etc....
Las plantaciones se realizarán
conforme a unas directrices que
permitan una restauración del
medio natural siguiendo un modelo
o patrón de restauración para
cada espacio forestal, lo que nos
permitirá definir unas condiciones de referencia
o de naturalidad para ese espacio, debiendo
estar los trabajos de restauración a proponer en
Con las plantaciones se conseguirá fijación del carbono atmosférico
y lucha contra el cambio climático: captación de CO2 fijándolo a
largo plazo (30 años) en una cantidad que se puede estimar en 3,6
millones de toneladas de CO2
consonancia con una imagen objetivo basada
en las posibilidades de actuación en cada caso,
existiendo para cada proyecto la posibilidad de
implantar, prioritariamente un dosel arbóreo zonal
o intrazonal donde corresponda o si no es posible
establecer a medio o largo plazo esa masa arbolada
autóctona estable implantaríamos un estrato vegetal
de especies autóctonas colonizadoras, zonales o
intrazonales, etc.
Asimismo el diseño de las plantaciones se realizará
definiendo reglas modulares de plantación, que a
su vez se agruparán en rodales, bosquetes y grupos
y golpes de plantación, cuyo tamaño y forma nos
permitirá conseguir esa imagen objetivo de la
restauración del medio natural que perseguimos.
Finalmente estas plantaciones cuando con los años
se conviertan en masas forestales, nos permitirán
lograr múltiples funciones : desde mitigar el
cambio climático, hasta conservar, mejorar y
recuperar el patrimonio natural, el paisaje y la
biodiversidad, o promover un desarrollo rural
ambientalmente sostenible impulsando la creación
y el mantenimiento del empleo en zonas rurales y
a la gestión de los espacios protegidos, o reducir la
desertificación evitando tanto la pérdida de suelo
como de la disminución de la capacidad hídrica
de los embalses, permitirán aumentar la seguridad
ante riesgos ambientales como pueden ser las
actuaciones de protección y labores preventivas
para mejorar el comportamiento de los ecosistemas
frente al fuego, o cualquier otra perturbación
atmosférica que se presente.
Se plantará o sembrará
con varias especies
asociadas al espacio a
restaurar, en bosquetes
monoespecíficos o
en mezcla íntima de
árboles y arbustos.
Abril 2009 5
Descargar