nº 87 Abril 2009 1,50 € 64 El Pinar de Los Belgas en El Paular: Más de 160 años de gestión privada del bosque Texto y fotos: Elena Bravo Tomás Prensa. Colegio de Ingenieros de Montes S us más 160 años de gestión privada ininterrumpida son una poderosa razón para fijar nuestra atención en el llamado Pinar de los Belgas en la localidad de Rascafría (Madrid). Cotos, Valdesquí y la Bola del Mundo, un buen número de buitres negros y el sonido del agua del Río Lozoya. Es posible contemplar todo al mismo tiempo desde uno de sus picos más altos, el Monte Cabeza Mediana. Mientras, se realizan las actividades que la empresa forestal desarrolla en esta época del año, tales como desbroce y cortas de algunos árboles sin perjuicio para el desarrollo sostenible de la explotación. Al contrario, desde que el bosque es gestionado por la sociedad, el porcentaje de madera regenerada y aprovechada es mayor, gracias a la supervisión del grupo de Ingenieros de Montes que controla la evolución de los pinos. Conocido comúnmente como el “Pinar de los Belgas”, el monte Cabeza de Hierro se encuentra en el Término Municipal de Rascafría (Madrid), ocupando parte del Alto Valle del río Lozoya. El monte perteneció, desde la Renconquista y hasta 1675, a la Comunidad y Tierra de Segovia. Ese año, la Corona lo entrega al Monasterio de El Paular, hasta que en 1837, y debido a la Desamortización de Mendizábal, se puso en venta el monte. Fue entonces adjudicado a Andrés Andreu, quien en 1840 se lo vendió a la Sociedad Civil Belga de los Pinares del Paular. Esta es la sociedad antecedente a la actual propietaria: Sociedad Anónima Belga de los Pinares del Paular. Por tanto, la actual Sociedad propietaria lo ha sido durante los últimos 160 años. Descripción Nombre del Monte: Cabeza de Hierro (conocido como Pinar de los Belgas) Superficie: - Inforestal: 87’7 ha - Forestal: 1.966 ha Poblada: 1.895’7 ha Rasa: 70’3 ha Total: 2.053’7 ha Servidumbres: Pastos, leñas. Abril 2009 65 Figuras de Protección: Incluido parcialmente en el Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara; el resto del monte pertenece a la Zona Periférica de Protección de dicho parque. Incluido en la ZEPA del Alto Lozoya. Altitud: Entre los 1.300 y los 1.840 metros sobre el nivel del mar, constituyendo un característico paraje de montaña. Vegetación y Fauna: La especie principal es el pino silvestre, que forma masa pura de origen natural en la mayor parte del monte y es la única objeto de aprovechamiento. Es una especia autóctona y climática. También aparece el rebollo, asociada al pino, y siendo más abundante en las partes bajas. La vegetación acompañante es la típica del cortejo del pino silvestre: abedul, serval, tejo, álamo temblón y matorral de retamas, piornos, cambroños, brezo, acebo, helecho y enebro. De su fauna destaca la presencia de varios nidos de especies protegidas, principalmente buitre negro, lo que condiciona las épocas de trabajo en tales zonas: veda de febrero a agosto, ambos inclusive. Dentro de las especies cinegéticas aparecen algunos ejemplares de corzo y abundantes de jabalí. Se encuentran libres de caza. 66 Producción de pastos; Producción de hongos; Producción de caza y pesca; Uso recreativo; Protección de animales y vegetales, algunos de ellos singulares; Conservación y fomento de la biodiversidad; Protección del paisaje. Las cortas Estado socioeconómico Principal Aprovechamiento: Madera para sierra (la misma Sociedad propietaria posee serrería en Rascafría), madera para chapa. Se genera un elevado número de puestos de trabajo permanentes (guardería, serrería) y temporales (empresas forestales que se encargan de los aprovechamientos, de los inventarios…) El monte posee una adecuada red de vías de acceso, sobre la que se realiza el correspondiente mantenimiento. El aprovechamiento de pastos, hongos o caza no reporta beneficio económico alguno a la propiedad. Cada vez es más intenso el uso recreativo del monte. Desde hace ya bastantes años se realizan diversos trabajos de mejora de carácter silvícola, de protección, de creación y conservación de infraestructuras…, con cargo a la Sociedad propietaria, y en ocasiones, en el marco de programas de subvenciones de la Comunidad de Madrid. En el decenio 1987 a 1997, la Sociedad propietaria invirtió en estos conceptos un importe de más de 60.000€ Principales objetivos Adecuada consecución de los usos actuales y potenciales del monte: Producción de madera; Protección de suelos y regulación de regímenes hídricos; Junto a las cortas de aprovechamiento, se plantean inversiones en mejoras que atienden a la conservación del bosque: cortas de mejora; ayudas a la regeneración; defensa contra incendios forestales; defensa contra plagas, etc. La regeneración Las pequeñas semillas de pino silvestre que caen abundantemente más o menos cada cuatro años, dan lugar a unas pequeñas plantitas que es difícil imaginar que puedan llegar a ser como sus majestuosos progenitores de 120 años. Las dificultades que tiene que superar este regenerado son abundantes: deben enraizar con vigor, lo que es dificultado por la competencia de la hierba y los helechos; deben superar heladas intensas y sequías estivales; deben recibir el grado justo de luz pues un exceso de insolación las puede desecar y un exceso Abril 2009 67 68 de sombra proporcionada por el bosque espeso no deja que se desarrollen. Por eso hay que cortar árboles viejos para dar oportunidad a los jóvenes. También deben salvarse del mordisqueo del ganado… Una vez conseguida la regeneración, suelen nacer muchos pinos juntos. Al principio se defienden unos de otros, pero después, cuando empieza la poda natural, deben ser seleccionados los mejores para evitar que todos crezcan débiles, sin vigor, vulnerables a las plagas, enfermedades, derribos por nieve… aserradero, abastecido exclusivamente con las maderas procedentes del monte, se han mantenido 20 puestos de trabajo fijo y continuo. Hay que añadir además los puestos de trabajo generados de manera discontinua en trabajos de trabajos de aprovechamiento, transporte y mejoras y actividad de los ganaderos. Los resultados Los resultados de la gestión de los últimos años en cuanto a la regeneración de la masa y a los aprovechamientos de madera son evidentes: En 1957, el volumen de madera en pie era de 299.582 metros cúbicos. De ellos, el volumen de madera aprovechado entre 1957 y 1967 fue de 33.335 metros cúbicos. En 1997, 40 años más tarde, el volumen de madera era de 312.719 metros cúbicos, de los que, entre 1987 y 1997 se aprovecharon un total de 58.543 metros cúbicos. Se deduce de estas cifras la correcta evolución de la masa forestal gracias a la gestión sostenible que permite el aumento de forma continuada de árboles que componen el bosque, especialmente en pies jóvenes. A la vez ha aumentado la cantidad de madera que hay en él, y por tanto, el volumen de madera aprovechado. Beneficios para la sociedad El buitre negro: En relación con los servicios que el monte presta al conjunto de la Sociedad, expresado a través del mantenimiento de la colonia de una especie protegida de tanto interés como el buitre negro, sirvan de resumen los datos aportados por el Director del Parque Natural de Peñalara: El número de nidos de buitre negro dentro del Pinar de los Belgas en 1984 era de 18 unidades. En 1999, 15 años después, había ascendido a 57, con un incremento de casi tres nidos por año. En cuanto a los aspectos sociales, hay que destacar que en los últimos años y fundamentalmente a través del funcionamiento del Mejoras que se están aplicando Claras en latizales de pino silvestre, para mejorar crecimientos y dar mayor resistencia a la masa, a la vez que se reduce combustibilidad. Podas, más bien escamondas, sobre pies de diámetro medio de 20 cm y hasta 4 metros de altura, para mejorar la calidad de la madera, facilitar la transitabilidad y reducir la combustibilidad. Quema o astillado de despojos procedentes de cortas de mejora, de regeneración o de vendavales, para reducir riesgo de incendios y plagas. Escarificaciones sobre herbazales y helechares para ayudar a la regeneración natural. Mejora y mantenimiento de vías forestales y de puntos de agua, para facilitar trabajos y extinción de incendios. La fábrica Los procesos: Almacenamiento, descortezado, aserrado, tratamiento de la madera. Todos ellos, procesos limpios, no dan lugar a contaminación Abril 2009 69 en el proceso de fabricación, al contrario que la fabricación de otros materiales. Los productos: Tablas, tablones, vigas, madera para chapa, carpintería y contrucción. Subproductos que se reciclan: corteza y astillas. Madera de Pino Silvestre Procedencia: El Paular (Garantizada) Facturado por m3-m2-ml-Tn Vendido al detalle o por paquetes completos Todos los productos van etiquetados para mayor garantía y calidad. Cada pieza de madera y su número de paquete, van reflejados tanto en el albarán como en la factura, con el fin de garantizar la comprobación por el cliente de la calidad, la cantidad y el grado de secado-curación del producto comprado. Las vigas llevan un número único que permite emitir, a petición del cliente, un certificado de garantía individualizado. La trazabilidad de los productos es sin igual en el sector. 70 Calidades CLASE DESCRIPCIÓN (SIMPLIFICADA) Especial 4 caras sin nudos y defectos Primera 1ª 3 caras Segunda 2ª 1 cara y 1 canto Tercera 3ª Con nudos pero madera limpia entre nudos Cuarta 4ª Nudos grandes en toda la longitud Construcción C Resto Especie - Tipo de Madera - Procedencia: La madera es de Pinus sylvestris, cortada exclusivamente en el monte Cabeza de Hierro, lo que garantiza la procedencia Madera de El Paular y cuyo aprovechamiento asegura la regeneración natural de la masa forestal desde 1840 año de fundación de la empresa (y adquisición de dicho monte). Secado: Toda nuestra madera es cortada y puesta a secar al aire de forma natural, para evitar tensiones internas, minimizar fendas. Para comprobación del tiempo de secado, cada paquete de madera tiene en su etiqueta la fecha en la que se serró la madera.. Las vigas tienen un secado suficiente para evitar que la pieza adquiera una flecha desproporcionada, una vez puesta en carga (cuando se aplica una fuerza de flexión a la madera verde, se deforma fácilmente, una vez seca, la pieza queda curvada, como es el caso de una garrota). En caso de tener que hacer una escuadría especial, no se hace de un tronco verde, sino de una viga ya seca de mayor sección. Tratamiento: La madera recién cortada es tratada con fungicidas autorizados para evitar su azulado(cuyo princípio activo es el :2 Ticianometiltio Benzotiazol) (Registro Of. Prod. y Mat. Fitosanitario del MAPA nº:19.281/06 del 16/03/1994). Certificado de que la madera está libre de pentaclorofenol. Los problemas W Los incendios: Es el riesgo general y más importante en éste y en todos los montes españoles. Es muy importante que los visitantes, cada vez más numerosos, tengan cuidado con el empleo del fuego. Hay que vigilar en la época de especial peligro para el monte, y hay que acondicionar el monte para una segura extinción con pistas, puntos de agua, desbroces y quemas en invierno. Durante largo tiempo, la empresa construyó y mantuvo un puesto de vigilancia que ahora está a cargo de los bomberos. Mantiene balsas, un camión autobomba y un retén de cuatro personas durante la campaña. W La regeneración: Su consecución adecuada en cantidad, calidad, momento y localización es objetivo fundamental de toda gestión forestal de una masa arbolada, pero se enfrenta a cierto número de dificulta es debido a: W El pastoreo: Con el aumento de la ganadería de vacuno, fomentada por las subvenciones de la Unión Europea, el pastoreo pone en peligro la regeneración. W Competencia con el rebollo: con la aparición de matas de retoños en alta espesura resulta prácticamente imposible la instalación de nuevos pinos. W Presencia de zonas empradizadas, donde la regeneración se ve impedida o dificultada al actuar el tapiz herbáceo como barrera física al paso del sistema radical. W Las plagas y enfermedades: Los árboles, como todo ser vivo, padecen enfermedades. El sarro y las pudriciones son aquí peligrosos para el pino silvestre. No hay medicina para los árboles afectados. Se trabaja retirando los pies enfermos para que no contagien a los otros. Entre las plagas, la más preocupante es la de los escolítidos, que condicionan las épocas de apeo en cortas de regeneración y de mejora. La procesionaria no tiene incidencia intensa y frecuente. W Los vendavales y temporales de nieve: Periódicamente provocan descalces y roturas de fuste, aunque en menor medida que en otros montes colindantes donde la espesura, por ausencia de cortas, es mayor. W La relación con la Administración forestal, imprescindible para asegurar una gestión correcta en un monte de titularidad privada, presenta a menudo desencuentros y conflictos. Como ejemplos, planteados desde el punto de vista del gestor del monte privado: retrasos administrativos en la aprobación de Revisiones de ordenación; negación de ciertas subvenciones; falta de respuesta a consultas planteadas ante la ambigüedad de diversos puntos de legislación forestal; diferencia de criterios acerca de determinados tratamientos, como escarificaciones, resalveos… Abril 2009 71 Sede del Centre Tecnológic Forestal de Catalunya 56 Centre Tecnològic Forestal de Catalunya. Una apuesta por la sostenibilidad, la innovación y la competitividad Texto: Montserrat García Adjunta a dirección general del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya E l Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), con sede en Solsona (Lleida, España) nació el año 1996 en forma de consorcio participado por el Consell Comarcal del Solsonès, la Universitat de Lleida, la Diputació de Lleida, la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació, el Centre de Desenvolupament Rural Integrat de Catalunya (CEDRICAT) y la Generalitat de Catalunya. Su dinámica se ha caracterizado por un crecimiento que ha hecho que hoy en día, la institución cuente con unos ciento cuarenta profesionales en plantilla entre científicos, técnicos, becarios y personal de administración, y reciba el apoyo de administraciones, instituciones y empresas que colaboran en el día a día. La actividad del CTFC no se restringe únicamente a la investigación competitiva, sino que, la transferencia de tecnología y conocimiento y la formación, representan un importante volumen de su actividad, valorizando sus resultados. La transferencia de tecnología en forma de convenios con la empresa privada y las administraciones públicas se complementa con la organización de seminarios para el gran público y agentes del sector (gestores, propietarios, técnicos, administración, científicos, etc.) en el ámbito nacional e internacional, contribuyendo a la transferencia del conocimiento y a la generación de debate. En el ámbito de la formación, la actividad del CTFC abarca desde la formación de base para trabajadores hasta la formación continuada y la formación especializada en - de postgrados y másteres. La actividad desarrollada por el CTFC, refrenda su misión institucional de contribuir a la modernización y a la competitividad del sector forestal, al desarrollo rural y a la gestión sostenible del medio natural estimulando la creación de economía productiva y contribuyendo al fomento del equilibrio territorial, por medio de la investigación, la transferencia de tecnología y conocimiento y la formación a la sociedad y se articula Abril 2009 57 58 a través de 3 programas de trabajo: W Funcionamiento de los ecosistemas agroforestales W Gobernanza y socioeconomía del medio rural W Gestión multifincional del medio natural Como se indica al inicio de esta presentación, el CTFC tiene su sede principal en la ciudad de Solsona pero cuenta con delegaciones en Barcelona, en la sede de la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación; en Lleida, en el Parque Científico y tecnológico de Gardeny y en Tarragona, en el Centro de Interpretación del Medio Rural y Natural de las Montañas de Prades de la Espluga de Francolí Hacia el producto final. La visión del CTFC sobre la investigación, transferencia de tecnología y formación El sector forestal y el medio rural, de la misma manera que sucede en otros ámbitos, cada vez es más exigente con los requerimientos de mercado. Para afrontar los nuevos retos, a partir de la investigación realizada, la transferencia de tecnología y de conocimiento y la formación son piezas clave dentro de este engranaje que arranca con la investigación y finaliza con la divulgación de resultados, siendo un proceso que se retroalimenta. Transferencia de tecnología y de conocimiento Formación Investigación El hecho de que sea difícil poner límites entre los tres elementos refuerza la idea de que es necesario que todos ellos estén íntimamente cohesionados para llegar de manera óptima al sector y a la sociedad en general En este sentido, la mayor parte de la investigación que se lleva a cabo en el CTFC está orientada a resolver problemas relacionados con la gestión de ecosistemas y a buscar soluciones a problemas de gestión e interacción de los recursos naturales con la sociedad. En términos generales, se admite que el objetivo de la investigación es la generación de nuevos conocimientos sobre los campos de estudio en los que se trabaja. En nuestro caso, además, tenemos como finalidad la mejora de la riqueza y el bienestar de las personas y la sostenibilidad en el contexto de cambio global en el cual vivimos, asumiendo, además, el compromiso de retorno de los resultados de nuestra investigación hacia la sociedad. Es la sociedad quien pide soluciones, quien aporta los recursos económicos para encontrarlas y quien tiene que recibirlas en último término. Los resultados de nuestra investigación deben ser comunicados de manera eficaz y amplia. En el CTFC elaboramos productos que ofrecemos a la sociedad en distintos niveles. Producimos artículos científicos que se publican en revistas especializadas, pero también artículos de divulgación al alcance del público en general. También elaboramos otro tipo de productos específicos para cada destinatario, tales como informes de investigación, recomendaciones políticas y técnicas, planes de acción, prototipos, modelos o demostraciones y materiales educativos o promocionales de proyectos concretos. A menudo los problemas tratados son complejos, lo cual nos conduce a formar equipos de trabajo multidisciplinares. En el CTFC, trabajan ingenieros forestales, agrónomos, biólogos, geógrafos, ambientólogos e hidrólogos, pero también economistas, sociólogos o psicólogos, entre otros. Los investigadores del CTFC se involucran habitualmente en grupos temáticos de expertos, son consultados por empresas y administraciones o participan en foros y redes de cooperación e intercambio de conocimiento. Desde el año 2005 una parte importante de la actividad investigadora del CTFC está reconocida como Grupo de Investigación Emergente por el Departament d’Innovació, Universitats i Empresa de la Generalitat de Catalunya, bajo el nombre de “Gestión multifuncional de ecosistemas forestales mediterráneos en un contexto de cambio global”. Todo este flujo de información genera, muy a Abril 2009 59 menudo, nuevas preguntas de investigación que enriquecen nuestro trabajo y fortalecen los lazos con la sociedad. Hoy en día, el CTFC se posiciona estratégicamente como una herramienta operativa clave al servicio de crear y transmitir conocimiento, riqueza productiva y formación en el sector. El CTFC está presente y desarrolla proyectos en más de 30 países de todo el mundo (Europa, América, principalmente países iberoamericanos, África y en los países del arco mediterráneo de Asia). Asimismo participa en más de 15 redes temáticas de diferentes ámbitos de la investigación, las tecnologías y el conocimiento y la formación. Desde el CTFC se han impulsado distintas iniciativas que contribuyen a la consecución de sus objetivos entre los que destaca la creación del comité sectorial para integrar las demandas del sector en las líneas de investigación y actividad de nuestra entidad; el impulso del INCAFUST, Instituto Catalán de la Madera, hoy en día con personalidad jurídica propia; el CEDRICAT, Centro de Desarrollo Rural Integrado de Cataluña; el EFIMED, Instituto Forestal Europeo por el El edificio del CTFT cuenta con calefacción con caldera de biomasa 60 Mediterráneo; el GEIE-FORESPIR, Asociación europea de interés económico; el Rural Living Lab; el TELECENTRO del Solsonès; un vivero de empresas y un Hotel de Entidades como sede de la Asociación catalana de productores de plantas aromáticas y medicinales, ACPPAM, sede de la federación española de asociaciones de truficultores, FETT, y la Asociación de la Madera Estructural, iniciativas todas ellas enfocadas a impulsar y dinamizar el tejido y la economía productiva del sector. Estas y otras iniciativas, surgidas desde el seno del propio CTFC o generadas a partir de la empresa privada y de otras instituciones, hace falta que sean, cada vez, más numerosas y visibles, contribuyendo de esta manera entre todos, a la innovación tecnológica y al fomento de la competitividad del sector. Hay que crear una RED “en mayúsculas” que fomente la participación entre instituciones públicas y empresa y tener presente que, la transferencia de tecnología y de conocimiento y la formación son claves, pero que estas, basan su actividad en una investigación previa y una divulgación final de resultados. Los tres ámbitos tienen que estar por lo tanto, perfectamente cohesionados para poder dar una respuesta eficiente. La nueva sede del CTFC: un edificio singular para un centro innovador, sostenible e integrado en el paisaje El nuevo CTFC está situado a dos kilómetros del centro de Solsona, en la Finca de Can Mascaró, de más de 28.000 m2. Es un edificio único en la zona, con más de 3.000 m2 destinados a la investigación y a la transferencia de tecnología y conocimiento. El edificio está adaptado a su entorno e integrado en el paisaje. Para conseguirlo, se ha construido en cuatro plantas descendentes. La mayor parte de las dependencias son exteriores, con luz solar que facilita un importante ahorro energético y lumínico. Es una edificación respetuosa con el entorno, con madera y piedra como principales elementos constructivos. Sostenibilidad y calidad medioambiental Han sido dos premisas exigidas para la construcción de un edificio funcional que incorpora las últimas tecnologías para el ahorro y la optimización energética: placas solares, calefacción con caldera de biomasa para la producción de calor, sistemas de recogida de aguas fluviales del edificio en un depósito que servirá de reserva de agua para el abastecimiento del edificio y para el sistema de prevención y extinción de incendios, aprovechamiento de las aguas residuales que se traten en la depuradora, carpintería y acristalamiento que cumplen el Código Técnico de Edificación, fachada ventilada, que permite un mejor control higrotérmico, y revestida con piedra y madera y tejado ajardinado y que cuenta con certificaciones de calidad de eficiencia energética, de accesibilidad universal UNE 1700001, EMAS e ISO 14000 El ciclo de la biomasa forestal. Una nueva oportunidad para nuestros bosques La caldera de biomasa del CTFC es un proyecto innovador, que pretende ser dinamizadora de actividad productiva sostenible a través del aprovechamiento de subproductos forestales de origen local. Este hecho nos proporciona una autonomía casi total respecto a los combustibles fósiles, un importante ahorro económico y eficiencia energética en calefacción. Actualmente, la contribución de la biomasa a la necesidad de energía primaria en España está muy por debajo del potencial disponible, y se produce fundamentalmente por el uso de leña para quemar en chimeneas y estufas, a menudo obsoletas y poco eficientes. No obstante, las tecnologías para el uso de combustibles leñosos en sistemas de calefacción doméstica han experimentado una importante expansión en los últimos años en toda Europa y han alcanzado niveles de eficiencia, fiabilidad y control muy parecidos a los de sistemas tradicionales de gas y gasóleo. Se considera biomasa forestal primaria (BFP) con posible destino energético el material procedente Abril 2009 61 de trabajos selvícolas de mejora, desbroce de matojos, apertura de franjas cortafuegos, perímetros de protección prioritaria, aprovechamientos comerciales y de monte bajo. Se caracterizan principalmente por la heterogeneidad del material, la dispersión sobre el terreno, y la elevada humedad del material verde (con la posibilidad de reducir el contenido mediante el almacenaje al aire libre). La principal ventaja de la biomasa es su doble función de ahorro de emisiones de CO2. Por una parte, se utiliza como sustituto de los combustible fósiles, que se han convertido en la principal causa de la emisión a la atmósfera de CO2 y del efecto invernadero. Por otra, una potenciación de la bioenergía ayuda a la reforestación del planeta, aumentando así la cantidad de CO2 fijada. La BPF tiene un contenido en azufre prácticamente nulo, generalmente inferior al 0,1%. Por este motivo, las emisiones de dióxido de azufre, que juntamente con los de óxidos de nitrógeno son las causantes de la lluvia ácida, son mínimas en los procesos de transformación energética de este material. Además, este material leñoso tiene un balance favorable de aproximadamente 1 unidad de energía invertida para la obtención de 30, y un creciente grado de eficiencia en el aprovechamiento y la transformación de energía. En términos de precio, esta y otras biomasas leñosas son competitivas respecto los combustibles fósiles. De esta manera, la elevada inversión inicial de este tipo de instalaciones –su principal inconveniente- puede ser amortizada en varios años gracias al ahorro en compra de combustible. El aprovechamiento de la BFP como bioenergía contribuye a la creación de puestos de trabajo en el medio rural, beneficiando el desarrollo económico de la zona, ya que se trata de energía de origen local. REFERENCIAS La investigación en el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña. J.A Bonet, G. Domínguez y otros. Edita CTFC, 2008 W De la investigació al producte final. La visió del CTFC en la transferència de tecnologia. E. Blanco. Revista Catalunya forestal, agosto-septiembre 2008 W El sistema de calefacción del CTFC con biomasa forestal. M. Codina y A. Marques. Revista Enginy, 59: 10-11, 2008 W Folletos informativos del CTFC W 62 Los Montes de Valsaín, en la provincia de Segovia, son de titularidad pública y un ejemplo desde hace siglos de gestión forestal ordenada, compatible y sostenible. Foto: Javier Donés. 48 Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria: pueblos, montes, caza, turismo, paisaje y gestión L a Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria es una de las Instituciones más antiguas de España. Surgió formando parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, nombre con el que fue conocida durante todo el Antiguo Régimen; consiguió no perder su identidad con el nuevo modelo de administración liberal-burguesa y con la aparición de las diputaciones provinciales, gracias a que pudo salvar su enorme patrimonio comunal del proceso desamortizador y, finalmente, ha permanecido perfectamente arraigada en el ámbito castellano hasta hoy mismo, ya en pleno siglo XXI. Comunidad de Villa y Tierra de Soria Como otras comunidades de las mismas características, la Comunidad de Villa y Tierra de Soria comenzó su itinerario histórico años después de las campañas de Almanzor, durante los siglos XI y XII, cuando una vez recuperado el territorio por los cristianos, aquel pasó a ser propiedad del Rey, el cual, favoreció la repoblación y entregó parte de las tierras en propiedad y parte en usufructo, para favorecer la fijación de los colonos en esta zona, por entonces fronteriza. Los montes comunales y las dehesas, los ejidos y los prados comunitarios, aprovechados de forma gratuita, contribuyeron decisivamente a fijar a los vecinos en zona tan peligrosa; en principio, protegidos detrás de las murallas de las pequeñas villas. Fue en aquellos años, ya en plena fase repobladora, cuando desde las parroquias o collaciones de Soria, los vecinos de la villa se arriesgaron a poblar, lejos del perímetro amurallado, las aldeas que hoy constituyen los 150 pueblos de la Mancomunidad. Posteriormente, villanos y aldeanos constituyeron las milicias concejiles que ayudarían a la Corona a avanzar con sus ejércitos hacia el Sur peninsular, durante los largos siglos de la Baja Edad Media. Abril 2009 49 S. XIX Nuevo Régimen Liberal Mancomunidad de los 150 pueblos de la Tierra de Soria S. XVI Antiguo Régimen Absolutista Universidad de la Tierra de Soria Baja Edad Media Comunidad de Villa y Tierra de Soria S. XI La Villa era el centro de la comunidad y partiendo de ese núcleo, entonces todavía semi-urbano y generalmente amurallado, se repoblaban las aldeas del territorio circundante, las cuales constituían lo que se denominaba la Tierra. De esta forma los municipios villanos aseguraban la posesión de un espacio agropecuario y, por otra, obtenían un número suficiente de soldados para que las milicias concejiles pudieran hacer frente a los enemigos del sur: los musulmanes. Este modelo de organización se extendió por toda la cuenca del Duero, llegando hasta las tierras de la actual Extremadura. Se crearon más de cincuenta comunidades con una peculiaridad común: eran tierras de realengo y sus habitantes vasallos directos del Rey, aunque posteriormente muchos de sus territorios fueron cedidos por los sucesivos monarcas a la nobleza castellana. El instrumento jurídico que organizaba la vida comunitaria de las aldeas era el Fuero de Soria, que comenzó a tener vigencia a partir de la segunda mitad del s. XIII, en pleno reinado de Alfonso X el Sabio. En el año 1270 (Baja Edad Media) formaban la Tierra de Soria 240 aldeas. En la Comunidad de Villa y Tierra de Soria la villa de Soria tenia todas las atribuciones políticas y decidía en los aspectos comunes más importantes, mientras que la Tierra y las aldeas que la formaban estaban en situación de clara dependencia. Ante esta falta de atribuciones y de autonomía política, los vecinos de las aldeas de la Tierra de Soria y de 50 otras comunidades de villa y tierra castellanas, en algún momento de la Baja Edad Media, cuando se sintieron politicamente fuertes, crearon su propia estructura institucional en defensa de sus intereses, unas veces en paralelo y otras en oposición a los de la propia ciudad cabecera. La nueva institución campesina pasó a denominarse Universidad de la Tierra de Soria. Universidad de la Tierra de Soria En la segunda mitad del siglo XV, la Universidad de la Tierra de Soria se fue configurando con un número de aldeas que oscilaba entre los 150 y 160, frente a las 240 que formaban parte de la jurisdicción campesina dos siglos antes, durante el reinado de Alfonso X. Esto fue debido a un proceso de señorialización, mediante el cual, los reyes de Castilla, en los momentos de máxima debilidad de la monarquía, cedieron la jurisdicción de algunas aldeas de la Tierra a miembros de la nobleza castellana. De forma paralela, los más insignes miembros de la pequeña nobleza local, pertenecientes a la institución hidalga de los Doce Linajes, favorecían la despoblación de algunas aldeas, o se aprovechaban de ellas para apropiarse de la jurisdicción, convirtiéndolas en términos redondos y ellos mismos en pequeños señores de vasallos. La Universidad de la Tierra de Soria gobernaba y administraba las aldeas de la Comunidad y, a la vez, coordinaba las relaciones con la ciudad de Soria y con la propia Corona. El entramado político-administrativo se concretaba en los Concejos de aldea, en las Asambleas Sexmeras y en la Junta de la Universidad de la Tierra: W El Concejo de aldea Era una asamblea formada por todos los vecinos del pueblo, que se reunían de forma periódica para elaborar y aprobar las Ordenanzas locales (acordes con el Fuero de Soria y con la legislación del Reino), velar por su cumplimiento y elegir los cargos y oficios de la aldea. W Los Sexmos Eran distritos rurales intermedios entre las aldeas y la Junta de la Tierra de Soria. Se fundamentaban política y administrativamente en una Asamblea Sexmera o Junta de Sexmo a la que acudían los comisarios de cada uno de los pueblos, elegidos previamente en sus respectivos concejos abiertos. W La Junta de la Universidad de la Tierra Era el órgano de representación política y administrativa del mundo campesino y el cauce por el que se canalizaban sus reivindicaciones y exigencias ante las instituciones superiores. Estaba compuesta por siete miembros con voz y voto: el Procurador General de la Tierra, el Fiel de la Tierra y cinco Procuradores, uno por cada sexmo. Además tenían la ayuda de dos oficiales (un Asesor jurídico y un Escribano). Las 150 aldeas de la Universidad de la Tierra de Soria se agrupaban en cinco sexmos y cada uno de ellos tenía diferentes características geoeconómicas: Sexmo de FRENTES, Sexmo de TERA, Sexmo de SAN JUAN, Sexmo de ARCIEL, Sexmo de LUBIA. Para mantener el equilibrio entre población y recursos (15 hab/km2) existían unas normas que regulaban la capacidad de avecindarse en cada aldea. Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria La estructura político-administrativa del Nuevo Régimen liberal (s. XIX), que había sustituido al Antiguo Régimen absolutista, una vez estructurado el territorio en las nuevas provincias, diputaciones y ayuntamientos constitucionales, era incompatible con la existencia de las “comunidades de villa y tierra” y, actuando en consecuencia, la Real Orden de mayo de 1837 las suprime en su totalidad. El principal problema que se planteó fue de tipo económico, ya que la legislación no ofrecía referencias sobre el destino del rico patrimonio comunitario. A lo largo de esta etapa de indefinición legal, la administración de los bienes de la Tierra recayó en la Diputación Provincial de Soria y la gestión directa de los mismos fue responsabilidad del Ayuntamiento de la capital, siendo la riqueza comunitaria distribuida a partes iguales entre ambas instituciones, copropietarias de la antigua comunidad de villa y tierra. En el año 1844 el pleno de la Diputación de Soria propuso que no fuera la propia institución provincial, Abril 2009 51 sino las aldeas de la Tierra las que administrasen y gestionasen sus bienes patrimoniales. La Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria fue creada en agosto de 1898 como institución heredera de la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Soria y de la más reciente Universidad de la Tierra de Soria. Representantes de la mayor parte de los 150 pueblos se encargaron de aprobar el Nuevo Reglamento para administrar y gobernar la Tierra de Soria. El Título Preliminar de los Estatutos dice que la Mancomunidad tiene como objetivo prioritario “la administración, conservación y rescate de su patrimonio contra los ataques a su integridad y la obtención del mayor rendimiento económico del mismo, según los principios de máxima utilidad general y la colaboración de la satisfacción a las necesidades de los pueblos, mediante los repartos de excedentes de los rendimientos de los bienes”. 52 La Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria es propietaria de importantes bienes y derechos, por partes iguales con el Ayuntamiento de la Capital en la Provincia de Soria. Además, la Entidad es propietaria exclusivamente de la Casa de la Tierra, sita en la Ciudad de Soria, y otros derechos inventariados. Los pueblos que componen la Mancomunidad son los siguientes: Abión, Aleonaba, Aldealpozo, Aldealseñor, Aldealafuente, Aldealices, Aldehuela de Periáñez, Aldehuela del Rincón, Aliud, Almajano, Almarail, Almarza, Alparrache, Arancón, Arévalo de la Sierra, Arguijo, Ausejo, Aylloncillo, Azapiedra, Barriomartín, Bliecos, Boñices, Buberos, Buitrago, Cabrejas del Campo, Calderuela, Camparañón, Candilichera, Canos, Canredondo, Carazuelo, Carbonera, Cardejón, Cascajosa, Castejón del Campo, Castellanos del Campo, Castellanos de la Sierra, Castil de Tierra, Castilfrio de la Sierra, Cidones, Cirujales del Rio, Cortos, Covaleda, Cubo de Hogueras, Cubo de la Sierra, Cubo de la Solana, Cuellar, Cuevas de Soria, Chavaler, Dombellas, Duañez, Duruelo de la Sierra, Estepa de San Juan, Estepa de Tera, Espejo de Tera, Esteras de Lubia, Fraguas (Las), Fuentecantos, Fuentelfresno, Fuentelsaz, Fuensauco, Fuentetecha, Fuentetoba, Gallinero, Garray, Garrejo, Golmayo, Herreros, Hinojosa del Campo, Ituero, Izana, Jaray, Langosta, Ledesma, Los Llamosos, Lubia, Martialay, Matute de la Sierra, Mazalvete, Miranda de Duero, Molinos de Duero, Molinos de Razón, Muedra (La), Narros, Navalcaballo, Nieva, Nomparedes, Ocenilla, Ojuel, Omeñaca, Ontalvilla de Valcorba, Oteruelos, Paredesroyas, Pedrajas, Pedraza, Peroniel, Pinilla del Campo, Pinilla de Caradueña, Portelárbol, Porteirubio, Portillo, Póveda, Pozalmuro, Quintana Redonda, Rabanera del Campo, Rábanos (Los), Rebollar, Renieblas, Reznos, Ribarroya, Riotuerto, Rollamienta, Royo (El), Rubia (La), Salduero, San Andrés de Soria, Sauquillo de Alcázar, Sauquillo de Boñices, Segoviela, Sepúlveda, Sotillo del Rincón, Tajahuerce, Tapiela, Tardajos, Tardelcuende, Tardesillas, Tera, Toledillo, Torralba de Arciel, Torrearévalo, Torretartajo, Torrubia de Soria, Tozalmoro, Valdeavellano de Tera, Valdegeña, Velilla de la Sierra, Ventosa de la Sierra, Ventosilla de San Juan, I Vilviestre de los Nabos, Villabuena, Villaciervos, Villanueva de Zamajón, Villar del Ala, Villar del Campo, Villares de Soria (Los), Villaseca de Arciel, Villaverde del Monte, Vinuesa, Zamajón y Zárabes. Se hallan sin población: Azapiedra, Calderuela, Castellanos del Campo, Castellanos de la Sierra, Estepa de Tera, Garrejo, Matute de la Sierra. La Muedra está cubierta por las aguas del Pantano de la Cuerda del Pozo. Los diferentes pueblos están agrupados en cinco comarcas derivadas de los antiguos sexmos: comarcas de Almarza, Gomara, Frentes, Lubia y Pinares-El Valle. La estructura de gobierno de la Mancomunidad está formada por el Presidente, órgano representativo de la Mancomunidad y Jefe de la Administración y de Personal, la Comisión Permanente, formada por once vocales distribuidos por Comarcas, y la Asamblea General, compuesta de 150 delegados, uno de cada pueblo, con voz y voto. La Mancomunidad se rige por los Nuevos Estatutos aprobados en 1984. La Mancomunidad de los 150 pueblos es copropietaria con el Ayuntamiento de Soria de la superficie forestal más importante de la provincia: 14 montes catalogados de utilidad pública con una superficie próxima a las 30.000 has. Este legado de muchas generaciones de intensa actividad agrícola, ganadera y forestal está formado por montes poblados de pinos, hayas, robles, encinas y otras especies forestales, dehesas, pastizales y otros singulares ecosistemas que albergan a una gran diversidad de animales y plantas. El terreno de la mancomunidad se encuentra situado mayoritariamente en la comarca de Pinares, al noroeste de la provincia de Soria. Entre extensas masas de pino albar de gran calidad se puede acceder a lugares tan singulares como la Laguna Negra, y zonas con extraordinarias vistas panorámicas, además de espacios hodrorecreativos como el embalse de la Cuerda del Pozo y Playa Pita. El resto de montes mancomunados se encuentran en la comarca de Almazán y Gómara. El patrimonio comunitario, que ha quedado a salvo a lo largo de la historia tras etapas de señorialización, intentos de privatización, desamortizaciones, abusos en los aprovechamientos e importantes enfrentamientos entre diferentes instituciones, está formado por los montes que se citan a continuación: W Monte Avieco Nº 169 del C.U.P. W Monte Berrún Nº 170 del C.U.P. Abril 2009 53 Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria ASAMBLEA GENERAL COMISIÓN PERMANENTE VICEPRESIDENTE PRESIDENTE TESORERO VOCALES Comarca Almarza VOCALES Comarca Frentes VOCALES Comarca Pinares-El Valle VOCALES Comarca Lubia VOCALES Comarca Gómara PLANTILLA AUXILIAR ADMINISTRATIVO 54 SECRETARIO INTERVENTOR GUARDERÍA FORESTAL Monte Matas de Lubia Nº 171 del C.U.P. Monte Pinar Grande Nº 172 del C.U.P. W Monte Razón Nº 173 del C.U.P. W Monte Rivacho Nº 174 del C.U.P. W Monte Robledillo Nº 175 del C.U.P. W Monte Roñañuela Nº 176 del C.U.P. W Monte Santa Inés Nº 177 del C.U.P. W Monte Verdugal Nº 180 del C.U.P. W Monte Toranzo Nº 178 del C.U.P. W Monte Vega Amblau-Sobaquillo Nº 239 del C.U.P W Monte Calar y Cubillos Nº 327 del C.U.P. W Monte Los Monjitos Nº 381 del C.U.P. La inclusión de estos montes en el Catálogo de Utilidad Pública supone que la gestión técnica corresponde a la administración forestal con la participación de las entidades propietarias, y esa gestión técnica se lleva a cabo a través de dos herramientas fundamentales: la ordenación y la selvicultura. La ordenación de los montes consiste en la planificación de los usos, aprovechamientos, actuaciones y mejoras, buscando la persistencia, estabilidad y mejora de las masas de forma compatible con la obtención de un rendimiento sostenido y el máximo de utilidades de todo tipo, lo que hoy conocemos como aprovechamiento sostenible. Paso previo y necesario para la ordenación es el conocimiento del monte que abarca tanto los aspectos legales (límites, servidumbres..) como los naturales (factores ambientales y ecológicos, fauna, flora ..) como los propiamente forestales (estado de las masas, existencias, crecimientos…). Partiendo de esta información inicial, propietarios y técnicos determinan los usos y objetivos del monte, priorizando entre los mismos y buscando la forma de hacerlos compatibles, esto fundamentalmente a través de la zonificación del monte. La mayor parte del patrimonio forestal de la Mancomunidad está ordenado, alguno de ellos desde hace bastante tiempo. Como ejemplo el monte más extenso como es Pinar Grande, cuya superficie de 12.000 has fue ordenado en 1907 y cuya evolución nos permite evidenciar el avance de la superficie arbolada a costa de los abundantes rasos originados por los incendios del siglo anterior y un incremento de números de pies métrico y de las existencias maderables que se multiplican por más de cuatro. Este incremento de existencias en pie ha sido compatible con la extracción de un importantísimo volumen de madera durante el W W S. XX y son la materia prima utilizada por una importante industria de primera transformación que se sitúa en los pueblos cercanos. Pero este importante aprovechamiento de madera ha resultado compatible con el de la resina en las primeras décadas del S. XX sobre el pino negral, con un intenso aprovechamiento ganadero que se ha mantenido durante todo el siglo y con el aprovechamiento de leñas que durante décadas ha sido la fuente de calor de los vecinos de estas frías tierras. Ya durante la segunda mitad del siglo aparecen otros aprovechamientos, así coincidiendo con la creación de la Reserva nacional de Caza de Urbión en esta zona, el aprovechamiento cinegético comienza a ser otra fuente complementaria de ingresos y un atractivo turístico para la comarca, pues en ella se conseguían algunos de los trofeos más valorados de corzo, también el ciervo y el jabalí son piezas codiciadas y últimamente la caza de la becada ha tenido una importante demanda. Los valores naturales y paisajísticos de estos montes han sido objeto de admiración y fuente de inspiración literaria y en este sentido destaca la Laguna Negra de origen glaciar. La importancia de estos recursos recreativos se refleja en las ordenaciones de los montes, así Pinar Grande dedica un cuartel específico a este uso en las orillas del pantano de la Cuerda del Pozo donde se localizan abundantes infraestructuras desde las mesas y barbacoas, hasta campings, pasando por alojamientos temporales de madera y servicios que permiten disfrutar de los deportes acuáticos. Paralelamente ha crecido el interés por la micología, y los montes de esta zona son el marco en el que muchos aficionados, tanto locales como turistas, recogen las codiciadas setas de muchas especies. Con esta rápida descripción de los aprovechamientos se ha querido poner de manifiesto como el aprovechamiento multifuncional de estos montes ha sido posible a lo largo de un siglo y todo ello posibilitado porque esos aprovechamientos han resultado una eficaz herramienta de empleo en el medio rural y de ingresos a las entidades propietarias, que han velado además porque esos montes sigan cumpliendo importantes funciones sociales y ambientales. Esta realidad se ve ahora acreditada por la certificación de gestión forestal sostenible y la marca de garantía de Pino Soria. Abril 2009 55 Potencial agroenergético de la agricultura española Texto: Jesús Fernández Responsable del Grupo de Agroenergética. E. T. S. de Ingenieros Agrónomos (UPM) E n el aprovechamiento de la biomasa es fundamental la logística de aprovisionamiento de las plantas que la han de procesar, que deben instalarse en un entorno físico limitado con unas distancias medias de transporte de la materia prima lo mas corta posible. Por ello es necesario tener en cuenta no solo la biomasa de origen forestal sino también la capacidad potencial de aquellos suelos agrícolas del entorno, especialmente aquellos que por diversas circunstancias no se utilizan en la producción de alimentos, que pueden jugar un importante papel de aprovisionamiento regular complementario a la biomasa forestal. De esto se ocupa este artículo del profesor de la Politécnica de Madrid D. Jesús Fernández uno de los grandes expertos en agroenergética de nuestro país. La utilización energética de la biomasa La utilización de biomasa para fines energéticos no es una actividad nueva, ya que desde tiempos paleolíticos se utilizaba la leña para producir fuego y calentarse, cocinar alimentos, endurecer las puntas de las flechas o para diversas industrias primitivas. Entre las actividades del “cazador recolector” paleolítico, además de procurarse el alimento diario estaba la necesidad de recolectar leña para satisfacer sus necesidades de energía. El paso de recolector-cazador a agricultor y ganadero, fue un largo proceso iniciado hace unos 11.000 años, y supuso una verdadera revolución cultural que se produjo en diversas partes del mundo durante el período Neolítico. Esto permitió a la especie humana un crecimiento extraordinario, pasando de unos 10 millones de habitantes, en que se calcula la población humana al final del Paleolítico, hasta los cerca de 7.000 millones a los que se acerca la población actual. Si bien la revolución del Neolítico supuso un avance impresionante en cuanto a la obtención de alimentos, en materia de energía el hombre siguió en estado de “recolector paleolítico”, procurándose la leña principalmente de los bosques y matorrales circundantes a los asentamientos humanos. Esta actividad, continúa desarrollándose en la actualidad en los pueblos en vías de desarrollo, que constituyen cerca del 70 % de la población mundial, y para los Abril 2009 35 que la leña es su principal fuente de energía, siendo una de las principales causas de la deforestación del planeta, aunque no la única. La biomasa representa en la actualidad cerca del 10 % del consumo CONSUMO PROPORCIONAL (%) energético mundial, lo que equivale a un 78,6 % de todo el consumo de 35,0 energías renovables (Tabla I). Del consumo global de biomasa del 25,3 año 2005, el 65 % fue realizado en 20,6 los países en vías de desarrollo y el resto en los industrializados (35 %). 6,3 En los países de la UE-25 en 2005 12,6 (100,0 %) la energía primaria aportada por la biomasa fue de 72,274 Mtep1, lo que 2,2 (17,5 %) representa el 6,7 % del consumo mundial de biomasa y el 4,14 % 9,9 (78,6 %) del consumo energético global de 0,5 (3,9 %) la UE-25. Según datos del IDAE, en 2007, el conjunto de las energías renovables representaron en España 2,8 % 38,0 % 10,23 Mtep (6,9% del consumo de energía primaria total) de las que la biomasa representó el 52,63% (44 % biocombustibles sólidos, 0,53 el biogás, 0,21 % los biocarburantes y 1,64 % los r.s.u.), muy por delante de las restantes renovables (Tablas II y III). Tabla I: Importancia energética relativa de la biomasa a nivel mundial (%). Consumo total de biomasa: 10.747,5 Mtep/año. Datos referidos a 2005. FUENTES DE ENERGÍA Petróleo Carbón y restos no renovables Gas natural Nuclear Renovables Hidraúlica Biomasa Otras La BIOMASA en el balance de: - Países desarrollados - Países en vías de desarrollo Fuente: IEA Statistics. La nueva “Revolución Neolítica” para obtención de energía: La Agroenergética Figura 1: En el uso de la leña como fuente de energía, el Hombre sigue actuando como un recolector, obteniéndola principalmente del monte o de las operaciones de poda de los cultivos leñosos. 1 36 La posibilidad de producir energía a partir de biomasa generada mediante cultivos específicos empezó a concebirse en la década de los 70, a raíz de la primera crisis energética de 1.973, surgiendo diversas iniciativas al respecto en diversos países del mundo, tanto en el ámbito de la investigación científica como en el industrial a gran escala. Como ejemplo del primer caso podríamos citar los trabajos del Profesor Melvin Calvin (premio Nobel de Química de 1961 por sus trabajos sobre la fijación Mtep: millones de toneladas equivalentes de petróleo, unidad energética equivalente a 1013 kcal. Tabla II: Participación de las distintas energías renovables en el balance energético español, respecto al consumo de energía primaria. Consumo total de energía primaria: 147,693 Mtep/año. Datos referidos a 2007. Energía primaria (ktep) Proporción entre las renovables (%) Biomasa* 5.384 52,63 Hidraúlica 2.362 23,09 Eólica 2.349 22,96 Solar Fotovoltaica 40 0,39 Solar térmica 94 0,92 10.229 100,00 TIPO DE ENERGÍA RENOVABLE TOTAL RENOVABLES Proporción de las Energías Renovables en el consumo global de Energía Primaria: 6,93% (*) Incluye biocombustibles sólidos, biocarburantes, biogás y RSU Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de Industria, Turismo y Comercio. fotosintética del CO2 por los vegetales) que promocionó el uso de plantas laticíferas del género Euphorbia para la producción de hidrocarburos y como ejemplo del segundo tipo el programa “Proalcohol”, promovido en 1975 por el Presidente de la República Brasileña Ernesto Geisel para la producción de etanol a partir de cultivos de caña de azúcar para usos en automoción. Posteriormente se desarrolló en los EEUU un programa de producción de etanol a partir de grano de maíz, que ha ido creciendo hasta llegar a ser en la actualidad el líder mundial en la producción de este tipo de biocombustible. En Europa desde hace más de 20 años se ha desarrollado la industria de la producción de biodiesel a partir del aceite de colza procedente 2 en cultivos destinados específicamente a esta finalidad y posteriormente la producción de etanol a partir de grano de cereales principalmente y también algode remolacha. En España, el interés por los cultivos energéticos surgió también en la década de los 70, acuñándose por entonces el término “agroenergética” para “ definir a la ciencia que tratara del cultivo de vegetales destinados a producir energía y de la tecnología necesaria para transformar la materia orgánica en combustible utilizable”2. Posteriormente en 1981 la CICYT (Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología) lanzó un Programa Especial de I+D denominado “Aprovechamiento Energético de la Biomasa y de la Agroenergética”, que se desarrolló entre 1984 y 1987, pero la bajada de los precios del petróleo hizo perder el interés por esta actividad en los programas de investigación nacionales y como consecuencia no se consideró esta materia Tabla III: Participación de los distintos tipos de biocombustibles considerados como “Biomasa” ene l consumo de Energía Primaria en España. Datos referidos a 2007. Energía primaria (ktep) Proporción relativa (%) 4.044 75,11 Usos eléctricos 585 10,87 Usos térmicos 3.459 64,25 Biogás 240 4,46 Biocarburantes (Transporte) 451 8,38 R. S. U. 649 12,05 5.384 100,00 TIPO DE BIOCOMBUSTIBLE Biocombustible sólidos TOTAL BIOCOMBUSTIBLES Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de Industria, Turismo y Comercio. Jesús Fernández. “Obtención de energía a través de los vegetales”. Diario YA de Madrid del 11-07-76 pp 11-15. Abril 2009 37 Figura 2: El desarrollo de nuevos cultivos para producción de biomasa (cultivos energéticos) implica la selección mejora y establecimiento de la fitotecnia, así como el desarrollo de la maquinaria específica para su cosecha. En la fotografía se observa una cabezal desarrollado especificamente para un tipo de cosecha por el Instituto de Mecanización Agraria de Monterrotondo (Roma. Italia). 38 entre los objetivos prioritarios de la I+D española, manteniéndose únicamente actividades de I+D en este campo por algunos grupos de investigación, que lograron tener financiación de fondos de Programas de la UE o de empresas interesadas en este tema. La necesidad de buscar fuentes de energía autóctonas y renovables, alternativas a los combustibles fósiles, la necesidad de luchar contra el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera y la disponibilidad de una gran cantidad de superficie agrícola sin utilizar (barbechos y tierras retiradas de la producción) como consecuencia de la PAC ha hecho que hoy en día se piense cada vez con más interés en los cultivos energéticos como una oportunidad para el sector agrario y para el desarrollo rural. Sin embargo, al no haberse seleccionado cultivos específicos para la producción de materias primas de uso energético, se han empezado a utilizar cultivos tradicionales para esta finalidad debido al conocimiento que tenían de ellos los agricultores y técnicos. Por este motivo a veces han surgido problemas de competencia por el uso de la materia prima y se han creado conflictos de intereses, dando origen a campañas de desprestigio, como la que se vivió el año pasado en contra de los biocarburantes, que aunque afortunadamente el paso del tiempo ha demostrado su falta de fundamento, dejan siempre un poso de incertidumbre, sobre todo en el ciudadano medio cuya información principal proviene de los titulares de los periódicos. El uso de cultivos tradicionales para fines energéticos hay que considerarlo como una etapa muy inicial en el desarrollo de la agroenergética, y sería de desear que cuanto antes se emprendan los oportunos programas de I+D para determinar las especies más adecuadas para la producción de cada tipo de biocombustible en cada zona y emprender los oportunos planes de selección, mejora y domesticación, así como del establecimiento de la fitotecnia de su cultivo y desarrollo de la maquinaria específica, principalmente para la cosecha, al igual que se ha venido haciendo con los cultivos tradicionales. La actividad agraria enfocada hacia la producción de energía supone una revolución análoga a la que ocurrió en el Neolítico con la producción de alimentos, aunque una gran parte del camino recorrido por el sector agroalimentario podrá ser utilizada en el desarrollo de los nuevos cultivos agroenergéticos y las correspondientes agroindustrias. Tipos de cultivos energéticos En la actualidad, los cultivos destinados a la producción de biomasa con fines energéticos pueden agruparse en tres tipos fundamentales en función del destino final de la biomasa: W W W Cultivos oleaginosos Para la producción de aceite transformable en biodiesel para sustitución del gasóleo de automoción. Hasta ahora se ha venido utilizando la colza, principalmente en las tierras del centro de Europa y el girasol en las tierras del área mediterránea. Cultivos alcoholígenos Para la producción de bioetanol utilizable en substitución total o parcial de las gasolinas de automoción o para la producción de aditivos antidetonantes exentos de plomo como el etilterbutil-eter (ETBE). Los cultivos más utilizados para esta finalidad, hasta ahora han sido la caña de azúcar (principalmente en Brasil), los cereales, principalmente maíz (USA) y cereales de invierno (Europa) y también la remolacha. Nuevos cultivos tales como la chumbera (Opuntia sp.) para zonas áridas, la pataca (Helianthus tuberosus L.) o el sorgo azucarero (Sorghum bicolor (L) Moench.) para zonas de regadío podrían ser cultivos alternativos para la producción de bioetanol. Cultivos lignocelulósicos Para la producción de biocombustibles sólidos utilizables con fines térmicos, para la producción de calor y/o electricidad (agroelectricidad) y como materia prima para fabricar los biocarburantes de segunda generación3. Los cultivos empleados para esta finalidad pueden ser herbáceos o leñosos. Los cultivos herbáceos pueden ser anuales como algunos cereales (centenos, triticales o sorgos forrajeros) o algunas crucíferas (Brassica sp.) o perennes entre los que destacan, entre otros muchos, el cardo (Cynara cardunculus L.) y algunas gramíneas como la caña común (Arundo donax L.) o el miscanto (Miscanthus sp). Los cultivos leñosos para fines energéticos se suelen cultivar en alta densidad y turnos cortos de cosecha (de 2 a 5 años), destacando entre otros los sauces para zonas encharcadas, los chopos para zonas húmedas o con posibilidades de regadío, las acacias, eucaliptos y olmos de Siberia para zonas con menores disponibilidades de agua y algunos arbustos resistentes a la sequía para zonas áridas y cálidas, como puede ser el caso de algunos Atriplex (A. nummularia Lindl., por ejemplo). De todos los cultivos citados anteriormente, los que creemos que ofrecen mejores perspectivas son los lignocelulósicos, ya que existe una gran diversidad de ellos, siendo relativamente fácil encontrar especies adaptadas a las condiciones edafoclimáticas de cada zona en la que existan tierras disponibles. Una ventaja del desarrollo de los cultivos lignocelulósicos para fines térmicos y/o eléctricos es la posible aplicación futura como materia prima para los biocarburantes de segunda generación, tan pronto como se desarrolle la tecnología de fabricación de estos productos. Interés de la UE en el desarrollo de los cultivos energéticos A raíz de las sucesivas crisis energéticas del último tercio del pasado siglo y ante la necesidad de luchar contra el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ha ido formándose en la sociedad una conciencia colectiva sobre la necesidad de utilizar fuentes de energía renovables, y a ser posible autóctonas, para evitar la dependencia del exterior en el abastecimiento de energía. Esto ha llevado a los países industrializados a proponer medidas para la Los biocarburantes de segunda generación son biocombustibles líquidos obtenidos a partir de biomasa lignocelulósica, ya sea por vía enzimática mediante hidrólisis y fermentación de la celulosa, o por vía termoquímica. 3 Abril 2009 39 reducción del uso de combustibles fósiles y para fomentar el Proporción de incremento de las Objetivo cumplimiento 2010 (ktep) energías renovables. (%) En este sentido, la 12.257 43,93 Unión Europea ha elaborado toda una 5.138 11,39 serie de Directivas 4.070 84,99 y Medidas que se iniciaron con 455 52,75 el Libro Blanco 2.200 20,50 de las Energías Renovables de 395 164,30 19974 en el que 3.111 75,92 se proponía el duplicar la 3.914 60,02 participación de 52 76,92 las renovables en el balance 885 10,62 energético de la 20.219 50,59 UE de 2010 y ha seguido con varias disposiciones hasta la conocida como 20-20-20 propuesta por la Comisión en enero de 2008 y aprobada por el Consejo de Ministros europeo el 12 de diciembre de ese mismo año, que contempla para el año 2020 la reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en relación a los niveles de 1990, así como el establecimiento obligatorio para la UE de la participación de las energías renovables en un 20% en el balance energético global del consumo de energía primaria. En todas estas Disposiciones, el peso principal de la producción energética renovable previsible gravita sobre la biomasa y dentro de ésta en la biomasa producida mediante cultivos energéticos, ya que las biomasas residuales disponibles, ya sean de origen agrícola, forestal o de agroindustrias, no son suficientes para alcanzar los objetivos asignados Tabla IV: Desarrollo de las energías renovables en España y su relación con la consecución de los objetivos fijados por el Plan de Energías Renovables (2005-2010). CONSUMO 2007 (ktep) Biomasa 5.384 Biocombustibles sólidos usos eléctricos 585 Biocombustibles sólidos usos térmicos 3.459 Biogás 240 Biocarburantes (Transporte) 451 R. S. U. 649 Hidraúlica 2.362 Eólica 2.349 Solar Fotovoltaica 40 Solar térmica (media y alta tª) 94 TOTAL RENOVABLES Fuente: Elaborado a partir de datos del IDAE. Mo de Industria, Turismo y Comercio. 10.229 (obtención de biocombustibles sintéticos por proceso de pirolisis y gasificación y los subsiguientes procesos catalíticos). 4 Libro Blanco para una estrategia y un Plan de Acción Comunitaria sobre Energías para el Futuro: Fuentes de Energía Renovable, producido por la Comisión de la UE en 1997 40 a la biomasa. Una de las causas por las que no se van a alcanzar los objetivos fijados en el libro Blanco de las ER de 1997 para el año 2010, radica en que la biomasa tenía asignado un incremento de participación de 90 Mtep, de los que la mitad deberían proceder de cultivos energéticos cultivados en 10 Mha de tierras agrícolas comunitarias abandonadas, cosa que no ha llegado a producirse. Igualmente será prácticamente imposible alcanzar el objetivo 20 % de energía renovable para el 2020 si para dicha fecha no están plenamente desarrollados a gran escala los cultivos energéticos. Figura 3: Las agroindustrias energéticas suponen una relación muy estrecha entre la producción y la transformación dentro del área de influencia de la planta industrial. La comarca agraria es la unidad básica para este tipo de actividad. Es normal que una planta energética pueda ser abastecida con diversos tipos de biomasa de naturaleza análoga. En el caso de la figura, una central termoeléctrica de 10 MW se podría alimentar con biomasa procedente de cultivos herbáceos y leñosos producidos en un radio de 30 km, con una ocupación de un 2,1 % de la superficie geográfica. Situación actual de desarrollo de los cultivos energéticos en España En España, en 1999 se aprobó un Plan de Fomento de las Energías Renovables para tratar de conseguir los objetivos propuestos por la Comisión de la UE para 2010 (12 % de la energía de tipo renovable), que fue revisado en el 2005 para tratar de corregir las desviaciones y replantear los objetivos (PER 2005-2010). La realidad es que a un año de cumplirse el plazo previsto, los objetivos están lejos de alcanzarse (Tabla IV), principalmente por la falta de desarrollo de la energía de la biomasa, que tenía asignados 12.257 ktep (algo más del 60 % de total de energía primaria renovable) y solamente ha cubierto un 44 % de dicho objetivo. Dentro de la biomasa, los sectores que tienen el menor desarrollo son los biocarburantes (21 % del objetivo fijado) y la biomasa para fines eléctricos (11 % del objetivo fijado), los dos sectores que dependían mayoritariamente de la producción de la materia prima mediante cultivos energéticos. A pesar de que tanto en el plan de Fomento de 1999 como en la revisión posterior (PER 2005-2010) se preveía que se debería destinar una cantidad considerable de hectáreas a cultivos energéticos (alrededor de 1 millón de ha) tanto para la producción de electricidad como para la de biocarburantes, lo cierto es que todavía no se han iniciado este tipo de cultivos, por lo que va a resultar imposible el cumplimiento de los objetivos propuestos en el PER para 2010 (12 % de energía de tipo renovable), aunque se utilizasen todas las biomasas residuales disponibles. Las últimas disposiciones sobre las tarifas eléctricas del “régimen especial”, que son bastante favorables para la energía que se genere con biomasa procedente de cultivos energéticos, han hecho renacer el interés en el sector industrial y está dando origen a numerosas iniciativas en este campo en todo el territorio nacional. A su vez, han surgido iniciativas de lanzamientos de programas de investigación sobre cultivos energéticos, tanto a nivel estatal en convocatorias públicas (Proyectos singulares estratégicos sobre cultivos energéticos) como por parte de las diversas Comunidades Autónomas, sin embargo, mientras no se desarrolle una política agraria en este sentido es previsible que todo quede en proyectos o algunas actuaciones aisladas. Es necesario que las autoridades agrarias de todos los niveles, potencien el desarrollo de la agroenergética por ser un campo propio del sector agrario, y cuya implantación ordenada con criterios técnicos sostenibles puede representar una revolución positiva para el mundo rural, Abril 2009 41 ofreciendo nuevas oportunidades complementarias a las tradicionales que potenciarían de forma efectiva el desarrollo agrario. Tabla V: Variación de la superficie agrícola en España en el período 1980-2006 (-15%). Valores en miles de ha. AÑO SECANO REGADÍO TOTAL 1980 17.676,9 2.822,3 20.499,2 1990 16.973,4 3.199,0 2000 14.896,5 3.407,0 2006 13.865,3 3.713,3 Variación -3.811,9 +891,0 Fuente: Anuarios estadísticos de la Producción Agraria (antiguo MAPA y actual MMARM). 42 Características específicas de las industrias agroenergéticas La viabilidad de la agroenergética está basada en la producción 18.304,2 sostenible de la materia prima, lo que solamente se puede lograr mediante 17.578,5 planteamientos de tipo agroindustrial, en donde exista una estrecha relación -2.920,9 de proximidad o de propiedad entre los productores de la materia prima y los transformadores. Esto puede favorecer el desarrollo de las comarcas agrícolas, dedicando a dicha finalidad las tierras no utilizadas para las producciones agrícolas tradicionales. Esta situación se ha dado en muchas comarcas centroeuropeas dedicadas a la producción de colza y ha permitido la continuidad de la actividad agraria en tierras retiradas de la producción de alimentos. Las industrias basadas en el transporte a larga distancia de las materias primas, obtenidas en el mercado exterior, a parte de tener una sostenibilidad dudosa, principalmente por el balance energético, tienen dificultades para garantizar su viabilidad económica a largo plazo por el riesgo que tienen sobre la seguridad del suministro y el precio de compra de la materia prima. Este tipo de industrias, no contribuye directamente al desarrollo agrario de las comarcas circundantes, estando basado su negocio en la compra de materia prima a un precio compatible con el que se obtenga por el producto, incluidas las subvenciones. Aunque la producción final de estas industrias sean biocombustibles, su actividad cae fuera del concepto de agroenergética, ya que no existe una relación íntima espacial entre los procesos productivos y los de la transformación. La principal condición que debe darse para el desarrollo de las agroindustrias energéticas es la necesidad de que sean sostenibles, para lo cual deben ser rentables desde un punto de vista económico, 20.172,4 aceptables desde los puntos de vista social y medioambiental y que no comprometan el futuro de las generaciones venideras. Entre las características indispensables que se deben cumplir para el establecimiento de las industrias agroenergéticas en base a cultivos específicos cabe citar: W Que la producción de los cultivos se realice en tierras no necesarias para la producción de alimentos. Según puede apreciarse en la Tabla V en los últimos 25 años se han retirado de la producción agrícola cerca de 3 millones de ha, muchas de las cuales se podrían utilizar para la producción de biomasa, siempre que se buscaran las especies adecuadas. W Que exista suficiente superficie disponible en el área considerada, para garantizar el abastecimiento de materia prima a la planta de transformación. W Que el cultivo que se seleccione esté adaptado a las condiciones edafoclimáticas de la zona elegida y que la naturaleza de la biomasa que se produzca sea adecuada para su utilización como materia prima para fabricación del tipo de biocombustible deseado. W Que el proceso global tenga un balance energético positivo, es decir, que la energía neta contenida en el biocombustible producido sea superior a la gastada en el cultivo y en la obtención de los biocombustibles. W Que no contribuyan a la degradación del medio ambiente, de tal forma que el balance medioambiental producido por el cultivo sea mejor que el que se produciría si la tierra no estuviese cultivada o fuera ocupada por un cultivo tradicional . W Para las zonas en las que el agua sea un factor limitante será necesario seleccionar especies con una alta eficiencia en el uso del agua. agricultores con cultivos no contingentados, sin límites de mercados y con perspectivas de competitividad cada vez mejores, debido al alza previsible del precio de los combustibles fósiles a medio y largo plazo. W Permitir la continuidad de la actividad del sector agrícola evitando el abandono de superficies productivas y manteniendo la actividad de los sectores industriales relacionados directamente con la producción agrícola tales como las industrias de fertilizantes, maquinaria agrícola o producción de semillas. W Creación de puestos de trabajo tanto en el sector agrícola como en el de las industrias de transformación y de aplicación de los biocombustibles. Desde un punto de vista estratégico y económico del conjunto del país, el desarrollo de la agroenergética produciría: W Reducción del grado de dependencia energética del exterior, además del consiguiente ahorro de divisas. W Dispersión de la producción energética por todo el territorio nacional, lo que reduciría el grado de vulnerabilidad que tienen las grandes instalaciones productoras de energía según el modelo de planificación energética convencional. Ventajas del desarrollo de la agroenergética para el sector agrario Entre las ventajas que puede suponer la agroenergética para el sector agrario, cabría citar: W Nuevas posibilidades de ingreso de los Figura 4: Las Comarcas Agrarias son unidades espaciales con un carácter uniforme desde el punto de vista agrario, representan la unidad natural para la instalación de agroindustrias energéticas. El MMARM considera el territorio español dividido en 326 Comarcas Agrarias. Abril 2009 43 El potencial agroenergético de la agricultura española El Grupo de Agroenergética de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid, por encargo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Subdirección General de Información al Ciudadano, Documentación y Publicaciones, está realizando un estudio para evaluar el potencial de producción de biomasa mediante cultivos energéticos en el territorio español. El conjunto de la obra constará de 61 tomos en los que se consideran tanto las autonomías y sus provincias de forma conjunta, como las comarcas agrarias individualizadas agrupadas por provincias. El tiempo previsto para la realización del estudio es de 4 años (2008-2011), habiéndose ya completado el trabajo correspondiente a las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón y Asturias.En este estudio se parte de la Comarca Agraria como unidad básica para la instalación de las “agroindustias energéticas” y se evalúa su potencial productivo en biomasa lignocelulósica en función de la superficie disponible no utilizada para los cultivos alimentarios y de las condiciones edafo-climáticas de cada zona. La distribución de la superficie de España en “Comarcas Agrarias” fue una iniciativa del antiguo Ministerio de Agricultura que tuvo su origen al inicio de la década de los 70 del pasado siglo y se materializó en 1976 con la publicación del documento de la Secretaría General Técnica que llevaba por título “Comarcalización Agraria de España” respondiendo a la necesidad de agrupar los territorios en “unidades espaciales intermedias entre la provincia y el municipio que sin personalidad jurídicoadministrativa alguna, tuvieran un carácter uniforme desde el punto de vista agrario, que permitiera utilizarlas como unidades para la planificación y ejecución de la actividad del Ministerio y para la coordinación de sus distintos Centros Directivos”. En este trabajo, la superficie española se agrupaba en 322 comarcas agrarias. La utilidad de esta división del territorio español ha sido evidente para los objetivos que fue concebida, pero hubo necesidad de adaptarla y adecuarla a la realidad española, sobre todo para la aplicación de 44 medidas de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que en algunos de los casos se referenciaban a los índices de regionalización productiva asociados a las distintas comarcas agrarias. En 1996 la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (MAPYA) publicó la nueva “Comarcalización Agraria” en la que se establecen 326 comarcas agrarias para todo el territorio español, que es la que sigue vigente en la actualidad y la que ha servido de base para la realización del estudio que comentamos. Aunque existen numerosas obras en las que se describen las características geográficas y agrarias a nivel local, provincial, autonómico o nacional, no existía hasta ahora ninguna que abordase el tema en conjunto a nivel de las “Comarcas Agrarias” por lo que esta obra se puede decir que viene para tratar de llenar este vacío existente. En el estudio que se comenta, se aborda la descripción de cada una de las comarcas agrarias, desde el punto de vista geográfico y agrario. En la caracterización geográfica de cada comarca se describe la fisiografía, geología, edafología, climatología, comunicaciones y cartografía con indicación de las superficies y demografía de los municipios que la integran. En relación a la caracterización agraria, se describe la distribución de la superficie por usos a nivel municipal, los rendimientos de los principales cultivos y la correspondiente cartografía. Por otro lado, y según hemos visto en los apartados anteriores, la agroenergética representa una actividad agraria emergente que supone una esperanza para impulsar el desarrollo rural mediante la creación de agroindustrias energéticas para la producción de biocombustibles sólidos, líquidos o gaseosos en base a biomasa producida mediante cultivos energéticos desarrollados en las inmediaciones de los centros de producción de la biomasa. Para este objetivo, la Comarca Agraria tiene un tamaño muy adecuado para servir de base en el establecimiento de unidades agroenergéticas en las que la producción y la transformación estén íntimamente relacionadas. Entre los posibles cultivos energéticos que podrían desarrollarse en las tierras disponibles para esta finalidad, se han elegido los de tipo “lignocelulósico”, por ser los más productivos en biomasa (se utiliza toda la biomasa cosechable), los que ofrecen una mayor variabilidad natural y plasticidad, los que requieren menos “inputs” y los que más fácilmente pueden adaptarse a las condiciones edafoclimáticas de las superficies agrícolas disponibles. ´ La gran ventaja que tiene la biomasa lignocelulósica como materia prima para la bioenergía estriba en sus múltiples aplicaciones, tanto para la producción de biocombustibles sólidos para usos térmicos (actualmente el mayor mercado a nivel europeo y mundial de energías renovables), para la producción de electricidad (agroelectricidad), para la fabricación de los biocombustibles líquidos de 2ª generación o para la producción de biocombustibles gaseosos, incluido el hidrógeno. Como cultivos tipos para esta finalidad se ha elegido el cardo y el centeno (cosecha integral de biomasa) para su cultivo en los actuales barbechos de secano y el chopo en sistema de cultivo de alta densidad y turnos cortos de rotación (2-3 años) para barbechos de regadío o de una muy alta pluviometría. La estimación de la producción potencial de biomasa para los 3 cultivos elegidos en cada comarca se ha realizado mediante una serie de funciones de producción desarrolladas por el Grupo de Agroenergética de la UPM en el desarrollo del Proyecto Singular Estratégico que sobre cultivos energéticos (“On Cultivos”) está realizándose con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación. Aunque los cultivos definitivos que se puedan establecer en las zonas disponibles sean diferentes a los indicados en este estudio, sobre todo cuando progresen las investigaciones que se están desarrollando en este sentido, creemos que los datos que se ofrecen representan una productividad potencial, en torno a la cual girará la productividad real del cultivo que se seleccione para cada zona. Como tierras disponibles, se han considerado las superficies que actualmente se encuentran en barbecho, aunque es muy posible que muchas de las tierras que hoy se dedican al cultivo de cereal, con rendimientos muy marginales, podrían dedicarse a producir biomasa para fines energéticos, si las agroindustrias energéticas estuvieran implantadas en el territorio. También es posible que algunas de las superficies consideradas entre los barbechos sean necesarias para establecer las oportunas rotaciones de cultivos, pero ante la falta de datos concretos Abril 2009 45 al respecto, se ha considerado todo el barbecho disponible para establecer los Producción Potencial valores límite Potencial de b. l. energético (tms) (tep) la producción potencial de 6.122.802,23 2.383.935,28 biomasa en 5.513.136,67 2.196.607,61 base a tierras no utilizadas 0,00 0,00 por cultivos 2.715,22 1.143,38 tradicionales. 12.747.899,64 4.901.429,61 En la última parte del trabajo se 6.457.518,41 2.513.957,93 evalúa el potencial 1.064.289,69 419.295,88 agroenergético en biomasa 1.081.522,66 411.296,43 lignocelulósica de 1.675.834,13 691.667,76 cada una de las 2.050.530,72 802.405,40 comarcas en base a las superficies 261.056,43 114.637,68 de barbechos 596.013,86 224.876,21 existentes tanto en secano y 398.962,74 159.970,15 regadío, para 1.505.216,33 579.067,00 los cultivos 174.284,85 68.811,04 anteriormente citados. Aunque 1.553.907,90 652.616,48 el estudio está 41.205.691,51 16.121.717,85 todavía en fase de realización, en la Tabla VI se indica un avance de resultados sobre las superficies disponibles y la producción potencial de biomasa lignocelulósica estimada a nivel de las diferentes Comunidades Autónomas. La producción potencial de biomasa se estima en 16,12 Mtep. Este trabajo constituye una primera aproximación a la evaluación del potencial de producción de biomasa por la agricultura española y es de esperar que con el desarrollo de la agroenergética en un futuro, las cifras que aquí se dan se vean matizadas o modificadas, pero como primera aproximación a nivel nacional creemos que es muy importante el disponer de datos de partida, máxime con el compromiso futuro de sustitución del 20 % de la energía que consuma la UE en el año 2020 por energías de tipo renovable. Tabla VI: Estimación de la cantidad de biomasa lignocelulósica (b.l.) potencialmente producible en las tierras de barbecho disponibles en las diversas Comunidades Autónomas y su contenido energético. CCAA Andalucía 578.775,00 Aragón 563.345,00 Asturias 0,00 Cantabria Castilla la Mancha Castilla y León 312,00 1.201.495,00 626.833,00 Cataluña 70.188,00 Comunidad de Madrid 96.074,00 Comunidad Valenciana 119.559,00 Extremadura 249.800,00 Galicia 18.421,00 Islas Baleares 41.493,00 La Rioja 27.598,00 Navarra 92.617,00 País Vasco Región de Murcia TOTAL 46 Superficie considerada (ha) 8.906,00 269.812,00 3.965.228,00 La selvicultura: herramienta básica de gestión de los montes Texto: B. Abellanas Oar Dpto. Ing. Forestal E. T. S. I. A. M. Universidad de Córdoba E timológicamente, selvicultura (o silvicultura) significa cultivo del bosque, definición que recoge el Diccionario de la Real Academia. Pero se trata de un cultivo especial, en el que el producto a obtener no es siempre un bien material ni el único factor determinante de las técnicas a emplear. La selvicultura consiste, básicamente, en el manejo adecuado de las masas forestales con el fin de optimizar el conjunto de sus funciones que pueden ser de interés para la sociedad, asegurando, a la vez, un adecuado estado vegetativo de la misma, lo que incluye su persistencia y estabilidad. Esto supone manejar ecosistemas de diversa índole, con el denominador común de incluir una masa arbolada como formación vegetal dominante. La selvicultura es una disciplina que presenta el doble carácter de ciencia y técnica. La selvicultura se ocupa tanto de la aplicación práctica de técnicas de gestión y aprovechamiento racional de los montes como del estudio, elaboración, análisis y perfeccionamiento de tales técnicas. La selvicultura supone, por tanto, estudio y manipulación del bosque. Y ello porque los sistemas que ha de manejar -los bosques- son tan variados, longevos y frágiles y tan complejos en su funcionamiento, que las técnicas de gestión no pueden ser reducidas a un mero manual de procedimientos. La adaptación de las técnicas a las condiciones reales, en cada caso, es uno de las tareas básicas del selvicultor. Cronológicamente, a lo largo de la historia del aprovechamiento de los bosques, se Abril 2009 25 Monte alcornocal tratado selvicolamente para la producción de corcho. 26 desarrolla primero una técnica forestal, para el aprovechamiento eficiente de los recursos del bosque, y después, cuando surge la necesidad de racionalizar y perfeccionar la técnica para asegurar, por un lado, la persistencia del sistema y, por otro, el rendimiento sostenido del recurso, es cuando nace la ciencia. Sólo a partir de éste momento podemos hablar de la existencia de la selvicultura. En la mayoría de los casos, la selvicultura se ocupa del manejo de especies silvestres, junto con su cortejo de organismos acompañantes. Esta característica tiene dos implicaciones importantes; en primer lugar, las especies que se manejan, al tratarse de especies silvestres, presentan una variabilidad mucho mayor que las variedades mejoradas que se utilizan en agricultura. Esto implica una mayor dificultad en la predicción de su respuesta a los tratamientos y una mayor variabilidad en su comportamiento. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que en selvicultura se debe prestar atención no sólo a aquellas especies o individuos vegetales que resulten de interés desde el punto de vista económico, sino también a todas las demás -vegetales y animalesque comparten el hábitat con ellas en el bosque. Otra gran peculiaridad de la selvicultura, entendida como cultivo o manejo del bosque, es que no siempre los productos pretendidos de tal intervención tienen la naturaleza de bienes materiales extraíbles del sistema para su aprovechamiento humano. En muchos casos la selvicultura tiene como fin obtener bienes inmateriales a través de la adecuación de la forma del bosque a la consecución de objetivos de interés social como pueden ser la conservación de la biodiversidad, la protección de los recursos hidrológicos, la mejora de las condiciones atmosféricas o la optimización de lugares para el ocio. En la mayoría de los casos es habitual que la selvicultura deba enfrentarse a la consecución de objetivos múltiples de distinta naturaleza. Este planteamiento complica bastante la gestión, al tener que contemplar funciones y usos diversos y en ocasiones contrapuestos, frente a la mayor simplicidad de la agricultura, que suele ser eminentemente monofuncional, en la que, otras posibles consideraciones suelen adoptar, a lo sumo, la forma de meras restricciones (limitación de pendiente al laboreo para evitar la erosión, limitación de las dosis de productos químicos para evitar la contaminación, etc). Un tercer aspecto a destacar en el concepto de selvicultura es su carácter social. Su objetivo último es satisfacer de forma armoniosa las necesidades de la sociedad. Aún cuando los productos o beneficios directos puedan estar únicamente al servicio de un propietario particular del monte, muchos de los beneficios indirectos son percibidos por toda la sociedad. Pero este concepto, que todos entienden a la hora de disfrutar los beneficios del monte, no es tan claramente percibido cuando se trata de repartir el coste de la gestión. La práctica de la gestión forestal en cualquier país o región está en continua evolución; una evolución que es paralela a la de la sociedad a la que sirve. A medida que una sociedad se desarrolla en tamaño y complejidad, aumenta su demanda de recursos, tanto en cantidad como en diversidad. Así, las prácticas de la selvicultura deben ir cambiando paralelamente a los requerimientos de la sociedad. Es corriente que las prácticas normales y aceptables en una década resulten claramente inaceptables en la siguiente. Las sociedades generalmente cambian sus requerimientos respecto a los montes en plazos de tiempo inferiores a la duración de una generación de árboles. Esto hace que el selvicultor esté continuamente actuando sobre sistemas forestales concebidos bajo circunstancias diferentes. Muy a menudo existe contradicción entre las necesidades actuales respecto a los bosques y la realidad forestal. Esto es una continua fuente de conflictos y frustraciones. Para el pesimista, el selvicultor trabaja siempre con una generación de árboles de retraso, debe estar permanentemente corrigiendo errores del pasado y lo que crea no deja de ser una pura especulación de cara al futuro. Pero para el realista, esta constante divergencia entre antiguos objetivos y realidad actual es algo inherente a la gestión forestal y debe asumirse como algo intrínseco. El reconocimiento de los errores del pasado puede ser útil para mejorar la “actitud selvícola” de hoy y así perfeccionar el diseño y modelado del bosque del mañana. Estas consideraciones no deben servir para desalentar al selvicultor, sino para hacerle comprender otro aspecto fundamental de la selvicultura y es que ésta, aún cuando está dirigida a satisfacer las necesidades de la sociedad, debe tener en cuenta, también, el carácter coyuntural y transitorio de estos objetivos. Esto introduce una nueva dimensión en la selvicultura que trasciende a los objetivos inmediatos: la selvicultura debe actuar de tal forma sobre los bosques que se asegure, no sólo la persistencia de la masa forestal sino también la continuidad de su capacidad de producir bienes y servicios diversos y cambiantes. El rendimiento sostenido, a largo plazo, implica necesariamente conservar la capacidad de uso múltiple de los montes ya que los beneficios o servicios que la sociedad demanda de los mismos van cambiando a lo largo del tiempo. Si sólo se asegurara el rendimiento sostenido en un determinado producto, el cambio de requerimientos sociales o la pérdida de utilidad o valor de dicho producto implicaría el incumplimiento de dicho principio. Por tanto, la selvicultura debe asegurar, por encima de objetivos concretos, que el monte mantenga las características que le confieren su virtud de constituir una fuente permanente de bienes y servicios sociales. De lo dicho anteriormente se desprende otro aspecto importante de la selvicultura y es que el selvicultor debe manipular el bosque con conocimiento de causa, es decir, conociendo los efectos que tal manipulación ejercerá no sólo sobre los fines inmediatos perseguidos con tal manipulación, sino también sobre el comportamiento general del bosque como sistema. El objeto de la selvicultura no son los árboles, sino el bosque o masa forestal. Las intervenciones selvícolas actúan sobre la estructura de la población de árboles y sobre el medio en que viven tanto éstos como los restantes componentes del bosque. Los objetivos de Abril 2009 27 Pinar de repoblación sin intervención selvícola con claros síntomas de estancamiento. Foto: R. Serrada. 1 28 gestión de los montes deben ser interpretados por el selvicultor (el “diseñador verde” de Oldeman1) en términos de un determinado tipo de estructura y composición de la masa forestal, que será la que resulte más adecuada al fin perseguido. Los diversos objetivos planteados se traducirán en la mezcla de especies y la distribución de edades de los árboles dentro de la masa; en la forma de agrupación y estratificación de los distintos componentes del bosque, en las dinámicas de crecimiento y regeneración, etc. Aún queda otro punto importante a considerar en el planteamiento selvícola, y que está relacionado con los largos plazos de tiempo que se manejan. Aunque, gracias a los avances de la ecología, cada vez podemos comprender mejor los procesos que intervienen en el desarrollo de los bosques, hay que asumir que dichos procesos nunca pueden llegar a ser absolutamente predecibles, pues siempre existen fenómenos más o menos aleatorios que pueden desviar la evolución del sistema respecto a lo previsto. Esto hace que la selvicultura no sea una ciencia exacta. Por muy bueno que sea un modelo selvícola, la amplitud temporal de los procesos forestales conlleva, en la mayoría de los casos, la modificación de las condiciones iniciales durante el desarrollo del mismo y esto, el desajuste del modelo. Todo esto implica que, aún cuando la consecución de determinadas formas de bosque requiera una planificación a largo plazo (nuestra actuación se basa en la modificación Oldeman, R. A. A. 1990. Forests: Elements of Silvology. Ed. Springer-Verlag. Berlin. 624pp. de procesos de desarrollo y éstos requieren tiempo para realizarse), esto no es suficiente. Una parte importante de la selvicultura consistirá en desarrollar métodos de control que, de forma periódica, comprueben la buena marcha de las previsiones realizadas o las posibles desviaciones que se produzcan, con el fin, en éste caso, de introducir las correcciones necesarias para reconducir el desarrollo del bosque en el sentido deseado. En resumen: hay que planificar a largo plazo pero comprobar a corto o medio plazo la buena marcha del proceso y, en caso necesario, introducir las correcciones necesarias. Origen y breve evolución histórica de la selvicultura. Tendencias actuales El origen de la selvicultura en Europa se sitúa en Francia, a mediados del siglo XVIII, siendo su precursor Duhamel de Monceau, inspector de la marina francesa, que publica en esta época un Tratado completo sobre los bosques y la madera que constituye la primera recopilación de las diversas técnicas a aplicar para la racionalización de los aprovechamientos de los montes. Sin embargo, la aplicación generalizada de la selvicultura comienza en la Alemania de finales del s. XVIII, donde se constituyen los primeros Servicios Forestales organizados para la administración de los montes y donde empiezan a surgir centros de enseñanza forestal en los que se forma a los técnicos encargados de llevar a cabo esta tarea. La selvicultura inicial que se desarrolla en esta época surge con el objetivo de restaurar los bosques, muy deteriorados en todos los países europeos con una cierta densidad de población, debido a un uso tradicional de los mismos indiscriminado y abusivo. Su objetivo es desarrollar métodos de explotación de los recursos forestales (fundamentalmente madera) que no impliquen la desaparición de los propios sistemas de producción, es decir: los bosques. Se lucha fundamentalmente contra el desorden que ha imperado hasta entonces en la explotación de los montes, por lo que, en una reacción pendular, se impone el orden en los aprovechamientos como principio fundamental de la selvicultura. Se plantean métodos de aprovechamiento rígidamente organizados, inspirados en la agricultura: creación de montes altos de coníferas por siembra para su explotación en un sistema rígido y ordenado de cortas a hecho y posterior repoblación. En Francia, uno de los países con más relevancia en el desarrollo de estos primeros pasos de la selvicultura junto con Alemania, se sigue inicialmente esta selvicultura alemana, pero enseguida se desarrollan otros métodos mas adaptados a los montes altos de frondosas. Una de las principales aportaciones fué el desarrollo de la idea de las claras como tratamiento de mejora de la masa residual. La selvicultura, a partir de aquí, va evolucionando e incorporando nuevas tendencias y enfoques, siendo una de las mas trascendentales la que marca el alemán Gayer (Waldbau, 1880), que da origen a una selvicultura denominada próxima a la naturaleza, en la que se desarrollan métodos que permiten regular los aprovechamientos sin unas prescripciones tan rígidas y artificiales como las propuestas hasta entonces. En esta orientación, se buscan métodos inspirados en los propios procesos naturales que tienen lugar en el desarrollo natural de los bosques, introduciéndose por primera vez la regeneración natural como herramienta selvícola. Esta selvicultura preconiza también la idea de las masas irregulares (mezcla intima de árboles de todas las edades) y las cortas de entresaca. Hoy día, el debate selvícola se ha desplazado a aspectos más particulares o específicos. Hoy está generalmente admitida la necesidad de una selvicultura diversificada, adaptada a las condiciones particulares y ya no se buscan regímenes de aplicación universal, sino técnicas selvícolas adaptadas a las condiciones de cada situación. Actualmente se pueden distinguir diferentes tendencias en los países industrializados del mundo en lo que se refiere a las grandes orientaciones de su gestión forestal y, en consecuencia, de su selvicultura, existiendo, por supuesto, variantes y situaciones intermedias. Estas grandes orientaciones pueden caracterizarse por el nivel de integración del bosque en el contexto socio-económico y, sobre todo, por el tipo de percepción que sus habitantes tienen de las diferentes utilidades de los bosques. Estas diferentes percepciones tienen su origen en la evolución histórica, demográfica y social, y están bastante ligadas a la relación existente entre el nivel económico y demográfico de un país y la extensión Abril 2009 29 TENDENCIAS ACTUALES DE LA SELVICULTURA TIPO DE SELVICULTURA ÁMBITO Países poco montañosos del norte de Europa con gran cantidad de recursos forestales y baja densidad de población. PERCEPCIÓN DEL BOSQUE UTILIDADES EL BOSQUE COMO UNIDAD DE PRODUCCIÓN PRIMARIA. Producción de madera. Selvicultura intensiva. Minimización de costes de explotación. Desarrollo y utilización de maquinaria pesada. Materia prima homogénea y normalizada. Cortas en grandes superficies. Selvicultura Multifuncional Países con recursos forestales limitados y alta densidad de población (Europa CentroOccidental). EL BOSQUE COMO ECOSISTEMA NATURAL CON MÚLTIPLES FUNCIONES PRODUCTIVAS Y SOCIALES. Productos primarios (madera). Protección del medio natural (aire, suelo, agua). Ocio y recreo. Paisaje y funciones estéticas. Conservación de la biodiversidad. Selvicultura próxima a la naturaleza. Importancia de las implicaciones ecológicas de las intervenciones. Soluciones de compromiso para atender múltiples propósitos. Producción directa como fuente de financiación de la selvicultura. Selvicultura Ecologista Países con muy escasos recursos forestales, fuertemente industrializados y con alta densidad de población. EL BOSQUE COMO RESERVA NATURAL DE CARÁCTER SOCIAL AL SERVICIO DE POBLACIONES URBANAS. Beneficios ambientales (protección y purificación). Conservación de flora y fauna. Paisaje y estética. Ocio y recreo. Selvicultura deconservación. El principal objetivo de la preservación de la estabilidad ecológica. Sólo es posible la financiación pública. La producción directa es accesoria. Selvicultura Monofuncional Países con escasez de bosques. Bosques artificiales de carácter productivo. Fuente: Según SCHUTZ, J. P. 1990. Sylviculture 1. Press. Polytech. et Universitaires Romandes. Lausanne. 243pp. 30 CARACTERÍSTICAS situación actual en relación a los bosques nos situaría claramente en el segundo de los casos descritos -selvicultura multifuncional- y, sin embargo, podemos encontrar bosques netamente productores donde se aplica una selvicultura claramente monofuncional e intensiva (eucaliptares, choperas o ciertos pinares son buenos ejemplos); y también casos donde se aplica hoy una selvicultura ecologista, como ciertas áreas de reserva altamente protegidas. La heterogeneidad (incluso estructural) y la presencia de regenerado son signos de naturalización en las repoblaciones que mejoran sus perspectivas de persistencia a largo plazo. Los multiples objetivos de la selvicultura aplicada e importancia de su cubierta forestal. Estas grandes orientaciones pueden resumirse, según el análisis de Schütz (1990) en tres grandes tipos de selvicultura: Selvicultura monofuncional, Selvicultura multifuncional y lo que podría denominarse Selvicultura ecologista (ver cuadro). Estas tres categorías corresponden a un nivel decreciente de superficie forestal del país o región, lo que va acompañado de un aumento paralelo de las necesidades de protección del sistema bosque en la gestión y una paralela disminución de la importancia relativa del aspecto productivo en relación a otros valores de carácter más social. Como excepción coinciden los planteamientos extremos de gran abundancia y gran escasez de superficie forestal. En ambos casos, la selvicultura se orienta fundamentalmente a la producción directa (madera fundamentalmente), pero por motivos opuestos; en el primero porque el resto de valores que aportan los bosques se perciben sin restricciones (como el aire que respiramos) y no requieren intervención y en el segundo porque la practica ausencia total de bosques obliga a generar bosques artificiales con el objetivo preferente y casi único de producir los recursos forestales necesarios para el país o región, al modo de cultivos agrícolas. Aun cuando estos tipos de selvicultura se han identificado con ciertos tipos de países y sus percepciones del bosque, a menor escala todos estos tipos pueden darse en mayor o menor medida en un mismo país, como el nuestro. Nuestra Al margen de las consideraciones de carácter general contempladas antes, la selvicultura puede tener en su aplicación práctica objetivos muy diversos, entre los que cabe destacar los siguientes: La optimización de producciones directas del bosque W Coincide en gran medida este objetivo con los de la agricultura clásica: mejorar el rendimiento mediante la mejora de la productividad del sistema y/o la reducción de los costes de explotación. Las técnicas selvícolas para conseguir este tipo de objetivo suelen ser algo más complejas que las empleadas en agricultura. Las labores agrícolas, una vez obtenidas variedades altamente productivas y homogéneas con las que trabajar, han consistido tradicionalmente en aumentar la cantidad de recursos disponibles para los elementos productivos -árboles en nuestro caso- en la forma de la aplicación de técnicas de fertilización, riego y laboreo o la utilización de tecnología eficiente para el cutivo y/o la cosecha. Estas técnicas sólo son posibles en las formas de selvicultura más intensivas. En la mayoría de los casos, las técnicas requeridas en las explotaciones forestales son menos intensivas y más complejas en su ejecución ya que requieren intervenciones prolongadas en el tiempo y adecuadamente dirigidas. La mayoría de las estrategias selvícolas para mejorar el rendimiento Abril 2009 31 de los sistemas forestales productivos están basadas en diseñar bosques con estructuras óptimas para la producción pretendida, por ejemplo: bosques densos para producir madera de calidad (la espesura evita muchas malformaciones de la madera que disminuyen el valor de ésta como nudos o curvaturas excesivas de las piezas y reducen la producción útil) o ajustar los ciclos de producción a los períodos de máximo crecimiento de los árboles, evitando alargar éstos a épocas en que los árboles crecen más despacio, como ocurre cuando alcanzan una cierta edad. También se pueden mejorar los resultados concentrando la capacidad productiva del sistema en los árboles mejor dotados para ello a través de la aplicación de técnicas progresivas de selección a lo largo del ciclo productivo, consistentes en eliminar los árboles menos eficientes; las denominadas claras. Estas sencillas técnicas permiten, además, recuperar anticipadamente productos intermedios que, aun siendo de menor valor, pueden mejorar los aspectos financieros del sistema productivo. En ellas reside una de las mejores tácticas desarrolladas por la selvicultura: convertir los tratamientos culturales en aprovechamientos. En todo caso, no hay que olvidar que, en la mayoría de los casos, las producciones directas se obtienen en nuestro caso de sistemas seminaturales donde incluso las especies de interés económico son especies silvestres con un alto grado de variabilidad interna y, en general, con rendimientos globales relativamente escasos. Protección de plantas jóvenes en dehesa, con ausencia de regeneración efectiva por efecto del diente del ganado. 32 W La creación de bosques Está ampliamente admitida por la sociedad actual la necesidad de crear nuevos bosques que compensen las altas tasas de deforestación que acompañan a la alta presión humana de los países desarrollados. Los posibles usos posteriores de éstos son múltiples, desde la mejora del medio ambiente en el sentido más amplio (incluyendo aspectos muy actuales como la captura de carbono con el fin de reducir la concentración de CO2 en la atmósfera) hasta la obtención de materias primas (madera, corcho, biomasa con fines energéticos, etc.) o usos sociales (ocio, biodiversidad, paisaje, etc.). Está bastante asumida por la sociedad la necesidad de “plantar árboles” (En las líneas estratégicas para la Lucha contra el Cambio Climático del MARM se prevé la plantación de 45 millones de árboles) pero no tanto la conciencia de “crear bosques”. Esto es algo más complejo, porque requiere que dichos árboles convivan de forma armoniosa en un espacio común y, lo que es más importante, generen un sistema autosostenible a largo plazo, lo que no siempre se consigue plantando árboles. La actuación selvícola posterior es una herramienta fundamental e ineludible para convertir una plantación de árboles en un bosque. Podríamos decir que la plantación (o siembra) de un terreno equivaldría a la semilla del bosque, pero, sin los cuidados posteriores necesarios, difícilmente llegará a desarrollar un ejemplar adulto y sano con capacidad de perpetuarse a través de una descendencia. El grado de artificialidad que conlleva una plantación dificulta en muchos casos la consecución de autonomía por parte del sistema forestal creado si no se interviene. Puede parecer que si se ha elegido bien la especie (adecuada a las condiciones del medio físico), se ha utilizado una planta de buena calidad (controlando tanto sus aspectos genéticos como morfológicos y fisiológicos) y se ha realizado la repoblación con técnicas de establecimiento adecuadas (preparación del terreno, tratamiento de la vegetación acompañante y protección contra herbívoros e incluso otras mejoras ambientales como la utilización de tubos invernaderos) y en la época adecuada, el éxito está asegurado. Efectivamente esto es así si nuestro ámbito temporal de seguimiento se reduce a unos pocos años, pero deja de ser tan cierto cuando nos alejamos en el tiempo desde el momento de la plantación. Desde el momento en que se inician las relaciones de competencia entre los propios árboles plantados, se inician procesos no previstos inicialmente por las técnicas repobladoras. Incluso el máximo nivel de éxito exigible a una repoblación, como puede ser la ausencia total de “marras” y un adecuado estado vegetativo de la mayoría de las plantas, puede convertirse en un problema debido a que el exceso de uniformidad que genera esta situación puede impedir que se produzca la necesaria redistribución de los recursos entre un menor número de árboles al ir aumentando éstos de tamaño. La consecuencia fatal de la ausencia de una mortalidad regular y gradual de árboles en una masa forestal es lo que se denomina “estancamiento”, que significa la mortalidad masiva de la misma por escasez de recursos para mantener a una población de árboles tan elevada en un terreno con recursos limitados. La heterogeneidad es un elemento esencial para el adecuado funcionamiento de un bosque y difícil de incorporar en los momentos iniciales en la repoblaciones. La selvicultura posterior puede, y debe, suplir esta carencia de las masas artificiales regulando el reparto de los recursos disponibles entre un número de árboles que se ajuste al progresivo mayor tamaño de éstos. Así pues, la selvicultura se hace imprescindible en la consecución de verdaderos bosques a partir de las plantaciones hasta, al menos, el paso a la siguiente generación de árboles. El principal objetivo de la selvicultura en estos casos ha de ser conseguir lo antes posible la “naturalización” de las masas forestales creadas que les dote de autosostenibilidad a largo plazo. W La protección de los sistemas naturales En no pocas ocasiones la selvicultura debe dotar a los bosques de formas más resistentes ante las injerencias humanas de diversa índole. El caso de los incendios forestales es sin duda el más emblemático y el que, actualmente, mejor entiende la sociedad. En no pocos foros se defiende la idea de “mantener limpio el bosque” con el fin de evitar la generación y propagación de incendios altamente destructivos. La creación de estructuras boscosas menos combustibles y, en ciertos casos, menos inflamables, es una de las tareas más reconocidas actualmente de la selvicultura. La compartimentación de las masas boscosas y la creación de estructuras de defensa frente al fuego consume gran parte de los recursos destinados actualmente a la selvicultura, al menos en el ámbito de la gestión pública. Pero existen otros riesgos no tan impactantes o dramáticos pero igualmente destructivos que, por actuar de forma Abril 2009 33 lenta y progresiva son menos evidentes a los ojos de la sociedad: el pastoreo incontrolado a lo largo del tiempo conduce inexorablemente a la desaparición del bosque al impedir la renovación generacional. Este lento proceso destructivo pasa muchas veces inadvertido a los ojos del observador ocasional, pero debe también ser objeto de la selvicultura, encargada de diseñar técnicas que, sin renunciar a la ganadería extensiva o el uso cinegético de los montes, permita incorporar las tasas necesarias de renovación en los sistemas para asegurar su persistencia a largo plazo. Se trata de problemas complejos que requieren soluciones imaginativas y, desde luego, recursos económicos. Otros riesgos, quizá menos importantes por su menor generalización en nuestro país en términos de extensión afectada pero igualmente relevantes en el ámbito selvícola incluyen los daños provocados por agentes meteorológicos tales como vendavales, aludes u otros. En estos casos, la prevención debe atender a la creación de bosques con una adecuada resistencia mecánica a este tipo de daños. Por último, hoy dia se ha convertido en relevante la protección de cualidades de los bosques que hasta hace relativamente poco no se valoraban: el valor como refugio de la biodiversidad. En este aspecto, la selvicultura debe aproximarse lo más posible a la naturaleza ya que lo que se exige de ella es que reproduzca lo mejor posible las condiciones que hacen posible el sostenimiento de la biodiversidad a la vez que, de forma inevitable, existe una mas o menos intensa presión humana sobre los sistemas a proteger. Como conclusión, la selvicultura es la herramienta a emplear para hacer de los bosques aquello que la sociedad indique en cada momento, pero preservando siempre, por encima de la fugacidad de los requerimientos concretos de cada coyuntura, la persistencia de los sistemas forestales con el fin de hacerlos trascender en toda su plenitud a las generaciones futuras. Aún cuando hoy no sepamos lo que éstas demandarán de sus bosques, es seguro que aquellos bosques serán los descendientes de los nuestros. 34 Foto: Margarita Hernández 16 Certificación forestal. Garantía de futuro para nuestros bosques Texto: J. Carlos del Álamo Jiménez Decano del Colegio de Ingenieros de Montes. N uestra sociedad ha avanzado espectacularmente en los dos últimos siglos. La población mundial ha tenido un fuerte incremento y han aumentado las necesidades de uso y consumo de recursos naturales de buena parte de ella. En Europa, como promedio, una población de un millón de habitantes consume diariamente más de 11.000 toneladas de combustibles fósiles, 320.000 toneladas de agua y 2.000 toneladas de alimentos. Son datos que aún más, por su magnitud, resultan alarmantes. Además, el problema se agrava debido a que el crecimiento demográfico se acentúa, la esperanza de vida se alarga y existe el más que comprensible deseo de mejorar el nivel de vida, aspiración que es cada vez más fuerte e intensa, sobre todo en las capas más desfavorecidas de la sociedad. Este escenario ha obligado a perfeccionar los métodos de planificación y a mejorar las técnicas de investigación, producción y aprovechamiento de los recursos, especialmente de los que están sujetos a ciclos largos, como pueden ser los forestales. Es difícil encontrar otro campo en el que sea más necesaria una correcta planificación y la aplicación de técnicas apropiadas como en la actividad forestal, que produce permanentemente bienes incalculables para la sociedad, como pueden ser la mejora de la calidad del aire, el mejor aprovechamiento del agua, la estabilidad de los suelos o la biodiversidad entre otros. Los ecosistemas forestales requieren plazos muy largos para que se evidencie el efecto de una buena gestión o los errores que hayan podido cometerse en su gestión. Un daño cometido en el monte en pocas horas o días, podrá requerir de años y hasta siglos para poder ser enmendado como sucede en el caso de los incendios forestales. Fruto de esta tarea gestora sobre nuestro entorno natural, la Ordenación de Montes surgió ante la escasez de productos forestales, con el fin de frenar la destrucción de los bosques y asegurar su continuidad para las futuras generaciones. Las técnicas y métodos desarrollados a lo largo de casi tres siglos han demostrado su operatividad no Abril 2009 17 Foto: Isabel Ramírez 18 sólo en la organización de la producción maderera de los montes, sino también en la gestión de las masas forestales con fines de protección o de uso social. Gestión forestal sostenible El concepto de “desarrollo sostenible” tiene su origen en el Informe de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Económico llamado “Nuestro Futuro Común” (1987) y conocido popularmente como Informe Brundtland, donde se definió como “el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. En la Conferencia de Río en 1992 se comenzó a utilizar la expresión “gestión forestal sostenible” y, desde entonces, este concepto ha sido objeto de atención en multitud de foros internacionales. Uno de ellos, la Conferencia Ministerial sobre la Protección de los Bosques en Europa, celebrada en Helsinki en 1993, definió la gestión forestal sostenible como la administración y el uso de los bosques y los terrenos forestales en forma e intensidad que permita mantener su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y potencial para desempeñar, ahora y en el futuro, importantes funciones ecológicas, económicas y sociales, a escala local, nacional y mundial, y sin causar perjuicio a otros ecosistemas (Resolución H1 de la Conferencia de Helsinki, 1993). Pero la idea de salvaguardar los recursos naturales para las generaciones futuras no es una inquietud reciente. En España, Lucas Olazábal, en 1883, expresaba de manera explícita esta preocupación, aunque probablemente referida sobre todo a la madera como recurso. Colbert, en la Ordenanza Forestal Francesa de 1669, o el alemán Hartig en 1804, también mostraron la misma preocupación. En España las primeras referencias que encontramos sobre Ordenación de Montes se encuentran en las Ordenanzas de Fernando VI, de 1748, y posteriormente en 1833 en las Ordenanzas Generales de Montes. Las primeras Instrucciones de Ordenación de los Montes Públicos datan de 1865, habiendo sido posteriormente promulgadas nuevas Instrucciones en 1890, 1930 y 1970. En ellas ya se ajustaban los aprovechamientos de los montes al principio de persistencia sostenida de los recursos forestales renovables, dando origen al tradicional concepto de los forestales españoles del “aprovechar conservando”. El éxito de los métodos aplicados ha propiciado que, en los países desarrollados, el objetivo original de defender los bosques existentes y restaurar parte de las zonas degradadas se haya cumplido en mayor o menor medida. En la actualidad, una vez satisfechas las necesidades en producciones directas, la sociedad desea usar sus montes para una multiplicidad de funciones y la gestión forestal debe reflejar este cambio, además de aplicar plenamente el objetivo de la sostenibilidad. Así, el concepto de desarrollo sostenible se basa en tres pilares: la conservación del medio ambiente, el desarrollo económico y la cohesión social. En ese sentido, la gestión forestal sostenible supone una ampliación de los objetivos clásicos de persistencia, rendimiento sostenido y máximo de utilidades para poder adoptar un enfoque en el que se consideren aspectos como la población de los espacios forestales, la conservación del suelo, la calidad del agua o la diversidad biológica y paisajística, entre otros. Frente a estos retos el Ministerio de Medio Ambiente inició un proceso de reforma de la política forestal española que se materializó, en un primer momento, en la Estrategia Forestal Española (aprobada en 1999) y posteriormente en la redacción del Plan Forestal Español (aprobado en 2002), para que articule y sitúe en el tiempo y en el espacio las líneas políticas definidas en la Estrategia así como la consecución de los apoyos institucionales que permitan realizar dicha reforma, para finalizar con la redacción y aprobación de la Ley 43/2003 de Montes. Certificación forestal En aquella Estrategia Forestal Española ya se hacía mención a lo que supone la certificación forestal diciendo: “Los sistemas de certificación forestal y de etiquetado son instrumentos basados en el mercado Abril 2009 19 Foto: Margarita Hernández y dirigidos primordialmente a fomentar la gestión sostenible de los bosques y la utilización de productos forestales procedentes de fuentes renovables y sostenibles.” Así pues, la certificación forestal es una herramienta que pretende vincular de forma directa el comercio de los productos forestales con la gestión sostenible de los bosques de los que proceden, permitiendo que el consumidor diferencie qué bienes son aquellos en los que durante su fabricación se han utilizado materiales procedentes de montes ordenados y gestionados de forma sostenible. La Ley de Montes define oficialmente el término como “procedimiento voluntario por el que una tercera parte independiente proporciona una garantía escrita tanto de que la gestión forestal es conforme con criterios de sostenibilidad como de que se realiza un seguimiento fiable desde el origen de los productos forestales”. La certificación forestal es sin duda la mejor alternativa para asegurar el origen de los productos forestales, frente 20 a los boicots a la importación de madera tropical promovida por ONG en el pasado, y la proliferación de declaraciones de buena gestión, sin credibilidad, que crea confusión tanto a productores como a consumidores. Los montes españoles se ven afectados por numerosos problemas que van desde la falta de planificación y ordenación de los recursos o prácticas forestales inadecuadas, hasta la falta de participación de la comunidad local o la pérdida de diversidad biológica. En España conviven dos sistemas de Certificación Forestal, ambos de aplicación internacional: W FSC o Forest Stewardship Council, cuyo ámbito de aplicación es mundial. W PEFC o Paneuropean Forest Certification, con un ámbito de aplicación que inicialmente estuvo centrado básicamente en Europa aunque actualmente es de aplicación mundial. Se trata de los dos únicos sistemas internacionales que pueden respaldar proyectos nacionales. FSC El FSC- Forest Stewardship Council (Consejo de Administración Forestal), es una organización independiente, no gubernamental y sin ánimo de lucro, que fue creada en 1993, un año después de la cumbre de Río, con el propósito de aplicar las resoluciones de la misma a las masas forestales de todo el planeta y su entorno. Esta organización internacional es, organizativamente, una asociación de miembros cuya instancia superior es la Asamblea General, formada por tres cámaras (económica, social y ambiental) todas ellas con el mismo peso en número de votos. Cada cámara está dividida en dos sub-cámaras que se reparten de forma ecuánime el poder de decisión: 50% para miembros de países del “Norte” y 50% para países del “Sur”. Su objetivo es promover una gestión forestal que sea económicamente viable, socialmente beneficiosa y ambientalmente apropiada en los bosques de todo el mundo; para lo cual trata de coordinar un marco global de trabajo y de actuar como sistema de acreditación de entes certificadoras. WWF/Adena viene apoyando y trabajando en la promoción del sistema de certificación FSC desde 1.996. La labor de esta organización durante todos estos CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL FSC-España Superficie (Has) Superficie Total certificada 126.819 Nº CERTIFICADOS DE CADENA DE CUSTODIA: 140 Datos actualizados a 23 de marzo de 2009 Fuente: http://www.fsc-spain.org años ha sido la de coordinar y apoyar la constitución del denominado Grupo de Trabajo para la Elaboración de los Estándares Españoles de Gestión Forestal para la Certificación FSC (GT), desempeñando la función de Secretaría del mismo, una vez formado. Transcurridos casi 13 años de intenso trabajo, actualmente el sistema cuenta con Estándares Españoles aprobados por FSC en enero de 2006. Dichos Estándares se han revisado recientemente para incluir indicadores específicos para SLIMF. Dicha revisión fue aprobada por los Servicios de Acreditación de FSC Internacional (ASI) en marzo de 2008. CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL Y CADENA DE CUSTODIA FSC-Mundial Número total de hectáreas certificadas 106.834.864 Número de certificados de Gestión forestal 954 Número de certicados de cadena de custodia 11847 Número de países con certificado de gestión forestal/Cadena de custodia 92 SOCIOS DE FSC 740 Datos actualizados a 31 de diciembre de 2008 Fuente: http://www.fsc.org PEFC El PEFC- Programme for the Endorsement of Forest Certification schemes, que inicialmente se llamó Paneuropean Forest Certification nace el 30 de junio de 1998 como alternativa a la rápida expansión del FSC en Suecia. El PEFC se definió a raíz de las conferencias interministeriales de Helsinki (1993) y Lisboa (1998), en las que los ministros europeos (representando entonces a los gobiernos de 37 países) adoptaron los Criterios e Indicadores Paneuropeos de la Gestión Forestal Sostenible. Abril 2009 21 CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL PEFC-España Superficie (has) Certificación regional 740.640 Certificación de grupo 19.019 Certificación individual 325.169 Superficie Total certificada 1.084.828 Nº de certificados expedidos: 21 CERTIFICADOS DE CADENA DE CUSTODIA: Nº/instalaciones Individuales 129/129 Multisite 21/225 Total 150/354 Fuente: http://www.observapefc.es y http://www.pefc.es Y por ello el desarrollo del proceso PEFC fue recomendado por el Comité Económico y Social, órgano consultivo de las Instituciones de la Unión Europea, a través de su Dictamen 1138/99. Estos Criterios e Indicadores admiten la mejora continua, pudiendo ser revisados cada cinco años, y permiten evaluar la implantación de la Gestión Forestal Sostenible (GFS) CERTIFICADOS DE GESTIÓN FORESTAL Y CADENA DE CUSTODIA PEFC-Mundial Número total de hectáreas certificadas Número de certicados de cadena de custodia Número de usuarios del logo Número de países con certificado de gestión forestal/Cadena de custodia 224.040.379 4.893 31.835 44 Fuente: http://register.pefc.cz/statistics.asp Foto: Miguel Perales 22 El PEFC proporciona el marco para el desarrollo de los principios comunes para la certificación. También establece los mecanismos para el reconocimiento mutuo de los sistemas de certificación desarrollados por los distintos países participantes. Y por último, ofrece una marca colectiva, el logo PEFC, que garantiza que el producto forestal proviene de un bosque gestionado con criterios de sostenibilidad. En el proceso PEFC, entidades independientes, oficialmente autorizadas y totalmente ajenas a PEFC, se aseguran y certifican por escrito que los productos marcados con el sello PEFC proceden de montes gestionados de manera sostenible. España Área certificada % PEFC Superficie total (ha) 50.727.289 Superficie forestal (ha) 27.440.076 Superficie forestal arbolada (ha) 17.894.488 2,13% 1.084.828 3,95% 6,06% FSC Superficie total (ha) 50.727.289 Superficie forestal (ha) 27.440.076 Superficie forestal arbolada (ha) 17.894.488 Esto último, que afecta a los ámbitos medioambiental, económico y social, quiere decir que la gestión de dichos montes se ha llevado a cabo fijando objetivos de conservación del medio ambiente, mejora de la productividad y promoción del desarrollo socioeconómico en el entorno rural, según los Criterios Paneuropeos definidos por las Resoluciones de las Conferencias Ministeriales ya mencionadas sobre la Protección de Bosques en Europa El sistema PEFC representa actualmente casi el 70% de la superficie certificada en el mundo. PEFC ha impulsado el proceso de globalización de este Sistema, convirtiéndose en el líder mundial en cuanto a número de hectáreas certificadas, al representar actualmente casi el 70% de la superficie certificada, con más de 200 millones de has en todo el mundo. PEFC-España certifica la gestión forestal sostenible de acuerdo con una serie de normas UNE- 162.000 de GFS elaboradas en el seno de AENOR, en un proceso abierto a todas las partes implicadas. Estas normas desarrollan los criterios e indicadores paneuropeos según los cuales entidades independientes a PEFC-España certifican en el Estado español. La acreditación de las entidades facultativas para certificar los bosques y sus productos por el esquema PEFCEspaña corre a cargo de ENAC. Los datos que presentan ambos sistemas son alentadores y demuestran el interés con el que ha acogido el sector forestal esta nueva herramienta. La tabla siguiente resume los porcentajes de superficie certificada frente a los totales de España. Nuestro país se encuentra entre los quince países con más hectáreas certificadas en el mundo según el ranking elaborado por PEFC Council. Dicho ranking está encabezado por Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Australia, Suecia, Noruega y Alemania. Sin embargo, el porcentaje nacional de superficie certificada sigue 0,25% 126.819 0,46% 0,71% siendo pequeño (6’06%PEFC+0,71% FSC) respecto a la superficie forestal arbolada en términos absolutos. Pero si tuviéramos en cuenta el hecho de que toda aquella superficie certificada debe tener actualizados los documentos de gestión forestal (ordenación, plan técnico, etc), el 7% se convierte en un dato importante ya que partíamos de valores inferiores al 1%. El apoyo que están recibiendo ambos sistemas por parte de las Administraciones Públicas se convierte en vital para que ambos procesos continúen avanzando. La fiabilidad de la gestión de los recursos naturales que se lleva a cabo es importantísima de cara a la potenciación de los mismos, como materiales renovables, frente a otras materias primas que tanto en su producción como al final de su vida útil generan contaminantes y residuos que perjudican nuestro entorno. Un buen conocimiento del logo mejorará la opinión pública sobre el empleo de madera y los aprovechamientos forestales, que no son más que una parte de la gestión forestal sostenible. A su vez, este impulso podrá aprovecharse en la creación de políticas forestales más activas, que repercutirán en un fortalecimiento del sector, así como en beneficios ambientales, económicos y sociales, como consecuencia de lo primero, sobre todo en las zonas rurales. Consecuencias positivas de la certificación forestal En general, las consecuencias positivas de la certificación forestal para la sociedad son: W la conservación y mejora de las masas forestales W la mejora de la competitividad, al dotar a los Abril 2009 23 productos de garantías medioambientales la generación de empleo gracias a los productos del monte que, además de la madera, son: pastos, resinas, corcho, leña W el desarrollo de las poblaciones rurales y de nuevas formas de ocio relacionadas con el disfrute de la naturaleza, ambas propiciadas por el cuidado del entorno W optimización de la función de captura de CO 2 atmosférico para la mitigación de los efectos del calentamiento global en su actuación como sumidero de CO2 Los consumidores deben conocer el significado de estos logos y valorarlos adecuadamente. Para ello ambos sistemas deberán invertir en la promoción de los mismos, ya que los escasos estudios existentes de asociaciones de consumidores denotan, a día de hoy, un gran desconocimiento de los mismos. La sociedad debe conocer que el 20% de las emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera proviene, según datos de la FAO, de los bosques mal gestionados, la deforestación y la degradación de los suelos. Y que, al mismo tiempo, los bosques del mundo son capaces de fijar el 15% de las emisiones mundiales. Por tanto el asegurarnos una gestión adecuada y una puesta en valor de los productos y servicios obtenidos permitiría una mejora considerable de dichos porcentajes. Es importante destacar que grandes grupos empresariales y cadenas de distribución están apostando por incluir productos con certificados forestales en sus políticas estratégicas medioambientales, facilitando la llegada al público de dichos productos. Por último, cabe resaltar la importancia de impulsar la implantación universal de la certificación forestal y evitar, por otra parte, que las explotaciones más pequeñas y con menor acceso a las condiciones técnicas y económicas de los sistemas de certificación, se encuentren en inferioridad de condiciones en los mercados de productos forestales. Por este motivo las certificaciones Regionales o de Grupo son fundamentales en países como España en los que el número de pequeños propietarios suponen un alto porcentaje respecto al total. De otra manera, no podrían competir con los que dispongan de más medios y más capacidad organizativa. En definitiva, la certificación es una garantía de calidad de gestión y los montes españoles gestionados correctamente como generadores de bienes de consumo deben ser distinguidos con esta etiqueta para estar presentes en los mercados y estar valorados como se merecen por los consumidores. W ENLACES DE INTERÉS www.fsc-spain.org www.pefc.es www.fsc.org www.greenpeace.org/espana/ campaigns/bosques/soluciones/ certificaci-n-forestal-fsc www.terra.org/html/s/rehabilitar/ madera/ www.wwf.es www.fao.org/forestry www.certified-forests.org www.observapefc.es www.sostenibilidadforestal.es www.pefc.org 24 Los Montes de Valsaín, en la provincia de Segovia, son de titularidad pública y un ejemplo desde hace siglos de gestión forestal ordenada, compatible y sostenible. Foto: Javier Donés. 6 La Gestión Forestal de los Montes de Valsaín Texto: Javier Donés Pastor Director del Centro Montes y Aserradero de Valsaín. O. A. Parques Nacionales Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. L os Montes de Valsaín, en la provincia de Segovia , son de titularidad pública y un ejemplo desde hace siglos de gestión forestal ordenada, compatible y sostenible. Sus casi once mil hectáreas de extensión dan cobijo a más de 800 especies de flora y a 100 especies de aves. Esta riqueza natural convive con el aprovechamiento forestal sostenible de los montes, el Aserradero y el Uso Público. Además, los Montes de Valsaín suponen un sumidero de CO2 con una fijación neta anual de 39.904 tm. El Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino es propietario en el Término Municipal de San Ildefonso de los Montes Matas y Pinar de Valsaín Nos 1 y 2 del C.U.P de la provincia de Segovia. Estos montes poblados principalmente por pino silvestre y rebollo se extienden sobre 10.668ha en las umbrías de Peñalara, Siete Picos y La Mujer Muerta. Los Montes se Valsaín pertenecieron desde el Siglo XII a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, su Junta de Nobles Linajes y el Común de la Tierra. También desde antiguo estuvieron vinculados a la Corona, quién primero a través de la Casa del Bosque y después con el Palacio de Valsaín fue iniciando su presencia en este Valle. Primero se adquirieron terrenos alrededor del Palacio de Valsaín como El Bosque, El Parque y el Plantío, posteriormente, Carlos III en 1761 incorpora los Montes de Valsaín al patrimonio de la Corona. Parte de la superficie adquirida por Carlos III quedó desvinculada de la propiedad Real como consecuencia Abril 2009 7 de diferentes avatares provocados por las leyes desamortizadoras que llevaron a que el Monte Matas pasara temporalmente a manos privadas. Durante la Segunda República formó parte del Patrimonio de la República y en 1940 se incorporaron al Patrimonio Nacional, quien fue su propietario hasta que en 1982 y como consecuencia de la Ley Reguladora de los Bienes de Patrimonio Nacional (Ley 23/82 de 16 de junio) la propiedad pasa al ICONA. Tras la desaparición de este organismo en 1995 la propiedad de los montes queda en manos del OAPN. Reales Cédulas, Ordenanzas y Proyectos de Ordenación El aprovechamiento de estos montes se puede considerar que viene realizándose de forma continua y bajo diferentes formas desde el siglo XII. Para su Sobre la superficiede los Montes discurren múltiples sendas u caminos utilizados por montañeros y excursionistas, disponiéndose de las áreas recreativas de Boca del Asno, Los Asientos y Robledo. Foto: Javier Donés. 8 Tras la desaparición del ICONA en 1995 la propiedad de los Montes de Valsaín queda en manos del Organismo Autónomo Parques Nacionales gestión, conservación y en muchas ocasiones para evitar problemas y conflictos entre sus propietarios, derivados en muchas ocasiones de irregularidades en su aprovechamientos, los Reyes promulgaron diferentes Reales Cédulas y Ordenanzas. Debe llegar el siglo XIX y la implantación de la ciencia forestal en España para que en 1888 y 1889 se redacten y aprueben los Proyectos de Ordenación de los montes Matas y Pinar de Valsaín. Ambos proyectos son anteriores a la publicación en 1890 de las “Instrucciones para el servicio de las ordenaciones de montes públicos”. Desde entonces el monte Pinar ha tenido seis revisiones de su ordenación (años 1941, 1948, 1959, 1965, 1990 y 1999) y el monte Matas por diferentes causas solo dos (años 1993 y 2003). La superficie de este bosque se encuentra incluida en la actualidad dentro de la ZEPA Sierra del Guadarrama, habiendo formado con anterioridad parte de la denominada como Montes de Valsaín, una de las primeras declaradas en España. Forma parte de la Red Natura 2000 y por ello es considerado como un espacio natural protegido en la legislación española. Sobre 587 ha del Monte Pinar, se declaró en el año 1930 el “Sitio Natural de Interés Nacional del Pinar de la Acebeda”, junto con otros dos lugares de idéntica catalogación intentaron representar el bosque, la piedra y la alta montaña, características del Guadarrama, cuando por esas fechas fracasa un intento para declarar el Guadarrama como tercer Parque Nacional. En la actualidad la gestión se realiza siguiendo lo establecido en los documentos: W VI Revisión de la Ordenación Forestal del Monte Pinar de Valsaín. W II Revisión de la Ordenación Forestal del Monte Matas de Valsaín. W I Revisión de la ordenación Silvopastoral de Los Montes de Valsaín. W IV Plan Cinegético del Coto Montes de Valsaín. W Sistema de Gestión Forestal Sostenible. Se pretende desde el OAPN una gestión en la que se compatibilice el uso forestal, el aprovechamiento ganadero, la conservación de la flora y la fauna existente en los Montes, el paisaje, el uso público, así como poner en valor los legados que la historia ha dejado en estos bosques. Riqueza florística y faunística Desde lo alto de la sierra en las cumbres de Peñalara o Siete Picos, hasta las zonas más bajas de los Valles de los Ríos Eresma, Acebeda y Peces, cerca de los Jardines del Real Sitio y del Pantano del Pontón Alto, la vegetación se extiende en múltiples teselas que se componen de un catálogo florístico que supera las 800 especies. Aún así el visitante verá principalmente pinares en la mayor parte de su superficie, coronados en las partes altas por jabinos, piornos y pastizales. Por debajo del pinar, primero la mezcla de éste con el roble y después los robledales puros, encinares, pastizales y matorrales de estepa. También se encuentran chopo temblón, avellanos, tejos, acebos, serbales, etc. En Valsaín se pueden encontrar más de 100 especies de aves nidificantes, como el buitre negro, el águila imperial, la cigüeña negra, el buitre leonado en sus extensos dormideros, garzas, autillos, milanos, herrerillos, picapinos, etc. El jabalí y el corzo junto con la ardilla, pueden ser observados con facilidad, pero en el bosque también nos encontraremos nutrias, gatos monteses, musarañas, topos y más de quince especies de murciélagos. En zonas húmedas aparecen salamandras, tritones, ranas y sapos y en los cauces trucha, gobio, y bermejuela. En verano podremos toparnos con la víbora hocicuda, culebra de collar, lagartija serrana y lagarto verdinegro. Tal vez quienes más diversidad aporta al bosque son los insectos, con mariposas tan atractivas como Parnasius apollo o Graelsia isabelae, o con insectos que llegan a suponer problemas de plagas como los barrenillos del pino entre los que destaca Ips acuminatus. Abril 2009 9 Aprovechamiento forestal La superficie de los montes se encuentra dividida en 25 cuarteles, la mayor parte de ellos destinados a producción, otros a diferentes usos y al menos uno de 813 ha a protección. El método de ordenación de los cuarteles productivos es el de tramo móvil, realizándose resalveos sobre las masas de roble cuya posibilidad ronda los 500m3 anuales y aplicándose cortas por clareos sucesivos uniformes en los cuarteles de producción de pino silvestre donde la corta asciende a 32.500m3. Parte de esta madera, es subastada en cargadero y las mejores piezas son destinadas al Aserradero, cuando este presenta un funcionamiento ordinario. El aprovechamiento forestal se compatibiliza con otros elementos que en el bosque existen. Así se establecen restricciones a las cortas por razones paisajísticas, por existencia de determinados hábitats, por dimensiones del arbolado, por motivos derivados de la orografía, etc. Además de existir casi 900 ha en donde los pinares y otras formaciones evolucionan de forma natural. Sobre parte de la margen izquierda del Río Acebeda, se trabaja con el pino y el acebo, para conseguir en el futuro un rodal de más de 50 ha de acebo. A la fecha existente como un tupido sotobosque del pinar. La presencia de buitre negro y águila imperial, conlleva restricciones de época de corta así como de ausencia de ésta en determinadas áreas alrededor de los nidos. Con este sencillo sistema Valsaín ha logrado ser una de las grandes colonias de buitre negro de la Península Ibérica y albergar tres parejas nidificantes de imperial. Parte de la superficie de ambos montes conforma el Área Critica SG- 3 establecida en la Estrategia de Castilla y León para la conservación del águila imperial ibérica. Sistema de Gestión Forestal Sostenible Con la intención de mejorar la gestión de los montes, se implantó a finales de 2.003 un Sistema de Gestión Forestal Sostenible (SGFS). Foto: Javier Donés. 10 Con la intención de mejorar la gestión de los montes, se implantó a finales de 2.003 un Sistema de Gestión Forestal Sostenible (SGFS), La Gestión Forestal Sostenible que el OAPN realiza sobre los Montes de Valsaín y su excelente estado de conservación, los hará merecedores, en breve plazo, de formar parte del Parque Regional del Guadarrama entendiendo la GFS como “La administración y uso de los bosques y terrenos forestales de una forma y una intensidad tales que mantengan su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración y vitalidad y su capacidad para atender ahora y en el futuro las funciones ecológicas, económicas y sociales, a escala local, nacional y global y sin ocasionar perjuicio a otros ecosistemas” (MCPFE-Helsinki 1993). En un principio se planteó un sistema compuesto por un Manual de Sistema, un Procedimiento de Control de Cortas, otro de Incendios y otro de Manejo de Plagas. Con el paso del tiempo se han ido modificando y mejorando los procedimientos, ampliándose con los de Gestión de Madera Muerta, Control y Seguimiento de Proyectos de Investigación, Evaluación de Hábitats y Taxones de Fauna y Flora y Participación y Resolución de Conflictos. El Sistema actual está compuesto por 25 documentos. Tras la correspondiente implantación y auditoria interna, el OAPN procedió a realizar los correspondientes procesos de certificación. Poco antes había sido publicada la Ley 43/2003 de Montes en la que en diferentes artículos se promovía y potenciaba la Certificación Forestal. Al depender los Montes de Valsaín del Ministerio que preparó y promovió la citada Ley, parecía lógico que el Monte más representativo propiedad de la Administración del Estado, cumpliera con las recomendaciones de la misma. No parecía tampoco lógico escoger por parte de la Administración a ninguno de los sistemas de certificación implantados en España. Por ello se decidió que Valsaín se certificara, de ser posible, tanto por el Sistema PEFC como por el FSC. Así tras las correspondientes auditorias la gestión de los Montes Matas y Pinar fue reconocida con los certificados PEFC/14-23-00008 con fecha 12 de noviembre de 2004 y SW-FM/COC-1441 para el sistema FSC con fecha 24 de febrero de 2005. Sumidero de CO2 La gestión de estos montes tiene en cuenta también la necesidad de disminuir las emisiones de CO2. En esta línea, recientemente, se han modificado los sistemas de tratamiento de los restos producidos en las operaciones de corta de arbolado y en las claras. En determinados casos las ramas y ramillas son sacadas a cargadero donde se separa la leña de la ramilla, en otros se incorpora al terreno la ramilla fina y la acícula (donde se concentran la mayor parte de nutrientes) sacándose las leñas a cargadero. En las claras se realiza la saca del árbol entero, desramándose y despuntando en cargadero donde se concentra el residuo. Las leñas son destinadas a consumo de la población local o a la industria del tablero. La ramilla y acícula se pretende destinar, mediante aprovechamiento aprobado recientemente, a su valorización como biomasa destinada a la producción de energía eléctrica. Más importancia para esta disminución del CO2 tiene el carácter de sumidero de los montes. En el año 2003 se procedió al cálculo de las toneladas de CO2 fijadas en los montes por las dos especies principales, pino silvestre y rebollo. Se obtuvo una fijación neta anual de 39.904 tm. (Una vez descontadas las toneladas correspondientes a la madera extraída del monte anualmente y una fijación total, actualizada a 2008 de 4.072.806 tm. Restauración del Aserradero La mayor parte de la madera de pino silvestre obtenida de la gestión de los montes se ha destinado tradicionalmente al Real Taller de Aserrío de Valsaín. El OAPN destinaba la fracción de mayor calidad Abril 2009 11 Se pretende desde el OAPN una gestión en la que se compatibilice el uso forestal, el aprovechamiento ganadero, la conservación de la flora y la fauna existente en los Montes, el paisaje, el uso público, así como poner en valor los legados que la historia ha dejado en estos bosques de la posibilidad anual a su transformación en tabla y tablón de gran calidad y en sus subproductos al Aserradero heredero del que el Real Patrimonio implantó a finales del siglo XIX en Valsaín. Desgraciadamente la producción de este aserradero que fue modernizado por ICONA a partir de 1983, ceso temporalmente en su actividad tras el incendio producido en día 1 de octubre de 2005. A la fecha 12 se han finalizado las obras de restauración de la nave que lo albergaba y tras la preparación de un proyecto de modernización de su maquinaria, se ha firmado recientemente el contrato de suministro que supondrá su puesta en marcha en próximas fechas. Durante este periodo se ha dispuesto de una pequeña producción con un carro móvil, poniéndose a disposición del mercado la madera obtenida en las cortas a través de subastas de lotes de diferente cuantía en cargadero. También durante este periodo se han realizado importantes trabajos de consolidación y de restauración del primitivo aserradero de principios de la década de los ochenta del siglo XIX. La nave restaurada, autentica joya de arqueología industrial, albergó la maquinaria original movida por una maquina de vapor Corliss construida en Gand (Bélgica) con un volante de 4,92 metros de diámetro. Se han mantenido tras unos interesantes trabajos de conservación, las cerchas originales de una luz cercana a los 16 metros que tiene de ancho la nave. A la fecha se encuentra en fase de redacción un proyecto para la implantación en este edificio y en superficies anejas de un Centro o Museo de la Madera. A la gestión de este espacio, el OAPN destina anualmente parte de sus recursos, tanto humanos como presupuestarios. Una plantilla de 52 trabajadores dedicada a trabajos de señalamiento, medición, mantenimiento, transformación, vigilancia, administración y técnicos, así como un adecuado presupuesto que permite la ejecución de trabajos selvícolas, cortas, mantenimiento y mejora de infraestructuras, conservación, Estos montes poblados principalmente por pino silvestre y rebollo se extienden sobre 10.668ha en las umbrías de Peñalara, Siete Picos y La Mujer Muerta. Foto: Javier Donés. Abril 2009 13 Foto: Javier Donés. estudios, seguimientos, etc. No se descuida la revisión periódica de los documentos de gestión. Actualmente se encuentra en licitación el proyecto de 7ª Revisión de la Ordenación del Monte Pinar y 2ª Revisión de la Ordenación Silvopastoral de los Montes de Valsaín. El inventario incluye el uso de nuevas tecnologías LIDAR u en ambos proyectos se incluyen pequeños procesos de participación. Durante este año 2009 y financiadas por el Plan de Dinamización de la Economía promovido por el Gobierno y conocido como “Plan E”, se realizaran en los Montes de Valsaín una serie de inversiones extraordinarias por un importe de unos 6.000.000 de euros. Aprovechando esta necesidad y obligación de servir de instrumento a las políticas de empleo del Gobierno generando más de 130 empleos, se han iniciado trabajos que pretenden la realización de 470 ha. de claras y clareos y 300 ha de podas en altura de árboles de porvenir, la recuperación del paseo de las Pesquerías Reales así como de la Casa Eraso y otros diversos vestigios del patrimonio histórico cultural existente en Matas y Pinar, la recuperación de caminos y áreas de recreo, la mejoras de infraestructuras ganaderas o la recuperación de los cerramientos de mampostería en seco existentes en Valsaín desde los siglos XVIII y XIX, ente otras actuaciones. De esta forma se consolida un importante patrimonio de los montes de Valsaín difícilmente asumible dentro de un presupuesto ordinario. Uso Público Otra faceta de gran importancia en la gestión de estos montes es el Uso Publico. Sobre su superficie discurren múltiples sendas u caminos utilizados por montañeros y excursionistas, disponiéndose de las áreas recreativas de Boca del Asno, Los Asientos y Robledo. En la primera se encuentra el Centro de Interpretación de Boca del Asno, desde el que se centraliza esta actividad en los Montes de Valsaín y que nos permite llevar a nuestros visitantes el mensaje de conciliación entre uso forestal, conservación del patrimonio natural y cultural y disfrute de los usuarios, del monte y sus zonas de recreo. Desde Boca del Asno y otros lugares se proponen a los paseantes diferentes ofertas de rutas autoguiadas o guiadas durante el verano. Estas 14 Foto: Javier Donés. se complementan con la oferta que también se propone desde el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) cuyas instalaciones se asientan sobre terrenos del monte Matas de Valsaín. La Gestión Forestal Sostenible que el OAPN realiza sobre los Montes de Valsaín y su excelente estado de conservación, los hará merecedores, en breve plazo, de formar parte del Parque Regional del Guadarrama, que la Junta de Castilla y León pretende declarar en breve plazo y cuya normativa complementara los trabajos que se dedican a su correcto tratamiento. Actualmente la Consejería de Medio Ambiente se encuentra estudiando las múltiples alegaciones presentadas, en el trámite de audiencia, al texto del PORN. Este tramite de audiencia se realizó tras un proceso de participación que facilitó el debate, el conocimiento publico, y las aportaciones de diferentes colectivos al Plan. En un futuro no muy lejano esperamos participar en la Foto: Leopoldo Centeno. incorporación de una parte de los Montes de Valsaín al deseado y esperado durante más de ochenta años, Parque Nacional del Guadarrama. Está claro que esto supondrá una modificación parcial de la gestión forestal que durante siglos se ha desarrollado de manera ordenada, compatible y sostenible en los Montes de Valsaín, pero también debe quedar claro que contribuirá a la conservación de la que tan necesitada está nuestra Sierra de Guadarrama y a la ampliación de los ecosistemas ibéricos conservados y perpetuados en el futuro que pretende la Ley de la Red de Parques Nacionales. Abril 2009 15 2 Plan 45 millones de árboles Texto: Dirección General de Medio Natural y Política Forestal Fotos: Álvaro López E l origen de la iniciativa, que consiste en la plantación de 45 millones de árboles, es un compromiso del PSOE en su Programa Electoral para las elecciones generales de 2008, incluida bajo el título “Progreso sostenible: el cambio climático, una oportunidad de futuro”. En los Presupuestos Generales del Estado de 2009 se recoge con carácter específico la dotación crediticia que ha permitido poner en marcha la financiación del Plan, siendo la plantación de estos 45 millones de árboles (más de 61.000 hectáreas) adicional a las plantaciones de los Programas de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas (CCAA) en el marco del Plan Forestal Español que hasta ese momento existían. La estructura de dicho Plan se realizó atendiendo a los objetivos específicos de mitigación de la desertificación, recuperación e incremento de la biodiversidad y de los ecosistemas autóctonos, fijación del carbono atmosférico y lucha contra el cambio climático: captación de CO2 fijándolo a largo plazo (30 años) en una cantidad que se puede estimar en 3,6 millones de toneladas de CO2, con un potencial de absorción en el ámbito del Protocolo de Kioto estimado en 365.672,18 toneladas de CO2 equivalentes durante el primer período de compromiso. Este Plan, además nos permitirá contribuir a la vinculación de la población del medio rural al espacio forestal, tanto por la inversión (más de 90 millones de euros de 2009 al 2012) como por el empleo asociado al mantenimiento y gestión de los espacios forestales restaurados. El ámbito territorio será, entre otros, los bienes patrimoniales y dominios públicos gestionados por la Administración General del Estado (fincas gestionadas por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, por las Confederaciones Hidrográficas, bienes del Ministerio de Defensa,…), así como en montes comunales y montes de propios (patrimoniales) de ayuntamientos y corporaciones locales, a través de convenios de colaboración específicos en el ámbito del Programa “Más Biodiversidad 2010” (desarrollado por la Federación Española de Municipios y Provincias –FEMP- y la Fundación Biodiversidad). El Plan tal y como se configuró se presentó, entre otras instituciones u órganos, al Consejo de Ministros, al Consejo Asesor de Medio Ambiente y a la Comisión Estatal para al Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Abril 2009 3 La plantación o siembra será de especies arbóreas o arbustivas autóctonas de la flora peninsular, balear o canaria, según el territorio donde nos encontremos y sus características. 4 La plantación o siembra será de especies arbóreas o arbustivas autóctonas de la flora peninsular, balear o canaria, según el territorio donde nos encontremos y sus características. Se plantará o sembrará con varias especies asociadas al espacio a restaurar, en bosquetes monoespecíficos o en mezcla íntima de árboles y arbustos, y entre otras especies se utilizarán: robles, encinas, alcornoques, quejigos, hayas, fresnos, olmos, tilos arces, castaños, alisos, abedules, sauces, chopos, avellanos, pinos, juníperos, laureles, tamarix, etc.... Las plantaciones se realizarán conforme a unas directrices que permitan una restauración del medio natural siguiendo un modelo o patrón de restauración para cada espacio forestal, lo que nos permitirá definir unas condiciones de referencia o de naturalidad para ese espacio, debiendo estar los trabajos de restauración a proponer en Con las plantaciones se conseguirá fijación del carbono atmosférico y lucha contra el cambio climático: captación de CO2 fijándolo a largo plazo (30 años) en una cantidad que se puede estimar en 3,6 millones de toneladas de CO2 consonancia con una imagen objetivo basada en las posibilidades de actuación en cada caso, existiendo para cada proyecto la posibilidad de implantar, prioritariamente un dosel arbóreo zonal o intrazonal donde corresponda o si no es posible establecer a medio o largo plazo esa masa arbolada autóctona estable implantaríamos un estrato vegetal de especies autóctonas colonizadoras, zonales o intrazonales, etc. Asimismo el diseño de las plantaciones se realizará definiendo reglas modulares de plantación, que a su vez se agruparán en rodales, bosquetes y grupos y golpes de plantación, cuyo tamaño y forma nos permitirá conseguir esa imagen objetivo de la restauración del medio natural que perseguimos. Finalmente estas plantaciones cuando con los años se conviertan en masas forestales, nos permitirán lograr múltiples funciones : desde mitigar el cambio climático, hasta conservar, mejorar y recuperar el patrimonio natural, el paisaje y la biodiversidad, o promover un desarrollo rural ambientalmente sostenible impulsando la creación y el mantenimiento del empleo en zonas rurales y a la gestión de los espacios protegidos, o reducir la desertificación evitando tanto la pérdida de suelo como de la disminución de la capacidad hídrica de los embalses, permitirán aumentar la seguridad ante riesgos ambientales como pueden ser las actuaciones de protección y labores preventivas para mejorar el comportamiento de los ecosistemas frente al fuego, o cualquier otra perturbación atmosférica que se presente. Se plantará o sembrará con varias especies asociadas al espacio a restaurar, en bosquetes monoespecíficos o en mezcla íntima de árboles y arbustos. Abril 2009 5