Rutas de Senderismo en pdf.

DE EXCURSIÓN POR CIRAT
Rutas de senderismo
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Comarca del ALTO MIJARES
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Este folleto, se ha confeccionado con el fin de dar a conocer algunas de las rutas de
senderismo existentes en el término municipal de Cirat. Es un extracto de la publicación
editada por el Centre Excursionista de Valencia (CEV), titulada “Caminando por el Alto
Mijares” y escrita por D. Rafael Cebrián Gimeno. Desde este Ayuntamiento de Cirat, queremos
dar las gracias tanto al CEV como a Rafael Cebrián, por autorizarnos a la reproducción de
estas rutas.
CIRAT
El Municipio de Cirat es la capital de la comarca del Alto Mijares, a la vez que la entrada
natural de dicha comarca a través de un segundo núcleo de población correspondiente a
la pedanía de El Tormo de Cirat, situada a seis kilómetros de la villa. Por otro lado,
administrativamente, Cirat es partido judicial de Nules, distando 53 km de la capital provincial,
Castellón y 114 km de Valencia.
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Ubicada a una altura de 400 m respecto al nivel del mar, y con una superficie de 41,1Km ,
Cirat goza de un típico clima mediterráneo. El acceso a Cirat es posible a través de la
carretera CV-20, procedente de Onda por el este y de Montanejos por el oeste. La carretera
permite la circulación de todo tipo de vehículos, clasificándose del tipo C-1.
Geográficamente linda al norte con el término municipal de Ludiente, al este con los de
Torrechiva, Fuentes de Ayodar y Torralba del Pinar, al sur con el de Montan y al oeste con
los de Arañuel y Montanejos. Cirat esta situada en el valle formado por la cuenca del río
Mijares y las estribaciones de la Sierra de Gúdar, con el Macizo de Peñagolosa al Norte y
la Sierra de Espadan al Sur. Situado en medio de un paisaje montañoso muy abrupto,
surcado por barrancos y montes que rondan los 1.000 m de altitud, proporciona lugares de
indudable interés ecológico y paisajístico como pone de manifiesto la importante masa
forestal de pinares salpicada por numerosas fuentes, en total 30, siendo las más conocidas:
La Salud, Macasta, Lobo, Madroñal, Umbría, Crespo, Costur, Jarica, Carrasca Mitgeta, ...
A continuación, reproducimos la descripción realizada por Rafael Cebrián, de nuestro
municipio y de los diferentes recursos encontrados en el casco urbano y de los paisajes
que rodean al mismo.
“ La población se agrupa sobre un estribo alzado en la margen derecha del Mijares, donde
el valle se ensancha, a una altura sobre la vega que la pone a salvo de las temidas crecidas.
El río culebrea en meandros encajados, dejando entre sus pronunciadas curvas abandonadas
terrazas de aprovechamiento agrícola, las tierras más fértiles en el cálido cobijo de los
meandros se ha modificado por la violenta acción de las aguas desbordadas sobre materiales
deleznables, repercutiendo negativamente en el aprovechamiento agrícola. El dominante
relieve montañoso da paso sin transición a la mayor superficie de los cultivos en la dureza
de los secanos, en las omnipresentes terrazas escalonadas en pendientes inclinadas,
campos de algarrobos, almendros y olivos. Este esforzado ayer de un campesinado que
transformó ingratas tierras en espacios productivos, se evidencia al paso de los itinerarios
propuestos, disperso en los montes y distanciado de la población, retazos de un paisaje
humano que se desvanece por el abandono y que lentamente va siendo reemplazado por
la vegetación y el pinar de autorrepoblación.
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Las montañas que circundan a Cirat configuran vertientes y contrafuertes del valle del río,
con desniveles de hasta 500 metros sobre los fondos fluviales con la máxima altitud de 915
metros en el mojón trifinio del Campero, y repiten en el paisaje las secuencias geológicas
estructurales de la cuenca, con el predominio de muelas aplanadas en sus cúspides, la
horizontalidad de los cintos y el frontón calizo de los puntales, los llamados morrones que
profusamente salpican con sus resabios aragoneses la toponimia comarcal. Estrechos y
encajados corredores confluyen en el río, arroyos y cursos esporádicos, resaltan en el
relieve local por el surco hendido de umbríos cauces. Citamos por su importancia los
barrancos de la Cueva Honda y de las Salinas, este último de aguas salobres que fueron
antaño explotadas y cuyo curso es el motivo del bonito Itinerario 2. La práctica totalidad
del término está cubierta de densos pinares, una notable masa forestal acompañada de
espeso sotobosque y cerrada vegetación que gana espacios y biodiversidad paralelamente
a la desaparición de los ancestrales oficios, pastoreo, leña, carbonero…, y al retroceso de
los cultivos, reducidos en la actualidad al regadío de la vega, procesos evolutivos del paisaje
que recupera sus orígenes, al ritmo del declive de las economías tradicionales dependientes
de la naturaleza para su subsistencia.
La población.- El urbanismo de Cirat, organizado sobre la escasa disponibilidad de espacio
y su desigual superficie, armoniza estas precarias condiciones en la viva y atractiva adaptación
de sus calles y viviendas en el corazón de un paisaje humanizado. Desde la altura de varios
puntos en los caminos de los itinerarios propuestos, se extiende la mirada sobre los montes,
el río y la población de Cirat, integrada en un entorno que no ha perdido su ancestral relación
con el medio ni el encanto del intangible vínculo con el pasado. Actualmente cuenta con
instalaciones de acogimiento de los visitantes, pernocta y restauración, además de zona
municipal de acampada. Un Museo Etnológico Municipal, ubicado en la Casa de Cultura,
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pone de manifiesto el interés cultural de la población. En el Club del Pensionista, ubicado
en el mismo edificio, facilitan al visitante la llave del museo.
La Torre del Conde.- En la plaza central del núcleo urbano, la Torre del Conde es el
elemento arquitectónico más destacado del pasado medieval de la villa. Se trata de una
torre exenta, de planta cuadrada y robusta construcción de sillarejo y esquinas de sillar, que
formaba parte como anexo del sistema defensivo del cercano Palacio de los Condes de
Cirat, con el cual, al parecer, se comunicaba por elementos que podían ser retirados a
voluntad, independizando de esta manera la torre, cuya recia estructura garantizaba la
seguridad de sus moradores. Sus orígenes están datados en el siglo XIII o principios del
XIV, si bien su aspecto actual, después de algunas reformas y adaptaciones, se debe
principalmente al siglo XVIII. Dentro de estas modificaciones se cuenta la cubierta, rematada
por tejado a dos aguas y que, al parecer, constaba de una terraza almenada, tal como la
investigación deduce por el estudio de determinados elementos. Muy bien conservada, se
trata de un adusto elemento arquitectónico nobiliario vinculado a la historia del municipio
y asociado al palacio de los Condes de Cirat, edificio cercano y parcialmente restaurado,
con una entrada principal con arco de medio punto, fachada de sillar y varias ventanas,
elementos que reflejan su señorial porte, pese a las transformaciones sufridas.
El castillo de Cirat.- Los escasos y pobres restos del castillo se emplazan a 570 metros
de altitud en la cima de un cerro a unos 500 metros en línea recta al sur de Cirat, un
promontorio tallado por verticales calizas sobre el curso del barranco de la Salinas, flanco,
por lo inaccesible, de inmejorable defensa natural. El resto de laderas que rodean las
terrazas terminales, presentan fuerte pendiente. Casi en su totalidad arrasado, su avanzada
ruina impide una clara identificación de recintos amurallados y baluartes de las defensas
con los que sin duda contaba, apreciándose tan sólo los basamentos de algunas torres y
otros elementos anexos, tales como posibles lienzos de muralla y un aljibe. De planta
irregular y dispersos elementos, fuera del recinto urbano de Cirat y defendido por la eficacia
protectora del agreste medio natural, posee todas las características de las clásicas fortalezas
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de montaña, castillos roqueros encumbrados en cerros estratégicos y de amplio dominio
visual, favorecidos, como en este caso, por su aislada posición central, elevada sobre los
caseríos, el río, la fértil vega y los caminos que vertebraban su entorno.
De origen musulmán se integraba en las líneas defensivas del Mijares, pequeñas fortalezas
y torres que en su conjunto pertenecieron a Abú Zayd, personaje al que tantas veces me
he referido como principal actor de un histórico período de tránsito de la sociedad islámica
a la cristiana de los cruzados.
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Excursionismo en Cirat.- De las muchas posibilidades excursionistas del entorno de Cirat,
propongo dos itinerarios dentro del término municipal y un tercero que tiene su punto de
partida en La Alqueria pero que nos lleva hasta la montaña más elevada del municipio, el
Campero. Estos tres recorridos junto con otros dos en Arañuel, se complementan como
visión excursionista de este sector del río, su meandrizado cauce y las montañas, muelas
y barrancos que configuran físicamente el territorio entre las dos poblaciones citadas.
La propuesta excursionista de los presentes itinerarios está basada en un conjunto de rutas
diseñadas por el Centro Excursionista Alto Mijares de Cirat y El Tormo, nada menos
que un total de nueve recorridos señalizados por sus autores, de forma local no homologada,
con colores que diferencian unos itinerarios de otros y con flechas orientativas: un cuidado
y pormenorizado trabajo voluntarista de selección excursionista, recopilado en un folio
impreso. He tomado estas rutas que me han parecido las más representativas del paisaje
de Cirat y sus características más destacadas, sin agotar por ello las posibilidades ofertadas
por los compañeros del Centro Excursionista Alto Mijares. Al hacer mención a la autoría de
estos itinerarios, muy bien elegidos y trabajados, me complace encomiar esta interesante
iniciativa de gentes del pueblo tratando de poner a disposición del visitante los encantos
de los paisajes locales. Es de lamentar que estos ejemplos no cundan, por cuanto que
facilitan el excursionismo y que son una manera de valorar el patrimonio natural y cultural,
cuyos atractivos son, por añadidura, un recurso de captación de visitantes.
Recibo la información –sin posibilidad de ampliar-, de que los caminos han sido limpiados,
entre ellos, el del castillo y el que va a El Tormo.”
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Itinerarios de CIRAT
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ITINERARIO 1 Cirat
Salto de la Novia
La Jarica
Observaciones al recorrido.- Fácil y bonita excursión, sin dificultades orientativas, pese
al escaso marcaje, hay algunas señales pintadas en las rocas, que identifican, por su color,
las diferentes rutas, así como placas o flechas de señalización confeccionadas por el grupo
que ha propuesto distintos itinerarios desde Cirat. Hasta el Salto de la Novia, el itinerario
es coincidente con el Itinerario 2. Dos aspectos del recorrido difieren notablemente y se
armonizan en sus variedades paisajísticas. En la primera mitad se remontan los barrancos
de la Losa y de las Salinas hasta llegar al Salto de la Novia, por parajes reducidos en la
angostura de los cursos de agua, escenarios donde la mirada se detiene en recogidos y
cercanos lugares, mientras que en la segunda mitad, al ganar altura, los paisajes se agrandan
en los distantes horizontes sobre la fisiografía comarcal, las montañas y accidentes del
relieve que configuran la cuenca y valle del Mijares. Como núcleo central del atractivo
excursionista, el Salto de la Novia nos recibe con la fascinación del agua en un encantador
escenario, una hoya circular abierta por la erosión en el mismo eje del barranco, donde se
vierten en cascada las aguas de un arroyo permanente. Alcanzamos la balsa natural que
recoge las aguas, hasta sus orillas, y desde un mirador elevado sobre la vertical del Salto,
contemplamos, como a vuelo de pájaro, este recóndito lugar que permanece gran parte del
año en sombra, umbría que el sol apenas rompe y que adorna el intenso verdor de la
vegetación y el murmullo permanente del agua.
Bicicleta: Es posible acceder hasta las proximidades de El Salto de la Novia en bicicleta,
por una ruta alternativa que tiene como punto de partida el Polideportivo de Cirat (Ver croquis
del itinerario), por una pista que arranca junto a la piscina. No hay desvíos significativos,
salvo a 2.400 metros desde el polideportivo, señalizado con unas flechas indicando, por
la derecha: La Solana, Masía Bagan, Montan-Montanejos. Y, a la izquierda, Las Salinas,
Salto de la Novia. A 3,3 kilómetros desde Cirat, la pista cruza el lecho del barranco de las
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Salinas, punto desde el cual se parte a pie, para la visita al Salto de la Novia: un sendero
que remonta el cauce, 5/7 minutos, 360 metros, la poza es una bonita y recogida hoya
circular, flanqueada por cortadas paredes calizas donde salta el agua. Regreso por el mismo
recorrido de nuevo hasta la pista, continuando por ella en bici, hasta el mirador sobre el
Salto: 1 kilómetro. Total distancia desde Cirat: 5.050 metros. (Desde este punto el
itinerario bici coincide con el de a pie: ver el itinerario.)
El itinerario a pie: Punto de partida, Cirat. Calle de las Salinas, al extremo a poniente de
la población. Desde las últimas casas parte un camino con el firme de cemento que seguimos
recto. 170 metros y se bifurca, con una curva cerrada por la izquierda que salva la vaguada
y otro ramal recto que seguimos y que va por su cauce arriba. 55/60 metros desde esta
bifurcación, a la izquierda sale un camino de tierra señalizado con una flecha: Castillo de
Cirat, Fuente del Piojo. Seguimos el camino de herradura a trechos empedrado, bastante
bien conservado y limpiado recientemente, ascendiendo suavemente por la umbría.
15/18 minutos, altitud 495, 790 metros, desde el punto de partida, una zona llana, a modo
de plataforma de losas calizas. El camino que hasta aquí era de subida, empieza a descender.
A la izquierda, en un pino hay una flecha que indica al castillo. En principio un senderillo
escasamente marcado orienta la marcha en ascenso hasta alcanzar un espinazo rocoso,
abruptamente tallado por la vertiente opuesta a la de subida y que se desploma sobre el
barranco de las Salinas. Seguir por la izquierda la cresta, sin camino, hasta avistar los restos
del castillo, unos muros en un promontorio que hay que rodear por la izquierda y buscar
entre el matorral y en la ladera, la subida menos mala, confusa y nada fácil para acceder a
unas pobres ruinas, los muros alzados poco más de un metro del suelo, la base de una
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torre y lo que debió de ser un aljibe. Otros restos menores, enmascarados por la vegetación
invasora, que no permite reconstruir el perímetro de este castillo, probablemente distribuido
sobre terrazas. Estratégica posición encumbrada y a la vista de Cirat, con vertientes de
fuerte inclinación y un sector de inaccesibles paredes desplomadas sobre el barranco. Este
desplazamiento desde la terraza y camino supone 600 metros ida y vuelta.
Continuidad.- Retomamos el camino que nos aproxima al barranco de la Losa, precioso
recorrido que conserva a trechos el empedrado original. El angosto barranco está cubierto
de vegetación y pinos en la densa umbría. Ribazos de abandonados abancalamientos en
hondonadas donde el cauce se abre, son ahora espacios que el matorral y los pinares
ocupan, restos del trabajo de antaño, de lugares que por recónditos y alejados que estuvieran
de los pueblos, no arredraban a nuestros campesinos, aprovechando cualquier terreno que
pudiera rendir el fruto de los cultivos.
7/8 minutos, 590 metros, cerca del fondo del barranco, un sendero sale por la izquierda
hacia la inmediata fuente del Piojo (altitud 447 metros), aguas que manan bajo una peña
en el mismo umbroso cauce. Retomamos el sendero y, atención a unos 2 minutos, 90/100
metros, un brusco desvío a la izquierda. En una losa en el suelo hay una flecha roja indicando
este desvío y una fíta de piedras, señalización que puede pasar inadvertida. Este desvío
cruza el barranco de la Losa y, de inmediato, flechas con la leyenda, Fuente de Piojo. La
Huertacha. Barranco las Salinas. Pasado el arroyo, el sendero asciende suavemente por
la umbría entre una variada vegetación.
700 metros desde el cruce del barranco, casa derruida (altitud 476 metros), de cierta
importancia con corral, que posiblemente albergó vida permanente a juzgar por los campos
en su entorno y la importante zona de abancalamiento, campos perdidos donde todavía se
ven plantados olivos. 160 metros desde la casa (4/5 minutos) se cruza el barranco de
Salinas, punto más bajo del recorrido, 467 metros de altitud, desde donde el sendero va
ganando altura sobre el cauce del barranco.
310 metros más arriba del cruce del arroyo, llegamos a una pista: 50/60 minutos desde
Cirat. 2600 metros totales, altitud, 520 metros. Esta pista parte de Cirat, desde el polideportivo,
junto a la piscina (Ver la alternativa de bicicleta). En este encuentro, por la izquierda parte
otra pista más estrecha y ya muy integrada en el medio, con una flecha indica Fuente la
Jarica, por donde tenemos una alternativa de regreso.
El Salto de la Novia: Seguir por la derecha pista abajo. 290 metros, al cauce del barrando
de las Salinas. Hay un rincón entre los pinos con dos bancos de jardín. Junto al arroyo,
parte un sendero que remonta el barranco hasta el Salto de la Novia, sendero protegido con
una barandilla de madera, 5/7 minutos, 360 metros, hasta la poza donde se desploman
las aguas. Volvemos por el mismo camino y remontamos la pista, dejando atrás el acceso
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por el sendero de la subida de Cirat: 660 metros desde este punto, Mirador del Salto de
la Novia: una terraza cortada verticalmente sobre el barranco y acertadamente protegida
con una baranda de troncos. Un encantador lugar, discretamente acondicionado por el
ayuntamiento y que permite admirar la belleza de este arroyo, su salvaje curso y el salto
de las aguas. Desde el acceso a la pista por el sendero del barranco, Salto de la Novia,
Mirador del Salto de la Novia: 30/35 minutos.
4.600 metros acumulados desde Cirat. 1 hora 20/35 minutos.
Regreso por el mismo camino hasta el desvío señalizada Fuente de la Jarica. El descenso
hasta Cirat por esta alternativa es, en todo momento por la pista, 5.200 metros de recorrido,
en principio en continuado ascenso hasta alcanzar zonas altas donde el itinerario mantiene
la altura. Recorrido que no resulta monótono por su agradable caminar y el magnifico
panorama sobre un amplio sector del valle del Mijares y sus montañosas vertientes de
umbría y solana, montes cubiertos de oscuro pinar y profundos barrancos que desaguan
en el Mijares. La vegetación es un aliciente más del aéreo camino, densa y variada, pinares
con algún roble y arce y la umbría acogedora de la espesa y variada trama vegetal. En la
parte alta, la pista toma una trayectoria elevada, rectilínea, con pequeñas subidas y bajadas.
Entre el panorama que el tranquilo caminar por este balcón no depara, una montaña toma
importancia y sobresale en el paisaje hacia poniente, el Campero, flanqueando el curso del
barranco de las Salinas por su vertiente izquierda. Sus dos cumbres gemelas, levantadas
sobre un largo dorsal, difieren de la morfología de meseta habitual en estos montes.
40/45 minutos, 2.380 metros, fuente la Jarica, altitud 646 metros, a la derecha de la pista,
un pocillo cubierto de vegetación, uno de los puntos más elevado del recorrido. Jaricar es
“reunir en un mismo caz (canal artificial para tomar y conducir el agua) las hilas de agua
de varios propietarios, para regar cada uno de ellos con el total del agua”. Esta definición
está tomada literalmente del diccionario que, además, certifica la etimología árabe de jaricar.
No parece aventurado, pues, deducir el significado de Jarica. Cuando en un último tramo
empezamos a avistar la población y la pista acrecienta su monotonía por la anchura y mejora
de su firme, la bonita perspectiva de la población y su apiñado caserío, nos regala con la
estampa de pueblo viejo al que los avances de la vida moderna no han hecho perder la
sosegada quietud y su relación con el pasado.
Mirador del Salto de la Novia - Cirat: 1 hora 30/40 minutos
Fuente de la Jarica - Cirat: 50/55 minutos. 2.830 metros
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ITINERARIO 2 Cirat
Salto de la Novia
Las Salinas
Observaciones al recorrido.- Esta ruta puede ser cubierta en su mayoría en bicicleta,
salvo un trecho de unos 800 metros de ida y vuelta por sendero al Salto de la Novia (Ver
epígrafe, Itinerario en bicicleta). Hasta el Salto de la Novia el recorrido es coincidente con
el Itinerario 1. Recorre un amplio arco sobre la cabeceras de los barrancos de las Salinas
y de la Cueva Honda, arroyos que desaguan en el Mijares en las cercanías de Cirat, al este
de la población. Hay aproximadamente una tercera parte del recorrido total por sendero, y
el resto es por pista, en la que la marcha no se hace monótona, ya que queda compensada
por las magníficas perspectivas que depara su elevada trayectoria sobre el valle del Mijares,
el cerrado conjunto de montañas de su cuenca hacia Teruel y la magestuosa presencia de
Penyagolosa: esta variada gama de paisajes decide la excursión, aconsejable, pese el
inevitable caminar por esas hirientes pistas, en gran manera responsables de la desaparición
de los antiguos caminos. El itinerario nos conduce desde la angostura del barranco de las
Salinas, acompañado por el agua hasta el encantador paraje del Salto de la Novia, pasando
por los testimonios y memoria de la agricultura de montaña, ya lejos del núcleo habitado y
en zonas de cierta altura. A estos paisajes humanos que poco a poco se van desvaneciendo
en el medio, suceden extensas zonas boscosas tapizando las solitarias montañas, pinares
con un denso sotobosque, y espeso matorral en los espacios no arbolados, arraigando con
fuerza y cubriendo en su totalidad los suelos, en un medio que ha dejado de ser explotado
y que lentamente recupera los espacios arrebatados por la acción humana.
Itinerario en bicicleta: Punto de partida: Cirat, Polideportivo; junto a la piscina parte una
pista. No hay desvios significativos, salvo a 2.400 metros desde el polideportivo, señalizado
con flechas indicando, por la derecha: La Solana, Masía Bagan, Montan-Montanejos. Y a
la izquierda, Las Salinas, Salto de la Novia. A 3,300 kilómetros desde Cirat, la pista cruza
el lecho del barranco de las Salinas, punto desde el cual se parte para la visita a pie al Salto
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de la Novia: un sendero desde la pista remonta el cauce, 5/7 minutos, 360 metros, hasta
la poza, una bonita y recogida hoya circular en el eje del barranco, flanqueada por cortadas
paredes calizas donde salta el agua. Regreso hasta la pista y continuidad por la misma
hasta un mirador sobre el Salto: 1 kilómetro. Total distancia desde Cirat: 5.050 metros.
Desde este punto el itinerario bici coincide con el de a pie.
Itinerario a pie: Punto de partida, Cirat, calle de las Salinas, al extremo a poniente de la
población, desde las últimas casas parte un camino con el firme de cemento que seguimos
recto. 170 metros y se bifurca, con una curva cerrada por la izquierda que salva la vaguada
y otro ramal recto por la misma vaguada que seguimos. A 55/60 metros desde esta
bifurcación, parte a la izquierda un camino de tierra señalizado con una flecha en un pino,
que indica: Castillo de Cirat, Fuente del Piojo. Camino de herradura a trechos empedrado,
que asciende suavemente por la umbría, bastante bien consevado y limpiado recientemente.
15/18 minutos, 790 metros, desde el punto de partida, altitud 495 metros, una zona llana,
a modo de plataforma y suelo de losas calizas. El camino que hasta aquí era de subida,
empieza a descender. A la izquierda, en un pino hay una flecha que indica al castillo. Datos
y acceso al castillo, ver Itinerario 1.
Continuidad.- El recorrido de descenso nos aproxima al barranco de la Losa, precioso
camino que conserva a trechos el empedrado original. El estrecho y umbroso curso del
barranco está cubierto de densa vegetación y pinar. Ribazos de abandonados abancalamientos
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son ahora los espacios que el matorral y los árboles han colonizado. 7/8 minutos, 580
metros. Cerca del fondo del barranco, un sendero sale por la izquierda hacia la inmediata
fuente del Piojo (altitud 447 metros), aguas que manan bajo una peña en el mismo cauce.
Retomamos el sendero y, atención, a unos 2 minutos, 90/100 metros, un brusco desvio
a la izquierda. Sobre una losa en el suelo hay una flecha roja indicando este desvio y una
fita de piedras, señalización que puede pasar fácilmente inadvertida. Este desvio cruza el
barranco de la Losa y, de inmediato, flechas con la leyenda, Fuente del Piojo (de procedencia).
La Huertachata. Barranco las Salinas. Asciende suavemente el sendero por una umbria
entre una variada y enmarañada vegetación.
700 metros desde el cruce del barranco, una casa derruida (476 m. altitud), con corral, que
debió tener vida permanentemente de cierta importancia, a juzgar por la extensión de los
campos en su entorno, cultivos de terraza con elevados ribazos, campos perdidos donde
todavía se ven plateados olivos y algún que otro arruinado frutal. 160 metros desde la casa
(4/5 minutos) se cruza el baaranco de Salinas, punto más bajo del recorrido, 467 metros
altitud, y el sendero remonta ahora el curso del barranco elevándose sobre su cauce. 310
metros más arriba del cruce del arroyo, llegamos a una pista apta para vehículos normales
procedente de Cirat (ver el epígrafe Itinerario en bicicleta). Un ramal de pista menor, más
estrecha, sale por la izquierda, con una flecha que indica a la Jarica. Itinerario 2.
50/60 minutos desde Cirat. 2.640 metros acumulados. Altitud, 534 metros
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El Salto de la Novia: Desde este punto, recorrido optativo de ida y vuelta al Salto de la
Novia, según el itinerario propuesto. Seguir por la derecha pista abajo, 290 metros, cauce
del barranco de las Salinas. Junto al arroyo parte un sendero que remonta el cauce aguas
arriba hasta el Salto de la Novia: 5/7 minutos, 360 metros, en la poza donde se desploman
las aguas. Vuelta por el mismo recorrido hasta llegar de nuevo a la pista.
Total 1.300 metros ida y vuelta. 20/25 minutos
Continuidad del Itinerario.- Remontamos la pista, dejando atrás el acceso por el sendero
de la subida de Cirat: 660 metros desde este punto, Mirador del Salto de la Novia: una
terraza cortada verticalmente sobre el barranco y acertadamente protegida con una baranda
de troncos. Un encantador lugar, discretamente acondicionado por el ayuntamiento y que
permite admirar la belleza de este arroyo, su salvaje curso y el salto de las aguas a salvo
de su peligrosa verticalidad. En su totalidad el recorrido restante hasta Cirat desde el Mirador
es por pista. Pasamos junto a la derruida masía de las Salinas. 810 metros desde el
Mirador, 10/12 minutos. Altitud 604 metros, bifurcación de la pista, flecha color marrón,
Masía del Cura y Presa del Cura y la de nuestra dirección, azul, Fuente Torres. 150 metros
más adelante, encontramos el desvio a la izquierda a la fuente citada. 1.717 metros, 25/30
minutos más adelante ganamos un collado y ruinas del Corral de la Noguerica, a 720
metros de altitud. La pista, a partir de este punto, toma las partes elevadas, sin perder la
altura que mantiene durante un largo trecho en la cabecera del barranco de la Cueva Honda,
cuyo profundo surco vemos en toda su magnitud, descendiendo hasta el curso del Mijares,
que seguimos elevados sobre su cauce.
1.620 metros desde el collado, 20/22 minutos, altitud 748 metros, uno de los puntos más
elevados del recorrido, bifurcación de pistas: un ramal sale por la derecha en la curva de
la pista: Macasta, Torralba del Pinar, Montan y Fuentes de Ayodar. Continuidad por la
izquierda. Aquí el firme de la pista que hasta el momento había sido como un camino, mejora
para dar paso a los vehículos. 2.200 metros, 30/35 minutos, desvío por la derecha a la
población de El Tormo y 3.900 metros más adelante, 55/60 minutos, 10.470 metros desde
el Mirador, Cirat. El final depara una bonita vista de la población. En último término del
itinerario, antes de entrar en el caserío, cruzamos el barranco de las Salinas.
Tiempo desde el Mirador: 2 horas 30 minutos. Distancia: 10.470 metros
Tiempo total del recorrido: 3 horas 30/50 minutos. Distancia: 15.000 metros
Bicicleta: Total acumulado, 15.520 metros
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