BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE HISTORIA Alumna: Carolina Valencia Romero. Asignatura: Historia del Mundo Moderno Profesor: Dr. Miguel Ángel Burgos Gómez Periodo: Otoño 2014 INTRODUCCIÓN Por casi un siglo, los historiadores del arte se han recurrido a la palabra barroco para designar el estilo predominante del periodo comprendido entre 1600 y 1750, y lo que se ha debatido por un largo tiempo, es si el barroco constituye la fase final del renacimiento o una era distinta de la renacentista y la moderna. El Barroco conservó algunas formas propias del Renacimiento, pero las fue modificando para hacerlas más flexibles e imprimirles un sentimiento desbordante, hasta alejarlas del equilibrio y del clasicismo renacentistas. Se ha pretendido que el nuevo estilo estaba impulsado por la contrarreforma, sin embargo, este movimiento dinámico y autor-renovador inmerso en el seno de la iglesia católica, ya había realizado su labor en 1600. Encontramos otra razón para lo que sería el Barroco, el cual nos dice que es el “estilo del absolutismo”, que refleja el Estado centralizado bajo la autoridad de un autócrata de poderes ilimitados. Pero el absolutismo llegó a su cúspide durante el reinado de Luis XIV, hacia finales del siglo XVII. Como podemos notar, apenas se sabe cuándo empezó el estilo del barroquismo, cuál es la frontera entre el Renacimiento y el Barroco, y ni siquiera se puede dar con exactitud que significa la palabra barroco. Algunos la derivan de la voz griega baros, que significa “pesadez”, como en una alusión a la excesiva cargazón artística; otros la derivan del latín verruca, “verruga”1. Otro término es el baroco, de esta manera los escolásticos medievales indicaban la cuarta y menos correcta forma de silogismo, o bien del castellano barrueco perla irregular y turgente2. El término barroco fue creado y aplicado por los tratadistas neoclásicos del siglo XVIII, como sinónimo de “extravagante y ridículo”, para así designar el arte del siglo XVII. Pero en 1888, el gran historiador del arte Heinrich Wölfflin en su obra “Renacimiento y Barroco” le confería su actual significado y alcance histórico, como el arte que sucede al Renacimiento y se opone a él. 1 2 Historia del arte Tomo 8, México. Salvat Mexicana de Ediciones S.A. de C.V. 1979 Pág. 9 Andalán-Carlos Más. Historia del arte para selectividad- IES p. 2 SURGIMIENTO El último episodio de la historia de la arquitectura en que se asiste a un deseo preciso de unir el aspecto estético-teológico con lo arquitectónico está constituido por el “barroco”3. A finales del siglo XVI, el clasicismo4 ha agotado sus posibilidades expresivas, siendo nuevamente Italia la cuna de una nueva forma de expresión plástica gracias a una serie de artistas que logran dar un nuevo sentido e interés a un clasicismo ya gastado, asimismo a la lógica en arquitectura o al equilibrio tenso de Miguel Ángel en escultura le siguen nuevas generaciones con la “sensibilidad fatigada” lo que hace que a la obra equilibrada y racional del Renacimiento venga a sustituirla la expresión desequilibrada del Barroco, que se manifiesta en arquitectura con elipses, parábolas, hipérbolas, sinusoides, hélices. El s. XVII está marcado por la decadencia y la crisis económica. Gobernaron Felipe III, Felipe IV y Carlos II por medio de validos (primeros ministros). España pierde su hegemonía en Europa: guerra con Francia y los Países Bajos: se independiza Holanda y también Portugal. Las guerras, la peste y las crisis económicas diezmaron la población española (aproximadamente 8 millones de habitantes). Crece la miseria. Aumenta la delincuencia. Mientras, la nobleza y el clero aumentan su poder. Clima de malestar. Descontento y angustia Los motivos del surgimiento se dieron por varios factores, especialmente relacionados con el mayor exponente de la iglesia católica: el Vaticano 5. Éste se encontraba bajo duras críticas por parte de diversos sectores que cuestionaban sus actos de corrupción, la reforma protestante estaba haciéndose sentir, cuestionando a la iglesia católica con la existencia de la virginidad de María y la autoridad del Papa, factores que debilitaban profundamente el poder del clero. Por otro lado, España, Portugal e Inglaterra se encontraban echando raíces en los nuevos países americanos, ganando tierras y extendiéndose hacia el nuevo 3 DALL’ASTA ANDREA. La luz en el arte y la arquitectura II. La gloria del espacio renacentista y barroco Pág. 357 4 Estilo literario o artístico fundado en la imitación de los modelos de la Antigüedad griega o romana. / Condición de clásico o tradicional. 5 Barja García Lorena. Sobre Historia: El barroco. 2014 mundo; dejando a Italia bajo las sombras de la corrupción y el olvido. Esto generó en el Vaticano una gran reivindicación de la cual surgieron nuevas pautas a la hora de realizar una obra artística, con motivo de generar una suerte de marketing a la iglesia, recordando directa o indirectamente, cuáles eran las bases de la casa de Dios, mediante un control ideológico manifestado por el arte. En el surgimiento de este nuevo estilo dos hechos son decisivos, la afirmación de los estados nacionales, y la consagración de la monarquía absoluta de derecho divino como forma de gobierno en ellos. Durante esta época en Europa se asiste a hechos y procesos tan diversos como el enfrentamiento de los distintos países que buscan la hegemonía, la decadencia de los grandes estados ya con identidad nacional, como Francia y España, y el inicio de la pugna por el dominio comercial entre los países del Norte e Inglaterra, con el ascenso de nuevas grupos sociales de poder. Mientras, en la Europa central se desarrolla la guerra de los Treinta Años, producto de las tensiones religiosas entre protestantes y católicos. Puede decirse que el primer desarrollo del estilo se produce en Roma y que va unido a la Contrarreforma católica, aunque rápidamente se extenderá por toda Europa, adaptándose a las necesidades de cada sociedad. La Iglesia católica, tras las tensiones y la ruptura que había supuesto la Reforma, desarrolla una importante política de reafirmación mediante la diplomacia, la enseñanza, las predicaciones, la guerra y el arte, como un elemento fundamental. En esta nueva visión tendrá un importante papel la recién fundada Compañía de Jesús. Más tarde, con la colonización de América Latina, el barroco pasaría a ser universal, seguiría siendo religioso, pero pobre, ya que se instala en áreas donde la latinización había reprimido fuerzas anteriores o donde el renacimiento tuvo una superficial implantación. URBANIZACIÓN: El barroco se caracteriza por su interés integrador de espacios en un todo unitario, ya sea urbano o paisajístico. En el modo de darle un ordenamiento a la necesidad del desarrollo de las ciudades que se expresan a través de la arquitectura monumental como plazas, edificios, fuentes, jardines, etc. Que expresaban el poder del estado y/o de la iglesia. De aquí la gran creación del barroco que es del concepto de Estado Nacional, como una forma de monarquía absoluta con la concentración del poder y con esto la aparición de ciudad capital como una forma de representación y centralización del poder. En este período surgen los planes reguladores de lo que ha venido a llamarse la ciudad capital. La ciudad capital (del latín caput, capitis, “cabeza”) se refiere a que es una nueva cara representante del poder de un país, centralizando en una ciudad, como una especie de centro de control el poder absoluto. En donde se instaura la cabeza principal del poder, sea el gobernante electo o la máxima autoridad de una monarquía en representación del pueblo custodiado. Es por esto que en la ciudad se ve reflejada a modo de darle un ordenamiento que no existía en épocas anteriores, y de una preocupación para los habitantes de la ciudad. Las medidas que se tomaron fueron regidas por cuestiones de manifestaciones del poder a través de grandes edificios públicos; tratando la higiene dado las urgencia sanitarias de las anteriores ciudades, como enfermedades mortales, se preocupan de reparar tanto en los servicios básicos como en la vida urbana como la circulación de las aguas y el aire por las calles y edificios; además darle un ordenamiento a una escala urbana a la ciudad a través de elementos arquitectónicos como los grandes bulevares, avenidas, ejes ordenadores, etc. Siempre buscando el bienestar de la sociedad custodiada y la exhibición del poder. En el barroco se produce un cambio radical en el modo de concebir la ciudad. El espíritu de la “ciudad-estado” cerrada en sí misma que de un modo u otro había subyacido en la ciudad medieval y en el Renacimiento, desaparece para dar paso a la ciudad capital del Estado. En ella, el espacio simbólico se concibe subordinado al poder político, cuyo papel sobresaliente tratará de destacar la arquitectura urbana mediante un nuevo planteamiento de perspectivas y distribución de espacios. Con el nacimiento de la gran ciudad, capital política del Estado barroco, la estructura del mundo medieval se altera profundamente y muchas de sus instituciones antiguas son asfixiadas por las nuevas del Estado y la ciudad burocrática. La ciudad barroca es la heredera de los estudios del Renacimiento 6, que aquellas ciudades ideales que, como ejercicios abstractos, ocuparon las mentes de los tratadistas y comentaristas del Vitrubio. El hallazgo del Barroco fue el de crear una ciudad como obra de arte de inmediata percepción visual. Para lograrlo, el arte barroco contaba con el instrumento adecuado, el cual también era heredado del Renacimiento, (pero más tarde puesto en valor por lo que atañe al trazado y composición de las ciudades), el cual era el de la perspectiva 7. Roma es el prototipo de esta ciudad capital su desarrollo urbanístico se había iniciado, de manera efectiva, en tiempos de Julio II, pero su máximo organizador fue Sixto V (1585-1590), ayudado por el arquitecto Doménico Fontana. Su regulación se basa en un entramado de grandes vías que se articulan referenciadas a centros significativos, tanto edificios como plazas. Las siete basílicas quedan entrelazadas entre ellas en base a un centro teórico que es la basílica de Santa María la Mayor, que se convierte en lugar de 6 Chueca Goitia Fernando, Ciudad Barroca, Barcelona, 1980 pp. 135-147 Con el nacimiento de la perspectiva geométrica se abrió un campo nuevo e inmenso y no hubo pintor del <<Quattrocento>> que no se deleitara con grandes fondos arquitectónicos en perspectiva que excitaron las creaciones de los propios arquitectos. Ibídem p. 145. 7 encuentro y de partida, verdadero paradigma de la espacialidad barroca. A su vez, las plazas, a veces tan sólo cruce de calles, se individualizan a través de elementos simbólicos, como son los obeliscos y columnas que fueron cristianizadas coronándolas con las estatuas de San Pedro y San Pablo, o cruces. Estos obeliscos no eran sólo elementos de decoración, sino que se convertían en ejes para el cambio de dirección de las calles. En definitiva, la organización de Roma se orientó de Noroeste a Sudeste, teniendo como eje principal la Strada Felice, que fue proyectada desde la plaza de Santa María la Mayor en dirección a la basílica de la Santa Croce in Gerusaleme y a la Plaza del Popolo. En el urbanismo, un hecho importante, en la valoración de la ciudad barroca, cual es la ruptura de las murallas, lo que la convierte en ciudad abierta. París suprimió en tiempos de Luis XIV las fortificaciones, sustituyéndolas por un anillo casi completo de boulevard. De esta manera lo hace un urbanismo abierto en contacto con la naturaleza y que busca la integración de las partes en un todo organizado. ARQUITECTURA Como ya se ha mencionado, el Barroco heredó las formas y elementos constructivos del periodo renacentista, pero modificó profundamente sus proporciones y las integró en conjuntos arquitectónicos dotados de una personalidad totalmente diferente y original. La arquitectura se convierte en un marco idóneo que acoge la plástica pictórica y escultórica, y las integra en un todo unitario. El espacio arquitectónico se convierte en theatrum sacrum8 en el que pintura y escultura son elementos de la representación. Rasgos más característicos de la arquitectura barroca: Lo curvilíneo; las formas se hacen onduladas, los muros y los entablamentos se alabean y dinamizan, los frontones se parten y resuelven en 8 Lo cual significa teatro sagrado. curvas y contra-curvas hasta la completa desaparición de las normas y proporciones clásicas. La luz es un elemento importantísimo en la arquitectura barroca, al realzar la movilidad de los edificios y multiplicar los ángulos de perspectiva y el dinamismo de las formas. La decoración se multiplica y se complica. Se inspira en elementos clásicos, tomados del Renacimiento, pero utilizados con más repetición y pomposidad. Los más utilizados son aquellos que reproducen elementos de la naturaleza. Los materiales básicos son la piedra y el ladrillo, al interior se empleaba el mármol coloreado, al igual que el bronce dorado y el estuco. Estos materiales adquieren un papel constructivo y sobre todo un efecto decorativo por los juegos cromáticos a los que se somete el ladrillo, la madera y el yeso 9. LAS IGLESIAS: Entre las iglesias, el punto de partida de la arquitectura barroco puede considerarse la Iglesia del Gesù de Roma, construida a partir de 1568 según el proyecto de Vignola. El edificio, que representa renacentista, una síntesis manierista entre y la arquitectura barroca, satisfacía plenamente las nuevas exigencias surgidas tras la Contrarreforma: la disposición longitudinal de la planta permitía acoger al mayor número de fieles, mientras que la planta de cruz latina con numerosas capillas laterales suponía un retorno a la tradición del Concilio de Trento. De este modelo derivaron una serie de iglesias de planta longitudinal centralizada o planta central alargada, caracterizadas por el eje longitudinal y por la presencia de un elemento catalizador de la composición, generalmente una cúpula. Las fachadas de las iglesias dejaron de ser la continuación lógica de la sección 9 Andalán-Carlos Más. op. cit. p 3 interna, para convertirse en organismos plásticos que marcaban la transición entre el espacio exterior y el interior. El espacio interior, por tanto, estaba compuesto a partir de figuras complejas basadas en elipses y líneas curvas, y se definía a través del movimiento de los elementos espaciales, diferenciándose radicalmente de la concepción renacentista que generaba una sucesión uniforme de elementos dispuestos de forma simétrica entre ellos. LOS PALACIOS: En la arquitectura civil del momento se puede distinguir entre dos tipos de construcciones nobles: el palacio, situado generalmente en el interior de la ciudad, y la villa del italiano campo. y sus El palacio derivados europeos permanecieron fieles a la tipología desarrollada residencial durante el Renacimiento, con un cuerpo edificado cerrado en torno a un patio interno. Se dotó a las fachadas principales de cuerpos centrales resaltados y decorados mediante el uso de órdenes gigantes, que ya habían sido anticipados por Palladio. Se extendieron los ejes de simetría al interior del edificio, donde se abrían el vestíbulo y el patio interno. En Francia, el palacio urbano de la nobleza, denominado hôtel, recuperó para sí el esquema de los castillos medievales. Se generó fachadas escalonadas y grandes alas laterales, el cuerpo principal se encontraba retrasado respecto a la calle y precedido de la cour d’honneur, un espacio de transición abierto al exterior que al mismo tiempo separaba el palacio de la ciudad. ESCULTURA En general posee un carácter naturalista; como la del Renacimiento. Pero se trata de un naturalismo totalmente distinto ya que aspira a reflejar la realidad tal como es, y no a través de su interpretación idealizada. La escultura barroca representa modelos inspirados en la vida cotidiana y estados anímicos variados, reflejados en toda su vibrante fugacidad. Gusta de los aspectos cambiantes de la vida y representa los rasgos individuales y aquellas actitudes que reflejan estados psicológicos desbordantes y conmovedores. Las esculturas, durante el periodo barroco, adquieren una movilidad y un dinamismo proyectados hacia el exterior, los miembros de las figuras y los ropajes se desplazan hacia el afuera. Con frecuencia las figuras se agitan y sus miembros se contorsionan en actitudes extremas o dislocadas que sorprenden al espectador. La luz interviene activamente en la expresión de esta movilidad. Los ropajes de amplios pliegues, con entrantes y salientes muy acusados y contrastes de luz y sombra muy fuertes, esto tiene un carácter más pictórico ya que procura representar más la apariencia que la realidad misma de la forma10. Será a partir del barroco que la arquitectura la que dirija la expresión plástica, de manera que la escultura y la pintura se ceñirán a ella, llegándose a una verdadera simbiosis de las artes, que se unirán para formar un todo magnífico en el que la capacidad del ojo humano no es capaz de distinguir donde empieza uno y acaba el otro. 10 Andalán-Carlos Más. op. cit. p 4 PINTURA El Barroco trajo consigo innovaciones de primera magnitud en todos los aspectos. Se modifica profundamente, no sólo la temática y la actitud psicológica del pintor ante sus modelos, sino la forma misma de concebir la luz, el color y la distribución espacial. Muchas de estas transformaciones estaban ya en germen en la pintura del periodo anterior, concretamente en la etapa manierista del Renacimiento, pero es ahora cuando se desarrollan de forma coherente. Al igual que la escultura, la pintura barroca es profundamente naturalista. Es en el campo de la pintura donde culmina el gusto por las representaciones de la realidad en todas sus facetas. Los pintores de este periodo se inspiraron constantemente en la realidad. Toda la gama de tipos humanos hasta llegar a los más vulgares, feos o deformes, atraen su atención. No vacilan en representar a personajes harapientos o lastimosos, o incluso contrahechos, en toda su crudeza. El Barroco busca una sensación de profundidad homogénea. En la pintura barroca la luz de los objetos representados es relativa, y se desenvuelve en función del conjunto, creando así un sentido de unidad en las composiciones que no existía antes. El Barroco aportó también innovaciones considerables en el campo de la composición y de la distribución espacial que implicaron una concepción totalmente distinta del cuadro. El artista barroco no concibe ya el espacio en función del cuadro ni distribuye las figuras en esquemas geométricos adaptados al lienzo, sino que concibe el espacio como ilimitado, es decir, sin estar distribuido en función de los límites de la tela. Heinrich Wölfflin ha definido esta innovación con el concepto de forma abierta, frente a la forma cerrada característica del Renacimiento. Generalmente se entiende por Barroco a la evolución que sufre el arte renacentista, que surge cuando las obras de arte se recargan con adornos superfluos y los temas se centran en el desengaño y el pesimismo. Esto es como resultado de las circunstancias socio-políticas de la época. Teniendo temas representativos como lo son la arquitectura, escultura y pintura, pero debemos de tener en cuenta que no son los únicos, ya que también encontramos a la poesía (Tres tendencias: Culterana, Conceptista y Clasicista11) música (con dos figuras de gran importancia histórica: el alemán Johan Sebastián Bach y el veneciano Antonio Lucio Vivaldi) y literatura (surgió la sátira, el culteranismo, el clasicismo y el conceptismo) 11 Para mayor información, ver: Docampo Silvia. La poesía barroca. FUENTES Arrondo Carlos Más. Historia del arte para selectividad- IES Andalán. Recuperado de: http://www.mirada.educa.aragon.es/mirada/Libro_CMas/Barroco.pdf Barja García Lorena. Sobre Historia: El barroco. 2014 Recuperado de: www.sobrehistoria.com/todo-sobre-el-barroco Chueca Goitia Fernando, Ciudad Barroca, Barcelona, 1980. Dall’asta, S.J. ANDREA. La luz en el arte y la arquitectura II. La gloria del espacio renacentista y barroco. HUMANISTAS Nº 74 pp. 352 - 361 Docampo Silvia. La poesía barroca. Recuperado de: http://es.slideshare.net/Lesbiamea/la-poesa-barroca-16222230 Historia del arte Tomo 8, México. Salvat Mexicana de Ediciones S.A. de C.V. 1979 Tenenti Alberto, La Edad Moderna: XVI-XVIII, Barcelona, 2011.