VII - Actualidad Empresarial

Anuncio
VII
Contrataciones del Estado,
Abastecimiento y Control
Patrimonial
Pautas para la correcta aplicación del arbitraje
en las contrataciones del Estado
Ficha Técnica
Autor : Luis Eduardo Morante Guerrero*
Título : Pautas para la correcta aplicación del arbitraje en las contrataciones del Estado - Parte
final
Fuente : Actualidad Gubernamental, Nº 58 - Agosto
2013
Sumario
6.
7.
8.
9.
Los árbitros
Causales de recusación de los árbitros
Gastos arbitrales
El laudo arbitral
6. Los árbitros
El árbitro, en las contrataciones del
Estado, es la persona que resuelve un
conflicto o litigio sometido a su decisión
por las partes interesadas. Es la persona
que, desde un punto de vista imparcial,
decide a través de un laudo la solución
al conflicto, pronunciándose de acuerdo a
las normas que las partes hayan acordado
(en este caso una legislación concreta por
tener inmerso el calificativo de temas de
interés público).
Para ello, dos o más personas nombran
a un tercero imparcial como árbitro de
un asunto contencioso entre ellos o a
un tribunal arbitral conformado por tres
de ellos, para que estos se encarguen de
resolver el conflicto.
En este sentido, el artículo 220° del Reglamento detalla que «el arbitraje será resuelto
por árbitro único o por un tribunal arbitral
conformado por tres (3) árbitros, según el
acuerdo de las partes y que en caso no se
llegue a ningún acuerdo entre las partes, o
* Miembro del Área Legal de Instituto Pacífico. Especialista en
Derecho Administrativo y Contrataciones del Estado. Egresado
dela Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Miembro fundador del Taller
de Investigación de Derecho Administrativo – TIDA.
en caso de duda, la controversia será resuelta
por árbitro único».
No obstante, la normativa detallada en el
artículo antes mencionado señala que «el
árbitro único y el presidente del tribunal arbitral deberán ser necesariamente abogados
y contar con especialización acreditada en
derecho administrativo, arbitraje y contrataciones con el Estado1».
Por tanto, considerando que la Ley ha
establecido que el arbitraje administrativo
solo puede ser de derecho, puesto que
el mismo artículo 52º de la Ley (tercer
párrafo) así como el artículo 220º del
Reglamento exigen que el árbitro único o
el presidente del Tribunal Arbitral deben
ser, necesariamente, abogados. Asimismo,
estas personas deben contar con especialización acreditada tanto en derecho
administrativo, arbitraje y contrataciones
con el Estado, reafirmando, de esta manera, la vocación de la Ley de considerar
un arbitraje administrativo, distinto del
arbitraje general.
Para el caso de los demás miembros que
compongan un Tribunal Arbitral, las referidas normas exigen que sean expertos
o profesionales en otras materias, se entiende que la especialización tendrá que
ser en materia vinculada al caso concreto.
6.1. Impedimentos para ser árbitro
Es pertinente señalar que existen algunas
personas que se encuentran impedidas
para actuar como árbitros. Estas son, de
acuerdo al artículo 221º del Reglamento:
1. El presidente y los vicepresidentes
de la República, los congresistas,
los ministros de Estado, los titulares
miembros del órgano colegiado de
los organismos constitucionalmente
autónomos.
1 Texto conforme a la modificación efectuada por el artículo 1º
del Decreto Supremo Nº 138-2012-EF (7 de agosto de 2012),
que entró en vigencia a partir del trigésimo día hábil siguiente
de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Actualidad Gubernamental
VII
Partel
fina
2. Los magistrados, con excepción de los
jueces de paz.
3. Los fiscales, los procuradores públicos
y los ejecutores coactivos.
4. El contralor general de la República.
5. Los titulares de instituciones o de organismos públicos descentralizados, los
alcaldes y los directores de las empresas del Estado. Aquí el impedimento
se restringe al ámbito sectorial al que
pertenecen esas personas.
6. El personal militar y policial en situación de actividad.
7. Los funcionarios y servidores públicos en los casos que tengan relación
directa con la entidad en que laboren
y dentro de los márgenes establecidos
por las normas de incompatibilidad vigentes. Aquí el impedimento también
se restringe al ámbito sectorial al que
pertenecen esas personas.
8. Los funcionarios y servidores del OSCE
hasta seis (6) meses después de haber
dejado la institución.
9. Los declarados en insolvencia.
10. Los sancionados o inhabilitados por
los respectivos colegios profesionales
o entes administrativos, en tanto estén
vigentes dichas sanciones.
En los casos a que se refieren los incisos 5)
y 7), el impedimento se restringe al ámbito
sectorial al que pertenecen esas personas”.
6.2. Designación de árbitros
En el caso del arbitraje institucional, la
designación se realizará de acuerdo con
los reglamentos de la institución arbitral.
En caso las partes no hayan pactado
respecto de la forma en que se designará
a los árbitros o no se hayan sometido a
arbitraje institucional y administrado por
una institución arbitral (arbitraje ad hoc),
el procedimiento para la designación será
el siguiente:
N° 58 - Agosto 2013
VII 1
Informes Especiales
Área
Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial
VII
Informes Especiales
«1. Para el caso de árbitro único, una vez
respondida la solicitud de arbitraje o vencido
el plazo para su respuesta, sin que se hubiese
llegado a un acuerdo entre las partes, cualquiera de estas podrá solicitar al OSCE en el
plazo máximo de diez (10) días hábiles, la
designación de dicho árbitro.
2. Para el caso de tres (3) árbitros, cada
parte designará a un árbitro en su solicitud
y respuesta, respectivamente, y estos dos (2)
árbitros designarán al tercero, quien presidirá
el tribunal arbitral. Vencido el plazo para la
respuesta a la solicitud de arbitraje sin que se
hubiera designado al árbitro correspondiente,
la parte interesada solicitará al OSCE, dentro
del plazo de diez (10) días hábiles, la respectiva designación.
3. Si una vez designados los dos (2) árbitros
conforme al procedimiento antes referido,
éstos no consiguen ponerse de acuerdo
sobre la designación del tercero dentro del
plazo de diez (10) días hábiles de recibida
la aceptación del último árbitro, cualquiera
de las partes podrá solicitar al OSCE la designación del tercer arbitro dentro del plazo
de diez (10) días hábiles.
La resolución de designación se notificará
a las partes a través de su publicación en
el SEACE y será comunicada, de manera
personal, al árbitro designado.
Las designaciones efectuadas en estos supuestos por el OSCE se realizarán de su Registro de
Árbitros y son definitivas e inimpugnables».
Hay que tomar en cuenta que en los
arbitrajes ad hoc, en principio, la forma
de designación depende de lo pactado,
es decir de lo establecido en las Bases
del Proceso de Selección o en el contrato.
6.3. Registro de árbitros
El artículo 232º del Reglamento establece que «el OSCE llevará un Registro de
Árbitros para efectos de las designaciones
que deba realizar. Asimismo, aprobará la
Directiva correspondiente para establecer el procedimiento y requisitos para la
inscripción de los interesados en dicho
Registro».
En la siguiente dirección: <http://www.osce.gob.pe/consultasenlinea/arbitraje/buscarextranet.asp> podemos encontrar el
registro de árbitros en donde se detalla RUC, nombre, domicilio,
su fecha de cese y su especialidad.
Una vez ingresado los datos respectivos el sistema procederá a
detallar el Récord Arbitral OSCE y si se encuentra impedido o
no para actuar como árbitro:
Del mismo modo, ingresando a la dirección <http://portal.osce.
gob.pe/arbitraje/> y clickeando en la pestaña de récord arbitral
OSCE, se puede acceder al récord del árbitro respectivo, como
lo mostramos a continuación:
Luego se abre la siguiente ventana, en donde puede colocar los
datos del posible árbitro de su proceso:
6.4. Aceptación de árbitros
El artículo 223º del Reglamento establece como insuficiente para
la aceptación de árbitros la simple designación de los árbitros
efectuada por las partes, sino que además se requiere que estos
acepten ser designados como tales.
Para tal caso en el arbitraje institucional, la aceptación se realizará de acuerdo a los reglamentos de la institución arbitral. Sin
embargo, en el arbitraje es ad hoc, depende en principio de lo
pactado en las Bases del Proceso de Selección o en el contrato,
caso contrario se siguen las siguientes reglas:
1.º El árbitro, dentro de cinco (5) días hábiles siguientes de haber sido
comunicado con su designación, deberá dar a conocer su aceptación
por escrito a la parte que lo designó, la misma que deberá de poner
en conocimiento de la contraria la correspondiente aceptación del
árbitro.
2.º Si en el plazo establecido, el árbitro no comunica su aceptación, se
presume que no acepta ejercer el cargo, con lo que queda expedito
el derecho de la parte que lo designó para designar un nuevo árbitro
dentro de los diez (10) días hábiles siguientes.
3.º Si el nuevo árbitro designado no acepta o no comunica su aceptación
en el plazo de cinco (5) días hábiles, la otra parte podrá solicitar la
designación del árbitro ante el OSCE, sustentando su pedido sobre
la base de la documentación correspondiente.
Los árbitros están sujetos a las reglas de ética que apruebe el
OSCE así como a las normas sobre responsabilidad civil y penal
establecidas en la legislación sobre la materia.
6.5. Independencia, imparcialidad y deber de información
de los árbitros
Los árbitros deben ser y permanecer durante el desarrollo del
arbitraje independientes e imparciales, sin mantener con las
partes relaciones personales profesionales o comerciales.
Todo árbitro, al momento de aceptar el cargo, debe informar
sobre cualquier circunstancia acaecida dentro de los cinco (5)
VII 2
Actualidad Gubernamental
N° 58 - Agosto 2013
Área Contrataciones del Estado, Abastecimiento y Control Patrimonial
años anteriores a su nombramiento, que
pudiera afectar su imparcialidad e independencia. Este deber de información
comprende además la obligación de dar
a conocer a las partes la ocurrencia de
cualquier circunstancia sobrevenida a
su aceptación durante el desarrollo de
todo el arbitraje y que pudiera afectar su
imparcialidad e independencia.
Asimismo, el árbitro designado debe incluir una declaración expresa sobre su idoneidad para ejercer el cargo, su capacidad
profesional en lo que concierne a contar
con conocimientos suficientes para la aplicación de la normativa de contrataciones
del Estado, así como la disponibilidad de
tiempo suficiente para llevar a cabo el
arbitraje en forma satisfactoria.
Asimismo, en las últimas modificaciones
dadas al Reglamento se detalla que el
OSCE aprobará un Código de Ética que
establecerá los principios y reglas que
deben ser cumplidos por todos los árbitros
que ejerzan función arbitral en materia de
contrataciones del Estado, así como las
infracciones a dichos principios y reglas,
y sus correspondientes sanciones. Para lo
cual, los Códigos de Ética que aprueben
las instituciones arbitrales establecerán las
infracciones sobre las cuales se impondrán
las respectivas sanciones.
De este modo, el Código de Ética aprobado
por el OSCE es de aplicación a los arbitrajes
administrados por el SNA – OSCE y los arbitrajes ad hoc, y de aplicación supletoria
a los procesos arbitrales administrados por
una institución arbitral que no tenga aprobado un Código de Ética o que teniéndola
no establezca la infracción cometida por el
árbitro o no establezca la sanción aplicable.
En este contexto, se entiende que los árbitros durante el ejercicio de sus funciones
deben cumplir con lo siguiente:
-
Respetar los principios de imparcialidad, independencia y neutralidad.
No deben mantener con las partes
relaciones personales profesionales o
comerciales.
Cumplir con el Código de Ética y otras
reglas que apruebe el OSCE.
Cumplir con las normas sobre responsabilidad civil y penal establecidas en
la legislación sobre la materia.
Deber de declaración o de información: Tanto al momento de aceptar,
como durante las actuaciones arbitrales, el árbitro debe informar o revelar
cualquier hecho o circunstancia que
pueda provocar duda justificada sobre
la independencia imparcialidad. La
omisión conlleva a sanción.
7. Causales de recusación de los
árbitros
La recusación es el rechazo de las partes
en relación con los árbitros designados,
motivado por la desconfianza sobre su
idoneidad, imparcialidad o incumplimiento de sus deberes funcionales.
El artículo 225º del Reglamento establece
que los árbitros podrán ser recusados por
las siguientes causales:
1. Cuando se encuentren impedidos conforme el artículo 221°21o no cumplan con lo
dispuesto por el artículo 224°3.2
2. Cuando no cumplan con las exigencias y
condiciones establecidas por las partes en
el convenio arbitral, con sujeción a la Ley,
el Reglamento y normas complementarias.
3. Cuando existan circunstancias que generen dudas justificadas respecto de su
imparcialidad o independencia y cuando
dichas circunstancias no hayan sido excusadas por las partes en forma oportuna y
expresa”.
7.1. Procedimiento de recusación
El artículo 226 del Reglamento establece
que la oportunidad para recusar y su
procedimiento, «en el caso del arbitraje
institucional, serán los establecidos en los
reglamentos de la institución arbitral. Si el
arbitraje es ad hoc, en principio, depende
2. Artículo 221º.- Impedimentos
Se encuentran impedidos para actuar como árbitros
1. El Presidente y los Vicepresidentes de la República, los Congresistas, los Ministros de Estado, los titulares miembros del órgano
colegiado de los organismos constitucionalmente autónomos.
2. Los Magistrados, con excepción de los Jueces de Paz.
3. Los Fiscales, los Procuradores Públicos y los Ejecutores
Coactivos.
4. El Contralor General de la República.
5. Los titulares de instituciones o de organismos públicos descentralizados, los alcaldes y los directores de las empresas
del Estado.
6. El personal militar y policial en situación de actividad.
7. Los funcionarios y servidores públicos en los casos que tengan
relación directa con la Entidad en que laboren y dentro de
los márgenes establecidos por las normas de incompatibilidad
vigentes.
8. Los funcionarios y servidores del OSCE hasta seis (6) meses
después de haber dejado la institución.
9. Los declarados en insolvencia.
10. Los sancionados o inhabilitados por los respectivos colegios
profesionales o entes administrativos, en tanto estén vigentes
dichas sanciones.
En los casos a que se refieren los incisos 5) y 7), el impedimento
se restringe al ámbito sectorial al que pertenecen esas personas.
3 Artículo 224º.- Independencia, imparcialidad y deber de información
Los árbitros deben ser y permanecer durante el desarrollo del
arbitraje independientes e imparciales, sin mantener con las
partes relaciones personales profesionales o comerciales.
Todo árbitro, al momento de aceptar el cargo, debe informar
sobre cualquier circunstancia acaecida dentro de los cinco (5)
años anteriores a su nombramiento, que pudiera afectar su
imparcialidad e independencia. Este deber de información
comprende además la obligación de dar a conocer a las partes
la ocurrencia de cualquier circunstancia sobrevenida a su aceptación durante el desarrollo de todo el arbitraje y que pudiera
afectar su imparcialidad e independencia.
Asimismo, el árbitro designado debe incluir una declaración
expresa sobre su idoneidad para ejercer el cargo, su capacidad
profesional en lo que concierne a contar con conocimientos
suficientes para la aplicación de la normativa de contrataciones
del Estado, así como la disponibilidad de tiempo suficiente para
llevar a cabo el arbitraje en forma satisfactoria.
El OSCE aprobará un Código de Ética que establezca los principios y reglas que deben ser cumplidos por todos los árbitros
que ejerzan función arbitral en materia de contrataciones del
Estado, así como las infracciones a dichos principios y reglas, y sus
correspondientes sanciones. Los Códigos de Ética que aprueben
las instituciones arbitrales establecerán las infracciones sobre las
cuales se impondrán las respectivas sanciones.
El Código de Ética aprobado por el OSCE es de aplicación a los
arbitrajes administrados por el SNA – OSCE y los arbitrajes ad
hoc, y de aplicación supletoria a los procesos arbitrales administrados por una institución arbitral que no tenga aprobado
un Código de Ética o que teniéndola no establezca la infracción
cometida por el árbitro o no establezca la sanción aplicable.
Actualidad Gubernamental
VII
de lo pactado en las Bases del Proceso de
Selección o en el contrato, caso contrario se
siguen las siguientes reglas:
La recusación debe formularse ante el OSCE
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes
de comunicada la aceptación del cargo por
el árbitro recusado a las partes o desde que
la parte recusada tomó conocimiento de la
causal sobreviniente.
El OSCE pondrá en conocimiento de la otra
parte y del árbitro o árbitros recusados la
recusación, para que, en el plazo de cinco
(5) días hábiles, manifiesten lo conveniente
a su derecho.
Si la otra parte está de acuerdo con la recusación o el árbitro o árbitros renuncian,
se procederá a la designación del árbitro o
árbitros sustitutos en la misma forma en que
se designó al árbitro o árbitros recusados.
Si la otra parte no está de acuerdo con la
recusación o el árbitro o árbitros no renuncian o no absuelven el traslado en el plazo
indicado, el OSCE lo resolverá en un plazo de
diez (10) días hábiles. Asimismo, la resolución
que resuelve la recusación será notificada a
través de su publicación en el SEACE.
La resolución de la recusación por el OSCE
debe ser motivada, es definitiva e inimpugnable y será publicada en el portal institucional
del OSCE. Cuando la recusación sea declarada
fundada, el OSCE procederá a la designación
del árbitro sustituto.
El trámite de recusación no suspende el
arbitraje, salvo cuando se trate de árbitro
único o hayan sido recusados dos (2) o tres
(3) árbitros o, en su caso, cuando lo disponga
el tribunal arbitral».
8. Gastos arbitrales
El primer y segundo párrafo del artículo
230° del Reglamento precisa que: «Los
árbitros pueden exigir a las partes los anticipos de honorarios y gastos que estimen
necesarios para el desarrollo del arbitraje».
En el caso de que las partes no se hayan sometido a un arbitraje institucional o cuando
no hayan pactado sobre el particular, los
honorarios de los árbitros deberán determinarse en forma razonable, teniendo en
cuenta el monto en disputa, las pretensiones
de las partes, la complejidad de la materia,
el tiempo dedicado por los árbitros, el
desarrollo de las actuaciones arbitrales y
cualquier otra circunstancia pertinente.
Al respecto, cabe señalar que los honorarios
arbitrales constituyen una compensación a
los árbitros como consecuencia de la prestación de sus servicios profesionales en el
arbitraje. De este modo, como bien señala
el citado artículo 230°, su determinación
(así, como cualquier otra circunstancia sobre
el particular), dependerá, en principio, del
acuerdo de las partes o de las reglas de la
institución arbitral a la que estas se hayan
sometido y, solo en su defecto, se deberán
tener en cuenta los criterios referidos al
monto de la controversia, pretensiones,
complejidad, entre otros.
N° 58 - Agosto 2013
VII 3
VII
Informes Especiales
De otro lado, en la medida que los criterios
señalados y en general, la normativa de
contrataciones del Estado, no establece
el procedimiento para exigir a las partes
el pago de honorarios arbitrales y las
consecuencias de su incumplimiento, nos
remitiremos a los artículos 70° y 72° del
Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje4, los que señalan lo siguiente:3
«Artículo 70º.- Costos
El tribunal arbitral fijará en el laudo los
costos del arbitraje. Los costos del arbitraje
comprenden:
a. Los honorarios y gastos del tribunal
arbitral.
Artículo 72º.-Anticipos
1. Una vez constituido, el tribunal arbitral
podrá requerir a cada una de las partes
que entregue un anticipo de los costos
previstos en el artículo 70º. En el curso
de las actuaciones, el tribunal arbitral
podrá requerir anticipos adicionales a las
partes. Las partes asumirán los anticipos
en proporciones iguales, sin perjuicio de
lo que decida el tribunal arbitral sobre su
distribución en el laudo.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral
anterior, el tribunal arbitral, de estimarlo
adecuado, según las circunstancias, puede
disponer anticipos separados para cada
una de las partes, teniendo en cuenta sus
respectivas reclamaciones o pretensiones.
En este caso, el tribunal arbitral solo conocerá las reclamaciones que hayan sido
cubiertas con los anticipos respectivos.
De no cumplirse con la entrega de los
anticipos, las respectivas reclamaciones
o pretensiones podrán ser excluidas del
ámbito del arbitraje.
3. Si una o ambas partes no efectúan el
depósito de los anticipos que les corresponde dentro de los plazos conferidos,
el tribunal arbitral podrá suspender las
actuaciones arbitrales en el estado en que
se encuentren. Si a criterio del tribunal
arbitral transcurre un plazo razonable de
suspensión sin que la parte obligada haya
cumplido con su obligación o la otra parte
haya asumido dicha obligación, el tribunal arbitral, a su entera discreción, podrá
ordenar la terminación de las actuaciones
arbitrales.
4. La decisión del tribunal arbitral de terminar las actuaciones ante el incumplimiento de la obligación del depósito de los
anticipos correspondientes no perjudica
el convenio arbitral. La misma regla se
aplica a las reclamaciones excluidas del
arbitraje por no encontrarse cubiertas con
los respectivos anticipos.
(…)».
Al respecto, Jorge Vega Soyer54señala
que: «Resulta importante destacar que,
según el inciso 4) del artículo 72° de la
Ley de Arbitraje, la decisión del tribunal
arbitral de terminar las actuaciones ante
el incumplimiento de la obligación de
depósito de los anticipos correspondientes
no perjudica el convenio arbitral. Esto
implica que nada impide que, una vez que
4 Aprobada mediante Decreto Legislativo N° 1071
5 VEGA SOYER, Jorge: Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje
- Tomo I - Instituto Peruano de Arbitraje - Primera Edición Enero
2011 - Pág. 808.
VII 4
el tribunal arbitral decida dar por terminadas las actuaciones en el proceso arbitral,
debido a una falta de pago de honorarios,
cualesquiera de las partes pueda iniciar un
nuevo proceso arbitral, en la medida que,
como queda dicho, la situación prevista en
el inciso 4) del artículo 72° de la Ley de
Arbitraje no afecta al convenio arbitral».
Conforme a lo expuesto, si el arbitraje
concluye por incumplimiento de pago de
los anticipos de honorarios de los árbitros,
tal situación no afecta el convenio arbitral, con lo cual es factible invocar dicho
acuerdo para volver a someter a arbitraje
la misma controversia».
9. El laudo arbitral
La doctrina define al laudo arbitral como:
«(…) la decisión dictada por uno o varios jueces particulares, elegidos por las partes, con
arreglo a derecho y al debido procedimiento,
sobre una cuestión o cuestiones determinadas y dentro del término, establecidos en el
compromiso arbitral».
«El laudo arbitral constituye la decisión que
emite el árbitro y que resuelve la controversia
sometida a su conocimiento. Es la última y,
sin duda, la más importante fase del proceso
arbitral. En verdad, toda la institución arbitral
está estructurada para llegar a esta etapa.
Asimismo el laudo arbitral equivale a una sentencia judicial y puede ejecutarse como tal».
«Como sabemos, los procesos arbitrales tienen
como parte fundamental el laudo arbitral,
que es la etapa del proceso a la que se aspira
a llegar desde el inicio del propio proceso
arbitral; de manera tal que es muy importante
que el proceso culmine con un laudo, ya que
él subsume todas las etapas procesales anteriores y pone fin a la controversia».
La Ley también ha reconocido estas características esenciales, al señalar que: «El
laudo arbitral de derecho es inapelable,
definitivo y obligatorio para las partes
desde el momento de su notificación». Por
su parte, el artículo 231º del Reglamento
ha precisado, además, que «tiene el valor
de cosa juzgada y se ejecuta como una
sentencia».
Ahora bien, la normativa de contrataciones ha establecido una característica
especial de los laudos de arbitrajes administrativos, que es la publicación de los
mismos, en aplicación del principio de
transparencia en las contrataciones del
Estado. Para este efecto, tanto el árbitro
único como el tribunal arbitral deberán
remitir al OSCE, en el plazo de cinco (5)
días hábiles de notificado, el laudo, así
como sus integraciones, exclusiones, interpretaciones y rectificaciones.
En caso de omisión por parte de los
árbitros de esta obligación de remisión,
estarán sujetos a sanciones económicas
(no menor de una ni mayor de cuatro
Unidades Impositivas Tributarias), de
acuerdo al procedimiento administrativo
sancionador establecido en el artículo
238º del Reglamento, tramitado ante el
Tribunal de Contrataciones del Estado.
Actualidad Gubernamental
N° 58 - Agosto 2013
Un aspecto importante a considerar son las
formalidades exigidas para laudo, respecto
de las cuales ni la Ley ni el Reglamento
tienen regulación expresa. En este caso,
es de aplicación supletoria las normas pertinentes del Decreto Legislativo Nº1071.
Entre otras formalidades tenemos:
-
-
-
-
-
-
-
-
Todo laudo deberá constar por escrito
y ser firmado por los árbitros, quienes
podrán expresar su opinión discrepante. Cuando haya más de un árbitro,
bastarán las firmas de la mayoría de
los miembros o solo la del presidente,
según corresponda, siempre que se
manifiesten las razones de la falta de
una o más firmas.
Para estos efectos, se entenderá que
el laudo consta por escrito cuando de
su contenido y firmas quede constancia y sean accesibles para su ulterior
consulta en soporte electrónico, óptico
o de otro tipo.
Se entiende que el árbitro que no
firma el laudo ni emite su opinión
discrepante se adhiere a la decisión
en mayoría o la del presidente, según
corresponda.
Todo laudo deberá ser motivado, a
menos que las partes hayan convenido
algo distinto. Constarán en el laudo la
fecha en que ha sido dictado y el lugar
del arbitraje. El laudo se considera
dictado en ese lugar.
El tribunal arbitral se pronunciará en el
laudo sobre la asunción o distribución
de los costos del arbitraje.
Contra el laudo arbitral cabe la posibilidad de interponer un recurso de
anulación ante el Poder Judicial. El Reglamento establece algunos requisitos
adicionales a los establecidos para este
recurso por la norma general (Decreto
Legislativo Nº 1071, artículo 63º):
Si las partes establecieron en el convenio arbitral que la parte impugnante
deberá acreditar la constitución de
carta fianza a favor de la parte vencedora y por la cantidad que el laudo
determine pagar a la parte vencida.
La parte impugnante deberá cumplir
con comunicar y acreditar ante el
árbitro único o el tribunal arbitral la
interposición de este recurso dentro
de los cinco (5) días hábiles siguientes
de vencido el plazo correspondiente;
en caso contrario se entenderá que el
laudo ha quedado consentido en sede
arbitral.
Las sentencias que resuelvan de manera definitiva el recurso de anulación
deberán ser remitidas al OSCE por
la parte interesada en el plazo de
diez (10) días hábiles de notificadas
para su registro y publicación. Los
representantes de las partes deberán
cumplir con dicha obligación bajo
responsabilidad.
Descargar