CNHC_7 (26)

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Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Santiago 26-29 octubre 2011,
eds. S. Huerta, I. Gil Crespo, S. García, M. Taín. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2011
El dibujo de obra en Italia central en la época medieval
Renzo Chiovelli
Daniela Esposito
Marina Anna Laura Mengali
No ha transcurrido mucho tiempo de cuando la historiadora del arte Angiola Maria Romanini lamentaba
la escasez de testimonios que tenemos acerca de los
«proyectos» arquitectónicos originarios italianos de
época medieval, que pueden reconducirse a un grupo
exiguo llegado hasta hoy, y de las fuentes escritas todavía más limitadas y problemáticas que pueden integrarlos (Prefacio a Ascani 1997, 7-11). Se considera, por lo tanto, que el ámbito de la península
italiana, entre la última década del Siglo XIII y finales del Siglo XIV constituya uno «de los “fenómenos” hasta hoy más oscuros, desde el punto de vista
historiográfico, en todo el sector del arte gótico occidental», a pesar de que haya visto nacer, entre Toscana, Umbría y Lacio, una forma y una práctica arquitectónicas nuevas, que sucesivamente se difundió en
Italia septentrional, especialmente en Emilia y Lombardía. Para la importante estudiosa, por lo que se refiere al gran gótico occidental, el «caso italiano» se
distingue, especialmente, justamente por lo que concierne los procedimientos de proyecto y ejecución
aplicados en la realización de las grandes obras de
arquitectura y de escultura monumental. Se hace referencia, más en concreto, a la aparición precoz, a
partir de la terminación del siglo XIII, en la conducción de las obras en el área de Toscana-Umbría-Lacio, de hacedores individuales de fuerte personalidad, capaces de ejecutar las obras con libertad
creativa y de proyecto, es decir a la aparición del «artista creador en primera persona contrapuesto al trabajo anónimo que el imaginario moderno acostumbra
relacionar con la idea misma de catedral y en general de arte medieval». Por lo tanto se considera indiscutible la especificidad de la manifestación, a
partir del área de Toscana-Umbría-Lacio y desde la
época gótica de que ya se ha hablado, de un «responsable», explícito y oficial, reconocido y celebrado por todos como tal, es decir del gran artista «caput magister».1
En general, se reconoce como la práctica de proyecto y ejecutiva en campo arquitectónico, durante
un largo tiempo, en el Medioevo se incluya en el ámbito de los «artes mecánicos», es decir como actividad meramente manual y, por lo tanto, excluida de
los «artes liberales», caracterizados por la originalidad de la elaboración intelectual, aunque, desde hace
tiempo, se está siempre más haciendo luz sobre las
relaciones de coexistencia en el trabajo de figuras individuales, a que se atribuyen tareas específicas de
responsabilidad en el proyecto técnico y en la ejecución de la obra, junto a lo que se considera tradicionalmente como fruto de la colaboración colectiva. Si
hasta todo el siglo XII gran parte de la actividad de
construcción puede considerarse sometida, administrativamente, y además para muchos también por lo
que concierne los proyectos, al monopolio de la clase
eclesiástica, que tenía la prerrogativa, casi exclusiva,
de las actividades intelectuales, y el término architectos puede utilizarse todavía para designar profesiones comunes en la obra de construcción, como por
ejemplo la de los carpinteros, es a partir del siglo
XIII que se asiste a una maduración de la figura pro-
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R. Chiovelli, D. Esposito y M. A. Laura
fesional del arquitecto, que irá paulatinamente organizando su actividad laboral específica, hasta llegar a
la obligación del «secreto» acerca de los aspectos
técnicos-profesionales del oficio, como en las Constituciones inglesas de 1390 y en la unificación de los
estatutos de las logias de varias ciudades alemanas,
que se llevó a cabo en Ratisbona en 1459. El mismo
tono polémico e indignado del sermón con que, en el
año 1261, el dominico Nicolás de Biard arremetía
contra las posturas y las nuevas funciones que los
magistri cementariorum estaban asumiendo en la dirección de la obra, demuestra el inicio de un período
de transformación de la que se convertirá en la figura
profesional del arquitecto, justamente mientras se
está separando de las otras profesiones de la obra de
construcción.2
Regresando a la afirmación de la aparición de una
figura especial de nuevo arquitecto o «caput magister» en el ámbito cultural y territorial en ToscanaUmbría-Lacio, varias partes la hacen derivar del uso,
atribuido a los artistas de la zona de Pisa, de técnicas
experimentales de proyecto preliminares a la ejecución, basadas, según la documentación que ha llegado hasta nosotros, en medios gráficos del diseño de
proyecto. En este sentido, se atribuye una posición
de absoluta vanguardia (Ascani 1997, 24-25) a Nicola Pisano, seguido por Arnolfo di Cambio y por Giovanni Pisano, introductores precoces de métodos de
proyecto innovadores, a través de procedimientos
gráficos que habrían permitido al arquitecto concebir
su trabajo artístico, ideando previamente sus soluciones técnicas y formales, además de permitirle presentarlas a los clientes y, en algunos casos, incluso públicamente, antes de la elección ejecutiva definitiva.
Para eso, se menciona como primer ejemplo documentado italiano el método de trabajo de Nicola Pisano para la realización del púlpito de la catedral de
Siena, de que nos ha llegado una descripción que se
hace en el contrato de asignación de la obra del 29 de
septiembre de 1265, tan cuidadosamente completa de
cantidades y medidas, que hace suponer que se trate
de una exposición de la obra basada en la lectura de
un dibujo cotizado realizado específicamente por el
artista para sus clientes. Todavía más explícita aparece la indicación de la adquisición, que se hizo hacer
el 26 de agosto de 1277, por parte del superintendente de ciudad de Perusa, de dos pergaminos que habrían tenido que servir para diseñar la fuente, ahora perdida, que Arnolfo di Cambio realizó para la ciudad
de Umbría, o bien, según otros estudiosos, la mayor
de Nicola y Giovanni Pisano. En cambio este último
seguramente se encuentra ocupado, en 1296, como
jefe de la Obra de la catedral de Siena, en la redacción de dibujos preliminares para la «ecclesia in honorem beati Johannis» en el ámbito de la obra de la
catedral. Con el comienzo del siglo XIV, parecería
que la práctica de los dibujos de proyecto preliminares en escala ya sea una práctica consolidada en esta
parte de Italia, también a la luz de los testimonios
concretos de los dibujos que nos han llegado, sobre
todo de área Toscana, a partir de los dibujos para la
fachada de la catedral de Orvieto. En cambio, viendo
lo que propone Müller (1989, 237), siguiendo las
afirmaciones de Braunfels ([1953] 1982), el dibujo
técnico habría sido introducido en Italia en la segunda mitad del siglo XIII, gracias a Giovanni Pisano,
que habría cubierto el rol de intermediario con la cultura transalpina, donde ya se conocía el arte del dibujo, después de un viaje suyo a Francia, no documentado, en que habría visitado, entre otros edificios, la
catedral de Reims durante su construcción; así, en
poco tiempo, la práctica moderna del dibujo italiano
habría mostrado una mayor maduración en la obra de
Lorenzo Maitani de Siena, considerado el autor de
ambos dibujos para la fachada de la catedral de Orvieto3. En cambio, parte de la crítica ve en uno de los
dos dibujos de Orvieto, el que se aleja más de lo que
se ha realizado en concreto, un gusto más francesizado, por el cual, entre las varias atribuciones afirmadas por los estudiosos acerca de su posible autor,
queda siempre admisible la hipótesis avanzada, ya
desde 1928 (Schmarsow) de asignarlo a Ramo di Paganello, de quien se ha documentado un viaje en tierra francesa.4
En realidad el nuevo método operativo en el campo del proyecto arquitectónico y de la escultura monumental, después de que el dibujo de proyecto se
había desarrollado en Francia septentrional en la primera parte del siglo XIII, en sintonía con la maduración del gótico, se estaba difundiendo en el Occidente europeo justamente en las décadas a caballo de la
mitad del siglo, cuando las usuales operaciones de
proyecto, utilizadas en el campo de las construcciones, ya tenían que aparecer no idóneas como medio
de creación, control y presentación de las complejidades técnicas y formales que, ya desde tiempo, requerían las modernas obras arquitectónicas de carácter gótico, que se estaban difundiendo en amplias
El dibujo de obra en Italia central en la época medieval
áreas del continente. De hecho, hasta ese tiempo se
había operado con métodos más empíricos, como lo
demuestran las representaciones gráficas esquematizadas y las representaciones de modelos de madera o
terracota, ya desde la época del alto medioevo, o las
mediciones y los proporcionamientos conducidos directamente en el terreno a través de cuerdas, como en
una miniatura del siglo XII en que San Pedro, San
Pablo y San Esteban aparecen al abad Gunzo mientras trazan el plano de la basílica de Cluny. Es a partir del siglo XIII que datan los primeros dibujos de
proyecto en escala reducida que nos han quedado,
como la llamada parrilla de Reims y los dibujos más
antiguos de Estrasburgo, y asimismo el primer dibujo
de detalle conservado en pergamino (Pächt, Alexander 1973, 31).5
Si el proyecto arquitectónico del conjunto de la
obra tuviera que sufrir un cambio radical a partir por
lo menos de comienzos del siglo XIII, la última fase
del proyecto gráfico tuvo que quedar la de la definición de los elementos de detalles, que podían trazarse incluso contemporáneamente a la realización del
edificio, como demuestran los dibujos grabados, la
mayoría de las veces en tamaño natural, en paredes
y pavimentos de las mismas obras construidas. Los
dibujos más antiguos grabados en la piedra, en escala 1:1, que se conocen, datan de la última década del
siglo XII, y se trata de dos representaciones para un
rosetón de la fachada occidental de la iglesia de la
abadía de Byland, en el North Yorkshire, encontrados en la misma abadía cisterciense, de un detalle
arquitectónico similar grabado en una pared de la
iglesia colegial de Notre-Dame-en-Vaux en Châlons-sur-Marne y de otro grabado en la abadía cisterciense de Noirlac. Dibujos ejecutivos de este tipo
se encuentran, a partir de comienzos del siglo XIII,
en las catedrales de Soissons, Reims, Narbonne, Limoges y Clermont-Ferrand, como en Wells y en
York, utilizados como soportes en la obra para la realización de modelos y perfiles, de materiales ligeros y de escaso espesor, que habrían servido para la
ejecución de los elementos de piedra de construcción y para el control posible definitivo de las varias
piezas, antes del montaje, después de la terminación
de las mismas.
En Italia, unos grabados de proyecto similares sobre piedra siempre se han considerado una rareza, ya
que no se conocían que pocos ejemplos, muy lejanos
geográficamente entre ellos y de épocas bastante di-
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ferentes, tanto que se supone que la práctica de los
grabados de obra sobre piedra fuera considerada de
escasa importancia por los arquitectos italianos del
tardo Medioevo. Los únicos dibujos italianos grabados sobre piedra que los estudios generales mencionan sobre el argumento (Ascani 1997, 126-127) son
los del rosetón de la iglesia de Santa María en Ponte,
cerca de Cerreto di Spoleto, en Valnerina, considerado el dibujo más antiguo de este tipo de gráficos italianos en escala real, considerando la interpretación
de la fecha poco legible que se encuentra en el mismo, que puede referirse al año 1201; las representaciones de tímpanos, también éstos en tamaño natural,
para la fachada septentrional de la catedral del siglo
XIV de San Andrés en Venzone, y de parte de un ajimez, encontrados en la catedral después de las excavaciones realizadas después del terremoto de Friuli
en 1976, y el grabado precoz de tres tranqueos para
ventanas trazado en una pared de la catedral de Monreale en época Normanda, que pero no posee las características del proyecto proporcional, pudiéndose
considerar simplemente un bosquejo. A estos ejemplos limitados se ha añadido sucesivamente (Borgherini 2001, 30-31) el de los trazados sobre piedra
mencionados por Ambrosi (1990), acerca de arcos
medievales en Apulia.
La presente investigación añade a estos hallazgos
anteriores, otros ejemplos inéditos de dibujos de
obra grabados sobre las piedras de pavimentos y paredes de edificios del tardo medioevo y de un caso
inusual de grabado de proyecto, también éste en escala real, realizado en un enlucido recién aplicado
específicamente en una pared del Peñón de Piancastagnaio, castillo ubicado en el Monte Amiata, que
perteneció a la república de Siena. El hallazgo de
este grabado arquitectónico sobre enlucido nos permite comprender mejor el significado específico de
la documentación escrita conocida relativa a casos
análogos, como el pago realizado en Florencia en
1338-1339, a propósito de la «cal viva para enlucir
donde tienen que dibujarse las puertas de San Juan»,
como menciona Vasari en sus Vidas (Oertel 1940,
267), y asimismo el de la comparación realizada en
1357, siempre en Florencia, entre proyectos diferentes, en escala real, para escoger los pilares de las naves de Santa María del Fiore, ejecutada disponiendo
«que a Servi se hiciera enlucir y dibujar el ejemplo
de la columna y de los capiteles en grandeza natural» (Guasti [1887] 1974, 116-117). Finalmente,
256
R. Chiovelli, D. Esposito y M. A. Laura
también se presenta un amplio dibujo grabado en
tierra, en pleno siglo XVI, en el pavimento de la
iglesia de San Salvatore de Campi cerca de Norcia,
Umbría, mediante el cual se puede apreciar la «larga
duración» que, en la zona que se toma en examen,
tuvo que tener el método del proyecto arquitectónico
grabado sobre piedra.
EL DIBUJO SOBRE EL PAVIMENTO DE PIEDRA DE LA
IGLESIA DE SAN PEDRO EN TUSCANIA (VITERBO)
El primero de los dibujos inéditos que se presentan
en este estudio se refiere a una serie de formas circulares grabadas en las lastras lapídeas más antiguas que forman el pavimento de la nave izquierda
de la basílica de San Pedro en Tuscania.6 Se trata de
dos círculos concéntricos, respectivamente de unos
199 y 253 cm de diámetro, el menor de los cuales
resulta tangente a una circunferencia externa más
pequeña, de solamente 50,5 cm de diámetro. A poca
distancia de este último círculo, un segmento de circunferencia de 50 cm se vuelve a proponer, tangente internamente a otros dos segmentos breves de
círculos concéntricos de diámetro más amplio, lejos
entre ellos de 17 cm y con centro de construcción
diferente con respecto al del primer par de circunferencias.
Una primera evaluación de estos grabados parecería sugerir el trazado de varias pruebas gráficas para
un rosetón de fachada, tipológicamente análogo al
que está presente en el prospecto actual, caracterizado por una rosa interna rodeada por una serie de pequeños elementos circulares, incluidos en un anillo
externo más amplio.
Los grabados se encuentran en la tercera arcada
del cuerpo longitudinal de la iglesia, es decir en la arcada, situada más cerca de la fachada, que sobrevivió
en el momento de la demolición del frente originario,
construido alrededor de 1093, y que comportó consiguientemente el abatimiento de los arcos de la arcada
situada atrás. Demolición ejecutada entre fines del siglo XII y comienzos del siglo XIII, para ampliar la
iglesia con una nave ulterior y darle una nueva fachada. Por lo tanto, esta ubicación parecería confirmar la
hipótesis de que los dibujos en el suelo se hayan grabado justamente en función de la ideación de elementos arquitectónicos de detalle de la nueva fachada en construcción, poniéndolos entre los más
antiguos conocidos en Italia.
EL DIBUJO EN LA PARED SOBRE ENLUCIDO DEL PEÑÓN
PIANCASTAGNAIO (SIENA)
DE
Figura 1
Levantamiento gráfico del dibujo, grabado en el enlucido,
que representa un arco «senés» en el peñón de Piancastagnaio en el Monte Amiata (levantamiento de Renzo Chiovelli y Marina Anna Laura Mengali)
El dibujo encontrado en el interior del peñón de
Piancastagnaio, un centro de la zona del Monte
Amiata, en la provincia de Siena, aparece especialmente interesante, tanto por el sujeto representado,
como, sobre todo, por la técnica utilizada del grabado sobre enlucido fresco, de que, como ya hemos dicho, el dibujo examinado resulta ser el único ejemplo
conservado conocido en Italia.
El grabado, ubicado en el primer nivel de una escalera situada en el lado meridional del patio actual
del peñón, fue realizado sobre una capa espesa de enlucido aplicado en el paramento en filas de sillares de
piedra basáltica, colocados en la obra con juntas de
mortero más bien altas e irregulares, cuya superficie,
áspera y discontinua, no habría permitido, de otra
forma, el grabado del dibujo. El grabado del peñón
de Piancastagnaio representa el proyecto arquitectónico, en escala 1:1, de un arco de puerta monumental
del tipo llamado «senés», constituido por la combi-
El dibujo de obra en Italia central en la época medieval
257
Figura 3
Levantamiento gráfico del dibujo, grabado sobre piedra, en
la contrafachada de la Parroquia de Santa María en Arezzo
(levantamiento de Renzo Chiovelli y Marina Anna Laura
Mengali)
Figura 2
Devolución gráfica completa del dibujo del arco «senés»
grabado en el enlucido en el Peñón de Piancastagnaio,
como tenía que ser originariamente, con indicaciones relativas a medidas dimensionales y trazados constructivos
nación de dos arcos, uno superior, ojival, arriba de
otro inferior, escarzano. El arco se había proyectado
para una abertura amplia unos 220 cm (equivalente a
una caña de cuatro brazos toscanos «en el suelo»),
que, considerando las dimensiones reducidas, podía
utilizarse como puerta de entrada no transitable, que
posiblemente tenía que construirse en el ámbito del
mismo peñón o de las estructuras fortificadas conectadas al mismo.
El dibujo geométrico se ha estructurado en dos líneas horizontales, de que una principal de base, y sobre un eje central perpendicular a las mismas. En la
superficie del arco superior, de tipo falcado, se ha
grabado una división en sillares de espesor creciente
desde la imposta hasta la llave, con las juntas que
convergen hacia el centro de la construcción geométrica. El perfil de extradós de este arco superior se ha
trazado, probablemente, con el auxilio de un cordel,
utilizando como pivote dos centros identificados en
el eje horizontal. El criterio de construcción geométrica utilizado preveía la división, mediante cuatro
puntos, de la línea de imposta en cinco partes y la colocación de los centros de las circunferencias de
construcción de las curvas del extradós en los dos
fulcros situados cerca del eje vertical.7 En cambio, el
arco inferior escarzano se ha dibujado trazando, con
el mismo método del cordel, dos arcos concéntricos
desde un punto, hoy ya no legible en la superficie de
la pared, establecido en la extremidad del eje vertical
de construcción geométrica. También este último resulta dividido en cinco partes iguales en base a un
módulo que identifica el centro del eje horizontal secundario.
Por lo que se refiere a la fecha, el arco definido
«senés», llamado así por la difusión que este tipo ha
tenido en la arquitectura de Siena y de su territorio,
puede datarse, en base a los ejemplos conservados,
desde mediados del siglo XIII hasta todo el siglo XI
(Gabbrielli 2002, Gabbrielli 2010).
Concluyendo, considerando los resultados del análisis tipológico, de estilo y geométrico del arco representado y las vicisitudes constructivas del peñón, con
relación a las características de la arquitectura medieval del territorio, el dibujo grabado de Piancastagnaio podría haber sido realizado en el período en que
el centro del monte Amiata estuvo sujeto al dominio
de la república de Siena, a partir de mediados del siglo XIV.
258
R. Chiovelli, D. Esposito y M. A. Laura
LOS DIBUJOS EN LAS PAREDES DE PIEDRA DE LA
PARROQUIA DE SANTA MARÍA EN AREZZO
Otro dibujo de obra inédito se ha encontrado grabado, en escala natural, en la contrafachada de la parroquia románica de Santa María en Arezzo. Por sus dimensiones, bastante amplias, ha sido necesario
trazarlo en la porción de pared de sillares escuadrados de piedra local que se extiende entre la puerta
monumental mayor de la iglesia y el semipilar de comienzo de las arcadas que dividen la nave central de
la secundaria izquierda. De hecho, a causa de la asimetría de la frente de fachada de la parroquia de
Arezzo, esta pared resulta la más espaciosa y libre de
toda la contrafachada.
El proyecto representa, con precisión gráfica, un
detalle arquitectónico articulado, con eje de simetría
central con respecto a la amplitud de base que mide
unos 442,6 cm, reconducible a la extensión de dos
cañas de cuatro brazos de Toscana «en el suelo» cada
una. El mismo está constituido por una serie de ocho
segmentos de circunferencia, conectados entre ellos
por semicírculos, que funcionan como bisagra en la
articulación de la composición, en un movimiento,
tan característico cuanto peculiar, de la estructura
claramente gótico.
La porción izquierda del proyecto se ha equipado
con una serie de grabados internos que dividen la
composición en un número igual de porciones, que
pueden referirse a elementos lapídeos individuales
que tenían que constituir el conjunto. En las mismas
se habrían recortado los perfiles patrones que habrían
tenido que utilizar los picapedreros para la realización de las varias partes que constituyen la obra real.
Sobre el interesante grabado de Arezzo quien escribe está realizando un análisis profundo. En el estado presente del estudio, se puede suponer que el dibujo pueda datar del siglo XIV y haber sido trazado
como plano de referencia, con hasta los elementos
lapídeos individuales que lo constituyen, para una
decoración arquitectónica realizada en piedra para
corte, funcional a las celebraciones litúrgicas de la
iglesia, que pero ya no aparece realmente presente en
el edificio, tal vez porque puede haber sido considerado obsoleto con ocasión de una de las muchas reestructuraciones y restauraciones posmedievales sufridas por la parroquia.8
En la misma parroquia de Santa María, además del
dibujo en contrafachada se ha identificado otro grabado, de dimensiones mucho más reducidas, tanto
que se encuentra en el interior de un sillar de la
mampostería del ángulo izquierdo de la puerta monumental lateral izquierda de la fachada. Después de un
primer examen, parecería ser la representación reducida de un plano de pilar cuadrilobulado. En la parroquia, un plano del mismo tipo se ha utilizado para los
pilares del arco triunfal, a la cuota levantada del
presbiterio.
EL DIBUJO EN EL PAVIMENTO DE PIEDRA DE LA
IGLESIA DE SAN SALVADOR DE CAMPI, CERCA DE
NORCIA (PERUSA)
Figura 4
Devolución gráfica completa de la mitad izquierda del
dibujo, grabado sobre piedra, en la contrafachada de la Parroquia de Santa María en Arezzo, como tenía que ser originariamente, con indicaciones relativas a las medidas dimensionales y trazados constructivos
Los grabados en el pavimento de la iglesia de San
Salvador de Campi representan un texto dibujado de
gran interés, tanto para la reconstrucción de la obra
virtual que se habría tenido que preparar para la
construcción de la estructura del campanario, como
para las reglas geométricas y proporcionales que regulaban su proyecto y que, de forma reducida y parcial (el campanario resulta incompleto porque fue
El dibujo de obra en Italia central en la época medieval
259
Figura 5
Grabado en un sillar de piedra en el interior de la puerta
monumental izquierda de la fachada de la Parroquia de Santa María en Arezzo
destruido a causa de un terremoto en 1859), constituyen la configuración actual del campanario mismo.9
Los signos se han grabado en las lastras del pavimento del siglo XVI de la nave derecha de la iglesia y
se han remarcado con polvo de plomo. El edificio
eclesiástico, ubicado poco fuera del poblado de Campi, tiene una estructura de dos naves, ejemplo de
construcción religiosa medieval en el valle Castoriano, cerca del Valnerina, presenta un pavimento de
lastras de piedra caliza local con fecha grabada 1528,
presente en el umbral en la entrada de la nave misma.
El dibujo grabado representa, en escala 1:1, el proyecto de la terminación del campanario de la iglesia
misma, en plano y en elevación, con la indicación
también de los trazados y de los procedimientos geométricos utilizados para elaborar todas las partes del
proyecto. Estas finalidades, de carácter general y conjunto de detalle, parecen estar presentes en el dibujo
grabado y son demostradas por la presencia contemporánea, a lado de la descripción de la estructura general, de los signos para la construcción geométrica,
por ejemplo, de detalles arquitectónicos como los
crochés que habrían tenido que decorar los frontones
triangulares de la cobertura del campanario.
Figura 6
Levantamiento gráfico del dibujo grabado en el pavimento
de piedra de la iglesia de San Salvador de Campi cerca de
Norcia (levantamiento de Daniela Esposito)
El dibujo grabado, indica, abajo, en su base, las dimensiones y la configuración de mitad de la base cuadrangular del campanario mismo. En esta base se habría debido, según el proyecto, levantar la terminación
sobre base cuadrada y con un volumen octagonal,
260
R. Chiovelli, D. Esposito y M. A. Laura
como se describe en plano y en elevación en el grabado. En el interior de la estructura octagonal, otros cinco octágonos coaxiales, concéntricos y en progresiva
reducción dimensional, representan puntos significativos para la construcción de la cúspide. Confirmando
esta construcción, dos líneas oblicuas, correspondientes al perímetro de la cúspide en elevación y a la salida
de un croché, salen justamente desde los octágonos
más grandes de los cinco concéntricos. Por lo tanto, el
más externo delimitaba la salida de los crochés que
decoraban los tímpanos de la aguja y los otro cuatro
definían el ahusamiento de la misma.
Por lo que se refiere a los crochés, éstos se delinean en número y ubicación tales de definir claramente
y de forma inequivocable su posición y así también
su configuración.10 Dos de estos elementos se han dibujado en la base inferior de la cúspide, de forma de
fijar la distancia regular y recíproca; un tercero se ha
grabado en la cumbre de la cúspide, tanto de indicar
el punto límite superior de la posición del último croché. Justamente por estos elementos decorativos de
la cúspide del campanario aparece confirmada la hipótesis de que los dibujos grabados en el pavimento
hayan sido también funcionales al corte futuro de las
piedras para la realización de los mismos crochés.
De hecho, después de esbozadas, las piedras fueron
cortadas según un perfil más acabado, en base a modelos que, en este caso, se habían grabado en el pavimento. La confirmación de estos procedimientos
puede deducirse de los crochés conservados en el espacio situado debajo del iconostasio, recogidos después del derrumbe causado por el sismo de 1859. Se
trata de elementos que retoman el perfil de los crochés grabados.
El grabado constituye el proyecto tanto de las partes estructurales, como de las partes decorativas del
campanario del siglo XVI e incluye también algunos
instrumentos para la realización concreta de los elementos de la construcción.
Por lo tanto, se trata de un dibujo de obra, que a
partir del proyecto de conjunto da indicaciones de
detalle para la producción de la pieza individual.
Justamente en base al dibujo grabado y al hallazgo
de un sillar elaborado y destinado a ser colocado a
formar el marco de una ventana abierta en el nivel de
un piso del campanario, en la base de la cúspide y
arriba del que existe hoy, se ha deducido la altura
efectiva del campanario antes del derrumbe por el
sismo del siglo XIX (Docci, Gurgone 1998, 30-31).
NOTAS
1.
2.
La presente contribución no quiere ser nada más que
una primera comunicación sintética acerca del hallazgo y del levantamiento inicial y la investigación compendiada de una serie de dibujos arquitectónicos grabados sobre piedra y enlucido con fines de proyecto,
que principalmente se refieren a la época del tardo
medioevo, en el área Umbría-Toscana-Lacio, que resultan completamente inéditos; mientras tanto se está
realizando, por parte de los mismos autores del presente ensayo, un estudio más amplio y orgánico para
una próxima publicación monográfica sobre el argumento. Los dibujos grabados de Tuscania, Piancastagnaio y Arezzo han sido identificados por Renzo Chiovelli, que ha curado el levantamiento con Marina
Anna Laura Mengali, que ha realizado el levantamiento gráfico y las investigaciones proporcionales.
En detalle, los textos del presente ensayo han sido redactados por R. Chiovelli por lo que se refiere a los
párrafos relativos a la introducción sobre las Figuras
y formas de proyecto nuevo en la obra arquitectónica
del tardo medioevo en Toscana-Umbría-Lacio y los
dibujos relativos a la iglesia de San Pedro en Tuscania y a la Parroquia de Santa María en Arezzo; por M.
A. L. Mengali para el dibujo sobre enlucido del Peñón
de Piancastagnaio; por D. Esposito para el dibujo extendido de la iglesia de San Salvador de Campi. Este
último es el único grabado, entre los que se presentan
en este ensayo, que ya es conocido y publicado (Docci, Gurgone, 1998).
Victor Mortet (1906, 267-268) menciona la parte del
texto del sermón de Nicolás de Biard relativo a la figura del arquitecto, después de que éste había sido publicado por primera vez por M. G. Paris en 1889. El mismo Mortier (1911) ha sido el autor de las primeras
investigaciones monumentales sobre las fuentes documentales relativas a los autores y los acontecimientos
de la obra arquitectónica francesa desde el siglo XI al
siglo XII, que fueron continuadas junto a Paul Deschampas (1929), hasta el siglo XIII. A las investigaciones sobre los protagonistas de la obra de construcción
medieval, conducidas sucesivamente también en otros
países europeos, se acompañaron, desde las primeras
décadas del siglo XX, estudios relativos a la organización real de la obra, con una mayor preferencia, a partir
de la década de los sesenta y sobre todo de la década
sucesiva, hacia los aspectos sociológicos relativos al
trabajo en la construcción. Estas obras relativas a la organización de la obra, de que Chiovelli (2007, 5-23) da
un excursus histórico en la introducción de su volumen
sobre las técnicas constructivas medievales (a que hay
que referirse para las referencias bibliográficas de los
El dibujo de obra en Italia central en la época medieval
3.
autores mencionados en esta nota), tratan en varios casos el tema de la figura del arquitecto y de la maduración de su función profesional en época medieval,
como es posible detectar, a partir de la década de los
cincuenta, en la investigación sistemática de Salzman
(1952) con respecto al territorio inglés, investigado
hasta el año 1540, y en las inscripciones de Harvey
(1954, 1971, 1972) que, después de haber publicado un
diccionario biográfico de los arquitectos y de la mano
de obra de construcción que operó en Inglaterra entre
1020 y 1558, ilustra los procesos formativos según los
cuales los mismos eran educados, con sus métodos de
proyecto, hasta el nacimiento del profesionalismo en el
sector. Durante la misma década de los Cincuenta, Jean
Gimpel, alabando la continuidad de los estudios sobre
el argumento realizados en Inglaterra, lamentaba, en
cambio, la parada que habían sufrido en Francia, con la
excepción de la obra de Du Colombier (1953). Así, el
mismo Gimpel ([1958] 1980), inauguraba, después de
un breve escrito de 1956, la temporada de los estudios
franceses sobre el argumento, publicando una obra en
que el interés histórico para la construcción de las catedrales francesas se enriquece de los análisis conducidos
sobre los trabajadores de las obras y, en concreto, sobre
los arquitectos y los ingenieros y sobre su evolución
profesional. A partir de la década de los sesenta, Dieter
Kimpel empieza a ocuparse del rol que la economía ha
tenido en las innovaciones de la obra de construcción
en el medioevo, con contribuciones específicas relativas a la figura renovada del arquitecto (1986, 1989), y
en la misma década empiezan a comparecer varios escritos interesados al aspecto sociológico (Warnke,
1976), siguiendo lo que había propuesto, en sentido
más general Georges Duby a mediados de la década de
los sesenta. El panorama sobre el trabajo del arquitecto
medieval se enriquece, a partir de la década de los
ochenta, con temas socioecológicos gracias a la obra de
Bechmann ([1981] 1991). El siglo XX termina con las
varias contribuciones sobre el tema presentadas en la
obra colectiva cuidada por Recht (1989), quien se ocupa del argumento en varios escritos, y con los estudios
de Erlande-Brandenburg (1989, [1993] 1995), donde
regresan los temas relativos a la evolución de la figura
del arquitecto y de sus métodos de trabajo. En Italia, el
tema del desarrollo de la figura profesional del arquitecto en época medieval ha sido tratado, entre otros,
por Vagnetti ([1973] 1980), Bozzoni (1991) y, en varios escritos, por Tosco (1997, 2003).
Los dos grandes dibujos sobre pergamino para la fachada de la catedral de Orvieto, conservados en la Obra
de la catedral de la ciudad de Umbría, resultan ser los
dibujos arquitectónicos más antiguos de este género
que se conservan en Italia. El que adhiere más a la rea-
4.
5.
6.
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8.
261
lidad de la fachada construida y que presenta elementos
de estilos que se refieren al ámbito artístico de Nicola y
Giovanni Pisano se tendría que asignar efectivamente a
Maitani, en un período de poco anterior a 1320 (Ascani
1997, 78-81).
Contactos con la cultura artística y, en el caso específico, arquitectónica de derivación francesa son ampliamente documentables, en la época del siglo XIII, en el
ámbito territorial del área Toscana-Umbría-Lacio, donde a menudo trabajadores transalpinos tuvieron que trabajar en contacto estrecho con los trabajadores locales.
Véase, por ejemplo, para el área examinada y por lo
que se refiere a la influencia ejercida en Italia por la
orden de los cistercienses en la difusión del estilo gótico, el caso, sintetizado y reinterpretado a la luz de nuevas observaciones por Chiovelli, Curreli (2011), de la
iglesia de la Abadía de San Martín al Cimino, cerca de
Viterbo, donde, al haberse asentado a comienzos del
siglo XIII unos monjes procedentes de Pontigny, se ha
supuesto varias veces esta colaboración; o bien el mucho más conocido y debatido caso de las vidrieras y de
los frescos del llamado «Maestro Ultramontano» o
Gotische Werkstatt, en la obra de Asís de la basílica de
San Francisco (de que se ha reasumido el estado de la
cuestión en Romano 1984, 122-140), en que se encuentran influencias de ejemplos franceses que se refieren a los años iniciales de la VII década del siglo
XIII, suponiendo colaboraciones con autores italianos,
especialmente romanos y de Umbría, que habrían continuado la obra.
Para un análisis general sobre el dibujo de arquitectura
en la época medieval, véanse Schöller (1989a), Schöller (1989b), Müller (1989) y Ascani (1994), y especialmente para los dibujos italianos Ascani (1989), Ascani (1997) y Borgherini (2001).
La sola imagen fotográfica y la colocación gráfica en
planimetría de los grabados de Tuscania han sido presentadas, por primera vez, por Chiovelli (2007, 51, 88),
que hay que consultar para las formas de los grabados,
y además para la cronología de las formas constructivas
y las referencias bibliográficas relativas a la iglesia de
San Pedro.
Los ejemplos estudiados de arcos ojivales, en el ámbito
de la arquitectura medieval centroeuropea, y el análisis
de los dibujos contenidos en el bloc de notas de Villard
de Honecourt, han permitido suponer unos esquemas
de construcción geométrica basados en la división del
eje horizontal en un número de segmentos iguales variables entre tres y ocho (Müller 1989, 246-247; Bechmann [1981]1991, 208-209).
Para un análisis de las transformaciones sufridas por la
parroquia de Arezzo, véanse Funghini (1875), Ristori
(1928) y Mercantini (1982).
262
R. Chiovelli, D. Esposito y M. A. Laura
9.
El tema en cuestión ha sido objeto de estudio y publicación por parte de Docci y Gurgone (1998, 21-32).
Sobre el efecto destructivo del terremoto de 1859 y sobre el derrumbe consiguiente del campanario del siglo
XVI de la iglesia, referirse a las noticias de Sordini
(1910).
10. Sobre el uso del croché referirse a Carbonara (19831987, 93-98).
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