Pensarte y emocionarte

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“Pensarte y emocionarte”
“Un proyecto para pequeños pensadores de
grandes ideas”
Categoría: Buenas prácticas en el aula
Institución: Instituto Aristóteles
Autores de la experiencia: Daniela Marquez
Diana Rodriguez
Laura Perez
Docentes de Salas de 5
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Fundamento de la propuesta:
Consideramos que uno de los retos que enfrenta la escuela de hoy es formar
personalidades de niños emocionalmente equilibrados, potenciar la aptitud interrogativa,
orientándola hacia los problemas fundamentales del conocimiento y de la vida. La
realidad refleja que más que exigir respuestas, es urgente aprender a plantear preguntas.
Preguntar es una forma de ir descubriendo, de ir sabiendo más acerca del mundo. Esto
implica una propuesta áulica con mucha participación y protagonismo de parte de los
niños, con una guía segura y profesional de docentes y directivos.
Convencidos de la necesidad de afianzar una propuesta educativa que tienda a dichos
logros, en nuestro colegio se vienen implementando proyectos institucionales que tienen
como objetivos primordiales el desarrollo de las habilidades afectivas, cognitivas y
sociales de nuestros alumnos para promover una mejor calidad de vida. La formación en
valores, la educación para la prevención y promoción de la salud y el desarrollo del
pensamiento crítico son sus pilares.
El gran desafío se nos presentó en el Nivel Inicial en el momento de pensar cómo
favorecer este tipo de habilidades en el marco de un proceso vivencial que es en el que
los niños logran sus aprendizajes más significativos. Así fue que planificamos acciones
pedagógicas en las cuales brindar a los niños las herramientas indispensables para que
se desarrollen como seres reflexivos, capaces de pensar por sí mismos, fortalezcan
habilidades y actitudes que les permitan convivir con otros y realizar un proyecto
autónomo de vida.
Surgió, entonces, “PensArte y EmocionArte”, “Un proyecto para pequeños
pensadores de grandes ideas”, una combinación de pensamiento, arte y emoción.
Como se infiere de su título, este proyecto tiene como intencionalidad estimular el arte
de pensar y desplegar emociones en nuestros niños, porque consideramos necesario
favorecer las habilidades del pensamiento para promover ciudadanos más críticos y
creativos, que transiten de la heteronomía a la autonomía. De esta manera, entendimos
que se podrían implementar con los más pequeños los ejes esenciales del proyecto
institucional, buscando estrategias del pensar filosófico para desarrollar habilidades
cognitivas como: dar razones, inferir, relacionar causa efecto, establecer criterios, entre
otras.
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La razón y las emociones van de la mano, entendiendo así que una buena educación
emocional es acompañada de la educación crítica y, encontramos en una propuesta
pedagógica relacionada con la filosofía, la posibilidad de abordar la educación en
valores que sustenta nuestro Proyecto Institucional.
Esta experiencia no sólo propone la reflexión crítica sino la educación de las emociones,
estableciendo el foco en la subjetividad de los niños. Según los expertos, los alumnos
emocionalmente inteligentes son más felices, están más comprometidos con el
aprendizaje, tienen más confianza en sí mismos y se relacionan mejor con los pares y
adultos. “Ciertas emociones positivas como la alegría, la simpatía y la gratitud inhiben
la agresión, previenen el rechazo de los compañeros, favorecen las respuestas asertivas
y mejoran la respuesta al estrés. Es fundamental que esta estimulación se inicie pronto,
ya que en edades tempranas comienzan a fijarse patrones que delinearán un perfil más
o menos estable en la adultez”, recomienda Laura Oros, doctora en Psicología1.
Filosofar es una pregunta que encierra muchas otras más, filosofar es una forma de
mirar, observar y analizar la realidad. Es una actitud cuestionadora en la que la pregunta
se instala como vital para entender lo que nos está rodeando. Por qué es…; por qué
existe esto….; para qué tengo que hacer tal o cual cosa. El preguntarnos nos lleva a no
detenernos en el simple conocimiento que podemos tener de las cosas. La pregunta
filosófica lleva al niño a una búsqueda de ideas y de comportamientos para lograr ese
sentido que desea encontrar. Por eso, al filosofar nos sentimos obligados a movernos; a
realizar una acción comprometida.
Cuando los niños se atreven a las preguntas filosóficas originan espacios de apertura,
siempre y cuando el docente no obture este lugar. Generar en las salas espacios de
indagación filosófica habilita un modo de pensarse a sí mismos y a los otros, con los
otros; promoviendo otras formas de pensar y repensarse de nuevo. Esta propuesta
exige al docente filosofar con sus alumnos, aceptando revisar sus saberes y experiencias
socio educativas. Son los maestros que se entusiasman con un genuino interrogar crítico
y que aceptan el desafío los que pueden propiciar el encuentro entre la filosofía a través
de las prácticas cotidianas.
Con esta experiencia nos propusimos fortalecer el pensamiento y la acción autónoma de
los niños en relación con los adultos, incrementando los vínculos afectivos y
1
Oros, L. Richaud de Minzi, M.C (2011) “Cómo inspirar emociones positivas en los niños. Una guía para la
escuela y la familia”. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana.
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cognoscitivos. Asimismo, promover actitudes de problematización, cuestionamiento,
reflexión, comunicación, indagación y creación conceptual.
La indagación en comunidad tiende a preparar a los niños para ser “razonables” y
actuar con criterio, alentándolos al diálogo, no la mera conversación, sí al análisis de las
ideas con flexibilidad, adaptabilidad y creatividad. En una indagación filosófica, el
sentido se construye e implica tender redes, relaciones. El diálogo filosófico promueve
una actitud crítica, un pensamiento propio, permitiendo que las relaciones se puedan ir
estableciendo en el pensamiento conjunto.
El encuentro de filosofía con niños necesita de un docente entusiasmado con la tarea,
pero a la vez relajado; y a los chicos, interviniendo de manera animada involucrándose
en la discusión de cuestiones filosóficas.
El docente debe ayudar a los nenes a expresarse con claridad, contribuir a lograr un
buen nivel de escucha, facilitar el contacto entre aquello que dice un niño y lo que dice
otro, manteniendo el interés por el foco del debate. Por otro lado, el cuestionamiento
mediante la pregunta y repregunta, generando problemas a partir de lo que se va
diciendo, de modo que los niños puedan intentar resolverlos juntos.
Este proyecto responde a una concepción integrada del desarrollo infantil y ha sido
abordado con un enfoque multidimensional:
Dimensión ética: se trata de proporcionar herramientas de investigación y
cuestionamientos éticos. Los niños construyen representaciones sobre lo justo y lo
injusto, los derechos y las obligaciones.
Dimensión cognitiva: implica desplegar una serie de habilidades: razonamiento,
investigación y cuestionamiento.
Dimensión pedagógica: se aborda desde una concepción constructivista y del proceso
de enseñanza y aprendizaje, en la que el niño toma un rol activo.
Dimensión psicosocial: el niño es un ser social, pensar es dialogar con otros. En el
diálogo colectivo, el docente garantizará que cada niño se apropie de la palabra; la
palabra que le permitirá nombrar y ser nombrado, hablar y ser escuchado.
El propósito de la filosofía es pensar, hacer preguntas y responderlas sabiendo que
muchas de esas preguntas no tienen una respuesta definitiva y las respuestas que surgen
dan lugar a otras preguntas. La filosofía no se enseña, se aprende, ella cambia la manera
de relacionarnos con lo que sabemos y pensamos, con lo que otros saben y piensan. El
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énfasis está en el proceso mismo de la discusión, y no en el logro de una conclusión
específica. Se trata de estimular que los niños piensen crítica y creativamente en
situaciones de comunidades de diálogo colectivo. Los recursos que se utilizan son
cuentos, poesías, imágenes, videos, objetos, que no sólo motivan a pensar sino también
movilizan emociones y sentimientos.
La infancia es un tiempo de aprender el mundo y posicionarse en él. Los niños en esta
etapa tienen una curiosidad que los desborda, un asombro constante, piensan, cuentan
con una gran plasticidad para preguntar y preguntarse, tratando de encontrar respuestas
con un pensamiento reflexivo, por eso es el momento propicio para iniciarse en un
pensar filosófico.
Como expresa Mari Carmen Diez Navarro “Cada una de las miradas de los niños
sobre la realidad es un reinventar la vida, es un hermoso principio, una aventura diaria
y un auténtico privilegio cargado de fuerza y sentido”2
Desarrollo de la experiencia:
Si bien esta propuesta es abordada sistemáticamente en las salas de 5 con una
planificación previa, la dinámica de los encuentros es muy flexible ya que a veces
surgen temas o sentimientos que manifiestan los nenes por alguna situación que han
transitado en el ámbito familiar o escolar.
Con el propósito de favorecer la comunicación y reflexión, diferenciando el encuentro de
“pensar filosófico” de otras actividades, en el inicio de esta propuesta las docentes
presentan alfombras, almohadones, para que se genere un espacio placentero, de escucha
comprensiva, en el que logren desplegar pensamientos y emociones.
Cuando presentan este espacio, en el período de diagnóstico que es un tiempo para
fortalecer vínculos, el plan de discusión consiste en ¿Qué es la amistad?, ¿Cómo nos
damos cuenta que alguien es nuestro amigo? La discusión filosófica es iniciada cuando el
primer niño responde a la pregunta elegida.
2
Diez Navarro, M.C. (2006) “Coleccionando momentos”. Barcelona: Editorial Octaedro
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Las docentes hacen una selección previa de las “novelas filosóficas”, en los que los
protagonistas de la historia se encuentran con situaciones que dan lugar a la
“problematización filosófica”.
Para el primer encuentro se eligió el cuento “¿Qué es el amor?” de la Editorial
Edelvives. En esta historia Emma, la protagonista, le plantea una pregunta filosófica a
su mamá, papá, abuela y a su abuelo obteniendo cuatro respuestas diferentes, según los
intereses y sentimientos de cada uno con respecto al amor. La narración plantea un
problema pero no lo cierra, dejando la pregunta abierta, tampoco los personajes dan una
respuesta definitiva a la pregunta de Emma.
Luego de la narración se realiza la reconstrucción oral y colectiva, para detectar el foco
de la discusión. Lo importante, en este caso fue que los chicos encontraron en el texto
algo que los movilizó, despertando inquietudes filosóficas, en este caso sobre el amor.
Algunas reflexiones: - yo me doy cuenta que mi mamá me ama mucho porque cuando
estoy enfermo me cuidad
- yo siento amor por mis amigos.
- yo amo a mi abuelo porque me lleva a pasear.
-Mi abuela nos ama a mí y a mi hermanita porque siempre que la
visitamos nos cuenta historias.
La indagación se realiza siempre en relación a un contexto que le dé sentido, como una
situación problemática que haya podido surgir en la sala, alguna noticia o
acontecimiento que haya ocurrido a nivel social y que sea de conocimiento de todos los
nenes a través, por ejemplo de los medios de comunicación.
El siguiente es un encuentro que se generó, espontáneamente, en el desayuno sobre la
semifinal entre dos equipos de fútbol, surgió una discusión entre los nenes en la que el
foco fue” ganar y perder”.
Docente: ¿qué es ganar?
- Enzo: a veces se puede ganar partidos.
- Nico: se puede ganar carreras.
- Santiago: se pueden ganar copas.
- Lara: podes ganar puntos y eso te hace ser campeón.
Docente: Lara nos dió un ejemplo sobre ganar, ¿alguien más quiere dar otro ejemplo?
- Agustín: yo creo que ganar es cuando sos el mejor de los equipos de futbol y sos el
campeón.
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Docente: ¿pueden contarme cómo se sienten cuando pierden?
- Agustina: por ejemplo perder no es lo mismo que ganar, uno pierde y se pone a llorar
y cuando ganas te pones feliz.
- Agustin : perder es no tener nada
- Lara : perdés un juego y te pone triste
- Anita: te pones triste y decís “yo no quiero jugar más”
- Martina: mal porque quería s ganar
Docente: ¿cómo se sienten cuando ganan?
- Jano: feliz
- Santi: bien y contento
- Agustin: súper feliz siempre que gano
- Anita: yo llegué a mi casa con un trofeo y sentí felicidad.
Docente: ¿qué les parece que es mejor ganar o perder?
- Agustín P: ganar es mejor, te sentís mejor
- Enzo: ayer perdí 3 a 0 y me la aguante
- Anita: perder una mascota es más importante que perder un partido, porque vos
querés a tu perro mucho y lo extrañas.
Docente: ¿creen que hay otra opción que no sea ganar o perder?
- Agustín S: podría ser empatar
- Jano: seria como tener lo mismo, todo igual
- Juani: empatar quiere decir igual.
- Nico: quiere decir que en un juego podes tener el mismo puntaje.
Docente: ¿Alguien quiere aclarar algo más?
- Nico: por ejemplo empatar te ayuda a no enojarte, cuando hay equipos todos tienen lo
mismo y festejas porque ganan todos.
- Anita: empatar es mejor porque siempre te sentís como los otros, nadie es diferente ni
gana.
Docente: ¿Qué cosa una persona puede ganar?
- Vicky: podes ganar un juego
- Enzo: ganar cosas y podes juntarlas como las figuritas
- Agustín P: una competencia
- Agustina: podes ganar juguetes
- Nico: podes ganar el ajedrez que es muy difícil y tenes que pensar mucho
Docente: ¿Qué cosas una persona puede perder?
- Agustin S: podes perder algo que te gusta
- Lara R.: un juguete preferido
- Anita: podes perder una mascota que te regalaron
- Lara R.: yo perdí un llavero de mi mamá y nos quedamos afuera de mi casa
- Jano: perdimos el avión cuando me fui a Bariloche y papá se enojó porque salimos
tarde.
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En otra sala luego de un juego de bowling, algunos nenes del equipo que perdió se
angustiaron, otros decían que no importaba, “la próxima vez vamos a poder ganar·, otro
exclamó “lo importante es compartir”….
El docente formula esta pregunta ¿Creen que el equipo perdedor ganó algo?
‐
No!!! Decían todos
‐
Violeta. ¡Sí que ganamos porque compartimos un juego con los amigos…
Ganamos divertirnos…..
Al día siguiente la docente narra el cuento “Quién se ha llevado mi queso”, la
adaptación infantil del cuento de Spencer Johnson, historia de cuatro ratones que
manifiestan distintas emociones y aptitudes para encontrar el queso en un laberinto
siendo éste una metáfora de lo que deseamos tener en la vida, ya sea una familia, cosas
materiales, reconocimiento, amor, etc.
Luego de la escucha la docente pregunta ¿Alguien se siente igual que algún personaje?
- A Tomás le pasó lo mismo que al ratoncito
- Docente: Le vamos a preguntar a Tomás que sintió
- Yo me enojé después quise seguir jugando y todos los amigos siguieron jugando
- Viste Tomás tenés que dejar de enojarte así te divertís
- Si vos te enojás no podés disfrutar de las cosas que te gustan (esta nena pasó por una
discusión familiar en la que el papá se enojó con el abuelo y ella no puede ver a su
abuelos a causa de ello.
Si bien se planifica como idea filosófica “los límites”, la docente tiene una entrevista
con los padres de una alumna que presenta dificultades en la aceptación de pautas, al
día siguiente en el intercambio surge esta pregunta:
¿Seño qué son los límites?
La docente responde: “Hay límites que se ven y otros que no se ven. El marco del
pizarrón representa el límite hasta donde podemos escribir. Los límites que no se ven
son los que nos marcan las personas que están cerca nuestro. Los que involucran a la
responsabilidad, la solidaridad y el respeto.”
Docente: ¿Qué situaciones les hacen dar cuenta que les marcan un límite?
“Cuando mis papás me dicen que me tengo que ir a dormir”
“Cuando estoy jugando y me dicen “es la hora de comer”
“Cuando pintamos y no podemos salirnos del dibujo”
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“Yo le puse un límite a mi mamá después de estar discutiendo mucho tiempo”
Docente: ¿Por qué decidiste poner ese límite?
“Porque esa discusión me estaba haciendo sentir mal”
Docente: ¿Yo puedo dibujar en la pared?
Todos respondieron ¡NOOOO!!!
Docente: ¡Sí que puedo!!! (ante la sorpresa de todos)
“Sí podés porque tenés dos manos para dibujar”
Docente: ¿Qué pasa si yo dibujo la pared?
“Está mal porque va a quedar la pared sucia”
“Podemos escribir en hojas o cuadernos”
Docente:
Los límites del pizarrón los podemos ver, hay otros que si bien no son
visibles están marcados por el otro, ya sea papá, mamá, un amigo. Cuando los molesto
o los hago sentir mal allí aparece el límite invisible. ¿Yo puedo despeinar a una
compañera sacándole las gomitas de su cabello?
¡Nooo!!!
Docente: ¡Sí puedo! ¿Cómo se sentiría ella si yo la despeinara?
“Lloraría”
“Se pondría triste”
En el encuentro siguiente la docente retoma los sentimientos que nos pueden provocar
los demás si no se respetan los límites y les presenta varias imágenes en el pizarrón de
personas expresando distintas emociones (alegría, miedo, tristeza, asombro, etc.) Los
nenes debían elegir aquella imagen en la que se sentían identificados, describiendo por
qué la eligieron y qué les sugería. Luego dibujaron una situación vivida por ellos que
les haya producido los mismos sentimientos.
Del mismo modo que se planifican encuentros para abordar ideas filosóficas se realizan
actividades para desarrollar en los chicos la capacidad de hacer preguntas. La primera
actividad de la secuencia es la presentación de una caja con un objeto desconocido por
el grupo y a través de preguntas ellos deben averiguar cuál es. Lo importante es que los
nenes comiencen a reconocer que las preguntas presentan finalidades y qué no es lo
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mismo preguntar por ejemplo, ¿es un paquete de galletitas? o ¿sirve para comer?.
En otra instancia se distribuye al grupo en parejas y se les pide que se realicen
preguntas mutuamente acerca de cosas que no conocen de sus compañeros Por ejemplo
¿a qué te gusta jugar?
Continuando con la dinámica de promover en los niños el uso de herramientas
filosóficas se les pide que den ejemplos de cosas que sirven para…., luego se
complejizan los ejemplos pidiendo que cuenten situaciones en las que hayan
experimentado: alegría, tristeza, sorpresa, miedo, dolor.
Con la intencionalidad
de que los nenes generen alternativas en la resolución de
problemas, se les plantea un problema por ejemplo: ¿Qué pasa cuando vamos a la
biblioteca y hay dos nenes que
eligen el mismo libro de cuentos? Se procede a
escucharlos a ver qué soluciones van dando y cómo en el intercambio se van generando
distintas alternativas. En este caso el docente repregunta pensando las consecuencias de
las soluciones dadas. Una vez que se clarifica esta primera hipótesis el docente se
dispone a promover el uso de herramientas filosófica como dar razones.
Paulatinamente, comienzan a darse cuenta de que son capaces de compartir ideas,
experiencias y perspectivas unos con otros. Empiezan a valorar los puntos de vista de
otras personas, y la importancia de dar razones que apoyen sus propias opiniones.
En el marco del proyecto “Del derecho y del revés nuestros derechos queremos
conocer” las docentes narraron el cuento “Los sueños del sapo” de Javier Villafañe, que
nos habla de la identidad. Luego de la escucha del cuento los nenes reflexionaron acerca
de la importancia de querernos y aceptarnos como somos. Algunas reflexiones:
-
Es lindo tener sueños
-
Es mejor ser cada uno como es
-
Hay que respetar las diferencias
-
Sino uno se frustra
Docente: ¿Qué es frustrarse?
-
Es sentirse mal y trise
-
Es estar enojado porque algo no te sale
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En otro encuentro retomaron los derechos del niño con la escucha de la canción de
Hugo Midón3
No sólo trabajamos con imágenes cuentos, canciones sino con la exploración de objetos
desconocidos por los nenes. La docente presenta una Mamushka, los nenes comienzan a
preguntar qué muñeca era?
Docente: ¿Qué creen que tiene esta muñeca dentro suyo?
- Tiene otras muñequitas adentro
Docente: A ver (mientras va sacando todas las muñecas)
- Son muchas muñecas y más chiquitas
- Tiene otros personajes
Docente: ¿Son diferentes muñecas o es la misma?
- Es la misma más chiquita cada vez
- No son distintos personajes
Docente ¿Qué diferencia hay entre persona y personaje?
- Las personas son personas y los personajes tiene máscaras
- Pero Violeta (serie de la tele) es una persona pero en la tele hace un
personaje
Docente: ¿Nosotros nos parecemos en algo a la mamushka?
- Sí nosotros tenemos adentro huesos y otras cosas
- Tenemos un corazón , una panza, venas
Docente: ¿Por qué la mamuska tiene otras muñecas más y más chiquitas?
- Porque tiene otras que son cuando era más chiquita
- Pero Guadi cómo tiene otra de la misma?
- Si Santi ella misma
Docente: ¿Nosotros nos tenemos a nosotros mismos?
- Sí yo era bebé antes y ahora crecí
Docente: ¿Ustedes creen que yo también fui bebé? (risas de todos)
- Sí todos fuimos bebés la seño también
Docente: ¿Qué creen que guardo yo en mi interior además de huesos y corazón, como
dijeron antes?
- A vos misma cuando eras bebé
- Igual que la mamuska!!!
Producto final: Confección de un libro de la sala “Pequeños pensadores de grandes
ideas” con la recopilación de ideas y vivencias a modo de “pensamientos y emociones”.
El mismo es una producción colectiva de los nenes de la sala y sus familias, con
dibujos, escrituras de los niños y adultos sobre las ideas filosóficas abordadas durante el
proceso y las emociones desplegadas a lo largo de la experiencia.
Evaluación de la experiencia:
3
Ver letra de la canción en el Anexo.
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La evaluación de los encuentros de filosofía es concebida como una instancia dentro
del proceso de aprendizaje. Es primordial la apertura del docente frente a estas
propuestas no estructuradas como otras clases. No se busca un cierre, una conclusión en
cada encuentro, es una cadena de “espacios especiales de reflexión”. No es sencillo ya
que esto implica una posición diferente del docente con respecto a sus alumnos.
Para evaluar el docente establece los cambios producidos desde el punto de partida del
proyecto y si han influido positivamente en la comunidad filosófica.
Se evalúa cualitativamente cómo han avanzado los chicos en el despliegue de sus
potencialidades cognitivas, creativas y emocionales. Los aspectos a evaluar son:
discusión, actitudes y herramientas filosóficas. En lo referido a la discusión se evalúa si
se mantuvo el foco de discusión, el interés, la calidad, el ritmo, si se fueron
complejizando las ideas filosóficas durante los encuentros.
Con respecto a las actitudes se evalúa la participación, el respeto por la postura de los
otros, la escucha, la atención. Se tiene en cuenta en qué medida “pensaron juntos” sin
competir. Las herramientas permiten al niño incrementar la potencialidad del pensar y
están relacionadas con las dimensiones críticas, sensibles y creativas del pensamiento.
▪Planteo de preguntas
▪Elaboración de hipótesis
▪Reformular o sea que el niño intente decir “lo mismo” de otra manera.
▪Análisis que permite mejorar la comprensión de un problema.
▪Dar razones para justificar una postura
▪Dar ejemplos que desarrolla la capacidad de articular lo concreto con lo abstracto
▪Dar contraejemplos
▪Anticipar efectos en las relaciones con las personas
En una actividad de articulación los nenes de sala de cuatro le preguntan a los de 5
¿Qué cosas hay qué hacer para estar en la sala de 5? , los nenes responden: “Respetar a
los compañeros”, “Aprender a escuchar”, “Decir las cosas que uno siente” “Compartir
lo que nos pasa”.
Cuando se le brinda al niño el espacio, cuando el docente responde a sus preguntas,
escucha sus opiniones, comprende sus argumentaciones, lo acompaña en el
13
aprendizaje de las herramientas filosóficas, el niño será un sujeto activo en relación al
pensamiento filosófico.
ANEXO
Bibliografía
-
Artigas. A., Alves. E., Curbelo. L (2010) Utopías Revista uruguaya de filosofía para
niños. Centro del Sur. Uruguay.
-
Diez Navarro, M.C. (2006) “Coleccionando momentos”. Barcelona: Editorial Octaedro.
-
Lipman, M. (1997) Pensamiento complejo y educación. Madrid: Ediciones de la
Torre.
-
Oros, L. Richaud de Minzi, M.C (2011) “Cómo inspirar emociones positivas en los niños.
Una guía para la escuela y la familia”. Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana.
-
Purita, I. Testasecca, M. Arrobas, M. de Matthaeis Una aproximación a la Filosofía para
y con niños del Nivel Inicial Diseño Curricular Provincia de Buenos Aires.
-
Santiago. G. (2006 ) “Filosofía, niños, escuela, trabajar por un encuentro intenso”
Bs. As.: Ed. Paidós.
-
Santiago. G. (2002). Filosofía con los más pequeños. Bs.As. Novedades Educativas.
-
Santiago. G. (2011) La construcción de la subjetividad y la intersubjetividad en el aula:
algunos aportes desde la filosofía Conferencia Primer Congreso Provincial de Ed. Inicial.
Provincia de Entre Ríos. Disponible en:
http://www.entrerios.gov.ar/CGE/2010/inicial/files/2011/11/CONFERENCIA-laconstrucci%C3%B3n-de-la-subjetividad-y-la-intersubjetividad-en-el-aula.pdf
Adjuntamos algunos textos a trabajar con los nenes:
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Miramos la misma luna,
Buscamos el mismo amor,
Tenemos la misma risa,
Sufrimos la misma tos.
Nos dan las mismas vacunas
Por el mismo sarampión,
Hablamos el mismo idioma
Con la mismísima voz.
Yo no soy mejor que nadie
Y nadie es mejor que yo,
Por eso tengo los mismos
Derechos que tenés vos.
Cantamos el mismo himno
Con el mismo corazón,
Tenemos las mismas leyes
La misma Constitución
Pisamos la misma tierra
Tenemos el mismo sol
Pinchamos la misma papa
Con el mismo tenedor
Hugo Midón
Me miro en el espejo
Me miro en el espejo, me quiero conocer.
Saber qué cara tengo, y de qué color la piel.
Me miro en el espejo, me quiero descubrir.
Contar las pocas pecas que tengo en mi nariz.
Me miro en el espejo, me quiero como soy.
No importa si soy flaco, o petiso y panzón.
Así soy yo, así soy yo.
Mucho gusto en conocerme y encantado de quien soy.
Porque así soy yo, así soy yo.
Mucho gusto en conocerme y encantado de quien soy.
Tal vez podría tener la mirada más cordial.
El abrazo más abierto y el ombligo en espiral.
Pero así soy yo, así soy yo.
Mucho gusto en conocerme y encantado de quien soy.
Porque así soy yo, así soy yo.
Mucho gusto en conocerme y encantado de quien soy.
Hugo Midón
"Los sueños del sapo" de Javier Vallafañe
Una tarde un sapo dijo:
–Esta noche voy a soñar que soy árbol. Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva.
Era feliz; iba a ser árbol esa noche. Todavía andaba el sol girando en la rueda del molino..
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Estuvo un largo rato mirando el cielo. Después bajó a la cueva, cerró los ojos y se quedó
dormido.
Esa noche el sapo soñó que era árbol. A la mañana siguiente contó su
sueño. Más de cien sapos lo escuchaban:
–Anoche fui árbol –dijo–, un álamo. Estaba cerca de unos paraísos.
Tenía nidos. Tenía raíces hondas y muchos brazos como alas, pero no
podía volar. Era un tronco delgado y alto que subía. Creí que caminaba,
pero era el otoño llevándome las hojas. Creí que lloraba, pero era la
lluvia. Siempre estaba en el mismo sitio, subiendo, con las raíces
sedientas y profundas. No me gustó ser árbol.
El sapo se fue, llegó a la huerta y se quedó descansando debajo de una hoja de
acelga. Esa tarde el sapo dijo:
–Esta noche voy a soñar que soy río.
Al día siguiente contó su sueño. Más de doscientos sapos formaron rueda para oírlo.
–Fui río anoche –dijo–. A ambos lados, lejos, tenía las riberas. No podía escucharme.
Iba llevando barcos. Los llevaba y los traía. Eran siempre los mismos pañuelos en el puerto. La
misma prisa por partir, la misma prisa por llegar. Descubrí que los barcos llevan a los que se
quedan. Descubrí también que el río es agua que está quieta, es la espuma que anda; y que el
río está siempre callado, es un largo silencio que busca las baja por las espirales de un caracol.
Fue una lástima. No vi una sola sirena; siempre vi peces, nada más que peces.
No me gustó ser río. Y el sapo se fue. Volvió a la huerta y descansó entre cuatro
palitos que señalaban los límites del perejil.
Esa tarde el sapo dijo: –Esta noche voy a soñar que soy caballo.
Y al día siguiente contó su sueño. Más de trescientos sapos lo escucharon.
Algunos vinieron desde muy lejos para oírlo.
–Fui caballo anoche –dijo–. Un hermoso caballo.
Tenía riendas. Iba llevando un hombre que huía. Iba por un camino largo.
Crucé un puente, un pantano; toda la pampa bajo el látigo.
Oía latir el corazón del hombre que me castigaba. Bebí en un arroyo. Vi mis ojos de caballo en
el agua. Me ataron a un poste. Después vi una estrella grande en el cielo; después el sol;
después un pájaro se posó sobre mi lomo. No me gustó ser caballo. Otra noche soñó que
era viento. Y al día siguiente dijo: – No me gustó ser viento.
Soñó que era luciérnaga, y dijo al día siguiente: –No me gustó ser luciérnaga.
Después soñó que era nube, y dijo: –No me gustó ser nube.
Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua. Otra noche soñó que era viento.
Y al día siguiente dijo: –No me gustó ser viento. Soñó que era luciérnaga, y dijo al día
siguiente:
–No me gustó ser luciérnaga. Después soñó que era nube,
y dijo:–No me gustó ser
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nube. Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua.
-¿Por qué estás tan contento? -le preguntaron.
Y el sapo respondió: -Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñe que era sapo.
Autores: Cali, Davide y Cantone, Anna Laura. Editorial Edelvives.
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