Pacto de separación de bienes no puede perjudicar a acreedores

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Corte Suprema, 21/07/2010, 7976-2009
Tipo: Recurso de Casación en el Fondo Resultado: Acogido
Doctrina
La obligación cuyo cobro se persigue se contrajo por el demandado en una época de
plena vigencia de la sociedad conyugal existente entre el demandado y la tercerista. Al
respecto cabe agregar que durante la vigencia de la sociedad conyugal, el marido
aparece respecto de terceros, como dueño de los bienes sociales
Cabe indicar ahora que el derecho de prenda general que ostentaba la ejecutante sobre
los bienes del ejecutado al tiempo de contraerse la deuda, se vio menoscabado por el
pacto de separación total de bienes convenido por dicho deudor con su cónyuge
Por tanto se ha configurado en el presente caso, la hipótesis del artículo 1723 inciso 2°
del Código Civil, esta es, que el pacto de separación total de bienes produzca perjuicio en
los derechos válidamente adquiridos por terceros
Sin perjuicio de lo anteriormente indicado y a mayor abundamiento, también se han
trasgredido los artículos 1765 y 1766 del Código Civil, dado que no se han respetado las
formalidades legales para la constitución de un inventario y tasación de los bienes
sociales, aprobado y firmado por los acreedores, por lo que la separación de bienes
resulta inoponible a los acreedores
Texto Sentencia Corte Suprema:
Santiago, veintiuno de julio de dos mil diez.
VISTOS:
En estos autos Rol N° 10575–2006 del Segundo Juzgado Civil de Quilpue, caratulados
“Compañía de Telecomunicaciones S.A. con EE.VV.” , la Compañía de
Telecomunicaciones de Chile S.A. interpuso demanda de indemnización de perjuicios por
responsabilidad contractual, en procedimiento ordinario, por la suma de $252.000.000.–
(doscientos cincuenta y dos millones de pesos), más intereses, reajustes, multas del
contrato y costas, en contra de don EE.VV., aduciendo que éste dejó de cumplir, entre los
meses de septiembre y diciembre de 1999, el contrato suscrito con fecha 01 de noviembre
de 1998, denominado “Convenio de Recaudación” , por medio del cual, el actor
encomendó al demandado la recaudación de las boletas o avisos de cobranza, boletas de
reemplazo, duplicados de las mismas, facturas o cualquier otro documento semejante
emitido por la Compañía o sus filiales, recaudación que tenía lugar en el local comercial
denominado “Centro de Llamados de Quilpue”.
Posteriormente, con fecha 08 de abril de 2002 se dictó sentencia definitiva de primera
instancia, en virtud de la cual, se acogió la demanda deducida, condenándose al
demandado al pago de $252.000.000 (doscientos cincuenta y dos millones de pesos),
más intereses, reajustes, multas del contrato y costas; la cual fue confirmada por
sentencia de segunda instancia dictada el 18 de octubre de 2004.
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En el proceso se apersonó María Eugenia Mondaca Moya interponiendo tercerías de
dominio en contra del ejecutante y ejecutado, según consta a fojas 13 y 92, en las que
solicita que se alce el embargo de los bienes que individualiza y de los cuales señala ser
su única propietaria; funda su acción en que éstos no pertenecen al deudor demandado
sino que son de su propiedad, por cuanto el ejecutado, EE.VV. es su cónyuge y si bien
estuvieron casados bajo sociedad conyugal, también lo es que sustituyeron dicho régimen
por el de separación total de bienes; pacto que fue celebrado por escritura pública de 18
de enero de 2000, constando en la escritura de liquidación de la sociedad conyugal de 19
de enero del mismo año, que la hijuela correspondiente a la tercerista se compone de los
bienes embargados en este juicio, no obstante formar parte de su patrimonio, a saber:
a) Inmueble ubicado en calle Las Brunelas sitio 43 o calle 7 N° 43 del plano N° 158,
Registro de Documentos de Valparaíso 1965, inscrito a fojas 701 N° 949 de 27 de enero
del año 2000 en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Viña del
Mar.
b) Inmueble ubicado en calle Bellavista S/N, Lote 2 del Plano, protocolizado en el
Conservador de Bienes Raíces de Villa Alemana bajo el N° 27 del año 1990, inscrito a
fojas 1390 vuelta N° 2328 año 2006 en el Registro de Propiedad del referido Conservador.
c) Inmueble ubicado en calle Carrera N° 153, Lote N° 2, del plano archivado bajo el N° 49
en el Registro de Documentos de 1971 e inscrito a fojas 228 vuelta N° 281 en el Registro
de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Quillota, del año 2000.
d) Inmueble ubicado en calle Blanco N° 106, Quillota, inscrito a fojas 228 N° 280 en el
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Quillota, también del año
2000.
Contestando la ejecutante, Compañía de Telecomunicaciones de Chile S.A., a fojas 25 y
104, solicita el rechazo de las tercerías, con costas. Señala que el pacto de separación de
bienes, la liquidación de la sociedad conyugal y su posterior rectificación, se verificaron en
un “particular momento de la vida del cónyuge de la tercerista, agregando que tanto las
adjudicaciones a ella efectuadas así como las correspondientes inscripciones de dominio
no son oponibles a terceros, ya que tuvieron por objeto sustraer bienes del patrimonio
social y perjudicar a los acreedores, lo que no es amparado por la ley; ello, según la
interpretación restrictiva del artículo 1766 del Código Civil y lo dispuesto en el artículo
1723 del mismo cuerpo de leyes.
Finaliza señalando que su parte no alega la nulidad del pacto de separación de bienes y
posterior liquidación de la sociedad conyugal suscritos entre los cónyuges sino que invoca
su inoponibilidad, fundada en las normas legales antes citadas y en el hecho de tratarse,
en el caso de autos, de una deuda social, contraída con anterioridad al pacto de
separación total de bienes y su subinscripción al margen del acta respectiva, toda vez que
la sentencia que establece la obligación del ejecutado de indemnizar los perjuicios
causados, es una sentencia declarativa, habiendo nacido el crédito por el incumplimiento
contractual del demandado que se produjo entre septiembre y diciembre de 1999.
Por su parte, el ejecutado –y demandado principal de estos autos– al evacuar el traslado
a las tercerías de dominio deducidas por su cónyuge, a fojas 33 y 97, reconoce el dominio
de ésta sobre los bienes embargados, agregando que, a la fecha de la liquidación de la
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sociedad conyugal, no existía ningún crédito a favor de la Compañía de
Telecomunicaciones, el que sólo fue declarado mediante sentencia de 08 de abril de
2002.
Por sentencia de diecinueve de mayo de dos mil nueve, el Juez Titular del Segundo
Juzgado Civil de Quilpué, rechazó, con costas, las tercerías de dominio deducidas por
doña María Eugenia Mondaca Moya, en las que solicitaba se excluyeran del embargo
trabado en el cuaderno de apremio, los bienes inmuebles ya referidos.
Habiéndose deducido recurso de casación en la forma y apelación por la tercerista en
contra del referido fallo, una de las salas de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por
sentencia de veinticinco de septiembre de dos mil nueve, rechazó el recurso de nulidad
formal pero, acogiendo la apelación, revocó el fallo en alzada y, en consecuencia, acogió
las referidas tercerías de dominio, sin costas.
En contra de este último fallo, la parte ejecutante dedujo el recurso de casación en el
fondo que se lee a fojas 289.
Se trajeron los autos en relación.
CONSIDERNADO:
1°) Que en el recurso se atribuye a la sentencia, cuya invalidación se persigue, haber
incurrido en diversos errores de derecho, que se hicieron patentes en la vulneración de lo
dispuesto por los artículos 1723, 1740 n° 2 y 3, 1765 y 1766 del Código Civil;
2°) Que, en un primer capítulo de transgresiones normativas, la parte recurrente incluye
como afectados los referidos artículos 1723, 1765 y 1766 del Código Civil, exponiendo
que el fallo impugnado no prestó acatamiento a lo establecido en tales preceptos en
cuanto reconoció validez al pacto de separación total de bienes convenido entre el
demandado EE.VV. “contra quien se promovió la ejecución incidental tramitada en autos–
y su cónyuge, la tercerista María Eugenia Mondaca Moya en circunstancias que la
liquidación de la sociedad conyugal, mediante la cual se adjudicaron a ésta los inmuebles
cuyo dominio reclama, no fue precedida de los trámites obligatorios previos a que se
refieren los precitados artículos 1765 y 1766, consistentes en la confección de un
inventario y tasación de los bienes, que hubieran sido aprobados y firmados por los
acreedores “entre éstos, por la actora, actual recurrente en el juicio–; omisión que, de
acuerdo con lo que se manda en dicha preceptiva, priva a tales actuaciones de toda
eficacia en el pleito, acarreando la inoponibilidad, respecto de los acreedores, tanto de
ellas como de las adjudicaciones subsiguientes.
Apunta la recurrente que el pacto de separación total de bienes perjudicó el derecho de
prenda general que a su parte le asistía como acreedora del marido de la tercerista,
representante de la sociedad conyugal, al tiempo de contraerse la deuda cobrada en el
juicio, desde que resulta evidente que con semejante convención se pretendió extraer
bienes del patrimonio social, en desmedro de los acreedores; comportamiento que el
artículo 1723 en su inciso 2° repudia expresamente;
3°) Que, refiriéndose –en un segundo capítulo de impugnación– a cómo se infringió el
referido artículo 1740 en sus numerales 2 y 3, expresa la recurrente que ello ocurrió en
cuanto el fallo que critica, al acoger las tercerías de dominio, desatendió lo dispuesto en
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esos preceptos acerca de que “la sociedad conyugal es obligada al pago de todas las
deudas y obligaciones contraídas durante su vigencia por el marido ; regla que, de
acuerdo con lo asentado por la jurisprudencia de la Corte Suprema, resulta aplicable a
toda obligación contraída por éste, cualquiera sea su origen, contractual, cuasicontractual,
delictual o legal, aunque redunde en exclusivo beneficio suyo (del marido);
4°) Que yerra, asimismo, la sentencia cuestionada –arguye la recurrente– al aseverar
que el fallo que acogió la acción de indemnización de perjuicios formulada por su parte
presenta la característica de ser constitutivo de derechos; de suerte que, cuando se pactó
la separación total de bienes entre la actual tercerista de dominio y su cónyuge, el
ejecutado de autos, su parte –que asume el rol de ejecutante en los mismos– tenía sólo
meras expectativas, pues lo cierto es que la sentencia en mención ostenta la condición de
ser declarativa de derechos y, siendo ello así, se limita a declarar o reconocer derechos
que nacieron con anterioridad, al momento de ocurrir el hecho que les dio origen;
5°) Que las infracciones de ley denunciadas –concluye la recurrente– influyeron
sustancialmente en la decisión adoptada por la sentencia que cuestiona, pues la
condujeron a revocar lo resuelto en aquélla de primer grado –que había desestimado las
tercerías–; en circunstancias que si hubiera dado una correcta aplicación a la normativa
vulnerad, la decisión habría sido confirmatoria del fallo apelado, por cuanto la separación
de bienes y la liquidación de la sociedad conyugal resultaban inoponibles a su parte,
como ejecutante en la causa, entendiéndose que la obligación reparatoria que pretendía
hacer efectiva se había generado al tiempo de producirse el incumplimiento del contrato y
no a la época en que se emitió el fallo que reconoció su existencia;
6°) Que, en procura de alcanzar una correcta decisión de las cuestiones jurídicas
propuestas en el recurso, es menester delinear en sus facetas de mayor relevancia el
contexto del juicio en que se pronunció la sentencia objeto de la impugnación:
A.– En estos antecedentes –según quedó anotado en lo expositivo– la Compañía de
Telecomunicaciones de Chile S.A. interpuso demanda de indemnización de perjuicios,
originados en incumplimiento contractual, en contra de EE.VV., aduciendo que éste, entre
los meses de septiembre y diciembre de 1999, dejó de cumplir un contrato, celebrado el
01 de noviembre de 1998, denominado “Convenio de Recaudación , por medio del cual, la
actora le encomendó la recaudación de las boletas o avisos de cobranza, boletas de
reemplazo, duplicados de las mismas facturas o cualquier otro documento emitido por
dicha compañía o sus filiales; recaudación que debía tener lugar en el local comercial
conocido como “Centro de Llamados Quilpue ;
B.– Con fecha 8 de abril de 2002 se dictó sentencia definitiva de primera instancia, que
acogió la demanda, condenándose al demandado al pago de las sumas y aditamentos
reclamados; la cual fue en su oportunidad confirmada por el tribunal de apelación;
C.– En las comparecencias a que también se aludió en la parte enunciativa de este fallo
María Eugenia Mondaca Moya propuso sendas tercerías de dominio en relación con
cuatro inmuebles que individualiza, que fueron afectados en la ejecución incidental del
fallo, en virtud de encontrarse decretados, a su respecto, embargo y prohibiciones de
enajenar, impetrando que alzaran dichos gravámenes, pues los inmuebles en cuestión
son de su propiedad, por haberlos adquirido ella mediante adjudicación, al liquidarse la
sociedad conyugal que había mantenido con el mencionado EE.VV. y que sustituyeron
por el régimen de separación total de bienes, pactado por escritura pública de 18 de enero
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de 2000, a la cual siguió la escritura pública de liquidación de la sociedad conyugal,
extendida el 19 del mismo mes y año, que fue luego inscrita en los registros
conservatorios pertinentes; y
D.– Habiendo la parte ejecutante invocado las mismas razones que sirven de
fundamento al presente recurso –las cuales se extractaron en anteriores considerandos–
para abogar por la desestimación de las tercerías, sus argumentaciones fueron
compartidas por la sentencia de primera instancia; sin embargo, el pronunciamiento
expresa do por ésta en tal sentido fue revocado por aquella expedida en la alzada, que
acogió dichas tercerías de dominio;
7°) Que, para adoptar semejante decisión, este último fallo –cuya legalidad se cuestiona
en el recurso de casación– junto con reconocer el derecho de propiedad de la tercerista
María Eugenia Mondaca Moya, en virtud de las inscripciones conservatorias del dominio
sobre los inmuebles reclamados, provenientes de la liquidación de la sociedad conyugal,
puntualiza que esta actuación se practicó el 19 de enero de 2000 en tanto que el crédito
cuyo cumplimiento pretende el demandante “es de fecha posterior al documento referido
en el motivo anterior –se refiere a la mencionada escritura pública de liquidación de la
sociedad conyugal– ya que el mismo emana de la sentencia pronunciada en autos el 8 de
abril de 2002, en la que se condenó al demandado al pago de una indemnización de
perjuicios en sede contractual por la suma de $252.000.000 ;
8°) Que los jueces de la instancia admitieron como hechos de la causa los siguientes,
cuya consideración también resulta indispensable a los efectos de decidir el recurso en
estudio:
A.– La actora Compañía de Telecomunicaciones de Chile y el demandado EE.VV.
celebraron en noviembre de 1998 un contrato, en virtud del cual, la primera encomendó la
recaudación de la cobranza correspondiente al “Centro de Llamados Quilpue ;
B.– El demandado dejó de cumplir las obligaciones que le imponía el contrato, entre los
meses de septiembre y diciembre de 1999;
C.– La actora demandó indemnización de perjuicios a EE.VV., en el proceso que se
tramita en el cuaderno principal a causa del señalado incumplimiento; pretensión que fue
acogida por sentencia pronunciada con fecha 8 de abril de 2002, la que, más, tarde,
adquirió ejecutoriedad;
D.– Mediante escritura pública suscrita el 18 de enero de 2000, EE.VV.y María Eugenia
Mondaca Moya pactaron la sustitución del régimen de sociedad conyugal que hasta
entonces habían mantenido por el de separación total de bienes y, al día siguiente, 19 del
mismo mes y año, también por escritura pública, liquidaron la sociedad conyugal;
E.– En esta última convención le fueron adjudicados a la aludida María Eugenia
Mondaca Moya– y luego inscritos a su nombre en los registros conservatorios– los 4
inmuebles comprendidos en su tercería de dominio y, respecto de los cuales, en la
ejecución incidental de la sentencia mencionada en el acápite C) precedente se
decretaron medidas de cautela (embargo y prohibición de celebrar actos y contratos);
9°) Que una primera consideración deviene relevante al abordarse el análisis de las
cuestiones planteadas en el recurso: incurre en error de derecho la sentencia impugnada
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al afirmar en su fundamento tercero que el crédito cuyo pago persigue el actor en el juicio
“emana de la sentencia que condenó al demandado a pagarle a aquél una indemnización
de perjuicios; pues lo cierto es que, de acuerdo con los datos de orden fáctico que dicho
fallo recoge –según antes se dejó anotado– los acontecimiento que dieron origen a la
obligación tuvieron lugar entre los meses de septiembre y diciembre de 1999, al incumplir
el demandado las obligaciones que le imponía el contrato de recaudación; de modo que
no cabe atribuir a la sentencia de que se trata el efecto de constituir una situación jurídica
nueva, dando nacimiento a la obligación, desde que se limitó a reconocer y declarar la
existencia previa de la misma, como antecedente lógico del pronunciamiento que
enseguida emitió en orden a condenar al demandado para que satisficiera las
prestaciones correspondientes;
10°) Que cabe, por consiguiente, aceptar como premisa que la obligación cuyo cobro se
persigue en el juicio se contrajo por el demandado en el período que corre entre
septiembre y diciembre de 1999, esto es, en una época de plena vigencia de la sociedad
conyugal existente entre el demandado y la tercerista; situación a la que recién se le puso
término –según se apuntó en su oportunidad– en enero del año 2000, al convenirse entre
ellos el régimen de separación total de bienes; pacto que sirvió de antecedente a la
liquidación de la sociedad conyugal y a la adjudicación a la tercerista de los bienes raíces
que reclama;
11°) Que, en relación con lo que se viene de señalar, resulta apropiado tener presente
que, durante la vigencia de la sociedad conyugal, de acuerdo con lo previsto en el artículo
1750 inciso 1° del Código Civil, el marido aparece, respecto de terceros, como dueño de
los bienes sociales cual si ellos y sus bienes propios formasen un solo patrimonio; de
manera que, mientras dicho régimen patrimonial mantenga su existencia, los acreedores
del marido pueden perseguir tanto los bienes de éste como los bienes sociales; sin
perjuicio de los abonos o compensaciones que, a consecuencia de ello, deba el marido a
la sociedad o la sociedad al marido.
Lo normado en la disposición transcrita, de acuerdo con los antecedentes previamente
reseñados, tenía cabal aplicación respecto de las obligaciones que el demandado de
autos asumió al celebrar el contrato de recaudación con el demandante;
12°) Que la materia en análisis presenta también necesaria vinculación con el llamado
derecho de prenda general establecido a favor de los acreedores, en virtud del cual, el
patrimonio del deudor, salvo ciertas excepciones, queda afecto al cumplimiento íntegro y
oportuno de todas sus obligaciones; institución que se encuentra consagrada
positivamente por el artículo 2465 del Código Civil en los siguientes términos: “Toda
obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los
bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente
los no embargables, designados en el artículo 1618 .
La disposición transcrita debe entenderse complementada por aquélla contenida en el
artículo 2469 del mismo Código, según la cual, los acreedores indicados en el artículo
1618 podrán exigir que se vendan todos los bienes del deudor hasta la concurrencia de
sus créditos incluidos los intereses y los costos de la cobranza para que con el producto
se les satisfaga íntegramente si fueren suficientes los bienes y, en caso de no serlo, a
prorrata, cuando no haya causas especiales para preferir a ciertos créditos, según la
clasificación que se establece en las disposiciones siguientes del Código (causales de
preferencia que, según el artículo 2470, están constituidas por el privilegio y la hipoteca);
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13°) Que, en el caso sub judice, no se ha cuestionado la validez del pacto de separación
total de bienes convenido entre el demandado en el cuaderno principal, EE.VV. y su
mujer, la tercerista María Eugenia Mondaca Moya, mediant e escritura pública suscrita el
18 de enero de 2000, subinscrita el mismo día al margen de la inscripción matrimonial,
pues en ello se obró con sujeción a lo prevenido en el inciso 2° del artículo 1723 del
Código Civil, según el cual, el pacto de separación total de bienes debe otorgarse por
escritura pública y no surtirá efectos entre las partes ni respecto de terceros sino desde
que esa escritura se subinscriba al margen de la respectiva inscripción matrimonial;
14°) Que, sin embargo, debe tenerse presente que en la materia que se examina, cobran
también vigencia las disposiciones establecidas en los artículos 1765 y 1766 del precitado
cuerpo legal –cuya vulneración se ha denunciado en el recurso de casación–; la primera
de las cuales señala que, disuelta la sociedad conyugal, se procederá inmediatamente a
la confección de un inventario y tasación de todos los bienes que usufructuaba o de que
era responsable, en el término y forma prescrito para la sucesión por causa de muerte; y
la segunda de esas normas agrega que el inventario y la tasación que se hubieren hecho
sin solemnidad judicial, no tendrá valor en juicio, sino contra el cónyuge, herederos o los
acreedores que no los hubieran debidamente aprobado y firmado;
15°) Que los sentenciadores del mérito tuvieron por aceptado como hecho de la causa
que los trámites legales a que se viene de hacer mención y que propenden a la estricta
determinación de los bienes que integraban la sociedad conyugal y a valorarlos, no se
cumplieron con ocasión del pacto de separación de bienes a que se refiere la
controversia;
16°) Que, asimismo, se hace imprescindible atender en el análisis normativo que se
desarrolla a lo dispuesto en el indicado artículo 1723 inciso 2° del Código –que también se
presenta como transgredido por la recurrente–; precepto, según el cual, el pacto de
separación total de bienes acordado entre los cónyuges en reemplazo de la sociedad
conyugal “no perjudicará, en caso alguno, los derechos válidamente adquiridos por
terceros respecto del marido o de la mujer ;
17°) Que, dadas las circunstancias precedentemente descritas, resulta de toda evidencia
que el derecho de prenda general que ostentaba la ejecutante Compañía de
Telecomunicac iones de Chile S.A. sobre los bienes del ejecutado EE.VV., al tiempo de
contraerse la deuda por incumplimiento contractual, se vio menoscabado como
consecuencia del pacto de separación total de bienes convenido por dicho deudor con su
cónyuge, que permitió el traspaso, por medio de la adjudicación subsiguiente, al
patrimonio de esta última, de cuatro bienes raíces, respecto de los cuales, en el juicio se
decretaron medidas cautelares destinadas a asegurar el pago de las obligaciones del
ejecutado; inmueble que la cónyuge del deudor pretende excluir de esas cautelas
invocando derecho de dominio sobre los mismos.
Se ha configurado, por ende, en el caso de que se trata, una situación que encuadra en
la hipótesis que el precitado artículo 1723 inciso 2° del Código Civil enérgicamente
rechaza, esto es, que el pacto de separación total de bienes produzca perjuicio en los
derechos válidamente adquiridos por terceros, lo que, en la especie, ha ocurrido con
aquéllos que correspondían a la entidad acreedora antes individualizada sobre el
patrimonio administrado por el marido a la época en que éste resultó obligado para con
ella;
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18°) Que, acorde con los razonamientos que se han venido desarrollando en los
basamentos que preceden, no cabe sino concluir que, por no haberse prestado
acatamiento a la norma que se acaba de mencionar, sin que tampoco se hayan satisfecho
las exigencias requeridas en los citados artículos 1765 y 1766 del Código Civil, en orden a
la confección –ceñida a las pertinentes formalidades legales– de un inventario y tasación
de los bienes sociales, que hubieran sido aprobados y firmados por los acreedores; la
mencionada convención sustitutiva del régimen patrimonial resulta inoponible a la
demandante de autos, Compañía de Telecomunicaciones de Chile S.A.; lo que significa
que dicho pacto no ha producido efectos jurídicos en relación con los derechos cuyo
cobro persigue aquella entidad, respecto de la cual, la sociedad conyugal debe
considerarse vigente y no disuelta y, por lo tanto, los bienes adjudicados a María Eugenia
Mondaca Moya han de tenerse como pertenecientes a su marido, el demandado EE.VV.,
en su condición de administrador de la sociedad conyugal mencionada.
Por consiguiente, las tercerías de dominio deducidas por la cónyuge del aludido
ejecutado deben ser desestimadas;
19°) Que, al no haberlo decidido de la manera indicada, la sentencia recurrida incurrió en
vulneración de las disposiciones legales analizadas, las que se invocaron como
fundamento del recurso de casación e influyeron sustancialmente en su parte resolutiva,
pues, de haberse aplicado correctamente aquella preceptiva, las tercerías habrían sido
rechazadas, confirmándose lo decidido en el fallo de primer grado; de lo que se sigue el
arbitrio de impugnación que se ha examinado ha de ser acogido.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos
764, 765 y 785 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recuso de casación en el
fondo deducido por el abogado don Alejandro Jofré Laupichler, en representación de la
ejecutante, Compañía de Telecomunicaciones de Chile S.A., en contra de la sentencia de
veinticinco de septiembre de dos mil nueve, escrita a fojas 286 y siguientes, las que se
anula y se reemplaza por la que se dicta a continuación.
Regístrese.
Redacción del ministro señor Oyarzún.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres. Adalis
Oyarzún M., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Juan Araya E. y Pedro Pierry
A.
Autorizado por la Secretaria Sra. Rosa María Pinto Egusquiza.
En Santiago, a veintiuno de julio de dos mil diez, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.
Rol N° 7976–09.
Fallo de Reemplazo, 21/07/2010, 7976-2009
p.9
Texto Sentencia Fallo de Reemplazo:
Santiago, veintiuno de julio de dos mil diez.
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, se
dicta la siguiente sentencia de reemplazo:
VISTOS:
Previa sustitución en el párrafo primero de la parte expositiva, de la referencia “la
ejecutada por “el ejecutante , se reproducen los fundamentos tercero y cuarto de la
sentencia apelada, y los basamentos sexto y octavo a décimo octavo del fallo de casación
que antecede.
Y TENIENDO, ADEMÁS, PRESENTE:
1° La Compañía de Telecomunicaciones de Chile S.A. interpone demanda de
indemnización de perjuicios por responsabilidad contractual, en procedimiento ordinario,
por la suma de $252.000.000.– (doscientos cincuenta y dos millones de pesos), más
intereses, reajustes, multas del contrato y costas, en contra de don EE.VV., por cuanto
éste dejó de cumplir, entre los meses de septiembre y diciembre de 1999, el contrato
suscrito con fecha 01 de noviembre de 1998, denominado “Convenio de Recaudación ,
por medio del cual la actora encomendó al demandado la recaudación de las boletas o
avisos de cobranza, boletas de reemplazo, duplicados de las mismas, facturas o cualquier
otro documento semejante emitido por la Compañía o sus fi liales; recaudación que debía
tener lugar en el local comercial denominado “Centro de Llamados de Quilpue .
Posteriormente, con fecha 08 de abril de 2002 se dictó sentencia definitiva de primera
instancia en virtud de la cual se acogió la demanda deducida, condenándose al
demandado al pago de $252.000.000 (doscientos cincuenta y dos millones de pesos),
más intereses, reajustes, multas del contrato y costas, la que fue confirmada por
sentencia de segunda instancia de 18 de octubre de 2004.
2° Que don Edmundo EE.VV. y doña María Eugenia Mondaca Moya, con fecha 18 de
enero de 2000, celebraron por escritura pública, pacto de separación total de bienes, el
que fue subinscrito con igual fecha, habiendo al día siguiente, esto es el 19 de enero del
mismo año, pactado la liquidación de la sociedad conyugal.
3° Que el inventario y tasación realizado por los cónyuges no fue aprobado ni firmado por
el ejecutante, de modo que a su respecto no puede ser invocado en el presente juicio, por
lo que procede mantener la traba de embargo respecto de los bienes cuya exclusión
solicitó la demandante incidental, en atención a que responden a una deuda contraída con
anterioridad por el marido, como jefe de la sociedad conyugal.
Y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 186 y 227 del Código de
Procedimiento Civil, se confirma la sentencia de diecinueve de mayo de dos mil nueve,
escrita a fojas 252 y siguientes.
Regístrese y devuélvase con sus agregados.
Redacción del ministro señor Oyarzún.
p.10
Rol N° 7976–2009.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres. Adalis
Oyarzún M., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Juan Araya E. y Pedro Pierry
A.
Autorizado por la Secretaria Sra. Rosa María Pinto Egusquiza.
En Santiago, a veintiuno de julio de dos mil diez, notifiqué en Secretaría por el Estado
Diario la resolución precedente.
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