Descargar cuadernillo - Facultad de Arquitectura, Planeamiento y

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CAU
CURSO DE
APRESTAMIENTO
UNIVERSITARIO
2016
AUTORIDADES
Decano
Mg. Arq. Adolfo del Río
Vicedecana
Mg. Arq. Ana Valderrama
Secretario Académico
Arq. Sergio Gustavo Bertozzi
Secretaria de Autoevaluación
Arq. Bibiana Ada Ponzini
Secretario de Asuntos Estudiantiles
Arq. Damián Ángel Villar
Secretario de Extensión
Arq. Federico Daniel Pérez
Secretaria de Postgrado
Arq. Natalia Mariana Jacinto
Secretaria de Ciencia y Tecnología
Dra. Arq. Bibiana Cicutti
Secretario Financiero
Cont. Jorge Luis Rasines
Secretaria Técnica
Arq. María Teresa Costamagna
Dirección General de Administración
CPN Diego Furrer
Coordinadores CAU
Arq. Ricardo Bueno
Dra. Arq. Analia Brarda
Diseño Editorial + Programación web
Departamento de Comunicación FAPyD
Agradecimientos: Centro de Documentación Visual “Ermete de Lorenzi”
Foto de tapa: Franco Casaccia - TFA Arq. Sergio Bertozzi
INDICE
Introducción.......................................................4
por Arq. Sergio Bertozzi
TEXTOS | DIBUJO Y ARQUITECTURA
El dibujo.................................................21
Cronograma........................................................6
Dibujo y proyecto.................................24
Fundamentos......................................................7
Actividades programadas..............27
Objetivos | Contenidos.......................................8
Módulo Taller......................................................9
Habilidades | Objetivos particulares | Expectativas
TEXTOS | LA OBRA ARQUITECTÓNICA
Cueva, cabaña, casa..............................28
Actividades programadas..................................11
¿Qué es la casa?....................................29
TEXTOS INTRODUCTORIOS | APRENDER ARQUITECTURA
Arquitecto de casas..............................30
Los jóvenes y la universidad.....................................12
Edificio De Bernardis|Bv. Oroño 393....31
Ver la arquitectura, entenderla y sentirla................14
Edificio De Bernardis..............................31
Casa Racciatti|Bv. Oroño 396..............32
TEXTOS | ARQUITECTURA Y CIUDAD
¿Qué es una ciudad?....................................................15
Bibliografía....................................33
Una ciudad...................................................................16
Información Institucional..............34
El trazado de las ciudades..........................................17
La cuadrícula...............................................................18
Rosario.........................................................................19
Las calles......................................................................19
El boulevard................................................................20
Material ampliado en: www.fapyd.unr.edu.ar/cau/
Foto: Franco Casaccia - TFA Arq. Sergio Bertozzi
INTRODUCCIÓN
por SERGIO BERTOZZI | Secretario Académico
E
l derecho a enseñar y el derecho a aprender están
garantizados por el artículo 14 de la Constitución
Nacional. Pero para que un derecho signifique algo,
el Estado debe proveer los recursos para que pueda
ser ejercido plenamente por todos los ciudadanos.
La Universidad Nacional de Rosario es una universidad pública, gestionada y financiada por el Estado
Nacional. Esa condición es necesaria para que pueda
abrir sus puertas en forma gratuita e irrestricta a
todos los que tienen interés en hacer una carrera
universitaria. Sin embargo, la gratuidad no garantiza
que todos los ciudadanos puedan acceder a la educación superior, a pesar que el sistema se financia con
impuestos y no con tasas. La diferencia no es menor,
porque los impuestos los pagamos todos independientemente de quien recibe los beneficios, mientras
que las tasas se cobran en forma directa y proporcional a quienes reciben los beneficios. Si toda la
sociedad paga impuestos para sostener a la universidad pública de gestión estatal, toda la sociedad
debería tener garantizado el derecho a estudiar en
ella. Sin embargo eso no sucede. Todos pagamos
impuestos porque estos gravan a todos los bienes
y servicios que consumimos, incluyendo los más
elementales, y por lo tanto nadie queda exceptuado,
pero no todos pueden acceder a la universidad
sino cuentan con los recursos económicos para
hacerlo. Esto da cuenta de la inequidad reinante.
Basta ponerse en el lugar de quienes, al terminar la
escuela secundaria, no pueden optar por hacer una
carrera universitaria porque no tienen otra opción
que trabajar todo el día para poder sobrevivir en
una sociedad desigual, que da oportunidades a unos
al mismo tiempo que se las niega a otros -generalmente a los que tienen menos o no tienen nada-,
para verificar la inequidad. Basta darse cuenta que
quien está leyendo esto, lo está haciendo porque
tiene la oportunidad de hacer una carrera universitaria. Al poder optar, ha podido ejercer su derecho
a decidir lo que quiere hacer en la vida. Pero ese
derecho a educarse, a convertirse en un intelectual, lo obliga a hacerse cargo de la responsabilidad concomitante que todo derecho implica. El
ejercicio de este y las obligaciones que trae aparejado -diría Friedrich Nietzsche - están “atados
juntos con un cordel, de tal manera que quien
quiera poseer cuanto sea posible del uno también
tenga que poseer cuanto sea posible del otro”.
La responsabilidad de un estudiante universitario
es educarse. Para ello es menester valorar el conocimiento y desear aprehenderlo. Esas son las únicas
condiciones que le exige la universidad a quien voluntariamente ingresa en ella, porque esas son las condi4
La responsabilidad
de un estudiante
universitario es
educarse.
ciones que le exige la sociedad a quien es destinatario
de sus esfuerzos, ya que ella está pagando su educación -aún cuando muchos de sus propios hijos no
puedan acceder a ella-, con la esperanza de un país
mejor, en el que mañana la inequidad sea un rasgo del
pasado y no una realidad del presente. Argentina es
actualmente la nación latinoamericana en la que los
jóvenes tienen más oportunidades para acceder a la
educación superior. Aún así, quienes tienen esa oportunidad representan menos del veinte por ciento de la
población de jóvenes entre 20 y 24 años de edad. Solamente 1,7 millones de quienes pertenecen a la franja
etaria de 20 a 24 años, que es de 8,4 millones, cursa
estudios en la universidad. O sea que por cada estudiante universitario –por cada uno de Uds.-, existen
cuatro jóvenes argentinos de entre 20 y 24 años que
no han podido ni podrán estudiar en una universidad. Estudiar en Argentina, en una universidad de
gestión privada, de acuerdo a un relevamiento efectuado por el diario Clarín en 2012, tenía entonces un
costo de entre veinte mil y sesenta mil pesos anuales.
Pero estudiar en Chile, donde la universidad pública
esta arancelada y donde el estado solamente financia
el 17% de su presupuesto total, tiene un costo equivalente a cincuenta mil pesos anuales, siendo el de las
universidades de gestión privada como mínimo un
cincuenta por ciento mas elevado. En Europa, estudiar arquitectura exige el pago de matrículas semestrales de 1,200 a 1,500 euros como mínimo, en tanto
que en los Estados Unidos de América, estos valores
van desde 8,000 a 20,000 dólares por semestre, y más
aún dependiendo de la universidad. Estos datos solo
pretenden demostrar que el acceso a la universidad es
un privilegio que debe ser valorado en ese contexto,
y a la vez pone en evidencia la responsabilidad que
implica el poder ejercer ese derecho. En ese marco,
la gratuidad del sistema argentino es una excepción
a la regla que solo comparte con la República Orienta
del Uruguay. Quien tiene la posibilidad de elegir, de
decidir dedicarse a hacer una cosa y no otra -en este
caso nada menos que una carrera universitaria-,
quien puede ejercer esa elección porque cuenta con
el respaldo y los recursos necesarios que le provee,
en primera instancia su propia familia, y en segundo
orden el Estado nacional, hoy es un privilegiado. Y
de ello deriva la responsabilidad que tiene: la de no
desperdiciar la oportunidad y la de alcanzar la meta
con el máximo rendimiento.
Sarmiento afirmó que “El poder, la riqueza y la
fuerza de una nación dependen de la capacidad
industrial, moral e intelectual de los individuos que
la componen. Y la educación pública no debe tener
otro fin que el aumentar esta fuerza de producción,
de acción y de dirección, aumentando cada vez más
el número de individuos que la posean”. Sarmiento
comprendía claramente que democracia y educación estaban, parafraseando otra vez a Nietzsche,
atadas juntas con un cordel, y que el único modo de
no acabar siendo un país democrático pero dependiente, era educando al soberano, es decir, aumentando constantemente el número de individuos que
accedieran a la educación.
Nuestra carrera de arquitectura fue creada en 1923,
en la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales aplicadas a la Industria (creada a
su vez en 1920), de la Universidad Nacional de Litoral.
En 2013 la carrera de arquitecto cumplió 90 años.
En ese periodo se graduaron 7,737 arquitectos, pero
muchos más son los jóvenes que pasaron por los
talleres de la escuela sin llegar a hacerlo. Diferentes
razones lo impidieron, pero quien ingresa a nuestra
Facultad debe saber –y este es el momento adecuado
para enterarse-, que hacer una carrera universitaria
exige, como condición primera y excluyente, convertirse en universitario, aprestarse para una etapa
de la vida que es muy diferente de la precedente y
que exige autonomía, esfuerzo, y responsabilidad,
pero que a cambio depara experiencias a traves de
las cuales se forman hombres y mujeres pensantes,
críticos y solidarios, en el marco de una institución
desde la cual es posible y es necesario dar respuesta
a los problemas de la sociedad. La misma sociedad
que paga para sostenerla.
5
CRONOGR AMA
SEMANA 1
SEMANA 2
SEMANA 3
SEMANA 4
22|02
29|02
07|03
14|03
Presentación del CAU por
parte de las Autoridades en
el SUM
Módulo taller
Presentación de los objetivos, armado de grupos.
Lectura, comprensión y debate de los textos introductorios: Aprender Arquitectura
>Link
23|02
Módulo taller
Realizar grupalmente la
lectura, confrontación y
debate de los textos sobre
Arquitectura y ciudad
>Link
Síntesis conceptual y redacción grupal de la misma.
Indicaciones docentes de
cómo observar un sitio.
24|02
Módulo taller
Reconocimiento del lugar.
Los docentes indicarán las
nociones básicas para poder
realizar un croquis.
Los alumnos deberán iniciar
la construcción de un relato
del lugar elegido para trabajar. Cada alumno podrá
utilizar los elementos que le
parezcan pertinentes: fotos,
imágenes internet, dibujos, etc .para realizar dicha
tarea. Fotografías generales
o parciales. El dibujo desde
la percepción en el sitio y
corrección de lo producido
en el sitio.
25|02
Charla sobre Expresión
Gráfica en el SUM
Módulo taller
Trabajar textos de
apoyo referidos al
dibujo/arquitectura
>Link
01|03
Encintada de lo producido.
El docente inducirá el
reconocimiento de las
distintas “lecturas” que
cada lenguaje propone.
Diferencias, fortalezas y
debilidades comparativas:
croquis/fotografía,
fotografía/videos, texto/
imagen, etc.
Módulo taller
Confeccionar una lámina
de síntesis: armar, debatir,
organizar un relato grupal.
02|03
Módulo taller
Encintada y reflexión final
de la etapa. (Por grupos)
03|03
Charla sobre Física y
Matemática en el SUM
Módulo Taller
Lectura, comprensión y
debate de textos sobre la
obra de arquitectura
>Link
Explicitación sobre ¿Qué
es un geometral? Nivel
normativo.
08|03
Módulo Taller
Inicio de redibujo de la
obra en estudio. Noción de
escala gráfica. El redibujo a
escala. Codificación.
09|03
Módulo taller
Corrección del dibujo y vinculación reflexiva sobre las
distintas maneras textuales y gráficas de entender
una obra.
10|03
Charla sobre técnicas y
materiales en SUM
Módulo taller
Encintada general de
geometrales. Inicio de una
maqueta de la obra.
15|03
Módulo taller
Maqueta de la obra.
16|03
Módulo taller
Maqueta de la obra.
Enchinchada Parte 1 y Parte 2.
Relato integrador.
Exposición general.
Foto: David Esponda - TFA Arq. Sergio Bertozzi
FUNDAMENTOS
L
as diferentes profesiones son identificadas, reconocidas y analizadas mediante la consideración, entre
otras cosas, de los textos que éstas producen. Enseñar en
el ámbito universitario implica ayudar a los alumnos a apropiarse de los conceptos y discursos propios de la arquitectura, permitiendo que se vayan adoptando el “conjunto
de nociones y estrategias necesarias para participar en la
cultura discursiva de las disciplinas así como en las actividades de producción y análisis de textos requeridos para
aprender en la Universidad” (Carlino, 2005:13).
La organización académica del plan de estudios de la FAPyD
al organizarse en áreas de conocimiento tales como Teoría y
Técnica del Proyecto Arquitectónico, Teoría y Técnica Urbanística, Historia de la Arquitectura, Tecnología de la Producción Edilicia, etc., remarca no solo la importancia de los
aspectos prácticos de la disciplina sino también los fundamentos teóricos de cada una de dichas áreas.
En este sentido, el Curso de Aprestamiento Universitario
se propone como objetivo fundamental introducir a los
alumnos en el reconocimiento de los distintos tipos textos
que se utilizan. Algunos de ellos provienen de diversos
campos que hacen referencia a las teorías de la arquitectura,
a los planteos proyectuales, a las obras producidas, mientras otros dan cuenta de la arquitectura y su relación con la
historia, la crítica o el mundo de las imágenes.
Nos parece necesario, entonces, ejercitar la manera de
examinar la estructura de dichos textos, tratando de
comprender el orden, la diferenciación y el grado de
complementariedad que estos poseen, ya que cada uno de
ellos establece diferentes y particularizadas maneras de
reflexión sobre la arquitectura.
Esto permitirá ampliar la capacidad de observación
del mundo físico, trascendiendo la mirada ingenua o
desprevenida y adquirir actitudes de compromiso con
el aprendizaje universitario.
Entendemos que el estudio de esta disciplina carece de
afirmaciones, certezas o verdades absolutas, ya que sin
duda no existen recetas efectivas de hoy y para siempre,
por lo cual se intentará iniciar a los alumnos en una mecánica de trabajo propia de la carrera. En este sentido, las
actividades se desarrollarán grupalmente, favoreciendo
así mayores instancias de discusión, confrontación y
reflexión sobre los temas planteados.
7
Foto: Florencia Mascheroni - TFA Arq. Sergio Bertozzi
OBJETIVOS
Introducir a los alumnos en el reconocimiento de los distintos tipos textos que se utilizan en la
disciplina (gráficos, dibujados y fotográficos, animados, escritos, etc.)
Ejercitar la manera de examinar la estructura de dichos textos (observar, analizar, construir y
deconstruir)
CONTENIDOS
Ampliar la capacidad de observación del mundo físico
Trascender la mirada ingenua o desprevenida
Desarrollar actitudes de compromiso con el aprendizaje
Incentivar el trabajo grupal promoviendo instancias de discusión, confrontación y reflexión
8
Foto: Florencia Brignoli - TFA - Arq. Sergio Bertozzi
MÓDULO TALLER
Habilidades
Objetivos particulares
Expectativas
·Comprensión oral-escrita del
texto disciplinar
·De reflexión
Sobre los conocimientos preexistentes.
De pensamiento de las experiencias propias y colectivas. De
descubrimiento de la obra de
arquitectura y la ciudad como
vehículo de infinitos mensajes.
·Que los alumnos se inicien en la
lectura de textos disciplinares.
·Capacidad para interpretar a
nivel normativo la “lectura” de los
dibujos de arquitectura
·Capacidad para reproducir, interpretando la escala, la comunicación
disciplinar desde el nivel normativo de
los dibujos
·Trabajo en equipo
·De conocimiento
De los instrumentos del análisis
de textos (escritos-gráficos), de
las obras y la proyectación. Los
sistemas de dibujo y sus productos.
La ejercitación del CAU está pensada
como una unidad de desarrollo que
abarca 4 semanas para abordar
sintéticamente las diferentes modalidades y problemas en que trabaja
un arquitecto.
·De producción
Nociones básicas sobre la ciudad,
la calle, la obra, el detalle. Se
pondrán en acto las relaciones
entre la materia de la arquitectura,
las reflexiones y sus dibujos.
La encintada es un trabajo grupal
donde cada equipo mostrará un
“relato” de distintas situaciones
urbanas y las particularidades de
una obra singular.
El docente guiará la aparición de
los momentos, siguiendo el cronograma, de acuerdo a las necesidades
del grupo y la dinámica de éste.
·Que los alumnos comprendan
la necesidad de la incorporación
del lenguaje gráfico.
·Que los alumnos comiencen a
descubrir la “no-naturalidad” de
los códigos de comunicación.
·Que reconozcan los diferentes “lugares” del abordaje
disciplinar desde los distintos
lenguajes que se operen.
9
SEMANAS
1 2
&
10
ACTIVIDADES PROGRAMADAS
a·
El docente determinará la conformación de los grupos y explicará los
objetivos del curso.
b · El alumno abordará los textos generales para promover el reconocimiento del
léxico empleado y los temas abordados en los escritos seleccionados. Las actividades de lectura y escritura que se realicen en el aula supondrán trabajo tutorizado
o supervisado con claras consignas asociadas a la producción escrita y/u oral.
c · Se solicitará a los estudiantes que, en forma grupal, marquen las palabras que
no conocen de los textos generales, busquen su significado y armen un glosario con
dichas palabras. El mismo será expuesto al grupo.
d · Los alumnos tendrán que extraer de los textos aquellas ideas que les parezcan
más significativas y a partir de ellas deberán buscar conceptos relacionados, reconocer autores, personajes mencionados, etc. Los docentes indicarán cómo buscar en
la web. Se platearán ciertos interrogantes: ¿Quién dice? ¿Para quién dice? ¿Qué dice?
e · Ejercicio de diálogo. Producción de escritos breves que sinteticen los conceptos trabajados. Éstos serán debatidos y expuestos grupalmente. En la instancia de la exposición
general también se hará una reflexión de lo producido en relación a los textos. Para ello,
se promoverá la elaboración de láminas de síntesis en las que se diagramará y representará el contenido de los textos y las asociaciones significativas establecidas.
f · El profesor deberá conducir al estudiante en el reconocimiento de un espacio
urbano específico como el Bvd. Oroño, indicando la importancia de la observación
de dicho espacio y sus posibles formas de representación a partir de los lenguajes
conocidos (verbal, escrito, fotográfico, video, dibujos).
Los docentes realizarán las correcciones de croquis (perspectivas, esquemas, etc.) en
el sitio y/o en el taller para que los alumnos puedan reorganizar su relato. Asimismo,
sobre la reflexión de dicho relato, deberán reelaborar para la semana siguiente
las producciones realizadas adecuando los dibujos que intuitivamente hubiesen
propuesto, lo cual deberá ser contrastado con lo discutido en base a los textos.
g · En el espacio del taller y en forma grupal deberán organizar una presentación
que dé cuenta de lo realizado tanto en el campo gráfico como en la reflexión de
los textos escritos sobre el ejercicio del Bvd. Oroño. Para ello se acordará el tipo de
escala a usar, los materiales, fotografías, videos, etc.
h · Exposición reflexiva grupal de lo producido a lo largo de las semanas 1 y 2.
11
TEX TOS INTRODUC TORIOS | APRENDER ARQUITEC TUR A
“...si se trata de un Curso de Ingreso de Arquitectura, tienen dos cosas que estudiar: una es la arquitectura y la otra es a ustedes mismos, es decir, que es tan importante darse cuenta de quién es uno.
“Y la arquitectura implica una relación con los deseos... la investigación del deseo tiene que ver con otro
concepto que lo determina todo, que es la autenticidad, es decir, ustedes tienen que descubrir quiénes
son auténticamente cada uno y cuál es el camino que a ustedes les da placer. El placer es fundamental
para aprender algo, deben sentir placer al hacer arquitectura...”
Arq. Juan Molina y Vedia, Profesor de Diseño en las facultades de La Plata y Buenos Aires.
Exposición en mesa redonda Curso de Ingreso 2001, UNLP
Los jóvenes y la universidad
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Los jóvenes acuden a la universidad, quieren ser
arquitectos o arquitectas, quieren averiguar si poseen
las cualidades para ello. ¿Qué es lo primero que se les
transmite? Lo primero que se les ha de explicar es que
no se encontrarán con ningún maestro que plantee
preguntas ante las cuales él sepa de antemano la
respuesta. Hacer arquitectura significa plantearse
uno mismo preguntas, significa hallar, con el apoyo
de los profesores, una respuesta propia mediante
una serie de aproximaciones y movimientos circulares. Una y otra vez. La fuerza de un buen proyecto
reside en nosotros mismos y en nuestra capacidad
de percibir el mundo con sentimiento y razón. Un
buen proyecto arquitectónico es sensorial. Un buen
proyecto arquitectónico es racional.
Antes de conocer siquiera la palabra arquitectura,
todos nosotros ya la hemos vivido. Las raíces de
nuestra comprensión de la arquitectura residen en
nuestras primeras experiencias arquitectónicas:
nuestra habitación, nuestra casa, nuestra calle,
nuestra aldea, nuestra ciudad y nuestro paisaje son
cosas que hemos experimentado antes y que después
vamos comparando con los paisajes, las ciudades y las
casas que se fueron añadiendo a nuestra experiencia.
Las raíces de nuestro entendimiento de la arquitectura están en nuestra infancia, en nuestra juventud:
residen en nuestra biografía. Los estudiantes deben
aprender a trabajar conscientemente con sus vivencias
personales y biográficas de la arquitectura, que son
la base de sus proyectos. Los proyectos se abordan
de manera que pongan en marcha todo ese proceso.
Nos preguntamos qué es lo que entonces nos gustó,
nos impresionó, nos conmovió en esa casa, en esa
ciudad, y por qué. Cómo estaba dispuesto el espacio,
el lugar, qué aspecto tenía, qué olor había en el ambiente, cómo sonaban mis pasos, cómo resonaba mi
voz, cómo sentía el suelo bajo mis pies, el picaporte en
mi mano, cómo era la luz sobre las fachadas, el brillo
de las paredes. Era una sensación de estrechez o de
amplitud, de intimidad o vastedad.
Pavimentos de listones de madera como ligeras
membranas, pesadas masas pétreas, telas suaves,
granito pulido, cuero delicado, acero rudo, caoba
bruñida, vidrio cristalino, asfalto blando recalentado
por el sol, he aquí los materiales de los arquitectos,
nuestros materiales. Los conocemos a todos ellos y,
sin embargo, no los conocemos. Para proyectar, para
inventar arquitecturas, debemos aprender a tratarlos
de una forma consciente. Eso es un trabajo de investigación; eso es un trabajo de rememoración. La
arquitectura es siempre una materia concreta; no es
abstracta, sino concreta. Un proyecto sobre el papel no
12
Un buen proyecto
arquitectónico es
sensorial. Un buen
proyecto arquitectónico
es racional.
es arquitectura, sino únicamente una representación
más o menos defectuosa de lo que es la arquitectura,
comparable con las notas musicales. La música precisa
de su ejecución. La arquitectura necesita ser ejecutada.
Luego surge su cuerpo, que es siempre algo sensorial. Todos los trabajos del proyecto del primer curso
de arquitectura parten de la sensualidad corporal
y objetual de las arquitecturas, de su materialidad.
Experimentar la arquitectura de una forma concreta,
es decir, tocar su cuerpo, ver, oír, oler. Los temas del
curso son descubrir esas cualidades y después, saber
tratar con ellas conscientemente.
En todos los ejercicios se trabaja con materiales reales,
se apunta siempre, y de una forma directa, a objetos
concretos, cosas e instalaciones hechas de materiales
reales (barro, piedra, cobre, acero, fieltro, tela, madera,
yeso, ladrillo, etc.). No hay maquetas de cartón. Lo que
se debe producir no son, en absoluto, “maquetas”, en
su sentido habitual, sino objetos concretos, trabajos
plásticos a una determinada escala. Incluso el dibujo
(el planos a escala debe partir siempre de un objeto
concreto (aquí el orden habitual en la práctica arquitectónica –idea, plano, modelo, objeto concreto- se
invierte). Primero se crean los objetos concretos y más
tarde se dibujan a escala. E incluso la comprensión de
las distintas dimensiones de la escala en la arquitectura
se estudia en objetos concretos (por ejemplo, tomando
medidas de una sección transversal o longitudinal de
un trazado viario, dibujos detallados de un espacio
interior existente, etc.) Llevamos en nuestro interior
imágenes de las arquitecturas que nos han ido configurando, y podemos hacer revivir estas imágenes en
nuestro espíritu y hacerles preguntas, pero de todo esto
no surge aún un nuevo proyecto, ninguna nueva arquitectura. Todo proyecto ansía tener imágenes nuevas,
nuestras “viejas” imágenes únicamente nos pueden
ayudar a encontrar las nuevas. Pensar en imágenes al
proyectar algo, entraña siempre pensar en la totalidad.
Pues, por su naturaleza, la imagen muestra siempre
la estructura total del sector de la realidad imaginada
objeto de consideración, como, por ejemplo, la pared
y el suelo, el techo y los materiales, la atmósfera luminosa y la tonalidad de un espacio. E incluso, igual que
en el cine, vemos todos los detalles en la transición del
suelo a la pared y de la pared a la ventana.
Es evidente que, con frecuencia, estos elementos no
están ahí al comenzar un proyecto, cuando intentamos hacernos una imagen del objeto que estamos
pensando. La mayor parte de las veces, la imagen es
incompleta al comienzo del proceso del proyecto, de
modo que nos esforzamos por volver a concebir y
clarificar una y otra vez el tema de nuestro proyecto,
a fin de que las partes que faltan encajen en nuestra
imagen. O, dicho de otro modo: proyectamos.
La clara y concreta perceptibilidad de las imágenes que
nos representamos nos ayuda a hacerlo, a no perdernos en la esterilidad de abstractas hipótesis teóricas,
a no perder el contacto con las cualidades de concreción
de la arquitectura. Nos ayuda a no enamorarnos de la
calidad gráfica de nuestros dibujos y a no confundirla
con lo que constituye realmente una cualidad arquitectónica. Producir imágenes interiores es un proceso
natural que todos nosotros conocemos. Forma parte
del pensamiento. Un pensamiento asociativo, salvaje,
libre, ordenado y sistemático en imágenes, imágenes
arquitectónicas, espaciales, en color y sensoriales; he
aquí mi definición preferida del proyectar. Me gustaría
transmitir a los estudiantes que el método adecuado
para proyectar es ese pensar en imágenes.
Zumthor, P. (2004). Enseñar arquitectura, aprender
arquitectura. Pensar la arquitectura. Barcelona:
Gustavo Gilli.
13
Ver la arquitectura, entenderla y sentirla
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Ver la arquitectura, entenderla y sentirla no es algo
inmediato. Requiere un aprendizaje. Así como para
escuchar música o para leer poesía no es suficiente
una simple predisposición natural, para la arquitectura sucede exactamente lo mismo. Existe, tal vez, la
falsa convicción de que, puesto que la arquitectura nos
envuelve constantemente, vivimos en ella y la percibimos tanto si le prestamos atención como si la experimentamos de un modo distraído, esta experiencia no
necesita ningún tipo de preparación….
En el caso de la arquitectura sucede exactamente
lo mismo. Es ingenuo o grosero pensar que todo
es evidente. Que no es necesario aprender porque
nuestra experiencia inmediata ya nos da acceso a
todas las posibles riquezas del espacio intencional que
conforman la arquitectura.
Por el contrario, se aprende a ver y a sentir la arquitectura en primer lugar repitiendo una y cien veces el
esfuerzo de querer verla y sentirla. Encontrar mensajes
más sutiles y delicados; entender propuestas irónicas,
cifradas, juegos formales que apelan a referentes que
están en otras arquitecturas; percibir la explicación que
de sí misma hace la arquitectura, de su modo de
ofrecerse para ser utilizada de una determinada
manera, de la autopresentación de sus soluciones
técnicas: todas estas son posibilidades por las
cuales el campo de la producción arquitectónica es
también inagotable, siempre dispuesto a nuevas
formas de mostrarse, de explicarse, de apelar a
nuestra sensibilidad y a nuestra inteligencia.
Sin duda el ejercicio fundamental para dicho aprendizaje es la experiencia. La arquitectura hay que verla
y recorrerla, atentamente, con la mirada pero también
con todas las capacidades perceptivas de nuestro
cuerpo moviéndose en sus espacios. Mirar, escrutar,
recordar, ordenar, descubrir son los resortes con los
que penetrar en la experiencia arquitectónica. Es mejor
hacerlo directamente, en el lugar, bajo la luz del sol,
como diría Le Corbusier. Pero también viendo y entendiendo a través de imágenes, de representaciones de
todo tipo que nos muestren aspectos inaccesibles o
que nos expliquen lo que tal vez nuestra simple mirada
podría haber dejado escapar.
Pero esta mirada y esta experiencia perceptiva también
se educan mediante el conocimiento. La arquitectura
habla a través de lenguajes que tienen que ver con la
técnica constructiva, con el juego desde el interior de
ciertos repertorios, con el gusto de la regularidad y la
excepción, con el contraste o la armonía, con la dimen-
sión o la proporción, con lo peculiar o lo genérico.
Todos estos valores no son fruto del azar ni del
exclusivo ingenio del autor. Se inscriben en tradiciones duraderas, en reglas a veces no escritas
pero que forman el entramado que sustenta una
propuesta particular. Sólo conociendo paso a paso,
en sus tiempos históricos, en sus referentes funcionales o técnicos, es posible avanzar en la comprensión de la riqueza de significados y de mensajes que
la arquitectura nos propone.
La arquitectura es un hecho práctico y técnico. Tiene
que ver con la utilidad de ciertas funciones y con los
requerimientos técnicos que garantizan su estabilidad,
durabilidad y seguridad. Pero estos dos referentes
ineludibles de toda obra de arquitectura no pueden ser
una vía fácil ni para pensar que el referente funcional
es algo evidente, fuera de todo conocimiento y acumulación histórica, ni tampoco para pensar que el componente técnico de la arquitectura la aleja de cualquier
conocedor no experto en estas materias.
Mirar, escrutar, recordar,
ordenar, descubrir son
los resortes con los
que penetrar en la
experiencia arquitectónica.
Ni la utilidad de la arquitectura ni su condición técnica
se nos ofrecen de forma inmediata, sino a través de su
representación. No es necesario conocer el detalle de
un programa funcional de un edificio para entender los
indicios de su utilidad del mismo modo que no es necesario poseer un conocimiento técnico especializado
para entender la lógica constructiva de un edificio y, lo
que es más decisivo, su expresión formal…
Solá-Morales, I. de (2001) en AAVV. Introducción a
la arquitectura. Conceptos fundamentales. Barcelona: Ediciones UPC.
14
TEX TOS | ARQUITEC TUR A Y CIUDAD
¿Qué es una ciudad?
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Parece lógico definir a una ciudad por su función;
pero las funciones de una ciudad son muchas y muy
variadas y, además, cambian con el tiempo. Quizá
la única función que no tiene es la producción agrícola, ni el sector primario, en general: minas, silvicultura, etc.; los altos precios del suelo no lo permite,
ya que son actividades que necesitan mucha superficie para ser rentables. Pero ni siquiera esto es absoluto, ya que encontramos actividades agrícolas en las
ciudades antiguas. Las principales funciones urbanas
son: la función comercial que hoy en día es la razón de
ser de todas las ciudades.
La función residencial ya que en ella vive la mayor
parte de la población. En los países ricos más del 75%
de la población vive en ciudades.
La función administrativa, ya que concentra los
centros de decisión tanto públicos como privados.
Función cultural ya que en ella se encuentran los
principales centros de ocio y de difusión de ideas
y opiniones. El turismo urbano se alimenta de esta
concentración cultural.
Todas las ciudades tienen varias funciones, aunque
en ocasiones unas están más desarrolladas que
otras. Por ejemplo en las capitales de provincia la
función administrativa está muy marcada…
No obstante, una cosa que no se le puede negar a
la ciudad es su capacidad para organizar el territorio
en torno a sí, y las actividades económicas en torno a
su centro de urbano o de negocios. Desde su apari-
ción, la ciudad ha sido el instrumento básico para
transformar el entorno, para colonizar el territorio,
para construir un medio diferente en el que la vida
humana tenga todas las ventajas.
La ciudad y su concepto
han cambiado a lo largo
del tiempo.
La ciudad, y su concepto, han cambiado a lo largo
del tiempo, desde las casas rurales contiguas de las
ciudades más antiguas, a la ciudad como población
amurallada europea, o la ciudad actual, tan extensa y
variada que se escapa a la escala humana.
No obstante, hay que tener en cuenta que la función,
la forma y la estructura de las ciudades depende de la
concepción que sobre el ámbito urbano y el mundo,
tienen la cultura que las crea.
Elio Navarro, H. (2007). Geografía Urbana. Argentina: Facultad de Humanidades de la Universidad
Nacional de Catamarca.
15
Una ciudad
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Se está de acuerdo en que una ciudad es un asentamiento relativamente grande, denso y permanente
de individuos. El énfasis se pone en la concentración,
concentración de poder, de cultura de una comunidad, de actividades, de individuos. La concentración
y aglomeración de gente y actividades genera más
energía. Por lo tanto, la característica de las ciudades
no depende tanto del tamaño sino de la densidad del
asentamiento. (Por ejemplo, en el imperio romano sólo
unas quince ciudades tenían más de 10.000 habitantes,
pero las consideramos ciudades). Las ciudades no están
aisladas sino que existen en tanto en cuanto están relacionadas con otras. Podemos decir que forman entre
ellas un sistema jerárquico urbano. Sin embargo cada
una de ellas tiene una delimitación física, material o
simbólica que le confiere carácter propio.
Como centros de actividad densificada las ciudades
no se entienden sin recursos naturales, comerciales
o humanos y son lugares de actividad económica. La
ciudad está relacionada con el territorio a su alrededor,
territorio al que provee de servicios.
Las ciudades no son tan sólo extensiones residenciales,
se distinguen además por tener edificios públicos que
dan escala a la arquitectura de la ciudad. Los edificios
públicos suelen ser hitos de identificación común y su
arquitectura confiere definición monumental a la ciudad.
Sin embargo las ciudades no son únicamente calles,
edificios, construcciones; en realidad las ciudades son
una amalgama de vida y construcción, no se puede
entender una sin la otra. La forma construida de la
ciudad es inseparable de su función, de las ideas y de
los valores de la gente que en ella ha vivido y vive.
Los edificios públicos
suelen ser hitos de
identificación común y
su arquitectura confiere
definición monumental
a la ciudad.
El proceso urbano. Las ciudades tal como las conocemos son fruto de un proceso acumulativo a lo
largo del tiempo.
En realidad en la mayoría de los casos hay una coexistencia de planificación pensada previamente y de
espontaneidad, o un cierto descontrol en el crecimiento o transformación urbana. La planificación
urbana moderna es la técnica que controla que estas
transformaciones sean concebidas ordenadamente…
Oliveras, J. AAVV (2001). Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales. Barcelona:
Ediciones UPC.
16
El trazado de las ciudades
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Las ciudades orgánicas no tienen un trazado previo, se
van gestando siguiendo sus reglas internas. Su crecimiento es espontáneo pues no rige una planificación
previa que las regule. Sus formas son variadas al igual
que sus orígenes. Se desarrollan con historias muy
diferentes entre sí y en geografías diversas.
Vayamos al gráfico 1, allí vemos en los primeros tres
esquemas, tres ciudades radiocéntricas, siguiendo el
concepto de Chueca Goitía.
Una (Florencia) que nace de un casco romano, planificado, al costado de un río (Arno) y en el cruce de dos
caminos ligado a los cánones romanos de Cardo y
Decumano, la segunda ciudad (París) tiene un esquema
similar al anterior. También fue colonia romana y otra
vez vemos la intersección de un camino (Norte - Sur)
con el río (Sena) que determina el lugar.
Su núcleo originario es la isla del río en búsqueda de
protección. Otro esquema concéntrico es Milán. Se
origina en un cruce de caminos y también se desarrolla
A estas ciudades la fundan los propietarios de la tierra
respetando las normas feudales. Si bien imitan a las
ciudades estados (Ej. Gobiernos autónomos) existe
un poder mayor que las tutela, que las demarca y que
indica el lugar de fundación según necesidades políticas.
Como vemos en el Gráfico 2 se ubican al lado de ríos
o cerca de litorales marítimos. Ya no, en lugares de
difícil acceso. Estas ciudades no están para defenderse a sí misma, sino están para defender el espacio
territorial que las circunda. Como el resto de las
ciudades, funcionan como un nudo dentro de una red
general de ciudades.
Su trazado planificado, con manzanas regulares, está
contenido por murallas que las separa del pedazo de
territorio y le da entidad urbana.
Fratarelli, N. Aproximaciones a la Ciudad Medieval.
Contratiempo. Revista de pensamiento y cultura.
Buenos Aires, Argentina.
Gráfico 1
Las ciudades planificadas
se rigen con conceptos
distintos a las ciudades
orgánicas, en principio
porque son organizadas
en su totalidad desde un
poder central.
Gráfico 2
en forma radiocéntrica. Lucignano es otro caso de
ciudad radiocéntrica, pero en este caso un camino
en espiral genera la trama desde el núcleo hacia la
puerta de ingreso.
Las ciudades planificadas se rigen con conceptos
distintos a las ciudades orgánicas, en principio porque
son organizadas en su totalidad desde un poder central.
17
La cuadrícula
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Cuadrícula hispanoamericana, modelo de trazado
regular, ortogonal y bidimensional para el ordenamiento del suelo urbano, desarrollado en América a
partir del siglo XV y conservado hasta la actualidad.
Sus elementos básicos, vías y manzanas, se comportan
como un sistema, conformando tres dominios esenciales: el espacio público, masa edificada y espacio
remanente, que se combinan para generar formas
urbanas capaces de responder a diferentes requerimientos culturales. En la práctica, las dimensiones de
las manzanas variaron entre 100 y 160 varas castellanas
(1vara=83,59 cm) con una mayor reiteración alrededor
de los 100 metros (120 varas), separadas por calles que
oscilaban entre 10 y 20 varas.
La simplicidad del trazado permite su implantación
no profesional, la predeterminación formal y distribución espacial del loteo y la aplicación regularizada de
sistemas impositivos, características importantes para
los objetivos de conquista, colonización y control desde
la distancia. Además, la traza ortogonal hace factible la
uniformidad de orientación, factor de valor en consideraciones tanto higiénicas como ideológicas. Utilizada
como instrumento simple para el ordenamiento y distribución del suelo conquistado, su carga teórica se pone
a prueba en un enorme número de casos en América.
Durante cinco siglos su aspecto físico-espacial, condicionado por una permanente necesidad de adaptación histórica, desarrolla importantes modificaciones,
llegando esta experiencia colectiva a definirse como
un modelo de alta versatilidad con características
espaciales, funcionales y sociales que le son propias y
que lo diferencian de otros trazados ortogonales que
ocurrieron en casi todo el mundo conocido, alcanzando
el nivel simbólico urbano americano. Desde el punto de
vista morfológico, la traza bidimensional del modelo
implica un ordenamiento geométrico que imprime al
espacio un carácter neutro, homogéneo y uniforme.
Desde el punto de
vista morfológico, la
traza bidimensional del
modelo implica un
ordenamiento geométrico
que imprime al espacio
un carácter neutro,
homogéneo y uniforme.
Esta neutralidad permite su adecuación a conceptos
opuestos sobre la forma urbana: concentración o
dispersión; jerarquización y homogeneidad, caracterización diferenciada de elementos o continuidad
del habita, trama vial única, homogénea y regular
o sistema de tramas jerarquizadas sobre la traza
original. Permite la imagen de ciudad como forma
unitaria, limitada, definida por forma geométrica
simple, con acentuación del centro y correspondencias formales entre el todo y las partes, y también la
expresión de un concepto de ciudad abierta, de crecimiento indiferenciado en el sentido de cualquiera
de sus coordenadas, posibilitando la actuación de la
axialidad frente a la centralidad.
AAVV. (2004). Diccionario de Arquitectura
Argentina. Buenos Aires. Ed. Clarín (Págs. 184-185)
18
Rosario
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Rosario, si bien no fue la resultante de un acto fundacional de la colonización española, sí lo fue de su modelo
territorial y urbano cuyo esquema básico consistía en
la ocupación y el control de los parajes “descubiertos”...
Largos caminos y aduanas secas estructuraron un
sistema de comunicaciones y control sobre grandes
vacíos geográficos y humanos, vinculando caseríos y
sus minúsculas periferias agrícolas.
Esta configuración determinó el principal rol de la aldea
de la Virgen del Rosario como lugar de paso, posta
para recambiar caballos y abastecer a los ocasionales
viajeros que se aventuraban en el desierto pampeano.
El hecho geográfico de ser una encrucijada de caminos
entre Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Asunción,
en una zona ubicada sobre el río Paraná, extraordinariamente fértil, con buena provisión de agua dulce,
“presagiaba” un buen futuro...
La Villa de aproximadamente 3.000 habitantes fue
declarada ciudad el 3 de agosto de ese año por decisión de Urquiza, posiblemente como reconocimiento
del apoyo que los rosarinos le habían prestado en su
lucha contra Rosas, que lo llevó a ser Director Provisorio de la Confederación Argentina.
En el plano de Timoteo Guillón, de 1853, reconocido
como primer documento cartográfico de Rosario,
aparecen graficadas las manzanas regulares con sus
respectivas calles nominadas y acotadas por la línea
de la abrupta barranca por un lado y el pantano de la
Laguna de Sánchez por el otro, como límites de una
continua estructura urbana que sólo podría crecer
hacia el sur...
AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario.
Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía
(Pág. 22)
Las calles
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Las calles de las ciudades sirven para muchas cosas
aparte de soportar el paso de vehículos; y las aceras
de las ciudades -parte de las calles destinada a los
peatones- tienen muchos otros usos además de
soportar el caminar de los peatones. Estos usos
están en estrecha relación con la circulación, pero
no se identifican con ésta, y en rigor son por lo
menos tan importantes como la circulación para el
buen funcionamiento de las ciudades.
En sí misma, una acera urbana no es nada. Es una
abstracción. Sólo tiene significado en relación con los
edificios y otros servicios anejos a ella o anejos a otras
aceras próximas. Lo mismo podríamos decir de las
calles, en el sentido de que sirven para algo más que
para soportar el tráfico rodado. Las calles y sus aceras
son los principales lugares públicos de una ciudad, sus
órganos más vitales. ¿Qué es lo primero que nos viene
a la mente al pensar en una ciudad? Sus calles. Cuando
las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad
entera ofrece interés; cuando presentan un aspecto
triste, toda la ciudad parece triste.
Y más todavía -y con esto topamos con el primer
problema-, si las calles de una ciudad están a salvo de
la barbarie y el temor, la ciudad está más o menos tolerablemente a salvo de la barbarie y el temor. Cuando la
gente dice que una ciudad o que una parte de la misma
es peligrosa o una jungla, quiere decir principalmente
que no se siente segura en sus aceras.
Pero las aceras y quienes las usan no son beneficiarios
pasivos de seguridad o víctimas sin esperanza de un
peligro. Las aceras (la utilidad que prestan) y sus usuarios son partícipes activos en el drama de la civilización
contra la barbarie que se desarrolla en las ciudades.
Mantener la seguridad de la ciudad es tarea principal
de las calles y aceras de una ciudad.
Es una tarea totalmente diferente a los servicios que
están llamadas a prestar las aceras y calles de las
ciudades pequeñas o de los suburbios residenciales.
Las grandes capitales no son sólo ciudades muy
grandes; tampoco son arrabales muy densos. Se diferencian de las ciudades y de los arrabales en aspectos
esenciales, uno de los cuales es que las ciudades están,
por definición, llenas de personas extrañas.
Todo el mundo sabe que en las grandes capitales hay
más personas extrañas que conocidas. Y extraños
no son solamente quienes van a los mismos lugares
públicos, sino más aun los que viven en las otras
viviendas del mismo piso. Incluso las personas que
viven muy próximas entre sí se desconocen, y así tiene
que ser en razón de la gran cantidad de gente que vive
dentro de reducidos límites geográficos…
Jacobs, J. (1961). The Death and Life of Great
American Cities. (Ed. original publicada por Random
House Inc., Nueva York. Ediciones Península,
Madrid. Recuperado de http://habitat.aq.upm.es/
boletin/n7/ajjac.html
19
El boulevard
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El boulevard Oroño, se halla emplazado dentro del
área central y se extiende, desde la Avenida Rivadavia
al Parque Independencia, rematando sus extremos
en el Silo Davis y la Plaza del Foro, Dr. Dalmacio Vélez
Sarsfield, respectivamente.
La singular configuración del paseo lo convierte en
único. En sus 18 cuadras de extensión presenta la
particularidad, tal como lo explicita la ordenanza que
le dio origen, de ser más ancho que las calles tradicionales a la vez de contar con un paseo central - a la
manera de una plaza lineal- ajardinado.
Cabe destacar que el trazado original propuso,
simplemente, dos alineaciones de palmeras, en la
amplia calle, formando canteros.
Estructurado simétricamente, la vegetación en las
aceras laterales presenta un orden riguroso mientras
que en el sendero central la composición combina
numerosas especies sin un orden explícito.
El espacio del boulevard se articula con las servidumbres
de jardín propias de los inmuebles, los límites se desdibujan tras los cercos, otorgándole una imagen singular.
Hacia 1868, el Honorable Consejo Municipal decretó
el trazado de dos boulevares1, determinando ubicación, dimensiones y características espaciales. El que
corría de este a oeste se denominó Bv. Argentino, hoy
Avenida Pellegrini, el que lo hacía de norte a sur Bv.
Santafesino, que en 1904, cambia su denominación
por Bv. Nicasio Oroño.
Estos dos bulevares y la avenida del bajo siguiendo
el límite del río, conformaron una incipiente
avenida de circunvalación.
Recién en 1887 se definió el trazado, los lineamientos
del diseño definitivos de los bulevares y la plaza2.
Ese año, fue inaugurado el Boulevard Santafesino
convirtiéndose en el límite oeste de la ciudad y en el
paseo de la burguesía.
Puede que este carácter haya motivado a las familias
de más prestigio en la ciudad a construir sus residencias, a finales del siglo XIX, principios del XX, consolidándose como el sitio más aristocrático de la ciudad.
Sin embargo debemos distinguir que el boulevard no
presentó una fisonomía constante en todo su desarrollo por aquel entonces. La esquina de Oroño y
Córdoba parece haber articulado el sector de ostentosas residencias que denominamos Oroño Sur -de
calle Córdoba a Montevideo- tal vez por ser el paseo
que concluía en la Plaza Independencia; con otro más
modesto, Oroño Norte, que se extendió hacia la zona
ribereña, siendo la comunicación con el área portuaria.
Esa configuración se mantuvo hasta la década del 40
aproximadamente con la aparición de edificios en altura
Las casonas fueron
reemplazadas por
edificios en altura,
de escaso valor
arquitectónico.
que ocuparon indistintamente ambos sectores del paseo.
El devenir del crecimiento de la ciudad unida a la
especulación inmobiliaria determinó una sustitución
desmedida de la edificación original, principalmente
en la década del 70. Las casonas fueron reemplazadas
por edificios en altura, de escaso valor arquitectónico, modificando la escala espacial que el corredor
presentara otrora.
Las viviendas unifamiliares que aún permanecen, en
su gran mayoría, han cambiado el uso original albergando, en la actualidad, instituciones tales como
escuelas, centros médicos y oficinas.
La cabecera norte del paseo fue abierta en 1997,
permitiendo no sólo la articulación con la costa sino
también recuperar las visuales del río y del Silo Davis
que en el futuro albergará actividades culturales.
(1) Artículo 1º. Determina la propuesta de un boulevard que correrá
de este a oeste indicando localización y dimensiones, que se denominó Bv. Argentino, hoy Av. Pellegrini.
En su... Artículo 2º. Se abrirá una calle que correrá de norte de sur
a la distancia de 14 cuadras de la plaza 25 de Mayo, la que también
se denominará boulevard, construida con 40 varas de ancho y se
le colocarán dos hileras de árboles de cada lado y será construida
según el perfil dado en la plaza principal de esta ciudad. Denominado Bv. Santafesino, hoy Bv. Oroño.
(2) Plaza Independencia. Artículo 3º. Estos dos bulevares se terminarán en un punto de intersección, en una plaza cuadrada de
300 varas por cada frente. (Ordenanzas y Decretos del Honorable Consejo Municipal y del Departamento Ejecutivo, asignando
nombres a avenidas y bulevares, calles, cortadas y pasajes del
municipio. Nomenclatura. J.M. San Miguel).
AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario.
Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía (Págs. 230-231)
20
TEX TOS | DIBUJO Y ARQUITEC TUR A
Foto: Corina de los Ríos - TFA Arq. Sergio Bertozzi
El dibujo
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El dibujo. Charla “El dibujo en la actividad proyectual
del arquitecto”.
En torno al dibujo y a la actividad de dibujar se ha ido
creando una cierta trama de miedos y tabúes que
deberemos aclarar para fijar nuestra posición y actitud
frente al tema.
En general, todas las instancias de educación previas
a la universitaria (salvo excepciones) tienen hacia este
campo del saber una actitud muy “libre”, muy despreocupada y casi siempre muy desestructurada y contradictoria (desde hace tiempo se promueve comprar los
mapas o se difunden los stickers educativos que evitan
dibujar. Al mismo tiempo, en este ejemplo simple,
se está bloqueando una elemental oportunidad de
trabajo conjunto de la mente, la vista y la mano).
Es muy frecuente escuchar: “¡No soy para el dibujo!”, “¡No
tengo muy buena mano!”, “¡Mis dibujos son terribles!”,
frases que hablan de temores, de actividades no practicadas, de capacidades ignoradas o, lo que es más grave,
no escucharlo explícitamente pero detectarlo como
angustia o discapacidad “tapada” en muchos alumnos.
Ustedes han optado por esta carrera, y ella, como
muchas comprometidas seriamente con procesos
proyectuales y creativos, necesita del dibujo en sus
muy distintas modalidades y valores.
¿Por qué?
En nuestros dibujos
está el pensamiento.
En Arquitectura el dibujo está en función de; no es un
fin en sí mismo (no se debe caer en la seducción del
“dibujismo”). El dibujo es una herramienta adecuada
(la más adecuada) en nuestra actividad proyectual.
Es nuestro lenguaje para la comunicación: con nosotros mismos, con nuestros pares, con nuestros comitentes y con aquellos que intervienen en la concreción
de la obra. Nuestros dibujos esquematizan una idea,
expresan una intención, proponen un ordenamiento
espacio-funcional o explican cómo es un detalle constructivo. En nuestros dibujos está el pensamiento.
Afortunadamente, este lenguaje se adquiere, es posible
incorporarlo y desarrollarlo con trabajo y reflexión.
Hay materias (…) que incluyen específicamente los
21
códigos y sistemas gráficos, las distintas expresiones del dibujo con variadas técnicas de realización
y asumen teórica y gráficamente gran parte de los
conceptos arquitectónico- morfológicos.
En síntesis, posibilitamos la adquisición del lenguaje
con el valor y la significación de cada palabra pero
además vamos incorporando otros modos (de “decir”)
en la expresión dibujada (tanto dentro de la “prosa”
como “poéticamente”, en una asimilación al lenguaje
oral y escrito).
Arquitectura es responder con ámbitos a necesidades
humanas. Es cobijar y favorecer actividades del hombre
definiendo y construyendo espacios adecuados en un
momento y lugar particulares. En lo anterior inmediato
aludimos a la satisfacción y ordenamiento de funciones
en el espacio y a las relaciones correctas de ellas dando
una respuesta a la necesidad planteada, optimizando
concretamente esas actividades del hombre y aportando a una mejor calidad de vida, pero, dados en un
“tal momento y lugar” (al final de la frase) nos compromete histórica, cultural y hasta ideológicamente en
el “cómo entender la temática planteada, cómo interpretar las necesidades del caso y cómo dar respuesta
integral y en cada detalle”.
Estamos hablando de valores tecnológicos, morfológicos, de contextualización, valores de significación y
de reconocimiento. Este compromiso está en el diseño
del todo y de cada parte. Está en cada decisión de
diseño. Esto no es una definición ni lo intenta ser, sino,
quizás, una reflexión amplia hecha en voz alta.
Una de las implicancias apasionantes de nuestra disciplina es su fuerte carácter proyectual y creativo tal como
sucede en el diseño gráfico, el diseño industrial y otras
disciplinas o actividades. Las disciplinas proyectuales
son trabajo de anticipación: diseñamos “algo” que no
existe aún, sea una pieza gráfica, un objeto, artefacto o
una propuesta espacial posible y construible con miras
a ser. Deseamos que sea y damos una respuesta pero
eso... aún no es. No es la silla concreta a nuestra disposición para probarla, ni el ámbito al cual se accede, se
lo recorre y percibe... y se lo usa. El dibujo proyectual es
virtualidad que aspira a superar ese estado.
Es evidente, entonces, que un alumno de Arquitectura necesitará conocer las reglas del lenguaje para
luego desarrollar el suyo personal en el dibujo y aplicarlo en dos instancias absolutamente distintas: la
presentación gráfica de situaciones existentes (relevamientos, información de edificios o áreas urbanas
o de su equipamiento, etc.) y también en propuestas
a futuro (ampliaciones, reciclajes o refuncionalizaciones y proyectos originales). Ambos casos, existente
o proyectual, en su multiplicidad temática, en variadas
jerarquías y escalas de intervención.
El camino para adquirir este lenguaje en muchísimos de
ustedes ha comenzado ya durante el Curso de Ingreso;
se continúa en algunas materias específicas con cierto
Arquitectura es
responder con ámbitos
a necesidades humanas.
detenimiento y se transita en casi todas ellas. En el taller
de Arquitectura acompañando el proceso de diseño,
jugando el rol protagónico que es tema de esta charla
y en casi todas las demás como “lectura y escritura”
en eficaces representaciones o meras informaciones.
El camino se prolonga más allá de la Facultad... en la
profesión... el recorrido hará que nuestro lenguaje sea,
día a día, cada vez más pulido y ajustado.
Al dibujo, como medio de comunicación tendremos
que saber leerlo y escribirlo (seguimos en el paralelismo con la lengua) y lo podemos enriquecer conociendo expresiones gráficas muy diversas ya hechas
por otros (legado de los Maestros y +), por el estudio,
la percepción y la indagación, en un ensanche cultural
y también por la sensibilización. Todo ello, entendido
en amplio sentido global e integrador dará génesis,
aparición e impulso a una creatividad natural y sana,
siempre a nuestra disposición.
Para garantizar a posteriori el trabajo de prefiguración en cualquier disciplina proyectual es, pedagógicamente hablando y en una primer etapa, recomendable
el trabajo con la figuración.
En un lapso relativamente corto el dibujo de figuración
nos da posibilidades de controlar cuestiones como
tamaño, escala, proporciones y todos los atributos en la
espacialidad y materialidad de cada ejemplo, al tiempo
de facilitar y desarrollar las habilidades. Entonces, y con
la presentación de los contenidos programáticos (los
conceptos), se podrá dar una mejor y justificada incorporación del Dibujo al Estudiante de Arquitectura.
En poco tiempo se pueden plantear ya al alumno ejercicios, donde la imaginación o la visualización mental (o sea
previsualizar, pensar cómo se ve, aun no viéndolo), participa junto a la mano y la vista para poder llevarlo al papel.
¿En qué modalidad? El boceto. El dibujo gestual,
“blando” es aquel que más se adapta para la tarea
proyectual. Probablemente por la inmediatez en la
conjunción del pensar y el dibujar es que convierten a
este modo de trabajo como el más apto, más personal
(al tiempo que íntimo). Sólo un lápiz o lapicera o crayón
y el individuo pensando/proyectando.
22
En el pensar/dibujar de
la creatividad proyectual
del arquitecto están
presentes y combinados
todos los datos del
problema.
Todos los años previos en los que el individuo ha ido
aprehendiendo al mundo (su entorno) y aprendiendo
sobre él, asociando los conceptos a operaciones como
el asir, el manipular y el sopesar (más los réditos que
todo ello incluye), acompañado por las elementales
actividades de las primeras improntas gráficas de la
escritura con el lápiz u otra cosa similar (¿dedo? ¿palito?
¿cascote?), ha hecho que éstos elementos fueran asimilándose a una prolongación de la mano, a una parte de
ella misma, algo así como la completación de la mano
(en algunas operaciones, por supuesto)…
El circuito de enlace entre ideas y producción de rasgos
gráficos es mínimo... es elemental. No hay instrumental, ni adminículos complementarios o máquina
que forme parte y/o complique este proceso.
La expresión gestual es primigenia y visceral; es la
original, antropológicamente hablando y sobre todo es
la que puedo hacer en ese momento.
Lo anterior nos lleva a la reflexión siguiente. Si lo dicho
es cierto... entonces sería de importancia por un lado la
tanta destreza que se posea con el dibujo y, por el otro
lado, el acompañamiento y custodia del pensamiento
en ese tipo de acción... ¡Exactamente!
El boceto no solo es considerado “blando” por sus
trazos no rígidos o poco prolijos sino, también, por el
carácter de un no terminado definitivo. Las líneas y
manchas subyacen modificadas por otras dando aparición a nuevos bocetos que satisfacen en mayor grado.
En el pensar/dibujar de la creatividad proyectual del
arquitecto están presentes y combinados todos los
datos del problema, todo el entendimiento para con el
tema, todo el conocimiento que se posea de respuestas
anteriores similares, cercanas o no tanto, todas las capacidades perceptuales adquiridas y las de previsualización tridimensional desarrolladas. En fin, está presente
toda la cultura del individuo que proyecta vislumbrando y produciendo síntesis, revisiones, correcciones
y nuevas síntesis incluidas aquellas de factibilidad de
producción: la voluntad de ser de la idea.
Al acto creativo proyectual concurren, participan, las
ideas grandes y pequeñas en una propuesta, unidas
a la cultura completa del diseñador, a su nivel de
solvencia en lo metodológico y en la aplicación de habilidades comunicacionales (técnicas y dialécticas) por
medio del dibujo.
Esta charla, para cerca de 800 ingresantes a la
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata en el 2001, fue dada
durante el Curso Introductorio y por invitación del
equipo responsable a cargo.
En esa oportunidad, para establecer una mejor comunicación y favorecer la tarea docente-informativa
ante este considerable número de alumnos, se acompañó el discurso con una secuencia ininterrumpida de
proyecciones de ejemplos cuya reproducción aquí es
imposible. De aquellos que hacen a la producción de
la arquitectura, que se pueden encontrar en revistas
y libros, se cuidó en mostrar, no sólo tal obra sino su
gráfica en las distintas etapas del proceso proyectual,
con diferentes técnicas y grados de terminación, pero
(*) haciendo énfasis en presentar caminos posibles y
modos para la adquisición de una correcta lecto-escritura gráfica de la tridimensión y en cómo incentivar y
ampliar las posibilidades de este lenguaje con la explotación perceptual y conceptual, a la par del conocimiento de ajustadas técnicas expresivas.
Centeno, M. (2011). Comunicaciones. FAU UNLP.
23
Dibujo y proyecto
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1- La proyectación
No puede concebirse la proyectación arquitectónica
al margen de los procesos configurativos inherentes a
la tarea de comprender situaciones sociales y vitales y
anticipar arte­ factos edificatorios que den satisfacción
a los requerimientos explícitos e implícitos en las situaciones de partida.
Proyectar arquitectura es interpretar resolutoriamente, en precisas configuraciones que definen
modelos de edificios, requerimientos vitales y culturales, ajustándolos a condiciones productivas, ideológicas y económicas específicas.
La anticipación configurativa en forma de modelo a
alcanzar y de esquema de acción organizada, conducente a la realización del objeto, es inevitable en cualquier proceso de producción.
La proyectación arquitectónica implica el desarrollo
de imágenes configurativas respecto al ambiente y
a la materialidad edificatoria (como memoria y como
fantasía), ligadas a diversos ámbitos de significación
(productivos, representativos, funcionales, etc.) sin las
que la proyectación arquitectónica no sería posible.
Si por pensamiento arquitectónico entendemos la
actividad mental concomitante a la producción de
edificios, de la que forma parte esencial la propia
proyectación arquitectónica, resulta imposible
concebir un pensamiento arquitectónico sin un
contenido básico configural.
2. La imaginación configural
EI fundamento de las imágenes configurales no
puede estar más que en la configuralidad de la
imaginación, sólo accesible a través de la exteriorización de los contenidos imaginativos, su manipulación objetual y reflexiva y su reincorporación al
acervo imaginario mediante el discernimiento y la
memorización de las experiencias.
La exteriorización de contenidos imaginarios sólo
puede hacerse con medios expresivos adecuados. Son
medios expresivos de las imágenes configurales arquitectónicas, la propia construcción de edificios, la modelización y el dibujo (de representación).
Todos estos medios participan de un componente
genérico configural que conviene diferenciar. Proponemos denominarlo componente gráfico-configural.
La reflexión sobre las imágenes configurales expresas,
se realiza asignando significados a sus componentes
figurales y organizativos (análisis) y probando su coherencia respecto a los requerimientos y condiciones
entendidas como criterios (evaluación). La reflexión
conecta la configuración con una multiplicidad de
ámbitos de razonamiento.
Proyectar arquitectura
es interpretar
resolutoriamente, en
precisas configuraciones
que definen modelos de
edificios, requerimientos
vitales y culturales,
ajustándolos a condiciones
productivas, ideológicas y
económicas específicas.
Aun habiendo arquitecturas sin diseño, no podría
hablarse de arquitecturas a-gráficas o a-configurales.
3. ¿Lenguaje gráfico?
La hipótesis de un pensamiento configural, vecino
quizás al pensamiento inefable, asociado a un lenguaje
configural visual, es cada día más emergente.
Se relaciona este pensamiento con el origen y desarrollo de la cultura de la imagen y viene a soportar la
naturaleza de los procesos de comprensión del medio
en tanto que organización de lugares y objetualidades
características, que se exploran mediante series organizadas de movimientos y manipulaciones.
El dibujo, tal como es utilizado en el diseño de productos
de todo orden que comunican mensajes con imágenes
visuales, se revela como idioma configural genérico,
abierto a todo tipo de significaciones y susceptible de
colmar procesos cognoscitivos básicos, puestos de
manifiesto en su relación con otros lenguajes.
Que el dibujo, en cuanto esquematización gráfica configurativa genérica, asociado o no a las convenciones de
apariencia, pueda entenderse como medio por antonomasia del lenguaje configural visual no parece ofrecer
24
En la medida en que
el dibujo es un idioma
abierto con capacidad
simbólica ilimitada y,
por tanto, superior a las
aplicaciones en las que
actúa de mediador, es
el recurso inagotable
para la comprensión y la
concepción arquitectónica.
muchas dificultades si no se restringe a él el monopolio
expresivo de las dichas imágenes y se tiene en cuenta
su vinculación con el lenguaje verbal y otros lenguajes
formales más restringidos.
La concepción renacentista del dibujo como técnica
universal de ideación conformativa, artística y técnica,
basada en la hipótesis también renacentista de un
pensamiento geométrico, puede entenderse en cuanto
se considere el dibujo como lenguaje asociado a un
modo universal de explorar, concebir y expresar la
organización natural y artificial.
La fundamentación y justificación del dibujo como
lenguaje especifico relativo al pensamiento configural,
tropieza con dificultades antropológico-filosóficas
arduas. No así si se considera como medio idiomático
más afín al pensamiento configural.
El análisis de los procesos de dibujo (en cualquier
campo artístico o técnico) los identifica como procesos
de proyectación de imágenes configurativas que se
procesan en relación a campos significativos muy
dispares, mejor o peor vinculados a otros lenguajes.
4. Dibujo y proyecto
Proyectar objetos arquitectónicos puede ser el proceso
inverso de explorarlos gráficamente y representarlos,
pero en la medida en que interviene el dibujo (y el
dibujo siempre interviene cuando hay que proyectar
gráficamente) es éste el medio común de ambos
quehaceres. En la expresión y la representación, el
dibujo es lenguaje mediador con el que se traduce la
impresión inmediata, se filtra la percepción sostenida
y se procesa el sistema relacional que transcribe, tanto
la configuración formal representada como el proceder
práctico que guía y regula la representación. En el
Proyecto, el dibujo es lenguaje mediador con el que se
interpretan requerimientos, condiciones y propósitos,
con ayuda de un proceso que genera y prueba relaciones y pautas figurales hasta lograr una configuración representativa coherente.
En la representación que busca la comprensión, el
dibujo tiene una función exploratoria e interpretativa
análoga a la que necesariamente tiene que asumir en
el diseño. En la medida en que el dibujo es un idioma
abierto con capacidad simbólica ilimitada y, por
tanto, superior a las aplicaciones en las que actúa de
mediador, es el recurso inagotable para la comprensión y la concepción arquitectónica. Desde este peculiar
planteamiento, nuestro dibujo se diferencia grandemente del “Dibujo Artístico”, y no se contradice para
nada con el dibujo “Convencional”. La gran diferencia
con el dibujo artístico no está tanto ni en las referencias que se utilizan, aunque en nuestro caso siempre
sean espaciales, ni en los procedimientos de representación, que son subsidiarios de la cultura gráfica en
general, sino en su sentido ya que, frente a la representación autónoma en su formalidad, propia del arte
plástico dibujado, a nosotros nos interesa el grafismo
como técnica mediadora del quehacer arquitectónico.
Un diseñador alcanza la habilidad deseada no cuando
es capaz de pensar gráficamente, sino cuando es capaz
de servirse del dibujo para entender e idear procesativamente el medio artificial.
De la Riva, J. (1986). Dibujo y proyecto. Catedrático
de la E.T.S. de Arquitectura de Madrid
25
SEMANAS
3 4
&
26
ACTIVIDADES PROGRAMADAS
a·
El docente explicará los objetivos del ejercicio de las semanas 3 y 4, así como la
distribución de tareas.
b · Los alumnos trabajarán en la comprensión y puesta en debate de los textos
seccionados para esta etapa de trabajo. Las actividades de lectura supondrán
trabajo tutorizado o supervisado con claras consignas asociadas a la producción
escrita y/u oral.
c·
Se visitarán exteriormente las obras seleccionadas.
d · El profesor conducirá la práctica hacia la elaboración de los dibujos necesarios
para la comprensión y comunicación del ejemplo elegido de los seleccionados en
esta publicación.
A tal fin se explicarán nociones de escala y conceptos básicos en las proyecciones paralelas.
El trabajo de interpretación se reforzará con el problema de la escala, se sugiere
evitar “atajos” (fotocopias, coeficientes de ampliación y/o reducción, etc.) y promover mecanismos que permitan a los alumnos arribar a conclusiones razonadas (deducción y reconocimiento de la escala gráfica).
El trabajo se desarrollará en forma grupal, distribuyendo el docente los dibujos de manera que cada alumno realice una experiencia completa (planta y
alzado significativo).
Nota: no se pretende el aprendizaje del “sistema” a nivel justificativo sino la introducción a su reconocimiento
normativo y una primera aproximación al código gráfico como instrumento de interpretación.
e · La entrega constará de un juego de geometrales (por equipo) seleccionado por
el grupo, fotos de la maqueta de estudio (proceso) y un relato escrito que sintetice lo
reflexionado acerca de: las ideas principales que se exponen en los textos y la observación de los casos trabajados (hojas tamaño A3).
f
· Se complementará la interpretación gráfica con la producción de un modelo
espacial (maqueta física) de alguna de las obras que figuran en la publicación, que
complemente y facilite la interpretación de la forma y el espacio. Esta se realizará
con materiales de simple factura para permitir correcciones y ajustes en el transcurso del trabajo. Se registrarán fotográficamente estas etapas.
g · En el espacio áulico los alumnos tendrán que reflexionar sobre de lo que hubieren
registrado, valorando el contenido y distinguiendo, las distintas “miradas” sobre un
mismo hecho; reconociendo los diferentes códigos (gráfico, gestual, verbal, etc.), así
como las posibilidades y limitaciones de cada uno.
h · En el último encuentro se llevará adelante una exposición reflexiva de todo lo
producido a lo largo de las cuatro semanas del desarrollo del CAU.
27
TEX TOS | L A OBR A DE ARQUITEC TUR A
Cueva, cabaña, casa
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Sobre el habitar CUEVA, CABAÑA, CASA. Primero fue
la cueva. El hombre, animal con una clara racionalidad todavía poco desarrollada, poco desplegada,
para guarecerse del frío y de la lluvia, y para defenderse del ataque de otros animales irracionales, se
refugió en la cueva. La tierra, la roca, lo pétreo, lo
pesante, lo oscuro, acogió en sus entrañas al hombre.
Y aquella racionalidad, con toda su capacidad de creación, imprimió las huellas de su imaginación, de su
memoria, sobre aquellas paredes, pintándolas.
Después vino la cabaña. El hombre pensó que podía
construir lo tectónico. El pájaro construía su nido y
la abeja su panal con unas leyes impresas, difíciles
de describir pero con perfecta y ciega exactitud. El
hombre comprendió, aunque todavía de manera
inconsciente, las leyes de la gravedad y levantó su
cabaña. Con troncos y ramas, cueros o con piedras,
o con barro y paja, o con bloques de hielo, Y siempre
con la razón que, también de una manera poco consciente, mucha intuición y consustancial con la naturaleza, empleaba mecanismos geométricos y principios
estructurales básicos, elementales e imprescindibles.
Y aunque también fuera para guarecerse y para defenderse pudo ya, con más libertad que con la cueva,
elegir el sitio, decidir el lugar y la forma de su estancia.
Y su capacidad de creación, que en la cueva fue de la
mano de la pintura, se manifestó aquí -así querría yo
entenderlo- de la mano de la arquitectura, de la más
primitiva arquitectura. El hombre pudo ya decidir el
lugar en el que asentarse y la forma de la arquitectura
que le acogía.
La Arquitectura fue una
manifestación más,
quizá la más humana,
de la cultura.
Y al final llegó la casa. El guarecerse y el defenderse
se transformaron en el habitar. Y el hombre, dominando ya el espacio, conformado por los correspondientes planos, concibió la posibilidad de controlarlo.
De proporcionarlo. Y vio que con la luz enriquecía su
obra. Y así, dominando la gravedad y la luz, de manera
ya más consciente, perfeccionó la Arquitectura. Y la
Arquitectura fue así una manifestación más, quizá
la más humana, de la cultura. De esa cultura que va
decantando el pensamiento del hombre a lo largo de
los tiempos. Si el hombre como animal se refugió en la
cueva y como racional construyó la cabaña, el hombre
culto, creador, concibió la casa como morada para habitarla. Y en eso estamos.
Campo Baeza, A. (2012). Tu casa, tu museo,
tu mausoleo. Recuperado de http://oa.upm.
es/32861/1/TU_CASA.pdf
28
¿Qué es la casa?
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¿Qué es la casa?... probablemente, alguna vez hemos
formulado o nos ha llegado esta pregunta, pero sin
aguardar una respuesta, la que de intentarse no sería
tan fácil ni sencilla como a primera vista puede parecernos. En realidad, como todas las cosas que frecuentamos y que más cerca está de nosotros, la casa forma
parte de una experiencia permanente que hace parecer
innecesaria la definición. Y sin embargo, a poco que se
piense, la casa se dibuja como un organismo complejo y
sutil que por el mismo hecho de que a todos nos atañe
en alguna medida merece que se le preste atención.
A partir de allí puede anticiparse que la definición del
diccionario no será capaz de satisfacer nuestra mínima
curiosidad. Si se quiere, no es inexacto que la casa sea un
edificio o parte de él destinada a habitación humana. Por
el contrario, se diría que es excesivamente preciso y tal vez
por ello excesivamente pobre en su síntesis. Porque la casa
se relaciona con la vida y porque en sí misma tiene un algo
vital que la distancia definitivamente de un objeto común.
Nuestras vidas están inevitablemente ligadas a la casa.
El fervor más antiguo de nuestras viviendas primeras,
las imágenes recónditas de la infancia tienen eco en sus
muros, a veces con ese tenue resplandor de una irrecuperable felicidad, otras con la nostalgia de lo que ya no
existe o el frío desapego por ingratas evocaciones, ya
que ella es el escenario del drama cotidiano de la vida.
¿Se trata entonces de una subjetiva resonancia humana
que proyectamos a la casa? Quizás, pero de cualquier
modo y lejos de esa interpretación personal la casa ha
procurado a la sociedad el ámbito fundamental y la seguridad para el enraizamiento del hombre en la tierra, su
interpretación de la realidad y al formación y consolidación de las relaciones familiares, cimientos de la condición
social que ha permitido a la especie humana sobrevivir
en un mundo naturalmente difícil y lleno de peligros., A
la voluntad de sobrevivencia del hombre hay que atribuir además su capacidad de adaptación a climas tan
extremos como los trópicos o las regiones polares.
En ese ambiente natural, de por sí inconfortable, el hombre
afirmó su voluntad transformadora procurándose en
primer término un refugio que le permitiera desarrollar su
actividad cotidiana con un mínimo de comodidad y privacidad. En países muy llano con grandes espacios abiertos
desprovistos de bosques, como en Irak o Egipto, es común
que la gente se recoja a conversar en ligeros para vientos
especialmente construidos, en los trópicos, livianos cobertizos protegen del sol y el aguacero; el habitante más desheredado del globo, el indio de Tierra del Fuego, construye con
ramas y cuero abrigos que a duras penas lo asilan de la inclemencias del tiempo. La comodidad es una conquista artificial y significa una serie de condiciones ambientales que
facilitan al hombre su trabajo y su descanso. Si en el exterior
hace frío, el interior debe ser abrigado, y por el contrario, si el
ámbito externo es caluroso, dentro debe ser fresco; contra
la luz excesiva, la penumbra tranquilizante. La comodidad,
se comprende, no se reduce a la casa. El hombre la lleva
en sí mismo, en su propio cuerpo, para el que ha perfeccionado vestimentas que están lejos de las pieles con que
nuestros antecesores ponían valla a los rigores del invierno,
pero con los que mantiene una inevitable relación: la comodidad. Pero así como el hombre ha precisado vestimentas
para envolver su cuerpo, así también ha concebido un
ropaje para envolver su vida familiar, su trabajo y hasta sus
placeres, inclusive los multitudinarios, como lo denuncian
las tribunas abiertas de los estadios deportivos; el Coliseo
de Roma, por ejemplo, con su velum, especie de toldo que
cubría, o el llamado astrodome de Houston (EEUU), estadio
cubierto con capacidad para 66 mil personas sentadas, que
gozan de aire acondicionado.
La comodidad se comprende,
no se reduce a la casa.
La casa se nos ofrece así como un espacio confortable para
el hombre, que responde al modo de vida de su habitante y
a las características climáticas del paisaje donde se levante.
Pero esta definición así esbozada no resulta todavía satisfactoria: ese espacio construido por el hombre debe ser
proporcionado. En efecto, se trata de lograr una distribución inteligente y adecuada de las distintas partes de la
casa, con una armoniosa relación inter espacial y una fácil
y natural fluencia interior. Esa proporción no se reduce al
ámbito interior de la casa. Vale también para los cerramientos, para la comunicación y el paso entre dos dimensiones tan alejadas como son el adentro del afuera de esta
orgánica estructura que de tal modo comienza a revelar
una complejidad en principio no supuesta. Y cuando más
reducida es la casa, más difícil resulta logra esa proporción.
Y que en menor espacio deben resolverse con armonía los
requerimientos actuales de una familia común pero con
una personal manera de vivir….la palabra casa, que en la
formación del idioma reemplazó a domus, viene tal vez de
cpsa (caja), porque como la caja o el arca es el secreto de la
familia. Domus dio en cambio en domicilio. De Domus se
origina dominus, “señor”, porque el amo de la casa era el
señor. La casa, domus, fue el primer dominio del hombre…
Sacriste, E. (1968). ¿Qué es la casa? Colección
Esquemas. Argentina: Ed. Columbia 91 (Págs.18-20).
29
Arquitecto de casas
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Útiles para la formación del arquitecto de casas
1. La reflexión sobre las transformaciones sociales y
arquitectónicas de los diversos recintos de casas destinados a determinadas funciones es ilustrativa, no para
caer en fantasías nostálgicas o historicismos sino para
entender cómo ha de ser la arquitectura actual capaz
de albergar las diferentes actividades relacionadas
con la vida en casa. Sólo sabiendo de dónde venimos y
dónde nos encontramos podremos hacer prospectiva.
De este modo, puede ser de gran provecho el estudio
de la evolución de algunas partes de la vivienda,
como la cocina, el baño, la sala de estar, los dormitorios, el comedor; la desaparición de otras zonas, como
drawing-room la aparición de nuevas como la family-room, la tv-room la computer-room. Esta reflexión
puede comportar una elucubración sobre las tendencias actuales y su futura evolución.
2. El conocimiento de aquellos elementos de composición arquitectónica más propios de la arquitectura
doméstica: atrio, hall, salas, porches, galerías, patios,
tribunas, balcones, etc., es de gran interés para tenerlos
en cuenta y reconocer la riqueza que contienen. Este
conocimiento permite no descuidar la necesaria figuración de los espacios de la vivienda. Figuración que,
en la arquitectura moderna, fue relegada en aras de
potenciar otros componentes como la funcionalidad, la
eficacia, la practicidad, la higiene o la estandarización,
pero que, una vez ya asumidas éstas por el productivismo, conviene contrapesar.
3. También es útil que este conocimiento venga
acompañado por el repaso de algunos ejemplos de
entre los más logrados de la arquitectura doméstica y de los prototipos de edificios para viviendas
concebidos hasta hoy.
2. En relación a la implantación existen dos formas
opuestas de casa: la casa urbana y la casa suburbana.
Según su situación en la ciudad o fuera de la misma,
relacionadas respectivamente a formas intensivas de
agregación de viviendas con las más altas densidades
y alturas, o a formas extensivas de baja densidad y
menor altura. Las dos formas de implantación están
también históricamente asociadas a dos actividades
diferenciadas: la primera, relacionada con el negocio
(o trabajo y negación del ocio), y la segunda con la idea
de la villa o casa situada en el campo y destinada al
ocio y al descanso. Entre ambas formas extremas hay
otras intermedias: desde las ciudades-jardín hasta
las torres o bloques de pisos hay una escala de soluciones como los inmuebles villa, con la clara voluntad
de conciliar los dos polos.
3. En relación a la organización social podemos distinguir las viviendas para familias o las destinadas a colectivos específicos, como viviendas para la gente más
mayor o las que se destinan a estudiantes. Dentro
del ámbito de las familiares la distinción más habitual
es la de unifamiliares o plurifamiliares. También en la
historia social hay organizaciones colectivas, en cierta
manera alternativas a la familia tradicional, dentro de
sociedades igualitarias, que han dado lugar a ejemplos
arquitectónicos de gran interés, como por ejemplo el
Falansterio, el Familisterio o las casas-comunas; son
éstas formas colectivas de residencia que han abierto
el camino hacia otros tipos de edificios no considerados estrictamente viviendas, como son las residencias de estudiantes, las de la llamada tercera edad, las
que se dedican al descanso y al ocio o incluso las de
paso transitorio, como los hoteles, etc….”
AAVV (2001). Introducción a la arquitectura.
Conceptos fundamentales. Barcelona. Ediciones UPC
Formas de la vivienda. Clasificaciones
1. En relación a la cantidad podemos distinguir entre
vivienda masiva y exclusiva: la vivienda masiva, concebida por su construcción en conjuntos de cierta
dimensión, pensada para unos usuarios anónimos; y
la vivienda exclusiva concebida especialmente para
unos usuarios concretos. En el primer caso, el papel
de los sistemas de agregación es fundamental para
definir los conjuntos de viviendas. Estos sistemas de
agregación comportan al mismo tiempo los sistemas
de acceso a las viviendas, generalmente a través de
espacios de uso común.
30
Edificio De Bernardis | Bv. Oroño 393
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Autor: Arq. Ermete De Lorenzi, Otaola y Roca
Fecha: 1939
En este edificio de rentas, los proyectistas avanzan en
la búsqueda ya presente en el edificio de La Comercial
de Rosario: el formular un lenguaje más coherente con
los tiempos modernos que vivían puesto que el tradicional edificio de renta adoptaba distintos lenguajes
arquitectónicos, propios del eclecticismo imperante.
Esta obra se traduce en un interesante juego de formas
puras. Los volúmenes simples y sin ornamento, se
adosan, se recortan, se convierten en planos mínimos
o en líneas que se suceden, unas a otras, conformando
espacios semicubiertos.
La composición mesurada interpreta y propone la articulación de la esquina a través del volumen del primer
piso mientras que la planta baja, de mayores dimensiones que las plantas superiores, respeta el retiro de
servidumbre de jardín.
AAVV. (2003) Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía.
Foto: Arq. Damián Ángel Villar
Edificio De Bernardis
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Al igual que el Gilardoni, este edificio se separa de las
medianeras, pero aquí la experimentación volumétrica
es llevada al paroxismo mediante los quiebres de perímetro que no solo se dan en horizontal sino también
en vertical, produciendo recortes que evidencian el
trabajo de las masas por sobre el de las superficies.
Este trabajo es realizado mediante una sucesión de cinco
plantas con algunas diferencias entre sí, para generar
movimiento y singularidad. El tema de la variedad es
llevado al extremo, renunciando a las ventajas de la
repetición propias del género, que además servían
para definir un cuerpo medio homogéneo y no poner
en cuestión el esquema tripartito. Su escasa altura y
su condición exenta lo aproxima al esquema de los
palassini romanos, que De Lorenzi consideraba como
alternativa para sustituir las residencias asiladas de
principios de siglo, sin poner en riesgo el carácter que
estas habían dado al Bulevar Oroño.
Rigotti, A. M. Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras
completas. Rosario. Ediciones A&P (Pág. 156)
Foto: Arq. Damián Ángel Villar
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Casa Racciatti | Bv. Oroño 396
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Autor: Arq. Ermete De Lorenzi, Otaola
Fecha: 1937/8
La ubicación en esquina permite trabajar en contrapunto la fachada casi cuadrada sobre el lado menor
y otra sumamente apaisada, cuyas proporciones se
acentúan con la descomposición del plano en bandas
horizontales. El eje de rotación está a cargo de un
volumen blanco recedido que se despega del zócalo
de piedra por la línea de ventanas y es reforzado por
un balcón de formas rectilíneas: todos recursos ensayados con mayor éxito en el croquis de la casa Dolce.
En el proyecto, sin embargo, la aparición de un motivo
de un motivo decorativo sobre la arista hubiera dado
continuidad al plano de fachada funcionando como
fondo, en una operación similar a la incorporación de
tipografía en el edificio Cahina.
El ambiente familiar se alinea con el ingreso, situación acentuada por la simplificación y eliminación
de las antecámaras. La incorporación del hall y la
escalera genera un eje transversal que ordena los
espacios públicos.
La disposición en departamentos del íntimo aparece
más como una estrategia para conformar la planta
que como una graduación de la privacidad. Un dormitorio para los hijos comparte llamativamente el baño
y la antecámara con el dormitorio matrimonial donde,
sin embargo, se trabaja con una sucesión de filtros:
boudoir, sala y alcoba.
Rigotti, A. M. Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras
completas. Rosario. Ediciones A&P (Pág. 134)
Foto: Arq. Damián Ángel Villar
Imágen: Archivo de Biblioteca de la FAPyD - UNR “Arq. Don Hilarión Hernández Larguía”
Foto: Arq. Damián Ángel Villar
32
BIBLIOGRAFÍA
AAVV. (2004). Diccionario de Arquitectura Argentina. Buenos Aires. Ed. Clarín.
AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed.
Junta de Andalucía.
AAVV. (2001). Introducción a la arquitectura Conceptos fundamentales Barcelona.
Ediciones UPC.
CAMPO BAEZA, A. (2012). Tu casa, tu museo, tu mausoleo. http://oa.upm.
es/32861/1/TU_CASA.pdf
CENTENO, M. (2011). Comunicaciones. FAU-UNLP
ELIO NAVARRO, H. (2007). Geografía Urbana. Argentina: Facultad de Humanidades
de la Universidad Nacional de Catamarca.
FRATARELLI, N. Aproximaciones a la Ciudad Medieval. Contratiempo. Revista de
pensamiento y cultura. Buenos Aires Argentina. http://www.revistacontratiempo.
com.ar/fratarelli_ciudad_medieval.htm
RIGOTTI, A. M.Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras completas. Rosario. Ediciones
A&P.
DE LA RIVA, J. (1986). Dibujo y proyecto. Catedrático de la E.T.S. de Arquitectura de
Madrid.
SACRISTE, E. (1968). ¿Qué es la casa? Colección Esquemas. Argentina: Ed. Columbia
91.
ZUMTHOR, P. (2004). Enseñar arquitectura, aprender arquitectura. Pensar la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gilli.
JACOBS, J. (1961). The Death and Life of Great American Cities. (Ed. original publicada por Random House Inc., Nueva York. Ediciones Península, Madrid. Recuperado
de http://habitat.aq.upm.es/boletin/n7/ajjac.html
33
INFORMACIÓN ACADÉMICA
Asignaturas 1º Año
01.01
Introducción a la Arquitectura | Anual
01.02
Expresión Gráfica I Anual
01.03
Materialidad I Anual
01.04
Física | Anual
01.05
Matemáticas | Cuatrimestral
01.06
Epistemología | Cuatrimestral
Ver Calendario Académico 2016
Ver Plan de Estudios
INFORMACIÓN INSTITUCIONAL
Dirección de Alumnado
Lunes a viernes de 9 a 11 hs. y de 18 a 20 hs.
4808531 al 35 Interno 111
[email protected]
Secretaría de Asuntos Estudiantiles
Lunes a viernes de 8 a 14 hs
4808531 al 35 Interno 109
[email protected]
Ver Guía de trámites | preguntas frecuentes
Ver Becas UNR
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UBICACIÓN CUR
Colectivos que llegan
101 negro
101 rojo
102 negro
102 rojo
115
131
132
144 rojo (días hábiles hasta
las 22 hs. sáb no circula)
145 (Cabín 9, Pérez)
145 (Rosario, Pérez, Soldini)
K
Ronda del Centro (días
hábiles hasta las 22 hs. Sáb.
no circula)
Ronda CUR SUR (días
hábiles de 6 a 23 hs. Sáb. no
circula)
Bedelía » Los objetos olvidados
en las aulas deben ser
reclamados en la oficina de
Bedelía (1º Piso).
Bicicletero » A la derecha
del ingreso principal de la
FAPyD hay un espacio accesible y seguro destinado al
estacionamiento de bicicletas
(traer linga o cadena).
App gratuita » ¿Cuándo
llega? Sirve para saber los
horarios en que pasan los
colectivos. Tiene una versión
móvil compatible con
Android, iOS y Windows.
147 » Línea telefónica gratuita que brinda información
sobre las líneas de transporte.
Funciona las 24 hs.
Planos / Info Útil / Links de interés
35
BIBLIOTECA “ARQ. DON HILARIÓN HERNÁNDEZ LARGUÍA”
4808531 al 35 int 112
http://www.biblioteca.fapyd.unr.edu.ar
Referencia | Circulación y Préstamos | Hemeroteca
Lunes a viernes 7:30 hs a 13:30 hs y de 14:30 hs a 20:30 hs.
Salas especiales
Sala de Investigación Agr. Alberto Montes y Sala de Arte
Arq. Hilarión H. Larguía
Lunes a viernes de 8 hs a 11 hs y de 15 hs a 17 hs.
Sala de Lectura Silenciosa
Lunes a viernes de 7:30 hs a 13:30 hs y de 14:30 hs a 20hs.
Servicios
Recomendaciones para nuevos usuarios
Reglamento
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36
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