VISION GLOBAL-Una se�l del PRD y el PRM Escrito por Por Nelson Encarnaci� Domingo, 22 de Marzo de 2015 12:03 <p><img class="caption" src="images/stories/opinion/nelson-encarnacion.jpg" border="0" alt="nelson" align="left" />Aun cuando el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, ha declarado que la decisi� o no de una modificaci� constitucional est�en manos del ex presidente Leonel Fern�dez, el asunto no parece ser ni verdad ni tan sencillo.</p> <p>Y no lo es por una serie de circunstancias que deben darse para emprender una tarea de la magnitud de una reforma que permita la reelecci� presidencial consecutiva, que si bien recibe el benepl�ito nominal de algunos sectores, eso ser� hasta que se concretice el proyecto.</p> <p>Hace unos d�s, cuando la C�ara de Diputados aprob�en primera sesi� el proyecto de ley de organizaciones pol�icas, se produjo un movimiento que muchos pasaron sin advertir su importancia en las circunstancias actuales que vive la Rep�blica Dominicana.</p> <p>Me refiero al hecho de que el PRD y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) lograran coincidir y aprovechando la reacci� de sectores de la llamada sociedad civil, evitaron que el proyecto se conociera en segunda lectura.</p> <p>Tras esa coincidencia de prop�itos entre dos fuerzas que se contraponen, el Partido de la Liberaci� Dominicana, patrocinador de la pieza legislativa, decidi�retirarla y entrar en negociaciones.</p> <p>Lo que quiero resaltar es que si el PRD y el PRM pusieron sus diferencias a un lado y aunaron sus voces para evitar la aprobaci� de la ley de partidos sin consenso, hay que suponer su actitud en caso de que se presentara en el Congreso una iniciativa tendente a modificar la Constituci� de la Rep�blica para reponer la reelecci� presidencial consecutiva.</p> <p>El trance para conseguir los votos suficientes para modificar la Carta Magna ser� dif�il, si tomamos en cuenta que el l�er del PRD, Miguel Vargas Maldonado, se puede considerar coautor de la enmienda constitucional que en 2010 prohibi�la reelecci�.</p> <p>Vargas Maldonado ha reiterado su oposici� a la enmienda constitucional, precisamente por tratarse de un tema que � abord�con el entonces presidente Leonel Fern�dez y que el ya candidato presidencial del PRD reivindica como un reconocimiento al extinto l�er perrede�ta Jos�Francisco Pe� G�ez.</p> <p>�Est�Vargas Maldonado en capacidad de controlar su bancada si se produjera la declaratoria de la necesidad de reformar la Constituci�?</p> <p>Es una interrogante muy dif�il de responder en estos momentos, primero porque el tema de la reforma constitucional no ha pasado de declaraciones medi�icas, y segundo, porque en el ambiental parlamentario se juegan muchos intereses que no siempre responden a la prioridad de los lideres.</p> <p>En cuanto a la bancada del PRM tambi� cabr� la pregunta, y por igual se le aplicar� la duda, ya que muchos de los legisladores de esa corriente tendr�n dificultades para hacerse nuevamente de un curul, y pudieran sentirse alentados a sucumbir a cualquier tentaci�, aunque se duda que el presidente Danilo Medina pueda consentir en que se busque una enmienda mediante el soborno.</p> <p>Aunque, hablando recientemente con un dirigente del PRM fue sincero y advirti�que ante tal eventualidad ni Hip�ito Mej� ni Luis Abinader estar�n ciento por ciento seguros de que sus legisladores pudieran mantenerse inc�umes a un intento de soborno.</p> <p>En conclusi�: mi razonamiento adonde quiere conducir es a poner de relieve el hecho de que en la discusi� de la ley de organizaciones pol�icas, PRD y PRM, protagonistas de una reciente divisi� casi cruenta, se hayan puesto de acuerdo para impedir la aprobaci� de una legislaci� menor, lo cual indica que aun para cuestiones coyunturales son capaces de coincidir, m�ime cuando se refiere a un tema crucial como ser� la enmienda constitucional.</p> <p>De ah�lo escabroso que resultar� modificar la Constituci�, si para lograrlo�aun con todo el PLD de acuerdo--, se tendr�n que tocar las puertas de las formaciones opositores que conservan las llaves.</p> <p><strong>Por Nelson Encarnaci�</strong></p> 1/1