VACUNA TRIPLE VÍRICA Y CASOSS DE AUTISMO

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VACUNA TRIPLE VÍRICA Y CASOSS DE AUTISMO: NO EXISTE
EVIDENCIA DE RELACIÓN
La relación que se sospechaba entre la vacuna triple vírica de parotiditis,
sarampión y rubéola (Triviraten®, Vacuna Triple MSD®) y los casos de
autismo, no se ha constatado en estudios recientes. Los resultados de estudios
epidemiológicos no encuentran relación entre esta enfermedad, autismo, y esta
vacuna como se había apuntado hace unos años.
En 1998, los resultados de un estudio apuntaban una posible asociación entre
la vacuna de sarampión, parotiditis y rubéola (Triviraten®, Vacuna Triple
MSD®) y la aparición de autismo (Wakefield y col. Lancet 1998; 351: 637-41),
pero solo se basaba en una serie de casos. Posteriormente se han publicado
los resultados de otros estudios que han refutado los anteriores (Lancet 1999;
353: 2016-29).
Recientemente, dos estudios han comparado los datos de vacunación con la
incidencia de diagnósticos de autismo, utilizando datos del Reino Unido (BMJ
2001; 322: 460-3) y de California (JAMA 2001; 285: 1183-5). En ambos
estudios se encuentran niveles superiores (de 5 a 7 veces) en el número de
casos de autismo que se diagnosticaron durante los periodos en los que las
tasas de vacunación con la vacuna triple vírica (parotiditis, sarampión y
rubéola, o PSR) fueron estáticas (alrededor del 97%) en un estudio (del Reino
Unido) o incrementado en un pequeño porcentaje (10%) en el de California. El
incremento en la vacunación de PSR no puede explicar el incremento en el
diagnóstico de autismo en ambos estudios. Un estudio adicional no ha
constatado asociación entre la vacunación de PSR y un síndrome distinto al
autismo que implica regresión o con diagnóstico de autismo con síntomas
gastrointestinales (Pediatrics 2001; 108: e58). En una reciente revisión se ha
sintetizado toda la evidencia que existe acerca de la asociación de vacuna de
PSR y autismo (CNS Drugs 2001; 15: 831-7).
Más recientemente, la Academia Americana de Pediatría ha publicado sus
conclusiones tomadas en una conferencia en junio de 2000 en Illinois
(Pediatrics
2001;
107
(5):
e84;
http://www.pediatrics.org/cgi/content/full/107/5/e84) sobre que no hay evidencia
disponible que constate la asociación entre la vacuna de sarampión,
parotiditis y rubéola (Triviraten®, Vacuna Triple MSD®) y autismo o
enfermedad intestinal. El American Institute of Medicine ha llegado a la misma
conclusión
en
relación
con
el
autismo
(http://www.nap.edu/catalog/10101.html?se_side).
En la conferencia celebrada en Illinois sobre “Nuevos desafíos en la
inmunización infantil”, y patrocinada por los Centros de Control de
Enfermedades y Prevención (CDC) de los EE.UU., asistieron representantes de
varios comités de pediatría, médicos, científicos y padres, con un grupo de
expertos para revisar la evidencia de los que se sabe sobre enfermedades
autistas (patogénesis, epidemiología y genética), y lo que se conocía desde
1998 sobre la relación supuesta entre la vacuna triple vírica, del sarampión y la
enfermedad inflamatoria intestinal.
En el informe final publicado en 2001 reúne las conclusiones y resultados
(Pediatrics
2001;
107
(5):
e84;
http://www.pediatrics.org/cgi/content/full/107/5/e84), y los más importantes se
recogen en la tabla II
§
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§
§
El autismo es una enfermedad compleja de origen difuso y
probablemente con múltiples etiologías.
La rubéola, a nivel intra-uterino, es una causa conocida de autismo.
Puede que exista un desarrollo anormal del cerebro en el autismo antes
de las 30 semanas de gestación.
Datos obtenidos en animales demuestran la plausibilidad biológica de
que la exposición a agentes infecciosos o medioambientales
desconocidos pueda causar enfermedades de tipo del autismo.
Tiempo después de la introducción de la vacunación masiva de la
vacuna triple vírica en los EE.UU. en 1971 se detectó un aumento de
enfermedades del tipo del autismo.
Algunos niños con enfermedades del tipo del autismo tienen síntomas
gastrointestinales, pero no se ha constatado un incremento de las tasas.
La administración independiente de las vacunas del sarampión,
parotiditis y rubéola no ofrece ningún beneficio sobre la administración
de la vacuna triple vírica, y se podrían ocasionar retrasos u olvidos en la
vacunación.
Es preciso realizar un continuo esfuerzo científico para identificar las
causas de las enfermedades del grupo del autismo.
Tabla II: Conclusiones de la Conferencia en EE.UU. sobre autismo y
vacuna triple vírica.
Este informe es de gran utilidad, tanto para los profesionales sanitarios que
participan en las vacunaciones infantiles. Por supuesto es de gran interés para
los padres. También es recomendable consultar en la propia página web de los
Control
Diseases
Centers
(CDC)
en
http://www.cdc.gov/vacsafe/concerns/autism. Recientemente, se ha actualizado
un informe divulgativo sobre las características del autismo y sus posibles
causas
conocidas
en
la
página
web
de
los
CDC:
http://www.cdc.gov/od/nvpo/fs_tableVII_doc1.htm.
Recomendación
A modo de recomendación, solo cabe animar a mantener la vacuna de
sarampión, parotiditis y rubéola (Triviraten®, Vacuna Triple MSD®) en las
campañas de vacunación, en beneficio de la población, anulando toda duda
con relación a su posible relación con el autismo y otras enfermedades
relacionadas. Los esfuerzos deben ser menores en probar la ausencia de
asociación entre la vacuna triple vírica y el autismo, y por el contrario, deben
ser mayores en intentar encontrar las causas del autismo y poder aportar
ayuda al respecto.
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