Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles “MEMORIA, 1 CULTURA Y NUEVAS NARRATIVAS JUVENILES” RAUL ZARZURI C. RODRIGO GANTER S. SANTIAGO, MARZO 2002 Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 2 INDICE PRESENTACION 5 I.- INTRODUCCIÓN 9 II.- LA PROBLEMÁTICA 16 III.- ALGUNOS EJES Y TRAYECTORIAS DEL TRABAJO SOBRE EL CAMPO JUVENIL EN CHILE 22 3.1.- Los jóvenes estudiantes: la generación rebelde 3.2.- Los jóvenes como juventud popular: la “generación perdida” 3.3 Un intento por interpretar a la los jóvenes de los noventa IV.- EL EJE CULTURAL: DE CULTURAS Y TRIBUS 23 26 33 4.1.- Sobre los jóvenes y juventud 4.2.- Las Cultura(s) Juvenil(es) 4.3.- Las culturas juveniles en clave de Ruptura Generacional 4.4.- Las culturas juveniles en clave “Tribus Urbanas” 34 35 37 39 V.- MEMORIA Y JUVENTUD 43 5.1.- La Memoria como Discontinuidad en la Escena Juvenil Contemporánea 5.2.- Sobre la noción de memoria y las posibilidades constituidas De un sujeto para la memoria juvenil VI.- MANIFESTACIONES JUVENILES CONTEMPORANES: EL GRAFFITI Y LA MUSICA 6.1.- El graffiti 6.2.- La Música 6.1 La música como dispositivo de producción simbólica 6.2 La (est)ética del rock en los estudios culturales y subalternos Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail 23 [email protected] 43 46 52 52 57 57 59 Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles VII.- UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA A LA COMPRENSION DE LAS CULTURAS JUVENILES (POST)MODERNAS 7.1.- Construyendo un Lugar Provisional para Observar el Campo Juvenil 7.2.- Los Afectos como Posibilidad Constitutiva de la Subjetividad Juvenil Contemporánea 7.2.1.- Los afectos en el cuerpo y el cuerpo de los afectos 7.2.2.- La metrópolis como multitud de afectos 7.2.3.- Pensar la afectividad como experiencia del afuera VIII.- DESVELANDO LAS CULTURAS JUVENILES 65 65 68 75 78 80 86 8.1.- Constituyendo la tribu 8.2.- Organización interna 8.3.- Las socialidades grupales 8.4.- Entre grupos 8.5.- Relaciones institucionales 8.8.- Quiénes somos, con quiénes nos identificamos? 8.9.- La identificación con la música Hip Hop: ¿De música ligera? 8.9.1.- El Hip Hop visto como una cultura 8.9.2.- Letras y canciones 8.9.3.- Haciendo música 8.10.- El arte de pintar: El Graffiti 8.10.1.- La organización del pintar 8.10.2.- Graffitis v/s Muralismo 8.11.- Marcando diferencias; Toys y Flaiters 8.12.- Las drogas: Tan cerca y...¿tan lejos? 8.13.- El país en que vivimos 8.14.- La política: Un distanciamiento generacional 8.15.- Significando la ciudad: la cultura de la calle 8.16.- Mirando el futuro IX.- DOS ESTUDIOS DE CASO 86 88 91 94 96 96 99 99 102 103 104 107 109 110 111 112 115 118 120 122 9.1.- Mirando desde el Rock 9.2.- La Legua York 9.2.1.- Objetivos del grupo 9.2.2.- Las coordinaciones: Hiphoplogía 9.2.3.- A Futuro Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail 3 122 127 130 132 134 [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles X.- DE MEMORIAS, ESTETICAS Y POLITICAS: LAS CULTURAS JUVENILES EN LA ENCRUCIJADA DEL NUEVO MILENIO 10.1.- Consideraciones preliminares 10.2.- El diagnóstico generacional de una memoria epocal 10.2.1.- La herencia de un sistema global de subordinación 10.2.2.- La herencia de un sistema local de subordinación 10.3.- Las estrategias de las memorias de la resistencia 10.3.1.- Disidencias culturales y Antagonismos Juveniles 10.3.2.- Insubordinaciones urbanas y resignificación cultural 10.4.- Las relaciones entre la memoria del descontento y la memoria oficial 4 135 136 142 142 146 150 150 153 156 A MODO DE APERTURA 162 BIBLIOGRAFIA 169 Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 5 PRESENTACION El presente texto da cuenta de los resultados obtenidos en la investigación “MEMORIA, CULTURA Y NUEVA NARRATIVAS JUVENILES", ejecutado por un equipo de investigación perteneciente a la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, compuesto por Raúl Zarzuri C1. y Rodrigo Ganter S.2, que se desarrolló entre los años 2000 al 2002 en Santiago. El estudio tuvo como objetivo general intentar conocer la(s) memoria(s) generacional(es) contenida(s) en el discurso juvenil canalizado a través de redes estético-culturales como el graffiti y la música hip-hop y rock en Santiago en el período socio-histórico que comprende la llamada transición a la democracia. Los contenidos de este documento, dan cuenta del desarrollo de una apuesta para entender el fenómeno de las actuales manifestaciones culturales juveniles, la cual se fue desarrollando a lo largo de esta investigación y que en el trascurso de ésta, arrojo varias publicaciones, las cuales se encuentran integradas en este documento 3. La estructura del documento que se presenta, considera los siguientes aspectos: 1 Sociólogo, Magíster (c) en Antropología U. de Chile. Docente e Investigador Departamento de Sociología Universidad Católica Raúl Silva Henríquez. Docente Escuela de Sociología y Maestría en Ciencias Sociales Universidad de Artes y Ciencias Sociales ARCIS y Universidad Academia de Humanismo Cristiano. 2 Sociólogo, con estudios de Diplomado en Crítica Cultural U. ARCIS y Estudios de Género U. De Chile Docente e Investigador Departamento de Sociología Universidad Católica Blas Cañas. 3 Ganter, Rodrigo y Zarzuri, Raúl. Tribus Urbanas: por el devenir cultural de nuevas sociabilidades juveniles Artículo publicado en la Revista de Trabajo Social “Perspectivas”, Año sexto, número 8, Diciembre 1999. Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez; Zarzuri, Raúl y Ganter, Rodrigo. Culturas juveniles y micropolíticas del afecto, Artículo publicado en: Revista Chilena de Temas Sociológicos. Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez. Nº 6-7 Año IV 2000. Santiago de Chile, y Zarzuri, Raúl. Notas para una aproximación teórica a nuevas culturas juveniles: las tribus urbanas, Artículo publicado en: Revista Última Década. Ediciones CIDPA Año 8 Nº 13 Septiembre 2000, Achupalla Viña del Mar Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 6 1.- Una introducción, donde se pone en conocimiento del lector, la apuesta central de la investigación llevada a cabo, señalando los objetivos e ésta y la estrategia metodológica desarrollada. 2.- Un primer capítulo que da cuenta de la construcción del problema, señalando los orígenes de este, y la construcción de la pregunta de investigación. 3.- Un segundo capítulo, que entrega brevemente, elementos históricos de la construcción de los jóvenes y a juventud en Chile, vistos como ejes y trayectorias del trabajo sobre el campo juvenil en Chile. 4.- Un tercer capítulo, que aborda el tema de las culturas juveniles desde la perspectiva cultural, tomando como eje interpretativo el concepto de “Tribus urbanas”. 5.- Un cuarto capítulo, que toma la noción de memoria como discontinuidad en la escena juvenil contemporánea. 6.- Un quinto capítulo, donde se trabaja en forma teórica las nuevas manifestaciones juveniles contemporáneas, como son el graffiti y la música. 7.- Un sexto capítulo, que recoge la apuesta teórica para comprender las nuevas manifestaciones juveniles. Poniendo de relieve, la construcción de un sitio provisorio desde donde observar estas manifestaciones, y desarrollando la hipótesis que están manifestaciones juveniles, se articulan en función de los afectos. 7.- Un séptimo capítulo, que intenta entrar a la construcción de las culturas y mundos que han realizado estos jóvenes, intentando desvelar los imaginarios juveniles contenidos en estas expresiones. 8.- El octavo capítulo, se centra en dos experiencias particulares. Una un grupo de rockeros y otro, un colectivo de hip-hop llmado La Legua York 9.- El noveno capítulo, se centra en la realización de un marco Interpretativo sobre las producciones culturales juveniles ligadas a la memoria, análizando e interpretaando los texto de canciones deñ colectivo Hip-Hoplogía Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 7 Por último, queremos agradecer a los grupos Carofornia, Laguna Mental Legua York, TCM Quinta Normal y Rockero, por querer compartir las vivencias vividas por ellos. Mención especial, merece el Grupo Legua York, en especial, al LULO, quién nos acompaño por la Legua y por Santiago, realizando un tour de graffiti, cuyas fotografías acompañana este texto. También queremos agradecer a Jhonny Gálvez, por el apoyo en la gráfica. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 8 I.- INTRODUCCIÓN La nueva época que le toca vivir a una gran cantidad de jóvenes en nuestro país, se puede describir como una época de incertidumbre y de inseguridad. Es un tiempo de crisis, el cual se puede caracterizar por conceptos que intentan ser parámetros tales como: globalización, mutaciones culturales, hibridizaciones, etc. En suma, podemos decir crisis de adaptaciones sociales; especialmente asociadas a los campos de la economía, las comunicaciones y la ética en las relaciones humanas cotidianas e institucionales, públicas y privadas, en un contexto de modernidad periférica4, los cuales serían rasgos reveladores de esta condición. Esta crisis es vivida profundamente en distintos planos y constituiría el actual capítulo que experimenta la sociedad modernizada o en vías de modernización, como efecto progresivo de los procesos de secularización y racionalización, con el efecto, postulado por Weber de desencantamiento del mundo. Abstrayendo otras dimensiones, sin duda de gran importancia, podemos decir que la modernidad y la secularización como contexto societal en un medio hibridizado5 en los hechos, va desintegrando y/o mutando una visión de mundo y sus distintos ordenes institucionales, mutación que se manifiesta fuertemente en el ámbito de lo cultural, caracterizándose siguiendo a Franssen (1994) por los procesos de “mutación cultural” los cuales se pueden visualizar “por la importancia creciente de las industrias culturales (medios de comunicación de masas) y tiene implicaciones no solamente en cuanto a los bienes culturales y a los códigos necesarios para su consumo, sino también en el sentido mismo de la experiencia de los individuos”6. Esta cuestión de fondo, que se extiende al plano de los comportamientos juveniles cotidianos, es donde algunos autores, observan un proceso paulatino de rechazo al valor intrínseco de las normas y sus supuestos y/o su aceptación instrumental en función de objetivos inmediatos, lo que permite construir ciertas imágenes de los jóvenes, etiquetándolos de: “individualistas”, “consumistas”, “amorales”, “apolíticos”. 4 Sarlo, Beatriz: Una Modernidad Periférica, editorial Nueva Visión, Buenos Aires,1988. 5 Garcia Canclini, N. Culturas Híbridas. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1995. 6 Frassen, A. Los jóvenes secundarios en la mutación cultural: Jenny, Carola y Mauricio. CIDE, Doc. nº4, Santiago de Chile, 1994. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 9 Sin embargo, este eje que se estructura desde lo que sociológicamente podemos definir como el eje de la anomia, no es suficiente para entender ciertas manifestaciones juveniles que comienzan a surgir en nuestras ciudades, y que necesariamente deben ser comprendidas desde una óptica cultural, lo cual permite a nuestro juicio, dar cuenta de mejor manera del fenómeno que se nos presenta actualmente en el ámbito de las culturas juveniles urbanas. De esta forma, investigar sobre las culturas juveniles en contextos (post)modernos, implica de alguna manera indagar en las construcciones simbólicas que realizan ciertas agrupaciones de jóvenes que serán trabajadas teóricamente desde la perspectivas de las “tribus urbanas”, concepto que ha acuñado el sociólogo francés Michel Maffesoli, para dar cuenta de las nuevas formas de socialidad que se construyen en las sociedades postmodernas. Estos nuevos tipos de organización no tradicional, comienzan a ocupar un importante espacio en la vida de las urbes de nuestro país, a raíz de su proliferación y, a la intervención que empiezan a realizar en los espacios urbanos, instalando productos culturales tales como el graffiti y la composición e interpretación de distintos estilos de música (funky, rap, hip-hop, etc.). Estas actividades subjetivas que los jóvenes ponen en juego para producir y hacer circular estas instalaciones culturales, corresponde, a nuestro juicio, a una memoria social insatisfecha 7 que, desbordando el campo de identidades constituidas, resignifica un pasado inmediato y colectivo (entendiendo que toda experiencia es instantáneamente parte del pasado). Nos representamos la subjetivación juvenil como actos de memoria, en el entendido que la memoria no se restringe aun simple almacén de recuerdos, sino que ésta, es una forma específica de a subjetividad, ya que el objeto al que le atribuye significado se encuentra desplazado en el tiempo; es decir que la memoria incluye en el mismo acto de a significación la invención de una realidad vicaria, que puede 7 Esta noción la tomamos de Nelly Richard quien la entiende como un “proceso abierto de reinterpretación del pasado que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones. La memoria remece el dato estático del pasado con nuevas significaciones sin clausuras que ponen su recuerdo a trabajar, llevando comienzos y finales a rescribir nuevas hipótesis y conjeturas para desmontar con ellas el cierre explicativo de las totalidades demasiado seguras de sí mismas. Y es la laboriosidad de esta memoria insatisfecha, que no se da nunca por vencida, la que perturba la voluntad de sepultación oficial del recuerdo mirado simplemente como depósito fijo de significaciones inactivas” (1998: 29) Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 10 resultar tanto en pura evocación del objeto-realidad. La potencia de esta memoria está en su relación con el futuro más que con los cuántum de pasado que pudiera contener. Se trata de una memoria que no sólo refiere mundos rescatados del pasado, sino que principalmente constituye nuevos mundos arrojados al devenir, lo que no implica desconocer que la transmisión de experiencias colectivas alimenta la capacidad constituyente de esta memoria. La apuesta es, que estas expresiones urbano/culturales como el graffiti, el hip/hop, y el rock -inscritas en el período de la postdictadura chilenase constituyen en narrativas juveniles emancipatorias toda vez que transmiten –generacionalmente- tramas experienciales capaces de configurar memorias contra-hegemónicas que no sólo resisten a los discursos de socialización e integración formal, sino que además operan una socialidad micro-política de nuevo tipo que viene a superar los patrones tradicionales de la participación ciudadana. De esta forma, la investigación que se realizó, busco dar cuenta de los siguientes objetivos: 1. Identificar y describir la memoria generacional expresada a través de las letras musicales de bandas juveniles de hip-hop. 2. Identificar y describir la memoria generacional expresada a través de las inscripciones iconográficas y textuales urbanas que correspondan al género del graffiti. 3. Construir un marco interpretativo sobre las producciones culturales juveniles ligadas la memoria 4. Describir los tipos de socialidad y de rituales expresados en los grupos de jóvenes que adhieren a este tipo de prácticas estéticas 5. Describir el sentido que los jóvenes le asignan a su practica estético/cultural 6. Describir cuál es el tipo de relaciones que mantiene la memoria juvenil trabajada por el estudio con la memoria oficial. La forma de acceder a estos objetivos, se estructuró, en lo que se denomina clásicamente en la investigación, el componente metodológico. La opción tomada correspondió al enfoque metodológico cualitativo, dada las características de los objetivos construidos, que hacía inabordable el estudio desde un enfoque cuantitativo. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 11 El enfoque metodológico cualitativo, puede ser entendido como “el estudio sistemático de la experiencia vivida: como la gente entiende quién es, social y culturalmente, a través de sus acciones, sus discursos y la percepción que desarrollan de sí mismos y en relación con los demás” (Costa; Peréz y Tropea, 1997; 15). Esta forma de aproximación, encuentra su sustento en la perspectiva fenomenológica, la cual, es la base epistemológica sobre la que se hallan establecidos los métodos cualitativos (Taylor y Bogdam, 1986). La aplicación de la fenomenología a las Ciencias sociales provienen especialmente de Alfred Schutz, quien presta una consideración especial al papel de los sentidos subjetivos e intersubjetivos en la construcción del entramado de lo social a partir del lenguaje ordinario. Schutz parte del supuesto que “el individuo asigna significados subjetivos a todas sus acciones y en ese sentido se pueden considerar los actos como intencionales “conciencia de algo, dirigidos a algo” (Alfred Schutz, l993:69) y en concertación con los otros seres humanos estos significados pasan a ser objetivados en las creaciones de la cultura: las ideologías, los sistemas de creencias, los códigos morales, las instituciones. Con respecto al mismo tema, P. Berger (en Hunter, 1988) señala que la necesidad de entrar de lleno en el conocimiento de sentido común de la vida cotidiana, esto es, la forma cómo las personas organizan su experiencia diaria y la del mundo social constituiría el telón de fondo sobre el cual hay que comenzar a buscar. “ Además este énfasis en los significados subjetivos que los actores atribuyen a su actividad supone que los actores son racionales...no obstante, tal racionalidad resulta inaccesible para los instrumentos de la ciencia positiva.” (Hunter,1988:79) Esto evidencia la necesidad de la utilización del enfoque cualitativo para la investigación sobre los distintos aspectos subjetivos al interior de las acciones que los sujetos realizan. La actividad humana debe por lo tanto ser comprendida como significativa para los actores de la sociedad, lo cual, nos lleva a preocuparnos por la comprensión del significado subjetivo o la intencionalidad de quienes participan en la vida cotidiana, que este caso son lo jóvenes que integran lo que hemos denominado “tribus urbanas”. Podemos decir que el interés a partir de la utilización de este tipo de metodología es la recuperación del sujeto, en este caso del(os) joven(es), lo cual no permite interiorizarnos de las actitudes y comportamientos de éstos, cuestión que no puede ser abordada desde Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 12 un enfoque cuantitativo, ya que en este caso, interesa más la mirada interna de los sujetos(jóvenes), que la externa. De este modo, habiendo optado por una este enfoque metodológico, se procedió a escoger los procedimientos metodológicos más adecuados que apoyarían la investigación. En este caso, se escogió, por una parte la entrevista en sus modalidades grupal y en menor medida de profundidad. La primera modalidad de entrevista que se utilizó, fue la entrevista grupal. La entrevista grupal es una "técnica cualitativa de aproximación empírica a la realidad social (...) el grupo es tan sólo un marco para captar las representaciones ideológicas, valores, formaciones imaginarias y afectivas, etc. dominantes en un determinado estrato, clase o sociedad global" (Orti, 1989:198) 8. La realización de las entrevistas grupales tuvo como objetivo recoger el discurso de los distintos grupos de jóvenes grafiteros y roqueros. Este discurso, analizado, arrojó información de mayor profundidad sobre los tópicos investigados Los criterios del número de grupos para las entrevistas grupales estuvieron relacionados con el criterio de manifestación cultural y sector geográfico. Hay que señalar que los criterios de las zonas, están referidos a la fuerte práctica de estas manifestaciones culturales en estos sectores, pero también a los contactos que se mantuvieron en las etapas de investigación. El número de entrevistas grupales que se realizaron fue de 5 tal como se puede apreciar en el siguiente cuadro: Sector Zona Sur - Norte geográfico oriente Manifestación cultural Graffiti/hip.hop 1 2 Rockeros 1 TOTAL 2 2 Poniente 1 1 TOTAL 4 1 5 8 Ortí, Alfonso. “La apertura y el enfoque cualitativo o estructural: la entrevista abierta, semidirectiva y la discusión de grupo”. En: García Ferrando, Manuel; Ibáñez, Jesús y Alvira, Francisco. El análisis de la realidad Social. Métodos y Técnicas de Investigación. Alianza Editorial Madrid España, 2000 Tercera Edición. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 13 Los grupos que se entrevistaron son los que ha continuación se presentan y tienen además las etiquetas identificatorias, de los pasajes seleccionados para el análisis que se realizó. Grupo Grupo Graffiti Carofornia Grupo Hip hop Laguna Mental Grupo rapero Legua York Grupo Rockero Raperos TCM Quinta Normal Etiqueta CAROFORN LAGUNA LEGUA ROCKERO TCM La segunda modalidad de entrevista que se utilizó, fue la entrevista en profundidad. Estas, han sido descritas como no directivas, no estructuradas, no estandarizadas y abiertas. “Por entrevistas cualitativas en profundidad entendemos reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan en sus propias palabras”. (Taylor y Bogdam, l986:69) El número de entrevistas en profundidad que se realizaron fue de una, y se realizó a un informante llamado Víctor. Entrevista con Víctor Puente Alto VICTOR En relación, al enfoque o técnica de análisis de los datos producidos por las entrevistas grupales y entrevista en profundidad, se puede señalar, que para el análisis de los datos creados y en función de la técnica prevista, se decidió utilizar el análisis interpretativo a través de lo que se denomina la técnica del análisis de categorías. Los Procedimiento a seguir para este tipo de análisis consideran la reducción de los datos, la identificación, clasificación y agrupamiento de estos. A continuación se detallan estos procedimientos La reducción de datos, se realizó de acuerdo a la necesidad de reducir la cantidad de información que se obtuvo a partir de la aplicación de las entrevistas. Para esto fue necesario identificar los elementos de significado contenido en los datos textuales, los que se dividieron del conjunto de datos global, en función de unidades relevantes y significativas para el tema de estudio. Simultáneamente a la separación de las unidades relevantes para el estudio, éstas se separaron, Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles reconociéndose los componentes temáticos clasificación de estos y su agrupación en tópicos. que permitieron 14 la La operación de categorizar, supuso la clasificación conceptual de las unidades que son cubiertas por un mismo tópico. Por tanto se separaron las unidades agrupándolas en tópicos, los que a la vez fueron incluidos en una categoría. La manipulación física de los datos, se realizó mediante el proceso de codificación, el que se efectuó asignándole a cada unidad un indicativo o código provisional, concerniente a la categoría en la cual se incluirá la unidad. Hay que señalar en este punto, que la categorización no se realizó a priori, por lo tanto las categorías emergieron durante el proceso y fueron refinadas de acuerdo a las comparaciones entre datos agrupados en un mismo tópico o entre tópicos. Considerando que el análisis se realizó de acuerdo a criterios temáticos pertinentes y significativos para el estudio la categorización se realizó al mismo tiempo que los pasos anteriores. Posteriormente los datos fueron dispuestos en una matriz ordenada en columnas que contenían los tópicos y los datos textuales, en este caso citas textuales, recogidas de la transcripción de las entrevistas Categorías Tópicos Citas textuales Basado entonces en esta matriz, se rescatarón las principales ideas referidas a los intereses de la investigación que se encuentran identificados en los objetivos de esta. Los procedimientos realizados, permitieron obtener una visión de conjunto de los datos textuales, lo que facilitó la extracción de conclusiones relevantes para el tema de estudio y los objetivos del mismo. Finalmente apoyándose en la reconstrucción de los datos analizados, surgieron las conclusiones finales del estudio, que se desarrollaron mediante la comparación y análisis de estos datos. Se debe señalar además en este componente, que se realizó un análisis de las letras de las canciones correspondientea un colectivo que se denomina HIPHOPLOGIA, el cual esta compuesto por seis agrupaciones las cuales se señalan a continuación. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles Colectivo Hip-Hoplogía 1. Konjuro 2. Legua York 3. Guerrillerokulto 4. AK-47 5. Palo’e Rosa 6. M-16 7. Subverso 15 COMUNA Puente Alto San Miguel Estación Central Maipu La Pintana Quilicura Recoleta El análisis consistió en una primera etapa, en ver la frecuencia en que se manifestaba una serie de conceptos densos que previamente habían sido definidos, los cuales se aplicaron al contenido de tres cd del colectivo antes mencionado. Posteriormente, se realizó un análisis interpretativo dando origen al noveno capítulo de este texto. de las canciones, Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 16 II.- LA PROBLEMÁTICA De un tiempo a esta parte podemos constatar una preocupación creciente por parte de las autoridades de gobierno y de diversos organismos de carácter político y comunitario respecto de la falta de participación ciudadana de un número significativo de jóvenes. Prueba de ellos lo constituyen los bajísimos índices de inscripciones en los registros electorales que muestran los últimos estudios9, donde se constata que el menor interés por inscribirse se fortalece en la medida que disminuye la edad: por ejemplo, el porcentaje de inscripción baja desde 77% en mayores de 24 años, hasta el 15% en los más jóvenes (18/19). Conjuntamente con ello, en las conclusiones del estudio se sostiene que entre los jóvenes inscritos en los registros electorales, la política no parece operar como un fin en sí mismas, sino como un medio para facilitar el logro del progreso, es decir, aparece subordinada a logros de tipo macroeconómicos. La interrogante que surge se direcciona en el sentido de asumir que el alejamiento de los jóvenes de la política puede interpretarse como el resultado de su socialización política antipartidaria o bien como el reflejo de una postura crítica frente a la práctica política actual. En suma, el estudio planteas que estaríamos asistiendo a la desarticulación de la comunidad juvenil y con ello al fin de la categoría de generación, en tanto subjetividad juvenil portadora de una identidad y un imaginario simbólico productor de una trama histórica particular inscrita en una época determinada. Es decir, ante la ausencia de grandes causas no queda lugar para el altruismo, sino, sólo para la negociación de interés. En este sentido, el último estudio que el INJUV solicitó al Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, resulta ser desalentador si se desea seguir pensando el lugar de los jóvenes como una dimensión productora de nuevas socialidades, tanto así que los planteos finales apuntan a un advenimiento de un sistema político sin ciudadanía, a una sociedad sin actores, en definitiva, una cultura sin subjetividad (Espinoza, V. 1998). La relevancia del presente estudio se inscribe precisamente a partir de las necesidad de comprender las nuevas formas de participación 9 “La participación social y política de los jóvenes”. Instituto de Estudios Avanzados Universidad de Santiago de Chile, 1998. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 17 ciudadana que comienzan a desplegarse en el campo juvenil y que estarían desbordando los análisis tradicionales del ejercicio ciudadano. Por lo mismo, la presente investigación intenta situarse en una perspectiva interpretativa que incorpore el registro de las narrativas minoritarias o contrahegemónicas para dar cuenta más integral de la problemática antes descrita. Intentando reflexionar en torno a prácticas culturales como son el graffiti o la producción musical que prolifera en los diversos circuitos juveniles, con el objeto de sugerir estrategias de redefinición del lugar de la ciudadanía juvenil contemporánea. Todo ello con el propósito de contribuir en la generación de eventuales políticas de estrategias de intervención social que procuren potenciar las nuevas significaciones que adquiere la participación social y cultural en la coyuntura epocal actual. Se puede señalar por otra parte, que no necesariamente la memoria juvenil, susceptible de ser encontrada en el graffiti y en las distintas derivaciones musicales, contenga la clave de acceso a mundos cualitativamente mejores. La facultad del dispositivo estético cultural de estos jóvenes consiste en señalar activamente el agotamiento de ciertas formas de acción y lucha colectiva ya recuperados y fagocitados por las estructuras de dominación. Las letras, los colores, formas y sonidos del dispositivo juvenil no son sólo llagas sobre la epidermis urbana, también promueven la producción de un nuevo tejido capilar, de nuevos circuitos de integración no centralizados, de una nueva experiencia social aun por inventar en un registro mucho más amplio que el de la sola subjetividad juvenil. Sin embargo estas expresiones culturales de las tribus urbanas han sido menospreciadas como patrimonio cultural, dada la diferenciación entre una lata cultura y una baja cultura (Santos 1999). Esta diferenciación artificial, marca una forma de aproximación al fenómeno cultural juvenil que pone de manifiesto visiones distanciadas y estigmatizadoras. Más allá de los obligados atenuantes que el discurso público oficial reserva para evaluar las conductas de los jóvenes, finalmente se impone un diagnóstico que enfatiza la apatía y falta de compromiso con los distintos colectivos, sean estos nacionales, clasistas o incluso, y paradójicamente, el destino de su propia generación (Valenzuela 1985/ Merton 1972 / Espinoza 1999). Lo anterior se vincula con la instalación de un modelo consensual de democracia operado por los gobiernos de la Concertación, inaugurándose así una normalización política inédita hasta ese momento Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 18 en nuestro país. Esa operación consistió en el paso de un imaginario político movilizado por el conflicto y los antagonismos sociales a un imaginario político sustentado en un consenso de factura desideologizada. En este contexto, el consenso instalado durante una década operó limitando y obstruyendo el flujo de prácticas culturales y políticas que desbordaban la hegemonía de la racionalidad impuesta por la transición. Estamos hablando del desborde de experiencias y/o memorias en ambiguos y complejos procesos de resignificación simbólica. El diagrama político de la normalidad configurado por la transición chilena aparece disciplinando la heterogeneidad de las voces del conflicto con el propósito de proteger el pacto discursivo de cualquier registro simbólico/ideológico que rebase sus fronteras, segregando -de esta forma- a las memorias disidentes y minoritarias, evacuadas por el habla juvenil, al claustro de la anomia, la apatía o la desadaptación social (Tirón 1987). Así, la experiencia de la postdictadura chilena anuda la memoria individual y colectiva la imaginario de la ausencia, de la pérdida (N. Richard, 1998). Situación que evoca tanto el cuerpo de los detenidosdesaparecidos como la desaparición de la historia como fuerza movilizadora, dando lugar a las expresiones de la complacencia individualista que reconfigura la trama sociocultural a partir del olvido y la amnesia, rentabilizada por los discursos que naturalizan la convivencia en el Chile actual. Siguiendo a Richard (1998) en este planteo, en primer lugar, el discurso de las ciencias sociales alternativas se hizo cargo de la comprensión e interpretación de la crisis de sentido experimentada en la fase dictatorial mediante una lengua disciplinaria cuya estrategia fue reinscribir la fragmentación del sentido en el lugar de lo normativo o del consenso administrado (Tironi, Garretón, etc.), por tanto, incompatible con las subjetividades en trance existencial y atravesadas por complejos procesos de resignificación valorica y reacomodo de sus imaginarios simbólicos. Mientras que los textos críticos de arte y la literatura –realizados paralelamente a los análisis sociológicos de los 80- en lugar de suturar las rasgaduras producidas por la tragedia, hicieron proliferar las discontinuidades y las fisuras en el laminado dictatorial, constituyendo una táctica paralela de relacionarse con la memoria que reeditó el Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 19 imaginario político del conflicto y la resistencia socio-cultural, más allá del deseo de reinstalar totalizaciones categoriales. De ahí nuestra intuición de recuperar un discurso juvenil de textura estética y que permita activar fisuras críticas en el mapa trazado por el discurso que administra la actual política de la memoria. Ahora bien, siguiendo a P. Cottet (1997) podemos visualizar al menos tres tipos de generaciones juveniles que resultan interesantes de inscribir como antecedentes socio-históricos al momento de diagramar un continuum provisional por donde sea posible rastrear una memoria generacional para nuestra actualidad. La primera de las generaciones es antonomasia: la generación autora (juvenil), vale decir, la generación que fundó un relato contra-cultural, urdió una una memoria generacional. la generación juvenil por del cuento generacional durante los años 60 y 70 10 narración capaz de proclamar La segunda generación juvenil se corresponde con la década del 70/80 y se alcanza a comprender como la generación del re-cuento. Generación juvenil que recicló la memoria de la generación anterior, intentando una re-edición épica de los regímenes de verdad construidos por sus predecesores, pero esta vez enfatizando el discurso de lo cultural en su versión popular. De los restos de ese recuento vendría el siguiente corte generacional: el de los 80/90, la generación sin cuento, nada que contar, nada que re-editar, sólo para descontar. Generación que también se autosignifica como una generación descontada, marginada en al baile de los que sobran. Por último, la Generación de los 90 intenta constituirse a partir de la incertidumbre, cristalizada por la metáfora de los descuentos. Los jóvenes más que ir hacia, van de aquí para allá, lo que posibilita la configuración de una identidad abierta y dinámica (en fuga), una identidad nomadística, en permanente búsqueda. “Ya no se trata de una búsqueda “con” sentido, como la búsqueda de las generaciones 10 Límites hasta cierto punto ficticios que sólo sirven para operacionalizar las memorias generacionales con tramas epocales previamente organizadas en el imaginario colectivo. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles juveniles anteriores, sino una búsqueda insatisfecha” (Cottet, P, 1997:16). “del” sentido, 20 siempre Es precisamente esa búsqueda del sentido la que intentaremos rastrear a partir de la ruta trazada por una memoria insatisfecha, que se resiste a ser capturada y sepultada por las hablas oficiales, deconstruyendo y remontando –simultáneamente- las racionalidades formales para instalar la posibilidad de un devenir generacional como búsqueda de un nuevo orden social y existencial radical: que ya se prefigura en la explosión de bandas como: Los Miserables, Los Peores de Chile, Fiskales Ad Hoc, Los Culpables de Todo, Generación Perdida, Entre Calles, Sueño Mojado, Santiago Rebelde, Los Revolvers, Los Políticos Muertos, Los Panteras Negras, Los BB Paranoicos, Los Insurgentes, Los Canutos Presos, Los Pánico, Los Choclos Calameños, Los Disorder, los Supersordos, Acefalia, Los Revolucionarios Evolucioinarios, Animals, Repudiados, Los Interdictos, Desconfiados, Legua-York, GerrilleroKulto, Konjuro, Subverso, etc. En ese sentido, las practicas culturales juveniles canalizadas fundamentalmente a través de experiencias como el graffiti y la música rock podrían estar generando una proliferación de memorias locales cuyo contenido aún resulta incierto, pero que se hace imprescindible rastrear con el propósito de ir instalando en nuestra sociedad un dialogo generacional que recupere los alcances micro-políticos y socio-culturales contenidos en dichas memorias, donde sea posible cooperar -desde las ciencias sociales- con un imaginario generacional que comience a deponer la crisis actual de la vida asociativa en el campo juvenil. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 21 Teniendo entonces presente que la memoria es una actividad de los sujetos empíricos, más que un inventario de datos patrimoniales, el problema de investigación se constituye en torno a la pregunta: ¿Cuál es la memoria generacional contenida en el discurso juvenil cristalizado a través de dispositivos estético/culturales como el rock el graffiti en el período que comprende la llamada fase de transición a la democracia en Chile? Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 22 III.- ALGUNOS EJES Y TRAYECTORIAS DEL TRABAJO SOBRE EL CAMPO JUVENIL EN CHILE La irrupción del tema jóvenes en la investigación en Chile, es relativamente nueva. Uno de los primeros estudios sistemáticos sobre los jóvenes chilenos, que se pueden citar, es el de los Matterlart 11, que pretende en palabras de sus autores, “...dar una visión de la juventud chilena que ponga en jaque a las imágenes míticas en circulación, que tienden a nivelarla dentro de las características supuestamente universales y comunes a todas las juventudes” (pág. 13). Como se puede apreciar en esta cita, subyace la idea, de tener una aproximación más empírica a la realidad juvenil, que rompa con los mitos que se habían construido alrededor del fenómeno juvenil en nuestro país. Esta será una constante a lo largo de la investigación sobre jóvenes en nuestro país, claro ésta, que lo matices o enfoques que se utilizarán variarán en relación al contexto histórico, y a las opciones teóricas o marcos de interpretación, con el cual se aproximen los investigadores a este objeto de estudio. Si hacemos un recorrido histórico breve, las aproximaciones al fenómeno en cuestión, se encuentran relacionados con algunos ejes conceptuales, que sirven para comprenderla. A continuación señalaremos brevemente estos ejes, cuestión que será profundizada en elaboraciones posteriores. 11 Armand y Michelle Mattelart. Juventud Chilena: rebeldía y conformismo. Editorial Universitaria, Santiago Chile, 1970. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 3.1.Los rebelde jóvenes estudiantes: la 23 generación El eje constructor de la juventud, en un primer período en Chile, está ubicado en el concepto de joven estudiante, aunque este concepto se refirió principalmente a la situación de joven universitario. De esta forma, los jóvenes, son jóvenes que estudian en la universidad; son los constructores del cuento generacional como señala Cottet (1994), que en los años 60 y 70 fundará un relato contra-cultural, capaz de generar una memoria generacional. Son los jóvenes de la reforma universitaria, que se embarcan en los grandes cambios societales que afectaran al país, por lo tanto son protagonistas del cambio, irrumpen en la sociedad, como antes no lo habían hecho, y como señala del Pico (1994), ésta aparece “como conductora de procesos signados con la marca del cambio social.” 3.2.Los jóvenes como juventud popular: la “generación perdida” Como señala Asún (et.al, 1994), en la década de los ochenta, va a surgir un nuevo segmento social que será denominado, juventud popular o juventud urbano popular, el cual se convertirá, en el paradigma de la investigación juvenil de esos años12. Sin embargo, esta nueva denominación de la juventud, no emergerá sola, ya que, lo hará de la mano del concepto de daño psicosocial, propio del intento de comprender los efectos psicológicos del modelo económico imperante en el país en esa época. El sustento para la comprensión de está realidad, vendrá dado por la utilización del marco estructural funcionalista. De esta forma, los jóvenes de los ochenta, van a ser caracterizados, como una juventud "anómica" y desintegrada que expresa efectos y cambios socioculturales supuestamente no deseados de la socialización en el proceso de modernización que esta viviendo el país. De esta manera, se hacía referencia a la crisis de adaptación e integración expresada en la 12 Los años ochenta se constituyeron en el período de mayor producción bibliográfica sobre los jóvenes. Basta ver, por ejemplo: Agurto y de la Maza desde Eco,; Valenzuela desde Sur; Undiks, y Sandoval desde Folico; Weinstein, desde CIDE, Asún, Canales, Marcel, Tsukame, entre otros, dentro de una larga lista, de escritores sobre los jóvenes. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 24 desarticulación del mundo colectivo y a la crisis de identidad cultural que se experimenta en la desarticulación de los valores, expresada, en la desintegración de la comunidad y una ruptura de las relaciones primarias. Desde estos trabajos la anomia se visualiza como la emergencia de los deseos y las pasiones: vivir el inmediatismo a través de la evasión o la agresión y simultáneamente vivir el inconformismo. Una lectura que extrema la definición sociológica de anomia de Durkheim13, respecto de la inexistencia relativa de normas, al extremo del caos. Esta experiencia escaparía a cualquier control normativo, manifestándose especialmente en la juventud. Esta lectura extremista adquiere algún grado de moderación cuando se replantea la concepción de anomia desde la perspectiva funcionalista mertoniana, entendida como modos de adaptación para alcanzar fines institucionalmente sancionados y valorados, por medios también institucionalmente sancionados y valorados (en la mayor parte de los casos tipificados por el propio Merton) 14. Hablamos entonces de crisis de adaptación en el marco de transformaciones y cambios socioculturales inevitables en el marco de la modernidad. Unos de los estudios clásicos de esta época, es la “Rebelión de los jóvenes” de Eduardo Valenzuela, en el cual el autor señala, a manera de hipótesis, que los procesos de modernización que pretenden poner al mercado como eje de la regulación social, provoca una crisis anómica, o sea, procesos de desintegración y de crisis de identidad cultural generalizados, y que esta situación se manifiesta especialmente en los jóvenes. De esta forma, la crisis anómica desemboca en un síndrome anómico, que se presenta en los jóvenes bajo, las formas de “i)ruptura de la solidaridad colectiva (predominio de las relaciones instrumentales, sin afectividad ni orientadas de acuerdo a valores compartidos); ii) exclusión respecto de la sociedad organizada (predominio de la apatía, la incredulidad y la agresión frente al mundo de las instituciones sociales9; iii) degradación y quiebre de las expectativas de movilidad individual (incapacidad de conocer y plantear el futuro) y, iv) incertidumbre en el futuro (crisis de la certidumbre de progreso como principio de identidad colectivo.” (Pág. 29) Se constata, que el eje central en este tipo de estudios, es la exclusión del sistema social, por lo tanto, la preocupación se centrará en los 13 14 Durkheim, Émile. El Suicidio ; y también otros de sus textos. Merton, K. Robert (1972) Teoría y Estructura Sociales. FCE, 3ª Reimp., México. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 25 mecanismos de integración que permitirían que los jóvenes se integren a la sociedad. Asún señala, que “en los ochenta, la tríada anomia, identidad y daño psicosocial aparecieron como un marco conceptual adecuado para describir y explicar el fenómeno juvenil previo a la transición política del país.” (Pág. 8). Sin embargo, a pesar de que está fue la visión predominante, no todos los estudiosos del tema, estaban de acuerdo con ésta. Así, Undiks (et al,1990) por ejemplo, señalaba, que “una lectura de la realidad juvenil desde la anomia implica concebir la acción de los jóvenes populares como respuesta a condiciones de nivel macro. Perdemos la posibilidad de ver a ésta como una acción esforzada de los propios jóvenes por convertirse en actores que se plantean frente a la dominación. Se trataría de la acción de un “sujeto-efecto”, es decir de un pseudosujeto.” (Pág. 53). A partir de este diagnóstico, los jóvenes quedan expuestos a una serie de situaciones: la absorción por la imagen o la exclusión sin salida15; la internalización de los signos de muerte como valores propios o la búsqueda de una identidad que de cuenta de las expectativas, valores y sueños 16; tomar una actitud de total pragmatismo con la realidad (atinar) o fundar un nuevo mundo (adanismo); asumir conductas colectivas e individuales que se expresan a través de mecanismos de agresión, compensación y resignación, para estar ahí, para tener una ilusión de participar, porque eso es lo que los hace sentirse virtualmente integrados en medio de la exclusión real, por falta de capacidad real de compra 17. Para M. E. Tijoux18 el proceso de modernización neoliberal en dictadura tuvo una fuerte repercusión en la realidad popular/juvenil de esos años, manifestandose un conjunto de tendencias que indicaban una alta tasa de desempleo, fuerte represión por parte de los aparatos de estado, 15 Tijoux, María Emilia (1993) Por aquí hay algo que está cambiando. El Retorno del Sujeto Juvenil en la Escuela - Taller ‘El Encuentro’: Un estudio de caso. Tesis de Grado Magister en Ciencias Sociales. Universidad de Artes y Ciencias Sociales(ARCIS), Santiago de Chile. 16 Duarte, Klaudio, Juventud Popular, el rollo entre ser lo que queremos o ser lo que se nos impone, LOM, Santiago, 1994. 17 Sandoval Manríquez, Mario (1994) Modernización y Jóvenes Pobladores Urbanos: Un Estudio de Caso. Tesis de Grado de Magister en Ciencias Sociales mención Cultura y Religión, Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), Santiago de Chile. 18 “Jóvenes: ¿Pormoción y desarrollo? CIDPA, Año 3, Nº 3, Viña del Mar, Chile, Mayo, 1995. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 26 crisis creciente de identidad generacional, desapego familiar, despolitización e incremento de los índices conductas delictivas y escapistas. En suma, con Tijoux podemos caracterizar a los jóvenes como: difíciles, anti-normativos, violentos, fuera de los límites legales, simuladores, ambivalentes, pero a pesar de las limitaciones y la marginalidad, la juventus pobre es capaz -en esas circustancias- de promover múltiples lazos microasociativos, organizaciones de resistencia político/cultural o de promoción barrial, etc. que de un modo u otro tuvieron un rendimiento político en tanto contribuyeron a minar las prácticas y el ejercicio del poder dictatorial, como así mismo en las subsecuentes contiendas electorales. Finalmente, frente a estas visiones surgen otras voces 19, nuevos enfoques para entender a los jóvenes, que optan por la perspectiva de sujetos, lo que permite que ellos mismos se caractericen 'como jóvenes de una nueva época', 'de otra era', o 'que están en otra', asumiendo que ese 'otra' [estar en otra] a que hacen referencia evoca un momento y un espacio determinado que tiene características propias, diferente de los adultos, a sus sistemas de vida, a la autoridad, y a todo aquello que represente los modos tradicionales de la vida social. 3.3.- Un intento por interpretar a la los jóvenes de los noventa Del mismo modo que en E. Valenzuela, se puede advertir que para Pablo Cottet20 tampoco hubo movimiento social de jóvenes con voz propia y autonomía en el contexto de los 80/90, donde el transito fue básicamente del grito al disciplinamiento. Cottet sostiene que uno de los fenómenos más significativos de la década de los 90 es precisamente su marco desmovilizador de los agenciamientos colectivos, el predominio de la política como transacción consensuada y la hegemonía de lógica instrumental. Es bajo este marco desmovilizador, transaccional y de ingeniería política, donde los jóvenes van siendo construidos y representados bajo 19 Weinstein, J. Jóvenes de los 90: ¿”inmorales”, “incultos”, “apocalípticos” o…”nuevos ciudadanos” CIDE, Doc. nº3, Santiago de Chile, 1991. 20 Cottet, Pablo. Jóvenes: una conversación social por cambiar. ECO, Santiago, 1993. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 27 el estigma del joven/problema, que el estado intentará tomar partido en tal situación y asumir -a través del empleo y programas sociales de capacitación- la deuda social con quienes lucharon por el cambio democrático. El problema más serio para Cottet radicaría en la falta de proyectos de vida y de visiones con sentido colectivo de parte de los jóvenes de los 90. Surgiendo entonces las caracterizaciones y etiquetas del sujeto joven como un individuo apático, que no está ni ahí. No obstante, el autor plantea una cierta tipología espacial, un mapa que contiene tres territorios por los cuales los jóvenes pobladores de los 90 se desplazan con bastante versatilidad, aunque también podrían ser interpretados como territorios existenciales o de identidad, incluso como papeles a personificar en una trama donde también los roles poseen bastante plasticidad e intercambiabilidad. Cuestión que teóricamente pone en jaque el eje inclusión/exclusión: a. Un actor social incorporado y participante ( el converso) b. Un actor social en conflicto (el subversivo) c. Un actor social distante/distinto (el perverso) Ahora, para M. A. Garretón21 destacan tres transformaciones que están incidiendo directamente en la participación de los jóvenes al interior de la sociedad: La primera de ellas se refiere al cambio generacional: pasamos de una generación donde la política se experimentó como el mecanismo canónico de autoafirmación y de integración, a una generación donde la política es subordinada por otras dimensiones de autoafirmación. La segunda de las transformaciones alude a los cambios en la naturaleza de los procesos políticos: donde la dictadura militar constituyó el dispositivo de transición más eficaz para lograr pasar de un modelo político donde el Estado y la sociedad civil configuraban los actores más determinantes en el curso de los procesos políticos, a un modelo centrado en el mercado y donde la sociedad civil es fuertemente atomizada. La tercera transformación tiene que ver con los cambios a nivel global: pasamos de la política como espacio de constitución/transformación de lo colectivo, a la política como espacio de transacción de intereses 21 “La faz sumergida del Iceberg. Estudios sobre la transformación cultural”. Ediciones CESOC/LOM, Santiago, 1993. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 28 particulares y fragmentarios. Situación que repercute fuertemente en el campo de lo juvenil, puesto que la experiencia juvenil actual estaría marcada por un cierto vacío, surgiendo una serie de sustitutos del lazo social y que nos estarían indicando la presencia de una cultura juvenil donde predomina la ideología minimalista, un alto nivel de criticidad sin contenido y una fuerte desconfianza hacia las instituciones establecidas. Sin embargo, Klaudio Duarte22 plantea una interesante crítica a los modelos teórico/juveniles imperantes, que se sustentan en el discurso de la cultura capitalista que tiende a fortalecer los valores totalizantes y homogeneizantes del patriarcado, el sexismo, la homofobia, el racismo. Evaluando la experiencia de los jóvenes como una instancia que se resiste a los patrones impuestos por el mundo adulto, por la cultura y paradigma adultocéntrico. De sus análisis se desprenden 3 críticas básicas a los modelos antes señalados: a. Las investigaciones y trabajos han sido realizados por adultos que están fuera de su objeto de estudio. b. El asumir a los jóvenes desde una lógica transicional, es decir, como moratoria. Lo que se traduce en un cierto inmovilismo o condición a la espera de, con protagonismo a fecha. c. universalización del discurso estereotipo sobre la rebeldía juvenil Estos son los ejes a partir de los cuales surgen la mayoría de las políticas sociales de integración juvenil implementadas, pues la integración es al mundo adulto y al desempeño de los roles socialmente legitimados. Por otra parte, para Cottet (1992) hablar de actor juvenil en los 90 supone pensar una subjetividad que no tiene nada que ver con el movimiento estudiantil sesentista, o el juvenil popular de protesta ochentista. Más bien está referido a dinámicas colectivas donde se observan por lo menos tres características básicas: 1. Identidad de referencia: donde el transito sería de una referencia en contra de los otros a una referencia con los otros (nosotros) como condición de sobrevivencia. 22 Duarte, Klaudio. Juventud Popular: El rollo entre ser lo que queremos ser y lo que nos imponen. LOM Editores, Santiago, 1994. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 29 2. Voluntad: capacidad de iniciativa, de conciencia primaria por estar haciendo algo. 3. Orientación: pluralidad de sentidos, diversidad de lógicas frente a un sistema social en desestructuración (restructuración) Desde aquí, la opción propuesta para mirar el fenómeno juvenil de los 90 tiene una doble connotación: salvar la ruptura sistema social / actor social; ubicando la mirada en el espacio intermedio entre la intimidad y la publicidad. Es decir, la mirada es al mismo tiempo una opción por lo microsocial y por las autosignificaciones de las relaciones sociales. El autor sostiene que la modificación radical del vínculo entre sistema social y relaciones sociales establecidas por los jóvenes de los 90, cuestiona la definición clásica de juventud como sujetos de moratoria social. O sea , más que prepararse para integrar o ingresar plenamente a las relaciones laborales y familiares, los jóvenes urbano populares resuelven su existencia seleccionando las ofertas que el sistema en transformación dispone para ellos. En ese sentido, construyen un collage con las ofertas sociales del sistema; de ahí el lugar común de estar salvando , que refleja su particular sentido estratégico para abordar la existencia . La crítica que Cottet hace a los enfoques y miradas estructurales sobre el fenómeno juvenil de los 90 se centra básicamente en la construcción discursiva de la realidad juvenil, a partir de los indicadores necesarios para demostrar el síndrome de la exclusión de los jóvenes en América Latina: deserción escolar, desempleo, conductas desviadas, etc. De lo que se desprende que las políticas juveniles deben integrar a una estructura productiva funcional al nuevo patrón de acumulación. Tal imaginario se traducirá en el eje productor y articulador de las políticas de juventud a nivel continental y nacional. A este respecto Cottet (1992) analiza las políticas de juventud desde lo que ha sido la experiencia deL Instituto Nacional de Juventud (INJUV). Para lo cual se centra en tres datos que él considera genéticos: Históricamente en Chile la institucionalización estatal de las políticas sociales estuvo determinada por una estrategia que permitiera solucionar problemas sociales específicos: de allí la producción de dispositivos ministeriales y oficinas encargadas de gestionar dichas tensiones. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 30 El Estado que se configura en el Chile actual no tiene nada que ver con el Estado de Bienestar. Pasamos de un fundamento redistributivo de las políticas sociales al fundamento regulador en base a las perversidades del mercado. De allí que el INJUV sea un dispositivo que optimiza la acción de las políticas sociales en la realidad juvenil, poniendo de manifiesto su carácter técnico en la coordinación y planificación de políticas en el campo juvenil. El protagonismo alcanzado por los jóvenes en los procesos sociopolíticos de la transición post-autoritaria, hizo relevante su consideración de sujeto y actor fundamental en el programa político de los primeros gobiernos concertacionistas, sin embargo el INJUV, en tanto organismo técnico, omite la condición de sujeto al enfatizar su intervención en un objeto específico al que deben ampliarse las políticas sociales. En ese marco deja de representar los intereses juveniles y asume plenamente su rol técnico en desmedro de la condición de sujeto juvenil, que dentro de esta lógica no es más que un objeto a intervenir vía políticas sociales. De ahí también la vital diferencia entre participar o ser involucrado. Por otra parte, la particular manera de comprender el fenómeno juvenil que nos propone el autor, busca potenciar la mirada cultural, la comunicación y el diálogo entre las dinámicas centrales (instituciones) y las dinámicas juveniles (agrupaciones), con el propósito de promover las conversaciones como espacio de construcción de la democracia. Ahora, uno de los planteamientos de Valenzuela que más ayudan al debate en este campo se refiere a la creciente brecha entre sistema político y las opciones de los jóvenes. En ese sentido, se puede comprobar una fuerte tendencia a la profesionalización de la política una vez reinstalado el sistema democrático en nuestro país. Cuestión que no es menor si se piensa en el nivel de expectativas de cambio que generó el discurso concertacionista en la juventud, sin lograr ofrecer más que mesura, responsabilidad y eficacia procedimental. Con los subsecuentes síntomas de frustración y desencanto colectivo con la política tradicional. El diagnóstico que realiza M. Hopenhayn (1994) sobre el fenómeno juvenil es consistente, en cierto modo, con el que realiza Cottet. Pues, los nuevos tiempos de la modernidad tienden a agudizar la tensión entre la subjetividad juvenil (dinámicas grupales cotidiano/locales) y la racionalización (ingeniería política de los expertos / patrón de acumulación emergente). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 31 Esta tensión se expresaría en diferentes esferas del acontecer sociocultural. En política: tensión entre estandarización (reducción del estado social) y la esperanza de poder instalar proyectos de futuro desde la sociedad civil. En economía: tensión entre la racionalización competitiva y la producción de solidaridades que pongan freno al avance de la racionalidad formal. Ahora, es precisamente en este esquema que la juventud popular es el actor social que más interioriza las promesas del modelo (a través del discurso de los medios de comunicación, la escuela, la política, etc.), pero en rigor resulta ser el actor que menos accede a la movilidad y el consumo contenidos en dichas promesas. Para Hopenhayn (1997), la carencia de utopías emancipatorias que canalicen el descontento juvenil a través de proyectos vitales sustentables, hacen muy plausible la posibilidad de que aumenten las llamadas violencias reactivas de parte de las juventudes marginales, invirtiendo así la relación de exclusión impuesta por la violencia estructural. De esta forma, la actual política no otorga certezas a los jóvenes ni viene a llenar el vacío dejado por el quiebre de los grandes proyectos colectivos de los 80, y su discurso pragmático y administrativo no viene a reforzar más que el desencantamiento generalizado. Los planteos de Hopenhayn respecto de las tensiones que experimenta el campo juvenil, también se orientan hacia la propulsión de hermenéuticas culturales, donde sea posible -en el actual contexto de globalización- permear las historias personales con las historias de los otros, abrirse al cruce con otras experiencias vitales, de tal modo que la propia globalización se traduzca en una mayor democracia cultural. Para la presente investigación, es determinante el aporte de los teóricos de los 90, pues son ellos (fundamentalmente Cottet y Hopenhayn) quienes a nuestro modo de ver deconstruye la mirada y el discurso estructural dominante sobre el campo juvenil (aunque sin propuesta sistemática). Instalando preguntas y tensiones emergentes, que abren la posibilidad (el camino) para que la mirada y el discurso cultural intervengan con mayor productividad en el debate sobre la construcción social de las juventudes contemporáneas. Cuestión que no es menor, para nuestra apuesta epistemológica y teórica, si se asume la relevancia de romper con el binomio (metafísico) exclusión/inclusión y dar pié a lo que pasa más allá de la dimensión psicológica y más acá de la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 32 dimensión estructural, esto es en el plano de los cruces, de los intersticios culturales por donde se cuelan las socialidades juveniles emergentes. Y que se constituye en la opción a desarrollar por la presente investigación, cuestiones que se desarrollan más adelante en la construcción del marco de referencia. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles IV.- EL EJE CULTURAL: DE CULTURAS 33 Y TRIBUS Se puede partir señalando, que la modernidad ha provocado la desintegración de la comunidad y una ruptura de las relaciones primarias; los espacios culturales locales sufren los embates de la globalidad desestabilizándose antiguas formas establecidas de identidad y cultura, siendo reemplazadas por espacios culturales nuevos y distintos; espacios que tienen la característica de ser globales. La intuición que emerge como respuesta, resulta de una paradoja. La idea de la modernidad asimilada a la aldea global, del predomino de una sola cultura, en el fondo, de una cultura hegemónica, encuentra su respuesta en la aparición de microculturas o microsociedades; de nuevas sociedades primitivas - en el sentido durkheimniano de elementales - que empiezan a emerger en las grandes ciudades alterando el mapa urbano - en lo que la escuela etnográfica de Chicago llamara las zonas intersticiales de la ciudad - y el orden metropolitano 23. En el fondo, lo que se intentaba destruir (la variedad cultural) acaba reconstruyéndose o recreándose en nuevas formas de culturas urbanas, en algunos casos contestatarias y resistentes a la cultura dominante. Estas microculturas, cuya expresión visible son lo que denominaremos tribus urbanas, comienzan a ser estudiadas allá por lo años 30, por lo que se ha llamado dentro de la tradición sociológica, la Escuela de Chicago o escuela de “ecología urbana”, centrándose en temas, que en esa época eran considerados marginales como la delincuencia, la marginación social, la prostitución, las culturas juveniles (pandillas, bandas); temáticas que emergen en el nuevo ecosistema urbano de Chicago (Ganter y Zarzuri 1999). Sin embargo, antes de entrar de lleno en estas microculturas juveniles que aparecen en un mundo post moderno, realizaremos algunas 23 Es lo que autores como Félix Guattari (1998) llamarán la “revolución molecular” en el contexto del Capitalismo Mundial Integrado, toda una amplia gama de pequeños grupos que entran en resonancia e interaccionan para resistir a las formas de representación dominantes. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 34 referencias al concepto de culturas juveniles, en las que se insertan estas nuevas manifestaciones. El concepto de culturas juveniles remite a dos conceptos centrales: cultura y juventud, los cuales como conceptos han tenido, tienen y van a seguir teniendo distintas definiciones, adquiriendo un carácter polisémico, que va a depender donde nos situemos a la hora de aventurar una definición. 4.1.- Sobre los jóvenes y juventud Podemos partir señalando que lo que vamos a entender por jóvenes o juventud, es una categoría que ha sido construida socialmente y que encuentra su sentido en un espacio cultural determinado. Por lo tanto, esta es una construcción cultural, la cual como lo señala Walter Grob (1997), ” no es una fase natural del desarrollo humano, sino una forma de comportamiento social que debe ser vista ante todo como un resultado de la cultura occidental y, consiguientemente, de la formación de la sociedad industrial moderna”. Sin embargo, hay que considerar que esta construcción no solo es resultado de la cultura y de la sociedad, sino que las distintas aproximaciones que tenemos al concepto, responden a las posiciones que adoptemos como observadores, a las distinciones que podemos realizar, y que obviamente se enmarcan dentro de los marcos culturales de la sociedad en que vivimos. En este sentido, la juventud y el concepto de joven es una construcción moderna que tiene su origen sólo a partir de principios del siglo pasado en la época de la primera industrialización. Realizar un rastreo de lo que se ha llamado joven(es) o juventud(es), en cuanto a imágenes que remiten a un concepto moderno, nos retrotrae hasta tiempos históricos más antiguos. Algunos autores como Carlos Feixa (1998) y G. Levi y J. Schmitt (1995) han podido encontrar pistas o interpretar el tiempo histórico en búsqueda de la juventud o los jóvenes a través de la construcción de modelos de juventud y que especialmente para C. Feixa, corresponden a ciertos tipos de sociedad. Siguiendo a este autor podemos encontrar los siguientes modelos de jóvenes asociados a determinadas sociedades: Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles Modelo de juventud PUBERES EFEBOS MOZOS MUCHACHOS JOVENES 35 Tipo de sociedad Sociedades Antiguas Estados Antiguos (Grecia y Roma) Sociedades Campesinas preindustriales Primera Industrialización Sociedades Modernas Post industriales 4.2.- Las culturas juveniles Como se puede apreciar, el concepto de jóvenes recién aparece en las sociedades postmodernas industriales y que asociado a ciertas manifestaciones culturales que comienzan a emerger durante los años cincuenta, especialmente en los Estados Unidos, que de la mano del rock and roll, van a ir dando origen a lo que conocemos como cultura juvenil. Siguiendo a Pérez Isla (1998: 49s), las relaciones sobre juventud y cultura han estado centradas en tres enfoques los cuales se consideran centrales al momento de articular estos conceptos. El primer enfoque está asociado a la Escuela de Chicago, que se va a interesar en las transformaciones que está sufriendo la ciudad producto de la modernización industrial. Aparece de esta manera, el concepto de subcultura juvenil, cuestión que posteriormente va a ser retomada por la escuela de estudios culturales. Autores como Foot Whyte, Trasher, trabajaron las bandas como subculturas juveniles que empiezan a proliferar en los espacios intersticiales de la ciudad. Un segundo enfoque surgirá a mediados de los años cincuenta asociado con el rock, el cual se convertirá en el centro de una nueva cultura juvenil asociada a la música, la cual será asumida por las industrias culturales, la que paradojalmente permitirá la emergencia de una cultura juvenil, centrada en el consumo. Un tercer enfoque está relacionado con el concepto de contracultura juvenil, el cual fue utilizado por T. Roszak, destacándose la oposición de las culturas juveniles a la racionalidad propia de las sociedades modernas, las cuales van a cristalizar en una serie de movimientos a finales de los años setenta y principios de los setenta. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 36 Por lo tanto, antes de estas manifestaciones, se puede señalar que no hay jóvenes que tengan una cultura propia, sino que se adscriben a los modelos culturales propios de la cultura parental. Se visten de la misma forma que los adultos, escuchan la misma música, adoptan una estética adulta aunque la edad los distancie en términos generacionales por ejemplo. De esta forma como lo señala Beatriz Sarlo (1994) “Bertold Brecht, nunca fue joven, ni Benjamin, ni Adorno, ni Roland Barthes....ni Frank Sinatra, Doris Day....” van a ser (o ser considerados) jóvenes en comparación con lo que vendría después en Elvis Presley, The Beatles, The Doors, por mencionar algunos. Es la aparición de la fiesta, la máscara, los territorios existenciales, la estética que se constituyen en rebeldía, en desafíos al mundo adulto. De esta forma, cuando nos referimos a las culturas juveniles, tenemos que hacer referencia a la aparición de pequeños grupos o microsociedades juveniles, las cuales han adquirido cierto grado de autonomía del mundo adulto. Como señala Feixa ( 1998: 84) “en un sentido amplio las culturas juveniles se refieren a la manera en que las experiencias sociales de los jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintivos, localizados en el tiempo libre, o en espacios intersticiales de la vida institucional”. Estas expresiones no son todas iguales, homogéneas, sino que van variando en el tiempo, en la medida que éstas son construcciones que realizan los jóvenes, que reciben la influencia de varios estilos, constituyéndose en estilos propios individuales que van identificando a las distintas culturas juveniles. El estilo se convierte en lo distintivo de las culturas juveniles. Este puede ser definido siguiendo a Feixa (1998:79) como la “manifestación simbólica de las culturas juveniles, expresadas en un conjunto más o menos coherente de elementos materiales e inmateriales que los jóvenes consideran representativos de su identidad como grupo”. Estas manifestaciones simbólicas son producto del reordenamiento y recontextualización de los objetos y símbolos, lo que Levi-Strauus ha llamado el “bricolage”, la forma en que los sujetos, en este caso los jóvenes, resignifican los símbolos u objetos, dándoles en muchos casos significados distintos de los originales. Véase por ejemplo la utilización de cruces por parte de ciertos grupos que cultivan el heavy-metal, que los distinguen de las personas religiosas. Acá, no es que estos jóvenes se mofen del símbolo, sino que éste ha adquirido un nuevo significado. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 37 Esto permite la construcción de estilos juveniles, los cuales están compuestos por una serie de elementos culturales, entre los cuales puede destacarse: a) el lenguaje, como forma de expresión oral distinta a la de los adultos. Los jóvenes realizan juegos lingüísticos e inversiones lingüísticas que marcan la diferencia con los otros; b) la música, y especialmente el rock, que se transformó en la primera música generacional, distingue a los jóvenes, internalizándose en el imaginario cultural juvenil, y marcando las identidades grupales, producto de su consumo o de la creación; y c) la estética que identifica a los estilos juveniles, marcados por ejemplo, por el pelo, la ropa, accesorios, entre otros. Nos encontramos con producciones culturales, que se construyen a partir de revistas, murales, graffitis, tatuajes, videos, músicas. Estas producciones cumplen la función de reafirmar las fronteras del grupo y también de promover el diálogo con otras instancias sociales juveniles (Feixa, 1998: 103). Es a partir de estos elementos, que se puede hablar de una diferenciación del mundo juvenil del mundo adulto, lo cual ha sido tratado por algunos autores bajo la clave de ruptura generacional. 4.3.Las culturas generacional juveniles como ruptura Quizás uno de los textos más lucidos que nos habla de esta situación, es el texto de Margaret Mead escrito a finales de los años sesenta, “Cultura y Compromiso, Estudio sobre la ruptura generacional” (1970). En este texto, la autora va a dar cuenta del cambio generacional producido en la sociedad moderna. De esta forma señalará la ruptura que se ha producido entre las generaciones adultas y las generaciones jóvenes. Ella señala que los adultos no comprenden el cambio que está viviendo la actual sociedad, refiriéndose principalmente a la emergencia de la revolución electrónica que involucra el paso de una cultura lectora a una cultura de los medios: “nuestro pensamiento nos ata todavía al pasado, al mundo tal como existía en la época de nuestra infancia y nuestra juventud. . Nacidos y criados antes de la revolución electrónica, la mayoría de nosotros no entiende lo que esto significa.” Para Mead los jóvenes, que ella llama jóvenes de una nueva generación “se asemejan más a aquellos jóvenes de la primera generación nacidos en un país nuevo”. Dentro de este planteamiento, la autora señala que los jóvenes Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 38 perciben que el discurso que se ha instalado en la sociedad, que dice que los jóvenes son el futuro, ya no puede ser sostenido. Para ellos -los jóvenes- el futuro es ahora, por lo tanto, lo hay que hacer es reubicar el futuro y dejar de lado las concepciones de futuro que se construyen en las culturas occidentales modernas y asumir ciertas concepciones de ciertas culturas no occidentales: “A juicio de los occidentales el futuro está delante de nosotros, quizás a sólo unas pocas distancias, pero siempre delante, aún no aquí fuera de nuestro alcance. A juicio de muchos pueblos de Oceanía el futuro reside atrás no delante.” Esta misma idea se encuentra por ejemplo en la cultura aymará. Por lo tanto señala la autora, “debemos ubicar el futuro –como si fuera el niño nonato encerrado en el vientre de la madre- dentro de una comunidad de hombres, mujeres y niños, entre nosotros, como algo que está aquí, que ya está listo para que lo alimentemos y lo ayudemos y lo protejamos, que ya necesita elementos que debemos preparar antes que nazca, porque de lo contrario será demasiado tarde.” El llamado que hace M. Mead es claro, los jóvenes son los que encabezan el cambio cultural, el cambio de época que se está realizando y que involucra el paso de una sociedad a otra, por lo tanto serían lo más indicados para guiar a otros. El desafío es aprender de ellos y con ellos como dar los pasos en este nuevo escenario, aunque como lo señala la autora “los jóvenes no saben qué es lo que se debe hacer, pero intuyen que debe haber un sistema mejor.” Entonces asistimos a la emergencia un nuevo tipo de cultura juvenil, una cultura que la autora llama cultura prefigurativa, la cultura de los hijos desconocidos, donde los adultos aprenden de los niños, realizando las distinciones con la cultura posfigurativa donde los niños aprenden primordialmente de los mayores y la cultura cofigurativa, en la que tanto los niños y los adultos aprenden de sus pares. Sin embargo, hay que señalar que esta ruptura generacional, señalada por Mead, implica una disputa generacional. Si bien es cierto, y compartiendo el planteamiento de Mead, los jóvenes serían los más indicados para guiar a los otros en estos nuevos procesos culturales que están emergiendo. Sin embargo, se encuentran con un mundo adulto que no quiere ceder sus espacios de poder, que quiere mantenerlos a toda costa y por lo tanto, quieren mantener a estos recién llegados en un estado de juventud, que implica no ser aptos para tener responsabilidades, por lo tanto son irresponsables, y asimilan otras múltiples categorías peyorativas a esta condición, algunas de las cuales han sido enunciadas en anteriores párrafos. Esta ruptura generacional, señala la aparición de nuevas formas de culturas juveniles en una contexto posmoderno, las cuales son identificadas con el nombre de “tribus urbanas”, enmarcadas dentro de procesos de neotribalización que afectan a las sociedades actuales. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 39 4.5.- Las culturas juveniles en clave de tribus urbanas Como se ha señalado anteriormente, las culturas juveniles en contexto posmodernos pueden ser entendidas como “tribus urbanas”. En la literatura antropológica se utilizó con frecuencia la palabra tribu para designar a un “grupo autónomo, social y políticamente, de extensión definida, de homogeneidad cultural y organización social unificada que habita en un territorio que le pertenece” (Giner et al, 1998:898). En este sentido, la tribu remitía a lo “primitivo”, a lo exótico, a lo antiguo, anteponiéndose a la sociedad, a lo civilizatorio, a lo moderno, asimilando de esta forma la tribu a pequeñas comunidades o clanes, los cuales eran descritos como grupos que estaban compuestos por fuertes lazos sociales, económicos, religiosos y de parentesco. Hoy en día, el concepto se vuelve a utilizar pero asociado al ámbito urbano, a la ciudad, como en un espacio de proliferación de tribus urbanas compuestas preferentemente por jóvenes. Por lo tanto, se puede decir que el proceso de tribalización urbana que vive la sociedad es una cuestión moderna, asociada a los grandes cambios epocales y que se manifiesta preferentemente en las grandes urbes. Una primera aproximación al concepto de Tribus Urbanas, la podemos encontrar si miramos a éstas como bandas, cuestión que puede ser rastreada teóricamente en lo que se denomina la Escuela Sociológica de Chicago. Uno de los primeros intentos de esta escuela por sistematizar el conocimiento de estos grupos, proviene de Frederik Thrasher, quien en 1929 publica su libro The Gans. A Study of 1313 gans in Chicago, donde el autor pone de manifiesto, que estas agrupaciones “eran un sustituto para lo que la sociedad no logra dar...Las pandillas representan el esfuerzo espontáneo de los muchachos por crear una sociedad para sí mismos donde no existe nada adecuado a sus necesidades” (en Encinas Garza 1994), A partir de este estudio sumados a los que realiza Whyte (1934) se descubre que las claves de estas agrupaciones se relacionan con la solidaridad interna que los une, lo que genera un fuerte sentimiento de lealtad, fundamentado en la ayuda mutua. Se constata que los jóvenes desarrollan profundos lazos afectivos que vienen desde su infancia, lo cual los lleva a considerar al grupo como su familia, y a la calle como su casa, lo que implica la vinculación a un territorio y la constitución de una tradición cultural distintiva como eje de agrupación. Junto con esto, Whyte, destaca que la naturaleza de estos grupos no es prioritariamente delictual, que critica la “miopía” de aquellos que etiquetaban a este tipo de jóvenes como desviados o anómicos. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 40 Aproximaciones más modernas aplicaran el concepto de banda a agrupaciones de jóvenes que visten de forma similar y llamativa, y que poseen hábitos comunes y hasta lugares fijos de reunión. En estos agrupamientos se pueden encontrar modos de sentir y de pensar similares, y un soporte afectivo fuerte que ofrece a los miembros de estos grupos seguridad frente al mundo adulto. Otros autores como García Canclini (1995) constatan la emergencia de estas agrupaciones asociadas al fenómeno de las construcciones de identidades en grandes ciudades. Para este autor, las bandas “compensan la atomización y la disgregación de las grandes urbes ofreciendo pertenencia a grupos; ante la pérdida de expectativas escolares y la estrechez del mercado de trabajo, brindan a decenas de miles de jóvenes otras formas de socialización y de acceso a bienes de consumo”. Por otra parte, Mario Margulis (1994) define las tribus como aquellos "receptáculos en los que se agrupan aquellos que se identifican como un look ampliado en el que entremezclan ropas, peinados, accesorios, gustos musicales, manera de hablar, lugares donde encontrarse, ídolos comunes, expectativas comunes, ilusiones compartidas. La tribu funciona como mecanismo de identificación de semejantes y de segregación de diferentes". En ele ámbito de la sociología, Michel Maffesoli (1988), será el primer sociólogo que diagnosticará este proceso de neotribalización en las sociedades de masa. De esta forma, Jesús Martín-Barbero señala que este autor “ha retomado la, sociológicamente desprestigiada, noción de masa para pensar justamente el correlato estructural del estallido y la reconfiguración de la socialidad en tribus”. Este fenómeno constituiría una respuesta al proceso de “desindividualización” consustancial a las sociedades de masas, cuya lógica consiste en fortalecer el rol de cada persona al interior de estas agrupaciones, recuperando el carácter afectivo/emotivo a partir de una adhesión voluntaria. Para este autor (en Ganter y Zarzuri 1999), los rasgos básicos del proceso de neotribalización contemporáneo están asociados con los siguientes tópicos: Comunidades Emocionales: lo determinante de este elemento se vincula al carácter predominantemente afectivo/emotivo que se fragua al interior de estas agrupaciones, remodulando –frenando- el imperio de la racionalidad formal -instrumental, productiva y calculabilistaque predomina en la intemperie de las grandes metrópolis contemporáneas. Energía Subterránea: en este punto la inercia, la verticalidad y la uniformidad que caracteriza al continuum de la sociedad actual se ve resquebrajado por una multiplicidad de léxicos -prácticas sociales polisémicas y alternativas- Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 41 cuyo contenido se expresa a través de una grupalidad experiencial o un vitalismo que sitúa su flujo más allá del eje individualismo/muchedumbre. Sociabilidad Dispersa: bajo esta noción lo social emerge como un discurso omnipresente y que se expresa a través de relaciones contractuales urbanas entre individuos -mayoritariamente adultos- que comparten los patrones culturales y sociales definidos por el saber hegemónico (discurso apolíneo). Mientras que soterrada e intersticialmente se abre paso un discurso discontinuo y fragmentario (discurso dionisíaco) –expresión de un saber parcial- que se opone a la lógica dominante, asumiendo estrategias de interacción diversificantes que fundan una nueva socialidad neotribal. Lo interesante en esta reflexión es que ambos discursos intentarán medir inevitablemente sus fuerzas en algún tiempo y espacio determinado. Fisicidad de la Experiencia: el espacio físico –la urbe- se transforma aquí en un factor determinante en la conformación del entramado biográfico intersubjetivo. El espacio como artificio cultural que permite “formatear” la dimensión existencial del ser. Lo significativo aquí parece ser que a mayor globalización y cosmopolitismo metropolitano, mayor será el deseo de identificación espacial localista e intimista. Intentando concluir, para Ganter y Zarzuri (1999) las tribus urbanas se pueden considerar como la expresión de prácticas sociales y culturales más soterradas, que de un modo u otro están dando cuenta de una época vertiginosa y en constante proceso de mutación cultural y recambio de sus imaginarios simbólicos. Proceso que incluso comienza a minar las categorías con las cuales cuentan las ciencias sociales para abordar la complejidad social, y que particularmente, en el caso de las nociones ligadas a la juventud, la realidad parece desbordar más rápidamente los conceptos con los que se trabaja. También son la cristalización de tensiones, encrucijadas y ansiedades que atraviesan a la(s) juventud(es) contemporánea(s). Son la expresión de una crisis de sentido a la cual nos arroja la modernidad, pero también constituyen la manifestación de una disidencia cultural o una “resistencia” ante una sociedad desencantada por la globalización del proceso de racionalización, la masificación y la inercia que caracteriza la vida en las urbes hipertrofiadas de fin de milenio, donde todo parece correr en función del éxito personal y el consumismo alienante. Por ultimo, como la instancia para intensificar la experiencia biográfica y la afectividad colectiva, el contacto humano y sobre todo la alternativa de construir identidad y potenciar una imagen social. En otras palabras, las Tribus Urbanas constituyen una posibilidad de recrear una nueva “socialidad”, de reeditar un nuevo orden simbólico a partir del tejido social cotidiano. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 42 En el fondo, la aparición de estas nuevas tribus o constitución de nuevas subjetividades vienen en palabras de Guattari, a reinventar y/o recomponer el tejido de solidaridades y los modos de vida devastados por la modernidad, lo cual sólo es posible de lograr mediante la aprehensión de territorios existenciales, cuestión que realizan estas nuevas tribus, pero con una estructura propia, como lo señala el autor. Este territorio existencial, está atrapado en una relación de caosmosis “es decir que hay un efecto de indiferenciación, de apropiación del todo, de todo lo que me rodea – el objeto amado, los objetos, mis ideas, mis sentimientos- y a partir de esa inmersión cáosmica, hay recomposición”. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 43 V.- MEMORIA Y JUVENTUDES 5.1.- La Memoria como Discontinuidad en la Escena Juvenil Contemporánea Tal como sostiene el historiador chileno Mario Garcés24, emulando a Eduardo Galeano, la historia oficial se ha escrito de espaldas a la experiencia del pueblo latinoamericano. En ese sentido, el pueblo siempre ha recurrido a su memoria como una forma de crear y recrear su identidad. En nuestro país, el discurso que ha predominado en el período de la denominada posdictadura, se organiza básicamente en función del paradigma del consenso, desplazando las lógicas políticas del conflicto, que predominaban hasta antes del quiebre de la democracia en Chile y también en el período de las protestas civiles que fueron generando las condiciones para el retorno a la democracia en nuestro país. En ese sentido, dicho paradigma político que opera bajo la lógica del consenso y la negociación, ha contribuido significativamente a tejer una trama cultural que hace prevalecer las prácticas del olvido por sobre las del recuerdo. Es el sociólogo chileno Tomás Moulian25 quién describe el proceso de transición a la democracia como la etapa superior del olvido. Sin embargo, este hecho no significa que la sociedad chilena olvide, pues son muchas las instancias y los espacios culturales donde se trabaja por potenciar la memoria. Tal es el trabajo que han realizado durante años las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos, con el propósito de generar conciencia sobre algo que nunca más debe volver a repetirse en nuestras latitudes, o bien, el trabajo que realizan diferentes movimientos sociales chilenos y diversas agrupaciones de pobladores, que se orienta básicamente a construir y fortalecer su identidad en función del ejercicio de narrar su propia experiencia colectiva, a la luz de los acontecimientos que los han hecho emerger y permanecer en el tiempo. Etimológicamente la palabra memoria proviene del latín meme, que es una forma onomatopéyica para designar la repetición en el habla o el tartamudeo. En la idea de un sujeto con atributos asignados 24 “Guía metodológica para la memoria y la histórica local”, ECO, Santiago de Chile, septiembre 2001. 25 “Chile actual: anatomía de un mito”, LOM, Santiago de Chile, 1999. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 44 anteriormente a su puesta en escena social, la memoria es la forma de repetir encadenadamente una existencia. Ahora, el historiador norteamericano Steve Stern 26 sostiene que todos participamos de diversas memorias sobre nuestras experiencias, que al no ser vinculadas con otras experiencias, pueden ser definidas como memorias sueltas; no obstante en la medida que esas memorias sueltas se vinculan e interactúan entre sí, van produciendo un entramado de recuerdos, una trenza de experiencias capaces de configurar memorias colectivas o emblemáticas. En ese sentido, se puede decir que una memoria emblemática más que configurar una experiencia específica configura un campo donde se organizan las diversas experiencias concretas. Por otra parte, resulta pertinente sostener, junto con M. Garcés, que la historia es una forma de memoria, pero con un formato sistemático y organizada según prescripciones disciplinarias y que los propios historiadores han desarrollado con el tiempo. Sin embargo, es precisamente dicha tradición, dicho discurso formalizado y canonizado como legitimo por un saber disciplinario, el que termina invisibilizando la memoria social, el saber los sujetos empíricos. En estos casos extremos es donde la historia se configura como historia hegemónica u oficial y la memoria social se configura en memoria de resistencia. Ahora, habrá que esperar a la irrupción en el siglo XX de la denominada Nueva Historia Social, fundamentalmente en Inglaterra en los años 70, donde destacan los análisis y las interpretaciones sobre el “tiempo largo”, sobre el papel en los procesos históricos de la gente común y de los movimientos sociales de base, sobre la historia entendida como “historia desde abajo”, sobre la historia oral y la práctica testimonialpara empezar a cuestionar el hecho de que la historia es solo un practica de los expertos y especialistas en la disciplina, en el entendido que son los propios sujetos empíricos los que a través del entrecruzamiento de sus experiencia generan procesos que devienen en acontecimientos. En ese sentido, la memoria siempre es política –molar o molecular- en la medida en que es asumida como campo donde entran en fricción diferentes significados y prácticas discursivas que se representan la experiencia de diversas maneras. De modo que, la memoria no es sólo un atributo permanente y estabilizador de la experiencia humana, no es 26 “De la memoria suelta a la memoria emblemática: hacia el recordar y el olvidar como proceso histórico (Chile, 1973-1998), en M. Garcés “Memorias para un nuevo siglo” Ed. LOM, Santiago de Chile, 2000. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 45 sólo algo dado y que debe encargarse de recordarle al sujeto que su propia existencia le ha sido también dada bajo una forma que debe preservar, no es solo un inventario de datos patrimoniales, sino que por sobre todo es una actividad de los sujetos empíricos, un campo a través del cual se producen y reproducen nuevas prácticas sociales, nuevas maneras de vivir, sentir, comprender y organizar el mundo de parte de los sujetos. La memoria es entonces una posibilidad para la subjetividad, en nuestro caso una posibilidad de pensar a las subjetividades juveniles instituyentes. Desde este punto de vista, la memoria pasa a ser un devenir de la subjetividad. Pero esto no quita que la memoria sea un registro de la experiencia, es sólo que la memoria, en tanto subjetividad devenida, a la vez produce y registra la diferencia que hace sensible la experiencia. En ese sentido, para los efectos de este texto entendemos por memoria lo que la critica cultural chilena N. Richard plantea: como un “proceso abierto de reinterpretación del pasado que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones”. En ese sentido, “la memoria remece el dato estático del pasado con nuevas significaciones (...) llevando a reescribir nuevas hipótesis y conjeturas que desmontan el cierre explicativo de las totalidades demasiado seguras de sí mismas”. Pues bien, en opinión de N. Richard, es precisamente el trabajo de una memoria insatisfecha, o de resistencia, que no se da nunca por vencida, el que ha perturbado e incomodado a la voluntad de clausura oficial del recuerdo, mirado desde el ojo hegemónico como depósito fijo de significaciones inactivas. Por ello que el pasado no es un tiempo irreversiblemente detenido y congelado en el recuerdo, el pasado –tal como W. Benjamin lo entendióes un campo de citas atravesado tanto por la continuidad y la discontinuidad. Esto es, un campo cruzado por diversas estrategias, unas que imponen “una” idea de sucesión, de historia lineal, homogénea y unidireccional; y otras estrategias de carácter más fragmentario, que se manifiestan en los detalles, en los acontecimientos minúsculos y minoritarios, en discursos residuales y críticos de la monumentalidad heroica de las verdades mayúsculas. Ahora, es a partir de determinados trances críticos donde se desatan esas reformulaciones heterodoxa, provenientes de las memorias trabadas por la historia y que permiten trabajar el recuerdo ya no como una vuelta al pasado, sino como una actividad vital de los sujetos en el proceso de producción de sus identidades y de significación de sus experiencias. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 46 Ahora bien, son precisamente los jóvenes y particularmente cierto tipo de subjetividades juveniles, a las cuales ya hemos hecho alusión anteriormente, los que a nuestro juicio estarían siendo pensados -desde los formatos canónicos del saber y las disciplinas oficiales- como sujetos incapaces de producir memorias de carácter emblemático o colectivo, pues lo que se lee de los desde la liturgia del saber instalado es básicamente disgregación, apoliticidad, apatía, anomia. Sin embargo, el supuesto y el gesto que pretende instalar la presente investigación apela precisamente a una operación de visivilización de las memorias juveniles que hemos llamado insatisfechas o del descontento y que de alguna manera ejercerían una práctica corrosiva y de desmontaje sobre los discursos hegemónicos en torno a la experiencia del recuerdo, la cultura y la política. El punto es que dicha memoria insatisfecha se estaría expresando -a nuestro juicio- en determinados dispositivos estéticos micropolíticos (Guattari), como la práctica cultural del graffiti y la música rap y rock que comenzaron a masificarse en el período de la posdictadura chilena. 5.2.- Sobre la Noción de Narrativa y las Posibilidades Constitutivas de un Sujeto para la Memoria Juvenil2 7 En su célebre informe “La condición Posmoderna”, J. F. Lyotard opone el concepto de narrativa al de relato y metarralato, se trata de una operación que ha pasado inadvertida, si se la compara con la gran atención que se ha prestado a la tesis acerca de la muerte de los metarrelatos. Ocurre, sin embargo, que mucha de la irritación provocada por este texto, podría haberse visto disminuida, si se hubiese puesto algo de interés en aquel aspecto del diagnóstico donde el fin de los metarralatos implica una nueva visibilización de las narrativas microsociales, es decir, de esos procesos contingentes en que los sujetos empíricos gestionan relacionalmente su propia vida. Claro que, como filósofo, Lyotard despacha rápidamente varias cuestiones que podrían verse enriquecidas por la comprensión sociológica. Una de estas cuestiones representa gran interés para nuestro marco de estudio de las narrativas juveniles. Se trata de la 27 Esta punto fue escrito por Miguel Urrutia que participo en los inicios del proyecto. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 47 relación entre los sujetos y sus narraciones. En efecto, Lyotard ni siquiera se detiene a explicar que su idea de narración no depende de la existencia de un sujeto que elabore secciones de discurso desde una condición de identidad, cuestión que en la mayor parte de las tradiciones sociológicas es tomada como un dato seguro 28. Desde este punto de vista sociológico, se sobreentiende que la narración es una estrategia a través de la cual el sujeto se da una cierta consistencia temporal 29, una manera de mantenerse idéntico a sí mismo para no perder el yo como referencia fundamental en la gestión de su vida; más radicalmente se dirá que el sujeto construye una narración a través de la cual le da un sentido a su existencia individual y colectiva. Pero ocurre que Lyotard valora, incluso políticamente, las narrativas con independencia de la existencia de sujetos, ¿cómo puede ser defendido sociológicamente tal argumento? Precisamente porque el sujeto no es el origen sino el producto de una narración, es que esta última puede tener un valor político en si misma. Fieles a una pretensión sociológica básica, deberíamos sacar el problema de la pregunta por el ¿quién?, ya que no es un quien el que elabora la narración, sino directamente un como. Pero, para que esto quede claro, debe hacerse intervenir el factor de la memoria. Cuando suponemos que la narrativa es una estrategia para la construcción de sentido de un sujeto, la memoria pasa a ser entendida como un recurso del que a priori dispone tal sujeto. O sea, si el sujeto existe antes de ser narrado, uno de los atributos de su existencia es la memoria, aunque en principio esta se encuentre prácticamente en blanco. La tarea de la memoria es, desde el comienzo, registrar simbólicamente todas aquellas experiencias que informen al sujeto de la continuidad de su existencia. En la idea de un sujeto con atributos asignados anteriormente a su puesta en relaciones sociales, la memoria es la forma de repetir encadenadamente una existencia, no quiere esto decir directamente que la tradición científico social valora la memoria como medio de reiteración de las experiencias vividas por los sujetos, sino que, según esta tradición, justamente porque los sujetos deben producir una diversidad de experiencias, es que disponen de una brújula para no naufragar en ese mar de circunstancias que ellos mismos contribuyen a crear, lo que la memoria le reitera a los sujetos no son las 28 La excepción la constituye la sociología sistémica 29 Ver Robles, Fernando. Los sujetos y la cotidianeidad. Ediciones Sociedad Hoy, Concepción-Chile, 1999. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 48 experiencias vividas, sino una selección de aspectos de estas vivencias en que los sujetos puedan reconocerse como unidad. La relación de esta forma de entender la memoria con el futuro, es, metafóricamente, decirle al sujeto: “eres tú, adelante, en la medida que no me pierdas, seguirás siendo tú”. Pero, qué ocurre si, como Lyotard, la Sociología vuelve por sus banderas y rechaza el sicologismo de un sujeto con rasgos tan fundamentales adquiridos con anterioridad a sus relaciones histórico sociales. La sociología es una opción política radical, por eso es que no puede renunciar a tener un lugar de referencia para su radicalidad, pero tal lugar, es más bien, el de las subjetividades en general, antes que el de los sujetos en particular. Para explicarlo, nuevamente es necesario recurrir al factor de la memoria, pero ahora, específicamente desde la consideración de las subjetividades que hemos llamado juveniles. Como ya se ha dicho, adherimos a una comprensión de la juventud independiente de la conformación de segmentos etáreos, aunque se acepta que cada sociedad histórica crea condiciones para producir jóvenes en edades por lo general bien determinadas. Pero, lo que hace reconocible a la actividad juvenil en la historia global o local, es la búsqueda de la diferencia, no sencillamente para afirmar una identidad individual, sino que la diferencia como experiencia directa de ser distinto, sobre todo de si mismo. Ser joven es la disconformidad con los rasgos preasignados, independientemente de la eficacia con que la subjetividad se opone a tales rasgos. Una subjetividad deviene joven en el momento que pone en tela de juicio el carácter natural de cualquier rasgo entendido como propio, surge al comprenderse como un producto de las circunstancias que le antecedieron, y por lo mismo busca alterarse a si misma a través de -y no pocas veces en contra de- lo que queda de esas circunstancias. El joven muestra el valor alterativo de la subjetividad frente al valor reiterativo de la “sujeción”. Por supuesto que el “sujeto joven” y el “joven sujeto” existen, pero no como fundamento de su propia libertad, sino como territorios existenciales a gestionar por la subjetividad que es inmediatamente colectiva (Guattari) 30. Si lo que la subjetividad del sujeto joven busca es la diferencia ¿qué valor puede tener para él una memoria que es pura repetición?. 30 Según Foucault la subjetividad es a su vez una diferencia entre un adentro y un afuera del pensamiento; nótese que ni siquiera se trata de que la subjetividad sea un adentro que piensa a lo que está fuera de él, sino un pensamiento acerca de esa de esa diferencia (Deleuze, 1987 ). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 49 Pero al decir que la memoria no es sólo un atributo permanente y estabilizador del sujeto, se quiere indicar que la memoria es también una posibilidad de la subjetividad, por lo tanto, no es sólo algo dado y que debe encargarse de recordarle al sujeto que su propia existencia le ha sido también dada bajo una forma que debe preservar. Desde este punto de vista la memoria pasa a ser un devenir 31 de la subjetividad. Pero esto no quita que la memoria sea un registro de la experiencia, es sólo que la memoria, en tanto subjetividad devenida, a la vez produce y registra la diferencia que hace sensible la experiencia. Entonces, la narrativa de los jóvenes está llena de memoria, y si ella no ha alcanzado más potencia histórica o no ha coagulado en cambios más positivos para la humanidad, se ha debido en parte a que, por mucho tiempo, esta narrativa ha sido reemplazada por una especie de microinscripción de los metarrelatos. Esto nos sirve incluso para entender mejor la naturaleza histórica, e incluso la indeseabilidad, de esos metarrelatos que llegaron a operar como “memorias totales” de inmensos contingentes de sujetos. La justificación de los metarrelatos ha dependido precisamente de la identificación de sujetos que acceden al estatuto colectivo no por la colectivización de sus diferencias sino por compartir atributos señalados a priori desde una posición dominante32. De todo esto podría quedar la impresión que los metarrelatos poseen como ventaja específica sobre las narrativas juveniles, la capacidad de producir movimientos colectivos, de colocar en la escena histórica grandes máquinas de guerra social. Queda esta impresión, sobretodo porque este concepto de memoria parece clausurado al diálogo intergeneracional. En la medida que se privilegia la acción diferenciadora de la memoria, da la impresión que se abandona el antiguo servicio que la memoria ha prestado para poner en relación distintos órdenes de experiencia, incluso para dar lugar a la formación de un tipo de experiencia vicaria. En primer lugar hay que aclarar que la condición juvenil para producir y experienciar diferencias, no niega la posibilidad, incluso de la repetición. Porque, cómo decía Borges, una posibilidad 31 Se entiende por devenir una forma de cambio más radical que el concebido por la tradición dialéctica, en la medida que es un cambio irreductible a los términos que lo suscitan; por ejemplo, el joven es irreductible a los términos polares de niño v/s adulto (Ver curso de Postestructuralismo de Casanova, Carlos; dictado en la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, Facultad de Ciencias Sociales, en julio del 2000) 32 Conviene señalar que no es lo mismo celebrar el fin de los metarrelatos que el fin de las ideologías; transformarse en metarrelatos, es sólo una parte de la historia descrita por ideas tales como el cristianismo, el marxismo o la propia ciencia moderna. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 50 para reinventar un texto, es transcribirlo, a condición de tener presente que el contexto en que se realiza la transcripción configura la diferencia de tal experiencia. El anterior es un problema que desborda el ámbito en que memoria y narrativa pueden ser analizados conjuntamente, manteniendo cierta pertinencia sociológica. Ahora se trata de argumentar, tanto lógica, como volitivamente, las posibilidades colectivizadoras de una memoria juvenil devenida de la subjetividad. La precaución, ya citada, de no confundir los metarrelatos con lo que la laxamente se entiende por ideologías, tiene por finalidad el permitir la introducción de elementos provenientes de esa índole de pensamiento, más exactamente de una cierta tradición marxiana. Desde el mismo Marx (1983), es posible extraer algunas pistas para analizar el problema de cómo la proliferación de diferencias puede ser un factor de fortalecimiento de lo colectivo. A continuación citaremos un párrafo del primer tomo de El Capital que puede aparecer descontextualizado, pero que enseguida intentaremos utilizar en relación con el problema de una memoria que funda al mismo tiempo lo singular y lo común. El trabajo del individuo es puesto desde el inicio como trabajo social. Cualquiera que sea la forma material del producto que él crea o ayuda a crear , lo que ha comprado con su trabajo no es un producto particular y determinado, sino una determinada porción de la producción colectiva. No tiene entonces producto particular alguno para cambiar (...) (p. 100) El trabajo de la memoria es producir y “reproducir” las diferencias, pero como lo indica Marx para el caso de la producción económica, esta actividad posee siempre un carácter social, la propia diferencia se erige como tal en una cadena de acontecimientos que se tienen por repetidos, para frente a ellos designar una novedad, pero esa novedad depende de un modo de aprehensión de la experiencia anterior. Es por esto que la posición actual de los jóvenes les implica un doble ataque; primero por no dar continuidad a las luchas de sus predecesores, y enseguida por no hacer intervenir su propia novedad en el mundo que esos predecesores les están heredando. El problema puede ahora ser recolocado a nivel de la narrativa, argumentando que ella está ya abarrotada de sentidos colectivos, que Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 51 esos sentidos colectivos no tiene más que estallar en multiplicidades de acciones de transformación radical del status quo. No es entonces que esta memoria juvenil esté soldada a la individualidad de su propia diferencia, sino que, por el contrario, para proliferar como experiencia requiere del concurso de los demás protagonistas de la escena social. Ahora puede plantearse lo que a nuestro juicio es el gran problema de la memoria específica que pretendemos abordar en esta investigación. El material némico del que disponen los jóvenes chilenos de la actualidad, es similar al que Benjamin describió a través de la figura de la catástrofe, sin embargo, siempre es posible desmantelar esa catástrofe (sociabilidades dictatoriales maduradas en posdictadura) a través de lo que Derridá (1995) concibe como la única forma de donación no basada en la espera de la reciprocidad. Sólo a través de los intercambios de la memoria como subjetividad devenida puede ser producido un tiempo nuevo, tiempo que se da, ya no como ofrenda para restablecer equilibrios trascendentes, sino como experiencia radical de las diferencias que se producen a pesar de los intentos de totalizar jurídicamente las memorias. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 52 VI.MANIFESTACIONES CULTURALES JUVENILES: EL GRAFFITI Y LA MUSICA 6.1.-El Graffiti El graffiti es quizás una de las actividades culturales modernas más interesantes desarrolladas por los jóvenes en el mundo, no exenta de crítica y alabanza por seguidores y detractores que intentan aproximarse a estas nuevas formas de arte urbano, enquistadas en las paredes de nuestras ciudades de acero y hormigón, las cuales son transitadas por tribus nómades que circulan por las ciudades dejando impreso a su paso, sus distintivos identificatorios, sea estos tangs, flops o graffitis propiamente tales, dando origen así, a novedosas instalaciones culturales, incomprensibles para el lego, pero no para quién está dentro de estas comunidades o tribus. Por lo tanto, podríamos señalar, que estamos frente a nuevas formas de escritura, a nuevos escritores urbanos que durante la época moderna alcanzarán preponderancia en las ciudades. Si se realiza algo de historia respecto de esta actividad escritural, podemos señalar que los primeros indicios de lo que modernamente de va a llamar graffiti, los podemos encontrar en Roma y en inscripciones en los muros de las letrinas de Pompeya, los cuales recibirán esta calificación por arqueólogos e historiadores (De Diego, 2000). Posteriormente se pueden encontrar señales durante el Siglo XVI en la América conquistada por lo españoles, especialmente durante la conquista de México, donde en un episodio relatado por Díaz del Castillo en su texto “Historia de la Conquista de la Nueva España”33, relata, que Hernán Cortés tiene que enfrentar a unos escritores anónimos, quienes descontentos por la distribución del botín conseguido, protestaron rayando las paredes del palacio que habitaba Cortés: “Y como Cortés estaba en Coyoacán y posaba en unos palacios que tenían blanqueadas y encaladas su paredes, donde buenamente se podía escribir en ellas con carbones y otras tintas, amanecían cada mañana escritos muchos motes, algunos en prosa y otros en metro, algo maliciosos(...) y aún decían palabras que no son para poner en esta relación” Para López (2000), esta forma escritural que irrumpe, revela, “.... por sus faltas de 33 Díaz del Castillo, Bernal. Historia de la Conquista de la Nueva España. En: Angél Rama La ciudad Letrada, 1984. Citado por López Angel. Arte y Parte. Jóvenes, cultura y compromiso. Prames S.A. Zaragosa España 2000. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 53 ortografía, por su clandestinidad, por los lugares que escogen y por los mensajes que emiten, que sus autores no están familiarizados con la escritura. Desvelan también a unos autores tan hartos, desesperados o indignados por sus efectos, como para servirse de ella en su denuncia de los poderes letrados que los marginan.” (Pág. 80). Modernamente, el graffiti nace en la ciudad de New York (López, 2000; de Diego, 2000) a finales de los 60 e inicios de los 70 propiciadas por minorías marginadas de esa ciudad, que intentan forma nuevos parámetros culturales que se plantean como el resultado de la ruptura de muchos de los mecanismos de control social hasta entonces vigentes. Así, la cultura Soul da paso a la cultura Hip-Hop más combativa y reivindicativa de los valores del grupo. Se genera entonces una terminología y un lenguaje autóctono de un arte que probablemente esté marcando la pauta de lo que será la producción artística del siglo XXI. La definición del término graffiti por de Diego, se relaciona directamente con la acepción del término en el seno de la cultura hip-hop. El graffiti como forma artística viene condicionada con la emergencia de la cultura hip-hop a finales de los años 60 en las grandes ciudades norteamericanas, especialmente New York, así los investigadores de procedencia estadounidense han seguido relacionando el término graffiti con un determinado contexto cultural. En general, se considera al Graffiti como una “verdadera unidad de creación artística en lo que a sus valores expresivos y técnicos se refiere”, la cual es reproducida por un grupo humano caracterizado en el espacio urbano y cuyos miembros se reconocen entre sí por su actividad mas o menos clandestina en el espacio público. Se puede destacar, que el graffiti tiene una gran riqueza de significados y matices que no siempre se pueden apreciar por desconocimiento de los códigos gramaticales y semánticos. Por lo tanto, se puede definir a la comunidad de escritores de graffiti como “un grupo cerrado de creación cultural con normas propias de comunicación interna”. Por ejemplo, la terminología del grupo es un argot, es decir, un lenguaje propio, repleto de giros, variantes sintácticas propias, etc., que representa el facto de diferenciación más activo. Se puede distinguir una función primaria de cohesión y una función secundaria de traducción. La función cohesiva permite gran colaboración entre los interlocutores, a la vez que aisla de cualquier receptor no deseado; la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 54 función traductora actúa como un verdadero filtro crítico que permite traducir al idioma hip-hop el nuevo signo adaptado, es decir, que cualquier elemento extraño al grupo, presente en la cultura como un logotipo o una imagen cualquiera, puede ser transtextualizado y resignificado. A estas dos funciones habría una tercera, no explicada, pero que tiene que ver con que el argot sirva como un recurso pictórico. El hip-hop nace en los Estados Unidos como una respuesta social de algunas minorías urbanas, donde la tradición de la cultura soul o de ghetto es lo que la fundamenta directamente. Son los años 60 y 70 los que le dan el contexto para su surgimiento, la rebeldía y autoafirmación. La cultura Hip-hop surge en un grupo humano marginado de la toma de decisiones y bienestar económico, donde la toma de conciencia progresiva de su situación favorece el nacimiento de la resistencia que tiene en la calle, su espacio. Así Dennat, señala, que “el graffiti puede ser considerado como una forma artística de resistencia a la autoridad y al mismo tiempo una expresión de solidaridad y explicitación del propio contexto cultural en el que se formó”, lo cual es complementado por Sara Guiller, quien manifiesta, que esta actividad, “transgrediendo constante e intencionadamente las nociones estéticas, la comodidad visual y la propiedad privada inmobiliaria (no es sorprendente que todas esas cosas les eran ya negadas) el graffiti se convirtió en una exitosa y cada vez más presente estrategia utilizada por una cultura marginada para hacerse oir”. Las principales características del Graffiti Hip-Hop como objeto de estudio son: • • • • • • El graffiti hip-hop constituye por sí mismo un fenómeno artístico y expresivo de primer orden. Su importancia mundial es evidente. Superó fronteras hace 20 años. Sus procesos evolutivos son complejos y merecen análsis interdisciplinario, sobre todo desde la historia del arte. El graffiti hip-hop desarrolla en el marco urbano público una crítica a los mass-medios institucionalizados, de comunicación verbo iónica y de resistencia contra la presión social dirigida hacia ellos. La historia del arte no tiene un estudio en profundidad del fenómeno. El graffiti hip-hop trasciende lo artístico para representar un objeto de estudio donde los procesos intertextuales y dialógicos son decisivos. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 55 De esta forma, el Graffiti hip-hop emerge en medio de una cultura contestataria, popular, por lo que, para algunos autores, la expresión graffiti se debe incluir, dentro de lo que se ha denominado Cultura Popular, como práctica cultural, no obstante la consideración de cultura popular es discutible, ya que, la cuestión en torno al carácter representativo de estas nuevas culturas urbanas es compleja. Una definición de Williams (1984) define el concepto de práctica cultural de forma distinta a como se venía haciendo. Este subraya la importancia de las relaciones y luchas culturales en las diferentes formas de producción cultural y muestra hasta que punto son decisivas las relaciones de producción entre los diversos agentes sociales. La cultura del graffiti es popular porque a la gente perteneciente al contexto donde se desarrolla le gusta hacerlo. Esta acepción de la palabra, sin embargo convierte en popular al conjunto de las diferentes culturas sociales, independiente del grupo que las genera. Así la noción de cultura popular pierde sentido y gana la teoría de las representaciones a través de las prácticas culturales. El concepto de práctica cultural procede de la sociología y fue acuñada por Mauss (1967) y Durkheim (1961) en los 60. Después se desarrolla y se asocia a la parte esencial de los procesos de socialización y desarrollo de las pautas individuales y grupales de comportamiento dentro de la sociología de Berger y Luckmann (1991); este concepto permite ver que la homogeneidad formal del graffiti es sólo aparente. Se plantea que la relación de fuerzas entre representaciones sociales se muestra esencial para explicar la elección del graffiti como medio expresivo. Si los esquemas de representación del universo presentes en el graffiti son en cierta medida los indicadores de la percepción que el artista posee de la sociedad y del mundo, se debe entender en estas nuevas culturas la expresión de una percepción diferente de la sociedad y su producción como referente de una comunidad y de su posición física y social peculiar. Se trata de una construcción social de la realidad. Esta perspectiva dirige su atención hacia los efectos homogeneizadores de la cultura urbana y elabora el análisis a través de la estructuración de la sociedad. Que el autor de graffiti se llame escritor y no pintor se debe a que los primeros graffitis eras verdaderos textos con el nombre del protagonista. Así el graffiti es una expresión discursiva del propio Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 56 nombre y de los valores contextuales que conlleva en un soporte de obligada visión pública. Pero este nombre es inventado por el autor y sirve como identificación en el context urbano. De esta forma El TAG es su alias, su alter ego. Su educación académica y artística no es ortodoxa ni homogénea, pero el escritor de graffiti asume silenciosamente las pautas estéticas marcadas por el grupo. El aprendizaje se realiza por pura imitación visual, sin consejo ni recomendaciones. La preferencia por algún otro escritor en particular, activo y de mayor edad, por lo general marca la pauta a seguir; así su estilo temprano está marcado por su gusto o admiración de otros estilos. Hay una jerarquía que se asume desde un principio. Los valores más apreciados suelen ser la frecuencia con que la propia obra aparece en el ámbito urbano; un escritor con trabajos numerosos es respetado no importando tanto su calidad técnica o estética. Lo que importa es que su nombre o TAG aparezca de cualquier modo. De este modo, la competición por el uso del espacio es una lucha por la presencia en éste. Ningún escritor de prestigio poseerá privilegios personales de ningún tipo en ningún lugar. Simplemente su mayor posición se reflejará en el respeto de los demás a la hora de realizar su obra. Por añadidura, su compañía siempre es disputada por los que empiezan. No obstante, un trabajo de alta calidad puede verse compensado con un menor número de veces. En cuanto a la edad, la media no supera los 18 años. Estos pueden iniciarse muy temprano y terminar antes de los 20, aunque en ocasiones después de una retirada pueden reaparecer con nuevas ideas. El escritor de graffiti trabaja en medio de una pequeña agrupación (CREW) de no más de 5 o 6 personas y se dan un nombre por lo general de 4 letras. Proponer un nombre adecuado es de suma importancia. Podemos observar en procesos de formación, abandono y reformación de grupos como cada nuevo grupo parace servir continuamente a los intereses creativos individuales, no obstante la mayoría de los grupos comprende a escritores de similar nivel de experiencia. También es usual que como grupo se unan a otro grupo que cuente con algún miembro más veterano. Es posible que uno o varios escritores puedan figurar en dos o más grupos al mismo tiempo en función de sus actividades e inclinaciones durante lapsos de tiempo determinados. La producción del graffiti no es homogénea desde el punto de vista formal, distinguiéndose diversos tipos de obras en función de su Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 57 contextualización física, los colores, los patrones básicos, la apariencia final, etc. De esta forma no se puede establecer una tipología definida en base a un único criterio. Se advierte que la atención a las funciones de cada obra no implica que la interpretación sea exhaustiva. Por otra parte, los términos (linguísticos) más usados se relacionan con los múltiples aspectos de la actividad técnica de los escritores: Se puede caracterizar la zona típica de graffiti a partir de ciertos rasgos apreciados en función de su capacidad exhibitoria de cara al espacio público urbano: Alta visibilidad; Abundancia de tráfico rodado; Relativa abundancia de muros aislados, paredes de edificos libres, etc. Por lo general estas zonas se disponen a lo largo de una suerte de anillo exterior que rodea el núcleo urbano. Representan auténticos focos de producción de graffiti, pero su función dentro del proceso de producción cultural de esta forma de expresión varía de un caso a otro. La zona de graffiti representa el nodo esencial de relación en el seno de las redes sociales y de producción creativa. Actúa como un escenario de los procesos dialógicos, formativos y de aprendizaje, de renovación e intercambio. Como los intereses expresivos de la comunidad de escritores de graffiti es variada, la morfología de las zonas donde se suele situar cambia en función de esos intereses expresivos y de grupo. Es por esta razón que si una zona entera desaparece producto de las retroexcavadoras, no se ve afectada la expresión de un discurso. 6.2.- La Música 6.2.1.- La Música como Dispositivo de Producción Simbólica Para J. Eyerman (1998), la música –si la consideramos como una expresión estética central al momento de producir y transmitir patrones culturales determinados- y más precisamente las canciones, constituyen mucho más que textos que canalizan mensajes, son también representaciones ritualizadas a través de la cual se integra al significado con la significación. La música se constituye en un dispositivo de producción y reproducción cultural, es decir, se presenta como un vehículo portador de una memoria generacional que influye en la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles interpretación de la realidad, contribuyendo a tejer y destejer identidades sociales que participan de dichas ritualizaciones. 58 las La música como portadora de un imaginario, una cosmovisión o una tradición determinada, se encuentra permeada por una gran carga simbólica que produce esquemas interpretativos de la realidad. “La música, al ser portadora de muchas tradiciones, hace referencia a imágenes y símbolos que están abiertos, no cerrados o determinados. Este hecho distingue a la música de la ideología. Ideología y música, definida aquí como portadora de tradición, de imágenes y símbolos, tienen cosas en común. La ideología, que puede definirse como el sistema interpretativo integrado que explica por qué las cosas son como son, también es un conjunto de imágenes y símbolos que provocan una respuesta de tipo emocional y que constituyen el fundamento sobre el que se enmarca o interpreta la realidad. La diferencia está en que, aunque ambas favorecen la interpretación y la acción por medio de la representación simbólica, la ideología es más directa en su función. La música sugiere interpretación, la ideología la impone. La ideología le dice a uno qué ha de pensar, cómo ha de interpretar y qué debe hacer, la música es mucho más ambigua y abierta e incluye, como cualquier forma de arte, un cierto ingrediente utópico.” (Eyerman, R., 1998:147). En ese sentido, podríamos sostener que el rock, entendido como un genero musical que surge a comienzos de la década del 50 y cuyo origen se liga a la clase proletaria, nace de la fusión del Rhythm and Blues, nucleado en los circuitos urbanos negros de Estados Unidos, y una versión del Country and Western, surgido en la región sur de Estados Unidos. Pero es posible consignar también que más que de un genero musical estaríamos en presencia de un movimiento social ligado a la noción de generación juvenil, Donde comienza a construirse un fenómeno de identificación juvenil en posición al mundo adulto, una cultura juvenil que va definiendo un modo y un estilo particular de experimentar la vida y que más tarde se transformará en todo un movimiento generacional portador de una memoria colectiva y un imaginario de la rebeldía social que usará el dispositivo del rock como un canal comunicativo de transmisión cultural de una nueva sensibilidad social. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 6.2.2.- La (est)ética del Culturales y Subalternos 59 rock en los Estudios Durante los últimos años se ha venido manifestando un fuerte interés de parte de las ciencias sociales –antropología, sociología y comunicologíapor dar cuenta de una multiplicidad de prácticas culturales juveniles que antes habían sido segregadas a un segundo plano por la liturgia del discurso académico hegemónico. Los Críticos Culturales contemporáneos como R. Williams, R. Hoggert, S. Hall, R. Barthes, D. Hebdige, J. Franco, N. García-Canclini, J. Martín-Barbero, B. Sarlo, N. Richard, etc. han venido instalando, fundamentalmente desde la década del 80, todo un conjunto de análisis que han operado desdibujando las fronteras disciplinarias, posibilitando la producción de zonas de conocimiento híbrido, o bien, de contagio transdisciplinario, que inauguran un diálogo con toda una serie de prácticas discursivas e imaginarios simbólicos en transito, generalmente ligados con el conocimiento de lo subalterno: la moda, los peinados, los estilos, los rituales cotidianos, la música popular, el consumo cultural, etc. concediéndoles el mismo rigor teórico y rendimiento político que a cualquier otro artefacto cultural. Lo que sigue se propone, desde una línea teórica iniciada por los Estudios Culturales y Subalternos, revisar los parentescos entre las culturas juveniles contemporáneas y la música como espacio de construcción de subjetividad al interior de lo que podríamos denominar con Deleuze las micro-grupalidades juveniles actuales. Quisiéramos comenzar intentando definir y distinguiendo los enfoques que en esta sección se implementarán, pues la operación que sigue se liga con un deseo que interroga el lugar político del ejercicio académico en contextos determinados de producción discursiva, que exigen un posicionamiento concreto frente a las epistemologías canónicas y/o nostálgicas de los emergentes juveniles Los Estudios Culturales, desde su proyecto matriz en la escuela de Birmingham hasta su recepción en latinoamerica por discursos como los de García-Canclini, han tenido una dirección de análisis transdiciplinario, que circula al interior de una reorganización académica del conocimiento, donde se incorporan saberes segregados por la ortodoxia de la institución académica, con el fin de descentrar el estatuto de las gramáticas académicas dominantes y amplificar los campos donde se cartografían los conocimientos universitarios. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 60 Articulando, de este modo, nuevas hermenéuticas académicas con la posibilidad de producir nuevos objetos de conocimiento en ruptura con el paradigma monocultural de la razón occidental. Los Estudios Subalternos representan un modo diferente, pero complementario, de pensar las posibilidades de la transdiciplinariedad en nuestro continente, rearticulándo los rendimientos políticos de una cierta vocación intelectual que se resiste a ser capturada por la institucionalización académica y la consecuente rutinización etnográfica de la experiencia de lo otro. De ahí, el deseo de poner el acento en las posibilidades de articular nuevas contradicciones e insurrecciones desde el campo del saber cotidiano, las narrativas locales y las memorias experienciales presentes en las microgrupalidades juveniles emergentes. Ahora bien, entrando directamente en lo que sería uno de los principales temas que intentamos problematizar en nuestra investigación, deberíamos empezar planteando que aproximadamente desde el año 1960 los adolescentes comienzan a interesarse significativamente en el fenómeno rock. Este hecho básicamente porque es en esa coyuntura histórica cuando aparecen las primeras manifestaciones que podríamos relacionar con la expresión propiamente tal de una cultura juvenil, que comienza en esa época a resistirse y protestar contra el mundo adulto y sus convenciones sociales. De ahí que este tipo de expresiones musicales estén fuertemente vinculadas con la construcción de identidades juveniles radicalmente diferentes a las que podríamos situar, por ejemplo, antes de la segunda guerra mundial. Lo que aquí comienza a dibujarse es que el rock viene a constituir un dispositivo contracultural de construcción de subjetividad que implicó la producción de todo un concepto nuevo del fenómeno juvenil. Es decir, además de ser el rock parte de una cultura juvenil, constituyó en sí mismo un dispositivo de producción de dicha cultura, y en ese sentido de subjetividades juveniles de nuevo tipo, que les permitió a los jóvenes ponerse a vivir de una manera diferente, esto es, inventarse un modo de vida diferente y con ello una cultura distinta, un sentimiento, una práctica y una forma de vida alternativa, marcando las distancias con el mundo adulto y sus instituciones. Y en dicha trama, la industria cultural (el cine, la TV, la radio, las compañías discográficas las revistas especializadas, etc.) jugó un papel determinante en la combustión del proceso de producción de la cultura y la identidad juvenil. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 61 De tal modo, el rock desde los años sesenta constituyó más que un género musical una contracultura que se instaló -y al mismo tiempo se potenció- al interior de la vida cotidiana de los jóvenes contemporáneos. El rock como recuerda B. Sarlo (1997) se configuró en un dispositivo estético juvenil extramusical, es decir, produjo una nueva realidad, definiendo las fronteras de una territorialidad generacional donde se ponían en juego la movilización, la resistencia y la experimentación a partir de un nuevo ethos juvenil. No obstante, el rock experimenta hoy una etapa de transición, como todas las practicas culturales actuales. En ese sentido, muchos autores que podríamos inscribir al interior de las propuestas de los Estudios Culturales (dentro de ellos S. Connor y B. Sarlo) plantean que el rock a dejado de ser un programa crítico que alimenta los mitos y las utopías de una generación rebelde, para convertirse en un estilo que suprime sus aspectos subversivos, dando pie a un proceso de rentabilización mercantil que pone en riesgo a la propia cultura juvenil como expresión de subjetividad instituyente. Sobre este punto volveremos más adelante. Ahora, el rock también puede ser leído perfectamente como un acontecimiento (Giberti, 1998), pues no sólo implica letras que instituyen una nueva manera de protestar o rebelarse de los jóvenes, toda una actitud generacional determinada, sino que también implica un suceso que se asocia con la puesta en escena de una nueva socioerótica de los cuerpos y la grupalidad, en contextos donde lo social, entendido como disciplinamiento y estructuración normativa del mundo de vida, tiende a diluirse en la semiótica del carrete, la fiesta, el carnaval, el recital, el rito dionisíaco. Siguiendo en este punto a Eva Giberti (1998), el rock dispone de sus propios discursos, dependiendo de los contextos epocales y espaciales donde se desarrollen las prácticas de interacción grupal. En ese sentido, la semiótica que opera va más allá de sus letras, nucleándo todo un campo de signos ligados a la voz, las miradas, los ritmos, los sonidos, los desplazamientos, los lugares frecuentados, la droga, el sentido de lo sacral, la ropa, los peinados, el lenguaje, las perforaciones, los tatuajes, el consumo cultural, etc. Que producen un vigoroso marcaje con el mundo adulto e incluso con otras práctica o estilos juveniles no ligados directamente al rock. Así mismo, el rock constituiría un proceso iniciático, de pasaje al mundo y la cultura de lo juvenil, dejando atrás el Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 62 imaginario infantil en tanto ciclo vital del cual también debe operar un fuerte marcaje. La experiencia del amontonamiento (Giberti, 1998), también habla de esta nueva semiótica que circula al interior de estas culturas juveniles. Podríamos hablar en este caso de una práctica ligada a situaciones donde la pulsión grupal desatada en recitales, subvierte -en un flujo y reflujo constantes de cuerpos- los límites de lo establecido, tornándose dicho episodio en un rito sacral donde lo social es recreado transitoriamente bajo nuevas condiciones de producción, donde se articula un elemento disolvente con un elemento constructor. Este proceso nos lleva a plantear que mediante la práctica del rock (entendido como una actitud de vida más que como un género musical específico, pues el hip-hop, por ejemplo, no tendría la misa base rítmica y/o melódica, ni el mismo origen genealógico, sin embargo sus propuestas sociales, culturales y políticas se encuentran fuertemente emparentadas, sobre todo si evaluamos sus propuestas de crítica social o de búsqueda emancipatoria [ética/estética] que se presenta en la mayoría de los colectivos ligados a estas prácticas se estaría articulando una representación colectiva compuesta por diferentes experiencias portadoras de memorias transfugas que posibilitan la producción molecular de subjetividades colectivo/juveniles disidentes con el estado actual de las cosas. Para J. Matín-Barbero (2000), la oralidad en nuestro continente se constituye en una experiencia primaria que entra a combinarse con lo que él denomina la oralidad secuandaria, organizada por las gramáticas tecnoperceptivas. En ese marco, los jóvenes constituyen un segmento que comienza a apropiarse de la modernidad sin traicionar su cultura oral; de ahí que la complicidad entre cultura oral y visualidad nos remitan a estratos profundos de memoria, expresados particularmente en las culturas juveniles emergentes, donde se ha podido fraguar un nuevo sensorium latinoamericano como resultado de múltiples procesos de hibridación, donde el rock se configura como un potente dispositivo narrativo que vehiculiza una conciencia dura de las actuales experiencias urbano-juveniles. Así, en el rock en español se van mezclando los ruidos que caracterizan a las metrópolis latinoamericanas tardomodernizadas, con los acordes, sonoridades y letras que describen las problemáticas y tensiones por las atraviesa la memoria en las étnicas y pueblos de nuestro continente. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 63 Ahora, siguiendo a Stiven Connor (1996) la mayoría de los análisis en torno a la práctica del Rock y la música popular combinan dos factores. Por un lado, la capacidad para articular subjetividades culturales disidentes y/o plurales presentes en los colectivos juveniles subalternos que se desarrollan al interior de culturas hegemónicas, por el otro, la heterogeneidad estilística, donde opera el principio estético de lo que D. Hebdige consigna con la idea de “versionar”, es decir, la apropiación de una idea original para resignificar sus contenidos dependiendo de los contextos sociohistóricos y los intereses culturales de quienes ejecuten dicha práctica como vehículo de construcción de identidades juveniles provisionales o en transición. Bajo este discurso la producción de la grupalidad juvenil subalterna contemporánea en torno a la música popular, léase Rock y Hip-Hop, posee un fuerte emparentamiento con expresiones de lo que hoy se denomina cultura postmoderna; en tanto esta última opera reafirmando la proliferación las culturas juveniles minoritarias y con ello la multiplicación de géneros y estilos musicales que se mezclan, yuxtaponen, componen y recomponen en una trama ambigua de registros sonoros. De este modo, la cultura capitalista contemporánea promueve diferencias, auspicia la proliferación de las practicas marginales o de la diferencia, pues sólo de esta forma logra propulsar y garantizar su hegemonía, es decir, rentabilizando la alteridad, transformando las lógicas oposicionales en lógicas inocuas. Es más se sirve de las experiencias límites para asegurar la expansión de sus fronteras y sus mercados. Este es un riesgo y un desafío que los Estudios Culturales y Subalternos no pueden eludir en la coyuntura histórica actual, sobre todo si se piensa articular bloques intelectuales contra-hegemónicos más amplios y capaces de producir saber que dispute con el verosímil occidental dominante. Por último, atendiendo fundamentalmente a que en este nuevo contexto geo/histórico de globalización y/o de occidentalización, la transnacionalización de la economía y la cultura ponen en crisis el paradigma centro periferia. Se hace necesario repensar el lugar del poder, asumiendo que ya no está en un centro, en un foco único, por el contrario, circula multilinealmente, descentrado en una red multifocal, donde estalla la categoría de totalidad, unicidad, centralidad, homogeneidad, universalidad; entrando a operar todo un proceso de mestizaje de lenguas, temporalidades y símbolos, en un nuevo contexto Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 64 metropolitano que pone en crisis lo propio, las monoidentidades, pues lo autóctono se va mezclando cotidianamente con lo foráneo. Por ello, la autenticidad de una practica cultural ya no depende nostálgicamente de una “sustancialidad”, de una esencia invariable, de un folclorismo romántico, sino de una “relacionalidad”, es decir, de una capacidad para yuxtaponer rasgos de diferentes contextos para ser decodificados y resignificados al interior de experiencias cotidianas específicas. La cultura ya no está localizada en un lugar de origen o en una comunidad primigenia, pues existiría una dificultad para encontrar lo popular en un contexto posmoderno, donde prevalece la heterogeneidad. Saltaríamos del paradigma que piensa lo latinoamericáno desde el lugar de la periferia, la exclusión y la nostalgia, al posicionamiento discursivo que lo evalúa desde la lógica de lo híbrido y lo subalterno como espacio de creatividad radical, de producción, de imaginarios simbólicos disidentes e instituyentes. Estaríamos entrando en un contexto nuevo, donde opera la lógica del reciclaje, el travestismo cultural, el bricolage, etc. por lo mismo, las experiencias subalternas que puedan aglutinarse entorno a las expresiones juveniles como el rock o el hip-hop no pueden ser pensadas como practicas donde se imponen las lógicas de la autoexclusión juvenil individual y grupal, o bien, de integración pasivo/personal de las semióticas hegemónicas propulsadas masmetiaticamente, sino que como la posibilidad de abrirse a territorialidades juveniles que instituyen procesos micropolíticos altamente segmentarizados, donde proliferan semióticas polisemicas que resultan intraducibles -por su múltiple combinación de géneros y estilos- para la racionalidad occidental contemporánea. De este modo, la opción de la presente investigación se encuentra ligada con un posicionamiento epsitemológico que intenta evitar el ingreso ingenuo a los circuitos donde funcionan los saberes certificados por el canon académico, que generalmente operan reproduciendo las lógicas de victimización frente al sistema, o bien, estilizando las zonas por donde circula la alteridad; en lugar de rescatar los contenidos emancipatorios presentes en las lenguas y los saberes sometidos nucleados, en este caso, al interior de las memorias juveniles emergentes. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 65 VII.- UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA A LA COMPRENSION DE LAS CULTURAS JUVENILES (POST)MODERNAS 7.1.- Construyendo un lugar observar las culturas juveniles provisional para De un tiempo a esta parte, han surgido en nuestro país una serie de cuestionamientos a ciertas manifestaciones juveniles que han venido paulatinamente asomándose y adquiriendo fuerza en nuestras urbes. No esta demás decir, que estas manifestaciones han sido catalogadas como situaciones problemas que escapan al control normativo de la sociedad, por lo tanto, han sido objeto de cuestionamientos, como formas de expresión juvenil, identificándolas, como fuente de peligro y riesgo para el orden social, con la utilización de rótulos como delincuentes, drogadictos, jóvenes pandilleros, entre otras cosas. Estas miradas de la sociedad, como señala Martín-Barbero (1988) no estarían centradas en la preocupación ”por las transformaciones y trastornos que la juventud esta viviendo, sino más bien por su participación como agente de la inseguridad que vivimos”. Entonces, todas las obsesiones del mundo adulto con los jóvenes, de corte moralista principalmente, denotarían la miopía y la hipocresía de la sociedad en que vivimos, que no es capaz de darse cuenta que el problema no está tanto en los jóvenes, sino en la sociedad que se ha construido, por lo tanto como lo señala el autor, “ellos están haciendo visible lo que desde hace tiempo se ha venido pudriendo en la familia, en la escuela, en la política”. Son ellos los que están reconstruyendo y creando nuevos modelos societales, nuevos valores y solidaridades, construyendo nuevas subjetividades, en el fondo como diría De Kiruza perciben que “algo está pasando, algo huele mal”, quizás no tengan claro el o los caminos a seguir, las propuestas, pero hay algo allá afuera, ciertas intuiciones que hay que considerar. En ese sentido, lo que deberíamos preguntarnos, más que estigmatizar, caricaturizar o ridiculizar, es qué se esconde detrás de éstas manifestaciones culturales de los jóvenes; qué nos quieren decir, cuestión que no es tan sencilla, ya que implica dar un giro en la mirada del observador, que tiene que dejar de lado, una mirada externa, donde esta mirada refleja una forma de interpretación constructora de una sola Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 66 verdad y conocimiento, y pasar al punto de vista del observado, y tratar de comprender e interpretar desde este sujeto, las construcciones y significado que hacen de sus acciones, de su vida. En el fondo, situarnos en lo que Rossana Reguillo (1998) llama una epistemología del encantamiento donde se reconoce con respeto la condición y calidad de sujetos a los jóvenes y sus manifestaciones culturales, y abandonar una epistemología de la distancia. De esta forma, realizar un ejercicio teórico que implica la conexión con el entendimiento de un determinado fenómeno, como es el caso de las culturas juveniles, que emergen en el espacio metropolitano de las grandes urbes en nuestro país (graffiti, hip-hop, punk, etc.), implica preguntarse como punto de partida, desde dónde estamos haciendo la observación, sobre qué piso nos hemos subido para mirar el mundo, cuestión que es relevante para intentar estructurar una(s) mirada(s) desde las ciencias sociales hacia determinados fenómenos socioculturales. Se puede señalar, que la observación de nuevos fenómenos sociales, nos plantean nuevos desafíos para quienes estamos realizando investigación y especialmente en el ámbito de las culturas juveniles. Las interpretaciones de este fenómeno principalmente estigmatizadoras, nos invita a apartarnos de las miradas clásicas, estructurantes, enmarcadoras, poseedoras de “la verdad” que se han instalado en las ciencias sociales (especialmente el funcionalismo estructural), ya que éstas no nos permiten dar cuenta y comprender los nuevos fenómenos sociales asociados a la(s) juventud(es) que comienzan a emerger en las sociedades tardomodernas. Esto no implica no reconocernos tributarios de estos enfoques. Al contrario reconocemos que sin ellos no hubiese sido posible hacer la crítica y avanzar a nuevas propuestas, por lo tanto, es necesario volver una y otra vez sobre ellos, pero para potencializar la compresión y la interpretación de los fenómenos sociales, como nuevos puntos de partida que nos llevan a otros espacios de construcción teórica en donde la pureza disciplinaria se borra en una mezcla con otras disciplinas. Por lo tanto nos ubicamos mirando a las ciencias sociales como si estas fueran una gran caja de herramienta (Deleuze/Guattari), que nos permite echar a correr la imaginación sociológica (Mills 1961) para de esta forma vagabundear sin ataduras, ser insolente, trivial como señala Maffesoli (1993), sólo para abrir nuevos caminos y de esta forma romper con ciertos feudos de saber, burlarse de ellos, porque esto Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 67 permite avanzar. De esta forma, intentamos perder el miedo a lo desconocido, lo cual posibilita adoptar la perspectiva de un investigador “dionisiaco” que abre nuevas pistas a la investigación, en contraposición al apolíneo que sólo afirma o mejora lo que se ha descubierto (Maffesoli 1993) Esto en palabra de Zegers (1989) –y siguiendo a Guattari- significa que el cuerpo unitario de las ciencias sociales deben transformarse en un charco, en “el charco de nuestro devenir-sapo, habilitados por fin a saltar de piedra en piedra, para catear entre las rendijas de las murallas académicas el enlace de una escena originaria”, en hacer transitar a las ciencias sociales desde un paradigma cientificista a un paradigma éticoestético (Guattari 1996). Este posicionamiento epistemológico y político -que pretende instalar la presente lectura- no puede escapar a las complejidades de saberse situado en un contexto material de producción escritural, por tal motivo resulta imperioso preguntarnos sobre la coyuntura geohistórica por la que atraviesa el pensar y problematizar las socialidades juveniles desde el marco de lo latinoamericano. En ese sentido, la multiplicidad de críticas posmodernas (Lyotard/Jameson/Baudrillard) a las metanarraciones totalizantes de la modernidad (Kant/Hegel), suponen una operación de perforación intensificada y diversificada sobre el discurso unitario y autocentrado en el cual se fundamenta la racionalidad occidental, y que posee su rasgo histórico más característico en el sistemático proceso de borramiento/desaparición de los afectos minoritarios y las memorias locales. Esta operación de olvido ha tenido como consecuencia la imposición del progreso instrumental y de los mercados globales en contextos geoculturales específicos, bloqueando –de esta forma- las narrativas contra-hegemónicas que se resisten a la gramática universal de la “civilización” occidental. Ahora bien, resulta pertinente, entonces, preguntarnos hasta qué punto el pensarse desde la periferia o la marginalidad reproduce la centralidad del colonialismo intelectual y nos encapsula bajo el registro del “nativismo sensible”. De ahí la importancia no sólo de deconstruir (Derrida) la racionalidad moderna, sino también las propias estructuras de pensamiento que operan bajo el entendido esencialista de lo popular (nostalgia) y/o lo excluido (lamento), pues se configura mediante ese eje analítico una visión que no es autoafirmación de la singuralidad radical, sino más bien reproducción de la obediencia a la hegemonía colonial. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 68 En ese sentido, la apuesta se orienta hacia una comprensión de la experiencia del Otro, del contexto material de producción de la nebulosa afectual (Maffesoli) al interior de lo que algunos autores han llamado el campo de la poscolonialidad34, rompiendo de esta forma con los enfoques maniqueísta que terminan entrampados bajo las propias categorías con la que pretenden designar aquello que nunca termina por emanciparlos. En las próximas líneas, se pondrán en circulación algunos elementos que podrían ayudarnos a realizar un ejercicio más comprensivo sobre este nuevo tipo de manifestaciones culturales juveniles, de nuevas subjetividades y sociabilidades sacudiéndonos de ciertos marcos tradicionales para entender el fenómeno de las juventudes, los jóvenes y sus culturas, que actualmente se expresan en el fenómeno de las “tribus urbanas”. 7.2.- Los Afectos como Posibilidad Constitutiva de la Subjetividad Juvenil Contemporánea Podemos partir señalando que, escribir sobre los afectos no es una cosa sencilla, especialmente en un mundo tan racional, disciplinante de la subjetividad, como es el que nos ha tocado vivir. Partamos recordando a Edgar Morin quién nos viene a plantear que tanto en el mundo animal y particularmente en los mamíferos la afectividad se ha desarrollado simultáneamente con el aparato cerebral. Por tal motivo, Morin nos señala que “la afectividad, sí, que para muchos de nosotros aparece como el único rasgo constitutivo del sujeto (porque corrientemente, cuando decimos que algo “es subjetivo” aludimos a que está ligado a la emoción, a los sentimientos, y se refiere siempre a algo que tiene un aspecto contingente y arbitrario). El desarrollo de la afectividad está ligado al desarrollo superior del sujeto.” (Morin, E., 1995:80). De ahí que, la aproximación que vamos principalmente a ciertas intuiciones que hemos torno a la aparición de nuevas culturas juveniles, de Maffesoli, se pueden comprender dentro a realizar obedece ido reflexionando en las cuales en palabras de los procesos de 34 Ver: Nuevas Perspectivas desde/sobre América Latina, Ediciones Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2000. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 69 neotribalización de las sociedades posmodernas. Por lo tanto, esta reflexión se enmarca dentro de los procesos de comprensión que estamos realizando respecto de la emergencia de estas nuevas culturas juveniles, tan estigmatizadas e etiquetadas por el mundo oficial, adulto y moderno. Las preguntas que nos rondan respecto de estas nuevas realidades, apuntan a cuestiones relacionadas con la sociabilidad, entendida como la construcción de relaciones, redes, vínculos de amistad, etc., entre los individuos pertenecientes a un mismo grupo u organización. Qué los une? Qué hace que se nucleen y actúen como las antiguas tribus y clanes, construyendo de esta manera lazos y lealtades fuertes, entre otras cosas, como las que podemos observar en estas agrupaciones? Para nosotros la respuesta está en la búsqueda de afectos, de nuevos tipos de relaciones que dejen de lado las construcciones sobre las relaciones sociales realizadas por la modernidad occidental, marcadas por la racionalidad o producto de la división del trabajo, que ha llevado a la perdida de éstos en lo que hoy llamamos sociedades modernas. Esta sería la gran crítica a la modernidad y una de sus características centrales. Por lo tanto, lo post moderno sería la recuperación recuperación resignificada de lo que hemos perdido, un ritornelo a lo tribal, a lo afectivo-emocional, propio de la comunidad, de una nueva(s) comunidad(es). ¿Cómo se puede explicar esta separación de lo afectivo y lo racional? Para responder esto, necesitamos remontarnos a la emergencia de la razón que se constituye en un momento determinado de la historia, como el único discurso válido que puede darnos explicaciones objetivas y verdaderas sobre el mundo, dejando de lado y enviando a la periferia todo lo que sea subjetivo o sensible. Un claro ejemplo de esto es Descartes, su famosa máxima “pienso luego existo” pone de manifiesto lo dicho anteriormente, la primacía de la mente, lo racional, sobre el cuerpo, los sentidos, los afectos, sentimientos. Junto con esto podemos encontrar desde una perspectiva más sociológica, las reflexiones en torno al acceso de la modernidad en las sociedades del siglo pasado (Durkheim, Weber, Simmel, Tönnies), que se tradujeron en el estudio del paso de la comunidad a la sociedad (Durkheim) y el estudio de la racionalidad como eje constitutivo de las sociedades modernas (Weber). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 70 Desde el eje de los afectos que queremos rescatar en estas notas, se puede señalar que en las ciencias sociales y la sociología en particular, no se preocuparon por este tema. La tradición sociológica (clásica) ha estado más preocupada por cómo se constituye la sociedad y cuáles serían las características centrales de ésta. De esta forma se articulan dos discursos: uno reflejado en la tradición que va desde Comte hasta Parsons donde la preocupación es por el orden y control social como una forma de asegurar la continuidad de la sociedad, y el otro, sostenido por Weber que ubica su centro de atención en los procesos de racionalización del mundo. Ambos enfoques tienen en común la marginación de lo irracional, en este caso lo afectivo, las emociones - aunque hacen referencia a éstos pero de modo muy marginal - como elementos centrales de la modernidad. Frente a esta línea, otros sociólogos proponen una apertura de enfoque para tratar el paso de la comunidad a la sociedad y romper con una aproximación unilateral a la comprensión del mundo. Es el caso de un autor olvidado en la sociología contemporánea, Tönnies quién realiza el rescate de estos componentes desechados, propios de la comunidad, para ponerlos en el centro de la constitución de la organización social y de las interacciones sociales, y de Simmel que sus estudios sobre la modernidad aboga por una compresión del mundo desde formas plurales, aunque reconociendo la preeminencia de lo objetivo racional en lo moderno. Podemos partir señalando, que una de las principales preocupaciones de los primeros sociólogos, fue el dar cuenta de los grandes cambios que se estaban dando en la sociedad durante el siglo XIX y que remitían a procesos que emergen en los últimos decenios del siglo XVIII (la revolución Francesa y la revolución industrial) y a la constitución de la sociología como una disciplina científica. Será Comte, quien sentará las bases de una sociología científica, racional, lo cual lo lleva a concebir la posibilidad de una ciencia que se ocupe de lo social, a la cual denominará primeramente física social y posteriormente sociología. Esta nueva ciencia, tendrá que adoptar el método de las ciencias naturales, como forma de acceder al conocimiento. Para este autor el individuo constituía la fuente principal que dotaba de energía al sistema, en este caso la sociedad. Esta fuerza vital, se Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 71 manifestaba principalmente en los afectos y las emociones, las cuales dirigían al individuo y eran los responsables de los cambios que se podían producir en el sistema social. Sin embargo, esta fuerza habitaba en un individuo que era imperfecto, dominado por el egoísmo más que por el altruismo, por lo tanto, se debía ejercer control sobre él, y así controlar esta energía, de tal forma que la sociedad pudiera continuar su existencia de forma ordenada. En este sentido, lo subjetivo en Comte debía ser dejado de lado, o sea, el corazón no debía dirigir el intelecto, sino al contrario, cerrándose de esta manera, la prisión para todo lo que no fuera intelecto, por ende objetivo. Por otra parte, Max Weber, al cual podemos catalogar como el gran reflexivo de la modernidad, señalaba, que lo que caracteriza a la sociedad moderna es el proceso de racionalización que se da en ésta, o sea la razón como un todo único, la cual se manifiesta preferentemente, en la emergencia de la ciencia como única generadora de conocimiento, o como el gran metarrelato, en conjunto con la aparición de la secularización, la burocracia y del capitalismo. Las señales de este autor frente a lo más afectivo/emocional, las encontramos en sus estudios sobre la religión, en donde aparece el concepto de “comunidades emocionales” (Comunidad y Sociedad 1992). Este tipo de comunidades según Hervieu-Leger (en Mardones 1988) y Maffesoli (1988) se caracterizan por una adhesión voluntaria, lo cual crea fuertes lazos emocionales entre los integrantes del grupo: son flexibles en cuanto modos de asociación donde predomina la relación subjetiva y pragmática; hay predominio de una experiencia espiritual frente a formulaciones más objetivas y por último la legitimación de la existencia de estos grupos recae sobre ellos mismos. Estas formas de organizarse como comunidad, constituirían una forma de enfrentar el mundo moderno altamente racionalizante, secularizado, que llevaba a la pérdida de los intersubjetivos lazos comunitarios según Weber. Por otra parte, Durkheim, nos señala, que estos procesos de racionalidad asociados a los procesos de industrialización, han provocado que las relaciones de sociabilidad se vean trastocadas y transformadas, lo cual ha socavado a la comunidad, reemplazándola por la sociedad. Se asistía entonces al desplazamiento de formas de relaciones sociales más afectivas, cara a cara, que integran al individuo a la comunidad a partir de lo que Durkheim ha llamado solidaridad mecánica (integración por similitud), a formas de relaciones sociales Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 72 marcadas por procesos de individualidad y donde el individuo se integra por necesidades gestadas por las diferencias de funciones que cumple cada uno al interior de la sociedad, lo cual genera interdependencia entre estos, en lo que Durkheim llamaba solidaridad orgánica (integración por diferencia). Este proceso conduce necesariamente a la construcción de un sujeto donde prima la autonomía individual, por sobre lo comunitario. A pesar de esto, y como lo señala Maffesoli (1990), al parecer Durkheim siente una cierta nostalgia de la comunidad que se va perdiendo para dar paso a la sociedad, lo cual se manifiesta en el papel que juega los afectos, por ejemplo “en el análisis que este hace de las fiesta corroborí en las Formas elementales de la vida religiosa. [también] sorprende el lugar que le asigna en la División del trabajo social. Así, de una manera un tanto vitalista, atribuye al grupo una “fuente de vida sui generis. De este se desprende un calor que caliente o reanima los corazones, que los abre a la simpatía”. Como vemos, no se puede ser más preciso; además pronostica que las “efusiones del sentimiento” ocuparán también un lugar importante en la corporaciones del futuro”(pág. 160). A pesar de estas reminiscencias de lo afectivo rastreadas por Maffesoli en Durkheim, éste optará preferentemente por lo racional, en cuanto su preocupación central es la mantención de la sociedad. De esta forma la modernidad y por ende la sociedad moderna, no sólo es racional sino que también se le puede sumar la característica de funcional, abandonando todo lo que se aparta de esto, en este caso, lo afectivo, lo táctil, el cuerpo, entre otras cosas. Se puede señalar a partir de esto, que la modernidad ha provocado la desintegración de la comunidad y una ruptura de las relaciones primarias; los espacios culturales locales sufren los embates de la globalidad, desestabilizándose antiguas formas establecidas de identidad y cultura, siendo reemplazadas por espacios culturales nuevos y distintos; espacios que tienen la característica de ser globales. Desde otra línea de pensamiento, Tönnies como señalamos anteriormente uno de los sociólogos más injustamente olvidados35, realiza una crítica a la modernidad pero a partir de la comunidad, como bien lo señala Farfán (en Zabludovsky 1998). 35 Por ejemplo, en un texto clásico escrito por G. Ritzer (1993) sobre la sociología clásica, este autor no es mencionado. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 73 Tönnies plantea, que las relaciones humanas que llevan a la constitución de una entidad colectiva o agrupación social producto de la interacción social, están mediadas por una carga afectiva o instintiva. Es esto lo que posibilita las interrelaciones y que cohesiona a los seres humanos. De esta forma “se puede afirmar que es por la acción recíproca de los sentimientos humanos que los hombres se unen (o se repelen), y debido a ellos es que crean las entidades o los colectivos que constituyen la sociedad..” (Farfán: en Zabludovsky 1998). Mirado desde esta perspectiva, la sociedad no es producto ni el resultado de un acto racional, sino que es un producto del querer común, que surge a partir de sentimientos y pensamientos que identifican entre sí a los individuos. Por lo tanto, la comunidad es un tipo de interacción social basada en la identificación afectiva. Es la comunidad la que posibilita la transición hacia la sociedad a través de un proceso gradual de racionalización, lo que provoca que los seres humanos vayan guiando sus acciones a partir de fines ajenos, al respeto o reconocimiento de los otros como personas, ya que la sociedad realiza un proceso inverso, una forma de extranjerización de las personas entre sí, que provoca el individualismo, que lleva “a una destrucción de los vínculos afectivos y espontáneos para poner en su lugar el contrato, el mercado y la feroz competencia que lleva a una lucha de todos contra todos.” (Arón, 1965: en Farfán 1998). Al contrario de otros sociólogos, en Simmel podemos encontrar una apertura a otras formas de aproximación al conocimiento del mundo, que no necesariamente se enmarcan en lo racional. Para este autor, el mundo se puede captar e interpretar a partir de una pluralidad de formas (conocimiento, arte, religión, jerarquías de valor y significado, etc.), donde ninguna de ellas puede reclamar un status privilegiado. Por lo tanto, a partir de esto se puede señalar que para el autor no existe un sólo mundo, sino una pluralidad de mundos, lo cual pone un punto de atención respecto de la tendencia hacia los reduccionismos sociológicos, por cuanto es imposible captar la realidad en su totalidad, o pretender captarla a través de un sólo enfoque. Esta mirada de Simmel posibilita, la construcción de otros espacios desde donde mirar el mundo, como la subjetividad, emanada por ejemplo de los afectos, los sentires, las emociones, aunque como reconoce el autor, estos otros mundos, se ven excluidos y aprisionados por la autonomía de la racionalidad, expresada por la cultura objetiva, en desmedro de la cultura subjetiva. Por lo tanto, el problema de la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 74 cultura se manifiesta en la subyugación de la cultura subjetiva, por parte de la cultura objetiva, o sea, “enfatiza el dilema del sujeto moderno atrapado en la racionalidad instrumental de la cultura objetiva hegemónica.” (Robles 1999). Siguiendo a Ritzer (1993) el análisis de Simmel es el siguiente. Las estructuras sociales y más específicamente las producciones culturales amenazan a las personas. Las producciones culturales serían lo que Simmel llama cultura objetiva, aquello que las personas producen, y la capacidad de producción de las personas sería la cultura subjetiva. El problema es que en la sociedad moderna la cultura objetiva llega a tener vida propia, por lo tanto, “la existencia de estos productos culturales entre en contradicción con los actores que los crean..” (Ritzer 1993:305) Uno de los sociólogos relevantes de esta época moderna que intenta dar un giro al análisis sociológico es Michel Maffesoli. Como señala MartínBarbero, en los últimos años, M.Maffesoli “ha retomado la sociológicamente desprestigiada noción de masa para pensar justamente el correlato estructural del estallido y la reconfiguración de la socialidad en tribus” (Martín-Barbero 1998). Estamos pasando, según Maffesoli, de lo social, donde el individuo participaba en un grupo estable y podía tener una función en la sociedad, a una socialidad caracterizada por el juego de roles (la teatralidad) según los gustos, en los distintos ámbitos de su vida, y la religiosidad, entendida como “la relación orgánica en la que interactúan la naturaleza, la sociedad, los grupos y la masa ” (pág. 143) y donde se pone de manifiesto la relación de ésta y lo emocional (comunidad emocional). Se puede señalar entonces, que lo social, se está reconfigurando en torno a la aparición de nuevas manifestaciones de la socialidad, que se ve reflejada en la emergencia de nuevos espacios asociativos, donde el eje central se articula en la experiencia del otro. Sin embargo, y he aquí la novedad, esta fusión de la comunidad, no implica estar ante el otro, sino como señala Maffesoli “establece más bien una relación de hueco o lo que llamaría una relación táctil: en la masa nos cruzamos, nos rozamos, nos tocamos, se establecen interacciones, se operan cristalizaciones y se forman grupos” (pág. 135). Esto produce lo que el autor denomina una “unión de punteado”, donde pequeñas grupos, redes, solidaridades van conformando una unión, cuyas características son la flexibilidad y la firmeza que da origen a un nuevo ethos: la socialidad. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 75 La socialidad tiene como base las relaciones cara a cara, pero este tipo de relaciones es producto de la contaminación, a través del contacto, las miradas, entre otras cosas, que siempre van a remitir a un elemento sensible, elemento que “sirve de sustrato al reconocimiento y la experiencia del otro”, la cual es la experiencia material de un estar juntos. El mejor ejemplo de esto, como señala el autor, es el vaívenmasa-tribu. Hay que señalar que para este autor, esta reconfiguración de la socialidad, se puede identificar con el concepto de “nebulosa afectual”, asociado a lo orgiástico, a lo dionisíaco, que permite entender el vaívenmasa-tribu. Entonces, estamos frente a nuevas socialidades que en vez de agregarse, revolotean en torno a los grupos, configurando de esta manera nuevas formas de socialidad, el neotribalismo, caracterizado “por la fluidez, las convocatorias puntuales y la dispersión” ( pág. 140); preocupadas por vivir un presente colectivamente. El eje de análisis para la comprensión de estas nuevas socialidades es la estética, como facultad común de sentir o experimentar; lo que permite reconocerse en cuanto miembros de estas tribus. 7.2.1.- Los Afectos en el Cuerpo y el Cuerpo de los Afectos F. Nietzsche (1998) es uno de los pensadores que inaugura la reflexión sobre el cuerpo como campo de relaciones entre fuerzas dominantes y dominadas, es decir, entre dos fuerzas que entran en articulación como fruto del azar. En ese sentido, antes de hablar de voluntad de poder, F. Nietzsche habló de sentimiento de poder, antes de tratar el poder como un asunto de voluntad lo trató como un asunto de sentimiento, pero al introducir la noción de voluntad no expulsa al sentimiento, pues constituye la forma primitiva e irreductible de la voluntad de poder, por lo tanto, lo que sigue estando presente al interior de la voluntad de poder es la sensibilidad de la fuerza que no alcanza a ser subsumida, pues ello implicaría el sacrificio de la propia singularidad. La libertad en Nietzsche es singularidad afirmativa, lo que supone que la voluntad de poder recicla sus propias afecciones como un modo de resingularización autoproductiva, que se incuba al interior de sus propios plasmas afectivos, se reproduce en los sentidos que produce. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 76 De allí la pertinencia de la pregunta de B. Spinoza (1988) por el cuerpo: ¿Que puede un cuerpo?. En ese sentido, Spinoza entiende por afecto “las afecciones del cuerpo, por las cuales aumenta o disminuye, es favorecida o perjudicada la potencia de obrar de ese mismo cuerpo, y entiendo, al mismo tiempo, las ideas de esas afecciones” (Spinoza/en Negri,1993: 249). Siguiendo a G. Deleuze (1997) en este punto, los afectos son devenires, unas veces debilitan otras nos fortalecen, por ello lo que le asombra a Spinoza no es tener un cuerpo, sino lo que puede un cuerpo. En ese sentido, el cuerpo no se define por su género o por su especie, por sus órganos y funciones, sino por lo que puede, por los afectos que es capaz de incubar, tanto en pasiones como en acciones, por ello siempre se poseen los órganos y las funciones que correspondan a los afectos de los que es capaz un cuerpo. Cuando Spinoza se está embriagando con tales ideas, su propia embriagues lo lleva a impactarse de la potencia subterranea que fluye por el cuerpo humano. Hay muchas cosas en el cuerpo que desconocemos, un océano de afectos de los cuales se es capaz. Pero el mundo que habitamos tiende a comunicarnos afectos tristes que disminuyen nuestra potencia de obrar, los poderes establecidos necesitan de esos afectos para despotenciar nuestras relaciones, contagiarnos su melancolía inmovilizante, su nostalgia y su angustia; por el contrario, afectarse de alegría convierte al cuerpo en una fuerza que desborda el límite impuesto por lo orgánico y convierte al pensamiento en una fuerza que no se circunscribe a la conciencia. A lo que T. Negri agregará “La única religión que conozco es la del cuerpo, de su expansión amorosa en la comunidad mortal de los otros cuerpos” (1993). Por ello, pensar el cuerpo supone asumirlo como materialidad cruzada por experiencias concretas, por relaciones de poder que los penetran, los traspasan y los mezclan; estamos hablando de relaciones de clase, de genero, de sexo, generacionales, étnicas, etc. El cuerpo es configurado y configurador de percepciones, empiristamente hablando: un cuerpo no interpreta el mundo, lo experimenta. Los cuerpos, en tanto fronteras entre la interioridad y la exterioridad, no contituyen territorios libres, es decir, son espacios ocupados por determinadas relaciones de fuerzas que inscriben epidérmicamente sus huellas. Los cuerpos están saturados por las memorias y por las diferentes tramas culturales que los habitan; por tal razón, los cuerpos en-carnan la subjetividad. Sin embargo, la teoría social ignora a los cuerpos como mapas donde se encuentran tatuados los instintos, las emociones, los Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 77 afectos, etc. Dicha configuración posee poco peso epistemológico para las ciencias sociales; por tanto, al infravalorar el estatuto del cuerpo como escenario del poder y la potencia, lo despolitiza como espacio de resistencia cultural, como texto donde se resignifica lo social, la historia, la raza y el género, como campo de en-carnación de la subjetividad y sus deseos. La tarea política que nos urge, entonces, consiste en crear cuerpos/sujetos capaces de vivir de otra forma, puesto que el mundo se estructura afectivamente y el afecto es el deseo o la intensidad que invertimos en el mundo. Desde esta perspectiva el pensamiento constituye los confines de la experiencia occidental, pero no para arrojarse al irracionalismo, como algunos teóricos podrán sospechar, sino que estaría in-corporando una dimensión mutilada y recluida por la modernidad occidental, cual es la experiencia de la sensibilidad y la intuición, en tanto forma de anticipación que nos permite pensar lo heteróclito, la multiplicidad que encarna la experiencia de lo otro: la anomalía. Por ello, Guattari (1996) nos sugiere aproximarnos a estos despliegues desde la constitución de una nueva ternura; y Maffesoli nos propone una sociología de la caricia (1997), un saber que acompañe, que explore y piense al lado de la experiencia cotidiana y no sobre la experiencia cotidiana. Un saber erótico, capaz de abordar la polisémia de la experiencia vivida, una sinergía entre razón y sensibilidad. Maffesoli habla de raciovitalismo (1997), nosotros de socioerótica o de una sociología de los afectos. Ahora, el punto donde se converge se constituye precisamente en ese espacio intersticial donde el pensador interviene la realidad y se deja intervenir por ésta, es decir, afecta y se deja afectar. Esto que podríamos llamar el ethos de la afectividad, resulta imprescindible de trabajar, sobre todo en esta transición epocal donde las disciplinas hegemónicas de lo social continúan describiendo un mundo que se desdibuja vertiginosamente, ignorando la irrupción de nuevas formas de socialidad que se oponen la sociedad como proyecto instituido. Lo que implica volver a pensar el mundo por fuera de las categorías que marcan la historia de nuestra tardomodernidad. Hasta aquí podemos señalar que los afectos configuran un plasma al interior del cuerpo, pero al mismo tiempo son capaces de plasmar experiencias de subjetivación específicas, como por ejemplo, el gesto Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 78 teórico/experiencia que se inscribe al interior de este agenciamiento escritural. 7.2.2.- La Metrópolis como Multitud de Afectos Podríamos comenzar esta sección señalando que la sociología es literalmente el conocimiento del socius, vale decir, de la amistad, de la instancia básica de la socialidad. En ese sentido, lo que sigue constituye la descripción un gesto micropolítico tiene como propósito intentar cartografiar dicho socius, vale decir, situarlo para singularizarlo en sus múltiples despliegues urbanos. Para lo cual, problematizaremos sobre la experiencia de lo metropolitano en tanto texto donde transita la multitud de los afectos en búsqueda de una otra ciudad. Ahora, si arrancamos de aquí es precisamente porque existe una opción por rastrear las turbias napas de significación urbana, con el objeto de recuperar la voluntad de deseo y de (auto)experimentación afectiva, contenidas en las lenguas nativas y articuladas al interior de la multitud36 de experiencias neotribales y microgrupales que intervienen en los contextos urbano contemporáneos de nuestro continente. Ello implica una disposición micropolítica para vagar la ciudad, atravesar sus esquinas y sus calles con paso oblicuo. Perderse en los bordes, en los límites de las configuraciones segmentarizadas por el poder que administra la rentabilidad de los flujos. Es decir, salirse de la ciudad, rajarla para inventar nuevos márgenes de tiempo y espacio, sacarse de encima la ciudad, desmontarla para indagarla, investigarla, experimentarla en su alteridad, en la anomalía de su tumulto, en la multitud de sus pulsiones proscritas. Habitar, entonces, la ciudad deshabitada o imaginaria, habitar la tierra de nadie, la ciudad sitiada por el intercambio multitudinario de cuerpos penetrados por operaciones discursivas transversales. Viajar la ciudad para reinventarla, para recrearla a partir de sus ruinas y para que la propia ciudad intervenga en la multitud de cuerpos que la recorren. Esto 36 Estamos intentando resignificar la multitud estableciendo alianzas con la noción de Toni Negri (1993), en el sentido que la multitud configura una experiencia y potencia anómala que permanentemente interrumpe y disuade los campos y procesos de organización del poder con estrategias político/culturales indistintamente pueden ser de carácter molar o molecular, discursivas o discursivas. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] una los que no Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 79 es, caminar la ciudad a partir de las convulsiones dionisiacas expresadas en la urdimbre afectiva desatada por los cuerpos nomádicos. Cuerpos tribales, lúbricos, voluptuosos o a la deriva, que van desarreglando los sistemas de parentesco rutinizados por las retóricas dominantes. De este modo, el cuerpo que yerra conoce a partir de sus desplazamientos, captando la multitud de atmósferas afectivo/sensibles que se traman en el magma de la cotidianeidad metropolitana y que los discursos profilácticos fracasan al querer recuperarlas desde sus léxicos eruditos o desde la ilusión de la objetividad. Operación que también supone un ejercicio intensivo y minucioso que desafía a cualquier microanalista o explorador microfísico de la cotidianeidad urbana, especialmente a los que poseen vocación noctámbula o experiencia en el peregrinaje que entumece de madrugada cualquier itinerario prescrito. Pero, ¿cómo pensar los cuerpos, cómo recorrer los afectos en un Santiago deshistorizado o desmemoriado, devenido en museo, en templo de mármol y cristal; cómo cartografiar la ciudad colapsada, cómo hacer memoria en la ciudad, cómo dar con los sitios reales que no aparecen en los mapas metropolitanos, cuál es la multitud de huellas experienciales que contienen y retienen el cuerpo de la ciudad? La encrucijada supone rescatar un Santiago no viajado como condición del viaje para recuperar el conocimiento perdido en información o una lectura de la modernización desde los descalces, los pliegues, las opacidades o las membranas oblicuas que recubren capilarmente el pálido destello de la ciudad Esta cita, con la ciudad de la catástrofe, invita a empinarse frente al acantilado para percibir la silueta de la gran falla geológica en la que estamos sumergidos, perpetuando una infracción en la normalidad perceptiva, alterando las configuraciones idealizadas del presente, desmontando -a través de esta estrategia- los códigos del poder, mostrando el soporte de la lengua hegemónica para fortalecer la irrupción de una nueva semiótica de lo cotidiano/metropolitano, donde la ciudad se constituye -a partir de la multitud de afectos que la componen- en referente de sentido y espacio de intervención desde la potencia del extravío y la anomalía. De modo que, la misión de un cartógrafo nocturno no consiste en captar para fijar, sino que en desterritorializar aquello que explora para Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 80 intensificar sus propias pulsiones y con ello crear topografías afectivas emergente a partir del trazo que las recorre. Así, cartografiar es viajar por la ciudad, explorarla interrumpirla en su tráfago cotidiano para encontrar un devenir, pero no cualquier devenir, sino que un devenir minoritario. Vale decir, un espacio/tiempo crítico de las ideologías culturales que naturalizan percepción cognoscitiva de la ciudad. Bajo esta trinchera, el sentido se constituye en un campo de batalla, lucha –molecular y molar- por las significaciones, por los verosimiles, por lo simbólico que está en disputa, por la representación, por la hegemonía de los discursos. En suma, lo que se desea es armar una multitud de contagios, de alianzas fronterizas, de solidaridades teóricas y afectivas que interrumpan las prácticas del poder, eso es un devenir minoritario, liberar las intensidades discursivas de las narrativas insumisas para recuperar las zonas de fricción en la ciudad que hagan estallar el verosimil dominante. 7.2.3.- Pensar la Afectividad como Experiencia del Afuera Pensar la actualidad de la afectividad como un vector que construye/deconstruye lo social/contemporáneo, implica convocar los pliegues de la memoria hacia un punto desterritorializado, en fuga37, con una aceleración pluridireccional y multipolar, caósmica38, que se mueve explorando las virtualidades constitutivas de un afuera que siempre es apertura a un futuro. Una posibilidad que puede contribuir en la configuración de esta discontinuidad39 se plasma entre los pliegues del Mundo Amoroso descrito por C. Fourier (1972). En esa topografía –desterritorializada por cierto- un solo principio rige el universo de lo social: la atracción. En 37 Aquí no pensamos la fuga como evasión, sino más bien como posibilidad que se abre al mundo y en tanto huye produce realidad, engendra vida, afectos, socius. 38 Noción tomada de F.Guattari, ver bibliografía. 39 Concepto que arranca del Estructuralismo y que se asume como ruptura epistemológica frente a la interpretación progresiva y teleológica de la historia de las ciencias. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 81 ese sentido, la realidad social toma la configuración de la pasión, la atracción de lo pasional, por lo tanto toda embriagues y abandono pulsional implica la restitución de una armonía sensible, donde todos los bienes y virtudes de la sociedad se gestan en el ininterrumpido flujo de las pasiones y los afectos emancipados. El Mundo Amoroso de C. Fourier nos señala que la individualidad, la especificidad humana no encuentra su completitud a menos que sea afuera de si, al margen de todo esencialismo ontológico y preconstituido, esto quiere decir que el ritmo del haz pasional tiene por objeto la constitución materialmente sensible de comunidades, de turbas y/o multitudes afectivas. Es decir, series de grupos, tribus, cada vez más extendidas y complejas desde el punto de vista de las energías sociales, diversificadas en el plano de los deseos, potencias capaces de afectarse entre sí; lo que viene a representar el reverso del repliegue individualizante/atomístico y a resolver la tensión configurada en el pensamiento kantiano entre el acuerdo de libertades y el goce del otro como cosa para mi propio placer. De modo que, el deseo expresado como afectación corporal incoercible, como movilización constante de fluidos que se mezclan, se traspasan e in-fluyen, produce intensidades colectivas que afirman nuevos agrupamientos pasionales/existenciales que perturban los poderes civilizadores en la era del declive del hombre.. En los estudios de N. Elias (1969) el proceso civilizatorio que se describe entraña el control de las emociones, manifestado en la intensificación de las regulaciones comportamentales asociadas a los hábitos y modales de mesa, donde las prácticas cotidianas relativas al comer se volvieron cada vez más elaboradas y compartimentadas, transformando la vida afectiva de los individuos en pautas programas por códigos de conducta que constriñen sus deseos. Uno de los puntos fundamentales en este marco analítico surge a propósito de la dieta como una tecnología de resignificación del cuerpo respecto del diagrama medieval, y donde las sociedades modernas se van articulando sobre toda una gama de estrategias de racionalización individuales y colectivas que llevan a instalar el tema de la salud en un primer plano de intervención sociopolítica, proceso que tiene por objeto final la constitución y fortalecimiento del Estado en la edad moderna, entendida esta última como imperio del logos sobre las pulsiones y los apetitos del cuerpo. Situación que M. Foucault también entrará a describir en el plano de la transfiguración de las representaciones discursivas ligadas a lo que la época clásica dibujaba como locura, o bien, a las transformaciones Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 82 socioculturales y económicas ligadas a la arqueología de la mirada médica –la clínica- y la definición de lo patológico; o al campo del derecho penal y la definición del delito en las sociedades disciplinarias; o al campo de la historia de la sexualidad y la emergencia de lo perverso. Todas, transformaciones que si bien buscan articularse en el plano de las prácticas discursivas, lo que están instalando es una pregunta política por el significado de la experiencia indiferenciada de los afectos inscritos en la carne: qué sé (saber)?, qué puedo (poder)?, quién soy (inquietud de sí)?. Una problematización sobre las experiencias límites en nuestra cultura, por el desgarro donde se incuba y estalla la historia: delirio, enfermedad, criminalidad, perversidad, muerte, desorden, anomalía, rupturas, afecciones corporales. En ese sentido, queremos plantear con G. Deleuze (1987) que los afectos están en directa relación con un afuera, en tanto cada flujo de afectos colectivo/corporales se encuentra en una relación de resistencia consigo mismo, pues el afecto constituye el adentro que solo sería pliegue del afuera y donde la relación consigo mismo adquiere independencia, es decir, poder de afectarse así misma, constituyendo un proceso de subjetivación que posee su forma más general en el afecto de sí por si mismo. Muchas otras combinaciones son posibles de hacer para desmontar los pliegues de la memoria afectual y hacer proliferar todo un flujo de nombres en incontables concatenaciones, pero no se trata de un ejercicio de exégesis, aún cuando toda operación genealógica implica la descripción rigurosa de parentescos múltiples o el despliegue de articulaciones impensadas para el presente. Sin embargo, el acento que se pretende instalar tiene que ver con un gesto político minoritario imbricado en la precedente operación. De este modo, cuando hablamos de la experiencia del afuera nos referimos a un proceso a través del cual la propia ratio moderna, en tanto vara que se pretende universalmente objetiva, -y que en virtud de ello mide, evalúa, juzga, administra, distribuye, jerarquiza, violenta, determina, normaliza y confiesa la existencia de las fragilidades subjetivas- se ve seriamente perforada por el avance virulento de una tensión, de una crisis interna que ella misma incubó como al momento de su constitución utópica y que nunca pudo resolver. El divorcio idefectible entre el relato de un Logos occidental con explicaciones totalizantes para el sujeto/mundo y el relato de la emancipación de los deseos; dos esferas irreconciliables, dos mitos fragmentados al interior Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 83 de su propia economía discursiva. Pero, en este contexto cuáles serían las posibilidades para pensar un afuera de nuestra actualidad?. Para interrogar el pensamiento de la actualidad M. Foucault (1992) se detuvo a analizar el concepto de memoria a partir de la Genealogía de la Moral en F. Nietzsche (1998). Allí, la materialidad de la memoria es producida por la huella tortuosa del metal sobre la piel, o bien, por el ojo reticular sobre la fisonomía hecha luminosidad. Pues bien, si el castigo es lo que en la edad clásica produce una memoria grabada sobre los cuerpos, lo que genera memoria en la edad moderna será el discurso 40, en tanto sujeción del cuerpo a una trama institucional determinada; por ello las ciencias humanas y fácticas operan como dispositivos de inscripción de la memoria en el diagrama del cuerpo. De este modo, siguiendo a S. Lash (1997), M. Foucault a descrito la irrupción de una contra/memoria, esto es, la articulación de estrategias/críticas sustentadas en lenguajes extra/discursivos (experiencia indiferenciada/oscura para la ratio contemporánea) y capaces de perforar considerablemente la racionalidad contemporánea. Con lo cual, lo extra/discursivo estaría contribuyendo a la conformación de estratos de memoria insumisa, alojados precisamente en un nuevo territorio: el pliegue, experiencia que configura la posibilidad misma de un afuera del pensamiento, de la ratio occidental, de la memoria oficializada, es decir, una geografía donde cohabita la luz y la oscuridad; el límite, la experiencia de lo indiferenciado o de la otredad radical, el intersticio que cobija la anomalía. En esta geografía tienen lugar todas las luchas, pues “ese afuera informal es una batalla, algo así como una zona de turbulencias o de huracán en la que se agitan puntos singulares y relaciones de fuerzas entre esos puntos” (Deleuze, 1987:156). Por tal motivo, es posible dar cuenta de la experiencia de lo indiferenciado usando una estrategia radicalmente distinta a las que usa el discurso. De ahí la vocación maffesoliana de experimentar con las expresiones culturales disrruptivas, las potencias subterráneas, los saberes insurrectos, con las prácticas delirantes, estéticas, la sensibilidad, lo físico, la sexualidad, la imagen, el exceso, lo dionisíaco, la embriagues afectiva. Es decir, con toda socialidad que implique 40 Noción que no apunta a lo que se dice, sino a dominios prácticos limitados que poseen sus propias reglas de configuración y que además son anónimas, vale decir, no responden a una supraconciencia omnisapiente: medicina, psiquiatría, pedagogía, sociología, criminología, sexología, etc. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 84 desbordamiento del proceso de occidentalización cultural, con toda experiencia que transgrede41 las fronteras de lo discursivo, con toda profanación del laminado capitalístico donde se formatea la individualidad contemporánea. Esto nos lleva a pensar desde un paradigma complejo, desde un pensamiento mestizo o desde una intervención de frontera, desde un nuevo sensorium urbano (Martín-Barbero/Benjamin), desde una nueva semiótica donde sea posible encontrar cruces con lo extra-discursivo, lo no-discursivo, lo a-significativo: estamos hablando de intervenciones barriales indiferenciadas, de las oralidades sometidas, de la literatura, la poesía, el cine, el video, la informática, las nuevas tecnologías, el mudo de la imagen, el graffiti, el hip-hop, el rock, etc., en tanto estrategias que pueden llegar a configurar contra-memorias, narrativas insumisas y desterritorializadas42.; “pensemos hoy en la enorme importancia de la cultura Rap para millones de jóvenes-, puede convertirse en una palanca esencial de resingularización subjetiva y generar otros modos de sentir el mundo, una nueva cara de las cosas y hasta un giro diferente de los acontecimientos” (Guattari, 1996: 120). En suma, una ética phática que nos pueda abrir la posibilidad de producir agenciamientos que descolonicen el cuerpo y la vida, por lo mismo, que nos permitan pensar desde posicionamientos geohistóricos y geoculturales concretos, capaces de abrirnos a otra vidas, a otros mundos, a otras formas de ser y resistir el olvido instalado por la maquinaria occidental de la tardomodernidad. Triple olvido: el de guerra; el de la potencia de la multitud; y del cuerpo como materialidad afectivo/productiva de la vida social, situación que tiene como consecuencia última su transformación en residuo histórico de las categorías que buscan designarlo 43. Lo que supone multiplicar las tramas en fuga de la potencia simbólico/afectiva que desordena la ciudad, que la peregrina, que la deambula, y que en dicho trayecto la 41 También puede leerse como erotismo transgresivo en Bataille: “la aprobación de la vida hasta en la misma muerte”, en El Erotismo, Edhasa, 1975. 42 “Las clases capitalistas intentan constantemente rescatar los procesos de desterritorialización en el orden de la producción y de las relaciones sociales. Intenta así adueñarse de todas las pulsiones procesuales (o phylum maquínico) que trabajan en la sociedad” (Guattari,1989: 34). 43 Sobre este punto revisar el texto de E. Rinesi , El espectro de la multitud , en Espectros y pensamiento utópico, Cuadernos Arcis/Lom, 1995; F. Barker, Cuerpo y Temblor, Per. Abbat, 1984; M. Foucault, Historia de la locura en la época clásica, F.C.E., 1886. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 85 produce a la intemperie, la reinventa en el leve y tenue acontecimiento espectral de una intemperie de la intemperie. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 86 VIII.- DESVELANDO LAS CULTURAS JUVENILES 8.1.- CONSTITUYENDO LA TRIBU La mayoría de los jóvenes comienzan a reunirse entre sus amigos de la población, o con sus compañeros de curso, unidos por el gusto por la música, el rock pesado, metálico u otros ritmos y/o gustos: ”con la música entra todo, entra el graffiti, el break, todos los estilos..”(Víctor). Así, de a poco se van construyendo estas afinidades: “Somos grupos distintos pero de la infancia nos juntamos” (TMC), unos se dedican a pintar, otros a cantar, fortaleciendo los lazos de amistad y de pertenencia a un territorio específico: “Somos todos de aquí....solamente tenemos nombres distintos” (TMC). Los motiva el estar juntos, el sentirse entre iguales: “Somos todos de la misma familia pero distintos grupos separados igual”(Caroforn). Los une la amistad, la práctica del baile y “el amor por la música”(Laguna) lo que hace importante el formar parte de un grupo, así se relacionan y van integrándose otros grupos a estas agrupaciones que sacan adelante tocatas y eventos culturales juveniles. Por lo tanto, el cantar y/o el pintar los une, y como ellos dicen “es nuestra pasión”(Caroforn), vivencia juvenil que es marcada por el sentimiento profundo, “nunca por moda o estilo”: de ese modo “la música se vive desde adentro” (Rockero). Otros, se juntaron a rapear porque crecieron en un entorno desfavorable a sus ideas, así crecieron como raperos rompiendo esquemas, rayando murallas, lo que los fue uniendo en torno a un fín: “Todo iba por un objetivo en clave, o sea vestirse y escuchar cierto tipo de música....”por ser los pocos raperos, cachai, por ser los únicos locos que rayaban las murallas...” Después de experimentar, fueron creciendo juntos hasta descubrir que quieren como personas y en que mundo quieren vivir, cuáles son sus valores: “Hoy en día rapear es muchas cosas, como son que tenemos claro que es lo que queremos, sabemos que queremos edificar un nuevo mundo....sabemos bien que esta forma de vida que se está viviendo ahora cuenta con muchos antivalores, que es lo contrario a lo que profesamos y queremos para nosotros.” (Legua). Sin embargo hay que destacar algunas diferencias entre los grupos participantes en esta investigación con los de la Legua. Aparece en el discurso de estos, los jóvenes de la población La Legua (Legua York) la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 87 idea de que quieren hacer cosas distintas al resto de los grupos, y que tienen más conciencia del origen de la cultura hip-hop/graffiti en la cual están inmersos, dejando entonces atrás a los que sienten al hip hop sólo como diversión: “Después de caminar fuimos quedando los que teníamos más claro la idea del concepto de la raggie que tiene que tener el hip hop.... los que tenemos más conciencia...fuimos avanzando”(Legua) De esta forma, al principio no tenían muy claro lo que querían, tenían algunas inquietudes personales y querían: “ vestirse y escuchar cierto tipo de música”, con el tiempo fueron desarrollándose y hoy junto con la música, quieren aportar a la creación de un mundo nuevo, con valores y una identidad propia, promoviendo a figuras nacionales, como Víctor Jara: “Al principio fuimos así no más sin saber lo que estábamos haciendo cachai, fuimos experimentando y creciendo juntos..como hoy en día rapear es muchas cosas....tenemos claro qué es lo que queremos, sabemos que queremos edificar un mundo nuevo..sabemos los parámetros de su búsqueda...sabemos que esta forma de vida que se está viviendo ahora cuenta con muchos antivalores..que es lo contrario a lo que queremos para nosotros...tratamos de que los cabros que nos ven y nos siguen...cachen que hay hartos valores que tienen que rescatar...así como también nos identificamos con figuras muy arraigadas en esta tierra...como es el trabajo de Víctor Jara” . Insisten que: “antes de raperos somos pobladores, cachai y eso lo rescatamos firmemente” porque se sienten al: “servicio de nuestros hermanos que viven juntos en esta población”. (Legua). Hay que señalar que con la misma intensidad en que estos jóvenes se agrupan, con la misma intensidad estos grupos se separan y se rearman en el tiempo: “se empezaron a ir grupo por grupo y nos quedamos nosotros, los de la casa (TMC). Generalmente los rompimientos tienen que ver con problemas de relaciones entre los grupos, por ejemplo peleas entre ellos, lo que dificulta la permanencia. Por otra parte, en algunos casos las dificultades vienen de quienes los tratan de imitar la cultura hip-hop/graffiti, los llamados “flaiters”, los cuales son identificados por los jóvenes como delincuentes: “eramos conocidos ..después se desarmó..empezaron a llegar flaites donde nos juntábamos nosotros...empezaron a asaltar...y ya de ahí se fundió, se apagó” (Víctor). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 88 8.2.- ORGANIZACIÓN INTERNA Las agrupaciones juveniles, realizan eventos y actividades culturales regularmente. Principalmente, se rigen por el devenir de cada día, no hay pautas de planificación prefijadas, más bien su organización interna es espontánea y surge por necesidades concretas, por ejemplo, el crear nuevos temas musicales o pintar una pared: “En las noches nos juntamos ahí a escuchar música, conversamos y ahí mismo planeamos, ya, ¿cuándo vamos a pintar? O cuando vamos a hacer una fiesta o cuando vamos a salir a rayar, no sé po’, ahí se planea en el instante, depende de lo que uno quiera hacer” (Caroforn). De esta forma se funciona en los diversos grupos existentes, viviendo el día a día y respondiendo a las demandas y estados de ánimo del grupo: “Casi todos los planes se hacen así, oye necesitamos cantar, ya, cuándo nos juntamos, ya, tal día, no es que ya, hay reunión el día martes porque vamos a planificar lo que vamos a hacer, de repente tal cosa ya. No tenemos un día fijo para ensayo, día de la semana, no nada.” (Laguna). Como gruposss tienen un método de trabajo colectivo donde todos participan, por ejemplo, el hacer nuevos temas: “Hagamos temas, ya están muy trillaos’ los temas, ya tal día nos juntamos” (Laguna). Este método colectivo de trabajo requiere de la cooperación de todos, para que resulten las cosas, sin embargo hay que señalar que no siempre es así por el incumplimiento de alguno de sus integrantes: “Entonces te decimos vamos a sacar este tema, cada uno lo escucha en la semana, escucha este tema y trabaja y llegamos al otro fín de semana, si dos o uno hace la tarea de escuchar el tema.. y los otros no pasa na’ entonces no po’...” (Rockero). En esta corriente creativa, cada uno aporta con lo suyo, sea en forma separada, sea en forma conjunta, ideando formas hasta parir un tema por ejemplo, finalmente es la forma de trabajo libre, espontánea y respetuosa del otro la que los hace vibrar:..”..él hace algo por su lado y después yo por el otro, tratamos de darle cuerpo al tema y después llegamos cuando ensayamos, mira, yo tengo esto, qué te parece, él tiene otra cosa y de ahí se van uniendo..hasta que se forma un tema.....Después cada uno se mete, cada uno lleva sus ideas y ahí entre todos sale po’, o sea, cada uno va poniendo su cuota, a uno le gusta eso”. (Rockero). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 89 Como esta es una actividad que se ejerce libremente se requiere de motivación, voluntad y coordinación entre el grupo para llevarla a cabo, El grupo funciona de acuerdo a la motivación y al interés grupal, se enganchan y participan todos, si es necesario, cuidando el bienestar general y respetando las decisiones individuales de los integrantes,”Si uno dice vamos para allá, vamos. Cuando uno tiene una idea la copia bien y listo y si uno puede opina.. Cuando vamos a una fiesta, de repente, vamos para allá y vamos y si uno no va entonces no, nos quedamos aquí....Nunca nadie va a sobresalir. Si yo grafite más bacán que tú y te echo para abajo y tú soy del mismo grupo no resulta. No puede, así mismo estamos luchando la misma cultura” (Víctor). Sin embargo hay que señalar, que en muchos casos, esto lleva la desgaste de las relaciones, y se comienzan a originar tensiones, las cuales se van acumulando. Una de las formas de aliviar tensiones, son las tocatas o el pintar, de esta forma, las tensiones acumuladas se sacan afuera en la envolvente terapia que producen estas actividades: “si hoy día estai’ en esto es porque te gusta cachai, porque cuando las cosas no funcionan un poquito es muy fácil que yo explote...cuando ya es mucho lo digo oye ya po’ pónganse las pilas.......y después que tratamos de tocar tocai como un picado cachai’ pa’ desahogarte” (Rockero). Este es un proceso de creación conjunta que va aumentando su intensidad: “Achacao por dos..o tres semanas y llegamos a tocar hueón y quedamos felices, quedamos relajados, es como sacarse un peso” (Rockero). Entonces, se puede señalar, que el trabajo de los grupos para hacer realidad sus metas es sólido y agotador, y como todo artista frente a su creación, quieren lograr la perfección: “Sacai’ toda tu energía en eso, o sea, estamos haciendo temas, nos cacheteamos, nos cabeceamos. Lo tocamos como 20 veces, ya vamos, ahora si, de nuevo, de nuevo, hasta que salga, es un trabajo” (Rockero). Esta forma de organizarse, no requiere de líderes, a la usanza de las organizaciones tradicionales. Así, no aceptan líderes que guíen y orienten el trabajo que realizan, porque “todos somos iguales no más po’, ley dura y pareja, igual si hay algunas cosas que están mal igual se hablan,..para que la cosa no ande al lote” (Caroforn). En este sentido, en algunos casos, una persona controla que se cumplan las tareas en el grupo:”No hay líder pero siempre hay uno que está apurando, que vamos, ya po’, ya po’...pero igual a veces somos desordenados, dejados, pero nos juntamos un día y quedamos listos” (Laguna). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 90 Insisten en que no hay líderes que manejen el grupo, de esta forma, se diferencian de las pandillas tradicionales dirigidas por un jefe que toma las decisiones. Acá en cambio, en el encuentro y desarrollo de sus actividades se van poniendo de acuerdo y van optando por lo que mejor les parece en el momento:”No siempre tienen todos que aportar con alguien, nadie es un líder. La gente cree que el grupo Hip Hop es una pandilla y hay un líder así, vamos para allá, vamos a pelear todos. Nosotros ya en la plaza empezamos, hay una tocata,...nos juntamos, dónde nos juntamos, armamos esto.......” (TMC). De esta forma, podemos apreciar que este tipo de organizaciones no tienen roles fijos, estatuidos, sino más bien se van intercambiando funciones en el quehacer mismo, por ejemplo, el cantar, bailar, pintar, componer, musicalizar, etc.. No hay estatutos documentados que los gobiernen, pero si hay preocupación por cada uno, hay valores importantes que se respetan y siempre está al centro el bienestar del colectivo, el hacer lo mejor para todos y todas: ”Hacemos el tema, o aprendimos, después ya....sabes que me invitaron a una tocata a cantar, ¿vamos o no?, sí, adónde vamos...y después puede ser que el otro se consiga una muralla para pintar y bueno, van. ...Nosotros siempre apoyamos a nuestros grupos que bailan o cantan,..así los del barrio igual....Me pasaban una muralla del colegio...yo no grafiteo, ..me gano yo el proyecto, pero igual lo hice para los cabros. Así somos nosotros.” (TMC) Cabe destacar la prioridad que tienen en sus actividades, el apoyo y la solidaridad hacia otros grupos que recién comienzan, se sienten responsables de los jóvenes de su entorno, de su población, la idea fuerza es sacar adelante su proyecto cultural. En esta organicidad que se han dado, también surgen las dificultades propias de la precariedad de su funcionamiento en general, falta de recursos económicos para sostener y mantener su trabajo, robos, deterioro de instrumentos, etc.: ”..teníamos un proyecto de 5 micrófonos, más un teclado, de repente quebraron la ventana, entraron y nos robaron todo y ahí nos bajamos, más encima se echó a perder uno, o sea nos quedamos con na’” (Laguna). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 91 8.3.- LAS SOCIALIDADES GRUPALES Dentro del grupo se vive como una gran familia de amigos: hombres y mujeres que se aceptan y cuidan como compañeros en todos los momentos de la vida, sean estos malos o buenos. En esta familia adoptada, se establecen relaciones de amistad desde la infancia o adolescencia, surgen pololeos y encuentros que los hacen inseparables: ”Esto es..como una familia...ella es mi amiga de cabra chica...el mono es amigo de hace 3-4 años. Ellos son pero yunta. Y yo soy la polola. No hay atao’, no hay secretos, nada, somos los 4 no más y con los demás es casi lo mismo” Laguna. Del juntarse para realizar actividades puntuales se pasa a vivir juntos y compartir todo lo que son y tienen. Se distinguen de la familia tradicional porque no hay diferencias ni jerarquías entre ellos. En esta familia se sienten bien, se siente“algo rico, es algo especial po’ porque somos iguales, o sea, no es que seamos diferentes a la familia de nosotros, pero es que tenemos todo y todo es lo mismo.” (Laguna). Para otro grupo esta cercanía, esta hermandad está dada porque: “hemos pasado una y otras mil con estos, somos como hermanos...Pero en el tiempo cuando uno va creciendo igual va conociendo gente, hay más gente que se va uniendo a tu familia, aunque no sea de tu misma sangre...hay vivido cosas y es como una familia y los conoces tanto como tus hermanos.” (TMC). Otro ejemplo de estos, lo señala Vìctor, quien dice que en esta familia (su grupo), todos se ayudan y se apoyan en los problemas, cuando alguien está mal, van a verlo. Cuando el grupo es agredido, piden ayuda a algunos flaiter para que los defiendan: “y los flaiter igual, quién te pego ahh, yo le voy a pegar y ellos van a correr, nosotros no hacemos nada y así nos hemos llevado, EDA es una familia, EDA familia sinónimo Edan familiar o Eda Creuz.” (Víctor). En este contacto tan fuerte y profundo surgen sentimientos que se expresan cotidianamente, lo que influye en las buenas relaciones y en la disposición esperanzadora con que enfrentan la vida: “yo con todos..con mis otros amigos yo soy super cariñosa, yo ando abrazando a todos, siempre ando expresando todo,..así siempre ando expresando lo que siento por la otra persona y nunca tampoco se van a pasar algún rollo.. o si no de repente con tus amigos estai’ ahí” (Laguna). En este darse apoyo mutuo, aumenta la autoestima personal y grupal, lo que hace ver la vida de otra manera: Este sentimiento es “especial porque siempre hemos tenido esa mentalidad de tirar pa’ arriba, de surgir, de no quedarnos pegados en lo mismo, siempre de salir de ahí..” (Laguna). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 92 En esta relación de amistad se crece y se madura como persona, crecientemente se sienten más como familia, aunque reconocen algunas pequeñas diferencias con otros grupos, esta es la opinión de Legua: “pero yo no me podía reflejar a mi mismo cachai, pero hemos ido creciendo juntos ..y eso permite que haya un lazo más que de amistad, más familiar, más cercano...(Legua). En este sentido no pueden decir que todos los grupos sean idénticos, no hay rivalidades pero si pequeñas diferencias entre ellos. De esta forma, este sentimiento de pertenencia y lealtad al grupo se manifiesta puntualmente, por ejemplo, cuando defienden a los amigos que están en problemas. Pero más allá de éstas situaciones, la afectividad, responsabilidad y reciprocidad por el otro están patentes en sus relaciones, es casi como el mandamiento más importante, “ama a tus semejantes como a ti mismo”. Este involucrarse en la vida de los otros va dejando de lado el individualismo, todos(as) son necesarios(as) y todos(as) son importantes, además existe una visión de mundo más colectiva y hasta nacional, porque hay que resaltar lo importante que es en:”El grupo Hip Hop,..el quererse, estar en las buenas y en las malas. SI TU TIRAS PARA ARRIBA A EL, AL MISMO TIEMPO TU TIRAS PARA ARRIBA. Si tiras el Hip Hop chileno para arriba tú mismo tirai’ para arriba. Mono: No verla por tí solo. Emerson: Porque no vas a poder tirar para arriba solo, tienes que ser masivo, porque la gente comprende...TMC. Sin embargo, los grupo entrevistados, tampoco idealizan estas relaciones porque a veces hay peleas y roces, como en toda agrupación humana, pero se superan. También ellos hacen la distinción entre nuevos “New School” y viejos hip-hoperos que corresponden al boom de los pantalones abajo, lo que también ha traído un cambio en las relaciones entre ellos, de los amigos-amigos se pasa a los amigoslejanos, incluso se manifiestan relaciones más violentas y agresivas entre ellos: “ahora no, se puede decir que los hip-hoperos son amigos..lejanos porque por un pantalón uno le pega al otro, como algo bien estúpido...y ahora no poh, ahora, ahh no me prestaste el pantalón un poco más y te mato....” (Víctor). En cambio los más antiguos en el Hip Hop se relacionan de otra manera: “Nosotros no, nosotros somos...como una familia, es como que nosotros viviéramos en una pura casa y c ompartiéramos todo el día..es algo normal...como amigos, amigos, super amigos.” (Víctor). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 93 Lo más importante de esta “Familia” son los valores que se sienten y viven en su interior, los que permiten establecen relaciones y hacerlas crecer en el tiempo a través de:”la unión que hay y el apoyo de una persona a otra porque también uno se da cuenta que solo nunca podí’ hacer na’, siempre estai’ ahí con tus amigos porque estai’ viendo que te están apoyando...y que están contigo..lo estoy viendo todos los días...y cada vez que teni’ un problema están tus amigos, si estoy feliz también están tus amigos, en las buenas y en las malas” (Laguna). Sin embargo, el valorar la amistad no deja de lado la dedicación y responsabilidades con el trabajo: “yo personalmente en el grupo trato de que sea más profesional, no pura amistad, porque no podis’ tener un grupo de pura amistad...En general yo creo que los grupos tienen que hacer eso.. el trabajo..más profesional” (Rockero) Las mujeres dentro del grupo viven un “trato especial porque siempre hemos estado con los chiquillos” (Laguna). El tiempo juntos ha estrechado las relaciones entre ambos: ”pongamos uno va a un carrete y llega una mina así, se pone aguja, en cambio con las chiquillas ya es como más familiarizá la cosa.” Refuerzan las mujeres esta idea de querer sentirse protegidas y apoyadas:” A mí siempre me ha gustado tener amigos hombres, porque los hombres andan pendientes de uno, la andan cuidando, entonces uno como mujer se siente bien, por último un amigo que esté al lado tuyo cuando uno está mal”. (Laguna). Sin embargo, un entrevistado señala, que ellos, no mezclan a las pololas con el Hip Hop: “porque las pololas como que te restringen un poco...uno va a una tocata y se pone a bailar con una niña y puede ser eso no más po’ o igual pasa que ya quiere tirar con la mina y yo no soy así, yo no soy de andar mirando niñas,..pero no me mezclo con nadie más que mi polola....pero uno va a una tocata y se encuentra con ellas y después las mujeres: Oye, ni me pescai’ en las tocatas, no andai’ nunca conmigo ahhh y todo el atao’, entonces mejor no”. Casi no hay mujeres en los grupos grafiteros, más que nada es dominio de hombres, las mujeres que pintan son pocas: “Es que hace poco comenzaron a salir las mujeres hip-hoperas aquí en Puente Alto, si antes eran poquitas, contadas con unos deos, pero las mujeres no rayan, son los hombres más que nada los que rayan o una que otra mujer también rayan” (Víctor). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 94 8.4.- ENTRE GRUPOS Se puede señalar que las relaciones que sostienen los grupos que participaron en la investigación con otras organizaciones es buena. En general tratan de mantener coordinaciones con grupos de sus mismos sectores (barrios) o en la medida de las posibilidades a nivel de comuna y en menor medida a nivel de relaciones intercomunales. Algunos grupos entrevistados manifiestan que la relación con otros grupos grafiteros de la población es débil, se conocen, se encuentran en la calle para pintar: “De ahí de la Caro igual hay hartos locos que pintan..nosotros nos reunimos para pintar“ (Caroforn). Otros como LAGUNA, señalan que su agrupación de jóvenes es grande, pero la relación es más fuerte con los del barrio, por la cercanía y la amistad: “Allá nos juntamos, pero hay gente que está más cerca de uno que otras..son como los del barrio, son como los más asumios’, más amistad, los que llegan de afuera igual se reciben pero..lo que somos más, somos los que estamos ahí todos los días....somos todos amigos y todos nos apoyamos” (Laguna). A los otros grupos los sienten más lejanos, por ejemplos los trashers con los cuales han tenido conflictos: “Aquí hay unos trachers’ que si po’, unos locos que nos tienen terrible mala a los raperos...el rap es terrible mula y todo el atao’, no sé porqué si nosotros no tenemos nada en contra de nadie loco”. (Laguna). Sin embargo, a pesar de esto, otros jóvenes tienen amigos punk, hard-cord, balck metal y se llevan bien aunque piensen distinto: “Igual es bueno conversar con otra gente porque voy cachando, porque vai’ cachando más la volá’ de él y así se culturiza de su propia música..” (TMC). A pesar de esto, se detectan intentos de coordinación. Así, por ejemplo, los jóvenes de Quinta Normal señalan, que la comuna se destaca porque hay coordinación entre los grupos de allí, se conocen, se apoyan, hay buenas relaciones entre todos: “Lo bueno que tiene Quinta Normal...hay hartos grupos..y todos se apoyan, todos se conocen, todos se juntan en la misma tocata y hay tocatas.......todos se llaman pa’ carretes, todos hablando con todos” (Laguna). En Quinta Normal hay una Coordinadora que agrupa a distintos estilos de música, donde hay buenas relaciones entre los grupos, incluso han hecho Tocatas todos juntos, porque finalmente son jóvenes y es bueno compartir entre todos: “Nosotros participamos igual con una coordinadora con variedades de estilos de música...hay skap,Hip-Hop, están los cabros de la hippi, nosotros igual estuvimos haciendo como dos temas para los ska, siempre ha habido Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 95 buena relación con todos los estilos de música, nosotros nunca hemos tenido problemas con ningún grupo....” (Laguna). En esta cadena de difusión y apoyo, unos se ayudan con otros, devolviendo la mano y así sucesivamente, por esto, el objetivo de la coordinación es: “ De repente una tocata nos conseguimos un grupo bueno, un grupo conocido, pero también invitamos a grupos que están con ganas y tirando pa’ arriba de a poco, para que se vayan haciendo conocidos también, para que todos nos apoyemos así pa’ arriba” (Laguna) A pesar de esto manifiestan que el establecimiento de relaciones con otros, no es fácil, ya que por ejemplo, esto no ocurre en otras comunas donde las relaciones entre los grupos son malas. Aunque no se descartan los roces entre las personas, producidos por gente que se siente: “más vacán que tú”.... y molesta o interrumpe actuaciones: “y el Mono va a fistarear y le cierran el círculo así, gente que tiene distinto pensamiento” (Laguna). En cambio los jóvenes de este grupo tienen una visión menos discriminadora y tienen la política de coordinarse con otros y apoyarlos, especialmente a los grupos que recién comienzan: “En cambio nosotros no, si viene otro loco a cantar, ahh, nosotros canta no más, lo apoyamos y todo..cantó y no le cerramos”. En cambio, hay grupos que se sienten a otro nivel y no van a todas las tocatas: “Ellos tienen otra mente, que ellos tienen que cantar con grupos bacanes más arriba que nosotros” (Laguna) En general, los jóvenes piensan, que entre jóvenes, aunque con distintos pensamientos, igual se puede compartir, conversar y hacer cosas en conjunto: “Con que no haiga rencor, cosas así, discriminación entre nosotros mismos jóvenes, se puede.” Y de esta coordinación intergrupal resultan muchos beneficios para los jóvenes artistas, y para el público que participa en estos encuentros: se recuperan espacios para la comunicación personal, grupal y colectiva: “....si allá igual han hecho tocatas que cantan locos metal, ska, hip-hop y es bueno porque en la calle se junta harta gente y de distintos pensamientos y se puede conversar y conocí gente, también aprendí..” (Laguna). Por otra parte, los rockeros entrevistados, tienen contactos, conocidos y amigos de otros lugares, pero prefieren no asociarse con otros. Si se intercambian datos, tocatas, cassetes: “tengo amigos en todos lados.. igual eso no quiere decir que uno no pueda asociarse con otras personas,..ningún problema, pero prefiero no hacerlo.. Si intercambian: Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 96 “recitales, siempre nos damos los datos,..intercambiar discos o programas que dan en la tarde, especiales también..” (Rockero). En otros casos, se juntan porque hay afinidades, se conocen, pero no llaman a otros grupos para hacer actividades coordinadas entre sí. “Cuando nos juntamos con el grupo tiene que ser coincidente...nosotros nunca vamos a llamar a otro grupo..”vengan a juntarse con nosotros” (Víctor). 8.5.- RELACIONES INSTITUCIONALES El establecimiento de relaciones y/o la coordinación con instituciones aparece como algo relevante, aunque no es frecuente. Por ejemplo, un grupo manifiesta que han trabajado para La Caleta, ellos aportan con latas, pero la relación ha sido intermitente, aunque ellos quieren trabajar para llegar a otros jóvenes: ”Yo estoy con una organización La Caleta, igual se auspician con las latas pero pocas veces, igual ahora hace tiempo que no pintamos por La Caleta, igual me gustaría que hicieran más esas cuestiones para los jóvenes” (Caroforn). Cosa similar se vive por ejemplo, a nivel, de relaciones con el municipio. De esta forma, los jóvenes manifiestan disposición a participar, pero argumentan que faltan proyectos para trabajar con jóvenes, especialmente de parte de la Municipalidad: “Si uno tuviera más posibilidades de entrar a más proyectos así con la muni, igual estaría bueno de latas y todo eso para los artistas...así, los locos que les gusta ciertas áreas de, por ser tipo de música, los locos que quieran tocar bandas...igual por la muni se puede hacer todo eso, a nosotros nos gusta pintar, nos gustaría hacer un proyecto así..y más ingresos en la muni para hacer proyectos.” (Caroforn). 8.6.- QUIENES IDENTIFICAMOS SOMOS, CON QUIÉNES NOS En general, considerando que la mayoría de los grupos entrevistados correspondían a experiencias de hip hop/graffiti, se identifican con la música Hip Hop norteamericana. Les gusta sentir la música y bailarla, aunque no entiendan la letra: “Con la música no más, con el Hip Hop, con la música norteamericana no más, nada más,..canta se llama el estilo que nosotros escuchamos, como de mafioso, pero igual no nos creímos mafiosos...porque a nosotros nos gusta la música porque la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 97 letra no la entendimos..pero más nos gusta la música, sentirla aquí adentro, bailar así en una fiesta, bacán..la melodía que tiene..como de ahí nació gipfank, que esa cuestión es más bacán y ahí como que tiene un ritmo super especial, al menos a mi me motiva caleta, si me levanto una mañana escuchando música, me da como satisfacción oír la música” (Caroforn). Otro grupo señala que se sienten como personas comunes y corrientes, pero con diferentes estilos de música: “Yo creo que parte de personas y de cualidades, de repente no somos diferentes a los demás, yo creo que más se diferencia en el estilo de música que cada uno hace, que cada uno tiene...porque uno puede cantar más desquiciado, más sobrio, como más boicoteao’, son diferentes estilos, que en eso no más la cultura se podría comparar, definir”. Cuando se habla de cultura, se habla: “de la música, de todo en general. El Hip Hop, esto es una rama que es graffiti, break, brak, hey, rap”. (Laguna). Otros señalan sentirse creadores: “Nosotros estamos creando porque nosotros no copiamos...nosotros escuchamos música para aprender a cantar y así crear nuestras propias cosas, los propios graffiti, uno siempre ve revistas y ve que esa idea es bacán” (TMC). En general, a diferencia de otros jóvenes, los jóvenes que participan en los grupos entrevistados, se ven como jóvenes de la calle, porque prácticamente allí realizan su vida, se han apropiado de la calle como espacio de uso grupal: “Diferenciándonos de los otros grupos, los otros grupos van a una fiesta o a una disco, un pub o se quedan en la casa, nosotros aunque no haya ninguna fiesta, ninguna cuestión, nosotros igual carreteamos en la calle, no necesitamos una disco para ir a tomar, nosotros salimos y siempre estamos en la calle, en nuestra plaza...” (Laguna). En relación a personas a quién seguir como ejemplos, que podríamos llamar “ídolos”, no tienen, en ningún ámbito, sólo ellos mismos. Los que cantan Hip Hop son como ídolos: “El es mi ídolo, si porque quién más aquí en Chile, no, igual hay buenos graffiteros pero no mejor que el loco, la pulenta si el loco pinta bacán....o sea de tener alguien así como ídolo, aquí en Chile no, ....nosotros mismos no más, o sea ídolos para seguir su ejemplo una cuestión así..los locos igual, los que cantan Hip Hop esos locos son pulentos, son como ídolos: Tupam, Slup, igual esos locos son pulentos, con otro ámbito no pasa na’. “ (Caroforn). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 98 Ellos aprenden de algunas personas a moverse, cantar, pero no son ídolos, se interesan más en el estilo que van marcando: “No tanto como ídolo pero siempre hay una persona en particular...que uno aprende como los demás: como canta, como se mueve, el estilo que tiene esa persona al moverse arriba del escenario....yo tengo una persona especial del canto que a mi me encanta...” (Laguna). En la cultura rapera se toman referencias para llegar a ser tan buenos como ellos en el escenario: “..Es que uno tanto así tenga ídolos, uno reconoce que la persona es buena en lo que hace, entonces uno también quiere llegar algún día a ser bueno en lo que hace, se toma referencias de esas personas, pero no es que tanto sea como ídolo...y también le gustaría algún día estar arriba como él, pero no igual que él. Hacer lo mismo pero no ser igual que él, con tu propio estilo. Es como hacer la diferencia entre un hombre sabio y un hombre filósofo...es como eso porque el hombre sabio siempre va a ir adelante y el filósofo como siempre va rompiendo paredes y todo y aprendiendo, leyendo; en cambio el hombre sabio va aprendiendo de la vida”. Como el hombre sabio: “Nosotros igual aprendimos de la calle, aprendimos de ahí, aprendimos cosas de la calle...rapeamos en la calle”. (Laguna). Los jóvenes entrevistados, señalan, que lo del ídolo no tiene mucha cabida porque son personas que hacen lo que les gusta, se ven reflejados en este quehacer, se enorgullecen de sus obras y todo lo comparten con sus amigos: “..Lo que pasa es que uno va haciendo las cosas que a uno le gustan, uno es distinto a los demás, por eso porque son distintos estilos, distintas cosas que se hacen como a diario.....yo creo que casi nadie tiene un ídolo, siempre se va a ver a si mismo como es, yo hago algo, hago una letra buena o una canción buena, ahh, me gustó porque es mía, yo la hice, me siento orgulloso, después se lo muestro a mis amigos y ellos me dicen ¡o!! está buena, ya cantémosla de ahora o terminémosla como lo hicimos con el Mono” (Laguna). Entonces, no siguen a ningún personaje, más bien se dejan llevar por ellos mismos y tratan de ser originales en su creatividad: “Yo sigo lo que siento, lo que me gusta a mi, a mi me gusta andar vagueando, me gusta la adrenalina cuando uno sale a pintar..me llama la atención estar en el Hip Hop, por eso estoy metido. Nosotros tratamos de crear nuestras cosas, para surgir dentro de esto hay que ser original, el que no es original mejor que no sea Hip Hop..el que está copiando es mal mirado, son los Toys, los que se llaman los juguetes, los juguetes del sistema..” (TMC). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 99 8.7.- LA IDENTIFICACION CON LA MUSICA HIP HOP: ¿DE MUSICA LIGERA? La música aparece como un componente central dentro de las culturas juveniles actuales, y en especial de los jóvenes entrevistados. Ellos señalan que hay distintos estilos en la música, la cual proviene principalmente de Estados Unidos : “Pongámosle hay locos que les gusta el weistein, a este le gusta el ska, otros escuchan soul, igual es Hip Hop pero son distintas maneras, el weistein es para bailarlo, el ska es para saltarlo.” (TMC). Los jóvenes señalan que Chile aún los grupos no tiene su propio estilo de hacer música. Otro elementos de donde toman elementos identificatorios, son las películas, que hablan sobre las culturas hip hop. Sin embargo, ellos son conscientes que las películas norteamericanas crean una imagen falsa de los raperos, el pelear y defender territorios, es una mentalidad que algunos raperos nuevos han adoptado. Reconocen que: “ un cabro que vive en Las Condes no va a tener siempre el mismo pensamiento que tenemos nosotros que vivimos mucho más abajo, aquí en Quinta Normal, porque nosotros vivimos el día a día, veímos traficantes, cabros fumando pasta, pero no tenemos que crearnos esa mente nosotros, nosotros somos Hip Hop y tenemos que seguir con lo que vale. El Hip Hop nació en la base, en la calle, nació en las partes bajas, en las partes pobres. “ (TMC). 8.7.1.- EL HIP HOP VISTO COMO UNA CULTURA En general, para todos los grupos entrevistados, el Hip Hop se puede ver como una cultura: “Para mi el Hip Hop es cultura desde el nacimiento, el Hip Hop tiene 4 elementos: el baile, el graffiti, el DJ y el eskei, el rap. Eso es cultura para mi“ (TMC). El Hip Hop es una cultura porque: “tiene cosas, tiene arte, tiene grafos, son pintores los cabros, son artistas, nosotros tenemos nuestra vestimenta, nuestro armamento de música, es como una forma de vivir y hay hartos temas que hablan de eso.” Hay que señalar que existe una diversidad dentro del Hip Hop, en Chile esto se manifiesta en una cultura amplia: “El Hip Hop no se hace solo cantando sino a través del graffiti, del reggae, a través del bailarín de breik y a través del rap, o sea el Hip Hop es una cultura muy ágil.....si lo Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 100 pudiéramos separar, lo podríamos hacer en miles y miles de ramas, ya que tenemos Hip Hop que le canta a la vida,..que le canta a una persona como a uno,...el Hip Hop protestante o alternativo entre comillas”. (Legua). Dentro del Hip Hop hay estilos distintos: “El estilo de pintar, de hacer un graffiti a lo mejor es distinto, pero yo cacho el estilo de pensar es igual, escuchamos la misma música” (TMC). Para estos jóvenes el Hip Hop es también una forma de hacer un estilo de vida: “....una forma de ser, música...es como todo, es como el diario vivir, porque siempre estamos pensando en el Hip Hop o sea planeando cosas, para mi es como vivo todos los días...Yo me levanto, me levanto mal.. pero siempre estoy pensando en hacer letras, en hacer nuevas cosas, hacer música, bases, pensar en temas, ensayar, juntarme con un amigo, hablar del Hip Hop, carretear en la calle.” Comparando con las personas que escuchan cumbia: “ escuchan no más cumbia...en cambio uno hace música ..y entorno de la música hay otras cosas más por hacer y va todo junto y unido y entonces uno va viviendo con todas esas cosas todos los días..” (Laguna). Este estilo o “forma de vida” no es entendida por la gente mayor. Para ellos le es difícil entender este fenómeno del Hip Hop: “Pongámosle, mi mamá me dice porque ando con esos pantalones, me dice: “Vístete como la gente, ya estai’ adulto” y yo le digo no, a mi me gusta. Yo en el colegio lo vivo, en la casa, para mi el Hip Hop es una fuente de vida una huea’ mortal. La gente como que no capta bien, esto es una cosa nueva”. (TMC). Otros hacen Hip Hop porque quieren contar lo que ven y sienten a otros jóvenes, esa es su misión como grupo: “Porque nuestra misión a través del rap es contar lo que sentimos nosotros y lo que vemos nosotros, a los demás cabros que escuchan Hip Hop y ahora se está rompiendo una gran frontera, que estamos llegando a ustedes, la gente de la universidad, a otras personas como la gente mayor, los mismos punk que hay harta diferencia con ellos, a lo mejor estética pero ahora se están moviendo hartos lazos por lo que es el contenido de las letras, tenemos harta similitud.” (Legua). Se constata por parte de los jóvenes, que se está reconociendo la cultura Hip Hop y está despertando interés en los demás, ya se masificó y se conoce en todos lados: “Igual hay gente que quiere saber harto de nosotros porque nos ven, nos llaman, en otros lados igual conocen nuestra cultura, lo que realizamos, como somos realmente...Ya se Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 101 masificó tanto que la gente ya sabe que está ahí y que está en todos lados, entonces quieren saber cuáles son las cosas que nos motivan también.” (Laguna). Los medios de comunicación (¿alternativos-marginales?) han contribuido a su masificación, hoy en día se convoca a una tocata y se llena de gente de muchos lugares: “Tú decí’ hay un rapero cantando en La Moneda pero llegan todos, de todos lados, no sabí’ de adonde salen tantos, llegan todos. Si porque de repente nosotros hacimos tocatas y todos los que nos ayudan así, no son ligados a la música de nosotros, sabí’ que llega cualquier gente, se llena.” (Laguna). De esta forma, los jóvenes ven proyecciones a este movimiento de Hip Hop, dicen que ya hay una primera generación y hay otros que los siguen. Es satisfactorio ver como otros jóvenes viven la experiencia de ser Hip-hoperos: “Yo creo que va a causar un cambio porque nosotros, yo sé que más adelante va a seguir esto del movimiento del Hip Hop ...y nosotros somos la primera parte aquí en Chile...después van a venir más personas...Para nosotros va a ser algo satisfactorio, ver a personas de 15 años que ya están metidas en el Hip Hop, viviendo lo que nosotros también vivimos, o sea después va a ser una cosa satisfactoria para uno como persona” (Laguna). Por último, los jóvenes señalan, que la industria cultural teme que estos jóvenes sean verdaderos “agentes culturales populares” que promuevan los intereses de la cultura Hip Hop juvenil y que tomen el ejemplo de Víctor Jara o el Che Guevara como trabajadores culturales que desean subvertir el orden imperante, lo que preocupa a los que venden la cultura como un producto: “es que cada uno de nosotros que estamos en las poblaciones haciendo cultura, nos transformemos en un nuevo Víctor Jara o en un Che Guevara....y que muchos otros jóvenes, que sin querer van a ir llegando a la forma de vida de él (Víctor)..forma de vida que estamos creando sin darnos cuenta...” Así muchos jóvenes van a ir desarrollando su conciencia respecto de lo que significa ser raperos: “Ya que muchos cabros raperos no van a ser raperos por ser raperos, si no que van a cachar de donde nace el rap, porque son raperos y para qué ellos quieren rapear” (Legua), y dándose cuenta que en este cuento hay mucha mística, ideales y proyectos sociales, políticos y culturales. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 102 8.7.2.- LETRAS Y CANCIONES Respecto a las letras de sus canciones éstas son diversas, se dan permiso para escribir lo que quieren: “Hay una historia que vivimos nosotros, de repente cosas que pasan en el gobierno, desde la manera que nosotros lo vemos.....Nosotros tenemos temas de marcianos, de asesinos, temas de diferentes cosas, son historias que uno va formando..de todo tu podi’ pescar algo y hacer una historia...igual teni’s ganas de inventar una historia y podi’ inventar una historia terrible de fantástica y le haci’ letra...depende de lo que uno tenga ganas de hacer...podí’ criticar, podi’ decir que está bien...que está mal....” (Laguna). Las temáticas que se tocan están basadas en sus experiencias de su vida cotidiana: la delincuencia, la represión que sufren de parte de los carabineros: “Todos hablan más de delincuencia, de repente también del sistema, más de los pacos, cómo nos tratan, todo eso.” Entonces, las críticas de las canciones reflejan lo cotidiano de cada uno: peleas, roces, que te traten mal: “entonces llegas a la casa y haces una crítica de eso, de la gente, las cosas van cambiando..uno tiene que decir cosas todos los días.” (TMC). Sobre todo hablan de las discriminaciones que sufren en las tiendas, en la micro, en la calle, todo se ha creado dicen por los flaites, que se confunden con ellos, por su forma de vestir. Les preocupa que la gente no haga diferencias entre raperos y flaites, entre los que están dentro de la cultura y los delincuentes. Las letras de las canciones pueden ser diferentes, según donde residan los grupos y qué vivencias tengan: “Yo creo que somos totalmente distintos, lo que cantamos a lo que cantan otros, es que depende, pongámosle el grupo Los Panteras Negras, los locos son de la Huamachuco y cantan la vida de la calle y los locos choros y cuentan historias distintas porque viven cosas distintas, porque son de otro barrio...entonces se les meten otras cosas en la cabeza, otras ideas, otros pensamientos,...te pueden hablar de política,..de vivencias, droga “ (Laguna). Por otra parte, la música que se realiza, y que se manifiesta preferentemente en el canto, es vista como una actividad que los emociona arriba del escenario, que los hace sentirse “otros”, motivados, y con la respuesta de la gente se sienten realizados: “Cuando uno está arriba del escenario es como un ideal, tensión y olvidarte de todo..ese es tu mundo arriba del escenario, soy otra persona.....cuando estoy ahí Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 103 cambia, me doy ánimo, veí la gente, te emocionas, es totalmente distinto verlo de abajo que estar arriba...ver a la gente que está vacilando el tema...es algo que uno se siente como realizado.....soy otra persona, cambio totalmente, no soy el mismo, estoy desquiciado moviéndome, sentir que la gente salta y vibra con tu música, eso te hace sentir. Son más motivaciones para seguir haciendo letras, para no salirte del canto, de cantar.” (Laguna). 8.7.3.- HACIENDO MUSICA En general, se puede señalar que las actividades de producción de música, tienen un componente fuertemente “artesanal”. Parte de la música que producen está grabada por ellos mismos; las condiciones en que trabajan son precarias, casi sin recursos, (ellos mismos muchas veces juntan plata, con ayuda de sus padres) pero lo abordan con paciencia y dedicación para buscar alternativas que solucionen sus problemas:”Siempre grabamos con cablecitos pelaos’, siempre nos faltan cables, tenimos que hacer tira los otros y pegarlos y siempre andamos con ese atao’, si vamos a armar algo nos vamos a demorar su hora y media porque falta esto, ya, vamos a conseguirlo, ya vamos donde éste, ya vamos donde este otro....Y hemos grabado varias veces, hemos tratado de grabar pero siempre hay algo que suena mal....Una vez teníamos un tema bien grabado y al final se escuchaba la pura voz y la base no se escuchaba, ¿por qué?, porque se había cortado un cable”. Laguna. Se puede señalar entonces, que como organizaciones de Hip Hop, su funcionamiento es totalmente autogestionado, así todo lo que tienen: estudios artesanales, grabaciones, CD, son iniciativas autogestionadas. En este sentido les interesa primeramente difundir su música, aunque sea copiada, para ellos es importante que su mensaje sea conocido por otros jóvenes: “Todo lo que tenemos, los discos, estudios caseros, tratar de grabar ahí todo sirve, todo es autogestionado, este CD es una producción autogestionada del colectivo, donde aparecen todos los grupos, para venderlos a muy bajos precios, cosa que el mensaje se difunda lo más rápido, con derecho a autoproducirlo.”..Legua También les interesa validar otras formas de gestión anti-comercial, es una forma contestataría a la sociedad de mercado que todo lo compra o vende. Con esto, están demostrando que los mínimos recursos no son impedimento para expresarse, igual se pueden hacer presentes y Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 104 difundir su música: Creen en esta gestión porque es subversiva: “Porque si no tenis’ dinero no soy nada ni podis’ hacer nada y eso no es cierto y sin dinero puedes autogestionarte o muchas cosas y podis’ hacer muchas otras cosas, el dinero no es todo...Y uno es feliz porque el mensaje se transmitió. Y de repente no estai’ ni ahí con recibir.” Legua. El darse a los otros gratuitamente gracias a la música, permite realizar un intercambio simbólico con el público que los sigue, sintiéndose retribuidos ya con el hecho de expresar sus sentimientos y darse a conocer a otros jóvenes a través de circuitos marginales de la sociedad civil: “De repente uno hace cosas por el hecho de entregar, si uno recibe algo a cambio es algo por casualidad, es un mérito a tu trabajo que no lo tenía considerado....es la contribución, es la devuelta de la mano de nuestra propia gente, a lo mejor ustedes nunca han escuchado rapear ni han escuchado nuestros mensajes y si hay gente que los ha escuchado y se lo han hecho llegar a ustedes para saber y así pasa con muchos.” Legua. 8.8.- EL ARTE DE PINTAR: EL GRAFFITI El graffiti aparece como una forma de expresión de los jóvenes; es un afán de inventar y dibujar letras con formas distintas. Para los jóvenes entrevistados, la idea proviene de la influencia cultural de los Estados Unidos: “Como usted sabe todo llega de Estados Unidos.....de Estados Unidos llegaron películas y uno lo empieza a mirar y uhh me gustaría hacer eso” (Víctor). Sin embargo, los jóvenes manifiestan que la idea de pintar llegó sola, y que poco a poco fue concretándose, rayando cuadernos y dibujando. El pintar paredes, adquiere en los jóvenes entrevistados pertenecientes a la cultura hip hop, diverso significados. Pintan graffitis para trascender y dejar algo material que siempre va a estar ahí, quieren que esta expresión no muera, a pesar del tiempo: “Yo pinto para dejar algo cachai, porque yo sé que me voy a irme, pero si tenis’ un graffiti, te sacai’ una foto, va a estar la foto material que nunca se va a morir....Es una manera de expresar.. lo que tú sentí’..” (Caroforn). Al pintar señalan, sacan lo que tienen dentro, es una explosión de creatividad, hay una necesidad de dibujar, algo que los llena: “Como algo que uno tiene acumulado dentro..nosotros hacemos monos gritando, monos así..el te está preguntando porque es así, porque a uno le llena pintar, claro, uno pesca un lápiz y de repente, terrible como querer explotar, se Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 105 empieza a dibujar y se mete en la volá.. Uno tiene la necesidad de hacer cosas, de repente estoy inspirado, nací para esto y al momento que lo ves te gusta así, es como innato.” (TMC). “pintamos por el deseo de hacer algo, de crear en el momento, de improvisar, porque no teníamos nada....” (TMC). Otro elemento que aparece asociado fuertemente al pintar es la “adrenalina” que emana de esta actividad, la cual aparece como algo contenido que necesita manifestarse. De esta forma, los jóvenes señalan, que cuando se hace un graffiti se siente adrenalina en el cuerpo porque se expresa algo importante: “...el graffiti tiene sus cosas, por ejemplo tiene adrenalina, cuando uno lo está haciendo sin permiso se siente esa adrenalina como si estuviera sorteando cualquier cosa...” (Legua). Asociado a esto, está el sentir placer y emoción al pintar, de esta forma, necesitan mostrar lo que hacen y obtener la interacción y el reconocimiento de la gente, lo que motiva más su trabajo: “ Es igual como un placer porque igual no sé como explicarlo, sé que es bacán a mi me gusta pintar. Hay que vivirlo para sentir el graffiti...pintar así la emoción es..así una adrenalina, cuando uno pinta es bueno, hay que pintar así para sentirlo”... Y también: “Pa’ que vea la gente lo que uno sabe hacer, igual hicimos un graffiti y harta gente le ha gustado, un graffiti en una plaza, igual es grande...dice Construir Juntos es grande de hartos colores..igual la gente lo miraba y está bonito, igual eso es lo que da gana de seguir pintando, si a la gente le gusta lo que uno hace”. (Caroforn). Se pinta, además para: “...ser conocidos, porque algunos que pintan espectacular y son conocidos y casi todo se da vuelta sobre ellos, pero nosotros no somos así, nosotros pintamos porque nos gusta, porque muchas personas pintan por ser conocidos no más, no importa que les salga una lesera fea...” (Víctor). Aparece así la satisfacción personal: “Es satisfacción así personal de uno, porque uno no más lo entiende, nadie más va a entenderla, por ejemplo, una vez hice un graffiti, después uno se hecha pa’ trás, lo mira y te da como un alivio así, bacán po’ “ (Caroforn). Entonces, estamos en presencia de una actividad, donde el interés está centrado más que nada, en mostrar su forma de expresión a través de la pintura, no hay un mensaje explícito ni menos político: “ A nosotros nos interesa más auspiciar nuestras líneas, ¿qué mensaje le voy a darle yo a la gente, pinten, no o un mensaje político? Y qué se yo de política, no sé nada” (Caroforn). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 106 Sin embargo, hay otros grupos, como es el caso de la Legua YorK, que como agrupación de graffiteros, tienen una mirada más colectiva, su objetivo es: “estamos haciendo arte para recuperar arte perdido, por ejemplo en plazas que estaban para actividades más explicitas y grafitearlas, transformarlas y volverlas a hacer un espacio más abierto para la comunidad o espacios que están como peladeros o estacionamientos, ir a grafitearlos permite que haya un acercamiento más: personas con pinturas, personas-imágenes-color-forma, hacer aflorar sentimientos..” (Legua). En relación al significado de sus obras, señalan que éste lo saben: “solamente los que pintan el graffiti, los más amigos, con los que conviven todos los días. Nosotros lo hacemos más que nada para jugar con los significados: “Uno se ríe caleta con eso, el significado es cuático”. (TMC). A pesar de lo hermético que puede resultar esta actividad, los jóvenes señalan que los que quieran entender lo que se ha pintado, tienen que sentirlo: “Se quiere expresar muchas cosas, pero depende que graffiti, la gente tiene que verlo con otros ojos, si se ponen a verlo bien es arte y el arte hay que saber comprenderlo...uno pinta y pinta lo que siente, de ahí que la gente lo entienda”. (TMC) Por la practica del arte de pintar, muchas veces son discriminados y perseguidos: “En el fondo es un arte para nosotros, es como estar contra el sistema..este sistema nos tiene cagaos’ a todos y no se po’, lo que opina la otra gente, a nosotros igual no nos importa mucho, porque cuando estamos pintando nos agarran a piedrazos, nos gritan leseras, pero no lo dejamos de lado, somos fieles,..porque pintar es como un grave daño para ellos, cuando pintamos las murallas..estamos dañando como la estética de la ciudad...a ellos no les gusta, los pacos de repente nos llevan presos...por grafitear también nos llevan ahora...” (Víctor). En los circuitos del Hip Hop, hay una serie de códigos que tienen que ser respetados, uno de ellos es que no se raya encima de los graffitis, hay un respeto tácito, cuestión que no es respetado por otros que solo los imitan, por ejemplos los Toys (juguetes), que rayan encima solo para hacerse conocidos: “El que ya sabe ya, el que sabe que es Hip Hop hace tiempo y conoce, conoce el respeto, no lo va a hacer, pero el que no sabe, que no tiene respeto, el Juguete que le decimos nosotros, va a poner su TAG encima, pa’ que cuando pase la micro esté el ahí y lo vean, para hacerse conocido...El respeto sería otros no pueden tocar lo Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 107 que se hizo, porque a veces, cuando lleva su tiempo ya, puede llevar meses, ya no importa que lo rayen, porque tiene su tiempo, ya está antiguo,...uno puede hacer hace un mes atrás y ya está sucio, se fue el brillo y ya no importa mucho que lo rayen.. Hay reglas, cuando uno hace un pacto, suponte que otro cabro te tiene mala y le hace una raya encima y eso es como un desafío, como ven a pegarme o quiero pelear contigo....pero hay que dejarlo ser no más, porque son así” (Víctor). 8.8.1.- LA ORGANIZACIÓN DEL PINTAR La actividad de pintar paredes, es una actividad que tiene mucho de improvisación, como también algo de organización, aunque esto último, no se de en forma creciente. De esta forma, por ejemplo, en la organización de sus actividades, los grupos en general, al querer pintar una muralla por ejemplo, en el terreno mismo se van distribuyendo las tareas, según sean sus habilidades para cada tarea, no importando los estilos de cada uno, al final todo queda plasmado en el muro: “A veces uno va pa’ allá y ya, tú pinta el fondo, tú haces las letras, tú hace los monos, de ahí cada uno en su área... Todos pintamos de todo. Por ejemplo nosotros pintamos y juntamos nuestros tres estilos y ahí queda plantado. Cada uno tiene su idea y hace la idea que tiene.. y se juntan todos no más y ahí queda, quedan buenos igual.” (Caroforn). Hay confianza en cada uno, en sus capacidades y en lo que hacen en forma individual y en el conjunto para lograr lo que se han propuesto: “Si cada uno sabe lo que tiene que hacer y lo sabe hacer bien, tiene que puro hacerlo”. (Caroforn). Esta labor de improvisión, en algunos casos significa, ni siquiera contar con moldes previos: “se improvisa, ni el graffiti estaba hecho en una croqueta”. (TMC). Similarmente, otros jóvenes para salir a pintar se ponen de acuerdo por teléfono, de un momento a otro, se juntan en distintos lugares: tocatas, tiendas y para acometer la tarea de crear un graffiti improvisan frente al muro: “De repente uno va a comprar a algún lado y ve una pared, ahhh, hay que pintar, nos llamamos por teléfono: ¿vamos a pintar?, vamos a pintar y cada uno en la noche o a cualquier hora, si quiere lo improvisa también, hace un graffiti, la mayoría de las veces nosotros improvisamos también, hacemos cosas locas...” (Víctor). Entonces, lo que se observa en general, es que las salidas a pintar normalmente son espontáneas: “Vamos no más, compramos unas latas Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 108 y vamos, y ahí lo que salga no más, en el momento cachai” Caroforn. Cuando hacen un graffiti, cada uno lleva sus materiales y ocupa un pedazo de pared,:”ah ya, un graffiti, no, cada uno muestra su bosquejo, yo tengo mis latas yo voy a hacer esto, el otro yo tengo las mías,...después empieza a pintar no más” Caroforn. Dentro de esta actividad, se puede dar también, la dinámica de repartirse el trabajo: ”de repente, cuando hacemos un graffiti así todos juntos, ahí si po’, ahí unos hacen unos monos, unos hacen unas letras y ahí unos salen a pintar” Caroforn. . Según parece se trabaja en forma individual la pared y las partes se conjugan para construir el todo armónico, ya que el grupo entero está ahí participando, se juntan las iniciativas creativas hasta terminar el graffiti : “Mira estamos todos ahí....se hacen las letras y después todos juntos..se junta todo. En este proceso tiene un papel importante la libre creación: “No, si ahí va en la imaginación no más. Igual todos aportan sus ideas para hacer el graffiti”. Caroforn. Para otros grupos varía la forma en que pintan un graffiti, se elige si va a ser realizado individual o grupalmente, respetando los espacios disponibles: “..Uno hace lo que quiere o si quiere hacemos todos juntos uno, cuando hacemos todos juntos obviamente hacemos una idea que somos todos y cuando lo hacemos por separado uno lo hace aquí, otro lo hace pegado a él, pero de otro color, para que se distingan y así es la cosa y si hacemos un dibujo, podemos hacer un dibujo entremedio..” (Víctor). Otro paso en esta dinámica es la búsqueda del lugar ideal para pintar, el que tiene que cumplir algunos requisitos, ubicación, tipo de muralla, permisos cuando es conveniente, visibilidad, irrupción e interacción del graffiti con la gente del entorno urbano. Hay una preocupación constante por las murallas: “Igual uno tiene vistas hartas paredes, porque donde yo ando, ando mirando así... en todos lados hay paredes buenas, hay que saber aprovechar las paredes eso si.” (Caroforn). La pared: “tiene que ser lisa no más, lisa y que se pueda pintar,..Hay que ver la ubicación igual...Igual a veces pasan monedas, si la cuestión es pintar, lo que más nos interesa a nosotros es que se vea, si vai’ a hacer un graffiti para que le de más vida a la calle, por donde pasen micros....pero igual hacemos graffitis que están entremedio de pasajes, igual se va a ver bonito, si está todo lo urbano, la gente camina por ahí.” (Caroforn). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 109 Otro eje discursivo que cruza las entrevistas de los jóvenes, es que ellos pintan con o sin permiso, con permiso sería más tranquilo para hacer un buen graffiti. De todas maneras su trabajo realza la belleza y da vida a los muros a través de su pintura: “Nosotros lo menos que queremos es hacer daño, queremos dar vida así a la pared, una pared que está muerta uno le pone unos colores y queda con vida” Caroforn. 8.8.2.- GRAFFITIS V/S MURALISMO En relación, a la tradición muralistica nacional, para algunos jóvenes graffiteros existen semejanzas en el uso de pinturas, materiales y las técnicas empleadas, así como el uso de las calles de la ciudad: “A veces pintamos con pintura y después lo marcamos con spray” (Caroforn). Además, también han incursionado en los murales pero las diferencias se aprecian en las formas y los estilos estampados en la obra: “puede que nos diferenciemos porque nosotros de repente podemos hacer un graffiti y al lado podemos hacer un paisaje....”. Los muralistas en cambio, se acercan más a lo natural, para ellos: “el árbol es el árbol, ...el sol es el sol...nosotros no somos tan así...un árbol puede ser un árbol y le pueden hacer unas latas de spray ahí colgando” (Víctor). De igual manera, se destacan diferencias en los contenidos de ambas tradiciones pictóricas. De los fuertes contenidos sociales y políticos de los murales pintados en décadas pasadas, pasamos a la creación del graffiti por gusto y satisfacción personal: “Eso es lo distinto, que tiene contenidos sociales y cuestiones así y nosotros no. Cosas políticas y todo ese atao’, nosotros ni ahí...Nosotros pintamos una muralla por nosotros no más, por satisfacción pa’ uno” (Caroforn). Incluso, se distancian con prácticas muralísticas desarrolladas en dictadura, ya que sienten que los graffiti es una expresión que está en pleno desarrollo y es distinta al mural de contenido netamente político: “Los que andaban aquí...tenían una brocha, una cuestión roja pintando contra el gobierno. Una tendencia más política..” Podemos destacar que más que sentirse herederos de los muralistas de los años 60,70 u 80, estos jóvenes se sienten más ligados a las corrientes de esta cultura marginal norteamericana, ya que la sienten con un mayor desarrollo en el tiempo: “De los antiguos de los Estados Unidos nosotros somos como herederos... a lo mejor del gringo, porque Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 110 el gringo viene hace tiempo” (TCM). Entonces, no se sienten continuadores de los muralistas de Chile, si lo son de la corriente más antigua, de Estados Unidos: “De los antiguos de los Estados Unidos nosotros somos como los herederos,..si pero de Chile no, porque no había en ese tiempo el boom. El boom llegó aquí en los 80 con los Chaquetas Rojas, ni siquiera eran tan Hip Hop, porque a ellos les llamaba la atención el break.” (TMC). 8.9.- MARCANDO DIFERENCIAS: TOYS/FLAITERS Los jóvenes entrevistados, quieren marcar diferencias con otros que intentan “imitarlos”, los cuales son denominados “toys” (juguetes) o flaiters. De esta forma, como Hip-hoperos quieren diferenciarse de los Juguetes, porque todo lo copian: ” Los juguetes son los que se creen que por el solo hecho de andar con los pantalones abajo, se creen Hip hop y escuchan cumbias y cosas así..todos esos nos caen mal porque le dan mala fama a la cosa.. y la gente no sabe que hay diferencia...la diferencia está aquí en la mente y dicen algunos andan asaltando con los pantalones abajo...nos agarran mala..pero después con el tiempo se dan cuenta...y lo hicimos, hicimos una guagua y le pusimos: Traigan juguetes que el niño sabrá que hacer con ellos, como una ofensa a los Juguetes....” Respecto al lenguaje, aclaran que: “nosotros no tenemos un lenguaje especial, así como el COA que lo hablan los carceleros..son un lenguaje así como lo estamos hablando nosotros no más.” (Víctor). Como grupo tratan de ser mejores en todo lo que hacen, a diferencia de los flaiter: “en cambio nosotros tratamos de ser mejores en el baile, en el graffiti, en el canto,..por eso estamos en contra de los flaiter, hay una pelea sana...porque un rapero no va a estar haciendo eso, por mucha necesidad que tenga....el hecho de hacer eso deja de ser rapero, porque no es la mentalidad de un rapero....Uno es mejor por las cosas que hace, pero porque hace cosas buenas: tirar pa’ arriba haciendo lo que a uno le gusta, ayudar a la cultura, tirar a su gente pa’ arriba.” TMC. También se diferencian de las pandillas que marcan sus territorios: “No, no somos pandillas, no podemos marcar territorios, ellos marcan su territorio y el que..territorio lo matan, pero nosotros no, es como una familia, entre todos los grupos somos unidos igual, a no ser que uno se ponga pesa’ y empiece a buscar bronca, como que nos corrimos del no Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 111 más,..pero somos todos amigos, amigos de diferentes grupos, como una familia...nos protegimos entre todos.”Víctor. 8.10.- LAS DROGAS: TAN CERCA Y ....¿TAN LEJOS? Si bien es cierto que el consumo de drogas no es algo que esta ajeno a estos grupo, no podemos hablar de un uso constante de estas. Lo que más marca es la marihuana que es consumida de forma habitual por algunos jóvenes de estos grupos. De esta forma, algunos grupos, manifiestan que en el ambiente Hip Hop es común el trago y la marihuana: “No sé si la marihuana es parte del Hip Hop pero está en todas partes...consumimos marihuana pero no le hacemos daño a nadie,..sanamente, es como la onda del Hip Hop bailamos, tiramos tallas, con eso hay una química..Nosotros hemos probado otras drogas, vivimos en un ámbito en que la droga está aquí: hay marihuana, hay falopa, hay pastillas, está todo ahí me entiende, es una cuestión de todos los días que está ahí cercano..uno a lo mejor no lo quiere vivir, pero igual va a ir a ellas.. Uno la probó un mes y dije ya no más de esto, es una cosa mental, no se si son etapas que uno va pasando y se van descubriendo nuevas cosas...entonces probémosla haber qué pasa, Si quieres meterte en la cultura no es obligatoriamente que tienes que fumar marihuana, la droga no pertenece al Hip Hop, pero son de uno, el vicio, la droga, es de uno, no es de la cultura, hay caleta de locos que están metidos en la cultura, pero yo cacho que todos van a llegar a probar la yerba.” (TMC). “En nuestro grupo no es tanto así la droga...podría decirse que es el problema o el gusto de todos es la marihuana, no hablemos de drogas fuertes en general, yo creo que lo más fuerte así es la marihuana y el copete, el copete es esencial.” (Laguna). De repente han pintado volados, algunos se inspiran más así: “Hay vola’ y vola’, de repente estai’ volao’ y te ponis’ a dibujar o podi’ hacer lo peor que hay en el mundo. Hay gente que ocupa esa forma de inspiración. La droga es cuestión de cada uno. Me gusta cantar volao’ porque me inspira letras selváticas...” Las letras son: “de nuestras vidas, de lo que vive cada uno. Yo hago letras, canciones, pero hay canciones que se cantan en una tocata, con pistas preparadas pero uno cuando está en la calle y está vacilando dicen: Peguémonos una Flistana, la Flistana se improvisa, hay tema, en las calles se flistea y todo, en las tocatas cantas un tema, es bacán”. TMC. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 112 8.11.- EL PAIS EN QUE VIVIMOS Lo que identifica a todos los jóvenes entrevistados, es que no se sienten identificados con el Chile actual, piensan que todo sigue igual, no hay avances que cambien la situación del país, especialmente los pobres, sólo hay promesas que no se concretan: “No pasa na’ con el Chile actual si igual se inundan las calles, sigue igual, no hay progreso,..no pasa na’ con el gobierno...nuevo presidente igual, va a cambiar la situación del país y todo el atao’ y no pasa na’...” (Caroforn). Les molesta y les preocupa las condiciones de vida precarias de la gente más pobre, y la pasividad de las autoridades frente a estos hechos: “Por ejemplo, a mi algo que me molesta mucho en estos tiempos cuando hay contaminación, dicen que llueva, que llueva...y la gente que vive en campamentos, que vive bajo un nylon y se pasa toda de lluvia, el frío y además pasa hambre...las guaguas salen enfermas...y ese es el problema de las autoridades que no ponen atajo, que no dan solución, en cambio si pide lluvia como queda la otra gente, la gente se puede hasta morir ahí, cachai, y eso me choca harto a mi, me molesta..y después llueve bien y la autoridad dice funciona el plan de preemergencia, está bien, salgan todos los autos a la calle, qué pasa al otro día, está la misma escoba. Cuando estamos críticos se preocupan..” (Rockero). Estos jóvenes critican este sistema porque permite el aumento de la pobreza y el enriquecimiento de unos pocos, lo que produce una estratificación social rígida, las cosas no cambian y esto es lo que denuncian: “Para mi el sistema es cuando los pobres más son pobres, más ricos son los ricos y mientras los pobres menos ganen...los ricos más van a ganar...y está todo controlado por el sistema, los empresarios, por los grandes accionistas...no dejan que el pueblo pase pa’ arriba pa’ que sean todos parejos, ellos quieren que seamos todos pobres, pa’ que ellos ganen más plata...y contra eso es que estamos algunos... es como que lo tienen a todo el pueblo, los tienen en una sola línea que no los dejan pasar, los mismos ricos, los empresarios y eso a nosotros no nos gusta obviamente” (Víctor). Esta situación les produce rabia y aunque no les gusta la palabra política, se dan cuenta de los abusos e injusticias que se viven a su alrededor, por ejemplo las leyes laborales. Piensan que todo esto tiene que cambiar y que deberían unirse para lograrlo: “Es que nosotros es como una semi-anarquía,..porque no es que les tengamos pica a los que Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 113 tienen plata, sino que como rabia porque no dejan hacer nada...mi abuelo es político y toda la lesera, a mi no me gusta la política tampoco, pero sabemos que la mayoría de las cosas están controladas por..los grandes empresarios que tiene Chile y ellos pueden poner hasta las leyes... y eso tenemos que hacer nosotros pa’ que cambie, porque las leyes no cambian cómo vamos a cambiar nosotros, así es que nosotros pensamos que hay que unirse, los mismos trabajadores deberían hacerlo, yo se que han mandado carta para que cambien las leyes pero no pasa nada...y también da rabia porque una persona que estudia en la universidad...se saca la cresta...puede ser mandado por una persona que tuvo cuarto medio y nada más y que sabe leer y escribir y estar en el Senado, en la Cámara de Diputados y ellos siendo nada los mandan”. (Víctor). De esta forma, la música, en este caso el Hip Hop, está relacionado con la sociedad por los problemas que los jóvenes viven directamente, porque sufren sus consecuencias y esas vivencias ellos las transforman en letras de sus canciones: “Si hay un problema que a uno lo afecta directa o indirectamente...nunca te vai’ a poder apartar de ese problema..y decir no estoy ni ahí porque no estoy metido..entonces uno dice lo que piensa..ya te dan ganas de reclamar..y es una crítica..” Laguna.. Hay relación entre las canciones y el mundo que los rodea, los jóvenes hablan de sus sentimientos respecto al mundo en que viven, se desahogan y dicen lo que piensan, “nosotros nos sentimos mal con la sociedad..nos sentimos aislados, siempre vamos a tratar de escribir o de esa manera de cantar nos vamos a desahogar, decir realmente lo que pensamos o lo que sentimos...en parte la política siempre va a estar porque esa es una cosa que siempre está viva”. (Laguna). La mayor parte del tiempo está latente la crítica como expresión, por ejemplo, critican el quedarse en un solo tema cuando deberían ver los problemas reales de la gente. “ Es como lo que han hecho lo justo y necesario y lo único que les interesa ahora a ellos es la democracia...porque no buscan otro tema a seguir en las casas...o ver los problemas de la gente de esta comuna, qué pasa con el alcalde de esta comuna no se mueve”. Así en sus canciones se habla de todo lo que se les ocurre en ese momento, cosas buenas, malas, problemas, amor, no siguen una sola línea de trabajo. “Uno habla de todo..pero depende del momento en que estí’...podi’ hacer un tema criticando todo el rato, podi’ hacer un tema de religión...no es una línea que sigamos, hay tantas cosas distintas que uno pueda pensar...” (Laguna). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 114 El Hip Hop critica a la sociedad actual y estas críticas dependen del pensamiento de cada uno y: “Expresan lo que escribe, lo que le parece...Las críticas “dependen del pensamiento de cada persona, tú igual soy crítico, depende.. Para algunos:..Casi no hay juventud en Chile, casi hay pura gente vieja y son fascistas, porque no están viviendo lo mismo que estamos viviendo nosotros ahora..porque antes era diferente la cosa, antes todo era feo, la vida que tuvieron fue dura..” (TMC). A través de sus letras denuncian los maltratos cotidianos y muestran su descontento, también miran más allá y critican a los poderosos que con sus armas y violencia están matando al mundo. Su crítica va por la línea ecológica y social y la sienten como un aporte a la humanidad, ya que se preocupan en definitiva del bienestar de la gente: “En la comuna que vivimos nosotros tenemos que hacer miles de ataos’ pa’ hacer una tocata, nos tiran pa’ lla’, pa’ ca’..y de repente hay cosas que te cierran las puertas...Y ese descontento de repente uno lo dice en una letra...pero dentro de eso mismo nosotros criticamos a la gente que está matando al mundo...qué está pasando. Que el cigarro, la basura, bombas porqué no buscamos cura pa’ eso, en vez de andar preocupándose de otras cosas que siguen la violencia...en vez de estar haciendo esas cosas, uno puede crear cosas que aporten pa’ bien....entonces uno va diciendo esas cosas igual, aunque un tema puede ser que no hablen de política ni de nada, pero va a haber una crítica entremedio de algo”. (Laguna). Otros, piensa que en Chile hay cosas buenas y cosas malas, algunos dicen que este es un país bacán y todo es bonito, hay una mirada más ingenua, otros destacan que la imagen típica del chileno, en la realidad no existe: “Aquí en Chile la gente es medio amarga’, como que no sale mucho a la calle, como aquí en Chile para ser algo tiene que dejar de ser Hip Hop, esa es la mentalidad de Chile. Mono: tienes que ser terrible correcto, que sea bacán el loco..y más encima corrupto...Emerson: Chile, no sé, igual tiene cosas buenas.. De repente los chilenos dicen ah los chilenos son aquí, son acá y los chilenos son bacanes, pero en realidad uno va viendo gente, no es na’ así como la gente lo pinta, a lo mejor el vino es bueno...” (TMC). Parte de esta mentalidad se refleja en el buen trato de los chilenos a los gringos, en cambio a peruanos y bolivianos que vienen a trabajar, se les discrimina: “Chile en ese ámbito son estúpidos porque, pongámosle un loco de USA, ah, el loco yanqui, el loco es boom, pa’ mi es un ser humano más, ¿Por qué a los peruanos se les discrimina? O ¿por qué a un boliviano se le discrimina por la vestimenta?, aquí en Chile la gente es cerrada de mente o sea, lo ve por el lado de ellos” (TMC) Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 8.12.LA POLITICA: GENERACIONAL UN 115 DISTANCIAMIENTO En general, se puede señalar, que los jóvenes entrevistados, no se sienten llamados a pintar ni a expresar contenidos políticos en sus graffitis, no les interesa el tema. La política está fuera del quehacer juvenil, se centran en pedir proyectos para pintar paredes, micros, con un sentido estético, dar vida a las calles y cambiar imagen del país, les gustaría que en vez de rayados hubieran graffitis: “Además la política no está ni ahí con lo que hacimos los jóvenes, por ejemplo, si hacemos un graffiti que saliera un proyecto que dejaran pintar todas las paredes, estaría bueno...si uno tiene permiso para pintar y uno pinta en cualquier lado y le va a quedar cada vez mejor y ahí cualquiera que venga a Chile va a ver todo pintado, bacán, va a quedar loco, yo pienso.” (Caroforn). A los jóvenes les interesa mostrar su trabajo, no se sienten llamados a entregar mensajes a otros, menos de corte político, porque reconocen no saber nada de política: “Que mensaje le voy a darle yo a la gente, pinten, no, o un mensaje político y que se yo de política, no sé nada”. (Caroforn), quieren expresar sus ideas sin atentar contra nadie, tampoco se meten en política: “Una manera de expresar más que nada, pero no expresiones en contra de nadie, ni política ni nada, no estamos ni ahí con nada de eso” (Caroforn). Critican la política a partir de la micro realidad en que viven, por ejemplo, las negativas de permiso por parte de las autoridades municipales de su comuna. No opinan sobre política porque no saben y porque no se han metido a fondo en la realidad más global, solo ven la superficie de las cosas, no se preocupan de lo que vive el resto de la gente: “..La gente adulta critica que el alcalde no vino a arreglar la calle y en realidad nosotros no nos fijamos en eso po’....si uno lo piensa el alcalde ha hecho cosas bonitas en la comuna, tiene la plaza de la municipalidad impecable, super bonita, igual ahí nosotros nos juntamos todos. Bueno la cuestión en esos aspectos así no nos metemos mucho y hay que reconocerlo. Ahí la gente adulta es la que más ve, porque ellos saben, ellos son los que andan peleando. Nosotros vemos las cosas que nos están influyendo a nosotros en el momento no más, pero no nos adentramos tampoco, tampoco no estoy ni ahí porque somos apolíticos” (Laguna). Estos jóvenes no se detienen a profundizar en los problemas, menos donde ellos vean la palabra política o a los políticos. Tienen sus enfoques desde su particular mirada, critican desde lo que ven y escuchan en su parcela de realidad: “.....Nosotros cantamos y criticamos Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 116 a un político por cosas pequeñas. Pongámosle que justo estai’ cantando que te salió la cuenta más cara y que los políticos se deberían preocupar de eso, o no sé po’ algo así, no son como directamente, son indirectamente. Aunque uno no se meta profundamente en la política, uno igual se da cuenta de que ellos no hacen nada, no hacen nada pa’ que no sufrai’.“ (Laguna). Señalan que la política es sucia, corrupta porque la gente que la ejecuta miente, es viciosa, no los representa. Los jóvenes sienten que no se relacionan con la política, no la sienten cercana, viven a pesar de ella: “La política yo la encuentro cochina, porque mueven tanto, se mueven armas, drogas y lo tapan y son mentirosos....Ahí hemos topado al alcalde, ahí comprando falopa, en la plaza. No estoy ni ahí, yo no me preocupo, a las finales igual voy a tirar para arriba. Eso no me alimenta, me alimenta mi mamá: igual la quiero.” (TMC). También se percibe a la política como “una mierda” que no sirve para nada, no los apoya, la sienten como un cuento aparte de la realidad que no es tomado mucho en cuenta, por eso no se inscriben, cuando se les ofrece aprovechan recursos que son costosos para desarrollar su trabajo: “De repente igual los políticos se quieren poner con nosotros la camiseta, pa’ que cuando grandes seamos del partido de ellos y nos hacen tocatas y cosas así...pero eso es aprovechamiento no más.....para que nos presten la música, la amplificación no más.” (Víctor). Profundizando el tema, algunos de ellos dicen que no les interesa porque no son tomados en cuenta y no les reporta ningún beneficio: “Porque uno no ve respuesta de la política, cachai” Incluso en La Caleta no cumplen con los compromisos contraídos con anterioridad, lo que provoca mayor desilusión:”Y uno no es el responsable cachai, porque a uno le dicen teni’ que pintar tal día y uno está una hora antes ahí y espera. Porque uno quiere puro pintar igual y los hueones son los irresponsables, entonces qué esperamos de la política nada, porque a uno no le da nada, cachai..” (Caroforn). Otro eje discursivo que aparece fuerte, son las diferencias con los políticos actuales, no los quieren, por eso no se inscriben porque no quieren validar un sistema que está colapsado, donde la política se hace para los privilegiados y no para el pueblo: “También creemos que vamos a inscribirnos muchos jóvenes cuando este sistema cambie esta forma de vida y cuando dejemos de ser colonia de un país gringo...y no Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 117 estamos ni ahí con la representatividad política que hay hoy en día en este paìs”. A pesar de esta postura crítica, quieren seguir haciendo aporte a la cultura en esta tierra. En otro grupo no saben mucho de la política: “Nunca me he metido mucho en política, en realidad no sé, no sé la diferencia de los partidos, los buenos y los malos, pero en realidad a mi me da lo mismo” y lo que pueden apreciar es pura demagogia, sobre todo por el período electoral y lo vivieron en carne propia con el alcalde de su comuna. La imagen de la política es que: “hablan y hablan, hablan, hablan y no dicen na’. Prometen cosas”...”El Alcalde que salió ahora en la comuna de nosotros, antes que saliera andaba en las calles, nos saludaba a los chiquillos, prestémosle el centro cultural, prestémosle la calle, démosle permiso, todo, todo, todo para nosotros; ya si quieren hacer una tocata, ya nosotros le pasamos presupuesto para que hagan esto, todo para nosotros; salió el Alcalde se olvidó completamente de nosotros, se cerraron las puertas..” (Laguna). En general se puede percibir que en la cultura Hip-Hop hay gente que le gusta la política y otros no, la mayoría es reacio a la política porque la perciben como un problema: ”Yo creo que hay gente y hay Hip Hop...la mayoría como que trata de no pescar mucho la política, es como meterse en un problema..no hay que hacerse atado con eso..” (TMC). En cambio para los Legua York es distinto el concepto de política, lo ven como un instrumento de realización: “La política creemos en ella y la queremos también porque..entendemos la política como sinónimo de organización, organizarnos, hacer crecer un ideal, es una forma de ir creando cosas, cachai” (Legua). Otros jóvenes casi no tienen relación con la política: “Yo cacho que no, no tengo que ver con política”, sin embargo, algunos se sienten más identificados con la izquierda, pero piensan que la tendencia política viene por tradición familiar:”Igual tiro más pa’ la izquierda, aquí el partido comunista, socialista, humanista da lo mismo.. Igual yo creo que la política viene de la familia..” Rockero. A la izquierda la sienten más cercana porque la ven más metida, conociendo y viviendo la realidad cotidiana de la gente, sobre todo a nivel poblacional. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 118 8.13.- SIGNIFICANDO DE LA CIUDAD: LA CULTURA DE LA CALLE El entorno que rodea la creación de estos jóvenes, las calles de la ciudad se convierten en verdaderas vitrinas de exhibición masiva y popular, que en el ajetreo y el rutinario deambular van reconociendo las murallas conquistadas y sus autores: “Uno lo que más quiere es auspiciarse...yo voy en la micro y dicen ¡ah este es de este loco..este es de este otro loco! Y así como que todos son conocidos. (Caroforn). Y así, la mera observación impávida de los transeúntes: “la gente pasa en la micro y dice ¡oh! mira todo rayado” (Caroforn), se contrasta con el torbellino de imágenes e ideas que van almacenando los que se dedican al oficio del graffiti: “como que yo voy en la micro y voy mirando los puros rayados, no estoy ni ahí con mirar nada más, voy leyendo los rayados en la micro, ando todo el día pensando en eso” (Caroforn). La ciudad se presenta con sus diversas realidades, las que pasan a formar parte de la memoria y los anhelos personales: el volver a las raíces propias, el sentir que se pertenece a un país que lo identifica y acoje: “Están mis sueños aquí en la ciudad, que pasen quince y veinte años más, volver así y ser un rockero conocido y ver aquí me crié, que aquí soñé y que todos mis sueños se cumplieron. En general a mi me gusta harto mi país....tenemos de todo lo que queramos” (Rockero). Hay una relación cercana, intensa con la ciudad, sus construcciones antiguas, sus calles, su historia, la vida de estos jóvenes se va tejiendo en torno a estos ejes, hay una retroalimentación continua, reflejada en las letras de sus canciones: “ya no quedan tantas cosas, pero los edificios antiguos a mí me encantan...Igual me gusta la historia...todo es historia, porque por donde camina es historia” (Rockero). Aquí se rescata la calle como parte fundamental de la vida en la ciudad, llegándose a desarrollar para estos jóvenes una cultura de la calle: “El hip hop nació en la calle y tiene que morir en la calle, porque es de ahí, ahí se vive todo, ahí se vive cada letra que saca uno cuando escribe”, por esto aquí se muestra una interrelación profunda entre la calle y la vida del creador: “Por eso hay que estar en la calle. Las letras de nosotros de los Tres Dementes es de lo que hacemos, lo que pasa en nuestras vidas. Lo que pasa día a día en el ámbito Hip Hop.”(TMC). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 119 El Centro de reuniones de estos jóvenes es la plaza de su población, ahí están la mayor parte del tiempo, ahí se entretienen, se ríen, conversan, arman fiestas, tocatas, pololean, toman trago, “vacilan el carrete de la noche”. Son el centro de atención de la gente, antes los perseguían los carabineros, por sospechas, y las vecinas se quejaban de sus costumbres, demasiados escandalosas para el barrio, finalmente hoy son aceptados y queridos por la gente que ya los conoce e identifica como “Los raperos”: “En la plaza..estamos todos los días ahí, conversamos en la tarde, ya los fines de semana en la noche, ya, carrete o sea onda copete, vamos para la plaza...compramos y empezamos a tomar, a conversar, después empezamos a cantar y de ahí se arma todo el vacilón. De ahí llegan los pacos, ya ni nos pescan, igual ya se acostumbraron......En todo caso yo creo que la gente del barrio ya se está acostumbrando,..incluso a veces les gusta escucharnos....oh! vacán lo que cantan, van siempre, igual vacán, así somos, no somos algo extraños...dicen ahí vienen los raperos buena onda”...Laguna Hay otros “carretes” más productivos, también la actividad de crear letras la realizan en conjunto, muchas veces las fiestas sirven de escenario de fondo para idear y cantar Hip Hop, incluso las bases, música de fondo son producidas por el mismo grupo con ayuda del computador: “En los carretes también nos juntamos y más que nada no escuchamos música Hip Hop,..la hacemos nosotros en la misma fiesta, ponemos una base no más y cantamos encima nosotros, hiptaleamos estilo libre, free style”. Víctor. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 120 8.14.- MIRANDO EL FUTURO Proyectándose en el futuro, ellos quisieran ver más igualdad entre las personas y sienten que habrán más oportunidades para los jóvenes: “..Pedir que haya más igualdad entre todas las personas, (pero eso en todo caso nunca va a pasar), yo creo que en 10 años más van a haber más oportunidades...antes ni siquiera había apoyo a los jóvenes, ahora ya se está viendo que los jóvenes quieren hacer cosas...los jóvenes piden y hay que darles....en 10 años más los jóvenes van a andar haciendo cosas por todos lados, todos moviéndose...yo creo que después van a haber los terribles artistas.” (Laguna). En el futuro se ven creciendo como personas, y así van aportando y fortaleciendo al grupo: “A lo mejor moderado, me voy a ir dejando del graffiti, pero más que rapeando me veo creciendo, creciendo no físicamente sino intelectualmente como persona y cada vez irme fortaleciendo como persona,..porque esto permite un crecimiento total como grupo, como escritores de letras,..de pensamientos, de ideas para ir graficando”. Legua. Dentro de 5 o 10 años se siguen viendo como graffiteros, aunque con mayor aprendizajes y estilo propio: “Es que uno con el tiempo progresa igual, yo cuando empecé así igual como que miraba los graffitis y de ahí como te digo sacaba más enseñanza, viendo las letras así sacai’ tu propio estilo...de cuando empecé hasta ahora igual he progresado caleta, todos aquí hemos progresado....Yo me veo haciendo graffitis más viejo, porque igual una pasión del joven igual, siguiendo como haciéndola, pa’ mi es como una satisfacción igual, me recrea la mente. “ Quieren seguir pintando: “eso es lo que quiere uno, terminando de pintar, nadie sabe lo que nos va a pasarlo igual. Si yo pienso que igual voy a ser un graffitero igual”. (Caroforn). Como jóvenes, ellos quieren trabajar, estudiar, superarse como personas y proyectarse en el futuro: se ven a si mismos legando la cultura Hip Hop a sus hijos. Ellos quieren ser diferentes especialmente de los flaites que se dedican a robar: “Nosotros queremos ser distintos a otros y más que otros por nuestro esfuerzo y por hacer lo que nos gusta, pero que no dañe a los demás, nosotros querimos tirar pa’ arriba...trabajar, estudiar, surgir,...ya tener un hijo y que siga el Hip Hop como yo, yo enseñarle la cultura, todo...y ayudar a otros grupos. Yo creo que toda persona Hip Hop debe enseñar con eso o trabajar en eso, en el Hip Hop, en lo que a uno le gusta.” (Laguna). Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 121 En las décadas pasadas hubieron importantes aportes de la juventud, en los 60, 80, 90, siguiendo en esa línea, la generación actual de Hip Hop cree que su aporte será recordado por su diversidad y por ser el pensamiento de muchos jóvenes, movimiento que está creciendo rápidamente: “Yo creo que esto va a ser recordado por cualquier tiempo porque tiene harta base, tiene base lo de ahora, son tantas cosas juntas y es un pensamiento que tienen los jóvenes de ahora que son tantos, tantos..como se va agrandando también tan rápido..y cada vez hay más y más....yo creo que la mayoría de la juventud va a ser rapero” (Laguna) Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 122 IX.- DOS ESTUDIOS DE CASO 9.1.- MIRANDO DESDE EL ROCK Durante la investigación se realizó un sola entrevista a un grupo de jóvenes que practicaban el heavy metal. A continuación presentamos los ejes centrales de su discurso. Los integrantes de este grupo nacen en un ambiente rockero, les gustaba la batería, la guitarra, la música rock, de ahí nace la inquietud de formar un grupo rock, metal, porque esta música se vive desde muy adentro: “..llevo unos 6 años tocando guitarra y de ahí nació mi inquietud de tener lo propio, sino era rock de metal, en general para nosotros es lo mismo..en general para todos los rockeros, es algo que llevamos muy adentro, de sentimiento, nunca por moda, por estilo, no, nunca lo he visto como una moda, sino siempre como algo que se vive de adentro, de fondo”. Rockero. Siendo compañeros de curso se sienten identificados por la música, la sienten verdaderamente, de ahí el gusto por tocar y mostrar su música a la gente, a pesar de problemas como la discriminación: “Yo me crié siempre con la música,...y ahí ya fue por interpretar algo que uno siente, que uno escucha y uno siente algo al escuchar una música, entonces uno quiere poder tocar eso, sentir lo que la persona quiere, lo que toca el grupo, hoy nos juntamos de nuevo, ya, hicimos una banda, ya de hoy empezamos a formar todo. Tuvimos que trabajar para comprar los instrumentos, re’ difícil, yo tuve que rogar, rezar, reunir familia, una colecta, compren la guitarra y nos conocimos y hasta ahora estamos juntos, tratando de formar nuestro grupo, siempre ahí constante, peleando con los vecinos, piedras pa’ allá de repente,..con los carabineros, claro, no importa, si, que sepan lo que a nosotros nos gusta, que todos sepan y lo que hacemos es bueno, no hacemos nada malo, todos pensamos diferente, pero por eso nos discriminan, donde nos ven chascones” Rockero. Estos jóvenes son discriminados en los recitales, en los malls, en los supermercados, por los guardias de seguridad, por los carabineros: “ Te miran de pies a cabeza...típico, típico, la gente tiene una mala imagen de las personas..” Rockero. En estos grupos, entre tocatas y conversa, se consumen drogas y alcohol, no se puede generalizar, pero se dice que son “reventados”: “si los rockeros son reventados, no, no todos somos reventados, pero también hay drogas, hay harto alcohol y de todo.” Rockero. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 123 Los raperos y el Hip Hop se diferencian del estilo rock-metálico, trashers, punk, de todas formas la música los une: “..Todo lo que sea rock y llámese metal, trachers o los punkis son como a un lado, pero todo lo que sea Hip Hop, rap, no, o sea, jamás, no tiene nada que ver con el rock, menos los sounds y las cumbias, ni nada de eso. Igual yo conozco a alguien que es trach..o sea es como que la música nos une...Uno anda con polera de Iron Maiden, justo en el recitan qué tal, y ahí empieza todo. “ Rockero. Estos jóvenes no están de acuerdo con la imagen negativa que tiene la gente de ellos, saben lo que hacen y tienen claro para donde va su vida: “Nosotros podemos tener el pelo largo, andar de negro pero no proyectamos, la gente tiene una imagen de nosotros, pero no es que nosotros tengamos esa imagen, o sea, nosotros no les damos motivos, pero ellos igual andan con sus cosas raras...Yo igual soy super desordenado, pero es que uno siempre sabe lo que es bueno, lo que es malo, nunca me trago ese cuento que por ejemplo los estratos sociales más bajos están más ligados a la delincuencia y esas cosas,..yo siempre puedo andar palomillando por ahí, pero se que tengo mi vida, cachai, o sea, nunca voy a andar empujando a una persona en la calle o agrediendo, pateando autos, cosas así” Rockero. Mucha gente está observándolos y por cualquier cosa los atacan: “Yo creo igual que nosotros somos más locos pero más centrados, porque hay muchos ojos así encima y toda la gente que dicen de los rockeros..y a la primera ahh¡ te atacan” Rockero. No tienen ídolos, reconocen que hay gente que hace cosas buenas, pero elevarlos a ídolos no, si admiran a ciertas personas por lo que han hecho por el rock: “De partida aquí personajes como videos nacionales, no veo como ninguno que se pueda morir de admiración, no, hay cosas, hay gente que hace cosas buenas, no toda la gente o por el pueblo digamos, pero que llegue como ídolo, no...Yo a la persona que harto admiro es el ANFRODEI, esa es una persona que yo creo que dice buenas cosas, es una persona culta que ha vivido todas las cosas, entonces sabe,..yo siempre lo escucho en la radio..uno igual se siente identificado con ellos, como ídolo no...Lo que pasa que ese personaje pa’ nosotros ha hecho mucho por el rock y él ha demostrado que el rock no es tan así como lo pintan.....Lo otro que no se si será admiración, pero me gusta la gente que sale con un termo y van en la noche, cachai, a la gente que vive en Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 124 la calle..a la gente que está enferma, yo si pudiera hacer eso lo haría...”Rockero. Ven a los jóvenes como “dejados” porque no aprovechan las oportunidades que se brindan y tampoco las buscan: “.Somos dejaos’ nos hemos llenado mucho la boca diciendo que no hay oportunidades...pero uno tiene que buscársela, o sea, dejar la última, o sea, ya no tení’ más opciones....los jóvenes en general muchos dicen el país está mal, no hay esto ni esto otro cachai, pero uno realmente que hace, cachai, que hace positivo no ser así y hacer otra cosa” Rockero. Frente a la no participación, un joven dice que él se involucra con los que son como él: “..En mi casa no participo porque no son como yo, o sea no piensan como yo, son diferentes, entonces yo siempre tengo amigos por otros lados, aparte siempre tampoco me toman en cuenta...pero no me siento identificado con todos ellos...además que ellos hacen sus cosas por conveniencia, no miran por todas las personas de la población...por eso yo no me junto, porque ellos tienen sus ideas y yo tengo mis ideas”.. Rockero. Imagen de los jóvenes según características entregadas por este grupo, que en cierto sentido copia el discurso de la derecha frente a la impunidad: “Otra cosa que yo veo que los jóvenes se meten mucho con el pasado, con la política, deberían ser más neutros, apolíticos, si pasaron cosas buenas o malas, ya fueron, tenì que mirar de ahora pa’ adelante con mayor razón que somos jóvenes.....deberían haber más uniones en los jóvenes y todo mirar pa’ adelante”. Pareciera que se está esperando un líder que dirija a los jóvenes: “Igual hay ganas pero todos están esperando que alguien diga ya, hagamos esto y se van a juntar todos.....porque unirse en algo es tirar pa’ arriba, o sea que los jóvenes hagan algo, que muevan más al país”. En este sentido, con las movilizaciones del pase escolar se nota más protagonismo: “Igual con las cosas de los pases escolares, igual se movilizaron caleta...igual llamaron a una protesta..igual por ese lado se están despertando un poco, ya no los están pasando tanto a llevar como era antes que se quedaban, ahora está mejor desde ese punto.” Rockero. Ven al rock como una forma de vida, viven para el rock: se duermen y se levantan con música, porque es el motor, la fuerza que los impulsa día a día. El rock es una necesidad vital, es como una droga: “Es una forma de vida, yo creo,..vivo con el rock..me duermo..me levanto con ganas escuchando una canción, cachai, si al otro día no estai’ de humor Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 125 pongo un tema cachai, me tira pa’ arriba y todo bien po’, es como la fuerza que me da día a día, de hecho yo me considero una persona feliz y pa’ na’ una persona achacà’....para nosotros no es una tendencia ni una moda, sino que es algo que trasciende todo, algo muy fuerte, además es algo que está toda tu vida contigo, es algo que te pone contento, es como una necesidad, es como respirar, como el agua...el rockerio es más como una droga, se podría decir, te arrastra un poquito y después no podis’ salir......es como una vía de escape, como despejarse, como decían ellos, en vez de estar bien metio’ en la droga, estar en la esquina ahí parado, prefiero estar en mi casa escuchando música....o si no es como que no tiene sentido, fome, no tiene gracia”. Rockero. Pero a los rockeros no les gusta la discotheque ni las modas, no son necesarias porque el rock llena todos los sentidos, el rock no pasa de moda nunca. El rock chileno es más sobrio, algo común y corriente, quizás con cierto lenguaje: “Es como algo común y corriente, pero siempre con la misma música, no hay como un código o un estilo..un estilo puede ser la ropa también,...aquí es más la tendencia sobria...o puede ser también el lenguaje un poco..”. El estilo de ropa va en la persona: “Uno puede andar de negro o yo puedo andar así, igual no voy a dejar de ser rockero, porque igual muchas personas se pueden vestir de negro y se dejan el pelo largo y se creen y uno va a hablar con ellos, no cacho, no cacho...Claro, pa’ mi un rockero es alguien que sabe, que le gusta, que puede comentar lo que le gusta....igual, tener cierto grado de información....Igual las letras hablan de todo...hay muchos grupos que están basados en libros.... “ Rockero. Para tocar rock se necesita técnica, dominio musical y mucha práctica: “También el hecho de tocar es complicao’..nosotros llevamos con el Goyo como 3 años tocando y estamos recién ahora aprendiendo música..o sea no es llegar y tocar, tocar una guitarra y llegar y tocar cualquier tontera....porque uno tiene que seguir ciertos patrones....igual hay que tener su estudio, aplicarse, hay que estar constantemente tocando para poder superarse” Rockero. No hay reglas escritas, valoran el gusto por el rock, pero saben que igual hay que adecuarse al funcionamiento de la sociedad, ya sea por la familia o el trabajo: “No hay nada escrito, nosotros, nada que tenga que ser así, si hay personas que piensa así, pa’ mi está mal...Por ejemplo, a mí en el trabajo me dicen córtate el pelo, yo digo no, chao, no trabajo, no importa, pero cachai’ que más adelante a lo mejor yo voy a tener Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 126 que mantener una familia y no voy a poder darme ese lujo, cachai, igual voy a tener que someterme a sus reglas, pero igual, o sea, siempre va a ir por dentro...” Rockero. Los estilos musicales son diferentes, pero más impacto tiene cuanto más te muevas, significa que estás llegando a la gente: “Todos tienen su forma de ser, o sea, nosotros podemos ir a un recital, saltar todo el rato, uno puede s altar con las patas pa’ arriba, hip-hopeo agachado, salto pa’ lado, todos tienen su estilo...Las experiencias que nosotros hemos tenido cuando tocamos..si la gente al caer revoloteando se quiebra la cabeza, está bien porque te llega la música, cachai, porque la música te incentiva, cachai, ahora si está toda la gente sentada, ahí nos fue mal, es que no prendimos a la gente..”Rockero. La música va diferenciando sus estilos según como se toque: el pop, rap, rock, se identifican según la intensidad y la entrega musical: “Por ejemplo, el rap tiene ciertos parámetros, cada música tiene su estilo y sus voces......claro, el baterista rockero no, pone más, cachai, deja la escoba en la bateria “. Rockero. Entre los grupos con trayectoria está Pancer que lleva 20 años tocando y enseñando rock a los jóvenes: “Ese gallo cacha harto de rock chileno, tiene el semillero rock, imparte clases, siempre está apoyando, ese gallo no sale nunca en la tele, no es muy popular que digamos, pero siempre está ahí con los cabros dándole, dándole y apoyando..” Rockero. Sienten que en Chile la música rock no es reconocida, hay una deuda pendiente, en cambio afuera del país si los reconocen, por ejemplo el caso de La Ley: “Creo que en el país no se le reconoce como música a nosotros, o sea, se lo pasan, yo podría decir que esa es la deuda. Otros grupos tienen que salir para ser conocidos porque aquí no le dan apoyo....” Dicen que para ser grupos rockeros: “realmente la sudan, sudan sangre, que se la juegan cachai,” Rockero. Por el hecho de ser jóvenes son parte de este país, están pendientes de lo que pasa, pensando y formando su proyecto de vida: “Igual cuando soy joven tení hartas maneras de pensar, estai’ pendiente de todo lo que pasa. Es una etapa de la vida..que lleva toda la información en la cabeza, después sabí’ lo que está bien o está mal. Yo creo que lo más importante en la vida de una persona es ser joven, porque ahí es cuando decidí’ tu futuro, cachai...” Rockero. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 127 Se sienten parte de la cultura juvenil aunque sean diferentes y hagan cosas distintas, si se sienten de acuerdo con algo, integrados van a estar presentes, como es el caso de los pases escolares, por ejemplo: “Es que todos somos parte, una cosa es que seamos diferentes...por ejemplo, lo que pasó con los pases escolares, se necesita que se junte toda la juventud, nosotros igual vamos a estar ahí, cachai”. Rockero. 9.2.- LA LEGUA YORK El origen de la Legua York , esta en el interés por rapear, porque crecieron en un entorno desfavorable a sus ideas, así crecieron como raperos rompiendo esquemas, rayando murallas, lo que los fue uniendo en torno a un fín: “Todo iba por un objetivo en clave, o sea vestirse y escuchar cierto tipo de música....”por ser los pocos raperos, cachai, por ser los únicos locos que rayaban las murallas...” Después de experimentar, fueron creciendo juntos hasta descubrir que quieren como personas y en que mundo quieren vivir, cuáles son sus valores: “Hoy en día rapear es muchas cosas, como son que tenemos claro que es lo que queremos, sabemos que queremos edificar un nuevo mundo....sabemos bien que esta forma de vida que se está viviendo ahora cuenta con muchos antivalores, que es lo contrario a lo que profesamos y queremos para nosotros.” Este grupo está formado por 5 personas y cada uno hace distintos aportes al colectivo, se puede decir que participan de un proceso creativo: “Somos 5, cada uno tiene más cosas como el graffiti, el reggae. El grupo de Legua York se conforma por dos raperos, dos MC, pero como personas separadas igual practicamos el arte del graffiti, así que igual en el camino va a desarrolar las 4, ya llevo 3...Yo empecé bailando, con inspiración a breika pero no alcancé a ser breika, después seguí grafiteando y terminé haciendo reggae, pero también sigo grafiteando....” Estos jóvenes se sienten diferentes a los otros porque dan la vida por su oficio y por las convicciones en que ellos creen:” Porque damos la vida por nuestra causa, es la forma de dar la vida por nuestras ideas, muchas veces no nos damos cuenta y es entregarnos por entero a la labor que tenemos....si es que nos piden ir a..hemos viajado 8 horas de Santiago...vamos así sólo con la inquietud de dar nuestro mensaje, demostrarles que se puede hacer música pensando y creando una nueva forma de vida, estamos dispuesto a hacerlo, lo hemos hecho y lo Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 128 seguiremos haciendo. En las mismas poblaciones hacer talleres, recuperar espacios y hacer miles de cosas, es una forma de dar la vida entregándonos a tiempo completo.” La identidad con su barrio de origen genera mística, deseos de vivir y entregar lo que saben desde La Legua: “..Me crié y después de 6 años volví a La Legua y allí me identifiqué claramente...pero si me sentí con el carisma que me identificaba con el lugar, algo me hace sentir parte de este lugar, donde estoy viviendo ahora....donde tengo que recoger mi experiencia y entregarla a otro lado, hay una mística rara.” Como persona que vive en la población de al lado, se ha: “dado cuenta que esta población es mucho más organizada que la de allá, porque yo he visto actos culturales y cosas que se trabajan aquí y organizaciones y todo, cachai, igual es algo que se valora y yo cacho que eso será la misión de una población”. El eje central de su música y canto, es cantar a la vida, a la vida de la gente, a la vida poblacional, porque se sienten en iguales condiciones que ellos: “principalmente le cantamos a la vida, a la forma de ver la vida y la forma de asumir la vida que nos tocó tocar (interpretar), que nos tocó vivir y con esa forma de rapearle a la vida misma, no solamente nuestra vida, directa e indirectamente le cantamos a La Legua, a los pobladores de La Legua, de la Villa Francia, de La Victoria,..Coquimbo, Linares, a la de cualquier lugar de Chile y de América, estamos en las mismas condiciones. “ Gracias al rap son más coherentes y consecuentes con su vida en general: “Yo tenía ideas nuevas y cosas nuevas y nos afinamos y desde ahí nos aferramos y empecé a ser más consecuente, más coherente y llegamos a ser como grupo que hace cosas diferentes a los demás, aparte de cantar hace las cosas que uno desea en la población, que los raperos tengan más conciencia, que el rap no es bailar ni ir a fiestas y escuchar rap, el rap nació como un rap político y esto es super importante porque es la raíz.” Manifiestan que en la cultura Hip Hop confluyen muchas visiones, hay similitud en el hecho de rescatar vivencias y criticar a la sociedad en que se vive: “Hablar de Hip Hop es hablar de una amplia gama de visiones de hacer Hip Hop...dentro del mundo del rap hay caleta de bandas hoy en día...grupos que tienen algo que rescatar y algo de similitud con nosotros, que critican los problemas que tienen donde viven y cantan a eso, son una forma de ir contando las noticias de un pueblo a través del Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 129 rap cachai.....nosotros a través del rap estamos sabiendo que pasa en su comuna, donde vive él, en su pobla’ cachai....Yo creo que lo bonito del rap es la libertad para hacer las cosas, tener la coherencia para saber que está haciendo, no va a dañar otras mentes”. Reafirman la idea de que el Hip Hop es un movimiento: “Este es un movimiento, creo que este es un movimiento igual que lleve 60 años, que lleve 30, es nuevo, uno no se imagina un joven de ahora, a los 45 años rapeando, es una cosa que uno no la ha visto, pero yo creo que si, pero ya hemos visto hueones de 0 y tanto rapeando.” Como raperos van aprendiendo observando el medio en que se desenvuelven, van entregando lo que hacen a la gente, como forma válida de hacer cultura: “..Las cosas que vamos aprendiendo día a día..y las cosas que vamos aprendiendo en el caminar y que es nuestra vida y que aparte de ser raperos, van leyendo, van instruyendo, van aprendiendo de la gente en el día a día y asimilando muchas cosas y van creciendo y van entregando eso y eso es nuestra forma de hacer cultura.” Con esta forma de hacer cultura: “empezamos a sacar las caretas, las cosas no son como se ven en la tele....” Se componen letras como una forma de auto-educación y reafirmación de ideas propias, las que van fluyendo en foros, grupos de discusión y talleres y nuevamente se inicia el proceso de crear nuevas letras, se escribe: “ no precisamente para letras, sino para autoeducarme y seguir reafirmando mis ideas que ya voy teniendo claras, los conceptos que voy teniendo claro..los voy tirando a papeles o a letras para después entregarlas, para pasarlo en limpio y después pasarlo a los talleres que estamos haciendo del Hip Hop,..después un foro de conversación, de discusión con los demás integrantes...” La legua York, ha privilegiado el intercambio cultural entre pobladores de La Legua y otras poblaciones y el crecer como raperos implica antes que nada ser buenas personas, con ética y valores propios. Se han dedicado a estudiar el contexto socio-cultural de nuestro país y los orígenes de la población, desde allí han iniciado: ”un trabajo más de intercambio cultural, entre nosotros mismos y gente de otras poblaciones que han permitido que vayamos fortaleciéndonos y creciendo más que como raperos, como personas, porque creemos que eso es más importante que ser un buen rapero...tenemos que ser buenas personas bajo el escenario y eso es una cosa que marca pautas dentro del grupo” Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 130 Este grupo vive una relación en la cual se identifican fuertemente con Víctor Jara. La relación del Hip Hop con Víctor Jara, que destaca por ser un hombre de múltiples facetas, se da en la búsqueda de una identidad y en la coherencia entre el decir y el hacer: “El buscaba lo mismo que nosotros, a lo mejor en diferente época, yo creo que más que todo por lo que decía y hacía..y como nosotros estamos haciendo eso, decir y hacer, creo que por esa razón lo tenemos así.” 9.2.1.- OBJETIVOS DEL GRUPO Con su música, estos jóvenes tratan de entregar valores y el rescate de la memoria colectiva como aporte a la identidad nacional, que ellos no consideran propia: “tratamos de que los cabros que nos ven..que a lo mejor nos siguen, cachan que hay hartos valores que tienen que rescatar..como también nos identificamos con figuras muy arraigadas en esta tierra” Se sienten identificados con la raza mapuche y como figura resaltan el aporte de Víctor Jara por su legado, su trabajo conectado a la gente: “Es un gran valor, nos identificamos con su trabajo y legado más que musical y como figura carismática de sus tiempos...es una persona que aparte de cantar y teatro, estaba en terreno día a día con todos sus demás compañeros de población....como lo dije antes que raperos somos pobladores, cachai”. Siguiéndolos ellos definen su misión: “porque no solamente tenemos que estar arriba de un escenario, sino que estar en constante servicio con nuestros hermanos que viven juntos en esta población....” Por esto quizás no se sienten estrellas: ”porque los agentes culturales que son elevados a estrellas..eso los separa de su pueblo”. Uno de sus objetivos es recuperar espacios en la población, recuperar identidad, motivar y estimular a ser mejores como población, a hacer cosas en conjunto, unir a la gente y así crear protagonismo en La Legua: “Recuperar espacio, ir creando un poco de acción y conciencia colectiva, pero no solamente en los jóvenes raperos, sino en toda la población misma...recuperar la identidad que tenía La Legua, que era una población aguerrida,..que antes que drogadicta era conciente, antes que adormecida pensaba mucho y creaba mucho, volver a creer que podemos ser una fuerza grande, volver a creer que juntos podemos hacer grandes cosas, volver a crear el sueño que volvamos a ser un pueblo unido...para eso queremos recuperar espacios, para que la gente salga de sus casas y vean que son protagonistas de la vida actual, Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 131 vamos a ir recuperando de a poquito espacio y formas de ir construyendo nuestra propia vida.”. El mensaje de Legua está dirigido a todas las poblaciones, a todas las minorías empobrecidas a causa del sistema neoliberal, a ellas cantan: “a todos los que sufren por un sistema de vida, a todos los que estamos en minoría...el sistema neoliberal, capitalista, porque cada vez se van llenando los bolsillos los que tienen más y cada vez van quedando más pobres los que tienen menos y ese es el principal problema...la desigualdad económica, política, social, cultural y de todo tipo de desigualdad.” Legua. Mas que denunciar esta situación estructural, ellos se sienten agentes culturales, quieren crear con sus canciones una mayor conciencia colectiva, una fuerza nueva que provoque los cambios necesarios para construir algo distinto: “Más que denunciarlos simplemente, ir creando conciencia,..no sacamos nada con denunciar una cosa si no damos alternativa de eso...pero si nosotros nos unimos entre varios, podemos crear una fuerza que se puede cambiar un poco, porque saben que nosotros tenemos un poder, que si paramos ellos van a cagar, que podemos crear otra forma de vida, cachai.”. Legua. Con su música tratan de entretener y educar porque: “Igual tratamos de entretener y educar, porque yo creo que esos dos conceptos fusionados hacen una música buena. Eso es la magia. Tampoco podemos tener a nuestro pueblo todo el día enojado, tiene que tener siempre una sonrisa en la boca pero conciente siempre.” Desde la música se sienten llamados a gatillar cambios, a crear nuevas formas de vida y un nuevo poder popular, saben que solos no pueden hacerlo, sí con otros movimientos se puede intentar y hacer estos aportes desde una perspectiva más global y sin fronteras:”Somos llamados a ir creando una nueva forma de vida y un nuevo poder cachai como el que fue coartado, un nuevo poder popular. Nosotros, o sea, yo sé que yo no voy a cambiar el país pero sé que yo con un movimiento Hip Hop, con otros movimientos...la idea que tenemos es la unión, porque solos nunca vai’ a hacer nada..pero la idea es de unirnos entre todos y hacer cosas.” Lo que se logrará: “cuando vayamos identificando a nuestros aliados de mensajes y de vida .. vivimos en el mismo sector y vamos a ir logrando tener una unión fuerte, tener de nuevo un pueblo unido, aunque redunde, donde de a poco vamos a eliminar las fronteras de esta sociedad”. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 132 Se sienten haciendo historia dentro de su población, lo que es muy valioso porque se hacen partícipes y sujetos de sus vidas: “ya estamos haciendo historia..y la historia la van haciendo los pueblos y del pueblo somos cada persona que vive dentro de un sector determinado...y hay que hacer que esta historia sea cada vez más valiosa y vayamos tomando el peso de esta historia como población, como comuna, como país.”. Asimismo, se perciben como continuadores de una herencia histórica. Con su trabajo quieren reconstruir identidad y conexión con las raíces originarias: “Hubo gente que pensó como nosotros, hubo mucha gente que edificó el camino que nosotros estamos hoy día caminando...este es un trabajo de mucho tiempo, incluso ni Víctor Jara ni el Che Guevara ni Violeta alcanzaron a asimilar la importancia de su labor, que sin quererlo estaban reconstruyendo la memoria y la forma histórica de los pueblos que fueron eliminados de raíz”. Como continuadores de esta matriz creativa ellos contribuyen aportando a la: “cultura autóctona y autodidacta, estamos reconstruyendo y estamos reforzando..o estamos identificándonos cada vez más con las raíces mismas de nuestra tierra, de nuestra sangre mapuche, cachai”. Dentro de este marco de reflexión, no es casualidad de que hoy día se esté haciendo Hip Hop o música sound en nuestra sociedad, ya que esto es consecuencia de la colonización cultural-ideológica que vivimos: “Que hoy día estemos haciendo Hip Hop no es casualidad, de que hoy día esté escuchando sound y que esté escuchando punk, trachers no es casualidad, es porque somos consecuencia de una colonización aparte de territorial, es una colonización que le han hecho ideológica y cultural a nuestro pueblo, somos víctimas de la globalización y no por eso somos guevones, cachai, no por eso somos gueones ni nos damos cuenta, quiénes son y a quienes debemos nuestra vida....”. 9.2.2.- LAS COORDINACIONES: HIPHOPLOGIA La existencia de redes se manifiesta en una coordinación existente que se llama Hiphoplogía que la componen 8 grupos de Rap más una agrupación de grafiteros que además del arte se sienten unidos por el compromiso social dentro de los sectores donde viven: “ Cada una de estas personas tiene un punto de unión que es más grande que simplemente ser un grupo de rap, sino..tener un trabajo social, de Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 133 compromiso dentro de los sectores donde viven, haciendo talleres o haciendo cosas que tienen que ver con el plano sociocultural” (Legua) Esta coordinación nace porque se dieron cuenta que hacían lo mismo y estaban aislados en sus sectores, necesitaban encontrarse como graffiteros: “Nos dimos cuenta que estábamos en la misma, estábamos segregados en distintos lados y faltaba un punto de encuentro...tenemos al Superso de la Villa Francia, al guerrillero Bunter de Macul, a las Polaris que son de Puente Alto (Dos mujeres), al Panchusmaca que está entre Macul y Puente Alto...el Giorgio que es de la José María Caro, los Padres de Rosa que son de La Pintana, del Castillo, cachai y el Frac que está por todos lados...”. La idea de la coordinación fue madurando en varias personas, hasta que se encontraron. Algunos grafiteros comenzaron a armar una agrupación llamada FRAP: Frente Revolucionario de Artistas Populares con la idea de incrementar un colectivo e ir sumando otras iniciativas artísticas: canto, rap. Folklore popular, etc. Como un gran proyecto de integración popular, que en una primera etapa está formada por grafiteros solamente, ya que otras personas de este ambiente también gestaban proyectos similares: “Nos dimos cuenta que estaban armando dos cosas paralelas de igual característica, pensamos tiramos a la misma cosa y lo otro lo dejamos asociado..al graffiti” porque el objetivo primordial es: “armar un buen frente y un verdadero puente de ramas artísticas enfocadas más a concienciar a la gente a través del Hip Hop”. En este proceso se van integrando las redes y los trabajos grupales, a fin de afirmar la idea de colectivo: “Aparte de que cada uno tiene su trabajo individual como grupo de rap, nace la idea de hacer recitales colectivos. Nos hemos estado presentando con el colectivo de Hiphoplogía en las tomas culturales que ha hecho la Perromuerto y de cualquier otra agrupación que nos invite”. Como colectivo quieren seguir afiatándose, conociéndose, organizando cosas con los otros:” afiatando lazos entre nosotros, fortaleciendo los talleres dentro de la población y además multiplicándonos y eso es...válido”. Además se identifican con la figura de Víctor Jara como un artista integral digno de imitar, que contribuye a crear y mantener la cultura rapera: “Creemos que a través de nuestro pequeño ejemplo, pequeña identificación...retribución al trabajo de Víctor..van a ver muchos otros jóvenes que sin querer van a ir llegando a la forma de Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 134 vida de él y de la forma de vida que estamos creando sin darnos cuenta..”. De fondo, su objetivo mayor es saber porqué son raperos, crear conciencia de quienes son, trascender las modas y transformarse en movimiento con propuestas propias: “Ya que muchos cabros raperos no van a ser raperos por ser raperos, si no van a cachar de dónde nace el rap y porque son raperos y para qué ellos quieren rapear y eso es importante y en eso me valido.....porque la iniciativa que estamos presentando está dando resultado..”. 9.2.3.- A FUTURO En el futuro se ven creciendo como personas, y así van aportando y fortaleciendo al grupo: “A lo mejor moderado, me voy a ir dejando del graffiti, pero más que rapeando me veo creciendo, creciendo no físicamente sino intelectualmente como persona y cada vez irme fortaleciendo como persona,..porque esto permite un crecimiento total como grupo, como escritores de letras,..de pensamientos, de ideas para ir graficando”. Como colectivo se ven organizándose, haciendo talleres y multiplicando esta cultura en la población: “haciendo cosas..afiatando lazos entre nosotros, fortaleciendo los talleres dentro de la población y además multiplicándonos” Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 135 X.- DE MEMORIAS, ESTETICAS Y POLITICAS: LAS CULTURAS JUVENILES EN LA ENCRUCIJADA DEL MUEVO MILENIO A partir de los textos trabajados con las letras de las canciones que proceden de las producciones musicales del colectivo hip-hoplogía 44 se procedió a describir los contenidos de lo que podríamos llamar provisionalmente una memoria generacional45. Ahora bien, con esto no se quiere aludir a que el presente esfuerzo hermenéutico apunte a configurar un condensado de la generación juvenil de los 90 respecto del tema de la memoria, sino que más bien intenta rendir en una dirección exploratoria y asociada a los casos que conforman el objeto de estudio de la presente investigación. Del mismo modo, sabemos que frente al diagnóstico de fragmentación de lo social (J. Baudrillar, F. Guattari, G. Vatimo, M. Castells, etc.), resulta complejo y un tanto temerario pensar la temática de la identidad generacional como una estructura simbólica uniforme y homogénea. En este último sentido, nos parece pertinente hablar de que nuestro esfuerzo hemenéutico responde a unos ciertos contenidos y/o fragmentos del imaginario generacional de los 90 en 44 Colectivo que agrupa a diferentes bandas musicales y escritores de graffiti, procedentes de diversas comunas populares del Gran Santiago y que no reducen su producción al campo estético, sino que también desarrollan diversos tipos de intervenciones culturales, políticas y sociales que tienden en su conjunto al trabajo de concientización juvenil y de educación social en su sentido más amplio. De ahí también que su soporte organizacional más macro opere a través del FRAP (Frente de Artistas Populares), cuyos propósitos exceden claramente el ámbito de lo estético, insertándose directamente en cuestiones y asuntos de orden colectivo y de promoción de capitales sociales para el desarrollo local alternativo. Cabe consignar también que el procedimiento de análisis de textos de canciones operó fundamentalmente a partir del dispositivo musical más representativos del Colectivo Hiphoplogía -cuya acción se inscribe al interior del FRAP- y que lleva por título “Del Mensaje a la Acción” (producción en formato C.D./ 2001); agrupando un número de 14 canciones de diversas bandas Hip-Hop, donde se incluyen temas de bandas como Palo’e Rosa, Konjuro y Legua York, entre otros. También se incluyo para los efectos de profundizar el análisis de las letras de las canciones, dos C.D. de una de las bandas más emblemáticas de la cultura hip-hop chilena, como es Legua York. De esta última banda incluimos para el análisis sus dos producciones: “Legua York” (12 temas/2000) y “Este Kon Mayo” (10 temas/2001). 45 Entendiendo por tal a lo expresado en el marco teórico referencial y que está referido básicamente a los aportes de P. Cottet, N. Richard y particularmente las contribuciones del historiador S. Stern en lo referido a los contenidos de las memorias emblemáticas y/o colectivas. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 136 relación a la temática de la memoria y que en la presente fase de análisis nos fue posible rastrear a través de las letras de las canciones, en tanto estas últimas responderían a una cierta estrategia de producción simbólica legitimada por las culturas juveniles al momento de generar o crear subjetividad, pues es bien sabido que el dispositivo de la música es una herramienta potente si se la piensa como vehículo de transmisión oral de ciertos relatos que pueden construir miradas comunes sobre determinados hechos, teniendo en cuenta además que la música es en sí misma un acontecimiento cultural. Hecha esta salvedad, nos gustaría partir señalando que – metodológicamente- los contenidos de dicha memoria generacional responderían básicamente a dos grandes tópicos que se trabajan en función de dos categorías específicas, respectivamente, operación que se puede graficar del siguiente modo: • Tópicos ( I ) El Diagnóstico Generacional de una Memoria Epocal ( II ) Las Estrategias de las Memorias de Resistencia • Categorías 1. La Herencia de un Sistema Global de Subordinación 2. La Herencia de un Sistema Local de Subordinación 1. Disidencias Culturales y Antagonismos Juveniles 2. Insubordinaciones Urbanas y Resignificación Cultural 10.1.- CONSIDERACIONES PRELIMINARES En primer lugar, parece interesante aludir a los nombres de las agrupaciones que componen el suscrito colectivo, pues estarían respondiendo en su mayoría a referentes ligados con manifestaciones propias de la jerga o la gramática miliciana o combativa y que indirectamente su lógica responde a las coordenadas de la guerra o el enfrentamiento bélico en su sentido amplio, de ahí que se autoidentifiquen con determinadas marcas de armamento como es el caso de AK-47 y M-16, o bien, con determinadas expresiones ligadas a las prácticas subversivas del orden dominante o derechamente guerrilleras, como es el caso de Subverso y Guerrillerokulto. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 137 En segundo lugar, resulta pertinente orientar líneas hermenéuticas que puedan dialogar con los títulos de las canciones de estas agrupaciones a través de ciertas teorías sociales contemporáneas que nos hablan de la existencia de determinadas “Maquinas de Guerra” 46 en el campo histórico y social. Sobre este punto, la idea básica apunta a concebir la “máquina de guerra” como un cierto tipo de inteligencia colectiva o agenciamiento que se presenta históricamente en oposición al aparato del Estado, pues éste último orienta su comportamiento sobre los parámetros del orden y la estabilidad, cooptando la potencia deconstructiva y creativa de una máquina de guerra social. En ese sentido, es posible interpretar históricamente a las primeras tribus nómades como expresiones de maquinas de guerra, pues la lucha que debieron desarrollar se dirigió fundamentalmente hacia otro tipo de existencias colectivas ligadas al sedentarismo, la agricultura y por supuesto al desarrollo de la propiedad privada y posteriormente del Estado. Lo mismo podemos interpretar respecto de determinados movimientos sociales que en determinados episodios históricos se configuraron como maquinas de guerra, pues llegaron a producir un nuevo modo de vida antagónico al dominante, una nueva subjetividad colectiva, sin embargo en la mayoría de los casos todo ese potencial fue cooptado por la maquina del Estado y reterritorializado en su beneficio. Los ejemplos en nuestra historia son diversos y dar cuenta de ellos es un punto que excede los objetivos de la presente investigación. Deleuze y Guattari (1998) definen al Estado como aparato de captura, como parte de la máquina abstracta (dominación); este defiende sus espacios y trata de capturar y de estriar aquellos que no domina o que le resisten (máquina de guerra). Por naturaleza todo espacio estriado está estrechamente vinculado al progreso. Por otro lado; todos aquellos elementos que se contraponen al Estado son definidos por los autores de “Las Mil Mesetas” como máquinas de guerra, descodificadas, desterritorializadas y que por esencia les pertenece el devenir. Pues bien, pareciera ser que los colectivos de hip-hop y en general las diversas agrupaciones que se inscriben dentro del presente estudio, responderían a dicha lógica, es decir, se autoperciben y tienden a operar como dispositivos culturales autogestionados y disidentes con el 46 G. Deleuze y F. Guattari, quienes han desarrollado estos temas en su texto “Mil Mesaetas”, Ed. Pretextos, Barcelona, 1998. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 138 orden hegemónico, o sea, como “maquinas de guerra” moleculares, capaces de producir nuevas subjetividades colectivas contrahegemónicas. Prueba de ello también resultan ser las referencias ligadas a los títulos de las canciones como por ejemplo: seguir en la lucha (Konjuro); vida y muerte (Legua York); revolución (Legua York); motín en la sala (Guerrillerokulto); nuestra arma (M-16); hijos de la rebeldía (Subverso); etc. En tercer lugar, y en esa misma línea interpretativa, también destaca la frecuencia de conceptos presentes en las letras de las canciones , donde los más recurrentes resultan ser: Lucha; Revolución; Verdad; Pueblo; Barrio; Hermano; Histórico. LISTADO DE CONCEPTOS DENSOS Y FRECUENCIAS Concepto denso Revolución, motín, rebelión Conciencia Violencia, represión Lucha, combate, enfrentamiento Verdad Pueblo Poder, poderoso Barrio, población Promesa, engaño, mentira, traición, demagogia Enemigo, rival Droga, pasta base, marihuana, etc. Pobreza, miseria Olvido, olvidar Histórico, pasado Recordar, acordar Hermanos, hermandad Arma, herramienta TOTAL Etiqueta REVOLUCIO N CONCIENCIA VIOLENCIA LUCHA VERDAD PUEBLO PODER BARRIO PROMESA ENEMIGO DROGAS POBREZA OLVIDO HISTORICO RECORDAR HERMANO ARMA Nº 61 16 16 80 57 36 17 45 16 16 22 29 15 34 22 43 15 677 Al respecto es posible argüir que los jóvenes le cantan a su contexto, es decir, hablan, narran y expresan a través de sus canciones los episodios cotidianos de su entorno, “su aquí y su ahora”, la actualidad social y política de su barrio o población; por su puesto es un cantar alegre y diverso en expresividad de tonos y ritmos, pues ellos mismos lo señalan de ese modo: “cantamos para que el pueblo se entretenga y lo disfrute”, es decir, para el goce colectivo y popular. No obstante, dicho cantar no se circunscribe a la diversión puramente, puesto que son los propios Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 139 jóvenes los que consignan que también se trata de un cantar con una función social, y en ese sentido su rol se aproxima bastante al papel que ha jugado el género de la crónica urbana en los albores de la modernidad, sobre todo cuando se la piensa en el contexto de los grandes movimientos sociales emancipatorios de la edad moderna. De ahí que podamos inferir que su cantar se conciba como un arma política y se oriente a una tarea de “educación social y de concientización popular”, como algunos de estos jóvenes lo han expresado. En este último sentido, no es casual que los contenidos conceptuales más recurrentes en sus alocuciones musicales estén referidos a la idea del enfrentamiento, la oposición y el antagonismo. Y tampoco es un gran descubrimiento, pues este colectivo de jóvenes carga con una herencia fuertemente territorializada y una memoria emblemática cuyos contenidos aluden fuertemente a una historia social y a un aglomerado de biografías contextualizadas, que han operado históricamente a través de una acción colectiva cuyo núcleo básico de propulsión ha sido la lucha, primero emprendida hacia un imperio colonial, luego hacia la maquinaria del estado-nación, los grupos económicos, la dictadura militar, la partitocracia, la clase política civil, la pobreza, la discriminación, la violencia, en fin, emulando a Michel Foucault: una lucha hacia los espacios donde se aloja el poder. Por otra parte, pareciera ser que tampoco es una lucha que se agota en una estética del combate y la destrucción, o bien, en concebir la lucha como un fin en si mismo, pues para la presente operación interpretativa alude también a una cierta ética, o a las cenizas de una época y un proyecto, pero sin agotar su narrativa en un relato nostálgico y esclerotizado, mitológico, ya que los contenidos de los textos también se mueven en un tono sarcástico e irónico, escéptico del tiempo pasado, buscan -por tanto- resignificar los viejos anhelos y las solidaridades populares. De ese modo, resulta una constante la noción de revolución, y en definitiva el deseo de transformación de sus condiciones materiales y ontológicas de existencia. La defensa del valor de la verdad, la justicia, la preocupación por la historia, el recuerdo, y el rechazo al olvido, la potencia del sentido de pertenencia y hermandad hacia un grupo social específicamente determinado, que puede llamarse grupo de excluidos, insubordinados, de la calle, del barrio, o bien, el pueblo: el mismo de antes pero distinto. En cuarto lugar, de todo lo anterior se puede ir descifrando provisionalmente que este tipo de agrupaciones juveniles, colectivos Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 140 de hip-hop, o tribus urbano/populares, son característicos de la era posmoderna, como ya lo señaláramos en nuestro marco teórico referencial, y con ello estamos queriendo plantear que no podemos entender el tiempo y la historia, en el contexto de la era global, como un fenómeno que se moviliza linealmente, pues resulta bastante reconocido por los historiadores sociales contemporáneos que la historia no se desprende de hechos y datos congelados, sino todo lo contrario de procesos y muchas veces de proceso equívocos que no parecen responder a ninguna lógica metafísica. Pues bien, en ese plano sería ingenuo plantear que la posmodernidad respondería a un proceso mecánico cuyas características básicas sobrevienen luego de clausurado el ciclo histórico de la modernidad, más aún, dado el proceso de globalización estamos en condiciones de sostener que precisamente en Latinoamérica coexisten los rasgos y formaciones sociales propiamente tradicionales con los fenómenos que se derivan auténticamente de las sociedades modernas, y por cierto posindustriales. Es lo que GarcíaCanclini a denominado el carácter híbrido de nuestras culturas. Pero lo que queremos llegar a plantear es que precisamente un efecto de este proceso de globalización, sobre el cual nos interesa apuntar, no tiene que ver con su rostro integrador, que se puede apreciar en el mercado de los intercambios de mensajes e imágenes a nivel mundial, sino que con su rostro desintegrador de las memorias y las experiencias locales. Pues bien, coincidiendo con el diagnóstico de los autores posmodernistas, la globalización produce grandes desarticulaciones del tejido social y fragmentación de los proyectos y valores que antes daban certidumbre a la existencia humana y social. Recurrente es el argumento, entonces, de la falta de sentido de nuestra vida contemporánea, siendo –por ejemplo- G. Lipovetsky quién grafíca este fenómeno actual aludiendo a la era del vacío. De ahí que nuestra interpretación, coincidiendo con algunos estudiosos del fenómeno juvenil contemporáneo en nuestro país, conciba a la identidad juvenil contemporánea como un proceso de construcción dinámico y abierto a diferentes búsquedas. No obstante, las búsquedas que han precedido a la generación juvenil de los 90, es decir, a la generación de la posdictadura, se movilizaba a partir de determinadas orientaciones o grandes valores y principios compartidos a gran escala, es decir, la búsqueda se articulaba en función de determinados filtros catalizadores de la acción colectiva (el socialismo, la libertad, la justicia social, la igualdad, derrota de la dictadura, la democracia, etc.), en definitiva Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 141 podemos hablar de una búsqueda con sentido, una búsqueda cobijada por la factibilidad y la esperanza de la concreción de un proyecto histórico de sociedad diferente, una búsqueda al abrigo de utopías y sueños por realizar. Por el contrario, de lo que se trata hoy es precisamente de una búsqueda por el sentido mismo. Dado el diagnóstico de desesperanza y desencantamiento del mundo, algunos jóvenes pretenden –sin ser peyorativos con lo que se plantea- encontrar el sentido en el vértigo del carrete y el consumo desenfrenado de drogas, otros en la religiosidad, otros en una sexualidad desinformada y furtiva, otros en el fervor deportivo, otros en las estridencias musicales, en el alcohol, en el consumo compulsivo y la búsqueda del placer ilimitado, otros lo harán en el alero sobreprotector de una familia “bien constituida”, otros en el calor que le devuelve la grupalidad y la pertenencia a un núcleo primario. Pero, si intentamos descifrar las claves de la búsqueda que realizan nuestros colectivos de jóvenes que militan –en general- en el hi-hop, es decir, nuestra población “objeto” de estudio, no hallaremos manifestaciones muy diferentes a las que también podemos encontrar en otros tipos jóvenes. Sin embargo, podríamos encontrar algún tipo de rendimiento interpretativo asociado al tema de la memoria, en otras palabras, dado lo que podríamos llamar la “sobredeterminación territorial” de su ecosistema cotidiano, léase La Legua, El Castillo, Santo Tomás, Villa Francia, etc. existiría una constante específica en estos colectivos juveniles y que no se encontraría tan explícitamente en otro tipo de jóvenes, y que se traduce en un intento por recobrar el sentido, o bien, por reconstruir el sentido o los sentidos, a partir de sus raíces (Violeta Parra, Víctor Jara, Manuel Rodríguez, etc. ). Pero no de aquellas raíces que inmovilizan y amarran a un solo lugar o referente social, sino que, si bien es posible visualizar una preocupación constante por el legado y la herencia que porta su población, esto no significa un agotamiento identitario en referentes monolíticos, pues como jóvenes están bastante más abiertos y expuestos a convivir desprejuiciadamente con la modernidad, y dejar que ésta combustione la recreación de su identidad a la luz de los nuevos acontecimientos sociales y culturales que han sobrevenido en los últimos años en el mundo y en nuestro país. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 142 10.2.- EL DIAGNÓSTICO GENERACIONAL DE UNA MEMORIA EPOCAL 10.2.1.- La Herencia de un Sistema Global de Subordinación [ “Denunciar al opresor, el capitalismo, el poder del dinero” ] Podemos partir señalando que en el contenido de las letras de las canciones producidas por el colectivo Hip-Hoplogía destaca una fuerte denuncia hacia lo que ellos denominan: “el sistema” y más precisamente el modelo de sociedad y de vida que promueve el sistema capitalista. La crítica se dirige claramente hacia lo que podíamos llamar los “antivalores” que promueve dicho sistema, fundamentalmente en lo relativo a la comercialización y/o cosificación de las relaciones humanas y al poder que el dinero adquiere en la existencia humana como efecto de dicho modo de producción de la vida social, y que por cierto sería el que se ha impuesto durante siglos en nuestras latitudes. “Victimas del crimen, hay que denunciar al opresor, el capitalismo, el poder del dinero, ese es el enemigo; era el enemigo hace quinientos años, cuando llego a América usurpando tierras y matando gente, y es el enemigo hoy día” [DISCO 31-5 Líneas: 5964]. Del mismo modo, resulta interesante hacer notar los contenidos que hacen referencia –por una parte- a una herencia de dominación histórica, y por la otra, a una lucha contemporánea que se liga directamente con los antagonismos y los conflictos originarios en nuestro continente. Así, el enemigo, el opositor aparece para ellos con el mismo rostro que hace 500 años atrás. El diagnóstico epocal –las referencias explícitas a la historia actual- que se pueden visualizar en el discurso presente en las letras de las canciones es de orden escatológico, pues sobresalen las descripciones y referencias gramaticales que apuntan a señalar un mundo y una sociedad que estaría llegando a su declive, producto de la hegemonía de fuerzas oscuras ligadas a la mentira, la corrupción, la destrucción. Todo lo anterior como resultado histórico de un sistema que reproduce el hambre y el odio, donde el estamento adulto destaca –para dicho discurso- por su responsabilidad en dicho proceso de colapso cultural. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 143 “el tiempo del Apocalipsis me acompaña, la brisa llena de mentira, mis ojos empaña, en un mundo lleno de la corrupción, caigan por dinero esa es su misión” [DISCO 1-2 Líneas: 16-20] “Estamos viviendo todo lo que nos decían las antiguas profecías, Los libros sagrados de oriente y occidente, Ya la humanidad terrestre siente. Estamos pasando por un lenguaje simbólico, alegórico; La Biblia ya lo dice, San Juan lo predice. El Apocalipsis, el tiempo ha llegado, y nuestra civilización agoniza”, [DISCO 2-6 Líneas: 58-66] “El mundo esta lleno de viejos aturdidos, que manejan los poderes, y entre ellos son enemigos; y no se han dado cuenta lo que han sembrado, han cosechado odio, hambre, dolor, espanto...” [DISCO 3-6 Líneas: 3-7] “para qué hay guerra sobre este mundo si con tanta corrupción sigue igual de inmundo. Tiranos ha habido durante toda la historia” [DISCO 1-4 Líneas: 17-21] Por otra parte, destacan las consecuencias más directas del sistema capitalista contemporáneo. Sobre este punto resulta bastante interesante centrar el análisis en la lógica dialéctica contenida en las descripciones construidas para hacer referencias a los efectos de dicho modelo de sociedad. Pues, al mismo tiempo que consignan los problemas de la vida cotidiana que afectan principalmente a las clases trabajadoras en relación al crédito y el endeudamiento, o bien, los problemas como la desocupación, el desempleo y la redistribución de la riqueza; son bastante enfáticos en plantear simultáneamente que un efecto de aquello es la oposición a dicho sistema de organización de la vida colectiva, cuestión que tampoco es asumida por dicho discurso como un emergente epocal, sino como parte de una continuidad histórica inscrita en una tradición de lucha por el cambio y la superación de las contradicciones. “Hoy mañana y siempre mucha mucha gente, de clase obrera trabajaora, ahora se ahoga, en deudas calillas, incluso abonan por un plato de comida, maldito juego llamado cesantía, los que ganan son pocos los que pierden son muchos, por eso continuo continuo y lucho...” [DISCO 1-2 Líneas: 37-44] En síntesis, podemos interpretar, a partir del agrupamiento expuesto anteriormente, que en los jóvenes pertenecientes a las agrupaciones estudiadas y principalmente los jóvenes pertenecientes al FRAP y al colectivo de hip-hoplogía, destaca fuertemente un imaginario social, Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 144 político y cultural que podríamos llamar anticapitalista, fundamentalmente el las versiones que ligan a dicho modo de producción de lo social con el rol que juega el dinero y la mercantilización de la vida, con la corrupción y la pobreza. Destacando también las alusiones discursivas que se hacen cargo de una tradición histórica asociada de la “opresión capitalista”, especialmente en nivel continental (global), cuestión que nos obliga a deslizar nuestras orientaciones hermenéuticas hacia el ámbito de la conciencia social y política de estos sectores de jóvenes. Particularmente por lo que aquí hemos llamado la sobredeterminación territorial, es decir, la fuerte influencia que ejerce la memoria intersubjetiva tejida en los ecosistemas cotidianos de donde proceden estos jóvenes. De ahí que destaque un tipo particular de memoria emblemática, es decir, un tipo específico de relato entretejido colectivamente y transmitido generacionalmente, aunque eso no implica que el relato sea traspasado ni mecánicamente, ni idénticamente de un narrador a una escucha, pues resultan imprescindibles los nuevos acoplamientos significativos a la luz de las nuevas contextualizaciones sociohistóricas. Ahora, también resulta relevante consignar que dicha memoria emblemática opera básicamente como un “soft-ware”, es decir, como un sistema capaz de poner en funcionamiento múltiples combinaciones de sentimientos, afectos, ideas y experiencias colectivas que producen una percepción intersubjetiva sobre algún acontecimiento específico, cuestión que no quiere decir que dicha memoria opere sobre estructuras fijas y clausuradas en sí mismas, al contrario sus estructuras son dinámicas, por lo mismo tienden a reabrir y a trabajar el dispositivo del recuerdo, con el propósito de reinterpretar el tiempo pasado en el marco de las nuevas prácticas y contingencias históricas. Por último, abría que dejar consignados dos aspectos importantes relacionados con la semántica implementada en la letra de las canciones y que de algún modo se ligan significativamente con los supuestos teóricos y las intuiciones socio-políticas del estudio. El primer aspecto se vincula a lo que podíamos denominar la jerga, pues resulta interesante advertir que su lenguaje rapero podría inscribirse dentro de un tipo de lenguaje bélico –como ya lo enunciáramos y lo fundamentáramos en una sección anterior; donde destacan las alusiones que marcan un determinado tipo de antagonismo: la guerra; la batalla; el enemigo; el presente es combatir; la continuidad de la lucha; la lucha Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 145 de los valientes conscientes; largos años batallando con mi piño; combatimos desde el hip-hop; mis palabras son armas; etc. (cuestión que puede ser rastreada e interpretada transversalmente a las categorías construidas). Y que nos estaría indicando que estos jóvenes visualizan su práctica cultural como una practica de denuncia política, pero no de cualquier política, ya que el tono de descontento radical que ellos le imprimen a sus textos no está determinado por el paradigma político de los acuerdos, sino que por el paradigma del conflicto. Cuestión que evoca y los liga a las coyunturas históricas y sociales que predominaron en la escena política chilena hasta antes de 1973 bajo el paradigma político del conflicto. Lejos, entonces, de asumir su practica cultural como una manifestación complaciente con el espectáculo telemático, tecnocratico y profesionalizante de la política actual, su coordenadas políticas se mueven más cerca del disenso que del consenso (“sonidos urbanoresistentes”), y por tanto su concepción de la política se hace significativa al entenderla más como una relación de fuerzas que se oponen, en lugar de corrientes que buscan negociar un cauce común. De ahí que dicha jerga y/o lenguaje esté estrechamente asociado con las concepciones de Marx acerca de la lucha de clases, de Foucault acerca del poder, o bien, de Clausewitz en relación a describir a la política como la guerra continuada con otros medios. El segundo de los rasgos que aquí queremos dejar consignado tiene que ver con hacer presente que la memoria emblemática a la cual hemos hecho alusión no es simplemente emblemática, es decir, no sólo tiene un carácter colectivo e intersubjetivo, sino que además posee rasgos acentuados por un tono de insatisfacción, o bien, por una suerte de descontento cultural y social que produce ciertos rendimientos políticos interesantes en el estamento juvenil “yo nado en contra de la corriente”, pues el campo cultural de los sujetos empíricos se constituye en la nueva máquina social que recrea la política desde la cotidianidad de los colectivos de jóvenes que adhieren a las experiencias descritas por esta investigación. Más aún, es a partir de estos jóvenes que se hace posible repensar una nueva ciudadanía para este tercer milenio y con ella una nueva política y democracia que valla más allá de la racionalidad instrumental que caracteriza a los partidos políticos, al sistema electoral y a la crisis de representatividad que hoy deja a la política oficial vacía de sentidos colectivos. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 10.2.1.- La Herencia Subordinación: de un Sistema 146 Local de [ “Pierden la memoria, olvidan la historia ” ] En este apartado podemos encontrar alusiones que están directamente relacionadas con lo que podríamos llamar las memorias de la dictadura. En un primer momento podemos rastrear un discurso que tiende a diagnosticar un período de autoritarismo político de una manera determinada y en segundo lugar podemos rastrear un discurso que hace referencia a los efectos o los costos de dicho proceso político, especialmente en el nivel de los atropellos a los derechos humanos. En relación al diagnóstico podemos encontrar referencias que tienden a describir dicha fase de la historia del país como un período donde predominaba un régimen de muerte que fomentaba la represión y el sufrimiento y las injusticias en la ciudadanía. “un tiempo gobernado por comandos, vagos armados, preparados para un golpe de estado, y en estado de coma seguimos protestando; lo que en tu cabeza ha dado vuelta por largos años ocultando la realidad, en el” [DISCO 3-5 Líneas: 20-25] “En el tiempo en que la represión predominaba, El revolucionario por sus ideas luchaba El pueblo abría los ojos ante las injusticias Que cometía un régimen de muerte y malicia así que” [DISCO 2-10 Líneas: 44-48] “Sombras del poder, ellos quieren aquí joder, mataron a mucha gente pero tendrán que correr; [Sombras] del poder, ellos quieren aquí joder, mataron a mucha gente pero tendrán que correr.” [DISCO 3-10 Líneas: 18-24] “Uniformaos que creen que su traje…nos trajo mucho dolor a mi nación, creen que su mundo es la perfección, ellos prenden velitas a un hombre que tirita, por ser juzgado, por lo que en el pasado por su culpa ha pasao ahora que abrá pasao te creías poderoso y has quedao mas tiernucho que un oso de peluche, y no” [DISCO 1-2 Líneas: 47-55] Hay que hacer notar que en las letras de las canciones de este colectivo de bandas hip-hop existe una fuerte presencia de lo que fue el período de la dictadura. Ahora, estos jóvenes además del diagnóstico que hacen de este régimen político como un régimen de muerte, no son propiamente lo que podríamos llamar “hijos de la dictadura”, pues la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 147 mayoría de ellos ha ingresado al sistema escolar durante el período de transición a la democracia, es decir, pertenecen más bien la generación de los “nuevos tiempos” que a la generación del plebiscito de 1988. No obstante, constituyen uno de los tantos discursos que emergen en los años 90 pero que a diferencia de otros discursos juveniles de la generación de los 90 –en el ámbito cultural, social y político- constituyen un discurso que convoca y recuerda insistentemente al régimen militar para denunciar los atropellos cometidos en dicho contexto, haciendo trabajar –entonces- el dispositivo del recuerdo político que se resiste a ser clausurado por los discursos que han hegemonizando la transición económica y política en nuestro país. Las alusiones a los costos del régimen militar también son profusas, destacando principalmente las narrativas focalizadas sobre los abusos ejercidos sobre la población civil. De ahí que se evoquen situaciones ligadas a las torturas de los disidentes políticos y a las personas detenidas desaparecidas. “ha pasa'o abuso militar, torturadores, señores, golpeando y masacrando a héroes del pueblo sin honores muriendo en la calle niños, mujeres y abuelos, familiares nuestros son los que murieron, murieron con la bandera en alto sin nada que perder. De abusos” [DISCO 2-10 Líneas: 18-24] Pero también resulta elocuente la poderosa presencia, en el discurso y los textos producidos por estos jóvenes, las referencias directas al problema del olvido en nuestra sociedad y por tanto a una opción juvenil por trabajar el campo de la producción de la memoria en nuestra sociedad. “Reconstruyendo la historia de nuestra Legua Vida, arte y obra de un pueblo sin tregua, Vieja, nueva y de emergencia Legua legua york luchando en su creencia, creencia, creando: es un pueblo que viene recordando que ha pasa'o abuso militar, torturadores”, [DISCO 2-10 Líneas: 12-18] “Recuerdo el pasado como los torturaban mandados por un viejo que ahora irá a la cana reconoce tus errores enfrenta a la justicia porque nuestro pueblo de esto no se olvida por más que pasa el tiempo no hay una respuesta para esas familias que sufren la ausencia de un desaparecido.. ya ya” [DISCO 2-10 Líneas: 63-70] Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 148 En ese sentido, las descripciones ligadas a los campos de concentración y de exterminio político también son profusas, sin embargo lo que más destaca es una tensión en torno a las políticas por reconstruir el pasado. Es decir, mientras el discurso oficial trabaja sobre las políticas del olvido y la desaparición de los acontecimientos ligados a la violación de los derechos humanos durante el régimen militar, las políticas de la memoria se resisten a cerrar el tema del pasado. “Dando contenido a todo lo vivido sin perdón ni cagando hay olvido, yo no me olvido de todo el sufrimiento que mi pueblo a tenido, muchos han caído” [DISCO 1-9 Líneas: 46-49] “Alguna gente dice que hay que olvidar, creen que la llama se va apagar, pierden la memoria, olvidan la historia como si no tuviera na' que ver con lo que pasa ahora; y tiene to'o que ver, to'o que ver con Chile, to'o que ver con como nos hicieron giles; porque en este país hay cosas que no se nombran, barriendo la basura debajo de la alfombra, pero odio la censura, desprecio la mentira, palabras neutrales no caven en mi vida; yo busco la verdad y apelo a la razón, quiero saber cuáles son los nombres de los hombres que mataron y torturaron a este pueblo, desapareciendo, borrando el recuerdo de Pisagua, Isla Dawson, Villa Grimaldi, Estadio Nacional, Estadio Chile; taparon sus huellas con leyes ilegales, pintaron todo negro como botas militares, pero yo me acuerdo, tengo ese leve defecto y se que la causa lleva al efecto, tortura y muerte, crimen y criminal, pasado y presente no se pueden separar, por que nacen en el mismo instante, en el mismo lugar; los mismos personajes reaparecen, los traidores de ayer hoy día florecen, con palabras vacías y bolsillos que crecen; pero la pagina oscura permanece olvidada, callada, borrada de la realidad que un día desapareció, como un hijo que nunca volvió, nunca llegó, ¿dónde se fue?, ¿dónde estará?, quiero verdad, quiero justicia, quiero justicia y verdad... [DISCO 3-11 Líneas: 4-40] Ahora bien, es posible sostener que estos jóvenes además de trabajar el tema del recuerdo en sus textos, denunciando al régimen militar tan abierta y directamente como pocas prácticas estéticas lo han realizado en los últimos 15 años, también hacen una profunda crítica a las políticas del olvido promovidas por el gobierno de la concertación, a las complacencias de la justicia y a la complicidad de la sociedad civil chilena en los episodios enunciados más arriba. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 149 “ y cuanto pagaban por cada torturado, y como los mataban, donde los enterraban; y como se sentía cuando te miraban como Jesús y voz te lavaba'i las manos como Poncio Pilato, protegido por las leyes y el Estado, y donde esta la justicia en esto, y donde esta la verdad aquí, y donde esta la justicia en esto, y donde esta la verdad aquí... [DISCO 3-11 Líneas: 72-81] “Como puedes pararte ahí, frente a mí y decir que la verdad se negocia, y que es la verdad para tí, una palabra que no vale nada, nada; sangre de mi país que tiene herida el alma, y los fantasmas se levantan; tu dices calma por televisión desenterrando huesos sin saber que yo estoy muerto en vida, y el que me mato camina por la calle como tú y yo, muerto en vida, y el que me mato camina por la calle como tú y yo; hablemos de verdad, hablemos sin mentir, el fondo del asunto no se mide en cifras, que es la vida y que es la muerte, que es la herida y que es la suerte, y quien tiene el privilegio de matar a los que resisten por que no piensan igual, y cuanto vale un corazón asesinado con la fuerza y sin la razón” [DISCO3-11 Líneas: 53-72] En síntesis, los textos poseen un marcado énfasis de denuncia hacia lo que fue la historia del régimen militar y particularmente sobre el costo en vidas humanas que se derivó de dicho proceso político. Pero habría que poner especial atención sobre el tipo de políticas o micropolíticas que de su práctica de desprenden, en relación al trabajo con el recuerdo y la memoria, pues lo que hay por detrás de estás prácticas textuales –a nuestro entender- obedece una necesidad de reabrir constantemente el pasado para ensayar nuevos sentidos políticos. Y por lo mismo para construir nuevas verdades y/o memorias en relación a los sucesos de la dictadura, que eviten el cierre político y discursivo definitivo sobre la materia. Tarea que a nuestro entender estos jóvenes realizan eficazmente, a pesar de que los dispositivos comunicacionales, los soportes de difusión y de circulación comercial no estén a su favor. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 10.3.- Las Resistencia Estrategias 10.3.1.- Disidencias Juveniles: de las Culturales y Memorias 150 de Antagonismos [ “Sentirse vivo y ponerse a luchar” ] La presente categoría posee como soporte los discursos que construyen narraciones ligadas a las memorias de resistencia por parte de estos jóvenes y a las estrategias contenidas en cada una de ellas. Por una parte- muestras en sus textos un tipo de descontento y antagonismo hacia lo que podríamos llamar las ofertas del mundo adulto o de la sociedad en general, y por tanto el descrédito de las mismas y la necesidad de buscar nuevas opciones de existir en el mundo que privilegien la lucha por una sociedad mejor, aunque dicho mundo no está suficientemente descrito y caracterizado por su imaginario, aunque sabemos que es un mundo utópico en el sentido de un imposible-real, en tanto ésta última –la utopía- siempre implica un rechazo o una resistencia al orden existente. Ahora, el antagonismo se expresa no en contra de grandes sistemas abstractos e ideológicos como podría ser el imperialismo o el colonialismo, sino que contra circunstancias o grupos concretos, directos y próximos a ellos, es decir, reales y visibles, que afectan en definitiva su vida cotidiana, como por ejemplo las personas que borran los graffitis, la cesantía, las viviendas que se llueven, la pobreza, las injusticias, las fallas del sistema educacional, la corrupción, la derecha, etc. “Estoy en contra de aquellos que borran los grafitis…, un arte más, estampando en las paredes, nuestra realidad, que nos da para pensar, observar y analizar, lo que pasa en mi chile, jamás se borrará…, revolución, hay que luchar y no caer en el intento… para crear con plena libertad”. [DISCO1-8 Líneas: 38-46] Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 151 “La gente me dice que yo soy rebelde, por que digo lo que pienso y hago lo que digo, y sigo obstinado, como ganado, pensando en como hacer para cambiar algo; por ejemplo, que haya suficiente pega, por ejemplo, que hayan casas que no se lluevan, por ejemplo, que hayan bibliotecas en la pobla', ese tipo de” [DISCO3-7 Líneas: 11-18] “arte popular, la toma cultural ya va a comenzar, entonando mi canción, hip hop no para, hip hop no se rinde, demostrando lo que siento y lo que veo en mi país, injusticias no paran ya, la pobreza cada día más, basta ya de abusos de aquellos que tienen el poder y se creen con el derecho de pisotear, a personas que surgen” [DISCO1-8 Líneas: 29-37] “sistema corrupto, inconsciente, los sonidos urbanos resistentes, frente revolucionario de artistas populares que activan su mente, pa poder cambiar a cualquier tipo de gente, gente consiente en la lucha contra la derecha que aplica su emblema en cada frontera de nuestro continente, América del sur una sola bandera, un grito de libertad pa que sientan que vamos a practicar la lucha callejera, hay un insaciable”… [DISCO1-9 Líneas: 29-40] “Protestamos por las fallas de este sistema educacional, queremos que reconozca su participación actual, principal, sus temarios y sus procesos; por qué profe, yo no puedo llegar algún día a estar en el Congreso, pero la educación solo me dicta que solo soy obrero, mientras” [DISCO 3-3 Líneas: 64-71] Las estrategias, por cierto, son estrategias que expresan antagonismos moleculares y microfísicos de resistencia, donde el dispositivo cultural del hip-hop se constituye en la estrategia privilegiada para ejercer la resistencia a través de sus cuatro versiones estéticas básicas y/o la combinación de las mismas: el rap, el graffiti, la danza y el D.J. Por otra parte, también se refleja lo que podríamos llamar una cierta estética de la resistencia, un tipo de disidencia cultural cuya estrategia es difusa, o bien, apela a una especie de rebeldía sin grandes causas ni relatos que la inspiren y la promuevan. Lo que estaría más cerca de una necesidad vital, un vitalismo que se canaliza en la protesta o en la estética del combate y el enfrentamiento, “hay que sentir el corazón palpitar, sentirse vivo y ponerse a luchar “. Pero al mismo tiempo estos rasgos podrían estar genealógicamente emparentados con ciertas experiencias de lucha ligadas a los proyectos de cambio que han piloteado los sectores populares en nuestro país. Y que a la luz de los Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 152 nuevos tiempos, el ethos que inspiró dichos procesos de transformación hoy aparezca disuelto por los avatares de la modernidad y las contingencias históricas que han asaltado nuestra contemporaneidad, quedando en la superficie de lo social sólo la estela de sus efectos, cuestión que no debe interpretarse peyorativamente, pues la disolución de los grandes relatos también les ha permitido a los jóvenes ensayar nuevas búsquedas culturales y políticas que han recreado lo social. “Estoy involucrado en esta revolución, mis palabras son armas cuando llega la acción, no busques un refugio cuando venga mi avión, porque yo pongo balas que ponen distorsión; y si me dicen” [DISCO3-5 Líneas: 51-55] “El presente es combatir y construir el sueño del barco sin dueño; El presente es combatir y construir el sueño del barco sin dueño; El presente es combatir y construir el sueño del barco sin dueño; El presente es combatir y construir el sueño del barco sin dueño”. [DISCO3-9 Líneas: 31-39] “momento nos va a acabar, hay que sentir el corazón palpitar, sentirse vivo y ponerse a luchar, que los palos ni los golpes nos podrán matar” [DISCO1-7 Líneas: 6-9] “Unirse los jóvenes, revolución activa, con cualquier canción, el seguimiento popular con razón mi chile mundo hip hop rebelión callejera sueño…riman melodías” [DISCO1-9 Líneas: 10-14] “la juventud no perderemos; vamos a decir las cosas por su nombre, gritar, patalear, el coro será enorme, vamos a sacudir miles de conciencias pisa fuerte hermano, no te detengas; tu tienes la fuerza, el coraje, el poder, ha llegado el momento de esquemas romper, es nuestra batalla ahora comienza, levántate hermano únete a la gesta; vamos a callar a los que siempre hablan, ahora es nuestro turno usa tu palabra, es tu arma y debes saber defenderte, te lo digo y te lo” [DISCO 3-6 Líneas: 53-65] En suma, podemos observar una suerte de densidad histórica cuyos contenidos aluden a las practicas y las experiencias combativas que han desarrollado tradicionalmente los sectores populares en nuestro país y que historiadores como Gabriel Salazar o Mario Garcés han dado cuenta profusamente en sus trabajos. Ahora bien, hay que hacer notar que dichas prácticas no sólo han sido desarrolladas por los sectores populares para crear alternativas electorales y coyunturales diferentes a las predominantes, sino que por sobre todo para inventar un modelo de Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 153 desarrollo y de sociedad alternativo al librecambismo, un proyecto de sociedad, de economía y de política que sea piloteado desde la sociedad civil y las organizaciones de base. De ahí que se aluda, por la hermenéutica puesta en escena en este apartado, a las memorias de la resistencia, pues los jóvenes que se inscriben dentro de esta investigación se hacen cargo -de un modo u otro- de una cierta herencia, de un legado de rebeldía, independientemente del hecho si esa rebeldía se cobija bajo el alero de un proyecto histórico de sociedad o no, pues lo que destaca es la actitud combativa que se ha entretejido intersubjetivamente y que se hace nombrar así misma como “mundo hip-hop rebelión calejera”, o bien, “el presente es combatir y construir el sueño del barco sin dueño”. 10.3.2.Insubordinaciones Resignificación Cultural: Urbanas y [ “Somos los mismos, pero diferentes a los de antes” ] Bajo este acápite se pueden apreciar dos tonos discursivos referidos a las estrategias de las memorias de resistencia. Ahora, si bien es posible agrupar bajo el apartado de las memorias de resistencia a estrategias ligadas a cierto tipo de disidencias culturales y antagonismos juveniles, como vimos anteriormente, también fue posible rastrear y hacer visible cierto tipo de estrategias que tienden más explícitamente a resignificar desde el campo cultural los contenidos políticos del discurso de la Unidad Popular y los diferentes frentes políticos que luego se opondrían a la dictadura militar. Discursos que en su mayoría evocan y convocan a las utopías del cambio social, factor que se dibuja como de alta identificación y significación en los colectivos de jóvenes estudiados. De este modo, se hace transparente –primero- un cierto tipo de discurso urbano y más precisamente de un actor que se concibe a sí mismo como un tipo particular de subjetividad urbana, pues vive en un ciudad, pero no se deja subordinar por las fuerzas destructivas que en ella se inscriben, coexiste con ella, pero apostando también una ciudad otra. “esta es mi vida, es la realidad, Esto que yo cuento, Es lo que represento, Solo hermandad queremo' en la ciudad.” [DISCO 2-7 Líneas: 25-27] Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 154 “Santiago es la capital, Y el Hip-Hop comienza a avanzar. Paso firme; primeros, certeros. Y mi estilo dedicado a mis amigos verdaderos, A mis amigos verdaderos, a mis amigos verdaderos” [DISCO 2-7 Líneas: 32-37] “sistema corrupto, inconsciente, los sonidos urbanos resistentes, frente revolucionario de artistas populares que activan su mente, pa poder cambiar a cualquier tipo de gente, gente consiente en la lucha contra la derecha que aplica su emblema en cada frontera de nuestro continente, América del sur una sola bandera, un grito de libertad pa que sientan que vamos a practicar la lucha callejera, hay un insaciable”… [DISCO1-9 Líneas: 29-40] “cultura, ellos son nuestro enemigo, y nosotros lo reconocemos, y por eso hoy combatimos desde el hip hop, haciendo arte, en las calles con poesías y barricadas, creando organización, haciendo conciencia, enseñando el amor, y no nos cansaremos, no nos rendiremos, “ [DISCO 3-15 Líneas: 81-97] Y es en dicho contexto es donde precisamente se inscribe también su trabajo con la memoria y con la conciencia , conciencia social y estética de que el hip-hop es un arte, es una cultura, pero no cultura de elite, es cultura popular, es decir, urbana, callejera y realizada por el pueblo y para el pueblo, aunque las distinciones y las etiquetas con respecto a la cultura aparecen en su discurso como irrelevantes, pues todo a fin de cuentas parece mezclarse, cuestión que también resulta ser un fenómeno de vocación típicamente posmodernista. “paso día a día pensando y recordando. Las cosas de este mundo que hoy están pasando Paso día a día pensando” [DISCO 2-4 Líneas: 1-3]. “Somos la zaga que continúa la revolución Contar lo que paso esa es mi misión, ya, ya, ya” [DISCO 2-10 Líneas: 59-61] “A mi me toca ahora, Porque tengo un peso en la cabeza, Tengo un peso en la conciencia. El hip-Hop es parte de la realeza, Realeza lírica, gráfica, mágica. Porque esto es música, Música real. Verdaderamente estás conciente Que el Hip-Hop es lírico, Hoy y siempre, Porque va caminando, día a día. Porque es parte de la dinastía, Legua York, Hip-Hop” [DISCO 2-8 Líneas: 101-110] Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 155 “cultura, ellos son nuestro enemigo, y nosotros lo reconocemos, y por eso hoy combatimos desde el hip hop, haciendo arte, en las calles con poesías y barricadas, creando organización, haciendo conciencia, enseñando el amor, y no nos cansaremos, no nos rendiremos, queremos un mundo mejor para todos, donde nadie tenga que morir intentando sobrevivir, y no descansaremos hasta sacar ese cuchillo del hielo, para dirigirlo contra los verdaderos culpables, contra los poderosos, que se esconden tras murallas y disfraces pero que ya no nos engañan, no nos engañan, no nos engañan... “ [DISCO 3-15 Líneas: 81-97] En segundo lugar, se puede apreciar un discurso tendiente a recuperar los emblemas de la revolución y el cambio social, como ya lo señaláramos anteriormente, pues están fuertemente presente las figuras de lo que fue el canto nuevo en nuestro país, particularmente la figura de Víctor Jara, pero esta vez resignificadas –tecnológicamente y estilísticamente- al interior del formato del rap y del hip-hop, pues se pone de relieve el hecho de que los colectivos no son una mera reproducción mecánica y nostálgica del tiempo pasado, “somos los mismos, pero diferentes a los de antes”, ya que trabajan la reinterpretación y la apropiación de los acontecimientos pasados en un registro discontinuo que dificulta la construcción de totalidades demasiado seguras de sí mismas, es decir, de representaciones colectivas que tiendan a estabilizar los lugares desde donde se teje, se piensa y se siente la memoria, pues las estrategias de esta memoria de resistencia tienen como materia prima fundamental para su autoreproducción las experiencias de la vida cotidiana, campo que en sí mismo tiende a ser desestabilizante, equívoco y fragmentario. “Yo sigo en obra creando letras haciendo ritmos Derrumbando como sismos, somos los mismos Pero nunca los de antes, ahora controlando”, [DISCO 2-11 Líneas: 32-35] “Hijos de la Rebeldía, los siguen veinte más veinte, porque regala su vida ellos le quieren dar muerte... Hijos de la Rebeldía, los siguen veinte más veinte, porque regala su vida ellos le quieren dar muerte” ... [DISCO 3-7 Líneas: 99-104] “portes las armas…el pueblo unido jamás será vencido, lo digo muy fuerte en honor de los que ya han partido” [DISCO1-4 Líneas: 3537] Del mismo modo, la práctica del hip-hop producida al interior de estos colectivos de jóvenes, avanza hacia la recuperación y la resignificación Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 156 cultural de las luchas de los pueblos originarios y los discursos antixenófobos. “Mapuches y araucanos, peleando los hermanos Por querer tener un pedazo de tierra santa, Como un chile de verdad.” [DISCO 2-4 Líneas: 53-55] “El clan es capaz, vivir para soñar, En un mundo sin disfraz, Racismo sin ni un rumbo, Mi lírica y mi capacidad verbal, Mi capacidad verbal”. [DISCO 2-8 Líneas: 3-6] En síntesis, como ya lo planteáramos, las memorias de la resistencia presentes en estos jóvenes poseen núcleos discursivos ligados con estrategias de orden molecular, es decir, con disidencias de orden estético y con antagonismos específicos. Pero también dichos núcleos discursivos se asocian con estrategias propias de una cultura urbana y que tienden a resignificar las búsquedas del sentido y de las luchas sociales en contextos culturales en pleno y vertiginosos procesos de mutación. Sin que por ello se renuncie a la posibilidad de un cambio con contenidos más utópicos. “Hoy la pobreza sobrepaso lo material y esta invadiendo lo espiritual, y la mentalidad; pero el engaño se domina más que por la fuerza, pues un pueblo ignorante es más fácil como presa; nuestros sueños individuales, deben ser sueños colectivos”, [...] [DISCO 3-7 Líneas: 132-138] “acción este amor que profeso; después mi voluntad se hizo hierro, yo voy a dar vuelta esta mesa aunque me cueste la cabeza, nada nos detiene, nada, y en mi pecho se grabo esta gesta de los que luchan hasta el fin, y comprendí que hay que estudiar y organizar, pa' lograr algún día algún cambio de verdad; mis ojos se llenaron” [DISCO 3-7 Líneas: 83-91] 10.4.- Las relaciones entre la descontento y la memoria oficial memoria del A partir del análisis de los textos de las canciones del colectivo hiphoplogía trabajada en la sección anterior, realizaremos una escueta operación hermenéutica con el objeto de construir una aproximación al tipo de relaciones que se establecen entre la memoria del descontento y la memoria oficial. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 157 Lo primero que había que señalar tiene que ver con las nociones que trabajaremos en este apartado del análisis en torno a la memoria. Para ello habría que remitirse fundamentalmente a nuestro marco teórico referencial y más precisamente a la sección titulada: “La memoria como discontinuidad en la escena juvenil contemporánea”. Ahora, sin perjuicio de lo anterior, resulta pertinente esgrimir algunas nociones básicas para ajustar los motores. En ese sentido, entendemos por memoria a un dispositivo –propio de la subjetividad- capaz de repetir encadenadamente una existencia, o sea, la memoria nos da la posibilidad de re-conocer lo vivido y de asignarle un significado colectivo a lo vivido. De tal manera, hay que señalar que dicho proceso no se restringe a la esfera individual y/o a un proceso de orden psicológico, pues en la medida que las denominadas memorias sueltas y/o individuales van conectándose intersubjetivamente se hace posible ir produciendo memorias colectivas (S. Stern). Es decir, trenzas de recuerdos y experiencias que posibilitan miradas comunes hacia el pasado, pero que también posibilitan la reinterpretación de los acontecimientos pasados desde las experiencias que caracterizan el mundo fragmentario y discontinuo del aquí y el ahora, es decir, de la cotidianidad (W. Benjamin). Ahora bien, resulta imprescindible dejar consignado que lo que en esta sección llamamos memorias del hip-hop está referido básicamente a las narrativas que el colectivo de hip-hoplogía a entretejido intersubjetivamente a través de sus producciones musicales y que en concreto se expresarían en los textos de sus canciones. Cuestión que es trabajada en el marco teórico referencial bajo la denominación de memoria insatisfecha o del descontento. Lo cual no implica asumir que se trate de memorias que representen a la generación de jóvenes de los 90 en su totalidad, sino que más bien se pueden interpretar como un fragmento de aquella, pues la diversidad de juventudes y experiencia haría compleja e improcedente la operación de uniformidad experiencial a cerca de la memoria como una monumentalidad generacional, pues la memoria vivenciada por las juventudes actuales posee un rasgo notorio en relación a su discontinuidad respecto de los hitos del pasado, en ese sentido posee un carácter más iconoclasta que la memoria capaz de ser producida por el estamento adulto. Dicho esto, podemos sostener que la memoria oficial se liga con todas las representaciones sociales, imaginarios colectivos y construcciones ideológicas (en el sentido de cosmovisiones y sistema de creencias) que Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 158 son producidas y reproducidas por los dispositivos institucionales propios de una sociedad moderna. Pudiendo ser estos los propios aparatos del estado (sistema escolar, etc.), o bien, los medios de comunicación de masas (prensa, radio, T.V., etc.), la ciencia, etc. Pues, sucede que es precisamente a través de estos medios que se va configurando una memoria hegemónica y una política general o molecular de producción de la verdad (M. Foucault) que opera obliterando las producciones de la memoria social y las experiencias de los sujetos empíricos en relación a la producción colectiva de sí mismos. Entonces, lo primero que habría que entrar a plantear y caracterizar es un tipo de relación compleja, problemática y contradictoria entre la memoria oficial y lo que aquí hemos llamado la memoria del descontento. Esto se expresaría fuertemente en relación con los incidentes que sobrevinieron enseguida del golpe militar de 1973 en nuestro país en materia de derechos humanos y también con el tratamiento que los gobiernos de la concertación le han dado a la misma materia. Ahora, para los jóvenes del estudio y específicamente para el colectivo de hip-hoplogía –como ya lo hemos podido apreciar a través de las operaciones de análisis de sus canciones- el problema de la memoria aparece como un campo fuertemente vinculado a lo político y que se constituye, por tanto, en un campo donde -gramscianamente hablandose lucha por la hegemonía cultural, en el sentido de producir significados y discursos capaces de disputar –por una parte- con el verosimil dominante las concepciones acerca de los derechos humanos, de la democracia, la política, la ciudadanía, etc. Y por otra parte, se deconstruyan y desmonten los imaginarios que han pretendido clausurar las temáticas que tensionan a la sociedad chilena. No está demás, entonces, re-convocar algunos de sus textos con el objeto de graficar no sólo la proliferación y circulación de sus discursos contra-hegemónicos a nivel de lo que podríamos llamar la juventud popular urbana, sino que además para poder apreciar la radicalidad de su denuncia acerca de los conflictos relativos a la memoria: “Alguna gente dice que hay que olvidar, creen que la llama se va apagar, pierden la memoria, olvidan la historia como si no tuviera na' que ver con lo que pasa ahora; y tiene to'o que ver, to'o que ver con Chile, to'o que ver con como nos hicieron giles; porque en este país hay cosas que no se nombran, barriendo la basura debajo de la alfombra, pero odio la censura, desprecio la mentira, palabras Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 159 neutrales no caven en mi vida; yo busco la verdad y apelo a la razón, quiero saber cuáles son los nombres de los hombres que mataron y torturaron a este pueblo, desapareciendo, borrando el recuerdo de Pisagua, Isla Dawson, Villa Grimaldi, Estadio Nacional, Estadio Chile; taparon sus huellas con leyes ilegales, pintaron todo negro como botas militares, pero yo me acuerdo, tengo ese leve defecto y se que la causa lleva al efecto, tortura y muerte, crimen y criminal, pasado y presente no se pueden separar, por que nacen en el mismo instante, en el mismo lugar; los mismos personajes reaparecen, los traidores de ayer hoy día florecen, con palabras vacías y bolsillos que crecen; pero la pagina oscura permanece olvidada, callada, borrada de la realidad que un día desapareció, como un hijo que nunca volvió, nunca llegó, ¿dónde se fue?, ¿dónde estará?, quiero verdad, quiero justicia, quiero justicia y verdad” Resultan particularmente relevantes los casos emblemáticos de LeguaYork, de Guerrillerokulto y Konjuro, pues en ellos es posible apreciar en su discurso y en los contenidos de las letras de sus canciones la cristalización de lo que hemos llamado la memoria del descontento, pues existe en ella un claro antagonismo y una lógica que se resiste a la complacencia con la realidad social actual, sobre todo en lo relativo a la materia que constituye la temática central de este estudio: “ y cuanto pagaban por cada torturado, y como los mataban, donde los enterraban; y como se sentía cuando te miraban como Jesús y voz te lavaba'i las manos como Poncio Pilato, protegido por las leyes y el Estado, y donde esta la justicia en esto, y donde esta la verdad aquí, y donde esta la justicia en esto, y donde esta la verdad aquí... [DISCO 3-11 Líneas: 72-81] En oposición a lo anterior, tenemos que señalar con el fin de caracterizar a grandes rasgos el discurso de la memoria oficial, que sus estrategias y fuerza se movilizan más hacia lo que podríamos llamar la obturación de las heridas del pasado que hacia la reapertura de las mismas. Esto último básicamente por el supuesto que la era de la posdictadura, o bien, de los nuevos tiempos se ha caracterizado por operar bajo el paradigma político del consenso, donde la táctica fundamental es entender la política como transacción y no como antagonismo de fuerzas. Borrando con ello los nombres, los cuerpos y las experiencias a través de su gramática profesionalizante, tecnocrática y jurídica. Entrando a describir parcialmente el tipo de relaciones entre ambas memorias, partamos fundamentando que el carácter conflictivo o problemático que antes señaláramos está a la vista, pues a pesar de no Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 160 contar en esta investigación con un corpus a cerca de lo que argumenta la transición política respecto, por ejemplo, al tema de los detenidos desaparecido, que nos permitiría realizar una operación de contraste discursivo, a nuestro juicio resulta bastante obvio dar cuenta del tratamiento político de dicha materia. Partiendo, por ejemplo, por recordar al Presidente P. Aylwin en relación a la justicia en la medida de lo posible, cuestión que marcará la dirección de todo el discurso político sobre derechos humanos de los gobiernos de la concertación y evidentemente del clima generado por los medios de comunicación en relación a mantenerse dentro de los guiones de la paz concertacionista. “Como puedes pararte ahí, frente a mí y decir que la verdad se negocia, y que es la verdad para tí, una palabra que no vale nada, nada; sangre de mi país que tiene herida el alma, y los fantasmas se levantan; tu dices calma por televisión desenterrando huesos sin saber que yo estoy muerto en vida, y el que me mato camina por la calle como tú y yo, muerto en vida, y el que me mato camina por la calle como tú y yo; hablemos de verdad, hablemos sin mentir, el fondo del asunto no se mide en cifras, que es la vida y que es la muerte, que es la herida y que es la suerte, y quien tiene el privilegio de matar a los que resisten por que no piensan igual, y cuanto vale un corazón asesinado con la fuerza y sin la razón” Por ello, la memoria hegemónica y su libreto oficial a escenificado el acontecimiento de la experiencia trágica a través de un formato indoloro y aséptico, repleto de tribunales, comisiones y monumentos, cuya mecánica consigue dejar afuera toda la materia prima del recuerdo que habla y se resiste –en su descontento- a guardar silencio. De ahí que el carácter de la relación sea un carácter problemático, movilizado por una tensión irresuelta, cuya expresión sociológica está dada por la dicotomía entre estructura y sujeto, o bien, entre lo que podría ser la historia oficial escrita por el canon disciplinario de la academia y la institución de la ciencia autorizada, en oposición a la historia social, construida por el testimonio de biografías colectivas que instituyen nuevas formas sociabilidad en medio del océano de la racionalidad contemporánea. Por último, resulta determinante consignar la importancia de trabajar la temática de la memoria a través de otras narrativas y otros léxicos capaces de dar cuenta de los acontecimientos ligados al trabajo con el recuerdo y la catástrofe, o bien, con el conflicto cultural y social, es decir, otros lenguajes como el de la estética juvenil, el graffiti, la música, etc. productores de significados y sentidos capaces de recobrar los objetos perdidos en la escena de la posdictadura, como la memoria, Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 161 la identidad, la politicidad, etc. Pues, si asumimos que la memoria es una dimensión productora y dinámica de la experiencia, es decir, una actividad y una practica de los sujetos empíricos, más que una función mental o un archivador del pasado, entonces el trabajo con el recuerdo y la actualización del pasado se constituyen en un doble desafío: tanto para las ciencias sociales actuales en su necesidad por resignificar su tradición frente a lo que algunos autores como M. Hopenhayn han llamado la crisis de organicidad y de incertidumbre, como para los sujetos juveniles contemporáneos (que en esta investigación han hablado) en su afán por buscar y recuperar el sentido de lo colectivo y de sí mismos a través de sus particulares formas de entender la participación social y la existencia contemporánea. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 162 A modo de apertura Queremos enfatizar que más que realizar un cierre del camino andado en este texto, lo que nos deja la exposición precedente, es mucho más camino que recorrer. Así como Machado señalaba que el caminante se va haciendo camino al andar, el andar por entre medio de estas tribus urbanas, camino que hemos intentado mostrar muy “precariamente” en este texto, nos invita a seguir caminando. ¿A dónde?. En estos momentos no importa tanto, ya que el ejercicio que estamos tratando de realizar involucra mas una actitud contemplativa que invita a la comprensión de lo que hemos visto, que intentos apresurados de explicación y de construcción de grandes relatos, que intenten dar cuenta de lo que pasa con estas culturas juveniles actuales, que adoptan estéticas y comportamientos éticos distintos y en mucho casos radicalmente opuestos a los establecidas por la sociedad, según la observación del mundo adulto. Sin embargo, es conveniente poner de relieve algunas cuestiones que nos pueden ayudar a comprender los hallazgos realizados, y que tiene algo de resolución de un ciclo de búsquedas, pero no el sentido de clausura definitiva, sino de un cierre provisional. La primera, es señalar, que no es posible entender ciertas manifestaciones culturales juveniles, sin tratar de entender este movimiento de desterritorialización, de desenclaje, en el cual se ven sumidos los jóvenes actuales, productos de procesos que emergen de los efectos de la globalización, de la mutación cultural, etc. en los cuales nos hallamos inmersos como sociedad y que se describían en la introducción de este texto. De esta forma y como señala Renato Ortiz, sólo es posible entender la conducta de ciertos sectores juveniles, “sólo si la situamos en el horizonte de la mundialización”, ya que el uso de vestuario (zapatillas, blue jeans, ídolos, etc.), la práctica del graffiti, el hip-hop son experiencias desterritorializadas, que son parte de una memoria popular juvenil internacional, señala el autor. Por lo tanto, “la unidad moral de esos jóvenes, se teje en el círculo de las estructuras mundiales. Para construir sus identidades, eligen símbolos y signos decantados por el proceso de globalización. De esta forma se identifican entre sí, diferenciándose del universo adulto”. Si bien esto es así, es necesario señalar que esta memoria que se transmite como una cinta de banda ancha electrónica por las culturas Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 163 locales, tiene que necesariamente ser recodificada en estos espacios, y esa recodificación, de alguna manera implica resignificación de los artefactos culturales que “imitan”, dando de esta forma sentidos que en muchos casos son inesperados. De esta forma, las resignificaciones que se manifiestan en expresiones urbano/culturales como el graffiti, el hip/hop, y el rock -inscritas en el período de la postdictadura chilena- van constituyéndose en narrativas juveniles, o mejor dicho en nuevas narrativas que tienen ciertas características entre las cuales encontramos el ser emancipatorias toda vez que transmiten –generacionalmente- tramas experienciales capaces de configurar memorias contra-hegemónicas que no sólo resisten a los discursos de socialización e integración formal, sino que además operan una socialidad micro-política de nuevo tipo que viene a superar los patrones tradicionales de la participación ciudadana. Los datos recogidos apuntan en esta dirección. Los jóvenes se van agrupando en microsociedades que se han llamado tribus, en las cuales los afectos parecen ser el eje central que los une, constituyendo nuevas familias, distintas de las de origen, en las cuales las relaciones que se dan, son mucho más horizontales y democráticas. Al parecer y como ya habíamos señalado, los afectos tribales, permiten recomponer de alguna manera las tramas de comunicación perdidas en sociedades en cambio, pero especialmente en espacios donde la precariedad material, se traduce también en una precariedad afectiva de relaciones con los otros, donde el individualismo atomizante intenta copar todos los aspectos de la vida. ¿Dónde aferrarse, cuando la familia no puede cumplir con los fines tradicionales para los cuales ha sido creada, y cuando otros espacios de socialización como la escuela expulsa o no consigue “integrar” a los jóvenes? Sólo queda el espacio de la tribu, el grupo del carrete, el grupo de pares como se denominaba antiguamente, el cual se convierte en esa familia perdida, en la cual siempre se encuentra refugio, compañía apoyo, aun en la situaciones más adversas; donde se puede contar con el otro, ya que el otro se la va a jugar y no va permitir quedarse solo. Aparece así una nueva familia, territorializada (el barrio, “la pobla”, el pasaje, etc.), con una nueva casa en muchos casos: la calle. Así, las manifestaciones culturales estudiadas: el hip-hop, el graffiti etc., son para nosotros, y siguiendo a Maffesoli en su texto sobre “el tiempo de las tribus”, nuevas formas de agrupación social que comienzan a manifestarse en la sociedad actual (posmoderna), que se Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 164 rigen principalmente por las emociones y afectos más que por componentes racionales, para lo cual se podría usar esa categoría de Weber de “comunidad emocional”, las cuales en palabras de Maffesoli, se caracterizaban por el“aspecto efímero, la “composición cambiante”, la inscripción local, “la ausencia de organización” y la estructura cotidiana”. Es una comunidad que puede caracterizarse también como abierta, inestable, y que puede tornarse anómica a los ojos de la moralidad establecida. En segundo lugar, estas nuevas formas de organización permiten que las formas de estructurarse, sean totalmente novedosas respecto de las formas en que se estructuran las organizaciones tradicionales. No hay dirigentes, ni liderazgos perpetuos, sino que una especie de asambleismo permanente que rige estas colectividades, sin negar por supuesto los liderazgos espontáneos que emergen, los cuales deben estar al servicio del colectivo. De esta forma se entiende que no tengan “idolos” a quienes seguir, y si aparecen están más conectados a sus expresiones culturales particulares, como los “buenos graffitero o raperos”. Entonces no es de extrañar, que entre estos, por ejemplo no se encuentre ningún político, ya que la política, es vista como algo negativo, contaminado, que no sirve en las condiciones actuales en las cuales se ejerce. Si profundizamos más en este eje, los jóvenes perciben que la sociedad en que les ha tocado vivir, se ha ido deteriorando en los distintos planos que constituyen lo social (está cada vez más deteriorada económicamente, culturalmente, moralmente, etc.). Por ejemplo, a los jóvenes les impacta el cinismo y la pérdida del sentido moral que se observa en las generaciones adultas, la cual se manifiesta en ámbitos como el económico, el político, etc. Les impacta el discurso de una doble moral, que es exigente para los jóvenes (sobre la familia, la sexualidad) por ejemplo y laxa o relejada para el mundo adulto. Por otra parte, se dan cuenta que la sociedad que se ha estado construyendo, los excluye o margina laboralmente, socialmente, políticamente, etc. De esta forma, la exclusión en cualquiera de sus dimensiones hace que los jóvenes se sientan ajenos, extraños a esta sociedad. Así, “la suma de muchos ajenos acaba por conformar sociedades, culturas y economías regidas por pautas y lógicas diferentes a las de la sociedad de los “integrados o “incluidos” (Pieck 2001:8). De esta forma, si tomamos el ejemplo de la baja participación política en los jóvenes, o lo ajeno que es ésta para ellos, y tratamos de buscar respuestas a esta situación, se puede señalar siguiendo a Ulrich Beck (1997:11), que “a la juventud la Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 165 conmueve aquello que la política, en gran parte, excluye: ¿Cómo frenar la destrucción global del medio ambiente? Cómo puede ser conjurada, superada la desocupación, la muerte de toda esperanza, que amenaza precisamente a los hijos del bienestar? ¿Cómo vivir y amar con el peligro del SIDA Cuestiones todas que caen por los retículos de las grandes organizaciones políticas. Esto lleva a los hijos de la libertad a practicar una denegación de la política altamente política”. Esto nos permite señalar, que los jóvenes actuales no están desencantados de “LA POLITICA” sino que el desencanto es con ciertas manifestaciones de esta que se estructura en una forma de hacer política que es evaluada negativamente por los jóvenes, en cuanto, a que las practicas de quienes las ejercen, no tiene nada que ver con los discursos que estos mismos construyen. Asistimos entonces a un desencanto de esta dimensión, que implica para estos jóvenes pensarse en nuevas formas en las cuales esta se puede manifestar. De esta forma, al parecer, las manifestaciones como el hip-hop y el graffiti, se van constituyendo en estas nuevas forma de hacer política, si entendemos la política como la preocupación por el bien común, por lo que nos liga con lo colectivo y las contingencias de la polís, cuestión que aparece con fuerza especialmente en la parte de diagnóstico, donde los jóvenes muestran las visiones que tienen sobre Chile. Sin embargo, es necesario señalar, que la toma de conciencia sobre las prácticas y que asumimos como políticas no son recurrentes en todos los jóvenes, o sea, no es fácil que ellos lo puedan entender, aunque el graffiti se manifiesta como una actividad eminentemente “adrenalínica”, esa misma manifestación esta irrumpiendo de forma violenta en las ciudad e instalándose como una práctica cada vez más masificada en diversos tipos de colectivos juveniles de carácter tribal, trascendiendo el ámbito privativo del hip-hop y pasando a desarrollarse por grupos como barras bravas, punkies, metaleros y otros. En suma, también podríamos interpretarla como una toma de la ciudad sitiada por la funcionalización de los flujos tecnológicos y los disciplinamientos de los cuerpos, es decir, una toma de la ciudad de parte de los nuevos ciudadanos, pues son ellos los que están ocupando y buscando nuevos espacios para recomponer la interacción y la comunicación en la urbe gobalizada. Pero hablar de política no es un tema que deba tratarse con palabras mayúsculas y con tono heroico, pues la política que irrumpe desde las experiencias de estos jóvenes habla de la cotidianidad, pero no como el Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 166 espacio opuesto a lo extraordinario y grandilocuente, sino como la zona donde los sujetos de carne y hueso construyen y recrean su propia historicidad, pues el espacio de la cotidianidad está definido aquí como el lugar de lo concreto radical, en el sentido de que los sujetos en tanto inteligencias colectivas se ven obligados, pues tienen la potencia para ello, a inventar y reinventar -en el día a día- la totalidad estructural de su propia existencia en circunstancias de sobrevivencia y precariedad emocional y material. De ahí que el campo de la memoria social se constituya en un genuino espacio para que los sujetos recreen una nueva politicidad que se resista a ser encapsulada por la ingeniería de la política actual y el discurso hegemónico de la juventología oficial. En tercer lugar, las prácticas estetico/culturales de los jóvenes llámese en este caso música hip-hop y graffiti, denotan por un aparte una fuerte crítica a la vida cotidiana vivida por estos jóvenes, vida que se manifiesta en un espacio visualizado como popular, y por otro, la apropiación del espacio urbano en el arte de pintar, que implica una intervención de la ciudad, el barrio, “la pobla” que no es del gusto del mundo adulto, principalmente porque no entienden que es lo que buscan los jóvenes con estas manifestaciones. De esta forma, la música, las letras de las canciones, aparecen como denuncia de las realidades vividas, como mensajes que intentan que las personas tomen conciencia de lo que están viviendo, y también como manifestaciones de lo se vive en el momento (estoy en la esquina, canto a la esquina; estoy carreteando, canto al carrete), ya que el rapear se puede hacer por cualquier motivo, señalan los jóvenes. Sin embargo y como se ha visto en el capítulo sobre el graffiti, esta manifestación cultural nacida en los barrios negros del este de Harlem en New York, conlleva una fuerte critica social, la cual se asume en el contexto local de país. Al parecer, independientemente si se ve a los jóvenes con mayores o menores grados de conciencia, al asumir ser “rapero” o “hiphopero”, se tiene que asumir de alguna forma, el contenido de critica social que tiene está actividad. Con el graffiti, se transita principalmente por el campo de la adrenalina, ya que la práctica es la vivencia del deseo de pintar, deseo que provoca ganas de realizar cosas que escapan en muchos casos a lo racional; el graffiti se vive intensamente, es una actividad que en la mayoría de los casos es más espontánea que planificada Finalmente, de una u otra manera, hemos logrado construir un marco interpretativo –por cierto provisional- sobre las producciones culturales Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 167 juveniles ligadas a la memoria, describiendo en dicho ejercicio un fragmento de lo que hemos llamado la memoria generacional de los jóvenes de los 90, expresada en este caso, a través de las letras musicales de bandas juveniles de hip-hop y también a través del trabajo que los jóvenes realizan con la práctica del graffiti. Explorando, al mismo tiempo, los diferentes tipos de socialidad y de rituales que los jóvenes desarrollan y el sentido que ellos le asignan a su experiencia vital. Llevando a extrapolar las operaciones interpretativas hasta el intento por desmontar el punto donde se configuran las relaciones entre la memoria oficial y la memoria del descontento juvenil. En ese sentido, pensamos que la memoria generacional contenida en el discurso juvenil cristalizado a través de dispositivos estético/culturales como el rock, el hip-hop y el graffiti en el período que comprende la llamada fase de transición a la democracia en Chile se expresaría en aquello que hemos denominado como la memoria del descontento juvenil, cristalizada básicamente a partir de lo que hemos llamado: El Diagnóstico Generacional de una a Memoria Epocal y Las Estrategias de las Memorias de la Resistencia. Pues, sin estar del todo desencantados, de ahí que no sea una memoria del desencanto como podían asegurar algunos, es decir, cuyo núcleo básico sería de carácter nihilista, estos jóvenes aspirar a crear otros estados de las cosas, otra ontología, en otras palabras, una nueva manera de ser y de existir en el mundo, aunque la lógica del mundo moderno no funcione bajo las mismas fuerza y potencias que ellos reinventan a través de su cotidianidad inflamada por lo colectivo concreto de su práctica cultural. Por último, volvemos a repetir algo ya señalado en lo referido a la memoria: resulta determinante consignar la importancia de trabajar la temática de la memoria a través de otras narrativas y otros léxicos capaces de dar cuenta de los acontecimientos ligados al trabajo con el recuerdo y la catástrofe, o bien, con el conflicto cultural y social, es decir, otros lenguajes como el de la estética juvenil, el graffiti, la música, etc. productores de significados y sentidos capaces de recobrar los objetos perdidos en la escena de la posdictadura, como la memoria, la identidad, la politicidad, etc. Pues, si asumimos que la memoria es una dimensión productora y dinámica de la experiencia, es decir, una actividad y una practica de los sujetos empíricos, más que una función mental o un archivador del pasado, entonces el trabajo con el recuerdo y la actualización del pasado se constituyen en un doble desafío: tanto para las ciencias sociales actuales en su necesidad por resignificar su tradición frente a lo que algunos autores como M. Hopenhayn han Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 168 llamado la crisis de organicidad y de incertidumbre, como para los sujetos juveniles contemporáneos (que en esta investigación han hablado) en su afán por buscar y recuperar el sentido de lo colectivo y de sí mismos a través de sus particulares formas de entender la participación social y la existencia contemporánea. Centro de Estudio Socio Culturales CESC www.cesc.cl e-mail [email protected] Raúl Zarzuri C & Rodrigo Ganter S. Memoria, Cultura y Nuevas Narrativas Juveniles 169 Bibliografía • • • • • • • • • • • • • • • • • • Alexander, J. Las teorías sociológicas desde la segunda guerra mundial. Análisis multidimensional. Gedisa Editorial Madrid, España 1997. Augé, Marc. El sentido de los otros. Paidós, Barcelona, España, 1996 Barker, F. Cuerpo y Temblor, Per. Abbat, Buenos Aires 1984; Beecher, J. 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