CEUTA, UdelaR, IM - 2013 - Eva

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Diagnóstico socioambiental
orientado al estudio de las
parasitosis intestinales y
zoonosis
Una experiencia de investigación
participativa en un contexto de
alta vulnerabilidad social en
Ciudad Barros Blancos.
Canelones, Uruguay.
Este libro presenta los resultados de una experiencia de investigación participativa
desarrollada en Ciudad Barros Blancos (Canelones) por CEUTA, la UdelaR y la IM en
2011-2012.
Tomando como territorio de estudio al ámbito geográfico de los hogares de los niños de
la Escuela Nº 187 “Capitán Juan Antonio Artigas” de Villa Universitaria, se realizó un
diagnóstico socioambiental participativo orientado al estudio de las enteroparasitosis y
zoonosis y sus rutas de transmisión medioambientales.
Los análisis coproparasitológicos mostraron que el 67% de los niños tienen parásitos
intestinales, 10% tienen geohelmintos que representan mayor riesgo para la salud y el
34% están poliparasitados. La alta prevalencia de esas infecciones de transmisión fecal
oral se explica en parte por las deficientes condiciones de saneamiento. Las principales
fuentes de contaminación fecal son los efluentes de pozos negros que circulan en las
cunetas y la disposición directa de la materia fecal humana alrededor de viviendas sin
baño. La investigación mostró cómo la contaminación se extiende a zonas inundables, a
las cañadas y cuerpos de agua donde se bañan los niños, a canchas de juegos y caminos,
todos frecuentados por la población local.
Luego de finalizar la investigación se socializaron los resultados con la población local
con fines educativos y preventivos. Al tomar conciencia de esta situación vecinos
enfatizaron la gravedad del problema, la urgencia de emprender acciones y de no
banalizar los resultados.
En vista de que la extensión de la red de saneamiento a Barros Blancos no se prevé a
corto o mediano plazo, es necesario tomar acciones inmediatas, en particular enmendar
la carencia de saneamiento mejorado de la franja más pobre de la población,
especialmente de las familias sin baño, mejorar el servicio de barométrica destinado a
las familias de bajos recursos, así como la eficiencia de los pozos negros y de la red de
drenaje de las aguas pluviales.
Esta experiencia también resalta la importancia de la educación sanitaria y ambiental: la
conciencia y comprensión de la relación entre salud, saneamiento y un medio ambiente
limpio, promociona comportamientos responsables que contribuyen a reducir la
prevalencia parasitaria así como proteger el medio ambiente.
La problemática de las parasitosis intestinales, en particular de las geohelmintiasis, no
es exclusiva de Barros Blancos, sino que constituye un problema de salud pública en
Uruguay que esperamos este libro ayudará a conocer y prevenir.
82
DIAGNÓSTICO SOCIOAMBIENTAL ORIENTADO AL
ESTUDIO DE LAS PARASITOSIS INTESTINALES Y
ZOONOSIS
Una experiencia de investigación participativa en un contexto de
alta vulnerabilidad social en Ciudad Barros Blancos.
Canelones, Uruguay.
1
CEUTA (Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas)
Programa de Saneamiento
Nicolas Marinof, Igmarrey Pacheco, Claudia Toro.
UdelaR (Universidad de la República)
» Facultad de Medicina
Departamento de Parasitología y Micología, Instituto de Higiene
Ana María Acuña, María José Cabrera, Ana Combol, Nora Fernández, Cecilia Tort, Lucía Villalba.
Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria, Centro Cívico Salvador Allende
Simón Centurión, Julio Braida, María Cristina Desiderio, Valentina Oggero.
» Facultad de Veterinaria
Departamento de Parasitología
María Soledad Valledor, Laura Décia, Sofia Borgno, Alejandro Varesi.
» Facultad de Ciencias
Laboratorio de Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental del Territorio (LDSGAT)
Ismael Diaz, Marcel Achkar, Mauricio Ceroni.
Laboratorio de Virología
Mabel Berois, Alvaro Alberti, Luciana Gillman.
IM (Intendencia de Montevideo)
Servicio de Evaluación de la Calidad y Control Ambiental (ECCA)
Marinela Pereira, Bruno D’Alessandro, María Echezarreta.
Diseño: Rosana Greciet ([email protected])
Fotos de tapa: CEUTA
ISBN 978-9974-7844-9-9
Depósito legal 361.412/2013
Se terminó de imprimir en Artes Gráficas S.A. en el mes de marzo de 2013.
Esta publicación se enmarca dentro del proyecto “Diagnóstico socioambiental participativo en 3 microcuencas del Área
Metropolitana, Ciudad Barros Blancos (Canelones), en un contexto de alta vulnerabilidad social.” financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) en el marco de su segunda convocatoria de Proyectos de Alto Impacto
Social.
Esta publicación no tiene fines de lucro, siendo la misma realizada con fines educativos y de investigación, orientada a
la prevención y control de las parasitosis intestinales y zoonosis. Está permitida la reproducción parcial o total citando la
fuente.
La referencia de este libro es:
CEUTA, UdelaR, IM. (2013). Diagnóstico socioambiental orientado al estudio de las parasitosis intestinales y zoonosis: una
experiencia de investigación participativa en un contexto de alta vulnerabilidad social en Ciudad Barros Blancos, Canelones, Uruguay. CEUTA, Montevideo.
2
Agradecimientos
Esta experiencia no hubiera sido posible sin el apoyo de diversas instituciones y personas de Barros
Blancos a quienes queremos agradecer:
Al personal, maestros y alumnos de la Escuela Nº
187, en particular a María del Carmen Díaz Quinteros,
maestra directora actual y Graciela Harriet, su antecesora, a Valeria Marichal, maestra secretaria, Alejandra Umpiérrez, maestra comunitaria, Marisa Bermont y Diego Decuadro, maestros de 4º año, Flavia
Arzaguet y Gloria Gómez, madres de alumnos, que
nos apoyaron activamente en todas las etapas del
proyecto desde su concepción inicial en 2010.
A Melva Cor, directora del Liceo Nº 2 de Barros
Blancos, a los alumnos del quinto y sexto biológico,
sus profesores Gonzalo Curuchaga y Marta Presno,
que tuvieron una destacada participación tanto en el
diagnóstico y socialización como en los trabajos de
recolección y análisis de heces de caninos.
Al personal de los centros CAIF “Los Peques” y
“Aprendiéndonos”, en particular a Virginia Bentancor, Claudia Bonilla, Melissa Cabrera, Verónica Castro, Alicia Charquero, Jorge Chavez, Andrea Mendaro, Beatriz Nuñez, Adriana Parodi, Laeticia Rivero,
Ana Rodriguez, Natalia Souza y a los familiares de
niños por su apoyo y participación en los talleres de
diagnóstico y de socialización.
A Natalia Rodríguez, Luis Guirín, Mauricio Chiesa, Romina Aquino y los participantes del programa
“Uruguay Trabaja” del MIDES que facilitaron y participaron en talleres de diagnóstico y socialización.
A Napoleón Da Roza, alcalde del Municipio de Barros Blancos que apoyó la investigación desde el inicio y nos brindó el espacio necesario para la realización de talleres en el Centro Cívico Salvador Allende
(La Loma).
A los vecinos de Bella Vista y Paso Escobar que participaron en todas las etapas del proyecto; un agradecimiento especial a Edison Nova y Miguel Silva que
colaboraron con la organización de talleres y la realización de un video sobre la investigación.
Finalmente quisiéramos agradecer a:
Adriana Méndez del Departamento de Medicina
Preventiva y Social por su apoyo en el análisis estadístico de los datos de antropometría,
Marinné González, Leonardo Falcao, Cristina Oviedo y Claudia Pérez del Departamento de Parasitología y Micología por sus contribuciones para los estudios parasitológicos realizados a los niños, tierras,
lodos y aguas,
Lucía Petraccia y Paola Cabral que apoyaron en los
análisis coproparasitarios de carnívoros,
La unidad docente asistencial Canelones al Este por
su invaluable aporte de docentes, médicos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y estudiantes,
Julio Vignolo, Profesor Director del Departamento
de Medicina Familiar y Comunitaria,
La unidad 050 de ASSE y sus directores Waldemar
Reyes y Andrea Rivero que proporcionaron los fármacos para el tratamiento de todos los niños que lo
requerían,
Alejandra García de la policlínica Entre Todos por la
ayuda en la obtención de datos antropométricos,
Rosario Ruétalo de la Unidad de Extensión de Facultad de Medicina, Laura González y Santiago Hernandez, Tutores de Trabajo de Campo del Departamento
de Medicina Familiar y Comunitaria y los estudiantes
de primer año de Facultad de Medicina, año 2011
(Grupo 21), Yamila Berta, Carolina Vescia, Clementina Rodríguez, Raul Riveros, Bruno Tomassini, Lucas
Mendieta, Alejandra Mansilla, Carla Escotto, Maximiliano Chico, Emilia Perrone, Martin Verges, Ana Luisa
Sosa, Valentina Ramos, Eugenia Monge quienes a
través del trabajo de campo del ciclo introductorio de
la Unidad Docente Asistencial Canelones al Este colaboraron con la investigación y con la recolección de
datos de campo.
3
Acrónimos
Término
Descripción
ANII
CAIF
CEUTA
CF
CP
DINAMA
EA
EI
IM
IMC
INE
MIDES
MO
OMS
OSE
PHAST
Agencia Nacional de Investigación e Innovación
Centros de Atención Integral a la Infancia y la Familia
Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas
Coliforme Fecal
Examen Coproparasitario
Dirección Nacional de Medio Ambiente
Espátula Adhesiva
Enterococos Intestinales
Intendencia de Montevideo
Índice de Masa Corporal
Instituto Nacional de Estadística
Ministerio de Desarrollo Social
Materia Orgánica
Organización Mundial de la Salud
Obras Sanitarias del Estado
Participatory Hygiene And Sanitation Transformation (Transformación Participativa
para la Higiene y Saneamiento)
Sistema de Información Geográfica
Universidad de la República
Unidad Formadora de Colonias
SIG
UdelaR
UFC
4
Indice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Capítulo 1 – Diagnóstico socioambiental participativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Capítulo 2 – Diagnóstico de enteroparásitos en niños escolares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Capítulo 3 – Estudio de la repercusión de las parasitosis en los escolares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Capítulo 4 – Diagnóstico de parásitos potencialmente zoonóticos en carnívoros . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Capítulo 5 – Estudio parasitológico de tierras y lodos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Capítulo 6 – Estudio microbiológico de las aguas de lugares de recreación y baños . . . . . . . . . . . . . . . 38
Capítulo 7 – Socialización de los resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Anexo A – Mapas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Anexo B – Fotos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
5
6
Introducción
Las parasitosis intestinales, en particular las
geohelmintiasis, constituyen un problema de salud
pública en Uruguay, siendo endémicas en vastas porciones del territorio (Calegari et al, 2001). La falta de
acceso a un saneamiento adecuado, los hábitos de
higiene deficientes, las carencias nutricionales, la
vivienda precaria o insalubre y el hacinamiento son
los factores que más influyen sobre la prevalencia
de estas enfermedades. Eso hace que las parasitosis
constituyan un problema en gran parte del cinturón
de pobreza de Montevideo siendo un indicador de las
deficientes condiciones de vida de la población.
Las parasitosis intestinales son causadas por protozoarios o helmintos, que se transmiten por vía fecal
oral, generalmente por contacto de persona a persona, o por la ingestión de agua, alimentos o tierra
contaminados por materias fecales.
Sin embargo por más que se conocen los ciclos
biológicos de esos parásitos, aun no se habían investigado en nuestro país las rutas de transmisión
medioambiental de los parásitos en una zona endémica. Eso se logró en la presente investigación mediante la realización de un diagnóstico participativo
que permitió identificar los focos de contaminación
fecal y los hábitos de riesgo de la población que propician el contacto con agua, tierra u objetos contaminados. Conocer estas rutas de contaminación facilita
la identificación de las medidas de prevención (barreras) más idóneas para interrumpir los ciclos de transmisión de los parásitos contribuyendo a su control o
erradicación.
El problema de las parasitosis intestinales se genera a partir de la interacción de múltiples factores
socioambientales que determinan ambientes favorables a su desarrollo y a la perpetuación de sus ciclos
biológicos. En consecuencia se planteó el abordaje
interdisciplinario de esta investigación con el objetivo de comprender esta problemática de una forma
holística de manera de posibilitar un abanico de estrategias para la lucha y prevención.
Este proyecto se gestó desde un trabajo ya iniciado
en Barros Blancos y reúne a un grupo de instituciones con una trayectoria en el territorio de estudio y
contextos similares, que vienen realizando un trabajo
con la población local en temas de salud, educación,
saneamiento alternativo, investigaciones y diagnósticos. Se inscribe dentro de otras iniciativas de la
Universidad, tal como el Programa Integral Metropolitano (PIM), que apuntan a reducir la brecha con
sectores carenciados de la población.
Esta experiencia se enmarca dentro del proyecto
“Diagnóstico socioambiental participativo en 3 microcuencas del Área Metropolitana, Ciudad Barros
Blancos (Canelones), en un contexto de alta vulnerabilidad social.” financiado por la Agencia Nacional de
Investigación e Innovación (ANII) en el marco de su
segunda convocatoria de Proyectos de Alto Impacto
Social.
7
8
CAPÍTULO 1
Diagnóstico socioambiental participativo
1.1 Introducción
Barros Blancos es una localidad del departamento
de Canelones, ubicada dentro del Área Metropolitana
de Montevideo y que se extiende a lo largo de la ruta
8 desde el km 22 hasta el 29. Su población asciende
a 31.650 habitantes según datos censales del INE
(2012). Barros Blancos tiene una población joven, con
alta natalidad y bajo nivel de desarrollo, que presenta
un alto índice de pobreza (54%) e indigencia (21%),
índices muy superiores a los de Uruguay (Braida et al,
2011).
Desde mediados del siglo XX, Barros Blancos ha
conocido un crecimiento rápido, por un lado debido
a la pauperización de parte de la población de Montevideo que se realojó en asentamientos de la periferia y por otro lado por la instalación de migrantes
provenientes del interior del país, que se acercaron a
Montevideo en busca de trabajo.
Este crecimiento rápido fue acompañado en algunas partes de una urbanización espontánea, informal, con autoconstrucción de las casas y aparición
en unos casos de asentamientos irregulares. Resultó
un espacio fragmentado, semiurbano y semirrural,
coexistiendo antiguas quintas con cooperativas de
pequeñas viviendas, villas y asentamientos precarios,
siendo una característica común de gran parte de Barros Blancos la falta de red de saneamiento. El área
urbana con servicios más consolidados se ubica en el
eje de la ruta 8 alrededor del km 26.
El área de estudio abarca la parte sureste de Barros
Blancos y corresponde al ámbito geográfico de los
hogares de los alumnos de la Escuela Nº 187, incluyendo sus áreas recreativas y de tránsito (Mapa A1
en Anexo A). Los principales centros poblados de la
zona son Villa Carmen, Villa Universitaria, Paso Escobar, Bella Vista Chico y Bella Vista de Carrasco. El
relieve es relativamente plano con ondulaciones suaves y pequeñas cañadas de caudal irregular que generalmente circulan en valles anchos, mal definidos
y de drenaje deficiente con presencia de numerosos
humedales naturales.
El diagnóstico socioambiental participativo, realizado en abril-agosto 2011, tuvo como principal objetivo determinar las condiciones de saneamiento
básico en el territorio de estudio, estudiar la contaminación fecal ambiental y las prácticas de riesgo de
la población en higiene y saneamiento, de manera de
poder identificar las posibles rutas de contaminación
fecal oral medioambientales.
1.2 Metodología
Se adaptó la metodología participativa PHAST
(OMS, 1996) cuyo principio de base es que si no hay
conciencia y comprensión de la relación entre salud,
saneamiento e higiene, no habrá cambios perdurables en el comportamiento de la gente. Este enfoque
aborda la capacitación y educación como proceso
horizontal y recíproco de formación en el que el facilitador y los participantes se asocian para aprender el
uno del otro y resolver sus problemas.
El instrumento PHAST adaptado fue “Rutas y Barreras” cuyo objetivo es que los participantes descubran por sí mismos las rutas de contaminación fecal
oral en su territorio, determinando las prácticas de
riesgo asociadas y las intervenciones (barreras) que
permiten bloquearlas.
El instrumento consiste en una serie de láminas
mostrando diferentes etapas sucesivas de rutas de
contaminación fecal oral, por ejemplo un pozo ne9
gro rebosando en una cuneta, niños jugando a la
pelota aguas abajo de esta cuneta, la pelota se cae
en la cuneta, un niño recogiendo la pelota, el mismo
niño comiendo una manzana. Los participantes trabajan en grupos reconstruyendo en un papelógrafo
secuencias de eventos que conducen a personas a ingerir materia fecal inconscientemente con riesgo de
enfermarse (Foto B1 en Anexo B). Si los participantes
logran diagnosticar una nueva ruta, puede ser necesario dibujar nuevas láminas complementando las
existentes.
Al concluir el ejercicio, los participantes colocan en
el papelógrafo las láminas de barreras que representan acciones (tecnológicas o de conducta) que pueden bloquear las rutas de transmisión fecal oral que
descubrieron (Fig. 1.1).
Luego cada grupo elabora un mapa socioambiental
de su territorio que indica donde ocurren las etapas
críticas de las rutas de contaminación. Se mapean los
principales focos de contaminación, zonas inundables y lugares frecuentados por niños y adultos. Posteriormente se realiza con cada grupo una recorrida
para reconocer en el terreno los problemas identificados en el taller (Foto B2 en Anexo B) y completar
así los mapas socioambientales. Cada grupo socializa
su trabajo en una sesión plenaria.
Se realizó este diagnóstico participativo con niños
de la Escuela N° 187 y sus adultos referentes; con
alumnos del Liceo N° 2 de Barros Blancos; con vecinos de Bella Vista Chico y Paso Escobar; con el grupo
local del programa “Uruguay Trabaja” del MIDES y
con los adultos referentes de niños atendidos por los
CAIF “Aprendiéndonos” y “Los Peques”. Así los participantes contribuyeron al diagnóstico socioambiental al identificar los lugares y circunstancias en los
cuales se dan las rutas de contaminación fecal oral.
En los últimos talleres se realizaron grupos focales
sobre determinadas rutas cuya comprensión faltaba
profundizar.
Además de suministrar información esencial para
el diagnóstico y prevención, este proceso benefició
a los participantes como espacio de capacitación en
educación sanitaria y ambiental. Esta información se
completó con observaciones de campo realizadas por
el equipo de CEUTA y entrevistas a referentes locales.
1.3 Resultados
1.3.1 Abastecimiento de agua
La red de OSE se extiende a todo el territorio de
estudio. Paso Escobar fue el último sector en ser incorporado en el año 2010, eso a pesar de su situación
irregular respecto a la tenencia de los terrenos que
dificulta que sean beneficiados con obras del Estado.
Antiguamente muchas casas usaban un pozo para su
abastecimiento de agua pero la extensión de la red
de OSE y la contaminación de las aguas subterráneas por los pozos negros provocaron su abandono
progresivo. Asimismo los antiguos tanques elevados
que se ven en los puntos altos del territorio ya no son
utilizados.
Fig. 1.1 – Herramienta “Rutas y Barreras".
(Dibujos: Martín Lacuesta).
10
Las barreras pueden ser tecnológicas o de conducta
Existen familias entre las más pobres que aun tienen que gestionar su conexión a la OSE y mientras
tanto se abastecen donde un vecino (que generalmente es un familiar). En Paso Escobar se reportaron
varios hogares que instalaron una conexión artesanal
a la red de OSE de un vecino.
También existen algunas casas aisladas sin acceso
a la red. En un taller se ha reportado que hay personas que lavan sus utensilios de casa (platos, ollas) en
cañadas.
Se producen ocasionalmente cortes de agua o problemas de baja presión en la red. En las zonas pobladas donde las aguas subterráneas son contaminadas
y pueden existir fugas en las redes, si la presión de
agua en la cañería llegara a ser inferior a la presión
externa, podría ingresar agua contaminada en la red
con riesgos para la salud. Por eso, luego de un corte,
una vez restablecido el servicio, OSE recomienda dejar abiertas las canillas unos minutos antes de consumir el agua nuevamente.
1.3.2 Disposición de las excretas y de las aguas
servidas
Tal como ocurre en gran parte de la periferia de
Montevideo y del interior del país, el territorio estudiado carece de red de saneamiento. Cada vivienda o
centro comunitario debe solucionar en forma propia
e in situ el problema de disposición de sus excretas y
aguas servidas.
Pozos negros
La mayoría de las viviendas utilizan un sistema
constituido por un inodoro conectado mediante caños a un pozo negro de dimensión variable donde la
materia fecal sedimenta y se descompone parcialmente por la acción de bacterias anaerobias. El pozo
negro se construye habitualmente en el predio entre
la casa y la calle para facilitar su acceso por la barométrica. La técnica de construcción actualmente más
frecuente consiste en excavar un pozo y entubarlo
con aros de hormigón prefabricado que pueden ser
lisos o filtrantes.
En el territorio de estudio, a pesar de que la mayoría de los pozos negros son filtrantes, muchos suelen
funcionar como una cámara séptica, con el efluente
parcialmente decantado que rebosa por un caño robador en la cuneta de la vía pública. Eso se debe a que
los lodos tienden a impermeabilizar las paredes y el
fondo del pozo. También se puede explicar por la baja
permeabilidad de los suelos arcillosos de la zona y, en
unos sectores, por la alta densidad de viviendas cuyas
aguas servidas pueden contribuir a saturar los suelos.
Existen pozos antiguamente utilizados para el abastecimiento de agua que han sido transformados en
pozo negro a medida que OSE extendió su red a todo
el territorio. No se han observado pozos negros o cámaras sépticas cuya disposición final de los efluentes
fuera un pozo filtrante (robador) u otro sistema de
infiltración.
Es frecuente observar que, para recurrir con menos frecuencia a la barométrica, el pozo negro sólo
recibe las aguas negras del inodoro. Las aguas grises
provenientes de la cocina y/o lavamanos, lavarropas
y ducha van directo a la cuneta eventualmente luego
de transitar por una grasera.
La alta difusión del sistema con pozo negro se
debe a su simplicidad, bajo costo, facilidad de construcción y aceptación cultural. Sin embargo se trata
de un sistema de pretratamiento de aguas servidas
poco eficiente: en una cámara séptica, la remoción
de la materia orgánica (MO), medida como DBO1 , es
del orden de 30% (GIZ, 2011).
La remoción de patógenos en una cámara séptica
también es limitada. WHO (2006 b) da un porcentaje
de remoción de huevos de helmintos inferior a 0.5 log
(aproximadamente 70%). La misma fuente (WHO,
2006 b) menciona que para evaluar la eficiencia de
remoción de huevos de helmintos en una cámara
séptica se puede virtualmente utilizar el porcentaje
de remoción de los sólidos en suspensión que es variable, del orden de 60% según Mara (2006). Por su
parte Laws (2000) da valores de remoción de sólidos
en suspensión en cámaras sépticas de 40 a 75%. En
1
DBO Demanda Biológica de Oxigeno, es la cantidad
de oxígeno requerida para la descomposición bacteriana de la
materia orgánica presente en el agua.
11
casos óptimos, un tanque séptico es capaz de remover el 80% de sólidos en suspensión (Majumber et
al, 1969, citado por Stenström et al, 2011, p.44). La
misma fuente señala una remoción de 80 a 90% de
huevos de Ascaris.
cañadas naturales del territorio. Estas cunetas son el
escenario de procesos naturales de depuración físicos, químicos y biológicos de los contaminantes presentes en las aguas servidas (Fotos B4-B6 en Anexo
B).
La remoción de los demás tipos de patógenos es
del mismo orden. WHO (2006 a) da para un tratamiento primario por sedimentación, de 0 a 1 unidad
log de reducción o inactivación (o sea de 0 a 90% de
reducción) para bacterias, protozoarios o virus.
La depuración por lagunaje ocurre en las zonas
con poco declive donde se estancan parcialmente las
aguas. Este proceso es bastante activo en gran parte
de la zona por la topografía relativamente plana.
La eficiencia de los pozos negros del territorio de
estudio probablemente debe ser más baja por la habitual ausencia de tees o cortinas en sus dispositivos
de entrada y salida, y porque no se suelen vaciar a
tiempo los lodos acumulados. Por los bajos niveles
de ingresos económicos y/o las dificultades de acceso vial a ciertas viviendas, muchas familias no recurren de modo regular a la barométrica haciendo
que cuando el pozo negro está lleno de lodo, termina
funcionando como un simple ducto desaguando en
la cuneta (Foto B3 en Anexo B). Hay testimonios de
vecinas que dicen “ver la materia fecal pasar por las
canaletas”.
El costo del servicio de barométrica es de 600 pesos cuando la distancia de acceso al pozo no excede
6 metros más 300 pesos por cada tramo adicional de
3 metros, incrementándose el costo en caso de acceso difícil. El servicio público gratuito de barométrica
ofrecido por la Intendencia de Canelones sólo dispone de 4 barométricas para una población departamental de alrededor de 500.000 habitantes, lo cual
resulta insuficiente para cubrir la demanda.
También hay una pequeña proporción de viviendas
que no tienen pozo negro y que eliminan directamente sus aguas servidas por un caño que desagua generalmente en una cuneta o cañada (por ejemplo en las
sendas 2 y 3 del sector bajo de Paso Escobar).
Cunetas
Toda la red vial de Barros Blancos tiene una red
paralela de cunetas que drenan las aguas pluviales
y parte de las aguas servidas, desembocando en las
12
En casi todo el territorio las cunetas no son revestidas lo que facilita la infiltración del agua o, dependiendo de la ubicación del nivel freático, su drenaje.
Es frecuente observar cunetas que han sido parcialmente rellenadas con pedregullo o lastre arrastrado
por la escorrentía desde la vía pública. Este material
es permeable y filtra las aguas servidas contribuyendo a su depuración. Hay que tener presente que la
filtración y sedimentación son procesos eficientes no
sólo para depurar el agua de la MO sino también para
retener los patógenos y en particular los huevos de
helmintos (por su relativo gran tamaño). Como consecuencia, este material filtrante si bien contribuye a
depurar las aguas servidas, al mismo tiempo puede
volverse un foco de contaminación.
La abundancia de nutrientes en el agua y los lodos
de las cunetas así como la humedad favorecen el desarrollo de una abundante vegetación - dentro y alrededor de las cunetas - que aumenta la sedimentación
y contribuye a la depuración del agua. También es
frecuente observar algas, las mismas que favorecen
los procesos aeróbicos de depuración (lagunaje).
La acumulación de lodos y sedimentos termina
tapando las cunetas, provocando problemas de evacuación de agua y anegamiento durante los periodos
de lluvia. Estos problemas se agravan por la costumbre de echar basura en las cunetas que en los casos
más graves llegan a formar “tapones” (Foto B7 en
Anexo B) incluso en el curso de las cañadas. Los desbordes se deben también a estrechamientos locales,
típicamente ductos bajo las vías de acceso a las viviendas que a veces son subdimensionadas o que se
colmatan fácilmente.
En Barros Blancos existen aproximadamente 1200
km de cunetas (unos 200 km en el territorio de estudio). La Intendencia de Canelones asegura el mantenimiento de las calles donde transitan los transportes
públicos (por ejemplo la calle Ventura) realizando la
limpieza de las cunetas con retroexcavadora. Sin embargo por falta de recursos, no opera en la mayoría
de las calles y generalmente son los moradores que
realizan el trabajo de mantenimiento de las cunetas
en forma manual (con pico y pala) entrando así en
contacto con lodos potencialmente peligrosos. Habitualmente estos lodos son depositados al lado de la
cuneta lo que puede contribuir a la diseminación de
los patógenos.
Estos procesos naturales de depuración se producen en toda la zona, observándose frecuentemente
una mejora aparente (en turbidez, olor y actividad
biológica) del agua que transita en las cunetas y que
finalmente se infiltra o desemboca en las cañadas
donde se suma al caudal natural de las mismas.
Es notable que en los periodos secos, el caudal de
agua que desemboca directamente de la red de cunetas a las cañadas se reduce y en unos casos desaparece sugiriendo que en verano predominan la circulación subterránea y la evapotranspiración.
El agua transita rápidamente por las cunetas hasta
llegar a las cañadas (tiempo de residencia del orden
de un día, mayor donde el agua se infiltra). Es por lo
tanto probable que, debido al relativo largo tiempo
de sobrevivencia de los patógenos en el medio ambiente (Tabla 1.1), las aguas de las cunetas y cañadas
queden potencialmente peligrosas por más que se
haya depurado gran parte de la MO. Asimismo el largo tiempo de sobrevivencia de los huevos de helmintos en el suelo y en el agua vuelven potencialmente
peligrosos tanto el lodo de las cunetas como sus alrededores y los suelos de las zonas inundables.
Estas observaciones han sido realizadas en periodos sin lluvias significativas. Cuando se produce un
episodio de lluvias abundantes, cambia la dinámica
y se observan fenómenos de escorrentía superficial,
aumento de caudales en cunetas y cañadas y anegamiento en zonas bajas.
Los lodos y residuos en o alrededor de las cunetas
y pozos negros pueden movilizarse con las aguas de
escorrentía superficial y eventualmente volver a depositarse en zonas anegadas o en las mismas cunetas
y cañadas cuando disminuye la crecida, contribuyendo así a una posible diseminación de los patógenos
que contengan.
Tabla 1.1 – Tiempo de supervivencia de varios microorganismos en diferentes ambientes a 20-30ºC.
Tiempo de supervivencia (días)
Organismos
Agua dulce y
aguas servidas
Cultivos
Suelos
Virus
Enterovirusa
<120, normalmente <50
<60, normalmente <15
<100, normalmente <20
Bacterias
Coliformes termotolerantes
Salmonella spp.
Shigella spp.
V. cholerae
<60, normalmente <30
<60, normalmente <30
<30, normalmente <10
ND
<30, normalmente <15
<30, normalmente <15
<10, normalmente <5
<5, normalmente <2
<70, normalmente <20
<70, normalmente <20
ND
<20, normalmente <10
<30, normalmente <15
<180, normalmente <70
<10, normalmente <2
<3, normalmente <2
<20, normalmente <10
<150, normalmente <75
Años
Muchos meses
<60, normalmente <30
<60, normalmente <30
Años
Muchos meses
Protozoarios
Quistes de E. histolytica
Ooquistes de
Cryptosporidium
Helmintos
Huevos de Ascaris
Huevos de Taenia
ND, no hay datos
Fuentes: Feachem et al (1983); Strauss (1985); Robertson, Campbell & Smith (1992); Jenkins et al (2002); Warnes & Keevil (2003).
a
Poliovirus, echovirus y coxsackievirus.
Tabla traducida de: WHO (2006) WHO Guidelines for the safe use of wastewater, excreta and greywater, Volume 2: Wastewater use in
agriculture, pp27. World Health Organisation, Geneva, Switzerland, http://whqlibdoc.who.int/publications/2006/9241546832_eng.pdf
13
Saneamiento mejorado y no mejorado
El Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento
(PCM, 2012) define una instalación de saneamiento
mejorado como “aquella que impide de forma higiénica el contacto de las personas con excrementos
humanos”. El acceso de las personas a saneamiento
mejorado constituye un indicador de referencia del
desarrollo humano, además de ser un derecho humano fundamental, esencial para la salud y la dignidad
de las familias y las comunidades.
El PCM desarrolló en 2008 una escalera de saneamiento que clasifica y ordena las prácticas de saneamiento, facilitando el análisis y comparaciones entre
países. Así, aplicando este concepto al territorio de
estudio, en el extremo superior de la escalera se ubica
el pozo negro filtrante, a condición que no desborde
y que se vacíen periódicamente los lodos; luego viene el pozo negro con robador cuyos lodos también se
deben extraer con regularidad y que sin embargo no
puede considerarse sensu stricto como saneamiento
mejorado (ya que el efluente desagua en una cuneta
abierta) pero que constituye una mejor instalación
que los pozos negros llenos de lodos o abiertos o sin
tapa hermética o colapsados, o los inodoros sin pozos negros que descargan directamente las excretas
en una cañada o una cuneta. En el extremo inferior
de la escalera tenemos prácticas de saneamiento no
mejorado aun más riesgosas como el uso de un balde
y la defecación al aire libre.
Saneamiento no mejorado y defecación al aire
libre
Existe un pequeño porcentaje de la población que
no dispone de un inodoro con pozo negro y que recurre a diversas prácticas para eliminar sus excretas.
Generalmente son familias muy pobres o indigentes
que ocupan una vivienda precaria (en general de bloques y a veces de costanero y chapas, con piso de barro) muchas veces en condiciones de hacinamiento
(toda la familia comparte una sola habitación).
14
También hay familias recién instaladas, generalmente parejas jóvenes de condición modesta que
construyen su casa etapa por etapa, empezando por
una sola habitación y luego acreciéndola con baño,
pozo negro, cocina, etc. todo el proceso pudiendo
demorar años por la falta de recursos económicos.
En otros casos se trata de familias sin recursos cuyo
pozo negro ha colapsado o está lleno y sin opción
para vaciarlo o ha quedado inutilizable por ejemplo
cuando se tranca o colapsa la cañería entre el inodoro
y el pozo.
Estas familias generalmente utilizan un balde para
hacer sus necesidades, vaciando diariamente su contenido en la cercanía de la casa, en general en el límite de su predio lo que puede provocar conflictos con
sus vecinos.
Cuando es posible, el lugar escogido corresponde
a la cercanía de una cañada, bañado, cuneta (pero no
en la vía pública) para que la lluvia “limpie” periódicamente las heces. A veces escogen un lugar discreto,
aislado y/o de vegetación tupida. En otros casos vierten el contenido del balde en un pozo negro u otra
excavación.
Unos hacen directamente sus necesidades en una
bolsa de plástico que se elimina con la basura. Aunque poco frecuente también existe la práctica de lanzar la bolsa de plástico al aire lo más lejos posible de
la casa en un terreno desocupado convertido en basural. Esta práctica no es excepcional y refleja la actitud
según la cual las heces “hay que tirarlas lo más lejos posible de la casa” sin preocuparse de las consecuencias.
Varios participantes de los talleres manifestaron
que encontraron al parecer heces humanas en los basurales, aunque es mucho más frecuente encontrar
pañales desechables. Otros vecinos señalaron que
ciertos basurales sirven de noche de campo de defecación al aire libre para personas sin baño. Los problemas de contaminación se agravan debido a que la
basura atrae a roedores, perros y otros animales.
Estas formas de hacer sus necesidades representan
un alto riesgo para las personas que las practican así
como para los que viven o transitan en la cercanía de
los focos de contaminación.
Varios estudios epidemiológicos mostraron el elevado riesgo de enfermedades asociado a la defecación al aire libre en comparación con el uso de dispositivos de contención de las excretas (Stenström et
al, 2011).
Existen muchas rutas de exposición posibles. De
manera general la ausencia de un interfaz (el inodoro)
que separe higiénicamente las excretas del contacto
humano aumenta considerablemente los riesgos de
contacto directo con las heces.
En el caso de utilizar un balde, existe riesgo de derrame de su contenido o de contacto directo con la
materia fecal durante su manipulación o cuando se
vierten las excretas al lugar de disposición. La persona que realiza esta última tarea corre riesgo de transportar tierra contaminada en la suela de sus zapatos
hasta el piso de su vivienda. Al lavar el balde (o después de hacerlo) puede ocurrir contacto con el agua
residual.
Los lugares de disposición de materias fecales pueden servir de focos de reproducción de moscas que
pueden transportar material infectante en sus patas
hasta las viviendas (Stenström et al, 2011).
Los riesgos de exposición son siempre mayores en
las áreas densamente pobladas, siendo los niños los
más vulnerables por tener una mayor frecuencia de
contacto con el suelo que los adultos. Los riesgos son
mayores en épocas de lluvias o de tiempo húmedo.
Esta situación sin baño se vive con bastante vergüenza (ya que también es un reflejo de la marginación social) y es difícil abordar este tema en los talleres a diferencia, por ejemplo, de la contaminación del
medio ambiente por los efluentes de los pozos negros.
Es difícil evaluar la proporción de hogares que por
la falta de recursos se ven obligados a adoptar una de
esas prácticas asimilables a la defecación al aire libre.
Es posible que esta proporción aumente o disminuya
de acuerdo a la coyuntura económica, determinante
en cuanto a los recursos de los más pobres y el saldo migratorio local que es alto (existe una “identidad
transitoria del morador de Barros Blancos” como afirma un profesor del Liceo Nº 2). Sin embargo la percepción de los grupos en los talleres es que en los últimos años ha aumentado la cantidad de hogares sin
baño en Barros Blancos2 .
Se debe tomar en cuenta que las condiciones de
vida precaria, el hacinamiento, la pobreza, la alimentación deficiente y la falta de educación aumentan
los riesgos de enfermedades parasitarias en esta
franja de población. Un factor agravante es que muchas veces las familias pobres no tienen otra alternativa que instalarse en terrenos bajos, inundables, que
han quedado desocupados por este motivo (Foto B8
en Anexo B).
Movilización de la materia fecal por el agua de
escorrentía
Se observó que en periodos de fuertes lluvias, la escorrentía superficial puede movilizar y transportar
sustancias como heces humanas o de mascotas. El
microrrelieve es un factor determinante para el desarrollo de zonas de erosión, transporte y acumulación.
Una cancha, un patio o un camino generalmente
presenta partes altas que son relativamente más secas que las bajas que se inundan en tiempo de lluvia y
donde se acumulan sedimentos de textura fina, propiciando la conservación de la humedad, el desarrollo
de vegetación, de sombra y por ende configurando
un medio de vida más favorable a ciertos patógenos
como los huevos de geohelmintos.
Uno de los sectores más críticos es Paso Escobar
por su topografía irregular y el hecho que las sendas y
caminos de este asentamiento irregular son de tierra
y por lo tanto vulnerable a la erosión. Varios vecinos
2
Desde el 2011 el Plan Juntos (“Plan Nacional de Integración Socio-Habitacional Juntos”) está apoyando familias
de Barros Blancos en situación de indigencia. Asimismo 10
familias sin baño del territorio de estudio recibieron apoyo de
CEUTA para instalar un baño seco ecológico.
15
de Paso Escobar resaltaron en los talleres que la lluvia
“limpia la mugre” en las partes altas y que ésta se reconcentra en la partes bajas que son las más críticas
de un punto de vista sanitario según afirman.
Esta diferenciación es tan importante que la organización del asentamiento (llamada “Villa Paso
Escobar”) está sectorizada en los de “arriba” y los
de ”abajo”, donde los de abajo son los moradores de
las sendas 1 a 4 que presentan condiciones sanitarias
más desfavorables que las sendas 5 a 8 (planta alta)
según nos contó una vecina de Paso Escobar. Las sendas 3 y 4 se inundan con regularidad y el agua permanece estancada muchos días posteriores a la lluvia
generando dificultades de tránsito, malos olores y un
ámbito insalubre.
De manera general la situación sanitaria parece
más crítica en las zonas de asentamientos (Paso Escobar y Bella Vista) por la mayor densidad de población y el mayor grado de pobreza que es aparente
por la precariedad de las viviendas. Sin embargo tal
como se verá en adelante, los estudios parasitológicos de tierras y lodos efectuados en la segunda etapa
de investigación no mostraron diferencias significativas entre los sectores altos y bajos de Paso Escobar
ni tampoco entre los diferentes centros poblados del
territorio de estudio.
1.3.3 Disposición de los desechos domésticos
Existe un servicio de recolección de basura, bastante eficiente según los vecinos, que opera 3 veces a la
semana (se trata de una empresa privada contratada
por la Intendencia de Canelones) no obstante lo cual
existen muchos basurales en toda la zona.
Según cuentan las autoridades y muchos pobladores, el problema de los basurales se debe al poco
civismo (o educación) de una franja de la población
pero también a la falta de acceso al servicio de ciertos
sectores de los asentamientos (principalmente Paso
Escobar) que hace que muchos moradores tengan
que recorrer largas distancias para echar su basura
en un contenedor y encuentran más fácil hacerlo en
terrenos desocupados.
16
En el territorio hay pocos basureros públicos, siendo la mayoría improvisados como, por ejemplo, el
antiguo bebedero transformado en basurero en Bella
Vista Chico o las heladeras de Paso Escobar. La Intendencia recién instaló contenedores de basura en las
principales esquinas de Paso Escobar. Sin embargo
muchos vecinos critican la utilidad de estos contenedores que muchas veces terminan incendiados, vandalizados o se vuelven focos de contaminación. En
todo caso sería necesario acompañar la instalación
de contenedores con una campaña de promoción y
educación ambiental.
De manera general los basurales corresponden a
terrenos desocupados dentro o en la periferia de zonas densamente pobladas. A veces esos terrenos están desocupados por ser inundables lo que agrava su
condición de foco de contaminación. El peligro radica
en que constituyen zonas transitables en los periodos
secos y que a veces sirven de espacios de juegos para
los niños. También se observó que las cunetas al borde de terrenos desocupados tienden a transformarse
en basurales porque nadie las cuida.
1.3.4 Rutas de contaminación fecal oral en el territorio de estudio
Las rutas pueden ser de persona a persona o de
medio ambiente a persona. Las primeras están relacionadas con malos hábitos de higiene personal, alimentaria o doméstica. Parásitos como los oxiuros se
transmiten esencialmente por esta vía.
En este proyecto no se investigaron en profundidad
los hábitos de higiene de las personas, sin embargo
se observó que muchos niños y adultos conocen las
buenas prácticas de higiene (por ejemplo lavarse las
manos antes de comer o preparar la comida) pero es
usual observar que no las aplican.
Asimismo se observó el caso de la misma Escuela
Nº 187 donde, por no disponer de lavamanos adaptados, los niños en el mejor de los casos se limpiaban
las manos con alcohol gel antes de comer (y no con
agua y jabón) lo que no resulta una medida de prevención satisfactoria contra los parásitos. Este as-
pecto se corrigió al instalarse lavamanos durante la
transformación en escuela de tiempo completo y al
realizarse talleres de educación sanitaria en la etapa
de socialización de los resultados.
Las rutas de contaminación fecal oral del medio
ambiente a persona son más complejas que las de
persona a persona, ya que tienen 2 componentes
fundamentales:
» Las rutas de las excretas en el medio ambiente que
fueron descritas en detalle en el apartado sobre
disposición de las excretas y de las aguas servidas.
» Las prácticas de riesgo de la población (determinadas en los talleres participativos y descritas a
continuación) que hacen que una persona sana
pueda entrar en contacto con tierra, lodo o agua
contaminados con heces de una persona enferma,
haciendo que se pueda contagiar si luego manipula
y come alimentos sin lavarse las manos; o si en el
caso de un niño, introduce directamente sus dedos
sucios o algún objeto contaminado en la boca, o al
tragarse accidentalmente agua contaminada.
Estas rutas son potencialmente importantes por
las deficientes condiciones de higiene y saneamiento
y el largo tiempo de sobrevivencia de los patógenos
en el agua, lodo y tierra.
ñándose) en las cunetas o sus proximidades. Otras
circunstancias son cuando niños (o adultos) cosechan
plantas de las cunetas como forraje para sus animales
de corral como conejos. Esta práctica es frecuente en
periodos secos en verano y concierne más particularmente las familias de pocos recursos. Una participante de un taller también mencionó a su niña que entra
en las cunetas para sacar flores; otro decía que cosechaba con frecuencia tomates que habían crecido de
manera espontánea en cunetas.
También existen riesgos cuando un vecino realiza
tareas de limpieza de una cuneta. Se observó que los
lodos extraídos de la cuneta generalmente se echan
en sus alrededores pudiendo así contribuir a diseminar los patógenos que contengan. Hay niños curiosos
que suelen asistir a las tareas de limpieza entrando
en contacto con los lodos. Se sospecha también que
en algunos casos los lodos extraídos puedan ser utilizados como abono o acondicionador de suelos en
huertas o jardines.
Hay personas que recuperan el pedregullo que ha
sedimentado en las cunetas para utilizarlo como material de construcción, práctica que también conlleva
riesgos.
Lugares de baños
Huertas familiares
En la zona hay pocas huertas familiares y generalmente se riegan con agua de OSE o de lluvia (aljibe).
Eso vuelve poco probable que sea una ruta de transmisión importante. Sin embargo al no conocer la procedencia de los productos vendidos localmente, recomendamos tomar precauciones en la preparación de
los alimentos (lavado de ensaladas, verduras y frutas
si posible con una solución desinfectante (o de detergente) diluida y enjuagando luego con agua limpia).
Cunetas
Los niños entran en contacto con agua o lodo potencialmente contaminados, jugando (e incluso ba-
Otra ruta de contaminación fecal oral corresponde a
cañadas, canteras o tajamares donde se bañan niños y
adultos y que pueden ser contaminados por los efluentes de pozos negros que circulan en las cunetas que luego
desembocan en los cursos de agua.
Se observan cómo cunetas provenientes de los centros
poblados de Bella Vista y Paso Escobar confluyen en el
tajamar Caputo ubicado a poca distancia y frecuentado
por la población local como zona de baños y de recreo.
Otros lugares de baños como la cantera de los Militares
se encuentran en zonas menos pobladas y parecen menos expuestos a la contaminación por aguas servidas.
La percepción de los participantes de los talleres
es que todos los lugares frecuentados para baños
son contaminados. Todos señalan al tajamar Capu17
to como uno de los más críticos pero también mencionan a las canteras porque “es agua muerta”. Esta
observación tiene validez en el sentido que la autocontaminación por los propios bañadores (por ejemplo niños pequeños que podrían defecar en el agua)
conlleva ciertos riesgos por el pequeño volumen de
agua y su carácter estancado.
Las aguas de las cañadas son claras, se observan
algas y peces nadando (los niños e incluso adultos
practican la pesca todo el año); esta apariencia “limpia” del agua puede ser engañosa para un bañista o
cualquier utilizador que podría no ser conciente de su
posible contenido en patógenos.
Otra ruta de contaminación similar ocurre después
de los episodios de fuertes lluvias en verano cuando
niños pequeños se bañan en áreas inundadas o bañados próximos a sus viviendas. Las madres explican
que a los niños pequeños “les encanta bañarse en
charcos profundos” y que lo hacen con mucho entusiasmo en la medida que son demasiados pequeños
para seguir a sus hermanos mayores en las cañadas
que se encuentran a mayor distancia de sus hogares.
Este último punto podría explicar también por qué
hay niños que se bañan en las cunetas. Una vecina
explicó que los niños tienen poca conciencia de los
riesgos asociados con el agua contaminada hasta
cumplir los 8 ó 9 años de edad y que muchos padres
en los asentamientos no pueden controlar sus idas y
venidas. La misma persona menciona haber visto a
niños bañándose en una cuneta en la intersección de
los caminos Paso Escobar y Ventura, lugar que concentra las aguas servidas de varias manzanas de Bella
Vista y Paso Escobar.
Por la falta de aseo en sus hogares o simplemente para refrescarse en verano, muchos niños al salir
de la escuela y antes de volver a su casa, se bañan
en una cañada, cantera o tajamar. A veces vuelven a
casa “negros de lodo”. El hecho de remover lodos o
sedimentos del fondo y ponerlos en suspensión en el
agua podría constituir un riesgo adicional.
Unas personas mencionan que para refrescarse en
días de mucho calor los niños suelen meterse bajo el
18
rocío de los aspersores de los campos regados. En el
caso citado, el agua era bombeada del pozo de la Ladrillera en Villa Universitaria.
Lamentablemente la contaminación del agua no
es el único peligro al que están expuestos los niños al
bañarse. Niños y adultos mencionaron que en el fondo de ciertos cuerpos de agua hay chatarras o vidrios
rotos que pueden provocar cortes. En las canteras
hay pozos profundos y rocas cortantes a poca profundidad que también originaron accidentes graves. Los
vecinos narraron el caso de 2 niños que se ahogaron
en un pozo ubicado en una zona pantanosa cerca de
Villa Universitaria.
Espacios de juegos
Otras rutas de contaminación están relacionadas
con los lugares de juegos de los niños cuando coinciden con focos de contaminación como las canchas
que se inundan y/o que sirven de basurales (Foto B9
en Anexo B). De manera general a los niños les gusta
jugar en terrenos desocupados y en una zona densamente poblada los terrenos inundables son generalmente los que quedan desocupados, razón por la cual
sirven además de basurales. Por otro lado el hecho
que los niños crecen en un ambiente insalubre parece
volverles indiferentes a la basura y a la suciedad.
Entorno doméstico
Finalmente se debe mencionar a los niños de baja
edad que juegan y gatean alrededor de sus hogares
y constituyen un grupo particularmente vulnerable
por su falta total de conciencia de higiene. Los niños
“pican tierra” (geofagia) y ponen en la boca cualquier
objeto a su alcance. Esta situación es crítica cuando
hay cunetas alrededor de la casa, cuando el hogar o
una vivienda vecina carece de baño, cuando hay un
pozo negro cuyo contenido rebosa periódicamente
y cuando la vivienda se encuentra cerca o dentro de
una zona inundable.
CAPÍTULO 2
Diagnóstico de enteroparásitos en niños escolares
2.1 Objetivo
Determinar la presencia de enteroparasitosis en los
niños que asisten a la Escuela Nº 187.
2.2 Metodología
Se realizaron actividades con los maestros de la escuela y directora para intercambiar ideas en torno a
la temática de las parasitosis intestinales y la manera
como se pensaba ejecutar el proyecto y las distintas
actividades previstas.
Se realizaron reuniones con los padres de los niños
para informarles acerca de los procedimientos que se
realizarían en el marco del proyecto.
Se redactó el Consentimiento Informado que fue
aprobado por el Comité de Ética de la Facultad de
Medicina. Se trata de un texto que oficia de información escrita para los padres al final del cual tiene una
tirilla para cortar y ser entregada junto con las muestras para estudio, en la que se solicita la autorización
y firma de un responsable del niño en caso de aceptar
su participación en el proyecto.
Se propuso la realización del diagnóstico enteroparasitológico a la totalidad de la población infantil
que asiste a la Escuela Nº 187. Con este objetivo se
entregaron los frascos para Examen Coproparasitario (CP) y Espátula Adhesiva (EA) para diagnóstico de
oxiurosis, a cada uno de los niños, rotulados con el
nombre y apellido de cada niño así como la clase a la
cual pertenecían. Los frascos con las muestras para
estudio se entregaban en bolsitas blancas para mayor discreción.
Se recogieron las muestras al tercer día, según calendario que figuraba en la escuela, y se trasladaron
al Instituto de Higiene (Departamento de Parasitología y Micología) para su procesamiento.
A cada muestra de materias fecales se le realizó
Examen Coproparasitario (Salvatella & Eirale, 1996)
con técnica de concentración por sedimentación con
formol éter (Ritchie), técnica de enriquecimiento por
flotación con sulfato de zinc (Faust) y frotis coloreados con Ziehl Neelsen modificado (Kinyoun) para
búsqueda de coccidios intestinales. En caso de heces
diarreicas se realizó también examen microscópico
directo.
Las EA fueron observadas microscópicamente con
2 aumentos (x10 y x20) de acuerdo al procedimiento
habitual.
A todas las muestras procesadas se le realizó el
control de calidad correspondiente según protocolo
del laboratorio.
Los resultados fueron entregados por escrito en
forma personal a cada uno de los adultos responsables de los niños, citados en la propia escuela. Allí se
les entregaba además la medicación correspondiente para cada caso. En las situaciones en las cuales no
pudieron concurrir los adultos en los días acordados,
los resultados de los estudios de sus hijos así como
los tratamientos fueron entregados en los domicilios
de los niños por el equipo de Medicina Familiar y Comunitaria que trabaja en las policlínicas locales.
2.3 Resultados
De los 370 niños enlistados se recogieron las muestras completas (CP + EA) de 175 escolares (47 %). Se
realizaron 185 CP y 190 EA para diagnóstico de oxiu19
rosis. Se obtuvieron 182 Consentimientos Informados firmados afirmativamente por los adultos responsables de los niños
Este nivel de respuesta a la propuesta de realización de estudios en escolares es el habitual cuando
depende de la entrega voluntaria de las muestras de
CP y EA a nivel de todas las clases de la escuela. Generalmente los niños mayores son más reticentes a
entregar estos estudios en la escuela. Se puede observar que la muestra menor correspondió a los escolares de 6º año.
Se diagnosticaron parásitos en 118 niños de los
175 escolares estudiados en forma completa (67 %),
resultando proporcionalmente más parasitados los
niños de primero a tercero (Tabla 2.1). Es probable
que el más bajo porcentaje de parasitismo intestinal en los niños de inicial de 4 y 5 años se deba a
que en Guarderías o Centros de Educación Inicial se
acostumbra realizar diagnóstico coprológico como
requisito de ingreso en la mayoría de los jardines, con
los tratamientos correspondientes en los casos positivos.
Tabla 2.1 - Enteroparasitosis según año escolar.
Barros Blancos, 2011. (N = 175)
No
parasitados
Parasitados
%
parasitados
Inicial 4 y 5
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
13
6
8
10
6
10
4
23
22
20
17
14
15
7
64 %
78 %
71 %
74 %
70 %
60 %
63 %
Total
57
118
67%
de definir una estrategia de desparasitación, educación y saneamiento ambiental (Calegari et al, 2005
a). Es más elevado que el porcentaje hallado en relevamiento de escolares en Casabó y Cerro Oeste (31 a
36%) (Calegari et al, 2005 b).
Se procesaron 375 muestras que corresponden a
185 CP y 190 EA.
Los parásitos hallados fueron en orden decreciente:
»Blastocystis hominis en 63 niños de la escuela y 2
niños familiares
» Enterobius vermicularis en 44 niños
» Endolimax nana en 38 niños
» Giardia lamblia en 28 niños
» Entamoeba coli en 26 niños
» Trichuris trichiura en 11 niños
» Ascaris lumbricoides en 7 niños
» Hymenolepis nana en 5 niños
» Entamoeba histolytica-dispar en 5 niños y 1 adulto
» Cryptosporidium spp. en 3 niños
» Iodamoeba bütschlii en 1 niño
Se observó mayor presencia, en calidad y cantidad, de parásitos protozoarios (B.hominis, E.nana,
G.lamblia, E.coli, E.histolytica-dispar, Cryptosporidium
spp., I.bütschlii) que de helmintos (E.vermicularis,
T.trichiura, A.lumbricoides, H.nana).
Los parásitos intestinales se clasifican desde el
punto de vista taxonómico en dos grandes grupos:
los protozoarios (Tabla 2.2) y los helmintos o gusanos
(Tabla 2.3).
Tabla 2.2 - Parasitismo por protozoarios en
escolares. Barros Blancos, 2011. (N = 175)
El porcentaje de parasitismo global (incluye todos
las especies parasitarias encontradas) hallado de 67%
puede considerarse elevado. Es comparable al hallado al inicio en guarderías comunitarias para preescolares (65%), previo a la realización de programas de
control de enteroparasitosis (Acuña et al, 1999). Al
cabo de 10 años de tareas de educación, diagnóstico y tratamiento esta cifra había descendido a 24%
(Zanetta et al, 2003). Es comparable también a la
prevalencia hallada en un asentamiento (64%) antes
20
G.lamblia
E.histolytica-dispar
Cryptosporidium spp.
B.hominis
E.coli
E.nana
I.bütschlii
N
%
28
5
3
63
28
38
1
16 %
2,9 %
1,7 %
36 %
16 %
21 %
0,6 %
Tabla 2.3 - Parasitismo por helmintos en
escolares. Barros Blancos, 2011. (N = 175)
A.lumbricoides
T.trichiura
H.nana
E.vermicularis
N
%
7
11
5
44
4,0 %
6,3 %
2,9 %
25 %
Desde el punto de vista epidemiológico los parásitos intestinales pueden agruparse en tres categorías
de desigual importancia (Tabla 2.4).
» Por un lado los geohelmintos: término que estrictamente incluye A.lumbricoides, T.trichiura y
S.stercoralis (agente que no fue hallado en la presente investigación), o helmintos transmitidos
por el suelo, término un poco más amplio en el cual
se puede incluir también a H.nana, donde el vehículo principal para la diseminación generalmente
es la tierra contaminada con materias fecales humanas.
»Por otra parte los protozoarios donde el mecanismo de transmisión es fecal oral, directamente de
persona a persona o indirectamente a través de
agua o alimentos contaminados. Dentro de los
protozoarios distinguimos los de patogenicidad
discutida, mal llamados comensales, en el cual podemos incluír a B.hominis, E.coli, E.nana, I.bütschlii.
El otro grupo de protozoarios patógenos está constituído por G.lamblia y Entamoeba histolytica así
como Cryptosporidium spp., coccidio oportunista
que puede ser agente de zoonosis.
» Y en el grupo restante se encuentra E.vermicularis,
helminto de elevada contagiosidad de persona
a persona, de mayor prevalencia en grupos que
conviven estrechamente en condiciones de hacinamiento.
Los porcentajes de geohelmintiasis hallados se ubican en un rango intermedio entre situaciones completamente controladas en áreas urbanas y situaciones fuera de control en asentamientos precarios
donde se defeca en las inmediaciones de las viviendas o bien se riegan los alimentos con aguas servidas.
Tabla 2.4 - Distribución de niños parasitados por
año escolar agrupados según mecanismo de transmisión. Barros Blancos, 2011. (N = 175)
Inicial 4 y 5
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
Total
Helm.transm.
suelo
Vía fecal
oral
Transm.
directa
3
6
1
3
4
0
1
19
16
15
13
8
14
6
8
6
14
8
4
3
1
18 (10%)
91 (52%)
44 (25%)
Los porcentajes elevados de protozoarios, tanto
patógenos verdaderos como de patogenicidad discutida, y los resultados del diagnóstico ambiental que
evidenció diversas rutas de contaminación fecal oral
sugieren que la contaminación fecal ambiental es importante.
El porcentaje de oxiurosis detectado en la muestra
orienta a condiciones de higiene personal y familiar
que pueden ser mejoradas a través de acciones educativas.
De los 175 niños estudiados con CP y EA, 57 (32,6 %)
resultaron negativos, 57 (32,6 %) estaban parasitados
con una sola especie parasitaria y 61 (34,8 %) tenían
más de una especie de parásito, que se distribuye de
la siguiente manera: 27 niños con 2 parásitos, 20 niños con 3, 12 niños con 4 y 2 niños que asociaban en
su intestino 5 especies parasitarias diferentes (Tabla
2.5). Un tercio de los niños con más de un parásito es
un porcentaje importante, lo que sugiere que están
expuestos en forma permanente a un ambiente con
altos niveles de contaminación fecal, vía mediante la
cual pueden adquirir diversas especies parasitarias.
La distribución en el territorio de los casos de niños
positivos (Mapa A2 en Anexo A) no muestra tendencias particulares, lo que sugiere un medio ambiente
con contaminación fecal generalizada tal como relevado en el diagnóstico socioambiental.
21
Tabla 2.5 - Distribución por clase de niños estudiados, con resultados negativos, monoparasitados o
poliparasitados. Barros Blancos, 2011. (N = 175)
22
I4
I5
1º A
1º B
2º A
2º B
3º A
3º B
4º A
4º B
5º A
5º B
6º A
6º B
Total
TOT
28
30
27
29
24
23
27
30
25
19
32
29
25
22
370
ESTU
20
16
17
11
16
12
16
11
13
7
17
8
7
4
175
NEG
9
4
3
3
5
3
7
3
5
1
5
5
2
2
57
MON
6
5
6
3
2
6
6
3
5
2
7
1
4
1
57
POLI
5
7
8
5
9
3
3
5
3
4
5
2
1
1
61
CAPÍTULO 3
Estudio de la repercusión de las parasitosis en los escolares
3.1 Objetivo
Valorar el rendimiento escolar según repetición de
años, y realizar mediciones antropométricas en los
niños de la Escuela Nº 187 que participaron en los estudios enteroparasitológicos.
(47%). De modo que estos son los niños que serán
considerados para el análisis de datos, quedando
afuera los niños que fueron encuestados, pesados y
medidos pero que no llevaron muestras.
3.2 Metodología
3.3 Resultados
Se ingresaron todos los datos en una planilla Excel
donde constaba nombre y apellido del niño/a y código adjudicado para asegurar la confidencialidad de
los datos.
Del total de 175 escolares, la distribución por sexos
muestra que 99 (56,5%) son varones y 76 (43,5%) niñas.
Las siguientes variables fueron consignadas: sexo,
edad en años, clase a la que pertenecía, entrega del
Consentimiento Informado, dirección declarada,
presencia de mascotas en el domicilio, rendimiento
escolar, presencia o ausencia de sintomatología registrada mediante encuesta, registro del peso en kg y
de la talla en cm, cálculo del Índice de Masa Corporal
(IMC), ausencia o presencia de parásitos y registro de
los mismos.
Como ya se explicó, si bien se entregaron materiales
para realizar los exámenes a la totalidad de los
escolares, no fue posible obtener resultados en
todos debido al no cumplimiento en la entrega de las
muestras para realizar los estudios parasitológicos
correspondientes. Este problema significó la pérdida
de aproximadamente la mitad de los datos. Sólo
obtuvimos muestras para CP y EA en 175 niños
La distribución por edad de los escolares encuestados se observa en la Fig. 3.1. Faltan datos en 8 niños.
En cuanto a la distribución por clase la mayor cantidad de niños están en el nivel inicial o preescolar de
4 y 5 años, contando con 36 muestras en total (Fig.
3.2). El número de muestras se mantiene un poco
por debajo en los años siguientes, pero es notable
el descenso en 6º año, donde sólo contamos con 11
muestras.
También observamos que hubo una ligera diferencia en cuanto a la entrega de los estudios según los
turnos escolares (Tabla 3.1). Entregaron mayor número de muestras los niños que asistían a clase en el
turno matutino con respecto a los que lo hacían en
el turno vespertino, fundamentalmente en las clases
mayores (4º, 5º y 6º años).
23
Fig. 3.1 – Distribución por edad de los escolares encuestados. Barros Blancos, 2011 (N=167).
Fig. 3.2 – Distribución por clase de los escolares encuestados. Barros Blancos, 2011 (N=175).
24
Tabla 3.1 - Total de estudios realizados a los niños según turno escolar. Barros Blancos, 2011 (N=175).
Turno matutino
Número de niños
Turno vespertino
Número de niños
Inicial
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
20
17
16
16
13
17
7
Inicial
Primero
Segundo
Tercero
Cuarto
Quinto
Sexto
16
11
12
11
7
8
4
Total
106
Total
69
En cuanto al análisis del rendimiento escolar faltan
datos en 44 niños. Los datos que faltan corresponden
a los 36 niños de Inicial 4 y 5 donde no podía evaluarse
esta variable y en 8 niños de otras clases en los que no
se pudo obtener esta información. Para la evaluación
objetiva del rendimiento se consideró la repetición
escolar. De los 131 niños en los que se registró este
dato, se observó que 79 niños (60,3%) no tienen retraso, 28 (21,4%) tienen retraso de un año (lo que se
denomina retraso escolar) y 24 (18,3%) tienen retraso
de 2 años (lo que se denomina fracaso escolar) (Fig.
3.3). Es decir que casi el 40% de los niños que asisten
a esta escuela y se realizaron estudios parasitológicos han repetido por lo menos un año escolar.
Fig. 3.3 – Rendimiento escolar en los niños
estudiados. Barros Blancos, 2011 (N=131).
Con respecto al rezago escolar en la franja de población de 6 a 17 años en situación de pobreza, el
41,3% de la población declara haber repetido al menos un año en primaria, por lo cual es una situación
comparable a la hallada en el centro escolar en el cual
trabajamos (Katzman & Rodríguez, 2006). El promedio de repetición en el Uruguay urbano para población no pobre es de 15,5%.
Para realizar una valoración del estado nutricional
de los niños se realizaron mediciones antropométricas que incluyeron peso y talla, y se establecieron
indicadores en relación con la edad: TALLA/EDAD e
IMC/EDAD. La interpretación de resultados se realizó
a través de los puntajes Z o “Z scores”, ya que permiten comparaciones con relación a una población de
referencia de la misma edad y sexo.
A nivel poblacional se acostumbra realizar Censos
de Talla para evaluar el estado nutricional de grupos
poblacionales. El retraso de talla en niños de primer
año escolar es un indicador de las condiciones nutricionales y sanitarias materno infantiles durante la
etapa de gestación y crecimiento posterior. La medida de la talla permite medir el efecto prolongado
de diversos agentes que influyen desfavorablemente
sobre el crecimiento normal. La talla también se analiza a partir de la medida del puntaje Z o “Z score”.
Éste se define como la diferencia entre la talla de un
individuo y la media de la talla de una población de
referencia de la misma edad y sexo, dividido entre el
desvío standard de la población de referencia.
25
Para el análisis del Z score de la Talla, tenemos datos de 131 escolares. De ellos 117 niños (89%) tienen
talla dentro de límites normales (incluyendo niños
altos), y 14 (11%) tienen talla baja, por debajo de 2
desvíos estándar (DE), lo que se considera producto
de una desnutrición crónica (Fig. 3.4). Estas cifras son
más elevadas que las propuestas por la OMS, según
las cuales este porcentaje debería estar en 2,3%. En
el año 2000 se efectuó una evaluación del estado nutricional de escolares de escuelas carenciadas (Illa,
2000) donde encontraron cifras de 8% de niños con
desnutrición crónica, porcentaje que es aún menor
de lo hallado en nuestra investigación.
Fig. 3.4 – Z-score de la Talla de escolares estudiados. Barros Blancos, 2011 (N=131).
parámetros normales, 7 (5,3%) tienen un peso por debajo de lo normal (6 de ellos siendo de muy bajo peso
(desnutrición), es decir entre -2 y -3 desvíos estándar,
y uno sólo de bajo peso extremo (desnutrición severa), con menos de -3 DE; y 22 (17%) por encima del
peso normal, de ellos 16 en riesgo de sobrepeso (entre +1 y +2 DE), 4 en rango de sobrepeso (entre +2 y
+3 DE) y 2 con obesidad (más de +3 DE).
De manera que 22% de los niños se encuentran fuera de los parámetros establecidos como peso normal
según el IMC.
Las limitaciones del uso del score Z del IMC es que
establece una relación de peso con altura (IMC= peso/
cuadrado de la talla) que indica el estado nutricional
actual. Por lo tanto un niño con bajo peso y baja talla
puede dar una relación de IMC normal, tratándose de
un niño con desnutrición crónica, ya que la repercusión en la talla (talla/edad menor a -2 DE) nos habla
de una desnutrición crónica.
Fig. 3.5 – Z-score del IMC de escolares estudiados.
Barros Blancos, 2011 (N=131).
Bajo
peso (7)
5,3 %
Con respecto a la talla para la edad, el 77,6% de los
niños de primer año que asiste a las escuelas públicas
del país presenta una talla normal, en comparación
con los estándares recomendados por la OMS, mientras que en el 22,5% se observa algún tipo de retraso:
17,9% muestran retraso moderado y 4,6% retraso
grave (Amarante et al, 2007).
Del análisis del estado nutricional con el score Z del
IMC (Fig. 3.5) (teniendo en cuenta que se perdieron
datos de 44 niños, unos por no contar con la edad,
otros por haber faltado en los días de jornadas de
antropometría) vemos que de los 131 escolares considerados, 102 niños (78%) tienen un peso dentro de
26
Peso alto (22)
17%
Normopeso (102)
78%
Un niño con un bajo peso recuperado puede dar la
falsa idea de que se trata de un niño con sobrepeso,
ya que lo primero que se normaliza es el peso, no así
la talla, es decir que el estudio del estado nutricional
requeriría un análisis más profundo, ya que una medida aislada como vimos puede generar confusión.
Los índices aquí presentados son resultados de una
medición aislada, siendo de mayor utilidad para establecer el estado nutricional, la velocidad de crecimiento: para ello se requieren varias medidas en el
tiempo, lo cual no fue posible en esta investigación.
El peso es además el resultado de la sumatoria de
varios factores, en donde interviene la genética, el
peso al nacer, el aporte nutricional (donde la lactancia materna también incide, fundamentalmente en
los niños más pequeños), patologías crónicas como
por ejemplo la enfermedad celíaca, o la intercurrencia reiterada de patologías agudas como las respiratorias y las diarreas agudas infecciosas, el nivel socio
económico cultural de la familia, entre otros.
Se debe tener en cuenta además, que el análisis de
las muestras de materias fecales también representa
sólo una fotografía de un momento puntual, ya que
no se realizaron estudios coproparasitológicos seriados en esta investigación. Por lo tanto se desconoce
si los niños que tienen valores de bajo peso que ahora
muestran resultados negativos pudieron estar parasitados en el pasado, y habiendo mediado tratamiento, sus resultados parasitológicos sean ahora normales; o bien si pudiera tratarse de períodos negativos
de eliminación de quistes o huevos.
En suma:
En la muestra de niños estudiada en esta
escuela se detectan algunos porcentajes que
resultan preocupantes, aunque no podamos
establecer con certeza una clara vinculación
entre las variables analizadas.
Se estudió solo la población que respondió
afirmativamente a la solicitud de realización
de los estudios parasitológicos intestinales,
por lo tanto se trata de una muestra de conveniencia y no podemos suponer que se trate
de un muestreo representativo de los niños
que asisten a la citada escuela.
En esta investigación se hallaron:
» 67% de niños parasitados, 10% con
geohelmintos
» 40% de niños con retraso escolar
» 22% de niños con alteraciones del estado
nutricional:
› 17% por encima del peso normal
› 5% por debajo del peso normal
»
11% de niños con baja talla.
27
CAPÍTULO 4
Diagnóstico de parásitos potencialmente zoonóticos
en carnívoros
4.1 Objetivo
» Determinar la presencia de parásitos zoonóticos
en los caninos de los hogares de los alumnos de
la Escuela N° 187.
» Conocer las zonas más afectadas por las
parasitosis caninas en el área estudiada,
estableciendo relaciones geográficas.
4.2 Metodología
El trabajo de campo, se realizó en el área donde se
encuentran ubicados los hogares de los escolares que
concurren a la Escuela N° 187 de Barros Blancos.
Las familias invitadas fueron un total de 219, de las
cuales 45 (20,5%) de ellas no tienen a su cargo caninos domésticos o no aceptaron la participación en el
proyecto y por lo tanto impidieron la recolección de
muestras. Además se procesaron algunas muestras
obtenidas de mascotas de familias que voluntariamente decidieron participar cuando se les informó y
dio a conocer el proyecto.
Las visitas a las diferentes zonas para la recolección de las muestras de materia fecal de caninos
fueron realizadas desde el mes de Abril hasta el mes
de Diciembre de 2011. En el mes de Enero de 2012,
se recogieron muestras de materia fecal también de
aquellos hogares en los cuales no se había podido o
que por mal georreferenciamiento o indicación de
ubicación de los niños no se había logrado.
En cada vivienda visitada se recolectaron materias
fecales de caninos dispersas en el predio o dentro de
la casa, las mismas se recolectaron con guantes de
látex, en frascos para análisis de tapa rosca y boca
ancha, con el agregado de Formol al 10%, conservan28
te de la muestra sin deformar los elementos diagnósticos, además reduce el posible potencial zoonótico
que la muestra hubiera podido presentar. Se relevó a
su vez, información anamnésica, sanitaria y patológica de los animales de compañía.
Las muestras de materia fecal de los caninos fueron procesadas en el laboratorio del Departamento
de Parasitología de Facultad de Veterinaria, allí las
muestras de materia fecal fueron esterilizadas por
calor previa apertura del frasco tapa rosca. Se utilizó
para el diagnóstico de huevos de helmintos, coccidios y cestodos la técnica de Willis; técnica cualitativa
de flotación y enriquecimiento.
No se efectuó el recuento de huevos, sino que los
resultados se consignaron solamente como “presencia” o “ausencia” de huevos; tampoco fue un objetivo
identificar si se trataban de huevos de distintas especies de los géneros diagnosticados, ya que la observación se efectuó con un microscopio óptico simple.
Si en cualquiera de las muestras de materias se encontraban huevos el lugar de procedencia se consideró “contaminado” o positivo.
4.3 Resultados
Las heces de los perros analizados fueron 127, de
estas muestras fueron positivas 100 que representaron el 78,7% del total, siendo todas positivas a parasitosis con riesgo zoonótico, como se indica en la Fig.
4.1. La fauna parasitaria diagnosticada demostró la
presencia de diversos géneros parasitarios (Fig. 4.2),
los que se distribuyeron de la siguiente manera:
» Presentaron A. caninum 40,1% (51/127),
»
»
»
»
Toxocara spp. 6,3% (8/127) y Trichuris vulpis
15,8% (20/127).
Del total de las muestras, el 15,8% (20/127)
presentaron A. caninum y Toxocara spp.
parasitando al mismo tiempo.
El 0,8% (1/127) se diagnosticó como poliparasitado con huevos de Taeniidae spp., A. caninum y
Toxocara spp.
El 21,2% (27/127) fueron negativas.
Además en el diagnóstico se evidenciaron
otros géneros parasitarios como Isospora spp.,
Capillaria sp., y Strongyloides spp.
Los resultados obtenidos de animales con diagnóstico positivo a endoparasitosis y aquellos con
presencia de géneros potencialmente zoonóticos, se
encontraron dentro de los porcentajes esperados. Al
compararlos con los diversos resultados obtenidos en
diferentes investigaciones nacionales como se indica
a continuación, se pudo observar que nuestros hallazgos coincidieron.
Fig. 4.1 – Distribución de muestras de heces de
caninos para parasitosis. Barros Blancos 20112012. (N = 127)
En carnívoros domésticos de Montevideo Correa
et al (1996) describieron como géneros parasitarios
diagnosticados, a Toxocara spp. (48,3%), A. caninum
(30,0%), T. vulpis (17,3%). Valledor, (2002) identificó y
cuantificó en 80 caninos de un refugio como géneros
parasitarios a Ancylostoma spp. (70%), Toxocara spp.
(2,5%), Trichuris spp. (43,7%) y Cabrera et al (2007), en
carnívoros rurales a nivel nacional describió que los
taxones diagnosticados fueron Taeniidae spp. (1,4%),
Toxocara canis (3,1%), Ancylostoma caninum (2,9%),
Trichuris vulpis (5,7%), principalmente. Además
se afirmó que la totalidad de los departamentos
tuvieron animales positivos a endoparásitos, con
más altas prevalencias Montevideo (31,6%), Salto
(30,0%) y Treinta y Tres (26,2%). Mientras que Décia
et al (2009), indicaron en el estudio de los registros de
análisis coprológicos, que los animales de compañía
positivos a parasitosis gastrointestinal fueron el
32,2% y los géneros parasitarios diagnosticados
como potencialmente zoonóticos fueron A. caninum,
28,3%; Giardias, 2,7%; T. canis, 22,9%; D. caninum,
7,1%; Lagochilascaris minor, 0,3%; T. vulpis, 18,9%,
con una tasa de positivos potencialmente zoonóticos
de 57,9% del total de animales parasitados.
Debido a la gran contaminación fecal canina ambiental de la zona y dentro de los predios estudiados
(Mapa A3 en Anexo A), además de los altos porcentajes de muestras obtenidos con resultados positivos
de A. caninum y Toxocara spp. se advirtió gran riesgo
de enfermedades zoonóticas presentes y potenciales.
Los caninos del área de Barros Blancos, accedieron a la ingestión de achuras crudas, producto de
posibles faenas clandestinas o en casas de algunos
vecinos: esto se evidenció con el hallazgo de huevos
de Taeniidae spp. en la materia fecal de un canino en
Paso Escobar. Pero como los huevos de estos géneros son indiferenciables, se solicitó la acción de la Comisión de Zoonosis, debido a que este animal podía
estar parasitado con Echinococcus granulosus, agente
etiológico del Quiste Hidático, una de las ZOONOSIS
más importantes y objeto de Programa Nacional de
erradicación.
29
Fig. 4.2 - Distribución de géneros parasitarios en caninos. Barros Blancos 2011- 2012.
4.4 Conclusiones
Los resultados del análisis de materias fecales de los animales muestran que el ambiente donde éstos habitan, no se presentó
como una condicionante en su estado sanitario, con respecto a las endoparasitosis.
30
Los resultados diagnosticados como negativos, pueden deberse a otras variables como
lo es la condición fisiológica animal que le
puede generar resistencia natural frente a
los distintos géneros parasitarios.
CAPÍTULO 5
Estudio parasitológico de tierras y lodos
5.1 Objetivo
Determinar la presencia de agentes de enteroparasitosis en tierras y lodos provenientes de los focos
de contaminación fecal identificados en el diagnóstico socioambiental, con la finalidad de comprender
mejor las rutas de transmisión fecal oral asociadas y
dar recomendaciones a la población sobre medidas
de prevención y control.
5.2 Antecedentes
Estudios realizados en muestras de suelos han
detectado parásitos capaces de infectar humanos
(Alonso et al, 2001). Se ha demostrado que, huevos
de Toxocara canis pueden infectar a un hospedero susceptible después de estar en el suelo un largo
tiempo en condiciones extremas de temperatura y
humedad (Córdoba et al, 2002), hasta 2 años (Cabrera, 2011, comunicación personal).
En relevamientos sobre la contaminación del suelo de espacios públicos de Montevideo con huevos
de helmintos Pérez et al, en 1991 indican que de
204 muestras de suelo de 23 barrios de Montevideo,
28,9% fueron positivas. Los huevos hallados correspondieron en un 58,1% a Toxocara canis, 48,4% a Ancylostoma caninum, 19,3% a Trichuris vulpis y 6,5% a
Toxascaris leonina; la densidad de huevos encontrada
fue de 1 a 6 huevos cada 5 g de suelo, según la especie
considerada.
Durán et al (1993) señalan haber encontrado huevos de Toxocara spp. en el peridomicilio de 3 de 14
pacientes humanos con toxocariasis.
Casas (1999) realizó la evaluación de la contaminación
ambiental por la deposición de los canes en lugares
públicos en distintos lugares de la ciudad de
Montevideo, muchos de ellos donde tienen acceso
fluido los preescolares. Las muestras de materia fecal
se obtuvieron de 5 lugares de la ciudad y fueron un
total de 827, de las cuales solamente se presentaron
positivas a la presencia de huevos de géneros
gastrointestinales el 4 %. Los resultados obtenidos
fueron para los géneros Trichuris spp. 26%, Toxocara
spp. 32% y para Ancylostoma spp. 42%.
Hernández et al (2003), realizando un relevamiento
de suelos de 70 plazas de la ciudad de Montevideo,
demostraron una prevalencia de 53% de huevos de
Toxocara spp., concluyendo que la prevalencia de
suelos contaminados con este tipo de helmintos
aumenta en zonas con necesidades básicas
insatisfechas.
En un estudio realizado en la década de los 90 buscando la contaminación por huevos de helmintos en
muestras de barros de estaciones de depuración de
aguas de OSE se hallaron 14 de 30 muestras contaminadas, por lo que se aconsejó limitar el uso de estos lodos en la agricultura. Sin embargo se aconsejó
realizar un muestreo mayor para que resultara más
significativo (Dellepere et al, 1996). Diez años más
tarde investigando sobre la posible aplicación de lodos frescos o compostados a los suelos para obtener
mejores rendimientos en cultivos de lechuga y maíz,
se obtuvieron bajísimos niveles de huevos de helmintos en las muestras estudiadas (Docampo et al, 2007;
Gilsanz et al, 2012).
31
5.3 Materiales y métodos
Tierras de espacios públicos
5.3.1 Selección de los lugares de recolección de
muestras
Se tomaron muestras en zonas inundables susceptibles de ser focos de contaminación fecal y que
simultáneamente son frecuentados por la población
local: canchas de juegos, caminos y zonas de tránsito
de sectores densamente poblados. En todos los casos
se tuvo en cuenta el microrrelieve de estos lugares,
tomando las muestras en hondonadas que concentran el agua de escorrentía superficial y que conservan la humedad (Foto B11 en Anexo B) y, cuando era
posible, en lugares sombreados (en general por efecto de la vegetación).
Se tomaron, procesaron y analizaron un total de
187 muestras: 103 muestras de tierras en el entorno
doméstico de los hogares de los niños de la Escuela
Nº 187 y 84 muestras de tierras y lodos en espacios
públicos: cunetas, canchas de juegos, basurales, caminos y zonas de tránsito de sectores densamente
poblados. La toma de tierras de hogares fue responsabilidad de la Facultad Veterinaria mientras que la
toma de muestras de espacios públicos fue responsabilidad de CEUTA.
Tierras de hogares
La toma de muestras, se realizó en base al listado
de niños de la Escuela Nº 187 y ubicación georreferenciada de sus hogares mediante el SIG. A partir de ese
mapa inicial se ubicaron a los diferentes domicilios,
corroborando los nombres de los niños habitantes, la
presencia o no de mascotas, estado ambiental del terreno (higiene, aguas servidas presentes, vertederos
de los diferentes lavados de la casa, habitación, sombra, humedad del terreno), todos datos que permitieran hacer una correcta recolección de muestras de
acuerdo con la ecología y biología parasitaria de los
diferentes géneros diagnosticados en las mascotas.
Se visitaron una totalidad de 84 domicilios, donde
habitan 171 niños de la Escuela Nº 187. Se nos negó
el acceso en 15 domicilios. Se tomaron 103 muestras
de tierras en los predios de los 69 hogares restantes
(Foto B10 en Anexo B). De cada predio se tomaron
hasta 3 muestras de distintos sitios. Los lugares de
extracción fueron preferentemente a) Lugar de juego de niños y mascotas; b)”Boca” de robador; c) Sitio
donde defecan las mascotas y d) Lugar de eliminación de excretas (si se identificaba).
32
También se tomaron muestras de tierras de basurales, de humedales y de orillas de cunetas, que son
lugares menos frecuentados por la población pero
también susceptibles de ser focos de contaminación.
Cabe mencionar que la basura fue omnipresente en
muchos de los lugares muestreados aunque en cantidades variables, generalmente menores a los basurales considerados como tales (Foto B12 en Anexo B).
En lo posible, se tomaron muestras de estos diferentes ámbitos en todos los centros poblados del
territorio de estudio (Paso Escobar, Bella Vista Chico, Bella Vista de Carrasco, Villa Universitaria, Villa
Carmen y el sector de camino República). En total se
tomaron 52 muestras de tierras de espacios públicos.
Los lugares de muestreo fueron marcados en los
mapas del territorio y luego su ubicación fue transferida al SIG. Las muestras fueron tomadas en 9 fechas
distintas entre octubre y diciembre del 2011.
Lodos de cunetas y cañadas
Se tomaron 32 muestras de lodos en cunetas y cañadas del territorio de estudio. Se tomaron muestras
de las principales cunetas y cañadas en las zonas densamente pobladas del territorio de estudio, cuidando que el área de alimentación de las cunetas fuera
relativamente amplia. En unos casos se tomaron
muestras de cunetas en la proximidad inmediata de
hogares de niños con geohelmintiasis y, cuando era
posible, aguas debajo de las mismas. También se to-
maron unas muestras de lodos de cañadas y cuerpos
de agua ubicados aguas debajo de centros poblados.
Al igual que para las muestras de tierras de lugares
públicos se tomaron muestras en cada centro poblado del territorio de estudio. Se marcaron los lugares
de muestreo en los mapas del territorio y luego su
ubicación fue transferida al SIG. Las muestras fueron
tomadas en 8 fechas distintas entre noviembre y diciembre del 2011.
5.3.2 Metodología
Se recogieron muestras de tierras en bolsas de
nylon, luego de delimitación de la zona a muestrear
de aproximadamente 20 por 20 cm. Se realizó limpieza de la capa superficial para sacar hierbas, piedritas,
pasto, basura y objetos que se encontraran sobre el
área delimitada. Se movilizó la primera capa de tierra
más superficial y más suelta y se realizó la extracción
de una muestra de aproximadamente 10 por 10 por 3
cm de profundidad y se vertió a la bolsa plástica con
pala jardinera. En algunos casos se realizó tamizado
previo (cuando la tierra estaba completamente seca).
Se identificó la muestra según código y protocolo del
laboratorio. Las bolsas fueron cerradas con un nudo
sin aire y refrigeradas (en el caso de las tierras de hogares), disminuyendo la posibilidad de que los huevos estuvieran en contacto con el oxígeno y temperatura, impidiendo de esta manera la posibilidad de que
algunos géneros completaran el desarrollo larvario a
L1, dificultando el diagnóstico.
Las muestras de lodos se recogieron en frascos de
boca ancha de aproximadamente 1 litro de capacidad, realizando tamizado previo para eliminar piedritas, raíces, basura y objetos que se encontraran en el
lodo extraído (Foto B13 en Anexo B). Se extrajo una
muestra de lodo proveniente de la capa superficial
de la cuneta hasta aproximadamente 10 cm de profundidad. Se identificaron las muestras según código
con lugar y fecha de la extracción.
Las muestras de tierras de hogares fueron procesadas y analizadas en el laboratorio de Parasitología
Veterinaria de Facultad de Veterinaria mientras que
las muestras de tierras y lodos de lugares públicos lo
fueron en el Instituto de Higiene (Departamento de
Parasitología y Micología).
A cada muestra de tierras se le realizó Examen Parasitológico Directo microscópico en primera instancia. A continuación fueron procesadas con técnicas
de concentración por flotación, utilizando diferentes
soluciones sobresaturadas que permiten obtener diferentes densidades: con sulfato de zinc (Faust et al,
1938), con sulfato de magnesio (Quinn et al, 1980) y
con cloruro de sodio (Willis, 1921). Luego fueron observadas al microscopio óptico con objetivos x10, x40
y x100.
Se aplicaron diferentes técnicas de flotación basadas en la concentración partiendo de las opiniones de autores como Osimani et al, (1969); Melvin
et al (1971) y Navone et al, (2005). Es necesario señalar que se procesa solamente una fracción de las
muestras obtenidas por lo que estos análisis recaban
únicamente información cualitativa de los distintos
agentes parasitarios presentes.
A todas las muestras procesadas se le realizó el
control de calidad correspondiente según protocolo
del laboratorio; en particular a todas las soluciones
utilizadas se las genera, mantiene y mide la densidad
según protocolo.
A cada muestra de lodos se le realizó Examen Parasitológico con las mismas técnicas de concentración
por flotación que las aplicadas a muestras de tierras.
5.3.3 Resultados y discusión
Se analizaron un total de 183 muestras de tierras y
lodos resultando 53 de ellas (29%) positivas.
a) De las 103 muestras de domicilios y peridomicilios
se encontraron agentes parasitarios en 19 de ellas
(19%). Se diagnosticaron 2 géneros de nematodos:
Toxocara canis en 12 muestras y Ancylostoma spp.
en 7 muestras (Fig. 5.1).
33
Fig. 5.1 Parásitos hallados en tierras de hogares.
Barros Blancos 2011. (N = 103)
b) De las 52 muestras de tierras de espacios públicos,
se encontraron agentes parasitarios en 13 de
ellas (25%). Se diagnosticaron 4 géneros de
nematodos: Toxocara spp. en 9 muestras, Trichuris
spp. en 6, Ascaris spp. en 2 y en una muestra
Ancylostoma spp. (Fig. 5.2). De las 13 muestras
de tierras positivas, 9 tuvieron un único género
parasitario, en 3 muestras hubo 2 géneros y una
muestra mostró 3 géneros de parásitos diferentes.
c) De las 32 muestras de lodos estudiadas en el
laboratorio se encontraron agentes parasitarios
en 21 de ellas, lo cual significa el 66%. Se
diagnosticaron 5 géneros de helmintos: 4 de
nematodes: Toxocara spp. en 13 muestras, Trichuris
spp. en 9, Ascaris spp. en 5 y Ancylostoma spp.
en 3, y uno de cestodes: Hymenolepis diminuta
que se observó en 2 muestras (Fig. 5.3). De las 21
muestras de lodos positivos, 12 tuvieron un solo
género de parásitos, 7 mostraron 2 géneros, y en
2 muestras se observaron 3 géneros diferentes de
parásitos.
Los parásitos hallados del género Toxocara spp. corresponden a parásitos zoonóticos pues tienen como
huéspedes habituales a perros y gatos, pudiendo
parasitar a los seres humanos en forma accidental,
constituyendo los cuadros conocidos como Síndrome de Larva Migrans Visceral o toxocariasis sistémica
o toxocariasis ocular.
Fig. 5.2 Parásitos hallados en tierras públicas. Barros Blancos 2011. (N = 52)
34
Fig. 5.3 Parásitos hallados en lodos. Barros Blancos 2011. (N = 32)
Los parásitos del género Trichuris spp. pueden
tener origen tanto humano como animal pues los
huevos son prácticamente indiferenciables entre las
distintas especies: Trichuris trichiura (geohelminto
humano), Trichuris vulpis (de los perros) o Trichuris
suis (de los cerdos). En todos los casos los helmintos
del género Trichuris provocan cuadros digestivos de
intensidad variable y anemia, en general la gravedad
de la sintomatología está vinculada con la carga parasitaria.
Hymenolepis diminuta es un parásito propio de los
roedores, pero que también puede parasitar al ser
humano, ocasionando sintomatología referente al
aparato digestivo (diarrea y dolor abdominal).
Las fotos B15 a B19 (en Anexo B) muestran los huevos de los diferentes géneros de parásitos encontrados durante esta investigación.
Los huevos de Ascaris spp. diagnosticados pueden
corresponder a la especie Ascaris lumbricoides (parásito intestinal humano, Foto B14 en Anexo B) o a
Ascaris suum (parásito intestinal de los cerdos). En el
caso de la ascaridiasis el parasitismo ocurre a nivel intestinal por los gusanos adultos y a nivel visceral (hígado y pulmón) por las etapas larvarias migratorias
durante el ciclo normal de este geohelminto.
Los porcentajes de muestras positivas para los géneros Toxocara spp. (12%) y Ancylostoma spp. (7%)
distan de los encontrados por Pérez et al, en 1991 que
indican un 58,1% a Toxocara canis y 48,4% a Ancylostoma spp. Casas (1999), demostró que los géneros
presentes fueron Toxocara spp. 32% y para Ancylostoma spp. 42%, mientras que Hernández et al en el
2003, demostraron una prevalencia de 53% de huevos de Toxocara spp. en plazas de la ciudad de Montevideo.
Los huevos del género Ancylostoma spp. (que
pueden corresponder a Ancylostoma caninum o Ancylostoma brasiliensis) son parásitos habituales de los
perros y gatos. En la especie humana se observa Ancylostoma duodenale (cuyos huevos son semejantes a
los de los parásitos de animales) pero no existen casos humanos de esta infección en nuestro país.
Entre posibles explicaciones estaría el hábito de
muchas familias de limpiar y eliminar las heces de sus
perros cuando defecan en el predio de la casa; el hecho que muchos perros no defecan en la proximidad
de la casa; o que las condiciones secas y poco sombreadas de muchos predios no favorecen la sobrevivencia de los huevos de geohelmintos.
35
En el caso de las tierras de lugares públicos, una
explicación de estos bajos porcentajes podría ser que
los perros defecan generalmente en lugares abiertos,
expuestos al sol, por lo tanto poco propicios a la sobrevivencia de los huevos.
Se observa que las muestras que tuvieron mayor
representatividad de elementos parasitarios correspondieron a los lodos. Esto puede estar vinculado con
la mayor humedad que presentan en relación con las
tierras, lo cual favorece la sobrevida de los huevos de
parásitos con integridad suficiente para permitir su
diagnóstico por examen microscópico.
Asimismo las muestras de tierras en el entorno doméstico con resultados positivos coinciden con domicilios donde existen zonas de humedad (cunetas,
robadores o abundante sombra).
Existen otros factores a ser considerados como
por ejemplo los diferentes microclimas que pueden
influir en la sobrevida de los huevos de nematodos en
el medio ambiente. La temperatura y la influencia de
los rayos solares en la desecación de la tierra pueden
llevar a que los huevos se deterioren más rápidamente durante los meses de primavera y verano. Por otra
parte las estaciones más húmedas y los rasgos del
microrrelieve que concentran el agua de lluvia van a
favorecer las condiciones ambientales para que estos
huevos se desarrollen y permanezcan infectantes.
Considerando que en la presente investigación las
muestras de tierras se tomaron en primavera y principio de verano, es posible que las concentraciones de
elementos parasitarios sean sensiblemente menores
que en invierno.
El tipo de suelo también puede ser un factor que
influye en la sobrevida de los huevos: los terrenos
arenosos y con escasa cantidad de nutrientes no son
favorables.
Todos estos factores contribuyen a aumentar la variabilidad espacio-temporal de la distribución de los
huevos de geohelmintos dificultando esta investigación.
36
Existe una buena correspondencia entre los géneros de geohelmintos diagnosticados durante los
estudios parasitológicos de la primera etapa del
proyecto (Tabla 5.1) y los encontrados mediante los
análisis de tierras y lodos (Tabla 5.2). Sin embargo no
se ha encontrado a H. nana en los análisis de tierras
y lodos, lo cual podría estar vinculado con la mayor
fragilidad de estos huevos. Otra diferencia notable
consiste en la sobrerrepresentación de Toxocara spp.
(c.) en las tierras y lodos, posiblemente por su mayor
resistencia a los agentes externos.
Sin embargo el SIG mostró que no existe correlación entre la distribución espacial de los casos positivos de niños o caninos y la distribución de tierras y
lodos positivos. En ambos casos los mapas no revelaron la existencia de focos concentrados de parasitosis.
De manera general la distribución en el territorio
de los casos positivos de cada género de parásitos no
muestra tendencias particulares, lo que parece confirmar la realidad de un medio ambiente con contaminación fecal generalizada (en las zonas pobladas)
tal como revelado en el diagnóstico socioambiental.
Los mapas A4 y A5 (en Anexo A) muestran la distribución espacial de los casos positivos de tierras y lodos,
respectivamente.
Los resultados de los análisis de tierras de lugares
públicos, clasificados por lugares de muestreo (Tabla 5.2), muestran la presencia de parásitos en todos
esos ámbitos, los mismos que habían sido identificados como focos de contaminación fecal durante la
etapa de diagnóstico. Eso constituye un buen índice
que apoya la existencia de las rutas de contaminación
fecal oral identificadas en la etapa de diagnóstico,
aunque en todo caso resultaría difícil establecer su
importancia relativa en los ciclos de transmisión de
las parasitosis. La ausencia de geohelmintos potencialmente humanos (Ascaris spp. y Trichuris spp.) en
los resultados de análisis de tierras peridomiciliares
(Tabla 5.2) no puede interpretarse como una indicación de la ausencia de focos de concentración de huevos de estos parásitos en esos lugares.
Tabla 5.1 - Parasitismo por geohelmintos. Barros Blancos 2011 – 2012.
N
%
11
7
5
6,3%
4,0%
2,9%
72
29
20
57%
23%
16%
NIÑOS DE LA ESCUELA Nº 187 (N = 175)
Trichuris trichiura
Ascaris lumbricoides
Hymenolepis nana
CANINOS DE LOS HOGARES DE NIÑOS DE LA ESCUELA Nº 187 (N = 127)
Ancylostoma caninum
Toxocara spp.
Trichuris vulpis
Una primera razón es que muchas de las familias
con niños parasitados con geohelmintiasis no tienen
saneamiento mejorado y por sentimiento de culpa
o vergüenza, no se atreven a mostrar a las personas
que toman muestras en qué lugar disponen sus excretas (cuando usan un balde) o la ubicación del pozo
negro que suele estar en malas condiciones (rebosando, con paredes colapsadas y/o tapa de chapas).
En estos casos de saneamiento deficiente, es probable la existencia de focos peridomiciliarios muy
localizados con una alta concentración de huevos
en los lugares de disposición de excretas. Durante
los episodios de fuertes precipitaciones, la lluvia y
el agua de escorrentía podrían provocar la movilización y dispersión de los huevos. Una fracción de éstos
podrían eventualmente sedimentar en las cunetas o
zonas inundables cercanas, constituyendo así focos
extendidos pero de más bajas concentraciones.
Una posible consecuencia de lo anterior sería el
riesgo de adquirir una elevada carga parasitaria31al
contaminarse con tierra de estos focos con una alta
concentración de huevos. Por otro lado, el contacto
con la tierra de lugares públicos inundables constituiría una ruta de transmisión menos importante por la
menor concentración de huevos. Esta hipótesis requeriría de más investigaciones para ser comprobada.
Tabla 5.2 - Resultados estudios parasitológicos de tierras y lodos por lugar de muestreo. Barros Blancos
2011 – 2012. (Toxo = Toxocara spp.; Trich = Trichuris spp.; Asca = Ascaris spp.; Ancy = Ancylostoma spp.; H.dim
= Hymenolepis diminuta)
Lugares de muestreo
N
% de muestras positivas
Total
Toxo
Trich
Asca
Ancy
H. dim
103
18%
12%
0%
0%
6,8%
0%
Tierras de lugares públicos
49
27%
18%
12%
4,1%
2,0%
0%
Hondonada en camino
Cuneta seca
Acumulación de lodo seco de cuneta
Orilla de cuneta o cañada
Zona de humedal
Hondonada en cancha de juegos
Basural
11
4
9
14
5
4
2
27%
25%
11%
21%
40%
50%
50%
27%
0%
0%
21%
0%
50%
50%
0%
25%
11%
7,1%
40%
25%
0%
0%
0%
0%
7,1%
0%
0%
50%
0%
0%
0%
0%
20%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
Lodos de cunetas y cañadas
32
66%
41%
28%
16%
9,4%
6,3%
184
29%
18%
8,2%
3,8%
2,2%
1,1%
Tierras de zona peridomiciliar
TOTAL TIERRAS Y LODOS
3 En el territorio de estudio, son frecuentes los
testimonios de madres que vieron a su hijo “vomitando una bola de
gusanos”, signo que evidencia una alta carga parasitaria.
37
CAPÍTULO 6
Estudio microbiológico de las aguas de lugares de
recreación y baños
6.1 Introducción
La contaminación fecal de las aguas recreacionales
constituye un problema de salud pública pudiendo
provocar en los bañistas enfermedades gastrointestinales y, menos frecuentemente, infecciones respiratorias febriles, infecciones del oído y otras enfermedades (WHO, 2003; Pond, 2005). Una persona que se
baña 10 minutos realizando 3 inmersiones de cabeza
se traga de forma involuntaria 100 a 200 ml de agua
(WHO, 2003). Los niños forman un grupo particularmente vulnerable porque juegan en el agua por periodos prolongados y son más susceptibles de tragar
agua tanto de manera accidental como voluntaria
(WHO, 2003).
El diagnóstico participativo realizado en la primera
etapa de investigación permitió identificar las cañadas, tajamares y pozos frecuentados para recreación
o baños por la población local especialmente por los
niños en verano. Esos cuerpos de agua pueden ser
contaminados por efluentes de pozos negros que circulan en las cunetas viales que a su vez desembocan
en la red hidrográfica local. Otra fuente de contaminación pueden ser los excrementos de animales y
materias fecales humanas que se acumulan alrededor de viviendas carentes de baño y que son susceptibles de ser acarreados por la escorrentía superficial
en episodios de lluvias intensas.
Se investigaron estas rutas de contaminación con
el objetivo de comprender mejor los factores que determinan la contaminación fecal del agua y evaluar
los riesgos para la salud que representa el uso recreativo de esas aguas.
38
El enfoque metodológico, adaptado de WHO
(2003), combina el estudio de ciertas características
geográficas del territorio de investigación con el análisis microbiológico de las aguas recreativas:
» El estudio de las fuentes de contaminación fecal
que pueden afectar a cada sitio de baños. Éstas
se determinaron a partir de mapas de densidad
de población elaborados para cada microcuenca41 del territorio de investigación (Mapas A6-A9
en Anexo A). Esta información se combinó a una
inspección sanitaria para determinar las posibles
fuentes de contaminación fecal de origen animal (ganado, crianzas familiares) y los puntos
donde se vierten aguas servidas (provenientes
de cunetas) en los cuerpos de agua.
» La identificación de zonas donde transitan las
aguas servidas, depurándose: humedales naturales, cañadas, pozos, tajamares y la misma red
de cunetas viales tal como se describió en el capitulo 1.
» El análisis microbiológico de las aguas permitió
determinar su grado de contaminación fecal y la
eventual presencia de microorganismos patógenos.
4
Por microcuenca nos referimos a una cuenca
hidrográfica de pequeña extensión (menos de 10 km2) que es la
porción de territorio drenada por un río y sus afluentes (o cualquier
sistema de drenaje natural) y que está delimitada por la línea de
cumbres, también llamada línea divisoria de aguas, que es una
línea imaginaria que une los puntos de mayor elevación del terreno
y que separa a 2 ó más cuencas vecinas.
» El análisis de los datos pluviométricos, de la topografía y observaciones hidrológicas, permitieron
determinar episodios de escorrentía superficial
susceptible de aumentar la contaminación fecal en los cuerpos de agua vulnerables así como
periodos de estiaje que pudieron resultar en un
aumento de la concentración de la contaminación fecal.
6.2 Materiales Y Métodos
6.2.1 Descripción de los cuerpos de agua
muestreados
Se estudiaron los 8 principales lugares de baños
identificados en la etapa de diagnóstico, así como 3
cunetas y 2 cañadas cercanas. A continuación se describen esos lugares ordenados según las 4 principales
microcuencas a las que pertenecen.
Microcuenca del tajamar “El Coronel”
a) El tajamar “El Coronel” (muestra 1) pertenece a
una quinta abandonada que fue ocupada en último
lugar por un coronel en retiro. Se ubica al extremo
sur de la zona de estudio. El tajamar tiene una superficie de aproximadamente 0,6 ha y es ocasionalmente utilizado para bañarse por los habitantes de
Bella Vista de Carrasco. La microcuenca asociada
es grande pero poco poblada con excepción de una
estrecha franja al norte (Mapa A6 en Anexo A). Las
muestras fueron tomadas en la parte oeste del tajamar que es alimentada por una cañada que drena
el sector sur de la microcuenca.
b) La cuneta en avenida José María García (muestra
2), ubicada cerca de la esquina camino Ventura en
Bella Vista de Carrasco, es una de las más grandes
del sector. Colecta las aguas servidas de gran parte
de la avenida José María García. Se tomó la muestra a unos metros del punto donde se vierte en la
cañada emisora del tajamar “El Coronel”.
Microcuenca del tajamar Caputo
El tajamar Caputo (muestras 3 a 5), con una superficie aproximada de 1,8 ha, constituye el cuerpo de
agua de mayor extensión en el territorio de estudio.
Por su belleza y proximidad, ha sido muy frecuentado
como lugar de recreo (baños y pesca deportiva) por
los moradores de Paso Escobar y Bella Vista. Está
ubicado en una propiedad privada cuyo guardián nos
informó que el acceso al tajamar había sido prohibido
últimamente; sin embargo los niños siguen frecuentándolo ocasionalmente (hay varias entradas en el
cerco y las rondas de guardia son irregulares).
La microcuenca asociada al tajamar es de relativamente pequeña dimensión pero tiene alta densidad
poblacional, integrando a una gran parte del asentamiento de Paso Escobar y de Bella Vista (Mapa A7 en
Anexo A).
Dada la gran extensión y particularidades del tajamar Caputo, se determinaron 3 puntos de muestreo:
los 2 primeros cerca de la confluencia con las cañadas
provenientes de Paso Escobar y de Bella Vista (muestras 3 y 5) y el tercero a unos metros del caño de salida
de agua (muestra 4).
Además, con el propósito de entender mejor la relación entre la contaminación fecal del tajamar y la
de las 2 cañadas que lo alimentan, se tomaron muestras de éstas (que identificamos como cañadas A y B)
en sus respectivas intersecciones con el camino Paso
Escobar (muestras 6 y 7). Recordemos que una vecina
nos informó haber observado a niños bañándose en
una de las cunetas que desemboca en la cañada B.
Microcuenca de la cañada C
La cañada C nace en Bella Vista, cruza Villa Universitaria y luego Villa Carmen. Es bastante frecuentada
por los niños que suelen bañarse cerca de los puentes
pero también en los pozos diseminados a lo largo de
su curso.
39
a) En el Puente de la calle Tala (muestra 8), la cañada es demasiado poco profunda para que los niños
puedan bañarse. Sin embargo los vecinos de Bella
Vista nos indicaron que cuando llueve el nivel suele subir un poco y los niños pequeños aprovechan
para meterse en el agua. La microcuenca asociada
es pequeña pero densamente poblada e incluye la
parte de Bella Vista Chico que está extendiéndose
(Mapa A8 en Anexo A). Varias cunetas provenientes de Bella Vista Chico se vierten en la cañada a la
altura del puente y aguas arriba, contaminando al
lugar de baños.
b) El pozo de la Ladrillera (muestra 11) es un conjunto de 3 pequeños pozos pocos profundos, de forma
alargada y de superficie total aproximada de 0,05
ha que parecen haber servido de pozo de extracción de arcilla para una ladrillera cercana y que
ahora sirven como reservorio para riego. Los pozos
suelen secarse en los veranos secos. La importancia de estos pozos reside en que se encuentran en
el camino entre la Escuela Nº 187 y Bella Vista Chico
de manera que los niños suelen bañarse ahí los días
calurosos al regresar de la escuela. La microcuenca
asociada es de pequeño tamaño y no incluye a ninguna vivienda; constituye una subdivisión de la microcuenca de la cañada C. Se tomaron las muestras
en el último de los 3 pozos, ubicado aguas abajo de
los 2 primeros.
c) En el Puente de la calle 19 de Junio (muestra 12),
el agua es demasiado poco profunda para que los
niños se puedan bañar. Ellos lo hacen en pozos
ubicados aguas arriba del puente, los cuales son
de difícil acceso, por lo que se muestreó el agua en
el mismo puente. Cabe recordar la peligrosidad de
esos pozos de naturaleza pantanosa en los cuales
se ahogaron por lo menos 2 niños según informaron moradores locales. Éstos conocen la peligrosidad del lugar y nos contaron que son niños de familias recién llegadas que por inconciencia del peligro
suelen frecuentarlo.
d) El pozo de los Bomberos (muestra 10) ha sido excavado en el curso de la cañada C y es donde los
bomberos se abastecían antiguamente de agua.
Tiene una superficie de aproximadamente 0,07 ha
40
y es frecuentado ocasionalmente por niños de Villa
Universitaria. La microcuenca asociada a la cañada, cuando atraviesa al pozo, integra a buena parte
de Villa Universitaria y Bella Vista Chico así como a
un sector poblado colindante del camino Ventura.
e) Los niños suelen bañarse en el tramo de la cañada C ubicado aguas arriba del puente del camino
República (muestra 14) ya que ahí la cañada está
empozada y tiene cierta profundidad. Es un lugar
bastante frecuentado porque el barrio (Villa Carmen) es muy poblado y no hay otro lugar parecido
cercano, además se encuentra al lado de un parque de juegos infantil. La microcuenca asociada es
grande, con varios sectores densamente poblados.
Por suerte las 3 principales cunetas que se vierten
en la cañada a la altura del camino República lo hacen aguas abajo del lugar donde se bañan los niños,
sin contaminarlo. Sin embargo hay otras cunetas
que se vierten en la cañada aguas arriba del puente.
f) Las cunetas en la calle Maldonado y en la calle Cabildo (muestras 13 y 15) son cunetas secundarias,
ambas ubicadas en Villa Carmen, que se vierten en
las cunetas principales del camino República cerca
del puente sobre la cañada C.
Microcuenca de la cañada D
a) A diferencia del otro puente del camino República
(sobre la cañada C), en el puente sobre la cañada
D (muestra 16), los niños se bañan en un tramo de
agua empozada ubicado aguas abajo del puente.
Las cunetas que drenan las aguas servidas de los
sectores poblados de ambas márgenes de la cañada, se vierten en ésta aguas arriba del área de
baños, afectando directamente la calidad del agua.
La microcuenca asociada a la cañada es grande y
poco poblada excepto en su tramo final cerca del
camino República (Mapa A9 en Anexo A). Muchos
niños se bañan en este lugar por estar cercano a sus
hogares.
b) La cantera de los Militares (muestra 9) es una
antigua cantera ahora inundada que se ubica al
lado de un cuartel militar, a unos 200 m al este de
la Escuela Nº 187 en Villa Universitaria. Tiene una
superficie de aproximadamente 0,7 ha, siendo el
lugar de baños más frecuentado de la zona, incluso en invierno, acudiendo niños y adultos, también
para practicar la pesca deportiva. La microcuenca
asociada es de pequeño tamaño, no incluye a ninguna vivienda (los efluentes de la Escuela Nº 187 y
del cuartel no afectan directamente a la cantera) y
constituye una subdivisión de la microcuenca de la
cañada D.
6.2.2 Categorización de los cuerpos de agua
Para estimar el grado aproximado de contaminación fecal de las muestras de agua (lo que facilitó la
realización de los análisis bacteriológicos), se elaboró una categorización a priori de los cuerpos de agua
estudiados, en base a los mapas de densidad de población y observaciones de campo para identificar
eventuales aportes de agua de cunetas provenientes de áreas pobladas. Se generaron 3 categorías de
cuerpos de agua (Tabla 6.1) y cada sitio de muestreo
fue clasificado en una de estas categorías de acuerdo
a sus características (Mapa A10 en Anexo A).
6.2.3 Análisis microbiológicos
Los 2 grupos de bacterias utilizados en Uruguay
como indicadores de contaminación fecal del agua
son los enterococos intestinales (EI) y los coliformes
fecales (CF) también llamados coliformes termotolerantes. Esos microorganismos son huéspedes permanentes del intestino humano y son extremadamente
abundantes en las heces y en las aguas servidas (Ta-
bla 6.2). Pueden sobrevivir hasta 60 días en el agua a
temperatura ambiente (Tabla 1.1 p.13) y en condiciones normales no se reproducen fuera del cuerpo humano o de los animales huéspedes. Todo eso explica
su uso como indicadores de contaminación fecal.
Por su parte los microorganismos patógenos de
transmisión fecal oral tales como los virus entéricos
contaminan el agua de manera inconstante a través
de las heces de individuos infectados y normalmente
están presentes en el agua en cantidades mucho
menores (Tabla 6.2) lo que dificulta su detección. Si
bien no existe actualmente en el país una normativa
aplicada a la detección viral, estos estudios son importantes para analizar la presencia de virus entéricos en ecosistemas acuáticos con el fin de obtener
datos que reflejen y complementen la epidemiología
de estos virus en las poblaciones locales.
En las aguas superficiales se encuentran variados
organismos que viven relacionados entre sí constituyendo un ecosistema, que no son necesariamente
nocivos para la salud.
Sin embargo también pueden allí convivir agentes
reconocidamente patógenos, que pueden ser fuente
de brotes o epidemias a partir de contaminación por
vía hídrica. Dentro de los protozoarios se encuentran amebas como Entamoeba histolytica, flagelados
como Giardia lamblia, ciliados como Balantidium coli
y coccidios como Cryptosporidium spp. Dentro de
los helmintos se describen fundamentalmente los
geohelmintos como Ascaris lumbricoides y Trichuris
trichiura, cuyas formas evolutivas pueden sobrevivir
en la tierra, en el suelo húmedo y, aunque menos frecuentemente, en el agua.
Tabla 6.1 – Categorización a priori de los cuerpos de agua estudiados.
Categoria
Descripción
Nivel esperado de
contaminación
3
Cuerpo de agua sin aportes significativos de aguas servidas
Bajo
2
Cuerpo de agua con aportes significativos de aguas servidas
Medio
1
Cuneta o cañada donde predominan los aportes de aguas servidas
Alto
41
Tabla 6.2 – Ejemplos de concentración de microorganismos patógenos e indicadores en aguas servidasa.
Microorganismo patógeno/indicador
Enfermedad/rol
Número/100ml
Gastroenteritis
Microorganismo indicador
Microorganismo indicador
(excepto cepas específicas)
Microorganismo indicador
Gastroenteritis
Disentería bacilar
104–105
6 x 104 - 8 x 104
106–107
180-500.000
Norwalk virus
Hepatitis A
Microorganismo indicador
(cepas de vacuna), poliomelitis
Diarrea, vómito
Enfermedades respiratorias,
gastroenteritis
Diarrea, vómito
Hepatitis
no enumerados b
no enumerados b
Protozoarios c
Ooquistes de Cryptosporidium parvum
Entamoeba histolytica
Quistes de Giardia lamblia
Diarrea
Disentería amebiana
Diarrea
0,1–39
0,4
12,5–20.000
c
c
Bacterias
Campylobacter spp.
Esporas de Clostridium perfringens
Escherichia coli
Estreptococos fecales/enterococos intestinales
Salmonella spp.
Shigella spp.
Virus
Poliovirus
Rotavirus
Adenovirus
Huevos de Helmintos c
Ascaris spp.
Ancylostoma spp. y Necator spp.
Trichuris spp.
Ascariasis
Anemia
Diarrea
4.7 x 103 - 4 x 105
0,2–8000
0,1–1000
400–85.000
no enumerados b
0,5–11
0,6–19
1–4
a Höller (1988); Long & Ashbolt (1994); Yates & Gerba (1998); Bonadonna et al. 2002.
b Muchos importantes patógenos de aguas servidas aun deben ser adecuadamente enumerados, por ejemplo adenovirus,
Norovirus, virus de hepatitis A.
c Los números de parásitos varían mucho debido a los distintos niveles de enfermedad endémica en diferentes regiones.
Fuente: Traducido de WHO (2003). Guidelines for safe recreational water environments, Volume 1 : Coastal and fresh waters (pp
54). WHO, Geneva, Switzerland, http://www.who.int/water_sanitation_health/bathing/srwg1.pdf
Para la transmisión de estas enteroparasitosis se
requiere una fuente de infección que determine contaminación ambiental, pero también es importante
considerar la gran dispersión de quistes, ooquistes
o huevos en el ambiente y también las condiciones
ambientales que sean favorables para su supervivencia. Las paredes exteriores de los quistes y huevos los
hacen resistentes a las condiciones medioambientales, y también resistentes al cloro, lo que dificulta las
posibilidades de control.
Muchas de estas infecciones parasitarias intestinales son zoonosis, es decir enfermedades comunes a
los animales y al ser humano, lo que hace difícil asegurar el origen biológico de la contaminación de las
42
aguas superficiales con estos agentes. De modo que
los huevos de helmintos y quistes de protozoarios se
encuentran dispersos en el ambiente, requiriendo
métodos de concentración que aún no han sido bien
estandarizados, para determinar su presencia con
mayor sensibilidad.
Normativa para uso de aguas recreativas
En el Decreto 253/79 (con las modificaciones de
los Decretos 232/88, 698/89 y 195/91 incluidas), se
aprueban las normas para prevenir la contaminación ambiental mediante el control de las aguas en
el Uruguay. En el mismo, se clasifican los cuerpos de
agua del país según su uso preponderante en 4 clases, perteneciendo a la clase 2b las “aguas destinadas a recreación por contacto directo con el cuerpo
humano”.
de cultivos cuyo producto no se consume en forma
natural o en aquellos casos que siendo consumidos
en forma natural se apliquen sistemas de riego que
no provocan el mojado del producto”.
La calidad del agua de recreación ha quedado definida principalmente por el estándar bacteriológico:
concentración de coliformes termotolerantes (CF).
En la mencionada clase 2b, el valor estándar (entendido como la condición que debe cumplir un cuerpo
de agua con respecto al parámetro microbiológico
de CF), “no deberá exceder el límite de 1000 UFC/100
ml en ninguna de 5 muestras, debiendo la media
geométrica de las mismas estar por debajo de 500
UFC/100 ml”.
Para esta clase 3, ya el decreto original establecía
que el valor estándar de CF “no deberá exceder el límite de 2000 UFC/100 ml en ninguna de al menos 5
muestras, debiendo la media geométrica de las mismas estar por debajo de 1000 UFC/ 100 ml”, siendo
entonces ésta, la normativa vigente para agua de
recreación (Tabla 6.3). Se interpreta que para la aplicación del estándar, las muestras deben ser consecutivas y en un mínimo de 5. En caso de no disponer
de estos datos se considera el valor límite de 2000
UFC/100 ml como criterio de inhabilitación para baños.
Posteriormente, el 25/02/2005, fue aprobada una
resolución ministerial (s/n) mediante la cual todos
los cursos de agua se clasifican como una única clase
(equivalente a la clase 3 del decreto original) correspondiente a “aguas destinadas a la preservación de
los peces en general y de otros integrantes de la flora
y fauna hídrica, o también aguas destinadas al riego
Métodos de análisis
Las muestras fueron analizadas por el Servicio de
Evaluación de la Calidad y Control Ambiental (ECCA)
Tabla 6.3 - Estándares y valores guía de calidad microbiológica de aguas para baños.
ESTADO
Estándar
Valor Guía
Valor Guía
Estándar
Valor
Guía
CF
(UFC/100
ml)
Enterococos
(UFC/100 ml)
E. coli
(UFC/100
ml)
Cianobacterias
Clorofila a
(µg/l)
Valor
Guía
Cianobacterias
(Nº
células /
ml)
RIESGO
ASOCIADO
No se
evidencia
ningún riesgo
aparente
para la salud
humana
Excelente
< 250
< 100
<200
< 10
< 5000
Muy Buena
250 - 500
100 - 150
200 - 400
10 - 20
5000
50.000
Satisfactoria
500 - 1000
150 - 200
400 - 800
20 - 50
50.000 500.000
> 50
> 500.000
Todo tipo
de agua
Todo tipo
de agua
No Apta
> 1000
> 200
> 800
Presencia
de espuma
cianobacteriana
Alcance:
Todo tipo
de agua
Agua salobre
(Salinidad
> 0,5 ‰)
Agua dulce
(Salinidad
< 0,5 ‰)
Todo tipo
de agua
-
Bajo riesgo
para la salud
humana
Moderado
riesgo para la
salud humana
Fuente: recuperado el 16 de enero 2012 del sitio web de la DINAMA: http://www.dinama.gub.uy/index.php?option=com_conten
t&task=view&id=113&Itemid=196
43
de la IM (análisis bacteriológicos), por el Laboratorio
de Virología de la Facultad de Ciencias (análisis virológicos) y por el Laboratorio de Enteroparasitosis
del Departamento de Parasitología y Micología de la
Facultad de Medicina, Instituto de Higiene (análisis
parasitológicos).
Análisis bacteriológicos
El recuento de CF y de EI, como biomarcadores de
contaminación fecal en las muestras de agua estudiadas, se realizó mediante la técnica de filtración por
membrana. Una vez filtrados diferentes volúmenes
y/o diluciones de las muestras, de acuerdo al grado
de contaminación fecal esperado, las membranas
fueron cultivadas en los siguientes medios de cultivo:
MFC para el recuento de CF; y Enterococcus IndoxilD-Glucoside Agar (mEI) para el recuento de EI (según
Greenberg et al, 1998 y EPA, 2002 respectivamente).
Análisis virológicos
La detección de virus en muestras ambientales es
un proceso complejo debido a la dificultad de identificar concentraciones normalmente bajas de virus
dispersos en grandes volúmenes de agua. El procedimiento implica una serie de etapas, tales como:
clarificación, concentración, remoción de inhibidores y detección específica del virus mediante técnicas moleculares, más precisamente por la PCR. Esta
técnica por su practicidad y rapidez se ha convertido
en la técnica más habitual a la hora de la detección
viral, cuyo blanco es el genoma del virus en cuestión.
La detección del genoma viral a partir de una muestra ambiental (sobre todo si es un virus con genoma
ARN), nos permite inferir que este genoma se encontraba al interior de una partícula viral, protegido del
medio externo, aunque no se puede afirmar que dicha partícula viral posea capacidad infecciosa.
A partir de 40 ml de las muestras de agua se realizó
un proceso de concentración basado en el protocolo descrito por Bofill-Mas et al (2000), que consta de
pasos de ultracentrifugación sucesivos. La extracción
del ARN viral se realizó con el kit comercial “QIAmp
Viral RNA Mini Kit®”, conforme las recomendaciones
del fabricante. La etapa de detección propiamente
dicha se realizó mediante técnicas de biología molecular, más precisamente una retrotranscripción
44
seguido de una PCR a tiempo final a fin de detectar
los siguientes virus entéricos: Norovirus, Rotavirus
y Picobirnavirus. La necesidad de realizar una retrotranscripción empleando cebadores hexaméricos
randómicos, nace de que estos 3 virus poseen genoma ARN y es necesario realizar una copia del mismo a
ADN que va a servir como molde para la PCR. Para la
detección de Picobirnavirus la PCR se basó en el protocolo descripto por Rossen et al (2000) utilizando las
2 parejas de cebadores descriptas de manera que en
una reacción podemos detectar ambos genogrupos.
Para Rotavirus se utilizó la estrategia descrita por
Logan et al (2006) en la cual se detecta el gen de la
proteína VP6. Finalmente, la detección de Norovirus
se basó en el protocolo de Boxman et al (2006) el cual
permite detectar los 2 genogrupos asociados a infecciones en humanos.
Análisis parasitológicos
A cada muestra de agua (de volumen 100 ml) se le
realizó Examen Parasitológico para diagnóstico de
protozoarios patógenos humanos y huevos de helmintos en aguas. Se utilizó técnica de concentración
por sedimentación-centrifugación, con observación
microscópica con Suero Fisiológico y Lugol del sedimento obtenido, y realización de frotis coloreados
con técnica de Ziehl Neelsen modificado para diagnóstico de coccidios intestinales (Bonifacino, 1987). El
diagnóstico cualitativo se realizó teniendo en cuenta
las formas, tamaño y características tintoriales de los
elementos visualizados microscópicamente.
Fechas de muestreo
Se tomaron muestras en 4 fechas lo suficiente espaciadas como para medir la posible influencia sobre
la calidad de agua de factores estacionales como variaciones del caudal base de las cañadas, cambio de
temperatura y desarrollo de la vegetación.
Se asumió desde el principio que el factor temporal
más importante iba a ser la pluviometría. Por ese motivo se decidió realizar una toma de muestras en las
24 horas posteriores a un evento de precipitaciones
que produjera escorrentía superficial (lo que se corroboró mediante observaciones de campo). El propósi-
Fig. 6.1 – Distribución de las precipitaciones vs. fechas de muestreo.
to era determinar si lluvias que producen escorrentía
superficial generan mayores niveles de contaminación fecal en los cuerpos de agua.
Las demás fechas fueron en distintos momentos
de primavera y verano con antecedentes de precipitaciones variables. La Fig. 6.1 muestra el acumulado
de precipitación para la estación Carrasco ubicada a
unos 6 km al suroeste del territorio de estudio.
6.3 Resultados y discusión
6.3.1 Coliformes fecales
La Tabla 6.4 presenta los resultados de concentración de CF para las diferentes fechas y sitios de muestreo. En esta tabla y las siguientes se indica la categoría de cada sitio de muestreo tal como definido en
6.2.2.
Análisis estadístico
En la Tabla 6.5 se muestra la estadística descripti-
va para la variable CF (UFC/100ml). Los parámetros
mostrados para los valores son: mínimo y máximo
(min y max respectivamente), la media, la mediana
(percentil 50), el desvío estándar (desvío std) y la cantidad de datos por cada sitio (N).
Podemos ver que la variable CF presenta un amplio rango de valores, con mínimo en 5 y máximo en
610.000 UFC/100 ml. Debido a esto, se utilizó la transformación de logaritmo (en base 10) para los valores
de recuento, que facilita la posterior visualización de
los datos y los análisis estadísticos.
En los siguientes gráficos de Box (Fig. 6.2 y 6.3) se
puede ver la distribución de los datos de log CF según las 3 categorías definidas anteriormente. El primer gráfico agrupa todos los datos mientras que en
el segundo los datos están clasificados por fecha de
muestreo. La línea punteada indica el valor estándar
correspondiente a 2000 UFC/100 ml.
La caja agrisada representa la distribución del 50%
de los datos, mientras que la línea que divide la caja
representa la mediana (o percentil 50). Además se re-
45
Tabla 6.4 - Resultados del análisis de la concentración de CF en muestras de agua (UFC/100ml).
Nº
Descripción
Cat.
18/10/2011
10/11/2011
20/12/2011
07/02/2012
1
Tajamar “el Coronel”
3
90
28
<10 2
Cuneta av. JM García
1
4800
1500
10.180 3
Tajamar Caputo confl. A
2
60
33.000
250
2.200
4
Tajamar Caputo salida
2
20
1500
63
800
41.000
5
Tajamar Caputo confl. B
2
190
2800
96
6
Cañada A
1
5400
8000
9640 7
Cañada B
1
1300
22.000
10.900 8
Cañada C av. Tala
2
2900
4200
780 9
Cantera de los Militares
3
80
120
10
250
10
Pozo de los Bomberos
2
620
16.000
580
6500
11
Pozo de la Ladrillera
3
<10
180
230 12
Cañada C av. 19 de Junio
2
130
1400
68 520.000 13
Cuneta cno. Maldonado
1
9000
610.000
14
Cañada C cno. República
2
60
3000
15
Cuneta cno. Cabildo
1
1000
36.000
16
Cañada D cno. República
2
870
2400
10.800
31.000
4000 580
40.000
Tabla 6.5 - Estadística descriptiva variable CF (UFC/100ml).
Nº
46
Descripción
Cat.
min
max
media
mediana
Desv std
N
1
Tajamar “el Coronel”
3
5
90
41
28
44
3
2
Cuneta av. JM García
1
1500
10.180
5493
4800
4381
3
3
Tajamar Caputo confl. A
2
60
33.000
8877
1225
16.111
4
4
Tajamar Caputo salida
2
20
1500
596
431
701
4
5
Tajamar Caputo confl. B
2
96
41.000
11.021
1495
20.025
4
6
Cañada A
1
5400
9640
7680
8000
2138
3
7
Cañada B
1
1300
22.000
11.400
10.900
10.359
3
8
Cañada C av. Tala
2
780
4200
2627
2900
1726
3
9
Cantera de los Militares
3
10
250
115
100
101
4
10
Pozo de los Bomberos
2
580
16.000
5925
3560
7270
4
11
Pozo de la Ladrillera
3
5
230
138
180
118
3
12
Cañada C av. 19 de Junio
2
68
1400
533
130
752
3
13
Cuneta cno. Maldonado
1
9000
610.000
379.667
520.000
324.145
3
14
Cañada C cno. República
2
60
31.000
11.215
6900
13.947
4
15
Cuneta cno. Cabildo
1
1000
36.000
13.667
4000
19.399
3
16
Cañada D cno. República
2
580
40.000
10.962
1635
19.375
4
5
610.000
26.520
1400
106.453
55
presentan los valores máximo y mínimo de la distribución mediante la línea vertical, y los valores extremos (o outliers), como un punto fuera de ese rango.
En cada fecha se ve el mismo comportamiento entre categorías que en el primer gráfico que considera
todos los datos. Debe tenerse en cuenta que en la fecha 7/02/12 no están todos los sitios representados,
por lo que la distribución de sus datos no puede compararse con los demás muestreos.
Sin tomar en cuenta el cuarto muestreo, se realizó
un test no paramétrico de Kruskal-Wallis (equivalente no paramétrico del ANOVA de un factor), fijando
un alfa igual a 0,05. El test informa como resultado
un parámetro denominado p, que se puede interpretar como la probabilidad de que el resultado del test
sea falso. El alfa es límite de confianza fijado para el
test, y se evalúa si el parámetro p cumple ese límite.
Cuando el valor de p obtenido en el análisis es menor
que el alfa fijado, entonces se considera que existen
diferencias significativas entre las distintas categorías analizadas. Se obtuvo que los datos de las tres
categorías eran significativamente diferentes (p =
0.0001).
Luego, el test de Wilcoxon confirmó que todas las
categorías son significativamente diferentes entre sí:
Para las categorías 1 y 2 el valor p = 0.0027
Para las categorías 2 y 3 el valor p = 0.0006
Para las categorías 1 y 3 le valor p = 0.0000
Discusión de los resultados por categoría
a) De manera previsible los valores más bajos de concentración de CF fueron observados en los cuerpos
de agua de la categoría 3 (cuya microcuenca presenta una baja densidad de población, sin aportes
significativos de aguas servidas provenientes de
cunetas): tajamar “El Coronel”, cantera de los
Militares y pozo de la Ladrillera. No se registran
diferencias notables en los valores de CF entre sitios o entre las 3 fechas de muestreo. Según los
estándares de la DINAMA (Tabla 6.3) estos lugares
presentarían una calidad microbiológica o estado
“excelente” para baños (CF < 250 UFC/100 ml). Sin
embargo se debe tomar en cuenta que no se han
medido otras variables como por ejemplo la concentración de cianobacterias.
b) La categoría 2 comprende cuerpos de agua y cañadas que reciben aportes significativos (pero no
predominantes) de aguas servidas provenientes
de cunetas de áreas densamente pobladas. En
contraste con la categoría anterior, se observa una
gran variabilidad de los valores de concentración
de CF de una fecha a otra (Fig 6.3).
Las muestras tomadas el 18/10/2012 (durante un
periodo seco) presentan valores de concentración
de CF generalmente bajos. En cambio muchos de
los valores más elevados de concentración de CF
fueron observados el 10/11/2011, en las 24 horas
posteriores a un episodio lluvioso que generó escorrentía superficial.
Las observaciones de campo realizadas el día del
muestreo mostraron pocas variaciones de caudal
en las cañadas e incluso una baja del nivel en unos
cuerpos de agua (en comparación con las observaciones del 18/10/2012). Sin embargo se observaron
indicios de que horas antes del muestreo, se produjo escorrentía superficial en cárcavas52que estaban secas al momento del muestreo. Es entonces
probable que en las horas que precedieron la toma
de muestra, hubo un pico de contaminación transitorio asociado al agua de escorrentía superficial
provocado por la lluvia del 9/11/2011. Este pico de
contaminación provocó un fuerte aumento de la
concentración de CF en algunos cuerpos de agua.
Los resultados muestran que al momento de realizar el muestreo, ese pico de contaminación ya
era muy atenuado en las cañadas. Los valores muy
elevados de concentración de CF asociados a este
pico de contaminación se deben probablemente a
que las lluvias del 9 de noviembre fueron precedidas por un periodo sin lluvias de un mes, durante el
cual materias fecales pudieron haberse acumulado
alrededor de las viviendas o en las mismas cunetas.
5 Cauce natural de pequeña dimensión que suele hacer
el agua de escorrentía superficial al erosionar un terreno blando
cuando falta una cobertura vegetal suficiente.
47
Fig. 6.2 - Distribución de valores de log CF por categoría.
Fig. 6.3 - Gráfico de Box mostrando la distribución de los valores de log CF, agrupados por fecha de muestreo y por categoría.
48
El muestreo del 20/12/2012 presenta valores de
concentración de CF generalmente bajos, bastante similares al muestreo del 18/10/2011. El muestreo se realizó 2 días después de finalizar un episodio de lluvias prolongado (acumulado de 101 mm
en una semana) observándose un aumento de
nivel de varios cuerpos de agua. Es probable que
de haber ocurrido un pico de contaminación fecal,
éste se hubiera producido al inicio del periodo lluvioso y que al momento de tomar la muestra los
niveles de contaminación del agua ya habían vuelto a valores bajos.
Finalmente el muestreo (parcial) del 7/2/2012 presenta valores de concentración de CF generalmente elevados cuya explicación podría residir en una
combinación de factores:
» El déficit de precipitaciones de la primavera 2011
y verano 2011/2012 que combinado a las temperaturas elevadas del verano generó un estiaje
pronunciado de las cañadas. La baja de los caudales por la fuerte evaporación y agotamiento
de las reservas de aguas subterráneas pudo haber resultado en una mayor concentración de la
contaminación fecal en las muestras analizadas.
» La posibilidad de rebrote de CF en las aguas grises por la presencia de MO fácilmente degradable (WHO, 2006b), rebrote que podría haber
sido favorecido por las temperaturas elevadas.
» Si bien el último episodio de lluvia se produjo 4
días antes de la fecha del muestreo, este evento
fue aislado y precedido de un largo periodo seco
con pocas precipitaciones registradas desde el
24/12/2011. La consecuencia podría haber sido
un pico de contaminación fecal particularmente
fuerte aun perceptible en el tajamar Caputo y en
el pozo de los Bomberos.
En resumen los lugares de la categoría 2 presentan valores de concentración de CF variables que
en varias fechas superaron ampliamente los 2000
UFC/100 ml. Si bien las muestras 4 (Salida del tajamar Caputo) y 12 (Cañada C en avenida 19 de
Junio) presentaron en todas las fechas de muestreo valores inferiores a los 2000 UFC/100 ml, no
se puede recomendarlos para baños o recreación
por otros riesgos que presentan. Por lo tanto todos
los lugares de la categoría 2 deben ser desaconsejados para baños.
c) Con toda lógica, las más altas concentraciones de
CF fueron observados en las cunetas y cañadas de
la categoría 3 (donde predominan los aportes de
aguas servidas provenientes de áreas densamente pobladas). Los valores de concentración de CF
superan ampliamente los 2000 UFC/100 ml, por lo
que esos lugares deben ser proscritos para baños o
uso recreacional.
Las diferencias de concentración de CF observadas entre lugares o entre fechas de muestreo pueden explicarse por varios factores:
» El tipo de efluente que circula en las cunetas:
efluente de pozo negro o aguas grises menos
contaminadas. Recordemos que en Barros Blancos la separación de aguas negras y aguas grises
es una práctica común.
» Ciertas cunetas reciben efluentes o lixiviados de
purín provenientes de crianzas familiares.
» Los procesos de depuración natural del agua en
las cunetas y la dilución con fuentes de agua menos contaminada disminuyen la concentración
de CF.
Discusión de los resultados por microcuenca
a) El tajamar Caputo presenta valores de concentración de CF muy variables, desde 20 UFC/100 ml
(muestra 4 del 18/10/2011) hasta 41.000 UFC/100
ml (muestra 5 del 18/10/2011). Eso se explica por
su gran capacidad autodepuradora y por el hecho
de estar ubicado en una microcuenca densamente
poblada.
Se aprecia bien la capacidad autodepuradora del
tajamar al comparar los valores de los 3 puntos de
muestreo del tajamar: el lugar cerca del caño de
salida (muestra 4 – media geométrica 197 UFC/100
ml) presenta valores siempre más bajos que los
sectores donde desembocan las cañadas que alimentan al tajamar (muestra 3 – media geométrica
49
1022 UFC/100 ml; muestra 5 – media geométrica
1203 UFC/100 ml).
A su vez estas 2 cañadas presentan valores de concentración de CF más elevados (muestra 6 – media
geométrica 7468 UFC/100 ml; muestra 7 – media
geométrica 6781 UFC/100 ml) aunque con variaciones menores a las observadas en el tajamar. Lo
último sugiere que el pico de contaminación asociado a una lluvia que produce escorrentía superficial transita rápidamente en las cunetas y cañadas
pero se acumula en el tajamar por un periodo más
largo hasta diluirse y depurarse. Este fenómeno
está ilustrado por la diferencia de concentración
de las muestras 3 y 6 el 10/11/2011.
b) La cañada C fue muestreada en 4 puntos de su
recorrido (ya que atraviesa el pozo de los bomberos). Los valores de concentración de CF más bajos
fueron observados en el puente de la avenida 19
de Junio en Villa Universitaria (muestra 12 - media
geométrica 231 UFC/100 ml). Se debe tomar en
cuenta que las muestras fueron tomadas aguas
arriba de la confluencia con la cuneta principal de
la avenida 19 de Junio. Esos valores bajos se deben
comparar con los del puente de la avenida Tala en
Bella Vista Chico (muestra 8 - media geométrica
2118 UFC/100 ml) ubicado unos 450 m aguas arriba. La mejora de la calidad de agua se debe a la autodepuración en el curso pantanoso de la cañada y
posiblemente a la dilución con eventuales aportes
de agua no contaminada.
Si bien las medias geométricas de valores de concentración de CF son bastante similares para los
otros 2 puntos de muestreo (muestras 10 y 14 con
valores respectivos de 2473 y 2786 UFC/100 ml),
las variaciones observadas son muy diferentes de
un lugar a otro.
El valor de contaminación más elevado en el pozo
de los Bomberos (muestra 10) fue observado el
10/11/2011 (16.000 UFC/100 ml) y puede interpretarse como la acumulación del pico de contaminación asociado a la crecida del día anterior (fenómeno similar al observado en el tajamar Caputo la
misma fecha).
50
En el puente del camino República (muestra 14) los
valores de contaminación fecal van aumentando
progresivamente desde un mínimo de 60 UFC/100
ml el 18/10/2011 hasta culminar el 7/2/2012 con
una concentración de 31.000 UFC/100 ml.
c) La cañada D presenta valores de concentración de
CF bastante altos (muestra 16 – media geométrica
2638 UFC/100 ml) a pesar que la microcuenca asociada es grande y poco poblada. El factor determinante es la presencia, en la cercanía del punto
de muestreo, de un núcleo de población de donde
provienen 3 cunetas de aguas servidas que desembocan en la cañada a poca distancia aguas arriba
del puente.
d) Existe un contraste de pendientes entre la parte
norte del territorio que es relativamente plana
(sector camino República) y la microcuenca del
tajamar Caputo que es más ondulada (sector Paso
Escobar y Bella Vista de Carrasco ver Mapa A11 en
Anexo A). En las zonas planas, mal drenadas, donde el nivel freático está cerca de la superficie, un
episodio prolongado de fuertes precipitaciones
puede saturar los suelos favoreciendo el desborde
de los pozos negros filtrantes. En cambio los sectores de morfología ondulada, por sus mayores
pendientes, favorecen la escorrentía superficial
en detrimento de la infiltración, reduciendo los
riesgos de desborde de los pozos negros salvo en
las partes bajas, inundables. El fuerte aumento de
concentración de CF en la muestra 14 (20/12/2011)
podría explicarse por el desborde de pozos negros
en la zona baja mientras que en la misma fecha las
muestras provenientes de la microcuenca Caputo
presentan valores de CF relativamente bajas.
6.3.2 Enterococos intestinales
Los enterococos intestinales (EI) constituyen el
otro grupo de bacterias indicadores de contaminación fecal que han sido detectadas en gran número
en las muestras analizadas (Tabla 6.6 y Tabla 6.7).
Para los datos de EI se repitieron los análisis estadísticos realizados con los datos de CF obteniendo resultados similares (se obtuvo que las 3 categorías son
significativamente diferentes entre sí).
Tabla 6.6 - Resultados del análisis de la concentración de EI en muestras de agua (UFC/100ml).
Nº
Descripción
Cat.
18/10/2011
10/11/2011
20/12/2011
3
120
88
177
07/02/2012
1
Tajamar "el Coronel"
2
Cuneta av. JM García
1
5000
900
17.730
3
Tajamar Caputo confl. A
2
50
750
70
240
4
Tajamar Caputo salida
2
<10
830
3
340
5
Tajamar Caputo confl. B
2
30
2300
11
2100
6
Cañada A
1
4300
10.400
3500
7
Cañada B
1
9.900
102.000
56.000
8
Cañada C av. Tala
2
4.600
8.900
1.340
9
Cantera de los Militares
3
50
210
7
110
10
Pozo de los Bomberos
2
390
2.600
260
5900
11
Pozo de la Ladrillera
3
30
80
152
12
Cañada C av. 19 de Junio
2
100
2.000
84
13
Cuneta cno. Maldonado
1
4900
1140.000
1220.000
14
Cañada C cno. República
2
170
5100
3100
15
Cuneta cno. Cabildo
1
2700
95.000
9640
16
Cañada D cno. República
2
340
2300
350
10.550
2100
Tabla 6.7 - Estadística descriptiva variable EI.
Nº
1
Descripción
Tajamar "el Coronel"
Cat.
min
max
media
mediana Dsv std
3
88
177
128
120
45
N
3
2
Cuneta av. JM García
1
900
17.730
7877
5000
8776
3
3
Tajamar Caputo confl. A
2
50
750
277
155
326
4
4
Tajamar Caputo salida
2
3
830
294
172
391
4
5
Tajamar Caputo confl. B
2
11
2300
1110
1065
1261
4
6
Cañada A
1
3500
10.400
6067
4300
3774
3
7
Cañada B
1
9900
102.000
55.967
56.000
46.050
3
8
Cañada C av. Tala
2
1340
8900
4947
4600
3792
3
9
Cantera de los Militares
3
7
210
94
80
88
4
10
Pozo de los Bomberos
2
260
5900
2287
1495
2637
4
11
Pozo de la Ladrillera
3
30
152
87
80
61
3
12
Cañada C av. 19 de Junio
2
84
2000
728
100
1102
3
13
Cuneta cno. Maldonado
1
788.300 1140.000
679.622
3
14
Cañada C cno. República
2
170
10.550
4730
4100
4376
4
15
Cuneta cno. Cabildo
1
2700
95.000
35.780
9640
51.403
3
16
Cañada D cno. República
2
340
2300
1272
1225
1074
4
3 1220.000
498.165
900
222.573
55
4900 1220.000
51
Relación coliformes fecales/enterococos
intestinales63(CF/EI)
La relación CF/EI puede explicarse en parte por el origen humano o animal de la contaminación fecal. Cuando el cociente CF/EI es mayor a 4 ésta sería de origen
humano; cuando la relación es menor a 0,7 la contaminación sería de origen animal y en el intervalo entre 4
y 0,7 sería de origen mixto (Geldreich & Kenner, 1969).
Si consideramos la totalidad de los resultados se
presenta una relación CF/EI menor a 0,7 en 18 muestras (de un total de 55) y una relación mayor a 4 en
8 muestras (Tabla 6.8). En base a este criterio predominaría la contaminación de origen animal en la
mayoría de los lugares muestreados lo que no es de
sorprender dado el carácter rural de gran parte del
territorio de estudio (presencia de ganado; crianzas
familiares de aves de corral, conejos, porcinos, etc.) y
la abundancia de fauna salvaje (aves, roedores) en los
cuerpos de agua.
En el apartado anterior se demostró que el alto valor de concentración de CF observado el 10/11/2011
(Tabla 6.4) en el tajamar Caputo (muestra 3) y en el
pozo de los bomberos (muestra 10) se deben a la
acumulación de un pico de contaminación fecal asociado al agua de escorrentía superficial generado por
un episodio de fuertes precipitaciones. El cociente
CF/EI muy alto para estas 2 muestras (Tabla 6.8) sugiere que este pico de contaminación fecal es principalmente de origen humano lo que se puede atribuir
a los factores siguientes:
» Muchas familias sin baño utilizan un balde para
hacer sus necesidades, vaciando diariamente su
contenido en la cercanía de la casa, generalmente en un lugar bajo o en una cuneta (pero no en
la vía pública) para que cuando llueve el agua de
escorrentía elimine las heces. Es un lugar discreto, escondido, generalmente de vegetación
tupida. La sombra y la humedad favorecen la
sobrevivencia de las bacterias.
Tabla 6.8 - Cociente CF/EI y probable origen de la contaminación (ver leyenda abajo).
Nº
Descripción
Cat.
18/10/2011
10/11/2011
20/12/2011
1
Tajamar "el Coronel"
3
0,75
0,32
0,03
2
Cuneta av. JM García
1
0,96
1,67
0,57
3
Tajamar Caputo confl. A
2
1,20
44,00
3,57
9,17
4
Tajamar Caputo salida
2
4,00
1,81
21,00
2,35
19,52
5
Tajamar Caputo confl. B
2
6,33
1,22
8,73
6
Cañada A
1
1,26
0,77
2,75
7
Cañada B
1
0,13
0,22
0,19
8
Cañada C av. Tala
2
0,63
0,47
0,58
9
Cantera de los Militares
3
1,60
0,57
1,43
2,27
10
Pozo de los Bomberos
2
1,59
6,15
2,23
1,10
11
Pozo de la Ladrillera
3
0,17
2,25
1,51
12
Cañada C av. 19 de Junio
2
1,30
0,70
0,81
13
Cuneta cno. Maldonado
1
1,84
0,54
0,43
14
Cañada C cno. República
2
0,35
0,59
3,48
2,94
15
16
Cuneta cno. Cabildo
Cañada D cno. República
1
2
0,37
2,56
0,38
1,04
0,41
1,66
19,05
6
En la práctica los términos estreptococos fecales, enterococos, enterococos intestinales y grupo Enterococus pueden
considerarse como refiriéndose a la misma bacteria (WHO, 2005.
p.55). En este apartado se ha utilizado el término enterococos intestinales (EI) incluso cuando la cita referida mencionó otro término.
52
07/02/2012
REL CF/EI
Origen de la contaminación
>4
Humano
0,7 - 4
Mixto
< 0,7
Animal
» Los lodos y materias fecales acumulados en o
alrededor de las cunetas y pozos negros rebosando pueden movilizarse con las aguas de escorrentía superficial producida por una fuerte
lluvia.
» Los pozos negros llenos, en mal estado o mal
construidos, pueden rebosar al producirse una
lluvia fuerte.
» En cambio los excrementos de animales estarían menos propensos a contaminar el agua
durante un episodio de lluvias intensas porque
los animales generalmente no depositan sus
excrementos en lugares sombreados y/o húmedos, permitiendo que el sol (y la deshidratación)
maten rápidamente las bacterias y eventuales
agentes patógenos, evitando así la acumulación
de materias fecales contaminantes durante los
periodos secos.
Así los valores CF/EI más elevados observados para
el tajamar Caputo podrían explicarse por la alta densidad de población en su microcuenca y por los mayores aportes de aguas de escorrentía superficial debido a la topografía accidentada de su microcuenca
(Mapa A11 en Anexo A).
Las consideraciones precedentes también explicarían por qué en los periodos secos los cuerpos de agua,
entonces alimentados por el flujo base sin aportes de
escorrentía superficial, presentan valores de cociente
CF/EI más bajos. La fauna salvaje que abunda en los
cuerpos de agua y los lixiviados de crianzas familiares
pueden constituir una fuente de contaminación fecal
directa que contribuye a disminuir aun más los valores del cociente CF/EI.
Por lo expuesto, es paradojal que la muestra 7 (cañada B) tiene una relación CF/EI vecina de 0,2 en las
3 muestras analizadas, lo que constituye la serie de
valores más bajas de la Tabla 6.8. La paradoja reside
en que la cañada B alimenta al tajamar Caputo que al
contrario presenta la serie de valores CF/EI más altas
de todas las muestras.
Una explicación podría ser que las cunetas que
convergen en este lugar y la propia cañada B están
transformadas en basurales lo que podría atraer a
roedores y otros animales cuyos excrementos contaminarían el agua. El efecto estaría localizado porque
en las 3 fechas de muestreo, el caudal de la cañada B
era muy bajo observando agua casi estancada en la
cañada. Cuando ocurre una crecida es probable que
la relación CF/EI aumente hasta valores cercanos o
superiores a los observados en el tajamar Caputo.
En ciertos casos un aumento del cociente CF/EI podría ser interpretado como un incremento del aporte
de los efluentes de pozos negros en las áreas de topografía plana o en el fondo de los valles (muestreo
del 20/12/2011).
Si bien este análisis relativo a las variaciones del
cociente CF/EI tiende a corroborar la realidad de los
fenómenos identificados en la discusión de los resultados de análisis de CF, los pocos datos disponibles y
la aparente complejidad de los factores que determinan la contaminación bacteriana de las aguas dificultan sacar conclusiones definitivas.
Resulta importante diferenciar la contaminación
fecal animal de la humana porque esta última supone
más riesgos para la salud humana. Sin embargo los
riesgos asociados a la contaminación fecal de origen
animal tampoco deben ser subestimados (zoonosis).
Por otro lado el uso de la relación CF/EI ha sido
cuestionado debido a factores como diferencias en
el tiempo de sobrevivencia en el medio ambiente de
cada grupo de bacterias, variabilidad del tiempo de sobrevivencia entre especies de estreptococos y métodos de conteo de los estreptococos (Sinton et al, 1993;
Marín, 2003, citados por Rivera et al, 2010, p.142).
En ausencia de elementos adicionales nos pareció
más conveniente utilizar los resultados de CF como
criterio de determinación de la aptitud para baños de
los cuerpos de agua investigados.
53
Tabla 6.9 – Resultados de los análisis virológicos muestras de agua
(PBV = Picobirnavirus; RV = Rotavirus; NV = Norovirus).
18/10/2011
Nº
Descripción
Cat.
PBV RV
NV PBV RV
1
Tajamar "el Coronel"
3
+
+
2
Cuneta av. JM García
1
+
+
3*
Tajamar Caputo confl. A
2
+
+
4* Tajamar Caputo salida
2
+
5*
Tajamar Caputo confl. B
2
6
Cañada A
1
+
7
Cañada B
1
+
8
Cañada C av. Tala
2
9* Cantera de los Militares
20/12/2011
NV PBV RV
+
07/02/2012
NV PBV RV
NV
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
+
3
10* Pozo de los Bomberos
2
+
11
Pozo de la Ladrillera
3
+
12
Cañada C av. 19 de Junio
2
13
+
+
+
+
+
Cuneta cno. Maldonado
1
14* Cañada C cno. República
2
+
15
Cuneta cno. Cabildo
1
+
Cañada D cno. República
2
16*
10/11/2011
+
+
+
+
+
+
* Muestras que también fueron procesadas en el cuarto muestreo
6.3.3 Virus
La Tabla 6.9 muestra los resultados obtenidos a partir
de las muestras ambientales de los 4 muestreos realizados.
Asumiendo que un resultado positivo se debe a la
detección de al menos un genoma viral y considerando el proceso de concentración viral y diluciones
realizadas en las diferentes etapas del proceso, podemos estimar que un resultado positivo refleja al
menos la presencia de 480 “partículas virales” cada
100 ml.
Los resultados obtenidos fueron sorprendentes por
el número de resultados positivos obtenidos a partir
de estas muestras ambientales, con una prevalencia
similar a la encontrada por el laboratorio de Virología
a partir de aguas residuales.
Es importante destacar que los métodos moleculares implementados para la detección de Rotavirus
y Picobirnavirus comprenden también a muestras
54
de origen animal. Es así, que los resultados positivos
obtenidos pueden reflejar también la presencia de
contaminación fecal proveniente de cerdos o bovinos
presentes en esta área semirrural.
La detección de Picobirnavirus en 3 muestras de
diciembre, corresponde al genogrupo que también
circula en cerdos, lo cual puede ser explicado por la
presencia de un criadero familiar de cerdos en los
alrededores del Tajamar Caputo. Una forma de confirmar esta hipótesis sería mediante la secuenciación
de los fragmentos genómicos obtenidos en la PCR.
La presencia de estos patógenos virales depende
del estado sanitario de la población ya que a diferencia de los indicadores bacterianos (CF y EI) cuya
concentración depende de la contaminación fecal de
las aguas, tiene que haber individuos o animales infectados en la microcuenca que alimenta al sitio de
muestreo para que haya presencia de estos virus.
Este último punto podría explicar por qué se han
detectado más muestras positivas para virus entéri-
cos en cuerpos de agua con un área de alimentación
extendida que en cunetas con un área reducida (y por
lo tanto menos “biodiversidad”) a pesar de los mucho
mayores niveles de contaminación fecal observados
en las cunetas.
cional vinculado a la temperatura más que al nivel de
pluviometría. Las elevadas temperaturas de los meses estivales pueden impactar en la viabilidad de las
partículas virales presentes en los cuerpos de agua, lo
cual se refleja en los resultados obtenidos.
No se ha encontrado una correlación entre las detecciones virales y los resultados bacteriológicos obtenidos. Esto mismo ya fue evidenciado por otros autores en estudios de contaminación microbiológica
de diferentes tipos de aguas, afirmando que no existe
una correlación exacta entre los niveles de contaminación bacteriana (coliformes totales y fecales) y viral
(Pusch et al, 2005).
6.3.4 Parásitos
Como se observa en la Tabla 6.9, el número de detecciones positivas en los dos últimos muestreos fue
menor, esto puede estar asociado a un factor esta-
De las 55 muestras analizadas sólo 2 dieron positivo para Cryptosporidium spp. (muestra 1 Tajamar "el
Coronel" y muestra 5 Tajamar Caputo Confluencia B,
ambas relevadas el 20/12/2011). El escaso número de
muestras positivas debe interpretarse con prudencia.
Tal como se observa en la Tabla 6.2, la concentración
de quistes, ooquistes o huevos de parásitos es relativamente baja en las aguas servidas lo que dificulta su
detección.
55
6.4 Conclusiones
Los valores de concentración de CF y EI, indicadores de contaminación fecal del agua, presentan una gran variabilidad espacial y temporal que puede atribuirse a diferentes factores:
»
»
56
Los mapas de densidad de población permitieron identificar el origen y la importancia
relativa de las principales fuentes de contaminación fecal en la microcuenca asociada a
cada punto de muestreo. De existir uno o varios núcleos poblacionales en la microcuenca,
los factores más importantes son su proximidad al punto de muestreo (se mitiga el efecto
contaminante de los núcleos más alejados
por depuración natural en el curso de agua) y
la contaminación directa del cuerpo de agua
por cunetas de aguas servidas.
El muestreo del 10/11/2011 mostró un pico
elevado de contaminación fecal de origen
humano asociado a un evento de precipitaciones que generó escorrentía superficial y que ocurrió después de un periodo
seco prolongado. Este pico si bien transitó
rápidamente en las cunetas y cañadas, se
acumuló en cuerpos de agua estancada
(pozo de los Bomberos y tajamar Caputo). No se observó un pico equivalente al
final de un periodo de lluvias prolongadas
(muestreo del 20/12/2011). Por más que no
sea frecuente la ocurrencia de similares
picos de contaminación, tienen una gran
importancia en las rutas de contaminación
fecal investigadas, debido al volumen elevado de agua afectada por valores altos de
concentración de CF, por el probable origen humano de la contaminación y finalmente porque explican cómo la contaminación fecal llega a las zonas inundables.
»
Un factor relacionado al anterior son los
aportes variables de efluentes y desbordamientos de pozos negros, que dependen
en parte de la altura del nivel freático, a su
vez función de las características de drenaje del suelo y de las precipitaciones.
»
La capacidad autodepuradora variable de
los tajamares, pozos, cañadas, áreas de
humedales, cunetas y acuíferos.
»
La disminución del caudal base de las cañadas en periodo de estiaje que reduce el
efecto de dilución con aumento de la concentración de CF y EI.
»
Existen otros factores mal determinados
como las temperaturas elevadas que podrían favorecer el rebrote de CF y/o EI en
aguas grises. En este caso los altos valores
de CF y/o EI no significarían necesariamente un mayor nivel de contaminación fecal
o un mayor riesgo de presencia de patógenos.
Este gran número de factores dificulta la predicción del grado de contaminación de los cuerpos de agua de la categoría 2 por lo que resultó
más seguro desaconsejar su uso para baños. Se
recomendó particularmente evitarlos en periodos críticos como después de una lluvia fuerte o
en periodo de estiaje. En todo caso se muestra
que la metodología desarrollada puede ser útil
como herramienta de gestión ambiental para
zonas de recreo acuático.
CAPÍTULO 7
Socialización de los resultados
7.1 Conclusiones sobre la investigación
El alto porcentaje de parasitismo global en los
niños (67%); la relativamente alta proporción de niños poliparasitados (35%); los resultados de análisis
de tierras, lodos y agua; y la dispersión de los casos
positivos en todo el territorio de estudio, muestran
globalmente que los niños están expuestos a un ambiente con altos niveles de contaminación fecal.
dables cercanas, es probable que estas rutas tengan
una importancia significativa aunque menor que las
de ciclos cortos que se producen a nivel peridomiciliario. Por lo tanto todas estas rutas de transmisión
deben ser tomadas en cuenta para la prevención de
las parasitosis intestinales.
Las familias sin baño que están dispersas en todo
el territorio, configuran un grupo altamente vulnerable a las parasitosis. La ausencia de una interfaz (el
inodoro) que separe higiénicamente las excretas del
contacto humano aumenta considerablemente los
riesgos de contacto directo con las heces y de contagio de enfermedades de transmisión fecal oral.
7.2 Implicaciones para la prevención y
control de las parasitosis
De manera general las familias sin acceso a saneamiento mejorado están en situación de mayor riesgo
por la probable existencia de focos peridomiciliarios
muy localizados con una alta concentración de huevos de geohelmintos en la tierra asociada a los lugares de disposición de excretas o de desbordamiento
de los pozos negros.
Los lugares públicos más contaminados frecuentados por la población (donde corren mayor riesgo
de enfermarse) son las cunetas, las zonas inundables
cercanas y los lugares de baños cuya microcuenca
tiene una alta densidad de población.
Resulta difícil establecer la importancia relativa de
estas diferentes rutas de contaminación en los ciclos
de transmisión de las parasitosis y enfermedades diarreicas. Considerando la elevada contaminación fecal
de ciertos lugares de baños (muy por encima de los
estándares de la DINAMA) así como la presencia de
huevos de geohelmintos en las cunetas y zonas inun-
En vista de que la extensión de la red de saneamiento a Barros Blancos no se prevé a corto o mediano plazo, es necesario tomar acciones inmediatas,
en particular enmendar la carencia de saneamiento
mejorado de la franja más pobre de la población.
Se debe reconocer plenamente a nivel institucional
la existencia del problema de las familias carentes
de baño - que además atenta contra la dignidad humana - y sus graves consecuencias. La provisión de
saneamiento mejorado a estas familias debe ser una
prioridad de los programas de apoyo social.
Se debe mejorar la eficiencia de los pozos negros
así como el servicio de barométrica destinado a las
familias de bajos recursos, ahora insuficiente para cubrir la demanda. Se deben promocionar e incentivar
sistemas de saneamiento alternativo como baños secos (saneamiento ecológico).
Hay que mejorar el drenaje de las aguas pluviales, reduciendo así los riesgos de inundación y diseminación
de las materias fecales durante los episodios de fuertes
precipitaciones. Las familias que viven en zonas inundables, de no poder ser realojadas, deberían recibir apoyo
para mejorar el drenaje de su predio domiciliario. Se deben controlar y eliminar los basurales, en particular en
las cunetas, lugares de tránsito y zonas inundables.
57
Estas acciones deben emprenderse con diferentes
niveles de responsabilidades: domiciliaria, barrial,
municipal e institucional. Permitirían disminuir – no
eliminar – la contaminación fecal ambiental hasta
niveles más aceptables contribuyendo a reducir la
prevalencia parasitaria así como proteger el medio
ambiente.
Las medidas curativas son esenciales en todo programa de control de parasitosis. Se deben mejorar
los procedimientos de diagnóstico y tratamiento de
las personas con parásitos intestinales.
El diagnóstico participativo mostró que la población – niños y adultos – es capaz de comprender la
naturaleza de los diferentes géneros de parásitos
presentes en su territorio, sus efectos sobre la salud
y las maneras de prevenirlos o eliminarlos. La población también tiene la capacidad de comprender
e identificar las rutas de contaminación de los parásitos y las barreras para interrumpirlas. Eso muestra
que la educación sanitaria y ambiental puede y debe
ser utilizada para la prevención de las parasitosis, no
sólo en las escuelas y liceos sino también en los centros CAIF y mediante talleres de capacitación para
adultos o campañas educativas.
7.3 Primeros talleres de difusión de
los resultados de la investigación en
Barros Blancos
En una primera etapa se realizaron talleres con
funcionarios de las instituciones locales, maestros y
profesores, así como con responsables de organizaciones vecinales para dar a conocer los resultados de
la investigación y analizar juntos posibles estrategias
para socializarlos luego con la población local.
Varios referentes explicaron la falta de interés de
muchos padres por los controles de parásitos de sus
niños. En general no creen que sus hijos puedan tener
parásitos, piensan que es un problema específico de
las familias más indigentes y que sus hijos no están
amenazados cuando viven en un hogar protegido. Es
por lo tanto importante haber demostrado que existen rutas de transmisión medioambientales que pue-
58
den afectar a todo el vecindario y que no se limitan
sólo a la escala familiar. Por eso recomendaron plantear el problema de las parasitosis como de todos (de
toda la comunidad, de todo el barrio) y no de sólo algunas familias. Se debe evitar estigmatizar a los más
necesitados. Resaltaron que hay que ser cautelosos
en la formulación de los mensajes de prevención porque la gente se “persigue” y mensajes demasiado
directos le pueden provocar “vergüenza”, pudiendo
tomar una actitud de apatía o rechazo. Aconsejaron
mostrar cómo se puede proteger el medio ambiente
desde el barrio, la familia, desde cada persona.
También recomendaron ser cautelosos con la difusión de los resultados. Se discutió el hecho de haber
encontrado huevos de geohelmintos en la plaza de
camino República que se beneficia de una buena gestión comunitaria. Es importante enfatizar la importancia de la limpieza y medidas de prevención, pero
teniendo cuidado que la gente siga frecuentando la
plaza y no la abandone por miedo a contagiarse! Por
eso es preferible presentar conceptos generales, resultados globales de la investigación pero no presentar los resultados de los análisis de tierra en detalles,
ya que podrían ser mal interpretados.
Todas estas recomendaciones fueron tomadas en
cuenta en el diseño de la estrategia de socialización
y difusión de los resultados de la investigación. Los
referentes también sugirieron temas e instrumentos
de difusión, hasta elaboraron un video sobre la investigación para difusión al público en general.
Varios referentes manifestaron que la investigación sobre los lugares de baños constituye un buen
argumento para apoyar un proyecto (existente) de
creación de un espacio deportivo que incluya una piscina pública.
7.4 Socialización de los resultados con
la población de Barros Blancos
Luego de terminar los talleres con los referentes
locales, se diseñó un programa de actividades de socialización de los resultados y educación sanitaria y
ambiental con los siguientes objetivos:
» Dar a conocer el desarrollo y los resultados de la
»
»
»
investigación.
Educar y concientizar a la población en la problemática de las enteroparasitosis y zoonosis, las
rutas de transmisión fecal oral identificadas y las
barreras para interrumpirlas.
Lograr que la población conozca y evite los lugares
potencialmente contaminados por aguas servidas
y excretas, en particular los lugares de baños.
Resaltar la naturaleza crítica de las cunetas como
zonas contaminadas donde transitan las aguas
servidas. La población debería, en la medida de
lo posible, evitar realizar actividades en cunetas
pero sin embargo mantenerlas en buen estado de
manera que cumplan con su función de evacuar
las aguas pluviales sin provocar desbordes y anegamientos que contribuyen a la extensión de los
focos de contaminación fecal y parasitaria.
Barros Blancos y entendieran cómo afectan su salud;
se les enseñó el lavado de manos como medida de
prevención fundamental; aprendieron a identificar
y evitar los lugares contaminados en su comunidad
y se logró generar una conciencia de cuidado y conservación del medio ambiente. Los niños y las niñas
también tomaron conciencia que ellos son los cuidadores de su cuerpo, que frente a cualquier síntoma es
de su responsabilidad avisar a sus padres o familiares
a cargo o a sus maestros.
Se elaboró un juego de 4 hojas impresas sobre esos
temas para su difusión en los talleres para niños y
adultos y a través de las instituciones mediadoras y
mesas vecinales (Fig. 7.1 y 7.2). Para la realización de
los talleres se contó además con otras herramientas
como presentaciones powerpoint, pósters, láminas y
videos.
Paralelamente se lanzó una campaña de comunicación a nivel regional y nacional con el principal
objetivo de sensibilizar al público, a la Sociedad Civil
y al Estado sobre la problemática de las parasitosis
intestinales, que muchos aun perciben como ajeno
a la realidad uruguaya. Existe una falta de visibilidad
similar en relación al problema de las familias carentes de baño, problema estrechamente relacionado
con las geohelmintiasis. El hecho de no tener baño
se percibe como una situación vergonzosa y tanto
los que sufren de esta situación como sus vecinos, los
referentes o autoridades tienden a encubrir o negar
esta realidad; constituye un tabú cultural que dificulta la identificación del problema y la búsqueda de
soluciones.
Para los adultos se realizó un circuito de un solo
taller de presentación de resultados y sensibilización
en diferentes ámbitos institucionales (Escuela Nº
187, Liceo Nº 2, centros CAIF, MIDES) o comunitarios
(mesas vecinales). Muchos pobladores se preocuparon con esta situación, enfatizando la gravedad del
problema, la urgencia de emprender acciones y de no
banalizar los resultados. Al finalizar los talleres, algunos vecinos expresaron que lo importante es generar
una conciencia de la situación develada por la investigación (de las parasitosis, sus consecuencias, las
rutas de contaminación y las medidas preventivas).
Manifestaron que si hubiera esta conciencia entre todos los vecinos las cosas cambiarían para bien.
También se logró integrar contenidos e instrumentos de la investigación en los programas educativos
locales. Así en la Escuela Nº 187, en Ciencias Naturales (desde inicial de 4 años hasta 6º año) en los siguientes temas: «El niño y su cuerpo», «El ambiente
y la salud», «Las características, ubicación y función
de los aparatos y/o sistemas vinculados a la nutrición
humana», «Las acciones de salud, el control pediátrico», «La importancia del agua, en el ser humano»,
«Las relaciones entre el crecimiento, desarrollo, nutrición y cuidado del cuerpo». Asimismo en el Cuaderno Viajero de año lectivo inicial y experiencias oportunas del centro CAIF “Aprendiéndonos” y en los 5º y
6º Biológico del Liceo Nº 2.
En la Escuela Nº 187 se realizó un módulo de 4 talleres para el alumnado desde 3º hasta 6º año, aplicando una metodología participativa con herramientas
lúdicas, teatro y artes plásticas. Se logró que los niños
aprendieran cuales son los parásitos existentes en
59
Fig. 7.1 – Hojas impresas (anverso/reverso) elaboradas para la socialización de los resultados y educación
sanitaria: prevención de parasitosis humanas (arriba) y de zoonosis (abajo).
60
Fig. 7.2 – Hojas impresas (anverso/reverso) elaboradas para la socialización de los resultados y educación
sanitaria: mantenimiento de las cunetas (arriba) e informaciones sobre lugares de baño (abajo).
61
7.5 Evaluación general de la
experiencia
La principal dificultad fue la generalmente baja
participación de la población local en las actividades
del proyecto. Los referentes locales cuentan que en
la zona es muy difícil movilizar a los vecinos por temas comunitarios. Eso se debe al contexto socioeconómico precario y la escasa cohesión social. Para
lograr una participación suficiente en los talleres fue
fundamental enmarcarlos dentro de las actividades
de las instituciones mediadoras locales. Por otra parte sólo el 47% de los 370 niños enlistados participaron
voluntariamente en los estudios parasitológicos, eso
a pesar de todas las facilidades ofrecidas y de las actividades de promoción realizadas.
Otra dificultad se relaciona con las imprecisiones
en las direcciones y mudanzas frecuentes que complicaron localizar los hogares de los niños de la Escuela Nº 187. Eso pasó a pesar que al inicio del proyecto
se había tomado la precaución de levantar, desde la
escuela, fichas de información familiar con un mapa
localizando el domicilio de la familia. La ausencia de
señalética en la mayoría de calles y casas, sumado a
la propia falta de costumbre de la gente a referirse
a sus domicilios con coordenadas exactas, incide en
que existan otras formas de ubicarse en el territorio, no numeradas, lo cual dificulta su ubicación. La
mayoría de los hogares fueron localizados durante
el trabajo de campo al preguntar a los vecinos. Este
ejemplo ilustra bien las dificultades de trabajar en un
contexto de alta precariedad.
62
El aspecto más positivo de esta experiencia es que
la investigación logró aterrizar en las instituciones
mediadoras y población local. Sus resultados se tradujeron en conceptos claros para el público y en conclusiones y recomendaciones concretas para la prevención y control de las parasitosis. Eso fue posible
por una parte gracias al enfoque multidisciplinario
que permitió investigar todos los factores (médicos,
sociales y ambientales) asociados a la problemática
de las parasitosis, facilitando su abordaje y comprensión por la población, y por otra parte debido al carácter participativo de la investigación que permitió asociar a la población y referentes locales en todas sus
etapas incluyendo la socialización de los resultados.
De manera evidente, también se debe a la pertinencia del tema de investigación para el desarrollo social
de Barros Blancos.
La apropiación local de esta experiencia permitirá
seguir adelante con la promoción de los resultados
y aumentar su impacto en la población local, contribuyendo a la sustentabilidad del proyecto. La fuerte
presencia institucional en la zona y las mesas de coordinación local como el SOCAT o los nodos interinstitucionales son otros factores favorables.
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Anexo A - Mapas
Mapa A1 – Ubicación del territorio de estudio.
MONTEVIDEO
65
Mapa A2 – Presencia (rojo) o ausencia (verde) de parásitos en niños por vivienda.
66
Mapa A3 – Presencia (rojo) o ausencia (verde) de parásitos zoonóticos en caninos por vivienda.
67
Mapa A4 – Presencia (rojo) o ausencia (verde) de parásitos en muestras de tierras de hogares y
espacios públicos.
68
Mapa A5 – Presencia (rojo) o ausencia (verde) de parásitos en muestras de lodos.
69
Mapa A6 – Densidad de población en la microcuenca del tajamar “El Coronel” (muestras 1 y 2).
Fuente: INE. (2004). Censo de Población 2004. Fase I. Montevideo.
70
Mapa A7 – Densidad de población en la microcuenca del tajamar Caputo (muestras 3-7).
Fuente: INE. (2004). Censo de Población 2004. Fase I. Montevideo
71
Mapa A8 – Densidad de población en la microcuenca de la cañada C (Muestras 8, 10-15).
Fuente: INE. (2004). Censo de Población 2004. Fase I. Montevideo.
72
Mapa A9 – Densidad de población en la microcuenca de la cañada D (Muestras 9 y 16).
Fuente: INE. (2004). Censo de Población 2004. Fase I. Montevideo.
73
Mapa A10 – Categorización de los 16 lugares de muestreo de agua.
74
Mapa A11 – Relieve del territorio de estudio mostrando la diferencia de pendientes entre el
sector camino República y la microcuenca Caputo. Fuente: NASA ASTER. 2006. Advanced Spaceborne
Thermal Emission and Reflection Radiometer. http://asterweb.jpl.nasa.gov/.
75
Anexo B - Fotos
Foto B1 - Taller “Rutas
y Barreras” en el Centro
Cívico Salvador Allende.
Foto B2 - Recorrida del territorio de Villa
Universitaria con alumnos de la Escuela Nº 187.
Foto B3 Pozo negro lleno con robador desaguando
en cuneta (Bella Vista de Carrasco).
76
Fotos B4, B5 y B6 – Procesos de depuración en cunetas. De izquierda a derecha: filtración en pedregullo (lastre)
acumulado en la cuneta; sedimentación en zonas planas; lagunaje en tramos donde estanca el agua. Aunque la
filtración y sedimentación contribuyen a depurar el agua de las cunetas también acentúan su carácter de foco de
contaminación.
Foto B8 Vivienda precaria construida en zona
inundable (Bella Vista
Chico).
Foto B7 Cuneta obstruida con basura (Los
Aromos).
77
Foto B9 - Niños jugando fútbol en medio de un
basural (Villa Carmen - camino República).
Foto B10 – Predio domiciliar (Paso Escobar).
FOTO B11 – Hondonada en camino (Paso Escobar).
Foto B12 – Basural (Paso Escobar).
Foto B13 – Toma de muestra de lodo de una cuneta
(Villa Universitaria).
78
Foto B14 – Ascaris lumbricoides.
Foto B15 – Huevo de Toxocara
spp.
Foto B17 – Huevo de
Ancylostoma spp.
Foto B18 – Huevo de Trichuris
spp.
Foto B16 – Huevo de Ascaris
spp.
Foto B19 – Huevo de
Hymenolepis diminuta.
Foto B20 – Cañada C en
el puente del Camino
República.
79
Foto B21 – Cantera de los Militares.
Foto B22 – Pozo de la Ladrillera.
Foto B23 – Cañada D en el puente del Camino
República.
Fuente fotografías:
B1-B13, B20-B23: CEUTA.
B14-B19: Departamento de Parasitología y Micología de la Facultad de Medicina (Instituto de Higiene).
80
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