Bloque III. ÉTICA E POLÍTICA. INTRODUCCIÓN. 1. Natureza e Cultura: Hominización e humanización La vida inventó dos procedimientos de adaptación y transformación del medio: uno lento que requiere millones de años, el genético; y otro que puede cambiar a la velocidad que convenga, el cultural. Se conocen como el proceso de “hominización” y el proceso de” humanización”, hasta llegar al estadio en que actualmente nos encontramos. La primera transcurre de una manera lenta y se rige por el azar, sin plan ni finalidad premeditada alguna. La segunda es rápida y efectiva, dirigida por la intencionalidad humana hacia objetivos conscientes y claramente definidos. LA HOMINIZACIÓN. Como sucede con el resto de los demás seres vivientes, la historia de nuestra especie es la lucha por adaptarse a las exigencias del “medio”.Los humanos, igual que el resto de las especies animales actuales, fuimos el resultado de un largo proceso de evolución. Se podría decir que el último capítulo de esta evolución biológica, al menos con respecto a nuestra especie, fue el proceso de hominización, aquel conjunto de transformaciones biológicas y psicosociales que llevaron a los antiguos primates a evolucionar hasta llegar al homo sapiens sapiens, es decir, los humanos actuales. Pero, llegados a este punto, y afirmándolo sin demasiada rotundidad por el relativamente corto tiempo que ha transcurrido hasta ahora, se podría decir que la “evolución biológica” se detuvo en los humanos y fue sustituida por la “evolución cultural”. HUMANIZACIÓN. Prehistoria e Historia da Cultura e da Sociedade: Sin embargo, la especie humana, a diferencia de otras especies, se adapta construyendo su propio equipo, un “equipo“ que no es fisiológico o biológico sino sobretodo “cultural”. Frente al medio no reacciona solo, individualmente, sino que responde a él agrupándose con otros hombre; para ello se organiza en “sociedad”. La especificidad de la adaptación humana al medio reside sobretodo en su dimensión psicosocial. La “cultura humana” constituye el bagaje, el equipaje, de que cada grupo humano se ha dotado para afrontar las exigencias del medio, para adaptarse y sobrevivir en el medio, dando lugar a una amplia gama y variedad de culturas y civilizaciones humanas. En este arduo y laborioso proceso cuantos conocimientos ha alcanzado ya no los puede transmitir a su prole por herencia genética sino mediante “enseñanza” y “aprendizaje Todo lo que sabemos sobre el origen del hombre muestra que tanto su aparición en la tierra como el lugar que ha ocupado en el mundo viviente son hechos ante los que no podemos maravillarnos. Es un "mono desnudo", fruto inicial de un accidente cromosómico, que a través de una serie de eslabones dio lugar al hombre. Hay que reconocer que ninguna de las adquisiciones orgánicas de los homínidos fue revolucionaria ni demasiado original. Todas existían, al menos esbozadas, en los grupos precedentes. Los homínidos no son más que una nueva línea entre muchas otras, y peor pertrechada que la mayoría de ellas. Si el hombre sólo hubiera podido contar con sus cualidades biológicas, habría ocupado, de haber sobrevivido, un lugar muy modesto en la fauna de finales del terciario y del cuaternario. No hubiera llegado a cambiar la faz de la tierra. La originalidad del hombre no debe buscarse en lo «zoológico» en el sentido tradicional sino en lo «psicosocial». Gracias al desarrollo del cerebro y a la liberación de la mano, la especie humana adquirió el alto nivel de conciencia reflexiva que hizo posible la aparición de un medio de comunicación lógica el lenguaje conceptual y que permitió la organización de sociedades cada vez más complejas y más logradas. El bagaje que nos permite progresar como especie ya no está contenido en los cromosomas sino en la cultura. Es la sabiduría atesorada de generación en generación. Esta no se transmite ya por un proceso genético sino a través de la educación. El hombre es un animal prodigiosamente educable; al venir al mundo posee pocos comportamientos innatos. Tiene que aprenderlo casi todo, y el mismo trabajo educativo tiene que volver a empezar a cada generación. 1. Ética e Bioloxía (liberdade e determinismo): A acción práctica do ser humano, é dicir, a acción moral. “No veo en cada animal más que una máquina ingeniosa dotada de sentidos por la naturaleza para elevarse ella misma y asegurarse hasta cierto punto contra todo aquello que tiende a destruirla o desordenarla. La misma cosa observo precisamente en la máquina humana, con la diferencia de que sólo la naturaleza lo ejecuta todo en las operaciones del animal, mientras que el hombre atiende las suyas en calidad de agente libre. Aquél escoge o rechaza por instinto; éste, por un acto de libertad; lo que da por resultado que el animal no puede apartarse de la regla que le ha sido prescrita, aun en el caso de que fuese ventajoso para él hacerlo, mientras que el hombre se aparta con frecuencia y en su perjuicio (...) “Todos los animales tienen ideas, puesto que tienen sentidos, y aun combinan sus ideas hasta cierto punto; el hombre no se distingue a este respecto del animal más que del más al menos; incluso ciertos filósofos han aventurado que hay algunas veces más diferencia entre dos hombres que entre un hombre y una bestia. No es, pues, tanto el entendimiento como su cualidad de agente libre lo que constituyó la distinción específica del hombre entre los animales. La naturaleza manda a todos los animales, y la bestia obedece. El hombre experimenta la misma sensación, pero se reconoce libre de someterse o de resistir, y es sobre todo en la conciencia de esta libertad donde se manifiesta la espiritualidad de su alma. La física explica en cierto modo el mecanismo de los sentidos y la formación de las ideas; pero en la facultad de querer o, mejor, de elegir, y en el sentimiento de este poder, sólo se encuentran actos puramente espirituales, de los cuales nada se explica por las leyes de la mecánica.” (J.J. Rousseau, Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres. ) 2. Acción e producción “En lo que puede ser de otra manera de como es, es preciso distinguir dos cosas: de una parte, la producción, es decir, lo que producimos exteriormente, y de otra, la acción, es decir, lo que sólo pasa en nuestro espíritu. Se ve que la producción y la acción son muy diferentes una de otra. ... Por consiguiente, la disposición moral que, auxiliada por la razón, nos hace obrar, es muy diferente de esta otra disposición que, auxiliada igualmente por la razón, nos hace producir las cosas. Estas dos disposiciones no están comprendidas recíprocamente la una en la otra; la acción no es la producción, como la producción no es la acción” (Aristóteles, Ética a Nicómaco, libro III, 3) “Porque el fin de la producción es distinto de ella, pero el de la acción no puede serlo; pues una acción bien hecha es ella misma el fin. Por eso creemos que Pericles y otros como él son prudentes, porque pueden ver lo que es bueno para ellos y para los hombres, y pensamos que ésta es una cualidad propia de los administradores y de los políticos. ...” (idem, libro VI, 4) 3. Acción e liberdade “La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro. Sapere aude! [¡Atrévete a saber!] ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!, he aquí el lema de la Ilustración. La pereza y la cobardía son las causas de que una gran parte de los hombres permanezca, gustosamente, en minoría de edad a lo largo de la vida, a pesar de que hace ya tiempo la naturaleza los liberó de dirección ajena; y por eso es tan fácil para otros el erigirse en sus tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un director espiritual que reemplaza mi conciencia moral, un médico que me prescribe la dieta, etc., entonces no necesito esforzarme. Si puedo pagar, no tengo necesidad de pensar; otros asumirán por mí tan fastidiosa tarea. Aquellos tutores que tan bondadosamente han tomado sobre sí la tarea de supervisión se encargan ya de que el paso hacia la mayoría de edad, además de ser difícil, sea considerado peligroso por la gran mayoría de los hombres (...) Por tanto, es difícil para todo individuo lograr salir de esa minoría de edad, casi convertida ya en naturaleza suya. Incluso le ha tomado afición y se siente realmente incapaz de valerse de su propio entendimiento, porque nunca se le ha dejado hacer dicho ensayo.(...) Por eso, pocos son los que, por esfuerzo del propio espíritu, han conseguido salir de esa minoría de edad y proseguir, sin embargo, con paso seguro. Pero, en cambio, es posible que el público se ilustre a sí mismo, algo que es casi inevitable si se le deja en libertad” (I. Kant, ¿Qué es la Ilustración?) LOS ÁMBITOS DE LA ÉTICA Y DE LA MORAL “En cada comunidad, incluso en la tripulación de un barco pirata, hay acciones obligadas y acciones prohibidas, acciones loables y acciones reprobables. Un pirata tiene que mostrar valor en el combate y justicia en el reparto del botín; si no lo hace así, no es un ‘buen’ pirata. Cuando uno hombre pertenece a una comunidad más grande, el alcance de sus obligaciones y prohibiciones se hace más grande; siempre hay un código al cual se ha de ajustar bajo pena de deshonra pública.” Bertrand Russell Sociedad humana: ética y política. La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal, destinados a dirigir la conducta de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamiento que, adquiridas por cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria. Ahora bien, ni las normas o códigos morales se proclaman como el código de circulación, ni cada persona asume o incorpora automáticamente el conjunto de prescripciones y prohibiciones de su sociedad, ni cada sociedad o cultura formulan los mismos juicios sobre el bien y el mal. Es por todo eso que la moral a menudo es un conjunto de preguntas y respuestas sobre qué debemos hacer si queremos vivir una vida humana, es a decir, una vida no con imposiciones sino con libertad y responsabilidad. La ética, por otro lado, es una reflexión sobre la moral. La ética, como filosofía de la moral, se encuentra en un nivel diferente: se pregunta por qué consideramos válidos unos y no otros comportamientos; compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando su fundamento y legitimación; investiga lo qué es específico del comportamiento moral; enuncia principios generales o universales inspiradores de toda conducta; crea teorías que establezcan y justifique aquello por el que merece la pena vivir. La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre qué origina y justifica estas pautas. Pero las dos, si bien son distinguibles, son complementarias. Del mismo modo que teoría y práctica ...Es por ello que Aranguren, reconociendo la vinculación entre teoría y práctica, llama a la ética moral pensada y a la moral, moral vivida Ámbito moral Ámbito de la ética Cumplo una promesa hecha ayer pese a que hoy Razonamos que los pactos han de cumplir me doy cuenta de que su cumplimiento me crea siempre, del contrario, en lugar de acuerdos problemas. entre amigos, tendríamos que hacer contratos legales Ayudo voluntariamente a un compañero de clase Me pregunto sobre qué tiene más valor moral, la si bien me arriesgo a herir su orgullo intención que inspira un acto o los resultados que con él se obtienen. Decido si tengo que ser o no sincero con un Reflexiono sobre valores, preguntándome si el compañero de clase que parece quiere ser amigo valor de la autenticidad es preferible el valor de mío. la amistad. Tengo presente la máxima o regla de oro: "No Rechazo robar la calculadora de un compañero hagas a los demás lo que no quieras que te hagan de clase sabiendo que nadie me ve. a ti". Fuente: http://www.xtec.cat/~lvallmaj/passeig/etimora2.htm