Iglesia de San Cristóbal Dedicación del altar mayor de la iglesia parroquial del patrón de Cunit, San Cristóbal. San Cristóbal fue un cristiano mártir que llevó, con actitud valiente, el ideal de Cristo, de ahí su nombre, que significa portador de Cristo. Durante el siglo X era muy corriente invocar a San Cristóbal y en muchas catedrales europeas construidas en la Alta Edad Media se puede encontrar un San Cristóbal en la entrada de la iglesia, como invitación a llevar a Cristo al entrar en el lugar de oración. San Cristóbal se invocaba para protegerse de las fieras, los terremotos, los aguaceros y las inundaciones. Dice la tradición que aquel que se baña el día de San Cristóbal no morirá ahogado, y que si tiene algún daño, se curará. También se hizo advocar contra la peste, el hambre y otras desgracias, así como protector de los viajeros. A principios de siglo se convirtió en patrón de los automovilistas siendo, seguramente, el patrón más moderno que existe. Por esta razón, en todas las poblaciones de las que es patrón se acostumbra a hacer la típica bendición de vehículos. El día de celebración de San Cristóbal es el 10 de julio en lugar del 25, que fue el día de su decapitación. Esto es así porque el año 1592, cuando Barcelona estaba flagelada por la peste, el santo respondió a la invocación de los fieles e hizo parar en seco la plaga. En todo el estado español, esta onomástica también ha quedado establecida el día 10 de julio, dado que el día 25 se celebra el santo del apóstol Santiago, patrón de España. San Cristóbal es el patrón de Cunit probablemente desde la fundación de la iglesia, en el siglo XII, aunque se desconocen los motivos de su patronazgo. Situación en la historia. Contexto histórico... La iglesia parroquial de Cunit se cree que se levantó en el transcurso de la segunda mitad del siglo XII. Ya reconquistada y repoblada la tierra catalana hasta el Ebro y construido el castillo vecino de Cubelles, y posiblemente el de Cunit, los vecinos edificaron este templo en la llanura costera, libre ya del paso de las incursiones africanas. Un templo en el que la población campesina y el señor feudal y su familia, en posesión de la paz y la libertad necesaria, pudieran practicar y cumplir con los deberes religiosos. Mención en escritos... La iglesia de Cunit es casi totalmente desconocida. No se encuentran citas a las obras que se ocupan de estos temas, y sólo escasas personas cultas de la comarca y del lugar conocían su existencia. Esta construcción pertenece al grupo de iglesias con santuario formado por 3 ábsides en cruz y cimborrio en el crucero que fueron levantadas en tierras catalanas al sur del Pirineo a medida que avanzaba la pacificación y la empresa repobladora de estos lugares. Características de la iglesia. La iglesia de Cunit conserva la cabecera (santuario) de un primitivo templo de estilo románico (del siglo XII), que es la actual sacristía. Esta capilla románica es el ejemplar construido más cerca del mar del que se tiene constancia. Si se observa la iglesia desde fuera, se puede ver que es un claro ejemplo de arquitectura rural, ya que está construida a base de piedras de diferente tamaño, unidas con mortero y arena. Adosada a la iglesia, está la rectoría. La puerta de acceso es un arco rebajado en la clave donde podemos leer la fecha de "1782". La actual iglesia y rectoría se construyó adosada al ábside del primitivo templo románico entre el 1755 y el 1775. Entonces, el ábside quedó como sacristía y la nave de la iglesia románica quedó destruida. El campanario es una torre cuadrangular muy reformada (desfigurada en relación a su aspecto original), compuesta por diferentes cuerpos separados por cornisas y con cuatro arcos de medio punto. El santuario de la primitiva capilla románica está formado por tres ábsides en cruz, cada uno con 3 ventanas, coronados por una cúpula hemisférica. En su parte interior, estos ábsides se encuentran en perfecto estado de conservación. El altar mayor, dedicado a San Cristóbal, fue reconstruido tras la Guerra Civil. Los pequeños altares y capillas laterales honraban a San Antonio, la Dolorosa o el Santo Cristo, entre otros santos patrones a los que se encomendaban años atrás las diferentes familias del pueblo. Cada familia tenía cuidado de las tareas de conservación y mantenimiento de la capilla - altar que dedicaba a su santo y, bajo un beneficio de la iglesia, celebraba con solemnidad su fiesta patronal.