PRIMER TEMA: LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS

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PRIMER TEMA:
LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS MIGRANTES
¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son “aquellos derechos inherentes a nuestra naturaleza de
seres humanos que tienen como finalidad garantizarnos una vida digna”1. Comparten
una serie de características. Son, entre otras, inherentes y universales es decir
que todas las personas en cualquier lugar del mundo tienen DDHH por su
condición de ser humano sin que sea necesario un reconocimiento por el
Estado.
¿Donde están reconocidos?
Los derechos humanos se encuentran reconocidos en el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos, rama del derecho internacional cuyas normas son
centradas en la protección del individuo.
Existen normas del sistema universal, por ejemplo, la Declaración Universal de
los Derechos Humanos o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
y normas de sistemas regionales de protección como la Convención Americana
de Derechos Humanos.
En relación a las personas migrantes, además de los tratados aplicables a todas
las personas, existen tratados que reconocen derechos específicos en función de
la situación de movilidad de la persona. Por ejemplo, la Convención
Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores
Migratorios y de sus familiares reconoce derechos para los trabajadores
migratorios y sus familias.
¿Cuáles son las obligaciones de los Estados?
Los estados están sometidos al respeto del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos (DIDH) el cual les impone una serie de obligaciones
generales en materia de protección de derechos de las personas sometidas a su
jurisdicción2. Existen dos obligaciones principales: la de respeto y la de
garantía. La de respeto implica que el Estado no vulnere ningún derecho
humano mientras que la de garantía implica que el Estado adopte medidas
tendientes a que el ejercicio de los derechos sea efectivo.
ALIADA:
La persona migrante como sujeto de especial protección y sus consecuencias
El sistema interamericano así como el sistema universal de protección de los
derechos humanos han reconocido que los migrantes se encuentran en una
situación de vulnerabilidad como sujetos de derechos humanos3. Esta situación
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de vulnerabilidad implica que los Estados tomen al lado de las obligaciones
generales de respeto y garantía, medidas especificas para garantizar los
derechos de las personas migrantes.
Estándares desarrollados en materia de derechos de las personas migrantes
1. Derecho a igualdad y a la no discriminación
La discriminación se entiende como “toda distinción, exclusión, restricción o
preferencia que se basen en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la
posición económica, el nacimiento de cualquier otra condición, y que tengan por objeto o
por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas”4.
El derecho a la no discriminación o a la igualdad implica que no debe existir
privilegios o diferencias basadas sobre criterios prohibidos que tienen como
consecuencia menoscabar los derechos del ser humano.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos en su opinión consultiva 18/03
ha establecido unos estándares en relación a la aplicación de este derecho a las
personas migrantes5.
La situación regular de un migrante no es una condición necesaria para que el
Estado respete el principio de no discriminación.
El trato diferenciado entre migrantes en situación administrativa regular o
irregular o entre migrantes y nacionales sólo puede ser justificado si el trato es
razonable, objetivo y proporcional no lesione a los derechos humanos.
2. Derecho a la libre circulación
El derecho a la libre circulación implica el derecho a salir del propio país, a
retornar al mismo, a transitar en el país de residencia y a escoger residencia.
ALIADA:
La libertad de tránsito: derecho de toda persona nacional y de todo
extranjero que goce de una condición administrativa migratoria
“regular” de circular libremente dentro del territorio de un Estado.
La libertad de escoger residencia: los extranjeros en condición
migratoria regular y los nacionales gocen de la libertad en escoger
residencia.
El derecho a salir del país de origen: reconocidos a todas las personas.
El derecho al retorno: es un derecho reconocido a cualquier persona que
retorna a su país de origen.
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3. Los estándares en relación a la deportación
La deportación es la medida por lo cual se proceda a la salida obligatoria del
extranjero del país en el cual estaba residiendo6. Se conoce también bajo el
término de deportación.
Es importante apuntar que existen estándares en relación a la posible
deportación de un migrante.
En primer lugar, ninguna persona puede ser devuelta a un país en el cual corre
un riesgo de sufrir graves violaciones a sus derechos humanos (prohibición de
la tortura y tratos inhumanos y crueles previsto por el artículo 3 de la
Convención contra la Tortura). Si bien este principio ha sido establecido, en un
primer tiempo, en materia de derecho de los refugiados por el artículo 33 de la
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, desde la sentencia Soering v.
Reino Unido del Tribunal Europeo de Derechos Humanos7 es un principio
establecido en DIDH. El artículo 22.8 de la Convención de Derechos Humanos
prohíbe la expulsión de un extranjero a cualquier país en el cual su derecho a la
vida o a la libertad está en riesgo e vulneración a causa de raza, nacionalidad,
religión, condición social o sus opiniones políticas.
En segundo lugar, queda totalmente prohibido llevar a cabo expulsiones
colectivas8 es decir que cada medida de expulsión debe ser tomada en base al
examen de la situación particular de cada migrante.
En relación a los estándares en cuanto al procedimiento de expulsión, es preciso
apuntar que los estándares varían entre los distintos sistemas de protección,
mientras que el sistema europeo no reconoce las garantías del debido proceso
en los casos de expulsión sino garantías especificas para los migrantes en
situación regular, el sistema interamericano reconoce las garantías del debido
proceso en todos los casos de expulsión. En la opinión consultiva 18/03 la
Corte apuntó que “el derecho al debido proceso legal debe ser reconocido en el marco
de las garantías mínimas que se deben brindar a todo migrante, independiente de su
estatus migratorio”.
Entre otras as garantías del debido proceso se puede mencionar al tribunal
competente, independiente e imparcial, el derecho a la defensa y el derecho al
plazo razonable del proceso.
ALIADA:
Recientemente, la Corte Interamericana recordó que la defensa legal gratuita
para las personas migrantes en un proceso de deportación era necesaria para
evitar la vulneración del derecho a las garantías el debido proceso9.
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Finalmente, se pueden mencionar las siguientes garantías previstas por el
artículo 22 de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos
de todos los Trabajadores Migratorios y de sus familiares:
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La decisión de expulsión debe ser adoptada por la autoridad
competente determinada por ley.
La decisión de expulsión debe ser comunicada en un idioma que puede
entender el interesado.
La decisión debe poder ser recurrida para su revisión ante la autoridad
competente.
4. El derecho a recibir asistencia y protección consular
Este derecho está previsto en la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares de 1963. Está compuesto por:
-
-
-
El derecho a la información consular. En caso de ser arrestado detenido
o puesto en prisión preventiva, el migrante debe ser informado sin
dilación acerca de su derecho a la notificación consular y a que
cualquier comunicación sea transmitida sin demora a las autoridades
consulares de su país
El derecho a la notificación consular. Es el derecho al migrante a
solicitar y obtener de las autoridades competentes del Estado en que se
encuentra que notifiquen a las autoridades consulares de su Estados
sobre su detención.
El derecho a la asistencia consular. El derecho de los funcionarios
consulares del Estado a proveer asistencia a su nacional.
El derecho a la comunicación consular: el derecho de los funcionarios
consulares y los nacionales de su Estado a comunicarse libremente.
La Corte Interamericana de Derechos ha reiterado la importancia de este
derecho precisando que la inobservancia de este derecho lleva a una
vulneración del derecho al debido proceso10.
TRANSPARENCIA, COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS. Manual de derechos humanos
Tendiendo puentes entre organizaciones sociales y políticas. Lima 2008. Página 9.
2 Ver el artículo 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: “los Estados partes en
esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a
garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social”.
3 Ver: CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Condición Jurídica y Derechos
de los Migrantes Indocumentados. Opinión Consultiva OC-18/03 del 17 de septiembre de
2003. Serie A No. 18.
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COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. Observación general N°18
sobre No discriminación. 11 de septiembre de 1989. Párrafos 7 y 10.
5 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Loc. cit.
6 COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS. La situación de los extranjeros
bajo el Pacto. Observación General número 15. 11 de abril de 1986. Párrafo 9.
7 TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS. Sentencia Soering contra Reino Unido. 7
de julio de 1989. No. 14038/88.
8 Ver entre otros el artículo 4 del Protocolo número 4 al Convenio para la Protección de los
Derechos Humanos y de las libertades fundamentales.
9 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Vélez Loor vs Panamá. Sentencia del 23 de
noviembre de 2010. Párrafo 146.
10 Corte Interamericana de Derechos Humanos. El derecho a la información sobre la asistencia
consular en el marco de las garantías del debido proceso legal. Opinión consultiva 16/99 del 1ro
de octubre de 1999. Serie A número 16. Párrafo 129.
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