364.154-A937a-CAPITULO II - Universidad Francisco Gavidia

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CAPITULO II
MARCO TEORICO:
Este capítulo hace referencia al conocimiento científico
elaborado por profesionales del Derecho, Psicólogos y otros,
sobre el tema del secuestro tanto a nivel internacional como
nacional, describiendo conceptos, tipos de secuestros,
características y modos de operación de los secuestradores,
condiciones psicológicas y físicas del secuestrado y su familia,
la negociación y pago del rescate, datos estadísticos sobre el
secuestro en El Salvador.
A. FUNDAMENTOS DE CARÁCTER JURÍDICOS VINCULADOS AL
TEMA:
1. Conceptos:
Es necesario hacer un planteamiento claro sobre qué se debe
entender por Secuestro: “Secuestrar es aprehender indebidamente a una
persona para exigir dinero por su rescate o para otros fines” 1. En la
legislación penal se suele definir ese delito con alcance mas limitado que
en la definición lingüística; ya que se configura por el hecho de que el
secuestro se realice con el propósito, logrado o no, de obtener rescate.
Lo que tipifica el delito no es solamente la intención lucrativa, sino el
modo de lograrla. Nuestra legislación en sus Arts. 148 y 149 C. Pn. 2 Regulan
la privación de libertad donde no se advierte una clara diferencia. Fontán
Balestra la explica diciendo que en el delito de privación de libertad con
propósito de lucro, éste se ha de obtener de la misma víctima; mientras que en
el secuestro, la privación de libertad no es sino el medio para cometer la
extorsión.
1
2
Pulido, B. El Secuestro. Bogotá, Colombia, Plaza y Janés, 1988.
Código Penal de El Salvador, Artículo 149, vigente en el 2001, San Salvador, El Salvador.
7
A su vez Nocetti Fasolino dice que, en aquel delito, la detención de la
víctima hace posible el lucro una vez realizada, en tanto que en éste el lucro
depende de la recuperación de la libertad del secuestrado, la que sólo se
realiza contra la entrega del dinero, cabe añadir, que en el delito de
secuestro, la extorsión puede no dirigirse contra el secuestrado, sino contra
terceras personas. 3
2. El Secuestro Express:
a. Definición:
“El Secuestro Express” se puede definir como la retención de una o más
personas por un período corto de tiempo (horas o días), durante el cual, los
delincuentes exigen dinero a los familiares de las víctimas para su liberación.
Usualmente piden de 5.000 a 50.000 US; sin embargo, estadísticas demuestran
que la mayoría de las liberaciones se logra pagando rescates de menos de
5.000 dólares. 4
Existe una modalidad
de extorsión que frecuentemente se confunde con
Secuestro Express es aquella en la que lo s delincuentes retienen a la víctima y
la someten a sacar su dinero de los cajeros electrónicos. También le roban el
vehículo y sus pertenencias de valor co mo las joyas y el teléfono celular y
luego la dejan abandonada en algún sitio. Además se han presentado casos en
que obligan a la víctima a ir no sólo a los cajeros electrónicos sino también a
cobrar cheques, o a ir a tiendas a comprar joyas o artículos de valor.
Vale la pena aclarar que para que exista la utilización apropiada de la
palabra secuestro extorsivo, es necesario que los delincuentes exijan una
suma de dinero por su liberación y exista negociación en ese proceso. La
segunda modalidad mencionada anteriormente no podría llamarse secuestro,
ya que es literalmente es una privación de libertad con robo.
3
Ossorio,Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Buenos Aires, Argentina,
Editorial Heliasta S.R.L.
4
Knutson, J.N. “ Las Dinámicas de un Secuestrador” New York, U.S.A. Anales de la Academia de
Ciencias de New York. Vol. 347. 1980.
8
Parece ser que esta nueva modalidad de secuestro se está presentando en
respuesta al uso masivo de tarjetas de crédito en la población, ya que a los
criminales hoy en día se les dificulta robar dinero en efectivo y con el
secuestro Express encontraron una manera de lograr este dinero.
b. Autores:
Los delincuentes que suelen secuestrar en esta modalidad son personas de
estratos socio-económicos bajos (de escasos recursos económicos) con edades
que oscilan entre los 17 y los 25 años. pertenecientes a la delincuencia
común.
Operan en grupos de dos y tres personas donde alguno suele ser el líder
durante la ejecución del delito.
Frecuentemente
los
autores
del
Secuestro
Express
son
individuos
con
antecedentes penales en la adolescencia. Probablemente robaron vehículos o
cometieron delitos menores. También se observan delincuentes fármaco
dependientes cometiendo este crimen.
En algunos casos los autores son personas conocidas por las víctimas, como
meseros de un restaurante visitado frecuentemente o el portero del edificio
donde se habita.
c. Formas de Operar:
A diferencia del secuestro planificado, el secuestro Express carece de labor
de inteligencia, logística, etc. Es un delito que se ejecuta sin estrategias
previas. Dos o tres individuos salen a la calle en busca de una víctima
distraída que lleve puesta ropa y artículos de valor (Joyas, celular) o que se
encuentre en un carro lujoso. Buscan a sus víctimas en las gasolineras,
estacionamientos de centros comerciales o personas saliendo de un local,
oficina o residencia, donde las encañonan con armas de corto alcance y las
presionan con amenazas fuertes. Posteriormente,
trasladan a la víctima a
otro vehículo y comienzan a circular por la ciudad al tiempo que realizan
9
llamadas telefónicas a los familiares exigiéndoles el pago del rescate.
Estos delincuentes tratan de ejecutar el delito, cobrando el dinero, en el
menor tiempo posible, ya que no están preparados para mantener por mucho
tiempo a la víctima en cautiverio; por lo tanto presionan para que se logre
todo en el mismo día.
En los casos de “Secuestro Express” estudiados se ha visto que a los
delincuentes no les interesa hacer daño, no quieren mayores complicaciones,
sólo buscan obtener dinero en efectivo de una manera rápida y segura para
ello.
d.
Efectos
Psicológicos
en
la
persona
posteriores
a
su
sometimiento a un “Secuestro Express”.
Si las vivencias ante la situación estresante, por ejemplo un asalto, no son
metabolizadas de inmediato, seguramente se producirá una cronificación de
ellas, traduciéndose esto en síntomas tales como angustia, irritabilidad,
malhumor, insomnio. Este camino podría conducir a un síndrome depresivo,
añadiéndose a lo anterior decaimiento, tristeza, falta de apetito, ideas
obsesivas de tipo catastrófico y hasta paranoicas. La solución implica dos
aspectos.
1. Inmediata. Abordar la situación estresante del pasado que continúa
reviviéndose en el presente, con el objeto de que la persona active
mecanismos psicológicos que le permitan cerrar dicha situación y quede
realmente sólo como un recuerdo del pasado.
2. Mediata. Explorar y transformar los mapas existentes que determinan la
debilidad e invalidez del individuo frente a los hechos violentos del medio
ambiente. Obviamente, estas soluciones se refieren a incidencias de tipo
psicoterapéutico.
10
d. El “Secuestro Express” en Argentina:
En la década de los años 70 se sufrió el pico más alto en la historia criminal
de Argentina respecto a los secuestros extorsivos,"capear" (secuestrar), en
efecto, sumados a los hechos cometidos por las bandas subversivas, se
agregaron los realizados por bandas de delincuentes comunes, éstos con larga
trayectoria delictiva, muy bien armados, con una buena inteligencia previa
sobre el objetivo y fundamentalmente, con una muy buena infraestructura para
mantener a la víctima en cautiverio, a veces por mucho tiempo (tres meses)
estos secuestradores cambiaban constantemente de "embute" ( lugar de
encierro), dando las muestras conocidas
( diarios, mensajes familiares
íntimos, etc.) de vida o pruebas de supervivencia del "chancho"( víctima), en
la inmensa mayoría de los casos las víctimas aparecían con vida, con las
secuelas propias del cautiverio. En algunos hechos los delincuentes podían o
no cobrar el rescate, sin embargo, hubo algunas excepciones en que, por la
presión de las fuerzas policiales, liberaban al secuestrado sin cobrar. Pero,
en general los hechos se esclarecieron con detención de autores, inclusive,
en un 95% de los casos. 5
En algunas ocasiones, las víctimas no aparecieron nunca más. Inclusive, sus
restos, en el supuesto caso que fueran muertos, tampoco fueron encontrados.
En otras, se rescataron los restos de los secuestrados; pero fueron muy pocos.
Los delincuentes que integraban las bandas de secuestradores eran de la
"pesada"( individuos, en general de mediana edad, la mayoría varones, muy
peligrosos, con largo historial delictivo que se jugaban la libertad a sangre y
fuego) que no se dedicaban exclusivamente al secuestro sino a otros delitos
importantes ( asalto a bancos, camiones de caudales, grandes empresas, etc.).
Las bandas eran numerosas y con una disciplina interna severa, por supuesto
todas con un jefe.
El "capeado"( víctima de secuestro),
era generalmente una persona de
conocida trayectoria ( empresario, comerciante, banquero, industrial, hijos de
5
http://www.movimientonomas.org/default.asp. “No más Secuestro ni guerrilla Apoyemos el Proceso de
Paz. Colombia,2001.
11
los mismos, etc.) gente de poder adquisitivo importante, que en muchos casos
no denunciaba por temor, lo cual dificultaba la tarea investigativa. En
algunas ocasiones las bandas delictivas fueron integradas por delincuentes
comunes
y
también
judicial, miembros
de
por
policías,
servicios
de
militares,
inteligencia,
algún
etc.,
funcionario
actuando
como
"entregadores"( quiénes facilitan información para la perpetración de un
delito); quienes suelen ser personas muy cercanas a la víctima, como un
familiar de esta, empleado, amigo, etc. Aunque no en todos los casos. A veces
no actuaba ningún entregador y el secuestro era generado solamente por los
delincuentes, por previa inteligencia sobre la futura víctima.
Los montos exigidos por los delincuentes eran cuantiosos al principio de las
negociaciones, para luego decrecer y llegar a un acuerdo con el negociador,
que podía ser algún investigador o alguien allegado al secuestrado.
Esta modalidad de secuestro, decreció desde mediados de los años 80, hasta
el presente, claro, sin perjuicio de algunos hechos aislados; la mayoría
esclarecidos y con la víctima recuperada sana y salva. Pero hace dos años
comenzaron a darse en la ciudad de Buenos Aires los " secuestros express",
esto es, toma de una persona " al voleo" ( circula en un coche costoso, o que
sale de una casa importante, o que se encuentra cargando combustible en el
auto, etc.) es decir, se elige a la víctima en el momento, por su aspecto, su
ropa, sus alhajas, su vehículo, etc. La llevan a determinado lugar, que
generalmente es apartado, o a una villa de emergencia ( barrio paupérrimo,
de casuchas) donde usualmente viven los autores; luego, obligan a la víctima
a comunicarse con familiares y amigos por su celular o lo hace uno de los
delincuentes, exigiendo cierta suma de dinero ( no más de cinco mil dólares)
que luego bajan abruptamente para conformarse con muy poco.
En la inmensa mayoría de los casos en que la familia denunció a la Policía el
hecho, el mismo fue abortado y la víctima recuperada sana y salva deteniendo
a
los
autores
del
delito.
enfrentamiento armado.
En estos
casos,
frecuentemente
se
produce
12
La nueva modalidad de secuestro ha ido cambiando desde los años 70 y 80
donde los secuestradores actuaban de manera organizada, especializándose
en el tema y con una gran infraestructura dirigida específicamente a
secuestrar a grandes empresarios y logrando altas cifras de dinero. Hoy los
actores de secuestros cortos son ladrones o delincuentes comunes con muy
poca organización. Sin embargo, existe una similaridad entre los grupos
anteriores y los actuales: ambos tienen su origen en fuerzas de seguridad
corruptas
que
desafortunadamente
desprestigian
a
las
Instituciones
gubernamentales.
f. El “Secuestro Express” en Venezuela:
Desde 1999 la delincuencia común viene cometiendo delitos propios de otras
regiones de Latinoamérica. Así, el secuestro express se suma ha pasado a ser
un delito más cometido en este país.
Los autores de este delito suelen ubicar a sus víctimas por vivir en
urbanizaciones de estrato socio-económico alto o por sus vehículos.
Así, el nuevo proyecto de Ley en Venezuela contra delitos como el Secuestro y
la Extorsión que estudia la Comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea
Nacional contiene un total de 28 artículos donde se analizan los diversos
tipos de delitos relacionados con el secuestro y la extorsión, hasta los
conocidos “Plagios Express” y el pago de vacuna, para los cuales se
contempla una pena máxima de 25 a 30 años de presidio.
g. El “Secuestro Express” en México:
Fue en la zona metropolitana de la ciudad de México donde aparentemente se
inició el Secuestro Express. Así, este crimen se presenta en diversas ciudades
del país, como Guadalajara, Jalisco, Morelos, Sinaloa, Chapas, Guerrero,
Michoacán, Oaxaca donde se viene observando como las personas adineradas
están incrementando su seguridad personal y presionando al gobierno para
sacar adelante una ley que disminuya los secuestros.
13
La industria del secuestro en México registra cifras que lo coloca en segundo
lugar a nivel mundial, con 8 mil secuestros al año, pese a que cientos de los
llamados “express” no son denunciados. 6
De acuerdo al Programa Nacional de Seguridad Pública 1995 - 2000, en el
año de 1995, se registraron 548 secuestros y en el año de 1999 de acuerdo al
trabajo realizado por COPARMEX 7 ( Programa Nacional de Seguridad
Pública de México) los medios informativos han dado cuenta de 559, por lo
que hay un incremento de 11 secuestros en relación con el número de ilícitos
cometidos en el año de 1995.
En los cuatro meses que van del año, las autoridades han recibido 51
denuncias de privación ilegal de la libertad. Las entidades donde más ocurren
estos delitos son el DF, Morelos, Sinaloa, Chiapas, Guerrero, Jalisco,
Michoacán,
Oaxaca
y
el
estado
de
México.
Especialistas refutan a las autoridades de la Secretaría de Gobernación pues
según ellos no rebasan los 1,500 anuales, mientras los estudiosos advierten
que del total de casos conocidos, la cifra negra, los que no se denuncian, es
elevadísima.
Oficialmente, de los 51 secuestros ocurridos este año siete han sido
“autosecuestros” y se ha consignado a 49 pillos de 12 bandas, aunque
también se han enviado a los jueces alrededor de 50 casos sin detenido.
De los 51 secuestros denunciados, se ha aclarado 60 por ciento, pero
funcionarios policíacos hacen ver que no sólo son los plagios los ilícitos que
tienen en jaque a la ciudadanía, además, están los asaltos a automovilistas y
a transeúntes, que también impactan directamente a la gente. 8
6
http://www.coparmex.mx/pagral/secuestro.htm. México Unido Contra la Delincuencia. México. 2001.
COPARMEX, Fuente: Programa Nacional de Seguridad Pública de México, 1995-2000.
8
Pérez, Antonio, “Flagelo del Secuestro” Diario Independiente, Lunes 21 de Mayo de 2001, Distrito
Federal, México.
7
14
Para las autoridades que ocultan información sobre este flagelo social, es
bastante difícil reconocer que el país se ha convertido en un auténtico paraíso
para los secuestradores. 9
Contrario a lo que podría pensarse, no son los personajes del empresariado
las únicas víctimas de esta actividad; recientemente se conoció del caso de un
escolar que fue secuestrado en las afueras de su escuela, en la colonia
Oblatos.
La
magnitud
del
secuestro
está
teniendo
alcances
y
modalidades
insospechadas, y junto al narcotráfico, es de las actividades delincuenciales
más "productivas", y a la luz de los hechos, hasta de menor complejidad y
riesgo respecto del tráfico de drogas.
El incremento del secuestro en los últimos seis mes del año en curso ha sido
en un cien por ciento, doblando el número de denuncias en relación con el
año pasado. Durante el año 2000 el estado con mayor número de secuestros
fue Sinaloa, seguido de Jalisco y el Estado de México.
Este incremento en las cifras se debe en gran parte a que las prisiones
mexicanas se están convirtiendo en escuelas del secuestro. Asimismo, el
desempleo contribuye a la proliferación del delito a lo largo del país.
En la actualidad existe se está capacitando a un buen grupo de policías
investigadores para conformar grupos especiales que generen una ofensiva
hacia los secuestradores. 10
Los secuestros que se han realizado en los últimos años, han tenido varias
tendencias entre las que se destacan las económicas, políticas, fanatismo,
mercenarias
o
de
venganza.
En la mayoría de los secuestros en México que no son de fines políticos ni
ideológicos, siempre existe algún miembro de la policía activo o retirado,
9
Huezo, Rafael, “ Secuestradores a la Orden del Día” Diario Independiente. Lunes 21 de Mayo 2001,
Distrito Federal de México.
10
Villeda, Rocío. “ Medidas Gubernamentales” Diario El Informador, 21 de Junio 2001, Distrito Federal,
México.
15
quien conoce el funcionamiento de las actividades de las corporaciones
policíacas y quienes cuentan con cómplices que informan sobre el avance de
las investigaciones.
3. El Secuestro simple:
El que con propósitos distintos a los previstos en el artículo anterior
arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona. 11
Dentro de las diferentes modalidades del secuestro simple se encuentra:
a. Económico: Esto es responsivo de los resentimientos sociales o
producto del secuestro y la extorsión. Esta modalidad es la más usual y
presenta las siguientes características:
• No requiere ni conviene publicidad.
• Los autores permanecen en el anonimato o se identifican con otras
organizaciones, generalmente como Delincuencia Común.
• El
dinero
recolectado
se
emplea
para
el
desarrollo
de
planes
terroristas, planeamiento de otros secuestros, adquisición de material
de guerra y para usufructo personal.
b.
Político:
Busca
principalmente
chantajear
al
gobierno
para
presionar causas perdidas, especialmente en los grupos subversivos y
narcotraficantes.
11
Código Penal de El Salvador, Artículos 149 y 150. Vigente durante el 2001. San Salvador, El Salvador.
16
B. EL SECUESTRADOR:
1. Definición: Persona natural que comete el delito de restringir la libertad
ambulatoria de una persona con el ánimo de recibir un rescate.
2. Los secuestradores desde la perspectiva del secuestrado:
Durante los primeros días del cautiverio el secuestrado tiene como objetivo
central, entre otros, analizar el comportamiento de cada una de las personas
que lo retienen. Utiliza gran parte de su tiempo en observar sus hábitos, sus
actitudes, el sistema de relaciones interpersonales que hay entre el grupo de
plagiarios y las alianzas existentes.
Los objetivos que buscan los secuestradores y el modo como operan, varían
dependiendo de quien haya realizado el secuestro; es diferente si es llevado
a cabo por la delincuencia común, la guerrilla, el narcotráfico o cualquier
combinación de éstas.
El comportamiento general del secuestrador estaría entonces determinado,
en parte, por el carácter de la organización a la que pertenece. Casi todos
los exsecuestrados que se abordaron manifestaron que sus secuestradores
pertenecían a organizaciones guerrilleras. Así, los describen como hombres
y mujeres con el comportamiento rígido, austero, a veces draconiano, de
quienes tienen una formación castrense, orientados por la obediencia ciega
a un superior jerárquico y con temor a los ajusticiamientos o represalias
disciplinarias en caso deque el secuestrado se escape o que el secuestro
fracase por algún motivo.
Llama la atención el énfasis que hacen en calificar siempre a los
secuestradores
como
inmaduros
y
limitados
en
su
capacidad
discernimiento y toma de decisiones y en considerar que tienen una pobre
de
17
preparación
intelectual.
Sólo
los
cerebros
o
comandante poseen esa
12
preparación intelectual .
En muchos casos, entremezclados con ellos, encuentran personas que
señalan como delincuentes comunes por ausencia de rasgos castrenses
anteriormente mencionados. más bien los caracterizan por la indisciplina,
en consumo de drogas, las discusiones permanentes por motivos baladíes, y
por la violencia física y psicológica que ejercen contra los secuestrados,
originada en el mero placer sádico de hacerlo.
3. Características de los secuestradores:
En un secuestrador prima el interés, por el dinero del rescate, o su
equivalente, sobre cualquier otra consideración. Las tensiones y riesgos
propios de la operación del secuestro, así como las del cautiverio, están
sumidas bajo un interés y una motivación pertinente por obtener el pago del
recate. Eso mismo les sirve para resistir y no ceder ni dejarse llevar por las
súplicas y padecimientos del secuestrado, y hasta le facilita el poder
sacrificarlo a sangre fría en caso de ser necesario.
Aunque el rescate suele ser negociable, la modalidad de éste y su cantidad
son susceptibles de modificarse siempre y cuando las opciones alternativas
ofrecidas sean equivalentes para los secuestrados.
El oficio de secuestrar requiere una personalidad particular. El secuestro no
es un delito como el atraco, la violación o el asesinato, en los que el
victimario entra momentáneamente en relación con la víctima y luego se
aleja de ella. El secuestro supone convivir por semanas y meses con el
plagiado, observar su deterioro físico y psicológico y tratar de no dejarse
influenciar por ellos; supone, al mismo tiempo, tener que ejercer presión
física y psicológica permanente con crueldad refinada, sin agotar a la
víctima y sin permitirle sentir que se puede escapar o que puede salir con
vida del secuestro sin haber pagado el recate.
12
Navia, Carmen Elvira; Ossa, Marcela, “ Sometimiento y Libertad, Manejo Psicológico y Familiar del
Secuestro” Bogota, Colombia: Fundación Pais Libre y Colciencias. 1989.
18
Es más, aunque se puede aprender cuándo y de qué manera ejercer presión,
se requiere de una buena dosis de intuición psicológica para saber hasta
donde llevarla dependiendo del secuestro, y del momento del secuestro en
que se encuentre la capacidad de tolerar el secuestro al lado de la víctima y
presionarla sin destruirla, tiene algo de aprendido, pero también algo
inherente a la constitución perversa del plagiario.
El
secuestrador
no
suele
identificarse
con
la
víctima,
sin
con
sus
padecimientos, ni con la situación que vive; aunque algunos exsecuestrados
señalan, que si hay victimarios que lo hacen. Por lo general, el secuestrador
asimila los padecimientos, súplicas y ruegos del secuestrado como si se
tratara de hechos aislados, con una aparente insensibilidad, y suele
utilizarlo para controlarlos y someterlos y lograr su objetivo final.
Tanto en los casos de secuestro llevados a cabo por la Guerrilla, como en
los efectuados por la delincuencia común, quienes vigilan a las víctimas
durante semanas o meses suelen ser personas de baja posición en la
organización delictiva con escasas o ninguna capacidad de decisión. Son
individuos que solo cumplen órdenes superiores, lo cual les permite no
comprometerse ni con el secuestrado ni con lo que ellos mismos le hacen.
Se perciben a si mismos como una parte mínima e insignificante de un gran
engranaje del que difícilmente se pueden sustraer y que los empuja a actuar
sin autonomía sobre sus propios deseos y pareceres.
4. Tipos de Secuestradores "blandos" y secuestradores "duros"
Tal vez los secuestradores de oficio saben que es posible que quienes vigilan
al secuestrado terminen identificándose con su estado y cediendo a sus
requerimientos de compasión y libertad, lo cual atenta contra el objetivo
central del plagio. Por ello que establecen turnos de vigilancia y rotan cada
determinado tiempo a quienes vigilan, disminuyendo la posibilidad de
fracaso de la operación. No hay que olvidar que quienes cuidan a un
secuestrado
también
están
limitados
en
sus
desplazamientos
y
están
sometidos a la tensión permanente de una posible operación de recate por
19
parte de las autoridades o a un intento de fuga, lo cual los hace más
vulnerables psicológicamente.
Vulnerables bien sea para bajar la guardia con respecto al secuestrado,
permitir su fuga o negociar el rescate separadamente; o lo que es más
frecuente, para desconcentrarse, tornasen irritables, violentos y perder la
capacidad de analizar lo que sucede en torno al secuestro, a la negociación
y al secuestrado.
A través de los análisis hechos por los exsecuestrados, se observa que los
secuestradores suelen dividirse en dos subgrupos. Unos, que podrían
denominarse como los "duros", los malos, los que amenazan y amedrentan a
la víctima sin reparos éticos ni morales aparentes; y otros que podrían
clasificarse como los "blandos" y buenos, y son quienes a través de una
identificación
parcial
con
las
dificultades
físicas
y
psicológicas
del
secuestrado, tratan de mejorar sus condiciones de cautiverio y lo apoyan en
determinadas situaciones críticas. 13
5. Perfil psicológico del secuestrador
Tratar de comprender el perfil psicológico de un secuestrador supone hacer
abstracción momentánea de las razones y justificaciones que el plagiario
tiene para explicar su conducta. Los secuestradores dan cuenta de su
comportamiento aduciendo razones políticas; otros, motivos personales
como por ejemplo cuando se trata de venganzas, y otros expresan que se
vieron compelidos a hacerlo por una situación económica precaria. razones
que independiente de su validez esconden también un modo de ser con
ciertas características.
Los factores que determinan la personalidad del secuestrador se forman y
consolidan a través de la vida. Se trata de experiencias primarias
internalizadas, propias e intransferibles que determinan el comportamiento
general del secuestrador y explicarían, en parte, su tendencia a la
trasgresión de las normas sociales que regulan la comunidad donde habitan.
Estas experiencias primarias son de carácter inconsciente, lo cual indica
que el plagiario no puede recordarlas. Posiblemente las sienten como una
13
http://www.vocesdelsecuestro.com/ “ Portal para Búsqueda de Secuestradores en Colombia y el
Mundo.” Colombia. 2001.
20
compulsión a obrar y las justifiquen con razones válidas para sí mismos que
si hace conscientes.
El plagiario es más bien alguien que analiza a la víctima potencial en sus
hábitos personales y familiares, organiza la operación de secuestro y el sitio
de cautiverio y sopesa los riesgos del plagio antes de llevarlo a cabo.
Para analizar el perfil psicológico del secuestrador, se tendrá en cuenta la
propuesta de clasificación hecha por Knutson; aunque esta no es muy
rigorosa
de
algunos
elementos
que
secuestradores Colombianos. Knutson
14
permiten
comprender
a
los
divide a los secuestradores en dos,
unos que son renuentes a secuestrar, y otros que lo hacen deliberadamente.
Los primeros nunca desarrollan procesos psicológicos para deshumanizar a
sus víctimas. Siempre ven a los secuestrados como personas con miedo,
desamparados, tienen en cuenta que son padres de familia y se conmueven
cuando piensan en lo que le podría pasar a los hijos y la esposa del
secuestrado si este legase a morir; en últimas ven a un ser humano cercano
a la muerte. El papel de secuestradores lo desempeñan a un gran costo
psicológico porque se dejan agobiar por el terror y el desamparo del
retenido. Incluso vacilarían o serían capaces de asesinar al plagiario en el
caso de darse una operación de rescate o si este intentase escapar.
Estos secuestradores no suelen tener antecedentes judiciales ni de haber
estado involucrados en situaciones violentas. Se podría decir que son unos
intelectuales jóvenes, inteligentes, expansivos, idealistas, comprometidos
con propuestas sociales utópicas, y que el secuestrar o no secuestrar es
secundario con respecto a los propósitos que persiguen. Este tipo de
personalidad entre guerrilleros y terroristas fue descrito hacia los años
sesenta y setenta y algunos autores lo denominaron el "Síndrome del Icaro",
lo
cual
no
es
más
que
una
personalidad
con
rasgos
narcisistas
predominantes. Son individuos que se encuentran limitados para formarse
juicios objetivos sobre la realidad de su entorno, viven una vida de fantasías
exaltadas, sienten un deseo intenso de ser admirados y universalmente
14
Knutson, J.N. “ Las Dinámicas de un Secuestrador” New York, U.S.A. Anales de la Academia de
Ciencias de New York Vol. 347, 1980.
21
amados, sueñan con ser el centro de adoración de los demás y ver al mundo
entero rendido a sus pies por hazañas grandiosas que construyen en sus
ensueños.
Creen que la comunidad se va a poner en pie de guerra para respaldarlos en
sus
demandas
y,
necesariamente,
sufren
una
desilusión
cuando
sus
perentorios llamados no producen la respuesta esperada. Estas fantasías
grandilocuentes hacen que en la vida cotidiana sean torpes y estén
orientados más bien hacia el fracaso. Como el Icaro de la mitología griega,
desobedecen con arrogancia juvenil la prevención paterna de no acercarse
mucho al sol porque e les podría derretir las improvisadas alas; entonces se
funde la cera y mueren lánguidamente al estrellarse contra el duro suelo de
la realidad.
Los segundos, los que secuestran deliberadamente, planean el golpe de
mano, lo llevan a cabo y, durante el cautiverio, trabajan para controlar
física y mentalmente al secuestrado y así obtener el beneficio del recate
exigido. Son personas capaces de ejecutar a sus víctimas sin ningún -o muy
pocos-
reatos
de
conciencia.
Con
su
actitud
buscan
deshumanizar
psicológicamente a los secuestrados, y distanciarse de los afectos y
penalidades inherentes a la situación de cautiverio. Pero lo anterior no
implica que desdeñen las necesidades del secuestrado. Por el contrario, este
tipo de secuestrador es un maestro de la introspección psicológica, captan
intuitivamente todas aquellas debilidades del secuestrado que pueden
utilizar a su favor, y que les garantiza su control y la obtención del
beneficio del rescate. Los afectos del secuestrado, su angustia, sus súplicas,
los ruegos de los familiares, son contemplados por estos secuestradores,
pero de un modo alejado e impreciso; sus propias emociones están ligadas al
cálculo racional que hace para garantizar el éxito del plagio.
Después de que el secuestro ha concluido, el plagiado deja de existir en su
memoria, no queda perturbado por la acción que llevó a cabo, ni por la
posible secuela que la experiencia haya dejado en la persona liberada.
22
Knutson 15
afirma
que
el
secuestrador
deliberado
presenta
bastantes
elementos de psicopatología, particularmente la falta de afecto y un
desconocimiento de que la reciprocidad es necesaria en las relaciones con
los demás. Algunos pocos secuestradores deliberados que el autor entrevistó
son a su juicio verdaderos psicópatas. La mayoría conserva -aunque
profundamente escondido- algún grado de afecto y alguna conciencia de la
necesidad de reciprocidad en las relaciones con sus semejantes. Sin
embargo, estas características son vistas por el secuestrador deliberado
como un obstáculo para su trabajo en términos generales, el secuestrador
deliberado no se puede tipificar como una persona violenta con impulsos
incontrolados; por el contrario, es un paradigma de quien se orienta
únicamente por la obtención de resultados, un pragmático obstinado que se
centra en vivir y tener en consideración solo el presente. Puede expresar
frases de conmiseración
hacia el secuestrado, pero en el fondo está
convencido de que la fuerza física y la concentración psicológica son las
claves fundamentales del éxito de un secuestro.
El plagiario obtiene diferentes ganancias a través del hecho de secuestrar;
suele hacerse mayor énfasis en la pecuniaria y/o política. Pero también hay
otros beneficios que se derivan de los anteriores. El secuestro es un acto de
fuerza que denota tener la capacidad de controlar la libertad de algunos
miembros de la comunidad; o vistos en espejos devela la limitación del
estado para asegurar los derechos constitucionales de sus asociados. Estas
ganancias le dan a los plagiarios un sentido de territorialidad, de autoridad
en las zonas de secuestro. Pero además, existe una ganancia psicológica,
que es la satisfacción personal interna que se siente al llevar a cabo el acto
de secuestrar. Si no existiera tal satisfacción y el secuestro le fuera algo
penoso, posiblemente buscaría otro tipo de actividad delictiva que le fuera
más gratificante.
15
http://www.politica.eluniversal.com/informespecial/secuestro/index.html. “ Secuestro, Informe
Especial. América Latina.2001
23
C. EL SECUESTRADO:
1. Definición:
Persona natural víctima de secuestro
2. La amenaza de secuestro:
En los casos de secuestro la negación como defensa psicológica parece estar
activada por la angustia, la ansiedad y la impotencia generada por la
probabilidad de perder la vida, la libertad y los bienes.
Este mecanismo psicológico estaría seleccionado entre múltiples posibilidades
defensivas, por una compleja combinación entre las limitaciones sociales,
económicas y políticas, de inseguridad y violencia que rodean a la víctima
potencial; y por las limitaciones psicológicas entendidas estas como los
rasgos de personalidad existentes antes de la amenaza, no adecuados para
enfrentar este tipo de riesgos.
La amenaza de secuestro es un componente previo importante que determina
la manera como se desarrolla un secuestro posteriormente, tanto para el
cautivo como para la familia de este. Aunque lo más frecuente es que los
plagiarios no anuncien ni prevengan sobre sus propósitos, si se dan algunos
casos en que lo hacen. En esto se desarrolla una dinámica psicológica
individual y familiar algo diferente, que vale la pena tener en cuenta; entre
otras razones, porque el ex-secuestrado después de recuperar la libertad
presenta siempre con mayor o menor intensidad el temor a ser secuestrado
nuevamente, temor que guarda una gran similitud con la simple amenaza.
Frente a un proceso prolongado de temor y ansiedad, como es l caso de la
amenaza de secuestro, las personas tienen múltiples y variadas formas de
reacción psicológica. Estas dependen, básicamente, de las circunstancias
sociales y económicas que les son propias y de los rasgos de personalidad
previos que fueron configurados a través del tiempo.
Los amenazados de secuestro sufren la violencia de una agresión permanente
que se basa en la posibilidad de ser raptados en cualquier momento de su
24
medio natural y de perder su familia, sus amigos, su trabajo. Para la familia
esa agresión se da porque puede ser mutilada temporal o definitivamente por
la sustracción de uno de sus miembros.
La negación, el aislamiento y la involución social, como mecanismo de
protección ante este tipo de amenaza suelen ser las respuestas inmediatas en
la gran mayoría de los casos. Por ello las posibles víctimas abandonan
ciertas actividades sociales y se alejan de los lugares que frecuentaban
habitualmente. Estas reacciones valían dependiendo de la intensidad con que
se presenten y de las características que adopten en cada caso en particular y
que no necesariamente implican que otros tipos de reacciones, como
contraatacar avisando a las autoridades, no se presenten también.
Si las amenazas de secuestro se mantienen o se incrementan y predominan las
reacciones de parálisis, aislamiento e involución, las personan van perdiendo
poco a poco la capacidad de recoger una actitud activa frente a tales
amenazas. La respuesta defensiva, de contraataque se debilita. La confianza
en la eficacia de las autoridades legítimas y las propias capacidades se
desmoronan progresivamente dejando el espacio libre para que se entronicen
la desesperanza y la desconfianza en casi todos los que lo rodean.
La paralización, aislamiento e involución son reacciones adaptativas a la
amenaza vital que representa un secuestro. Frecuentes y normales por ser los
recursos más elaborados que tiene la persona en el momento de la amenaza
para hacer frente a la situación. Pero implica una adaptación autodestructiva
en el sentido existencial, ya que las personas dejan de desarrollarse
deacuerdo a su proyecto vital, se sacrifican en este sentido para poder
sobrevivir físicamente. Reduce sus relaciones cotidianas al espacio mínimo
para conjurar el peligro.
3. El arrebatamiento de la víctima:
El riesgo real de morir en la operación de secuestro es la primera y principal
lectura que hace la víctima. Es un temor que lo acompañará siempre,
independientemente del trato que le den los secuestradores, y que seguirá
25
presente aún después de haber sido liberado. Este temor lo hace dócil y
manejable.
Durante la operación de secuestro los procesos de pensamiento tienden a
paralizarse. El análisis objetivo de lo que sucede en el entorno, el
ordenamiento de ideas y la selección de respuestas posibles para ejecutar en
el momento se sustituyen por impulsos gobernados por el miedo y el terror. Si
la persona que es plagiada tiene algún adiestramiento previo para enfrentar
situaciones de alto riesgo o similares, puede conservar alguna capacidad de
seguir pensando a pesar del miedo, ordenar ideas y actuar en consecuencia y
con éxito. En caso contrario aparecen respuestas automáticas y caóticas que
poco o nada tienen que ver con lo que está sucediendo, arriesgando su vida y
su integridad física. La parálisis y el estupor, que son quizás las respuestas
más frecuentes en las operaciones de secuestro, convierten a la persona en
alguien dócil y fácilmente manejable por los plagiarios.
Casi todos los ex secuestrados fueron informados inmediatamente o tuvieron
conciencia de que estaban siendo secuestrados. Este último aspecto es
importante, porque la víctima no queda sumida por largo tiempo en la
incertidumbre ansiosa de saber qué ocurrió. Aunque hay algunos casos en los
que a pesar de ser informados inmediatamente acerca de los propósitos de los
plagiarios, solo varios días después toman conciencia y asimilan que se trata
de un secuestro.
Aquellos que logran reaccionar con rapidez ante el secuestro, sin violencia,
optan en el camino por invitar a los secuestradores a dialogar sobre las
razones del mismo, o a negociar inmediatamente el monto del rescate y el
modo de pago, pero ninguna de las personas entrevistadas logró arreglar los
términos del rescate.
4. El miedo del secuestrado:
Consumada la operación de secuestro, la víctima entra a vivir hechos
inesperados, en espacios físicos absolutamente desconocidos. Desvinculado de
su espacio natural contra su voluntad, solo dispone de recursos psicológicos
internos, de las vivencias, experiencias y conocimientos acumulados a través
26
e su vida. La necesidad de manejar la ansiedad y el miedo provocado por el
impacto de la operación de secuestro y por las condiciones generales del
cautiverio, es el punto más crítico para el plagiado a lo largo de todo el
proceso de un secuestro.
Ansiedad y miedo cuya intensidad oscila entre momentos de confusión severa,
llantos prolongados, desesperanza profunda y alteraciones graves del sueño,
hasta momentos en que la víctima logra disfrutar del paisaje, interactuar con
los plagiarios en charlas y discusiones y llevar a cabo actividades que
requieran de gran concentración.
La presencia del insomnio es quizás el síntoma más evidente de que el
plagiado tiene ansiedad y miedo. Se presenta en todas las víctimas de
secuestro, con variación de matices, independientemente del trato a que esté
sometida la víctima, del tiempo que dure el cautiverio o del lugar donde esté
retenida. En algunos casos se presentan alteraciones graves, pues además de
la imposibilidad de dormir, los secuestrados sufren, durante todo el tiempo,
pesadillas recurrentes en las que son asesinados, maltratados y son objeto de
abuso y burla por parte de sus captores.
Solamente se presentó un caso en el que en lugar de insomnio, se presentó un
estado de hipersomnia, o exceso de dormir, durante los tres meses de
secuestro.
Si se tiene en cuenta que la amenaza contra la vida produce en casi todo el
mundo un estado defensivo, de alerta permanente para protegerse de la
amenaza y que el sueño es el estado contrario, de relación, se entiende que
durante el cautiverio se presente el insomnio en el secuestrado de una manera
atenuada. Dormirse equivaldría a no defenderse, a bajar la guardia y correr
el riesgo de ser asesinado por los plagiarios en medio del sueño.
La intensidad del insomnio en el cautiverio suele ser mayor durante los
primeros días, cuando el secuestrado aún esta bajo el influjo del impacto
inicial y apenas se inicia e proceso de reconocimiento del entorno, de las
personas y del lugar donde se encuentra. En ese momento el estado de alerta
funciona al máximo, es un estado de Hipervigilia.
27
El insomnio del secuestrado tiende a disminuir en intensidad en la medida en
que conoce los hábitos y comportamiento s de las personas que lo vigilan,
sopesa la veracidad de las amenazas y calcula sus propios riesgos, se ubica
geográficamente y se adapta al tipo de alimentación y de vivienda. Es una
respuesta obvia que se da después de que la ansiedad y el miedo han
disminuido y el secuestrado ha logrado un mínimo control sobre sí mismo y
sobre la situación de secuestro.
Claro está que en ningún caso el insomnio desaparece durante el período de
cautiverio. Se mantiene presente con fluctuaciones periódicas determinadas
por diferentes clases de sucesos, jornadas en las cuales se siente acoso por
las autoridades o la probabilidad de liberación, o por largas caminatas
llevadas a cabo por razones de seguridad.
La presencia de ansiedad y miedo hay que entenderla como el mecanismo que
el secuestrado tiene para adaptarse y transformar la situación de cautiverio.
Su presencia es el motor que lo impulsa a sobrevivir, adaptarse a las
dificultades propias del encerramiento, tales como la limitación en el
desplazamiento, y a elaborar maniobras que le permitan modificar la
situación a la que está sometido o a escaparse. Pero una ansiedad y un miedo
que son alternantes en el sentido de que generalmente no se polarizan por
mucho tiempo , hecho que le permite al secuestrado organizar el proceso de
pensamiento, analizar la realidad que vive y no presentar comportamientos
erráticos que vayan en contravía de su misma supervivencia. Pero no
desaparecen y ello hace que el secuestrado se preocupe por su situación, no
se vuelva pasivo y paralice al punto de no importarle el trato y condiciones
físicas a que está sometido.
Durante la presente investigación se presentaron dos casos atípicos en los
cuales la ansiedad y el miedo desorganizaron psicológicamente a las víctimas
y las paralizaron. 16
Para explicarse la manera como una persona reacciona ante un evento que la
aproxima a la muerte, como es el caso del secuestro, algunos especialistas de
16
Shurnik, N. “ El Síndrome de Estocolmo ” Paris, Francia, Anales Médico-Psicológicos. 1987.
28
la psicología tienen la tendencia a darle mayor importancia a la personalidad
previa de la víctima que a las características propias del evento mismo. Sin
embargo, en este estudio quedó bastante clara la importancia, de primer
orden, que tiene la situación de secuestro en sí misma como determinante del
tipo de reacciones psicológicas del secuestrado.
Los secuestros marcados por una extrema violencia y sevicia, produjeron
siempre reacciones masivas, desorganizadas y paralizantes en las víctimas,
independientemente de la edad, el sexo, el sitio de cautiverio y demás factores
que la rodeaban. Lo cual no le resta importancia, claro está, a la
personalidad de la víctima y al entrenamiento o aprendizaje anterior al
secuestro que haya tenido para enfrentar situaciones bélicas o de alto riesgo.
Las condiciones físicas del secuestro, entendiendo por ellas la alimentación.
el lugar de cautiverio -bien sea a la intemperie o en un lugar muy estrecho- ,
el lugar donde se hacen las necesidades fisiológicas, las condiciones en que
se duerme, etc, son otros factores que determinan la aparición de síntomas de
ansiedad y miedo en la víctima.
Cuando los ex secuestrados calificaron las condiciones físicas del cautiverio
como malas también expresaron haber padecido ansiedad y miedo extremos,
reflejados
en
embotamiento
mental,
insomnios
duraderos,
pesadillas
recurrentes y sensaciones generalizadas de angustia. "Vivir con la cabeza
embotada y como un sonámbulo casi todos los días", o levantarse "con tontina
en la cabeza, con ideas confusas de persona loca", o tener "pesadillas casi
todos los días en las que el tal Danny, me disparaba la ametralladora en la
boca", son situaciones reportadas por ex secuestrados que ejemplifican la
manera particular como se presentaron estas reacciones psicológicas en sus
respectivos secuestros, cuando las condiciones físicas de los mismos fueron
extremadamente malas.
Por lo general, en aquellos plagios en los cuales los secuestrados están
sometidos a condiciones físicas insoportables, el trato que les dan los
plagiarios suele ser del mismo orden. Trato que se caracteriza por los
simulacros de fusilamiento, el tener que vivir amarrados durante meses a un
árbol o a la pata de una cama, tener que vivir en repetidas ocasiones la
inminencia de un ataque o el intento de rescate por parte de las autoridades,
o los insultos y las amenazas constantes de muerte por una u otra razón.
29
La manera como los plagiarios se relacionan con el secuestrado está
mediatizada por la necesidad de controlarlo y mantenerlo impotente; esto
hace que la víctima sienta más ansiedad y miedo a la muerte. No son
necesarios los insultos y las palabras soeces. Las rondas nocturnas para
constatar la presencia de la víctima, son de por si hechos que la trastornan,
haciéndola
sentir
limitada.
Con
los
insultos
y
el
lenguaje
soez,
los
secuestradores buscan mantener un control más efectivo, asegurándose ellos
mismos que controlan la situación y que el objetivo del secuestro no está en
riesgo.
Vale la pena destacar que la edad de la victima de secuestro influye en la
manera como se enfrenta y maneja la situación durante el cautiverio. Aquellas
personas de mayor edad presentan menos signos que se puedan catalogar de
ansiedad o de miedo, tienen más control sobre sus estados emocionales, la
desesperanza es menos intensa y aparece con menos regularidad, el insomnio
es menos marcado y las pesadillas son poco frecuentes; además, tienen mayor
tolerancia y capacidad para esperar que la situación se resuelva de alguna
manera, bien sea para que culminen las negociaciones con el pago del
rescate, para urdir alguna trampa o fuga para que las autoridades los liberen
con una operación militar.
En cambio, en los secuestrados más jóvenes, la ansiedad, el miedo, la
desesperación y la impaciencia tienden a provocar una desorganización
psicológica intensa que facilita la aparición de comportamientos erráticos.
Las reacciones intempestivas, retadoras y violentas, son más frecuentes en
ellos, algunas veces aun a riesgo de perder su propia vida. sienten el ultraje
que representa el secuestro con mayor profundidad y vehemencia y, siendo
jóvenes fuertes, tienden a reaccionar con mayor energía. Asi también, el
llanto frecuente e intenso es más común en ellos.
5. El maltrato a la víctima:
Si bien en el secuestro no hay maltrato físico, si lo hay psicológico. Lo hay en
la medida en que el secuestrado es privado arbitrariamente de su libertad,
colocado en una situación límite de proximidad real con la muerte y sometido
a la condiciones degradante de ser convertido en objeto de negociación
pecuniaria, con todas las secuelas negativas que ellos tienen para su
autoestima. A esto hay que agregarle que en todos los secuestros son
30
constante
las
incomodidades
de
los
sitios
de
reclusión,
la
deficiente
alimentación y el encerramiento, lo cual produce un deterioro marcado y
evidente en la salud física de la víctima. Todos los secuestrados, después de
liberados
presentan
cambios
en
su
salud,
siendo
los
problemas
gastrointestinales y la perdida de peso (Un secuestrado en promedio pierde 10
kilos en cautiverio) los más frecuentes. Usualmente estos cambios son
minimizados porque comparados con la posibilidad de morir, representa una
secuela infinitamente menor.
El maltrato físico intencional se presenta bien sea porque el secuestrado no
se somete a los plagiarios y manifiesta algún tipo de resistencia, porque los
plagiarios necesitan ejercer un control más estricto sobre la víctima, porque
las autoridades están próximas al lugar del cautiverio o también, porque los
familiares no ceden con facilidad a las peticiones de los plagiarios. En este
último
caso,
el
secuestrado
se
convierte
en
frustraciones y dificultades de los victimarios.
chivo
expiatorio
de
las
Es una respuesta más
emocional que lógica, pues el secuestrado es el que menos tiene que ver con
la manera como la familia analiza la situación y lleva a cabo las
negociaciones.
Podría decirse que cuando esto ocurre, los secuestradores controlan su
frustración y su propio miedo, amedrentando e intimidando al secuestrado.
El maltrato psicológico se expresa especialmente por medio de las reiteradas amenazas de
muerte. El amedrentamiento, la manipulación de los estados emocionales del plagiado y la
vigilancia permanente, aun para llevar a cabo las necesidades fisiológicas; también se da con
desinformación sobre el desarrollo de las negociaciones y sobre el conocimiento que tienen de
la vida familiar del secuestrado. El maltrato psicológico estimula el miedo, aumenta la
aflicción y se transforma en un factor paralizador e inhibidor de respuestas físicas y
psicológicas orientadas a la búsqueda de soluciones -huida, negociación, resistencia-, y más
bien facilita y estimula respuestas de sumisión, como ser condescendiente con los captores e
intentar ganarse la confianza con el objeto de obtener un mejor trato. A partir de allí, el
secuestrado logra conjurar parcialmente el temor a morir y obtiene un mínimo control sobre sí
mismo y sobre la situación a la que está sometido
31
6. Condiciones Psicológicas de los secuestrados:
a. Síndrome de Estocolmo:
En 1973 en la ciudad de Estocolmo, en un asalto bancario, los ladrones
retuvieron a los empleados del banco durante varios días. Al momento de
la liberación un periodista fotografió el instante en que una de las rehenes
y uno de los captores se besaban. Este hecho sirvió para bautizar como
"Síndrome de Estocolmo" ciertas conductas "extrañas" que demuestran
afecto entre los captores y sus rehenes. Este fenómeno ha sido tan
tergiversado, que se piensa que es una "enfermedad" que le pasa a "todas"
las personas que atraviesan por una situación de cautiverio.
Con frecuencia se convierte en una de las mayores preocupaciones
expresadas por los familiares y los secuestrados después de la liberación.
Tanto el exsecuestrado como sus allegados se preguntan con temor si
algunos de los sentimientos de gratitud o aprecio hacia sus captores,
forman parte de la sintomatología del síndrome y se suele creer,
equivocadamente, que el exsecuestrado lo está padeciendo. Desde la
perspectiva psicológica, este síndrome es considerado como una de las
múltiples respuestas emocionales que puede presentar el secuestrado a raíz
de la vulnerabilidad y extrema indefensión que produce el cautiverio, y
aunque es una respuesta poco usual, es importante entenderla y saber
cuándo se presenta y cuándo no.
En realidad este síndrome sólo se presenta cuando el plagiado se
"identifica inconscientemente con su agresor, ya sea asumiendo la
responsabilidad de la agresión de que es objeto, ya sea imitando física o
moralmente la persona del agresor, o adoptando ciertos símbolos de poder
que lo caracterizan"
17
Por ser un proceso inconsciente la víctima del
secuestro siente y cree que es razonable su actitud, sin percatarse de la
identificación misma ni asumirla como tal.
Cuando alguien es retenido contra su voluntad y permanece por un
tiempo en condiciones de aislamiento y sólo se encuentra en compañía de
sus captores puede desarrollar, para sobrevivir, una corriente afectiva
hacia ellos. Esta corriente se puede establecer, bien como nexo consciente
17
Op. Cit.
32
y voluntario por parte de la víctima para obtener cierto dominio de la
situación o algunos beneficios de sus captores, o bien como un mecanismo
inconsciente que ayuda a la persona a negar y no sentir la amenaza de la
situación y/o la agresión de los secuestradores.
En
esta
última
situación
se
está
hablando
de
Síndrome
de
Estocolmo. Lo que se observa en la mayoría de los casos es una especie de
gratitud consciente hacia los secuestradores, tanto en los familiares como
en los individuos.
Agradecen el hecho de haberlos dejado salir con vida, sanos y
salvos y a veces recuerdan - sobre todo en las primeras semanas
posteriores al regreso a quienes fueron considerados durante ese trance, o
tuvieron gestos de compasión y ayuda. Es comprensible, bajo estas
circunstancias
que
cualquier
acto
humano
(no
necesariamente
humanitario) de los captores pueda ser recibido con un componente de
gratitud y alivio apenas natural. Para detectar y diagnosticar el síndrome
de Estocolmo, se hacen necesarias dos condiciones:
1. Que la persona haya asumido inconscientemente, una notable
identificación en las actitudes, comportamientos o modos de pensar de los
captores, casi como si fueran suyos.
2. Que las manifestaciones inicia les de agradecimiento y aprecio se
prolonguen a lo largo del tiempo, aún cuando la persona ya se encuentra
integrada a sus rutinas habituales y haya interiorizado la finalización del
cautiverio 18.
Es importante que no sólo la persona secuestrada sino su familia,
puedan reconocer lo que les está sucediendo y entiendan tanto emocional
como racionalmente cuales son las posibles reacciones, que surgen como
respuestas a un evento avasallador. Reacciones como el mal llamado
"Síndrome
de
Estocolmo",
comprendidas
y
manejadas
con
ayudas
profesional, pueden ser superadas.
18
Meluk, E. El Secuestro una Muerte Suspendida, su Impacto Psicológico, Bogotá, Colombia Ediciones
Uniandes, 1998.
33
b. Síndrome de Estocolmo por Emilio Meluk:
La información presentada a continuación fue el resultado de una
investigación "El Secuestro, una muerte suspendida" realizada por Emilio
Meluk en 1998, 19 sobre los efectos Psicológicos del secuestro en sus
víctimas. Este trabajo ha sido un gran aporte a la problemática social del
secuestro; su estudio se centra en las experiencias vividas por ochenta
exsecuestrados después de su liberación y un número similar de familias.
La expectativa por saber si padecieron, o padecen el Síndrome de
Estocolmo es una de las preocupaciones más expresadas por parte de los
ex secuestrados después de la liberación. Se preguntan, reiteradamente, si
algunos de sus comportamientos durante el cautiverio, y después de haber
sido liberados, corresponden a esta secuela del secuestro.
Lo expresan
con signos claros de temor y remordimiento, como si de haberse
presentado en ellos significara haber sido "débiles”, “haber claudicado”',
o ser portadores de un estigma nefasto y vergonzante. Hay que aclarar, en
primera
instancia,
que
por
misma
definición
de
este
síndrome,
la
identificación con los propósitos de los secuestradores debe ser un proceso
psicológico inconsciente; por lo tanto, cuando se presenta el síndrome de
Estocolmo, el secuestrado expresa simpatías por los plagiarios sin un
propósito deliberado ni con un objetivo explícito.
El Síndrome de Estocolmo es simplemente algo que la víctima de
secuestro percibe, siente y cree que es razonable que sea de esa manera,
sin percatarse de la identificación misma ni sentirla como tal. Solamente
un observador externo podría encontrar desproporcionado e irracional el
que
la
víctima
defienda
o
adopte
actitudes
para
disculpar
a
los
secuestradores y justificar los motivos que tuvieron para secuestrarlo.
Para que se pueda desarrollar el Síndrome de Estocolmo los expertos del
tema aseguran que es necesario que el secuestrado no se sienta agredido,
violentado ni maltratado por los plagiarios. De lo contrario, el trato
negativo se transforma en una barrera defensiva contra la posibilidad de
identificarse con sus captores y aceptar que hay algo bueno y positivo en
ellos y sus propósitos. Si se tiene en cuenta que los ex secuestrados
califican las condiciones de secuestro y el trato de los plagiarios como
19
Op. Cit.
34
deleznable, y afrentoso, esos mismos hechos impiden el desarrollo del
Síndrome.
Es más, muchos de los ex secuestrados antes del plagio, sienten
algún tipo de simpatía por los secuestradores o encuentran algún tipo de
justificación en el comportamiento de la delincuencia común, dadas las
desigualdades socio-económicas propias del país; pero al padecer el
secuestro y enfrentar a la guerrilla y a la delincuencia común, ya no como
un discurso teórico sino desde la experiencia de la proximidad con la
propia muerte, se produce un cambio radical en la percepción que tienen
de ellos. Se podría decir que en estos casos analizados antes que
desarrollarse el Síndrome de Estocolmo, se modificaron los juicios
favorables que tenían de las bandas organizadas y delincuencia común.
Las
actitudes
de
complacencia,
condescendientes y las afirmaciones
los
comportamientos
hechas por los secuestrados para
hacerles pensar a los secuestradores que están de su parte, las realizan
intencionalmente
para
manipularlos
y
obtener
algún
beneficio.
Son
comportamientos al servicio de la supervivencia, una expresión más de la
esperanza de vivir.
Es importante establecer esta diferencia, pues se aclaran dos
comportamientos distintos que pueden darse durante un secuestro y que
podrían confundirse.
En un secuestro, los intentos de manipulación son frecuentes, en
casi todos los casos los secuestrados
manifiestan que lo hacen con el
objeto de conseguir información para garantizar, con mayor probabilidad,
la vida y sus bienes, un mejor trato de los plagiarios y condiciones físicas
de cautiverio más aceptables, son con comportamientos y actitudes
fingidas para poder sobrevivir, tienen un sentido de ataque y no de
sometimiento Son expresiones de la limitada capacidad de defenderse que
se tienen en una situación de secuestro y de la forma que adopta la defensa
de los plagiados durante el cautiverio. Esto se ve más claramente al
comparar la actitud que tienen los secuestrados con sus plagiarios durante
el cautiverio y la forma como ellos mismos se refieren a los secuestradores
cuando han quedado libres.
35
Mientras en cautiverio pudieron tener actitudes condescendientes y
comportamientos amigables, adquirida la libertad y ausente el riesgo inminente de morir, los ex secuestrados se refieren a ellos de un modo
negativo, con epítetos denigrantes y deseándoles el peor de los futuros. Lo
cual señala que lo expresado en cautiverio no es una identificación con los
plagiarios sino un anhelo de sobrevivir.
También se dan algunos casos en donde se presenta una relación
ambivalente. La esperanza de vivir no solamente se expresa en los
comportamientos y actitudes condescendientes. Algunos recuren a la
simulación de enfermedades o a la dramatización de algunas ya existentes,
con el objeto de movilizar y manipular a sus secuestradores para lograr un
trato más considerado, o simplemente para sentir que tienen algún control
sobre la situación, y sobre ellos.
Fingir un infarto, un ataque epiléptico o exagerar una deformación
física es frecuente, en últimas, cuando el secuestrado logra el objetivo de
poner en su favor algunos sentimientos de los secuestradores y obtiene
respuesta que los benefician de esa manera, conjura la posibilidad de
morir durante el cautiverio o aproxima la probabilidad de obtener la
liberación.
El no presentarse el Síndrome de Estocolmo indica que hay en los ex
secuestrados conciencia del daño y de la agresión de que son objeto
durante el cautiverio, que lo objetivan en los secuestradores y no e sí
mismo y que rechazan asumir como propias las razones que llevan a su
secuestro.
Los únicos indicios de la presencia del Síndrome de Estocolmo entre
los plagiados que se analizaron, se presentaron cuando el trato que les
dieron
los
secuestradores
definitivamente
malo;
durante
entonces
se
el
cautiverio
manifestaron
fue
en
el
ultrajante
y
secuestrado
marcados auto reproches. El auto reproche se presenta cuando la víctima
asume gran parte de la responsabilidad del tratamiento deleznable del cual
fue objeto, por no haber tomado las medidas de prevención necesarias
para evitar el secuestro.
36
Claro está que estos reproches no se traducen en una defensa
explícita de los secuestradores y de sus propósitos, únicamente se
responsabilizan por no haber sido precavidos.
Dos de los casos analizados presentaron alguna similitud con el
Síndrome de Estocolmo, pero sin llegar a configurarlo; su análisis puede
contribuir a la reconceptualización
dada por Skurnik 20. Se trata de dos
mujeres jóvenes, de 20 y 21 años, secuestradas por un delincuente aislado
y por la guerrilla, durante 15 días y dos meses y medio, respectivamente.
Posiblemente por su edad cronológica, se les percibía como
inmaduras, con un lenguaje y algunas actitudes un tanto infantiles. Ambas
salieron del cautiverio manifestándole a familiares y amigos cercanos un
profundo vínculo afectivo con sus plagiarios y que sentían atracción y
agradecimiento hacia ellos.
Ambas fueron entrevistadas tres y doce días
después de la liberación y se encontraban aún en un estado de euforia, un
tanto confundidas e incoherentes en su discurso y con signos evidentes de
no haber tomado plena conciencia de estar por fuera de la situación de secuestro.
Es posible pensar que las manifestaciones de afecto que
expresaron estas dos mujeres hacia sus plagiarios se daban porque su
liberación era muy reciente en el momento de la entrevista y, en el espacio
de tiempo para tomar conciencia y elaborar parcialmente la situación
vivida era poco.
Es
válido,
entonces,
plantear
la
pregunta
siguiente:
¿ si
se
entrevistara a estas dos personas un mes después de la liberación,
expresarían los mismos sentimientos hacia sus captores? En los demás ex
secuestrados, que llevaban más tiempo de haber recobrado la libertad,
nunca se presentaron estos sentimientos. Se esperaría que estos dos casos
evolucionaran en el mismo sentido, lo cual no se pudo comprobar porque
la primera joven salió del país y la segunda no se pudo contactar.
Las afirmaciones anteriores no le restan validez al concepto de
Skurnik, simplemente que para diagnosticarlo habría que introducirle la
noción de tiempo. Es decir, que lo que él describe como síndrome de
Estocolmo es válido siempre y cuando hubiese pasado un tiempo
20
Shurnik, N. “ El Síndrome de Estocolmo ” Paris, Francia, Anales Médico-Psicológicos. 1987.
37
prudencial entre la finalización del secuestro y el diagnóstico.
De esta manera se analizaría la persona cuando ha salido del estado
de euforia y la elación, se encuentra integrada nuevamente a sus rutinas
habituales y ha interiorizado la finalización de la situación de cautiverio 21.
D. LA OTRA VICTIMA LA FAMILIA:
|
1. Definición: La familia la otra victima del secuestro, quienes deben responder ante las
exigencias de los plagiarios.
2.Situación familiar ante el secuestro:
El secuestro es una soga que amarra por los dos extremos, por el uno al
rehén, a la prenda humana y por el otro a la familia, a su parentela próxima.
Se trata entonces de utilizar al cautivo como torniquete para que tire la
cuerda, para que tensione al máximo hasta el desesperar a su propio grupo
familiar.
Las familias de los secuestrados manifiestan una fuerte resistencia para
abordar la experiencia del cautiverio de su ser querido, igual o tal vez mayor
a la que muestra la víctima misma.
Ellos crean una especie de barrera de silencio como mecanismo de defensa
que impide que cualquier persona por fuera del grupo familiar se entere de
los pormenores del secuestro y sus dolorosas vivencias.
En algunas familias se mantiene un diálogo por largo tiempo, una especie de
discusión, muchas veces de polémica acerca de la manera como los miembros
del núcleo se comportaron durante el secuestro, el monto pagado, la forma
cómo se adelantó la negociación y la forma como ha venido comportándose el
ex secuestrado.
Esa negativa a dejar conocer lo que pasó parte de una gran preocupación
generada por la misma experiencia del plagio, asociada con un gran temor a
la reincidencia del problema, el miedo a que mucha información considerada
estrictamente reservada salga del núcleo familiar y la incapacidad del Estado
para garantizar la seguridad de sus asociados. Se ven entonces obligados a
21
Diaz, del Castillo, Alfredo Mauricio. “ Aspectos Criminológicos del Delito de Secuestro” Bogotá,
Colombia. Tesis de Graduación de Grado Profesional, Universidad de Naviño. 2000.
38
extremar
sus
medidas
de
seguridad
empezando
por
la
reserva
de
la
información y de sus comunicaciones en general. Es de suma importancia
tener en cuenta que el estado en que se encontraba la familia antes del
secuestro va influir necesariamente y de modo importante en la comunicación
y solidaridad del grupo y en el proceso de negociación; si la familia afronta
una crisis este factor se puede constituir en una carga emocional y afectiva
adicional para el plagiado.
Como los secuestros sorprenden a las familias, esto en relación a la no alerta
que presentan los secuestrados antes del plagio esto trae como consecuencia
que el grupo no estableciera acuerdos previos en relación como actuar en
caso de una retención de que manera afrontarla, la negociación y el manejo
de la información entre otras cosas.
La mayoría de las personas secuestradas son cabeza de familia. Como es el
elemento cohesionador del núcleo, ejerce un fuerte liderazgo y en él recae en
la
mayoría
de
los
casos
la
responsabilidad
económica,
por
eso
es
precisamente escogida. La necesidad de su presencia es entonces más
imperiosa para la supervivencia económica de la familia y afianzarla
emocionalmente, su orientación genera un sentimiento de protección en los
integrantes de la familia. Se elige al cabeza de familia porque el grupo estará
más dispuesto a negociar ágilmente y a pagar el rescate por él, por dos
razones fundamentales: el vínculo afectivo y porque es la persona con
mayores posibilidades de morir en cautiverio.
El impacto del secuestro golpea en primera instancia al cónyuge o pareja. Las
reacciones de ésta son bien intensas, van del simple estupor hasta reacciones
agresivas y desorganizadas. La tendencia general es la de que la familia se
muestre unida y solidaria con el secuestrado de una manera absoluta, en los
primeros días se relegan las actividades laborales, las tensiones que
antecedían y las diferencias preexistentes para así enfrentar de alguna
manera solidaria la situación. La vida familiar se torna caótica en el sentido
de que la incertidumbre los angustia y desespera pues el riesgo de muerte es
inminente. En la mayoría de los casos son los hijos mayores o el cónyuge
quienes se hacen cargo de la situación y de las responsabilidades: atención de
los negocios, administración de la finca, asuntos bancarios etc. en sus rutinas
no se desintegra la familia, aunque si sufre un golpe fuerte especialmente en
los primeros días. Se presenta una confusión en cuanto a los roles que cada
39
uno
debe
asumir,
se
presentan
reacciones
emocionales
fuertes
y
desorganizadas, la intensidad de éstas varia en relación con el compromiso
afectivo con la víctima, la preferencia con él o las que mantienen algún
conflicto. Con el paso del tiempo va desapareciendo el estado de confusión y
cada cual asume un rol particular dándole mayor coherencia a la dinámica
familiar. Si bien la vida familiar girará en torno a las negociaciones, a la
investigación de las autoridades, a la expectativa de las pruebas de
supervivencia, los asuntos generales no son abandonados tampoco, se
guardará una coordinación grupal acerca de ellos. La manera como se
organiza la familia, durante el secuestro, va íntimamente ligada a los roles
que se venían desempeñando antes de la ocurrencia del hecho delictuoso.
Quien tenía fama de ser buen negociante o negociador parará a dirigir la
negociación del rescate, quienes habían hecho gala de valentía saldrán a
hacer los contactos con los plagiarios.
3. Contactos Familia- Plagiarios:
Las condiciones dependen de las circunstancias propias de cada secuestro,
de la agrupación que cometió el plagio, del monto de dinero que se exija, de
la capacidad económica de la familia, de la capacidad y de la voluntad de los
miembros del grupo para negociar etc., los secuestradores saben que el
desespero de la familia juega un papel importante para lograr su finalidad,
por esos hacen llamadas groseras y humillantes, dejan largos intervalos de
tiempo entre comunicaciones y manipulan a su antojo la información acerca
del estado físico y emocional de la víctima, desinformación, rudeza y silencio
son tres armas que utilizan los plagiarios en la mayoría de los casos
.
4. El Negociador:
Se opta por buscar una persona que adelante el proceso de negociación con
los plagiarios y ejerza un liderazgo entre los integrantes del núcleo familiar.
Por lo general es alguien dentro de él, o muy cercano a él, o en algunos casos
totalmente ajeno pero muy confiable. “las condiciones que se tienen en cuenta
para la escogencia del negociador son: la capacidad de persuasión, la
flexibilidad y la tolerancia a la frustración, la experiencia adquirida en otros
secuestros, el grado de proximidad que tenga a la familia y al plagiado antes
de cometerse el plagio y el tipo de relaciones que posea con instituciones
40
gubernamentales, civiles y militares”. 22 El negociador no actúa solo, lo hace
en concordancia con la familia y las autoridades cuando el delito ha sido
denunciado.
1. Las pruebas de supervivencia:
Juegan un papel psicológico importante en la estabilidad del grupo familiar,
son como el alimento que nutre la esperanza a un final feliz entre los
allegados de la víctima.
Las familias en su desespero por salvar la vida y proteger la integridad de su
ser querido, tienen la tendencia a aceptar con facilidad como válidas las
pruebas de supervivencia, sin hacer un análisis objetivo de ellas. Muchos son
los casos de engaños por parte de los captores en esta materia.
2. La familia después de la liberación:
Con la liberación del secuestrado la familia vuelve progresivamente a la
normalidad, es decir retorna a la rutina familiar preexistente, subsistiendo en
sus miembros, (en algunos en mayor grado) el temor a que ocurra un nuevo
secuestro, no es un proceso instantáneo primero hay una fase de euforia y
después de unas semanas se empiezan a observar ciertos traumas y temores
psicológicos.
Las familias viven la probabilidad de un nuevo secuestro como una agresión
permanente y responde con aislamiento, involución social, el abandono de
algunas
actividades
habituales
y
un
estado
de
excesiva
vigilancia
y
advertencias entre sus miembros a extremar sus cuidados, se viven estados
paranoicos muy marcados.
Estas secuelas psicológicas en la familia se evidencian aún después de
muchos años de ocurrido el insuceso.
22
Navia, Carmen Elvira; Ossa, Marcela, “ Sometimiento y Libertad, Manejo Psicológico y Familiar del
Secuestro” Bogota, Colombia: Fundación Pais Libre y Colciencias. 1989.
41
3. Efectos psicológicos y familiares del secuestro:
Durante el cautiverio se presentan una serie de síntomas psicológicos,
algunos disminuyen después de la liberación mientras otros se mantienen:
CAUTIVERIO 23
POST – CAUTIVERIO
Ansiedad fobica
Ansiedad fobica
Obsesión – compulsión
Obsesión – compulsión
Depresión
Depresión
Síntomas psicóticos
Problemas Psicosomáticos
Ansiedad generalizada
Paranoia
hipervigilancia
Depresión
(*)
a. Ansiedad fobica:
temores frente a estímulos y situaciones que no son realmente amenazantes y
terminan por dificultar la adaptación a la vida diaria. Obsesión compulsión:
presencia de pensamientos recurrentes que se nos vienen sin control y sin que
deseemos pensar en ello; ejecución de rituales una y otra vez.
b. Depresión: ausencia de entusiasmo por la vida y sensación
constante de dolor y tristeza; carencia de algo que nos motive.
c. Síntomas sicóticos: en estos casos hacen referencia a la
tendencia a retraerse y aislarse en un mundo propio.
d. Problemas Psicosomáticos: Problemas de salud tales como
gastritis,
dolor
de
cabeza,
asma, etc. generados por tensión o
problemas psicológicos.
e. Ansiedad generalizada: sensación de zozobra en la que no
podemos identificar claramente lo que nos angustia.
f. Obsesión compulsión: presencia de pensamientos recurrentes
que se nos vienen sin control y sin que deseemos pensar en ello;
ejecución de rituales una y otra vez.
23
Op. Cit.
42
E. ELEMENTO MATERIAL DEL SECUESTRO: EL RESCATE:
1. Generalidades:
El Rescate: Es el dinero que se entrega por la liberación de una persona.
Liberación, generalmente por precio, del cautivo o prisionero; del cautivo o
prisionero; del raptado o secuestrado. 24
En la mayoría de los casos de secuestro, la familia es informada del delito el
mismo día de los hechos, o en los días inmediatamente siguientes. La
delincuencia común, quizás por la urgencia que tienen de conseguir el
rescate, lo hacen con mayor rapidez. Este período es lo que en la jerga de los
secuestradores se conoce como el "ablande". Cuando son los plagiarios
directamente quienes comunican que lo ocurrido fue un secuestro, lo hacen
especialmente por vía telefónica o por radio; en otros casos, la familia toma
conocimiento a través de la información suministrada por los testigos
presénciales de los hechos, aunque la noción clara de secuestro la obtienen,
casi siempre, al realizarse el primer contacto con los victimarios.
El que la familia sea informada del secuestro directa e inmediatamente,
disminuye el tiempo de ansiedad y zozobra resultado del impacto del primer
momento, pues tan pronto como la familia se entera, da comienzo a la
búsqueda de contacto con las autoridades respectivas y los plagiarios. Lo
más corriente es que los contactos entre secuestradores y familiares sean de
una periodicidad irregular. Los contactos irregulares son una de las armas
más eficaces que utilizan los secuestradores para presionar a la familia al
pago del rescate. A continuación se presenta información escrita por:
Patricio Vaca. 25
24
Ossorio,Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Buenos Aires, Argentina,
Editorial Heliasta S.R.L.
25
Vaca, Patricio. www.mrservice.net/serv/secuestr.htm, “El Secuestro Vía Internet. 1998.
43
2. Formas de Negociación. Consumado el delito y cuando la víctima se
encuentra en lugar seguro, inmediatamente enteran a sus familiares pidiendo
inicialmente un valor que, si éstos no son incautos, pueden rebajar hasta en
un 70%. Para comunicar el hecho, emplean indistintamente los siguientes
medios:
a.
Carta: Generalmente son elaboradas en máquina de escribir,
con el objetivo de dificultar el estudio grafológico. Otras veces
se emplea el dígrafo. La redacción puede ser simulada,
variando entre muy bien escritas o en otras, con protuberantes
errores. Se incluyen amenazas, advirtiendo pertenecer a bandas
muy bien organizadas, sin temor a la autoridad. Resaltan la
importancia de la víctima y dan un plazo relativamente corto
para culminar la negociación. Firman con seudónimos con el
fin de dar la impresión de mayor formalismo y sentido de la
organización. Con el ánimo de despistar a las autoridades, dan
nombres de organizaciones subversivas, cuya sola mención
causa impacto en el ánimo de los familiares.
Es frecuente que se coloquen al correo desde otras ciudades del país, con la
pretensión de desviar la búsqueda por parte de las autoridades. Los recados
por parte de la víctima, los hacen escribir de su puño y letra, para
comprobar su existencia y su condición de reales secuestradores. La
redacción es preparada por ellos. Entre los principales sistemas para hacer
llegar las cartas o mensajes a los familiares, tenemos:
a. Arrojar el mensaje directamente a la casa del secuestrado.
b. Dejar en un lugar determinado y llamar para que se recoja.
c. En la casa, oficina o vehículo de un familiar cercano.
d. Utilizando el correo urbano.
e. Por intermedio
44
b. Teléfono: Hoy por hoy es cada vez menos empleado por bandas
experimentadas. Tiene ventajas como son el evitar contacto personal,
impedir el reconocimiento posterior, permitir la comunicación en
cualquier momento y aumenta la rapidez con la que se pretenden
obtener los resultados, que son suplidos en la actualidad por telefonía
celular, beeper, y la utilización de radios. Cuando se utiliza el teléfono
convencional, para evitar un posible rastreo y localización del
negociador por parte de la autoridades, las llamadas son efectuadas
generalmente desde teléfonos públicos, o empleando trucos técnicos.
c.
Emisarios:
Es
necesario
diferenciar
el
emisario
que
accidentalmente viajaba con la víctima y quien lleva inicialmente la
noticia del suceso, con el emisario de la banda, quien establece
comunicación con la familia desde otra ciudad. Este se utiliza muy
excepcionalmente.
2. Monto del Rescate: Las exigencias van acordes con la información
que hayan obtenido los secuestradores en cuanto a la capacidad
económica de la víctima, dando un margen de rebaja para el
desarrollo de la negociación . El dinero es exigido en billetes
usados de baja denominación con diferentes series sin marcar.
Generalmente establecen la forma como debe ser empacado el
dinero.
4. Desenlace Del Hecho: El desenlace del caso puede tener las
siguientes consecuencias:
Liberación por entrega de la suma acordada u otros factores.
Rescate por acción de la Fuerza Pública.
Fuga del secuestrado por sus propios medios.
Asesinato de la víctima por sus captores.
5.
Liberación
Por
Canje-Prisionero
Dinero:
Los
secuestradores
generalmente exigen que la entrega del dinero sea realizada por un familiar
de la víctima quién deberá ir sólo. En términos de investigación a esa
persona de le denomina "Comisionado." Con el nombramiento de un
comisionado los secuestradores buscan obtener las siguientes ventajas:
45
Controlar mas fácilmente la entrega del dinero.
Eliminar el riesgo de un ataque sorpresivo.
Controlar
sus
psicológicamente,
movimientos
no
quedándole
para
otro
camino
influenciarlo
que
seguir
cumplidamente las exigencias e instrucciones dadas.
6. La Hora: Prefieren las horas de la noche, por cuanto se evita el
reconocimiento del emisario de la banda, y se dificulta ejecutar un control
visual sobre el teatro de operaciones por parte del comisionado, facilitando
la fuga de los delincuentes.
7.El Lugar: Indistintamente se escogen áreas rurales y urbanas. Hay
delincuentes que prefieren el área urbana por cuanto consideran que pueden
conseguir mayores medios de desplazamiento. Otros prefieren el área rural
como medio para efectuar una mejor distribución de los hombres, facilidad
para la fuga y mejor control del comisionado. Una característica particular
muy importante es que casi nunca se hace la entrega en el lugar inicial del
contacto, ya que antes se efectúan recorridos por diferentes lugares, con dos
finalidades:
Despistar a las autoridades
Confundir al comisionado.
8. El Receptor del dinero: La entrega del dinero normalmente conlleva
una serie de instrucciones para protegerse de toda intervención policial. Los
secuestradores exigen que se elabore una lista de posibles comisionados
estableciendo el parentesco: Confrontándola con la víctima escogen uno.
Determinan el vehículo a utilizar el que normalmente es bien descubierto
para observar que la persona destinada vaya sola o con el acompañante
permitido. Se utilizan diferentes modalidades y sistemas para entregar el
dinero:
46
a. Sistema del Recorrido Previo:
El comisionado sale con el dinero y un acompañante para recoger en
determinados lugares unas notas donde le trazan la ruta a seguir, con el fin
de establecer si existe seguimiento del vehículo por parte de la Policía o
algún organismo secreto. En la primera nota le es indicado dónde encontrar
una segunda, dónde dejar al acompañante, el cual no debe moverse de
determinado
lugar
visible
señalado
y,
por
último,
donde
debe
ser
abandonado el vehículo con el dinero en el baúl o bien dejar el paquete que
lo contenga.
b. Sistema del hotel:
Es un sistema utilizado para la entrega del dinero, que guarda ciertas
garantías
de
seguridad
para
los
plagiarios,
y
consiste
en
que
el
comisionado, tome una habitación en un hotel, portando dos maletas donde
una de ellas contiene la suma acordada. A su registro en el hotel, toma la
habitación portando la maleta que no contiene el dinero, y espera
instrucciones. Generalmente se le indica su nueva salida por parte diferente
a la de ingreso. El comisionado recibe una ruta con varias consignas sobre
cómo debe abandonar el vehículo y que ruta seguir.
c. Sistema del abandono del dinero:
Este sistema se emplea en horas nocturnas. El comisionado debe buscar una
nota en lugar apartado y solitario. Al llegar encuentra la orden de dejar allí
el dinero o en otro lugar de difícil control.
d. Sistema de entrega personal:
Cuando el secuestrado es ampliamente conocido dada la divulgación
periodística, las negociaciones se hacen en otra ciudad y previa cita, se
encuentran en un sitio dónde la falta de iluminación o la rapidez de la
acción impidan la observación.
47
e. Entrega en el campo:
Al comisionado se le hace viajar sólo a una vereda lejana, poco transitada,
a una determinada señal debe arrojar el dinero sin detenerse. En muchas
ocasiones encuentra la señal saliendo de la ciudad, lo que despista o
desconcierta.
f. Sistema de Consignación:
Mediante la previa apertura de una cuenta en una Corporación financiera
que facilite tarjetas para uso en cajero automático, se deposita allí el dinero
acordado. La tarjeta con la respectiva clave es obtenida por los delincuentes
empleando algún sistema anteriormente descrito, o es empleado una serie de
pagos, para reclamarlo, con instrucciones compartimentadas que poseen en
sí mismas el sistema de contra vigilancia.
F. ETAPAS OPERATIVAS DEL SECUESTRO:
Con el tiempo, el secuestro ha evolucionado hacia una industria sofisticada
y muy tecnológica. Las organizaciones delictivas se han ido especializando
en
la
ejecución
económica,
que
del
secuestro
requiere
de
desarrollándolo
una
cierta
como
una
especialización
actividad
por
las
particularidades que conlleva.
La noción de "criminalidad organizada" aparece en contraposición a la de
criminalidad
"individual".
La
distinción
está
determinada
por
dos
características fundamentales: "El número de personas implicadas y el
carácter permanente y profesional de la actividad criminal organizada, con
respecto al carácter casual y accidental de la criminalidad individual". Este
carácter de profesionalidad se refiere a la decisión de un actor de hacer, de
una actividad delincuencial su principal ocupación.
La forma en que se desarrollan las actividades delictivas varían según el
tipo de organización. El nivel de "profesionalismo" de las "empresas" del
secuestro se puede medir por el grado de diferenciación y especialización de
las actividades en las que puede desco mponerse la realización de secuestros.
En un extremo están las agrupaciones más complejas, como son los actores
intelectuales que se mantienen en cubierta, en los que, por ejemplo, las
personas que realizan las labores de inteligencia, no necesariamente
48
participan en la acción de captura y éstos a su vez no son los mismos que
trabajan en las labores de vigilancia durante la retención del secuestrado.
En estas organizaciones, cada parte tiene un alto nivel de especialización.
Por otra parte, están los grupos en los que la división del trabajo es menos
elaborada. Las responsabilidades y la vinculación de todos es más o menos
la misma. Estas bandas menos profesionales son más susceptibles de ser
interceptadas.
1. Etapa Preliminar: Labores de inteligencia con las que se pretende
seleccionar las posibles víctimas; conocer la información referente
a los patrimonios a través de entidades bancarias, corporaciones y
casas de finca raíz; conocer las actividades y el rol que desempeñan
las víctimas en el lugar donde trabajan y la clase de relación que
sostiene con su familia; la forma en que se mueven, los lugares que
frecuentan y las rutas características de la familia y las personas
allegadas. Además, en ésta etapa se estudian las medidas de
seguridad que pueda usar la organización en caso de ser la
capturados o de morir en el operativo. Con base en dicha
información, se planea el operativo.
2. Planificación: La planeación del operativo de captura de la víctima
implica definir el momento y lugar en que se realizará la acción, quiénes
participan, cómo se lleva a cabo la ataques, el costo y los recursos necesarios
para
realizar el operativo. Este implica un presupuesto que incluye:
Habitación, transporte, alimentación y reservas utilizadas en caso de ser
detectados por la autoridad. La financiación del operativo generalmente se
obtiene de las exigencias de dinero.
3. Logística: Se tiene en cuenta la retención, el o los lugares en los que
se mantendrá a la persona, la movilización, definir la seguridad de los
lugares en los que se llevará a cabo el cautiverio; las personas que
vigilarán
directamente
a
la
víctima;
los
problemas
operativos
de
alimentación y lugares para descansar; turnos e incluso el tratamiento que
se le dará al secuestrado.
49
4. Negociación: La negociación, que comprende la selección de la
persona o personas que dirigirán el proceso de la negociación, el o los
interlocutores a través de los cuales se adelantará la comunicación; las
estrategias que se usarán y las amenazas que se mostrarán. Dicha
negociación se realiza como cualquier otra en un contexto cotidiano. Los
secuestradores piden una alta suma de dinero asumiendo que la familia va a
bajar
la
cifra
exigida,
hasta
finalmente
llegar
a
un
acuerdo.
Las
negociaciones se llevan a cabo generalmente por teléfono, por carta etc.
Normalmente las familias durante éste período seleccionan un negociador y
exigen una prueba de supervivencia del secuestrado para verificar que éste
se encuentre con vida. Las pruebas más comunes son: Una foto donde el
individuo muestra el periódico con fecha del presente día, la respuesta a una
pregunta que solo el secuestrado conoce o un catete con la voz del individuo
relatando una noticia de actualidad.
5. Transacción: La transacción o el pago del rescate se dará teniendo
en cuenta los asuntos de entrega del dinero y amenazando a la familia con
matar al secuestrado si se infiltran a las autoridades en el operativo de
entrega. Dicha entrega generalmente se realiza dejando el dinero en algún
lugar acordado en una zona rural. Esta etapa implica también definir la
entrega de la persona, que si bien se pueden diseñar diversas alternativas con
anterioridad, es posible que esta operación se vaya definiendo en el
desarrollo del secuestro y según se desenvuelvan los acontecimientos.
Normalmente liberan al secuestrado en algún lugar lejano de su casa y le dan
precisas instrucciones de esperar allí durante una hora o más y de no dar
aviso a las autoridades mientras los secuestradores huyen del lugar.
G. ANTECEDENTES SOBRE EL SECUESTRO EN EL SALVADOR:
1. Generalidades:
A partir de la posguerra en El Salvador se han incrementado los niveles de
violencia social e impunidad, sin que las instituciones y los funcionarios
competentes hayan logrado enfrentar con éxito esta problemática.
Cabe mencionar que esto ocurre a pesar de los Acuerdos de paz firmados en
1992, que establecieron la creación de herramientas útiles para garantizar el
irrestricto respeto de los derechos humanos de la población de El Salvador, y
construir las bases de la democracia.
50
Hasta hace unos años, no eran muchas las opiniones criticas hacia el famoso
“proceso de paz” logrado en 1992, pero ahora ya son varias las que señalan
que la población salvadoreña ha sido defraudada con los beneficios del
mismo. Se prometió que con la finalización de la guerra, con el cumplimiento
de los acuerdos por ambas partes y la respectiva verificación de las Naciones
Unidas, El Salvador sería distinto, un lugar mejor para vivir, con igualdad de
condiciones, donde el bien común prevalecería sobre los intereses mezquinos
de unos pocos, pero las cosas no han producido los frutos esperados.
Sangrientos asesinatos, secuestros, violaciones, robos y defraudaciones
millonarias son solo algunos de los hechos que a diario reportan los medios
de comunicación, y en la mayoría de los casos los verdaderos responsables no
son llevados ante la justicia. Cuando en alguna ocasión esto se logra, se
vuelve sumamente difícil que se obtenga una sentencia condenatoria de los
responsables y una indemnización justa para las victimas. Lo anterior se
evidencia aún más cuando el señalado como imputado proviene de sectores
económicamente pudientes y/o vinculados con el poder político en el
gobierno; o bien cuando en los crímenes perpetrados existe participación de
agentes estatales.
En la mayoría de los casos se convierten en doblemente victima, en primer
lugar por la tragedia que implica ser el sujeto pasivo de un delito; en
segundo lugar porque acaba siendo atropellado por un sistema que es
incapaz
de
reinvindicar
su
dignidad
y
reprochar
penalmente
las
infracciones a los responsables.
En
este
marco,
poco
a
poco
la
sociedad
salvadoreña
ha
ido
pronunciándose, cada vez con mayor fuerza, contra semejantes anomalías
sin embargo y pese a la brutalidad de algunos hechos, las manifestaciones
de la gente organizada o no, en su mayoría no han pasado de ser una
simple expresión de su indignación, sin que de ella se deriven compromisos
y acciones concretas, es por eso que esta monografía enfatiza el papel
preponderante que debe ejercer la ciudadanía y las víctimas, para que
hechos tan espeluznantes no queden impunes, y mas aún, para erradicar
estas practicas antijurídicas de daño común.
51
2. Legislación sobre el secuestro en El Salvador:
a. El Secuestro Simple:
El cual lo encontramos regulado en el Art. 149 C.Pn. y dice de la siguiente manera: “ El que
privare a otro de su libertad individual con el propósito de obtener rescate, el cumplimiento de
determinada condición, o para que la autoridad publica realizare o dejare de realizar un
determinado acto, será sancionado con pena de treinta a cuarenta y cinco años de prisión, en
ningún caso podrá otorgarse l condenado el beneficio de libertad condicional o libertad
condicional anticipada”. 26
b. El Secuestro Agravado: El cual lo encontramos regulado en el Art. 150 C.Pn. y
dice: “ La pena correspondiente a los delitos descritos en los artículos anteriores, se
aumentará hasta en una tercera parte del máximo, en cualquiera de los casos siguientes:
1) Si el delito se ejecutare con simulación de autoridad publica o falsa orden de la misma;
2) Si la privación de libertad se prolongare por mas de ocho días;
3) Si se ejecutare en persona menor de dieciocho años de edad, mayor de sesenta, inválido
o en mujer embarazada;
4) Si se ejecutare con el fin de cambiar la filiación;
5) Si implicare sometimiento o servidumbre que menoscabe su dignidad como persona;
6) Si la victima fuere de los funcionarios a que se refiere el Art. 236 de la Constitución de
la Republica; y,
7) Si se ejecutare en persona, a quien, conforme a las reglas del derecho internacional, El
Salvador debiere protección especial.
En El Salvador, no hay ambiente para proponer medidas que obliguen a la colaboración de las
víctimas; que si a veces actúan con entereza y valor, con frecuencia adoptan actitudes talvez
humanamente comprensibles, patrióticamente inadmisible. El padre Esquivel, por ejemplo,
llegó al extremo de pedir perdón y comprensión para sus plagiarios. No sabemos si por el
Síndrome de Estocolmo, la simpatía del secuestrado con sus carceleros, o, como se rumora,
por temores personales. Pero sí sabemos que eso no es perdón cristiano. A los secuestradores
no se les puede perdonar, lo menos que debe pedirse para ellos es justicia.
26
Código Penal de El Salvador, Art. 149 y 150. Edición Vigente durante 2001. San Salvador, El
Salvador.
52
Tampoco cabe pedirles clemencia. Hemos visto tristes casos de personas rogándoles
compasión, que se “ pongan la mano en la conciencia ” y se comporten como caballeros o
buenos hombres de negocios, liberando al secuestrado, pues ya cobraron el rescate. Incluso ha
habido personajes políticos, obligados a dar por ejemplo de entereza y valentía, haciendo lo
mismo, no obstante haber participado en el conflicto armado, sin pedir ni dar cuartel. La
debilidad de las víctimas, impediría pedir valor a fiscales, y policías, jóvenes con familia,
amantes de su vida y su futuro, con suficientes motivos para ser temerosos.27
3. Datos Estadísticos sobre casos de secuestros en El Salvador:
Secuestros en El Salvador desde 1999 a la fecha.28
AÑO
No de Secuestrados
% Interior del País
% En San Salvador
1999
100
50%
50%
2000
110
55%
45%
2001 a la fecha
70
70%
30%
Fuente: Fiscalía General de la República. División de Unidad contra el crimen organizado.
Casos de secuestros en El Salvador:29
Durante el año de 2001 se reportaron 49 casos de secuestro de los cuales, 14 culminaron en
rescates realizados por la Policía.
La cifra significa un aumento del 180 por ciento de la labor policial en lo que se refiere a
liberaciones.
En el año 2000, la Policía tuvo conocimiento de 114 secuestros, de los cuales solamente cinco
victimas lograron ser liberadas
27
Alvarenga, Ivo Priamo, “ Impunes. La pena de Muerte y la Cadena Perpetua pueden satisfacer el
clamor social de satisfacer el clamor social del castigo a los Criminales. El Diario de Hoy. Editorial. 25 de
Junio de 2001 p. 23 San Salvador El Salvador.
28
Fuente Fiscalía General de la República, Unidad contra el crimen organizado.
29
Tobar Prieto, José Luis, “ Sin tregua al Secuestro” Prensa Gráfica. Edición 21 de Junio de 2001,
División Elite contra el Crimen Organizado. (DECO).
53
49 Secuestrados
14 Rescatados
206 Capturados
La DECO reporto 49 Las
alertas Las
secuestros en el país ciudadanas
y
investigaciones La
resueltos.
fueron PNC
propicio
recate
de
PNC
logró
el policiales pusieron a desbaratar bandas de
ocurridos en el 2001. profesionalismo de la centenares
Muchos
28 Bandas
de plagiarios
y
el
el secuestradores tras las decomiso de armas.
varias rejas.
victimas.
Fuente: Policía Nacional Civil30
Las estadísticas policiales revelan que durante el 2001 fueron capturados 206 secuestradores,
entre estos 30 cabecillas de bandas.
Las
cifras fueron más altas en comparación al 2000, en el que fueron arrestados 139
plagiarios.
Además se previno a 50 familias por considerarlas bajo amenaza de bandas de secuestradores.
Las cifras detallan que 28 organizaciones criminales dedicadas al secuestro de personas fueron
desarticuladas al ser detenidas la mayoría de sus miembros.
Los casos más sonados:31
Gerardo Villeda, la inocencia asesinada, dos policías y dos secuestradores
murieron en el enfrentamiento a tiros originado por el plagio del niño Gerardo
Villeda Kattán, quien fue asesinado. El 21 de junio a primeras horas de la
mañana, cinco elementos del Grupo de Reacción Policial ( GPR ) se
parapetaron, uno tras otro, a la entrada de la casa donde estaba cautivo
Gerardo Villeda. Ninguno de ellos sabía que el niño estaba adentro. La acción
culminó en un fuerte tiroteo en el que murió el menor, dos elementos del Grupo
de Reacción Policial y dos de los secuestradores
Durante el mes de agosto fue secuestrado el Sacerdote Rogelio Esquivel,
párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción en Santa Tecla. El religioso
30
Samayoa, Salvador, “Un caso Polémico” El Diario de Hoy, 28 de Junio 2001. Pag. 32. San Salvador, El
Salvador.
31
Garcia, Jaime. “Acontecimientos más relevantes durante el 2001” La Prensa Grafica 31 de Diciembre
2001. San Salvador.
54
que había estado secuestrado en la zona de San Juan Opico, fue liberado tras
el pago de un rescate.
Tatiana, hija de un empresario de comunicaciones del país, fue liberada el 11
de Marzo de 2001 en San Salvador, tras el operativo la Policía Nacional Civil
logró capturar a una persona.
El niño Felipe Salaverría, quien estuvo en cautiverio durante 11 días, se logro
la captura de una banda de secuestradores. La liberación se realizo el 26 de
octubre de 2001.
El 05 de diciembre la Policía rescató a Walmore, un empresario sonsonateco.
Después de ser liberado, el joven
recibió atención médica en un centro
hospitalario de San Salvador.
Otro caso relevante para la Policía Nacional Civil fue el caso de la empresaria
Maria Bahaia, quien fue secuestrada dos veces en el año. La Policía logró
rescatarla el 24 de enero en Santa Ana y el 16 de octubre en la Libertad. El
operativo trajo como resultado 11 capturas para la Policía.
H. DESCRIPCIÓN DE INSTITUCIONES QUE PARTICIPAN EN LA INVESTIGACIÓN,
PERSECUCIÓN Y JUZGAMIENTO DEL DELITO DEL SECUESTRO Y SUS
FUNCIONES.
1. La Policía Nacional Civil:
Dentro de la doctrina tradicional, el concepto de policía fluctúa entre el
poder general del Estado para regular la vida social.
La función especifica de la policía es ser auxiliar de la administración de
justicia, investigar los delitos y determinar a sus responsables , debe aportar
dentro de esas actividades a los órganos judiciales todos los elementos
probatorios reunidos, como la remisión de objetos y efectos de que se hubiere
incautado. En apreciación genérica de la labor que cumple la Policía
Nacional Civil, ella es un auxiliar de la administración de justicia penal, la
institución regula una colaboración estrecha y perfectamente reglada con los
jueces y Ministerio Público complementado ello con funciones especificas.
Estas consisten en investigar todos los delitos de acción pública, impidiendo
que los cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores: es tratar de
individualizar a los culpables como participes en aquellos y en reunir todos
los antecedentes, como así también las pruebas, que resulten necesarias para
55
que los fines de la instrucción judicial pueden cumplirse. Aparece entonces
como un momento primario de la actividad represiva del Estado, como una
etapa de la función judicial que es necesaria por la misma naturaleza del
derecho violado con el delito ya que ante éste el Estado debe reaccionar “
inmediatamente e incondicionalmente” por medio de sus órganos ad hoc, uno
de los cuales es la Policía Nacional Civil. 32
La Policía Nacional Civil, en este sentido, constituye un órgano fundamental
sin el cual no se podrían lograr los propósitos que determinan la razón de ser
del proceso penal. La realidad social demuestra que el verdadero éxito para
alcanzar un sistema de justicia garante y eficaz, depende de la existencia de
una
policía
altamente
tecnificada
y
debidamente
preparada
para
la
consecución de los fines del proceso.
Los actos de investigación que cumple la policía se constituyen entonces en un
filtro a través del cual se canaliza mucha de la información que sirve al resto
de los operadores jurídicos.
En términos generales, la policía es un órgano público instituido por el
Estado de Derecho que bajo la dirección del Ministerio Publico auxilia a la
administración de justicia ( Art. 193 ord. 3º Cn ) en la efectiva actuación del
derecho penal y en la tutela del ordenamiento jurídico en general. En este
orden, se constituye latu sensu en una de las formas en que se manifiesta la
función judicial del Estado, que se cumple con personal especializado en
estrategias y técnicas científicas de investigación, a propósito de una labor
fundamentalmente represiva; pero también metódica, ingeniosa, reflexiva, y
dinámica, orientada al descubrimiento inmediato, exofficio de la verdad de un
supuesto hecho delictivo ( siempre que sea perseguible por acción pública)
mediante
el
seguimiento,
rastreo,
ubicación,
selección,
recolección,
y
custodia de todos aquellos elementos, indicios o evidencias cuya desaparición
es de temer y que pueden conducir a la individualización del o de los
responsables. Lo que posibilita como indispensable complemento, la actuación
de la justicia, además de que con ello se garantiza la convivencia social que
se respalda en la ley y en la plena vigencia de las instituciones.
32
Torres y Uribe. “ El procedimiento Penal Argentino ” Buenos Aires Argentina. 1995.
56
2. La Fiscalía General de la República:
El fiscal debe actuar como un interfase procesal entre la actividad policial y
la actividad juridiccional, con el propósito que se provoque una interacción
dinámica entre los distintos operadores del sistema, que además de garantizar
la eficacia del de la investigación del delito, garantice también la plena
vigencia de un mecanismo de control, para la debida protección de los
derechos y garantías fundamentales.
Teniendo como marco de referencia precisamente el diseño de garantía del
nuevo proceso penal, se encuentra de tal forma estructurado que permite que
la labor de direccionamiento técnico-jurídico del Ministerio Publico Fiscal
sobre la investigación policial, se lleva a cabo proyectándose claramente
sobre la base de dos aspectos fundamentales: 33
a) Como un mecanismo de control efectivo para evitar que los actos
policiales se tornen en procedimientos viciados.
b) Como un mecanismo de orientación técnica y jurídica de los actos de
investigación policial.
El fiscal es responsable de emitir reglas claras y precisas a los investigadores
judiciales, sobre cuales son sus alcances, pero también sobre cuales son sus
limitaciones, es decir debe de establecer en cada caso concreto el campo de
acción policial y monitorear el respeto del marco jurídico-legal, cuyo limite
sencillamente no puede ser sobrepasado, so pena de las consecuencias legales
o reglamentarias.
El fiscal es igualmente responsable de mantener una continua y efectiva
comunicación , en la que se recuerda constantemente a los agentes policiales
un
sometimiento
preeminencia
que
al
principio
para
ellos
de
libertad,
deben
tener
y
dignidad
los
humana,
derechos
y
y
garantías
constitucionales sobre el valor de seguridad. 34
33
la
Código Procesal Penal, Artículo 15. regula los mecanismos para la invalidez e inutilidad de la
información obtenida en atropello de los derechos fundamentales. San Salvador, El Salvador.
34
Bustos Ramírez, Juan, “ Las Funciones de la Policía y la Libertad y Seguridad de los Ciudadanos”,
Bogota, Colombia. 1989.
57
El fiscal debe expresar mediante la orientación técnico-jurídica de los actos
de
investigación,
para
lo
cual
necesita
un
grupo
de
técnicos
multidisciplinarios en donde el experto del derecho el fiscal, sea quien dentro
del marco legal, fije las reglas del juego.
Siendo el fiscal el responsable de la debida preparación de los presupuestos
que podrían fundar la acusación del Estado, lo mas lógico es que sea
precisamente él y no otro funcionario, quien fije las directivas de orden
técnico-legal que en el diseño de las estrategias de investigación se debe
observar.
El fiscal es el director de la función investigativa policial y no el
contralor administrativa de ella.
3. La Procuraduría General de la República:
Salvaguardando la defensa del imputado es tan importante que en aquellos
casos en los que éste no tiene la posibilidad de nombrar un defensor de su
confianza o a su propia elección, el Estado debe procurárselo. De ahí que se
establezcan “ defensores de oficio” o “defensores públicos”.
Existen diversos sistemas de defensa pública. Los defensores públicos pueden
ser funcionarios del Estado habilitados en el órgano judicial o en el
Ministerio Público. También, la defensa publica puede estar delegada en los
colegios de abogados, quienes la realizan como un servicio público. Además,
existen los sistemas mixtos, es decir aquellos donde la defensa pública es
labor
de
funcionarios
estatales
y
con
participación
de
los
abogados
particulares.
En nuestro país, la defensoría pública se encuentra en la Procuraduría
General de la República. Su reconocimiento oficial data del 06 de mayo de
1992 como resultado de los acuerdos de paz, fecha del decreto No 238 que
contiene reformas a los códigos Penal y Procesal Penal, así como a la ley
Orgánica del Ministerio Público.
58
En el Código Procesal Penal:
Art. 8, 10,87 No 3, A ser asistido en forma inmediata desde el inicio de las
diligencias extrajudiciales o del proceso por el defensor que designe él o sus
parientes, y en defecto de éste por un defensor público o por un defensor de
oficio.
El Art. 241 No 9, 242. La obligación de los órganos auxiliares (policiales) de
requerir la presencia de un defensor público si el imputado detenido no ha
nombrado un defensor. De igual manera procederá el tribunal cuando el
imputado se presentare o fuera puesto a su orden.
En la Ley Orgánica del Ministerio Público:
Los Arts. 23, 25, 33-A, 33-B, que recogen todo el
régimen legal de la
defensoría pública.
En Latinoamérica, la defensa pública llega a ser uno de los ejes primordiales
de la legitimidad del proceso penal, debido a la selectividad con la que
generalmente operan los sistemas penales, que condiciona que la gran
mayoría de imputados, sean de escasos recursos o con imposibilidad de tomar
a su cargo la propia defensa. Pero es precisamente aquí en donde el sistema
de
garantías
estudiantes
flaquea,
al
universitarios
sobrecargados de trabajo.
35
colocar
o
de
la
defensoría
funcionarios
pública
públicos
en
manos
de
abrumadamente
Por lo que debemos denotar de mejores recursos
humanos y materiales a esta importante institución.
Otro problema que enfrenta la defensa pública es que se mal entiende su
“gratuidad” ello no significa que el abogado que le representa deba regalar
su trabajo, merced a un imperativo ético o que la función del defensor público
es loable por que no “cobra nada” al imputado. La gratuidad de la defensa
pública solo significa que el imputado no tiene que pagar por ella y que el
Estado se hace cargo de los honorarios del abogado, y no que los abogados
no deban cobrarlos.
35
Binder Barzizza, Alberto M. “ Introducción al Derecho Procesal Penal” Buenos Aires Argentina, Pag.
157. 1998.
59
4. Los Jueces:
El estado moderno asegura el cumplimiento de la administración de justicia
como una garantía fundamental, a través del preestablecimiento formal de
órganos públicos que se constituyen y organizan como mecanismos de tutela
para actuar la Constitución y demás leyes, a los conflictos sociales que se le
presenten.
De todas las entidades al servicio de la justicia, el Organo Juridiccional
36
es
el órgano público que tiene bajo su responsabilidad el ejercicio exclusivo de
la potestad de juzgar, actividad prominente que hace que su depositario se
dispense como sujeto esencialísimo del proceso, cualquiera que fuese su
naturaleza de los intereses que estén comprometidos.
La Constitución de la República de 1983, para el caso, declara que al Organo
Judicial le corresponde exclusivamente “ la potestad de juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado” Art. 172 Cn. Precepto de orden primario que también
desarrolla en la Ley Orgánica Judicial Art. 1 inc.2.
Textualmente dispone:
“ Art. 172.- La Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda Instancia
y los demás tribunales que establezcan las leyes secundarias, integran el
Órgano Judicial. Corresponden exclusivamente a este Órgano la potestad de
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en materias constitucional, civil, penal,
mercantil, laboral, agraria y de lo contencioso administrativo, así como en
las otras que determine la ley.” 37
Sobre la base de esta premisa constitucional, el Órgano Jurisdiccional debe
dirigir sus actuaciones con absoluta imparcialidad Art. 186 Inc.5, Cn. Y de
conformidad a un procedimiento regular y legal Art. 15 Cn. Garantías
procesales básicas, cuya efectiva vigencia otorga legitimidad a sus actos y
decisiones. Estas exigencias, como la independencia 38 Art. 172 Inc. 3 Cn. Que
36
Claria Olmedo, Jorge A. “ Derecho Procesal” Tomo II, Editorial Belo Horizonte. Buenos Aires
Argentina, Pag. 15 y 24. 1998.
37
Constitución de la República de El Salvador. Artículo 172.Edición vigente 2001. San Salvador, El
Salvador.
38
Barrios de Angelis, Dante. “ Teoría del Proceso”, Buenos Aires Argentina, Depalma, Pagina 119. 1979.
60
debe reconocerse en el Órgano Jurisdiccional con respecto de los demás
órganos
del
estado,
son
propios
del
régimen
político
“
republicano,
democrático, y representativo” que nuestro país ha adoptado Ar. 85 Cn.
El juez entonces es el sujeto procesal, que hace presente la potestad
jurisdiccional del Estado, a través de su conocimiento en un determinado
conflicto social y, a través de su decisión o fallo sobre la existencia de los
presupuestos fácticos y jurídicos que habilitan la actuación de la pretensión
punitiva y la de resarcimiento civil del daño, en su caso
o
De conformidad al texto de los Ars. 50, 51, 53, 54, 55 del Código
Procesal Penal, los jueces u órganos ordinarios comunes que ejercen
permanente jurisdicción penal son:
La Corte Suprema de Justicia en Pleno. Art. 51 ord. 15º L.O.J. y Art.
50 Inc. 1 No.3 CPP.
La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia. Art. 50 Inc. 2 No
1 CPP.
Las Cámaras Primera y Segunda de lo Penal de la Primera Sección del
Centro. Art. 385 Inc.2 CPP, Art 386 Inc.4 CPP.
Los Tribunales de Sentencias. Art 53 CPP.
Los Jueces de Instrucción. Art. 54 CPP.
Los Jueces de Paz. Art.64 Inc.2º Ley Orgánica Judicial y Art. 55 No. 1,
No 2 CPP.
I. SONDEO A FUNCIONARIOS Y PROFESIONALES DEL DERECHO:
1. Análisis de Datos:
El 98% de los profesionales entrevistados, afirma que la legislación salvadoreña
apropiada para regular el secuestro.
es la
61
Un 2% opinó que es necesario decretar la pena de muerte para los secuestradores.
El 100% de los profesionales entrevistados y muchos personas eminentes del país tales como el
Presidente de la República, El Fiscal General de la República, el Director de la Policía
Nacional Civil, Monseñor Saenz Lacalle y personas comunes de la población han externado
verbalmente o a través de los medios de comunicación que el secuestro es un flagelo que
castiga a la población y que debe ser combatido con decisión y fuerza de manera continua.
La fiscalía General de la República informó que de los casos de secuestros procesados, el 80%
han sido resueltos en contra de los imputados.
La Fiscalía General de la República considera que el éxito logrado se debe a la creación de
una sola entidad llamada División Elite contra el Crimen Organizado, constituida por
miembros por miembros especializados de la Fiscalía y del Grupo de Reacción Policial de la
Policía Nacional Civil.
Las instituciones reconocen el apoyo de la Asociación Nacional de la Empresa Privada
(ANEP), que en muchos casos de secuestros,
ha aportado acusadores particulares muy
competentes para formar parte de las personas procesales.
También lamentan la poca participación ciudadana en la denuncia de casos de secuestros, o
en su participación en el proceso de enjuiciamiento de los secuestradores, por lo que muchos se
quedan impunes.
Encuestas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, reflejan la preocupación de
la población identificando como uno de los principales problemas que los aquejan la
inseguridad y la violencia en el país.
Las estadísticas muestran que se denuncian el 70% de los casos de secuestros.
La legislación salvadoreña ha realizado reformas conducentes a combatir y castigar mas
efectivamente los secuestradores: Se aumentó la pena de prisión de treinta a cuarenta y cinco
años, asimismo los condenados a causa de éste delito en ningún caso podrán gozar del
beneficio de libertad condicional o libertad condicional anticipada. Se legisló en el área de
telecomunicaciones en lo que respecta a la venta de teléfonos de prepago, donde constituye una
responsabilidad de los proveedores de telefonía celular conocer el nombre y dirección de los
62
adquirientes de líneas de prepago. (creación de una ficha de cliente). Se reguló el nivel de
polarizado en los vehículos para mejor visualización de sus ocupantes.
2. Conclusiones:
El secuestro es un azote que agobia a la sociedad salvadoreña de manera intensa y que afecta
el bienestar socio-económico del país.
Aunque la legislación ha mejorado en la persecución y penalización de este delito, aún faltan
leyes de protección para testigos, víctimas, investigadores y juzgadores de este delito.
Se identifica la necesidad de capacitación institucional en las siguientes áreas:
a. Dirigida a investigadores, acusadores, defensores, y jueces en los casos de secuestros.
b. Hacia la población, para enseñarles medidas preventivas de protección contra el secuestro.
Se identifica la necesidad de que los medios de comunicación y otros sectores encargados de la
educación de la población desarrollen campañas de concientización de la ciudadanía para
logra su participación activa en el combate a este flagelo.
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