LA REPOBLACIÓN Proceso de consolidación del territorio conquistado a Al-Andalus pues solo la existencia de pobladores aseguraba la defensa de la tierra y su incorporación definitiva a la Corona. Repoblar significaba (entre otras cosas) restaurar o crear un aparato productivo que sirviera de sustento a quienes debían correr los riesgos de instalarse en la frontera y defenderla. Las repoblaciones anteriores al siglo XI se habían realizado con estímulo oficial pero aprovechando una tierra de nadie para el establecimiento de colonizadores particulares. A partir del siglo XI la repoblación se entiende como una empresa de dominio del territorio en las que el monarca (como propietario) contrata con sus colaboradores (las fuerzas sociales en el momento de realizar la conquista) las condiciones de participación. Por tanto, a partir de este momento adopta un carácter contractual 8desde cartas de población concedidas a grandes concejos hasta el “repartimiento” realizado por sus oficiales como los contratos agrarios que pone en explotación una parcela de tierra) Se puede distinguir entre la repoblación de tierras ganadas al Islam y la colonización interior de los reinos cristianos. Y las distintas modalidades que se utilizan en cada una según la distribución espacial (condicionada por la situación existente) La REPOBLACIÓN DE TIERRAS GANADAS AL ISLAM. Una vez adquirido físicamente el espacio (por medio de la diplomacia o las armas) hay que dominarlo mediante la instalación (exclusiva o compartida con los antiguos habitantes musulmanes) de pobladores cristianos. Normalmente la situación fronteriza y amenazada en que quedaban buena parte de las áreas conquistadas no permitía durante largo tiempo más que una repoblación militar de urgencia. Más tarde y al compás de las posibilidades demográficas de las regiones más distantes del frente reconquistador se procede a una auténtica repoblación, que comporta el reparto de las tierras adquiridas a costa del Islam. El ritmo geográfico-temporal es el siguiente: -La repoblación del área comprendida entre el Duero y el Sistema Central iniciado a mediados del s. X. Extenso territorio casi vacío fue repartido en grandes términos municipales, al frente de los cuales los concejos respectivos se encargaron de dominar el área mediante la instalación de colonos. Los poderosos municipios (Como Salamanca, Ávila, Segovia, Sepúlveda, Soria) reciben privilegios que los constituyen en entidades casi autónomas y cuyo conjunto aparece reunido en los fueros correspondientes. En principio, la nueva ciudad y su extenso Alfoz o término están abiertos a gentes de todas las procedencias al margen de u condición social. Su instalación la dirige el concejo de la ciudad quien reparte las heredades entre los vecinos y reserva una parte para el aprovechamiento comunal. También se encarga de establecer el conjunto de normas jurídicas que regularán las relaciones entre los vecinos. el fuero de Sepúlveda de 1076 recoge las disposiciones jurídicas de la zona fronteriza y el sistema de reclutamiento de la población. -La repoblación de la zona del Tajo, antiguo reino de Toledo cuenta con abundante población anterior (musulmanes, judíos y mozárabes), la escasez de pobladores y el reparto de extensos alfoces. Alfonso VI dota a los concejos de extensos privilegios. Los acontecimientos darán paso del espíritu de capitulación inicial a la expulsión de los musulmanes y la rápida castellanización (gracias a la presencia de castellanos y francos) Se restaura la sede eclesiástica de Toledo. -La repoblación del valle del Ebro en la primera mitad del siglo XII ofrece una mezcla de las fórmulas utilizadas por los castellanos en la ocupación de los territorios comprendidos entre Duero y Tajo. Con todo puede diferenciarse dos zonas (dos fórmulas repobladoras). Es ambos casos existe un interés por mantener en su sitio a la población musulmana y restaurar la organización eclesiástica. * La de los grandes núcleos urbanos (Zaragoza, Tudela, Tortosa) parecida a la repoblación de Toledo. El establecimiento en las grandes poblaciones obedece a un sistema de repartimiento (que se generalizará después en las repoblaciones del siglo XIII) por el cual los cristianos pasan a ocupar las casas y las tierras. Se fomenta la permanencia de los musulmanes en el campo pero no facilita el avecindamiento de los cristianos en la ciudad. Los propios repobladores se van desprendiendo de los lotes adquiridos obligando a los monarcas a combatir el absentismo con nuevas concesiones de franquicia. * La de las poblaciones al sur del Ebro (Calatayud, Daroca, Belchite) situadas en la frontera o Extremadura aragonesa que se asemeja al fuero de Sepúlveda. Sus fueros conceden a cada una de estas ciudades un amplio territorio para su vigilancia y defensa incluso cuando una parte se encuentre en territorio enemigo considerada como zona de influencia y expansión. -La repoblación de los cursos alto y medio de los ríos Turia y Guadiana se realiza sobre la zona reconquistada por aragonés, castellanos y leoneses en la segunda mitad del s. XII y comienzos del s. XIII tras largas vicisitudes contra los almohades. El débil esfuerzo repoblador, el desarrollo de la actividad ganadera y la aparición de un nuevo estilo de lucha contra el Islam (las Ordenes Militares) estimula la concesión a éstas de amplios territorios. La repoblación fue muy lenta y débil lo que favoreció la aparición de un tipo de colonización señorial y de latifundios de acusado carácter pastoril. -La repoblación de las Baleares, Levante, valle del Guadalquivir y actual Extremadura sobre las tierras reconquistadas en el siglo XIII como resultado del debilitamiento almohade. Comenzó inmediatamente después de las campañas militares, la desmesurada extensión y el escaso potencial demográfico de los conquistadores explica la larga duración de este proceso. El establecimiento de los pobladores, preferentemente en núcleos urbanos, tiene lugar en los nuevos territorios según la fórmula del “repartimiento” en la que una comisión de oficiales reales lleva a cabo el reparto y entrega de lotes a los que habían tomado parte en la conquista según su condición social y los méritos. El reparto y los resultados varían según la capacidad de los repobladores y las condiciones de las tierras (extensión, el régimen de propiedad y cultivo anterior) y la permanencia o no de población anterior. La mayoría se repartieron a través de los extensos concejos reales o amplias concesiones a las Ordenes Militares o grandes nobles (estos reciben grandes lotes o donadíos con amplios privilegios). La REPOBLACIÓN O COLONIZACIÓN INTERIOR de los reinos cristianos no va precedida de enfrentamientos bélicos. Coincide en el tiempo con la repoblación de las antiguas tierras de Al-Andalus. Los objetivos son: -Económicos: explotar el área rural (importante células: los monasterios), la creación de ciudades en la ruta jacobea, explotar los recursos marinos en el litoral cantábrico. -Estratégico en zonas fronterizas o de fricción; asegurar vías de comunicación -Polítio-social para transformar el sistema existente en grandes propiedades y jurisdicciones nobiliares.