Instituto de Desarrollo Rural División Ecoatlas Temática: Ambiente | Provincia de Mendoza Relieve Desde el punto de vista morfológico se distinguen en Mendoza tres unidades principales: las montañas andinas en el oeste, planicies en el este y mesetas y volcanes de la Payunia en el sur. Las montañas forman parte del gran cordón montañoso ubicado al oeste del continente americano, la Cordillera de los Andes. De acuerdo a aspectos geológicos y geográficos este macizo se divide a su vez en tres subunidades: Cordillera Principal, Cordillera Frontal y Precordillera, las cuales están separadas entre sí, por valles longitudinales y transversales. La Cordillera Principal: es una franja montañosa angosta de gran altura que se extiende al oeste de la provincia y que constituye la divisoria de aguas y el límite con Chile. En este conjunto montañoso las alturas superan los 6000 m.s.n.m. y allí se encuentra la cumbre más alta del continente americano, el cerro Aconcagua con 6960.8 m.s.n.m (Proyecto SIGMA, 2012). Las mayores alturas se localizan al norte y van disminuyendo paulatinamente hacia el sur. La Cordillera frontal: se ubica al este de la Cordillera Principal y se extiende, en Mendoza, desde el límite con la provincia de San Juan hasta el río Diamante. Es una antiguo macizo rejuvenecido conformado por una serie de bloques con alturas que oscilan aproximadamente entre los 5000 y 6000 m.s.n.m., separados entre sí por valles longitudinales. Entre estos cordones encontramos: • El Cordón del Tigre, • El Cordón del Plata, • El Cordón del Portillo, • El Cordón de Santa Clara, • El Cordón de las Llaretas • El Cordón de Carrizalito La Precordillera: se extiende en sentido N-S, dentro de la provincia, desde el límite con la Provincia de San Juan y desaparece a penas traspasa el río Mendoza. Según algunos autores, reaparece en el sur (macizo de San Rafael) conformando bloques aislados. Está separada de la Cordillera Frontal por el Valle de Uspallata. Las alturas de la precordillera son sensiblemente inferiores a los de la cordillera principal y frontal y sobrepasan los 3000 m.s.n.m. El cerro más alto de la precordillera mendocina, es el Pelado con 3452 m.s.n.m. Las planicies: Se extienden desde el pie de las montañas hacia el este hasta el límite provincial. Esta unidad es posible subdividirla en tres unidades: el piedemonte, las depresiones y las llanuras: El Piedemonte: Constituye una transición entre las montañas del oeste y las llanuras del este. Planicie inclinada es atravesada por numerosos causes temporarios y sometida a importantes procesos erosivos. Dentro de esta formación es posible encontrar tanto al norte como al sur del río Mendoza una serie de cerros de baja altura conocidos como cerrilladas pedemontanas. Ejemplo de estas cerrilladas son Challao-Cerro de la Gloria-Chacras de Coria, al norte del Río Mendoza y la cerrillada occidental de Cacheuta-Tupungato y la oriental de Lunlunta-Barrancas-La Ventana al sur del mencionado río. Las depresiones: Entre las depresiones se pueden diferenciar la gran depresión Central o de los Huarpes y las depresiones intermontanas. La depresión de los Huarpes corresponde a un bloque hundido que se extiende desde el extremo sur de la Precordillera hasta la Laguna de Llancanelo. Las depresiones intermontanas están formadas por valles longitudinales y valles transversales y oblicuos. Entre estos valles el más conocido es del Uspallata que separa las Cordillera Frontal de la precordillera. Las llanuras: Localizadas al este de la provincia de Mendoza forman parte de una cuenca sedimentaria conocida con el nombre de Llanura de la Travesía. Se trata de una llanura de escasa pendiente con alturas que oscilan entre los 300 y 600 m s.n.m. Esta planicie está dividida por los ríos Tunuyán y Diamante. Al norte del Río Tunuyán se encuentra la Travesía de Guanacache, entre el Río Tunuyán y Diamante la Travesía del Tunuyán y al sur del Diamante la Travesía de la Varita. Las Mesetas y volcanes de la Payunia: Se ubica en el extremo sur de la provincia de Mendoza, y aunque no existe consenso a cuanto a sus límites se puede decir que se localiza al este de la Cordillera Principal hasta las cercanías del Río Atuel y desde el norte de la Laguna de Llancanello hacia el límite sur de la provincia. Se caracteriza por poseer un relieve mesetiforme de origen volcánico con extensas planicies basálticas que alternan con volcanes distribuidos en forma aislada. Clima El clima es una combinación de diversos factores y elementos: Temperatura, humedad, precipitaciones, rocío y radiaciones. El “Klima” con “K” es una palabra griega que habla de la inclinación del sol y de la incidencia de la radiación solar sobre la superficie y de la atmósfera de la Tierra en rotación. Por su latitud, Mendoza está definida como templada; sin embargo, la presencia de la cordillera aporta rasgos áridos: • Ausencia muy importante de humedad y una evapotranspiración muy elevada. • Déficit hídrico. Por lo que podemos concluir que el clima de la provincia es árido. La temperatura media en el llano es de 15 ºC con máximas cercanas a los 42º y mínimas que bajan hasta los -5 ºC y las lluvias apenas superan los 200 mm3 anuales. Durante la primavera, llega desde el Océano Pacífico la Sudestada del Este; mientras que en los meses de otoño e invierno y también comienzos de la primavera sopla el viento Zonda. A su vez; durante el verano, llegan los vientos Norte (cálido y húmedo), y el Pampero (frío y seco) desde el suroeste. Los días en Mendoza mayoritariamente son despejados. Factores del Clima La latitud geográfica, el relieve, la distancia al mar y la mano del hombre constituyen lo que llamamos Factores del Clima y por tanto son los fenómenos que lo determinan. El clima en una determinada zona estará determinado por la latitud (ubicación sobre la Tierra) que ese territorio tenga, es decir por su “Latitud Geográfica”. En el caso particular de Mendoza, la misma se encuentra entre los paralelos 32 y 36 de Lat. Sur lo que da un clima moderado con transición a cálido. En lo referido al Relieve, el elemento principal lo constituye la Cordillera de los Andes que es la barrera climática fundamental; ya que a mayor altitud la temperatura desciende al punto que cada 180 metros de altura la temperatura baja 1 ºC. En los climas secos, esto explica la presencia de las nieves eternas en el sector cordillerano, por lo que si bien la latitud es menor la altura es mayor haciendo que la Cordillera determine la continentalidad climática de la provincia. Las distancias constituyen otro factor de interés, sobre todo las que hacen que el mar sea un atractivo lejano. Los más de 1000 km. al Océano Atlántico hacen que la influencia de este sea nula. El accionar humano es otro factor nada despreciable a la hora de hablar de modificaciones climáticas. La alteración de la superficie terrestre, el uso de contaminantes y de productos químicos emitidos (dióxido de carbono por ejemplo), se constituyen en factores determinantes a la hora de hablar de cambio climático. Aún así, se discute mucho el grado concreto de respons- abilidad humana en este tema ya que existen antecedentes naturales de grandes cambios climáticos en el planeta (glaciaciones y calentamientos por ejemplo). Elementos del Clima Radiación solar, temperatura, precipitaciones, humedad relativa, heliofanía y evaporación son los componentes del clima. La radiación solar es la energía radiante que recibimos del sol y está definida por el ángulo de incidencia de sus rayos y por la duración del día. Para establecer los valores de radiación tenemos que considerar también la rotación y la traslación terrestre; por consiguiente, la radiación cambiará con la hora del día y con la estación del año. La temperatura constituye un elemento muy importante, ya que la media anual ubica el mercurio entre los extremos de -1º C en Cristo Redentor a 11,4ºC en Malargüe y 16,7º C en La Paz. A excepción de los grandes macizos cordilleranos, la temperatura media anual permite algo fundamental, que nuestro territorio pueda ser habitable. En un estudio climático, lo primero que se tiene en cuenta es el valor térmico, que determina si el clima es cálido, templado o frío; luego si es húmedo o seco. Se analizarán luego los restantes elementos, que en interacción con otros factores, expresan al tiempo en lapsos prolongados. Los registros de temperaturas: • Máximas. • Mínimas. • Horarios. • Amplitudes. • Medias mensuales. • Medias estacionales. • Medias anuales. • Junto con el análisis físico matemático de los demás valores. Permiten que la apreciación climática tenga un sentido meteorológico. Una zona como Mendoza, cuyo relieve muestra notables diferencias de altura, variedad en su morfología y textura de suelos, presenta un conjunto de condiciones básicas para que los registros térmicos, fluctúen en áreas muy localizadas, con incidencias sobre la vegetación y el hombre. Otro elemento importante a tener en cuenta en la conformación del clima es el de las lluvias, por cierto, muy escasas y en determinadas épocas prácticamente nulas. El área sometida a cultivos, o al menos con ciertas probabilidades de obtenerlos, necesita recibir del cielo entre 200 y 300 a 350 mm de agua, lo que hace imperioso el auxilio artificial que provee el riego. La magra generosidad del clima en procurar lluvias para Mendoza, es una consecuencia de la altura, del rumbo de los cordones montañosos del oeste y de los efectos del relieve de las sierras puntano-cordobesas. Los vientos del Oeste, fríos y húmedos, condensan el vapor de agua en la cordillera y ahí donde precipitan (lluvias y nieves), para bajar del lado mendocino de los Andes ya calentados termodinámicamente y en condiciones de sequedad extrema. También la humedad relativa contribuye a la formación del clima. En cuanto a este factor es necesario señalar que la atmósfera mendocina no contiene todo el vapor de agua que podría admitir. La relatividad de la humedad se establece de acuerdo a la proporción entre la humedad real y la posible, es decir el grado de saturación del aire a igual temperatura. Como la humedad absoluta, la relativa refleja un estado de la atmósfera en contacto con el suelo y la vida, y es el resultado de varios elementos climáticos. El porcentaje de humedad relativa que muestra la atmósfera está en función de la temperatura y el momento de observación, de tal modo que en las primeras horas de la mañana, el aire que cubre a la provincia contiene un mayor porcentaje de humedad, que se irá reduciendo más allá del mediodía. En términos de humedad, Mendoza se encuentra dentro de las llamadas áridas y semiáridas. En los ambientes áridos, el rocío se presenta como uno de los elementos bioclimáticos más importantes. La mayor condensación provoca un escurrimiento con la forma de gotas que vierten por la pendiente. Una parte vuelve a la atmósfera por evaporación; otra se infiltra para alimentar la escasa vegetación xerófila. Cuando los aportes de esta condensación van en aumento, pueden constituirse en generadores de una hidrología subterránea muy importante, aunque económicamente pobres para realizar cultivos, inmensamente ricas ante un posible desarrollo regional ganadero. La heliofanía y la nubosidad son elementos que también hay que tener en cuenta a la hora de establecer el clima de Mendoza. La heliofanía está vinculada con la latitud, varía de acuerdo a la época del año y expresa el tiempo que una porción de la superficie recibe la luz solar en forma directa. En nuestro caso, los valores son elevados, dado que Mendoza, tierra del sol, a fin de cuentas, recibe del astro sus rayos la mayor parte de los días de verano, unas 14 horas aproximadamente, mientras que en invierno la luz natural se reduce a unas 10 horas diarias. La elevada heliofanía y la escasa nubosidad en áreas desérticas no resultan muy beneficios para la vida. Pero la formación de los oasis cambian las condiciones y la heliofanía y la nubosidad escasa se convierten entonces en procesos bioclimáticos importantes, como lo es por ejemplo el aprovechamiento de la energía solar. Por último, debemos considerar la evaporación como el proceso inverso al de las precipitaciones, aún cuando ambos son esenciales para la posibilidad de vida. La evaporación está determinada • Por la temperatura en superficie. • La velocidad del viento. • La tensión del vapor. Conocer los niveles de evaporación, es valorar la magnitud de las necesidades de agua en cada zona. Fuente: Dirección General de Escuelas de la Provincia de Mendoza; 2015 Vegetación La vegetación de la provincia de Mendoza se caracteriza, a grandes rasgos, por la presencia de estepas arbustivas xerófilas de hoja perenne, ricas en biodiversidad aunque altamente impactada en algunos sectores. De acuerdo a las características del relieve, suelo y condiciones climáticas encontramos en Mendoza los siguientes biomas o provincias fitogeográficas: andina, puneña, del monte, patagónica y altoandina. Provincias Fitogeográficas • Puneña: En la Rep. Argentina, la provincia puneña se extiende por las altas montañas y mesetas del noroeste, desde el límite con Bolivia hasta Mendoza. Limita al norte con la Provincia Altoandina y por el sur con la Provincia Prepuneña o con la del Monte. Ocupa en Mendoza una estrecha franja que penetra desde San Juan hasta los Paramillos de Villavicencio. • Monte: Ocupa en Mendoza toda la llanura entre el Río Desaguadero y el piedemonte ubicado en la cota 1000 m. s. n. m. Limita al sur con la Estepa Patagónica y las cotas 1500 – 2000 m. s. n. m., en donde se superpone con el Cardonal o Prepuna a la altura de Villavicencio. Sus precipitaciones son esti- vales y al año oscilan entre un rango de 80 mm en el departamento de Lavalle a 350 mm en el departamento de General Alvear (sudeste). • Altoandina: En la República Argentina, la Provincia Altoandina se extiende por las altas montañas del Oeste desde el límite con Bolivia hasta Tierra del Fuego. En términos generales, en Mendoza, la Provincia Altoandina se presenta sobre la Cordillera de los Andes, entre los 2200 – 2300 m. s. n. m. y los 4200 – 4500 m. s. n. m. • Patagónica: Ocupa el Sur provincial, principalmente el departamento de Malargüe. Tiene paisaje de volcanes, escoriales, mesetas altas y penillanuras. Cuenta con litosoles o suelos incipientes muy arenosos. • Payunia: Descripta recientemente, y aceptada por la comunidad científica, por el investigador Eduardo Martínez Carretero (IADIZA – CRICYT) como una unidad fitogeográfica distintiva dentro del ambiente de la estepa patagónica, por sus características florísticas particulares. Geología Formas Los orígenes geológicos de las formaciones presentes en la Provincia de Mendoza se remontan a la Era Paleozoica: debido al empuje que la Placa de Nazca realizaba al hundirse por debajo de la Sudamericana, los sedimentos depositados en el geosinclinal se fueron plegando y así originaron durante esa época a la Cordillera Frontal, a la Precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza (hoy región del Cuyo), junto a este proceso se dio intensa sedimentación. La Era Mesozoica fue de relativa calma en cuanto al plegamiento de sedimentos. Esta Era se destacó fundamentalmente por la erosión de los relieves ya formados y la sedimentación. El mar penetró sobre los bloques hundidos del Macizo de Brasilia y fue depositando sedimentos marinos, que hoy forman parte de la llanura Los materiales provenientes de la erosión de los relieves formados en el Oeste, junto con sedimentos de origen marino, rellenaron al geosinclinal ubicado en la parte occidental de la Placa Sudamericana y en algunos sectores de la Provincia, estos sectores son conocidos como “Cuencas”, en los que se formaron yacimientos de hidrocarburos (petróleo y gas). Estas Cuencas se formaron a partir de restos fósiles vegetales y animales, ya que en esta Era el clima cálido y húmedo favoreció el desarrollo de abundante vegetación. Durante la Era Cenozoica Período Terciario dominó el Plegamiento Andino el que se dio en varias fases y tuvo una potencia tal que no solo plegó los sedimentos del geosinclinal originando los Andes del Límite, sino que además sobreelevó, por su fuerza arrolladora, a estructuras preexistentes, de este modo, en la provincia de Mendoza a la Cordillera Frontal y Precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza en el centro-oeste. Todo este proceso estuvo acompañado por una intensa actividad volcánica Rocas En estos ambientes podemos encontrar distintos tipos de rocas formadas por procesos diferentes. Las mismas pueden clasificarse según sus propiedades entre las que se encuentran su composición química; la textura y su permeabilidad. De todas formas, el criterio más usado es el de su origen; es decir, su mecanismo de formación. Según esto, las rocas se clasifican en ígneas, sedimentarias y metamórficas. • Rocas Ígneas o Magmáticas: Se forman por la solidificación del magma, masa mineral fundida que incluye gases volátiles disueltos. El proceso es lento si se produce en las profundidades de la corteza; o más rápido, si ocurre en la superficie. En el primer caso, las rocas resultantes son plutónicas o intrusivas formadas por cristales gruesos; también pueden ser volcánicas o extrusivas, esto ocurre cuando el magma llega a la superficie y se transforma en lava por desgasificación. Las rocas magmáticas intrusivas son las más abundantes y forman la totalidad del manto y las partes profundas de la corteza; son las rocas primarias, son el punto de partida para la existencia en la corteza de otras rocas. Según la composición del magma de partida, y según sean más o menos ricas en sílice (SiO2) se clasifican en ultramáficas, máficas, intermedias y siálicas o ácidas; estas últimas son las más ricas en sílice y las superficiales son las más ácidas. • Rocas Sedimentarias: Estratos de rocas sedimentarias. Se constituyen por diagénesis (compactación y cementación) de los sedimentos, materiales procedentes de la alteración en superficie de otras rocas, que posteriormente son transportados y depositados por el agua, el hielo y el viento, con ayuda de la gravedad o por precipitación desde disoluciones. También se clasifican como sedimentarios los depósitos de materiales organógenos, formados por seres vivos, como los arrecifes de coral, los estratos de carbón o los depósitos de petróleo. Las rocas sedimentarias son las que típicamente presentan fósiles, restos de seres vivos, aunque éstos pueden observarse también en algunas rocas metamórficas de origen sedimentario. Las rocas sedimentarias se forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del terreno a donde los materiales arrastrados por la erosión son conducidos con ayuda de la gravedad. Las estructuras originales de las rocas sedimentarias se llaman estratos, capas formadas por depósito, que constituyen formaciones a veces de gran potencia (espesor). • Rocas Metamórficas: Mármol sin pulimentar. En sentido estricto es metamórfica cualquier roca que se ha producido por la evolución de otra anterior al quedar sometida a un ambiente energéticamente muy distinto de su formación, mucho más caliente o más frío, o a una presión muy diferente. Cuando esto ocurre la roca tiende a evolucionar hasta alcanzar características que la hagan estable bajo esas nuevas condiciones. Lo más común es el metamorfismo progresivo, el que se da cuando la roca es sometida a calor o presión mayores, aunque sin llegar a fundirse (porque entonces entramos en el terreno del magmatismo); pero también existe un concepto de metamorfismo regresivo, cuando una roca evolucionada a gran profundidad — bajo condiciones de elevada temperatura y presión — pasa a encontrarse en la superficie, o cerca de ella, donde es inestable y evoluciona a poco que algún factor desencadene el proceso. Las rocas metamórficas abundan en zonas profundas de la corteza, por encima del zócalo magmático. Tienden a distribuirse clasificadas en zonas, distintas por el grado de metamorfismo alcanzado, según la influencia del factor implicado. Por ejemplo, cuando la causa es el calor liberado por una bolsa de magma, las rocas forman una aureola con zonas concéntricas alrededor del plutón magmático. Muchas rocas metamórficas muestran los efectos de presiones dirigidas, que hacen evolucionar los minerales a otros laminares, y toman un aspecto laminar. Ejemplos de rocas metamórficas, son las pizarras, los mármoles o las cuarcitas. El Ciclo de las Rocas o Ciclo Litológico En el contexto del tiempo geológico las rocas sufren transformaciones debido a distintos procesos. Los agentes geológicos externos producen la meteorización y erosión, transporte y sedimentación de las rocas de la superficie. Se llama meteorización a la acción geológica de la atmósfera, que produce una degradación, fragmentación y oxidación. Los materiales resultantes de la meteorización pueden ser atacados por la erosión y transportados. La acumulación de fragmentos de roca desplazados forman derrubios. Cuando cesa el transporte de los materiales, éstos se depositan en forma de sedimentos en las cuencas sedimentarias, unos sobre otros, formando capas horizontales (estratos). Los sedimentos sufren una serie de procesos (diagénesis) que los transforman en rocas sedimentarias, como la compactación y cementación; se produce en las cuencas sedimentarias, principalmente en los fondos marinos. La compactación es el proceso de eliminación de huecos en un sedimento, debido al peso de los sedimentos que caen encima. La cementación es consecuencia producida por la compactación; consiste en la formación de un cemento que une entre sí a los sedimentos (los fragmentos de rocas). Minerales Los minerales existentes en la provincia se dividen en metalíferos y no metalíferos Entre los yacimientos de MINERALES METALÍFEROS de esta provincia se destacan los de tipo pórfido cuprífero con molibdeno y oro y los de oro epitermal. Algunos de estos yacimientos son: • Yalguaraz es un prospecto epi a mesotermal de Cu y Au, caracterizado por mineralización vetiforme y diseminada, ambas en relación con intrusivos calcoalcalinos del Paleozoico superior. Si bien no se conocen las reservas, los recursos son de carácter promisorio. • Paramillos Norte es un yacimiento de Cu-Au-Mo, cuyo modelo se asimila al de un pórfido cuprífero que en su parte marginal desarrolla vetas de Cu-Au. Se vincula con un complejo intrusivo terciario. Si bien no se definieron recursos, se estima que el sistema vetiforme contiene las mayores expectativas con más de 2.000.000 t y un sector de brechas con craquelación superaría las 50.000.000 toneladas. • En Paramillos Sur existe un pórfiro cuprífero de Cu-Mo-Au, en relación con un cuerpo mesosilícico terciario. Se han estimado reservas del orden de los 150.000.000 t con 0,58% Cu y 0,06-0,4 g/t Au. • El yacimiento San Jorge es un pórfido cuprífero con mienralización diseminada de Cu vinculada con un pórfiro granítico y otro dacítico de edad paleozoica superior. Se definieron reservas por 146.000.000 t con 0,5% Cu y 0,2 g/t Au, y en la zona primaria se estimaron 30.000.000 t con 0,8% Cu. Se encuentra en exploración. • Con respecto a yacimientos de oro epitermal, se menciona Oro del Sur, un sistema vetiforme de alta sulfuración de Au-Cu vinculado con domos andesíticos terciarios. En este yacimiento, el Au está en la pirita. En cuatro vetas en la zona de oxidación se estimaron 460.000 t (positivas + probables) con una ley media de 8 g/t Au. Con respecto a los minerales no metalíferos de tipo industrial: La producción de arcillas y caolín, utilizados por la industria de la cerámica roja, el cemento portland y cemento blanco, refractarios, lodos de perforación, clarificación de vinos entre otros. Los centros productores de arcilla se encuentran en los Departamentos de Las Heras, Tupungato y San Rafael con volúmenes del orden de las 200.000 t/año. En cuanto a azufre el principal yacimiento es Volcán Overo, con 1.000.000 t de reserva, y cuya explotación cesó en 1980. Hay depósitos de baritina y celestina (Rojino, Luthema, Pirucha, etc.) actualmente inactivos y que fueron explotados para su uso como densificante para lodos de perforación. El cloruro de sodio se localiza en salinas (Salina del Diamante) con una producción entre 15.000 y 30.000 t/año y como sal de roca (mina Luncay 22,5 Mt de reservas) unas 200 tn.año. En el extremo sur de la provincia se ha definido la presencia de uno de los principales reservorios de cloruro de potasio a nivel mundial (1.500 Mt) en el que se cubicaron 203 Mt de silvita. Mendoza es la principal provincia productora de talco del país, con una producción anual que varía entre 10.000 y 15.000 t, alcanzando un máximo de 42.000 t en 1977. La producción de yeso alcanza las 100.000 t/año, en las zonas de Puente del Inca y Malargüe. La caliza se explota en Cerro de la Cal y Cerro Blanco y la producción fue de 1.773.548 tn para el año 1997, otros minerales industriales con grado de explotación variable son cuarzo, fluorita y sulfato de sodio. En cuanto a las rocas, se explota la piedra laja; hay producción de arena y canto rodado en Godoy Cruz y en las ciudades de General Alvear y San Rafael. • El Piedemonte: Constituye una transición entre las montañas del oeste y las llanuras del este. Planicie inclinada atravesada por numerosos causes temporarios y sometida a importantes procesos erosivos. Dentro de esta formación es posible encontrar tanto al norte como al sur del río Mendoza una serie de cerros de baja altura conocidos como cerrilladas pedemontanas. Ejemplo de estas cerrilladas son Challao-Cerro de la Gloria-Chacras de Coria, al norte del Río Mendoza y la cerrillada occidental de Cacheuta-Tupungato y la oriental de Lunlunta-Barrancas-La Ventana al sur del mencionado río. • Las depresiones: Entre las depresiones se pueden diferenciar la gran depresión Central o de los Huarpes y las depresiones intermontanas. La depresión de los Huarpes corresponde a un bloque hundido que se extiende desde el extremo sur de la Precordillera hasta la Laguna de Llancanelo. Las depresiones intermontanas están formadas por valles longitudinales y valles transversales y oblicuos. Entre estos valles el más conocido es del Uspallata que separa las Cordillera Frontal de la precordillera. • Las llanuras: Localizadas al este de la provincia de Mendoza forman parte de una cuenca sedimentaria conocida con el nombre de Llanura de la Travesía. Se trata de una llanura de escasa pendiente con alturas que oscilan entre los 300 y 600 m s.n.m. Esta planicie está dividida por los ríos Tunuyán y Diamante. Al norte del Río Tunuyán se encuentra la Travesía de Guanacache, entre el Río Tunuyán y Diamante la Travesía del Tunuyán y al sur del Diamante la Travesía de la Varita. • Las Mesetas y volcanes de la Payunia: Se ubica en el extremo sur de la provincia de Mendoza, y aunque no existe consenso a cuanto a sus límites se puede decir que se localiza al este de la Cordillera Principal hasta las cercanías del Río Atuel y desde el norte de la Laguna de Llancanello hacia el límite sur de la provincia. Se caracteriza por poseer un relieve mesetiforme de origen volcánico con extensas planicies basálticas que alternan con volcanes distribuidos en forma aislada. Hidrografía Los ríos de la provincia de Mendoza tienen su origen en el derretimiento de las nieves y glaciares de las montañas localizadas al oeste de la provincia, por lo que su alimentación es nivo – glacial. El deshielo de la primavera y verano da lugar a la formación de arroyos; que al unirse, van formando los grandes ríos provinciales. De este modo, los mayores caudales de estos ríos se registran durante el verano y dependen de la cantidad de precipitaciones níveas ocurridas en la cordillera durante el invierno. Según su capacidad de aprovechamiento y su importancia en la organización del espacio mendocino; los ríos más importantes de la provincia son 4 (cuatro): Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel; estos cuatro ríos forman el sistema Desaguadero – Salado que se comporta como una cuenca arreica. Los ríos mencionados son regulados tanto para el aprovechamiento energético como para el riego; y sus diques son de gran atracción turística. • Río Mendoza: Es el más importante debido a su gran intensidad de aprovechamiento. Se origina en la Cordillera de los Andes por la unión de los ríos Cuevas y Vacas, el río baja de la zona cordillerana con dirección hacia el este para luego transitar en la llanura. Una vez en el llano, antes de ingresar al departamento de San Martín, cambia de rumbo hacia el norte para desparecer en la laguna de Guanacache. En la actualidad esta laguna carece de agua, sólo esporádicamente recibe aporte hídrico del río, debido a la intensa utilización del agua en el oasis. En su curso se ha construido, en la precordillera, el dique - embalse Potrerillos. El dique permite generar energía hidroeléctrica, regular el agua para el riego y aprovechar turística y deportivamente el embalse. • Río Tunuyán: Nace también en la Cordillera de Los Andes y al salir del área cordillerana transita hacia el este en la llanura. Su desembocadura se encuentra en el departamento de La Paz. En su curso medio se encuentra el dique el Carrizal, que tiene como función principal regular la utilización del agua para el riego de cultivos en la cuenca inferior del río. • Río Diamante: Atraviesa el territorio de la provincia desde el oeste, en la cordillera, hacia el este para verter sus aguas en el río Salado. Sobre este río también se han realizado obras de sistematización como son los embalses de Agua del Toro y Los Reyunos. • Río Atuel: Transita desde la cordillera hacia el este y cambia de rumbo hacia el sur en las proximidades del departamento de General Alvear para entrar en la Provincia de La Pampa. Sobre este río hay dos embalses construidos: El Nihuil y Valle Grande que tienen el doble propósito de generar energía hidroeléctrica y regular la utilización del agua tanto en áreas urbanas como en la agricultura. En la planicie, la sistematización de estos ríos dio lugar a la creación de una red de riego que se complejizó con el paso del tiempo, y se constituye actualmente como la base de organización de los oasis más importantes de la provincia: Norte, Centro y Sur. En el oasis sur, al límite con Neuquén, se encuentra el Río Barrancas que al unirse con el Río Grande dan origen al Río Colorado.