Señoras y señores, Es para mí un honor participar en esta reunión. Quiero dar las gracias al IFAI, en particular a la Comisionada Presidenta, Jacqueline Peschard, por haber hecho posible este encuentro, continuación de nuestra excelente colaboración, que comenzó hace un año en la Conferencia de comisarios de Protección de datos de Jerusalén, y que llevó a la participación de comisarias mejicanas en el día de la protección de datos en Bruselas (28-01-2011) así como en reuniones del T-PD. Me gustaría tratar dos cuestiones: - presentar el Convenio para la protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter personal (Convenio 108, Estrasburgo, 28-1-1981) - explicar por qué tenemos esta consulta con vosotros sobre la modernización de dicho Convenio. 1 El Consejo de Europa es una organización creada tras la segunda Guerra Mundial con el fin de mantener la paz en Europa y cuyos objetivos principales son la promoción de la democracia, los Derechos Humanos y el Estado de Derecho, así como la creación de un espacio democrático y jurídico en dicho continente. Como es sabido, el Consejo de Europa es una organización internacional independiente de la UE, integrada por 47 Estados europeos (entre ellos, todos los 27 Estados miembros de la UE). Su instrumento más conocido es el Convenio Europeo de Derechos Humanos (adoptado en 1950) que garantiza también el derecho a la protección de la vida privada. Sin embargo, es necesario señalar que el Convenio 108 no tiene relación con el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Este último es un instrumento cerrado que no permite la participación de Estados no miembros del 2 Consejo de Europa, cuyo objeto es proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, y que permite un control judicial del respeto de dichos derechos individuales. En cambio, el Convenio 108 no es un instrumento puramente europeo; es un texto de referencia cuyos principios de alcance universal fueron redactados con la participacion de expertos de Australia, Canadá, EUA y Japón, de manera sencilla, pragmática y tecnológicamente neutra. El Convenio 108 tiene por objeto garantizar a cualquier persona física, sean cuales fueren su nacionalidad o su residencia, el respeto de sus derechos y libertades fundamentales, concretamente su derecho a la vida privada, con respecto al tratamiento automatizado de los datos de carácter personal correspondientes («protección de datos»). 3 a dicha persona El Convenio cubre todos los tratamientos de datos personales del sector público y privado, y asegura un alto nivel de protección de estos datos de cara a garantizar la libre circulación de informaciones entre las Partes. Asimismo, su fuerza vinculante proporciona seguridad jurídica. El Convenio junto con su Protocolo Adicional (Estrasburgo, 8-11-2001), se ha convertido en un marco de referencia para 43 países europeos, y ha influido en la legislación de otros no europeos. No es una casualidad que el día en que el Convenio se abrió a la firma, el 28 de enero, haya sido declarado “día de la protección de datos” no sólo en Europa, sino en todo el mundo. El Convenio es hoy más relevante que nunca debido al desarrollo de las nuevas tecnologías, lo que implica nuevos 4 desafíos, pues éstas pueden reducir la seguridad y la privacidad. Y es que la digitalización de la información ha creado la posibilidad sin precedentes de identificar a los individuos a través de sus datos; datos estos que son tratados por un número creciente de instancias públicas y privadas. Por todo ello, la protección de datos constituye una preocupación global. Además, resulta prácticamente imposible para un único Estado limitar el acceso a los datos sólo con su legislación nacional; hay que trabajar a nivel mundial. Por eso, 30 años después de la apertura a la firma del Convenio 108, el 28 de enero 1981, el Consejo de Europa persigue activamente un doble objetivo: 5 1. la promoción de normas legales comunes sobre la protección de la privacidad y de los datos de carácter personal a nivel mundial al amparo del Convenio 108. 2. la modernización del Convenio 108 que, a su vez, tiene dos fines: 1. Abordar los desafíos a la privacidad, resultantes del uso de las nuevas tecnologías de la información 2. Reforzar el mecanismo de seguimiento del Convenio. Dentro de un momento, José Leandro presentará el proceso de modernización y sus objetivos. Pero antes de darle la palabra, quiero recordar que el Convenio 108 y su Protocolo Adicional quedan abiertos a la adhesión de Estados no miembros, incluso de Estados no europeos. 6 El Consejo de Europa ha puesto en marcha una política activa de promoción del Convenio a través de misiones en determinados países, participación en numerosos foros internacionales, desarrollo de programas de cooperación, contacto directo con las Autoridades de Protección de Datos y los Gobiernos de los Estados invitados a adherirse, etc. En esta línea, y a petición de la Asamblea Parlamentaria, la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho (Comisión de Venecia) informará sobre la medida en que la legislación nacional de sus Estados miembros y observadores es conforme con el derecho fundamental a la protección de la intimidad y de los datos de carácter personal, a la luz del Convenio 108 y su Protocolo Adicional, así como sobre si esos Estados que aún no son partes del Convenio considerarían firmarlo y ratificarlo. En la medida en que esto afecta a América Latina, incluiría a Argentina, Brasil, Chile, Perú, Méjico y Urugay. 7 Dada la influencia de los principios del Convenio sobre la legislación de varios Estados de América Latina, ellos son candidatos “naturales” a la adhesión. Es por eso que estamos aquí, no para dar lecciones, sino para escuchar sus comentarios, aprender de vuestra experiencia. No queremos imponer soluciones “europeas”, pues atrás quedaron los tiempos de Benito Juárez, presidente mexicano del siglo pasado, cuyo pensamiento queda reflejado en esta cita de Eduardo Galeno: “ El propio Juárez, hijo de indios zapotecas, está convencido de que si México copia las leyes norteamericanas, crecerá como los Estados Unidos, y si consume productos ingleses, se convertirá en una nación industriosa como Inglaterra.” En el Consejo de Europa creemos en el multilateralismo. Estamos convencidos de que un marco regulador sobre la 8 privacidad sólo puede ser efectivo si está basado en los DDHH, facilita la transparencia y promueve la cooperación y la participacion de todas las partes interesadas. La importancia de la adhesión de Estados no europeos al Convenio radica en la posibilidad de que se transforme en un acuerdo internacional vinculante a escala global. En cuanto a las ventajas que la adhesión tendrá para los Estados no europeos, cabe destacar la garantía de libre circulación de flujos de datos de carácter personal entre las Partes del Convenio. La adhesión permite una cierta armonización del derecho de protección de datos, así como la ayuda mutua (asistencia mutua y asistencia a las personas concernidas) y la cooperación, en particular sobre la aplicación del Convenio y su desarrollo en el marco de la participación en el Comité 9 Consultivo. Asimismo, facilita la participación en los trabajos de modernización. Se trata de un procedimiento bastante simple. Uruguay fue invitado a adherirse hace poco más de tres meses y estamos seguros de que será sólo el primero de una larga lista. No me voy a detener en explicar ahora el proceso de adhesión, puesto que hemos preparado una nota de información al respecto. Hay que destacar que la adhesión de un Estado no miembro al Convenio 108 es un proceso totalmente diferente al de la adecuación de su Derecho con la legislación de la UE. El procedimiento de adhesión es un procedimiento bastante sencillo. Prueba de ello es que Uruguay fue invitado (por el Comité de Ministros del Consejo de Europa) a adherirse antes de ser reconocido como adecuado por la UE. 10 Para finalizar, cabe subrayar que casi 80 países de todo el mundo han promulgado leyes sobre protección de datos basadas en los principios del Convenio 108 (más de la mitad de de ellos son ya Parte del mismo). Por tanto, es de esperar que el Convenio termine siendo ratificado por Estados no miembros. Necesitamos un instrumento general que codifique los principios de protección reconocidos universalmente, clarifique a cómo aplicarlos la nueva realidad del ciberespacio y proporcione un foro efectivo de cooperación internacional. Podemos decir que la globalización del Convenio 108 podría convertirse en uno de los desarrollos más importantes de la protección de datos en la próxima década. * * * 11 Además, es casi imposible eliminar la información personal puesta en el ciberespacio por los propios usuarios o por terceros, por lo que dejamos rastro de nuestros datos en Internet. Utilizamos la red para obtener información, comunicarnos, hacer negocios y participar en la vida social y política sin ser plenamente conscientes de las consecuencias que estos actos conllevan. La libertad de expresión adquiere otra dimensión con Internet. El Comité de Ministros puede invitar a un Estado no miembro a adherirse a un convenio específico por iniciativa propia; no obstante, normalmente es el Estado no miembro el que solicita la adhesión a través de una carta dirigida al Secretario General del Consejo de Europa. 12 La decisión sobre la invitación en el caso del Convenio 108, se tomará por unanimidad de los Estados Miembros del Consejo de Europa que lo hayan ratificado. Y una vez ésta sea definitiva, el Secretario General notifica la invitación. al Estado interesado, que antes de adherise al Convenio 108 debe tomar las medidas necesarias para asegurarse de que su Derecho nacional permite la aplicación de tal Convenio. En principio, la adhesión al Convenio 108 y a su Protocolo Adicional debería hacerse simultáneamente. El procedimiento de adecuación es un procedimiento muy lento; así la propia Comisión europea ha reconocido que es necesario cambiarlo. Debe quedar claro que no es necesario ser reconocido como adecuado para adherirse al Convenio 108 pues, como se ha dicho, son procedimientos 13 completamente diferentes: el de adecuación lo lleva a cabo la UE y en el de adhesión es el T-PD el que hace un dictamen sobre la conformidad del derecho del país candidato con las exigencias del Convenio. 14