La industria láctea y el Codex Alimentarius Por Marjorie Henderson Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos El sector productivo de Costa Rica está viviendo una época de cambios culturales y comerciales de índole mundial, donde las barreras arancelarias se abren con acuerdos multilaterales de libre comercio y donde Costa Rica se prepara para abrir sus fronteras a las principales potencias comerciales. Bajo esta consigna los empresarios nacionales no tienen más alternativa que producir bajo las más estrictas normas de calidad e higiene, de lo contrario aunque sus productos sean sensorialmente buenos, las puertas de los mercados continuarán cerradas (Velásquez. 2006). Las empresas lácteas no están exentas de esta situación, 43 empresas representan un 3,6% del total de empresas de la industria alimentaria (Cámara Nacional de Productores de Leche de Costa Rica, 2008), la mayoría de éstas poseen o están en proceso de implementación de sistemas de gestión de calidad e inocuidad. Como menciona Cunningham (2004) el mejoramiento continuo de la calidad permite que la competitividad de las empresas de productos lácteos aumente y se consolide, y que esta industria satisfaga la demanda sin riesgos para la salud pública y las exportaciones potenciales se conviertan en realidad. Los sistemas de calidad para la industria láctea implican como uno de sus principales objetivos la realización de una serie de actividades para procurar disminuir los peligros asociados desde el manejo de las materias primas hasta el producto final y su distribución. Estos peligros está divididos en tres clases: biológicos, químicos y físicos. Los peligros biológicos se refieren a organismos o sus metabolitos, que pueden estar presentes en los alimentos y que pueden afectar la salud del consumidor. Los microorganismos que pueden causar daño son bacterias, virus y protozoarios. Las bacterias patógenas más significativas en leche y productos lácteos son: (Campylobacter spp, Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus, Escherichia 1 coli, Coxiella burnetti, Mycobacterium tuberculosis y Bacillus cereus), los virus se pueden encontrar en personas que han sido infectadas anteriormente pero que ya no están enfermas, aunque continúan siendo portadores. La presencia de virus y protozoarios se relaciona normalmente con malas prácticas de higiene (CITA, 2000). Los peligros químicos se clasifican en sustancias químicas que pueden estar presentes en: Forma natural, que son derivados de plantas, animales o microorganismos. Forma accidental, en donde malas prácticas de proceso o de almacenamiento pueden permitir que de manera accidental se contamine el producto con alguna sustancia no deseada y utilizada en la empresa para otros fines, por ejemplo limpieza, desinfección, lubricación etc. Las sustancias químicas que pueden convertirse en parte del alimento sin que sean agregados intencionalmente, por ejemplo residuos de materiales de empaque, antibióticos en niveles superiores a los permitidos, también residuos de pesticidas tales como organofosforados y organoclorados que son los más comunes en los productos lácteos. Los agregados intencionalmente para lograr diferentes características en el producto, y que son seguros solamente si se utilizan en los niveles establecidos, entre ellos se encuentran los aditivos como: colorantes, nitrito de sodio, y cuyo uso es regulado por Codex en sus normas. Codex regula los niveles máximos permisibles de varios aditivos alimentarios y contaminantes de los alimentos, con el fin de proteger la salud de los consumidores. Dichas normas fijan la cantidad máxima permisible de contaminantes como por ejemplo el plomo y el cadmio en determinados alimentos. Asimismo, se han adoptado nuevos códigos de prácticas que orientarán a los gobiernos sobre cómo evitar o reducir la presencia de dioxinas y aflatoxinas en los alimentos. Por otra parte, los peligros físicos incluyen objetos extraños que normalmente no se encuentra en los alimentos y que pueden causar daño cuando se comen, como es el caso de fragmentos de vidrio o de metal. Cuando un consumidor sin querer ingiere un objeto extraño, éste podría provocarle asfixia, heridas u otros problemas de salud (CITA, 2000). En la industria láctea este es el peligro que se presenta con menos 2 frecuencia debida a que las operaciones unitarias características de los procesos de transformación de la leche, son tales que si se realizan bajos las buenas prácticas de manufactura no se prestan para la presencia de partículas físicas extrañas. En los últimos años, se han desarrollado métodos y sistemas internacionales para disminuir estos peligros, entre ellos las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y el Sistema de Análisis de los Peligros y Control de Puntos Críticos (HACCP, por sus siglas en inglés) basados en las diferentes normas de higiene, principalmente en el Código Internacional Recomendado de Prácticas - Principios Generales de Higiene de los Alimentos del Codex Alimentarius. La aplicación de Buenas Prácticas de Manufactura en la producción de lácteos, reduce significativamente el peligro de originar infecciones e intoxicaciones alimentarias a la población consumidora y contribuye a formar una imagen de calidad, reduciendo las posibilidades de pérdidas de producto al mantener un control preciso y continuo sobre las edificaciones, equipos, personal, materias primas y procesos (Zelaya & Amador, 2001). Bibliografía CÁMARA NACIONAL DE PRODUCTORES DE LECHE DE COSTA RICA. 2009. INTERNET. http://www.proleche.com/info_sector.htm CITA, 2000. Manual del PIA. Universidad de Costa Rica. San José. CUNNINGHAM, A. 2004. Aseguramiento de Inocuidad en la Industria de Productos Lácteos. Alfa-editores. INTERNET. http://www.alfaeditores.com/carnilac/Agosto%20Sep%2004/TECNOLOGIA%20Aseguramiento%20de%20 %20Inocuidad%20en%20la%20Industria%20de%20%85.pdf. CODEX ALIMENTARIUS. 2009. Normas oficiales. INTERNET. http://www.codexalimentarius.net/search/advancedsearch.do?key=&cat=&type=&doctext=lac teos&hitcount=10&com_txt=&titletext=&qlang=ES&hitfrom=0 EQUIPO DE CALIDAD CITA. 2008. Manual Manipulador de Alimentos. Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA), Universidad de Costa Rica, San José. VELÁZQUEZ, C. 2006. Capacitación en inocuidad de alimentos a través del elearning.Alimentaria.No 88: 23-24. ZELAYA, V. & AMADOR, R.A. 2001. Manual de Buenas Prácticas de Fabricación aplicado a la industria láctea. Cooperativa mixta de procesadores de leche Olancho limitada. Honduras. INTERNET. http://infoagro.net/shared/docs/a5/gca10.pdf 3