examen de historia de la filosofía. platón. 1ª evaluación. nombre

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EXAMEN DE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.
PLATÓN. 1ª EVALUACIÓN.
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Platón: República. Libro VII (518b-520a).
"- Por tanto -dije-, si todo eso es verdad, hemos de deducir de ello la siguiente
conclusión: que la educación no es tal cual la proclaman quienes hacen profesión de
enseñarla. Dicen ellos, en efecto, que pueden hacer entrar la ciencia en el alma que
no la posee, como si infundieran la vista a unos ojos ciegos.
- Así lo afirman efectivamente, dijo.
- Nuestro diálogo muestra, por el contrario -proseguí-, que en el alma de cada uno
existe la facultad y el órgano con el que cada uno aprende y que, del mismo modo que
el ojo es incapaz de volverse de las tinieblas a la luz, sino en compañía del cuerpo
entero, así también aquel órgano, y con él el alma entera, apartándose de lo que llega
a ser, debe volverse hasta que sea capaz de sostener al contemplación del ser y de lo
que es más luminoso en el ser, que es lo que llamamos bien, ¿no es eso?"
1ª.- Sitúe el texto en su contexto histórico-filosófico, identifique el problema a
que responde y su temática, y exponga la o las tesis que sustenta y los
argumentos que emplea (2'5 ptos).
El texto que comentamos es un texto de Platón perteneciente al libro VII de su
obra La república (518b-520a).
Esta obra, La república, es la obra más importante de Platón y la que constituye
la síntesis de todo su pensamiento. Pertenece a los diálogos llamados doctrinales y al
período de su obra considerado de madurez, donde expone temas que van desde el
estudio del individuo hasta la teoría de la sociedad y la metafísica (teoría de las ideas).
Platón vivió entre los siglos V a. C y IV a. C., y pertenecía a la clase
aristocrática. Fue educado para la vida política, y le toco vivir un período histórico
marcado por profundos cambios que sacudieron políticamente la ciudad de Atenas.
Platón vive al final del período de la Grecia clásica, la Atenas de Pericles, conoció el
régimen político de los Treinta tiranos (régimen donde participaron algunos de sus
parientes más próximos) y la democracia demagógica que sustituyó a aquel régimen
(régimen que condenó a su maestro Sócrates). Al mismo tiempo Platón experimentó
las consecuencias de la Guerra del Peloponeso, entre Esparta y Atenas. Por todo ello
es una persona desencantada de la política que ha experimentado la decadencia de
Atenas y su pérdida de independencia frente a Esparta.
Filosóficamente, Platón está marcado por el influjo del pensamiento de Sócrates
y su enfrentamiento con los sofistas, así como por el contexto de pérdida de valores,
relativismo y pérdida de religiosidad de la Atenas de su tiempo. De alguna manera
pretende, como su maestro Sócrates, un conocimiento universal y necesario para
fundamentar la política de la polis. Así su interés intelectual se centra, como el de los
sofistas y el de Sócrates, en el hombre como ciudadano de la polis, lejos de las
preocupaciones cosmológicas propias de los primeros presocráticos (Tales,
Anaximandro, Anaxímenes,…), aunque retoma las preocupaciones metafísicas de
Parménides (el ser unitario) y de Heráclito (el devenir) que darán lugar en su
pensamiento a la división de la realidad en mundo inteligible y mundo sensible.
En La república nos vamos a encontrar una expresión de su pensamiento a
través del diálogo (puesto que aparece Sócrates como portavoz de su propia opinión)
y del símbolo, ya que utiliza mitos, metáforas y alegorías.
Dentro del libro de la República, el texto que comentamos corresponde al
capítulo VII, que trata sobre la educación que han de recibir aquellos que están
destinados por sus aptitudes y capacidades a gobernar la polis (los filósofos). Esta
formación educativa pasa por el estudio de las matemáticas y el ejercicio de la
dialéctica como ciencia suprema.
En concreto, el texto que comentamos trata sobre el tema de la educación,
planteándose sobre él la siguiente cuestión: ¿La educación consiste en alcanzar el
conocimiento desde el ser humano o, por el contrario, en recibir el conocimiento desde
fuera?
Platón responde defendiendo la siguiente tesis: La educación se basa en las
mismas facultades del ser humano, y consiste en acceder al conocimiento del ser o de
las ideas.
Para defender la tesis se apoya en los siguientes argumentos:
- Rechaza el planteamiento educativo propio de los sofistas, según el cual la
educación consiste en recibir el conocimiento desde fuera.
- Argumento antropológico: el ser humano posee una facultad (alma racional)
mediante la cual puede aprender.
- Argumento ético: la facultad propia del hombre –alma racional- junto con todas
las demás partes del alma – irascible y concupiscible- deben abandonar lo que
llega a ser (mundo sensible) para acceder al ser (mundo inteligible). Deja
traslucir la idea de dominio y control del alma racional sobre el resto de partes
del alma.
- Argumento ontológico: El objeto del alma inteligible es el bien, lo más luminoso
dentro del ser o mundo de las ideas. Necesidad del “regressus” de la copia a la
idea.
2ª.- Analice y explique el significado de los términos o expresiones subrayados
en el texto, y muestre su sentido (2'5 ptos)
Tras al lectura del fragmento procedemos a la definición detallada de las
expresiones subrayadas para una mayor comprensión de las ideas que en él
aparecen.
El primer término, educación, es el método para llegar al conocimiento de las
esencias, de tal manera que consiste en un recuerdo (anámnesis), de tal manera que
el alma racional partiendo del mundo sensible (copias) pueda llegar al mundo
inteligible (ideas de las copias). Por tanto, educar es llegar al conocimiento por los
propios medias. En el texto, Platón lo utiliza para negar el concepto de ecuación de los
sofistas, ya que pensaban que se podía recibir el conocimiento desde fuera.
El segundo concepto, ciencia, consiste en el ejercicio intelectual por el cual
conocemos el mundo de las ideas, opuesto al ejercicio de los sentidos, por el que
conocemos el mundo de la opinión. Al conocimiento intelectual le corresponde la razón
discursiva (dianota) y la intuición de las esencias (nous). En el texto se refiere al
conocimiento intelectual de las esencias, como grado superior del conocimiento,
distinto de la opinión o conocimiento del mundo sensible. Estas no las podemos recibir
desde fuera.
El tercer término, el alma hace referencia a la parte inmaterial e inmortal del ser
humano, preexistente en el mundo inteligible. Indestructible, pues pervive después de
la muerte; tiene tres partes, alma racional, alma irascible y alma inteligible. En el texto
utiliza el concepto de alma para referirse a la parte racional que debe controlar ya
armonizar todo el alma (las tres partes), para apartarse del mundo sensible y llegar al
mundo de las ideas.
El cuarto concepto a analizar, lo que llega a ser, tiene que ver con el mundo
inteligible, en cuanto que es un mundo caracterizado por el cambio, por el devenir (al
mismo tiempo hay ser y no hay ser). En el texto se refiere directamente al mundo
sensible, del que debe apartarse el alma racional y con ella el alma entera para llegar
al mundo inteligible.
El quinto término, el ser, hace referencia al mundo inteligible, mundo
caracterizado por las esencias o ideas, objeto de contemplación de la inteligencia. En
el texto se refiere a las ideas.
El sexto concepto a analizar, el bien, es la idea suprema dentro del mundo
inteligible. Origen y causa del resto de esencias y del mundo sensible.; y por tanto,
fuente de verdad y razón. En el texto afirma que a partir de ella podemos conocer las
esencias.
3ª.- Ética y política en Platón: la organización ideal de la República (2'5 ptos).
El objeto de la siguiente pregunta es relacionar la ética con la política en Platón,
diseñando de este modo la organización ideal de la República, que responde a la idea
de justicia. Para ello no solo será necesario llegar a ver la justicia en el individuo sino
también la justicia en la polis, relacionando la ética con la política a través del principio
de especialización funcional y el principio de correlación.
La ética en Platón busca la manera de conseguir un buen carácter, de lograr la
excelencia (areté) que corresponde a cada uno.
Partiendo de que en el ser humano encontramos tres partes en el alma (alma
racional, alma irascible, y alma concupiscible), en el ser humano se desarrollan tres
virtudes que corresponden cada una a una parte del alma: prudencia, fortaleza y
templanza.
Por la prudencia conocemos el bien y actuamos como respecto a la idea de
bien. Por la fortaleza vencemos las dificultades interiores y exteriores. Con la
templanza actuamos con moderación hacia nuestros deseos.
La virtud de la justicia sería la armonía entre las tres partes del alma, y el
desarrolla completo y a la vez de las tres virtudes anteriores.
Cada parte del alma debe cumplir su función (principio de especialización
funcional) hasta alcanzar la justicia: esto se consigue ejerciendo vigilancia y control de
la parte irascible y concupiscible desde la racional.
En el Estado, siguiendo el principio de especialización funcional, cada individuo
y cada grupo social a de dedicarse a la función o tarea que le es más propia,
contribuyendo a la feliz conjunción de las clases (armonía de la polis), renaciendo, de
este modo, la justicia en la polis.
Para Platón el Estado posee la misma estructura tripartita del alma humana, así
los ciudadanos de la polis platónica se agrupan en tres grandes partes o clases
sociales que corresponden con las tres partes del alma: el alma racional (cabeza) que
corresponde a los gobernantes, el alma irascible (pecho) que corresponde a los
guardianes y el alma concupiscible (vientre) que corresponde a los productores.
A través de la “alegoría de los metales” Platón justifica la existencia de las tres
clases sociales, demostrando que la construcción de un Estado justo exige el principio
de desigualdad social (no somos iguales y cada uno tiene unas predisposiciones que
ha de potenciar y desarrollar con vistas la bien común).
Un individuo cuando es virtuoso decimos que es sabio, valeroso y moderado, y
por todo ello decimos que es justo. Del mismo modo, y por el principio de correlación
una sociedad funciona bien y es justa cuando en cada clase social, que desarrolla su
propia virtud, reine la armonía y atienda a las obligaciones que le son propias.
4ª.- Exponga las relaciones de semejanza o diferencia de Platón con Parménides
y Heráclito (2'5 ptos).
Pasamos ahora a comparar el pensamiento de Platón con otros dos autores
relevantes en la historia de la filosofía como son Parménides y Heráclito; planteando
las semejanzas y las diferencias más notables que podemos encontrar entre estos
autores y Platón.
Heráclito puede quedar relacionado con Platón por el concepto de realidad.
Heráclito entiende la realidad como devenir, como una realidad global dinámica,
basada en una tensión de fuerzas o elementos contrapuestos. Platón también
reconoce el mundo de lo sensible como un mundo donde hay movimiento, pero la
diferencia de este concepto está en que para Heráclito la realidad que es dinámica
tiene sus propias leyes, no es una realidad irracional, sino que está regida por una
razón universal o logos, siendo ésta algo objetivo; mientras que Platón plantea la
inteligibilidad del devenir en el mundo de lo inteligible, en un mundo superior que es el
mundo de las ideas, actuando éstas de modelo, arquetipo de las cosas que no son
más que copias. En resumen Platón plantea la existencia de un mundo superior fuera
de la realidad sensible que da inteligibilidad a la realidad, y que hace de la realidad
algo estático, como estático es el mundo de las ideas. Mientras Heráclito reconoce una
racionalidad e inteligibilidad en la misma realidad, que al mismo tiempo es dinámica.
Para Heráclito la realidad global es eterna, mientras para Platón son eternas las ideas.
En Parménides encontramos las siguientes semejanzas: la existencia de dos
vías de conocimiento, vía de la opinión y vía de la verdad, conocimiento de los
sentidos con la que percibimos la multiplicidad y el cambio de las cosas, y
conocimiento de la ciencia que nos lleva al ser y a la unidad. De alguna manera en
Platón establece, en paralelo, el conocimiento sensible y el conocimiento inteligible,
conocimiento del mundo sensible (cambio y multiplicidad) y conocimiento del mundo
inteligible (el mundo de las ideas). Pero al mismo tiempo podemos encontrar
diferencias en el modo de entender el objeto de la ciencia, ya que en Parménides nos
encontramos con una realidad unitaria como es el ser, que excluye toda pluralidad, y
en Platón nos encontramos con las ideas, que si bien excluyen la pluralidad del mundo
sensible, en ellas encontramos una pluralidad y una jerarquía que no encontramos en
el concepto de ser de Parménides.
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