Persimonio Diospyros kaki Descripción El árbol del persimonio se cultiva en todo el mundo, pero la mayor parte de su producción ocurre en Corea, Japón y sobre todo China, donde se consume desde hace más de dos mil años. En muchos lados se les dice kakis. En México se le conoce más como persimonio, palabra que procede de un lenguaje nativo de América del Norte que significa “fruta seca”. El persimonio es grande, del tamaño de un durazno o un chabacano, con piel parecida a la de un tomate. Se come fresco, en postres o ensaladas. En la industria alimenticia se aprovecha para la preparación postres, bebidas, helados y dulces. Cuando está verde es muy astringente o amargo; al madurar se vuelve dulce y agradable. Condiciones de cultivo El árbol es muy resistente al frío. La brotación tiene lugar a finales de la primavera y requiere veranos largos y cálidos para que el fruto madure, lo cual sucede en otoño. Necesita mucha luz solar y la sombra no le va bien. Es sensible a los vientos fuertes, sobre todo al final del verano, pues hacen caer los frutos, los arañan con las ramas y afectan el anclaje del árbol. Esta planta prefiere suelos franco arcillosos o franco arcillosos calcáreos; fértiles, profundos, con abundante materia orgánica y adecuado drenaje, pues es sensible a los encharcamientos. Se reproduce por medio de semillas o por injerto, que es el método más común, con buenos rendimientos. Debido a que sus raíces son muy frágiles, es preferible realizar el injerto en el campo. Cosecha de kakis Los frutos se cosechan entre finales de septiembre y los primeros días de noviembre, cuando la fruta alcanza el grado adecuado de madurez, que se reconoce por su color. Para la recolección, se corta el pedúnculo de forma que el cáliz quede adherido al fruto. El manejo y transporte a la fábrica deben realizarse con esmero.