REVISTA HISTORIA NAVAL Año XVII INSTITUTO Núm. 64 DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL ARMADA ESPAÑOLA INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL ARMADA ESPAÑOLA REVISTA DE HISTORIA NAVAL Año XVII 1999 Núm. 64 REVISTA DE HISTORIA NAVAL CONSEJO RECTOR: Presidente: Director del Instituto de Historia y Cultura Naval, José Ignacio González-Aller Hierro, contralmirante. Vicepresidente y Director: Rafael Estrada Giménez, coronel de Intendencia. Redactor Jefe: José Antonio Ocampo Aneiros. Vocales: Femando de la Guardia Salvetti, secretario general del Instituto de Historia y Cultura Naval; José Cervera Pery, general auditor y perio dista; Hugo O’Donnell y Duque de Estrada, de la Comisión Españo la de Historia Marítima; Enrique Martínez Ruiz, catedrático de Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Redacción, Difusión y Distribución: Administración: Isabel Hernández Sanz, Ana Berenguer Berenguer, Isabel Suárez Zaccagnini. Manuel Pérez García, comandante de Intendencia de la Armada. DIRECCIÓN Y ADMtNTSTRACIÓN Instituto de Historia y Cultura Naval Juan de Mena, 1, 1.’ planta. 28071 Madrid (España). Teléfono: 91 379 5000 Fax: 91 3795945 EDICIÓN DEL MINISTERIO DE DEFENSA IMPRIME: Servicio de Publicaciones de la Armada. Publicación trimestral: primer trimestre 1999. Precio del ejemplar suelto: 650 pesetas. Suscripción anual: España y Portugal: 2.600 pesetas. Resto del mundo: 4.000 pesetas. Depósito legal: M. 16.854-1983. ISSN-0212-467x. NIPO: 076-99-020-2. Impreso en España. - Printed in Spain. CUBIERTA ANTERIOR: Logotipo del Instituto de Historia y Cultura Naval. CUBIERTA POSTERIOR:Del libro Regimiento de Navegación, de Pedro de Medina. Sevilla, 1563. SUMARIO Págs. NOTA EDITORIAL . Submarinos republicanos españoles bajo mando soviético (1), por Willard C. Frank, Jr7 Escocia en la estrategia de la Empresa de Inglaterra: la misión del P. William Crichton cerca de Felipe II (1590-1591), por Francisco de Borja Medina, S. J53 Dos manuscritos árabes y un «incunable» turco en el Museo Naval, por Joaquín Vailvé111 El retrato de barcos en el siglo XIX, por Mario Armengou i Schup pisser119 La historia vivida: La capacha de Roldán127 Documento: Dos recomendaciones del siglo XVI133 La Historia Marítima en el mundo: El Archivo del Reino de Mallorca, por José Antonio Ocampo137 Noticias Generales143 Recensiones149 5 COLABORAN EN ESTE NÚMERO Willard C. Frank, Jr., es profesor de Historia en la Universidad de Oid Dominion en Norfollc, Virginia, EE.UU., y profesor de Estrategia y Política en la Escuela de Guerra Naval estadounidense. Es autor de numerosas obras, incluyendo libros sobre la arma da y la doctrina militar soviética, y artículos sobre la Guerra Civil española. Ha dirigi do varios congresos académicos internacionales sobre temas militares y políticos, y ha dictado varias conferencias en congresos históricos en Norteamérica y Europa. Francisco de B. Medina Rojas, sacerdote jesuita, es doctor en Historia por la Universidad de Sevilla. Es, asimismo, profesor en la Facultad de Historia Eclesiástica de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Entre sus publicaciones se encuen tra su tesis doctoral «José de Ezpeleta, gobernador de la Mobila, 1780-1781» (Sevilla, 1981). Es miembro correspondiente de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y colaborador de la REVISTA DEHISTORIA NAVAL. Joaquín Vailvé es doctor en Filología Semítica, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y académico de la Real Academia de la Historia. Ilustre arabista, ha publicado numerosas obras de esta materia, entre otras, La división terri torial de la España musulmana (CSIC, Madrid, 1986) y Nuevas ideas sobre la conquista árabe de España. Toponimia y onomástica (1989). Es asimismo autor de importantes artículos, como «Notas de metrología hispano-árabe», «El codo en la España musulmana», «Medidas de capacidad», en Al-A ndalus (1976-1977); y «Pesos ymonedas», enAl-Qantara (1977). Mario Armengou i Schuppisser es licenciado en Historia del Arte por la Universi dad Central de Barcelona. Articulista y colaborador de varias revistas, se ha dedicado especialmente al estudio de los exvotos marineros pintados y a la iconografía marine ra. De entre sus numerosos artículos publicados recogemos aquí «Apunts d’un exvot negrer del Maresme», en Fulls del Museu Arxiu de Santa Maria, núm. 18 (1983); «Crónica d’un exvot mariner de la Cisa», en Butlletí de l’AECC, núm. 16 (1984); e «Iconografia marinera del tema negrer», en L’Avenç, núm. 75 (1984). NOTA EDITORIAL Como magistralmente es habitual en él, nuestro director saliente redactó su último editorial con apasionamiento, nostalgia y una mano tendida para no saltar a tierra de este navío que ha conducido con acierto durante una década. En mi calidad de nuevo director, no quisiera dejar de manifestar aquí, en esta docta tribuna, a la que accedo por la generosidad y ya vieja amistad que me une a José Cervera, el agradecimiento por su propuesta a mi favor y el ruego de que se mantenga, si es posible, sobre cubierta y a la vista, para que con su presencia y mi buena voluntad, que entrego sin reservas, naveguemos en la REVISTA DE HISTORIA NAVAL hacia buenos puertos, al abrigo de la contrastada erudición histórica de todos los que hasta ahora han colaborado, en la esperanza de enrolar nuevos tripulantes que sepan que nuestro portalón estará siempre tendido para que, una vez a bordo, compartan con nosotros nuevas singladúras. Igualmente mi reconocimiento al almirante Moreno Barberá, jefe del Esta do Mayor de la Armada, por su confianza en mi persona, al haber autorizado la propuesta de esta designación. El contenido de esta REVISTA número 64, primera bajo mi dirección y asimismo del año 1999, es de un alto interés y atractiva variedad. La investi gación sobre los acaecimientos de conflictos pueden llegar .a parecer inagota bles, sorprendiéndonos con frecuencia con situaciones impensables, como es el caso del artículo de Willard C. Frank, Jr. Submarinos republicanos españo les bajo mando soviético. El padre jesuita Francisco de Borja, en su Escocia en la estrategia de la Empresa de Inglaterra: la misión del P. William Crich ton cerca de Felipe II (1590-1591), nos acerca a una comprometida conspira ción durante el reinado de Felipeil, reveladora actividad que el hombre prac tica desde que el mundo es tal. Un minucioso trabajo de Joaquín Vailvé sobre Dos manuscritos árabes y un «incunable» turco en el Museo Naval, constitu ye un excepcional documento sobre la interminable posibilidad de análisis e investigación de los depósitos de dicho Museo. Finalmente, el estudio de Mario Armengou i Schuppisser se convierte en un acicate para profundizar en el atractivo mundo de la pintura naval y, concretamente, en el de los retratos de barcos. Incluye también este número las acostumbradas secciones La historia vivi da, Documento, La Historia Marítima en el mundo, Noticias generales y Recensiones. SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO (1) WILLARD C. Frank, ir. Oid Dominion University Norfolk. Virginia (EE.UU.) Presentación Cuando, en 1982, el entonces capitán de navío Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y el que suscribe publicamos el libro Submarinos Republicanos en la Guerra Civil Española, no cabe duda de que, por falta de información documental de procedencia soviética, nos permitimos emitir algunos juicios peyorativos sobre el rendimiento y preparación profesional de los oficiales rusos que estuvieron al mando de submarinos españoles al servi cio de la República durante la contienda. Sin embargo es de justicia consignar que estábamos equivoca dos, a juzgar por los informes que enviaron a sus superiores dos de los citados mandos: 1. A. Burmistrov y N. P. Eguipko, y que, gracias a la amabilidad del incansable investigador de la guerra civil española Willard C. Frank, Jr., hemos tenido acceso a ellos, y hoy se dan a conocer por primera vez. Al agradecer al señor V. G. Mishanov, director del Archivo Estatal de la Marina Rusa, la gentileza de permitir su publica ción, deseo expresar mi emocionado recuerdo, como antiguo comandante de submarino, a aquellos otros comandantes soviéti cos que, con medios tan precarios y en situaciones tan adversas, supieron desempeñar sus cometidos con abnegación y entrega al servicio de su patria. José Ignacio G0NzÁLEZ-ALLER HIERRO Contralmirante director del Instituto de Historia y Cultura Naval Año 1999 WILLARD C. FRANK, JR. En el norte, en Francia y hacia Cartagena (octubre de 1937-junio de 1938) La apertura de los archivos militares y navales soviéticos ha permitido a los investigadores obtener nuevas informaciones y puntos de vista, tanto sobre la guerra civil española, 1936-1939, como sobre la participación soviética en ella. Entre los documentos más interesantes de estos archivos relativos a la participación de oficiales navales soviéticos en ayuda de la República, se encuentran los informes de submarinistas soviéticos al mando de submarinos españoles. El personal naval soviético actuaba generalmente en calidad de consejero pero, habida cuenta de la falta de oficiales españoles cualificados y dignos de confianza, los jefes de la Flota, Miguel Buiza y posteriormente Luis González de Ubieta, designaron a varios oficiales soviéticos para el mando directo de submarinos y, posteriormente, para el de lanchas rápidas torpederas desde comienzos de 1937 hasta los últimos meses de la guerra. Las fuentes rusas no sólo nos han permitido conocer estos informes, sino también ampliar los en lo relativo a las circunstancias y al contexto en que se. redactaron, habiéndose obtenido así un conocimiento más completo de ellos. Los datos que contienen dichos informes son a veces parciales o ambiguos, por lo que se estima que con futuras nuevas aportaciones podrá ir actualizándose la infor mación que se expone a continuación. Durante los últimos meses de la campaña del norte operaron en el Cantá brico tres submarinos republicanos: el C-2, bajo el mando del alférez de navío José Luis Ferrando Talayero; el C-4, bajo el del teniente de navío Jesús Lashe ras Mercadal, y el C-6, al mando del oficial soviético kapitan-leitenant (grado que puede considerarse comprendido entre teniente de navío y capitán dé corbeta) N. P. Eguipko. A finales de agosto, con la caída de Santander, Ferran do y Lasheras llevaron a Francia sus submarinos necesitados de reparaciones: el C-2 a Brest y luego a Saint-Nazaire, y el C-4 a Le Verdon y, posteriormente, a Burdeos. El 18 de septiembre el teniente coronel Julián Troncoso, en unión de otros varios partidarios de la causa nacional, fracasó en un intento de dominar las dotaciones republicanas y apoderarse de estos submarinos para el bando nacional, tras lo cual Ferrando y Lasheras se evadieron a zona nacional, haciendo también lo propio algunos miembros de las dotaciones. Eguipko hundió deliberadamente el C-6, quedando los otros dos submarinos, C-2 y C-4, carentes de comandantes y sometidos a reparaciones en Francia. Los submarinos inmovilizados en obras no contaban con comandantes y disponían únicamente de unos núcleos de dotación, debiendo enfrentarse a la ejecución de reparaciones importantes y posteriormente a un azaroso tránsito, a efectuar con vistas al regreso de los buques a la base operativa republicana de Cartagena. Esta situación constituyó un reto importante para el mando naval republicano y para el Ministerio de Defensa Nacional, organismos en los que existía tensión entre elementos comunistas y no comunistas, pero necesitados ambos de ayuda soviética. El mando naval encomendó al capitán de corbeta Pedro Prado Mendizábal, favorito de los comunistas, la función de supervisar desde París los proyectos de las reparaciones y, posteriormente, 8 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO solicitó la designación de oficiales navales soviéticos para incorporar nueva mente los submarinos a las filas republicanas. Esta solución presentaba la doble ventaja de constituir un medio factible de recuperar para el servicio los dos submarinos expatriados y de exiliar, al mismo tiempo, a Prado a un puesto donde su comunismo habría de tener una influencia poco perturbadora para el mando naval republicano. De añadidura, podría proporcionar una útil conexión con los oficiales soviéticos que habrían de ser nombrados comandantes de los submarinos. En estas circunstancias, a finales de octubre de 1936, N. P. Eguipko fue destinado nuevamente a Barcelona desde Amberes, donde se encontraba esperando transporte de regreso a la Unión Soviética, y el kapitan leitenant 1.A. Burmistrov fue reclamando t su vez desde este país. Los siguientes documentos constituyen los informes rendidos al Cuartel General Naval de la Unión Soviética por Burmistrov y Eguipko sobre sus experiencias en el mando de los submarinos republicanos en Francia, así como en lo relativo a la reconstitución de sus dotaciones, a la ejecución de sus obras y, por último, a la realización del tránsito seguro de los buques a través de aguas controladas por los nacionales, especialmente por el peligro so estrecho de Gibraltar, hasta llegar a Cartagena para ulterior servicio opera tivo en el seno de la Marina republicana. En su informe Burmistrov, coman dante del C-4, relata los acaecimientos comprendidos desde octubre de 1937 hasta abril de 1938, y Eguipko, comandante del C-2, desde octubre de 1937 hasta junio de 1938. El kapitan-leitenant Ivan Alekseevich Burmistrov (bajo seudónimo de «capitán de corbeta Luis Martínez») fue operario en una factoría durante la guerra civil rusa y organizador de un grupo del Koinsomol (1) en ella, habien do combatido por la causa bolchevique en las montañas del Cáucaso. En 1923, el Komsomol promovió su ingreso en la Marina de Guerra, sirviendo como fogonero en el crucero Kotnintern. Posteriormente, fue formado como maqui nista y en 1931 se graduó como oficial en la Escuela Naval Frunze. Sirvió como segundo comandante en un submarino basado en Sebastopol y poste riormente como comandante de submarino. En noviembre de 1936 fue envia do a España, donde el jefe del equipo asesor naval, N. G. Kuznetsov, le nombró primer oficial naval soviético destinado a incrementar la efectividad de los submarinos republicanos. Asignado al submarino C-4, comenzó su tarea estudiando los problemas de la fuerza submarina republicana, sus defi ciencias materiales y, sobre todo, elbajo nivel de disciplina y preparación para el combate por parte de las dotaciones de los submarinos. Como resultado de las recomendaciones de Burmistrov,y debido a la falta de oficiales submarinis tas en la Marina republicana, el jefe de la Flota, Miguel Buiza, le designó el primero de febrero de 1937 para mandar el submarino C-6 y, más tarde, el C-J, siendo así el primer oficial soviético que mandó directamente buques de guerra de la Marina republicana, con los que llevó a cabo largas patrullas de combate en el Mediterráneo y en el Cantábrico. Regresó a la Unión Soviética (1) Organización Juvenil Comunista (nota del traductor español). Año 1999 WILLARD C. FRANK JR. para ser destinado nuevamente a España en octubre de 1937, con la misión de incorporar el C-4 desde Francia a las fuerzas operativas republicanas del Mediterráneo. En diciembre de 1937 se encargó de constituir una nueva dota ción para el C-4, regresando a la Unión Soviética tan pronto como llevó a cabo dicha tarea, y la de trasladar en condiciones seguras el submarino a Cartagena en abril de 1938. Burmistrov fue ascendido posteriormente al grado de kapitan 1-go ranga (capitán de navío) en la Armada soviética. El kapitan-ieitenant Nicolai Pavlovich Eguipko (bajo los seudónimos en España de «don Severino Moreno» y «Matisse») era ya en aquellas fechas un experimentado comandante de submarino de la flota soviética del Pacífico, habiendo obtenido la Orden de la Estrella Roja al haber establecido a princi piós de 1936 un récord de permanencia en la mar (cuarenta días) en el subma rino de tipo medio Shch-117. Enviado a España en junio de 1937, releyó en julio a Burmistrov en el mando del C-6 en el Cantábrico, encontrándose este submarino con tal cíimulo de problemas en los sistemas de lanzamiento de torpedos, en su capacidad de batería y con una dotación mal adiestrada, que fracasó en sus ataques al crucero nacional Almirante Cervera desde de junio hasta octubre de 1937. Eguipko y su comisario «Paolo» sofocaron un complot de elementos anarquistas de la dotación para apoderarse del submarino. En agosto, Eguipko evacuó en el C-6 las reservas de oro y otros tesoros desde Santander, antes de su caída. Posteriormente, las averías causadas por ataques aéreos le decidieron a hundir el C-6 frente a Gijón en la noche del 19 al 20 de octubre de 1937, horas antes de que las fuerzas nacionales ocupasen la ciudad. Eguipko pudo escapar a Francia en un pequeño avión deportivo francés, encontrándose en Amberes, preparando su regreso a la Unión Soviética, cuan do fue destinado nuevamente al servicio en España a finales de octubre, para asumir el mando del C-2, a la sazón en obras en Saint Nazaire, y con objeto además de constituir una nueva dotación y volver a llevar el submarino a Cartagena, a través de aguas controladas por los nacionales. De regreso a la Unión Soviética, en julio de 1938, Eguipko alcanzó al final de su carrera el grado de vicealmirante. Por sus servicios en España, Burmistrov y Eguipko fueron los primeros marinos soviéticos nombrados «Héroes de la Unión Soviética». Ninguno de estos comandantes soviéticos conocía el castellano, por lo que hubieron de valerse de intérpretes para cualquier tipo de comunicación signifi cativa con sus dotaciones, totalmente españolas. El intérprete de Burmistrov fue Anatolii M. Gurevich, oficial de defensa antiaérea y estudiante de francés, quien a finales de 1937 estudió español eh un curso especial destinado a su capacitación como intérprete entre Burmistrov y su dotación. Gurevich actuó en España bajo el seudónimo de «teniente de navío Antonio González». El intérprete de Eguipko fue un experimentado oficial submarinista yugoslavo y militante comunista, cuyo nombre oficial fue el de Vokshin, aunque fue cono cido en España por el de «Juan Valdés». Este oficial había servido ya con Burmistrov y Eguipko en el C-6, en misiones de combate, en 1937. Vokshin era tan experto en los detalles técnicos de los submarinos de la clase «C» —y 10 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO en los procedimientos y órdenes para su manejo—; como en idiómas, lo que unido a poder disponer además del súbmarino C-1como aula flotante, facilitó grandemente su tarea de formar a Gurevich como intérprete de submariños. Ambos intérpretes representaron un elemento vital en la estructura del mando de los submarinos. No obstante, los propios comandantes soviéticos prepara ron unos vocabularios de órdenes básicas en español para poder dirigirse directa y rápidamente a sus dotaciones en situaciones de emergencia, sin tener que valerse para ello de sus intérpretes. Los textos de los dos citados informes fueron redactados a mano como borradores por sus autores, habiéndose puesto en limpio y mecanografiado posteriormente por otros miembros de la burocracia naval soviética. En el texto original ruso de dichos borradores aparecen tachados una serie de párrafos que, por considerarse .de gran interés, se han conservado en la traducción también tachados. Al traducirse al inglés los textos de los originales rusos se efectuaron algu nas correcciones de estilo que no aparecen señaladas en el texto de dichas traducciones. El informe de Eguipko está redactado en un estilo muchomás literario y gramatical que el de Burmistrov, por lo que el de éste ha sido corre gido en la traducción inglesa a fin de darle mayor corrección gramatical. Las notas a pie de página no figuran en los textos originales rusos. Año 1999 WILLARD C FRANK, JR. DOCUMENTOS Rossiiskii Gosudarstvennyi Arkhiv Voenño-Morskogo Flota Archivo Naval Estatal Ruso Fuente r-1529, Inventario 1, Carpeta 115, páginas 445-472 445 Dokladkapitana-leitenanta Eguipko o prichinakh potople niya podlodki C-6 i o perekhode iz Frantsii podlodki C-2 Informe del kapitan-leitenant Eguipko sobre las razones del hundimiento del submarino C-6 y sobre el tránsito del submarino C-2 desde Francia 446 .urmetrntnnrkrarrerirnh’iinnsinexactitudesexistentes eneldeleamarauanururov,proouuiuiiienteinintencionadasya niiréldesconocian’wiinnqcuestionesdedetallo. L1 Los súbmarinos españoles C-2 y C-4, bajo el mando de oficiales españoles, no se dirigieron a puertos franceses después de la liquida ción del frente norte, como señalaba el camarada Burmistrov, sino que dichos comandantes abandonaron los buques sin autorización del Gobierno español, dos meses antes de la caída del frente norte. Después de la caída de Santander y según órdenes del Ministro de la Guerra, Prieto, la Flota comenzó a tomar como base el pequeño, abierto y desprotegidopuerto de Gijón. Santander fue rodeado el 23 de agosto de 1937, quedando cortadas sus líneas de retirada. Durante la noche del 23 al 24 de agosto, los submarinos C-2 y C-4 embarcaron a bordo el mando español y yo embarqué a bordo del C-6 a todo nuestro mando (1), compuesto por 18 personas así como el ilegal tesoro del Partido [Comunista], incluyendo varios objetos de valor y moneda, por un total de 15 millones de pesetas. Los tres submarinos llegaron sin problemas a Gijón en la noche del 24 al 25 de agosto. 446 rey En esos momentos se encontraban en el puerto muchos mercantes y buques de guerra. A lo largo del día 25 de agosto el enemigo inició duros bombardeos aéreos sobre este puerto. Como resultado, los submarinos C-2 y C-4 y el destructor [José Luis] Díez sufrieron lige ros daños y varios grandes mercantes resultaron hundidos. En la (1) 12 Significa soviético. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOV1ÉTICO tarde del día 25, el Jefe de las Fuerzas Navales (2) convocó a una reunión a todos los comandantes de los buques. Los co mandantes de los submarinos, entre los que me encontra ba yo, expusieron que consideraban peligroso permane cer en puerto, por lo que deberíamos ha cernos a la mar. Todos los comandan tes y comisarios fui mos francos en nues tras exposiciones, diciendo que no re gresaríamos a Gijón El Jefe de las Fuer zas Navales fmgió no entendemos. Esa mis ma noche los tres submarinos salieron El kapitan-leitenant de la Marina soviética Nicolai P. Eguipko. hacia sus zonas de operaciones y a partir de entonces no volvieron a regresar a Gijón. La razón de esta salida no autorizada residía en el hecho de que si los submarinos resultasen destruidos, los oficiales y dotaciones temí an no poder salir de Gijón para pasar luego a Francia. Después de una serie de aventuras con los timones de buceo de proa inutilizados, y teniendo que forzar un intenso bloqueo de Gijón logré volver a este puerto al cabo de siete días. El bloqueo se mantenía con siete unidades mayores y un número desconocido de grandes unidades torpederas. A mi regreso fui ataca do ocho veces por unidades torpederas, pero gracias a las maniobras de nuestro submarino estos ataques no obtuvieron resultado. El submarino se reparó chapuceramente en Gijón. Después de esto, dependiendo de las condiciones del material y del tiempo, salía periódicamente para llevar a cabo operaciones en la mar. En este informe debo explicar las razones de la destrucción del submarino C-6, porque el camarada Burmistrov, que había sido llamado a 447 (2) Capitán de navío Valentín Fuentes López, jefe de las Fuerzas Navales del Cantábrico. Año 1999 13 W1LLARD C. FRANK, fR. Moscú a principios de noviembre de 1937 para que llevase su submarino de Francia a Cartagena, al ser preguntado por Shpelevs kii (3) —según se me dijo— por las causas de la destrucción del C-6, sin conocer las condiciones técnicas del submarino en aquellas circunstancias, dijo irresponsablemente que fue por culpa del comandante, ya que el submarino tendría que haber permanecido en la mar y no en puerto. No puedo entender sus rarones para compro meterme sin conocer las circunstancias y la situación. Posteriormente, en febrero, cuando le vi por segunda ve en la 447 rey España republicana en presencia del camarada Basistyi (4), eonseje ro del jefe de Estado Mayor de la Marina, sugerí que ya que todos los testigos vivos de la destrucción del C 6 se encontraban presentes en esos momentos, se realiase una investigación acerca de las causas de dicha destrucción y que si resultase de ella que yo era el culpable se me eastigara, pero que si se tratase de un comentario infundado e irreflekivo debería él admitir su error e informar de ello al camarada Shpelevskii. A esto replicó que no me culpaba de la dcstruoeiói”J’._t’.fl— tamnoeo llevaría a cabo una investigación. i Breve descripción de las causas del hundimiento del submarinoC-6 448 (3) (4) 14 Cuando quedó claro a nucstroconscjoronaval que Santander esta ba predestinado a caer, resultó obvio que la totalidad de la Flota del norte no podía basarse en el puerto de Gijón, pues ello conduciría a su destrucción. Esta opinión fue trasladada a nuestros jefes de Valenciay al Ministerio de Defensa Nacional. Se recibió un telegrama de respuesta del ministro, ordenando «que la Flota quedase basada en el puerto de Gijón». Las condiciones técnicas del submarino C-6 eran muy pobres. Hasta un total de quince equipos distintos de la maquinaria estaban totalmente inoperativos, no siendo posible su reparación, por no contarse allí con una base de reparaciones. En octubre de 1937 la batería suministraba únicamente la mitad de su potencia, de 3.000 a 3.500 amperios hora. Fue precisamente el camarada Burmistrov quien en su informe de 19 de junio de 1937, dirigido al jefe de la Flota del norte, había dejado ya expuesto que las condiciones de la batería eran tan pobres que en dos meses quedaría fuera de servicio. A pesar de las relativamente pobres condiciones técnicas del submarino salí a la mar periódicamente para realizar operaciones de combate en las que el submarino juga ba un papel más importante como apoyo moral que como medio capaz de infligir daños materiales al enemigo. Salí para efectuar la última de estas operaciones en la noche del 14 al 15 de octubre. Al Coronel jefe del Servicio de Inteligencia “X” [español] del Ejército Rojo. Nilolai Efremovich Basistyi. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTiCO amanecer atacamos con éxito al enemigo mediante un fondeo de minas, ya que los torpedos no funcionaban. En la noche del 15 al 16 de octubre regresé a la base. Esta salida tuvo una duración de un solo día, porque al estar la batería agotada se elevaba tanto su temperatu ra al cargarla, que esta operación tenía que realizarse fraccionadamente a lo largo de dos o tres noches. 448 rey La batería no podía cargarse durante el día debido a los inespera dos ataques de aviación al puerto de Gijón. Se inició una carga en la noche del 16 al 17 de octubre, continuándose durante la noche siguiente y las horas diurnas del 18, día en que suponíamos que podríamos terminar la reparación de la única bomba de achique de sentinas de que disponíamos y que podríamos salir en la noche del 18 al 19 de octubre. En la mañana de ese mismo día entró en Gijón un mercante panameño con armas. Fue descubierto por el enemigo, el cual inició un bombardeo aéreo excepcionalmente intenso sobre el puerto, continuándolo hasta que el buque se hundió. Durante este bombardeo cayeron dos bombas en las proximidades del costado del submarino C-6, originándose orificios en el pantoque de sus cascos exterior y resistente, y el desprendimiento de muchos remaches. Estallaron todos los elementos de la batería de popa, El submarino C-6 en maniobras el 7 de julio de 1933. Fotografía del Servicio Fotográfico Aero naval. Museo Naval, Madrid. Año 1999 15 WJLLARD C. FRANK, JR. derramándose el electrolito en el poceto del cajón de ésta. Estalla ron también algunos elementos de la batería de proa y quedó fuera de servicio la aguja giroscópica. Se produjeron fendas en los diésel e importantes deformaciones en mamparos. Muchos elementos de la maquinaria fueron arrancados de sus basadas y otros quedaron totalmente averiados. En tales condiciones el submarino quedó incapacitado para salir a la mar, tanto en superficie como en inmer sión. Con objeto de determinar las condiciones técnicas del submari no, el jefe de la Flota designó el 19 de octubre una comisión cons tituida por un maquinista de la Flota y dos ingenieros civiles pertenecientes a la industria militar. A instancias mías, esta comi sión vino a mi buque durante las horas diurnas del día 19, aunque por mostrarse temerosos de los bombardeos diurnos se resistían a MM. Este mismo día se llegó a la conclusión de que Gijón sería capturado por el enemigo en uno o dos días. Dada mi responsabi lidad sobre el submarino y preocupado porque no cayese en manos del enemigo, insistí enérgicamente en que la citada comi sión realizase sus trabajos a bordo del submarino en horas diur nas, incluso aunque hubiese bombardeos. La comisión llegó a la conclusión de que era imposible la salida a la mar del submarino. El jefe de la Flota envió un telegrama al Ministerio de Defensa solicitando autorización para hundir el submarino, autorización que se recibió al final de la tarde. Como no me fue posible encon trar al jefe de la Flota, y dado que esta noche era la última de que se disponía, saqué el submarino a la mar a 2330 horas, sin notifi cárselo y utilizando un remolcador y uno de los motores diésel. Hundí el buque a unas 2,5-3 millas del puerto. El equipo de once hombres que realizó el hundimiento vino en una lancha y regresó en 449 rey ella a Gijón. Al amanecer de esa misma noche, nuestro último grupo ruso, incluyéndome a mí, abandonó Gijón en avión. Esta ciudad fue capturada por el enemigo en la tarde del día 20 o en la mañana del 21 de octubre. 449 450 Constitución de la dotación del submarino C-2 Las reparaciones de los submarinos C-2 y C-4 fueron supervisa das por el oficial comunista español don Pedro Prado. A la llegada de Burmistrov a París nos reunimos los tres, informándonos Prado del estado de las reparaciones de los submarinos. No pudimos entrar en el detalle de estas reparaciones debido a nuestro escaso conoci miento del español, pero supimos que las reparaciones de los dos submarinos terminarían en fechas distintas. Fuimosauxiliadosporel 16 Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOViÉTICO 1 XI’ 1 1 1 .1’ él(5)(Estáah raenP i$. Quedó absolutamente claro que el camarada Burmistrov y yo necesitábamos un intérprete. El primer submarino que llegase a Cartagena se necesitaría inmedia tamente para participar en operaciones de combate y por lo tanto haría falta que nuestro comandante de ese buque, comenzase a traba jar sobre la marcha. Burmistrov dijo que tenía orden de partir para Moscú e 450 rey ir a casa. Dernao a estas tei* raciones de los submarinos tcrmiarían en fechas uibLiliLW, por io que sugerí al camarada Burmistrov desde aquí que yo tomase el mando del primer submarino que terminase sus reparaciones y que continuaría navegando en este buque en aguas del sur, hasta que se me relevase. Se mostró de acuerdo con ello. Juntamente con Pedro Padro estimamos que el C-2 sería el primero en termi nar mucho antes sus reparaciones. Consecuentemente, yo habría de ser comandante del C 2 y sugerí ser enviado a Cartagena para constituir la dotación de éste y al mkmn tirmnn lrvnntnr unn rtlnción 1depersonal para el C 1 de lo que -4411LiWW ‘‘ !2TT?, pi euinuraua Eurmistrov u iruvcs uci cumuruda Y. Por consiguiente, yo debería empezar inmediatamente a constituir la itiutii.u dotación del C-2. A tal efecto y con el consentimiento del cama rada Burmistrov, me trasladé a Barcelona, llegándo el 31 de diciembre. Las responsabilidades del camarada Burmistrov consistían en seguir las reparaciones y en averiguar la fiabilidad del personal que ya se encontraba a bordo de los buques, infor mándome de aquel que no no fuese digno de confianza para que yo pudiese sustituirlo. El camarada Burmistrov no pudo realizar esto. El 31 de diciembre volé sobre la frontera y llegue a Barce lona. Con objeto de formar personal apropiado, designé un núcleo de unos cuatro o cinco submarinistas comunistas y de elementos izquierdistas que yo había conocido en el norte. &t Barcelona, a principios de enero, conocí a un intérprete, el camarada Tokshin (6), que había trabajado en un submarino con el comandante Burmistrov y conmigo. Aunque iba a regresar a Moscú, le propuse que viniese conmigo para formar a la dota ción y luego participase en el tránsito del submarino, a todo lo cual accedió de buen grndo. Yokshin constituyó una gran ayuda para mí porque conocía muy bien las condiciones reinantes en España y a muchos submarinistas. En ocasión de mi visita al (5) N. N. Vasilchenko era el agregado aéreo soviético en París. El intérprete no ha sido identificado todavía, aunque posiblemente fuera A. M. Gurevich. (6) Vokshin. bajo el seudónimo en España de «Juan Valdés», era un experimentado oficial submarinista yugoslavo, comunista y voluntario, que había servido ya en submarinos españoles en misiones de combate. Año 1999 17 WILLARD C. FRANK, JR. donVal. (7),fui dantedelsubmarinoC2,conantigüedaddci1.0deenero. Al prin cipio no encontré obstáculos en la selección del personal, pero posteriormente varios buenos especialistas en submarinos (elemen tos izquierdistas) fueron excluidos y reemplazados por otros por el mando, siendo ocupados sus puestos por elementos poco fiables, a 451 rey loscualestuvequearrestarposteriormenteytrasladaraEspaña dcsdc Francia. No protesté de estos reemplazos porque no quería que me pudie sen inculpar de nada. Además quedaba la cuestión más crucial para mí que era la del nombramiento del comisario. Solicité que se desig nase a mi antiguo comisario del submarino C-6, un comunista que era muy respetado (8) por la marinería y siempre honesto y veraz. Expongo una pequeña historia sobre este comisario del C 6. Después de regresar del norte, escribí una carta al Gobierno, en la que culpaba a un anterior jefe de la flota del norte, don Valentín, de las grandes denotas sufridas por esta flota. En aquellos momentos, don Valentín había sido nombrado subsecretario de Marina (un protegido de Prieto) (9). Don Valentín inició varias intrigas contra el peligroso comisario del C 6 y como consecuencia de ellas, fue degradado a mecánico y destinado a un remolcador. Al principio, cuando le propuse como candidato, «don Ubo (10) (sic) no mostró oposición a ello, como tampoco lo hito el comisario general de la flota, Bruno Alonso, quien dio orden de que se le nombrase comisa rio del C-2. Pero tan pronto como don Valentín se enteró de este nombramiento, inició varias intrigas en contra de él llegando la 452 cuestión a conocimiento del ministro Prieto. En mi informe al cama rada Grigorovieh (11) manifesté que el nombramiento de mi eomi sano resultaría muy deseable para mi y que ya se había firmado la orden para su nombramiento. El camarada Shtern estuvo de acuerdo conmigo y dijo que si querían que yo mandase el submarino deberí an tener en cuenta mis opiniones. Cuando regresé a Cartagena, informé al camarada Alafuzov (12) de mi conversación con el cama rada Shtern. También le expuse mi conversación con el camarada Grigorovich y la opinión de éste. Alafuzov, expresando su punto de vista personal, dijo que todo el asunto relativo a mi comisario no tenía mayor importancia, debiendo tenernos sin cuidado a quien 1 - -1 (7) Fuentes. (8) «Paolo», puede que fuese el auxiliar de Torpédos y Electricidad Ernesto Conesa Avilés. (9) Ministro de Defensa Nacional, Indalecio Prieto Tuero. (10) Luis González de Ubieta. (II) Seudónimo del general Grigorii Mikhailovich Shtern, jefe del grupo asesor militar soviético en España. (12) Kapitan Jil-ranga (capitán de fragata) Vladimir Antonovich Alafuzov, jefe del grupo asesor naval soviético en España. 18 Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO nombrasen y no debiendo tampoco interferir en la formación del personal. Este punto de vista fue respaldado por el camarada Burmistrov. Al no tcncr el apoyo dc Alafuzov en una cuestión tan importante para mi, exploté y dije allí mismo que si esa era su opinión acerca de dicho asunto, no tomaría el mundo del submarino sin mi antiguo comisario. Después recapacité sobre mi eomporta miento y llegué a la conclusión de que había cometido. un enor al explotar tan imprudentemente, ya que todo esto podría ser interpre tado y utilizado por distintas personas de varias maneras. La opinión del camarada Burmistrov sobre la formación de la dow 452 rey eión era similar a la del camarada Alafuzov. En mi opinión, esta formación determinaría el funcionamiento de los submarinos, tanto en lo concerniente a sus reparaciones, como a sus actividades en combate. Creo que siendo relativamente positivos y razonablemente diplomáticos, nuestros jefes navales podrían haber insistido ante el mando español para que tomase en consideración nuestras opinio nes, puesto que todos los oficiales españoles tenían miedo de salir a la mar en submañnos y solicitaban la presencia de comandantes rusos. 453 Pronto recibimos noticias negativas de la pobre formación del personal de la dotación: hasta doce hombres del submarino C-2 estaban relacionados con los fascistas y trabajaban para ellos. Todos estos hombres habían sido nombrados. en contra de mi voluntad. Pocos días antes de mi llegada dejaron fuera de servicio la nueva batería y explosionó la bomba de achique de sentinas. Este acto de sabotaje supuso un retraso de dos meses en las obras del submarino. A mi llegada al buque, bajo mi responsabilidad y sin autorización arresté a todos ellos y los envié a España bajo custodia de gendarmes franceses. Esta acción purgó completa mente la dotación de elementos fascistas. Posteriormente establecí un control especial sobre el personal, no volviendo a desertar nadie de mi submarino. La formación de la dotación del submari no C-4 se estaba realizando básicamente por el mando español, con el resultado de que este personal se mostró de muy baja cali dad: las reparaciones se realizaban pobremente y como conse cuencia se produjeron muchos accidentes en los diesel durante el tránsito del C-4. 453 rey Año 1999 Justo antes de la salida del C-4 se pasaron nueve hombres a los fascistas, informándoles del apellido de su comandante y aclarándoles que era ruso. La emisora de radio de Salamanca dijo abiertamenteantes de la salida del C-4 que el comandante de este buque era el ruso «Luis Martínez» y que había otro oficial ruso a bordo. Debido a la deserción de estos nueve hombres, el C-4 no podía realizar el tránsito, por lo que tuve que auxiliarle con mi personal. Envié a mi segundo comandante 19 WILLARD C. FRANK, iR. y a seis hombres de distintas especialidades. Después, estos siete hombres regresaron e hicieron el tránsito conmigo. Cuando yo iba de regreso a mi país, vi en Barcelona al camarada Kuzmin (13) coman dante del C-4. Se lamentaba de la baja calidad de su personal y de que casi pagó por ello un día en la mar. De todo esto se deduce lo impor tante que resultaba en estas condiciones la formación del personal. 454 Prado reveló indecisión en la purga del personal, porque Prieto y el mando naval estaban tratando de dejarle en evidencia por ser comunista. Se le envió a Francia a reparar los submarinos no porque fuese submarinista, sino porque no se le quería mantener en la Flota, debido a la popularidad de que gozaba entre la marinería. Durante su estancia en Francia consiguieron dañar en forma impor tante su natural autoridad. Al principio se enviaba gente indigna de confianza a integrarse en las dotaciones con el especial encargo de los protegidos de Prieto de vigilar las acciones de Prado. Las prime ras peticiones de éste, encaminadas a desembarcar a varios hombres pocos dignos de confianza, fueron recibidas en el Ministerio como inspiradas por su política comunista. Evidentemente, en esas eondi ciones no fue capaz de cribar al personal poco fiable. Tras la caída del Ministro de Defensa, Prieto, Prado empezó a actuar inspirando más confianza y actualmente desempeña el cargo de jefe de Estado Mayor de la Marina. 455 En algunas cuestiones relativas a los submarinos, yo tenía mis própias opiniones, que no coincidían con las de Alafuzov. Por ejem pb, el mando naval español pidió a su asesor ruso el envío de comandantes de esta nacionalidad para los tres submarinos. Nuestro asesor Alafurov solicité el envío de éstos, pero no se tomaron las medidas pertinentes para asegurar el éxito de éstos en sus nuevas funciones, con lo cual uno puede imaginar la siguiente escena: llega nuestro nuevo comandante, no sabe español, desconoce el diseño de los submarinos y no conoce al personal de la dotación. Resulta claro que en tales condiciones no podía tomar parte inmediatamente en patrullas de combate, necesitando por lo menos ún mes para hacerse con el buque. Por otra parte, nuestro mando no insistió en que el mando español tomase en consideración las opiniones de nuestros comandantes en cuanto a la formación de las dotaciones. En las dotaciones hay elementos semifaseistas, pero hay también gente simplemente temerosa de salir a la mar, que llevan a cabo actos de sabotaje en la maquinaria para que el submarino no pueda navegar. Resulta claro que en estas condiciones el deseo de nuestros (13) 20 Kapitan-leitenant (capitán de corbeta) German Kuzmin. Núm. 64 SUBMARiNOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTiCO 455 rey comandantesdeconseguiréxitospuederedueirscaceroysuautori dadquedarádeteriorada. Además,penséqueyaquenuestroscomandantesnaveganen submarinos,nuestrosjefesdeberíaninsistirparaquesetenganen cuentaporelmandoespañollasopinionesdenuestrosasesoresen cuantoalempleooperativodelossubmarinos.Yestonotendría queconseguirseabasodepeticionesyponiendocondiciones,sino pormediodeuntrabajoconjuntobienorganizadoyjuiciosoy consiguiendounciertogradodeautoridad.Hicetodoloposibleen relaciónconlaprimeracuestión.Sugeríatravésdelcamarada Colovko(14)laformacióndetresjóvenesintérpretesenBarcelo na,paraauxiliaraloscomandantesdelossubmarinos.Elcamarada ColovkocomunicóestoalcamaradaAlafuzovelcualcursólapeti eión.Despuéspudieronconseguirsetresintéretestrasgrandesdifi cultades.TambiénporpeticióndeAlafuzov,organicésuinstrucción yadiestramientoabordodeunsubmarinoyredactéundiccionario detérminosparamandarunsubmarino. 457 (14) Año 1999 Posteriormente,actuaronmuyeficazmente.Unodeellosnoactúa connuestrocomandanteenunsubmarino,entantoqueelcamarada Burmistrovllevóaunodeellosensutránsitoyelotronavegatoda víaconuncomandanterusoenunsubmarino. Afinalesdefebrerooprincipiosdemarzo,unavezconcluidala formacióndeladotación,elcamaradaBurmistrovyyo,antesde iraFrancia,fuimosaBarcelonaparaentrevistamosconeldelega dodelcamaradaGrigoroviehyrecibirinstruccionesfinales.El camaradaBurmistrov,basándoseensusobseraeioncspersonales obtenidasenFrancia,sugirióquenoembarcásemosenlossubma rinoshastaquefaltasendetresacincodíasparalasalida,debido alavigilanciaqueejercíanlosfascistasylapolicíafrancesa.No estuvedeacuerdoconestoysugeríquetododeberíaquedarclaro cuandofuésemosaParísyquedeberíamosembarcarenlos buquesdeacuerdoconlascondicionesexistentesyconlas instruccionesvigentes.Ningúnmandoespañolnoshabíadado dichasinstruccionesparaembarcarenlossubmarinosdetresa cincodíasantesdesusalida.Yaunenelcasodequeestas instruccionessehubiesendado,yohubieseestadoendesacuerdo conellas,porqueresultaimposibletratardeprepararsepersonal menteparahacersecargodelbuquedetresacincodíasantesde saliralamar.Porelcontrario,eljefedeEstadoMayordela Marinaentendióquedeberíamosembarcarenlossubmarinostan comollezásemosaFrancia. Arsenii Grigorevich Golovko, asesor del jefe de la base naval de Cartagena. WILLARDC. FRANK,JR. 1-_ 456 —1—— Modórie en presencia de dos intérpretes. Pedro Prado pidió al cama rada Burmistrov que se incorporase al submarino lo antes posible y se alojase en 61, puesto que ya se había embarcado una batería. El camarada Burmistrov se negó a ello, argumentando que el submari no todavía no estaba limpio y que el camarote del comandante no estaba terminado. Intervine y corregí este error del camarada Burmistrov. Estos hechos demuestran que el mando español quería que embar eásemos lo antes posible, pues la presencia de comandantes rusos a bordo de los submarinos reforzaría su seguridad y elevaría la moral delpersonal. 457 rey Reparaciones en el submarino C-2 458 Casi todos los astilleros franceses rechazaron la reparación de submarinos españoles. Un astillero («Chantiers») de St. Nazaire accedió reparar el C-2, pero a condición de que no hubiese marine ros españoles a bordo del buque durante las horas de trabajo. Prado, que en esa época estaba a cargo de las reparaciones, insistió en que al principio debería haber cinco marineros españoles a bordo del submarino. El astillero accedió a regañadientes. Prado continuó insistiendo en incrementar el número de españoles, logrando su propósito. El ritmo de las reparaciones se fijaba básicamente por el astillero, en lugar de hacerlo la dotación. El personal de ésta terminó su parte en los trabajos mucho antes de que lo hiciese el astillero, ya que la dotación podía trabajar a lo largo de las tardes, noches y días festivos. Por lo tanto, no es conecto culpar a Prado de la lentitud con que se terminaron las reparaciones. 458 rey Tan pronto como llegué al submarino, fui incluido en la lista de su dotación como oficial maquinista subalterno, e inscrito en los regis tros de la policía francesa. Las funciones propias del comandante en cuanto a las relaciones con los mandos franceses, con la policía y con el astillero que efectuaba las reparaciones, le fueron asignadas a un oficial maquinista muy inteligente, que hablaba francés y digno de confianza sin lugar a dudas, Celestino Ros (15). Siempre se presentaba a sí mismo como comandante del submarino. De esta forma, yo dirigía realmente las reparaciones del buque y la prepara ción para el tránsito. Ordené a toda mi dotación que nunca dijese a nadie que yo era un ruso que se encontraba a bordo y que, al mismo ticmno. fiirrn ¡Iri buque tratasen con el debido respeto al comandan tenominal. (15) 22 Segundo maquinista Celestino Ros Martínez. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SQVJÉTICO 459 señalóanteriormente,unavczarrestadoa hombresdeladotaci11 queschubiesenproducidodaños importantes,asumílagestióndetodaslascuestionesconmis propiasmanos y tras bastantes dificultades conseguí establecer unas condiciones según las cuales nuestra gente podía permanecer en el astillero en que se reparaba el submarino. De esta forma, mi geñte vigilaba el avance de las reparaciones y me informaba inmediata mente de cualquier anormalidad. Después de esto, me dediqué a presionar para que los trabajos se ejecutasen en los tiempos previs tos. A veces, para detener los sabotajes en los talleres en que se realizaban los trabajos, teníamos que pagar dinero en bonos a sus ingenieros y técnicos de las factorías. Por otra parte, ya que la sema na laboral francesa es de 40 horas y que muchos días eran festivos debido a la Pascua de Resurrección, tuvimos que establecer contacto con el presidente del sindicato, quien nos autorizó para la realización de trabajos durante los días festivos, con objeto de que las reparacio nes de los submarinos españoles pudieran llevarse a cabo en los tiempos previstos. Duranteestosdías,lacomisióntécnicaespañola doblóyaveces+.4-1Xelsalariodelosobreros,yaquenoteníamos restriccionesecononueas. Los periscopios se repararon durante la Pascua y en fines de semana por miembros de la comisión técnica francesa de auxilio a la República española. Figuraban en ella dos profesores, uno de los cuales era el jefe del laboratorio óptico en París que construía peris copios para los submarinos franceses. ..iim, , 459 rey Espionaje fascista Existía una organización fascista española, encabezada por el cónsul de Cuba en el puerto en que se llevaron a cabo las reparacio nes del C-2. Esta organización estaba apoyada por el partido francés de Jaeques Doriot (16) y tenía conexiones con el director fascista de la planta de «Chantiers» que reparaba el submarino y con muchos ingenieros que simpatizaban también con estas ideas. Por todo esto, los fascistas disponían de información sobre el progreso de las repa raciones del submarino. El periódico reaccionario de St. Nazaire «La Faro» (17) (sic) publicaba fotografías del C-2, con descripciones relativas al progre so de las reparaciones y de los preparativos para la salida a la mar, ya que recibía toda esta información del director de la planta. Un día en que estábamos efectuando pruebas, programé una de ellas para las cuatro en punto de la tarde en el puerto, después de haber solici (16) (17) Año 1999 Jacques Doriot, del Parti Populaire Français, de orientación fascista. Probablemente Le Phare de la Loire (Nantes). WJLL4RD C. FRANK,fR. tado autorización del director de la planta y del capitán del puerto. Al día siguiente, en la mañana del día de la prueba, apareció una foto del C-2en «La Faro» con una descripción detallada de lo que el submarino iba a realizar y cuándo. Después de leer esto en el perió dico decidí dejar a «La Faro» en evidencia ante sus lectores, re460 programandola prueba para las cinco de la madrugada del día siguiente, horaalacualtodoelmundoestaríadurmiendo. De acuer do con la información del periódico, la gente empezó a llegar a las cuatro de la tarde, incluidos operadores cinematográficos de docu mentales. Todos se sintieron defraudados al no empezar a maniobrar el C-2 a la hora anunciada. Al día siguiente apareció un artículo exculpatorio en el mismo periódico, explicando que el submarino no había podido realizar la prueba, debido a una nueva avería. Y en la madrugada de ese mismo día, a las cinco en punto, pude realizar las maniobras necesarias para la prueba. El equipo editor del perió dico se enteró de todo esto algunos días después y publicó un artícu lo en el que decía que el comandante del C-2 «nos está ocultando sus movimientos». Posteriormente volví a repetir la triquiñuela con el periódico dos o tres veces, después de lo cual comenzaron a escri bir con menos frecuencia sobre el C-2 y siempre después 460 rey de los acontecimientos yconartículosmenosenfáticosyllenosde disculpas.Despuésdeutilizarestemétodovariasveces,solicitaba autorizaciónyejecutabaunapruebaenelmismodía,deformaque aunqueelperiódicoescribiesesobreello,lobacíasiempredespués dcsucjccución. DespuésdesufracasoenelC2(18),losfascistasconcentraron susesfuerzossobreelC4,yaqueelC1(19),partiótranquilamente para Cartagena. Los fascistas disponían de muchas mujeres agraciadas, cuya misión consistía en trabar conocimiento con el personal del submarino, lograr que se enamorasen de ellas, corromperlos y atraer a los más prometedores a domicilios de fascistas, donde algunos varones de estas ideas pudieran influir sobre ellos. Los objetivos de los fascistas eran los de conseguir la deserción de marineros y la organización de sabotajes a cambio del pago de grandes sumas. 461 De esta forma consiguieron captar a uno de nuestros ma quinistas, el cual les dijo únicamente que había un comandante ruso en el submarino. Según me contaron no les dijo su apellido. Tan pronto como este hombre regresó de tierra, le arresté y al día siguiente le envié a España bajo custodia de un gendarme fran cés. A los dos días, el jefe de policía requirió una relación de toda la dotación del submarino, insistiendo en que había extranjeros a (18) (19) 24 Cambiada la numeral en el informe por la de C-4. Çambiada la numeral en el informe por la de C-2. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO bordo, cuyos apellidos desconocía. Esta investigación del jefe de policía no tuvo éxito. Debido a la acción de las mujeres fascistas, di estricta orden de prohibición absoluta de reuniones y de establecimiento de contactos con mujeres y hombres desconocidos, restringí las salidas de francos y reforcé el control sobre la marinería con el auxilio de marineros firmes y dignos de confianza. Estas medidas paralizaron la labor de las mujeres fascistas. La policía republicana española envió dos agentes secretos al submarino C-2, que se infiltraron en la organiza ción fascista y consiguieron cierto ascendiente en ella. Me informa ban en todo momento del trabajo de los fascistas, de las gentes que les visitaban y de los sabotajes y acciones subversivas que estaban 461 rey planeando. Cada vez que el cónsul español venía a informarme personalmen te sobre los sabotajes y acciones subversivas planeadas por los fascistas, se quedaba siempre sorprendido de que yo ya conociese todo eso. Unicamente el cónsul general de España conocía la exis tencia de los dos agentes de policía. Durante mi permanencia en el submarino C-2 tuvieron lugar muchos acontecimientos de distinta índole, pero en ningún caso pudieron los fascistas causar daños al submarino, así como tampoco fueron capaces de organizar la deser ción de un solo marinero. Pruebas del submarino y recepción de aprovisionamientos 462 Año 1999 El puerto de St. Nazaire es una ensenada cerrada. Esclusas y compuertas permiten la entrada y salida del mismo. En esta zona tienen lugar grandes mareas entrantes y vaciantes, con diferencias de altura del orden de los ocho metros. El nivel del agua en la zona portuaria se mantiene igualado al de la pleamar, por lo que sólo puede salirse a la mar a través de las esclusas durante esta fase de la marea. Habida cuenta de estas características del puerto y de la situación política preparé un plan de pruebas de la maquinaria y del buqueque no hubiesen de efectuarse en la mar. Era consciente de que el Gobierno francés no permitiría que el C-2 realizase pruebas en sus aguas territoriales. Por lo tanto me apresuré a ejecutar en puerto mis pruebas de inmersión antes de recibir una aprobación oficial. Escogí para ello un domingo, día en que los funcionarios franceses no trabajaban y salían fuera de la ciudad. El sábado por la tarde solicité autorización del capitán del puerto para hacer inmersión, con el ruego de que mantuviesen secreta mi solicitud. En la madrugada, a 0500 horas, realicé mi primera prueba en inmersión. Se apreció que el submarino estaba sobrecargado, por lo que fue necesario ajustar el lastrado, el trimado y la estabilidad. WJLLARDC. FRANK,JR. Ese mismo día efectuamos rápidamente los cálculos necesarios y el reajuste del lastre. A primeras horas de la mañana del lunes efectuamos una prueba final en inmersión (la profundidad del puerto es de 10 metros) que se desarrolló satisfactoria y rápida mente. Ese mismo día, el mando naval superior de la zona marítima, almi rante embarcado en el acorazado francés Strasbourg (20), citó a nues tro comandante nominal y le entregó unas instrucciones del Gobierno francés, según las cuales, el C-2 no podía hacer inmersión en puerto o en aguas territoriales francesas. Asimismo precisaban, que después de su salida a la mar, el buque no podría regresar a ningún puerto francés, so pena de quedar internado. Se incluían también algu 462 rey nas otras condiciones. En cierta medida estas instrucciones carecían ya de valor para mí, puesto que ya había realizado las pruebas en inmersión. Cuando el almirante le entregó estas instrucciones a mi comandante nominal le felicitó por la eficaz y puntual realización de todas las actividades del submarino. Este almirante era simpatizante de la España republicana y siempre nos ayudó durante las reparacio nes. El resto de la maquinaria se probó atracados en el muelle. Presté especial atención a la estanqueidad de los tubos lanzatorpedos de 463 popa, porque solamente podían probarse a cota profunda. Se comprobó también el funcionamiento de la aguja giroscópica Anschütz, de Kiel, durante la maniobra del buque y en el muelle, pero no pudo obtenerse su desvío porque no se dispuso de enfila ciones en tierra. La aguja magnética llevaba años sin funcionar y no se dispuso de personal especializado para ponerla en servicio. El resto de la maquinaria se comportó satisfactoriamente durante las pruebas. Embarqué víveres solamente para 35 días y agua potable para 15, ya que el submarino estaba sobrecargado. Con mi especial autoriza ción se embarcaron, además de los citados aprovisionamientos los siguientes efectos: 25 bicicletas, 2 motocicletas, 3 silletas de niño, 1 coche de niño y 5 grandes cajas con repuestos para las lanchas torpederas. Cada marinero embarcó no menos de 50 kilos de alimen tos y algunos de ellos estibaron hasta algo más de 500 kilos. Todos estos efectos y víveres se estibaron debidamente en el submarino. Se dejaron libros todo@loG acooso a la maquinaria y a lo puo3to@dc control del buque. Se dieron in3truccionc3 al efecto y todo ello 3C cjccutounicamcnteconmi permiso. La cuestión de la comida era muy importante para los españoles, 463 rey por lo que les autoricé a embarcar tantos alimentos como permitie sen las posibilidades de funcionamiento del submarino. • • (20) 26 Probablemente el vicealmirante Jean de Laborde, jefe de la Escuadra del Atlántico. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBL1CANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO De acuerdo con las condiciones establecidas por los franceses, se embarcaron los proyectiles y las cabezas de combate de los torpedos con un solo día de antelación a la salida final. Una vez que se embarcaron las municiones, los periodistas obtu vieron fotografías, que aparecieron en los periódicos del día siguien te, con sus correspondientes comentarios. Los preparativos para la salida fueron totalmente abiertos al público, por lo que los fascistas quedaron enterados de todo. Dejótodoslosrecortesdelosperiódi eosyfotografíasdelC2alcamarada TenParís. Preparación para la salida del submarino C-2 464 Las condiciones políticas para el submarino C-2 se fueron deterio rando ya que la policía y la gendarmería reforzaron su control sobre el submarino y su dotación. El jefe de policía comenzó a ejercer control y citaba a todos aquellos que tenían que venir al submarino para que le viesen en persona, a fin de comprobar su nacionalidad. En aquellos momentos faltaban diez especialistas en la dotación del buque, estimándose que habría de transcurrir mucho tiempo antes de quepudiesen destinarse, de modo que decidí salir a la mar sin ellos. Distribuí a la dotación a dos guardias, en las cuales incluía al perso nal de cifra, auxiliares sanitarios y reposteros. Dichoenotraspala hrnmantuveoeueadoatodoelmundoconalgunaclasedeservicio. Fijé la salida para el 17 de junio, dado que así, al aproximarnos Estrecho de Gibraltar, la Luna estaría terminando su cuarto menguante y la noche estaría muy oscura. Debido a esta sincroniza eién con la fase lunar, no pude esperar ya más la llegada de les rrsnrtrn nara equipes eléctricos que me habían sido enviados desde Cartagena. Antes de la salida trimamos el buque en la siguiente forma: proa, 2 toneladas, popa 1 1/2 toneladas y centro, 3 toneladas. El tanque central del trimado no se llenó en puerto para hacer inmersión, porque en ese caso, el submarino hubiese tenido 10 toneladas de flotación negativa. La densidad en este puerto era 1,016. En el golfo de Vizcaya su valor era 1,025 y en el Mediterráneo 1,027. En cuanto al desplazamiento del submarino esta diferencia de densidades equi valía al volumen del tanque central de trimado, por lo que salí con este tanque vacío y después, cuando me encontré a 30 millas de 464 rey tierra, lo llené totalmente mientras me sumergía, sin que variase el trimado, quedando éste finalmente bien ajustado. Envié un telegramaal jefe del Estado Mayor de la Marina a través del servicio de telégrafos francés y utilizando el código del submarino, dándole cuenta del grado de alistamientodel buque a la salida y solici tando autorizaciónpara realizar ésta, autorizaciónque me fue concedida. Año 1999 27 WJLL4RD C. FRANJ IR. Salida A medida que se aproximaba la hora de la salida, la policía, los gendarmes y el personal directivo de la planta se congregaron cerca de las esclusas. Llegó entonces el práctico francés, quien tuvo que embarcar porque los franceses no nos permitían pasar a través de las esclusas sin él. Aparecieron unos cuantos periodistas y nos fotogra fiaron desde todos los ángulos. Nos despedimos amistosamente de las autoridades y de los directivos de la planta. Cuando nos encon trábamos en la esclusa, la administración del puerto nos presentó su última factura, correspondiente a nuestro paso por esta esclusa, paso que fue dirigido por el comandante naval del puerto de St. Nazaire. A 1820 horas salimos del puerto y quedarnos en franquía. 465 Durante nuestra salida, el secretario del partido comunista de St. Nazaire, un pescador, despachó un bote pesquero a motor para explorar la zona, comunicándome con él por medio de mi intérprete, camarada Vokshin. La labor de este secretario del Partido Comunista fue de gran utilidad para nosotros. El tránsito Navegué 30 millas en superficie, porque no había suficiente profundidad para hacer inmersión. Al llegar a una sonda de 35 metros hice inmersión para comprobar el casco y diversos equipos de la maquinaria. Mcponóenelfondoyefectuélancomprobaciones ncconarias. Me quedé en el fondo durante dos horas. Se realizaron las comprobaciones del casco y de la maquinaria con resultado satis factorio. Por la mañana, fallaron los periscopios, igual que sucedió en elC-4. El periscopio de ataque se inundó y el de observación se llenó de condensaciones, no pudiéndose ver nada a través de él. Con los periscopios en estas condiciones y faltando diez especialistas a bordo, era imposible la ejecución de operaciones frente a los 465 rey puertos del norte de España. Por ello inicié el tránsito a Cartagena. El hecho de la inutilización de ambos periscopios no afectó mucho a la moral de la dotación, ya que era posible realizar el tránsito sin ellos. No convoqué ninguna reunión para tratar de la inutilización de los periscopios, por no ser necesario. Durante los días 17 a 26 de junio, en pleno tránsito, las noches eran las más cortas del año, por lo que a veces corté de día las derrotas de los mercantes. No hice muchos esfuerzos por ocultarme de ellos, dado lo difícil que resulta ba evitarlos. De haber tratado de hacerlo, tendría que haber realizado el tránsi to en inmersión durante el día y en superficie por las noches y de 28 64 SUBMARINOS REPUBLJG4NOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOViÉTICO 466 466 rey Año 1999 haberlo hecho así, la duración de este tránsito hubiese sido de veinte días, en lugar de los seis o siete de que disponía para llegar al estre cho de Gibraltar en condiciones lunares favorables. Por todo ello decidí no preocuparme mucho por estos encuentros. Cuando observa ba la presencia de buques de guerra en el horizonte hacía inmersión. Aproveché el tránsito hacia el estrecho de Gibraltar para el adiestra miento y la organización de la dotación. Fui tenaz en esto y logré formar una buena dotación. Durante el segundo día de navegación, avistamos la ciudad de Ferrol. Yo llevaba mi derrota por esti ma, pero cuando tuvimos una situación astronómica, comprobé que había un error de 50 millas con respecto a tierra. Tendría que haber me encontrado a 80 millas de Ferrol, pero la realidad fue que sólo estaba a 30 millas. Durante los siguientes días, la discrepancia entre situaciones estimadas y astronómicas era de unas 30 ó 40 millas. En la primera oportunidad que tuve, hallé el desvío de.la aguja giroscó pica, que resultó ser de 9° cuando en el momento de la salida había sido sólo de 3°. Decidí entonces comprobar este desvío con mayor precisión. Como la noche estaba clara y podía verse la estrella Polar, me aproximé al faro situado en el límite sudoeste de Portugal y una vez en la enfilación de este faro con la estrella Polar fui gobernando a distintos rumbos, observando que el desvío de la aguja giroscópica no se mantenía constante a cada uno de ellos. Inicié entonces una caída circular y comprobé que los desvíos aumentaban y no se mantenían constantes, lo que demostraba clara mente que esta aguja no funcionaba bien y que por tanto, resultaba peligroso navegar en inmersión a través del estrecho de Gibraltar sin periscopios y sin aguja giroscópica. Al conocer esto, toda la dota ción se sintió muy preocupada, pero la animé diciéndole que pasa ríamos el Estrecho. El oficial de derrota y el contramaestre me advirtieron que, de acuerdo con su experiencia, la aguja giroscópica se inutilizaría total mente en dos o tres días, por lo que empecé a ingeniar algún proce dimiento para solucionar este problema, pues si cursaba un mensaje a Cartagena informando a nuestra gente y al mando español de nues tra situación, no podrían hacer nada por nosotros y si me dirigía al puerto francés de Casablanca, el submarino, de acuerdo con las instrucciones de sus autoridades, sería internado y perdido conse cuentemente para la República española. Así que tuve que tomar la decisión de asumir el riesgo, aun cuando las probabilidades de efectuar el paso con seguridad eran muy pequeñas, quizá no má de un veinte por ciento. Con el useGoramientodel segundo comandante y del ofleial de dcnota, estudié las condiciones de la navegación por el Estrecho en esa época del año. Nos faltaba un solo día para embo carlo, de modo que decidí dirigirme a él y actuar de acuerdo con la 29 WJLLARDC. FRANK,JR. situación existente. Afortunadamente el tiempo era bueno y podía verse la estrella Polar en todo momento. Aproveché esta singladura para estudiar detenidamente el anormal comportamiento 467 dela aguja giroscópica. Para ello, me dirigí a un punto situado 30 millas al sur de las denotas más transitadas y arrumbé al Estrecho. Mientras navegaba a este rumbo, obtuve constantemente desvíos de la aguja giroscópica valiéndome de la estrella Polar y aprecié que cuando navegábamos en círculos, la aguja actuaba perezosamente, señalando cada vez un rumbo distinto y que el desvío era diferente a cada uno de estos rumbos. A 40 millas de Gibraltar avisté destructo res en el horizonte, por lo que hice inmersión, no volviendo a super ficiehasta unas 30 millas del Estrecho, en plena oscuridad. Anterior mente ya había tenido algún encuentro con buques de guerra: una vez, a 40 millas de la costa meridional de Fenol, en una mañana de baja visibilidad, surgieron súbitamente de la neblina, a unas 3 millas, dos destructores que cayeron hacia mi. Me sumergí inmediatamente ypasaron sobre nosotros, pudiendo oírse con toda claridad el ruido de sus hélices. Otra vez, a la altura de Lisboa y a unas 30 millas de la costa, tropecé con una agrupación compuesta por dos cruceros y cuatro destructores. A pesar de que navegábamos solamente a ocho nudos, como ellos iban a una velocidad muy superior, nos encontra mos en seguida en medio de ellos. Estimamos por sus siluetas que se •trataba debuques portugueses. Como este encuentro tuvo lugar 467 rey mientras estábamos comprobando la aguja giroscópica por medio de un faro y de la estrella Polar, me costó bastante trabajo zafarme de esta agrupación. La noche siguiente, cuando estaba volviendo a comprobarla aguja giroscópica por el mismo sistema, avisté dos pequeños buques de guerra, pero esta vez pude romper el contacto y tormincirlacomprobaciónbienhaciamarabierta. Efectué el paso del Estrecho de Gibraltar en la noche del 23 al 24 de junio, con tiempo tranquilo y claro, lo que me permitió valerme de la Polar en todo momento. Después de salir a superficie antes de llegar al Estrecho, empecé la carga de las baterías y la aproximación a éste, tratando de emplear al máximo todos los medios técnicos del submarino para efectuar este paso. Proyecté con antelación una derrota de un solo tramo recto que me permitiría atravesarlo sin tener que efectuar cambios de rumbo. A fin de poder adoptar un desvío de la aguja giroscópica que resultase fiable, empecé a navegar a este rumbo dos horas antes de la prevista para hacer inmersión y efectuando frecuentes comprobacio nes por medio de la Polar. De esta forma, determiné que el desvío era de 14°. Como navegábamos en avante toda, a las dos de la madrugada nos encontramos a unas 10 ó 12 millas del faro de cabo Esparte!. Mientras me aproximaba al Estrecho y estando a unas 8 millas de este faro, se presentó un mercante aproximándose • • • • • 30 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO a nosotros a rumbo de colisión, Si no alteraba el rumbo, la colisión sería inevitable, pero si lo hacía variarían las condiciones en que se había estabilizado la aguja giroscópica. Al no haber otra solución, caí a babor, describí un circulo y volví al rumbo anterior, apreciando entonces un desvío de 100. Continué a este rumbo durante una hora aproximadamente. A las tres de la madrugada y estando a 2 millas tanto avante del faro de Espartel y a unas 6 ó 7 millas del de Malaba ta, vino directamente hacia mí una lancha torpedera a gran veloci dad. Después de hacer inmersión inmediatamente, nos encontramos en medio de un hilero de corriente, teniendo que navegar a velocidad máxima para poder gobernar. Cinco minutos después de la inmer sión, oímos explosiones lejanas de cargas de profundidad. Caímos en ese hilero porque tuve que hacer inmersión antes de embocar el Estrecho, en el banco de 80 metros de sonda, llamado. «Ridgeo Majuán». 468 rey Este banco está situado en el centro de la entrada deponiente (21) del Estrecho de Gibraltar. Debido a las intensas corrientes y contra corrientes existentes en él, se produce un remolino (22) sobre el banco. La lancha torpedera me obligó a hacer inmersión 10 millas antes del punto en que se sumergió anteriormente el C-4. Al cabo de diez minutos salimos del hilero y el submarino se estabilizó. Puse entonces a velocidad mínima y mantuve una cota de 30 metros. Hubo anteriormente una situación muy preocupante cuando para mantener la máxima velocidad en el seno del hilero, se originó un consumo eléctrico muy elevado, precisamente cuando teníamos que entrar en el Estrecho en inmersión y mantenernos navegando así durante todo el día. Después de este incidente, tratamos de ahorrar energía eléctrica todo lo posible, pasando a posición manual todos los mecanismos que contaban con esta modalidad de manejo. Antes de hacer inmersión, aproveché todas las ocasiones posibles para situarme antes de llegar a la zona más angosta del Estrecho. Para ello utilicé la Polar y dos marcaciones a dos faros. Después, una vez en inmersión y ya dentro del Estrecho, empecé a situár bien en la carta el punto de inmersión, mientras que el segundo coman dantey el oficial de derrota mantenían la derrota que habíamos planeado seguir, Éobernando para situarnos sobre ella «a ojo marine ro». El punto de inmersión estaba aproximadamente a (23) millas del faro. En tanto que realizábamos estos cálculos un electri cista se dedicó a reparar el sondador acústico, que estaba en función en ese momento. Este equipo nos ayudó mucho, ya que fue el único medio con que pudimos contar para obtener una imagen clara de 469 _____ (21) (22) (23) Afio 1999 De poniente. Un hilero. En blanco en el documento original ruso. WILLARD C. FRANK,fR. nuestra situación y poder realizar así el paso con confianza. Para contar con la mayor garantía posible, habíamos empezado a puntear nuestra situación a partir de una zona alejada dos millas del hilero y que aparecería señalada en la carta con unos veriles de sonda muy característicos. Tuvimos que alterar el rumbo hasta cinco veces, de acuerdo con lo que iban indicando el perfil del fondo por el sonda dor. CuandoestábamosenBurdeossugeríquenosinstalasenenel submarinounbuensondadorac•ústic•odeunpesqueroespañol. Vino después un ingeniero de la compañía británica fabricante del sonda 469 rey dor, para comprobar su instalación. Ahora puedo afirmar que este sondador salvó al submarino C-2. 470 Pasé por la zona más angosta del estrecho de Gibraltar a las 1000 horas de la mañana y arrumbé entonces al 065, contando con un desvío estimado de la aguja giroscópica de 10°. Navegué en inmersión durante todo el día a una cota de 30 metros. Salí a superfi cie a 2200 horas, a 25 millas de Gibraltar. Pude ver muchos mercan •tes navegando por la línea del Acuerdo de Lyon (24). Pudcver tambiónenelhorirontela1udelfarodeGibraltar. Esto nos permi tió situarnos. El tiempo era bueno y por lo tanto, nuestra navegación a partir de entonces se guió por la estrella Polar. A 2400 horas, y estando tanto avante con Málaga, dos horas después de haber salido a superficie, avisté dos cruceros italianos con su alumbrado encendi do (los identifiqué por sus siluetas) y navegando a gran velocidad. Me resultó difícil maniobrar para abrirme de ellos, ya que la aguja giroscópica prácticamente no funcionaba. Tuve que orientar la alidadade un taxímetro a la estrella Polar y la del otro hacia uno de los cruceros, ya éste fue el único medio disponible para poder comprobar que me abría de ellos. Después de este incidente me aproximé a la costa y con la ayuda del sondador y de la Polar empecé a navegar en demanda de Cartagena. Intenté enlazar por radio con esta base el día ante rior a mi llegada, pero no lo conseguí. Esa misma noche el radio telegrafista estableció enlace con una estación que, según él, era la del crucero Libertad. Transmitió mi mensaje y recibió el «entera do», indicándonos además mediante código que esperásemos una respuesta a las 0400 horas. Al no recibir esta respuesta envié un mensaje solicitando confirmación de haber recibido el nuestro. Este mensaje se transmitió también al crucero. Una vez en Carta gena, pudimos comprobar que ningún barco republicano había recibido estos mensajes. El jefe de la Flota se interesó por este asunto y piió que se presentasen las instrucciones de comunica ciones. Cuando se compararon los originales con las copias, se vio (24) 32 Quieredecir «Nyon». 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO que ambas contenían el mismo texto, pero no así los indicativos de llamada, que eran distintos, así como también lo eran las frecuen cias asignadas y las horas señaladas para establecer enlaces. 470 rey 471 Las citadas instrucciones estaban firmadas por el jefe del Estado Mayor de la Flota. Según las emisiones de las radios fascistas, éstos estaban sumamente interesados en el C-2. A los dos días de abando nar el puerto francés, habíamos recibido un radiograma de Salaman ca indicando que el C-2 había salido el 17 de junio y se dirigía a uno de los puertos republicanos del Mediterráneo. Cuando llegué a Cartagena me contaron que la radio fascista había dicho que se espe raba que el C-2 estuviese en Gibraltar del 21 al 22 de junio. También, antes de mi llegada a Cartagena, los fascistas transmitieron un radiograma que decía que el C-2 había sido hundido. Como consecuenciadoestanoticialasmadresdedosmarinerossodesma yaronyhubierondeserllevadasalhospitaldoMurcia. Tan pronto llegamos a Cartagena, se les comunicó inmediatamente la noticia de nuestra entrada en Cartagena. A los dos días de esta llegada, la radio fascista comunicó la captura del C-2, dando también una relación exacta de toda su dotación y especificando que sus mandos, consti tuidos por cinco personas, incluyéndome a mí, estaban prisioneros enuna fortaleza. Según me informaron después de mi llegada, basándose en informes de nuestros agentes, se habían enviado muchos buques fascistas para cazar al C-2. Cuando se empezaron a confrontar mis datos sobre avistamientos y encuentros con buques de guerra y con la información de nuestÍos agentes, se vio que coincidían en una gran medida. Según la información de los agentes, destructores alemanes, cruceros italianos, las numerosas lanchas torpederas operando en el Estrecho y casi toda la Flota fascista fueron movilizados para cazarnos. Durante el tránsito no hubo averías, con la excepción de las de la aguja giroscópica y los periscopios, no imputables a la dotación. Después de la llega da, el submarino comenzó a efectuar un periodo de pequeñas reparaciones. En primer lugar se montó un nuevo giróscopo en la aguja periscópica y se desmontaron los periscopios para ser repa rados. EstadoMayordelaMarina (25) pensóenelevaruna recomendaciónparaqueladotaciónfuesecondecoradaporeléxito deltránGito,perodespuésdeunaconversaciónconelSubsecretario deMarina (26) sedecidióconcederaladotaciónunagratificación enmetálico,equivalentealvalororodeloshaberesdevengados duranteeltiemnonasadoenelextranjero. (25) (26) Año 1999 Capitán de corbeta Miguel Buiza Fernández. Alfonso Játiva García. 33 WILLARD C. FRANK, iR. En ocasión de mi última entrevista con el jefe del Estado Mayor de la Marina, me pidió que transmitiese su cordial saludo a nuestros 471 rey jefes y les expresase su petición de que nos enviasen camaradas bien experimentados. Conclusión 1. 2. 3. 472 4. 5. (27) 34 El paso a través del estrecho de Gibraltar no es difícil y todo coman dante normal de submarino soviético debería ser capaz de realizarlo satisfactoriamente. La dificultad y el éxito del paso dependen fundamentalmente de la forma en que el comandante prepare y repare el submarino y de la clase de dotación que logre constituir. Estepaso ha demostrado que resulta muy difícil cazar a un submarino, siendo necesario para ello el empleo de fuerzas considerables. Teniendo en cuenta las posibilidades de todos los medios técnicos actualmente existentes, vale la pena asumir este riesgo en tiempo de guerra. El estado del material con el que realizamos el tránsito de nuestro submarino era tan deficiente, que de haberse tratado de un submarino soviético en tiempo de paz, no se le hubiese permitido salir a la mar. Por tanto, llego a la conclusión de que nuestros submarinos poseen un potencial tal que puede ser utilizado con éxito por nuestros comandan tes en tiempo de guerra para efectuar operaciones de combate, aun cuando algunas de sus condiciones técnicas sean iiferiores, como puede suceder en tiempo de guerra por diversas causas. Es sumamente importante contar con un sondador acústico fiable y en buenas condiciones de funcionamiento a bordo de todos nuestros submarinos. Agrego a este informe la carta del estrecho de Gibraltar que utilicé para efectuar el paso, así como un gráfico del sondador (27). No se han localizado. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO Rossiiskii Gosudarstvennyi Arkhiv Voenno-Morskogo Flota Archivo Naval Estatal Ruso Fuente r-1529, Inventario 1, Carpeta 115, páginas 413-444 Perekhod p11C-4iz Frantsvzskogoporta Bordo [vi Kartakhena [u] Tránsito del submarinoC-4del puerto francés de Burdeosa Cartagena Informe del Kapitan-leitenant Burmistrov 413 Después de la liquidación del frente del norte, los submarinos C-2 y C-4 tuvieron que dirigirse a puertos franceses (1). Como resultado de bombardeos quedaron perforados los cascos resistentes de ambos submarinos, resultando también dañados un eje y elementos de la maquinaria, quedando fuera de servicio los cañones por acción de fragmentos de bombas. Durante el tránsito a Francia los comandantes de los submarinos C-2 y C-4 (2) concibieron un plan para entregar los submarinos a los fascistas. Trataron de persuadir a las dotaciones para dirigirse al puerto de Santander o al de Bilbao. Al no lograrlo ambos submari nos entraron en puertos franceses, el C-2 en el de Saint Nazaire y el C-4 en el de Burdeos. 414 Desde los primeros días en Francia, organizaciones fascistas comenzaron a actuar sobre el personal por medios morales y mate riales como, por ejemplo, sobornos, para que las dotaciones acce diesen a trasladar los submarinos a puertos fascistas. El comandante del C-2, con parte de la dotación, realizó un inten to para apoderarse del submarino, intento que fracasó. El comandan te del C-4 se evadió a territorio de Franco. En las dotaciones de ambos submarinos existían fascistas cuyo objetivo consistía en perturbar de todas las formas posibles el desarrollo de las reparacio nes necesarias y organizar acciones de sabotaje durante el tránsito a España. Los dos submarinos requerían reparaciones importantes en el casco y en la maquinaria, así como la sustitución de las baterías. (1) No es exacto. Ver la introducción y el informe de Eguipko que sigue. (2) Alférez de navío José Luis Ferrando Talayero, del C-2, y teniente de navío Jesús Lasheras Mercadal. del C-4. Año 1999 WILLARD C. FRANK, iR. El comandante Prado (3) (comunista) fue nombrado para gestionar las reparaciones. El gobierno francés accedió a velar por la seguri dad de los submarinos y designó aeste efecto una fuerza especial de policía. Durante el periodo de reparaciones, Prado depuró las dota ciones de ambos submarinos, enviando algunos de los marineros a Cartagena por encontrarse desmoralizados e incapaces de trabajar. Tales cambios tuvieron lugar antes de mi llegada, por lo que al pro415 ducirseésta sólo habían quedado cuatro marineros y un oficial en el C-2 y un 50 por 100 de la dotación en el C-4. Todo esto bajó el ritmo de las reparaciones, ya que era la primera vez que especialistas franceses se enfrentaban con este tipo de submarino, familiarizándo se lentamente en su conocimiento. En estas condiciones, el control sobre las reparaciones resultaba insuficiente y facilitaba, a los agen tes fascistas la ejecución de las acciones de sabotaje. El sabotaje progresaba mucho y los fascistas contaban con una pronta victoria en el frente sur. Las reparaciones se desarrolla ban bien en algunas instalaciones poco importantes, pero en cambio, se avanzaba muy lentamente en los diesel, motores eléctri cos principales y baterías. Unicamente una parte de las dotaciones se alojaba a bordo de los submarinos. Los marineros no percibían sus pagas, recibiendo tan sólo pequeñas canti dades de dinero en concepto de anticipos. Recibían también malas noticias de sus casas, todo lo cual contribuía a su desmoralización. Combinando el descontento de las dotaciones El kapitan-leitenant 1. A. Burmistrov con su situación económica, los agentes de de la Marina soviética. Franco trataron de sobornar al jefe de máqui nas del C-4 (4) para que obstaculizase las reparaciones o desertase, ofreciéndole por ello 75.000 francos. Pero entonces el éxito del Ejér cito republicano en el frente al capturar Teruel elevó la moral de la dotación, que prosiguió las reparaciones del submarino, a fin de poder llevar a cabo el tránsito a Cartagena lo antes posible. 416 (3) (4) 36 Una vez llegado a París solicité y logré que me pusiesen en contacto con Prado. Cuando nos reunimos, Prado me informó deta lladamente acerca del progreso de las reparaciones y de las condi ciones del personal. Como resultado de esta información quedó claro que ya tendría que tomar en mis propias manos las reparacio nes y el manejo del personal, quedando Prado conforme con ello y Capitán de corbeta Pedro Prado Mendizábal. Probablemente Francisco Molino Sánchez, auxiliar maquinista. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLiCANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO 417 acordando con él la localización de un lugar permanente para nuestras reuniones. Yo enviaba mis instrucciones a través de él, instrucciones que se referían a todas las cuestiones de detalle y a la forma en que habrían de aprobarse las reparaciones de la maqui naria. Posteriormente, y según un acuerdo con el camarada V (5), decidí comprobar personalmente las condiciones de ésta. En términos generales, Prado se mostraba conforme con mi presen cia en el submarino, pero le preocupaba mucho que pudiesen rcconoccrmedebidoamisfaccionesyamidesconocimientodel español. Una vez que Prado me instruyó minuciosamente acerca de la forma en que habría de conducirme y de los temas sobre los que debería hablar, pasé a bordo del C-4. Nos recibieron seis policías, habiendo sido advertida la dotación para que no me saludase o me hablase en presencia de operarios. Después de echar una ojeada al submarino,di instrucciones al jefe de máquinas e inspeccioné la batería. Me di cuenta de que las reparaciones durarían no menos de mes y medio, siempre que los trabajos marchasen bien, que yo pudiese ejercer un control total sobre ellos y que la seguridad del submarino estuviese bien organizada. A todo esto me respondió el jefe de máquinas lo siguiente: «Eso puede hacerse en la URSS, donde no hay fascistas,. pero aquí, las reparaciones van a durar de 4 a 5 meses». Presté gran atención al personal y atendí las protestas de varios hombres. Todas estas protestas se referían generalmente a las pobres condiciones económicas de los propios marineros y a las de sus familias en Cartagena. La dotación manifestó su deseo de.volver a la España republicana. Respondiendo a una sugerencia mía y a fin de lograr un alivio, se asignaron 100.000 francos al C-4 y al C-2, con lo que pudo mejorarse la alimentación y la situación económica de los marineros. Cuando llegué a París sugerí al camarada V, que el camarada Eguipko fuese enviado a Cartagena para formar una dotación para el submarino C-2. Entretantoyoteníagrandesdcseosdocomprobarel estadodelC2dadoquesesuponíaqueseríaelprimeroenterminar susreparaciones, aunque no pude hacerlo debido a la intensa acción desanollada por organizaciones fascistas en ese buque. Planeamiento del tránsito Al ser Prado más antiguo que yo, sugirió que los dos submarinos efectuasen juntos el tránsito. Inmediatamente me mostré en desacuer (5) «V» era el agregado aéreo soviético en París, Nikolai Nikolaevich Vasilchenko, que hablaba excelente francés y coordinaba las relaciones entre el personal militar soviético en Francia y las autoridades de este país. Año 1999 37 WILLARD C. FRANK, JR. • 418 • • • • do, ya que lii intención de Prado era la de que los buques estuviesen bajo mando español durante el tránsito. Prado se mantuvo firme, a pesar de la falta total de medios para controlar un grupo de submari nos en inmersión y de la absoluta carencia de experiencia práctica porparte del personal. Para nosotros resultaba obvio que esta forma de tránsito sería catastrófica, tanto para las dotaciones como para los submarinos. Resultaba claro que Prado no tenía ningún plan, en tanto que el camarada Eguipko y yo habíamos elaborado uno en Cartagena. Finalmente, Prado fue relegado a navegar en condición de pasajero. Pradoescomunistaencuantoasuscreencias.Segúnsuspalabras, noeratratadoconrespetoporpartedesusoficiesyademásnole gustabaal jefedelaflota.Portanto,decidióllevarlossubmarinosa Cartagenaomorir,probandoasíqueeraunverdaderorepublicano. Resultabaobvioqueyodeberíatomarelsubmarinoenmispropias manosyautoproelamarmesuverdaderocomandante. Asignación de los submarinos Eguipko recibió instrucciones de tomar el mando del sumbarino C-2, dado que iba a ser el primero en terminar las obras. Además, 419 existía la importante consideración de la formación de su dotación. Se suponía que ésta iba a constituirse a base de la del submarino C-6, en el cual había navegado el comandante Eguipko y por lo tanto, conocía a su personal. YopermaneceríaenelC4,afinde despediralC2yconcluirtodoslosasuntosdelossubmarinosen Francia. Preparación en Cartagena • • El 13 de marzo llegué a Cartagena. Para esas fechas, el camarada Eguipko había podido formar una dotación de 42 hombres, de los cuales un 90 por 100procedían del C-6. Hubo grandes dificultades en lo tocante al nombramiento del comisario del submarino. Al prin cipio, el comisario de la Flota, Bruno Alonso, estuvo conforme con el nombramiento del comisario que habíamos designado (6), pero posteriormente, siguiendo las instrucciones del Subsecretario (7), negó su conformidad, originándose con ello una larga corresponden- (6) El nombre del comisario propuesto por los consejeros soviéticos no ha sido determi nado, pero en algunos documentos figura como «Paolo». Tal vez era el auxiliar de Torpedos y Electricidad Erncsto Conesa Avilés, presidente del comité del C-6, bajo el mando de Burmis trov. (7) Desde et 24 de diciembre de 1937 al 5 de abril de 1938 fue subsecretario de Marina el capitán de navío Valentín Fuentes López, siendo habilitado como contralmirante el 19 de febre ro de 1938. 38 64 SUBMARiNOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO cia. El camarada Eguipko dijo que no tomaría el mando del submari no sin dicho comisario. ElcamaradaCrigorXovich?)(8)nosalce cionópuraquenosmantuviésemosfirmcs;cnnuestradpinión,en tantoqueélnegociaríaconelministroPrieto(9).Enresumen,el comisarioqueproponíamoshabíasidoacusadodebandidajeyde intentodeasesinatodeljefedelaflotadelnorte.Loqueresultaba absolutamenteclaroparanosotroseraquenodeseabaninfluencia comunistaenelsubmarinoyaqueestecamaradaeraunbuencomu nista.ElcamaradaEguipkosevioenfrentadoalasiguientepregunta porpartedelmando:«suscomandantesnaveganconlasgentesque ellosdeseanynohandeobedecerlasórdenesdesusministros?». Nosdimoscuentadequedebidoalasituación,deberíamoscontar conunciertoapoyoenlosbuquesyqueporlotanto,habríamosde contarconcomunistasabordo.Peroporotraparte,desdeunpunto devistadinlomáticodeberíamosceder. 420 Finalmente, después de una larga discusión, fue nombrado un comisario por orden de Bruno Alonso. Era un socialista, auxiliar electricista del submarino B-2 (10). Plan y documentación para el tránsito Preparé un plan cuyo objetivo principal era el de llevar el subma rino a Cartagena. No estaba previsto atacar buques de pequeño porte hasta llegar al estrecho de Gibraltar. Unicamente se contemplaba la realización de ataques en el caso de encontrar cruceros rebeldes. Una vez en aguas del Mediterráneo, atacaríamos a todos los buques con bandera fascista. Se suponía que el tránsito duraría de doce a quince días y se harían víveres para 35 días. Las denotas no pasarían a menos de 100 millas de las costas del norte de España y de Portu gal. El plan tenía en cuenta la posibilidad de sabotajes, de fallos en el funcionamiento de la maquinaria y de accidentes. Asimismo consideraba el hecho de que la dotación carecía de experiencia en la ejecución de inmersiones rápidas en casos de emergencia y en navegación en inmersión. Por otra parte, el tránsito proporcionaría la posibilidad de adiestrar a la dotación en navegación oceánica. El plan fue aprobado por el camarada Reus (11) y sometido posterior mente a la aprobación del jefe de la Flota. (8) El nombre no figura completo en el documento original, pero se trata probablemente de «Grigorovich», seudónimo del komandarm II ranga (general) Grigorii Mijailovich Shtern; jefe del equipo asesor militar soviético en España. (9) Indalecio Prieto Tuero, ministro de Defensa Nacional. (10) Debía ser Manuel Marcote Toba, auxiliar maquinista y no de Electricidad. (11) No identificado. La designación de «camarada» usualmente significa un ciudadano soviético. Año 1999 WILLARD C. FRANK, iR. De acuerdo con el plan del jefe de la Flota (12), se pretendía que el submarino atacase a todos los buques fascistas que se encontrasen en aguas de Bilbao, Santander, Gijón y Ferrol y que hundiese a todos los mercantes provenientes de estos puertos o dirigiéndose a ellos. El resto del plan del jefe de la Flota, era el mío. Después de oír la exposición de su plan, indiqué que la situación podía cambiar no pudiéndose seguir entonces rigurosamente dicho plan. No se me permitiría entrar por segunda vez en puerto francés y si hubiese de parar cerca de las costas del norte de España, podría perder el buque. Después de una hora de conversación sobre la utilización de subma rinos, el jefe de la Flota accedió a permitirme actuar según mi propia opinión y de acuerdo con las circunstancias que pudieran presentarse. La documentación de comunicaciones se había preparado de forma que el submarino pudiese enlazar con el crucero Libertad y con la estación de radio de Cartagena. Pero el jefe de la Flota no quiso que el submarino mantuviese enlace con una estación tenes tre, lo que se demostró un gran enor. Viaje de España a Francia Ladotaciónfuccnviadnir tcncr aspccto cspanoi. el control dc la frontcra, fui .4 L:. comisario prcguntas y afó quc yo poncia no cra cspoi, a pcsardo contar con un pasaponc do csta nacionali ,Ç nasas. como a todos los domás. dad. No obstantc. 1. 422 Preparación para el tránsito del submarino C-4 El Ministerio de Marina nos dio instrucciones en Barcelona para embarcar en el submarino tres o cuatro días antes de iniciar el tránsi to a Cartagena. Fuimos a París a recibir instrucciones de Y. acerca del. lugar en que íbamos a alojarnos y sobre la forma en que tenía mos que llevar a cabo el necesario control de las obras y especial mente sobre la aprobación de las reparaciones de la maquinaria. Al llegar a París recibimos instrucciones del camarada V para dirigimos al lugar donde se encontraba el submarino para registrarnos en el consulado español, dado que teníamos pasaportes españoles. Al llegar a Burdeos nos registramos y el cónsul sugirió que regresáse mos inmediatamente a París pues estábamos siendo seguidos por fascistas, y era imposible informar al Gobierno republicano (francés) que había comandantes rusos sirviendo en los submarinos. Tuvimos que partir el mismo día y permanecer en París, trasladándonos de un hotel a otro y gestionando al mismo tiempo las reparaciones. (12) 40 Capitán de corbeta Luis González de Ubieta y González del Campillo. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO El accidente de la batería del C-2 había mostrado que de no haber personal a bordo, era necesario que éste se encontrase en las proxi midades del submarino para incrementar además así el control sobre las reparaciones. Se informó de esto al camarada V, quien dio permi so para vivir en el puerto en que estuviesen los submarinos y tratar de permanecer a bordo de ellos siempre que fuera posible. En Burdeos el submarino C-4 estaba próximo al muelle (13), de forma que el paso al mismo se encontraba completamente franco, sin conexión con los terrenos de la planta, y custodiado únicamente por la policía. La instalación de la batería estaba terminándose. Yo me alojaba en un hotel y gestionaba los asuntos por medio de un intérprete, el camarada Gurevich (14), que aunque no sabía gran cosa sobre submarinos seguía muy bien mis instrucciones. Una vez instalada la batería .suscité la cuestión de trasladar el submarino a un fondeadero más próximo a la salida a la mar. De esta forma tendría la oportunidad de cortar, los lazos de la dotación con tierra y dificultar así la labor de la organización fascista. Además se rn — . - ::—_____________ El submarino C-4, en maniobras, el 7 de julio de 1933. Fotografía del Servicio Fotográfico Aeronaval. Museo Naval, Madrid. (13) En el río Garona. (14) El intérprete Anatolii M. Gurevich sirvió bajo el seudónimo de «teniente de navío Antonio González». Año 1999 WJLL4RD C. FRANK,fR. creaba con ello una situación favorable para mejorar la organización de la dotación queeratotalmenteinexistente y se facilitaba la salida del submarino a la mar, El 25 de abril se puso el buque en movimiento con sus propios motores diesel y fondeó en el punto asignado (15). El plan de preparación de la primera prueba 424 (15) (16) 42 El gobierno francés autorizó la realización de pruebas en inmer sión del submarino a más de tres millas de la costa, en aguas neutra les. A fin de controlar el cumplimiento de esta orden por nuestra parte, se asignó al submarino un cañonero de unas 400 ó 500 tonela das (16), encargado de que no saliésemos a la mar sin su autoriza ción. El comandante del cañonero dijo que aunque él era fascista, simpatizaba con la República, indicándonos que había buques de Francocruzando de Burdeos a Santander y atentos a la salida del submarino. Mientras nos preparábamos para las pruebas, comprobé todos los equipos y descubrí que el periscopio de ataque estaba totalmente inútil y que el de observación había perdido un 40 por 100 de visibilidad. Cuando se arrancó un motor eléctrico y se puso a máximo régimen de revoluciones, se produjo un incendio, inutilizándose inmediatamente este motor. Se descubrió que todo el equipo eléctrico había sido repa rado por un italiano, miembro de una organización fascista. Pcrcibic rondineroporelmotoreléctricodeestriborperonolorepararon. Cuando requerí la inmediata reparación de los periscopios y de los motores eléctricos, los representantes de la República española en París me contestaron que no se disponía de especialistas, y solamen te tras la intervención de V y de las presiones que ejercí, se encon traron especialistas y se efectuaron las reparaciones convenientes. Es necesario indicar que después de la rendición de Teruel y del avance de las fuerzas fascistas en el sur, la moral de la dotación decayó notablemente. Empezaron a producirse pequeños accidentes. Creció el número de desertores. Los hombres desertaban de sus puestos, dejando abandonadas sus armas. En dos días desertaron siete hombres. Tuve que tomar la seguridad del submarino en mis propias manos con la ayuda del intérprete. Asimismo tuve quecolo car candados en varios equipos y sellarlos (la aguja giroscópica), así como ordenar la prohibición de utilizar cualquier equipo sin mi permiso. Los periódicos no traían buenas noticias y el comisario no actuaba, por lo que hube de cortar el suministro de periódicos, con la excepción de L’Humanité. Todo esto se ejecuté perfectamente por el intérprete, camarada Gurevich. Le Verdon, en la desembocadura del río Gironda. Patrullero Diligente. Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO Incluso las cartas que llegaban al buque o salían de él tuve que censurarlas personal y secretamente. Muchasdclancartasdirigidas amuchachasamigasdcmiembrosdeladotaciónsereferíanacues tionesdclossubmarinos. El ayudante del çomandante (17) y varios oficiales no querían salir a la mar, a la vista de la situación en España, pues decían que en uno o dos meses la guerra habría terminado yqucnuncavolvcría mosaCartagena. Prado ardía en deseos de regresar allí tan pronto como fuese posible. Compró regalos para los mandos de la Flota, teniéndole sin cuidado la situación del submarino. De una de las cartas se deducía claramente que uno de los oficia les estaba relacionado con los fascistas, pero Prado no tomó acción alguna. La correspondencia con Barcelona relativa a las reparaciones y a los plazos para el alistamiento del submarino se encaminaba a través del servicio postal francés, con lo que resultaba muy difícil, o más bien casi imposible, mantener cualquier secreto. 426 Por contar con la orden del Ministerio nombrándome comandan te del submarino conlacategoríadelcapitándecorbeta ordené que no se enviasen mensajes a Barcelona, sellé todas las cajas fuertes que contenían documentos y retiré las llaves. Estas medidas disgus taron a los oficiales, por lo que tuve que organizar un grupo de marineros para protegerme. Todas las armas, especialmente las pistolas (18 Mauser y 20 de otras mareas) tuvieron que llevarse a mi camarote. Unieamente doté de armas a un grupo adieto a la República y a aquellos que se habían distinguido en el desempeño de sus cometidos. 1 427 (17) Año 1999 rimadoinicialy prueba del submarino No fue posible realizar una prueba eompleta en puerto. Había mareas,unasondainferiora11metrosymuchotráficoenlacanal, asícomofaltademediosdeapoyo.Lapruebadeestanqueidadse realizócreandounvacíode20m.yeltrimadodeextremossin habertrimadoelcentroconelbuquefondeado. La inmersión del submarino fuera de la zona de las tres millas tuvo que réalizarse como si estuviésemos en combate, efectuando zigzagues y la prueba en inmersión con el personal listo para reac cionar inmediatamente ante emergencias. La primera prueba se realizósatisfactoriamente, funcionando correctamente todos los equipos. Al llegar a la cota de 25 metros se produjeron entradas de agua importantes por la limera del timón y las bocinas de los ejes. En el motor eléctrico de estribor se produjo un gran arco voltaico. Segundo comandante, tal vez el auxiliar naval Patricio Ballester Morales. WJLLARD C. FRANK JR. La aguja giroscópica funcionó bien. La dotación mostró una total ignorancia en el desempeño de sus cometidos. El plan de tránsito a Cartagena Al regreso de la prueba dijo el jefe de máquinas que la conección de los fallos detectados llevaría unos quince días, transcurridos los cuales sería necesario realizar otra prueba a una cota no inferior a 70 metros. Como era habitual la conversación tuvo lugar en la zona del comedor, en la que se reunió toda la dotación para conocer la opinión del comandante. Estuve de acuerdo en que las reparacio nes se llevasen a cabo en unos quince o veinte días, a condición de que todos los elementos del equipo fuesen reparados únicamente de acuerdo con mi plan, fijando yo además, el plan de reparaciones para los primeros cuatro días. El segundo comandante solicitó permiso para que la dotación saliese a tiena, permiso que concedí, después de decirles a todos que el submarino tenía problemas y no podrían salir a la mar debido a un importante accidente. En realidad el submarino se estaba alistando secretamente para la salida sin que la dotación se apercibiese de ello, al tiempo que se estaba acopiando a bordo víveres y municiones. El agua destilada, que se había inutili zado, fue sustituida, adquiriéndose víveres para 35 días que se alma cenaron en uno de los buques mercantes. El combustible y las muni ciones se habían embarcado antes de la primera prueba. La dotación adquirió alimentos y regalos para sus familias. El horario cotidiano incluía cuatro horas de clases sobre el mate rial. El 13 de abril los principales equipos quedaron reparados y en esa fecha recibí un radiograma del jefe de la Flota que decía: «Salida cuando esté listo. Informe fecha y hora de la misma». Prado fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ministerio de Marina y se marchó a Barcelona, quedando yo así libre para organizar y ejecutar la salida. En la noche del 14 de abril ordené que se informase al comandan te francés que el submarino iba a realizar una prueba de inmersión a cota profunda a 1000 horas de ese mismo día 14 y que si todo trans curriese bien, el submarino permanecería fuera para probar los diesel y regresaría a las 0800 horas del día 15 de abril para comple tar los preparativos finales del tránsito. Durante la noche se dejó clara la cubierta y preparado para la na vegación, ordenándose a la dotación que alistase el buque para la prueba de inmersión a cota profunda. 429 44 Durantelanochedel13al14deabl‘inouncochealmuelle pidiendoaljefedemáquina@quefue@oatiena. Vino también un bote de práctico que entregó al comandante una carta del jefe de 64 SUBMARINOS REPUBL1CANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTiCO máquinas a una muchacha. Durante el resto de la noche no permití que se aproximasen botes al submarino sin estar yo presente. El 14 de abril envié un telegrama cncódigoruso especificando que saldría a 1000 horas rumbo a la base. A 0930 levamos, con el cañonero en su puesto. Dejé el puerto a poca velocidad, arrumban do a mar abierta y aumentando velocidad hasta llegar a la máxima. Elcañoneroempezóalevarapresuradamente. Adelantamos los relojes media hora entantoqueaumentamoslavelocidadarógi nirndravantetoda.Antesdelasalidaelqrvundncomandantenlin tó el submarino para haóer inmersión. Una v°ezados millas de costa di la orden de inmersión rápida. Con ello, el cañonero no pudo fijar el punto en que hice inmersión. A 1400 horas empecé a izar el periscopio de cuando en cuando para explorar la superficie. Gradualmente, las bocinas de los ejes se inundaron de agua, comportándose bien la limera del timón. Empecé a aumentar la eota en escalones de cinco metros. Cuando llegamos a 35 metros, la entrada de agua por las bocinas comenzó a aumentar con la profun didad y súbitamente empezó a disminuir con gran rapidez. Pregunté al jefe de máquinas si creía que los diesel funcionarían bien a alta velocidad. 430 431 El jefe de máquinas me respondió que tenía confianza en la maquinaria aunque deberían repararse un motor eléctrico y los compresores de aire. Entonces le pregunté si funcionarían bien hasta Cartagena. El jefe de máquinas pareció quedarse cortado ante esta pregunta, respondiéndome que posiblemente fallarían, pero que también sería posible repararlos sobre la marcha. Antes de salir a superficie, anuncié a toda la dotación que nos dirigíamos a Cartagena y que, como comandante del buque, nombra do por el Gobierno de la España republicana, ordenaba que todo el mundo cuidase bien el material yaquenoregresaríamosaFrancia. Lamayoríadeladotación,un80por100,aprobóestadecisión,pero pudieronversetambiénlaselipresionesdevariosdesusmiembros que,aunquenocranfascistas,síeransobretodocobardes,cosaque aúnpudoapreciarsemejorcuandoatravesamoselEstrecho. Plande tránsito El plan de tránsito, tal y como había sido aprobado por el jefe de la Flota, no era posible en las actuales circunstancias. La maquinaria no se había probado debidamente después de ocho meses de repara Año 1999 WJLLARD C. FRANK,JR. ciones. El personal tampoco estaba preparado. Todo esto ponía al comandante en situación de no poder actuar debidamente en las proximidades de las costas enemigas. Por lo tanto, fijé como objeti vo principal llevar el submarino a Cartagena. Partiendo de esta deci sión, me fijé el siguiente plan. 1. Aprovecharel tránsito hasta el Estrecho de Gibraltar para adies trar al personál. 2. Efectuar el paso del Estrecho de Gibraltar. 3. Tránsitopor el Mediterráneo y entrada en Cartagena. Tránsito hasta el Estrecho de Gibraltar y adiestramiento sonal 432 433 46 del per A 2020 horas del 14 de abril, nos encontrábamos ya a 25 millas de Burdeos, navegando en superficie a 100 millas de la costa norte de España. El adiestramiento del personal consistía en su preparaciónpara hacer frente a emergencias durante la maniobra de inmersión y en el mantenimiento de la cota a media inmersión, con la cubierta a flor de agua. Lascondicionesdelacargaembar cadalimitabanlacapacidaddenavegaciónprolongadaeninmer sióndelsubmarino. A este respecto debe mencionarse que se trans portaban a bordo catorce bicicletas, tres motocicletas, cuarenta mil cajas de cerillas, jamón, salchichas, aceite vegetal y no menos de tres maletas por persona, totalmente llenas de alimentos, con lo que el interior del buque parecía una tienda de ultramarinos. Bastante antes de la salida solicité del consulado español el desem barco de cosas innecesarias para la navegación, pero el consulado rechazó mi solicitud, por considerar que desertaría toda la dotación y sería muy difícil sustituirla por otra. Incluso Prado no sólo no apoyó mi solicitud, sino que además no se atrevió a explicar a la dotación mi punto de vista. Por tanto, tuve que admitir la existen cia de todo este cargamento para tomar mis decisiones en lo relati vo al tránsito. En el tránsito hacia el Estrecho, hacíamos inmersión de acuer do con los crepúsculos. La inmersión de la mañana duraba hasta las 1500 ó 1600 horas, permitiendo así el descanso del coman dante. Nos situábamos astronómicamente, tanto de día como de noche, trabajo éste que era muy bien ejecutado. Losoficialesdedcrrota españolasposeíangranexperienciaenlamateria. Me era posible conocer siempre la situación del submarino dentro de las dos millas. Cortábamos de noche las derrotas de los buques mercantes que navegaban por el Atlántico. Nos manteníamos a 60 ó 70 millas de la Núm. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO 434 435 costa de Portugal. Navegando a rumbo sur a partir del tanto avante con Lisboa avistamos un destructor a unos 50-60 cnblcs millas (18) por la proa. Tuvimos que hacer inmersión de emergencia. Como norma, el submarino se trimaba con flotabilidad negativa de unas dos o tres toneladas a fin de poder mantener la cota a media veloci dad. A cota de 40 metros dimos una guiñaba para abrirnos del destructor y posteriormente decidí subir a cota periscópica con el periscopio de ataque, que a esta cota se inutilizó por haberse inunda do su parte superior. Debido a esto tuvimos que descender a cota de 30 metros y volver a cota periscópica con el periscopio de observación que resultó estar también averiado con una pérdida de visibilidad de un 60 por 100. El fallo de los periscopios produjo un fuerte impacto moral en la dotación. Incluso algunos oficiales opinaron que sería imposible atravesar el Estrecho, por lo que sería mejor abrirnos más hacia el océano y navegar después en demanda de la costa de Africa. A fin de conocer la opinión del comisario y de los oficiales, convoqué una reunión en la cual di oportunidad a todos ellos de expresar su punto de vista. Antes de esta reunión hablé con el comi sario y con un oficial comunista, a fin de darles directrices para llevar el buque a Cartagena aun sin periscopios. Todos los asistentes a la reunión se mostraron conformes con la decisión del comandante. Faltaban dos días para llegar al Estrecho, por lo que puse el máximo empeño en nuestra preparación para efectuar inmersiones rápidas de emergencia. De acuerdo con ello, el hacer inmersión hasta cota 18 metros desde la situación de navegación en superficie debería llevarnos unos 45 ó 50 segundos. El 20 de abril, estando tanto avante con cabo San Vicente y navegando en inmersión, se empezó a apreciar una inclinación del buque a subir. Después de so plar el tanque de seguridad, se llegó a una inclinación de 20°. Sedio la alarma mediante el claxon y salimos a superficie, pudién dose comprobar entonces que todas las válvulas del colector de trimado estaban fuera de servicio y habían permitido el paso de cuatro toneladas de agua del tanque de nivelación de proa al de popa. Ni la batería ni otros equipos habían resultado dañados, pero algunos hombres sufrieron lesiones debido a la rápida inclinación adoptada por el submarino. El jefe de máquinas informó que las reparaciones nos llevarían un día y que era necesario anumbar a mar abierta, dado que todo el colector de trimado estaba inutilizado. Decidí incomunicar el tanque de nivelación de popa y seguir este plan. El tiempo empeo ró considerablemente aumcntólanubosidadyrcfrcscóclvicnto lo que favoreció nuestra navegación en superficie, al hacerse más (18) Una distancia de 50-60 cables equivale a 9-11 kilómetros, distancia a la que es posi ble distinguir visualmente otro buque, cosa que no es posible a unas 50-60 millas náuticas. Año 1999 WILLARD C. FRANK,JR. dificultosa nuestra detección por parte de hidroaviones, unidades menores y submarinos a cota periscópica. Coincidiendo con esta situación, recibimos información de que se encontraban en el Estrecho dos submarinos, tres destructores y dos flotillas de patru lleros. 436 437 48 Ya que mi intención era la de atravesar el Estrecho semisumergi do, con la cubierta a flor de agua, comprobé los tanques de lastre, soplé el tanque de lastre numero 2, arranqué un diesel y a conti nuación el otro. El intérprete, camarada Gurevich, estaba en la cámara de mando, habiéndosele instruido acerca de lo que debería hacer en caso de que aumentase la cota. Se comunicaron lós manó metros de profundidad. De pronto, el submarino tomó una fuerte inclinación a bajar y empezó a sumergirse con gran rapidez. El comisario que se encontraba en la cámara de mando, empezó a cerrar la escotilla superior. Traté de mantener abierta esta escotilla con mis manos, mientras daba la orden de parar los diesel. El agua empezó a llegar al puente y en ese momento, el camarada Gurevich golpeó al comisario y destrincó la escotilla, que ya había sido cerrada por éste. Después permití que entrasen cinco o seis tonela das de agua en la cámara de mando, pudiendo controlarse la situa ción soplando los lastres en emergencia; descubrimos que el timo nel de buceo había dejado desplegados los timones de proa, lo que de acuerdo con su diseño, obligaba al submarino a tomar su máxi ma inclinación a bajar. Como consecuencia, al aumentar el calado y navegarse a 8 nudos el submarino comenzó lógicamente a sumer girse. La avería del tanque de nivelación de popa afectó seriamente a la navegación en inmersión. A lo largo de navegaciones prolongadas en inmersión se acumulaba bastante agua a popa, a través de la limera y bocinas de los ejes. El consiguiente destrimado podría haberse compensado achicando esta agua, pero esta operación no podía realizarse a causa del aceite y del combustible contenidos en ella, ya que la expulsión al exterior de esta agua contaminada origi naría manchas en la superficie que podrían delatar la presencia del submarino. Los submarinos de la clase C-4 carecen de un sistema de achique de sentinas a algún tanque de lastre. Por lo tanto tenía mos que navegar en inmersión con la popa pesada, lo que dio lugar a que al tomar el buque una inclinación de 7 ii 8 grados a subir, se produjese un incendio al acumularse aceite lubricante en las sobre calentadas chumaceras de empuje. Se instalaron chumaceras de repuesto, se achicaron a la mar once toneladas de agua potable de un tanque de popa y se empezó a picar combustible de los tanques de proa. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO AproximaciónalEstrcch 438 Al carecerse de comunicaciones con Cartagena, no disponíamos de información acerca de la situación en el Estrecho. Por tanto, teníamos que llevar a cabo la descubierta por nuestros propios medios y mantenernos lo más alejados posible de la costa, a fin de mantener secreta nuestra aproximación al Estrecho. Mantuvimos una distancia de 30 millas hasta la anochecida. Según nuestros cálculos, el subma rino, a una velocidad de 10 nudos y con los dos diesel en función, debería estar tanto avante con cabo Esparte! a 2130 2300 horas. El estado de! tiempo estaba mejorando para el submarino. El vien to de levante era de fuerza 6 a 7, la mar de 4 a 5 y !a visibilidad había caído a 4 millas. Decidí aprovechar estas condiciones meteo rológicas y navegar en superficie hasta una distancia de 20 millas del Estrecho yhacerinmcr@iónúnicamenteparatrimar. A 2200 horas de! día 20 de abril arrumbé al 090°, moderé a 8 nudos, debido a las grandes olas y llegué al tanto avante con Esparte!. Paso a través del Estrecho 439 Después de situarme por los faros de Esparte! y Tánger, enmendé el rumbo para embocar el Estrecho por su medianíá, quedando después al rumbo 075°. Los proyectores situados en Punta Tarifa barrían a intervalos regulares y durante los periodos en que éstos dejaban de iluminar, lo hacían con los mismos intervalos los insta lados en el Marruecos español. Decidí aprovecharme de la existen cia de estos proyectores antes de aproximarme a la zona más angosta del Estrecho, en la cual, de acuerdo con mi plan, haríamos inmersión para continuar así durante el resto del paso. Avistamos varias unidades menores patrullando e iluminadas por la luz de los proyectores. A 2330 salió la Luna mejorando mucho la visibilidad. Como tenía una situación de confianza obtenida de los dos faros, decidí hacer inmersión antes de que pudieran descubrirme. E3taba tratando de navegar en inmersión a una velocidad de 3 nudos, contdo para ello con una rcser’a de energía elóctca para 20 horas, 7 OO amnerios hora con un consumo mínimn d OO nmncrin hora Los sistemas de gobierno se pasaron a «manual». Al i(egar a Punta Tarifa y dejarla por mi babor, arrumbé al 080° e hice inmer Sión a cota de 20 metros. Todos los buques mercantes que navegan hacia el Mediterráneo se mantienen normalmente en la medianía del Estrecho, para aprovechar así la corriente, que suele tener una intensidad de 4 nudos. Aprovechóestetráficoparacomprobarla derrotadelsubmarino,escuchandoelruidode1ahélicesquenos . Año 1999 49 WILLARD C. FRANK, JR. 440 441 Estimando que la velocidad del submarino sería de unos 5 nudos —incluidos los 4 nudos de la corriente—, énmendé el rumbo a 0400 horas al 085°, para mantenerme a más de 4 millas del faro de Gibraltar conobjctodcnoserlocalizadopordetectoresacústicos. A 1000 horas, navegando a cota de 20 metros, empezamos a notar el movimiento de las olas, lo que indicaba que el!submarino se encon traba ya en el Mediterráneo. Aumenté la cota a 25-30 metros y después de arrumbar al 065°, navegué en estas condiciones hasta las 2030 horas conidcadesalirasupcrficicmásalládcilímitedcla líneadelAcuerdodcNyon,dcjdoéstahaciaelsur. El 21 de abril, a 2030 horas, salimos a superficie, sucediçndo que estábamos mucho más al sur de lo que habíamos calculadp. Al hacer superficie avistamos muchos mercantes, en distintas direcciones. Puse proa a Almería, navegando al 070° has4t la amanecida. Hici mos entonces inmersión y arrumbamos al 090°. Alnavegaren inmersiónysinperiscopios,resultabaimpo@iblesituarseduranteel d4a. Por la noche las nubes nos impidieron réalizar observaciones astronómicas. Durante la noche del 22 de abril fue imposble establecer enlace radio con Cartagena, si bien se detectaban transmisiones de radios republicanas. A 2250 horas del día 22 de abril decidí salir a superfi cie y navegar al rumbo 040° para intentar llegar a cabo Tiñoso no después de 0330 horas. Entrada en la base de Cartagena 442 50 El 23 de abril, a pesar de la inexistencia deÍ enlace radio, decidí entrar en la base, ya que era peligroso permaneer en la mar durante horas diurnas. La cuestión principal consistía en evitar ser atacado por la artillería de costa. Después de alistar el buque para hacer inmersión rápida continué navegando y decidí entrar en la base de Cartagena por la canal «A», adyacente a la orilla de poniente. Una vez a la altura del cabo Tiñoso, el submarino quedó desenfi lado de la artillería, informando los radioteléfonos costeros de la presencia de un submarino de superficie. Se avistaron petroleros por estribor, en la zona clara del horizonte, pero al permanecer nosotros en la oscura no nos distinguieron. Empezó á amanecer con gran rapidez,cuando sólo quedaban 3 millas para la base. Aumenté velo cidad a 15 nudos y encendí las luces de navegación. Cuando infor maron desde el cabo, la base de Cartagena ordenó salir a los patru lleros antisubmarinos, encontrándome con ellos en las proximidades de la entrada de dicha base. Me identifiqué ante el comandante de un patrullero antisubmarino, regresando éste a la base. A 0530 atraqué en ella. 64 SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO 443 Enlaces radio De acuerdo con el plan del jefe de la Flota, todos los enlaces radio, excepto el «X» se establecieron con el crucero Libertad. Nuestras sugerencias y planes para comunicar con la estación terrestre de la base de Cartagena fueron rechazados por el jefe de la Flota. Como resultado, el submarino careció de enlaces en todo momento, reci biendo únicamente informaciones sobre la situación en los frentes y en la mar desde distintas emisoras de radio. La documentación de las comunicaciones a establecer con el Libertad se había mecanografiado en tres ejemplares. Durante nues tro tránsito, este crucero quedó fuera de servicio, trasladándose el cuartel general de la Flota desde él al crucero Cervantes que estaba en servicio. Pero al no recibir este buque instrucciones del jefe de la Flota en lo relativo al establecimiento de enlaces con el submarino, su radio no respondió a nuestras llamadas dirigidas al indicativo del Libertad. uu haber TOUIILUUU buqucG uu iu riuiu ulgunas operaciones un iu mar probablemente no hubiese sido necesario en determinadas circunstancias haber puesto en contacto al Libertad con un buque nnr necesitaba información sobre la situación en las proximidades Jclabase. De esto puede deducirse que todo buque que regrese a su base debe tener enlace ante todo con ella, ya que ésta dispone de más libertad de acción y sus comunicaciones son más fiables que las de los buques (estoencasodequenosedispongadeunaestaciónde radioentierra,propiadelafuerzasubmarina). -——a— - — 1. Burmistrov, comandante. Año 1999 51 ÍNDICES DE LA REVISTA DE HISTORIA NAVAL Ya están a la venta los ÍNDICES w de los cincuenta primeros núme ros de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL, cuyo contenido es el que sigue: REVISTA DE HISTORIA NAVAL fNDICESDE LOS CINCUENTA PRIMEROS NÚMEROS • • 1 • • • • Introducción (estudio histórico y estadístico). Currículos de autores. Indices de los números 1 al 50. Artículos clasificados por ordenalfabéticos. Indice de materias. Indice de la sección La histo ria vivida. • NÚMERO EXTRAORDINARIO AÑO XIV 196 Núniero Edre INSTrEUTO DE WSTORIA Y CULTUR.4NAVAL ARMADA ESPAÑOLA fl Indice de la sección Docu inentos. • • • Indice de la sección La Histó ria Marítima en el mundo. Indice de la sección Recen siones. Indice de ilustraciones. Un volumen extraordinario de 296 páginas, del mismo formato que la REVISTA, se vende al precio de 1.000 pesetas (IVA incluido) más gastos de envío si se pide por correo. Se puede adquirir en los siguientes puntos de venta: Instituto de Historia y Cultura Naval Juan de Mena, 1, 1.°. 28071 MADRID. Fax: 91 379 59 45 Servicio de Publicaciones de la Armada Montalbán, 2. 28071 MADRID. Fax: 91379 5041 Museo Naval Juan de Mena, 1, 28071 MADRID. Fax: 91 379 50 56. Venta directa. INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESADE INGLATERRA:LA MISIÓNDEL P. WILLIAMCRICHTONCERCA DE FELIPE11(1590-1592) (*) Francisco DE BORJA MEDINA, S. J. Pontificia Universidad Gregoriana, Roma El cuarto centenario de la Gran Armada (1588-1988) produjo un renovado interés de historiadores españoles y británicos tanto por las causas, los prepa rativos y la ejecución del plan, como por el fracaso —ya que no derrota— y sus consecuencias. Fruto de este interés fueron los trabajos publicados por el Instituto de Historia y Cultura Naval del Ministerio de Defensa de España, que ha dedicado a la diversa temática de la Gran Armada una colección de ocho volúmenes, y está en curso la publicación del Corpus Documental de la Batalla del Mar Océano (1). Entre los estudios publicados en Gran Bretaña cabe señalar el volumen editado por M. J. Rodríguez Salgado y S. Adams England, Spain and the Gran Armada, 1588-1604 (Edimburgo, 1991). Contiene los trabajos pré sentados en las Anglo-Spanish Conferences celebradas en Madrid y Londres en 1988. (*) Parte de este ensayo apareció en su versión inglesa bajo el título: «Intrigues of a Scot tish Jesuit at the Spanish Court: Unpublished Letters of William Crichton to Claudio Acquaviva (Madrid 1590-1592)», en The Reckoned Expense: Edmund Cainpion and the Eariy Jesuits. Essays in Celebrarion of thfirst centenaO’of Campion Hall, Oxford (1896-1996).Editado por Thomas M. McCoog, S. J. The Boydeil Press, Woodbridge, 1996, pp. 215-245. Agradezco a la casa Boydeli & Brewer, así como a los PP. Thomas M. McCoog 5. J., editor, y Joseph Munitiz, S. J., Inaster de Campion Hall (Oxford), traductor, sus licencias correspondientes. El presente trabajo es la versión original castellana, que comprende abundante material no publicado en la versión inglesa. Mi reconocimiento a los PP. Wiktor Gramatowski, S. J., y Joseph De Cock, S. J., anterior y actual director del Archivum Romanum Societatis lesu (ARSI), Roma, y a los PP. Geoffrey Holt y Thomas M. McCoog, asimismo anterior y actual director del Archivo Histórico de la Provincia Británica (Farm Street Church, Mount Street, Londres), por su amabi lidad, competencia y fraterna ayuda. También tengo que agradecer sinceramente las atenciones recibidas en el Archivo General de Simancas tanto por parte de la entonces directora, doctora doña María Teresa Triguero Rodríguez, como del personal facultativo y auxiliar. (1) La Batalla del Mar Océano. Corpus Documental de las Hostilidades entre España e Inglarerra (1568-1604). Ministerio de Defensa, Armada española, Instituto de Historia y Cultu ra Naval. Madrid, 1988. Hasta 1993 se han editado 3 volúmenes con 4.159 documentos. El volumen III (1 de marzo de 1587-1 5 de febrero de 1588;). Preparación de la Empresa de Iiigla terra de 1588. Madrid, 1993, por el gran número de documentos pertenecientes a ese periodo que contiene, está dividido en 3 tomos. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDiNA, 5. J. Se han intensificado también la investigación y el análisis del periodo de la post-Armada. Así, en el ciclo de conferencias organizado por el Instituto de Historia y Cultura Naval (Madrid), con motivo de las IX Jornadas de Historia Marítima (abril de 1993), se presentaron trabajos importantes (2). La atención de los participantes recayó principalmente sobre Inglaterra (3) y el área estra tégica de los territorios vecinos interesados: Irlanda (4), Bretaña (5), Países Bajos (6). Por su interés y su relación con el presente trabajo, merece citarse el ensayo de Hugo O’Donnell y Duque de Estrada, vicepresidente entonces de la Comi sión Internacional de Historia Marítima. Se trata del estudio y publicación de un documento inédito de indudable valor: un portulano de las costas de Inglate rra, de 1594, con su explicación, en inglés y castellano, elaborado por N. Lamberto, piloto inglés de la Armada del Rey Católico, empleado en las gale ras de protección del puerto de Cádiz. El documento, destinado a informar a Felipe II sobre el mejor punto de desembarco para la invasión, está dirigido al P. Robert Persons quien lo presentó, con su propio comentario, dos años más tarde (7 de febrero de 1596) al secretario don Juan de Idiáquez (7). No era el primer proyecto que Persons apadrinaba en relación con la «Empresa de Ingla terra»: en 1593 lo había hecho con el diseñado por sir William Stanley. Dentro del mismo ciclo de conferencias, M. J. Rodríguez Salgado, de la Universidad de Londres, publicó en versión bilingüe un interesante estudio sobre los años inmediatamente posteriores a la derrota: 1588-1594 (8). En cuanto a Gran Bretaña, R. B. Wernham publicó un trabajo monográ fico sobre la expedición, en 1589, de Norris y Drake contra la Península Ibérica (9). Antes había publicado su estudio After the Armada... (15881594) (10) que completó, en 1994, con su estudio sobre los últimos años de la guerra anglo-hispana The return of the Armadas... (1595-1 603) (11). (2) IX Jornadas de Historia Marítima: Después de la Gran Armada: la historia descono cida (1588-16...). Ciclo de Conferencias. Abril, 1993. Cuadernos Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, núm. 20. Madrid, 1993. (3) ADAMS,Simon: <English Naval Strategy in the 1590’s><, pp. 57-72. (4) KERNEY WALSH, Micheline: «La expedición española a Irlanda en 1601», pp. 29-39. (5) GRACIA RIVAS, Manuel: «La Campaña de Bretaña (1590-1598), una anienaza para Inglaterra». pp. 41-56. (6) SCHOKKENBROEK, J. C. A.: «The Growth of a Nation: The Netherlands after the Spanish Armada Campaign of 1588», pp. 85-92. (7) O’DONNELLY DUQUE DE ESTRADA,Hugo: «Los refugiados ingleses. Un proyecto inédito para invadir Inglaterra (1594-1596)», en Después de la Gran Armadapp. 7-28. (8) Felipe II ‘y la crisis post-A rosada: política exterior ‘y rebelión, 1588-]594/Philip II and tlie Post-Armada crisis: foreign polic’y and rebellion, 1588-1594. Cuadernos Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, suplemento al núm. 20. Madrid, 1993. (9) The Expedition of Sir Robert Norris and Sir Francis Drake ro Spain and Portugal, 1589. Publications of the Navy Record Society, 1988. (10) After the Armada. Elisabethan England and the Strugglefor Western Europe 15881595. Oxford. 1984. (11) TIte Return of tIte Armadas. TIte Last Years of Elisabethan War against Spain. 15951603. Oxford, 1994. Albert J. Loomie, 5. J.. se había ocupado del terna de la post-Armada en relación con los católicos ingleses en «The Armadas and the Catholics of England». The Catho 54 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE iNGLATERRA... Por mi parte, con motivo del cuarto centenario ofrecí unas notas en la revista Archivum Historicum Societatis lesu (AHSI), del Instituto Histórico de la Compañía de Jesús de Roma, sobre los jesuitas en la Armada, y dediqué unas líneas al periodo siguiente al fracaso de la Empresa y a la preparación y ejecución de la segunda armada en 1596-1597 (12). Sin embargo, apenas ha recibido atención en este mismo tiempo la reper cusión en Escocia de la derrota de la Armada (13). De ella me ocupo en el presente trabajo, centrándome en el jesuita escocés P. William Crichton (14) y su misión cerca de Felipe II como agente de los señores escoceses católicos (1590-1592). Son fechas muy significativas para Escocia y su relación con la llamada Empresa de Inglaterra. Entran en juego múltiples intereses, entre los que cabe señalar la restitución de la fe católica, «la justa venganza de la muer te inicua y cruel» (15) infligida a la reina de Escocia, María Estuardo, por mandato de Isabel de Inglaterra, la supervivencia de los católicos en ambos Reinos y los derechos dinásticos a la sucesión de ambas Coronas. En cuanto a las fuentes, utilizo principalmente la correspondencia conser vada del P. Crichton, desde Madrid, con el prepósito general de la Compañía de Jesús, Claudio Aquaviva, que va del 1 de febrero al 18 de julio de 1592, fuente principal para conocer las vicisitudes de su gestión en la Corte. Aprove cho igualmente la documentación dirigida a Felipe II.y a su secretario, don Juan de Idiáquez, conservada en Simancas y en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús, que confirma y completa la anterior. lic Historical Review, 59 (1973), PP. 385-403, artículo reeditado en Id.: Spain and rhe Earh’ Stuarts, 1585-1655. Aldershot, 1996, V. (12) MEDINA, Francisco de Borja, S. J.: «Jesuitas en la Armada contra Inglaterra (1588). Notas para un Centenario», en AHSI, 58 (1989), pp. 3-42. (13) Wernham dedica parte de un capítulo a este terna (After the Armada..., pp. 455-460) y otras alusiones a lo largo de su obra. (14) W. Crichton (c.1530-c.l615); otras formas: Creichton, Creighton. En la documen tación utilizada firma siempre Creytton. Originario de la diócesis de Dunkeld, Escocia, era del linaje y casa de Robert Crichton, VIII lord Crichton de Sanquhar, a quien dirigía en todo [James Hudson a Burghley. 18 de septiembre de 1594 y 19 de junio de 1595, Calendar of ¿he Scottish Papers related to Scotland and Mao;, Queen of Scors 1547-1 603 (Calendar of Scot tish Papers), vol. XI, 1593-1595, editado por Annie 1. Cameron (Edimburgo, 1936) 447-616]. Entró en St Salvator College y se matriculó en la Universidad de St Andrews en 1552, en cuyo registro aparece como Gi.ílielmus Chrechtoune. BA (1554) MA (1555). Estudió luego en París, Roma, Leipzig y Lovaina antes de ser admitido en la Compañía de Jesús en Roma (5 de diciembre de 1561) donde se ordenó sacerdote (1562). En Lyon hizo la profesión solemne (28 de agosto de 1568). Fue rector de varios colegios y, de 1573 a 1581, viceprovincial de Aquitania. cf FERNÁNDEZ ZAPIco, D.: «La Province d’Aquitaine de la Compagnie de Jésus d’aprés son plus ancien catalogue (1566)». AHSI, 5 (1936), 268-292, pp. 272, 283-285. English Histori cal Review, 8 (1893), pp. 697-703. McCooG, Thomas M., S. J.: ed. Monurnenta Angli, 2 vols. (Roma. 1992), MHSI, pp. i42, 143, II. 280. Para más detalles cf Dicrionarv of National Biography XIII. Londres, 1888. pp. 93-94 (se prepara una nueva edición que subsanará errores y lagunas). Para los lores Crichton de Sanquhar, GIBBs: The complete Peerage of England, Scoriand, Irelandandthe UniredKingdom. Londres, 1913, t. III, pp. 539-541. (15) Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37 a, 216. Véase docu mento II. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. El incidente de las «firmas en blanco» En diciembre de 1592 ocurrió un episodio que puso en peligro los intereses de los católicos escoceses que defendían sus ideales religiosos y su supervi vencia: el asunto conocido por the Spanish bianks. George Kerr, hermano de Mark Kerr, lord Neubottle, fue arrestado en la isla escocesa de Cumbrae, en el estuario del Clyde, cuando se disponía a zarpar para España. Le fueron ocupa das cartas en blanco con las firmas y sellos de los condes de Angus, Huntly y Erroli dirigidas, según se pensó, al Rey de España o a algún alto personaje. Sometido a tortura, Kerr confesó, de acuerdo con sus examinadores, que se tramaba una conjura urdida por el jesuita P. William Crichton y encaminada a conseguir el apoyo de los condes católicos a una fuerza invasora dirigida contra Inglaterra. Había indicios de que el Rey de Escocia, Jacobo VI, estuvie ra al tanto de la conjura, aunque el Rey lo negó categóricamente ante el emba jador de Isabel de Inglaterra. El asunto de las firmas en blanco se aireó en la reunión del Consejo Privado del 25 de diciembre de 1592 y, días más tarde, el 17 de enero de 1593, se informó en el palacio de Holyrood, en Edimburgo, del plan ideado por Crichton (16). Pero ¿hasta qué punto tenía fundamento la confesión de George Kerr en perjuicio de Crichton, y la implicación de los condes católicos firmantes en blanco? La respuesta se puede deducir de la correspondencia con Roma, que publicamos, y de los otros documentos de Crichton a que he aludido. La corres pondencia con el general consta de seis piezas ológrafas del jesuita escocés: cinco cartas desde Madrid y la copia de un documento presentado a Felipe II, en marzo, sobre las ventajas e inconvenientes de llevar a cabo la «Empresa de Inglaterra en 1592», incluida en uno de los despachos al prelado. Todas estas piezas de puño y letra de Crichton están redactadas en italiano y se conservan en el Archivo del Prepósito General de la Compañía de Jesús, en Roma, llamado «Archivum Romanum Societatis lesu» (ARSI), sección Tolet. (= Provincia Toletana). Quizá su ubicación en una sección de la Asistencia de España y no haber reparado en la organización del Archivo como órgano de gobierno del general (17), ha ocasionado que esta correspondencia escapara hasta hoy a la atención de meritorios investigadores. Entre otros al P. Hubert Chadwick que publicó, precedida de un interesante estudio, una carta inédita de Crichton al general ClaudioAquaviva, fechada en Bruselas el 28 de octubre de 1589 (18). (16) GRAVES LAw, Thomas: «The Spanish blanks and the Catholic Earls». Ed. P. Hume Brown. Collected Essays and Reviews, pp. 244-276. Una revisión del asunto en SHEARMAN, Francis: «The Spanish Blanks», The Innes Review (Glasgow), 3 (1952), pp. 81-103, y 4 (1953), p. 60. Existe una relacibn sobre el asunto (1 de julio de 1593) dirigida a Idiáquez: AGS, Estado 839, f. 61. (17) Véase. p. ej., mi trabajo: «La Compañía de Jesús y la Evangelización de América y Filipinas en los archivos de la Orden», en Las órdenes religiosas y la evangelización de Améri ca y Filipinas en los archivos eclesiásticos. VIII Congreso de la Asociación de Archiveros de la iglesia en España. Córdoba, 12 al 15 de septiembre de 1992. Memoria Ecclesiae y, Oviedo, 1994, pp. 3 1-61. (18) CHADWICK. Hubert: «Father William Crichton S. 1. and a recently discovered letter (1589)». AHSI. 6 (1937), pp. 259-286. 56 64 ESCOCÍA ENL4 ESTRATEGiA DELA EMPRESA DE INGLATERRA... En. el Archivo Romano quedaron las minutas y borradores ológrafos del propio Crichton (19). Toda la documentación testimonia los esfuerzos de los señores escoceses católicos para conseguir el apoyo de Felipe II en su lucha por la defensa de sus convicciones religiosas, frente a la opresión de los ministros predicadores y a la injerencia de la reina Isabel de Inglaterra en los asuntos religiosos y políticos de Escocia (20). Ofrecían cooperar con todas las fuerzas a su disposición en la Empresa de Inglaterra, que proponían se intenta ra por Escocia como la mejor solución para lograr su éxito. En último térmi no, las cartas en blanco estaban destinadas a ser rellenadas por los PP. James Tyrie y William Crichton, a quienes fiaban su causa por haber tratado perso nalmente coñ ellos sus proyectos y estar al tanto de las circunstancias. Misión de Crichton a Escocia (1587-1589) En la relación de 1589, comentada y publicada por Chadwick, Crichton revela el papel desempeñado en su misión a Escocia y su visión de los asuntos de aquel Reino en relación con la Armada y su fracaso. Según afirmaba, los dos tercios de la población escocesa esperaban con expectación la Armada. Crichton fue enviado a darles la bienvenida y constituyó para todos una grave desilusión, e incluso rabia, el que la Armada pasase de largo y. se perdiera miserablemente, cosa que no hubiera sucedido de haberse efectuado el desem barco en Escocia (21), como se demostró con los más de mil náufragos que arribaron a las costas escocesas y fueron atendidos y hospedados humanitariamente por los católicos, con anuencia del Rey. Los’jesuitas les ayudaron y permanecieron en la capital, Edimburgo, por su causa y debido a otros nego cios, pero sin poder comunicar con ellos públicamente. Se reunían de noche y algunos de los jefes españoles fueron al hospedaje de Crichton, la casa del conde de Angus el Joven, en las afueras de la ciudad, junto a Cannongate. (19) Especialmente en la sección Anglia (Angi.) 30/1 (Anglia Historia;)ff. 85-104: «Scrip ta Patris Creighton 1592». Otros documentos enAngl. 42 (Scotia Historia, 1566-1634). (20) Para todo el trasfondo político-religioso de Escocia y las complicadas intrigas de unos y de otros en el tiempo que nos ocupa, es útil LANG, Andrew A.: Histor ofScotlandfrom Roman occupation. Edimburgo-Londres, 1902, y. JI, pp. 333-399, y para la visión católica BELLESHEIM, Alphons: i-Iistory of the Cathoiic Church in Scotlandfro;n tunIntroduction of Chris rianiíy ro the Present Day. Traducido, con notas y adiciones, por Oswald Hunter Blair, 4 vols. Edimburgo-Londres, 1887-1890, vól. III (1560-1625). (21) <Diu classem expectavimus Regis Catholici; non minore devotione quam illi Christi adventu qui dixerunt: utinam disrumperes coelos et descenderes. In hac expectatione et deside rio scio fuisse duas tertias partes regni. Missus sum ego ut illis esset obviam et signiflcarem quo animo essent affecti, et quo in statu essent nostrates. At illi nunquam nostra littora attigerunt, fugientes nernine persequente, et circumeuntes omnes insulas nostras, Horcadas ac Hebrides per medias Syrtes et scopulos, sine nautis qui ullo pacto riossent illa maria; unde secuta est mira illa iactura hominum et navium. Si vero in nostra venissent littora, ne navem quidem unam, aut hominem ullum amississent; sed rem per Dei gratiam sine ullo alio auxilio confecissent, ob quam mare sunt ingressi. Sed Deo omnia in melius disponente, meliora erant expectanda tempora». CHADWICK: op. cit., p. 282. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. Descubierta su presencia, Crichton, aconsejado por sus amigos, dejó su refu gio y esa misma noche los esbirros registraron toda la casa sin resultado. Por este tiempo, o poco más tarde, unas cartas interceptadas por los espías ingle ses y enviadas a Escocia pusieron sobre aviso a los que buscaban a los jesui tas. Según Crichton, a él por haber reconciliado con la Iglesia católica al conde de Crawford, y a su compañero, el P. Edmund Hay, por haber hecho lo mismo con el conde de Erroil (22). Esta era la tercera vez que Crichton desempeñaba una misión en Escocia: la primera, en febrero de 1582, cerca del duque de Lennox, por encargo del papa Gregorio XIII, para tratar de la liberación de la reina María Estuardo y la vuelta de Escocia a la fe católica. Acompañó a Crichton el hermano Ralph Emerson, antiguo compañero de (san) Edmundo Campion. Crichton volvió a París con la respuesta del duque de 7 de marzo de 1582 para el embajador de Felipe II, Juan Bautista de Tassis, y de aquí a Roma para informar al papa de su gestión (23). La segunda misión de Crichton a Escocia tuvo lugar en 1584, en compañía del P. James Gordon, tío del conde de Huntly, pero fueron traicionados y hechos prisioneros por los zelandeses de Flesinga. A Gordon le dejaron libre pero a Crichton lo condujeron a Londres donde, después del interrogatorio ante el Consejo Privado (3-16 de septiembre de 1584), fue encerrado en la TolTe (16 de septiembre de 1584-mayo de 1587) (24). Fue liberado, en mayo de 1587, mediante la promesa hecha a los miembros del Consejo Privado de no tratar de volver a Escocia. Hacia el 1 de julio llegaba a Roma y se entrevistaba con el jesuita inglés P. Robert Persons (25). Aquaviva le designó, en verano de 1587, para acompañar al obispo de Dunblane, el cartujo William Chisholm, enviado por Sixto Y en misión apostólica a Escocia (26). El 17 de agosto Aquaviva firmaba la patente de su misión dando como razón de su envío la obediencia. Con ello se salvaba la promesa hecha por Crichton a los señores del Consejo Privado de no regresar a Escocia ni procurarlo por su parte, lo cual, según afir maba el general en la patente, Crichton lo había cumplido (27). (22) CHADWICK: Ibidem, pp. 274, 278, 281-284. (23) PASTOR, Ludovico: Historia de los Papas, 39 vois. Barcelona, 1910-1961, vol. 19, pp. 383-386. La carta a Tassis, descifrada, en AGS, Estado K 1560 (B53): trata de la misión de Crichton y de la aceptación por parte del duque de las propuestas del papa y de Felipe II. (24) Sobre la estancia de Crichton en la Torre cf. POLLEN,John H.: «Mernoirs of Father William Crichton, S. J. 1584-1587». The Month, 139 (1922), pp. 317-324. Paralos interroga torios y sus respuestas, o confesiones, cf. The Letters and Memorials of William Cardinal Allen (1532-1594) with an Histori cal Introduction bv Thomas Francis Knox, D. D. Londres, 1882, pp. 425-434 (en adelante ALLEN). (25;) El conde de Olivares al Rey. Roma, 3 de julio de 1587. Calendar of Letters and State Papers relating to Engiish Affairs preserved , originaliy beionging to the Archives of Simancas (editado por Martin A. Hume) vol. IV. Elisabeth (1587-1603), Loñdes, 1899 (Spanish Calendar), p. 119. (26) ÇHA0wIcK: op. cit., pp. 262, 264-266. (27) Este es el tenor de la patente, una de las pocas cuyo texto se conserva completo: «Missio P. Creyttonis in Scotiam. Claudius, etc. Carissirno fratri in X Gui Creyttoni eiusdem Societatis sacerdoti salutem, etc. Quamuis duns in Anglia in vinculis detinereris Consiliaris eius 58 64 ESCOCIA ENL4 ESTRATEGIA DELA EMPRESA DE INGLATERRA... En otoño de 1589 Crichton abandonaba Escocia en compañía del P.Edmund Hay. Su ministerio había durado dos años. Ahora pasaba a desempeñar su misión en favor de los católicos de Escocia en Madrid. A principios de ese año había llegado a España, procedente de Roma, el inglés Robert Persons, ocupado en la fundación de los seminarios ingleses. Antes de conocerse en Roma la magnitud del desastre, Aquaviva había nombrado a Persons (5 de noviembre de 1588) superior de todos los jesuitas ingleses que servían en la misión castrense de Flandes, y superintendente de los jesuitas residentes en Inglaterra (28). En agosto de 1590 Crichton se encontraba aún en Génova, convaleciente de unas tercianas que le habían tenido largo tiempo en cama (29). A fines de octubre o primeros de noviembre llegaba a Madrid, desde donde, a 9 de este mes, escribía al general Claudio Aquaviva (30). Dos años escasos duraría su misión, pues en agosto de 1592 abandonaba la Corte de Felipe II. La correspondencia Crichton-Aquaviva (1590-1592): sus datos esenciales De estos dos años escasos de la estancia de Crichton en la Corte se conser va prácticamente toda la correspondencia dirigida de Roma a Madrid pero, como he indicado, la de Crichton de Madrid a Roma sólo desde el 1 de febre ro al 18 de julio de 1592. Del P. Claudio Aquaviva se conocen las minutas de 11 cartas transcritas en los copiadores del prepósito general para las provincias de Milán y Toledo de la Compañía de Jesús, y van de diciembre de 1590 a julio de 1592. Del 16 de marzo al 25 de noviembre de 1591 la correspondencia de Aquaviva con Crichton es cifradá (31). En la correspondencia del general se pueden rastrear los aspectos centrales de la gestión de Crichton en la Corte desde el 9 de noviembre de 1590, primer dem Regni Regin, iliorum coactus imperio, promisisse te asseras, nunquam te curaturum, quod reuera prstitisti, ut in Scotiam mittereris, nec eo iterum nisi nostra et superiorum qui pro sua in te potestate tibi id iniungere possent, obedientia compellante: Nos tamen qui divinam tantuni gloriam et animarum salute, spectare debemus, tibi per prsentes iniungimus atque in virtute Sanct obedientie mandamus, ut in Scotiam te conferas, ubi fidei propagationi atque animarum tantum lucro iuxta instituti nostri rationem diligenter incumbas, divinam interini Maiestatem obnixe rogantes ut tibi in omnibus luce atque auxilio su grati’ adesse dignetur. Amen. Rom, 17 Augusti 1587». ARSI, Hist. Soc. 61, 26 y. Sumario en f. 45. (28) «institutio Superioris nostrorum Anglorum qui Castra Regis Catholici sequuntur... Rornae, 5 Novembris 1588» ARSI, Hist. Soc. 61. 28. (29) Aquaviva a Crichton. Roma, 25 de agosto de 1590. ARSI, Med. 21/JI, 308 y. (30) Aquaviva a Crichton. Roma, 24 de diciembre de 1590. ARSI. Tolet. 4. 79 y. (31) «P[ater] N[oster] - P. Creytton, cifra 1590». ARSI. Fondo Gesuitico (FG) 678/21/4. Así, <Georgio Cottomo» (siglas «G. C.»), mercader, es Gulielmo Creytton; «Ruberto Hyber no», el rey de España; el «Sr. Pompeo», el papa; «Edoardo Hoffeo», el P. Edmundo Hay, asis tente de Germania; los «factores», la nobleza, la «mercancía», el ejército, o la empresa de Inglaterra; la «exposición de mercancías», la invasión; las letras «ff.» minúsculas. Escocia; la letra «N.» mayúscula, Génova; las letras eJ.» o «1.» mayúsculas. Roma, etc. Al haber localiza do esta cifra después de la publicación de la versión inglesa, cometí algunos errores de interpre tación que quedan aquí subsanados. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDiNA, S. J. despacho de Crichton desde Madrid del que hay referencias, hasta el 1 de febrero de 1592, fecha de la primera de sus misivas conservadas dirigidas a Roma desde la Corte. Según se deduce de la respuesta de Aquaviva, de 24 de diciembre de 1590, al despacho de 9 de noviembre, las propuestas de Crichton habían encontrado acogida en la Corte. Ante las ofertas de los señores escoceses en relación con la empresa, Felipe II había indicado la necesidad de que Crichton, u otro de la Compañía, marchara a Escocia para informar a aquellos señores de los posi bles planes. Al general no le pareció conveniente, en absoluto, que Crichton ni ningún otro de la Compañía volviese a Escocia, a no ser abiertamente con el ejército expedicionario. Porque bajo ningún color se podría encubrir la finali dad del viaje, y los adversarios, cuya sagacidad bien conocía Crichton, descu brirían la maniobra por conjeturas o por otros medios, lo que dañaría grave mente el bien común. Aquaviva disponía que, de no haber otro remedio, Crichton mostrase a los ministros de la Corte su respuesta oponiéndose al viaje. En caso de que el Rey juzgase indispensable el envío a Escocia de alguno de aquella nación, habían recomendado a Aquaviva, como la persona más idónea, a Robert Bruce, «instrumento excelente para tal empresa». Los informes no podían ser mejo res: era «hombre de gran celo y disposición para la empresa, de gran pruden cia e inteligencia», tal como lo conocía Crichtorí. Habían manifestado al gene ral que este sujeto era de «tan raras partes» que no se encontraba otro semejante de esa nación. En ese momento estaba en Flandes. Era bien conoci do de los señores de la cámara.real y, por tanto, si hiciera falta, era acreedor a que Crichton lo propusiese a Su Majestad para que lo llamara a la Corte. Si supusiera un riesgo la demora, podría el Rey enviar a Flandes las instruccio nes convenientes (32). Crichton conocía a Bruce de antiguo. Habían trabajado juntos en la última misión a Escocia, actuando luego de enlaces, respectiva mente, con Parma y Felipe II. Bruce llegó a Madrid por otoño de 1586 y volvió con dinero a Escocia en mayo de 1587. Crichton lo había recomendado al Rey como gentilhombre fiel e inteligente, que había servido mucho y bien en beneficio de Su Majestad Católica. Era de fiar y apto para cualquier clase de servicios (33). El 2 de febrero 1591, Crichton, en carta probablemente cifrada, insistía en la precisión de marchar a Escocia por encargo del Rey. Su salida de Madrid parecía inminente, pues el general el 16 de marzo le enviaba su respuesta cifrada a Génova desaconsejando, de nuevo, su viaje a Escocia por las razones dadas anteriormente. Su presencia en aquel Reino despertaría aún más a «los que no dormían», excitaría nuevas envidias y, en consecuencia, produciría más daño que provecho. Dada la petición de «Ruberto Hyberno» (= el Rey de Espa (32) (33) Aqilaviva a Crichton. Roma, de 24 de diciembre de 1590. ARSI, Tolet. 4. 79v. «La Nobiltl. principale di Scotia di titulo di conte o di Lord». AGS, Estado 839, f. 34. CHADWICK:op. cit, pp. 276, 284. Sobre el posible papel de Bruce como doble espía. ibidem: p. 266. n. 16. EDWARDS, Francis: Robert Persons. The Biography of an Elisabethan Jesuit, 1546-] 610, St. Louis, Mo., 1995, p. 125. 60 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGiA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA.:. ña), lo que «Georgio Cottomo» (= Crichton) podía hacer era dar instrucciones, escritas o verbales, al «factor de Ruberto» (= el nobleque se encargara de la gestión) sobre dónde, con quién y por qué medios debía negociar sus «merca durías» (= el ejército) dándole los nombres de «aquellos tres hermanos suyos que estaban en Escocia» (= los condes de Angus, Huntly y Erroli) y dejarlo marchar por su cuenta. Llegado el tiempo oportuno, se encargaría el cuidado de aquel tráfico [esto es, el mando del ejército] a uno de los dos que el mismo «Cotomo» (= Crichton) había indicado, lo que se haría (34). Con la misma fecha, Aquaviva comunicaba al P. Gil González, visitador de la provincia de Toledo, el dictamen terminante del viceasistente de Germania, el escocés Edmund Hay, que había estado con Crichton en Escocia y conocía muy bien la disposición de aquella gente: «En ninguna manera conviene para el servicio del rey que el P. Critonio vuelva si no fuese volviendo con la Arma da, porque él es muy conocido y sin duda su presencia dañaría» (35). Crichton, en un principio, había apuntado como elemento básico para la empresa un capitán general grato a aquel pueblo para gobernarlo, y sugería uno cualquiera de los dos archiduques de Austria, hermanos del Emperador y sobrinos de Felipe IT (los archiduques Ernesto y Alberto) y, como general del ejército, al adelantado de Castilla o a don Alonso de Vargas (36). No obstante el criterio de Aquaviva, el viaje a Escocia de Crichton estaba al parecer decidido en junio de 1591. En respuesta al despacho de Crichton de 30 de marzo, Aquaviva dirigió por duplicado a Génova y a Turín su paten te, enviándolo a la Baja Alemania, esto es Bélgica, «ad fructificandum in vinea Domini» (37). La carta cifrada que la acompañaba, de fecha 11 de junio, la dirigió el general por triplicado a Génova, Turín y Madrid, informándole del envío con la misma fecha de la patente solicitada para Flandes, en caso de que la ótra «peregrinación» no pudiese realizarse del modo conveniente que le había escrito otras veces, esto es, con el ejército. Debía avisar a «Georgió Cottomo» que viniera a Roma porque <Edoardo Hoifeo» (= Edmund Hay) quería hablarle. En llegando a Italia, si no tuviera otro asunto urgente que le obligara a marchar a su país, debía esperar la llamada de Hoffeo (= Hay). A menos que arribase a Italia antes de fin de junio, debía esperar en Lombardía, Florencia o Siena a que el tiempo refrescase. Pero, en la eventualidad de tener asuntos tan urgentes que juzgase no ser conveniente este rodeo ni tampoco la demora a la espera de un segundo aviso, no debía entorpecer el negocio más importante, sino partir enseguida para Escocia, «cum modis et merci bus» (= «con los instrumentos de medir y las mercadurías», es decir con el dinero y el ejército), pues lo otro se podía suplir por carta. En cuanto a procu rar el éxito del colegio-seminario para la nobleza escocesa que proponía abrir en Flandes, se escribiría al provincial de aquella provincia (38). De hecho el (34) (35) (36) (37) (38) Año 1999 Aquaviva a Crichton (cifra). Roma, 16 de marzo de 1591, ARS1 Med. 22, 024v. Aquaviva a G. González. Roma, 16 de marzo de 1591. ARSI, Tolet. 4, 85. Cf ARSI, AngI. 30/1, 85v. Patente para la Baja Alemania. Roma, 7 de junio de 1591. ARSI, Hist. Soc. 61,47v. Aquaviva a Crichton. Roma, It de junio de 1591. ARSI. Toler.4, 85v. La minuta de FRANCISCO DE BORJA MEDiNA, 5. J. general anunciaba a éste, Oliverio Manareo (Mannaerts), el envío de Crichton relacionado con los seminarios de la Compañía de Jesús en Bélgica (39). Quizá el viaje de Crichton estaba relacionado con las gestiones en Madrid de sir William Stanley que, por este mismo tiempo, preparaba su vuelta a Flandes, adonde, según informaciones del espía William Sterrell, llegó en agosto (40). El 5 octubre Stanley se encontraba en Roma con dos sirvientes, alojado en el hospicio del Colegio Inglés (41). Ante la insistencia mostrada por Crichton en su despacho del 17 de agosto de 1591, Aquaviva se remitía en su respuesta a sus cartas de junio y confirma ba que, teniendo la «mercancía» en orden, Cotomo podía encaminarse con ella a donde se le requería (42). El 25 noviembre Aquaviva acusaba recibo del despacho de Crichton de 13 octubre y quedaba informado de que la «mercan cía» y el negocio del «Cotomo» (= Crichton) se diferían indefinidamente. Vería si hablar del asunto con el «Sr. Pompeo» (= el papa) podría ayudar, pues era mucho lo que había que hacer en todas partes, como el mismo Crichton habría podido inferir por las noticias de los Países Bajos. El 4 de noviembre moría en Roma el P. Edmund Hay de disentería con dolores cólicos, enfermedad que solía padecer. Con él se había perdido una gran ayuda. Ejercía su oficio con mucha humildad, prudencia y unión (43). Hay había sido nombrado, ese mismo año de 1591, viceasistente de Germania (que incluía todas las provincias del Norte de Europa y de Francia y las misio nes de Inglaterra, Irlanda y Escocia), en sustitución del P. Paulus Hoffeus, asistente más antiguo y admonitor del general (44). Crichton, aún en Madrid, se dirigía de nuevo, a 7 de diciembre de 1591, al general, pero éste, por única respuesta, le prometía sus oraciones y las de la Compañía por el éxito de los asuntos que traía entre manos y el logro de todos los demás, entre ellos la elección de nuevo papa que Aquaviva deseaba fuera la carta cifrada dirigida a Madrid, debido a su mal estado de conservación, tiene palabras y frases ilegibles. Pero el concepto fundamental se entiende a la luz de la otra, de la misma fecha, dirigida por duplicado a Génova y Turín. Las frases tachadas legibles indican que el envío a Flandes se hace en la eventualidad de no resultar el plan de marchar a Escocia con el ejército: «caso che l’altro disegno al modo che a luj [Georgio Cottomo] habbiamo scritto peraltro non riuscisse per andar in Scotia con essercito [corregido arriba: merce]». (39) Cf Aquaviva a Oliverio Mannaerts, o Manareo. Roma, 10 de junio de 1591. ARSI, FI. Belg. 1, 474. (40) WERNFIAM: After the Armada, pp. 449-450 (41) FOLEY, Henry, 5. J.: Records of the English Province of the Sociely of Jesus. 7 vols. Rohehampton/Londres, 1875-83, vol. VI, p. 564. (42) Aquaviva a Crichton. Roma. 1 de octubre de 1591. ARSI, Tolet. 4, 90r-v. (43) Aquaviva a Crichton. Roma, 25 de noviembre de 1591. ARSI, Tolet. 4, 95v-96. (44) La sustitución de Hoffeo había constituido un golpe de fuerza de Aquaviva. Lo repu taba un obstáculo a su modo de gobierno, al que Hoffeo, en su función de asistente y admoni tor, elegido por la Congregación General, se oponía con sus advertencias por juzgarlo, como otros padres antiguos, alejado de la sencillez paternal del modo de gobierno de Ignacio de Loyola y de los primeros generales con quienes había convivido y colaborado, BURKHART SCHNEIDER: «Der Konflikt zwischen Claudius Aquaviva und Paul Hoffaeus» AHSI, 26 (1957), pp. 3-56. Id.: «Der Konflikt zwischen Claudius Aquaviva und Paul Hoffaeus. Erg5nzungen und Berichtigungen». AHSI, 27 (1958), pp. 279-306. 62 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA;.. semejante al difunto Inocencio (45). El papa Inocencio IX había muerto el 30 de diciembre de 1591, y el 30 de enero de 1592 era elegido papa el cardenal Hipólito Aldobrandini que tomó el nombre de Clemente VIII. Durante este tiempo, Crichton no había estado ocioso y se le había presen tado una nueva oportunidad. En noviembre de 1591 el Rey había querido que enviase a Escocia a un gentilhombre escocés para llamar a la Corte al barón Fyntrey (o Fintry), hombre de Estado y católico constante, con comisión de los nobles escoceses, para discutir los detalles de las ofertas hechas a Su Majestad e informar de la situación de aquel Reino. Se trataba de David Graham, laird de Fintry (46), muy estimado por Crich ton. En el informe a Felipe II sobre la nobleza de Escocia, lo citaba entre los barones de grado inferior, pero no menos poderosos que otros, que debían ser tenidos en mucha consideración, Es muy probable que el Rey, en virtud de estos informes y de noticias anteriores, lo hubiera hecho llamar como la perso na más idónea para el trato con la alta nobleza escocesa (47). Fintry había padecido varios arrestos y prisiones y, meses después, con motivo del descubri miento de los Spanish blanks, sería decapitado (15 de febrero de 1593), renun ciando al medio que se le proponía para su liberación: conformarse con la Kirk (esto es, pasar a la Iglesia Reformada Calvinista de Escocia) (48). Crichton se lamentaba al P. general de que, todavía en marzo de 1592, no se tuviera en Madrid la menor noticia de la misión enviada a Fintry. Esta espe ra le había impedido su marcha a Roma para informar de palabra de sus gestiones. Por dos o tres veces había solicitado en la Corte licencia para partir, sometiéndose al parecer del Rey. No le habían dado respuesta alguna, pero le constaba que el Rey no se inclinaba por su partida. Con todo, estaba dispuesto a hacer lo que el general le ordenara (49). Un mes antes, el 1 de febrero de 1592, Crichton había informado a Aquavi va, con lenguaje figurado, de la inactividad respecto de la empresa. Como otros, criticaba la lentitud en la resolución de los negocios y temía que o no se hiciera nada, o poco o tarde. Para significar la situación ventajosa de la Reina de Inglaterra, utilizaba el símil de la araña en su tela. Mientras no se limpiase la tela, junto con la araña, que era lo más sencillo, ésta seguiría urdiendo su tela por toda la casa. Una vez eliminada la araña, no fabricaría más tela y la existente podría oponer poca resistencia al «barrendero». La conclusión era (45) Aquaviva a Crichton. Roma, 20 de enero de 1592. ARSI, Tolet. 4, 99. (46) CHADWICK: op. cit., p. 276. (47) Este era el informe de Crichton sobre Fintry: «buonissirno catholico e zeloso per ji quale ha falto seruiti per tirar molti al fauore et parte de sua Maest Catholica piü che nessun altro per ji che, é excomunicato per gli Ministri heretici et persedutato da! Re et priuato deile sue baronie et beni, é signor fedele, inteiligente ne!!e !ingue et costumi di forastiere. et degno d’esser impieghato in quaisiuoglia cOsa». «La Nobiltñ Principale di Scotia di titolo di Conte o di Lord», «Catalogo della Nobilt et delie factioni», AGS, Estado 839. f. 34. (48) FORBES-LEITI-!,William, S. J.: Narratives of the Scottish Catholics under Ma0’ Stuart and James VI. Edimburgo, 1885, pp. 220-221. (49) Crichton a Aquaviva. Madrid, 7 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37a, 218. Véase documento III. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. inteligible para el buen entendedor: Felipe II perdía el tiempo en luchar en otros frentes (Flandes, Francia, guarda de las flotas de Indias, etcétera) dirigi dos o apoyados por Isabel, cuando lo mejor sería ir a buscarla en su propia casa. Al ignorar Crichton si había intención de realizar la empresa, su estancia en la Corte carecía de sentido y proponía a Aquaviva que el P. Gil González, presente en aquélla, decidiera sobre la conveniencia de su estada o partida. En esos días había llegado la flota de Indias con los cofres, por valor de diez o doce millones de ducados entre lo correspondiente al Rey y a los particulares. Para los negocios de Flandes había llegado a la Corte el jesuita P. Jacob Zelan der, y estaban aún en manos del Rey esperando resolución (50). Estas noticias daban sensación de desconcierto y de impotencia. El 6 y 7 de abril de 1592, Crichton podía exponer a Aquaviva con toda claridad, por mensajero seguro, sus gestiones sobre la empresa y el estado en que ésta se encontraba. El portador de sus despachos era Francis Dacre, barón Dacre, hermano menor y heredero de Leonard, lord Dacre. Hacia fin de septiembre de 1589 («Michelmas»), Francis había escapado a Escocia y se había refugia do, con su mujer e hijos, en casa del conde de Bothwell, dispuesto a servir al Rey de España al tiempo de la empresa. En Escocia estuvo cerca de dos años y medio. Zarpó en un buque escocés a Burdeos, de donde pasó a Bayona. A principios de 1592 vino a Madrid, donde se detuvo tres meses con una pensión del Rey de 100 ducados mensuales (51). Estuvo alojado en casa de la duquesa de Feria (52). Crichton aprovechó su marcha a Roma para enviar en abril sus despachos a Aquaviva, esta vez sin clave. El 28 de mayo Dacre esta ba ya en Roma hospedado en el Colegio Inglés (53). Crichton había pasado diversas informaciones a la Corte, pero no había recibido respuesta. Al parecer no desagradaban, pero no resolvían nada: sólo le explicaban secamente que el Rey tenía buena voluntad y que todo se haría a su tiempo. Enviaba a Aquaviva copia de un memorial que había entregado al Rey ese marzo pasado con las razones en pro y en contra de llevar a cabo, ese mismo año, la Empresa de Inglaterra (54). Pero la situación de Francia impedía por entonces emprender nada nuevo. Por otra parte, le habían prometido ayuda para la misión de la Compañía de Jesús en Escocia, sin concretar nada, fuera de 700 ducados que, cinco o seis meses atrás, le habían librado por orden del Rey para su mantenimiento y el de su secretario seglar. Este era un buen sujeto y lo había enviado a Lisboa para su admisión en la (50) Crichton a Aquaviva. Madrid, 1 de febrero de 1592. ARSI, Tolet. 4, 212. Véase documento 1. (51) «1593, June 30. Exarnination of John Whitfield in Northumberland, servant to Fran cis Dacres». Histori cal Manuscript Co,nmission, Calendar of the Manuscripts of the Most Hon. the Marquis of Salisbur preserved at Hatfieid House (Salisbury Manuscripts), 24 vols. Londres, 1883-1976, vol. IV, pp. 333-334. (52) L00MIE.Albert J., S. J.: The Spanish Elizabethans. The English Exiles at the Court of Philip Ji. Nueva York, 1963, pp. 105-106, 247. (53) FOLEY:Records, vol. VI, p. 565. (54) «Pro e contra». Marzo 1592. ARSI, Tolet. 37a. 214-215. Véase documento VII. 64 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... Compañía, pues el colegio de Madrid no ofrecía condiciones para la forma ción de novicios. De acuerdo con la propuesta anterior de Crichton (1 de febrero) respecto a su partida, el general, el 13 de abril, dejaba en su mano la deliberación de las razones con el visitador, Gil González, o con quien le pareciera. Le dirigía sus despachos a Génova comunicándole que, antes de partir para Flandes, pasara por Roma, si sus negocios le permitíaneste rodeo (55).Para el 23 de mayo de 1592 Crichton, de acuerdo con el parecer de los padres consultados, participaba al general la decisión de marchar a Roma para comunicarle de palabra las ocurrencias de la Corte. Ese mismo día pensaba ir a El Escorial para pedir licencia al Rey. Con las primeras galeras pasaría a Italia, y entraría en Roma con los grandes calores (56). En junio Aquaviva expresaba a Crichton su parecer sobre la oportunidad de que se entrevistara con Persons para decidir lo más conveniente en relación con la Empresa (57). El 18 de julio Crichton le notificaba su yisita a Vallado lid para conferenciar con Persons y ponerse de acuerdo con él, lo que se había conseguido, como le informaría de palabra en Roma, adonde pensaba llegar, siguiendo las últimas indicaciones del general, a fines de agosto o principios de septiembre. Nada se podía hacer por entonces en relación con el negocio principal, no obstante la buena voluntad y el deseo de realizarlo con el tiempo. El Rey le concedía licencia para partir, con la condición de regresar cuando se le llamara. Crichton se había remitido en este punto al prepósito general, indi cando al Rey que éste trataría siempre de complacerle. El asunto del semina rio de nobles escoceses que Crichton pretendía establecer en Douai, se había diferido hasta recibir aviso del duque de Parma y tramitarse la concesión de ayuda para la misión de la Compañía en Escocia (58). La salida de Crichton de Madrid se puede fijar en los primeros días de agosto. El 3 de este mes el nuncio, Pietro Millino, le entregaba una carta de presentación para el papa Clemente VIII. El nuncio, durante esos dos años en Madrid, había conocido y tratado a Crichton y lo consideraba hombre muy celoso del honor de Dios y acérrimo enemigo de las herejías y de sus fautores. El padre había tratado con el Rey y sus ministros de la reducción de Escocia e Inglaterra a la religión católica y expulsión de los herejes pero, aunque le habían oído de buena gana, no había conseguido todo lo que esperaba, quizá por encontrarse el Rey demasiado embarazado con las guerras de Francia y (55) Aquaviva a Crichton. Roma, 13 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 4, 103v. (56) Crichton a Aquavíva. Madrid, 23 de mayo de 1592. ARSI, Tolet. 37a, 220. Véase documento IV. (57) Aquaviva a Crichton. Roma, 6 de junio de 1592. ARSI, Epp. NN. 2, 20. Esta carta, copiada en el registro de la correspondencia extraordinaria (<Litterae Extraordinariae ad NN») está dirigida a «Gioan» Creytton en Madrid. Pero se trata ciertamente de William Creytton, el único jesuita de este apellido en aquel tiempo. Evidentemente el secretario para esta correspon dencia interpretó la firma de Crichton «GO» (= Gulielmo) como <Gioan» (Giovanni). En otras cartas, Crichton firma Gs (= Gulielmus) Creytton. (58) Crichton a Aquaviva. Madrid, 18 de julio de 1592. ARSI, Tolet. 4, 225-226v..Véase documento V. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. Flandes y querer esperar primero el resultado de los negocios de Francia. El padre daría cuenta particular de los asuntos relativos a Escocia e Inglaterra tratados en la Corte y el papa podía igualmente interrogarle sobre los de Fran cia, de los que también estaba muy bien informado (59). El 17 de agosto Crichton se encontraba en Valencia, donde pensaba dete nerse un mes (60). El 28 de octubre estaba en Barcelona a la espera de embar car para Génova (61). Probablemente llegaría a Roma por noviembre de 1592. Hacia fines de enero del año siguiente, 1593, partía para Flandes en compañía delP. William Baldwin (62). El 21 de abril de 1593 anunciaba a Aquaviva su llegada a Douai vía Pont-á-Mousson (Ducado de Lorena) (63). 1590-1592: el peor momento Crichton no pudo escoger peor momento para tratar con Felipe II de la Empresa de Inglaterra. En primer lugar, su implicación en la guerra de Francia en apoyo de la Liga Católica contra el pretendiente Enrique de Navarra, cabe za del partido hugonote, a quien apoyaban la reina Isabel de Inglaterra, las Provincias Unidas y los príncipes protestantes alemanes. En 1590 Felipe II había enviado tropas en apoyo de la Liga, en julio al Languedoc y en septiembre a Bretaña, adonde partió con su tercio el maestre de campo don Juan del Aguila en auxilio de su gobernador, el duque de Mercoeur, que había ofrecido al Rey Católico el puerto de Blavet. El dominio de esta base garantizaba las comunicaciones con Flandes y facilitaba la Empresa de Inglaterra (64). En dos ocasiones el duque de Parma, gobernador de los Países Bajos, entró con sus tercios en Francia, por orden del Rey, en ayuda de la Liga, dejando Flandes a la defensiva y a merced de los avances de Mauricio de Nassau con el apoyo de las fuerzas inglesas. La primera entrada (agostonoviembre de 1590) la hizo para socorrer al duque de Mayena, lugarteniente del Reino, y levantar el sitio de París. En septiembre, Farnesio liberaba la capital, donde quedó el embajador del Rey Católico, don Bernardino de Mendoza, y una guarnición española. Ante los disturbios de París, en noviembre de 1591,provocados por el hambre y la peste, Farnesio retornó a territorio francés (diciembre de 1591), apaciguó la villa y marchó para romper el cerco de Ruán (abril de 1592), asediada por Enrique y sus auxilia (59) Pietro Millino a Clemente VIII. Madrid, 3 de agosto de 1592. ASV. Spagna 40, 18. Véase documento VI. PASTOR: Historia de los Papas, vol. 23, p. 188 n. 3, se equivoca al asig nar los informes de Millino de 3 de agosto al año siguiente [1593],en que ya era nuncio Caetani. (60) Crichton a Sebastián Hernández.Valencia. 17 de agosto de 1592. ARSI,A,igl. 30/1, 102. (61) Crichton a SebastiánHernández.Barcelona,22 de octubrede 1592. ARSI,Angi. 30/1, 104. (62) Patente del P. General, 13 Januari 1593. ARSI, Hist. Soc. 61, 48v. Crichton era portador de la carta de Aquaviva para el provincial Oliverio Mannaerts, fechada el 26 enero. ARSI. Fi. Beig. 1, 510. (63) Crichton a Aquaviva. Douai, 21 de abril de 1593. ARSI, Germ. 171. sio. cf. Aqua viva a Crichton. Roma, 5 de junio de 1593. ARSI, FI. Belg. 1, 518. (64) GRACIARIVAS: «La campaña de Bretaña (1590-1598)», pp. 41-56. 66 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... res ingleses.A mediados de año regresabaa los Países Bajos pero, por tercera vez, recibió orden de intervenir en Francia (30 de octubre de 1592) sin conseguirlo, pues minadopor la enfermedadfallecía en Arras el 3 de diciembrede 1592 (65). En orden a la de política interior, el 20 de abril de 1590 había tenido lugar la fuga del ex secretario de Estado, Antonio Pérez, de la cárcel castellana, y se refugió en Aragón en donde se siguieron, por su causa, los disturbios de mayo de 1591 y la entrada en septiembre de 20.000 hombres del Ejército castellano al mando de don Alonso de Vargas, con escándalo e indignación de no pocos aragoneses al verse ocupados por castellanos. En febrero de 1592 se produjo, sin mayores consecuencias, la frustrada invasión de tropas bearnesas por el Alto Aragón, promovida por Pérez y sus partidarios, y apoyada por Enrique de Navarra (66). A los problemas nacionales e internacionales se añadía la discontinuidad en la Corte de Roma. En menos de año y medio —esto es, del 27 de agosto de 1590, en que moría Sixto Y, hasta el advenimiento de Hipólito Aldobrandi ni, como Clemente VIII, el 30 de enero de 1592— habían ocupado la sede apostólica tres papas: Urbano VII (15-27 de septiembre de 1590), Gregorio XIV (5 de diciembre de 1590-16 de octubre de 1591) e Inocencio IX (29 de octu bre-30 de diciembre de 1591). Este cambio tan seguido en la cabeza de la Catolicidad impedía una política romana estable frente a los problemas políti co-religiosos internacionales en los que estaba implicado Felipe II, como la sucesión católica a la Corona de Francia y la Empresa de Inglaterra. La gestión de Crichton en la Corte Los dos despachos de Crichton a Aquaviva de 6 y 7 de abril de 1592, junto con el memorial dirigido a Felipe II en marzo de este año, sobre los «pros y contras» de llevar a cabo la «Empresa de Inglaterra en 1592» son fundamenta les para conocer los asuntos tratados por Crichton en Madrid, sus puntos de vista y sus discrepancias con Persons (67). Complemento de estos despachos son las minutas de sus cartas y memoriales para el secretario Idiáquez. En medio de este clima de desinterés, Crichton había trabajado con el Rey y sus ministros para inducirles a llevar a cabo cuanto antes la Empresa de Inglaterra, mostrándoles la buena disposición de los nobles escoceses y la facilidad de realizarla. Según las informaciones facilitadas por Crichton a Felipe II, el Rey de Escocia no contaba con más fuerza que su propia nobleza, pues no tenía gran des entradas de dinero, sino sólo la obediencia de sus súbditos, obligados a servirle en tiempo de guerra a sus propias expensas. Pero al sentirse más obli gados a servir a Dios y a su Iglesia, los nobles ofrecían hacerse cargo de su (65) Un buen resumen en RODRÍGUEZSALGADO,M. J.: «Felipe II y la crisis post-Armada», pp. 78-86. (66) LYNCH,J.: Spain under the Habsburgs, 1. Oxford, 1964, pp. 337 y 345. (67) ARSI. Tolet. 37a, 214-215, 216-218v. Véase documentos II, 111,IX. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. Rey y a actuar de suerte que ningún hereje pudiese impedirles concurrir con Su Majestad Católica en la invasión de Inglaterra. Como garantía pondrían en manos de Su Majestad Católica todas las tierras fértiles, las fortalezas y todos los puertos de mar y, al mismo tiempo, le entregarían sus hijos primogénitos, o sus parientes más cercanos y herederos, para que dispusiera de ellos a su beneplácito en caso de faltar a su promesa. Con este fin Crichton gestionaba, como se ha indicado, la fundación de un seminario en Douai (Países Bajos) para la educación de los jóvenes escoceses, bajo el patrocinio de Su Majestad Católica. En, la parte septentrional de Inglaterra, confinante con Escocia, había también algunos condes y grandes señores católicos muy poderosos y otros católicos en grandísimo número que se unirían a las fuerzas de Su Majestad. El barón Dacre aseguraba que estas fuerzas bastarían para ocupar todo el país, desde Escocia a York, que es una distancia en torno a 100millas. Por otro lado, todo el País de Gales era católico y se levantaría. También todas las provincias de Inglaterra estaban llenas de católicos que se alzarían igualmen te de suerte que, comenzada la empresa, avanzaría por sí misma con grandísi ma facilidad. Según Crichton, al Rey Católico satisfacía la buena disposición de los nobles escoceses, pero se encontraba empeñado en las guerras de Flandes y de Francia y tenía que atender otras ocupaciones. Por otro lado, había también otras razones que el Rey no decía, como podría ser el recelo de no poder mantener el Reino de Inglaterra como suyo o como amigo. La escasez de fuerzas por la pérdida de la última armada lo tenía en suspenso y temero so, y con escrúpulo de hacer un gasto excesivo poseyendo otros mayor dere cho, como los Guisa o el duque de Saboya. Finalmente, según pensaba Crich ton, el Rey estaba persuadido de que los católicos ingleses querían servirse de sus fuerzas para deshacerse de los herejes y designar luego a un rey católi co de entre ellos y expulsarlo a él y a todos los forasteros, cuyo imp.erio no podían soportar. Al papa tocaba asegurar el derecho de Felipe y tomar, con el cardenal de Inglatena, William Allen, las decisiones oportunas en relación con la empresa y conferirlas con el embajador de Su Majestad. Si el papa no lo hacía y no ayuda ba con exhortaciones y dinero —el papa Gregorio XIII había prometido costear la cuarta parte de la empresa—, pasarían otros diez años sin hacerse nada. Diez años habían pasado desde su misión cerca del duque de Lennox, por encargo del papa Gregorio y del prepósito general, y ahora todo estaba por recomenzar. En cuanto a la sucesión, Crichton sugería que Allen se persuadiese de la conveniencia, para mayor gloria de Dios y bien de aquellos pueblos, de que el Rey Católico obtuviese los Reinos de Inglaterra y Escocia y que ambas Coro nas se unieran en una niisma persona (68). (68) Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37a. 2 16-217. Véase documento II. Para el asunto de la sucesión, véase RODRÍGUEZ SALGADO, M. J.: «The Anglo Spanish War: The final episode in the War of the Roses’» en RODRÍGUEZ SALGADO, M. J. y ADAMS. Sirnon (eds.): England, Spain a,id the Gran Armada, 1588-1604, pp. 1-44. 68 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGL4TERRA... Las ofertas desatendidas de los nobles escoceses e ingleses Los conceptos vertidos en sus despachos a Aquaviva respecto de la actitud de la Corte correspondían a una realidad más dura de lo que quizá pudiera parecer. Crichton, en vísperas de la marcha de Francis Dacre a Roma, redacta ba el 24 de febrero de 1592 un serio memorial de quejas destinado al secreta rio Idiáquez, sobre la situación de parálisis a la que se había llegado y sus lamentables consecuencias (69). Recordaba al secretario los ofrecimientos de los señores escoceses y la actitud pasiva de la Corte de Madrid. Lord Hume, gobernador de los confines orientales de Escocia con Inglaterra y uno de los más grandes señores de toda Escocia en séquito de gente belicosa, había ofre cido sus servicios a Su Majestad Católica en carta de 10 de diciembre 1591, junto con dos ofertas trascendentales: 1.0, hacerse con el Rey de Escocia y poner aquel Reino en las manos de quien placiera a Su Majestad, pues contaba con suficiente apoyo de otros señores para llevarlo a cabo. 2., poner en manos de Su Majestad el castillo de Edimburgo, la principal fortaleza del Reino y la mejor situada y defendida. El P. James Tyrie, en carta de 10 de enero de 1592, había confirmado estos ofrecimientos (70). Conocía bien el asunto y, entre otras circunstancias, su sobrino Thomas Tyrie estaba al servicio de lord Hume, con quien había empa rentado por casamiento con su prima hermana (71). Lord Hume contaba, en un radio de diez leguas, con 10 ó 12 barones de su apellido y casa pero, aunque lo reconocían por cabeza, no todos lo seguían por ser tan ricos corno él, y no le obedecían sino a su voluntad o por miedo de ser maltratados. Por otra parte, hacía dos años que se había ofrecido a Su Majestad Católi ca, a poco coste, el castillo y la tierra de Berwick, así como la tierra de Newcastle. El señor de Dacre, presente en la Corte, ofrecía a Su Majestad la tierra, el castillo y la ciudadela de Carlol [Carlile]. Estas ofertas eran bastantes para enseñorearse de Escocia y entrar con seguridad en Inglaterra. Si Su Majestad tenía en gran cuenta la Empresa de Inglaterra, debería estimar de igual manera estos parajes con los que tendría la mitad de la’empresa ganada. Sería muy expediente que Su Majestad se asegu rase con tiempo de los principales señores ingleses y escoceses que ahora ofrecían sus personas y servicios. Tres cosas eran necesarias: 1.0, marineros y pilotos expertos, por cuya falta se había perdido la anterior armada; 2.°, el concurso de los grandes señores Crichton a Idiáquez. Madrid, 24 de febrero de 1592. ARSI, Angi. 30/1, 93-94. (70) Ibide,n. Çf. «II discorso et parer del P’ Giacomo Tyrio». ARSI, Angi. 30/1. 90. Se trata de un escrito de 5 de marzo de 1592, de mano de Crichton, que contiene estas propuestas. (71) Çf Thomas Bodley al conde de Essex. La Haya, 26 de febrero de 1594/5. Salisbury Manuscripts V, pp. 122-126. Crichton. en su carta al P. general Aquaviva, interceptada por el espionaje inglés y enviada por Bodley a Essex, afirmaba que no había en todo el reino de Esco cia ningún catóiico constante que tuviera tanto crédito con el Rey y con el barón Hume, capitán de su guardia, que Thomas Tyrie. por ser «conosciuto fedele, prudente et secreto» y por no ser señor «grande o vistoso» que diese sombra a ninguno. (69) Año 1999 FRANCiSCO DE BORJA MEDINA, S. J. naturales de la Isla sin los cuales la entrada sería difícil; 3.°, conquistar el afecto de los naturales, sin el cual no se podría mantener el país ganado. Aunque se podían lograr estas tres cosas con facilidad, parecía que en la Corte del Rey Católico se hacía poco para conseguirlas o conservarlas. Aun más, cuando los señores escoceses ofrecían la entrega de sus hijos primogéni tos o unigénitos como garantía no se les daba respuesta. Lord Dacre, que podía hacer servicios muy señalados y ganar para el servi cio de Su Majestad muchos de los principales Señores del septentrión inglés, ya que casi todos eran sus parientes, estaba en la Corte malcontento y resuelto a partir en breve, pareciéndole que se hacía poco caso de su persona y servi cios. También se marchaba Francis Maubray, gentilhombre escocés pobre, cansado de luchar y malcontento, pareciéndole que no le habían tenido en la debida consideración, en lo que parecía tener alguna razón, según Crichton, pues con poco se contentaría (72). Para ganar el afecto de los escoceses Crichton había propuesto algunos medios, entre ellos: 1.0, mantener al arzobispo de Glasgow, hombre ilustre de aquella nación respetado de todos (73); 2.°, depositar alguna suma importante en Amberes para distribuirla entre aquella nobleza, cuando llegase la ocasión de emplear los nobles en el servicio de Su Majestad; 3.°, hacer un seminario en Douai para los hijos de los nobles, lo que habría supuesto un beneficio público para todos y una cierta garantía de sus servicios, y 4.°, asignar alguna subven ción para el mantenimiento de una buena misión de la Compañía en Escocia, a fin de ganar aquellos pueblos para Cristo y para el servicio de Su Majestad. Pero nada de esto se hacía. Por ello, Crichton solicitaba licencia de S. M. y de Idiáquez para retirarse y, de orden del prepósito general, ver dónde encon trar los medios para mantener la misión de la Compañía, que tanto fruto había hecho y hacía en la recuperación de aquellas gentes para la Iglesia de Cristo. Crichton se quejaba asimismo de que los 8.000 escudos repartidos entre la nobleza escocesa habían significado sólo «una gota de agua para apagar un grande hierro candente», ya que eran muchos los nobles: no había habido para todos y habían recibido muy poco los principales. Si la suma se hubiese desti (72) Francis Maubray o Mowbray pasó a Inglaterra y ofreció sus servicios a la reina Isabel a cambio de dinero. En Escocia facilitó información a Robert Bowes (embajador de Isabel cerca de Jacobo) que le dio, en recompensa, 40 engels en nombre de la Reina. Al no asegurarle medios estables de subsistencia, se negó a colaborar, alegando el mal trato recibido en Inglaterra. Bowes a Burghley, 16 de julio, 6 y 17 de agosto de 1592. Calendar of the Scot tish Papers related to Scotland and Ma, Queen of Scots... 1547-1603... (Calendar of Scot tish Papers) vol. X, 1589-1593, editado por William K. Boyd & Henry W. Meikle (Edimbur go, 1936). pp. 726-727, 748, 757. 760. En 1593 andaba en compañía de sir Robert Melville, nuevo embajador de Jacobo VI cerca de Isabel. Bowes lo recomendaba a Burghley para una recompensa. W. Cecil apostilló de su puño: primero el servicio, luego el salario. Bowes a Burghley, 10 de junio de 1593. Calendar of Scottish Papers, vol. XI, 1593-1595. editado por Annie 1.Cameron (Edimburgo, 1936), p. 98, nota. (73) Era James Bitoun (o Beaton) II, consagrado en 1554, exilado en 1571 y repuesto en 1598, pero no pudo volver y murió en París a los 86 años en 1603. GAMS, Pius Bonifa tius, O. S. B.: Series Episcoporum Ecciesice 6’atholic quotquot innotuerunt a Beato Petro Apostolo. Ratisbona, 1873, p. 240. 70 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... nado al arzobispo de Glasgow, como cabeza de la nación, o al seminario de la nobleza, se habría conseguido un fruto muy notable y ganado el ánimo y afec to de los nobles. El jesuita escocés temía que la tardanza diera al traste con todo y perjudi cara las pretensiones de Felipe II. Hacía responsable de ello al propio secreta rio Idiáquez, ya que el Rey le había encargado este asunto y a él se remitía. Protestaba de haber avisado en tiempo oportuno, de modo que el secretario pudiera reflexionar sobre ello y advertir a Su Majestad. Si las cosas salían mal, no era por falta de aviso. Crichton afirmaba que tanto escoceses como ingleses conocían el interés del Rey Católico por la empresa y, supuesto que la debía y podía llevar a cabo, concluían que la emprendería cuanto antes. Pero con la experiencia de que, en tantos años, nada se había hecho, empezaban a perderla esperanza y dirigían su pensamiento a otros medios por los que quizás se podría lograr el éxito de la empresa. Crichton era categórico: estaba cierto de que el Rey no la difería sin graves razones y estorbos, pero también era cierto que, si la retardaba hasta tanto no desaparecieran los impedimentos, jamás la comenzaría, por lo que era necesario romper esos impedimentos para no dilatarla más. Hasta aquí las observaciones de Crichton a Idiáquez. En cuanto a la resolu ción de los impedimentos, Crichton consideraba la empresa como el único medio posible para acabar con los conflictos que turbaban la Monarquía. La primera consecuencia sería acabar con la guerra de Francia, suprimiendo las fuentes de ayuda exterior al Rey de Navarra en hombres, dinero y crédito que, en último término, dependían de la Reina de Inglaterra y de los banqueros venecianos, florentinos y genoveses de Londres. Había que aprovechar la coyuntura. Inglaterra era presa fácil, pues todos sus soldádos y capitanes se hallaban fuera empeñados en esas guerras, por lo que se habían abandonado los presidios de Irlanda y la guarnición de Berwick, única fortaleza inglesa con guarda permanente. En cuanto a la ejecución de la empresa, si no se encontraba número sufi ciente de gente ni de naves para su transporte, se podía hacer la leva en otras partes y embarcarse en Alemania, Flandes y Francia, Aunque no llegaran a Escocia todas las fuerzas juntas, las primeras en desembarcar estarían a seguro y aguardarían a las restantes. Crichton mostraba una vez más su preocupación por la lentitud de los negocios, que achacaba al sistema de gobierno de Felipe II de despachar personal y minuciosamente todos los asuntos. El Rey, cargado de un cúmulo de negocios gravísimos de toda la Cristiandad, no podía ocuparse como convenía de todos los particulares y de los objetos ineludibles de la empresa. Por ello, sería oportuno que descargara esa responsabilidad en un general a quien se podría tener más fácil recurso y el cual, al ocuparse de ese único negocio, podría estar mejor informado y proveer las cosas particulares y nece sarias, bajo las órdenes y dirección de Su Majestad, comunicándole, por su parte, los asuntos de mayor importancia (74). (74) Año 1999 «Alcuni effetti della Impresa d’Ingliterra» (s. f.). ARSI, Angi. 30/1, 95r-v. FRA CISCO DE BORJA MEDINA, S. J. La nobleza de Escocia favorable a Felipe II En el supuesto deque toda la empresa debía, en último término, basarse en el apo,Tode l nobleza escocesa, uno de los principales empeños de la gestión de Crichton era informar a Felipe II de su estado. Entre los papeles originales de su puño y letra que se guardan en la sección Estado del Archivo General de Simancas, se encuentran dos listas de los nobles escoceses (75). Una según su religión y otra de acuerdo con la facción o partido a la que pertenecían. La primera, «La Nobiltit principale di Scotia di titolo di Conte o di Lord», distribuye a los nobles en católicos sinceros, políti cos (es decir, ni católicos ni herejes, sino indiferentes respecto de cualquier religión) y menores de edad y, finalmente, herejes obstinados, encabezados por el propio Rey de Escocia. En la segunda lista, «Delle tre fattioni di Scotia», se clasifica la nobleza por facciones o partidos: el de la Reina de Inglaterra, el del Rey de Escocia y el del Rey de España. Crichton anota en la primera lista tres cosas: primero, que dos condes cató licos solos —los condes de Huntly y de Morton— eran más poderosos que todos los otros nobles herejes juntos y, además, que casi todos los políticos estaban unidos a los católicos en todo y no menos fervientes que ellos en proseguir la causa de la restitución de la fe católica y en tomar venganza de su reina María Estuardo, ejecutada en Inglaterra. Segundo, que los católicos y sus partidarios podían disponer a su voluntad, por una sola vez, tanto del Rey como de todo el Reino, pero no podían conti nuar ninguna empresa sin la ayuda de forasteros, por no tener un caudillo que tomase e1mando y fuera obedecido por todos ni dinero para conseguir reclu tas a sueldo; por otra parte, era un impedimento la vecindad de Inglaterra, pues concurriría con el Rey de Escocia y los herejes contra los nobles escoce ses coligados. Tercero, que ninguno de los nobles escoceses ya fuera católico, político o hereje, pertenecía a la facción de la Reina de Inglaterra, y no había ninguno de ellos que no acudiera, de buen grado, contra Inglaterra para vindicar la muerte de su propia Reina, aunque algunos seguirían a su Rey a donde quie ra que fuere (76). En las notas a la segunda lista, Crichton comentaba que uno sólo de los nobles de la facción del Rey de España era casi tan poderoso (y muchos sin casi) como toda la facción de Inglaterra junta. Y que el menos poderoso de la facción del Rey de España contaba con más seguidores que toda la facción del Rey de Escocia (77). Complemento de estas Tnoticiases un curioso crúquis del mapa de Escocia, diseñado por Crichton, conservado en la sección Anglia del Archivo Romano (75) (76) (77) 72 «Catalogo della Nobilt et delle factioni». AGS, Estado 839, f. 34. «La Nobiltg principale...». Ibidem. «Le fattioni...». Ibidem. 64 / / Límites entre Inglaterra y Escocia. FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. de la Compañía de Jesús, con el que ilustramos el presente estudio (78). En él se señalan los puntos donde se encuentran los nobles (condes o barones) de rango superior o «lords», la facción de pertenencia y la fuerza de sus seguido res, sin determinar número. Las notas explicativas muestran el panorama reli gioso y político de Escocia para la eventualidad de un desembarco y marcha hacia Inglaterra. Crichton advierte que, además de los señalados en el mapa, existían otros muchos nobles de rango inferior o «lairds» que, tanto en núme ro como en riquezas, superaban a todos los otros nobles del Reino: un gran número de estos barones aventajaban, en súbditos y potencia, a muchos de los barones del más alto rango y a algunos de los condes. Pero los «lairds» no se indicaban en el mapa por constituir algunos millares y depender, de una forma o de otra, de los nobles de rango superior: unos como súbditos y otros como seguidores por razón de sangre, amistad o temor. Los nobles de categoría superior eran, por derecho hereditario, senadores del Reino y por este título tenían asiento y voto en todos los comicios y asambleas públicas del Reino y de la nobleza, derecho del que carecían los otros barones de categoría inferior aunque fueran mayores en número. La división de los lores la hace, como en los listados de la «Nobiltá princi pale...», de acuerdo con su posición respecto de la causa católica. Crichton distingue: 1.0, verdaderos católicos (marcados con una cruz), aunque algunos aceptasen al rey y le siguiesen con obediencia exterior; 2.°, políticos, o herejes de. profesión exterior (señalados con una cruz de medio brazo) que, en afecto o facción, seguían a los católicos o los favorecían o, a lo menos, no se oponían a ellos, a no ser compelidos por mera autoridad real; y, finalmente, los herejes obstinados (notados con solo un palo vertical). Entre los del segundo grupo —los políticos— se encontraban muchos de los señores más poderosos, que no eran menos fautores de la causa católica que los mismos católicos, sobre todo en el plano de la libertad de religión y de concien cia. Crichton afirmaba con optimismo que, en el momento en que se establecie ra esta libertad, desaparecerían, en breve tiempo, las herejías y los herejes. En cuanto a los protestantes obstinados, según el jesuita escocés tampoco todos eran enemigos de los católicos; es más, muchos de estos protestantes los compadecían y estaban dispuestos, de buena gana, a tener paz con todos ellos. Sólo las ciudades, donde no habitaban de ordinario los nobles, sino los merca deres, consejeros, legistas, artesanos y los ministros predicadores herejes, que dominaban, con orgullo, a los habitantes de las ciudades, tenían el verdadero espíritu calvinista tumultuoso, demoledor y exterminador de todo lo sagrado y profano relativo a los católicos. De acuerdo con el juicio de Crichton, si el Rey no fuera compelido por la maldad, importunidad y amenazas de los ministros y de la Reina de Inglaterra, con la que estaban coligados y confede rados, no habría en Escocia persecución alguna contra los católicos. Crichton sostenía que Jacobo Estuardo no perseguía a los católicos, a no ser a aquellos acusados y convencidos de tratar de la invasión del Reino de (78) 74 ARSI, AngI. 42, 5-8. Véase documento X. 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DE INGLATERRA... Escocia o, por mejor decir, del de Inglaterra. Estos nobles eran sólo tres: el conde de Angus, el conde de Huntly y el conde de Erroll. En favor de los mercaderes escoceses Por este mismo tiempo (1591-1592), Crichton proponía a Felipe TIlos medios eficaces para mantener favorable a la población escocesa. Uno de los puntos era el buen trato que se debía dar a los mercaderes que frecuentaban los puertos de sus dominios, tanto en la Península Ibérica como en Flandes. Debía cesare! rigor empleado con ellos, tanto por parte de las Justicias como de la Inquisición, en la aprehensión de los mercaderes y confiscación de sus bienes. Era necesario que el Rey ordenase que fueran tratados con mayor favor y otorgase patentes a los mercaderes para que pudie ran acudir a sus puertos libremente y sin temor. Muchos no osaban hacerlo por miedo a ser tratados mal. Por otra parte era muy difícil que, en los návíos, no vinieran herejes ya que, de muchos años atrás, el Reino estaba infectado de herejía (79). Coincidente con estas propuestas de Crichton es la correspondencia en latín de Jacobo VI con Felipe II en favor de mercaderes, súbditos suyos, apre sados por los oficiales reales. En junio 1591 el Rey escocés se vio precisado a quejarse a Felipe II, una vez más, de la misérrima condición en que e encontraban los escoceses que iban a comerciar a sus territorios. Invocaba el daño que estos casos podían acarrear a la amistad existente entre ambas naciones, inviolada hasta el presente, y pedía que se fomentara esa amistad con la libertad de comercio. Se trataba de un tal Juan Maubray que, cuando se disponía con otros mercaderes a volver de los territorios de Felipe a Kirkalde, fueron interceptados como ingleses y enviados a prisión. Después del juicio, no obstante haber demostra do fielmente su patria y origen, fueron subastados su nave y bienes, y él y su socio, Christopher Birkhead, enviados a galeras (80). Ya años atrás, en agosto 1586, Jacobo había acudido a Felipe en favor de un mercader criado suyo William Hunter [Gullielmus Hunterus] y su gente, que mandaba a España con dos naves para aprovisionarse de vinos generosos y otros productos del país para la Real Casa. Con este motivo, y por tener que enviar todos los años a estos mismos para traer los productos necesarios para su casa, Jacobo pedía al Rey Católico que concediese un privilegio real a Hun ter por varios años, en razón de su comisión. Este privilegio permitiría a Hunter introducir en España, vender y trocar productos de cualquier género y origen de los que testificase haberlos adquirido, de buena fe, dentro de las fronteras de Escocia, y extraer de España cuanto se necesitara para la Real Casa. Jacobo ofrecía a cambio a Felipe las mismas ventajas para sus súbditos (79) (80) Año 1999 «Les moyens efficaces pour entretenir la Noblesse d’Escosse...». ARSI, Angi. 42, 65. Jacobo VI a Felipe II. Holyrood, 4 de junio de 1591. AGS, Estado 839, f. 44. FRANCiSCO DE BORJA MEDINA, S.J. en las mismas condiciones. Este intercambio era vital para la economía de Escocia, ya que las mercancías escocesas no eran tan fáciles de vender en España como las exportadas por los ingleses, cuyo comercio, según se tenía entendido, había. sido prohibido en toda España. Los mercaderes escoceses se convertían así en agentes importadores y exportadores de los productos ingle ses (81). Importantes, por su significado en relación con la Armada de. 1588 y su pérdida, son dos peticiones de Jacobo Estuardo en favor de súbditos suyos que habían participado en el rescate de los náufragos y en su conducción a los dominios del Rey Católico. La primera trataba de un tal Gilbert Lamb y otros socios detenidos en España. Jacobo había enviado a Felipe II dos misivas en su favor a las que no había recibido respuesta. Por tercera vez, en enero 1589, acudía a Felipe, aprovechando el envío de unos próceres españoles arrojados a las Orcadas. Podían haber sido detenidos en Escocia por algún tiempo, como permitía el derecho de gentes, pero Jacobo había preferido acogerlos y enviar los a su patria movido tanto por el imperioso dictamen de su amistad y a impulsos de gente amiga como por el sagrado derecho de hospitalidad y por la propia compasión regia hacia la acerba fortuna de los náufragos. Jacobo invo caba los antiguos lazos de amistad que unían a ambos monarcas y suplicaba a Felipe que ordenase la libertad de Larnb y de sus socios, y la devolución de sus bienes y de la nave que había transportado a los próceres españoles (82). Otro caso, no menos llamativo,, fue el de Guillermo Nepar, empleado, con otros súbditos del Rey escocés y las propias naves de la Marina Real, en la conducción a Bélgica de los náufragos de la Armada acogidos en Escocia. Nepar había suministrado a sus expensas todo lo necesario para la navegación y para subvenir la indigencia de los pobres náufragos. En la travesía los zelan deses hicieron frente a las naves que los conducían: unas se entregaron y otras fueron a encallar en la costa, con mucha pérdida de gente. Nepar, que se había retrasado en compañía de su yerno y procuradoi, Alejando Laury, al conocer la gravedad de los hechos, para esquivar a los enemigos de Su Majestad Cató lica decidió transportar por el mar de Irlanda a los náufragos supervivientes. Esto había ocasionado a ambos armadores un gran dispendio. Jacobo suplica ba a Felipe que pagara a Alejandro Laury los sueldos de los soldados y lo que creyera justo por los gastos extraordinarios que él y su suegro habían desem bolsado en servicio de Su Majestad Católica (83). En 1592 Felipe II encargó al coronel escocés William Semple, que estaba a su servicio, la inspección de buques extranjeros y el registro de los mercaderes (81) Jacobo VI a Felipe II. Falkland, 31 de agosto de 1586. AGS, Estado 839. f. 14. Para el embargo y la prohibición de comerciar. a los súbditos ingleses en 1585, véase CROFT, P.: «English Commerce with Spain and the Armada War. 1558-1603», en RODRÍGUEZ SALGADO, M. J. and ADAMS, S.: England, Spain andth.e Gran Armada 1585-1604, pp. 241-242. (82) Jacobo VI a Felipe II. Holyrood, 13 de enero de 1588 [estilo del año de la Encarna ción (25 de marzo), corresponde por tanto a 1589]. AGS, Estado 839, f. 12. Hay otras cartas del Rey escocés en favor de mercaderes detenidos (31 de agosto y 5 de septiembre de 1586), en AGS, Estado 839, ff. 13-14. (83;) Jacobo VI a Felipe II. Leith, 19 de octubre de 1589. AGS, Estado 839, f. 36 76 64 ESCOCIA EN L4 ESTRATEGIA DE L4 EMPRESA DE JNGL4 TERRA... escoceses admitidos al tráfico con España, así corno la concesión de nuevas licencias a sólo aquellos que exhibieran a Semple el testimonio de recomenda ción de los tales mercaderes. A principios de 1593 Jacobo VI envió un mensa jero a Felipe II para asegurar el reconocimiento oficial de esa situación favora ble. El Rey de España concedió licencia para introducir y sacar todo género de mercadurías por los puertos de Lisboa, San Sebastián y Sevilla a todos los mercaderes escoceses que estuvieran en posesión de pasaporte del Rey de Escocia, so pena de correr peligro de perderlo todo (84). Proyectos de desembarco en Escocia: la armada de la Hansa Durante su estancia en la Corte, Crichton fue elaborando mal que bien un proyecto del plan de desembarco. Hacia finales de 1591 redactó un memorial con los pros y contras de efectuarse la empresa por la parte de Inglaterra o por la de Escocia (85). Crichton proponía los puertos de Escocia como los mejo res para el desembarco, por ser más seguros y aparejados que los puertos ingleses, y aguardar al ejército en Escocia millares de hombres para recibirlo y prestarle ayuda. Los puertos que sugería eran: por el poniente, Criaconbry [sic, por Great Cumbrae?, en el estuario del Clyde]; al oriente, el estuario (firth) del Forth, entre Lothian y Fife, de tierras fértiles. Como puertos para mantener una gran armada en todo tiempo aconsejaba hacia poniente Loch Ryan, y la isla de Arran y el estuario del Cromarty, en el oriente (86). Hacían falta pocas tropas, ya que Su Majestad podría contar con cerca de 30.000 hombres escoceses a su servicio. En cuanto al jefe de la expedición, Crichton proponía un capitán general grato a aquellos pueblos para gobernarles, como sería cualquiera de los hermanos del Emperador, y un capitán vale roso para la ejecución de la empresa, tales como el adelantado de Castilla, don Martín de Padilla, o don Alonso de Vargas. Crichton excluía al duque de Parma por considerarlo enemigo de los espa ñoles (con excepción de muy pocos) y no tanto de la Reina de Inglaterra, a la (84) Bowes a Burghley, 17 de agosto de ¡592. C’alendar of Scottish Papers, vol. X, p. 760. Albert J.: «Sir William Semple and Bristol’s Andalucian Trade, 1597-1598», en íd.: Spain and rlie Earlv Stuarts. II, p. 179. (85) «Le Ragioni Pro et Contra dell’Impresa d’Ingliterra se per l’Anglia stessa ó per la Scotia si doueria farla» s. f. (fines de 1591). ARSI, AngI. 42, 32r-v. (86) «Le ragioni pro et contra dell’Impresa d’Ingliterra se per l’Anglia stessa ó per la Scotia si doneria farla», s.f. (hacia fines de 1591). ARSI, AngI. 42, 32r-v. Véase documento VIII. La información suministrada por el espionaje inglés daba como punto de desembarco Kircud bright (en el estuario del Solvay) o la embocadura del Clyde, dependiendo del viento. Una armada de 30.000 hombres esperaría atrincherada el auxilio de Otroscuatro o cinco mil, recluta dos por los nobles escoceses católicos con dinero español. Restablecida, o al menos tolerada, la religión católica romana en Escocia, el ejército conjunto hispano-escocés avanzaría sobre Ingla terra, donde se le unirían los elementos católicos y se provocaría un alzamiento. La correspon dencia de los condes de Huntly, Erroli y Angus, los Iairds de Auchindoun y Graham de Fintry y los jesuitas Gordon, tío del conde de Huntly, y Robert Abercrornbie, hermano del laird de Murthly, así como las cartas en blanco (blanks) enviadas a España por los condes, habían sido preparativos de la invasión. The Register of dic Priv)’ Council of Scotland, (editada y abreviada por David Masson). Edimburgo, 1882, vol. V (1592-1599), pp. 34 y ss., n. 1. LOOM[E. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. que pudiendo no había querido tomar enclaves importantes, mientras que no había impedido a los enemigos adueñarse de plazas valiosas del Rey Católico, y se cuidaba poco de cuanto se perdía o se gastaba. Esta era, según Crichton, la opinión de todos los religiosos, de los mejores católicos y de los indiferen tes de los Países Bajos, que no querían juzgar ligeramente ni hacer juicios temerarios (87). Quizá en este juicio riguroso tendría parte el procurador de la provincia belga de la Compañía de Jesús, Jacob Zelander, llegado por esos días a Madrid con despachos de Flandes. En relación con el transporte de tropas y desembarco en Escocia, Crichton no lo creía difícil sino, por el contrario, muy fácil. Ya en febrero de 1591 había expuesto a Idiáquez su plan. La conducción se podría efectuar desde España, Bretaña o Frisia. Si no bastase la Armada de Su Majestad Católica, se podían conseguir marineros de Escocia o embarcaciones pequeñas en buen número y a precio convenido para transportar la gente, a tanto por hombre, sin incurrir en otros gastos. O se podría contratar, bajo las condiciones que estipulase Su Majestad, naves de la Hansa, es decir, de las ciudades marítimas coligadas de Alemania, como Lübeck, Hamburgo, Bremen, Danzig y otras, con las que mantenían relaciones comerciales otras ciudades ricas del interior, como Nuremberg y Brunswick y otras muchas. Crichton era favorable al empleo de los hanseáticos como el medio más oportuno de evitar grandes preparativos, difíciles de ocultar, contra los que se aprestarían y opondrían los enemigos, además de los enormes gastos que supondría una armada de 20.000 hombres entre marineros, capitanes y soldados. La Liga Hanseática podría proporcionar un gran número de barcos a precios razonables, por ejemplo, a tanto por hombre, y proveerles de vituallas y de todo lo necesario y poner los hombres en Escocia o en Inglaterra, donde placiera a Su Majestad. Era posible hacerlo porque, excluyendo la Armada de Su Majestad Católica, la Hansa era la potencia marítima más fuerte de la Cris tiandad. El pretexto para evitar sospechas podría relacionarse con la crisis de mercado que padecían los hanseáticos debida a la inoperancia, a causa de la guerra, de sus casas de contratación de Amberes, Amsterdam y Rotterdam. La casa de Londres se había cerrado por haberles revocado la Reina de Inglaterra sus privilegios y haberles confiscado muchos de sus barcos: 60 de una vez. Crichton proponía a Felipe lila concesión a los mercaderes de la Liga de una casa franca en Lisboa o en Sevilla para la contratación de productos de Indias, que tanto deseaban, como lo había podido entender el mismo Crichton (87) Memorial s. f. (fines de 1591). ARSI, Angi. 30/1, 85r-v. Desde la pérdida de la Gran Armada de 1588, se había levantado una campaña generalizada contra Parma, a quien se atri buía gran parte del desastre. Le achacaban la pérdida de plazas muy importantes de los Países Bajos y los gastos enormes con poco resultado: cf PARKER, Geoffrey: The Dutch Revolt. Londres, 1977, pp. 225-23 1. Leo Van der Essen trata de defender a Parma, en contra de Feli pe II, en su obra clásica Alexandre Farnése Prince de Parma Gouvernor Général des Pays-Bas (1545-1592). 5 vals. Bruselas, 1933-1937, vol. 5 (1585-1592), pp. 356-387. 78 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DEL4 EMPRESA DE INGLATERRA... a su último paso por Hamburgo. Con este motivo la Hansa armaría una poten te armada de protección para sus mercancías y tráfico marítimo sin temor a la Armada inglesa. De este modo, sin llamar la atención, podrían llevar en sus embarcaciones junto con sus mercancías cuanta gente quisiera armar Su Majestad y ponerla en Inglaterra o Escocia. Crichton salía al paso del escrúpulo que podía oponerse al establecimiento de una casa de contratación de mercaderes de tierras de herejes en tierras de Su Majestad Católica. Daba cuatro razones: l.° Las ciudades libres de la Hansa eran tierras imperiales de derecho; 2.° Se les admitía por un tiempo breve y por una buena causa; 3.° Para tenerles bajo la mano de Su Majestad, hasta el tiempo que Dios diese ocasión de convertirles o de reducirles a la obediencia del Emperador, su señor, y 4.° No había pecado en el hecho de la admisión ni peligro evidente de detrimento de la Iglesia o de la fe, sino, al contrario, medio muy apto para entrar con ellos y salir con designios de mayor bien: esto es, su reducción a la fe y a la obediencia del Emperador, su señor. Finalmente, Su Majestad podía apoderarse, si quisiera, de cien o más embarcaciones pesqueras de holandeses y zelandeses que faenaban durante el verano en el mar de Escocia. Bastarían diez naves armadas para hacerse con todas ellas, pues casi todas estaban desarmadas (88). Cuestiones previas a la ejecución de la empresa Antes del desembarco era necesario hacerse con el Rey de Escocia, adue ñarse del Reino y disponer los puertos para recibir mayores contingentes, lo que se podría efectuar con poquísimas fuerzas, apoderarse de Berwick y quizá también del castillo de Edimburgo, excelente fortaleza en la principal tierra de Escocia. Primeramente no había que organizar un gran ejército, pues debía contarse con la principalayudade escoceses e ingleses. Al conocer Crichton que, probablemente, el señor de Fintry no podría venir de Escocia, propuso al secretario Idiáquez que los asuntos de Inglaterra se trataran con Persons y los de Escocia con algún personaje escocés que se encontrara en la Corte. La posición de Fintry había cambiado: por causa de la dilación de la empresa había solicitado al Rey de Escocia su perdón y la resti tución de sus bienes, lo que se le había concedido bajo condiciónde quedar confinado en un castillo, sin poder dejarlo sin expresa licencia real, so pena de incurrir en delito de lesa majestad. Era, pues, probable que como hombre de estado no obtendría licencia de partir ni, por su parte, era probable que lo quisiera hacer sin ella a expensas de perder de nuevo sus estados y bienes, ignorante por otro lado de lo que le esperaba en España. La situación había empeorado, pues desde el lugar de su anterior destierro, Fintry había tenido libertad para venir a España. (88) Año 1999 Crichton a [Idiáquez]. 17 de febrero de 1591. ARSI, Angi. 30/1, 100. FRANCISCO DE BORJA MEDINA, s:J. Alteradas las circunstancias, Crichton sugirió encargar los negocios de Escocia al arzobispo de Glasgow. En cuanto a la expedición, propuso al secre tario Idiáquez no introducir en Escocia más ejército que el necesario, enviar allí 200.000 ó 300.000 escudos para levantar la caballería y la infantería, nombrar un tesorero que pagase a cada soldado por sí, como se hacía en Ingla tena —excepto a aquellos que los señores o capitanes pudiesen tener en su propia casa—, y abonase los gastos extraordinarios que devengarían la toma de las fortalezas, o mejor, el soborno de sus alcaides, la compra de vituallas y la fortificación de los lugares ocupados. Para general de la empresa Crichton juzgaba que Su Majestad no tenía súbdito más a propósito que el duque de Feria, por ser tenido casi por natural y por saber la lengua de aquellos reinos, lo que daría gran contento y satisfacción a todos. Cualquier otro que no la comprendiese provocaría mil descontentos y murmuraciones. Por lo mismo era forzoso que la conociese el tesorero que se diputara para efectuar los pagos. Proponía para este oficio a Felipe de Ayala, pensionista de Amberes, hombre de bien, conocedor de la lengua, de las instituciones y de todos los señóres escoceses e ingleses septentrionales tan bien corno si hubiese nacido en Escocia. por haber residido allí muchos años (89). La sucesión a las Coronas de Inglaterra y Escocia Uno de los medios propuestos por Crichton para lograr el éxito final de la Empresa de Inglaterra era la deposición de Isabel de Inglaterra y del Rey de Escocia y la designación de un monarca católico, aun antes de que se presen tara la cuestión sucesoria a la muerte de la Reina. Hacia fines de 1591 la candidatura de Felipe II aparecía evidente para Crichton. Pero no la basaba en los posibles derechos dinásticos corno descen diente de la Casa de Lancaster, pues reconocía que había otros príncipes cató licos con mejor derecho de las casas de Lorena, Parma y Saboya. Ni siquiera los tenía su hija, la Infanta Isabel Clara Eugenia, en la que, además, recaían los derechos de la Casa de Bretaña, pues los tenía iguales su hermana Catalina Micaela, duquesa de Saboya, y más el hijo de ésta, en el que recaían las varias ramas de las Casas de Lancaster y de Bretaña. De hecho Crichton se mostraría partidario de la candidatura de Catalina y su marido a la Corona de Inglaterra, y la de Isabel Clara Eugenia, con un marido Lorena, a la Corona de Francia, aunque en un principio había abogado por la candidatura de la Infanta de España, Isabel Clara Eugenia, a la sucesión a las Coronas de Inglaterra y Escocia. Pero también era evidente que los cató licos ingleses y escoceses querían tener cuanto antes un rey católico natural de su propia nación, antes que ningún extranjero. Crichton insistía en que al final prevalecería la candidatura de la infanta. Por ello, comenzada la empresa y puesto a su cabeza un capitán general grato a aquellas naciones, como sería (89) 80 «Della Impresa d’Ingliterra...» 1592 (hacia marzo). ARSI, AngI. 30//, 89r-v. 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... uno de la Casa de Austria, la mayor parte se rendiría, Hacía notar que era más fácil adquirir el Reino que mantenerlo, a menos que se entrase en él con el amor y la amistad de los católicos y de todos los convencidos de que el presente estado de Inglaterra no podía durar. En este aspecto había criticado duramente la política seguida en la armada que se perdió. Muchos ingleses estaban persuadidos de que los españoles querían conquistar Inglaterra, expul sar a los naturales de sus estados, privarlos de sus bienes y dominarlos a su modo. No sólo la Reina de Inglaterra, sus ministros y oficiales se esforzaban por persuadir de esto al pueblo, sino que los mismos católicos ingleses tenían indicios para pensar lo mismo. Lo primero, porque ni en España ni fuera de España, ni el duque de Medina Sidonia ni el de Parma habían tenido en cuenta a ningún señor inglés, aunque había algunos que podían haber prestado gran des servicios a aquella empresa en Inglaterra; lo segundo, porque algunos de los principales capitanes del duque de Medina Sidonia habían tratado entre sí de repartirse los bienes y estados de los señores ingleses. Para convencerles de lo contrario y ganar su afecto, Crichton proponía, ante todo, declarar públicamente las intenciones del Rey Católico, cuyo desig nio no era usurpar el Reino con violencia o con mutación de sus leyes o usur pación de los bienes de ninguno, sino lograr que su hija, la infanta Isabel, obtuviera el Reino como verdadera heredera legítima —con exclusión de los herejes e incapaces— por su descendencia por línea directa de la sangre real de Eduardo III, Rey de Inglaterra; porque si esto no se declaraba, siempre pensarían que Su Majestad intentaba ocuparlos por la fuerza y someterlos a servidumbre. En segundo lugar, proponía el empleo de los medios convenientes para ganar el afecto del pueblo. Entre ellos que el cardenal Allen, el duque y la duquesa de Feria, el conde de Westmoreland, el barón de Dacres, el coronel Stanley, el señor Francisco Englefield, el P. Roberto Persons y otros señores ingleses, en nombre de Su Majestad y de la Infanta, su hija, informasen a sus parientes, amigos y conocidos de Inglaterra de las intenciones de aquél y les pidieran su apoyo y concurso. De este modo, la nobleza y el pueblo de Ingla terra, Irlanda y Escocia aceptarían por patronos y señores a la Infanta y a quien Dios le diera por marido. Crichton analizaba la problemática de la sucesión. Había muchos preten dientes a las Coronas de Inglaterra y Escocia, pero con derecho tan dudoso que se entablaría entre ellos una guerra continua como antaño «entre la rosa blanca y la rosa roja», con continuas matanzas, lo que el pueblo detestaría. Si esto sucediese, el jesuita escocés aseguraba que ninguno de los pretendientes osaría declarar su pretensión. De no hacerse lo propuesto, había peligro de graves disturbios al principio o después y, al sobrevenir la enfermedad de la Reina comenzarían en Inglaterra a tratar de la sucesión del Rey de Escocia, como pretendiente de mejor derecho, aunque no le amasen (90). (90) «De posseder I’Ingla et gli anirni degli ARSI, Angi. 30/1, p. 99 Año 1999 incolini» s. f. (fines de diciembre de 1591:). FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. En cuanto a la sucesión católica, Crichton advertía de las consecuencias de la inacción de Felipe II: existía la posibilidad de que tanto ingleses como escoceses prescindieran de su ayuda. Porque si contasen con un jefe de la alta nobleza o lugarteniente de señor principal, con 300.000 ó 400.000 escudos, intentarían la empresa de Inglaterra aunque Su Majestad no interviniese, pues acudirían al duque de Lorena y le ofrecerían el Reino (91). Crichton, al fin de su gestión en la Corte, había dejado de lado la candida tura de la Infanta a las Coronas de Inglaterra y Escocia y apoyaba como única la de Felipe II, sugiriendo la ventaja de gobernar por medio de virreyes. Felipe II, garante de la fe y de la justicia De su correspondencia resulta evidente que Crichton, como otros, estaba convencido de que Inglaterra era la raíz de todos los males y daños que por todas partes padecía el Rey Católico en Flandes, Francia, las Indias y otras partes por mar y tierra. El Rey Católico tenía más de la mitad de la empresa hecha sin costarle nada, teniendo a su favor toda Escocia y las regiones septentrionales de Inglaterra, la parte más fuerte y belicosa. Si se hacía la empresa, se ahorrarían cada año de cinco a seis millones de ducados de gastos, además de lo que los ingleses robaban cada año al Rey o a sus vasallos con su piratería. Con apenas dos millones se podría comenzar y terminar la empresa de Inglaterra y duraría poco, pues no había fortalezas que asediar sino sólo establecerse en campo abierto. Según su cálculo, se ahorrarían cinco o seis millones al año si se hiciera la empresa cuanto antes. Crichton estaba desconcertado. Juzgaba que se contaba con medios bastantes, pero al parecer faltaba la naturaleza generosa e intrépida o la gracia para hacer esta empresa; y añadía como explicación providencialista, propia de aquel tiempo, que «el Señor quería todavía castigar nuestros pecados, y expiarlos con la sangre de más mártires de aquellos reinos» (92). No obstante, en su optimismo insistía en la facilidad de llevar a cabo la empresa: no hacía falta sino poco dinero en comparación a su importancia— y un jefe con alguna gente. Según el pare cer de muchos, el duque de Feria sería excelente para esta empresa por su conocirnientode la lengua y descender de madre inglesa (93). En vísperas del relevo del nuncio Millino, Crichton sugería a Aquaviva que confiriera el asunto de la empresa con el embajador de Felipe II en Roma, duque de Sessa, para que el nuevo nuncio, Camillo Caetani, llegara a la Corte bien instruido. En Madrid Crichton le informaría de palabra con mayor amplitud (94). • — (91) Crichton a Idiáquez. 24 de febrero de 1592. ARSI, AngI. 30/1, 93v. (92) Crichton a Aquaviva. 6 de abril. ARSI, Tolet. 37a, 217v. Véase documento II. En el sumario, al dorso de la carta, el secretario interpretaba la empresa como «la guerra contro quella Jezabel» que no es el lenguaje más sobrio de Crichton. (93) Lady Jane Dormer, esposa del conde de Feria, después 1 Duque. L00MIE: The Spanish Elisabethans..., p. 94. (94) Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37a, 217. Véase 82 64 ESCOCÍA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DEINGL4TERRA... Crichton sostenía que no se debía atender otro negocio más que la ejecu ción de la empresa. Si el desembarco no se realizaba en Escocia, tanta mayor dicha para aquel Reino; si los ingleses ganaban uno de los puertos de la Ingla tena septentrional, se llevaría a efecto allí. Y expresaba su deseo, que era el de todos los escoceses: que no entrasen españoles en Escocia, porque sólo apor tarían ruina y pesadumbre (95). En esta línea, entre los medios suaves para ganar el afecto de los habitantes y asegurar a Su Majestad Católica su fidelidad y obediencia, Crichton proponía tres: 1.0, dejarles, sin mudarlas, sus antiguas leyes y costumbres de gobierno y administración de justicia; 2.°, no entregar bienes hereditarios de aquel Reino a ningún forastero por ningún motivo, sino sólo a sus natu rales. 3.°, conseguir que todos los señores principales quedasen obligados a Su Majestad mediante la concesión de beneficios y ventajas señaladas, lo que se podría conseguir con los mismos bienes del Reino, adjudicando a los que prestaran servicios más notables los bienes de los herejes contumaces o de aquellos que se hubieran opuesto a la empresa con las armas (96). Crichton sostenía con firmeza que la finalidad esencial de la empresa no era determinar la sucesión a la Corona, sino la restitución de la fe, el ejercicio de la religión católica y la salvación de las almas. Contradecía a quienes en Roma apoyaban al rey hereje de Escocia con la frágil esperanza de su conver sión: su fin pudiera ser bueno, pero el medio era muy perjudicial. No le importaba quién fuera rey, pero no veía otro más a propósito para expulsar a herejes y herejías y manténerlos alejados que Su Majestad Católica. El deter minar el derecho más seguro para la posesión de aquel Reino tocaría al papa, mediante la excomunión y deposición de la Reina de Inglaterra y Rey de Escocia, herejes obstinados y crueles, y el otorgamiento del derecho al primer ocupante católico que tuviese la fuerza y la voluntad de reducir aquel Reino a la obediencia de la Iglesia católica (97). Crichton había esperado la conversión de Jacobo VI, por lo menos has ta 1587 (98). Su confianza reaparecerá en Flandes, en 1593, quizá como resul tado de su decepción ante la actitud de la Corte de Madrid y el mayor contacto con Escocia, ahora menos distante (99). Pero en este momento, 1592, no había documento II. Camillo Caetani, patriarca de Alejandría, llegó a Madrid en febrero de 1593. El 1 de octubre 1592 el papa había anunciado su nombramiento al Rey, y el 27 se dieron al nuncio las Instrucciones. PASTOR: Historia de los Papas, vol. 23, p. 186, nn. 4 y 5. (95) Crichton a Aquaviva. Madrid, 7 de abril de 1592. ARSI, Toler. 37a, 219. Véase documento III. (96) Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37a. 217. Véase documento II. (97) «Pro e contra. Marzo 1592». ARSI, Tolet. 37a, 215. Este era, en sustancia, el plan trazado por Sixto V y concertado con Felipe II el 29 de julio de 1587. Cf. PASTOR: Historia de los Papas, vol. 22, pp. 44-45 (98) Así lo hace notar Persons a Crichton en su respuesta a la reacción contraria de éste al Libro de la Sucesión: en 1587 (escribe 1586, por equivocación), Crichton aún mostraba, en Roma, esperanzas de la conversión de su Rey, pero no cuando se vieron en España. Persons a Crichton. Sevilla, 10 de mayo de 1596. ALLEN: Letters and Mernorials,p. 382. (99) Este cambio lo estudiamos más adelante. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. para él sino un solo candidato posible capaz de garantizar los ideales espiri tuales y temporales de los católicos, que se encontraban en el fuego de la persecución en Inglaterra y Escocia y 9uerían liberarse de la opresión que padecían: ese candidato era Felipe II. Este les daría un buen virrey, con la ventaja de que, en caso de no ser bueno, se podría mudar y poner otro, mien tras que, designado un rey propio, si fuera malo, tirano o hereje, habría que soportarlo con paciencia. Por el contrario, estas son sus pálabras: «Teniendo por Rey a Su Majestad Católica, no sólo se podría mantener la fe y la justicia y defender a los habitantes contra los enemigos, sino también (empleando los recursos de ambos reinos, sin sacarlos, en beneficio de los habitantes) hacerlos partícipes de sus grandezas, honores, extensos imperios y riquezas» (100). La frustración del plan escocés Esta visión paradisíaca y utópica, compartida de un modo o de otro por no pocos que sufrían por su fidelidad a su conciencia, quedó desvanecida. Crich ton dejó la Corte desilusionado. El Rey tenía un buen espfritu y su vida e inten ción eran santísimas. Pero, según el parecer de muchos, su defecto consistía en que lo que podía hacer no lo quería y lo que quería no lo podía realizar en la mayoría de los casos, con lo cual muchas empresas se convertían en simples intentos sin efecto. Crichton notaba la falta de confianza de Felipe II en sus colaboradores potenciales. El Rey podía lograr cualquiera de los Reinos de Inglaterra, Escocia e Irlanda, con un jefe competente y el auxilio de los católi cos ingleses, escoceses e irlandeses, pero no se sabía si quería fiarse de ellos y valerse de su cooperación. Sin ellos y sin su amistad no podía adquirir aquellos Reinos ni poseerlos por mucho tiempo. Crichton, al modo de Pedro de Ribade neyra a raíz del desastre de la Armada (101), observaba que el Rey tenía una edad avanzada, abrumada por el gobierno de sus Reinos y otros asuntos, y una salud precaria. De no descargar el peso en jefes prudentes y fieles que delibera sen en su presencia y ejecutaran las decisiones, las cosas seguirían como en el pasado, o peor. El carácter indeciso de Felipe TIlo había expuesto claramente al prepósito general, con motivo de sus aprensiones respecto de la sucesión: el papa debía tranquilizar la conciencia del Rey para poseér aquel Reino y el cardenal Allen concebir los medios para adquirirlo con el amor y el favor de la nación, pues «aquellos que son irresolutos, lentos, temerosos y desconfiados, tienen necesidad de ayudas eficaces, de otro modo no pueden producir efectos generosos, aunque sean santísimos y de bonísima voluntad» (102). Era, en (100) documento (101;) (102) documento 84 Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI. Tolet. 37a, 216v. Véase II. MEDINA: «Jesuitas en la Armada», p. 24. Crichton a Aquaviva. Madrid, 6 de abril de 1592. ARSI, Tolet. 37a, 216v. Véase II. 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DE INGLATERRA... sustancia, la posición de Sixto y en su respuesta a Felipeli en 1589, después del desastre de la Armada. Estaba dispuesto a dar la ayuda que prometió en 1587, pero no anticipar la paga «porque V. M. consume tanto tiempo en consultar sus impresas que quando llega la hora de executarlas se ha pasado el tiempo y consumido el dinero» (103). Crichton no estaba lejos de la realidad en su juicio sobre Felipe II, y el curso de los acontecimientos le dio la razón. El Rey Católico, en el que Crich ton como tantos otros habían puesto sus esperanzas de liberación, fue incapaz de llevar a término de modo satisfactorio ninguno de sus planes sobre el mapa de Europa. La Empresa de Inglaterra volvió a fracasar en 1596 y 1597. La cuestión francesa terminó con el reconocimiento de Enrique IV como Rey Cristianísimo, en la Paz de Vervins (2 de mayo de 1598), cuatro meses antes de su muerte en su retiro de El Escorial (13 de septiembre de 1598) y dejó a su hijo, Felipe III, sin resolver el problema insoluble de la rebelión de los Países Bajos. A todo ello había precedido la bancarrota estatal y suspensión de pagos en 1596, consecuencia de los gastos excesivos de sus empresas, lleva das en varios frentes a la vez y de una defectuosa, por no decir mala, adminis tración. A Cnchton no le faltaba humor escocés. El fracaso de su misión la describía aludiendo al mito de los elefantes de Egipto que, después de prolijo parto, daban a luz un aborto. Decía que había venido preñado de un elefante y ¡ojalá pariese un cabrito! (104). El colegio-seminario de nobles escoceses en Flandes Ese «cabrito» fue el colegio-seminario para la nobleza escocesa que, en su plan, estaba destinado a ‘preparar la culminación de la Empresa de Inglaterra en relación con Escocia: la formación de aquellos que deberían contribuir a la restauración católica, tanto en lo espiritual como en el gobierno temporal. Crichton fue enviado a Douai para ocuparse como superior de la misión de Escocia y de los alumnos del colegio por los mejores medios que pudiese. Aquaviva encomendaba vivamente al provincial, Mannaerts, que le prestara para ello su ayuda, su consejo y su autoridad (105). (103) «Copia de carta escrita del Papa Sixto y, al Señor Rey Don Felipe II, en la ocasión de armar contra Inglaterra» [25 de julio de 1589] ASV Ottoboni Mss. 2.640, 578 cf KNox: Letters and Memorials, p. 435. El papa estaba dispuesto a dar más dinero si se entrase en aquel Reino, pues lo tenía y lo había procurado para acabar la empresa. (104) «De mea expeditione in mentem venit quod scribitur de eliphantibus Aegypti qui diu parturiunt, et tandem pariunt abortum. Ego veni ex eliphanto gravidus, vtinarn pariat haedu lum!» Crichton a Sebastián Hernández, s. f. (agosto?) 1592. ARSI,AngI. 30/1, 101. (105) Aquaviva a Mannaerts. Roma, 26 de enero de 1593. ARSI, FI. BeIg. 1/!, 510. Para una breve historia del colegio, cf. CHADWICK,Hubert: «The Scots College, Douai, 1580-1613». English Historical Review, 56 (1941), pp. 571-585. El colegio comenzó en París en 1580, como fundación de María Estuardo. Fue traslado a la Universidad de Pont-á-Mousson (Lorena) en 1581. Por falta de subsidios, después de la ejecución de la Reina (1587), tuvo que clausurarse en 1590. Crichton lo restauró en Douai, como superior, en abril de 1593. Año 1999 FRANCISCO DEBORJA MEDINA, S.J. Crichton estaba quejoso de Persons por la falta de ayuda en el asunto del colegio-seminario de la nobleza, y lo había comunicado desde Flandes al coronel escocés Semple, a la sazón en Madrid, que mostró su carta a Persons. Decía que ya que Persons había sacado al Rey un seminario para «muchachos ordinarios y pobres de Ynglaterra, a quenta de diez ducados por cada vn el mes», más razón era que el Rey lo diera para «muchachos nobles de Escocia». Era cosa evidente que la mayor parte de los jóvenes escoceses que habían venido a Saint-Omer eran «hijos de caualleros muy principales». Las quejas de Crichton evidenciaban también el ancestral antagonismo entre ingleses y escoceses, al que había aludido en sus despachos a Roma. Ante la pregunta del obispo de Saint-Omer, poco afecto a al seminario inglés, del porqué los ingleses tenían tantos seminarios y los escoceses ninguno, Crichton había respondido que «porque los yngleses eran muy importunos y yuan pidiendo por acá y por allá y que los escoçeses eran más modestos y nobles de condi ción y no sufrían la baxeça» (106). Discrepancias entre Crichton y Persons: ¿Inglaterra o Escocia? Este incidente recordaba las divergencias entre Crichton y Persons. Para Crichton era evidente que la invasión de Inglaterra había de hacerse por Esco cia. A este plan se oponía tenazmente el padre Roberto Persons, que juzgaba que no se debía hacer por la banda de Escocia, sino por Inglaterra. Crichton, que por orden de Aquaviva había comunicado sus asuntos con el jesuita inglés y con quien, según el propio Crichton, había llegado a un acuerdo después de su entrevista en Valladolid por julio de 1592, se había quejado poco antes al prepósito general (abril, 1592) de esta actitud del jesuita inglés, que originaba dos efectos negativos. Primeramente, hacía la realización de la empresa más difícil, pues se necesitaría más gente y no habría bastante caballería, ya que ésta se encontraba en las regiones septentrionales de Inglaterra hacia Escocia. El segundo efecto estaba ligado al problema de la sucesión a la Corona inglesa. Crichton afirmaba que la aversión que Persons mostraba hacia Escocia aumen taba mucho la seria sospecha de que tanto el cardenal de Inglaterra, Allen y otros ingleses, Persons entre ellos, querían servirse del Rey Católico para expulsar a los herejes y designar luego a un católico inglés como rey propio. Pero, según había oído Crichton de boca de quien todo lo gobernaba bajo el Rey (esto es, Idiáquez), las pretensiones del Rey de España eran otras. Crichton acudía a la autoridad del prepósito general para que, a través del cardenal de Inglaterra, Allen, se consiguiera moderar la opinión de Persons, cuyo voto pesaba en España y en aquella nación más que el parecer de los demás y, sin embargo, podía engañarse. El jesuita escocés estaba convencido de que la diversidad de infórmaciones pasadas al Monarca y la disparidad de opiniones de los propios ingleses entre sí y entre ellos y los escoceses sobre (106) 86 Persons a Aquaviva. Marchena. 12 de mayo de 1594. ARSI, Hisp. 136, 318v. 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DEINGL4TERRA... por dónde se debía comenzar la empresa, retardaba el designio. Los señores ingleses más principales, con excepción de los septentrionales, eran del pare cer de que se debía comenzar por Gales y puertos meridionales de Inglaterra, no obstante que en aquellas partes no tenían ningún puerto en su mano ni grandes señores ni gente partidaria que pudieran incorporarse desde el comienzo a lasfuerzas católicas. Por el contrario, los escoceses y los ingleses septentrionales sostenían que se debía comenzar por el norte de Inglaterra, donde podían contar con muy buenos puertos en Escocia, situados a 10 ó 15 millas de la raya inglesa. Allí se podrían juntar todos los señores escoceses e ingleses del norte y reunir milla res de jinetes y peones para la empresa. De no comenzar por aquellas partes, la gente podría servir de poco o de nada. Rebatía las razones de Persons y de sus fautores. Su Majestad Católica no tendría ocasión para recelar ninguna insurrección o sedición, pues tendría toda Escocia a su favor y las fortalezas y puertos de ambos reinos, muchos amigos. dentro, ingleses septentrionales y galeses, puertos que podían fortificarse y guarnecerse de gente y facilidad de meter en Inglaterra, desde Escocia, cuanta gente se quisiera (107). Persons, ante las quejas de Crichton a su respecto manifestadas en su carta a Semple y en otras que habían llegado a sus manos, se sintió obligado en mayo de 1594 a dar explicaciones a Aquaviva. Admitía haberse opuesto a los planes de Crichton sobre Escocia, por juzgarlos faltos de fundamento y no factibles, y así se lo había advertido siempre a Crichton, pero no había dejado de servirle con la mejor voluntad en todo lo que podía, ofreciéndole dinero, trabajo, consejo y todo lo demás. Le aconsejó como objeto más propio de la Compañía de Jesús la fundación de un buen seminario escocés en Flandes, asegurándole la ayuda de la Corte, pero Crichton, según Persons, no quiso presentar memorial alguno sobre el seminario hasta poco antes de su partida de Madrid, ni tuvo paciencia de aguardar la respuesta, ni de cobrar su viático y así partió sin lo uno y sin lo otro. En ese tiempo Crichton trataba desde Flandes por carta el asunto del seminario, lo que era medio muy endeble para aquellos ministros «fríos y tardíos» y porque no se lo concedían el jesuita escocés se turbaba y se quejaba de otros. Esa, según Persons, era toda la verdad (108). Aquaviva, no obstante las palabras que se le habían podido escapar a Crichton, exhortaba a Persons a ocuparse de sus asuntos en la Corte. En cuan to al escrúpulo del jesuita inglés en relación con el decreto 12 de la V Congre gación General de la Orden, recién celebrada en Roma (1593-1594), que prohibía a los jesuitas, bajo penas canónicas, mezclarse en asuntos seculares o (107) Crichton a Aquaviva. Madrid, 7 de abril de 1592. ARSI, Toler. 37a, 218r-v. Véase documento III. El desacuerdo de Crichton con Persons no quería decir que fuera su contrario. Siempre Crichton había defendido o excusado la causa de Persons, aunque no hubiera aprobado todo su modo de proceder: Crichton a George Duras (asistente de Germania). Chambery, 4 de mayo de 1602. ARSI, Angi. 42, 158v. (108) Persons a Aquaviva. Marchena. 12 de mayo de 1594. ARSI. Hisp. 136, 318-319v. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. de Estado, Aquaviva aclaraba: el decreto «vedaba y mandaba» no solicitarlos por cartas ni menos ocuparse de su ejecución, pero no prohibía aconsejar «en cosa del divinó servicio etiam que en ellos se mezclen cosas de Estado» (109). Vientos cambiantes: Crichton favorable a Jacobo Estuardo En 1593, una vez en Flandes, reaparecía la confianza de Crichton en la persona de su Rey y señor natural, Jacobo Estuardo. Este cambio quizá pudo deberse, en parte, a la actitud inoperante, cuando no indiferente, respecto del plan escocés que se respiraba en la Corte de Felipe II dominada por el partido inglés acaudillado por Persons. Pero lo que motivó de modo más decisivo el cambio de actitud de Crichton hacia Jacobo fue la llegada de noticias alenta doras de Escocia, donde había logrado Crichton poner informadores fidedig nos (110). La situación había mejorado sensiblemente como jamás había esta do antes. El Rey se había visto traicionado por aquellos en que más confiaba, tanto los ministros herejes como los miembros de su propia sangre —los Estuardo— y sus parientes próximos —los Hamilton—, que lo habían entre gado en manos de un proscrito, el conde de Bothwell. Jacobo había podido escapar y se había puesto en manos de los católicos, que se habían mostrado fidelísimos y muy poderosos. Por su parte, la joven Reina de Escocia, Ana de Dinamarca, se había apartado de los herejes y mostraba su favor a las damas católicas que, a su vez, tenían de su persona un alto concepto y habían puesto en ella las mejores esperanzas (111). En enero de 1594 Crichton informaba a Aquaviva desde Bruselas del inten to de inducir al conde de Derby a capitanear la causa católica, que había sido abortado con la ejecución cerca de Londres el pasado diciembre del gentilhom bre enviado a Inglaterra con aquel propósito, y criticaba a los que habían pretendido encargar la empresa al conde, ofreciéndole la Corona. Derby, a juicio de Crichton, habría sido incapaz de llevar a cabo la empresa por falta de medios y de gente partidaria, pues muchos con igual derecho le habían disputa do la Corona. Por el contrario, Jacobo poseía mejor derecho y tan evidente como el derecho de su madre. Contaba con el apoyo de todo el Reino de Esco cia y de todos los católicos ingleses y de muchísimos protestantes que habían sostenido la causa de su madre. El Rey había nombrado al barón Hume, católi co declarado, capitán de su guardia de 200 caballos y 300 infantes. Crichton (109) Aquaviva a Persons. Roma, 4 de julio de 1594. ARSI, Tolet. 5/II, 348v. Cf. McCooG, Thomas M.: The Socien’ of Jesus in Ireland, Scotland, and England 1541-1588. Leiden, 1996 (= Studies jo Medieval and Reformation Thouhght, vol. LX). p. 280. (110) Crichton a Aquaviva. Douai, 21 de abril de 1593. ARSI, Germ. 171, 136. Crichton había despachado a Escocia a un joven que deseaba entrar en la Compañía de Jesús, de modo que, al mismo tiempo que ponía en orden sus asuntos, pudiera establecer esos informadores de confianza. (111) Crichton a Aquaviva. Amberes, 23 de octubre de 1593. ARSI, Ger,n. 171, 290. En cuanto a la reina Ana, cf L00MIEKING, Albert J.: «King James I’s Catholic Consort», en Spain and the Early Stuarts, XII. 88 64 ESCOCL4 EN LA ESTRATEGIA DE JA EMPRESA DE INGL4 TERRA... reconocía su anterior oposición a la candidatura de Jacobo a la corona inglesa, en razón de la pésima opinión que había concebido de él, pero ahora, aunque el Rey escocés no hubiera abrazado aún la fe católica, había esperanzas de su conversión de grado o por fuerza. Quizá en ese momento el ejemplo de la abjuración del pretendiente al trono de Francia, Enrique de Navarra, y la abso lución (Saint Denis, 25 de julio de 1593), estuviera actuando en Crichton a favor de su cambio de opinión respecto de la posibilidad de un gesto similar en Jacobo Estuardo. Al menos éste tenía ya el precedente inmediato en que apoyarse del cambio de religión de un aliado de Isabel de Inglaterra. Crichton indicaba que, llegado el momento de ponerse de acuerdo el papa y el Rey Católico sobre la persona que debía encabezar la empresa, sería bueno fijarse en Jacobo Estuardo. Si a éste se le dieran las fuerzas y la ayuda que, según se decía, habían prometido al conde de Derby, se declararía por los católicos. Asimismo era conveniente que el nuncio apostólico, residente en Colonia, se trasladara a Bruselas donde podría consultar con el archiduque Ernesto, gobernador general de los Países Bajos. De aquí se podía pasar a Escocia en tres o cuatro días de navegación, y aun en dos con tiempo favora ble (112). En este clima esperanzador no era de extrañar la reacción de Crichton contra el Book of Succession que apoyaba abiertamente los derechos a la coro na inglesa de Felipe II y de su hija, la infanta Isabel Clara Eugenia, y rechaza ba la candidatura de Jacobo, por hereje (113). Como se anotó arriba, dos años antes de la aparición del libro, el mismo Crichton, aunque admitía el mejor derecho de otros, había propuesto la candidatura de la Infanta de España como la única posible en razón de su derecho y de la potencia de su padre para apoyarlo. Los espías e informadores El cambio de actitud de Crichton respecto de Jacobo Estuardo había sido percibido por los espías. En agosto de 1594 informaban de ello a la Corte de (112) Crichton a Aquaviva. Bruselas, 13 de enero de 1594. ARSI, Gerin. 172, 1Ir-y. Véase documento VII. En otoño de 1593 se intentó persuadir al nuevo conde de Derby, Ferdi nand Stanley, de que acaudillara un alzamiento. Con este propósito, sir William Stanley había enviado a Inglaterra a su agente Hesketh; véase WERNHAM: The Return of me Armados, p. 16. (113) Persons a Crichton. Sevilla, 10 de mayo de 1596 y Madrid, 2 de noviembre de 1596. Stonyhurst Coil. pp. 16-18. En respuesta a las cartas de Crichton de 20 de enero y de 20 de agosto de 1596. Sobre la reaccióó de Crichton, véase también Persons a Aquaviva. Sevilla, 10 de mayo de 1596. ARSI, Hisp. 136, ff. 316-3 17. El llamado «Libro de Sucesión>’apareció bajo el título DOLEMAN, R.: A Con ference about the Next Succession to me Crowne of Ingland, s. 1. [Amberes, 1594-15951. En cuanto a su autoría, véase HIcKs. Leo: «Father Robert Persons and The Book of Succession», en Recusant History, 4 (1957-58), p. 104-137. La interpretación de Hicks ha sido discutida por HOLMES, Peter: «The Authorship and early Reception of A Conference about the Next Succession to the Crown of England», en Histori cal Journal, 23(1980), p. 415-429. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. Inglaterra, así como del hecho de haber tomado los jesuitas en sus manos la gestión de los negocios de Escocia, con gran disgusto de Robert Bruce (114). A fin de año el archiduque Ernesto comunicaba a Felipe II desde Bruselas el alzamiento de los nobles escoceses católicos contra los herejes. Crichton se ocupaba de las cosas de aquella nación. Parecía que el rey Jacobo no se atre vía a declararse por los católicos por falta de fuerzas para contrarrestar las de Isabel de Inglaterra (1151). En relación con estos asuntos conviene advertir que ya dos años antes de las propuestas de Crichton en favor de Jacobo el embajador inglés Robert Bowes informaba a lord Burghley (William Cecil) de las ofertas de Parma al Rey escocés: el ejército que el Rey de España levantaba contra Inglaterra sería empleado en servicio y bajo el mando del Rey de Escocia en ayuda de su persona y de su derecho a la corona de Inglaterra (116). Estas eran precisa mente las otras «pretensiones del rey de España» que había mencionado Idiá quez a Crichton, cuando éste proponía la candidatura del Rey Católico para Inglaterra y Escocia. En cuanto al tan alabado por Aquaviva y Crichton, Robert Bruce, Bowes comunicaba a Burghley a fin de agosto de 1592 su ofrecimiento al canciller John Maitland y a su homónimo, el consejero Robert Bruce, de revelar al Rey de Escocia los nombres de todos los conspiradores y de las maquinaciones secretas que tramaban en España y Flandes contra Inglaterra y Escocia (117). El 8 de diciembre Jacobo VI firmaba en el palacio de Holyrood un documento solemne, redactado en latín, otorgando su perdón a Bruce. Lo firmaban también el duque de Lennox, sir Robert Melville y el justicia Clarcke (118). Conclusión Aunque Crichton se ocupara de los asuntos de Escocia en Flandes, fue Persons, no obstante su oposición a los planes de éste, quien se ocupó en adelante de proseguir, a través de su protegido y doble espía el sacerdote (114) Salisbur’ Çf. M. Moody a Mr. Thomas More [Sir Robert Cecil?]. 3/13, de agosto de 1594. vol. IV, p. 577. Se decía que «Craton [Crichton], the Jesuit, and his Manuscripts, confederates do feed themselves with more than hope that the King of Scots will turn to the Pope». Añadía que «Bruise [Bruce]... is much displeased for that the Jesuits have taken the management of the Scots affairs in their own hands». (115) El archiduque Ernesto a Felipe II. Bruselas, 20 de diciembre de 1594. Salisbury Manuscripts, vol. V, pp. 34-35, 133 (116) Instrucciones de Bowes a George Nicholson para informar a Burghley del estado y ocurrencias de Escocia y de otros asuntos en servicio de la reina. 4 de noviembre de 1592. Calendar of Scottish Papers, vol. X, pp. 806-808. El documento, atribuido a Jacobo VI, encon trado entre los papeles incautados a Kerr pocos meses después, en diciembre de 1592, corres ponde punto por punto a una respuesta a estos ofrecimientos, como se deduce de la exposición de Bowes en estas Instrucciones. (117) Bowes a Burghley. 31 de agosto de 1592. (‘alendar of Scottish Papers, vol. X, p. 766. (118) Copia del documento incluso en el despacho de Bowes a Burghley de 17 de diciem bre de 1592. Calendarof ScottishPapers,vol. X, pp. 824-825. 90 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DEINGL4TERRA... inglés John Cecil, los contactos de los nobles escoceses con Felipe II. Por Pascua Florida de 1593, calmada la persecución levantada a instancia de los ministros predicadores contra los católicos con motivo del apresamiento y las declaraciones de George Kerr, los señores católicos escoceses. decidieron enviar, con sus peticiones de socorro y ofertas a Felipe II, a John Cecil, que había pasado por cuenta propia de Inglaterra a Escocia. Por no atreverse a enviar tan pronto sus firmas, después de lo pasado dirigieron a Cecil con una contraseña a Persons. El 1 de julio de 1593 entregaba Cecil (firmada de su mano con su nombre castellanizado, «Juan Cecilio») una relación sobre el asunto de las firmas en blanco (Spanish blanks) y sus consecuencias (119). Cecil se entrevistó con el secretario Idiáquez y le entregó un apunte con las peticiones de aquellos señores. Eran las mismas que Crichton había expuesto a la Corte durante los dos años de su misión (120). El 31 de agosto de 1593 Persons informaba a Idiáquez en favor de Cecil y de los artículos presentados en nombre de los nobles escoceses (121). Lo que Persons ignoraba era que Cecil, después de un año en Valladolid aprendiendo la lengua y repasando sus estudios, enviado a Inglaterra eñ la primavera de 1591 bajo el nombre de John Snowden, había ofrecido sus servi cios a lord Burghley, le había entregado las cartas dirigidas a católicos y le había informado de cuanto sabía de sus planes, de sus corresponsales en Euro pa, de los pensionados del Rey, de los seminarios y de los jesuitas que aún se encontraban libres en Inglaterra (122). Sería interesante el examen de la orientación dada por Persons a su gestión de los asuntos de Escocia y ver hasta qué punto influyeron o no las conversa ciones con Crichton en Valladolid (julio de 1592), en las que, según el jesuita escocés, llegaron a un acuerdo. Así como los pasos dados por Persons en los asuntos de Inglaterra y Escocia hasta la salida de la segunda Armada en 1596,. utilizando intermediarios como John Cecil. Pero este asunto rebasa los límites que me he impuesto y merece su propio estudio. (119) «Relación de Escocia a p de julio de 1593. Lo que ha pasado en Escocia el mes de diciembre del Año passado de 1592 por causa de vna embaxada que los Señores Catholicos de aquel Reyno quisieron embiar a su Magestad». AGS, Estado 839, f. 61. (120) AGS, Estado 839, f. 78. (121) AGS, Estado 839, f. 76. (122) EDWARDS, F.: Robert Persons, pp. 146-148. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. DOCUMENTOS 1 Crichton a Aquaviva Madrid, 1 de febrero de 1592 ARSI, Tolet. 37a, f. 212 (original ológrafo). Molto R& in Xpo. Padre nostro, Pax Xpi. Ho ricevuto quella de Y. P. R. delli 25 9bre; per la quale ho inteso della morte del Padre Edmondo Hayo la quale ho resentito piú ch’io non douea perché credo che ci adgiutará nel celo piú che non puoteua in tena. La ragione, la occasione, la facilitá, la necessitá de nostri negoti douerreb bono persuader ogni uno che facessero il progresso debito; dicono de si, et stanno nella volontá o velleitá, non mancha altro che gratia et virtus pariendi ma veggo la natura tanto fiaccha, et le preparationi tanto pocche, che dubito che pocco o tarde, o niente si fará. Due cose u danno la vita: ji secreto, et il modo. Perché sapendo u mondo che si deue et si puó fare, pensa che si fará et poi non si fa niente et resta ji mondo ingannato; et si mal auiene, il modo che si tiene basta per risuscitar et tener la vita nel negotio. L’aragna sta nelia sua tela, et de piú fa tele per tutta la casa, et stanno a trauagliar per leuar via queste tele, et con pocco progresso, et in tutta la casa non c’é tela tanto facile a leuar via che quella stessa nella quale stá l’aragna et insierne con essa lei: et pur stanno perdendo il tempo, quando leuata via l’aragna non faria piú tele, et quelle che stanno fatte pocco forze haueriano per resistere al spacciatore. Jo non posso saper per certo si faranno o non faranno, cosi V. P. R. puotria pensar del mio star o partir da qui, et come la cosa é dubia con quanta facilitá o difficoltá puotria esser, pare a me ch’il meglio sana de rimettere u negotio al R. P. Egidio González visitator che, segondo l’exigentia della cosa, disponesse di me nel star o partir. Le saifare colli thesori sono gionte dall’Indie chi dice diece chi 12 millioni tra quello ch’é del Re et delli particolari. Delli negotij de Fiandra per gli quagli venne u Padre Giacorno Zelandra non é espedito niente per anchora ma stanno tra le mani del Re. Altro non ho da scriuere se no le mie hummilissime raccornendationi alli santi sacrifici et orationi de V. P. R. a cui Iddio signore nostro dia l’abondantia de suoi santi doni et gratia. De Madrid, a di primo de febraro 1592. De V. P. Rda. humilissimo figliolo et seruo, Gulielmo Creytton 92 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... II Crichton a Aquaviva Madrid, 6 de abril de 1592 ARSI, Tolet. 37a, ff. 216-217 (original ológrafo). Molto R&in Xpo. padre Nostro, Pax Xpi. Fin adesso non ho potuto scriuere cosi chiaro et distesamente a V. E R. come adesso per mancamento de portitore securo, cosi daró informatione piú ampla delle cose. Ho trauagliato con sua MaestA Catholica per far l’Impresa d’Ingliterra dandoli !‘Informatione come in Scotia nella nostra missione haueuamo guadagnato tutta quasi la nobil& de que! regno non solamente alla fede catho lica ma anche a! seruitio de sua Maest, per spendere le vite !oro per la restitu tione della fede catholica et vendetta della crudele et ingiusta morte de br Regina de Scotia, et che u Re de Scotia non tiene altre forze che della sua nobi!t?t, perché non tiene grand intrata ne denari, ma solamente l’obedienza de suoi subditi gli quali sono obligati in tempo de guena de seruirli a spese loro, et essendo piü oblighati de seruire a Dio et alla sua chiesa, s’offeriuano de pigliar br Re, et far de sorte che ne lui ne nessun heretico puotesse impedirli de conconere con sua Maesrit per l’Invasione d’Ingliterra, et per secorrii de questo dariano tra le mani de sua Maest tutte le terre grosse, et forti, et tutti gli porti del mare, et insieme mettariano tra le mani de sua Maest gli br figlioli primogeniti, o piü prossimi parenti et heredi, per dispor di br a suo beneplacito se mancassero de br promesse. Sono parimente nelle parti settentrionali d’Ingliterra che confinano colla Scotia alcuni conti et Grandi signori catholici molto puotenti et altri catholici in grandissimo numero che si giontariano colle forze de sua Maest, et come afferma il Baron de Dacre Inglese, ib quale arriuarii a Roma con questa, che saranno bastanti d’occupar tutto ib paese, da Scotia insino a Eboraco, vulgo York detta, che sono circa cento miglia, poi tutta la Vallia é catholica et subito se leuaria, oltra de ció che tutte le prouincie d’Ingliterra sono piene de cathobi ci gli quali si leuariano de sorte che se si comminciasse vna volta quella impresa andana da se innanzi con grandissima facilitA. Mostra sua Maestá d’esser molto contenta che questa buona dispositione deble cose, et d’aucr buon animo et desiderio che questa impresa si faccia, ma che per adesso le guene de Fiandra et Francia et altre occupationi bi danno tanto a fare che non puó cosi presto mettere la mano. Sopra de questo, questi di passati io diedi a sua MaestAle ragioni pro et contra, le quali mando a V. P. R. ma so bene ch’ha altre ragioni chi lo ritardano, come puotriano csser la diffi coltA de mantener quel regno o suo, o amico, et la grand perdita che fece de huomini et de spese nell’ultima armata [216v] che fece per questo, tiene Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S.J anchora sua Maesti suspesa et spauentata. Poi tiene scrupulo de spendere tanto in quell’impresa, et altri de tener meglior dritto de posseder u Regno. 3° credo che sia molto. persuaso che gli catholici d’Inglitena vonebbono seruirsi delle sue forze per scacciar u heretecj et poi far vn Re catholico tra loro, et scacciar lo, et tutti forastieri delli cuj imperio sono molto impatienti. Tocca a sua Santit de securar sua Maest in conscienza de puoter possede re quel regno, et all’Iilmo Cardinal d’Tnglitena, adesso capo delli catholici de quello, de pensar delli mezzi per securar sua Maesti per puoter possederlo coll’ amore et fauore della natione. Quelli che sono inesoluti, lenti, timidi et suspetosi, hanno bisogno de adgiuti forti altrimente non possono vscire in effetti generosi benché siano santissimi et de buonissima volonti. Se sua Santitit non fa le resolutioni coll’Iiimo Cardinal de Inglitena costi et conferite coli’Ambassador de sua Maestit et non u dia ogni sorte d’adgiuto dato et gagliardo, tanto de comminatione che de denari credo che staremo altri dieci anni senza far niente come dieci anni sono che V. E R. m’impieghó in questamissione et rapportai alio hora come ji Duca de Lenox [sic] alhora era contento de rendere il Re de Scotia et fario catholico per forza. lo portai la nuoua a Roma et it P. Personio in Spagna. 11buon Papa Gregorio 13°, de buona memoria, rimesse la cosa a sua Maest Catholica con offerta de far la quarta parte delle spese dell’Impresa, et adesso siamo per recomminciare. La Ingliterra é la radice de tutti gli mali che patisce sua Maest in Fiandra, nelle Indie et in Francia et altroue per mare et per tena, et tiene sua MaestA piü che la metA dell’Impresa fatta senza che li costa niente tenendo tutta la Scotia et le parti settentrionali de Inglitena, che.é la parte piü forte et bellico sa, sparagnaria ogni anno per il mancho cinque o sei millioni che spende, oltra alcuni millioni che gli Inglesi robbano ogni anno de sua MaestAet suoi vassa lli. Et per manco de duoi millioni se puotria far et finire i’Impresa d’Inglitena; mezzi bastanti non mancano, ma pare che mancha la [matureza=tachado] naturaiezza generosa et gagliarda o la gratia per far questa Impresa et che Iddio uuol anchora castighar gli nostri peccati, et espiarli per u sangue de piú martyri de quei regni. Mi pare che sana buono che Monsegnor Cardinal Allano fosse persuaso che sana per la piú grand gloria de Dio et bene de quei populi che l’Ingiitena et Scotia fossero uniti et dati a questo buon Re percioche non c’é altro che possia espellere gli heretici, et quando fossero espulsi tenerli fuori et poi ci dama sempre buon ViceRe, et se non fosse buono presto si puotria mutarlo, et darci vn altro, doue se fossemo suggetti a Re nostro particolare, se fosse catiuo, tyranno o heretico, non sana altro rimedio che patientia et sopportarlo. Ma auendo vn Re de Spagna per nostro, non solamente si puotria mantener la fede, et la giustitia et defenderci dalli nemici, ma etiandio senza tirar ji succo delli Regni fuora ma spenderlo tutto tra u incolini, farli partecipi de sue gran dezze, honori, amplissimi imperi et ricchezze. Tra gli mezzi suaui per contentar gli [217] incolini, et securar sua MaestA Catholica de br fideltA et obedientia tre m’occorono che paiono molto a proposito. p° Che sua MaestA prometta de lasciarli le sue antiche ieggi et 94 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGiA DEJA EMPRESA DEJNGL4TERRA... custumi de gouerno et administrationede giustitia senza mutarli. 2° de non dar beni hereditari de quei regni a nessun fuorastero per nessuna caggione se non alli naturali stessi delli regni. 3° de rendere tutti gli signori principali obligati a sua Maest per benefici et comrnodit signalata, que! che si puotria far delli beni delli stessi delli regni come de dar a quelli che parer a sua Maest et a chi u faranno piü notabili seruiti gli beni di quelli che saranno trouati obstinati nelle sue heresie, o chi verranno con arma hostili contra de lui in questa impresa. Credo che la diuersit delli informationi per doue s’habbia de comminciare l’Inuasione ritarda la cosa non pocco. Perche gli piú principali segnori Inglesi eccetti gli settentrionali Ing!esi sono de parer che si debba cominciar per la Vailia o porti meridionali d’Ingliterra benche non habbino in quei parti alcun porto in mano ne alcuni grandi segnori o seguita de gente che nel principio puotesse giongersi coile forze de sua Maest. Gli scozesi et Inglesi settentrio nali dicono che si debba comminciar dalla parte settentrionale d’Ing!iterra doue haueranno buonissimi porti in [tachado = scoz] Scotia a 10 o 15 mig!ia discosti d’Ingliterra et poi tutti gli scozesi et ingiesi settentrionali puotriano giongersi et far mo!ti millia de caualli et piedoni per seruire altrimenti non puotrianno seruir de niente o de pocco, se da fi non si comminciase. Jo non curarei de altro se non che si facesse l’impresa, et se si poutesse farla senza che l’armata descendesse in Scotia, tanto piú fe!ice sana quel regno, se gli Inglesi puotessero guadagnar qualche porto nel!e parti settentrio nali de Ing!iterra sana buono de descendere 11. Per effectuar questa impresa non se manca altro che denari et in pocca quantit in rispetto deil’importanza deil’impresa per u riposo della chiesa d’Iddio, et un capo con qualche gente. Al parer de moiti sua Maest non puotria fare eiettione de Capo piú a proposito che dei Duca de Feria, perché sana estimato naturale tra loro, per essere la sua madre Inglesa (*), et per saper la iingua Inglesa ch’é cosa che daria grand contento et sodisfattione a tutti; con ogni aitro che non intendessero sanano mille scontenti et murmura tioni. Piaccia a V. P. R. conferir de queste cose con sua santit et coll’I!lm°. Cardinal d’Ing!iterra et coll’Illmoduca de Sessa Ambasciadore, come parera a V. P. R. accioche Monsegnor Rm”Patriarcha Caietano Nuncio vengha qui ben instrutto de queste cose, a cui venuta saro per dar a sua segnoria Ilima piú intiera informatione. Et qui fo fine colle niie huniiiissime raccommendatjonj alli santi sacrifici et orationi de V. P. R. preghandoli dal Signore ogni gratia, sanitit et consolatione. Da Madrid Adi 6 d’Aprile 1592. DeV.P. R., Humiiissirno figlioglo et seruo in X0. Guglielmo Creytton (*) Lady Jane Dormer, esposa del conde de Feria, después 1 duque. The Spanish Elisabethans. Nueva York, 1963, p. 94. Año 1999 Loorviie, Albert J.: FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. III Crichton a Aquaviva Madrid, 7 de abril de 1592 ARSI, Tolet. 37a, ff. 218r-v (original ológrafo). Molto Rdo. in Xpo Padre Nostro, Pax Xpi etc. Ho riceuuto quelle de V. E R. del mese de febraro, In nouembre ji Re uuol se ch’io mandasse vn gentiihuomo scozese in Scotia per chiamar u Barone de Fyntrey ch’ huomo de stato et moito constante catholico, u quale douea venir con commissione da quella nobiltit per trattar le particolarit delle br offerte a sua Maest et per saper la dispositione delie cose, it quale non venuto, ne risposta verruna de quella missione. Se non hauesse stato per aspettar quella risposta o venuta de quel segnor, haurei fatto grand instantia d’hauer dato queste informationi a bocca a V. P. R. et ho ben domandato due o tre uolte licentia de partir con remettermi pur al parer de sua Maestit. De questo non m’han dato risposta et pare che non inclinata sua Maest ch’io parti, pur faró quel che piaciara a V. P. R. commandarmi. Non mi fanno replica nessuna alle informationi che do, et intendo che non li dispiaciono pur non risoluono niente. Al manco io non posso intendere niente ne affirrnatiue ne negatiue se non un freddo dire che sua Maest tiene buona vobont et che tutto si fará, et che le cose de Francia l’impediscono molto. Et cosi stanno. M’hanno promesso adgiuto per la nostra missione in Scotia, ma non posso tirar niente. Cinque o sei mesi fa mi diedero 700 ducati per le mie spese le quali pagho qui et vn compagno scozese secolare ch’io teneua ch’hauea desiderio d’intrar nella Compagnia. ji quale ho mandato a Lisbona per esser riceuuto et forma to nella Compagnia, et mi scriuono che fa molto bene et che sant molto buon suggetto: questo coliegio non per formar nouiti. lo conto tutte le cose che fo qui col P. Personio, et sta sempre saldo che non si habbi de far principio deli’Impresa della banda de Scotia. Quel che mi pare che fa duoi mali effetti: l’uno ó, che rende l’Imprcsa piü difficile, et d’hauer bisogno de piü grande gente, et sopra tutto che non possono transpor tar cauallaria in numero bastante et in Inglitena non puotranno hauer caualla ria se non nelle parti settentrionali uerso Scotia. 112° male che questa auer sione sua da Scotia augmenta molto la suspitione grande che tengono che tanto ib Cardinal d’Ingliterra ch’il P. Personio et altri inglesi non vorrebbono seruirsi di loro se non per scacciar gli heretici et poi far qualche Inglese catho lico Re d’Ingliterra, et le pretensioni de sua Maestii sono altre, et questo io ho dalia bocca de collui che gouerna ji tutto sotto il Re (*). Giit ho scrjtto neil’ al tra mia come si habbia d’occorrere a questa paura et ho detto che hauendo sua Maest tutta la Scotia per se et le fortezze et porti de 218v} i’un et dell’altro (*) 96 Idiáquez. 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... regno moiti amici de dentro come tutti gli Inglesi settentrionaii et la Valija, et portj che puó fortjficar et iascjar guarnizone Isic] de dentro, et commoditit de metiere quanta gente vorrja de dentro ji regno quando vuoiesse, non hauert occasjone de dubitar de rebeiiione, o sed jtjone. Poi si tratta de fondar vn semj narjo deiij nobjij a Duai [sic] doue sarjano notrjtj gii primogenjtj delij nobjij sotto la mano de sua Maest che sarja retjnacolo molto gagiiardo. V. P. R. puotr trattar coli’Iilmo Cardjnai d’Ingliterra per mitighar questa opinione dei padre Personjo ji cuj uoto pesa pü qui et in queiia natjone che de tuttj gli aitrj, et pur si puó ingannarsi. Jo sarej moito contento come sarjano anche tuttj gli scozesj, che spagnogli non jntrassero jn Scotja, perché non apportaranno che rujna et disgusto, et non curarei njente chj fosse Re, se hauessjmo la restitutjone della fede et esercjtjo della religione catholjca, et salute deii’anjme ma non vedo altro mezzo tanto a proposito per scaccjar et tener fuorj gli heretjcj et heresje, che quei de sua Maest catholjca. Et quando hauessjmo naturaij per Re in quei regni non saressimo securi per moito tempo ne de l’un ne deii’aitro. Et a me pare che doueressjmo cerchar la piü grand gloria de Dio et ben de sua chiesa et non disegni particolari. So ben che nostro Re heretico, coiia magra speranza che tengono aicuni de sua conuersionone [sic] hauerá gii suoi protettori in quella corte, br fine puotria esser buono, ma ji mezzo é molto cattiuo. Non ho altro a scriuere, et fo fine per le mie humiiissime raccommendationi alli santi sacrifi ci et orationi de V.R. E preghandoli dal signore ogni gratia sanit et contento. Madrid 7 d’Aprile 1592. DeV. PR. humilissimo figliolo et seruo in Xpo. Guiieimo Creytton Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDiNA, S. J. Iv Crichton a Aquaviva Madrid, 23 de mayo de 1592 ARSI, Tolet. 37a, f. 220 (original ológrafo). Molto Rdo. in Xpo. Padre Nostro, Pax Xpi. Ho riceuuto quella de V. P. R. delli 13 d’Aprile nelle quali quanto al mio star o partir da qui mi rimette al auiso de questi padri de qui, et a quel che mi parer. Loro sono de parer ch’io vadi a referir aY. P. R. et costi quel che passa qui; et jo sono del medesimo parer et cosi hoggi andaró al Escurial per domandar licentia, et colle prime galere passaró, per la gratia de X’, et credo che sar colli piü grandi caldi ch’entraró a Roma. Molta buona volontt trouiamo et buone parole, ma altri effetti non c’ de sperar cosi presto. Altro mezzo si puotria trouar bastante a nostro proposito, come piü a pieno dirá a V. P. R. a bocca, et a quel tempo rimetto it restante che sar it piú presto che puotró. Alli St sacrifici et orationi de Y. P. R. molto humilmente mi raccommando, et pregholi dal Signore ogni gratia et consolatione. De Madrid Adi 23 de Maggio 1592. Humilissimo figliolo et seruo in X° Go Creytton 98 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA EMPRESA DE INGLATERRA... y Crichton a Aquaviva Madrid, 18 de julio de 1592 ARSI, Tolet. 37a, if. 225-226v (original ológrafo). Molto Rh in Xpo pre Nro. etc. Alli 12 de questo mese riceuetti quella de V. R. P. delli 6 de Guigno [sic]. Questi di passati fui a Valliadolid per conferir col Padre Personio, et siamo stati molto conformi nel medesimo parer come diró a V. R. P. a bocca per la gratia de Xpo, et penso per questo effetto d’esser a Roma 6 circa il fine d’agosto 6 principio de settembre. Nel negotio principale per altre occupationi non si puó far altro per adesso, ma pur c’ molta.buona intentione et volont per far il tutto col tempo. Me lasciano partir con conditione de retornar quan do saró chiamato, et in questo mi sono rimesso aY. R. P. la quale ho detto che sar sempre per compiacerli. 11seminario differito insino che venghi l’auiso del duca de Parma e concesso alcun adgiuto per la missione delli nostri, nel paese mio. Et questa la somma de quel che posso scriuere a V. R. E per adesso. Et alli santi sacrifici et orationi de V. R. Paternit molto humilmente, etc. et pregholi da! Signor ogni gratia sanita et contento. De Madrid Adi 18 de Luglio de 1592. De V. R. Paternit indegno figliolo et senio G° Creytton Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5. J. VI Pietro Millino a Clemente VIII Madrid, 3 de agosto de 1592 ASV, Spagna 40, f. 18 (apógrafo). Beatissimo Padre Ii Padre Guiglielmo Critone della Compagnia del Giesú, che renderit la presente alla Santit Vostra, stato molti mesi questa corte trattando con la Maesti del R, et suoi Ministri di ridurre la Religione cattolica in Scotia et Inghilterra, et scacciarne gli heretici, mii anchorche sia stato inteso uolontieri, non ha per operato quanto speraua, forsi per trovarsi sua Maestii troppo impegnato nelle guerre di Francia et di Fiandra, et uoler aspettar prima l’esito delle cose di Francia; onde il suddetto Padre uien’hora alli Santissimi Piedi di vostra Beatitudine per darli particolar conto delle cose di Scotia et Inghilterra, et si la Santitii Vostra sari seruita interrogarlo parimente delle cose di Francia, lo troueri di esse benissimo informato, per il ché ho preso ardire di accompag narlo con questa alla Santiti Vostra, che sari prima per baciarli i Santissimi Piedi, come humilissimamente faccio, et poi per raccomrnandarle insierne il detto Padre, il quale ho conosciuto in questi doi anni che son stato in Spagna molto zeloso dell’honor di Dio et acerrimo inimico delle heresie et fautori di esse. Ii Signor Iddio doni alla Santiti Vostra lunghissima et felicissima vita come jo di continuo ne supplico sua Diuina Maesti nelle mie orationi. Di Madrid i 3 de Agosto 1592. Di Vostra Santitii. Humilissimo et deuotissimo vasallo et seruitore. Pietro Millino 100 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE LA «EMPRESA DE INGLATERRA»... VII Crichton a Aquaviva Bruselas, 13 de enero de 1594 ARSI, Germ. 172, 1ir-y (original ológrafo). Molto Rdo. in Xpo. pre Nro. Pax Xpi. Questa sarh per auisar V. P. R. del infelice successo del gentilhuomo mandato in Ingliterra per indurre u conte de Darby [sic] d’a[dojporarsi per la resttutione della fede catholica il quale stato messo a morte apresso di Londra nei mese di xbre. Et dopo che sua Santith e Maest Catholica siano d’accordo de terza persona per far quell’Impresa d’Ingliterra forsa che non sana fuora di proposito de pensar della persona dei Re de Scotia del quale benché io ho auuto sempre malissima opinione, pur adesso trouandosi tradito da tutti gli suoi piü confidati, tanto Ministri heretici che quelli del suo sangue, et messo a tradimento tra le mani del conte de Boduel [Bothwell] suo sbandi to, al quale fu sforzato precibus armatis de perdonare, adesso scampato da le br mani s’ messo tra le mani delli catholici hauendo fatto ¡1 Baron de Hume capitano della sua guardia ch’ de 200 caualli et 300 pedoni ch’ signore ch fa professione pubblica della fede catholica. Pare che si puó sperare meglio de lui che non s’ha potuto da qui inanzi, perche benche non habbi abbracciato la fede catholica pur s’hauesse le forze e adgiuto che si dice fu promesso al conte de Darby, si tiene per certo che si scopreria per gli catholici et tenedolo gli catholici tra le mani, lo putriano [sic] far giongere per forza o per arnore a quel che sana di. bisogno, et si tiene per certo che sana contento d’esser sfor zato a questo. L’Impresa per u conte de Darby haueria stato molto difficile, de molto luongha guerra et de grossissime spese, per la multitudine de quelli chi lo precedono in dritto, gli quagli mai haueriano ceduto a lui, et per la moltitu dine de signori suoi uguali et compagni nel regno gli quali molto mal uolon tieri se fossero sottoposto a lui come br Re. Ma ib dritto del Re de Scotia é chiaro come quelbo de sua madre, et oltra tutto ib regno di Scotia, tutti quelli in Ingliterra ch’erano per sua madre, chi sono moltissimi, si dariano al figliolo, de sorte che sana senza competentia, et non haueria altro contra che la sola Regina d’Ingliterra, et d’Inglesi haueria ib Re di Scotia seco grandissimo numero come tutti gli catholioci et moltissimi hereteci. Piaccia a Y. P. R. informar sua Santit de queste cose, perche tengo per certo che si pu guadag nar questo Re. Ma bisogneria che sua Santith hauesse persona qui col quale s puotesse trattare, perche quando va de guadagnar o perdere regni o re, non bisogna trattar come de cose beneficiali currrendo a Roma perche perdendo l’occasiones si perde ibtutto, et peró se sua Santit non manda persona espres sa sana bisogno che il Nuntio de sua Santitá in queste bande chi reside [sic] in Colonia, facesse la sua residentia qui con potest et modo de prouedere a Año 1999 . 101 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. quelle che sana de bisogno col Archiduca Ernesto, et preuenire alli pericoli et mali, perché con vasello a proposito si puó sempre andar da qui in Scotia in tre o 4 di et alcune volte in duoi. De Spagna mi scriuano che sana buono ch’io andasse in Scotia, et alcuni qui sono del medesimo parer, ma non mi pare che sia espediente, et de questo et molte altre cosette particulari scriuo al P. Tyrio [James Tyre] assistente per non dar fastidio a y. P. R. ji quale raguagliar del tutto. Et non essendo questa per altro, pregho Iddio signor nro dia a Y. P. R. buon principio et felicissimo progresso de questo nuouo anno in ogni gratia et sanitt, a cui S sacrifici et orationi humilmente mi raccomando. Da Brussella, Adí 13 de Genaro 1594. DeV. P. R. Humilissimo figliolo et seruo. O’ Creytton 102 64 ESCOCIA EN LA ESTRATEGIA DE JA EMPRESA DE INGLATERRA... VIII Memorial para Don Juan de Idiáquez [si, sf (Madrid, hacia diciembre de 1591)] ARSI, Angi. 42, f. 32r-v (minuta ológrafa). Le Ragioni Pro et Contra dell’Impresa d’Ingliterra se per l’Anglia stessa ó per la Scotia si doueria farla. Le ragioni per le quali si proua che per 1’Angiia stessa si doueria faria P’ Facendo et comminciando l’Impresa per 1’Anglia stessa massime per le parti meridionali presto si sana a Londra doue sta il capo, et essendo guadagnato ji capo non potrebbe il restante resistere, et dalle parti meridionali a Londra é pocco camino. Doue venendo da Scotia a Londra ji camino sana molto luongho et la commodit pocca per intrar vn grand essercito. 2. In Ingliterra sono molte vittuaglie per nutrir vn essercito, che non sono. in Scotia per esser il paese sterile in rispetto d’Ingliterra. 3. In Ingliterra piú grande commoditá sana alli catholici vnirsi coli’esser cito catholjco, che d’andar trouarlo si lontano in Scotia. 4. In Inglitena c’é grand numero di carri, et caualli per condur le vittua he, et bagagli, et per tirar l’artegliaria d’un essercito, quel che in Scotia non si troueria per esser u paese pouero et sprouisto di simile cose. Le Ragioni perché si doueria comminciar piuttosto per la banda di Scotia P Perché it punto principale é de sbarchar [sic] et metter l’essercito seguramente jn tena, questo si puotria far molto meglio in Scotia ch’in Ingli tena, per esser in Scotia porti securi et aparecchiati per questo effetto et multj milliaja d’huominj per riceuer i’essercito sbarcato con tutto ji fauore che potranno. Doue jn Ingliterra non c’é porto nessuno che quel che s’ha di guadagnar per forza che sarja difficile per esser gli porti fortificati, et per hauer gli nemici a dosso per mare, et in faccia per tena, et senza hauer amico alcuno ch’ardisca comparir in adgiuto in tanto che l’essercito sia sbarcato; et fatto vittorioso et padrone della campagna nel che sta tutta la difficolt dell’ Impresa. Gli porti atti per sbarchar [sic] in Scotia verso jl ponente sono Criaconbrae [sic] (1), verso l’oriente u firth tra Laudonia (2) et Fifa (3) paesi fertiii.Gii (1) GreatCumbrae (?), en el estuario del Clyde. El espionaje había informado que el desembarco se présumía en Kirkcudbright (en el el estuario del Solvay) o en el .Clyde: The Register of the Privy Çouncil of Scotland, vol, Y, 1592-1599, pp. 34 y ss., n. 1. (2) Lothian. (3) Fife. Año 1999 FRANCiSCO DE BORJA MEDINA, S. J.. porti per tener vna armata grande in ogni tempo verso ji ponente sono ji Laco Riano (4) et Aren (5) verso l’oriente Cromati (6) firth. 2. Sel’essercito sbarcato in Ingliterra hauese qualche rotta ó disgratia sarebbe irrecuperabile, per non hauer amico per adgiutarlo ni luogho per reti rarsi et rihauersi, et cosi sarebbe perso l’essercito, l’armata la riputatione et quell’Impresa. Doue in Scotia venendo fortuna aduersa hauerebbe ji dosso sempre libero, paese spatioso per rihauersi et grand numero d’amici per adgiu tarsi. 3. Quanto a la luonghezza del camino da Scotia al capo ch’é Londra, se l’essercito sbarca nelle parti occidentali d’Ingiiterra tanto sana discosto da! capo, quanto é discosto la Scotia o poco piü o meno et in paese tanto sterile quanto é la Scotia. Et non é di tanta importanza la breuit del camino che la segort del camino et del essercito. Et dopo che sia cosa certa che se debba far ji camino da Londa [sic] insino a Scotia per finir et stabilir le cose, pare piü a proposito di comminciar dal luogho al quale puotrebbe l’inimico hauer ricor so, et strengir nel luogho doue non puotria scampare, et quanto a la sterilit del camino benche non sia tanto abondante quanto intorno di Londra, pur hauendo ji dosso sempre libero si trouara la commoditit di fare prouisione, quel che non si puó far in Ingliterra done gli catholici sono serui (??) stessi senza puoter fario et é probabile che se l’essercito sbarca in Ingliterra che quella Regina fará che ogni coinmoditis di vittuaglie sia tagliata via eccetto di quella ch’il essercito portarit seco. [34v] 4. Molto piú grande é la commoditii alli catholici Inglesi d’unirsi coll’essercito catholico in Scotia ch’Ingliterra, primo perché il piü grand numero delli catholici sta nelle parti uerso la Scotia. Secondo perché é piú facile de guardarli che non si gionghino ah’essercito catholico circondato per l’essercito delli nemici, che di guardarli d’intrar in Scotia che tiene cinque o sei giornate di larghezza doue puotranno poi a piacere loro vnirsi con esserci to catholico. Anzi se non si commincia per la Scotia gli catholici Inglesi chi sono solamente doi in numero liben, et di grand seguita di gente, che sono u conte di Vestmerland [Westmoreland] (7) chi sta in Fiandra et ji Baron di Dacres chi sta in Scotia (8) nutrito colli suoi moglie et figlioli in casa del conte di Botvei [Bothwell] espressamente per puoter far seruitio a S. M. C. al tempo dell’Impresa, non possono giongersi nel principio all’essercito cathoii co, per non puoter transuersare i’Ingliterra dalia banda di Scotia doue hanno le br case et forze insino alia parte meridionale d’Ingiiterra. Ma uerso la - (4) Loch Ryan. (5) Isla de Arran. (6) Cromarty. (7) Charles Lord Neville, conde de Westmoreland, cruzó el Canal después del alzamien to de 1569 y se estableció en Flandes donde se le concedió una pensión mensual de 200 escu dos. L00MIE: The Spanish Elizabethans, pp. 35-36, 133, 254-255. (8) Francis Dacres hijo y heredero de lord Dacres. En 1587 había escapado de Londres a Escocia. En 1592 vino a la Corte de España. L00MIE: The Spanish Elizabethans, pp. 105-106, 247. 104 64 ESCOCIA EN L4 ESTRATEGIA DELA EMPRESA DE INGL4TERRA. Scotia quegli duoi segnori possono dominar del tutto quasi dal mare orientale insino al occidentale. 5. Vero é che in Ingliterra sono piú vittualie, piú carri et caualli per accommodar vn essercito che non sono in Scotia. Ma gli catholici Inglesi non possono hauer l’uso ni de vittualie ni di carri ni di caualli se non quanto piacer alla Regina d’Ingliterra. Ma gli catholici di Scotia possono hauer l’uso et seruirsi di tutto quello che si ritroua dentro il regno et doue non saranno le cose nel esser al presente, puotranno far la prouisione et seruirsi di quello che c’é, come di boui per tirar arteglierie doue manchano caualli all’uso del paese. 6. Facendo 1’Inuasionedella banda meridionale d’Ingliterra, si la fa doue sonno le piú grandi forze d’Inglitena et in casa loro doue gli huomini sono piü animosi et come leoni, facendola della banda di Scotia si li tira fuora di casa loro doue non haueranno tanto di animo et stando tra gli nemici come reputono gli settentrionali d’Ingliterra staranno in continua paura et diffidentia di saluarsi perché tutta quasi u settentrionale d’Ingliterra é catholica et li comminció alcuni anni sono l’insurrettione del Conte di Northumberlanda per la restitutione della fede. Sta la Regina d’Ingliterra tanto ben prouista per mare et per tena contra la inuasione di Spagna che non la teme molto si non per la banda di Scotia. Perché dal oriente ha gli banchi di sabia nel mare che la defendano. Verso il mezzo di ha fortificato bene et 11stanno le sue forze principali, verso il ponente sono molti paese sterili et pericogli [sic] nel mare et doue stanno gli buoni porti ó luoghi propri per sbarcar l’ha fortificato ó su quelli tiene l’occhio etc. 7. E certo che con dieci milia huomini forastieri si fari piü verso la Scotia che con trenta millia verso le meridionali parti d’Inglitena. La ragione é perché verso la Scotia, tra le forze delli detti duoi segnori Inglesi et altri scozesi, s’hauerit de 25 a 30 millia huomini a concorrere, et adgiutar, et senza fortificationi per combattere et senza resistenza nel sbarchare, doue dall’altra parte bisogna forse combattere nel mare prima di sbarcar, nel stesso sbarchar, et subito dopo esser sbarcato. Non si dice niente delle cose sopradette per impedir di comminciar l’Inua sione della banda meridionali d’Ingliterra, 6 per sminuire le ragioni forse megliori d’altri piú prudenti, ma acci6 che S. M. intendendo gli paren et ragioni de diuersi, se ne facci elettione di quello che parer piü a proposito alla gloria d’Iddio et seruitio di S. M. Ji mondo si marauiglia vedendo che S. M. tiene in esser naui et huomini abastanza per far questa impresa senza impiegharli, ma che lasci gli nemici et pirati anichirsi et far alli suoi stati, et altri che lo frequentano tanti danni et rouine. Si marauiglia parimente la nobiltt scozesa, che delle belle offerte che fa per facilitar et esseguir questa impresa non possino intendere qual conto si faci di loro o di br offerte. Ma si puó ben presuppone che S. M. tenghi le sue ragioni ch’il mondo non s. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, 5.1 Ix Memorial al Rey (Marzo 1592) ARSI, Tolet. 37a, ff. 214-215 (original ológrafo). Se si ha de fáre l’inuasione d’Inglitena questo anno o no. Le ragioni pro et contra Le Ragioni contra Le Guene et occupazioni in Fiandra, Francia, Aragonia, et la conse ruatione delle flotte delle Indie et coste et stretti marini richiedono tutti quanti gli denari ch’ha sua Maestá de spendere questo anno / et da queste cose comminciate non puó retirarsi ne differirle. Et peró questo anno non puó vacar ah’ Inuasione d’Inglitena. 2. L’Impresa d’Inglitena sana delle spese de somma non mediocre, et per via extraordinaria non puotria sua Maestá fornir tanta somma questo anno. 3. Non si puotria trouar questo anno naui et vittuaglia per vna armata bastante per questa Impresa. 4. 11Re non computato u prossimo de sangue (escludendo gli heretici) per godere giustamente de quei regni quando haueria guadagnatoli. Et de far tanta spese per ben d’altri non sana espediente per la Spagna percioché, benché fossero adesso amici et propinqui alli quaghi acquistaria quei regni, fra pocco puotriano deuentar nemici, et contrari a i suoi stati et successori. pa Le Ragioni pro 1. Tutte quasi le ragioni sopradette contra, probabilmente saranno delle medesime forze 1’anno che viene come questo anno, Percioché probabilmente non mancharanno a sua Maestá Catholica le medesime occasioni de spendere in Fiandra, Francia, per il mare et per tutto. et forse che gli denari non l’abon daranno piü che questo anno, et l’occasioni de spendere puotriano crescere et durar per piü anni, perche le cose della Fiandra, Francia et del mare paiono de disporsi a luonghi trauagli. 2. 11primo modo che trouara sua Maestá de sparagnar le spese che fa in Fiandra et per mare, et vna grande parte de quella che fa in Francia, sana de far l’Impresa d’Inglitena, percioché che fatta che sana, tutti gli Inglesi che tengono gli luoghi et le chiaui de suoi stati in Fiandra u rendariano per hauer br perdono et beni in Inghitena, et gli nibelli de sua Maestá verriano a tal compositione de pace che vonia, et cosi cessariano le spese et per tena et per mare. Et u Re de Nauana sana presto abandonato da molti suoi hauendo perso il fondamento de suo credito per hauer gente forastiera, ch’ la Regina d’In 106 64 ESCOCIA ENLA ESTRATEGIA DELA EMPRESA DE INGLATERRA.:. gliterra. Et quanto prima si puotria far questo tanto meglio, et se fosse possibi le questo anno pare che non si doueria differirlo all’altro. [214v] 3. Certo che sua Maestt non puotria far l’Impresa d’Ingliterra et star sotto le spese ordinarie ch’é sforzato de fare senza qualche sforzo et prouisio ne extraordinaria de denari, et se questo é vero meglio sana de farlo questo anno che d’aspettar l’altro con tanta perdita de denari, della reputatione et de bellissime occasioni che si perdano atteso che probabilmente l’anno che viene hauert le medesime difficolt ch’ha questo anno. 4. Glicatholici Inglesi et scozesi chi stanno nel fuogho della persecutio ne con pericolo de perdere la vita et gli beni, et chi questo anno possono et vorebbono spendere la vita in questa causa et seruitio de sua Maest catholica cerchano il pu) corto camino de uscire fuora de br tribulationi. Se questo anno non si serui sua Maestt de loro forsa che presto si puotriano offerirsi ad altri come degi si parla ch’alchuni sanano contenti de darsi al duca de Lorena il quale col adgiuto de suo genero puotria abbracciar et finir quell’impresa, perché escludendo gli heretici u principe de Lorena é nel medesimo grado de sangue colla signora Infanta figliola de sua Maest, a quelle corone d’Inglite rra et Scotia come sono anche il duca de Sauoya, et il duca de Guysa et de Mayena. 5. Questoanno il Paese Basso sta occupato per le forze de sua Maest ma se si perdesse la Frisia che sta in pericolo et piú anche de quei stati, si puotria giongersi talmente colla Regina d’Tngliterra, che poi sana molto difficile de guadagnarla et peró sana buono de non perder tempo. 6. Se questo anno facesse sua Maestit l’Impresa d’Ingliterra la Francia non puotria impedirla. Ma se fosse fatto vn Re de Francia, benché fosse il piú stretto de sangue che tenesse sua Maestá catholica non permetteria che’occu passe l’Tngliterraet questa consideratione é importantissima come sono panmente le due immediatamente sopradette. 7. Moho é da considerare che le spese dell’Impresa d’Jnglitenraduraranno pocco, per non esser in fortezze et terre forti per assediar et prolunghar la guerra, et quelle che sono si puotria ricuperarper intelligentiach’é de gi pratticata. 8. Sele naui et galere de Spagna non fossero bastanti per questa Impresa, si trouaria per supplir abondantamente [sic] nelli soli porti de St Malo et Haure de Gracia in Francia, luoghi affettionatissimi al seruitio de sua Maest. 9. 11piú securo dritto che si puotria hauer de quei regni sana per l’escom municatione et depositione della Regina d’Inglitena et Re de Scotia obstinati et crudeli heretici per il papa, il quale puotria dan il dritto primo occupanti catholico ch’hauesse le forze et la volontt de ricuperarli all’obedienza della chiesa catholica. Questo non puotria far la signora Infanta sua figliola ne nessun’altro si commodamente come sua MaestutCatholica et questo dritto de posseder quei regni per via del papa per excommunicatione et depositione de heretici sana ph) securo che per via et dritto de sangue u quale é suggetto a molte competentie et pretensioni de molti, et cosi possiede sua Maes& il Regno de Nauarra. Año 1999 FRANCISCO DE BORJA MEDINA, S. J. [215] 10. Le forze che tiene don Alonso de Vargas in Aragonia, et le spese che fa sua Maest per mare per far la guerra defensiua, sanano bastanti poco piü o meno per far [per far repetido] la guerra offensiua et finire 1’Impresa d’Inglite na col concorso che si trouaria delli catholici in Ingliterra et Scotia. 108 64 - _ t1 ‘a o : a o rl) u o u u o u rl) ‘a Li) o u -a oLi) o u - t-. ‘Li o u -. 1 •0 o a o uu t ‘. -o CID a o z • v• 1 FRANCiSCO DE BORJA MEDINA, S.J Notas al mapa de los territorios de los señores escoceses ARSI, Angi. 42, if. 5-6v (original ológrafo). Notandum est vires regni Scotiae precipuas consistere in Baronibus infe rioris ordinis qui dicuntur Lairds et hic non ponuntur qui tum numero et divi tis superant omnes alios totius regni, nam sunt aliquot milliaria talium Baro num, et multi sunt ex eis qui numero subditorum et potentia superant multos ex Baronibus supremi gradus, et non multos quoque comites. In hac descrip tione ponuntur tantummodo Comites et Barones supremi ordinis dicti Lords, quia omnes quasi ah inferioris gradus, vel eis subsunt, vel eos sequuntur, aut sanguinis aut amicitiae aut metus causa. Sunt hi omnes Comites et Barones superioris gradus iure hereditario senatores regni et eo titulo locum et suffra gium habent in omnibus comitis et congregationibus publicis regni, et nobihi tatis, quod ius non habent ah Barones, quamvis sint in maximo numero. Nota in hac descriptione eos qui notantur sic signo crucis esse vere cathohicos, quamuis nonnulhi eorum applaudant Regi et eum sequantur in obedientia exteñore. Rex enim non persequitur cathohicos nisi eos qui accu santur et conuincuntur de ahiquo tractatu inuasionis regni Scoti, aut potius Angli per regnum Scotie, et hi quidem sunt admodum pauci viz. Comes Angusi, Comes de Huntley et Comes de Errol soli. Hi qiii notantur semicruce tau sunt politici, hoc est heretici in exterio re professione, sed affectu aut factione, vel sequuntur catholicos, vel bene affi ciuntur erga catholicos vel eis non opponent, nisi pura authoritas regia eos compellat: imo inter eos sunt multi etiam ex potentioribus qui non minus sunt feruentes 2in causa catholicorum, quam sint ipsimet cathohici, presertim in stabihienda hibertate rehigionis et conscienti2e que si semel locum haberet, breui temporis spatio euanescerent hereses et heretici. Qui notantur hoc signo sunt feruentes h2eretici, quanuis omnes non sint inimici cathohicorum, imo multis [sic] ex ipsis compatiuntur cathohicis et lubenter cum omnibus cathohicis pacem haberent. Sohe vrbes vbi non habitant ordinarié nobiles, sed Mercatores, Consihiari, aduocati, et artifices, ac Ministri pnedicatores heretici qui vrbium inhabitantibus superbe dominantur habent spiritum vere Caluinianum tumultuantem, euertentem, et exterminantem sacra et prophana omnia que ad cathohicospertinent. Et nisi improbitate, importuni tate ac minis horum, ac Reginae Anghi cum qua sunt higati ac confederati compelleretur Rex, nulla esset in Scotia Cathohicorumpersecutio. 110 64 DOS MANUSCRITOSÁRABES Y UN «INCUNABLE»TURCOEN EL MUSEO NAVAL Joaquín VALLVÉ Académico de la Historia El pasado 26 de enero, y a instancias del director de la Real Academia de la Historia, don Antonio Rumeu de Armas, me puse en contacto con el direc tor del Museo Naval, contralmirante don José Ignacio González-Aher, para revisar un importante manuscrito árabe, supuestamente escrito en Córdoba en el año 374 de la hégira (sic), patrocinado por al-Irlakam II. Conviene recordar que este califa murió en el año 365/976. Durante varios días repasé este manuscrito y otros dos. De esta inspección resultó que uno de estos dos últi mos era un impreso turco. Entre los papeles que me proporcionó el director del Museo Naval aparece una carta del doctor Vernet, fechada en Barcelona en 7 de febrero de 1955 y dirigida al almirante Guillén Tato. En contestación a una nota de éste que le había remitido el doctor Mihlás, don Juan Vernet apun ta la conveniencia de publicar una noticia del manuscrito de Ibn al-Bann’ en una revista técnica de arabismo o ciencia. Comunica que la papeleta que ha recibido no sirve, pues contiene muchos errores, y promete ver con calma y detalle el citado manuscrito en un próximo viaje a Madrid, «dejándoselo bien catalogado para su fichero y tomando, de paso, unas notas para publicar». En un folio manuscrito, en borrador y sin fecha, el doctor Vernet cataloga sucintamente el manuscrito misceláneo núm. 1818, que recojo parcialmente en notas. Una copia de este informe mío remito a don Juan Vernet, por si estima conveniente corregir o añadir alguna observación pertinente, pues yo no soy especialista en Historia de la Ciencia Arabe ni en Literatura Arabe y desco nozco el turco. Pero, a pesar de estos inconvenientes, espero haber dado respuesta satisfactoria a lo que me pedía el director del Museo Naval. Quiero expresar, finalmente, mi agradecimiento al doctor Vernet por sus valiosas orientaciones. Manuscrito 1818 Tablas astronómicas de varios autores. Letra árabe magrebí u occidental. Papel. 60 folios. Año 1999 JOAQUÍN VALLVÉ ¡ &ti 1 1 rv.í!Hi4flT1 11 F1-H UI IIfl T4fl I+P14 ‘iiií141t h14 1 ‘ t. ‘ - - ,i ‘, 4. • k 14 t141 I+ fl > 4 -‘ M 14 ‘ 4 LI .3’ 1.°—Folios lr.-37v. Título: Minhá9 al-tdlib fi ta >dtlal-kawcikib, «Camino o método del que busca la posición de los astros» [Libro de las tablas astronómicas] (1). Autor: Ibn al-Bannñ’ al-MarrAkuf. Nació en Marrakech el 9 de dii l-hi9a del año 654 de la hégira / 28 de diciembre de 1256 de la era cristiana, y murió en la misma ciudad el viernes 5 de raab del 72 1/31 de julio de 1321. Pero en este manuscrito se señalan erróneamente las fechas 694 y 761. Quizá el copis ta se equivocó en la primera data y después, para ajustar los 67 años de vida de Ibn al-BannA’,corrigió la segunda. Véase su biografía en Encyclopédie de l’Islam, 2.a edición, 1971, t. III, pp. 753-754. Los autores de este artículo, Suter-Ben Cheneb, citan dos manus critos de esta obra: el misceláneo de El Escorial, n.’ 904.1 de Casiri, Bibliothe ca Arabo-Hispana, t. 1, p. 344 o el n.° 909.1 del catálogo de Derenbourg, Les Manuscrits Arabes de l’Escurial, vol. 2.°,fas. 3.° y el de Argel, n.° 1454.1. Juan Vernet editó y tradujo el Minhá9 de Ibn al-Bann’ con el título de Contribución al estudio de la labor astronómica de Ibn al-Banná . Memoria (1) edición VERNET, 112 El doctor Vernet añade lo siguente tras el título: «... a base de otro man, figura la de los Cánones (no de las tablas propiamente dichas:) en el Museo Naval». Cfr. J.: Contribución afi estudio de] la labor astronómica de Ibn al-Banoá’. Núm. 64 DOS MANUSCRITOS ÁRABES Y UN «INCUNABLE» TURCO EN EL MUSEO NAVAL (15 de diciembre de 1948) para obtener el grado de doctor en Filosofía y Letras. Sección de Filología Semítica. Tetuán, 1951. Según el doctor Vernet, el manuscrito de El Escorial tiene 40 folios y el de Argel, 66. El comienzo del Minhá9 está en el folio lv. y corresponde a las páginas 13/57 de la edición y traducción de Vernet. Fecha de la copia: En el folio 37v. se dice: Muhammad ibn Ahmad al-Tawil del alfoz de Tánger y oriundo del Süs lo copió en el mes de a ‘bñn del año lán-bá’ y fin-rá y comenzó el 2 de ra2ab y terminó antes del mediodía. Según el valor numérico de las letras señaladas (2, 30, 200 y 1000), yo creo que la copia se realizó en 1232, es decir, entre los meses de mayo y junio de 1817. ‘ 2.°—Folios 38r.-43v. Título: A1-Zi9 al-tawil al-qawirn fifun fin al-ta ‘dii wa l-taqwim, «Tablas astronómicas largas y rectas sobre las categorías de la posición y de la rectifi cación». Autor: Abil ‘Abd Allh Muhammad ibn Ibrahim ibn ‘Ah al-Mursi al-Awsi, conocido por Ibn al-Raqqm. Murió en Granada, con muchos años, el 21 de safar del 725 / viernes 6 de febrero de 1325, según Ibn al-Jatib, Ihdta, manus crito 1673 de El Escorial, fols. 107-108. Lo cita Brockelmann, Geschichte der Arabischen Literatur, 5. II, p. 378. En el folio 44r., y en hoja aparte que no tiene nada que ver con el manus crito anterior ni con el posterior, se dice, al.parecer, que el año cristiano coin cidente con el 621 de la hégira empezaba el sábado 1 de enero. Confrontando las tablas de conversión de datas de Ocaña, 2.” edición, 1981, ese año tenía su inicio el 24 de enero. En cambio el día de año nuevo del 321 sí coincidía con el 1 de enero. 3.°— Folios 45r.-49v. Título: Tashil al-ma táhib fi ta ‘dii al-kawákib’ «[Tablas] que facilitan la búsqueda de la posición de los astros» (2). Autor: Según el manuscrito, se trata de ‘Aif ben Hasan de Constantina de Argelia y que murió en el año 733/1332, pero Hadj-Sadok y Ben Cheneb lo confunden con su nieto Abñ l-’Abbs Abmad ibn Uasan ibn ‘Ah, conocido por lbn Qunfud al-Qusantini (731-810/1330-1407), jurista, tradicionista e historia dor de .Constantina. Véase Hadj-Sadok, «Ibn Kunfudh», Encyclopédie de l’Islam, t. III, 1971, pp. 867-868. También Casiri, en Bibliotheca Arabo Hispana, t. 1, p. 344 se refiere, al parecer, al mismo autor Abu 1-Hasan ‘Ah ibn Abi ‘Ah (al- Uasan) que escribió su Opus de Astronoinia cuin suis tabulis hacia el 653/1255 (sic). Tal vez se trate de otromiembro de la misma familia, porque en ella alternan los nombres de ‘Ah y Hasan y sus correspon dientes kunyas: Abñ ‘Ah y Abü l-Uasan. El más importante de ellos murió en el664/1265. (2) Vernet añade: «basadas en la Yasñra de Ibn al-Banña’». Año 1999 JOAQUÍN VALLVÉ 4.°—Folios 49v.-52r. Título: [Tablas astronómicas] (3). Autor: Abil Zayd ‘Abd al-Rabman [ibn ‘Abd al-QdirI al-Fsf, conocido por ‘Abd al-Rabmn al-Fñsi (1040-1096/1631-1685). Nació en Fez y fue educado por su padre, ‘Abd al-Qtdir ibn ‘Aif.Escribió más de 170 obras sobre derecho mñlikf (fiqh), medicina, astronomia e historia. Véase Lévi-Provençal, Encyclopédie de l’Isla,n, t. 1, 1960, p. 88. Lo cita Brokelmann en su Geschich te... Véanse las referencias en el tomo III de sus Supplementband, p. 523. 5.»—Folios 52v.-56v. Título: [Tablas Astronómicasl (4). Autor: ‘Aif ibn Abi l-usayn (sic), conocido por Ibn Qunfui. Se trata del mismo autor y de la misma obra que en el subepígrafe tercero (folios 45r.-49v.). Fecha de la copia: En el folio 53v. se dice que fue terminada el 11 de mubarram del año 1220/jueves 11 de abril de 1805. 6.°—Folios 57v.-58r. Título: ZÍ9 ‘alá ta ‘dtl al-kawákib’, «Tablas astronómicas». Autor: Abu 1-Hasan ‘Ah ibn Abi ‘Aif. Se trata del mismo autor y obra del subepígrafe tercero. 7.°—Folios 58v.-60r. Título: [Tablas astronómicas]. Autor: Abü ‘Abd al-Ralriiflñnal-Fñsi. El mismo autor que el del subepígrafe cuarto (folios94v.-52r.). 8 .°—6ir. Título: [Posiciónde la luna a finalesde ra9ab, según el Minhá9. Operaciones]. Autor: [Ibn al-Banni’]. Véase el subepígrafe primero (folios 1r.-37v.) (3) Según Vernet, se trata de la «Ar9úza astronómica de ‘Abd al-Rahmán al-Fási que empieza: Entra con la fecha, quiero decir, con la fecha árabe y torna el movimiento medio del planeta... Comentario de estos versos al pie y tablas (cf además fol. 58v.)». (4) Según Vernet. «Tablas de Ibn al-Qunfud tituladas Tashil al-matcil?bftta ‘diial-kawákid (hay que comparar con 3)». Más adelante, al citar el fol. 56v., Vernet la titula: «Tabla de la latitud de la Luna», que yo recojo en el 61r. 114 DOS MANUSCRITOS ÁRABES Y UN «INCUNABLE» TURCO EN EL MUSEO NAVAL 9°—Folio 61v. Dibujo de siete círculos y dos más pequeños en uno de ellos. En uno de los círculos se indica al-falak al-tAsi’ «astro noveno» y un punto qúe dice «punto de la cabeza de Aries». En la nota o tejuelo del Museo Naval se dice que la encuadernación fue restaurada en 1993; que pertenece a la Colección Guillén, tomo DCXXII, y que fue ingresado en 1955. Tiene el núm. de registro 55/1. Manuscrito 2499 Fragmento del Kitáb al-Agáni «Libro de las canciones», del autor persa de origen árabe AbA l-Fara2 al-IsbahAni (284-356/897-967). Letra magrebí u occidental. En papel ligeramente satinado. Tapas provisionales de piel cosida a mano. Destapada ésta se descubren trozos de papel del manuscrito 1818 que se han utilizado como relleno para dar cuerpo a la cubierta. El Kitdb al-Agóni es una de las obras maestras de la literatura árabe. A ella el autor dedicó cincuenta años de su vida y, además de recoger los cantos, que por orden del califa Hárún al-Raid habían sido seleccionados por célebres músicos, añadió importantes informaciones sobre otros poetas, sobre las anti guas tribus árabes y la corte de los califas omeyas y abbasíes. Recoge, pues, toda la civilización árabe desde la época preislámica o Yñhiliyya hasta finales del siglo nilix con citas de los versos de los poetas y cantores. (Véase su biogra fía, debida a M.°Nallino, en la Encyclopédie de l’Isla,n, t. 1, 1960, pp. 121-122.) Año 1999 1 15 JOAQUÍN VALLVÉ El polígrafo valenciano Ibn al-Abbr (595-658/1199-1260) recuerda que enterado el califa de Córdoba al-Uakam 11(961-976) de que Ab[i 1-Fara5’se ocupaba en reunir noticias de los poetas y cantores árabes, le envió mil dina res de oro puro pidiéndole una copia, por ser uno y otro descendientes del últi mo califa omeya, Marwtn II. El califa cordobés recibió un excelente ejemplar del Kitáb al-Agáni corregido y revisado por el propio autor, cuando todavía no había sido divulgado en el Iraq. Al mismo tiempo recibía una genealogía de los Omeyas y una casida en la que elogiaba al califa. Este le correspondió con un precioso regalo. (Véanse al-Hulla, ed. Munis, pp. 201-202 y A. González Palencia, Historia de la literatura arábigo-española, Editorial Labor, 1928, p. 15.) El manuscrito 2499 depositado en el Museo Naval contiene muchos erro res y supresiones. Confrontado con la reciente edición del Kitáb al-Agáni, publicada en El Cairo en 24 volúmenes entre los años 1383-1394/1963-1974, el contenido del manuscrito se encuentra entre las páginas 276 del tomo XXI y la 117 del tomo XXII. No se trata, pues, como dice el tejuelo o nota del Museo Naval, de un volu men de la obra que consta de 40 volúmenes, escrita en el año 374 de la hégira en Córdoba patrocinado por al-Uakam II, aunque es verdad que es la obra más completa e importante de la literatura y música árabes. Se dice que fue donado al Museo Naval el 11 de diciembre de 1991 por don Santiago Fernández Jimé nez, descendiente de José Fernández Jiménez (ni. en 1903), quien siendo encargado de negocios o embajador de España en Roma, recibió como regalo el citado manuscrito del padre Lerchundi. Yo creo que ambos coincidieron en Roma cuando el superior de las Misiones franciscanas negoció la embajada que el sultán de Marruecos, Muley Hasan, envió a León XIII durante las fies tas de su jubileo en 1888. Núm. de registro: 91/2. Impreso núm. 2543. No es manuscrito Libro de geografía escrito en turco con caracteres árabes. Papel. Título: Yihán nürn&,«Cosmografía o Visión del Mundo». Autor: Kátib Celebi, más conocido por H99i Jalifa (1609-1657), el más ilustre polígrafo del Imperio otomano en el siglo XVII. Fecha: Fue terminada la impresión en Constantinopla o Estambul el 10 de mubarram de 1145/4 de julio de 1732. El Yihin nümá es la obra geográfica más importante y más completa del Imperio otomano, con aportaciones de ideas y concepciones europeas moder nas. Comenzó su primera versión en 1648 recurriendo a obras tradicionales árabes, enla que el autor incluía el estudio de los mares, de al-Andalus, del Norte de Africa y de las provincias otomanas de Rumelia, Bosnia y Hungría. Pero en 1654 inició una segunda versión, tras traducir con la ayuda del renegado francés Mehmed Efendi Ijlsi Atlas Minor de Mercator (1512-1594) editado en Arnhem (Holanda) por Hondius en 1621, y concibió su obra a la manera 116 64 DOS MANUSCRiTOS ÁRABES Y UN «INCUNABLE» TURCO EN EL MUSEO NAVAL occidental, empezando por el Extremo Oriente. Su muerte le impidió acabarla. En 1726 el renegado húngaro Mütefeniqa introdujo la imprenta en Estambul y el Yihán nürná ocupó el número once en la naciente producción editorial del Imperio otomano. Müteferriqa tomó como base la segunda versión incompleta de Ktib Celebi, y la completó con la traducción turca del Atlas Maior sive Cosmographia Blaviana de Blaeu (1662), realizada por Abü Bakr ibn Bahrm de Damasco (m. 1102/1691). El editor añadió los capítulos de la introducción, de carácter astronómico, matemático y geográfico. Véanse los artículos de la Encyciopédie de l’Isla,n de Fr. Taeschner, «DjugrMTtyt»,t. II, 1965, pp. 603-604 y de O. S. Gürkay, «Ktib Celebi», t. IV, 1978, pp. 79 1-792. Por tanto no es un manuscrito, sino un impreso, ni está en lengua persa, como dice la nota o tejuelo del Museo Naval, sino en turco. Año 1999 117 NOTA PARA NUESTROS SUSCRIPTORES La REVISTA DEHISTORIA NAVAL se encuentra en una fase de reorga nización admÍnistrativa que comprende, entre otras cosas, la compro bación y depuración de datos de nuestro archivo. Con este motivo solicitamos de la amabilidad de nuestros suscriptores que nos comuni quen cualquier anomalía que hayan observado en su recepción, ya porque estén en cursos de larga duración, ya porque. hayan cambiado de situación o porque tengan un nuevo domicilio. Hacemos notar que cuando la dirección sea de un organismo o dependencia oficial de gran tamaño, conviene precisar no sólo la Subdirección, sino la misma Sección, piso o planta para evitar pérdidas por interpretación errónea de su destino final. Por otro lado recordamos que tanto la REVISTA como los Cuader nos Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval están a la venta en el Museo Naval y en el Servicio de Publicaciones de la Armada, cf. Montalbán, 2.— 28071 Madrid, al mismo precio ambas de 650 pesetas el número. La dirección postal de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL es: Instituto de Historia y Cultura Naval. C/. Juan de Mena, 1, 1.° 28071 Madrid. EL RETRATODE BARCOS EN EL SIGLOXIX (Una faceta poco conocida de la pintura marinista) Mario ARMENGOU 1 SCHUPPJSSER Historiador del Arte La insistencia un tanto agobiante en el estudio de movimientos o figuras muy concretas de la historia del arte, el estímulo editorial o determinados prejuicios culturalistas han impedido a menudo disponer de noticias que, a buen seguro, ayudarían a completar gradualmente el conocimiento de las artes plásticas de un periodo concreto. Y que no por el mero hecho de ser cataloga -das menos trascendentes pierden interés. En nuestros estudios personales por las parcelas más minoritarias del arte vinculado a temas marineros (ex votos, miniaturismo naval, grabados, advocaciones, etc.) ocupaba un puesto prefe rente el retrato de barcos. Género olvidado en nuestro país, pero muy aprecia do en otros de tradición marítima, fue objeto de una reducida a la vez que seleccionada exposición, celebrada en el Museo de la Marina de Vilassar de Mar (Barcelona) en otoño de 1996. Los trabajos previos a la muestra nos aportaron datos que fueron de gran utilidad a la hora de establecer unas prime ras aproximaciones a lo que representó en España el tema en cuestión. Inicialmente, nos permitió plantear las diferencias básicas entre lo que podemos entender como «retrato de barco» en sentido estricto y la «marina con barco(s)». En el primero se hace evidente que la embarcación representa da es el elemento que condiciona la obra siendo objeto de una gran precisión en la descripción formal de sus componentes, mientras el mar es el elemento de soporte. En la «marina con barco», éste no es más que un elemento adicio nal que el autor añade sobre una vista de mar que aparece como tema central. Con connotaciones específicas, la «marina documental» y la «escena de puer to» serían apartados con morfologías diferenciales. Quizá será porque el retrato, por definición, se ha asimilado comúnmente a la representación de una persona o un animal, cuando se trata del de un barco la clasificación se ha establecido siempre desde una óptica puramente de arquitectura naval. Y no debería ser así exclusivamente porque, al margen de la fidelidad en su reproducción, hay que tener en cuenta el entorno de infor mación adicional que su lectura ofrece y que cabe conocer mínimamente. En los retratos de barcos, los elementos representados no están dispuestos al azar. Es evidente que las cláusulas contractuales (o, en su defecto, las conside raciones del encargo) asignaban una importancia nada despreciable a detalles secundarios, que adquirían un considerable peso específico a la hora de efec tuar una lectura detenida del cuadro; y que, añadidos a los aspectos puramente formales, enriquecían un conjunto muy notable de obras que se debaten actual mente entre la consideración simplista de los estudiosos, la obsesión acumu ladora de coleccionistasy el mercantilismoaséptico de los comerciantes de arte. Año1999 MARlO ARMENGOU ¡ SCHUPPISSER En la España de la segunda mitad del XIX, la modalidad del retrato de barcos se desarrolló en dos focos claramente diferenciados: en Cataluña, como consecuencia del fuerte empuje que adquirió la marina de vela y de vapor en su intenso comercio marítimo; en Madrid, incentivada por la faceta documentalista a instancias de la industria editorial. En el resto del país, el retrato se desarrolló esporádicamente, de la mano de pintores de género, de funcionarios de la Armada, de profesores de dibujo en escuelas navales y, ocasionalmente, de capitanes o pilotos de barcos. La familia Roux representa la consolidación del retrato seriado que, a través de la escuela marsellesa, tendrá en el alicantino Josep Pineda el seguidor más aventajado en España. La coincidencia formal de estos retratos en toda Europa dificulta un poco el rastreo de sus orígenes. No obstante, existe cierta unanimidad en considerar a la familia marsellesa de los Roux como la pionera del género, aislando los barcos de la escena naval de raíz clásica y dotando a la obra de personalidad propia. Seguidores de esta escuela como Come o Napier se establecieron muy pronto en Boston y en Glasgow, respectivamente, con lo cual dieron continui dad a la temática en el mundo anglosajón. En un período de tiempo relativamente breve, el planteamiento formal del retrato de barcos gozó de una evidente simultaneidad no sólo en el continente europeo. Así, Domenico Gavarrone y Angelo Arpe en la costa ligur, Pelle grin en Marsella, Ivankovic en la costa croata, Schultz en Estonia, los Sorvig en Noruega o Teupken en los Países Bajos, mantienen una coincidencia esti 120 Niím. 64 EL RETRATO DE BARCOS EN EL SIGLO XIX lística con Holm y la familia Truelsen en Alemania, Weyts en Bélgica o Sjostrorn en Suecia. El caso de la Gran Bretaña tiene connotaciones particu lares. Por razones obvias el número de retratistas de barcos es abundante, destacando las figuras de Hudson, Yorke, Mohrmann o Pearn. Al otro lado del océano, y sobradamente conocidos de nuestros navegantes, actuaron Edward Arnold en La Habana, James Evans en Nueva Orleans y el danés Jacobsen en Nueva York. En Cataluña, dos figuras polarizaron el tema en cuestión, si bien una de ellas, la del alicantino, establecido en Barcelona, Josep Pineda i Guerra (18371907), llegó a eclipsar por su copiosa producción la del cambrilense Josep Mongay i Torné (1826-1902). Y a partir del estudio comparativo de las obras de ambos, hemos podido ordenar ciertos aspectos que consideramos elementa les en la tipología retratística y que, en general, pueden hacerse extensivos a las obras de otros retratistas. En primer lugar la técnica, que determina de por sí la expresividad de un lenguaje característico. Pineda escogió, como la mayoría, preferentemente la acuarela, aunque con tan poca transparencia que le hace adquirir el aspecto de guache. Ello le permitía ser muy detallista, fiel en la reproducción y aplicar tintas muy compactas. Formalmente es una obra plana, cenada, dibujística y algo estática. Unas características que la técnica del óleo, usada preferente mente por Mongay, intenta proporcionar una pincelada fluida a la vez que establece un campo visual formalmente más abierto y dota al elemento retra tado de un cierto movimiento en el cuadro. La perspectiva es, a su vez, determinante en las obras. De manera diferente al retrato humano, que ofrece diversos planos, el del barco es contundente. El contorno del perfil debe ser evidente, a la vez que lo han de ser sus rasgos específicos. En los retratos de Pineda y de los que optan por un estilo detallis ta «a la manera marsellesa», no existen concesiones a la representación clara mente bidimensional. Excepcionalmente se lo permiten tan sólo en alguno de los barcos que aparecen en segundo término. En los óleos de Mongay y, evidentemente, de los que como él acuden a esta técnica, se pueden observar tímidos escorzos ya en la figura principal, con lo cual se dota a la obra de una tímida profundidad. En el tratamiento formal de los cielos y de las aguas es donde el artista intenta aplicar su buen oficio. No olvidemos que tras una sistemática reitera ción del escenario, la solúción más simple era la de adoptar un estereotipo que permitiera resaltar de forma nítida los elementos estructurales del barco y, por otra parte, dar un aire de credibilidad a la escena. Uno de los aspectos que caracterizan al retrato es la precisión de sus deta lles. Una precisión casi fotográfica. Tengamos presente que hacia el último cuarto de siglo la cámara ya se usaba no sólo para captar una instantánea, sino también como modelo del cuadro que posteriormente se pintaría en el taller. Un recurso qué utilizaron tanto Flandrin, al hacer el retrato de Napoleón III, como Gerome, cuando tuvo que representar la recepción que el mismo empe rador dio a los embajadores de Siam. En Cataluña, Joaquim Vayreda ya la usó Año 1999 MARIO ARMENGOU 1 SCHUPPISSER hacia 1870 para captar modelos de paisaje. Y por aquellos años, el norteameri cano Bradford se valía de una fotografía previa del barco, que después pasaba a la tela. Nuestros retratistas tenían sistemas alternativos al uso de la cámara: disponían de retratos a medio terminar, a los que había que añadir tan sólo los detalles específicos del barco en cuestión y rellenar la orla inferior. Las cortas estadías de los barcos en puerto no permitían demoras en los encargos. Los elementos secundarios que aparecen en los retratos y sus referencias topográficas eran informaciones complementarias que, a la larga, han llegado a constituir signos autógrafos que han permitido la identificación de una obra en el supuesto que su autor hubiera obviado la firma. Así, encontramos dife rentes y personales tratamientos del perfil de la montaña de Montjuich en Barcelona con la silueta de su castillo; un núcleo de gaviotas formado por un número específico de éllas salpicando el mar en zonas muy concretas; El «Morro de La Habana, la silueta del Vesubio o la disposición y el tipo de embarcaciones secundarias que aparecen en segundo término. Finalmente el retrato de barco, como cualquier obra pictórica, contiene implícitos una serie de elementos sociológicos que explicitan las condiciones para favorecer un diálogo con el espectador. Por ello es necesario que nos situemos mentalmente en el momento de su realización. Entonces la obra alcanza una validez objetiva y sobrepasa la categoría de mera reproducción naval. Hay unos detalles concluyentes que otorgan a estas obras una plusvalía intrínseca: a) La certificación de propiedad (o de capitanía) del barco retratado, que viene avalada por la orla inferior, en la que constan los registros de filia ción con detalles muy concretos. b) La modernización de los barcos en la copiosa pero no siempre renovada flota comercial catalana y, por extensión, española. La aparición del vapor fue una innovación tecnológica que llegó a adquirir un valor simbólico: el dominio del hombre sobre la embarcación y sobre el medio. La rivalidad entre propietarios ycápitanes de ambos tipos se vio reflejada en muchas ocasiones por la situación que veleros y vapores teníanasignados en la comparsería de los retratos, siempre en función del barco protagonista. c) La procedencia de los barcos, que si bien no aparecía por lo general en las orlas, era perfectamente detectada por el observador atento. Era teni do como un elevado grado de reputación ser armador o capitán de una embarcación construida en Glasgow, Sunderland, Quebec o Sestri Ponente, por citar algunos ejemplos, a pesar de la calidad y robustez de los veleros construidos en las costas españolas. d) La identificación de un retratista consagrado, que establecía de inmedia to un diferencial artístico con el pintor local o el amateurismo de muchos capitanes. 122 EL RETRATO DE BARCOS EN EL SIGLO XJX En la misma generación que Pineda y Mongay cabe situar, a cierta distan cia, por lo que se refiere a número de retratos identificados y cualidades pictó ricas, las figuras de Joan Monjo i Pons (1816-1884) —que fue el fundador de la Escuela Náutica de Vilassar de Mar e íntimo colaborador de Narcís Montu riol en sus prácticas pioneras de navegación submariña—; el hijo de aquél, Rafael Monjo i Segura, Cristino Riera, Giralt, Estapé, Ayné y otros, circuns critos todos en un ámbito operativo más local. En la industria editorial radicada en Madrid, el tema del retrato de barcos se desarrolló en una faceta eminentemente documentalista. En realidad, la repro ducción de buques, escenas navales o naufragios interesó muy pronto al consu midor de publicaciones ilustradas. La composición formal de la mayoría de estos grabados nos evocaa menudo las escenas de muchos ex votos pintados. Y es que en muchas ocasiones habían servido de modelo. Así pues, es lógico que los ilustradores de revistas fueran retratistas de barcos (o barquistas, como se les suele llamar tambien) cuyas obras eran reclamadas por una clientela interesada por las marinas en general, «género de tanta predilección para los madrileños, quizá por la privación, que lamentan de no poderlas contemplar en el natural, viviendo en el centro de una nación antigua reina de los mares». En este ámbito destaca el valenciano RafaelMonleón y Torres (1819-1900), al que se haquerido considerar el creador de la escuela marinista valenciana del xix. Su actividad, desarrollada fundamentalmente en Madrid, fue habi tual en La Ilustración Española y Americana, Nuevo Mundo, y El Mundo Crucero francés Devastarion por A. Cortellini Sánchez, 1884. Óleo sobre lienzo, 60 x 90 cm. Número de inventario 4143. MLIseo Naval, Madrid. Atio 1999 123 MARIO ARMENGOU 1 SCHUPPISSER Naval Ilustrado. Sus retratos demuestran un perfecto dominio del oficio, si bien sus dibujos son un tanto desiguales. En este mismo círculo, el gallego Antonio de Caula Concejo (1842-1909) fue, básicamente, un documentalista con alguna incursión afortunada en el retrato. Su paisano Antonio Antón y Angel Cortellini Sánchez fueron, asimismo, autores de notables retratos. En el resto de España, el retrato de barcos de este periodo fue más bien una actividad complementaria para los pintores de género. En el núcleo andaluz, el malagueño Emilio Ocón y Rivas (1845-1904) dejó algún estudio de interés, aunque su prestigio lo adquirió por ser el verdadero renovador de la pintura de marinas a la par que fue el creador de una escuela del género. Su discípulo más aventajado fue José Giirtner de la Peña (1866-1918), que fue un excelente pintor de marinas. Adolfo Giráldez y Justo Ruiz Luna fueron retratistas ocasionales. En la Comunidad Valenciana, aparte de los ya citados Josep Pineda y Rafael Monleón, aparece Fernando Blasco Hueso (segunda mitad del siglo xix), que residió principalmente en Barcelona y pintó retratos de barcos con un gran oficio. En Cartagena destacó, a caballo de los siglos xvm y xix, una familia de artistas de origen genovés, que al servicio de la Marina desarrolló una importante tarea en e! dibujo aplicado a la arquitectura naval. Son los Berlinguero de la Marca. De todos ellos, sobresalieron Alejo Berlinguero y Gallegos (1750-1810), autor de las seis acuarelas del Museo Naval de Madrid, y su hermano Agustín, que ejerció de profesor de dibujo en la Academia de Pilotos y fue autor de algún retrato. En las Baleares existió un grupo heterogéneo y poco divulgado de pintores que, además, quedó circunscrito al ámbito isleño. J. Riudavets, delineante de cartas náuticas, destacó en la ilustración y pintó algún retrato por encargo. El mahonés Joan Font i Vidal (1811-1885), notable retratista, fue un apasionado por los barcos «y plasma reportajes gráficos magníficos de los que estuvieron en la isla». Rarnon Pou y Francesc Vida!, capitanes de la Marina mercante, desarrollaron la faceta de retratista ocasional, mientras el menorquín Josep Hernández Monjo se convertiría en el revulsivo de la pintura marinista en general, a la par que pintaría excelentes retratos en los que se apreciaban los tratamientos formales propios de las nuevas tendencias pictóricas del cambio de siglo. Conviene resaltar que, en general, las referencias escritas de los retratistas de barcos españoles de que disponemos son bien escasas y un tanto vagas. Las entradas del Diccionario biográfico Millá (Barcelona, 1953), y del Dicciona rio de artistas de Cataluña, Valencia y Baleares (Barcelona, 1980), dirigido por J. F. Ráfols, son ciertamente difusas. Las del Dictionary of Marine Artists de D rothy Brewington (Salem,1982) son aparentemente una transcripción de datos proporcionádos por organismos españoles sin un posterior contraste. La obra Cien años de pintura en España y Portugal 1830-1930 (Madrid, 1988) se limita a copiar las entradas del Ráfols alterando gratuitamente algún término. Finalmente, en la segunda edición del Dictionary of Sea Paiñters de E. H. Archibald (Londres, 1989), la cita de retratistas de barcos españoles es cierta mente anecdótica. 124 64 EL RETRATODE BARCOS EN EL SIGLO XIX En definitiva, pues, la intención de esta breve aproximación ha tenido dos objetivos bien definidos: en primer lugar, establecer un punto de partida en el conocimiento de un tipo de pintura muy poco considerado en los estudios de paisajismo y marinismo; en segundo, determinar unos elementos de base que permitan nuevas incursiones encaminadas a planificar una futura exposición del retrato de barcos en España, y, por extensión, de la de pintura de marinas, que aún sigue siendo, paradójicamente, el gran tema pendiente. Año 1999 A PROPÓSITO DE LAS COLABORACIONES Con objeto de facilitar la labor de la redacción, se roega a noestros colaboradores qoe se ajusten a las sigoientes líneas de orientación en la presentación de sos artículos: El envío de los trabajos se hará a la Redacción de la REVISTA OE HISTORIANAVAL, Joan de Mena, 1, l.° 28071 Madrid, España. Los aotores entregarán el original y ona copia de sos trabajos para facilitar la revisión. Con objeto de evitar demoras en la devolución, no se enviarán proebas de corrección de erratas. Estas correcciones serán efectoadas por el Consejo de Redacción o por correctores profesionales. El Consejo de Redacción introdo cirá las modificaciones qoe sean necesarias para mantener los criterios de oniformidad y calidad qoe requiere la REVISTA,informando de ello a los aotores. No se mantendrá correspondencia acerca de las cola boraciones no solicitadas. A la entrega de los originales se adjontará ona hoja en la qoe debe figorar el títolo del trabajo, on breve resomen del mismo, el nombre del autor o aotores, la dirección postal y on teléfono de contacto; así como la titolación académica y el nombre de la institoción o empresa a qoe pertenece. Podrá hacer constar más titolaeiones, las poblieaciones editadas, los premios y otros méritos en on resomen eorricolar qoe no exce da de diez líneas. Los originales habrán de ser inéditos y referidos a los contenidos propios de esta REVISTA. So extensión no deberá sobrepasar las 25 hojas escritas por ona sola cara, con el mismo nómero de líneas y conveniente mente paginadas. Se presentarán mecanografiados a dos espacios en hojas DIN-A4, dejando margen sufi ciente para las correcciones. Deben entregarse con los errores mecanográficos corregidos y si es posible grabados en diskette, preferentemente con tratamiento de texto Microsoft Word Windows, o otros afines. Las ilostraciones qoe se ineloyan deberán ser de la mejor calidad posible. Los mapas, gráficos, etc., se presentarán preferentemente en papel vegetal, convenientemente rotolados. Todas irán numeradas y lleva rán so correspondiente pie, así como so procedencia. Será responsabilidad del autor obtener los permisos de los propietarios, cuando sea necesario. Se indicará asimismo el lugar aproximado de colocación de cada una. Todas las ilustraciones pasarán a formar parte del archivo de la REVISTA. Advertencias Evítese el empleo de abreviaturas, cuando sea posible. Las siglas y los aerónimos, siempre con mayúsculas, en claro española la primera(ONU, vez que se empleen. Las siglas muy se escribirán Sindeberán puntos escribirse y en su traducción CIR, ATS, EE.UU., Marina deconocidas los EE.UU., • • etc.). Algunos nombres convertidos por el uso en palabras comunes se escribirán en redonda (Banesto, Astano, etc.). Se aconseja el empleo de minúsculas para los empleos, cargos, títulos (capitán, gobernador, conde) y con la inicial mayúscula para los organismos relevantes. Se subrayarán (letra cursiva) los nombres de buques, libros, revistas y palabras y expresiones en idiomas diferentes del español. Las notas de pie de página se reservarán exclusivamente para datos y referencias relacionados directamente con el texto. Se redactarán de forma sintética y se presentarán en hoja aparte con numeración correlativa. Las citas de libros y revistas se harán así: • APELLIOOS,nombre: Título del libro. Editorial, sede de ésta, año, número de las páginas a que se • - • • • • • refiere la cita. APELLIO0S, nombre: «Título del artículo» el Nombre de lo revista, número de serie, sede y año en números romanos. Número del volumen de la revista, en números arábigos, número de la revista, números de las páginas a que se refiere la nota. La lista bibliográfica deberá presentarse en orden alfabético; en caso de citar varias obras del mismo autor, se seguirá el orden cronológico de aparición, sustituyendo para la segunda y siguien tes el nombre del autor por una raya. Cuando la obra sea anónima, se alfabetizará por la primera palabra del título que no sea artículo. Como es habitual, se darán en listas independientes las obras impresas y tas manuscritas. Las citas documentales se harán en el orden siguiente: Archivo, biblioteca o Institución. Sección o fondo. Signatura. Tipología documental. Lugar y fecha. LA HISTORIA VIVIDA Manuel MARTÍNEZ CERRO La capacha de Roldán A finales del siglo xvii-continuaba siendo mísera la situación de los galeo tes. Forzados en las galeras, su suerte era incierta. Los más morían encadena dos a su banco a causa de las penalidades a que eran sometidos. Los malos tratos, la escasa comida y la insalubridad a bordo hacían mella en estas pobres gentes, bajo el inmisericorde control de sotacómitre. Cuando enfermaban eran separados de las naves y abandonados a su suerte, sin más apoyo que la cari dad ajena. En Cartagena, los galeones hacen la invernada (1). Sus tripulaciones deam bulan por las calles de la ciudad, arrastrando su mísera condición (2). Carecen de protección ante la enfermedad (3) y sus recursos son escasos. Sobre ellos se cierne la incertidumbre, sobre todo en caso de enfermedad. Y es que la capital departamental, por estas fechas, tenía sin resolver el problema de la asistencia sanitaria (4) a los infelices desvalidos, sólo atendidos por el único hospital, el de Santa Ana (5), a todas luces insuficiente (6). Tales hechos son observados por un soldado, recluta de leva de la galera San Miguel, cuando desembarca en la ciudad. Se trata del roteño Francisco (1) La Real Orden que autorizaba dicha invernada tiene fecha de 11 de enero de 1670. (2) Los más afortunados podían realizar, ocasionalmente, fuera de la nave y debidamente autorizados, pequeños trabajos a particulares, mal pagados y con la obligación de reintegrar parte de lo cobrado al sotacómitre. (3) En 1572 se dio una Real Provisión por la que se concedían doscientos ducados por un año, durante seis, a un médico cirujano «... con la obligación de que el médico curara de balde en el Hospital de Santa Ana a los enfermos forasteros y a los soldados procedentes de las gale ras reales». (4) De la escasez de médicos en Cartagena se ocupa el acuerdo tomado por los regidores del Cabildo en 19 de abril de 1561 plasmados en el acta capitular de dicho día, en el que se refleja la penuria en que se encontraba el municipio: «... visto que al licenciado Luis Botasilla se le daban diez mil maravedíes de salario, y quince mil al licenciado Sánchez Valverde, médi cos a los que no era prudente suprimirselos porque abandonarían la población quedando ésta sin la necesaria asistencia facultativa...». (5) Este hospital, sito en la calle Mayor, pobre en recursos, existente desde tiempos muy anteriores —posiblemente antes de 1532— era de tan exiguas dimensiones que sólo mantenía seis camas. En él no se admitían enfermos afectos de sífilis, ni mujeres. Estaba atendido por dos hermanos de la Orden de San Juan de Dios y cuidaba indistintamente a los pobres de la ciudad y a la gente de las Armadas de Su Majestad. Tal institución debió de pasar por unos momentos de escasez de tal índole que «los enfermos morían de necesidad... acostados en el suelo, por no tener camas». (6) El Hospital Real de Galeras, que se levantó para atender «... a los heridos y enfermos de las galeras... así como a los soldados que se solían juntar en esta ciudad, para pasar a Italia...», estaba sujeto a la jurisdicción militar y estaba ubicado en la actual plaza de Castellini, entre las dos puertas de Murcia. Año 1999 MANUEL MARTÍNEZ CERRO García Roldán (7), «inválido y picado de viruela», que sin duda presenciaría la angustiosa vida que soportaban los galeotes a bordo de las naves. No puede por menos que apiadarse de ellos, pero nada o poco puede hacer por aligerar sus penalidades. Sin embargo lo intenta, y sin desmayo pide ayuda a cuantos encuentra, cada vez que su nave llega a puerto. Cuando se afinca en Cartagena continúa pidiendo limosna para estos desgraciados y, sobre todo, para hacer frente a su enterramiento, ya que los cadáveres de estos desventurados mari neros eran depositados, sin más, junto a la Ermita de la Guía, próxima a la puerta del Muelle (8). Como primera medida, atiende en su propia casa a los galeotes enfermos. Poco después lo hará en la citada Ermita de la Guía y en una casa aneja, próxima a ella (9), una vez que dicha iglesia le es donada a tal fin (1697) (10). Cuando finalizaba el año 1700 ingresan en el hospital los primeros enfermos, María Teresa y Alonso Sánchez. Incansable, nuestro personaje recorre las calles de la ciudad, provisto de una cartuchera, pidiendo limosna, a los fines dichos. Pronto encontrará ayuda de otros compañeros, animados de su mismo espíritu, que continuarán la obra en sus ausencias, cuando su nave se hace a la mar. Así se formará la conocida «Cofradía de los Cinco», llamada de esta manera por estar integrada por Roldán y cuatro soldados, también de galeras, inválidos todos. Serían, inicialmente, el montefrieño Alonso Cervera, que estuvo embarcado en la galera Santci Ana, y el almeriense Francisco Martínez, de la galera San Nicolás de Bari y, poco después, el sevillano Francisco Bravo de Rosas, soldado de la galera Capitana, y el cartagenero Antonio Rosique Pérez. Su cometido, queda dicho, era el de enterrar los cadáveres abandonados y pedir limosna para subvenir a los gastos. Junto a ellos estarían, colaborando con entusiasmo, el también almeriense Pedro Antonio Coca (11), soldado de la galera Santa Ana; el propietario Antonio Sánchez Minaya, que actuaba de depositario de las limosnas, y el cura de la ermita, Antonio Magaña. Dada la entidad de la empresa, tuvo todos los parabienes de las autoridades eclesiásticas de la ciudad, que ayudaron doctrinal y materialmente (12). El grupo de colaboradores fue creciendo, y pronto se incorporaron perso nas del mayor relieve social (13), Se llegó al convencimiento de la necesidad de crear una hermandad que, continuando la obra del soldado, institucionali zara la empresa y asegurara su continuidad, dotándola de un reglamento. Tal se haría un 5 de ábril de 1701, en junta celebrada en la Ermita de San Ro(7) Parece probado que su fecha de nacimiento fue el 28 de abril de 1664. (8) En el emplazamiento del actual Gobierno Militar. (9) Propiedad del sastre Francisco Rebollo. Se le conocería como la «Casa de Roldán>. (10) Sus desvelos eran tales y los medios con que contaba tan escasos, que se veía obliga do a llevar a los enfermos desde sus domicilios al hospital con un mísero carretón, e incluso a cuestas, sobre sus espaldas. Otro tanto harían sus compañeros colaboradores. (11) Incansable en su labor, permaneció durante cuarenta años recogiendo limosnas. (12) El obispo de la Diócesis «señaló doscientos ducados anuales para pago de médico, cirujano y botica». (13) Entre ellas el boticario Francisco Corellas «... que aportó leña. vinos, habas y sebo, entre otras partidas». 128 64 LA HISTORIA VIVIDA que (14), actual calle del Carmen, situada otrora extramuros (15) de la ciudad, bajo la presidencia de Roldán. Sería nombrado hermano mayor don Gaspar Vila y Casamijano, caballero de la Orden de Santiago, quedando Roldán corno celador. Son atendidos nuevos enfermos (16), y mayor será la necesidad de es pacio para cobijarlos. De momento se resuelve, felizmente, con las dos casas contiguas a la nombrada Ermita de San Roque, que son donadas (17) por el regidor de la ciudad (18), don Juan Bautista Montanaro, que sería hermano mayor (19) tras la muerte de Vila. Pero resulta insuficiente, ya que los ingresos de enfermos aumentan. En 1706el hospital es trasladado al barrio de la Serreta, en casa confiscada al auditor de galeras Alfonso de Alarcón (20). Rosique se instala en local próxi mo, para mejor atender su cometido. La obra se expande cada vez más y, dado que los fundadores han de nave gar, para que en su ausencia no se resienta lo ya consolidado, se decide que Rosique se encargue decididamente, dada su condición de inválido permanen te y, por tanto, impedido para la navegación. Un hecho significativo tiene lugar el año 1707 cuando, por razón de la Guerra de Sucesión, Roldán marcha, primero a Tortosa (21) y, poco después, a América, donde se perdió su pista, dejándonos sin saber la fecha y el lugar de su fallecimiento. Un monumento erigido en el actual Hospital de Caridad «Hospital de los Pinos» (22), en los Barreros, perpetúa la memoria de este sin par marino que, probablemente, nunca llegaría a conocer la auténtica dimen sión de su obra. Velasco Muñiz escribiría de nuestro personaje una bella composición poética de la que entresacamos: El éxito premió su gentileza, y debido a su noble iniciativa hoy goza fama de caritativa esta Ciudad que a su memoria reza. (14) La Ermita de San Roque se hallaba en el arrabal del mismo nombre. (15) La muralla de Cartagena tenía cinco puertas que daban acceso a la población: las de San Ginés y Murcia, «por parte de tierra»; y las del Muelle, dos, Pescadería y San Leandro, «por parte de mar». (16) Se había tomado la decisión de no admitir a enfermos incurables. (17) Estas dos casas serán las primeras que poseyó el hospital. (18) Una pequeña lápida de mármol con inscripción alusiva al hecho, situada en la actual edificación, en la calle del Carmen, nos recuerda tal hecho. (19) Su hijo, don Nicolás. le sucederá como hermano mayor tras su muerte. Lo sería entre 1708 a 1719. (20) Su definitiva ubicación será el construido frente al anterior en 1710, en solares cedi dos por Agustín Romero. (21) Con la compañía de don Lorenzo de Mendoza. (22) Con motivo de los bombardeos, durante la guerra civil, el hospital se traslada al barrio de los Barreros (Cf Navarra), en una pinada allí existente, que le ha dado nombre. Año 1999 .r Y ‘ -<3.’ - ________ Estatua de Roldón en los jardines del Hospital de Caridad. Obra de Requena de principios de siglo Q1906?) (cortesía de Ramón Seara Ojeda. conservador del Museo Naval de Cartagena). LA HiSTORIA VIVIDA Continúa Rosique la obra iniciada por Roldán, desplegando toda una ejem plar actividad caritativa, recogiendo por las calles cuañtos desvalidos encuen tra. Su actuación es conocida y valorada, y cada cual colabora con lo que puede. La Marina cartagenera i .queda a la zaga, y suministra los fondos precisos para sufragar los gastosde una casa donde atender a la marinería huérfana de medios materiales. También las tripulaciones de los barcos parti. ciparían con pequeñas, pero significativas, aportaciones, extraídas de sus pagas. A este hospitalillo se le conocerá como «Casa de las Tres Camas». Nuevas donaciones de solares, como la del benefactor Agustín Romero García-Campero, caballero de la Orden de Santiago y regidor perpetuo de la ciudad, van posibilitando la expansión de la benéfica obra. Con ellas Rosique inició el 20 de octubre de 1710, frente al anterior (23), la construcción de un nuevo hospital en solares cedidos por Agustín Romero (24), origen del flamante Hospital de la Caridad de Cartagena. El afán y los desvelos de Rosi que, arropado por todos sus paisanos cartageneros, lo harían posible. Pedro Rosique, ya fraile franciscano, falleció el 3 (,30?) de mayo de 1718, precisamente en el Hospital de la Caridad que él fundó, siendo enterrado en el cementerio de San Miguel. En la actualidad, la obra pía iniciada en Cartagena por Roldán. transmitida de padres a hijos, pervive gracias a los cuidados de los componentes de la Hermandad que todos los años, con ocasión del novenario en honor a la Virgen cuya festividad se conmemora el viernes anterior’ al Domingo de Ramos, salen por las calles, al frente su hermano mayor, ataviados de frac con limosnera o capacha, en recuerdo de la cartuchera que portara Roldán, solici tando una ayuda, siempre correspondida por el ancestral fervor de los çartage neros. De esta manera continúa en pie el Hospital de la Caridad (25) de, Carta gena, gracias a las limosnas y donaciones que recibe. Sólo nos resta comentar que el 17 de abril de 1723, ya muerto Rosique, otro militar, Francisco Irsino, artillero de la galera San José, traerá desde Nápoles (26) una imagen de la Virgen de la Caridad (27), que se veneraen Cartagena en el altar mayor de la iglesia del mismo nombre, edificada años después (28) junto al comentado hospital, como muy querida patrona. (23) Las fachadas posterior y laterales se situaban en las calles Arco, San’Antonio el Pobre y San Vicente. (24) En dicho hospital se recibiría a todo hombre o mujer, con tal de que no estuviese afectado del mal gálico; tampoco a tiñosos, sarnosos.,, leprosos, asmáticos ni reumáticos. Entre 1782 y 1796, en el hospital se atendieron 33.370 enfermos; murieron 4.920 personas. (25) Real Hospital de Caridad de Nuestra Señora de los Dolores. (26) A bordo del navío francés Nuestra Señora de Gracia y el Pequeño Fénix, la imagen fue desembarcada en El Despalmador y llevada en procesión, a hombros por miembros del gremio de embaladores hasta el Santo Hospital de Caridad. . (27) Según parece, la imagen iba destinada a América, pero una serie de hechos casuales decidieron que su viaje culminase en Cartagena. (28) Su construcción comenzó en 1742. Año 1999 MANUEL MARTÍNEZ CERRO Bibliografía VICENT, G.: Biblioteca Histórica de Cartagna. 1889. FERRANDIS ARAUJO, Carlos: El hospital de laCaridad de Cartagena. 1981. CAÑABATE NAVARRO,Eduardo: Historia de Çórtagena desde su fundación a la monarquía de Alfonso XIII. 1955. Origen del Santo Hospital de Caridad de Cartagena. 1969. CASAL MARTÍNEz, Federico: Historia de la ciudad de Cartagena, reinando Felipe III (1598-1621). — 132 64 DOCUMENTO Dos recomendaciones del siglo xvi En el verano de 1564,cuando más avanzados estaban los preparativos para el asalto del Peñón de Vélez de la Gomera por las escuadras de galeras de España, de la Religión de San Juan, de los duques de Saboya y de Floren cia, de Portugal, de Nápoles, Sicilia y Génova, reunidas bajo el mando supre mo de don García de Toledo, capitán general en el mar Mediterráneo, éste recibió de parte del rey Felipe II y del príncipe Don Carlos, su heredero, sendas cartas en recomendación del genovés Juan Bautista Doria, de tan ilus tre memoria. Quizá Juan Bautista era uno de los supervivientes del desastre de Gelves que, prisionero de los turcos, se alzó con su galera en 1564 y la llevó a Sicilia, consiguiendo así afortunadamente la libertad. Las cartas que darnos a conocer, fechadas en Madrid el 20 y 23 de julio de 1564, respectivamente, son originales con firmas autógrafas del Rey y del Príncipe, refrendadas por el secretario real, Gonzalo Pérez, padre del triste mente famoso Antonio Pérez. Enviar recomendaciones era una costumbre muy extendida en la España de los siglos xvi y xvii; lo que no es corriente es encontrar dos dirigidas a favorecer un mismo personaje y originadas, casi simultáneamente, por tan egregios personajes históricos. Museo Naval, Madrid (Depósito de la familia Vicente) Año 1999 -2 gz , ú/1Za 2C/iZ 927 z’enao/5rn Zziiz d rn7ZIo e2’ce O •m k- y g:a9 I yzffI8J/X1Io y a’e/’ rzzt ,9,a,2im2u /(c 7 araa ym,,*ztt t4eZriZ e r ez1 £ .fezz e e2 de,#zfff, ya1 Z’z e/T Co?iP2,l ‘2/a /yaz.f»u yee 7 7 7z /9z7’m!nevf7e ji,e 7/r7ytc€ n, ,eiz 7 . ¿ tez Ç27I £O?Zf? y7/ ze-2/.7 tw/’2 ‘(e77 Xf2If ‘,itdee/fte7 e 772 e’7 e, xx. z’ 1 y y 2’ew6,’ I56 7Qzrnçe»erane,Q Çad .Win meaíin,anee TAatØgg d’C’an artr de 4’ fue/e Va JouaíMa ra ÁflJsyue h’ay’3ncecrúiei$ ue /JII 4n zej&Z flt»w amque de nlane?a aaezotyo / am y [j .Jzazr a/u nwzr encNnend.adc t’a 4(, 4áo /a..’ 2qt á nfnanr, ‘p e.<yuene jue .t /e4eaujat nzereJ$e e26’en emp/eanói cni e.yar zfrr 7ue2 €?e recline dez7e niuc,(. 4 jue ofenearpienuc%o. e//nnianúr4trt y a’nen / a4 ÁL z’eeye ajean yzuzzLrde ,4’izqrmeannpvç, que4uezíz 2&Z(a4eafaxcty./e z&anehz ,4e’wenz Yuiezá1zaes- yuefrmne,i ypr cii 1’eáenzze/fueya ríe4fee zva2’ I49nyaerecenfannnee ez yaunfuea$i / eercuon c6yatúe,oz atenta ¡2ejj feruit en ftafuqn%áuena yaZAYai2fuel £ Icuy’ qzeh’CCÉ4t con tentznnint&/ LA HISTORIA MARÍTIMA EN EL MUNDO José AntonioOCAMPO El Archivo del Reino de Mallorca (*) La adopción del nombre de este Archivo, que dirige Ricard Urgel Hernán dez, del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios, es reciente y en la línea de revalorización de las instituciones mallórquinas. Se ha llegado a él después de haber pasado por diversas denominaciones a través de su ya dilata da existencia: Archivo Histórico de las Baleares, Archivo General de Mallor ca, Archivo General Histórico de Mallorca, Archivo Regional de Mallorca, Archivo Histórico de Mallorca y otros. Es el archivo mayor y más importante en las Baleares: por una parte, el volumen de documentación que conserva en la actualidad ocupa una longitud aproximada de 6.000 metros de estantería y, por otro, este conjunto documental corresponde a las principales instituciones de carácter público que han tenido su sede en Mallorca desde su conquista en 1229 por Jaime 1, algunas de las cuales han tenido jurisdicción, al menos temporalmente, en las otras islas de este archipiélago. Contiene, además, algunos fondos documentales enviados desde ellas y también guarda documentos de carácter o procedencia semipúblicas y privada —entidades, sociedades, empresas, familias...— que son complementarios de los de carácter oficial, con el fin de proporcionar al investigador información sobre el pasado desde diversos ángulos. Los fondos están clasificados y organizados en catorce secciones, cuyo contenido pasamos a desvelar sucintamente. Sección 1. Universitat de la ciutat i Regne de Mallorca. Contiene, además de la documentación de la Juraría y del Gran i General Conseil, la de los clavarios y oidores de cuentas; la de la Taula numulária o banco de dicha universidad; la de la Universal Consignación; del Ejecutor; del Mostassaf; del Mestre de guaita; de los Caps de guaita; del Maiol; de los Morbers; del Cequiero y otros. La datación de este conjunto documental va (*) Notas tomadas de la Guía Oficial del Museo. Afio 1999 JOSÉ ANTONIO OCAMPO desde los primeros tiempos de la conquista de Mallorca hasta la extin ción de la Universidad a consecuen cia del Decreto de Nueva Planta de la Audiencia de Mallorca dado por el primer Borbón español, Felipe Y, victorioso en la guerra de Sucesión, en 1715. En esta misma sección figura la documentación del llamado Sindicat de foro, una de las instituciones, vinculadas a este sistema «universal», de representación de los intereses de las poblaciones foráneas de Mallorca, el cual subsistió hasta el año 1830. Sección II. Bailía. Juzgado privati vo de censos. Contiene la documentación del baile de la ciudad y Reino de Mallor Fachada de la Casa de Cultura donde se halla ca, un oficial de nombramiento real instalado el Archivo, creado poco después de la conquista de la isla, el cual desempeñó inicialmente funciones de administrador de los bienes y patrimonio reales —que más tarde había de perder—, así como otras de carácter judicial. Su jurisdicción se complementaba con la del Veguer o de los Veguers. La Bailía, de la cual se conserva documentación desde el siglo xiv, fue igualmente suprimida con motivo de las disposiciones de Nueva Planta de 1715, siendo sus funciones asumidas por la Real Audiencia hasta que se creó un Juzgado Privativo de Censos para ouparse de los negocios relativos a los censos o censales que antes estaban a cargo del baile. Este juzgado duró hasta 1835 y su documentacion se encuentra en esta misma sección. Sección III. Gobernación. Abarca la documentación generada por los más altos representantes del Reino de Mallorca, los cuales tuvieron distintos nombres según las épocas, siendo los más frecuentes los de lugarteniente general, gobernador o goberna dor general y, más tarde, el del virrey. A partir de la reforma de Nueva Planta se convirtieron en comandantes generales de Mallorca e Ibiza, puesto que Menorca se encontraba bajo el dominio británico. Esta documentación se extiende desde el siglo XIII al XVIII. 138 Ndm. 64 LA HISTORiA MARÍTIMA EN EL MUNDO Sección IV. Audiencia. Aquí está la documentación de la Rota o Real Audiencia, creadapor Feli pe II el 11 de mayo de 1571 para ejercer la alta justicia en las islas, tanto civil como criminal, bajo la autoridad de un regente, a más de funciones de gober nación del Reino y militares o de defensa bajo la presidencia del lugarteniente general o del virrey del Reino de Mallorca. En 1715 quedó presidida por un comandante general sin voto en los asuntos de justicia, y con él en los de gobierno y apelaciones, que antes se interponían ante el Consejo de Aragón, pasaron a la jurisdicción del Consejo de Castilla. Todos los asuntos de guerra quedaron sujetos a la libre disposición de dicho comandante general. Los fondos de esta sección van del siglo XVI al xx. Sección V. Real Patrimonio. Se trata de los documentos relativos a la administración de bienes, rentas y derechos que poseían los monarcas en Mallorca y, a veces, en las demás islas baleares, es decir, cuanto constituía la hacienda o fisco real que, si bien al principio dependieron del baile de Mallorca, desde las reformas de Jaime II estuvieron a cargo de dos procuradores reales o de uno solo, quienes, como los lugartenientes, gobernadores o virreyes del Reino de Mallorca, tenían su sede en el Real Palacio de la Almudaina. El Decreto de Nueva Planta de 1715 y otras disposiciones posteriores llevaron al frente del Real Patrimonio a un intendente del ejército y Reino de Mallorca, el cual, a su vez, a raíz de las reformas de Fernando VII para establecer la diferencia entre la hacienda vinculada al rey o a la real familia y la hacienda del Estado, fue sustituido por un administrador o baile general del Real Patrimonio de las islas Baleares, con dos administraciones subalternas en Menorca y en Ibiza, sistema que.perduró hasta avanzado el siglo xix. Con esta documentación se encuentra también la de tres Escribanías deno minadas, respectivamente, de Cartas Reales, de la Real Cabrevación y de la Real Amortización y Sello, encargadas de controlar los cambios efectuados en la situación de tierras, bienes y derechos de origen patrimonal. La documenta ción del Real Patrimonio comprende desde el siglo xiii a finales del siglo XIX. Sección VI. Consulado del Mar y Colegio de Mercadería.—Reai Consulado del Mar y Tierra de Mallorca.—Real Junta de Comercio de Maliorca.—Corporaciones profesionales. Se recogen en esta sección los fondos documentales del Tribunal del antiguo Consulado del Mar y los del Colegio de Mercadería, con su jurisdicción sobre materias de comercio, los cuales fueron reemplazados en el año 1800 por el denominado Real Consulado de Mar y Tierra, sustituido a su vez en 1830 por la Real Junta de Comercio de Mallorca. Esta documentación va del siglo xiv al siglo xix. Figuran en esta sección documentos relativos a colegios y asociacio Año 1999 JOSÉ ANTONIO OCAMPO nes gremiales como albañiles, carpinteros, esparteros, cirujanos y barberos, horneros, herreros, molineros, mareantes, cordeleros..., cuyo ámbito se extendía a toda la isla, o bien a algunos pueblos determinados, desde el siglo xv al xix. Sección VII. Clero. Se trata de fondos documentales incautados por el Estado con motivo de la desamortización eclesiástica de 1835, a saber, de los Agustinos, Antonianos, Capuchinos, Carmelitas, Cartujos, Cistercienses, Dominicos, Franciscanos, Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Jerónimos, Jesuitas, Mercedarios, Mínimos, Oratorianos de San Felipe Neri, Paúles, Teatinos y Trinitarios, unas veces en su modalidad masculina y otras en la femenina. También hay documentos relativos a la capilla de San Antonio de Viana de Artá, al monasterio y colegio de Lluc y al hospital de las Miñonas, así como al Santo Oficio de la Inquisición. Esta documentación se refiere a las tres islas de Mallorca, Menorca e Ibiza, y abarca un periodo que se extiende desde el siglo xiii al xix. Sección VIII. Notarios. Contiene esta sección unos 18.000 libros y legajos de los notarios mallor quines desde el año 1282 hasta mediados del siglo xix. Estos protocolos fueron entregados por el Colegio Notarial de Palma, y por los distritos notaria les de Inca y Manacor. Entremezclada con esta documentación se halla a veces otra que procede de antiguas Curias señoriales, tales como la del «Pariatge» o del obispo y arcediano de Barcelona, la de la Casa Sagrada del Temple, la de la Conserva duría del Santo Hospital, etc. E independientemente de ellas la de la Escriba nía del Juzgado de Hacienda, que en el siglo pasado se ocupó esencialmente de las redenciones de censos del Estado. Sección IX. Contadurías de Hipotecas. Aquí está la documentación originada en los Oficios o Contadurías de Hipotecas establecidas por Carlos III en 1786, con el fin de controlar las operaciones que estuvieran gravadas con alguna carga, hasta que en 1861 fueron sustituidas por los Registros de la Propiedad. Al Archivo han pasado los fondos de contadurías que se conservaban en el Registro de la Propiedad, así como los correspondientes a los distritos de Inca y Manacor, y también de Ibiza. Sección X. Administración Central Delegada o Periférica. Se reúnen en esta sección los documentos procedentes de diversos organis mos que han venido representando en las Islas a la Administración Central del 140 64 L4 HISTORIA MARÍTIMA EN EL MUNDO Estado bajo la denominación de Delegaciones Provinciales, Jefaturas Provin ciales u otros análogos. Se trata de documentación relativamente moderna, ya que la más antigua corresponde al siglo XIX y a la más reciente a fechas muy próximas a la actualidad, por lo cual una parte de la misma conserva el carác ter reservado en lo que al público se refiere. Sección XI. Diputación Provincial de Baleares. Se encuentra en este Archivo una parte de la documentación de la Diputa ción Provincial de Baleares, nacida de la primera Constitución española de 1812, y asentada de forma segura después de la muerte de Fernando VII. Entre estos fondos hay que distinguir los que han sido producidos por este organismo en el ejercicio de sus funciones durante algunos años del siglo XIX y los correspondientes a instituciones anteriores, tales comola Junta de Caudales Cómunes, la Universal Consignación y otros que tienen por lo gene ral carácter económico. Hay que señalar igualmente la presencia de algunos libros de actas de la Junta Suprema Gubernativa del Reino de Mallorca duran te la época de la invasión napoleónica. Sección XII. Archivos particulares. Numerosos fondos documentales tienen su origen en entidades o personas no propiamente de carácter público, sino semipúblico o privado, y han ingre sado en el Archivo bien por donación o por compra, o en calidad de depósito. Recogemos aquí los más importantes para nuestros lectores: — — — — — — Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País, de 1778 a 1975. Primeras compañías mallorquinas de navegación de vapor, de 1836 a 1884. Archivo nobiliario de Casa Torrella, del siglo XIII al xix, depositado por don Mariano Gual de Torrella y Villalonga. Parte del archivo nobiliario del marqués de la Torre, con documenta ción del Regimiento Provincial de Mallorca y del condado de Peralada, del siglo XIX, depositado por don Jorge Truyols y Dezcallar. Archivo de la familia de comerciantes y navieros Fuster de Ca’n Polla, de los siglos XVIII al xx, donado por los hermanos Vicenta, María del Rosario, María e Hilario Fuster Miró-Granada. Archivo de las familias Mayol y Roca, de los siglos xvu al XIX. Sección XIII. Colecciones facticias. Recogemos como más importantes las que siguen: — «Códices» de los siglos XIII al XVIII, entre los cuales figuran como pieza de extraordinario valor histórico y artístico el Llibre de franqueses i Año 1999 JOSÉ ANTONiO OCAMPO — privilegis del Regne de Mallorca, recopilado por Romeo des Poal, por encargo de los jurados de la ciudad y Reino de Mallorca en el siglo xiv. Es un códice latino-catalán en pergamino, de 41,4 x 29 cm. «Pergaminos» de los siglos xiii a xviii: reales, pontificios, hebreos, del Real Patrimonio y otros. Colección mixta «Eusebio Pascual», de documentos en pergamino y en papel —que en su mayor parte son cartas reales— con algunos de ellos, incluso de fecha anterior a la conquista de Mallorca, procedentes de Cataluña, de los siglos xi al xviii. Colección de «Lulismo», que contiene documentos desde el siglo XIII al xviii. Colección de documentos en árabe y hebreo, de los siglos xiii al xiv. — (...) — — — Sección xiv. Diversos. Hay una sección de miscelánea integrada por grupos de documentos que no pueden adscribirse a las secciones precedentes, que han sido adquiridos por donación.o por compra. No es cuestión de enumerarlos aquí, pero eligiremos una pequeña muestra para ilustrar a nuestros lectores: — Fondo de «Herederos de Jerónimo Roselló y Rivera», con documentos del Temple, de San Juan de Jerusalén, de Menorca..., de los siglos xix al XVIII. Cartulario de la Orden y hospital de San Antonio de Viana, en Mallor ca, de los siglos XIII al xv. «Cavallería de Santa María del Cami», de los siglos xvii al xix. «Cartuja de Valldemossa», con documentos de los siglos xi al xix. «Cavallería de la Galera», de Felanitx, con documentos del siglo xvm. — (...) — — — El Museo abre en horario de invierno todos los días excepto el sábado, por las mañanas de 9 a 14 horas, y por las tardes de 16 a 20 horas. En verano sólo se hace jornada de mañana. Para consultas de documentación se precisa la tarjeta nacional de investiga dor expedida por el mismo Centro, previa la presentación del investigador. Dirección postal: Archivo del Reino de Mallorca. Casa de la Cultura. Ramón Llull, 3. 07001 Palma de Mallorca (Balerares). Teléfono: 971 72 59 99. 142 64 NOTICIAS GENERALES IX Jornadas Nacionales de Historia Militar. Sevilla Entre los días 24 y 28 del próximo mes de mayo se celebraron en Sevilla las IX Jornadas de Historia Militar bajo el tema central «El emperador Carlos y su tiempo». Las Jornadas, organizadas por la cátedra «General Castaños» de la Región Militar Sur, que preside el general García Martínez, estuvieron ano padas por numerosos colaboradores: la Diputación de Sevilla, la Universidad de esta ciudad, la Junta de Andalucía (Consejería de Educación y Ciencia), la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, la Fúndación Sevillana de Electrici dad y la Fundación Cruz Campo. La comisión organizadora estuvo en manos de Jesús Miguel Palomero Páramo, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, y por Francisco Núñez Roldán, profesor titular de Historia Moderna de la misma universidad. La secretaría técnica la desempeñó Lucía Segura Arista, licenciada en Geografía e Historia. Los temas del congreso se han agrupado bajo los títulos siguientes: «El emperador: el hombre», «La política», «El ejército», «La economía», «La reli gión», «Los descubrimientos», «Arte y cultura» e «Historiografía». De entre las comunicaciones recibidas la comisión organizadora seleccionó los cuarenta temas más destacados por su interés, novedad y rigor científico, que fueron expuestos por sus autores en un tiempo máximo de diez minutos por autor y serán publicados posteriormente. Para más información dirigirse a: Cuartel General de la Región Militar Sur. Cátedra «General Castaños», (O.C.P.). IX Jornadas Nacionales de Historia Militar. Plaza de España s/n. 41013 Sevilla. Tel: 954231966 (ext. 3208). Fax: 954232755. y EncuentroshistóricosSuecia-España.Cádiz Organizados por la Fundación de Cultura de San Femando, en colaboración con la Embajada de Suecia en Madrid, y dentro de los programas europeos, durante los días 26, 27 y 28 del pasado mes de mayo se celebró en San Femando, Cádiz, un seminario sobre el tema general Los ejércitos y las arinadas de España y Suecia en una época de cambios (1750-1870). El programa contemplaba tres secciones, que coincidían con las tres fechas mencionadas, cada una con un tema central alrededor del cual se desarrollarondos ponencias,tres colaboracionesy los correspondientes coloquios. De todos los trabajos programados entresacamos los que más pudieran interesara nuestros lectores. Año 1999 NOTICIAS GENERALES — Día 26 de mayo: Por don Femando Fernández Bastarreche,catedrático de la Universidad de Granada, como segunda ponencia, La organi zación del Ejército y la Armada en España (1750-1870). Por doña Carmen Cózar Navarro,de la Universidad de Cádiz, como segunda colaboración, La Infantería de Marina. por tierra y por mar — Día 27 de mayo: como tercera ponencia, Las condiciones básicas del reclutamiento militar en España (1768-1 885), por don Enrique Martínez Ruiz, de la UniversidadComplutensede Madrid. En la mesa redonda que se celebró este día se desarrollaron los siguientes temas sobre Las fuentes para la Historia Militar: • • • • — Prosoprografía e Historia Militar Las fuentes para la Historia Militar sueca (1750-1870). La Historia Militar moderna y las fuentes municipales. Historia Cultural e Historia Militar Día 28 de mayo: como sexta y última ponencia, el catedrático de la Universidad de Cádiz don Juan Torrejón Chaves habló sobre Las nuevas tecnologías y su aplicación en los arsenales de la Marina española. Al final del seminario y como novena y última colaboración,intervi no el general auditor de la Armada don José Cervera Pery con el tema La guerra en el mar Las sesiones tuvieron lugar en el Salón de Actos de la Fundación de Cultura, en San Femando. Hubo un programa de visitas a la población de San Carlos, al Arsenal de la Carraca, a los diques de la Empresa Nacional Bazán, entre otros. Para más informacióndirigirse a: Don José Quintero. Delegado de Cultura del Ayuntamientode San Fernando, Cádiz. Teléfono: 956883049. CONVOCATORIAS IX Conferencia de la Asociación de Historia de los Mares del Norte. Canadá Del 8 al 14 del próximo mes de agosto se celebrará en Comer Brook, New Foundland, Canadá, la IX Conferencia de la Asociación de Historia de los Mares del Norte conjuntamente con la reunión anual de la Sociedad de Investigación Náutica canadiense, bajo el tema «Mercantes y navegan 144 64 NOTICIAS GENERALES tes en los mares del Norte». Esta reunión, que se celebra por primera vez fuera de Europa, está patrocinada por la Universidad Memorial de New Foundland. Para más información dirigirse a: Doctor Olaf U. Janzen. División de Arte del Colegio Sir Wilfred Grenfeil. Comer Brook, NF A2H 6P9, Canadá. Tel: + 1 709 637 6282. Fax: + 1 709 637 6159. Correo electrónico: Olaf a beothuk.swgc.mun.ca. Internet: http://www.swgc.mun.calahns XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Oslo El Comité de Ciencias Históricas ha elegido Noruega para celebrar el XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas. del 6 al 13 de agosto del año 2000. El Congreso comenzará en el Museo Marítimo de Bergen, durante tres días, y continuará en Oslo. Es ésta la reunión más amplia del mundo de historiadores profesionales, ya que este congreso se celebra cada cinco años. Puesto que a las reuniones anteriores asistieron unos 4.000 partici pantes, se pide a los congresistas que reserven ya la segunda semana del mes de agosto del año 2000. El congreso constará de tres grandes temas, que se desarrollarán en un día entero cada uno, más veinticinco coloquios en mesa redonda. El gran número de sesiones y las numerosas sugerencias provenientes de todo el mundo, harán el programa variado y estimulante. Además de las sesiones regulares, tendrán sus propias reuniones durante el congreso veintidós organizaciones asociadas y dieciocho comités internos, los cuales están dedicados al estudio de un amplio abanico de campos y temas históricos, desde la demografía y numis mática históricas hasta la historia de las relaciones internacionales. Los idio mas oficiales del congreso serán el francés y el inglés, y se facilitará la traduc ción simultánea en todas las sesiones plenarias. Para más información dirigirse a: Manuel Espadas Burgos. XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. C/ Duque de Medinaceli, 2. 28014 Madrid. O bien al: XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Departamento de Historia. P.O. Box 1008 Blindern, N-03l5 Oslo, Noruega. Internet: http//www.hf.uio.no/hi/prosjeter/verdens.kongressenl Afio 1999 NOTICIAS GENERALES III Congreso Internacional de Historia Marítima (ICMH). Dinamarca Este Congreso, patrocinado por la Asociación de Historia Marítimo-econó mica Internacional, el Centro de Historia Marítima y Regional (Fiskeri-og Sofartsmuseum), Bsbjerg, Dinamarca, se celebrará entre los días 30 de julio y 1 de agosto del año 2000, dentro del Congreso Internacional de Ciencias Históricas, con el que está asociado, y que se celebrará en Oslo del 6 al 13 del citado año. El comité organizador estima que los temas seleccionados para la reunión de Oslo no tienen por qué estar necesariamente relacionados con el programa de la conferencia previa de Bergen, aunque le gustaría que tuvieran alguna conexión. Con objeto de hacer más rentable el viaje, el ICMH decidió celebrar la conferencia previa durante los días que quedan libres entre las conferencias de Esbjerg y de Oslo (el 3, 4 y 5 deagosto), tomando corno sede el Museo Marí timo de Bergen. Se espera poder hacer una oferta conjunta para aquellos que deseen asistir a las reuniones de Esbjerg y Noruega, a través de los buenos oficios de los organizadores de Esbjerg. Para más información dirigirse a: Profesor Poul Holm, Centro de Historia Marítima y Regional. Tarphajeveg, 2 DK-6710 Esbjerg V, Dinamarca. Tel:+45 75-150666. Fax:+4575-153057 Correo electrónico:cmrhpoho inet. uni-c.dk Internet: www: http//inet.uni-c.dk/cmrhpoho/index.htm Reunión de Thalassa en EE. UU. La próxima reunión anual de Thalassa (Asociación de Historia Marítima y Naval Iberoamericana) se celebrará en el Naval Historical Center, en el arse nal de Washington, EE. UU., los días 22 y 23 del próximo mes de septiembre, organizada por iniciativa de la delegación de Thalassa en este país. Esta convocatoria se hace inmediatamente antes del Simposio de Historia Naval que organiza la Academia Naval de Estados Unidos y de la reunión de los historiadores de las Marinas que organiza el mismo Naval Historical Center. Así, todo aquel que lo desee puede participar en los tres eventos. En este encuentro se dedicará una sesión a la Historia Antártica Iberoame ricana, por no haber podido convocarse la IV Reunión que debía organizarse por Ecuador en 1998. Para riiás información dirigirse a: Jorge Ortiz Soteio. Asociación Thalassa; Avda. de la Aviación, 224, Lima, Perú. 146 64 NOTICIAS GENERALES Teléfono: 4475204. Fax: 4283442, Correo electrónico: Thalassa@amauta rep.net pe Congreso Internacional de Prensa Militar. Lisboa. Entre losdías13,14,15 y16 del próximo mes de septiembre se celebrará en Lisboa un congreso internacional de prensa militar cuyo objetivo es estu diar y debatir sobre la historia y las funciones técnica, social y cultural de la prensa militar. El congreso, que se incluye en el programa de los actos de conmemoración del 15.0 aniversario de la Revista Militar se celebrará en las instalaciones del Instituto de Altos Estudios Militares en Pedrouços, Lisboa, donde se facilitará el alojamiento. La temática prevista ha sido recogida bajo los títulos siguientes: 1. Historia de la prensa militar. II. Función técnica de la prensa militar. III. Función social y cultural de la prensa militar. La inscripción de participantes tuvo por límité el 31 de mayo del pasa do 1998. El envío de los textos completos de los trabajos deberá hacerseantes del próximo mes de mayo. Está previsto un programa de visitas de interés cultural. Para más información dirigirse a: Revista Mi1ita Largo da Anunciada, 9, 1150Lisboa. Teléfonoy Fax:3421512. EXPOSICIONES Simancas y Felipe II. Valladolid Continúa abierta al público la exposición «Simancas y Felipe JI. Un Archivo para gobernar el mundo», que se abrió en el mes de agosto del año pasado y continuará a disposición de los visitantes hasta el próximo mes de junio. El hecho de haberse celebrado el pasado año el IV Centenario de la muerte de esta figura histórica, y de que no se puedan entender los entresijos de la historia europea del siglo xvi siñ recurrir a los fondos de este archivo siman quino, ha llevado a esta institución a difundir una bien cuidada selección de documentos procedentes de sus fondos, que cubren las principales etapas de la vida de este monarca y de su acción de gobierno. Año 1999 NOTICIAS GENERALES La exposición se ha montado así: 1. Historia del archivo: Siglo XVI, Siglos xvii y xviii, Siglos xix y xx, El Archivo del Siglo xxi. II. Felipe II: Infancia y educación del Príncipe, Felipe Regente, El Rey familiar, El Rey burócrata, El Rey cortesano, Los dominios del Rey. La exposición se puede visitar de lunes a viernes, de 10 a 14 horas. Para más información dirigirse a: Archivo General de Simancas. Sirnancas, Valladolid. Tel: 983500750. Conmemoración del tercer centenario del nacimiento de Pedro Virgili. Tarragona, España Una vez terminados los actos de esta conmemoración, ampliamos la noti cia dada en el número 61 de nuestra REVISTA. La Marina de Guerra española se ha sumado a los actos conmemorativosdel tercer centenariodel nacimientode uno de los más ilustresmédicos de la Armada, don Pedro Virgili,celebradocon gran brillantez en la localidad que le vio nacer, la villa tarraconensede Vilallongadel Camp. A los actos, a los que han acudidomasiva mente los habitantesde esta pequeña localidadcatalana,asistióespecialmenteinvita do el directorde Sanidadde la Armada, al frente de varias representacionesde esta mentos con los que estuvoligado el doctorVirgili.Por parte de la Generalitatcatalana asistió su conseller de Sanidad, al que acompañarondiversas autoridadeslocales, comarcales y provinciales,así como del mundo de la saludy de la universidad.En la luminosa mañana del pasado día 14 de febrero se reunieronen el Salón de Actos del Ayuntamientolas comentadasautoridades,en solemnesesión académica,en Jaque se resaltó la figura del homenajeado,cirujano de la Armada del siglo xvm, creador de los Colegiosde Cirujanosde Cádiz y Barcelona,que tanta gloria dieron a la cirujía naval, y que tuvo resonanciaintemacional.De estos colegios,especialmentedel de Cádiz, destacaronfiguras señerasdel campo de la cirugía,creadorese innovadoresde obras y técnicas,que revolucionaronel mundo de la salud de la época. La presencia de las personaliddesde la Marina fue reseñada y agradecidacon gran cortesíapor el honorable señor Eduardo Rius al que respondió el director de Sanidad, general de división don Juan MartínezMuñoz, que hizo una breve semblanzadel homenajeado y destacó, igualmente, las últimas actuaciones de la Sanidad Naval española en Centroamérica,en encomiableacto humanitarioante la repúblicahermana,duramen te castigadapor los accidentesmeteorológicos.Formando parte de los actos, tuvo lugar la inauguraciónde una exposiciónitinerante,cuidadosamentemontada, donde se exponediversoinstrumentalquirúrgicoy documentalde la época y una logradísi ma réplica de una enfermeríade galeón,a tamañonatural.Igualmentese proyectó un documental, con diversosaspectosde la vida de Pere Virgili.Un bustoen broncedel cirujano Virgili,levantadoen el centrode la ciudad,perpetuarála figuray recordarála efeméride. J.A.O. 148 64 RECENSIONES SABATIER DE LACHADENEDE, René: La Marine Française et la Guerre Civile d’Espagne l936-1939.—Service Historique de la Marine, 1997. 539 pági nas. Cartas y croquis. En la guerra civil española, como en la de Secesión norteamericana, el mar juega un papel importante, en muchos casos decisivo. Sin embargo, los aspec tos navales del conflicto son generalmente poco conocidos y, lo que es más lamentable, sus implicaciones geoestratégicas son apenas perceptibles en no pocos de los numerosos libros que abordan el tema. De aquí la relevancia del importante trabajo histórico del vicealmirante francés Sabatier de Lachadene de que, aunque centrado en la acción de la Marina francesa en la guerra civil española, amplía su campo visual en una serie de puntualizaciones y conside raciones que pueden ir más allá del título. Desde los primeros días del alzamiento militar Italia y Alemania eligieron campo, con el reconocimiento oficial del general Franco, pero también la Unión Soviética se decantó claramente en el campo contrario. La República española solicitó la ayuda de Francia, que duda ante la opción de la neutrali dad a remolque de Inglaterra. El Comité de Londres, en el que participan todos los países europeos salvo Suiza, definirá la doctrina de la No Interven ción: neutralidad política, prohibición del tráfico de armas, no reconocimiento de la beligerancia de los dos campos, libertad de alta mar y no aceptación de bloqueos. Pero estas medidas de aplicación de la No Intervención no tendrán la misma significación en todos los países. Inglaterra, por ejemplo, deseosa de continuar su comercio con las dos Españas, negocia secretamente con Franco el cambio de «representantes comerciales», que son diplomáticos no acredita dos, y obtienen para los buques mercantes de pabellón británico «condiciones particulares». Alemania disimula su ayuda militar bajo pabellones panameños y no es inquietada, y Rusia envía sin tapujos sus primeras ayudas por vía marítima, por lo que, para el autor de este libro, «la no intervención fue un modelo de complicidades en la ineficacia y una sucesión de violaciones en un status no siempre respetado». La no intervención va, sin embargo, a conducir a la Marina francesa a intervenir durante treinta y tres meses en misiones de vigilancia e incluso de combate, ya que el mar congrega alrededor de España numerosos buques de guerra extranjeros, de los que en 1937 veintidós son franceses. Y el Estado Mayor de su Marina tendrá que deambular (aunque tal vez no sea ésta la pala bra adecuada) entre la actitud ambigua de su gobierno, la incapacidad de la diplomacia francesa de liberarse de la tutela británica y la complejidad jurídi ca de la situación en la mar, que impone claras exigencias a los comandantes de los buques de evitar cualquier «bravura». De todos modos la Marina francesa salvaguardó los intereses nacionales en alta mar y en los puertos españoles de uno y otro bando, sin perder un solo Año 1999 RECENSIONES hombre y ejerciendo la más estricta neutralidad, si bien evacuando de España millares de refugiados. La Marina mercante, por el contrario, fue víctima de setenta incidentes en alta mar, debidos en su gran mayoría a la Marina nacio nalista, que supusieron nueve navíos hundidos y seis gravemente averiados. Los barcos de guerra en misiones de patrulla pudieron intervenir en treinta y uno de los setenta incidentes mencionados, en veintiún casos con buen éxito. El libro, en resumen —salvando ciertos criterios que pueden ser objeta dos—, tiene un interés indudable, y su traducción española contribuirá a un conocimiento más directo de la actitud naval francesa, enriqueciendo la nómi na de las ya publicadas participaciones de las Marinas alemana, italiana e inglesa, principalmente, en la guerra civil española de 1936. J.C.P. Óscar: El régimen jurídico del corso marítimo: el mundo indiano y el México del siglo xLK.—UniversidadAutónoma Nacional de CRUZ BARNEY, México, 1997. 568 páginas. El profesor Óscar Cruz Barney, destacado historiador mexicano, nos ofrece en su libro El régimen jurídico del corso marítimo: el mundo indiano y el México del siglo xix, una investigación histórico-jurídica muy meritoria, con una amplia visión de conjunto sobre una institución del pasado que fue tan sumamente importante como prácticamente desconocida. La práctica del corso por los españoles se extendió a lo largo de los siglos xvi y xvii, tanto en Europa como en América. Sin embargo, su enfoque jurídico y sus connotaciones económico-políticas no han sido demasiado estu diadas, al menos en cuanto a España se refiere. Pero también debe destacarse que, cuando la mayoría de las instituciones novohispanas desaparecieron al concluir el periodo colonial, hubo otras que subsistieron incluso durante todo el siglo xix y bien entrado el xx, como fue el caso del corso marítimo, que desapareció por muerte natural sin pasar por las armas en la guerra de la Inde pendencia. El autor comienza su estudio con el planteamiento de la guerra justa, como elemento imprescindible para abordar la cuestión, introduciéndonos en el pensamiento de los teólogos jurídicos españoles —Vitoria, Soto, Molina y Suárez—, así como la perspectiva jurídica de Diego Covarrubias, Leiva y Baltasar de Ayala. Se adentra después en la legitimidad de los actos bélicos en el marco del corso y sus patentes, las presas y las represalias, y el combate al comercio ilícito y, por último, contempla detalladamente la evolución del corso en el México del siglo xix a través de una serie de normas y prevencio nes de gran valor sistemático y documental. Una selección de documentos jurídicos en una serie de apéndices selecti vos contribuyen a una mejor comprensión de la institución, así como para la penetración en investigaciones posteriores. 150 64 RECENSiONES En suma, un excelente libro bien planteado y mejor desarrollado por el que hay que felicitar al profesor Cruz Barney, uno de los más destacados hispanis tas de la orilla atlántica americana. J.C. P. LLORENSBARBER, Ramón: El condestable Zaragoza: Benidor,n, 1875-Santia go de Cuba, 1898.—Ayuntamiento de Benidorm, 1998. 574 páginas. Ilus traciones. La guerra naval hispano-norteamericana del 98, tan heroica como desafor tunada, descubrió no pocas conductas admirables en muchos de sus partici pantes (Cervera, Concas, Bustamante, Lazaga, Villaarnil, etc.), cuyos méritos y actitudes han sido frecuentemente glosados por biógrafos e historiadores. Faltaba sin embargo una biografía tan atrayente y sugestiva como la del condestable Francisco Zaragoza y Susch, cuya heroica muerte en el crucero Vizcaya el 3 de julio de 1898 llenó de admiración a propios y extraños, cuan do poco antes de expirar pidió ser envuelto en un trozo de la desgarrada bandera de combate del barco, a lo que accedió embargado de emoción su comandante. «Peleó como un héroe y murió como un mártir», éste pudiera haber sido el justo epitafio de su tumba de no haberlo sido el fondo del mar. Pero su memo ria revive hoy en un espléndido y bien documentado libro que el Ayuntamien to de Benidorm, su ciudad natal, ha editado en su homenaje, y en el que, tras un emotivo prólogo del almirante Justino Antón Pérez Pardo, almirante que fuera de la Zona Marítima del Mediterráneo en el momento de su edición, el escritor Ramón Barber Llorens ha sabido trazar un acabado retrato de la vida y la época del heroico condestable. Francisco Zaragoza era cabo de cañón al iniciarse la campaña de Cuba, y marchó voluntario a la Gran Antilla, siendo destinado a la dotación de uno de los cañoneros encargados de la vigilancia de aquel litoral, tomando parte en diferentes combates contra los insurrectos y recibiendo una herida muy grave en una de sus acciones. Por su arrojo fue condecorado con tres Cruces Rojas del Mérito Militar pensionadas. Regresado a la península, ingresó en la Escue la de Condestables de San Fernando, obteniendo el título tras brillantes oposi ciones y destinándosele al crucero Cristóbal Colón, con el que salió para San Vicente de Cabo Verde a reunirse con la escuadrilla de torpederos y destructo res que se encontraban en aquellas aguas. Durante la permanencia de la escuadra del almirante Cervera en Cabo Verde fue trasbordado al Vizcaya, cayendo herido en los primeros momentos del combate al pie de un cañón, pidiendo la bandera españolaen sus últimos momentos para envolverse en ella, siendo un ¡Viva España! sus últimas palabras. Todo ello se recoge y nana con emotiva sencillez en el libro de Llorens Barber, que es algo más que una simple biografía, pues tiene las altas calida Año 1999 RECENSIONES des de un estudio a fondo de la problemática naval, política e incluso de la historia local de Benidorm, pueblo que lo vio nacer y que rinde este justo homenaje a su memoria en la obra que reseñamos y cuya lectura recomenda mos, en la seguridad de que no habrá de defraudar a quienes lo hagan. J.C. P. QUIJANO PÁRRAGA, Joaquín: San Fernando: evocación de un siglo.—(Archivo fotográfico Quijano) Grupo Publicaciones del Sur, S. L., 1998. 458 pági nas. 500 fotografías. Joaquín Quijano Párraga, hijo y nieto de una saga de ilustres profesionales de la fotografía en San Femando, y escritor de brillantes impulsos vocaciona les, ha seleccionado pacientemente del archivo fotográfico de sus mayores y de él mismo una serie de testimonios gráficos, algunos de muy notable valía, que constituyen la historia viva de San Fernando, desde que fuera conocida como la Real Isla de León hasta la actualidad social y cultural de una ciudad en evidente progresión y desarrollo. Y como decir San Femando es decir Marina, dada la íntima y continuada vinculación de una y otra, no pocas de sus más interesantes fotografías están referidas al ámbito naval en sus barcos y sus hombres o lo que es decir, cere monias, botaduras, visitas, desfiles, contrucción... Los bombos, el Panteón de Marinos Ilustres, la fachada carlotercista del arsenal de La Carraca y sus insta laciones dieciochescas, el Observatorio, templo del saber científico. Todo está fielmente reseñado y catalogado en este álbum histórico verdaderamente excepcional. Como acertadamente dice su prologuista, el escritor isleño José González Barba, es libro para —con «h» o sin ella— ojear deleitosamente, para guardar como recordatorio de nuestras propias raíces, para regalar trozos de historia que fueron páginas de nuestra vida..., porque Joaquín Quijano, en gesto de generosidad y amor al pueblo que le vio nacer, ha extraído de los estratos que sedimentan su archivo familiar el «eslabón perdido», para devolver con él toda esa historia inmediata, cotidiana e íntima que nunca podrá encontrarse en los grandes tratados. J.C. P. 152 64 --y