Capítulo 3 APLICACIONES DE LA TERMODINÁMICA A LA GEOFÍSICA Y LA ASTROFÍSICA 3.1 Complementos 3 (termodinámica). Fausto T. Gratton. 3.1.1 Nota Estos Complementos sólo tienen por objeto facilitar el acceso a algunos temas comentados en clase. Repito la advertencia de Complementos 1 (termodinámica) para preparar el examen final del curso el estudiante debe hacer la lectura completa, meditada y el estudio cuidadoso del texto del Profesor Julio Gratton, Termodinámica e Introducción a la Mecánica Estadística, recientemente revisado (2003) [que se puede descargar desde el sitio www.fdp.uba.ar del Instituto de Física del Plasma (FCEyN/UBA y CONICET)]. FTG, Febrero de 2004. 3.2 Aplicación a equilibrios atmosféricos 3.2.1 Atmósferas politrópicas Equilibrio convectivo Con mayores conocimientos de termodinámica podemos continuar el estudio de los equilibrios atmosféricos comenzado en Complementos 1. En un gas una relación de barotropía del tipo p = A ½n (3.1) se denomina politrópica y n se llama índice politrópico. Para aire con un grado significativo de humedad n = 1:2 corresponde aproximadamente al valor observado en la atmósfera terrestre. El significado físico de esta dependencia entre presión y densidad se comprende mediante el concepto de equilibrio convectivo debido a Kelvin (1862). Tomamos de Chandrasekhar (Stellar Structure, Dover, N.Y., 1957) algunas citas significativas de Kelvin sobre esta cuestión. ”Se dice que un fluido bajo la acción de la gravedad está en equilibrio convectivo, si la densidad y la temperatura se distribuyen en la totalidad de la masa fluida de modo que las superficies de igual densidad y las superficies de igual temperatura permanecen invariadas cuando se producen corrientes asociadas a una influencia perturbadora tan débil, que los cambios de presión debidos a la inercia del movimiento son despreciables”. Note el lector el cierre de la frase, donde asume que la inercia del movimiento es despreciable: significa que aún cuando se consideran desplazamientos del gas, estos son tan lentos que en todo momento se satisface con buena aproximación la ecuación hidrostática (la aceleración no cuenta). Kelvin agrega ”...la esencia del equilibrio convectivo es que si una pequeña porción cúbica o esférica del fluido, en cualquier posición, P , se encierra idealmente con una membrana impermeable al calor y se la deja expandir o contraer hasta la densidad que posee el fluido en otra posición, P 0, su temperatura se va a modificar, por la expansión o la contracción, desde la temperatura que tenía en P hasta la temperatura actual del fluido en P 0.” Lo que Kelvin propone es un proceso reversible, cuasiestático, de tipo adiabático, que se desarrolla en cualquier elemento del fluido bajo una muy tenue perturbación y que Aplicación a equilibrios atmosféricos 37 da lugar, por lo tanto, a una relación del tipo p = A ½ ° , donde ° es el cociente de los calores específicos. Esta dependencia existe no sólo dentro del volumen que se desplaza, sino que además se encuentra establecida en toda la masa del fluido. El siguiente comentario de Kelvin aclara. ”Si un gas está contenido en una esfera rígida e impermeable al calor y lo dejamos aislado por un tiempo suficientemente largo, se asentará en un estado de equilibrio térmico global mediante la conducción del calor, hasta que la temperatura se vuelva uniforme. Pero si lo revolvemos artificialmente en todo el volumen, las corrientes que no alteran considerablemente la distribución estática de presión y densidad lo llevarán, aproximadamente, a lo que yo he denominado equilibrio convectivo de la temperatura. La agitación natural producida en una gran masa de fluido como el Sol por el enfriamiento de la superficie, debe, yo creo, mantener una buena aproximación al equilibrio convectivo en toda la masa”. Hoy sabemos que el Sol no está enteramente en equilibrio convectivo, porque tiene una zona central donde se produce energía por reacciones de fusión nuclear, cosa que se ignoraba en tiempos de Kelvin, pero ciertamente una parte de la estructura de la estrella se encuentra, aproximadamente, en equilibrio convectivo. Lo que nos interesa destacar de los comentarios citados, es que podemos emplear la relación adiabática entre p y ½ junto con la ecuación hidrostática, mientras se cumpla la condición termodinámica ± Q = 0 (los elementos del gas no intercambian calor) durante el suave revolverse o agitarse del fluido, evocado por Kelvin. Sin embargo, esta condición no describe el caso más general. Ya hemos mencionado que un índice politrópico n 6= ° se ajusta más a lo observado en la atmósfera terrestre. El mismo Kelvin fue llevado a considerar procesos de mezcla, o agitación del aire, en los cuales ± Q 6= 0 debido a la presencia de humedad, la cual puede producir la condensación del vapor en las corrientes ascendentes. Los cambios de estado que tienen lugar durante la convección natural en estas condiciones se representan mejor con una ecuación termodinámica del tipo ± Q = cd T ; (3.2) en la cual c es un calor específico, aproximadamente constante. Durante el proceso de agitación el calor entregado al sistema es proporcional al cambio instantáneo de temperatura. Esta es la definición de un proceso politrópico. Ecuación de procesos politrópicos Si en estas circunstancias escribimos la primera ley de la termodinámica para una pequeña porción del gas, resulta (c v ¡ c) d T + p d V = 0; (3.3) y dado que para los gases perfectos vale la relación p V = R g T , donde R g es la constante del gas (R g =º R , siendo º la cantidad de moles del gas y R =8.314 £ 107 erg/K mol, la constante universal de los gases) tal que R g = c p ¡ c v , se obtiene, entonces, la siguiente ecuación para los cambios politrópicos (c v ¡ c) dT dV + (c p ¡ c v ) = 0: T V (3.4) Integrando resulta T (c v ¡ c) V (c p ¡ c v ) = co n s ta n te ; (3.5) de la cual, empleando la ecuación de estado y la relación ½ _ 1= V , se pasa facilmente a la ecuación 3.1, p = A ½ n , en la cual el índice politrópico vale n = cp ¡ c : cv ¡ c (3.6) Por lo tanto, en el estudio de los equilibrios convectivos de la atmósfera se emplea la relación politrópica. Esta última es más general que la adiabática y la comprende en el caso c = 0. Aplicación a equilibrios atmosféricos 38 La función de presión 1.35 cuando n 6= 1 es H = Z½ A n ½n¡ 2d½ = ½0 A n n¡ ½ n ¡ 1 1 = n p n R T = ; n ¡ 1½ n ¡ 1 ¹ (3.7) donde empleamos la ecuación de estado de los gases ideales en la forma p = ½R T ; ¹ (3.8) siendo T la temperatura absoluta, R la constante universal de los gases (8:314 £ 10 7 erg/K-mol) y ¹ el peso molecular. Combinando 3.1 con 3.8 se obtiene p = p0 µ T T0 ¶ n ¡n 1 ; ½ = ½0 µ T T0 ¶ n ¡1 1 ; (3.9) ecuaciones que relacionan la presión y la densidad con la temperatura, donde el subíndice 0 se refiere a un estado termodinámico arbitrario de referencia. Equilibrios politrópicos El equilibrio bajo la acción de fuerzas conservativas se obtiene con 1.37 n R T +−=C: n ¡ 1 ¹ (3.10) En el caso de la gravedad terrestre − = g z , poniendo T 0 para la temperatura en z = 0 resulta n ¡ 1 z T = T 0 (1 ¡ ); (3.11) n L donde ¹g (3.12) L = R T0 es la escala de altura de la atmósfera. Tomando la temperatura standard para T 0 = 273 K, resulta L = 7:99 km. El descenso de la temperatura se describe con un gradiente constante dT n ¡ 1 T0 =¡ ¼ ¡ 5:7 K/km (3.13) dz n L y la presión y la densidad varían según n ¡ 1 z n n¡ 1 p = (1 ¡ ) p0 n L n ¡ 1 z n ¡1 1 ½ = (1 ¡ : ) ½0 n L (3.14) La ecuación 3.11 nos muestra que la atmósfera es finita y para n = 1:2 llega a una altura z = 6L = 48 km. En realidad, la atmósfera se compone de diferentes regiones, la más baja, denominada troposfera alcanza, en latitudes medias, unos 11 km de altura y debido a los movimientos convectivos que mezclan continuamente las capas de aire, se encuentra en un equilibrio politrópico medio aproximado, con n = 1:2. Más arriba está la estratosfera, una región en la cual la temperatura es aproximadamente constante, alrededor de T=223 K, y más arriba aún la temperatura de la alta atmósfera comienza a crecer hasta unirse al tenue plasma de la magnetosfera. Naturalmente, troposfera y estratosfera no tiene una frontera definida, sino que se pasa gradualmente de una región a otra. Aplicación a equilibrios atmosféricos 39 Atmósfera isotérmica El caso n = 1 corresponde a un gas en equilibrio térmico como indica la ecuación de estado 3.8. La función de presión en este caso es Z½ R T G = ¹ ½0 R T ½ d½ = ln( ) ; ½ ¹ ½0 (3.15) donde hemos puesto H = G , el potencial termodinámico de Gibbs. En efecto, cuando se compara el estado termodinámico de dos pequeños volúmenes de gas próximos entre sí podemos escribir la primera ley de la termodinámica en la forma 1 d E + pd ( ) = T d S = ±Q : ½ (3.16) En esta ecuación E es la energía interna y S la entropía, ambos potenciales termodinámicos definidos por unidad de masa, 1= ½ es el volumen específico (volumen de la unidad de masa) y ± Q es el calor intercambiado con el ambiente para poder pasar de un estado al otro del gas. Si la temperatura es constante podemos reescribir 3.16 como d (E + p dp ¡ TS)= ; ½ ½ (3.17) donde G = E + p = ½ ¡ T S . De aquí, con el mismo argumento que en 1.33, resulta g r a d (G ) = 1 g r a d (p ) ½ (3.18) Volviendo a la 1.37 se obtiene (3.19) G +−=C para el equilibrio isotérmico en un potencial de fuerzas general. En particula,r para la gravedad terrestre tenemos R T ½ (3.20) ln( ) + g z = 0; ¹ ½0 donde hemos puesto ½ = ½ 0 cuando z = 0, en la base de la atmósfera. De aquí se obtiene ½ = ½ 0 exp(¡ m gz z ) = ½ 0 exp(¡ ) ; kT L (3.21) donde se ha usado la relación R = ¹ = k = m entre la constante universal de los gases y la constante de Boltzmann (k = 1:38 £ 10 ¡ 1 6 erg/K; m : masa molecular) y la definición 3.12. La atmósfera isotermica se caracteriza por un decaimiento exponencial de ½ y p con la altura. La primera ecuación 3.21 coincide con el resultado de la distribución de equilibrio de Boltzmann, obtenida con los métodos de la mecánica estadística en los comienzos de esa nueva disciplina física. La atmósfera isotérmica se extiende hasta el infinito, pero la densidad decrece rápidamente con la escala característica L . Atmósfera adiabática Cuando el índice politrópico vale n = ° = c p = c v tenemos un gas en equilibrio adiabático. Es una configuración tal que en cada lugar se ha establecido la relación p = A ½° ; (3.22) p 0 = ½ °0 ) y ° es el cociente de los calores específicos a presión donde A es una constante (A = y volumen constantes. En el caso del aire ° = 1:40. La función 1.35 vale H = Z½ ½0 A ° ½°¡ 2d½ = A ° °¡ ½ ° ¡ 1 1 = ° p ° R T = ; ° ¡ 1½ ° ¡ 1 ¹ (3.23) Aplicación a equilibrios atmosféricos 40 donde hemos empleado la ecuación de estado de los gases y la notación H , porque en este caso la función de presión es un potencial termodinámico denominado entalpía. El miembro izquierdo de la ecuación 3.16 es ahora nulo, por la hipótesis adiabática. Entonces 3.16 es equivalente a p dp d (E + ) = ; (3.24) ½ ½ donde H =E + p ; ½ (3.25) es la entalpía. Evidentemente d H = d p = ½ y por el argumento empleado en 1.33 g r a d (H ) = 1 g r a d (p ) ; ½ (3.26) es decir, H coincide con la entalpía. Reemplazando 3.23 en 1.37, resulta ° R T +−=C; ° ¡ 1 ¹ (3.27) y en el caso de la gravedad terrestre ° R T ° R T0 + gz = ; ° ¡ 1 ¹ ° ¡ 1 ¹ (3.28) donde hemos fijado una temperatura T 0 en el nivel del mar z = 0. Reordenando la ecuación se obtiene ° ¡ 1 ¹ gz ); (3.29) T = T 0 (1 ¡ ° R T0 y la cantidad µ dT dz ¶ ad ´ ¡ ° ¡ 1 ¹g ; ° R (3.30) se denomina gradiente adiabático. En el caso de la atmósfera terrestre marca un descenso de aproximadamente 1 ± centígrado por cada 100 metros de altura (10 K/km). En valor absoluto el gradiente adiabático 3.30 es superior al gradiente politrópico 3.13. El gradiente adiabático tiene un papel destacado en el análisis de la estabilidad del equilibrio atmosférico. La presión y la densidad se calculan con 3.9 donde n = ° . 3.2.2 Nociones de estabilidad atmosférica Examinemos la estabilidad de un cierto equilibrio hidrostático. Tomamos un pequeño elemento de volumen y lo desplazamos desde una altura z a z + d z . El elemento se expande adiabáticamente (no hay tiempo para intercambiar calor) hasta que la presión interna es igual a la del ambiente que lo rodea. Lo dejamos libre y estudiamos si comienza a moverse de modo de volver a la posición inicial, o bien si continua moviendose hacia arriba. En el primer caso el equilibrio es estable, en el segundo no hay estabilidad, el equilibrio se rompe y comienza un movimiento convectivo. Sean ½ 1 ;p 1 ; los valores de la configuración de equilibrio a la altura z y ½ 2 ;p 2 ; los valores correspondientes al ambiente en z + d z . El estado termodinámico del elemento perturbado se indicará con notación primada, ½ 0;p 0. Puesto que al comienzo de la perturbación el elemento de volumen no difiere del ambiente, tenemos ½ 01 = ½ 1 , p 01 = p 1 . Al final del desplazamiento la presión del elemento perturbado es igual a la del ambiente, p 02 = p 2 , pero la densidad puede ser distinta, dado que depende de la expansión adiabática que sufre el elemento. Por lo tanto ½ 02 = ½ 01 ( p 02 °1 p2 1 ) = ½1( ) ° : p 01 p1 (3.31) Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 41 Si ½ 02 es mayor que la densidad del ambiente, el peso del volumen desplazado causa su hundimiento respecto a la atmósfera adyacente, de modo que vuelve hacia su posición original. La condición ½ 02 > ½ 2 ; (3.32) asegura la estabilidad del equilibrio de la atmósfera. Esta condición se puede escribir de una manera más significativa, ½1( p 2 °1 1 dp d½ ) = ½ 1 (1 + dz) > ½2 = ½1 + dz; p1 °p dz dz o sea (3.33) 1 d½ 1 dp > : ° p dz ½ dz (3.34) dp = ¡ ½g dz (3.35) Empleando la ecuación hidrostática y la ecuación de estado de los gases 3.8 podemos reescribire la condición de estabilidad como 1 d½ ½g 1 dT 1 ¹g > =¡ ¡ : (3.36) ¡ ° R T ½ dz p T dz De la cual se deduce ° ¡ 1 ¹g dT > ¡ ; ° R dz y comparando con 3.30 dT > dz µ dT dz ¶ ad =¡ ° ¡ 1 ¹g : ° R (3.37) (3.38) Si la temperatura de la atmósfera disminuye con la altura más lentamente que el gradiente adiabático se encuentra en equilibrio estable. Por ejemplo, ello ocurre en un equilibrio politrópico en el cual n < ° . A veces en ciertas capas de la atmósfera se presenta una situación inusual, la temperatura aumenta con la altura en lugar de disminuir. Este evento se denomina inversión de temperatura y da lugar a una configuración sumamente estable. En cambio, cuando la atmósfera se enfría, de modo que la temperatura decrece con la altura más rápidamente de lo previsto por el gradiente adiabático, entonces el equilibrio se vuelve inestable y se producen corrientes convectivas que tratan de mezclar el gas para disminuir el valor absoluto del gradiente térmico. La condición 3.38 es de la mayor importancia y tiene un amplio campo de aplicaciones en meteorología y astrofísica. 3.3 Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología La termodinámica extiende su alcance a todos los cuerpos de la naturaleza. Desde su origen en el siglo XIX se comenzó a pensar en lo que implicaba la termodinámica para la comprensión del Universo como totalidad. Durante el siglo XX hemos asistido al surgimiento de una cosmología física que engloba el Universo junto con las nociones fundamentales de tiempo, espacio y energía, como consecuencia de la Teoría General de la Relatividad y de los descubrimientos de la nueva astrofísica. Con el desarrollo de la cosmología durante el siglo XX y particularmente con el predominio del modelo de Big Bang durante la segunda mitad de 1900, la relación con la termodinámica se hizo más estrecha. Aquí vamos a señalar como se emplean algunas nociones de termodinámica de la radiación de cuerpo negro para interpretar el fondo de radiación cósmica en microondas (CMB: cosmological microwave background ). Para ello tenemos que describir brevemente algunos avances de la astrofísica y de la cosmología durante el sigloXX Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 42 3.3.1 Nociones elementales acerca del Big Bang La cosmología física contemporánea se presenta como una historia de la naturaleza: describe el origen y la evolución del Universo. La cosmología comienza a tener una base física sólida con la formulación de la Teoría General de la Gravitación dada por Einstein entre 1911 y 1917. Esta teoría extiende la teoría de la Gravitación Universal de Newton y liga la estructura de la geometría espacio-temporal del Universo a la distribución de masa y energía contenida en el mismo. La Teoría de la Relatividad Especial Uno de los grandes cultores de la teoría general de la relatividad creada por Einstein, el físico John Wheeler, la bautizó como geometrodinámica. Someramente, repasemos algunas ideas básicas. Sean dos eventos próximos a y b, que suceden en distinta posición y a distintos tiempos (evento es todo lo que acaece en un punto y en un momento del tiempo). Para la ”distancia” en el espacio - tiempo entre dos eventos próximos, la relatividad restringida postula una expresión pseudo - pitagórica: d s 2 = d x 20 ¡ d l2 ; (3.39) donde d x 0 = cd t y d l2 = d x 21 + d x 22 + d x 23 . Allí donde Pitágoras sumaría los cuadrados, aquí tenemos la diferencia de dos cuadrados, uno de tipo temporal, d x 20 y otro de tipo espacial, d l2 . En la teoría d s 2 es el cuadrado de una pequeña longitud, que no es la distancia de la vida ordinaria y la llamaremos intervalo entre los eventos a y b. Consideremos ahora observadores que pueden moverse unos respecto de otros, con movimientos rectilíneos y velocidad uniforme. Cada observador tiene su propio reloj y realiza sus propias mediciones temporales. En principio, las mediciones de uno pueden diferir de las realizadas por otros observadores, pero ds2 el intervalo entre eventos es un invariante. Es decir, todos los observadores miden esta cantidad con el mismo valor. El intervalo d s es algo absoluto que no depende de los observadores o por lo menos, no depende de su movimiento relativo con velocidad uniforme. La Teoría General de la Relatividad La Teoría General de la Gravitación de Einstein da un paso mucho mayor. Se propone una generalización del intervalo con una expresión más compleja para d s 2 , llamada métrica de la geometría pseudo - riemanniana del espacio - tiempo. Esta es d s 2 = g 0 0 d x 20 ¡ d l2 ; pero aquí, d l2 = X jk g jk d x j d x k (3.40) (3.41) y la doble suma se realiza sobre todos los valores de j;k , desde 1 hasta 3. Los coeficientes g 0 0 , g j k , definen la geometría del espacio - tiempo y son las funciones incógnitas fundamentales que la teoría debe determinar. Ahora los observadores pueden moverse unos en relación a otros de forma arbitraria, incluyendo la posibilidad de movimientos acelerados. Por ejemplo, movimientos de caida libre en campos de fuerzas gravitacionales o bien, rotaciones del observador respecto de las galaxias lejanas, etc.. En su esencia, se basa en la idea de que existe una magnitud invariante, independiente de los observadores y de sus movimientos, que mide el intervalo entre eventos. Dicho de otro modo, en la Teoría General de la Relatividad hay una expresión para d s 2 (más compleja que la fórmula pseudo - pitagórica de la relatividad especial) que da una medida invariante de ”distancia” en la nueva geometría de espacio y tiempo. Pero lo más importante de la Teoría General de la Gravitación es que responde a la pregunta: ¿cómo se determina la métrica, cuanto valen los coeficientes g 0 0 , g j k , que establecen los intervalos en el Universo? La respuesta de Einstein fue: d s 2 se determina Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 43 por la distribución de la masa y de la energía en el Universo. Las fuentes de la métrica están en la distribución de materia y energía. La métrica determina a su vez el movimiento. Se trata de una combinación orgánica de tiempo, espacio, materia y energía. El Universo es un todo consistente de estas cosas, no hay un espacio pasivo por un lado y cuerpos que se ubican en el espacio por otro, como si fueran entidades independientes. Los cuerpos modifican las propiedades del espacio y la geometría del espacio - tiempo, a su vez, gobierna el movimiento de los cuerpos. Como dijo Wheeler alguna vez: ”Matter tells space how to curve, and space tells matter how to move.” Consecuencias cosmológicas Cuando Einstein estableció la Teoría General de la Gravitación, le pareció necesario evitar que las porciones de materia que hay en el Universo no terminen cayendo unas sobre otras por efecto de la gravitación. Era el mismo problema que había encontrado Newton doscientos años atrás. Para la forma de pensar de Einstein resultaba satisfactoria la idea de un Universo eterno, que no tuviera posibilidad de colapso o evolución y que en promedio fuera estático. Entonces, tuvo que modificar algunos elementos de la teoría e introducir ”ad hoc” un término adicional, el célebre término cosmológico. Está puesto en las ecuaciones para que el Universo no tenga evolución en el tiempo. Esto fue así porque en la década de 1910-1920 la noción de la fuga de las galaxias, a la cual nos referimos a continuación, todavía no existía. Ni siquiera se había establecido el concepto de galaxia. En 1929 comienza a conocerse en el ambiente astronómico las observaciones sobre galaxias de Hubble, un distinguido astrónomo norteamericano que trabajaba en el Observatorio de Mount Wilson. A principios de la década de 1930, un joven religioso belga, el Abate Lemaître (se ordenó sacerdote católico más adelante) se interesó por los trabajos de Hubble. Lemaître era discípulo de Eddington, un eminente astrofísico y gran conocedor de la Teoría General de la Gravitación. Eddington fue de los primeros que comprendió las ideas de Einstein y que además trabajó para hallar evidencias observacionales de la teoría. Se trata de efectos muy tenues, difíciles de poner en evidencia, que requieren técnicas avanzadas de observación. Un efecto, accesible a los métodos de detección de las primeras décadas del siglo XX era la desviación de la trayectoria de un rayo luminoso que pasa en la cercanía de un cuerpo de gran masa. Eddington lideró una de las dos expediciones astronómicas que, durante un eclipse de Sol de 1919, hicieron la verificación del efecto previsto por la teoría de la gravitación con resultados muy satisfactorios. Lemaître trabajaba con Eddington y disponía de información astronómica muy actualizada. Supo de las observaciones de Hubble y pronto vio la conexión entre la fuga de las galaxias y la expansión que revelan las ecuaciones de Einstein cuando se elimina el término cosmológico. El término que, como se dijo, había sido puesto a propósito para frenar la expansión del modelo. En la década de 1930 Lemaître da a conocer una teoría del origen del Universo a partir de una singularidad inicial, la cual más adelante fue bautizada con el nombre de Big Bang. Se sabe ahora que también Friedman, en Rusia, había encontrado las propiedades de evolución temporal de las soluciones de la Teoría General de la Gravitación en el convulsionado período de la revolución comunista de 1917. El trabajo permaneció ignorado y Friedman afectado por problemas de salud murió joven poco después. Sólo muchas décadas más tarde se conoció que había encontrado la solución de las ecuaciones de Einstein sin el término cosmológico, aunque Friedman, físico-matemático por formación, nunca hizo la conexión con los datos observacionales. No parece justo que se hable ahora del modelo de Friedman como si Lemaître no hubiera existido nunca. Por ejemplo, el silencio de Hawking acerca de Lemaître en su reciente libro de divulgación sobre la historia del tiempo es típico. Pero hay voces ilustres que han expresado opiniones muy claras sobre la cuestión de la prioridad. Por ejemplo, el monumental tratado Gravitation de Misner, Thorne, y Wheeler, o la obra de Peeble, Physical Cosmology. Esta última cuando trata del modelo de Lemaître expresa ”According to the usual criterion for establishing credit for scientific discoveries Lemaître Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 44 deserves to be called the ’Father of the Big Bang Cosmology’ ”. Para nuestros limitados propósitos no es necesario estudiar el modelo cosmológico de Big Bang. Presentamos estas noticias elementales de la teoría con el fin de familiarizar el lector con el contexto cosmológico dentro del cual se fueron ubicando los extraordinarios descubrimientos astrofísicos del siglo XX, que pasamos a describir. El corrimiento al rojo Con el desarrollo de la espectroscopía óptica durante el siglo XIX, se comenzó a conocer la composición química de las estrellas. Es bien sabido que podemos conocer mucho acerca de las estrellas por el análisis de la luz que ellas emiten. Mediante técnicas espectroscópicas se puede medir también la velocidad con que se mueven respecto del obervador. El corrimiento al rojo se expresa habitualmente con el cociente z = (¸ o bs ¡ ¸ e m ) = ¸ e m (3.42) donde ¸ o bs , ¸ e m , son las longitudes de onda observadas y emitidas, respectivamente. Para la velocidad v de la fuente emisora, cuando z ¿ 1 (en realidad alcanza con z · 0:5) tenemos la relación no relativista v = z c, donde c es la velocidad de la luz (3 £ 10 1 0 cm/s). Cuando el espectro característico de elementos conocidos se ha desplazado hacia la zona roja de longitudes de onda, decimos que el cuerpo emisor tiene un corrimiento Doppler hacia el rojo. Podemos medir el desplazamiento y deducir la velocidad del emisor, sabemos que se está alejando de nosotros. Si se acercara veríamos un desplazamiento del espectro hacia el azul. Cuando z aumenta, z & 1 es necesario utilizar la fórmula relativista v (1 + z ) 2 ¡ 1 = ; c (1 + z ) 2 + 1 o bien, su inversa z = s 1+ 1¡ v c v c ¡ 1: (3.43) (3.44) Vemos que cuando z ! 1 , entonces v ! c. Un valor z = 4:9, como en el caso del quasar (quasi stellar objects) más lejano conocido, corresponde a una velocidad de recesión v = c = 0:94. Con los trabajos de Hubble, en 1929 los astrónomos comenzaron a enterarse con sorpresa que todas las galaxias más lejanas viran hacia el rojo. Se empezó a hablar de la ”fuga” de las galaxias, es decir, como si todas escaparan de la nuestra. Además, fuga en todas las direcciones, o sea, de manera isótropa respecto del observador. La velocidad de fuga aumenta con la distancia. La ley empírica hallada por Hubble se puede escribir como V = H 0 r; (3.45) es decir, la velocidad V crece con la distancia r de las galaxias, siendo H 0 una magnitud igual para todas las galaxias. Datos recientes dan para H 0 alrededor de 72 km/s por Mpc, pero el valor de H 0 está sujeto a considerable incerteza, con estimaciones entre 65 km/s Mpc hasta 80 km/s Mpc (H 0 = 50 km/s Mpc era el valor preferido hace una década). Aquí 1 Mpc, megaparsec (106 parsec, abreviatura pc) = 3.08 £ 101 9 km = 3.26 £ 106 a.l., años luz; 1 año=3.16£ 10 7 s. La distancia de los quasars más lejanos observados es » 10 4 Mpc. Pronto se dió una interpretación cosmológica a la ley de Hubble, es decir, se estableció una conexión entre estas observaciónes y modelos teóricos del Universo que son soluciones de la teoría general de la gravitación de Einstein (Lemaître). Los astronomos dejaron de pensar que había una ”fuga de las galaxias” en sentido literal. Se comenzó a considerar que el fenómeno tenía que ver realmente con la estructura del Universo y su expansión en el marco de la Teoría General de la Gravitación. Todas las galaxias lejanas Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 45 se apartan entre si porque aumenta la escala de distancias del Universo. La ley V = H 0 r se atribuye al alejamiento recíproco de dos galaxias lejanas cualesquiera, cuya distancia de separación es r y esta aumenta porque la escala de distancias del universo R (t) crece debido a la expansión. El corrimiento al rojo es un hecho observacional, quizás el más significativo entre los que sostienen la teoría del Big Bang. Se puede mencionar que se intentaron otras explicaciones que no requieren un Universo en expansión. Por ejemplo, se conjeturó una nueva propiedad de la luz según la cual ésta envejece y de alguna manera pierde energía, de modo que la frecuencia de la luz decae peulatinamente hacia el rojo. Entonces las galaxias más lejanas, siendo las mas viejas deberían tener el espectro corrido al rojo. Se intentaron muchas alternativas, pero ninguna resultó satisfactoria. Poco a poco se impuso la opción más razonable: que la llamada fuga de las galaxias tiene un origen cosmológico. Síntesis primordial de los núcleos livianos Otro dato de observación importante es el análisis estadístico de la composición química de nuestro Universo. Esta se basa en el análisis espectral de la luz y a lo largo de muchas décadas los astrofísicos han acumulado evidencia confiable sobre la distribución de los elementos en el Universo. Sabemos, por ejemplo, que aproximadamente el 75% de la materia visible está constituida por hidrógeno, el elemento más liviano y por alrededor de 24% de helio, el elemento inmediatamente más pesado en la tabla de los elementos conocidos. Después vienen otros elementos en proporciones mucho más pequeñas. Se han determinado porcentajes promediados sobre observaciones en todas las direcciones del espacio y a todas las distancias. La cosmología debe poder explicar esta particular composición: ¿por qué 75% de hidrógeno, por qué 24% de helio y luego pequeñas fracciones de los demás elementos? Esta pieza de evidencia observacional no tiene explicación satisfactoria por otros caminos que no sean los de la cosmología del Big Bang. La teoría fue desarrollada en la década de 1940 por Gamow, Alpher y Herman y permite demostrar que durante el período comprendido entre 1 y 200 segundos, desde el comienzo del Universo, se produjo una síntesis nuclear primordial de elementos livianos. La teoría del Big Bang predice temperaturas enormes para el Universo primitivo. Un segundo después del comienzo T » 109 K y el Universo era un gas de neutrones, protones, electrones, anti-electrones (positrones), fotones y neutrinos. A medida que el Universo se enfrió los neutrones en parte decayeron en protones y electrones y en parte se combinaron con los protones para formar el deuterio (isótopo pesado del hidrógeno). Durante los primeros tres minutos la mayor parte del deuterio se fusionó para producir helio y una pequeña fracción de litio La nucleosíntesis del Big Bang generó 4 He (helio) con una abundancia en peso respecto del H (hidrógeno) en acuerdo con las observaciones astrofísicos y muy pequeñas cantidades de otros núcleos livianos, 2 H , 3 He (isótopo liviano del helio) y 7 Li (litio). Todos los núcleos más pesados fueron generados, mucho tiempo más tarde, en el interior de las estrellas. Para ello hubo que esperar la recombinación del plasma, el desacoplamiento de la radiación de la materia, la formación de las galaxias y la evolución de las estrellas. Es importante notar que el carbono, 1 2 C, elemento crucial para el desarrollo de la vida, no se generó en la síntesis primigenia. Hubo que esperar que el carbono se formara en el interior de la primera generación de estrellas. Luego, con la explosión en la cual culmina la evolución de las estrellas, este elemento junto con otros fue lanzados al espacio donde se mezcló con el material interestelar residual. A partir de este material, ahora enriquecido por elementos más pesados, se formaron nuevas generaciones de estrellas. Recién entonces, en un planeta perteneciente a estrellas de sucesivas generaciones (como el Sol) puede aparecer la vida, basada en una química mucho más compleja, gracias al carbono y la variedad de otros elementos pesados disponibles en una etapa más avanzada de la nucleosíntesis de los elementos. Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 46 La radiación cósmica de cuerpo negro (CMB) Finalmente, un punto observacional de crucial importancia es lo que se encontró en la banda de frecuencias de microondas de la radiación electromagnética que llega de todas las direcciones del espacio. La observación astronómica en microondas es lo que denominamos radioastronomía. A partir del fin de la Segunda Guerra Mundial empieza el gran florecimiento de la radioastronomía. La razón de ello está vinculada a la guerra porque el desarrollo de los radares cobró gran impulso, en Inglaterra, en Estados Unidos y en Alemania, por motivos bélicos. Tuvieron gran importancia, como se sabe, en la batalla de Inglaterra, es decir, en la defensa aérea de ese país durante el conflicto mundial. Terminada la guerra, el primer radiotelescopio fue un aparato que se había usado para fines militares y que los ingleses adaptaron para la exploración del Universo, abriendo así una nueva ventana para la astrofísica. A partir de ese comienzo, años más tarde en 1965 dos ingenieros del Bell Telephone Laboratories en Murray Hill, New Jersey, Estados Unidos, realizaron sin proponerselo, un gran descubrimiento. La Bell tiene importantes laboratorios de investigación y siempre contrató importantes científicos. Penzias y Wilson descubrieron una radiación ubicada en una banda de microndas de 160 GHz que corresponde a la de un cuerpo negro con una temperatura cercana a 3 grados Kelvin. La radiación provenía de todas las direcciones del espacio con un flujo de alto grado de uniformidad. A los ingenieros les molestaba esa radiación porque querían poner a punto un receptor de microondas de alta sensibilidad para otros fines. No conseguían eliminar la perturbación y decidieron consultar a Robert Dicke, un distinguido astrónomo de la Universidad de Princeton. Con su ayuda, se realizó la identificación de esta radiación como de origen cosmológico, un residuo del Universo temprano. En 1978 Penzías y Wilson obtuvieron el premio Nobel por este descubrimiento. Se habían adelantado sin saber al grupo de Princeton dirigido por Dicke que también estaba construyendo un radiotelescopio con el propósito de detectar la radiación cosmológica, aparentemente ignorando a su vez publicaciones téoricas precedentes de Gamow en 1948, y de Alpher y Herman en 1950, que contenían una predicción teórica de la existencia de la radiación primordial. Figura~1 Intensidad espectral de la radiación cosmica de microondas de fondo determinada por COBE. El ajuste con la distribución de cuerpo negro de Planck corresponde a T=2.725§ 0:001 K (cortesía de NASA/WMAP Science Team) Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 47 El Universo temprano. En síntesis: hay un conjunto de observaciones astronómicas que es difícil explicar de otras maneras a pesar de que no han faltado muchos intentos. No parece haber otra forma mejor de que todo encaje en un sólo esquema, que no sea por la interpretación basada en la cosmología. Si examinamos la distribución de galaxias retrocediendo en el tiempo la ley de Hubble nos lleva a un momento en el cual la densidad de materia (más precisamente, energía) era extraordinariamente (en teoría, infinitamente) grande. El Universo comienza en un estado de altísima concentración de energía con una explosión y se expande. Se trata de la gran explosión o Big Bang (nombre despectivo acuñado por el gran astrónomo inglés Fred Hoyle, autor de una cosmología rival que no prosperó) como empezaron a decir los científicos norteamericanos y el nombre, un tanto irreverente para la magnífica visión del Universo en formación, quedó afianzado por el uso. Evidentemente, todas las galaxias que ahora se están alejando en algún momento estuvieron muy próximas. La densidad y la temperatura fueron muy superiores a las actuales. Lo que se expande es el conjunto de espacio-tiempo y energía. En los momentos iniciales hubo una concentración enorme de energía. A medida que el Universo se expande, se enfria y evoluciona. En un sistema aislado, tal como sucede con un gas, la expansión comporta un descenso de temperatura. El comienzo del Big Bang corresponde a una singularidad (en sentido matemático) de las ecuaciones gravitacionales, en la cual temperatura y densidad eran infinitamente grandes. Por lo tanto, el instante inicial escapa a la descripción de cualquier teoría física. El Universo, el espacio, el tiempo y la energia comenzaron juntos. El tiempo t0 transcurrido desde el origen hasta hoy es la edad del Universo que está comprendida entre 10 y 15 £ 10 9 años. La estimación actual (año 2004) que mejor ajusta oservaciones y datos de distinto origen es t0 ' 13:7 £ 10 9 años. Como cabe esperar, t0 » 1= H 0 , es del mismo orden de magnitud que la inversa de la constante de Hubble (14£ 10 9 años). La ley de Hubble V = H 0 r es una manifestación del incremento de la escala de longitud del Universo. Indicando con R (t) el radio actual del Universo en el tiempo en que observamos la radiación y con R (0) el valor correspondiente a un tiempo anterior en el cual fueron emitidos los fotones, podemos escribir º em ¸ o bs R (t) = = = 1 + z: º o bs ¸ em R (0) (3.46) Sabemos que cuando aumenta la temperatura aumenta la energía media de los componentes de la materia y se pueden producir cambios de fase. Cuando la temperatura sube, al incorporarse cada vez más energía a una porción de materia ésta se termina por desintegrar. A medida que aumenta la temperatura primero se funde, luego pasa a la fase gaseosa. A temperaturas mayores, alrededor de 103 K las moléculas del gas se rompen y gases diatómicos, como el hidrógeno o el oxígeno, se disocian y se convierten en gases monoatómicos. A temperaturas aún mayores, 3-4£ 103 K, se separan los electrones del núcleo de los átomos. La ionización produce un plasma, es decir, una mezcla gaseosa en la cual electrones e iones están libres. Podemos seguir considerando una jerarquía de cambios de estados de la materia. Arriba de 109 K la radiación es tan energética que resulta un plasma formado por electrones y positrones, además de mesones y bariones. A medida que crece la temperatura, a partir de 101 2 K y más, se liberan los constituyentes más profundos de la materia, nucleares y eventualmente subnucleares. En suma, a energías cada vez mayores la materia termina por separarse completamente en los componentes últimos. Si el Universo empezó en una etapa en la cual había una enorme temperatura, posiblemente > 10 3 2 K, entonces hablamos de una época ideal para la física de las partículas elementales. En el Universo primordial estuvieron disponibles no sólo las altísimas energías, / 10 2 GeV, que con gran dificultad, costos y enormes aparatos aceleradores, los físicos experimentales apenas intentan imitar, sino energías mucho más altas aún, > 10 1 9 GeV, que nunca podremos alcanzar. Para la física actual, las etapas iniciales del Universo ofrecen la posibilidad de unir los conocimientos del cosmos en gran escala, el macrocosmos - observado por la Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 48 astrofísica y estudiado por la Teoría General de la Gravitación - con los conocimientos del microcosmos, el mundo de las escalas más pequeñas de la materia. En los instantes iniciales del Universo la física subnuclear tiene un papel fundamental. La atracción de la cosmología del Big Bang estriba también en la posibilidad de poner en juego todas las teorías físicas, todo lo que sabemos del mundo nuclear y subnuclear y unir en una gran síntesis lo infinitamente pequeño con lo infinitamente grande. Expansión y desacoplamiento de la materia y radiación CMB La edad del Universo es algo menos de unos catorce mil millones de años como se ha dicho. En ese intervalo temporal hay etapas que son accesibles a la observación astronómica. Podemos llegar con buenos instrumentos a observaciones de lo que estaba ocurriendo hasta el primer millón de años y un poco menos, después del momento inicial. Más atrás en el tiempo todo se basa en modelos, la herramienta físico-matemática que nos permite penetrar en el Universo temprano que no podemos ver directamente. La razón es que cuando el Universo era muy denso, el camino libre medio del fotón (la longitud que recorre un fotón entre una dispersión y la siguiente) era muy pequeño y la luz no se podía propagar sin ser contínuamente dispersada. Podemos, dado que la luz tarda un cierto tiempo en llegar hasta nosotros, mirar los objetos más lejanos y ver las etapas más antiguas del Universo. Si pudieramos mirar suficientemente lejos veríamos como se inició todo. Lamentablemente esto no es así, a partir de un cierto momento, alrededor de 400 000 años desde el comienzo, no podemos penetrar más atrás. Hay como una ”nube” que se extiende sobre lo que ocurrió en ese primer período. Pero los físicos han disectado el primer millón de años en fracciones finas mediante los resultados de las teorías de partículas elementales y de campos. Hoy se discute con cierta seguridad de lo que sucedió desde un segundo hasta varios minutos después del instante inicial. Tal vez porque precisamente en esos tres minutos iniciales se produce la nucleosíntesis de los elementos más livanos prevista por Gamow y colaboradores. Esta se encuadra muy bien con las observaciones de la composición química del Universo y con la teoría de la evolución estelar. De la nucleosíntesis original (que ocurre en la etapa que no podemos observar directamente) tenemos buenas evidencias indirectas. Como el paleontólogo, que no puede observar los animales prehistóricos vivos pero estudia los restos fósiles. En suma, a partir del momento inicial se desarrolla una compleja evolución de energía y materia: la evolución del Universo. Durante los primeros 400 000 años, envuelto en la ”niebla” que impide la observación electromagnética directa, tenemos el Universo temprano (early Universe) en el cual la física de partículas elementales domina la escena y proporciona cierto conocimiento (aunque provisorio y conjetural) de esa etapa. Tenemos evidencia indirecta de la evolución nuclear primordial en los primeros minutos. A partir de los » 400 000 años de edad, podemos observar y especular sobre las fluctuaciones que mucho más tarde, hace unos 10 000 millones de años, generaron las galaxias. Para nuestro propósito interesa destacar el período, alrededor de los 400 000 años desde el comienzo (por lo tanto, » 13 £ 10 9 años atrás) en el cual, debido a la disminución gradual de temperatura, el plasma primordial se recombina. Ello ocurre a temperaturas algo menores a 1 eV¼ 1:1 £ 10 4 K, una estimación razonable es T ¤ = 3000 K. La energía de ionización del hidrógeno (la energía de ligadura del estado fundamental) es de 13.6 eV, lo cual equivale a una temperatura de 15 £ 10 4 , pero la mecánica estadística muestra que la ionización del gas ya es muy abundante a temperaturas de un orden de magnitud menores. Para T > T ¤ la materia está en estado de plasma. La abundancia de electrones libres, la alta densidad y la sección eficaz para la difusión Thomson de la luz, permiten estimar que los fotones recorren distancias relativamente cortas y son dispersados muy pronto. A temperaturas menores de T ¤ el plasma se recombina rápidamente y el gas neutro se vuelve transparente. Ello ocurre para valores de z » 1000. Se estima que para valores inferiores de z los fotones pueden viajar libremente por el Universo hasta el momento actual, puesto que la probabilidad de difusión durante ese trayecto es muy pequeña. La Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 49 radiación primordial se desacompla completamente de la materia. Esos fotones traen información del estado del Universo en la época de la recombinación, del momento de su última dispersión. Figura~2 La radiación cosmica en microondas (CBM) permite observar el Universo hasta el momento en que se vuelve opaco, unos 400,000 años después del Big Bang. La barrera de radiación se denomina superficie de última difusión (last scatter) puesto que fue la última vez en la que la mayoria de los fotones CMB fueron dispersados por la materia. Los mapas de temperatura de la radiación CMB, muestran la superficie de última difusión (cortesía de NASA/WMAP Science Team). La radiación CMB, que proviene de todas la direcciones del Universo corresponde a un máximo espectral de cuerpo negro asociado a la temperatura T = 2:725 § 0:001 K, según mediciones muy precisas realizadas por el satélite COBE (Cosmic Background Explorer ) de NASA. Es importante destacar que, una vez descontada las anisotropía debida a movimientos locales, la radiación CMB es isótropa con gran exactitud. Aparece con la misma intensidad en todas las direcciones del espacio con casi perfecta uniformidad, mejor que una parte en mil. A partir de 1992 el mundo científico fue sacudido por la noticia de que COBE había podido detectar algún grado de inhomogeneidad en la radiación de fondo. Las muy pequeñas diferencias de uniformidad registradas por COBE han sido confirmadas por observaciones de alta resolución más recientes por el Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) lanzado por la NASA el 30 de junio de 2001. Son muy importantes porque revelan fluctuaciones de densidad en el Universo primitivo al tiempo de la recombinación y permiten la ubicación temporal del comienzo de la formación de galaxias. Este aspecto de la CMB es como la pieza de un rompecabezas, va completando una visión de conjunto que consolida la teoría del origen del Universo. La investigación de estas fluctuaciones es uno de los temas más importantes de la cosmología actual. 3.3.2 Termodinámica de la radiación cósmica de microondas de fondo Con la información proporcionada en las secciones precedentes, la termodinámica de la radiación residual (CMB) luego de la recombinación del plasma, se plantea de un modo muy simple. A partir de la ecuación 3.46 R (t) = R (0) (1 + z ) se desprende que la escala Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 50 Figura~3 El cielo en radiación CMB. La imagen del satélite WMAP muestra las fluctuaciones de temperatura (en escala de gris) de hace 13 billones de años, sobre la superficie de última dispersión. Las diferencias de uniformidad contienen las semillas de la formación de las galaxias (cortesía de NASA/WMAP Science Team). de longitudes crece proporcionalmente a (1 + z ) y que por lo tanto el volumen varía como V = V 0 (1 + z ) 3 : (3.47) Por otra parte, la ley adiabática para la radiación de cuerpo negro es V °¡ 1 T = co n s t:; (3.48) donde ° = 4= 3 y naturalmente esperamos una evolución con esta propiedad dado que el Universo es la totalidad de las cosas (y por definición es un sistema aislado. De aquí resulta T0 T = ; (3.49) 1+z y poniendo T 0 = T ¤ ¼ 3000 K, 1 + z ¼ 1000 (ver sección anterior) se obtiene T ¼ 3 K para la temperatura actual de la radiación de fondo. Podemos notar que para la materia (básicamente un gas monoatómico) el exponente adiabático es en cambio ° = 5= 3 y se obtiene T = T0 ; (1 + z ) 2 (3.50) una temperatura media mucho menor que la de la radiación CMB (para el gas que no está confinado gravitacionalmente en estrellas, naturalmente). Dado que para la radiación de cuerpo negro la energía está dada por la ley de Stefan-Boltzmann E = u V = aT 4V ; (3.51) (a = 7:56 £ 10 ¡ 16 J/K m3 ) y la entropía es S = 4E ; 3T (3.52) E = E0 1+z (3.53) S = S 0: (3.54) se comprueba que y que Aplicaciones de la termodinámica a la cosmología 51 La entropía de la radiación de fondo permanece constante, como cabe esperar dado que hemos supuesto que la expansión es adiabática. La entropía del Universo reside en gran medida en la entropía de CMB. El número de fotones es proporcional a E = T , cociente que no depende de z y por lo tanto el número de fotones de la radiación CMB se mantiene constante.