(CIUDAD DE LA JUSTICIA) , 14º - 4º TELÉFONO

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LEXNET 2/9/2010
NOTIFICADO 3/10/2010
JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA
Nº 22 DE VALENCIA
Avenida DEL SALER (CIUDAD DE LA JUSTICIA) , 14º - 4º
TELÉFONO: 96-192-90-31
N.I.G.: 46250-42-2-2010-0007587
Procedimiento: Asunto Civil 000237/2010
S E N T E N C I A Nº 000180/2010
JUEZ QUE LA DICTA: D/Dª RICARDO RAZOLA GARCIA
Lugar: VALENCIA
Fecha: veintiocho de julio de dos mil diez
PARTE DEMANDANTE: URBANAS DE LEVANTE SA
Abogado: SANCHEZ GIMENO, SERGIO
Procurador: LUCENA HERRAEZ, LAURA
PARTE DEMANDADA VICENTE SORIANO SERRA y INVERSIONES
DALPORT SA
Abogado: SALA CAMERENA, RICART y SERRAMO FENOLLOSA, J.
TOMÁS
Procurador: CASTELLO NAVARRO, JORGE RAMON y PALACIOS DE LA
CRUZ, FERNANDO
Se ejercita oposición cambiaria por razón del contrato causal y procediendo
en virtud de la potestad jurisdiccional que nos viene conferida por la soberanía
popular, y en nombre de SM el Rey, a dictar la sentencia que se basa en los
siguientes:
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- En fecha 4 de febrero de 2010 tuvo entrada en el Decanato
siendo repartida a este Juzgado, demanda de juicio cambiario interpuesta por
Urbanas de Levante contra D. Vicente Soriano Serra e Inversiones Dalport, SA, en
reclamación de 30.000.000 de euros, más 9.000.000 de euros para intereses y
costas.
SEGUNDO.- Mediante auto de fecha 10 de febrero de 2010, se admitió a
trámite la demanda, acordando requerir de pago a los demandados por las
cantidades indicadas, y el inmediato embargo de sus bienes.
TERCERO.- El Sr. Soriano se personó en tiempo y forma, presentando
DEMANDA DE OPOSICIÓN, en la que alegaba, en primer lugar la excepción de
prejudicialidad civil, por estar tramitándose otro juicio cambiario en el Juzgado de
Primera Instancia nº 20 de esta capital, con base en pagarés dimanantes del mimo
negocio. En cuanto a la oposición propiamente dicha, después de dar su versión de
los hechos, con base en el artículo 67 LCCH, alega la existencia de un negocio
fiduciario, cuya finalidad era la venta den bloque de las acciones del Valencia Club
de Fútbol, SAD, con al consiguiente venta de la parcela R-1 del Proyecto de
Reparcelación de la Unidad de Ejecución Única “Mestalla” del PGOU de Valencia.,
lo que posibilitaría, por un lado al resolución del contrato privado de compraventa
de dicha parcela de fecha 27 de septiembre de 2007, suscrito entre la mercantil del
Sr. Soler Luján, “Urbanas de Levante, SA” y el “Valencia Club de Fútbol, SAD”; y
por otro lado, la cancelación del aval prestado por el propio Sr. Soler Luján a favor
de la entidad BANCAJA, que garantiza hasta un máximo de 80.000.000 de euros la
obligación asumida por el Valencia Club de Fútbol, SAD, cuando el Sr. Soler Luján
era presidente del mismo , derivada de un contrato de crédito suscrito con fecha 4
de julio de 2006.
Invoca fundamentos de derecho y suplica la suspensión del procedimiento
por prejudicialidad civil, y subsidiariamente, estimando la oposición, se deje sin
efecto el embargo con costas. Acompaña documentos en apoyo de su pretensión.
CUARTO.- Igualmente se personó, en tiempo y forma, Inversiones Dalport,
SA, presentado igualmente DEMANDA DE OPOSICIÓN, en la que, como el otro
demandado alega la prejudicialidad civil por lo mismo. Igualmente da su versión de
los hechos, y basa su oposición propiamente dicha, también, a la existencia de un
negocio fiduciario, y en la desaparición de la causa del título, al haberse resuelto el
contrato causal, y acusa a la parte demandante en el cambiario de mala fe y
actuación fraudulenta. Invoca fundamentos de derecho y termina suplicando la
suspensión del procedimiento por prejudicialidad civil, y subsidiariamente,
estimando la oposición se deje sin efecto los embargos, con costas. Acompaña
documentos.
QUINTO.- Una vez subsanado un defecto de tasa judicial, mediante auto de
fecha 12 de mayo de 2010, se admitieron a trámite las demandas de oposición,
convocando a las partes a una vista para el día 18 de julio siguiente.
SEXTO. Por auto de 21 de junio de 2010 se desestimó el recurso de
reposición contra la admisión de la prueba de interrogatorio de litisconsortes
demandantes de oposición.
SÉPTIMO.- Mediante auto de fecha 21 de julio de 2010 se desestimó la
petición de suspensión del procedimiento por prejudicialidad civil.
OCTAVO.- En el acto de la vista, en primer lugar se volvió a plantear el tema
de la prejudicialidad civil, y este juzgador confirmó que no existía tal, ya que no es
necesario resolver el otro asunto que se sigue en el nº 20 para entrar a resolver
este.
Las partes actoras en la oposición se ratificaron en sus demandas
y
expusieron lo que estimaron procedente para la defensa de las tesis que
mantienen, y la demandada en oposición solicitó al desestimación de dichas
demandas, con costas, ya que no existe tal negocio fiduciario, y el pagaré base del
juicio cambiario tiene su base en un contrato de compraventa de acciones
celebrado entre Urbanas de Levante, SA y D. Vicente Soriano Serra, y para pago le
endosó varios pagarés, entre los que se encuentra el que se ejecuta. No hay fraude
alguno, ni mala fe.
Recibido a prueba el incidente, se propusieron las de interrogatorio de
partes, documental y testifical, practicándose una vez admitida, con el resultado
que obra en autos y en la grabación efectuada, si bien cabe destacar que no
compareció el legal representante de Inversiones Dalport, SA. y la parte
demandada en oposición solicitó se la tuviera por conforme con sus tesis; con lo
que se dio por concluso el juicio, declarándose visto para sentencia.
NOVENO.- Declaro como hechos probados los siguientes:
En el año 2008 el Valencia Club de Fútbol SAD se encontraba inmerso en
una difícil situación económica y deportiva, y su presidente D. Juan Bautista Soler
Luján, se vio sometido a críticas, presiones, situaciones desagradables, etc., lo que
llevó a éste a la idea de dejar la presidencia y desvincularse del mencionado club. A
tal fin, el 24 de julio de ese año suscribió un contrato de opción de compra de sus
acciones, con plazo de ejercicio hasta el 31 de diciembre siguiente, el día 18 de
septiembre de ese año el Sr. Soler decidió aceptar la única oferta que tenía por
parte de D. Vicente Soriano Serra (que con la operación pensaba recuperar la
presidencia del Valencia y, si podía, obtener un beneficio económico), y
suscribieron un documento privado, por el cual aquel en su propio nombre y
derecho, y en nombre de su esposa Dña. Consuelo Rubio Martínez y como
administrador único de sus empresas Urbana de Levante, SA y Gran Vía 37 SA,
vendía al Sr. Soriano las 70.899 acciones que tenía del mencionado club por el
precio de 85.5000.000 euros, pagándose en ese momento 500.000 euros, y el resto
se pagaría antes del 1 de junio de 2009, quedando en prenda como garantía las
propias acciones. Se estableció como condición suspensiva que antes del día 30 de
noviembre de aquel año se hubiera resuelto de mutuo acuerdo entre las partes la
compraventa del solar conocido domo Parcela R-1 del Proyecto de Reparcelación
de la Unidad de ejecución única “Mestalla” del PGOU de Valencia, formalizada
mediante documento privado de fecha 27 de septiembre de 2007, entre la sociedad
Valencia Club de Fútbol, SAD y Urbanas de Levante, SA, con restitución a la
compradora, igualmente antes de esa fecha, de la totalidad de las cantidades
pagadas a cuenta a al vendedora, es decir 15.660.000 euros, así como los tres
pagarés por importe el primero de 10 millones de euros, con vencimiento el día
quince de marzo de 2009, el segundo por el importe y con vencimiento el día 21 de
marzo de 2009 y el último por importe de 5 millones de euros y con vencimiento el
día 21 de marzo de 2009. Y que, asimismo, antes del día 30 de noviembre de
20078, la entidad BANCAJA haya liberado a D. Juan bautista Soler Luján del aval
formalizado con fecha 27 de diciembre de 2007, garantizando hasta un límite
máximo de 80 millones de euros, la obligación asumida por el Valencia Club de
Fútbol SAD con Bancaja derivada del contrato de crédito pactado en escritura
autorizada por el Notario de Valencia, D. Antonio Chapa Blasco el día 4 de Julio de
2006, al número 1242 de su protocolo. De tal modo que si, llegado el 30 de
noviembre próximo no se le ha cumplido la condición suspensiva pactada en todo
sus términos se considerará que la compraventa no ha adquirido firmeza, pudiendo,
sin más tramites, disponer los vendedores de las acciones objeto del presente
contrato a su conveniencia. Por el contrario, si se cumple la condición suspensiva
en el plazo y en los términos acordados la compraventa se considerará firme desde
que se produzca el cumplimento de la condición.
En fecha 28 de noviembre entre las mismas vuelven a firmar otro documento
privado por el que se acuerda prorrogar el plazo pactado para el cumplimiento de la
condición suspensiva hasta el 31 de julio de 2009. Los vendedores quedan
autorizados, hasta el momento en que se cumpla la condición suspensiva pactad,
para transmitir las acciones a favor de otras personas físicas o jurídicas de su grupo
de empresas, siempre que asuman las mismas obligaciones.
El siguiente paso es que firman otro documento privado en fecha 3 de julio
de 2009, por el que ante el inminente cumplimiento de los dos sucesos que
comprendía la condición suspensiva, la dan por cumplida, transformándola en
resolutoria, que puede ejercitar el vendedor si antes del 30 de noviembre de 2009,
no ha quedado rescindida la compraventa de la parcela R.1 con devolución de
precio y gastos. Se paga el resto del precio con unos pagarés que se van a
entregar entre los que se encuentra el que es base de este juicio, se sujeta a
condición resolutoria de entregar garantía bancaria, y si no el vendedor puede
resolver a o exigir el cumplimiento del contrato. De la venta se dará cuenta al
Consejo de Administración del Valencia. Y en otro documento de la misma fecha el
Sr. Soler se compromete a vender al Sr. Soriano algunas acciones más (486) , y es
al día siguiente cuando se firma un contrato de compraventa de acciones, el cual se
plasma en una escritura pública ante el Notario de Valencia, D. Manuel Ángel
Rueda Pérez, al nº 1115 de su protocolo, en su virtud D. Vicente Soriano, actuando
en su propio nombre y en el de su sociedad, Interadquisiciones, SL, vendía a
Inversiones Dalport, SA, 79.195 acciones de las que es titular el mismo, que había
adquirido del Sr. Soler y sus empresas y de otros socios, pues tenía que transmitir
más del 50% del capital, y otras 17.500 acciones que estaban a nombre de
Interadquisicones, SL. El precio total fue de doscientos millones de euros. Para
pago del precio se entregan una serie de pagarés, uno de los cuales es en el que
se basa este juicio cambiario, con vencimiento 7 de enero de 2010. Se pacta la
condición resolutoria de que el comprador deberá entregar una garantía bancaria al
vendedor antes del 31 de julio de 2009. Se comunicó la transmisión al Valencia
Club de Fútbol. En esa misma fecha el mencionado pagaré fue endosado a
Urbanas de Levante, SA, y presentado al cobro a su vencimiento, resultó impagado
por falta de fondos, y requerido de pago el Sr. Soriano tampoco pagó y manifestó
que dicho pagará carecía de causa y que se estaba tramitando otro procedimiento
cambiario en el Juzgado nº 20 de Valencia al que se remite. La mencionada
compradora garantizó el cumplimiento de sus obligaciones con unos instrumentos
financieros. Parecer ser que la ampliación de capital que se llevó a cabo en dicho
Club, influyó en que el Sr. Soriano y Dalport decidieran resolver el contrato en
fecha 28 de septiembre de 2009. La convocatoria de ampliación de capital del
Valencia se había acordado en Junta de 7 de junio de 2009 en la que compareció
en Sr. Soler representado por D. Benjamín Muñoz, y se publicó en el BORME el 8
de julio siguiente. El Sr. Soriano intentó que no se produjera la mencionada
ampliación, e incluso en una junta del 29 de julio de ese año se acordó convocar a
otra para el 14 y 15 de septiembre con objeto de dejarla sin efecto pero no prosperó
este intento, y en la de oposición de Dalport ya se refleja la idea de que ante esta
ampliación optaron pro no seguir con la operación. El Sr. Soriano se presentó en
rueda de prensa del día 8 de julio de ese año 2009, como “representante y
portavoz” de Dalport y manifestó que esta empresa disponía de 500 millones de
euros para salvar la situación del Valencia, pero la realidad es que no fue a
suscribir la ampliación del capital que suponía una inversión de unos 42 millones de
euros (véanse los documentos aportados por la demandada en oposición en el acto
de la vista). El 18-12-09 El Valencia recompra a Urbanas de Levante la parcela R-1
mencionada.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- En este caso se ejercita una acción cambiaria por la mercantil
endosataria Urbanas de Levante, SA (una de las sociedades con las que opera D.
Juan Bautista Soler Luján) contra el endosante D. Vicente Soriano Serra y la
mercantil libradora Inversiones Dalport, SA, sirviendo de base a la mencionada
acción un pagaré, cuya forma no se ha discutido, por importe de treinta millones de
euros (artículo 819 LEC). Los deudores dentro del plazo legal de diez días,
presentaron demanda de oposición (artículo 8244 LEC), alegando en cuanto a la
actuación del endosatario y tenedora del pagaré la llamada “exceptio doli” por
entender que en la relación causal hay un contrato fiduciario, y que desapareció la
causa del contrato.
SEGUNDO.- El mencionado artículo 824-2 LEC, prescribe que el deudor
cambiario podrá oponer al tenedor de la letra, cheque o pagaré todas las causas o
motivos de oposición previstos en el artículo 67 LCCH; y en este artículo a los
efectos que interesan en este caso se puede leer lo siguiente:
“El deudor cambiario podrá oponer al tenedor de la letra las excepciones
basadas en sus relaciones personales con él. También podrá oponer aquellas
excepciones personales que el tenga frente a los tenedores anteriores si al adquirir
la letra el tenedor procedió a sabiendas en perjuicio del deudor”.
En este sentido la defensa del Sr. Soriano alude a la existencia de un
negocio fiduciario, cuya finalidad última era la venta en bloque de las acciones del
Valencia a un tercero con al consiguiente venta a dicho tercero de la Parcela R-1
del proyecto de reparcelación del viejo campo de Mestalla, lo que posibilitaría la
resolución de la venta, que en su día realizó el Sr. Soler por medio de su sociedad
Urbanas de Levante sobre la misma y la cancelación de un aval de 80 millones de
euros con BANCAJA, y dice que es aplicable la excepción de inexistencia
desaparición de la causa del título.
o
Para resolver esta oposición es necesario tratar dos cuestiones que son las
siguientes:
a) ¿Existió negocio fiduciario?
b) ¿Puede oponer el endosante al tenedor y endosatario cuestiones
relativas a sus relaciones con el librador?
Veamos estas cuestiones en apartados separados.
TERCERO.- En cuanto al negocio fiduciario es doctrina comunmente
admitida ) S.TS de 13 de julio de 2009) que tal tipo de negocio en la modalidad de
“fiducia cum amico” (existe también la llamada fiducia cum creditore), encuentra su
precedente histórico en las Instituciones de Gayo (II.69 “Sed fiducia contrahitur ant
cum creditore pignoris iure, aut cum amico quo tutius nostrae res apud eum sint”), y
su posibilidad y validez, salvo finalidad fraudulenta ha sido reconocida por la
jurisprudencia (SS TS 30-3-04, 23-6-07. 27-7-06, 7-5-07 , entre otras), de modo que
en esta modalidad de fiducia el fiduciario no ostenta la titularidad real, pues no es
un auténtico dueño, teniendo sólo una titularidad formal, sin perjuicio del juego del
principio de la apariencia jurídica, y el dominio sigue perteneciendo al fiduciante en
cuyo interés se configura el mecanismo jurídico, lo que asegura la nota de la
confianza (S AP Barcelona de 20-4-2010).
Se puede definir esta clase de negocio, que no tiene una regulación legal
expresa, como la atribución que uno de los intervinientes (fiduciante) realiza a favor
del otro (fiduciario), para que éste utilice el derecho adquirido según la finalidad
convenida (pacto de fiducia), con la obligación del adquirente de retransmitir la cosa
o derecho al enajenante o a un tercero, una vez cumplida dicha finalidad; se trata
de un negocio basado en la “confianza” o fiducia caracterizado por la divergencia
entre el fin económico que se persigue y el medio jurídico que se utiliza, de tal
modo que las parte se proponen obtener un efecto distinto y más restringido del
que es propio del medio jurídico que ponen en juego. Y la S. TS de 30-3-2004,
recoge la definición siguiente: Es aquel negocio anómalo en el que concurren dos
contratos independientes, uno real, de transmisión plena del dominio, eficaz “erga
omnes”, y otro obligaciones, válido inter-partes destinado a compeler al adquirente
a actuar de forma que no impida el rescate de los bienes cuando se de el supuesto
obligacional pactado. Y siguiendo al Tribunal Supremo en su distinción entre
“fiducia cum amico”, es cumplir determinado encargo, y “fiducia cum creditore”, que
consiste en dar garantía a una obligación ya existente. Aquí nos interesa la primera
de las categorías, que caracteriza el negocio por ser contraído a favor del
fiduciante, siendo esencial la actuación del fiduciario en nombre propio, y
recurriendo las partes a convenciones y actos para unos fines que, normalmente
corresponden al mandato. Puede verse sobre esta cuestión la S. AP de Guipúzcoa
de 22 de marzo de 2010).
La prueba de que exista tal clase de negocio corresponde al que lo ha
alegado, en este caso a los que han presentado demanda de oposición (artículo
217 LEC).
Y, ya ciñéndonos al caso que nos ocupa, de la prueba practicada no puede
deducirse que exista un negocio fiduciario, en el sentido de mandato del Sr. Soler al
Sr. Soriano para venta de sus acciones, se trató de un contrato de compraventa de
acciones (artículo 1445 CC), con un objeto determinado y un precio (causa del
contrato, artículo 1274 CC), recibiendo el vendedor medio millón de euros a cuenta
y el resto mediante el endoso de pagarés; y quedando sometida la operación a una
condición suspensiva (artículo 1114 CC), de resolución de compraventa referente a
la parcela R-1 de solar de Mestalla y cancelación de su aval con Bancaja.
Luego, ambas partes decidieron cancelar la
condición suspensiva,
transformarla en resolutoria facultativa para el acreedor (Urbanas de Levante, Sr.
Soler),, que mas que condición es un derecho que se reservaba y que decidió no
ejercitar, y la venta quedó firme entre ellas, pagándose el resto del precio por el Sr.
Soriano, con el endoso de una serie de pagarés librados por Inversiones Dalport,
SL. El Sr. Soriano no era un mandatario del Sr. Soler (sólo él mantuvo esta postura
entre los que declararon en la vista), sino que realmente era un comprador de las
acciones que aquel tenía del Valencia y pensaba, por una parte, mantenerse el
tiempo que pudiera como presidente del Valencia, y por otra hacer un gran negocio
vendiendo por el doble más o menos (recordemos que este señor se dedicaba
profesionalmente a la compra y venta de inmuebles) de lo que había comprado.
Luego como la compradora que encontró exigió que le transmitiera más del 50%
del capital, tuvo que vender sus propias acciones e incluso comprar a otros socios
(Sr. Silla, Barrachina, etc.) más acciones. Como no pudo evitar la ampliación de
capital del Valencia, su sueño de volver a ser presidente del Valencia, de conseguir
un gran negocio, se vieron frustrados, dejando sin efecto la operación con Dalport,
pero no ocurrió lo mismo con el Sr. Cortés y su empresa Urbanas de Levante, SA,
que en uso de lo pactado exigió el cumplimiento del contrato, y por tanto el pago del
precio, del que forma parte el pagaré base de este juicio. Por tanto, debe concluirse
afirmando de modo rotundo que no existe tal negocio fiduciario, del que no hay
prueba, ni siquiera indicios, sino todo lo contrario, pues se trataba de una
compraventa, así lo declaró el letrado que intervino en toda la operación Sr. Lucas.
En la sentencia de la AP de Alicante de fecha 26 de enero de 2010, en
relación con esta cuestión se puede leer lo siguiente:
“… el recurso debe ser desestimado, al no existir en el proceso constancia
de la realidad de pacto de fiducia alguno concertado entre el actor y las
demandadas, que justifique la calificación de negocio jurídico de compraventa
celebrado entre las mismas, como negocio fiduciario. Tampoco se deduce la
expresada calificación jurídica de forma indirecta o indiciaria, al no apreciarse la
existencia de datos que permitan llegar a dicha conclusión, máxime teniendo en
cuenta que es el actor (tal como el asegura) y no las demandadas, el que ostenta
un derecho de crédito frente a éstas, por lo que el pretendido negocio fiduciario
carecería de causa, sin que conste cual fue la finalidad perseguida por las partes
para realizar el supuesto pacto de fiducia, que en el caso de que hubiera existido, ni
si la finalidad perseguida ha sido cumplida a fin de que pudiera surgir la obligación
del retransmitir el bien al fiduciante”.
CUARTO.- Por lo que se refiere a la oposición que puede hacer el endosante
contra el tenedor, en principio cabe afirmar que el endosatario no es un simple
sucesor en el crédito que el pagaré contiene, sino un nuevo titular frente al deudor y
terceros, ya que adquiere no los mismos derechos que tenía en endosante sino los
derechos incorporados al pagaré, es decir, un derecho autónomo. En este caso de
endoso es aplicable el artículo 20 LCCH, de manera que no son oponibles al
tenedor del pagaré las excepciones basadas en las relaciones personales de dicho
demandado con el librador o tenedores anteriores, salvo que se haya procedió a
sabiendas en perjuicio del deudor, es decir, que concurra la “exceptio doli”, que no
se da en este caso, al no haberse probado la mala fe del Sr. Soler, como
representante de Urbanas de Levante, SL, simplemente se limitó a exigir el
cumplimiento de un contrato. Y debe resaltarse que el artículo 67 LCCH remite para
apreciar la “exceptio doli” al momento de adquirir el pagaré, y en este caso, no se
ha demostrado que existiera la mala fe o dolo en ese momento (ni en ninguno) en
el que además la venta del Sr. Soriano a Dalport no se habría resuelto o dejado sin
efecto (puede verse la sentencia de AP Madrid 16-05-2010 , Sección Octava)
Se confirma, por tanto, que tal excepción no puede prosperar por el hecho de
que el Sr. Soriano de acuerdo con Dalport, decidiera resolver el contrato que
habían firmado tres meses antes, no influye para nada en la validez del contrato de
compraventa de acciones que firmó el Sr. Soriano con el Sr. Soler. La causa del
contrato no ha desaparecido, el Sr. Soriano mantiene en su poder las acciones
compradas y el Sr. Soler quiere cobrar el precio pactado. El “montaje” a que se
refirió el Sr. Soriano en la vista del juicio no existe.
QUINTO.- La oposición que formula Inversiones Dalport, SA tampoco puede
prosperar, pues sus argumentos vienen a coincidir con los que ha utilizado el Sr.
Soriano, aunque realmente el Sr. Soler nunca tuvo ninguna relación con Dalport,
empresa a la que conoció en el mes de agosto del año 2009, cuando tuvieron una
reunión en casa del Sr. Marín. En ningún documento, ni nadie ha declarado que el
Sr. Soriano actuara como mandatario del Sr. Soler, es más, el 6 de julio del año
2009, nada más firmarse los importantes documentos de los días 3 y 4 del mismo
mes, por el que el Sr. Soriano ya compraba en firme las acciones del Sr. Soler y
luego las vendía junto con otras a Dalport, y Sr. Soriano y el Sr. Bravo en
representación de Dalport dan una rueda de prensa en al que dan publicidad a la
operación y Soriano figura como cabeza de esta operación, ya que había un
compromiso entre esas partes por el que se le mantendría durante 5 años al menos
como presidente del Valencia. Cuando el Sr. Soriano el día 3 de julio de 2009
adquirió en firme las acciones del Sr. Soler, ya sabía que la ampliación de capital
del Valencia estaba en marcha, pero confiaba que podría frenarla a causa de su
influencia en el club por las acciones que pensaba adquirir, para vender. Ya hemos
visto que no existió tal negocio fiduciario, pues el Sr. Soriano no era ningún
mandatario ni testaferro del Sr. Soler, era un simple comprador y vendedor de
acciones intentando lucrarse con la reventa económicamente y socialmente, al
mantenerse en la presidencia del Valencia. No existe ninguna conducta fraudulenta
ni de mala fe por parte del Sr. Soler, que simplemente vende las acciones y cobra
el precio pactado. La causa del negocio, por tanto, no ha desparecido, ni la
“exceptio doli” puede prosperar. Tampoco se ha probado que el Sr. Soler hubiera
llegado a acuerdo alguno con Dalport.
Es interesante en este sentido la sentencia de la AP de Sevilla de fecha 7-409 (Sección 5ª) cuando afirma que “… si el tenedor de un título cambiario es un
tercero, el firmante se obliga frente a este de un modo directo y no puede oponer
las excepciones personales que eventualmente tuviera frente al librador, salvo que
sea de aplicación al “exceptio doli”… Se trata de evitar que el negocio jurídico no
quede al margen de toda exigencia ética y de justicia (S. TS 17-4-06). Se trata de
un comportamiento que es claramente sinónimo de engaño malicioso y se trata de
otorgar al defraudado una acción para poder defenderse ante la exigencia del
cumplimiento de un negocio jurídico claramente viciado (SS TS 27-11-98 y 12-1-89)
“… quien alegue la mala fe bien obligado a acreditarla”. En este caso se puede
afirmar con claridad que la conducta del Sr. Soler en esta operación de venta de
sus acciones se ajustó totalmente a las exigencias de la buena fe (artículo 7 CC) y
a los imperativos éticos y jurídicos exigidos por la conciencia social y jurídica en
este momento histórico (en la terminología de la S. TS de 11-5-88).
Dicho esto, sólo queda insistir en que el hecho de que el Sr. Soriano y
Dalport decidieron resolver el negocio jurídico que habían celebrado por causa, al
parecer, de la ampliación de capital llevada a cabo en el Valencia, no quiere decir
que la causa del negocio haya desparecido, pues la compraventa celebrada entre
el Sr. Soriano y el Sr. Soler está plenamente vigente, y el pagaré base de este juicio
fue recibido por el segundo como parte del precio, y este pagaré funciona de modo
autónomo respecto a aquel negocio jurídico que fue resuelto y ello sin perjuicio de
las cuestiones que Dalport y el Sr. Soriano, en su caso, deban resolver, y con las
que nada tiene ver el Sr. Soler.
¿Dónde está el pago de fiducia? En ningún sitio. Se tata de una argucia
jurídica que se aprendió bien el Sr. Soriano y a la que luego trató de adherirse
también Dalport, ante la acción cambiaria plenamente fundada del Sr. Soler por
medio de su sociedad Urbanas de Levante, SA, y se trataba de evitar en alguna
medida el descalabro económico que ha supuesto esta fallida operación para ellos,
de acceder a controlar el Valencia Club de Fútbol. Y ya en el documento resolutorio
que firmaron el Sr. Soriano y Dalport, se asumía lo que iba a ocurrir, cuando se
hace constar que esta última sólo recuperaría los pagarés que a esa fecha (29-909) siguieran en poder del primero, que recuperaba la titularidad de las acciones,
estando vigente la compraventa efectuada por este señor con el Sr. Soler, que
recordemos no ha solicitado su nulidad, presentando la correspondiente demanda
de juicio ordinario. También es interesante señalar que nada más adquirir las
acciones Dalport el Sr. Soriano y el Sr. Bravo (representante de Dalport) dieron una
rueda de prensa en la que aquel aparece como representante y portavoz de
Dalport, y manifiestan que van a salvar la delicada situación económica del
Valencia, ya que disponen de 500 millones de euros, pero la realidad es luego ni
siguieren fueron a la ampliación, que ya sabían que estaba en marcha cuando
firmaron el contrato de compraventa, y que suponía unos 42 millones de euros.
SEXTO.- Procede la condena en costas en el presente incidente, al ser
desestimadas íntegramente las demandas de oposición (artículo 394 LEC).
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente
aplicación
FALLO
Que desestimo íntegramente las demandas de oposición formuladas por los
Procuradores Sres. Castelló Navarro y Sr. Palacios de la Cruz en nombre de
VICENTE SORIANO SERRA e INVERSIONES DALPORT, S.A., respectivamente,
contra URBANAS DE LEVANTE, SA con imposición de las costas causadas a los
demandantes en oposición.
MODO DE IMPUGNACIÓN: mediante recurso de APELACIÓN ante la
Audiencia Provincial de VALENCIA (artículo 455 LECn).
El recurso se preparará por medio de escrito presentado en este Juzgado
en el plazo de CINCO DÍAS hábiles contados desde el día siguiente de la
notificación, limitado a citar la resolución apelada, manifestando la voluntad de
recurrir, con expresión de los pronunciamientos que impugna (artículo 457.2 LECn)
y la consignación del correspondiente depósito .
De conformidad con la D.A. 15ª de la LOPJ, para que sea admitido a trámite
el recurso de apelación contra esta resolución deberá constituir un depósito de 50
€, que le será devuelto sólo en el caso de que el recurso sea estimado.
Así por esta sentencia, lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACIÓN.- Dada, leída y publicada fue la anterior sentencia por el/la
Sr/a. Juez que la dictó, estando el/la mismo/a celebrando audiencia pública en el
mismo día de la fecha, de lo que yo, el/la Secretario Judicial doy fe, en VALENCIA ,
a veintiocho de julio de dos mil diez .
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