CAPÍTULO I EL PROBLEMA 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. En el marco de las relaciones laborales se presentan situaciones especiales que derivan la necesidad de asistencia al trabajador, tanto al que presta sus servicios en la Administración Pública, donde el Estado asume las responsabilidades pertinentes, como al de la administración privada, correspondiendo a programas públicos de seguridad social diseñados para proporcionar ingresos y servicios a particulares en supuestos de jubilación, enfermedad, incapacidad, muerte o desempleo. Estos programas, que engloban temas como la salud pública, el subsidio de desempleo, los planes públicos de pensiones o Jubilaciones y Pensiones, la ayuda por hijos y otras medidas, han ido surgiendo en muchos países, tanto industrializados como en vías de desarrollo, desde finales del siglo XIX para asegurar unos niveles mínimos de dignidad de vida para todos los ciudadanos e intentar corregir los desequilibrios de riqueza y oportunidades. Su financiación procede por regla general del erario público y su costo se ha convertido poco a poco en una preocupación cada vez mayor para los países desarrollados, que destinan a este fin más del 25% de su producto interior bruto (PIB). Muchos países que se encuentran en el 6 subdesarrollo no pueden hacer frente al gasto que representan estos programas, o bien temen el efecto que las pesadas cargas fiscales impondrían sobre el crecimiento económico (0NU, 2001). En consecuencia la seguridad social en Venezuela está, hasta ahora, básicamente en manos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, (IVSS), constituido como un régimen de seguro obligatorio que recibe aportes de los trabajadores, los patronos y el sector público, el cual ha ido ampliando su cobertura y expandiéndose durante un largo período en que funcionó razonablemente bien, hasta la fecha cuando se encuentra cuestionado y en período de reestructuración Según comenta Sabino (1997), la seguridad social se organiza de la siguiente manera: el sistema recibe cotizaciones mensuales y, con ellas, paga las pensiones y Jubilaciones y Pensiones de los beneficiarios, utilizando para eso el sistema de financiamiento sobre la marcha o de "reparto", lo que significa que todo el dinero llega a un fondo común y luego es gastado según las obligaciones contraídas año a año. Con esos fondos, además, el IVSS fue generando, en su primera etapa, una red de centros de atención de salud que, si bien, no logró cubrir todo el territorio nacional, al menos representó en su momento un perceptible avance con respecto a la situación anterior. Este proceso de expansión continuó sin alteraciones mayores hasta comienzos de los años setenta, pero luego comenzó a detenerse hacia 1974 cuando el seguro social cubre algo más de la mitad de la población 7 trabajadora en el sector formal de la economía , pero este porcentaje ya luego no se incrementa de un modo significativo, sino que se estanca alrededor del 60-65% hasta la actualidad. Si se toma en cuenta además al sector informal, es decir, a toda la población trabajadora sin distingos, puede encontrarse que la cifra apenas si llega al 30%, habiéndose detenido en estos niveles en los últimos quince años. Algo peor, ocurre con respecto al financiamiento: los ingresos, tomados como porcentaje del PIB, se estancan por completo a partir de la misma fecha y luego van disminuyendo casi sin interrupción. Pero éste es apenas un síntoma del problema de fondo, de lo que verdaderamente pone en cuestión al IVSS: lo grave es que la institución se va descapitalizando poco a poco, reduciendo sus fondos y disponibilidades hasta el punto de llegar al virtual colapso. De igual manera considera Sabino, (1997) que esto ocurre porque las colocaciones que hace el organismo comienzan a recibir retornos que, en términos reales, se van haciendo negativos a partir de 1975 y llegan a resultar prácticamente nulos desde 1987 a la fecha. El capital del instituto va desapareciendo, pues se coloca en papeles públicos de escasa rentabilidad lo que equivale a decir que es tomado a préstamo, a intereses negativos reales, por el propio gobierno, y los fondos no alcanzan entonces, sino para pagar Jubilaciones y Pensiones vergonzosamente escasas y para prestar una atención médica cada vez más deficiente. Así 8 se llega a la situación presente, donde el IVSS se enfrenta directamente a su desaparición. Por razones históricas, Sánchez (2001) expone que una buena parte de lo que usualmente se considera como seguridad social ha recaído, además, directamente en las empresas. Las prestaciones sociales impuestas por la Ley del Trabajo funcionaron, durante mucho tiempo, en parte como un seguro de desempleo y en parte como un fondo de retiro individual, a cobrar por el trabajador en el momento en que cesaba la relación contractual de trabajo. Luego, en los últimos años, se fueron añadiendo otras responsabilidades a las empresas: comedores, guarderías. Es a juicio de Sánchez, (2001) que con ello se ha distorsionado aún más el verdadero concepto de seguridad social. Esta se consideró, primero, como responsabilidad casi exclusiva del Estado y luego del Estado y los empleadores. Al trabajador se lo dejó al margen, justificando la decisión en el entendido de que era la parte más débil de la relación, pero subordinándolo de hecho a un papel pasivo, como si fuera un menor de edad jurídico incapaz de actuar por sí mismo y que sólo podía expresarse muy indirectamente a través de las politizadas y burocratizadas centrales obreras. Se piensa que la seguridad del trabajador debe ser, en primera instancia, su propia responsabilidad. La afirmación, aunque a primera vista suena un poco fuerte, se basa en consideraciones éticas y económicas 9 que tienen, bien miradas, suficiente peso y puede decirse en tal sentido que a nadie interesa más su seguridad frente a las contingencias casi inevitables que ha de sufrir (enfermedad, envejecimiento, muerte ) que al propio trabajador. No por obvia esta consideración, deja de tener un valor fundamental. Si el trabajador no se hace cargo de su futuro, si de hecho éste queda en otras manos, difícilmente se le puede exigir que asuma una actitud responsable frente a su trabajo, su familia y su país. En segundo lugar, delegar en las empresas una parte cada vez mayor del bienestar social provoca que éstas distorsionen profundamente su estructura de costos y que se haga mucho más difícil la entrada al mercado de nuevos competidores, estimulando así tanto la ampliación del sector informal como la monopolización. El papel del Estado en la seguridad social, por otra parte, ha mostrado profundas limitaciones tal como lo aprecia Rosales (2000) quien estima: ha sido mal administrador de fondos que no eran suyos, ha descuidado la atención de los trabajadores y ha impedido que se buscasen nuevas vías para solucionar los problemas que se han ido creando. Por tales efectos, la responsabilidad del Estado, se hace una marcada diferencia entre los tipos de administración y en el carácter del empleado público, conociéndose lo referente a la Administración Pública, la Administración Privada y la Administración Mixta, conforme a la 10 participación del Estado en lo atinente al control de la misma, la participación del capital privado como rector de la empresa y la participación conjunta Estado y empresa privada mediante acuerdos que determinan el grado de dirección, el capital, las acciones, de acuerdo a sus objetivos. En el caso de la Administración Pública laboran personas a quienes se acreditan como funcionarios públicos, considerados como: agente que presta servicios con carácter permanente mediante remuneración, en la administración nacional, provincial o municipal. Se encuentra jerárquicamente dirigido por el funcionario público, por el agente de la administración nacional o provincial o municipal que tiene la representación del órgano, al frente del cual se encuentra, con facultades de voluntad y de imperium, con el ejercicio de la potestad pública. Es así como el concepto permite conocer que el funcionario público es agente que presta servicio permanente y que goza de una remuneración pagada por la Administración Pública en el nivel dentro del cual se desempeña, nacional, estadal o Municipal). De hecho, se ha de considerar en forma particular lo atinente a la Administración Pública, por ser en ella donde participa el funcionario público, tomando en cuenta que en la legislación ve nezolana se utilizan indistintamente los términos funcionario público, empleado público y servidor público, pero al hablar de Administración Pública se conoce como: “La actividad administrativa de los órganos del Estado en todas sus 11 escalas o jerarquías ... Constituye una función típica del Poder Ejecutivo nacional o provincial, y de los municipios. Sus actividades son las que regula el Derecho Administrativo ” (Ossorio, 1982) De igual forma, se ha de considerar que el Estado ha tenido un papel protagónico en la vida venezolana, motivado por los ingresos que derivan de la actividad petrolera, lo cual lo convierte por su condición de perceptor de dicho ingreso en el gran orientador de la actividad económica, apreciándose que el gasto y la inversión pública motorizan la economía, encontrándose presente el Estado en casi todos los sectores de la actividad económica, como financiador, como prestador de los servicios esenciales o como productor directo y por lo tanto, es uno de los administradores que actúa en la realidad venezolana. A través de la historia laboral venezolana, el Estado mediante el ejercicio de la administración pública ha sido interventor y regulador de la vida económica, perteneciendo a un sistema conocido como economía mixta, donde el papel del Estado va más allá de la simple regulación de la actividad desarrollada por los particulares y que puede intervenir en la producción de bienes y servicios. La Administración pública, al momento de analizar sus antecedentes se puede remitir a los mismos segmentos de nuestra historia, desde la independencia hasta la nueva democracia, siendo significativo el sello que se le daba a dicha administración conforme al tipo de gobierno de turno, 12 bien de tipo dictatorial como democrático, donde la actividad administrativa ha sido coordinada por el gobierno de turno, con sus respectivas particularidades, con su propio recurso humano y con sus objetivos y metas propuestas. Sobre las Jubilaciones y Pensiones, según Rondón (1987, p. 140) pueden ser definidas como “el derecho del trabajador al servicio de un ente público (con forma de derecho público o privado), que es equivalente en mayor o menor medida al sueldo que le correspondía durante el tiempo de su prestación de servicio activo, hasta la fecha de su muerte”. Por su parte la jurisprudencia ha definido la jubilación como: Una institución establecida por nuestra legislación en beneficio del trabajador, la cual se verifica con el transcurso del tiempo. Dicha institución tiene por finalidad la protección del trabajador y de su familia mediante el pago de una pensión vitalicia cuando éste finaliza la relación laboral con su patrono, una vez cumplido el tiempo útil en la empresa y reúna los requisitos previstos en la Ley como el número de cotizaciones y la edad allí señalada o en el contrato colectivo de trabajo cuando la jubilación es convencional (1997) En el caso concreto de los trabajadores del Estado, su régimen de Jubilaciones y Pensiones, como se señaló, se rige por la “Ley del Estatuto sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional, de los Estados y de los Municipios” 13 La Ley del Estatuto fue dictada en ejecución del artículo 2° de la Enmienda Constitucional N° 2 de la Constitución de 1961, en la cual se dispuso que: El beneficio de jubilación o de pensión se regulará en una Ley Orgánica a la cual se someterán todos los funcionarios o empleados públicos al servicio de la administración central o descentralizada de la República, de los estados o de los municipios, sólo podrá disfrutarse de más de una jubilación o pensión en los casos que expresamente se determine en dicha ley» A través de esa norma se confirió rango constitucional al derecho de jubilación de los funcionarios o empleados al servicio de la administración central o descentralizada, tales como los trabajadores de empresas públicas La Constitución de 1999 contiene varias disposiciones en relación con el derecho a la jubilación y se limita a delegar la materia al legislador nacional en el artículo 147, al establecer que “la ley nacional establecerá el régimen de las Jubilaciones y Pensiones de los funcionarios públicos y funcionarias públicas nacionales, estadales y municipales” La Ley del Estatuto contempla dos supuestos dentro de los cuales procede el derecho a la jubilación: el primero de ellos exige que el funcionario o empleado haya alcanzado la edad de sesenta (60) años, si es hombre, o de cincuenta y cinco (55) años si es mujer, siempre que hubiere cumplido por lo menos veinticinco (25) años de servicios. El segundo supuesto sólo exige, a los efectos del otorgamiento del beneficio, 14 que el funcionario o empleado haya cumplido treinta y cinco (35) años de servicios, independientemente de su edad. También se prevé la posibilidad de que el Presidente de la República en Consejo de Ministros establezca, por vía excepcional, requisitos especiales de edad y tiempo de servicios distintos a los previstos en la Ley del Estatuto. Igualmente, podrá el Presidente de la República otorgar Jubilaciones y Pensiones especiales a funcionarios que si bien no reúnen los requisitos de edad y tiempo de servicios exigidos por la Ley, cuentan con más de quince (15) años de servicios, siempre que medien circunstancias excepcionales que así lo justifiquen. Lo expuesto determina situaciones especiales a considerar en materia de seguridad social, específicamente lo atinente a las Jubilaciones y Pensiones en la Administración Pública, cuando en la misma se conoce la diferencia establecida en funcionarios públicos y funcionarios de las Empresas del Estado, derivado de la descentralización funcional, siendo evidente el manejo de la administración que conlleva trámites burocráticos, retrasos en su concesión y especialmente la falta de comunicación efectiva para que los venezolanos conozcan sus derechos y hagan efectivos sus reclamos cuando se coloquen en situación de disfrute del derecho a la jubilación. En atención al problema planteado se considera necesario analizar el marco legal de las Jubilaciones y Pensiones en la Administración Pública, 15 los referenciales del funcionariado, el carácter nacional que obliga el cumplimiento de la norma hasta el nivel municipal y también consideraciones previstas en proyectos de seguridad social, tratados y aún no legislados, por lo que se considera el aporte de la presente investigación valioso para la administración de los Recursos Humanos en la Administración Pública. 1.1. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA. De lo expuesto surge una serie de interrogantes que se plantean en la forma siguiente : ¿Cuál es el alcance del Régimen de Jubilaciones y Pensiones en la Administración Pública venezolana que permite al venezolano, por razón de edad, condiciones físicas o por sobreviviente percibir una remuneración calculada conforme a la normativa vigente ? ¿Cómo es la función pública en Venezuela en razón de su incorporación y adecuación al régimen de Jubilaciones y Pensiones que permita la incorporación del funcionario público al régimen de Jubilaciones y Pensiones? ¿Cómo se cumplen los procesos necesarios por parte del Estado para el otorgamiento de la jubilación al trabajador a fin de garantizarle el derecho que le corresponde? 16 ¿Cuáles son las condiciones de procedencia del derecho a la jubilación en el sector público para garantizar su concesión conforme a la normativa vigente? 2. 2.1. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN OBJETIVO GENERAL. Analizar el Régimen de Jubilaciones y Pensiones aplicado a los funcionarios de la Administración Pública en Venezuela . 2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. (a) Describir la función pública en Venezuela en razón de su incorporación y adecuación al régimen de Jubilaciones y Pensiones. (b) Analizar el cumplimiento de los procesos necesarios por parte del Estado para el otorgamiento de la jubilación y pensiones al trabajador a fin de garantizarle el derecho que le corresponde. (c) Determinar las condiciones de procedencia del derecho a las Jubilaciones y Pensiones en el sector público 3. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN. En el desarrollo de la presente investigación se pretende discernir acerca del Régimen de Jubilaciones y de Pensiones imperante en Venezuela para los funcionarios de la Administración Pública, como tema de Gerencia de Recursos Humanos atinente a la Seguridad Social, 17 permitiendo el conocimiento analítico de función pública, administración pública y seguridad social que vienen dificultando el verdadero sentido de asistencia social a quienes han cumplido requisitos establecidos en la normativa vigente para disfrutar de un derecho consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La investigación generará la discusión del tema relacionado con la seguridad social y el régimen de Jubilaciones y Pensiones imperante en Venezuela para los Funcionarios Públicos desde el punto de vista legal , a la luz de la normativa que derivan del Principio Constitucional establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo, la Ley Orgánica de la Administración Pública, Ley del Estatuto sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional, de los Estados y de los Municipios y demás instrumentos relacionados con la materia, lo cual constituye la justificación teórica de la investigación. De igual manera el problema objeto de la investigación permitirá la asistencia a fuentes bibliográficas y a expertos en la materia, mediante la aplicación de técnicas de análisis de contenido, así como la aplicación de instrumentos para la recolección de datos, su tabulación y análisis, siendo la justificación metodológica. Se persigue contribuir con lineamientos teóricos a fin de tratar de optimizar las responsabilidades y competencias del gobierno nacional en materia de Jubilaciones y Pensiones. De igual forma se justifica al permitir 18 exponer la necesidad de nuevos lineamientos en materia de Jubilaciones y Pensiones para una mayor eficiencia del régimen establecido, apartada del sentido del funcionariado, como tema ampliamente desarrollado en la literatura de la seguridad social y en el contexto constitucional de 1999., lo cual constituye la justificación práctica de la investigación. 5. DELIMITACIÓN Temática El tema objeto de la investigación corresponde al área de la Función Pública, específicamente, lo relacionado con el funcionario y la seguridad social. Geográfica La investigación se realizó, tomando en cuenta información recabada en la Secretaría de Educación del Estado Zulia. Temporal La información recabada corresponde al período 1999-2002