Comisión Interamericana de Derechos Humanos Situación de los derechos sexuales y reproductivos en Colombia Audiencia - 147º período de sesiones Documento de las peticionarias y los peticionarios Bogotá D.C., marzo 7 de 2013 Resumen: El presente documento pretende alarmar a la Honorable Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en Colombia no existe una Institución Nacional de Derechos Humanos que garantice de manera interrelacionada, interdependiente e indivisible los derechos humanos de todas las poblaciones vulnerables, incluidas las mujeres, niñas y población LGBTTI. Por el contrario, el Procurador General de la Nación, máximo garante de derechos humanos de acuerdo con la Constitución, es un funcionario que no cumple con el principio de imparcialidad, al desconocer la existencia de un tipo de derechos humanos, los sexuales y reproductivos, y los de la población LGBTTI, y al abusar de su poder para hostigar, perseguir y criminalizar a defensoras y defensores de estos derechos. La anterior conducta se refleja en tres casos concretos: el hostigamiento y persecución de un funcionario de la Procuraduría General de la Nación por su labor de promoción de los derechos LGBTTI y su orientación sexual, la criminalización del ejercicio legítimo de acciones judiciales para garantizar el derecho a la información por una defensora de derechos sexuales y reproductivos, y el hostigamiento y persecución de las defensoras y defensores de derechos sexuales y reproductivos de la sociedad civil y de la administración municipal de la segunda ciudad más importante de Colombia, por la iniciativa conjunta de establecer una clínica de atención integral en salud para las mujeres. La inexistencia de mecanismos efectivos de control para frenar el abuso de poder de este funcionario, pone a defensoras y defensores de los derechos sexuales y reproductivos, y de la población LGBTTI en una posición de alta vulnerabilidad, y a las violaciones de estos derechos, en un escenario de impunidad. El Estado colombiano debe asegurar la protección de todos los derechos humanos, y tomar las medidas para legitimar, garantizar y promover la labor de defensa de los derechos humanos sexuales y reproductivos, y de la población LGBTTI. 1 1. Introducción La presente audiencia se ha solicitado a la Honorable CIDH para poner en su conocimiento las situación de riesgo para los derechos humanos, sexuales y reproductivos de las mujeres y de la población de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas, transexuales e intersexuales – LGBTTI; así como las dificultades, hostigamiento, persecución y criminalización de la labor de las defensoras y defensores de estos derechos en Colombia, por la gestión parcializada y contraria al estándar interamericano por parte de la Procuraduría General de la Nación de la República de Colombia, encabezada por el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez Maldonado, y sus procuradoras y procuradores delegados. Esta crisis de derechos humanos nace de la inexistencia de un mecanismo estatal efectivo e imparcial de protección a los mismos. La Procuraduría General de la Nación, máximo órgano garante de estos derechos en el país, no sólo desconoce la existencia de ciertos derechos, sino también falta a su función de promoción, empoderamiento y garantía a favor de la labor de los defensores y defensoras de los derechos sexuales y reproductivos y los de la población LGBTTI, poniendo en peligro los principios de pluralismo, transparencia y equilibrio de los poderes propios de un Estado democrático. Así, inicialmente señalaremos la competencia constitucional y legal de la Procuraduría General de la Nación, luego precisaremos los tipos de persecución, hostigamiento y criminalización a los que sistemáticamente nos enfrentamos las defensoras y defensores de DSR y de Población LGBTTI en Colombia por parte de la PGN, pasaremos a dilucidar cómo el poder desbordado del Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, ha quebrantado los principios democráticos interamericanos, así como el Estado social y democrático de derecho en Colombia, y finalmente presentaremos algunas conclusiones y solicitudes a la CIDH. 2. El mandato constitucional de la Procuraduría General de la Nación como Institución Nacional de Derechos Humanos. La Constitución Política Colombiana de 1991 asignó al Ministerio Público “la guarda y promoción de los Derechos Humanos, la protección del interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas”, al tiempo que estableció su composición por 3 instituciones: La Procuraduría General de la Nación (PGN), La Defensoría del Pueblo y las Personerías. Las dos primeras son instituciones de carácter nacional, mientras que las Personerías Municipales y Distritales corresponden al ámbito local. La Carta Fundamental Colombiana dispuso que fuese el Procurador General de la Nación el supremo director del Ministerio Público, y que éste fuera elegido por el Senado de la República, de una terna compuesta por candidatos del Presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. Dentro del mandato constitucional al Procurador General de la Nación, sus delegados y agentes destacamos las siguientes funciones: 1) Proteger los Derechos Humanos y asegurar su 2 efectividad; 2) Vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos; 3) Defender los intereses de la sociedad; 4) Defender los intereses colectivos; 5) velar por ejercicio diligente y eficiente de las funciones administrativas; ejercer vigilancia superior de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas, inclusive las de elección popular; ejercer preferentemente el poder disciplinario; adelantar las investigaciones correspondientes e imponer las respectivas sanciones conforme a la ley; 6) intervenir en los procesos y ante las autoridades judiciales o administrativas, cuando sea necesario en defensa del orden jurídico, del patrimonio público, o de los derechos y garantías fundamentales y 7) exigir a los funcionarios públicos y a los particulares la información que considere necesaria. Es importante advertir que para el cumplimiento de estas funciones, la PGN cuenta con atribuciones de Policía Judicial y puede interponer las acciones que considere necesarias1. Adicionalmente, la Constitución Política Colombiana asigna directamente al Procurador General de la Nación, entre otras, las siguientes funciones: 8) Rendir concepto en los procesos de control de constitucionalidad; 9) Emitir conceptos en los procesos disciplinarios que se adelanten contra funcionarios sometidos a fuero especial; 10) Exhortar al Congreso para que expida leyes que aseguren la promoción, el ejercicio y la protección de los Derechos Humanos y exigir su cumplimiento a las autoridades competentes, 11) Desvincular al funcionario público que incurra en infracción manifiesta de la Constitución o la ley, obstaculice en forma grave las investigaciones que realice la Procuraduría o una autoridad administrativa o jurisdiccional, o que obre con manifiesta negligencia en la investigación y sanción de faltas disciplinarias de los empleados o en la denuncia de los hechos punibles de los que tenga conocimiento en razón del ejercicio de su cargo y 12) Nombrar y remover, de conformidad con la ley, los funcionarios y empleados de la PGN.2 Todas estas funciones se despliegan a través de 3 ámbitos misionales principales: La función disciplinaria, la función de intervención judicial o administrativa y la función preventiva. En el ámbito de los Derechos Humanos, la función disciplinaria debe activarse para individualizar, investigar y sancionar a los funcionarios que violan los Derechos Humanos previstos en la Constitución Política y los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos aprobados y ratificados por el Estado Colombiano; la función de intervención judicial y administrativa busca que en todo proceso judicial o en las actuaciones de los funcionarios públicos y los particulares que cumplen funciones públicas o prestan un servicio público se respeten los derechos y garantías fundamentales así como el orden jurídico, en este caso la PGN adquiere la calidad de “parte procesal”; finalmente la función preventiva, como su nombre lo indica, está encausada para prevenir violaciones a los Derechos Humanos por parte de autoridades y particulares que cumplen funciones públicas o prestan un servicio público. 1 2 Colombia. Constitución Política de 1991, artículo 177. Ibíd. Artículo 278. 3 Conforme a lo anterior es necesario concluir que, conforme al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la Nación es una Institución Nacional de Derechos Humanos y, en el mismo sentido y en tanto órgano de control, su rol es determinante para que el Estado Colombiano cumpla los compromisos internacionales de respeto y garantía de los derechos humanos aprobados y ratificados mediante tratados y el deber de adopción de disposiciones de derecho interno para el cumplimiento de las anteriores. 3. Persecución de Defensoras y Defensores de Derechos Sexuales y Reproductivos y de población LGBTI por parte de la Procuraduría General de la Nación. 3.1. Obstaculización, persecución y criminalización de las labores y las defensoras de los derechos reproductivos de las mujeres en Colombia Pese a que la obligación principal de la PGN como Institución Nacional de Derechos Humanos es, justamente, promoverlos de conformidad con los estándares internacionales aplicables en la materia, el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, y su actual administración, mediante el abuso y extralimitación de sus funciones públicas, ha incurrido de forma sistemática en conductas que han derivado directa e indirectamente en la grave vulneración de los derechos humanos, sexuales y reproductivos en Colombia (en adelante DSYR). Una de ellas, ha sido la obstaculización de la defensa de estos derechos realizada por los movimientos de mujeres, de un lado, y de otro, de la población de lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas, transexuales e intersexuales –LGBTTI. Como se demostrará en adelante, la fundamentación de estas actuaciones se basa en una interpretación restrictiva y fundamentalista por parte de la Procuraduría, del contenido y alcance de los derechos humanos sexuales y reproductivos, según la cual, el ejercicio de algunos de estos por parte de las mujeres, las adolescentes y las niñas, así como de la población LGBTTI, resulta antinatural y contrario a la moral social. Es así como se ha considerado por parte de esta entidad que el derecho constitucional3 de optar por y acceder a un servicio seguro de Interrupción Voluntaria del Embarazo - IVE en caso de acceso carnal violento o abusivo, riesgo para la vida o salud (física y/o mental) de la mujer por el embarazo o de malformaciones del feto incompatibles con la vida, no existe4, razón por la cual estas mujeres deben ser criminalizadas y penalizadas5. Asimismo, el ejercicio de estos derechos por parte de los segundos, se ha calificado abiertamente de antinatural por parte del actual Procurador, en varios documentos publicados con anterioridad a su nombramiento en la Procuraduría. 3 Colombia. Corte Constitucional, sentencia T-388 de 2009. Colombia. Procuraduría General de la Nación. Carta de 2 de marzo de 2010, dirigida al Superintendente Nacional de Salud de parte de la Procuradora Delegada para la Infancia, la Adolescencia y la Familia, Ilva Myriam Hoyos Castañeda. 5 Colombia. Procuraduría General de la Nación, II Informe de Vigilancia Superior a la Implementación de Sentencia C – 355 de 2006, p. 35. En el caso de la sentencia T – 585 de 2010, la Procuradora Delegada Hoyos compulsó copias a la Fiscalía General de la Nación para investigar la conducta de una mujer a la que se le negó el acceso a un aborto legal y fue protegida por la Corte Constitucional. 4 4 Lo anterior se agrava por el hecho de la omisión absoluta por parte de otras entidades del Estado con funciones en materia de derechos humanos, de interponer acciones de control tendientes a mitigar los efectos adversos del uso abusivo y extralimitado del poder de la PGN, de forma que se garanticen la vida, la dignidad, la seguridad, la libre determinación de la personalidad y, en general, los derechos humanos de estos dos grupos poblacionales en Colombia. Desde el 2009, cuando el actual Procurador General de la Nación fue elegido por el Congreso de la República para un primer período, las y los defensores de derechos humanos, sexuales y reproductivos y población LGBTTI alertaron sobre el posible ejercicio parcializado y amenazas de su función en contra de los derechos de estos grupos de población. Innumerables grupos hicieron uso de los mecanismos de control y participación ciudadana para denunciar las evidencias concretas de que él y sus agentes obstaculizan y desconocen los derechos adquiridos por las personas que integran estas poblaciones. Sin embrago, el Estado colombiano no ha tomado las medidas necesarias para frenar el abuso del poder de dicha institución que viola los derechos y principios democráticos del Estado, razón por la cual estamos acudiendo y solicitando ante Ustedes como Comisión Interamericana de Derechos Humanos la adopción de mecanismos de protección de nuestra labor y derechos que defendemos. Un ejemplo del uso abusivo del poder y la intimidación a las defensoras de los DSR por parte de la PGN, se encuentra en la segunda ciudad más grande e importante de Colombia: Medellín. Allí la situación de garantía de derechos de las mujeres es particularmente grave con relación a todo el país6: Es así, como entre el año 2005 y octubre de 2011, en esta localidad se registraron 26.419 mujeres víctimas de violencia intrafamiliar7, 2.120 de violencia sexual8 y entre 1997 y 2010, 92.9339 de ellas fueron desplazadas. Ante ese panorama, en el 2007 las feministas y organizaciones defensoras de los Derechos de las Mujeres, concertaron con los candidatos a la alcaldía la creación de una Clínica de las Mujeres. Dicha Clínica atendería las necesidades de esta población desde un enfoque diferencial en salud mental, salud sexual y reproductiva y afectaciones derivadas del conflicto armado. Tal política se consolidó mediante su inclusión en el Plan de Desarrollo presentado en el 2008 por el alcalde 6 Las mujeres y las niñas enfrentan permanentes riesgos para su salud y su vida como consecuencia de la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos. Según un estudio del Instituto Guttmacher (2011), en Colombia se practican cerca de 400.400 abortos inducidos cada año . Tan solo 322 (0.08%) de estos abortos fueron Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) practicadas en instituciones de salud. Se estima que, cada año, 132.000 mujeres sufren complicaciones debido a abortos inducidos practicados en condiciones clandestinas. La tasa de complicaciones en las mujeres pobres del medio rural es la más alta (53%) . “Desafortunadamente, una quinta parte del total de mujeres que sufren complicaciones postaborto no reciben tratamiento alguno; y esas mujeres no tratadas son especialmente propensas a sufrir consecuencias de largo plazo”. Disponible en: http://www.guttmacher.org/pubs/Embarazo-no-deseado-Colombia.pdf 7 olet n de prensa, secretaria de las ujeres alcald a de edell n 25 de ov. de 2011. Fuente. eg n el istema de Informaci n para la Seguridad y Convivencia –SISC. 8 olet n de prensa, secretaria de las ujeres alcald a de edell n 25 de ov. de 2011. Fuente. eg n el istema de Informaci n para la Seguridad y Convivencia –SISC9 Ib d. g 28 5 electo y aprobado luego por el Concejo Municipal con las apropiaciones presupuestales necesarias. La respuesta del Procurador General de la Nación no se hizo esperar, pues en el 2009 de manera exacerbada y persecutoria mediante sus funciones de control preventivo, creó un “Grupo Especial”10 con amplísimas funciones, responsable del seguimiento a las dependencias a cargo de la implementación del proyecto. Dicho grupo entorpeció la implementación de esta innovadora política pública y con sus acciones dio lugar a la persecución de los funcionarios y funcionarias que participaban en ella, así como a la estigmatización de las feministas y defensoras de DDHH que apoyaron a la administración municipal en su diseño. a. b. c. d. Mediante tal “Grupo Especial” el Procurador Alejandro Ordoñez, responsable de velar por el cumplimiento y garantía de los DDHH de las mujeres, definidos en instrumentos legales como la Convención Belem do Pará, contrario dicho mandato y otras obligaciones constitucionales y legales de carácter nacional e internacionales, pues: Elaboró un informe que incluyó información tergiversada e incorrecta del proyecto, que tuvo como resultados: la confusión de las autoridades responsables de su ejecución y la suspensión del mismo11. Exigió que el proyecto fuera liderado exclusivamente desde la Secretaria de Salud, con el fin de eliminar los enfoques de género y DDHH que aportaba la Secretaría de las Mujeres, así como de limitar los derechos a la participación y a la asociación de las organizaciones y defensoras de los derechos de las mujeres12 pioneras de la iniciativa. Presiono y persiguió a los funcionarios y funcionarias responsables de la ejecución de la propuesta, por medio de su hostigamiento y amenaza de criminalización, a partir de: La amenaza de apertura y posterior inicio de investigaciones en su contra por la asignación presupuestal del proyecto. Exigencias que buscaban la realización de actos inconstitucionales como la exclusión del portafolio de servicios de la Clínica, de la Interrupción Voluntaria de Embarazo (legal en Colombia desde el 2006), a cuyo cumplimiento se negaron las secretarias de las Mujeres y de Salud, reconocidas en la ciudad y el país por su trabajo a favor de los DDHH de las mujeres, por cuya oposición fueron removidas de sus cargos por el Alcalde. Los agentes de la Procuraduría insistieron en contrariar las recomendaciones de la Comisión Interamericana de DDHH en lo relativo a la prohibición de injerencias ilegales, abusivas y arbitrarias que obstaculicen el activismo en DDHH, pues no sólo ha torpedeado el liderazgo 10 rocuradur a Delegada para la defensa de los derechos de la infancia, la adolescencia y la familia. Informe royecto “Cl nica de la mujer‟. Febrero, 2011. pp. 7 y ss. Obtenido de: http://bit.ly/youOco. (Consulta: 4 de octubre de 2011). 11 Ibíd. 12 Con ello, el rocurador desconoci las recomendaciones que la CIDH hace a los Estados en su “II Informe sobre la Situación de las Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en las Américas” frente a la obligación de garantizarle a estos grupos, los derechos a la participación y al ejercicio de la libertad de asociación. CIDH, II Informe sobre la Situación de las Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en las Américas, 31 Diciembre 2011, párr. 533, Artículo 3d de Estatuto y Funcionamiento de las Instituciones Nacionales de Protección y Promoción de los Derechos Humanos, adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 48/134 de 20 Diciembre 2003. Disponible en: http://www1.umn.edu/humanrts/instree/Sparisprinciples.pdf 6 que en el Proyecto tuvieron activistas y defensoras de los DDHH de las mujeres, niñas y jovenes, sino que ha promovido su deslegitimación y descrédito público, poniendo en riesgo no sólo su trabajo, sino su integridad. Desde el 2012 y en atención a las múltiples demandas de la sociedad civil, las autoridades locales retomaron la iniciativa, pero debido a la permanencia de Alejandro Ordoñez en la Procuraduría en atención a su reelección cuatro años más, nuevamente este ha iniciado sus actividades de persecución. Es así como a la fecha, la Procuraduría General de la Nación so pretexto de su función preventiva, busca a toda costa torpedear la ejecución de esta política pública, que como se indicó, beneficia a todas las mujeres de la ciudad y de forma especial a aquellas víctimas de la violencia de género, incluida la sexual, al garantizarles el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva sin restricción alguna. Sin embargo, este no es el único caso de persecución a defensoras y defensores de DSYR, mediante el abuso abusivo y extralimitado del poder público de esta entidad, para obstaculizar la materialización de estos derechos en Colombia. En septiembre de 2011, 1280 mujeres en edad reproductiva, lideradas por la ONG Womens Link Worldwide, interpusieron un recurso de amparo o acción de tutela13 en contra del Procurador y dos de sus Delegadas por la violación del derecho a la información y la consecuente afectación de sus DSYR, a partir de la divulgación de información falsa, incompleta y tergiversada sobre la educación sexual, la anticoncepción y la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). La acción fue negada en primera y segunda instancia, pero en enero de 2012 fue seleccionada por la Corte Constitucional para su revisión. A pesar de tratarse del ejercicio de un Derecho previsto en el Sistema Interamericano y en la Constitución Política colombiana, la respuesta de la PGN, como principal institución nacional de Derechos Humanos, fue la persecución y el hostigamiento de las defensoras de los DSYR de las colombianas. En efecto, la Procuradora Delegada para la infancia, la adolescencia y la familia, Ilva Myriam Hoyos, una de las directivas contra la que se había dirigido la acción de tutela antes mencionada, demandó penalmente por injuria y calumnia a la directora de programas de Women´s Link Worldwide y defensora de derechos humanos, Mónica Roa. En la audiencia de conciliación previa al inicio de la actuación penal (requisito en el procedimiento penal colombiano), la procuradora Hoyos estableció como condición para retirar los cargos, la retractación de todas las críticas realizadas a su labor como servidora pública realizadas en la acción de tutela y reproducidas en los medios de comunicación. 13 La acción de tutela en Colombia corresponde al recurso previsto en el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, al que se obliga Colombia como Estado Parte y que constituye en sí mismo el Derecho a la Protección Judicial. 7 En sentencia T-627 del 10 de agosto de 201214, dada a conocer el 11 de septiembre de 2012, la Corte Constitucional decidió la tutela a favor de las 1280 mujeres y ordenó al Procurador y sus Delegadas, rectificar las declaraciones realizadas en calidad de servidores públicos, que atentaban contra el derecho a la información en materia reproductiva, y afectaban otros derechos sexuales y reproductivos, incluida la educación sexual, el acceso a toda la gama de anticonceptivos y el derecho fundamental a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Así mismo, les ordenó rectificarse por los mismos medios y con la misma publicidad usada originalmente. A pesar de que la Corte Constitucional estableció que en efecto la información presentada por la Procuraduría General de la Nación había sido falsa, incompleta y tergiversada, dando la razón a las 1280 mujeres firmantes de la tutela, incluida Mónica Roa, actualmente el proceso penal por injuria y calumnia en contra de esta defensora continúa su trámite. No podemos dejar de mencionar que el Estado colombiano ha sido llamado por el Comité de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer a realizar esfuerzos para combatir los estereotipos que perpetúan la discriminación directa e indirecta de la mujer (CEDAW/C/COL/CO/6, Recomendación 25). Sin embargo, en su último informe presentado al Comité de Seguimiento de la Convención, el Estado presenta las actuaciones de la Procuraduría como avances en relación los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Colombia, evidenciando no sólo su connivencia y aceptación de la reiterada extralimitación de sus funciones por parte de la Procuraduría, en su constante y abierto incumplimiento de la Constitución, la ley y las órdenes judiciales; sino también, pone de presente la ausencia de una política pública estructural de protección y seguimiento a la garantía efectiva de los derechos humanos, sexuales y reproductivos en el país. 3.2. Obstaculización y hostigamiento a los derechos y labor de defensa de los derechos de la población LGBTTI En el caso de los derechos de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas, transexuales e intersexuales (LGBTTI), la gestión de la actual administración de la Procuraduría, no es menos contraria al Sistema Interamericano de Protección de Derechos. Desde el año 2009, la Procuraduría se ha opuesto sistemáticamente al reconocimiento de los derechos de la población LGBTTI, lo cual se ha manifestado a través de conceptos negativos emitidos a través de intervenciones ante la Corte Constitucional15 y la interposición de acciones de nulidad en contra 14 Colombia. Corte Constitucional. Sentencia T-627 de 2012. Magistrado Ponente: Humberto Sierra Porto. (Un resumen de la sentencia se puede consultar el Observatorio de Justicia y G nero de omen s ink orldwide: http://bit.ly/ I y i). 15 La Procuraduría General de la Nación ha emitido conceptos negativos en los siguientes casos: Sentencia C-802 de 2009 (Inhibitoria sobre adopción para las parejas del mismo sexo); Sentencia C-886 de 2010 (Inhibitoria de matrimonio para parejas del mismo sexo); Sentencia C-283 de 2011 (Porción conyugal para las parejas del mismo sexo); Sentencia C- 577 de 2011 (Extiende el concepto de familia a las parejas del mismo sexo y condiciona a dos años el matrimonio entre parejas del mismo sexo); y Sentencia C-238 de 2012 (Extiende como beneficiarias de la sucesión intestada (herencia) a la pareja del mismo sexo). 8 de sentencias que han reconocido derechos a este grupo de la población16. Además, la Procuraduría General de la Nación, a través de su Procuradora Delegada para la Infancia, la Adolescencia y la Familia, ha usado sus facultades para intervenir en el control y garantía del debido proceso en los temas relativos a adopciones. Los conceptos de la Procuraduría promueven una interpretación jurídica de la legislación interna que desconoce los derechos de la población LGBTTI y que refuerzan los estigmas, prejuicios e imaginarios arraigados en la sociedad colombiana que consideran a las orientaciones sexuales e identidades de género diversas, como conductas propias de individuos “anormales” o enfermos”, sin idoneidad para conformar una familia merecedora de la misma dignidad y protección jurídica que la llamada familia “tradicional” o “mayoritaria”, compuesta por un hombre y una mujer. La ley colombiana no prohíbe la adopción de niños y niñas por parte de personas con orientación sexual o identidad de género diversas17. Por su parte, los Lineamientos Técnicos del Programa de Adopciones18 no establecen que deba indagarse por la orientación sexual de los adoptantes como requisito de idoneidad19. Sin embargo, el procurador ha desplegado una serie de actividades dirigidas a evitar que la población LGBTTI, ya sea como pareja o individualmente, pueda adoptar menores de edad, como se explica a continuación. De manera inusual en los procesos de adopción, el Procurador ha dispuesto el nombramiento de comisiones especiales para vigilar los procesos iniciados por personas LGBTTI o parejas del mismo sexo, basando su gestión en prejuicios y estereotipos discriminatorios relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, por lo cual se extralimita en sus funciones. A través del nombramiento de estas comisiones se ha buscado obstruir e impedir el ejercicio de derechos de las personas LGBTTI que han pretendido adoptar, profundizando aún más la discriminación en contra de esta población. La situación ha llegado al extremo de que la Procuradora Delegada para la defensa de los derechos de la infancia la adolescencia y la familia, Ilva Myriam Hoyos, solicitó a la Fiscalía General de la Nación que investigara todas las adopciones individuales hechas por personas LGBTTI, por considerar que se podría haber 16 La Procuraduría General de la Nación ha emitido conceptos negativos en los siguientes casos: Sentencia C-802 de 2009 (Inhibitoria sobre adopción para las parejas del mismo sexo); Sentencia C-886 de 2010 (Inhibitoria de matrimonio para parejas del mismo sexo); Sentencia C-283 de 2011 (Porción conyugal para las parejas del mismo sexo); Sentencia C- 577 de 2011 (Extiende el concepto de familia a las parejas del mismo sexo y condiciona a dos años el matrimonio entre parejas del mismo sexo); y Sentencia C-238 de 2012 (Extiende como beneficiarias de la sucesión intestada (herencia) a la pareja del mismo sexo). 17 Colombia. Congreso de la Rep blica. ey 1098 de 2006 (8 de noviembre) “ or la cual se expide el C digo de Infacia y la Adolescencia”. Art culo 68. 18 Colombia. Ministerio de la Protección Social. Lineamientos Técnicos Programa de Adopciones. 2007. Obtenido de http://bit.ly/X9ZqOQ (fecha de consulta: 23 de octubre de 2012). 19 De conformidad con la ley colombiana, la adopción de niños y niñas se realiza mediante un trámite administrativo adelantado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, cuya legalidad se controla por los jueces de familia (así lo establece la ley 1098 de 2006). 9 incurrido en el delito de adopción irregular20. Así mismo, expidió oficios exigiendo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) información para establecer si se habían presentado adopciones individuales por parte de personas LGBTTI con el pretexto de proteger debidamente los derechos fundamentales y el interés prevalente de los menores de edad que se encuentran en condiciones de adoptabilidad o han sido ya entregados en adopción. También citó a un defensor de derechos de población LGBTTI que había hecho pronunciamientos públicos respecto de la adopciones por parte de población LGBTTI para que rindiera una declaración formal con el fin de señalar cuáles habían sido los funcionarios públicos que habían autorizado adopciones a personas LGBTTI solteras. El nombramiento de comisiones especiales para la revisión de procesos de adopción amparados en esa supuesta afectación a los derechos de los niños y niñas, por la orientación sexual de los padres y madres adoptivos, constituye una violación del derecho al debido proceso y a la igualdad, por cuanto dichas comisiones no operan cuando los posibles adoptantes son heterosexuales. A través de sus acciones, la Procuraduría ha desconocido que la orientación sexual es una categoría prohibida de discriminación, según lo ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos21. La persecución contra la población LGBTTI por parte de la Procuraduría General de la Nación, encabezada por Alejandro Ordoñez Maldonado, no ha sido únicamente externa. Daniel Antonio Sastoque Coronado era un servidor público de dicha entidad, defensor de derechos humanos, con amplia experiencia en sexualidad, género y derechos de población LGBTTI, que prestaba sus servicios en la Procuraduría Delegada para la Prevención en materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos. En 2010, su trabajo institucional en el marco de la Acción Preventiva No 04 “Fortalecimiento de la Función Preventiva de la PGN en materia de derechos de la población LGBTTI”, fue censurado toda vez que las acciones propuestas, especialmente la capacitación que adelantaba a más de 300 funcionarios de dicha entidad, se basaban en el estándar internacional que vincula al Estado colombiano y en la jurisprudencia de la Corte Constitucional colombiana, que reconocen a las personas LGBTTI como titulares plenas de todos los derechos previstos en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, especialmente el Sistema Interamericano de Protección, estándar que había sido criticado recurrentemente por el Procurador General de la Nación en sus textos, especialmente en su publicación “Hacia el libre desarrollo de nuestra animalidad”22. Como castigo a su función, fue trasladado a una oficina territorial para realizar funciones diferentes a las de su perfil como defensor de derechos humanos del sector público y en dicha 20 Procuraduría General de la Nación, Procuraduría General de la Nación solicita a la Fiscalía General y al ICBF investigar adopciones irregulares llevadas a cabo por parte de personas homosexuales, Boletín 176, 24 de febrero de 2011. Obtenido de http://bit.ly/TwA5PD (fecha de consulta: 23 de octubre de 2012). 21 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Párrs. 83 y ss. 22 Op. Cit. ORDO E A DO ADO, Alejandro. Hacia el libre desarrollo de la animalidad. niversidad anto om s. Bucaramanga, 2003. 10 dependencia fue víctima durante más de un año de tratos crueles, inhumanos y degradantes, producto de la persecución homofóbica dada su orientación homosexual, a través de la descalificación recurrente de su trabajo, el envío de comunicaciones homofóbicas, el daño a sus bienes personales y la fijación de carteles homofóbicos en su oficina, conductas en las que participaron varios servidores liderados por un funcionario provisional amigo personal y de fe del procurador general de la nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, quien a pesar de haber reconocido públicamente su participación en dichos actos nunca fue sancionado. Por el contrario, Daniel Antonio Sastoque Coronado sí fue objeto de múltiples investigaciones disciplinarias por promover “el homosexualismo” y participar de la campaña de la Sociedad Civil “Monseñor Procurador se equivocó de Profesión”, varias de ellas violando sus derechos fundamentales al debido proceso y a la defensa técnica. Finalmente, la persecución institucional de este defensor de derechos humanos lo compelió a renunciar a su cargo de carrera administrativa en diciembre de 2011. Con base en un documento falso23, se contrató a una persona ajena a la entidad24, que dio un taller a 8 funcionarios para promover las ideas que sobre el homosexualismo defiende el sr. Ordónez, con base en contenidos misóginos, sexistas y homofóbicos, y no se continuó con la Acción Preventiva que adelantaba Daniel Sastoque. 4. Ruptura de los Principios del Estado Social y Democrático de Derecho. El fin principal de un Estado social y democrático de derecho es el reconocimiento de sus habitantes como titulares de derechos y por ende el respeto y garantía de sus derechos humanos. Conforme a la Carta Democrática Interamericana y la Constitución Política colombiana, la separación e independencia de los poderes públicos y el respeto al Estado de derecho son principios fundantes de la democracia interamericana, así como la eliminación de todas las formas de discriminación. A pesar de ello, la PGN, en cabeza de Alejandro Ordóñez Maldonado, sus procuradoras delegadas han quebrantado los principios del Estado social y democrático de derecho en Colombia al disponer de sus funciones constitucionales y legales al servicio de sus convicciones personales sobre los DSYR, desconociendo, además, el principio de imparcialidad debido a la función pública, y el estándar internacional interamericano en materia de DSYR, especialmente de las mujeres, las adolescentes y las niñas, así como de los derechos de las personas LGBTTI en Colombia. Como se expuso en el aparte anterior de este documento, el uso abusivo de sus funciones se ha traducido en una violación sistemática y generalizada de los derechos humanos y fundamentales de estos dos grupos poblacionales, situación que evidencia una tendencia a la persecución política y judicial de las defensoras y los defensores de los DSYR, para incorporar en las políticas públicas interpretaciones que restringen estos derechos en Colombia. 23 Certificación del 19 de octubre de 2010 de la Procuraduría general de la Nación. Contrato 207 – 087 – 2010. Suscrito entre Victor Manuel Diaz Soto y el Instituto de Estudios del Ministerio Público. 24 11 Utilizar las facultades institucionales, no para promover y proteger los derechos humanos, sino para vulnerarlos, para discriminar, para producir daños y generar riesgos a las niñas, las adolescentes, las mujeres y la población LGBTTI y perseguir, hostigar, criminalizar y castigar a sus defensoras y defensores es un comportamiento que va en clara contravía a los valores y principios interamericanos, plasmados en los distintos instrumentos normativos vinculantes para el Estado colombiano. Existen dos problemas principales a los que se enfrentan las defensoras y los defensores de DSYR y de la población LGBTTI en Colombia respecto de la gestión del Procurador General de la Nación, sus procuradoras y procuradores delegados y demás agentes: 1) La falta de imparcialidad en su gestión, y 2) La falta de control político, disciplinario y penal a la persona del procurador general, sus delegadas y delegados y demás agentes por el abuso reiterado y sistemático de sus funciones públicas en tratándose de DSYR de las mujeres y la población LGBTTI, así como la persecución, hostigamiento y criminalización a la labor de las defensoras y defensores de estos derechos. 4.1.Falta de imparcialidad en la gestión de la PGN Los funcionarios públicos deben ser imparciales y deben parecerlo ante la ciudadanía. Esta es la conclusión que se desprende de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Europea de Derechos Humanos en materia de imparcialidad judicial, acogida por la Corte Constitucional, y aplicable a todo funcionario público, de acuerdo con el diseño del Estado Social de Derecho colombiano y los pronunciamientos del Comité de Derechos Humanos y del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al interpretar el artículo 2, parágrafo 3, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos25, señaló que los mecanismos administrativos (no judiciales) que deben ser establecidos por los Estados partes para cumplir 25 “Artículo 2 1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. 2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter. 3. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial; c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso.” 12 con la obligación de investigar las violaciones de derechos humanos, debe hacerse a través de órganos independientes e imparciales26, cuestión que no está asegurada en Colombia. Así mismo, el Comité para la Eliminación de Discriminación en contra de la Mujer, al referirse a la situación de México27, requirió al Estado, en el contexto de su obligación de eliminar toda forma de violencia en contra de las mujeres, para que garantizara a la Procuradora Especial para las ofensas relacionadas con los Actos de Violencia contra las Mujeres, la autoridad y los recursos necesarios para permitirle cumplir su función de manera independiente e imparcial. La imparcialidad tiene un aspecto subjetivo y otro objetivo. El primero, consiste en la inexistencia de un prejuicio personal. El segundo, implica la existencia de garantías suficientes de índole objetiva que permitan erradicar toda duda que la comunidad pueda albergar sobre la ausencia de imparcialidad28. Esta garantía de imparcialidad está ligada directamente con el derecho al debido proceso y con la confianza que debe guardarse en las instituciones en una sociedad democrática29. Por lo expuesto a lo largo de este documento, sería posible afirmar que la violación por parte del Estado a este principio, ha derivado en el incumplimiento de las disposiciones de convenciones internacionales como la Belem do Para, la Declaración de libertad de expresión y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros instrumentos como las resoluciones de DDHH y orientación sexual de instancias internacionales; es decir, a la violación de los derechos humanos, SYR en Colombia. A esto se debe adicionar, el hecho de que la Procuraduría no ha adelantado acción alguna para investigar y sancionar a servidoras y servidores públicos que hayan vulnerado los DSYR de las niñas, las adolescentes y las mujeres, así como a quienes violentan y discriminan a la población LGBTTI). 5. Inexistencia de control al Procurador General de la Nación producto del uso indebido y abusivo del poder disciplinario y preventivo El poder que ha concentrado el Procurador General de la Nación mediante el abuso de sus funciones, se proyecta mediante la intimidación a las y los servidores públicos en todos los niveles y le ha servido para la campaña reciente que culminó con su reelección por otros cuatro 26 General Comment No. 31 [80] Nature of the General Legal Obligation Imposed on States Parties to the Covenant: 26/05/2004. CCPR/C/21/Rev.1/Add.13. (General Comments). 27 Committee on the Elimination of Discrimination against Women, Thirty-sixth session, 7-25 August 2006, Concluding comments of the Committee on the Elimination of Discrimination against Women: Mexico, 25 August 2006, 28 Corte Europea de Derechos Humanos: Piersack v. Belgium, sentencia del 1 de octubre de 1982; De Cubber v. Belgium, sentencia del 26 de octubre de 1984;Fey v. Austria, sentencia del 24 de febrero de 1993; Pullar v. United Kingdom, sentencia del 10 de junio de 1996; Remli v. France, sentencia del 23 de abril de 1996; Morris v. The United Kingdom, sentencia del 26 de febrero de 2002; Pabla ky v. Finland, sentencia del 22 de junio de 2004. Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, sentencia del 2 de julio de 2004; Caso Palamara Iribarne vs. Chile, sentencia del 22 de noviembre de 2005; Caso Apitz Barbera y otros vs. Venezuela, sentencia del 5 de agosto de 2008; Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela, sentencia del 30 de junio de 2009; Caso Usón Ramírez vs. Venezuela, sentencia del 20 de noviembre de 2009. 29 Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, sentencia del 2 de julio de 2004; Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela, sentencia del 30 de junio de 2009. 13 años. En su primer periodo, Alejandro Ordóñez Maldonado fue postulado por el Consejo de Estado (Máximo Tribunal de lo Contencioso Administrativo) y para el segundo período por parte de la Corte Suprema de Justicia, la elección constitucionalmente está asignada al Senado de la República. Conforme a la normatividad vigente en Colombia, es justamente el Congreso de la República quien ejerce el control político del Procurador General, y la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes es su juez natural en materia penal, pero el Procurador General de la Nación ejerce sobre aquellos el poder disciplinario. Esto evidencia la ventaja de poder que ostenta la figura de la Procuraduría, al convertirse juez y parte en el ejercicio de sus funciones de control. Dicha comisión de acusaciones es conocida en nuestro país por no administrar justicia ni contar con la estructura debida para hacerlo. Aunado a ello, tanto integrantes del Senado como de la Cámara de Representantes se han beneficiado de las prebendas burocráticas que ha ofrecido el procurador general de la nación con una de las más grandes plantas de personal del país con cargos de libre nombramiento y remoción, así como cargos en provisionalidad. 30Es bien conocido que en decisiones polémicas en diferentes ámbitos, el procurador general ha destituido de sus cargos a diferentes congresistas. Visto ello, podemos sostener que el juez natural en el ámbito penal y político del Procurador General de la Nación en Colombia no cuenta con la independencia e imparcialidad necesarias para su control. Igual sucede en el ámbito disciplinario. Integrantes de la Corte Suprema de Justicia también se han beneficiado de las prebendas burocráticas que ha ofrecido el procurador general de la nación y su actuación reciente también fue contraria a los principios interamericanos.31 Todas las denuncias existentes en la Corte Suprema de Justicia contra el procurador general de la nación fueron archivadas antes de su reelección. En un hecho que atenta contra la moralidad administrativa, para la nominación del candidato de la Corte Suprema de Justicia en la integración de la terna para elegir al procurador no se siguió un procedimiento público y meritorio, sino que las diferentes salas que la componen, acordaron nominar unánimemente a Alejandro Ordóñez Maldonado, sin considerar que al hacerlo rompían el equilibrio de poderes, pues tanto el Consejo de Estado (su postulante en la primera elección) como la Corte Suprema de Justicia (su postulante en la reelección) quedaban impedidos para conocer de las actuaciones del procurador general. Lamentablemente dicho obstáculo no se supera con la elección de conjueces, pues éstos no son elegidos de manera independiente e imparcial, dado que su selección está a cargo del cuerpo colegiado que 30 MONTERO, Dora y LEWIN, Juan Esteban, “ os 'seguros' regionales para la reelección del rocurador”. En: www.lasillavacia.com, 7 de junio de 2012 . Obtenido de: http://www.lasillavacia.com/historia/losseguros-regionales-para-la-reeleccion-del-procurador-33765. (fecha de consulta: 22 de febrero de 2013). 31 Dejusticia, la Comisión Colombiana de Juristas, el Centro de Estudios Constitucionales PLURAL, la Corporación Viva la Ciudadanía y Foro por Colombia, Acción electoral de nulidad contra la elección del doctor Alejandro Ordóñez Maldonado como Procurador General, enero de 2013. Obtenido de : http://www.dejusticia.org/index.php?modo=interna&tema=estado_de_derecho&litigio=92. (fecha de consulta: 22 de febrero de 2013). 14 participa de la postulación del procurador general y que se beneficia de sus prebendas burocráticas. Pero ello no es todo. En esta concentración de poder, también existe responsabilidad del ejecutivo, pues la terna también se compone de una postulación efectuada por el Presidente de la República. El año pasado el Presidente de la República analizó la conveniencia política de nominar la Procurador General de la Nación pero la Corte Suprema de Justicia se adelantó en su nominación, por lo que presentó de manera muy tardía una candidata que en últimas no gozó siquiera de su respaldo político y tampoco tuvo tiempo para realizar una campaña en su favor. Mientras que la Magistrada María Mercedes López solicitó una licencia en su desempeño como magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, el procurador general de la nación no lo hizo y dispuso de todo su aparato institucional para apoyar su campaña reelectoral. Los resultados hablan por sí mismos, a pesar de las recusaciones e impedimentos presentados en el Senado, Alejandro Ordóñez Maldonado obtuvo 80 votos a su favor, mientras que la Magistrada María Mercedes López logró sólo 5 votos y el candidato del Consejo de Estado, Orlando Gallo, solamente 2. Hubo 6 votos en blanco y ninguno nulo. Esta elección estuvo precedida por la renuncia previa de la Magistrada López quien consideró que no había garantías en el proceso, luego de que el Presidente del Senado de la República anticipara la fecha histórica en la que dicha Corporación realizaba la elección. De esta manera, no se contó con el tiempo suficiente para que la candidata del Presidente y el candidato del Consejo de Estado pudiesen darse a conocer. De esta manera, las niñas, las adolescentes y las mujeres ven amenazados por otros 4 años el goce efectivo de sus Derechos Sexuales y Reproductivos, lo mismo se predica para la Población LGBTTI. El uso abusivo del poder disciplinario y de las facultades de intervención judicial y administrativa, así como de las actuaciones preventivas siguen disponiéndose por parte de la Procuraduría General de la Nación para perseguir, hostigar y criminalizar la labor de las defensoras y defensores de estos derechos humanos en un clara actuación contraria a los principios y normas interamericanas, que pone en claro riesgo tanto la defensa de los DSYR en Colombia, como los avances logrados en esta materia por los movimientos sociales correspondientes. 6. Conclusiones y solicitudes El poder desbordado de la Procuraduría General de la Nación, utilizado para promover actividades contrarias a los mandatos del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ha generado el incumplimiento de los compromisos del Estado Colombiano ante el Sistema Interamericano de Protección de Derechos en materia de derechos sexuales y reproductivos y derechos de la población LGBTI. Las niñas, las adolescentes y las mujeres víctimas de violencia sexual en Colombia, especialmente aquella asociada al conflicto armado interno enfrentan serios obstáculos para el 15 goce efectivo de su derecho a la IVE en los casos despenalizados por la Corte Constitucional. La PGN, en vez de cumplir con la ley y la jurisprudencia, en el sentido de promover y velar por el goce efectivo de tales derechos, persigue y criminaliza a las mujeres que desean hacer efectivo su derecho y a quienes las defienden. El Estado Colombiano no ha dado cumplimiento a las obligaciones internacionales de respeto y garantía de derechos de población LGBTTI porque su principal Institución Nacional de Derechos Humanos censura, discrimina y persigue a estas colombianas y colombianos, simplemente por ejercer una sexualidad que es abyecta para las creencias personales que profesan las directivas de la PGN, al punto que, incluso, persiguió y hostigó a uno de sus propios funcionarios por divulgar y promover los Derechos de la Población LGBTTI. La Convención Belém do Pará, las resoluciones sobre Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad de Género aprobadas por la Asamblea General de la OEA, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión, así como la Declaración y la Convención Americana sobre Derechos Humanos son letra muerta para las mujeres, las adolescentes y las niñas que quieren ejercer sus Derechos Sexuales y Reproductivos y para la Población LGBTTI en Colombia, no sólo porque la principal institución nacional de Derechos Humanos no los promueve ni vela por su respeto y garantía, sino porque además despliega todo su poder para que el Estado vulnere sus derechos mediante la persecución y amedrentamiento de las defensoras y defensores de esta población. Los fundamentos del Estado social y democrático de derecho y el principio de separación y equilibrio de poderes han sido fragmentados en Colombia por cuenta del ejercicio abusivo y extralimitado del poder público por parte de la Procuraduría General de la Nación en cabeza de Alejandro Ordóñez Maldonado. Por estas razones, respetuosamente formulamos las siguientes peticiones a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: 1. Que exhorte al Estado para que legitime de manera inequívoca, la actividad de los defensores de los derechos sexuales y reproductivos, en la defensa de este tipo de derechos legítimamente reconocidos por las autoridades colombianas. Como por ejemplo, que desde el más alto nivel de las autoridades estatales se expida un comunicado que se difunda muy ampliamente, mediante el cual se reconozca la importancia de la labor de las y los defensores de los derechos sexuales y reproductivos y de la población LGBTTI, y se resalte el compromiso del Estado de protegerlos ante los posibles abusos, persecuciones, hostigamientos y criminalización por parte de los agentes del Estado. 2. Que exhorte al Estado de Colombia para que se tramiten las reformas legales que contemplen mecanismos efectivos para el control de las funciones del Procurador 16 3. 4. 5. 6. 7. General de la Nación y sus agentes, y que garanticen la independencia y eficacia de dicho control. Que, dada la reelección del Procurador General de la Nación, se realice un seguimiento a las acciones e investigaciones iniciadas por la Procuraduría en el ejercicio de sus funciones preventivas, disciplinarias y de intervención, que de alguna manera estén y puedan afectar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos adquiridos y amenazar las labores de los defensores de este tipo de derechos; Que exhorte al Estado a presentar un informe sobre las actividades relativas a la promoción y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, las adolescentes y las mujeres que está realizando la Procuraduría General de la Nación, con un acápite especial sobre el derecho fundamental a la IVE en los casos despenalizados por la Corte Constitucional Colombiana, así como de los derechos de la población LGBTTI. Que ofrezca un acompañamiento y seguimiento concreto a los casos reseñados en el presente informe; Le solicitamos expresamente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que en el informe de la visita in loco realizada a Colombia en 2012, se incluya un apartado sobre la situación de las y los defensores de derechos sexuales y reproductivos, y de la población LGBTTI, y dé recomendaciones concretas al Estado, tendientes a promover, legitimar y defender su labor. Que emita un comunicado al cierre del 147º período de sesiones manifestando que los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, las adolescentes y las mujeres colombianas, así como los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas, transexuales e intersexuales de Colombia, deben ser respetados y garantizados por todas las autoridades del Estado, en especial las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, conforme a la Convención Belem do Pará y las Resoluciones sobre DDHH, orientación sexual e identidad de género aprobadas por la Asamblea General de la OEA, así como la Declaración y la Convención Americanas sobre Derechos Humanos y que la labor de las defensoras y los defensores de estos Derechos Humanos se encuentra amparada por el Sistema Interamericano de Protección de Derechos. Atentamente, La Mesa Por la Vida y la Salud de las Mujeres Daniel Antonio Sastoque, Defensor de los derechos de la población LGBTTI Asociación Líderes en Acción, Germán Rincón Perfetti Women´s Link Worldwide Mesa de Seguimiento a la Clínica de las Mujeres de Medellín CLADEM, Colombia Casa de la Mujer 17 Alianza Colombiana Por Los Derechos Sexuales y Reproductivos, La Colectiva Red Nacional de Mujeres Asociación de Ateos y Agnósticos, Bogotá y Cali Católicas por el Derecho a Decidir, Colombia Trans-Ser CEPALC Mesa Mujeres y Economía Colectivo de Mujeres del Caribe Por la Educación Red Colombiana de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos Corporación Antígona FUNSAREP 18