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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
INEXISTENCIA DE UN PROCEDIMIENTO PARA
FIJAR Y COBRAR PENSIONES ALIMENTICIAS
CUANDO EL OBLIGADO SE ENCUENTRA FUERA
DEL PAÍS
ANA JAZMÍN GIRÓN SIAN
Guatemala, marzo del año 2014
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
INEXISTENCIA DE UN PROCEDIMIENTO PARA FIJAR Y COBRAR PENSIONES
ALIMENTICIAS CUANDO EL OBLIGADO SE ENCUENTRA FUERA DEL PAÍS
Guatemala, marzo del año 2014
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES DE LA
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA, ASESOR Y REVISOR DEL
TRABAJO DE GRADUACIÓN
DECANO:
DOCTOR RODRIGO MONTUFAR RODRÍGUEZ
SECRETARIO:
LICENCIADO OMAR ABEL MORALES LURSSEN
ASESOR:
LICENCIADO DAVID HUMBERTO GONZÁLEZ CASADO
REVISORA:
LICENCIADA MAURA MARINA HERRERA URIAS
iii
iv
v
vi
vii
viii
REGLAMENTO DE TESIS
Artículo 8º: RESPONSABILIDAD
“Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el trabajo de tesis.
Su aprobación en manera alguna implica responsabilidad para la Universidad.”
ix
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………..
1
CAPÍTULO I
1.
Derecho de alimentos………………………………………………………………
4
1.1 Definición……………….………………………………………………………
4
1.2 Naturaleza jurídica……………………………………………………………..
7
1.3 Características………………………………………………………………….
11
CAPÍTULO II
2.
Obligación de prestar alimentos………………………………………………….
18
2.1 Definición……………….……………………………………………….........
18
2.2 Antecedentes Históricos………………………………………………..……
20
2.2.1 Derecho romano……………………………………………………….
20
2.2.2 La versión del cristianismo………………..…………………………
21
2.2.3 Antecedentes históricos en Guatemala……….………………..….
22
2.3 Naturaleza jurídica……………………………………………………………..
23
2.4 Criterios doctrinarios………………………………………………………......
25
2.4.1 Sistema alemán………….………………..……………………..……..
25
2.4.2 Sistema francés……….............................................................
26
2.4.3 Ordenamiento jurídico español……………………………………….
27
CAPÍTULO III
3.
El derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico
guatemalteco……………….………………………………………………............
28
3.1 Ámbito constitucional………...……………………………………….……..
28
x
3.2 Instrumentos internacionales…………………………………………………
32
3.2.1 Declaración universal de los derechos humanos........................
33
3.2.2 Pacto internacional de derechos civiles y políticos………..........
36
3.2.3 Declaración americana de los derechos y deberes del hombre…
38
3.2.4 Convención americana sobre derechos humanos……….............
41
3.2.5 Convención sobre los derechos de la niñez……………..............
44
3.2.6 Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias.......
48
3.3 Legislación ordinaria…………………………………………………………..
55
3.3.1 Código Civil de la República de Guatemala………….................
55
3.3.2 Código Procesal Civil y Mercantil de la República de Guatemala..
64
3.3.3 Código Penal de la República de Guatemala…….………...........
66
3.3.4 Ley de Tribunales de Familia…………………………….................
67
CAPÍTULO IV
4.
Instrumentos internacionales que no han sido aceptados, suscritos y
ratificados por Guatemala…………………………………………………………
68
4.1 Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre
cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros
de la familia……………………………………………….………………….
68
4.2 El protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a
las obligaciones alimenticias…………….………………………………..
86
CAPÍTULO V
5.
Inexistencia
de un procedimiento para
fijar y cobrar pensiones
alimenticias, cuando el obligado se encuentra fuera del país……………….
xi
93
5.1
Resultados de la entrevista dirigida a personas a quienes les asiste
el derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el
deudor alimentista se encuentra en el extranjero y no cumple
con esta obligación………………………………………………………….
5.2
93
Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía
constitucional para la prestación de la pensión alimenticia, cuando
el obligado se encuentra fuera de Guatemala……………………………
96
5.3 Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía para la
prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra
fuera
de
Guatemala, de
conformidad
con
la
Convención
Interamericana sobre obligaciones alimentarias..………………………..
97
5.4 Falta de adhesión de Guatemala al Convenio de la Haya del 23 de
noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos
para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de
23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones
alimenticias……………………………………………………………………..
98
5.5 Propuesta para la creación de una normativa legal, sencilla y efectiva
que permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado se
encuentre fuera de la República de Guatemala…..………………………. 100
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………. 103
RECOMENDACIONES…………………………………………………………………… 106
ANEXO 1: Instrumento utilizado para la entrevista……………………………………
109
ANEXO 2: Gráficas por resultados de la entrevista………………………………….
111
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………. 114
xii
1
INTRODUCCIÓN
El tema que se trata en la presente investigación fue seleccionado luego de haberse
conocido de las distintas experiencias de las personas que tienen derecho a recibir
pensión por alimentos, de conformidad con las leyes de Guatemala, ya se trate de
menores de edad, ancianos, cónyuges, enfermos habituales, impedidos o personas en
estado de interdicción, quienes prácticamente quedan en el desamparo debido a que
quienes deben proveerles de los recursos para su subsistencia permanecen fuera del
país y por ello incumplen con su obligación, sin que exista un procedimiento legal que
les obligue a observar lo que establece nuestra legislación.
En efecto, a pesar que la protección para estos necesitados se encuentra garantizada
en Convenios y Tratados sobre materia de derechos humanos de los cuales Guatemala
es parte, así como en nuestra Constitución Política y el Código Civil, esta normativa es
inobservada principalmente en los siguientes supuestos:
a)
Cuando el obligado a la prestación de alimentos abandona el país con la
promesa de enviar los recursos necesarios para la subsistencia de los
beneficiarios; cumpliendo únicamente por algún período de tiempo, cumpliendo
irregularmente o incumpliendo totalmente.
b)
Cuando el obligado a la prestación de alimentos se ha comprometido como
resultado de un juicio promovido en su contra, existiendo un título ejecutivo
(convenio) que establece el monto de su obligación, pero que luego abandona
2
el país e incumple con el envío de los recursos necesarios para la subsistencia
de los beneficiarios.
En la actualidad, luego que los obligados se encuentran fuera de nuestro país, no
existe un procedimiento sencillo y efectivo para que suscriban un compromiso de
cumplimiento por la prestación de alimentos, ni tampoco para cobrar las pensiones que
por este concepto han dejado de entregar a los beneficiarios.
Este incumplimiento ocasiona graves consecuencias sociales, tales como la falta de
una alimentación adecuada, la falta de una vivienda digna, la falta de vestido, salud y
educación; lo que resulta en niveles de pobreza extremos y como consecuencia en la
falta de oportunidades de superación, principalmente para los menores de edad.
Es así como el propósito de la presente investigación es: conocer cuáles son las
alternativas legales para evitar la violación de las declaraciones, convenios y tratados
internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, así como las normas
constitucionales y ordinarias guatemaltecas, referentes a la fijación y cobro de
pensiones alimenticias, cuando los obligados a esta prestación se encuentran fuera de
Guatemala
En este orden de ideas, la hipótesis que tratará de probarse a través de la presente
investigación es la siguiente: La normativa legal en nuestro país no incluye un
procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado
se encuentra en el extranjero, a pesar de lo establecido en las convenciones,
3
declaraciones, pactos internacionales, y normas de carácter constitucional y ordinario
del país. Por ello se hace necesario la creación de una normativa legal sencilla y
efectiva, que permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado a prestarlos se
encuentre fuera de la República de Guatemala.
Esta presentación está estructurada desde un punto de vista eminentemente jurídico, a
través de cinco capítulos, de la siguiente manera: el primer capítulo trata sobre el
derecho de los alimentos, el segundo se refiere a la obligación de prestar alimentos, el
tercero al derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico guatemalteco, el
cuarto hace referencia a los Instrumentos internacionales que no han sido aceptados,
suscritos y ratificados por Guatemala, en tanto que el quinto capítulo hace mención a la
inexistencia de un procedimiento para fijar y cobrar pensiones alimenticias, cuando el
obligado se encuentra fuera de país.
Con relación a los métodos utilizados, fue aplicado el método científico en sus tres
fases generales: la fase indagatoria para la recolección de datos e informaciones, la
fase demostrativa a través de la comprobación de las variables expuestas en la
hipótesis al confrontarse con la realidad, y la fase expositiva en donde se depuraron los
resultados obtenidos. El método analítico-sintético se aplicó en el proceso de consulta
bibliográfica, mientras que el método deductivo fue utilizado para explicar la falta de un
procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado
se encuentra en el extranjero. La técnica utilizada consistió principalmente en fichas
electrónicas de trabajo que fueron agrupadas en carpetas temáticas de computadora.
4
CAPÍTULO I
1.
Derecho de alimentos
1.1
Definición
De conformidad con lo anotado por el autor Vladimir Osman Aguilar Guerra1 en su obra
Derecho de Familia, la palabra alimentos proviene del vocablo latino alimentum, ab
alere, que significa nutrir, alimentar, lo que se traduce en las cosas que sirven para
sustentar al cuerpo; pero que en el lenguaje jurídico el término alimentos se utiliza para
asignar lo que se provee a una persona para que pueda subsistir.
Guillermo Cabanellas de Torres define jurídicamente alimentos como: “Las asistencias
que por ley, contrato o testamento se dan a algunas personas para su manutención y
subsistencia; esto es, para comida, bebida, vestido, habitación y recuperación de la
salud, además de la educación e instrucción cuando el alimentado es menor de edad.
Los alimentos se clasifican en legales, voluntarios y judiciales.”2
Denise Sánchez3 indica en su curso sobre derecho civil de Guatemala que, de
conformidad con el tratadista Federico Puig Peña, una de las principales
1
2
3
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Derecho de familia, Litografía Orión, Guatemala, año 2007, página 37
Alimentos, Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de Torres, Editorial Heliasta S.R.L., año
1993, Undécima Edición, página 23
Mailxmail.com, SÁNCHEZ, Denise, El derecho de alimentos, Guatemala, año 2009,
http://www.mailxmail.com/curso-derecho-civil-guatemala-1/derecho-alimentos, consultado el 12 de septiembre
de 2013
4
5
consecuencias que surgen de la relación jurídico-familiar es el deber alimenticio entre
determinados parientes. Ésto porque toda persona tiene por ley natural derecho a la
vida, es decir, a proveerse de lo necesario para su subsistencia, y que este derecho se
transforma en deber cuando la persona, por sí misma, puede procurarse la satisfacción
de sus necesidades a través de su trabajo u ocupación; pero que cuando esta
capacidad falta y la persona indigente no tiene quien le atienda, es el Estado el que
establece los dispositivos eficaces para que no quede carente de protección, dando
lugar a la beneficencia pública.
Sin embargo, cuando el indigente tiene familiares
cercanos, entonces el orden jurídico le otorga una protección especial que consiste en
el derecho a una pretensión general de alimentos que puede exigir contra el pariente, si
éste último se encuentra en condiciones económicas favorables.
Agrega que se
entiende por deuda alimenticia familiar la prestación que determinadas personas
económicamente posibilitadas han de hacer a algunos de sus parientes pobres, para
que puedan éstos satisfacer las necesidades más importantes de la existencia.
De conformidad con el estudio denominado los alimentos, del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México4, en el
derecho civil los alimentos comprenden no solamente lo necesario para nutrir al cuerpo
humano sino también una serie de elementos que son indispensables para el sano
desarrollo de los individuos y comúnmente se brindan mediante el apoyo y sustento
económico cuantificado en dinero, siendo las principales personas que tienen derecho
a percibirlos los menores de edad, los incapacitados y las personas declaradas en
4
Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Los alimentos, México,
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2478/4.pdf, consultado el 16 de septiembre de 2013
6
estado de interdicción; refiriendo que la legislación internacional ha ampliado este
beneficio, no solo en relación con las personas que tienen derecho a recibirlos, sino
también en cuanto al tiempo durante el cual deben cubrirse y sus características.
Según la autora Alfonsina Camacho de Chavarría5, los alimentos deben ser
proporcionados tomando en consideración el caudal del que los debe y las
circunstancias de necesidad del que los recibe, entendiéndose la palabra alimentos en
sentido amplio puesto que no significa únicamente la alimentación propiamente dicha,
sino además lo necesario para que un menor se pueda desarrollar bien, y si se trata de
un adulto, que éste pueda mantenerse.
Que ésto deriva del hecho que el derecho
siempre busca proteger al débil, o al que por su edad, incapacidad física o mental u
otra causa debe ayudarse, por lo cual jurídicamente los alimentos constituyen una
protección especial para el que necesita amparo y ayuda de sus familiares.
El autor Aguilar Guerra6 indica que, una de las consecuencias del parentesco es el
surgimiento de la deuda por alimentos de conformidad con la ley, la que se impone a
determinados parientes del necesitado para que le proporcionen los medios para
subsistir, ya que el derecho a la vida acarrea consigo que una persona sea asistida
cuando se encuentra en situación que no le permite proveerse su sustento. Que por
ello, la institución conocida como alimentos se traduce en el derecho que le asiste a
una persona denominada alimentista para reclamar de otra llamada alimentante, con la
5
6
CAMACHO CHAVARRÍA, Alfonsina, Derecho sobre la familia y el niño, Costa Rica, Asociación de
Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe –EULAC–, año 1990, páginas 99 -102
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 37 y 38
7
que le une un vínculo de parentesco, lo que necesita para satisfacer sus necesidades
básicas de sobrevivencia.
Por otra parte, el Código Civil de la República de Guatemala7, si bien hace alusión al
concepto de alimentos en su Artículo 278, no lo define y tan solo indica lo que
comprende, mencionado el sustento, la habitación, el vestido, la asistencia médica y
también la educación e instrucción del alimentista cuando es menor de edad.
De conformidad con lo expuesto, se puede concluir entonces que el derecho de
alimentos es el que otorga la ley a una persona determinada, que no está en capacidad
de proveerse por si misma la satisfacción de sus necesidades básicas, para demandar
de otra, con la que le une un vínculo de parentesco y que está en posibilidades de
auxiliarle, lo necesario para subsistir, es decir, para cubrir sus necesidades de sustento,
habitación, vestido, asistencia médica y educación.
1.2
Naturaleza jurídica
En virtud de la importancia de lo anotado por Carla García Zeballos, en su estudio
Evolución Histórica del Derecho de Alimentos y Tratamiento Legislativo Actual, a
continuación se transcribe textualmente su exposición sobre las tres tesis con relación
a la naturaleza jurídica de los alimentos:
“a) Tesis Patrimonialista: Según Messineo el derecho alimentario tiene naturaleza
7
Jefe de Gobierno de la República de Guatemala, Decreto 106, Código Civil, año 1963
8
genuinamente patrimonial y por ende transmisible. Actualmente esta concepción ya ha
sido superada porque el derecho alimentario no es sólo de naturaleza patrimonial
(económica) sino también de carácter extramatrimonial o personal.
b) Tesis no Patrimonial: Ruggiero, Cicu y Giorgio, entre otros, consideran los alimentos
como un derecho personal o extrapatrimonial en virtud del fundamento ético social y del
hecho de que el alimentista no tiene ningún interés económico, ya que la prestación
recibida no aumenta su patrimonio ni sirve de garantía a sus acreedores,
presentándose, entonces, como una de las manifestaciones del derecho a la vida, que
es personalísima. En ese sentido se afirma que es un derecho inherente a la persona y
así como es consustancial a la persona el derecho de alimentos, es también personal
el deber de prestarlos, lo cual significa que son intransmisibles.
c) Naturaleza Sui Generis: Algunos autores como Orlando Gómez sostienen que la
institución de los alimentos es un derecho de carácter especial o sui generis de
contenido patrimonial y finalidad personal conexa a un interés superior familiar, que se
presenta como una relación patrimonial de crédito-debito, por lo que existiendo un
acreedor puede exigirse al deudor una prestación económica en concepto de
alimentos.”.8 Agrega que la última tesis expuesta es a la que se adhiere el Código Civil
de la República de Guatemala.
8
Decamana, GARCÍA ZEVALLOS, Carla, Evolución Histórica de Derecho de Alimentos y Tratamiento
Legislativo Actual, Guatemala, año 2009, http://www.decamana.com/columnistas/evolucion-historica-dederecho-de-alimentos-y-tratamiento-legistativo-actual, consultado el 4 de agosto de 2013
9
De conformidad con lo expuesto, se puede concluir en que el derecho a los alimentos
constituye un derecho humano fundamental para garantiza la supervivencia del que los
necesita, precisamente porque le asiste el derecho a la vida, siendo éste un derecho
personal, innato al necesitado y no transferible, que está a cargo principalmente de
miembros de su familia, ya que corresponde a un interés superior familiar. Esto es
conteste con la finalidad suprema de nuestra Constitución Política, que es la persona
humana, por lo que no se trata de una prestación moral a cargo del obligado a
brindarlos sino que se encuentra debidamente regulada en nuestra legislación civil y
penal, siendo por ello, precisamente, un derecho de naturaleza sui generis, tal como
anotado por García Ceballos.
En el estudio denominado los alimentos, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México9, se indica que dos elementos esenciales
componen la figura de los alimentos, siendo el primero de ellos la persona que
legalmente comprueba la necesidad de recibirlos, a la que se le denomina acreedor
alimentista; y el segundo es el deudor alimentista, persona que tiene la obligación de
cubrirlos de conformidad con sus posibilidades económicas, proporcionando para ello
una cantidad en dinero o en especie. Que por ello, el derecho de percibir alimentos
inicia con la necesidad por parte de un acreedor alimentista y la consecuente obligación
de proporcionarlos según la capacidad económica del deudor alimentista; todo en virtud
del parentesco por consanguinidad, por la celebración del matrimonio, cuando existe
concubinato, por adopción, y en determinados casos aún después de disuelto el
9
Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Op. cit., consultado el 16 de
septiembre de 2013
10
vínculo matrimonial, subsistiendo ese derecho en tanto exista la necesidad del
acreedor alimentista y la capacidad del deudor alimentista para suministrarlos.
De conformidad con Aguilar Guerra10, en la actualidad se acepta que el fundamento del
derecho de alimentos lo constituye el derecho a la vida, es decir, que toda persona
tiene derecho a proveerse de lo que necesita para su subsistencia, por lo que, bajo
este punto de vista, todos los seres humanos estamos obligados a asistir a quien no
pueda proveerse por sí mismo; y que el necesitado encuentra satisfacción a sus
necesidades a través de dos recursos, siendo el primero la solidaridad familiar
contemplada con el derecho a los alimentos, y el segundo la solidaridad social con la
actuación del Estado con sus sistemas de seguridad social. Agrega que estos medios
que tienen como objetivo conseguir una vida digna, en atención al principio
contemplado en los Artículos dos y tres de la Constitución Política de la República de
Guatemala, no son incompatibles, que por el contrario se complementan, ya que los
ingresos que el necesitado percibe por ambas fuentes son insuficientes por si solos
para cubrir sus necesidades.
Agrega que el sistema de seguridad social diseñado por el Estado actúa por medio del
reconocimiento de derechos subjetivos a los destinatarios de la asistencia pública, pero
que dista de ser perfecto y que no incluye a todos los ciudadanos, y que
tradicionalmente la asistencia social ocurre en el seno familiar; pero que aún con las
deficiencias propias de cualquier sistema de seguridad social, la asistencia prestada en
el seno familiar no puede ser considerada como subsidiaria de la asistencia pública.
10
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 40 y 41
11
Que los fundamentos y finalidades de estos tipos de solidaridad son muy distintos,
aunque coexisten en la realidad, ya que tienden a proponer soluciones para el estado
en que se encuentra el necesitado. Concluye en que el papel de la asistencia pública
es esencial y que puede afirmarse que la asistencia privada familiar actúa solamente
cuando no pueda actuar la pública.
En este orden de ideas es importante traer a cuenta lo manifestado por la Corte de
Constitucionalidad de la República de Guatemala cuando manifiesta que: “…el derecho
a la vida está contemplado en el texto supremo (artículo 3) como una obligación
fundamental del Estado, pues el propio preámbulo de la Constitución afirma la primacía
de la persona humana como sujeto y fin del orden social, y de allí que en la ley matriz
también se regule que el Estado de Guatemala debe organizarse para proteger a la
persona humana (artículo 1) y que por ello, debe garantizar a los habitantes de la
República (entre otros aspectos) la vida y su desarrollo integral (artículo 2) por lo que
este derecho constituye un fin supremo y como tal merece su protección.”11
1.3
Características
Para Alex Plácido12, una de las características predominantes del derecho de familia es
la mayor restricción de la autonomía privada, entendida ésta como el derecho subjetivo
11
12
Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 64, expediente número 949-02,
página No. 1274, sentencia del 29 de junio de 2002
Blog de Alex Placido, Investigaciones y Artículos Jurídicos sobre Derecho de Familia, de Niños y Adolescentes,
Los
Alimentos
desde
una
perspectiva
de
derechos
del
niño,
Perú,
año
2011,
blog.pucp.edu.pe/ítem/144564/losalimentos-desde-una-perspectiva-de-derechos-del-nino, consultado el 9 de
agosto de 2013
12
que le asiste al deudor alimentista para escoger la manera de cumplir con la obligación
de alimentos, ya que predominantemente lo conforman normas inexcusables que están
destinadas a satisfacer el interés familiar. Por ello es que la ley establece cuáles son
los derechos y deberes que se derivan de los vínculos jurídicos familiares y que deben
ser observados por los componentes del grupo familiar, sin imponer la manera de su
ejecución, lo que corresponde a la autonomía privada, la cual se ve orientada por la
atención del interés familiar. Por tanto, la autonomía privada puede disponer el modo
de obtener la realización de los intereses familiares, satisfaciéndolos de hecho durante
la convivencia o mediante acuerdos conciliatorios para solucionar conflictos familiares.
Dentro de este contexto, siendo la finalidad del derecho alimentario la satisfacción de
necesidades personales para la conservación de la vida, los alimentos pueden ser
atendidos de la manera que la autonomía privada del obligado lo establezca, con
prescindencia de la continuación o no de la convivencia.
Expresa que ésto se comprende en mayor grado si se trae a cuenta que las
características del derecho a pedir alimentos tienen un matiz diferente respecto de la
pensión de alimentos; debido a que el derecho a pedir alimentos es intransmisible,
irrenunciable, intransigible, incompensable y se extingue por la muerte del alimentante
o del alimentista; en tanto que la pensión alimenticia es inembargable, determinable,
variable, circunstancial y se extingue por prescripción o determinación judicial, por lo
que se debe concluir en que sólo si alimentante y alimentista no determinan los
alimentos cabrá la fijación judicial. De esta manera se comprueba que, dentro de las
13
limitaciones que establece la legislación, existe un marco autónomo que permite a
alimentante y alimentista valorar por sí mismos, sin necesidad del imperium de un juez,
sus requerimientos y posibilidades para fijar una pensión alimenticia convencional y
válida; alcanzando, así, la satisfacción del interés familiar que fundamenta la relación
alimentaria.
Agrega que la efectividad de este derecho durante la infancia es reconocida a cargo de
la familia y del Estado, sobre la base de los principios de solidaridad y de
subsidiariedad. Por ello se establece que la prestación a los alimentos corresponde en
primer lugar a los padres y a las personas encargadas de satisfacer las necesidades
del niño, dentro de sus posibilidades y medios económicos, pero precisando que le
corresponde al Estado ayudar a los padres y a las personas encargadas cuando no
puedan hacerlo por completo. Es así como se considera al derecho alimentario como
parte del contenido del derecho a un nivel de vida adecuado; evidenciando que la
obligación paterna se asienta en el vínculo parental que existe con el hijo,
constituyéndose en uno de los elementos de mayor incidencia en el desarrollo personal
del menor, por lo que se exige que tal conducta legal sea observada por los
organismos de tutela y sea requerida al responsable cuando se evidencia una
insuficiente o inexistente prestación. Por ello, uno de los problemas que más inciden
para frustrar o entorpecer el pleno desarrollo del niño está constituido por la
inobservancia paterna del deber de asistencia alimentario.
14
Por otra parte, Rafael Rojina Villegas13 considera a los alimentos como una prestación
recíproca, personalísima, intransferible, inembargable, imprescriptible e intransigible,
proporcional, divisible, preferente, no compensable, no renunciable, y no extinguible en
un solo acto.
La reciprocidad se sustenta en el socorro mutuo que deben prestarse los cónyuges, ya
que ambos están obligados a aportar al hogar conyugal para cubrir su alimentación y la
de sus hijos, pudiendo distribuir esta carga en la proporción que convengan;
subsistiendo esta obligación aún en caso de divorcio, de conformidad con lo regulado
en la ley.
El carácter personalísimo de la prestación se encuentra en el hecho que la ley
establece a quien corresponde recibir los alimentos y a quien se otorgan, por lo que el
carácter personalísimo de ambas situaciones hace imposible la facultad de
transferirlos. Es inembargable puesto que no puede ser afectada por algún mandato
de autoridad, debido a que no se trata de bienes de propiedad privada y no es posible
asegurar con ellos, cautelarmente, la eventual ejecución de una pretensión de condena
planteada en juicio.
La prestación de alimentos es imprescriptible puesto que es considerada de orden
público e interés social, teniendo como finalidad la preservación de la subsistencia
física, moral y emocional de los que de ella dependen. Es intransigible puesto que el
derecho a recibir los alimentos no puede verse limitado por causa alguna y mucho
13
ROJINA VILLEGAS, Rafael, Compendio de derecho civil, Editorial Porrúa, México, año 2004, página 265
15
menos por un acuerdo de voluntades, por lo que todo convenio que represente algún
tipo de riesgo en la percepción de alimentos es nulo.
Es proporcional en virtud que debe atender, sobretodo, al estado de necesidad del
acreedor alimentista y a la posibilidad económica del deudor alimentista para cumplir
con dicha obligación. Es divisible puesto que los alimentos pueden ser prestados en
dinero o en especie, pudiendo cubrirse también en distintos montos para atender
rubros específicos, tales como salud, educación, vivienda.
La prestación de alimentos es preferente porque los alimentos guardan un sitio
privilegiado al ser considerados un derecho de preferencia de los cónyuges e hijos
sobre los ingresos y bienes que tenga el deudor alimentista. No es compensable, ya
que el deudor alimentista no puede cubrir la prestación con lo que le es debido por el
acreedor alimentista.
No es renunciable debido a que la privación voluntaria para recibir un derecho no opera
en materia de alimentos, no solo por tratarse de un derecho personal sino por ser un
derecho constitucional y humano. Finalmente se indica que no es extinguible en un
solo acto, ya que se genera de momento a momento, atendiendo a las circunstancias y
condiciones del acreedor alimentista y el deudor alimentista.
16
Para los autores Francisco Llegó Yagüe, Alicia Sánchez Sánchez y Oscar Monje
Balmaseda14, el derecho de alimentos entre parientes, al ser considerado de manera
abstracta, se caracteriza por la reciprocidad, indisponibilidad, imprescriptibilidad y por
su carácter personalísimo.
Indican que la reciprocidad se explica en que
eventualmente, en un momento determinado, cualquiera de los parientes pudiera
asumir los papeles de alimentante o alimentista; puesto que podría hallarse en
situación de necesidad y dirigirse contra otro pariente o colmar la padecida por éste.
Respecto de la indisponibilidad refieren que, debido a que el que reclama alimentos
debe probar una situación de necesidad, entonces los alimentos se ligan a la
subsistencia de la persona y a su propia vida, con lo cual quedan excluidas las
renuncias
a
este
derecho
abstractamente
considerado,
pues
con
ellas
se
comprometería aquel bien jurídico.
Agregan que este derecho es considerado como imprescriptible, puesto que los
alimentos podrían demandarse de los familiares que resulten obligados, tan pronto se
experimente una situación de necesitad. El carácter personalísimo resulta del hecho
que solamente los familiares que contempla la ley están obligados a dispensar
alimentos, por lo que, si sobrevenidas nuevas circunstancias, uno de los alimentantes
no pudiera hacer frente a la deuda sin dejar de atender a sus propias necesidades y las
de su familia, tendría que modificarse la prestación, valorando los recursos de los
alimentantes que sí pueden continuar afrontando la obligación; confirmándose con ello
14
LLEGÓ YAGÜE, Francisco, Alicia Sánchez Sánchez y Oscar Monje Balmaseda, Los 25 temas más frecuentes
en la vida práctica del derecho de familia, Tomo I, España, Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez, año 2007,
páginas 707-709
17
que no se está ante una obligación solidaria, pues la insolvencia de uno de los
parientes, obviamente, no es suplida por el resto; se fija una pensión nueva conforme a
nuevos parámetros.
Así encontramos sentencias en las que, siendo imposible que el
padre afronte el pago de la pensión del hijo, la demanda se dirige contra el abuelo
paterno.
Respecto de la legislación guatemalteca, de conformidad con el Código Civil de la
República de Guatemala15 son características de los alimentos: la indispensabilidad, la
proporcionalidad, la complementariedad, la reciprocidad, la irrenunciabilidad, la
intransmisibilidad, la inembargabilidad y la no compensación.
La indispensabilidad, en este contexto, se puede entender como todo aquello que es
necesario para la subsistencia del acreedor alimentista, tal como, el sustento, la
habitación, el vestido, la asistencia médica y, para el caso del menor de edad, la
educación e instrucción.
15
Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 106, Código Civil, año 1963
18
CAPÍTULO II
2.
Obligación de prestar alimentos
En tanto persiste la convivencia familiar, es usual que los alimentos se satisfagan en
especie y de esta manera los obligados cumplen con su deber, proporcionando todo lo
necesario para el sustento de los alimentistas; sin embargo, cuando se presentan
desavenencias, es común que el alimentista recurra al juez pidiendo que quien debe
alimentarlo cumpla con hacerlo, para lo cual generalmente se fija una suma de dinero
llamada pensión alimenticia. Ante esto último, es común observar un proceso judicial
para declarar la obligación alimentaria, señalar su monto y la manera de cumplimiento.
Debido a que la solidaridad humana impone el deber de ayudar a quien sufre
necesidades, tanto más si es un pariente, el convenio sobre alimentos se presenta
como la mejor alternativa para que el alimentista pueda hacer frente a sus dificultades
de subsistencia, logrando con ello también que los protagonistas asuman su
responsabilidad y, en muchas ocasiones, la recomposición de la relación que alguna
vez existió entre alimentante y alimentista.
2.1
Definición
De conformidad con el autor Francisco López Herrera16 en su libro Derecho de Familia,
16
LÓPEZ HERRERA, Francisco, Derecho de Familia, Segunda Edición, Venezuela, Editorial Publicaciones
UCAB, año 2008, página 138
18
19
en términos generales se entiende por obligación alimentaria el deber que tiene una
persona de suministrar a otra los medios o recursos necesarios para su subsistencia,
agregando que esta obligación puede resultar de una convención o contrato
innominado de alimentos, de un hecho ilícito que requiere la reparación del daño
sufrido por la víctima, de un testamento o legado de alimentos, o bien de un mandato
legal en donde se establece la obligación legal de alimentos. Agrega que la obligación
legal de alimentos difiere de los restantes tipos de obligación alimentaria, tanto por su
naturaleza como por su estructura jurídica, siendo la única que corresponde al campo
del Derecho de Familia, y que surge como consecuencia de determinada relación de
familia existente entre el deudor alimentista y el acreedor alimentista de la obligación.
En el estudio denominado Los Alimentos, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la Universidad Nacional Autónoma de México17, se expresa que la ley establece a
quien corresponde recibir los alimentos y a quien otorgarlos, y que esta característica
personalísima hace imposible la facultad de transferirlos, existiendo siempre en esta
figura un deudor alimentista con capacidad económica para suministrarlos y un
acreedor alimentista que comprueba la necesidad que tiene para recibirlos,
extinguiéndose la obligación por la muerte de cualquiera de ellos, a no ser que exista
una disposición testamentaria.
Para Aguilar Guerra18, cuando se produce el estado de necesidad surge, como
consecuencia, la obligación de un pariente del alimentista para auxiliarlo, generándose
17
18
Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Op. Cit., páginas 19 y 20
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., página 42
20
una relación jurídica obligatoria que ocasiona un crédito, es decir, un derecho para el
alimentista, y una deuda a cargo de la persona obligada a prestar los alimentos.
2.2
Antecedentes históricos
2.2.1
Derecho romano
Según Aguilar Guerra19 la obligación de alimentos es extraña al ius civile puesto que
conforme a la estructura de la familia romana no era posible imponerla; y que aparece
en tiempo de Antonio Pío y de Marco Aurelio para casos singulares, generalizándose
aceleradamente con la influencia del cristianismo en base a la caritas sanguinis. Añade
que el derecho Justiniano la admite recíprocamente y con independencia de la patria
potestad, entre ascendientes y descendientes, entre cónyuges, y entre padres e hijos
naturales; que el derecho nuevo la extendió a la línea colateral y que podía proceder
también de contrato de legado.
De conformidad con María Luisa López Huguet20, al comparar la prestación de
alimentos entre parientes en el derecho romano y su proyección en el derecho actual,
se evidencia su evolución desde una concepción vinculada al deber moral de socorrer
a parientes en condiciones de especial necesidad, hasta su configuración como una
obligación jurídica, en virtud de la cual una persona queda sujeta por pacto,
19
20
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 41 y 42
Universidad Internacional de la Rioja, LÓPEZ HUGUET, María Luisa, La prestación de alimentos en Roma: de
obligación natural a jurídica, España, año 2013, blogs.unir.net/dederecho/2013/09/04/laprestacion-dealimentos-en-roma-de-obligacion-natural-a-juridica/, consultado el 6 de septiembre de 2013.
21
testamento, negocio jurídico o ley a suministrar al necesitado los medios necesarios
para subsistir. Indica que el contenido de esta prestación, así como la legitimidad para
reclamarla y para quedar obligado, se fueron delineando con el tiempo, y que su
contenido se determinaba teniendo en cuenta las necesidades del alimentista y las
posibilidades económicas del alimentante, pero que en términos generales acabó por
englobar todo lo necesario para la subsistencia del titular del derecho: comida, bebida,
vestido, calzado, alojamiento, educación, tratamiento médico y medicamentos. Agrega
que
en
su
origen
la
deuda
alimenticia
estaba
limitada
a
los vínculos
legítimos de filiación y matrimonio y carecía de acción para ser exigida; pero que de
forma progresiva se transformó en una deuda civil, jurídicamente exigible, y se amplió a
los supuestos de filiación natural, concubinato y parentesco entre hermanos.
2.2.2
La versión del cristianismo
Para el cristianismo el concepto de familia se encuentra íntimamente atado al de
matrimonio, y de él surgen consecuencias sociales particularmente significativas, tales
como la conciencia de una especie de obligación de contenido alimentario; ésto porque
“…el concepto cristiano de familia es el de una unidad fuertemente cohesionada en
torno a la figura del padre y se condena cualquier acto que procure destrucción. No se
tiene propiamente una obligación alimentaria porque, de un lado, ello es asunto divino,
aún cuando existen algunas responsabilidades entre miembros de familia. Que el
cristianismo haya carecido de una idea original de obligación alimentaria se explica
porque no contemplaba la disolubilidad del matrimonio, pues es precisamente cuando
22
se agrieta la familia fuerte y unificada cuando la obligación cobra sentido, aun cuando
haya existido desde sus comienzos.”21
Para Manuel Fernando Moya Vargas22, con la obligación de prestar alimentos no es la
familia lo que se protege, sino la situación de unas personas que ya no cuentan con
ella ni con el Estado para su supervivencia; pero que para el cristianismo lo que se
protege es la familia, puesto que no desaparece sino por efecto de la muerte de uno de
los padres, y a partir de este momento los hijos los heredan, por lo que la provisión de
alimentos sigue siendo asunto divino, de fe.
2.2.3
Antecedentes históricos en Guatemala
Para el caso particular de nuestro país resulta que el Código Civil del año 1877, el del
año 1933, y el actual, ninguno de ellos contiene una definición de alimentos; pero el
primero los reguló conjuntamente con los deberes entre padres e hijos, en el libro I,
título V, capítulo III; el segundo le dedicó un título especial, el VIII en el libro I,
inmediatamente después del título concerniente a la patria potestad; en tanto que el
vigente, también en el libro I, se refiere a los alimentos en el capítulo VIII, dentro del
título II, de la familia.
21
22
Loc. cit.
MOYA VARGAS, Manuel Fernando, Los fallos penales por inasistencia alimentaria, Colombia, Editado por la
Universidad Santo Tomas, año 2007, páginas 62,63 y 64
23
2.3
Naturaleza jurídica
Indica la doctora Adoración Padiol Albás23 en su artículo Naturaleza Jurídica de la
Obligación de Alimentos, que la obligación de alimentos entre parientes constituye una
obligación legal, por cuanto se encuentra expresamente establecida en la norma
jurídica y se rige de conformidad con su contenido.
Se trata entonces de una
obligación totalmente regulada, de manera que sólo la concurrencia del parentesco
como presupuesto subjetivo y los presupuestos objetivos de posibilidad del alimentante
y necesidad del alimentista determinan la exigibilidad, y, por lo tanto, el nacimiento de
dicha obligación. Agrega que esta obligación cesa únicamente cuando suceden las
causas de su extinción y que sus elementos se encuentran también regulados por la
ley, siendo éstos la determinación de deudor alimentista y el acreedor alimentista, el
orden de preferencia entre los mismos, así como el contenido de la prestación
alimenticia, tratándose de una obligación de naturaleza personalísima que es
irrenunciable, intransmisible y no compensable.
También, Aguilar Guerra24 indica que la fuente de la obligación de alimentos es la ley y
que se trata de una obligación legal en la que no interviene la autonomía de la
voluntad, ni en su creación ni en la determinación de su contenido, ni en las causas de
extinción, por lo que se sustrae del campo de las simples obligaciones de carácter
moral para ubicarse dentro de las obligaciones civiles, pero que también se reconoce al
23
24
V/lex, PADIOL ALBAS, Adoración, Naturaleza jurídica de la obligación de alimentos, España, año 1997,
http://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/naturaleza-juridica-obligacion-alimentos-281038, consultado el 3 de
septiembre de 2013
AGUILAR GUERRA, Vladimir Osman, Op. cit., páginas 37, 38 y 39
24
contrato y al testamento como fuente de la obligación de alimentos. Expone que se
discute si se trata de una obligación de contenido exclusivamente patrimonial o no; que
se afirma que lo que se tutela no es un derecho patrimonial del alimentista sino un
derecho fundamental que se relaciona con su subsistencia y consecuentemente con la
propia vida; pero que, sin embargo, una vez que ocurre el hecho que da lugar al
nacimiento de la obligación de alimentos, ésta se traduce siempre en una prestación
pecuniaria, tanto si el obligado elige recibir y mantener en su propia vivienda al
alimentista, como si elige prestar una pensión.
Añade que de la obligación de prestar alimentos se derivan dos supuestos necesarios,
los cuales son: el parentesco entre el reclamante y el que tiene el deber de prestarlos; y
el estado de necesidad del alimentista.
Para el primer supuesto lo obligación
corresponde siempre a un pariente de los previstos en la ley, normalmente el cónyuge,
los ascendientes, descendientes y los hermanos; nombrándose alimentista al
reclamante de los alimentos y alimentante al obligados a prestarlos. Para el segundo
supuesto es necesario que quien reclama el derecho a recibir los alimentos se
encuentre en una situación tal que no pueda proveerse por sí mismo su subsistencia, y
esto es independiente de las causas que lo originaron y no exige tampoco que el
alimentista se encuentre en situación de indigencia total.
De conformidad con lo anotado, se puede indicar entonces que la obligación de
alimentos se encuentra debidamente regulada en el ordenamiento legal; que es
personal e indisponible y que a pesar de su contenido económico patrimonial no se le
25
puede desvincular de su carácter familiar, ya que persigue, más que el interés
puramente individual, la protección de la familia.
Finalmente se comenta que la obligación de prestar alimentos se extingue por las
siguientes causas: por muerte del obligado o por la muerte del alimentista, ya que se
trata de una obligación personalísima; por la pobreza sobrevenida al obligado, por
desaparición de la necesidad del alimentista, por su mala conducta o conducta viciosa,
y cuando los hijos menores se casan sin el consentimiento de sus padres.
2.4
Criterios doctrinarios
2.4.1
Sistema alemán
Con anterioridad a la publicación del Código Civil Alemán, según el autor Eugenio
Llamas Pombo25, la doctrina alemana, con inspiración en el pandectismo, siguió el
criterio restrictivo instaurado por el Derecho Romano. En su opinión, la tutela aquiliana
sólo protegía al propietario o al titular de otro derecho real, pero nunca al tutelar de un
derecho de crédito; sin embargo, admitieron la excepción a favor del arrendatario en
relación con los frutos no separados aún. Asimismo, con un evidente alejamiento de
las fuentes romanas, la doctrina alemana admitió la referida tutela aquiliana a favor del
alimentista contra el que causó la muerte al obligado a prestar alimentos.
25
LLAMAS POMBO, Eugenio, Estudios de Derecho de Obligaciones, Homenaje al Profesor Mariano Alonzo
Pérez, Tomo I, Madrid, Edita LA LEY. Páginas 347, 348, 351.
26
El propio Código Civil Alemán contempla supuestos en los que un crédito, consistente
en la percepción de un determinado servicio personalísimo, o la prestación de
alimentos derivada ex lege a favor de una determinada persona, puede ser frustrado
por causar un tercero la muerte o lesiones al obligado a prestarlos, por lo que habrá de
indemnizar al perjudicado, en atención al tiempo de duración presumible de la vida del
obligado a la prestación de alimentos o del servicio, cuyo cumplimiento se ha visto
truncado.
Asimismo, la doctrina y la jurisprudencia admiten, si bien por vía de excepción, que el
crédito pueda ser perjudicado por un tercero cuando entorpece el cumplimiento del
contrato en complicidad con el deudor, y considera que en tal supuesto nos hallamos
frente a un caso de responsabilidad extracontractual por ir en contra de las buenas
costumbres. En el derecho alemán, pues, como norma general, la tutela aquiliana está
restringida a los derechos absolutos, si bien también pueden ser protegidos
extracontractualmente por vía de excepción ciertos derechos de crédito.
2.4.2
Sistema francés
Continúa manifestando Llamas Pombo26, que la doctrina y la jurisprudencia francesas
se muestran más proclives a la admisión de la tutela aquiliana en los derechos de
crédito
perjudicados
por
tercero,
fundamentalmente,
en
los
supuestos
de
incumplimiento por complicidad de éste con el deudor. En los casos de complicidad en
26
Loc. cit.
27
el incumplimiento del contrato, por parte de tercero entienden que tal circunstancia no
excluye la protección aquiliana.
Admitida la responsabilidad extracontractual del tercero que perjudica el derecho de
crédito, que permite al acreedor alimentista dirigirse directamente contra él, se
contemplan, como supuestos más frecuentes en la práctica, la muerte o lesión del
deudor obligado a prestar alimentos o a realizar actividades personalísimas; la
privación al acreedor alimentista de su derecho por acto de tercero; la destrucción por
tercero de la cosa debida, y la celebración de un negocio entre el deudor y un tercero
que sea incompatible con el celebrado anteriormente entre el acreedor alimentista y
deudor alimentista.
2.4.3
Ordenamiento Jurídico Español
En este caso la doctrina científica se ha ocupado de la materia con criterios dispares, si
bien nadie discute que el acreedor alimentista perjudicado en su crédito debe ser
resarcido. Si el derecho de crédito es perjudicado por el deudor, naturalmente, resultará
él obligado a resarcir al acreedor alimentista. La discrepancia surge cuando el perjuicio
ha sido causado por un tercero.
28
CAPÍTULO III
3.
El derecho a la pensión por alimentos dentro del marco jurídico
guatemalteco
Este apartado comprende las normas contenidas en nuestra Constitución Política27, las
declaraciones, convenios y pactos internacionales aceptados, suscritos y ratificados por
Guatemala, así como la legislación ordinaria civil y penal que desarrolla las garantías
constitucionales.
El orden de su exposición se corresponde con la jurisprudencia
sentada por la Corte de Constitucionalidad, la cual se ha pronunciado de la siguiente
manera, al referirse a la preeminencia del derecho internacional en materia de
derechos humanos: “…El artículo 46 jerarquiza tales derechos humanos con rango
superior a la legislación ordinaria o derivada, pero no puede reconocérsele ninguna
superioridad sobre la Constitución,…”28
3.1
Ámbito constitucional
Nuestra Constitución Política contiene un alto sentido humanista, es por ello que en su
preámbulo se afirma la primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden
social, se reconoce a la familia como génesis primario y fundamental de los valores
espirituales y morales de la sociedad, y se impulsa la plena vigencia de los derechos
humanos. Es por ello también que sus dos primeros artículos hacen referencia a que la
27
28
Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Política de la República de Guatemala, año 1985
Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 18, expediente número 280-90,
página 99, sentencia del 19 de octubre de 1990
28
29
persona humana se constituye como el fin del Estado y que éste tiene deberes hacia
ella:
“Artículo 1º. Protección a la persona. El Estado de Guatemala se organiza para
proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común.
“Artículo 2º. Deberes del Estado: Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de
la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de
la persona.”
Respecto del Artículo 2º. constitucional, la Corte de Constitucionalidad ha expresado lo
siguiente: “…El principio de seguridad jurídica que consagra el artículo 2º. De la
Constitución, consiste en la confianza que tiene el ciudadano, dentro de un Estado de
Derecho, hacia el ordenamiento jurídico; es decir, hacia el conjunto de leyes que
garantizan su seguridad, y demanda que dicha legislación sea coherente e inteligible;
en tal virtud, las autoridades en el ejercicio de sus facultades legales, deben actuar
observando dicho principio, respetando las leyes vigentes, principalmente la ley
fundamental…”29
Con fundamento en lo anotado y debido a que el derecho de alimentos se constituye
como un derecho humano encaminado a garantizar la vida y el desarrollo integral de
quien los necesita, se puede afirmar que el texto constitucional lo reconoce
29
Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala, Gaceta número 61, expediente número 1258-00,
página 13, sentencia del 10 de julio de 2001
30
expresamente en los siguientes artículos que forman parte del apartado de derechos
humanos:
“Artículo 3. Derecho a la vida. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su
concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona.”
Artículo 44. Derechos inherentes a la persona humana. Los derechos y garantías que
otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en ella,
son inherentes a la persona humana.”
“Artículo 47. Protección a la familia. El Estado garantiza la protección social, económica
y jurídica de la familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio,
la igualdad de derechos de los cónyuges, la paternidad responsable y el derecho de las
personas a decir libremente el número y espaciamiento de sus hijos.”
“Artículo 48. Unión de hecho. El Estado reconoce la unión de hecho y la ley
preceptuará todo lo relativo a la misma.”
“Artículo 50. Igualdad de los hijos. Todos los hijos son iguales ante la ley y tienen los
mismos derechos. Toda discriminación es punible.”
31
“Artículo 51. Protección a menores y ancianos. El Estado protegerá la salud física,
mental y moral de los menores de edad y de los ancianos. Les garantizará su derecho
a la alimentación, salud, educación y seguridad y previsión social.”
“Artículo 52. Maternidad. La maternidad tiene la protección del Estado, el que velará en
forma especial por el estricto cumplimiento de los derechos y obligaciones que de ella
se deriven.”
“Artículo 55. Obligación de proporcionar alimentos. Es punible la negativa a
proporcionar alimentos en la forma que la ley prescribe.”
“Artículo 56. Acciones contra causas de desintegración familiar. Se declara de interés
social, las acciones contra el alcoholismo, la drogadicción y otras causas de
desintegración familiar. El Estado deberá tomar las medidas de prevención, tratamiento
y rehabilitación adecuadas para hacer efectivas dichas acciones, por el bienestar del
individuo, la familia y la sociedad.”
“Artículo 93. Derecho a la salud. El goce de la salud es derecho fundamental del ser
humano, sin discriminación alguna.”
“Artículo 94. Obligación del Estado, sobre salud y asistencia social. El Estado velará
por la salud y la asistencia social de todos los habitantes. Desarrollará, a través de sus
instituciones, acciones de prevención, promoción, recuperación, rehabilitación,
32
coordinación y las complementarias pertinentes a fin de procurarles el más completo
bienestar físico, mental y social.”
“Artículo 95. La salud, bien público. La salud de los habitantes de la Nación es un bien
público. Todas las personas e instituciones están obligadas a velar por su conservación
y restablecimiento.”
“Artículo 99. Alimentación y nutrición. El Estado velará porque la alimentación y
nutrición de la población reúna los requisitos mínimos de salud. Las instituciones
especializadas del Estado deberán coordinar sus acciones entre sí o con organismos
internacionales dedicados a la salud, para lograr un sistema alimentario nacional
efectivo.”
Los artículos citados evidencian que nuestra Carta Magna tiene, como fin supremo del
Estado, a la persona humana; que por ello éste se organiza para protegerla, así como a
su familia, desarrollando garantías mínimas que pueden ser superadas, denominadas
derechos humanos, contándose dentro de ellas el derecho a los alimentos, entendido
éste como todo lo necesario para la subsistencia de la persona humana.
3.2
Instrumentos internacionales
Nuestra Constitución Política establece en su Artículo 46 que en materia de derechos
humanos, los tratados y convenios aceptados y ratificados por Guatemala, tienen
33
preeminencia sobre el derecho interno; siendo el caso que nuestro país ha aceptado y
ratificado instrumentos internacionales que tienen íntima relación con el derecho de
alimentos, reconocido éste como un derecho humano para la subsistencia del
necesitado, por lo que se hace mención de los siguientes:
3.2.1
Declaración universal de los derechos humanos
El autor Marco Antonio Sagastume Gemmell30 afirma que con la Declaración Universal
de los Derechos Humanos estos se convierten en universales porque ya no protegen
únicamente a los ciudadanos de un Estado sino que a todos los seres humanos; y,
positivos porque ponen en marcha un proceso en el que los derechos humanos son
protegidos, incluso, contra los gobernantes de los Estados que los violan.
Esta declaración fue aprobada el 10 de diciembre del año 1948, en la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas, proclamándola como “…ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los
individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan,
mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y
aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su
reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los
Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.” 31
30
31
SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Introducción a los derechos humanos, Guatemala, Editorial
Estudiantil Fenix, año 2007, página 43
Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 217 A (III), Declaración Universal de los
Derechos Humanos, año 1948
34
En su preámbulo se expresa el fin supremo de la igualdad del hombre sin ningún tipo
de discriminación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es de observancia obligatoria para
los Estados, de conformidad con la proclamación de Teherán que se efectuó 20 años
después de haberse proclamado y aprobado, habiéndose establecido que: “La
Declaración Universal de Derechos Humanos establece un entendimiento común en los
pueblos del mundo, en relación con los derechos inalienables e inviolables de todos los
miembros de la familia humana, y constituye una obligación para los miembros de la
comunidad internacional.”32
Dentro de las garantías individuales que tienen relación con el derecho de alimentos se
incluyen las siguientes:
“Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos
con los otros.”
“Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona.”
32
SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 46
35
“Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales
nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.”
“Artículo 22.
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la
seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la
satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su
dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.”
“Artículo 25.
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su
voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos
los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social.”
36
“Artículo 28.
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e
internacional en el que los derechos y libertades aclamados en esta Declaración se
hagan plenamente efectivos.”
De lo anotado se desprende que la Declaración Universal de Derechos Humanos
constituye un documento universal que reconoce la dignidad que le asiste a toda
persona humana, a través de la vigencia de sus garantías individuales (derechos
humanos), haciendo énfasis en el derecho a los alimentos como medio para
abastecerse de lo necesario para su subsistencia, destacando la solidaridad entre los
seres humanos.
3.2.2
Pacto internacional de derechos civiles y políticos.
Manifiesta Sagastume33 que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos34 fue
aprobado el 19 de diciembre del año 1966 bajo el principio de observancia obligatoria
para los Estados ratificantes; y que se le nombró pacto por la máxima importancia que
le otorga a las condiciones de vida inherentes a la dignidad humana. Cuenta con un
Protocolo Facultativo, que permite la recepción de denuncias individuales en casos de
violación a los derechos que contempla.
33
34
SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 50
Organización de las Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución 2200A (XXI), Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, año 1966
37
El Congreso de la República de Guatemala aprobó la adhesión a la Convención,
mediante el decreto número 9-92 del 19 de febrero de 1992, habiéndose efectuado la
misma el uno de mayo del año 1992.
La normativa que tiene relación con el derecho de alimentos es la siguiente:
“Artículo 3o. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a
hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos
enunciados en el presente Pacto.”
“Artículo 6o. 1. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho
estará protegido por la Ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente.”
“Artículo 23.
1.
La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a
la protección de la sociedad y del Estado.
… 4. Los Estados Partes en el presente Pacto tomarán las medidas apropiadas para
asegurar la igualdad de derechos y de responsabilidades de ambos esposos en cuanto
al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de
disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los
hijos.”
38
“Artículo 24
1. Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las
medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su
familia como de la sociedad y del Estado…”
De lo referido se puede concluir en que el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y
Políticos le otorga máxima importancia a las condiciones de vida que son necesarias
para la prevalencia de la dignidad humana, dentro de ellas el derecho a los alimentos,
teniendo la característica especial de contar con un protocolo facultativo que permite la
recepción de denuncias por parte de quienes resulten afectados por la violación de sus
garantías individuales, de manera que se les reconozca o restituya en la vigencia de
sus derechos necesarios para la subsistencia.
Hace énfasis en el derecho que le
asiste a los niños para la protección de su condición.
3.2.3
Declaración americana de los derechos y deberes del hombre
Comenta Sagastume35, que durante la Novena Conferencia Internacional Americana
celebrada en Bogotá, Colombia, en el año 1948, se aprobó la Carta de la Organización
de Estados Americanos (OEA) y también la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, constituyéndose esta última como un código moral de
35
SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 109
39
observancia para los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos,
ya que no fue adoptado en forma de convención.
El considerando de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre tiene
un espíritu eminentemente humanista y por ende protector de las garantías que le
asisten a toda persona humana, al indicar: “Que los pueblos americanos han
dignificado la persona humana y que sus constituciones nacionales reconocen que las
instituciones jurídicas y políticas, rectoras de la vida en sociedad, tienen como fin
principal la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de
circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y alcanzar
la
felicidad,…”36
Tiene relación, respecto de derecho humano de prestación de alimentos, la siguiente
normativa:
“Derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona. Artículo I.
Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.”
“Derecho a la constitución y a la protección de la familia. Artículo VI. Toda persona
tiene derecho a constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir
protección para ella.”
36
Novena Conferencia Internacional Americana, Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
Colombia, año 1948
40
“Derecho de protección a la maternidad y a la infancia. Artículo VII. Toda mujer en
estado de gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a
protección, cuidados y ayuda especiales.”
“Derecho a la preservación de la salud y al bienestar. Artículo XI. Toda persona tiene
derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la
alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel
que permitan los recursos públicos y los de la comunidad.”
“Derecho a la educación. Artículo XII. Toda persona tiene derecho a la educación, la
que debe estar inspirada en los principios de libertad, moralidad y solidaridad humanas.
Asimismo tiene el derecho de que, mediante esa educación, se le capacite para lograr
una digna subsistencia, en mejoramiento del nivel de vida y para ser útil a la sociedad.
El derecho de educación comprende el de igualdad de oportunidades en todos los
casos, de acuerdo con las dotes naturales, los méritos y el deseo de aprovechar los
recursos que puedan proporcionar la comunidad y el Estado. Toda persona tiene
derecho a recibir gratuitamente la educación primaria, por lo menos.”
“Derecho a la seguridad social. Artículo XXVI. Toda persona tiene derecho a la
seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la desocupación, de la
vejez y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su voluntad,
la imposibilite física o mentalmente para obtener los medios de subsistencia.”
41
“Deberes para con los hijos y los padres. Artículo XXX. Toda persona tiene el deber de
asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos menores de edad, y los hijos tienen el
deber de honrar siempre a sus padres y el de asistirlos, alimentarlos y ampararlos
cuando éstos lo necesiten.”
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, si bien constituye
un código de observancia moral para los Estados miembros de la Organización de los
Estados Americanos, la misma establece que sus pueblos dignifican a la persona
humana a través de ordenamiento constitucional, puesto que éstos tienen como fin
principal la protección de los derechos esenciales del hombre. Por ello se declara el
derecho a los alimentos a través de la protección a la maternidad y a la infancia, a la
salud y al bienestar, a la educación, y a la seguridad social, haciendo énfasis en el
deber que tienen los padres hacia sus hijos menores de edad y el deber de éstos
últimos (mayores de edad) para asistir a sus padres cuando lo necesiten.
3.2.4
Convención americana sobre derechos humanos
Refiere Sagastume37 que el contenido de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos38 fue aprobado el día 21 de noviembre de 1969, durante la Conferencia
Interamericana Especializada sobre Derechos Humanos que se celebró en San José,
Costa Rica. Entró en vigor el día 18 de julio del año 1978 y los derechos humanos que
protege son prácticamente los que se encuentran contenidos en la Declaración
37
38
SAGASTUME GEMMELL, Marco Antonio, Op. Cit., página 110
Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, Costa Rica, año 1969
42
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, con el agregado de mecanismos
procesales para su efectiva vigencia.
El Congreso de la República de Guatemala la aprobó mediante el Decreto número 6-78
del 30 de marzo de 1978.
En el preámbulo de la Convención, conocida también como Pacto de San José, se
establece que los Estados firmantes reafirman su propósito de consolidar en América
un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los
derechos esenciales del hombre, reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, solo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento
del temor y la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de
sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y
políticos.
Tiene relación con el derecho humano que se refiere a la prestación de alimentos, la
siguiente normativa:
“Artículo 4. Derecho a la Vida.
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido
por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente.”
43
“Artículo 17. Protección a la Familia
1.
La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser
protegida por la sociedad y el Estado.
…4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar la igualdad de
derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo.
En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que aseguren la protección
necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos.
5.
La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera de
matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.”
“Artículo 19. Derechos del Niño
Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que so condición de menor
requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.”
“Artículo 32. Correlación entre Deberes y Derechos.
1.
Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad.
44
2.
Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por
la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática.”
Se concluye entonces en que la Convención Americana sobre Derechos Humanos
constituye un instrumento regional (América), que protege prácticamente los mismos
derechos humanos contenidos en la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, pero que cuenta con mecanismos procesales para su efectiva
vigencia. El derecho a la vida se protege a partir del momento de la concepción y
establece la responsabilidad de los cónyuges, dentro del matrimonio y aún disuelto el
mismo, de manera que se proteja el derecho a los alimentos de los hijos.
3.2.5
Convención sobre los derechos de la niñez
Sagastume Gemmell refiere que la Comisión de Derechos Humanos de la
Organización de las Naciones Unidas aprobó, en forma definitiva, el texto de la
Convención sobre los Derechos de la Niñez39, el 8 de marzo de 1989, enviándolo al
Consejo Económico y Social de la citada organización, quien a su vez lo remitió a la
Asamblea General. Para el caso particular de Guatemala, el Congreso de la República
aprobó la Convención mediante el Decreto número 27-90 del 10 de mayo del año 1990,
habiéndose ratificado el 22 de mayo de ese mismo año.
39
Asamblea General de las Naciones Unidas, Convención sobre los derechos de la niñez, 20 de noviembre de
1989
45
Con relación al derecho a los alimentos se establece:
“Artículo 1. Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser
humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea
aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.”
“Artículo 5. Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los
deberes de los padres o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la
comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras personas
encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus
facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos
reconocidos en la presente Convención.”
“Artículo 6.
1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida.
2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el
desarrollo del niño.”
“Artículo 18.
46
1. Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del
principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la
crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los
representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del
niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño.
2. A los efectos de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente
Convención, los Estados Partes prestarán la asistencia apropiada a los padres y a los
representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que respecta a la
crianza del niño y velarán por la creación de instituciones, instalaciones y servicios para
el cuidado de los niños.
3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para que los niños
cuyos padres trabajan tengan derecho a beneficiarse de los servicios e instalaciones de
guarda de niños para los que reúnan las condiciones requeridas.”
“Artículo 27.
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado
para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
47
2. A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño.
3. Los Estados Partes, de acuerdo con las condiciones nacionales y con arreglo a sus
medios, adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas
responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario,
proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto
a la nutrición, el vestuario y la vivienda.
4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de
la pensión alimenticia por parte de los padres u otras personas que tengan la
responsabilidad financiera por el niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven
en el extranjero.”
De lo anotado se desprende que esta Convención es específica para la protección del
derecho de alimentos que le asiste a todo menor de edad, asignando la
responsabilidad a los padres, a los representantes legales y a los Estados.
Se
puntualiza en el aseguramiento del pago de la pensión alimenticia, como medio que
garantiza la supervivencia del menor.
48
3.2.6
Convención Interamericana sobre obligaciones alimentarias
La Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias40 fue elaborada en la
Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay, el 15 de julio del año 1989,
habiendo efectuado la delegación de Guatemala la siguiente declaración interpretativa,
al firmar la misma: “La Delegación de Guatemala desea hacer constar su interpretación
acerca de lo dispuesto por el artículo 11 de la Convención Interamericana sobre
Obligaciones Alimentarias.
Conforme a la ley procesal civil vigente en Guatemala,
norma que tiene carácter de ley de orden público y que es aplicable al caso de esta
Convención, para reconocer eficacia extraterritorial a una sentencia extranjera se
requiere, inter alía, que ésta no se haya dictado en rebeldía del demandado y que en el
país donde se dictó se reconozca igual eficacia a las sentencias nacionales.
En
consecuencia, con el propósito de no insertar en el texto de la Convención requisitos
que no son aplicables a otros países y para no desvirtuar uno de los principales
propósitos de este instrumento cual es la cooperación internacional, Guatemala
interpreta los incisos e) y f) del artículo 11 en el sentido de su ley procesal vigente, es
decir, que la sentencia no haya sido dictada en rebeldía del demandado. Además,
Guatemala interpreta que el requisito de la efectividad extraterritorial recíproca se
cumple en el caso que el Estado extranjero cuya sentencia se pretenda hacer efectiva
en Guatemala, sea parte ratificante de la Convención al igual que el Estado de
Guatemala.”41
40
41
Organización de los Estados Americanos, Departamento de Derecho Internacional, Washington D.C.,
http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/b-54.html, consultado el 10 de septiembre de 2013
Loc. cit., consultado el 10 de septiembre de 2013
49
Los postulados básicos de esta Convención se encuentran principalmente en los
siguientes artículos:
“Artículo 1. La presente Convención tiene como objeto la determinación del derecho
aplicable a las obligaciones alimentarias, así como a la competencia y a la
cooperación procesal internacional, cuando el acreedor de alimentos tenga su
domicilio o residencia habitual en un Estado Parte y el deudor de alimentos tenga su
domicilio o residencia habitual, bienes o ingresos en otro Estado Parte.
La presente Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias respecto de
menores por su calidad de tales y a las que se deriven de las relaciones
matrimoniales entre cónyuges o quienes hayan sido tales.
Los Estados podrán declarar al suscribir, ratificar o adherir a esta Convención que la
restringen a las obligaciones alimentarias respecto de menores.”
“Artículo 2. A los efectos de la presente Convención se considerará menor a quien no
haya cumplido la edad de dieciocho años. Sin perjuicio de lo anterior, los beneficios
de esta Convención se extenderán a quien habiendo cumplido dicha edad, continúe
siendo acreedor de prestaciones alimentarias de conformidad a la legislación
aplicable prevista en los Artículos 6 y 7.”
50
“Artículo 3. Los Estados al momento de suscribir, ratificar o adherir a la presente
Convención, así como con posterioridad a la vigencia de la misma, podrán declarar
que esta Convención se aplicará a las obligaciones alimentarias en favor de otros
acreedores; asimismo, podrán declarar el grado de parentesco u otros vínculos
legales que determinen la calidad de acreedor y deudor de alimentos en sus
respectivas legislaciones.”
Respecto del derecho aplicable, tanto para el deudor como para el acreedor, así como
para la propia prestación de alimentos, se establece:
“Artículo 6. Las obligaciones alimentarias, así como las calidades de acreedor y de
deudor de alimentos, se regularán por aquel de los siguientes órdenes jurídicos que, a
juicio de la autoridad competente, resultare más favorable al interés del acreedor:
a. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del
acreedor;
b. El ordenamiento jurídico del Estado del domicilio o de la residencia habitual del
deudor.”
“Artículo 7. Serán regidas por el derecho aplicable de conformidad con el Artículo 6
las siguientes materias:
51
a. El monto del crédito alimentario y los plazos y condiciones para hacerlo efectivo;
b. La determinación de quienes pueden ejercer la acción alimentaria en favor del
acreedor, y
c. Las demás condiciones requeridas para el ejercicio del derecho de alimentos.”
Respecto de la reclamación internacional por la prestación de alimentos, se reconoce
el derecho del acreedor para escoger la instancia judicial que deba conocer de su
pretensión, de la siguiente manera:
“Artículo 8. Serán competentes en la esfera internacional para conocer de las
reclamaciones alimentarias, a opción del acreedor:
a. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del acreedor;
b. El juez o autoridad del Estado del domicilio o de la residencia habitual del deudor, o
c. El juez o autoridad del Estado con el cual el deudor tenga vínculos personales tales
como: posesión de bienes, percepción de ingresos, u obtención de beneficios
económicos.
52
Sin perjuicio de lo dispuesto en este artículo, se considerarán igualmente competentes
las autoridades judiciales o administrativas de otros Estados a condición de que el
demandado en el juicio, hubiera comparecido sin objetar la competencia.”
“Artículo 9. Serán competentes para conocer las acciones de aumento de alimentos,
cualesquiera de las autoridades señaladas en el Artículo 8. Serán competentes para
conocer de las acciones de cese y reducción de alimentos, las autoridades que
hubieren conocido de la fijación de los mismos.”
La Convención también establece la cooperación procesal internacional al indicar que:
“Artículo 11. Las sentencias extranjeras sobre obligaciones alimentarias tendrán
eficacia extraterritorial en los Estados Parte si reúnen las siguientes condiciones:
a. Que el juez o autoridad que dictó la sentencia haya tenido competencia en esfera
internacional de conformidad con los Artículos 8 y 9 de esta Convención para conocer
y juzgar el asunto;
b. Que la sentencia y los documentos anexos que fueren necesarios según la
presente Convención, estén debidamente traducidos al idioma oficial del Estado
donde deban surtir efecto;
53
c. Que la sentencia y los documentos anexos se presenten debidamente legalizados
de acuerdo con la ley del Estado en donde deban surtir efecto, cuando sea necesario;
d. Que la sentencia y los documentos anexos vengan revestidos de las formalidades
externas necesarias para que sean considerados auténticos en el Estado de donde
proceden;…
e. Que el demandado haya sido notificado o emplazado en debida forma legal de
modo sustancialmente equivalente a la aceptada por la ley del Estado donde la
sentencia deba surtir efecto;
f. Que se haya asegurado la defensa de las partes,
g. Que tengan el carácter de firme en el Estado en que fueron dictadas. En caso de
que existiere apelación de la sentencia ésta no tendrá efecto suspensivo.”
“Artículo 12. Los documentos de comprobación indispensables para solicitar el
cumplimiento de las sentencias son los siguientes:
a. Copia auténtica de la sentencia;
b. Copia auténtica de las piezas necesarias para acreditar que se ha dado
cumplimiento a los incisos e) y f) del artículo 11, y
54
c. Copia auténtica del auto que declare que la sentencia tiene el carácter de firme o
que ha sido apelada.”
“Artículo 14. Ningún tipo de caución será exigible al acreedor de alimentos por la
circunstancia de poseer nacionalidad extranjera, o tener su domicilio o residencia
habitual en otro Estado.
El beneficio de pobreza declarado en favor del acreedor en el Estado Parte donde
hubiere ejercido su reclamación, será reconocido en el Estado Parte donde se hiciere
efectivo el reconocimiento o la ejecución. Los Estados Parte se comprometen a
prestar asistencia judicial gratuita a las personas que gocen del beneficio de pobreza.”
Dentro del apartado de las disposiciones generales de la Convención destaca la
protección que deben brindar los Estados parte para el menor de edad de cualquier
otro Estado parte, así como el compromiso de trasladar los fondos que corresponden
a favor del acreedor alimentario, en aplicación de la misma, al indicarse que:
“Artículo 19. Los Estados Parte procurarán suministrar asistencia alimentaria
provisional en la medida de sus posibilidades a los menores de otro Estado que se
encuentren abandonados en su territorio.”
“Artículo 20. Los Estados Parte se comprometen a facilitar la transferencia de fondos
que procediere por aplicación de esta Convención.”
55
Finalmente se establece que esta Convención prevalece sobre las convenciones de la
Haya en que los Estados miembros sean parte:
“Artículo 29. Entre los Estados miembros de la Organización de los Estados
Americanos que fueren Partes de esta Convención y de las Convenciones de La Haya
del 2 de octubre de 1973 sobre Reconocimiento y Eficacia de Sentencias
relacionadas con Obligaciones Alimentarias para Menores y sobre la Ley Aplicable a
Obligaciones Alimentarias, regirá la presente Convención. Sin embargo, los Estados
Parte podrán convenir entre ellos de forma bilateral la aplicación prioritaria de las
citadas Convenciones de La Haya del 2 de octubre de 1973.”
Esta Convención de la región americana, que es específica para las obligaciones
alimentarias, incluye mecanismos procesales para que el deudor alimentario cumpla
con la prestación, aún cuando él o el acreedor alimentario tengan su domicilio o
residencia en cualquiera de los Estados americanos contratantes.
Esta dirigida
principalmente a proteger a los menores de edad, pero los Estados Contratantes
pueden ampliarla para proteger a otros acreedores alimentarios. Su ámbito de
aplicación se limita al continente americano.
3.3
Legislación Ordinaria
3.3.1
Código Civil de la República de Guatemala
56
Nuestro Código Civil42, cuando trata sobre la administración de los bienes del ausente,
establece, a favor de los acreedores alimentistas lo siguiente:
“Artículo 73. Los poseedores de los bienes deben proveer de alimentos a los que
tengan derecho a recibirlos, en los términos que la ley establece.”
Luego, en el apartado de los deberes y derechos que nacen del matrimonio, se
establece la asistencia que en materia de alimentos deben prestarse los cónyuges, así
como su deber de alimentar a sus hijos menores de edad:
“Artículo 110. El marido debe protección y asistencia a su mujer y está obligado a
suministrarle todo lo necesario para el sostenimiento del hogar de acuerdo con sus
posibilidades económicas. Ambos cónyuges tienen la obligación de atender y de cuidar
a sus hijos, durante la minoría de edad de estos últimos.”
“Artículo 111. La mujer deberá también contribuir equitativamente al sostenimiento del
hogar, si tuviere bienes propios o desempeñare algún empleo, profesión, oficio o
comercio; pero si el marido estuviere imposibilitado para trabajar y careciere de bienes
propios, la mujer cubrirá todos los gastos con los ingresos que reciba.”
“Artículo 112. La mujer tendrá siempre derecho preferente sobre el sueldo, salario o
ingresos del marido, por las cantidades que correspondan para alimentos de ella y de
42
Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 106, Código Civil, año 1963
57
sus hijos menores. Igual derecho compete al marido en los casos en que la mujer
tenga la obligación de contribuir en todo o en parte para los gastos de la familia.”
La protección del derecho de alimentos dentro del matrimonio es entendida en términos
amplios, es por ello que la misma se establece aún para el régimen económico de
separación absoluta de bienes:
“Artículo 128. La separación absoluta de bienes no exime en ningún caso a los
cónyuges, de la obligación común de sostener los gastos del hogar, la alimentación y
educación de los hijos y las demás cargas del matrimonio.”
El derecho a los alimentos también se establece como uno de los efectos civiles de la
separación y del divorcio, según se desprende de lo indicado en el numeral segundo
del Artículo 159, el Artículo 163 y el Artículo 169. Para el caso del Artículo 163, éste es
aplicable también para el cese de la unión de hecho:
“Artículo 159. Son efectos civiles comunes de la separación y del divorcio, los
siguientes: …2º. El derecho de alimentos a favor del cónyuge inculpable, en su
caso;…”
“Artículo 163. Si la separación o el divorcio se solicitaren por mutuo acuerdo, los
cónyuges deberán presentar un proyecto de convenio sobre los puntos siguientes:
58
1º. A quién quedan confiados los hijos habidos en el matrimonio;
2º. Por cuenta de quién de los cónyuges deberán ser alimentados y educados los hijos,
y cuando esta obligación pese sobre ambos cónyuges, en qué proporción contribuirá
cada uno de ellos;
3º. Qué pensión deberá pagar el marido a la mujer si ésta no tiene rentas propias que
basten para cubrir sus necesidades; y
4º. Garantía que se preste para el cumplimiento de las obligaciones que por el convenio
contraigan los cónyuges.”
“Artículo 169. La mujer inculpable gozará de la pensión alimenticia a que se refiere el
inciso 3º del artículo 163, la cual será fijada por el juez, si no lo hicieren los cónyuges,
teniendo en cuenta las posibilidades de quien debe prestarla y las necesidades de
quien ha de recibirla. La mujer gozará de la pensión mientras no contraiga nuevo
matrimonio; y el marido inculpable tendrá el mismo derecho, sólo cuando esté
imposibilitado para dedicarse a trabajos que le proporcionen medio de subsistencia y
no contraiga nuevo matrimonio.”
Nuestro Código Civil dedica el Capítulo VIII del Título II, que se refiere a la familia, para
normar los alimentos entre parientes, de la siguiente manera:
59
“Artículo 278. Concepto. La denominación de alimentos comprende todo lo que es
indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la
educación e instrucción del alimentista cuando es menor de edad.”
“Artículo 279. Los alimentos han de ser proporcionados a las circunstancias personales
y pecuniarias de quien los debe y de quien los recibe, y serán fijados por el juez, en
dinero. Al obligado se le puede permitir que los alimentos los preste de otra manera
cuando, a juicio del juez, medien razones que lo justifiquen.”
“Artículo 280. Los alimentos se reducirán o aumentarán proporcionalmente, según el
aumento o disminución que sufran las necesidades del alimentista, y la fortuna del que
hubiere de satisfacerlos.”
“Artículo 281. Los alimentos sólo se deben en la parte en que los bienes y el trabajo del
alimentista no alcancen a satisfacer sus necesidades.”
“Artículo 282. No es renunciable ni transmisible a un tercero, ni embargable, el derecho
a los alimentos. Tampoco pueden compensarse con lo que el alimentista debe al que
ha de prestarlos. Podrán, sin embargo, compensarse, embargarse, renunciarse y
enajenarse las pensiones alimenticias atrasadas.”
“Artículo 283. Personas obligadas. Están obligados recíprocamente a darse alimentos,
los cónyuges, los ascendientes, descendientes y hermanos. Cuando el padre, por sus
60
circunstancias personales y pecuniarias, no estuviere en posibilidad de proporcionar
alimentos a sus hijos, y la madre tampoco pudiere hacerlo, tal obligación corresponde a
los abuelos paternos de los alimentistas, por todo el tiempo que dure la Imposibilidad
del padre de éstos.”
“Artículo 284. Cuando recaiga sobre dos o más personas la obligación de dar
alimentos, se repartirá entre ellas el pago, en cantidad proporcionada a su caudal
respectivo; en caso de urgente necesidad, y por circunstancias especiales, el juez
podrá decretar que uno o varios de los obligados los preste provisionalmente, sin
perjuicio de que pueda reclamar de los demás la parte que le corresponde.”
“Artículo 285. Cuando dos o más alimentistas tuvieren derecho a ser alimentados por
una misma persona, y ésta no tuviere fortuna bastante para atender a todos, los
prestará en el orden siguiente:
1º. A su cónyuge;
2°. A los descendientes del grado más próximo;
3º. A los ascendientes, también del grado más próximo; y
4°. A los hermanos.
61
Si los alimentistas concurrentes fuesen el cónyuge, o varios hijos sujetos a la patria
potestad, el juez atendiendo a las necesidades de uno y otros, determinará la
preferencia o la distribución.”
“Artículo 286. De las deudas que la mujer se vea obligada a contraer para alimentos de
ella y de los hijos, por no proporcionar el padre lo indispensable para cubrirlos, será
éste responsable de su pago en la cuantía necesaria para ese objeto.”
“Artículo 287. La obligación de dar alimentos será exigible, desde que los necesitare la
persona que tenga derecho a percibirlos. El pago se hará por mensualidades
anticipadas, y cuando fallezca el alimentista, sus herederos no estarán obligados a
devolver lo que éste hubiere recibido anticipadamente.”
“Artículo 289. Cesará la obligación de dar alimentos:
1º. Por la muerte del alimentista;
2º. Cuando aquel que los proporciona se ve en la imposibilidad de continuar
prestándolos, o cuando termina la necesidad del que los recibía;
3º. En el caso de injuria, falta o daño grave inferidos por el alimentista contra el que
debe prestarlos;
62
4°. Cuando la necesidad de los alimentos dependa de la conducta viciosa o de la falta
de aplicación al trabajo del alimentista, mientras subsistan estas causas; y
5º. Si los hijos menores se casaren sin el consentimiento de los padres.”
“Artículo 290. Los descendientes no pueden tampoco exigir alimentos:
1º. Cuando han cumplido dieciocho años de edad, a no ser que se hallen
habitualmente enfermos, impedidos o en estado de interdicción; y
2º. Cuando se les ha asegurado la subsistencia hasta la misma edad.”
“Artículo 291. Las disposiciones de este capítulo son aplicables a los demás casos en
que por ley, por testamento o por contrato, se tenga derecho a alimentos, salvo lo
pactado u ordenado por el testador o lo dispuesto por la ley, para el caso especial de
que se trate. El derecho de alimentos que provenga de contrato o disposición
testamentaria, no perjudica, en ningún caso, la preferencia que la ley establece en
favor de los parientes del obligado.”
La obligación de otorgar garantía por parte del deudor alimentario, cuando haya sido
necesario promover juicio en su contra para que cumpla con la prestación de alimentos,
se establece en el Artículo 292:
63
“Artículo 292. La persona obligada a dar alimentos contra la cual haya habido
necesidad de promover juicio para obtenerlos, deberá garantizar suficientemente la
cumplida prestación de ellos con hipoteca, si tuviere bienes hipotecables, o con fianza
u otras seguridades, a juicio del juez. En este caso, el alimentista tendrá derecho a que
sean anotados bienes suficientes del obligado a prestar alimentos, mientras no los
haya garantizado.”
Para el caso del testamento y de la partición de bienes en favor de los herederos, se
establece la limitante del derecho que determinadas personas tienen para ser
alimentadas:
“Artículo 936. La libertad de testar sólo tiene por límite el derecho que algunas
personas tienen a ser alimentadas.”
“Artículo 1099. Al hacerse la partición de bienes, deben los herederos asegurar, en
beneficio de los alimentistas, las porciones o cuotas a que éstos tengan derecho; y sin
ese requisito no serán inscritas la partición. En tal caso, los registradores harán de
oficio, anotación sobre los bienes de la herencia, la que se cancelará hasta que estén
garantizados los alimentos y las pensiones debidas.”
La normativa contenida en nuestro Código Civil respecto del derecho a los alimentos es
amplia y abarca la protección para el acreedor alimentista, siendo el caso que para el
cumplimiento de la prestación se pueden afectar los bienes del deudor alimentista en
64
caso de que esté ausente, se contempla también la asistencia mutua que deben
brindarse los cónyuges dentro del matrimonio y también para sus hijos menores de
edad, sin importar el régimen económico que pacten. Se incluye la preferencia que
sobre los ingresos del marido corresponde para los alimentos de la esposa y de sus
hijos menores, estipulando que previo a la separación o al divorcio debe convenirse
plenamente como se cubrirá esta prestación y a cargo de quien. Sin embargo, a pesar
de lo abundante de la normativa en mención, la misma no contempla algún tipo de
coerción para el caso que se presenta cuando el deudor alimentista incumple con la
prestación y se encuentra fuera del país.
3.3.2
Código Procesal Civil y Mercantil de la República de Guatemala
Nuestro Código Procesal Civil y Mercantil43 establece en su Artículo 199 que los
asuntos relativos a la obligación de prestar alimentos se tramitarán por la vía del juicio
oral; en tanto que el Artículo 212 de ese mismo cuerpo normativo indica que el actor
debe presentar con su demanda el título en que se funda, el cual puede ser: el
testamento, el contrato, la ejecutoria en que conste la obligación, o los documentos
justificativos del parentesco, y que se presume la necesidad de pedir alimentos,
mientras no se pruebe lo contrario.
En el Artículo 213 se establece que el juzgador podrá ordenar que los alimentos se
brinden provisionalmente, en tanto se ventila el juicio por esta obligación; y en el
43
Jefe del Gobierno de la República de Guatemala, Decreto-Ley 107, Código Procesal Civil y Mercantil, año 1963
65
Artículo 214 se establece que el demandante puede solicitar toda clase de medidas
precautorias, las que se ordenarán sin más trámite y sin necesidad de prestar garantía,
y que si el obligado no cumpliere se procederá inmediatamente al embargo y remate de
bienes bastantes a cubrir su importe; o al pago si se tratare de cantidades en efectivo.
En el Artículo 215 se prevé el efecto de la rebeldía, que resulta del hecho que el
demandado no concurra a la primera audiencia y no conteste por escrito la demanda.
En este caso el juez lo declarará confeso en las pretensiones del actor y procederá a
dictar sentencia.
Al tenor del numeral 4 del Artículo 306, no pueden ser objeto de embargo las pensiones
alimenticias presentes y futuras.
Esta normativa adjetiva resulta ineficaz cuando el deudor alimentista se encuentra
fuera del país y el acreedor alimentista pretende que se le reconozca judicialmente su
derecho, puesto que por lo general el segundo mencionado no deja quien le represente
en el país y por ello no se le puede hacer comparecer a juicio. Es aquí de donde se
desprende la necesidad de contar con una normativa internacional que obligue al
deudor alimentista a cumplir con la prestación, a pesar que se encuentre en cualquier
parte del mundo.
66
3.3.3
Código Penal de la República de Guatemala
El Artículo 242 del Código Penal44 tipifica el delito en el que incurre la persona que
legalmente está obligada a prestar alimentos y que incumple con su compromiso,
indicando que:
“Artículo 242. Negación de asistencia económica. Quien, estando obligado legalmente
a prestar alimentos, en virtud de sentencia firme o de convenio que conste en
documento público o auténtico, se negare a cumplir con tal obligación después de ser
legalmente requerido, será sancionado con prisión de seis meses a dos años, salvo
que probare no tener posibilidades económicas para el cumplimiento de su obligación.
El autor no quedará eximido de responsabilidad penal, por el hecho de que otra
persona los hubiere prestado.”
El artículo transcrito contempla la pena de prisión para el deudor alimentista que
incumple con la prestación de alimentos, si luego de ser ejecutado no atiende el
requerimiento. Nuevamente, esta normativa se limitada para el caso en que el deudor
permanezca en el país, ya que si está en el extranjero, y por lo general sin haber
dejado quien le represente, no se le puede hacer cumplir o bien sancionarle con
prisión.
44
Congreso de la República de Guatemala, Decreto Número 17-73, Código Penal
67
3.3.4
Ley de Tribunales de Familia.
La Ley de Tribunales de Familia45 establece en sus Artículos uno, dos y tres, que estos
tribunales conocen, dentro de su jurisdicción, de los asuntos relativos a la familia, que
les corresponde los asuntos relacionados con alimentos, y que en ellos rige el
procedimiento del juicio oral que se regula en el Código Procesal Civil y Mercantil.
45
Congreso de la República de Guatemala, Decreto-Ley Número 206, Ley de Tribunales de Familia, año 1964
68
CAPÍTULO IV
4.
Instrumentos internacionales que no han sido aceptados, suscritos y
ratificados por Guatemala
En este capítulo se hará referencia, específicamente, al Convenio de La Haya del 23 de
noviembre del año 2007 “Sobre Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y
otros Miembros de la Familia”46, y al Protocolo de La Haya de 23 de noviembre de 2007
“Sobre la Ley Aplicable a las Obligaciones Alimenticias”47, haciendo mención que
Guatemala no es miembro de la Conferencia de La Haya y que según la información
que refiere el sitio de Internet de la Conferencia, tampoco ha ratificado ni se ha
adherido a estos instrumentos internacionales.
4.1
Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro
internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia
De conformidad con lo manifestado por William Duncan48, Secretario General Adjunto
de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, el 23 de noviembre de
2007 más de 70 Estados y la Comunidad Económica Europea firmaron el nuevo
Convenio de la Haya sobre Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y otros
Miembros de la Familia, así como su primer Protocolo sobre la Ley Aplicable a las
46
47
48
Hague Conference on Private International Law, http://www.hcch.net/index_es.php?act=conventions.text&cid,
consultado el 18 de septiembre de 2013
Loc. cit., consultado el 18 de septiembre de 2013
Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado, Protección Internacional del Niño, Boletín de los
Jueces, Tomo XIV, período 2008-2009
68
69
Obligaciones Alimenticias; destacando que los procedimientos transfronterizos,
especialmente los que se refieren a los casos internacionales de alimentos a favor de
los niños, serán más sencillos, rápidos, accesibles y económicos.
Agrega que este nuevo convenio tiene como base instrumentos internacionales ya
existentes, concretamente los previos Convenios de La Haya y la Convención de
Nueva York de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Obtención de
Alimentos en el Extranjero, así como en instrumentos regionales; y que no se
constituye como un obstáculo para el funcionamiento de sistemas integrados a nivel
regional o bilateral. Indica que el convenio es de aplicación obligatoria para el caso de
los alimentos a favor de niños, que también abarca las obligaciones alimenticias entre
cónyuges y ex-cónyuges, pero que este último caso es aplicable únicamente entre
Estados que hayan efectuado una declaración al respecto.
Refiere que los Estados
contratantes podrán declarar también que extienden la aplicación del convenio, total o
parcialmente, a otras prestaciones alimenticias que se deriven de relaciones de familia,
filiación, matrimonio o afinidad, y que estas funcionarán de manera recíproca entre los
Estados que se correspondan con sus declaraciones.
Los artículos más relevantes del Convenio son los siguientes:
“Artículo 1. Objeto. El presente Convenio tiene por objeto garantizar la eficacia del
cobro internacional de alimentos para niños y otros miembros de la familia, en
particular:
70
a)
estableciendo un sistema completo de cooperación entre las autoridades de los
Estados contratantes;
b)
permitiendo la presentación de solicitudes para la obtención de decisiones en
materia de alimentos;
c)
garantizando el reconocimiento y la ejecución de las decisiones en materia de
alimentos; y
d)
exigiendo medidas efectivas para la rápida ejecución de las decisiones en materia
de alimentos.”
“Artículo 2. Ámbito de aplicación
1. El presente Convenio se aplicará:
a)
a las obligaciones alimenticias a favor de una persona menor de 21 años
derivadas de una relación paterno-filial;
b)
al reconocimiento y ejecución o ejecución de una decisión sobre obligaciones
alimenticias entre cónyuges y ex cónyuges cuando la solicitud se presente
conjuntamente con una demanda comprendida en el ámbito de aplicación del
subapartado a); y
71
c)
a las obligaciones alimenticias entre cónyuges y ex cónyuges, con excepción de
los Capítulos II y III.
2. Cualquier Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 62, reservarse el
derecho de limitar la aplicación del Convenio con respecto al subapartado 1 a), a las
personas que no hayan alcanzado la edad de 18 años. El Estado contratante que haga
esta reserva no podrá exigir la aplicación del Convenio a las personas de la edad
excluida por su reserva.
3. Cualquier Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 63, declarar que
extenderá la aplicación de todo o parte del Convenio a otras obligaciones alimenticias
derivadas de una relación de familia, filiación, matrimonio o afinidad, incluyendo en
particular las obligaciones a favor de personas vulnerables. Tal declaración sólo creará
obligaciones entre dos Estados contratantes en la medida en que sus declaraciones
incluyan las mismas obligaciones alimenticias y partes del Convenio.
4. Las disposiciones del presente Convenio se aplicarán a los niños con independencia
de la situación conyugal de sus padres.”
“Artículo 3. Definiciones. A los efectos del presente Convenio:
a) "acreedor" significa una persona a la que se deben o a la que se alegue que se
deben alimentos;
72
b) "deudor" significa una persona que debe o respecto de la que se alegue que debe
alimentos;
c) "asistencia jurídica" significa la asistencia necesaria para permitir a los solicitantes
conocer y hacer valer sus derechos y garantizar que las solicitudes sean tratadas de
manera completa y eficaz en el Estado requerido. Tal asistencia puede proporcionarse,
según sea necesario, mediante asesoramiento jurídico, asistencia para presentar un
asunto ante una autoridad, representación en juicio y exención de los costes del
procedimiento;
d) "acuerdo por escrito" significa un acuerdo registrado en cualquier soporte cuyo
contenido sea accesible para su ulterior consulta;
e) "acuerdo en materia de alimentos" significa un acuerdo por escrito sobre pago de
alimentos que:
i) ha sido formalmente redactado o registrado como un documento auténtico por una
autoridad competente; o
ii) ha sido autenticado, concluido, registrado o depositado ante una autoridad
competente, y puede ser objeto de revisión y modificación por una autoridad
competente.
73
f) "persona vulnerable" significa una persona que, por razón de disminución o
insuficiencia de sus facultades personales, no se encuentra en condiciones de
mantenerse a sí misma.”
“Artículo 5. Funciones generales de las Autoridades Centrales
Las Autoridades Centrales deberán:
a)
cooperar entre sí y promover la cooperación entre las autoridades competentes de
sus Estados para alcanzar los objetivos del Convenio;
b)
buscar, en la medida de lo posible, soluciones a las dificultades que pudieran
surgir en la aplicación del Convenio.”
“Artículo 7. Peticiones de medidas específicas
1. Una Autoridad Central podrá dirigir una petición motivada a otra Autoridad Central
para que ésta adopte medidas específicas apropiadas previstas en el artículo 6(2) b),
c), g), h), i) y j) cuando no esté pendiente ninguna solicitud prevista en el artículo 10. La
Autoridad Central requerida adoptará las medidas que resulten apropiadas si las
considera necesarias para asistir a un solicitante potencial a presentar una solicitud
prevista en el artículo 10 o a determinar si se debe presentar dicha solicitud.
74
2. Una Autoridad Central podrá también tomar medidas específicas a petición de otra
Autoridad Central con respecto a un asunto sobre cobro de alimentos pendiente en el
Estado requirente que tenga un elemento internacional.”
“Artículo 8. Costes de la Autoridad Central
1. Cada Autoridad Central asumirá sus propios costes derivados de la aplicación del
presente Convenio.
2. Las Autoridades Centrales no impondrán al solicitante ningún cargo por los servicios
que las mismas presten en virtud del Convenio, salvo los costes excepcionales que se
deriven de una petición de medidas específicas previstas en el artículo 7.
3. La Autoridad Central requerida no podrá recuperar los costes excepcionales
indicados en el apartado 2 sin el consentimiento previo del solicitante sobre la
prestación de dichos servicios a tales costes.”
”Artículo 10. Solicitudes disponibles
1. Las categorías siguientes de solicitudes deberán poder presentarse en un Estado
requirente por un acreedor que pretende el cobro de alimentos en virtud del presente
Convenio:
75
a) reconocimiento o reconocimiento y ejecución de una decisión;
b) ejecución de una decisión dictada o reconocida en el Estado requerido;
c) obtención de una decisión en el Estado requerido cuando no exista una decisión
previa, incluida la determinación de filiación en caso necesario;
d) obtención de una decisión en el Estado requerido cuando el reconocimiento y
ejecución de una decisión no sea posible o haya sido denegado por falta de una base
para el reconocimiento y ejecución prevista en el artículo 20 o por los motivos previstos
en el artículo 22 b) o e);
e) modificación de una decisión dictada en el Estado requerido;
f) modificación de una decisión dictada en un Estado distinto del Estado requerido.
2. Las categorías siguientes de solicitudes deberán poder presentarse en un Estado
requirente por un deudor contra el que exista una decisión de alimentos:
a) reconocimiento de una decisión o procedimiento equivalente que tenga por efecto
suspender o limitar la ejecución de una decisión previa en el Estado requerido;
76
b) modificación
de
una
decisión
dictada
en
el
Estado
requerido;
c) modificación de una decisión dictada en un Estado distinto del Estado requerido.
3. Salvo disposición contraria del presente Convenio, las solicitudes previstas en los
apartados 1 y 2 se tramitarán conforme a la ley del Estado requerido, y las solicitudes
previstas en los apartados 1 c) a f) y 2 b) y c) estarán sujetas a las normas de
competencia aplicables en el Estado requerido.”
“Artículo 15. Asistencia jurídica gratuita para las solicitudes de alimentos a favor de
niños
1. El Estado requerido proporcionará asistencia jurídica gratuita para toda solicitud de
obligaciones alimenticias a favor de una persona menor de 21 años que se deriven de
una relación paterno-filial, presentada por un acreedor en virtud de este Capítulo.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado 1, el Estado requerido podrá denegar
asistencia jurídica gratuita, con respecto a aquellas solicitudes distintas a las previstas
en el artículo 10(1) a) y b) y los casos comprendidos por el artículo 20(4), si considera
que la solicitud o cualquier recurso es manifiestamente infundado.”
“Artículo 16. Declaración para permitir un examen de los recursos económicos del niño
77
1. No obstante lo dispuesto en el artículo 15(1), un Estado podrá declarar que, de
conformidad con el artículo 63, proporcionará asistencia jurídica gratuita con respecto a
solicitudes distintas a las previstas en el artículo10(1) a) y b) y los casos comprendidos
por el artículo20(4), sujeta a un examen de los recursos económicos del niño.
2. Un Estado debe, en el momento de hacer tal declaración, proporcionar información a
la Oficina Permanente de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado
sobre la manera en que efectuará el examen de los recursos económicos del niño,
incluyendo los criterios económicos que deberán cumplirse.
3. Una solicitud referida en el apartado 1, dirigida a un Estado que hizo la declaración a
que se refiere dicho apartado, deberá incluir una declaración formal del solicitante
indicando que los recursos económicos del niño cumplen los criterios a los que hace
referencia el apartado 2. El Estado requerido sólo podrá pedir más pruebas sobre los
recursos económicos del niño si tiene fundamentos razonables para creer que la
información proporcionada por el solicitante es inexacta.
4. Si la asistencia jurídica más favorable prevista por la ley del Estado requerido con
respecto a las solicitudes presentadas en virtud de este Capítulo sobre obligaciones
alimenticias a favor un niño derivadas de una relación paterno-filial, es más favorable
que la prevista en los apartados 1 a 3, se proporcionará la asistencia jurídica más
favorable.”
78
“Artículo 20. Bases para el reconocimiento y la ejecución
1. Una decisión adoptada en un Estado contratante ("el Estado de origen") se
reconocerá y ejecutará en los otros Estados contratantes si:
a) el demandado tuviera su residencia habitual en el Estado de origen en el momento
en que se inició el procedimiento;
b) el demandado se hubiera sometido a la competencia de la autoridad de manera
expresa u oponiéndose al fondo del asunto sin impugnar la competencia en la primera
oportunidad disponible;
c) el acreedor tuviera su residencia habitual en el Estado de origen en el momento en
que se inició el procedimiento;
d) el niño para el que se ordenaron alimentos tuviera su residencia habitual en el
Estado de origen en el momento en que se inició el procedimiento, a condición de que
el demandado hubiere vivido con el niño en ese Estado o hubiere residido en ese
Estado y proporcionado en el mismo alimentos para el niño;
e) las partes hubieran aceptado la competencia en un acuerdo por escrito, salvo en los
litigios sobre obligaciones alimenticias a favor de un niño; o
79
f) la decisión hubiera sido adoptada por una autoridad en el ejercicio de su competencia
en un asunto de estado civil o responsabilidad parental, salvo que dicha competencia
se basara únicamente en la nacionalidad de una de las partes.
2. Un Estado contratante podrá hacer una reserva, con respecto al apartado
1 c), e) o f) de conformidad con el artículo 62.
3. Un Estado contratante que haga una reserva en aplicación del apartado 2
reconocerá y ejecutará una decisión si su legislación, ante circunstancias de hecho
semejantes, otorgara o hubiera otorgado competencia a sus autoridades para adoptar
tal decisión.
4. Un Estado contratante tomará todas las medidas apropiadas para que se dicte una
decisión a favor del acreedor cuando no sea posible el reconocimiento de una decisión
como consecuencia de una reserva hecha en aplicación del apartado 2 y el deudor
tenga su residencia habitual en ese Estado. La frase precedente no se aplicará a las
solicitudes directas de reconocimiento y ejecución previstas en el artículo 19(5) o a las
demandas de alimentos referidas en el artículo 2(1) b).
5. Una decisión a favor de un niño menor de 18 años que no pueda reconocerse
únicamente en virtud de una reserva a que se refiere los apartados (1) c), e) o f), será
aceptada como estableciendo el derecho del niño a recibir alimentos en el Estado
requerido.
80
6. Una decisión sólo se reconocerá si surte efectos en el Estado de origen y sólo se
ejecutará si es ejecutoria en dicho Estado.”
“Artículo 30. Acuerdos en materia de alimentos
1. Un acuerdo en materia de alimentos celebrado en un Estado contratante podrá ser
reconocido y ejecutado como una decisión en aplicación de este Capítulo, siempre que
sea ejecutorio como una decisión en el Estado de origen.
2. A los efectos del artículo 10(1) a) y b) y (2) a), el término "decisión" comprende un
acuerdo en materia de alimentos.
3. La solicitud de reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos irá
acompañada de los siguientes documentos:
a) el texto completo del acuerdo en materia de alimentos; y
b) un documento que indique que el acuerdo en materia de alimentos es ejecutorio
como una decisión en el Estado de origen.
4. El reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de alimentos podrá
denegarse si:
81
a) el reconocimiento y ejecución fuera manifiestamente incompatible con el orden
público del Estado requerido;
b) el acuerdo en materia de alimentos se hubiera obtenido mediante fraude o hubiera
sido objeto de falsificación;
c) el acuerdo en materia de alimentos fuera incompatible con una decisión dictada
entre las mismas partes y con el mismo objeto, ya sea en el Estado requerido o en otro
Estado, siempre que esta última decisión cumpla los requisitos necesarios para su
reconocimiento y ejecución en el Estado requerido.
5. Las disposiciones de este Capítulo, a excepción de los artículos 20, 22, 23(7) y 25(1)
y (3) se aplicarán, mutatis mutandis, al reconocimiento y ejecución de un acuerdo en
materia de alimentos, con las siguientes salvedades:
a) una declaración o registro de conformidad con el artículo 23(2) y (3) sólo podrá
denegarse por el motivo previsto en el apartado 4 a); y
b) un recurso o apelación en virtud del artículo 23(6) sólo podrá basarse en:
i) los motivos de denegación del reconocimiento y ejecución previstos en el apartado 4;
82
ii) la autenticidad o la integridad de un documento transmitido de conformidad con el
apartado 3.
c)
por lo que respecta al procedimiento previsto en el artículo 24(4), la autoridad
competente podrá revisar de oficio el motivo de denegación del reconocimiento y
ejecución previsto en el apartado 4 a) de este artículo. Podrá revisar todos los motivos
previstos en el apartado 4 de este artículo, así como la autenticidad o integridad de
todo documento transmitido de conformidad con el apartado 3 si son planteados por el
demandado o si surgen dudas sobre estos motivos de la lectura de tales documentos.
6. El procedimiento de reconocimiento y ejecución de un acuerdo en materia de
alimentos se suspenderá si se encuentra pendiente un recurso respecto del acuerdo
ante una autoridad competente de un Estado contratante.
7. Un Estado podrá declarar, de conformidad con el Artículo 63, que las solicitudes de
reconocimiento y ejecución de acuerdos en materia de alimentos sólo podrán
presentarse por intermedio de Autoridades Centrales.
8. Un Estado contratante podrá, de conformidad con el artículo 62, reservarse el
derecho a no reconocer ni ejecutar un acuerdo en materia de alimentos.”
“Artículo 34. Medidas de ejecución
83
1. Los Estados contratantes deberán prever en su Derecho interno medidas efectivas
para ejecutar las decisiones en aplicación del presente Convenio.
2. Estas medidas podrán incluir:
a)
la retención del salario;
b)
el embargo de cuentas bancarias y otras fuentes;
c)
deducciones en las prestaciones de seguridad social;
d)
el gravamen o la venta forzosa de bienes;
e)
la retención de la devolución de impuestos;
f)
la retención o el embargo de pensiones de jubilación;
g)
el informe a los organismos de crédito;
h)
la denegación, suspensión o retiro de diversos permisos (por ejemplo, el permiso
de conducir);
84
i)
el uso de la mediación, conciliación y otros medios alternativos de resolución de
conflictos a fin de conseguir el cumplimiento voluntario.”
“Artículo 35. Transferencia de fondos
1. Se insta a los Estados contratantes a promover, incluso mediante acuerdos
internacionales, la utilización de los medios menos costosos y más eficaces de que se
disponga para la transferencia de fondos a ser pagados a título de alimentos.
2. Un Estado contratante cuya ley imponga restricciones a la transferencia de fondos,
concederá la máxima prioridad a la transferencia de fondos a ser pagados en virtud del
presente Convenio.”
”Artículo 41. Dispensa de legalización
No se exigirá legalización ni otra formalidad similar en el contexto de este Convenio.”
“Artículo 48. Coordinación con los anteriores Convenios de La Haya en materia de
obligaciones alimenticias
En las relaciones entre los Estados contratantes y con sujeción al artículo 56(2), el
presente Convenio sustituye, al Convenio de La Haya de 2 octubre 1973 sobre
Reconocimiento
y
Ejecución
de
Resoluciones
relativas
a
las
Obligaciones
Alimenticias y al Convenio de La Haya de 15 de abril de 1958 sobre el Reconocimiento
85
y Ejecución de Decisiones en Materia de Obligaciones Alimenticias, en la medida en
que su ámbito de aplicación entre dichos Estados coincida con el ámbito de aplicación
del presente Convenio.”
“Artículo 49. Coordinación con la Convención de Nueva York de 1956
En las relaciones entre los Estados contratantes, el presente Convenio sustituye a la
Convención de las Naciones Unidas de 20 de junio de 1956 sobre la obtención de
alimentos en el extranjero, en la medida en que su ámbito de aplicación entre dichos
Estados coincida con el ámbito de aplicación del presente Convenio.”
De lo anotado se desprende la importancia que el convenio mencionado tiene para
hacer viable el cumplimiento de la prestación de alimentos por parte de los deudores
alimentistas que permanecen en cualquier parte del mundo, en lugar distinto al de la
permanencia del acreedor alimentista, facilitando los trámites internacionales que le
permitan al deudor obtener en poco tiempo la satisfacción de sus necesidades básicas.
De ahí la importancia que para Guatemala tiene el adherirse a este convenio, ya que
con ello estará garantizando los derechos humanos de los necesitados de la prestación
de alimentos, abarcando cualquier parte del mundo, ya que en la actualidad, como se
mencionó anteriormente, se limita al continente americano.
86
4.2
El Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la Ley Aplicable a las
Obligaciones Alimenticias
De conformidad con lo expresado por la profesora de derecho internacional privado
Andrea Bonomi49, este Protocolo fue elaborado en forma paralela con el Convenio
sobre el Cobro Internacional de Alimentos para los Niños y otros Miembros de la
Familia; por lo que ambos textos fueron adoptados en forma conjunta el 23 de
noviembre de 2007. A pesar de ello el Protocolo constituye un instrumento autónomo
con relación al referido Convenio y al mismo pueden adherirse Estados que no sean
parte de este último, siendo el caso que esta decisión fue adoptada para permitir a los
Estados el máximo de libertad, considerando la autonomía de las cuestiones que
regulan estos instrumentos; ya que por un lado el Convenio regula la cooperación
administrativa,
procedimientos
relativos
a
la
presentación
de
solicitudes,
reconocimiento y ejecución de decisiones, mientras que el Protocolo determina la ley
aplicable al dictar una decisión en materia de alimentos. Por ello, cabe la posibilidad
que un Estado ratifique el Convenio sin ser parte del Protocolo o, a la inversa, que se
adhiera a este último sin ser Parte del Convenio.
Añade que el Protocolo reconoce un papel preponderante a la ley del foro en relación
con otros instrumentos existentes; y que teniendo en cuenta el carácter erga omnes del
Protocolo, su ratificación por un gran número de Estados podría resultar en beneficio
para los acreedores alimentarios, incluso si están domiciliados en Estados que no se
49
Conferencia de la Haya de Derecho Internacional Privado, Protección Internacional del Niño, Boletín de los
Jueces, Tomo XIV, período 2008-2009
87
hayan adherido a este texto, ya que estos últimos se beneficiarían de la aplicación de
las reglas uniformes y favorables al acreedor que consagra el Protocolo cuando se abra
un procedimiento en un Estado contratante (por ejemplo, en el Estado del domicilio del
deudor).
La ratificación de este protocolo por parte de Guatemala resultaría en beneficio para los
acreedores alimentarios, ya que se beneficiarían de la aplicación de las reglas
uniformes y favorables que consagra en su favor, cuando se abra un procedimiento en
uno de los Estado contratantes, como sería el caso del Estado del domicilio del deudor.
Esta ratificación permitiría también que los acreedores alimentarios puedan ejercer su
derecho a la prestación de alimentos, contra deudores que se encuentren en diferentes
países del mundo, y no como en la actualidad que se limita al continente americano
según lo ya referido.
Los artículos más importantes del Protocolo refieren lo siguiente:
“Artículo 1. Ámbito de aplicación
1. El presente Protocolo determinará la ley aplicable a las obligaciones alimenticias
que derivan de una relación de familia, filiación, matrimonio o afinidad, incluyendo las
obligaciones alimenticias a favor de un niño con independencia de la situación conyugal
de sus padres.
88
2. Las decisiones dictadas en aplicación del presente Protocolo no prejuzgan la
existencia de alguna de las relaciones previstas en el apartado 1.”
“Artículo 4. Normas especiales a favor de determinados acreedores
1. Las siguientes disposiciones se aplicarán en el caso de obligaciones alimenticias:
a) de los padres a favor de sus hijos;
b) de personas distintas de los padres a favor de personas que no hayan alcanzado la
edad de 21 años, con excepción de las obligaciones que derivan de las relaciones a
que se refiere el artículo 5; y
c) de los hijos a favor de sus padres.
2. Se aplicará la ley del foro si el acreedor no puede obtener alimentos del deudor en
virtud de la ley a que se refiere el artículo 3.
3. No obstante lo dispuesto en el artículo 3, se aplicará la ley del foro si el acreedor ha
acudido a la autoridad competente del Estado de la residencia habitual del deudor. Sin
embargo, se aplicará la ley del Estado de la residencia habitual del acreedor si éste no
puede obtener alimentos del deudor en virtud de la ley del foro.
89
4. Si el acreedor no puede obtener alimentos del deudor en virtud de las leyes a las
que se refiere el artículo 3 y los apartados 2 y 3 del presente artículo, se aplicará la ley
del Estado de la nacionalidad común del acreedor y deudor, si existe.”
“Artículo 5. Norma especial relativa a los cónyuges y ex cónyuges.
Con respecto a las obligaciones alimenticias entre cónyuges, ex cónyuges o entre
personas cuyo matrimonio haya sido anulado, el artículo 3 no se aplicará si una de las
partes se opone y la ley de otro Estado, en particular la del Estado de su última
residencia habitual común, presenta una vinculación más estrecha con el matrimonio.
En tal caso, se aplicará la ley de este otro Estado.”
“Artículo 6. Medio de defensa especial.
Con respecto a las obligaciones alimenticias distintas de aquellas surgidas de una
relación paterno-filial a favor de un niño y de aquellas previstas en el artículo 5, el
deudor puede oponerse a una pretensión de un acreedor sobre la base de que no
existe tal obligación según la ley del Estado de residencia habitual del deudor ni según
la ley del Estado de nacionalidad común de las partes, si existe.”
“Artículo 7. Designación de la ley aplicable a los efectos de un procedimiento específico
90
1. No obstante lo dispuesto en los artículos 3 al 6, el acreedor y el deudor de alimentos
podrán, únicamente a los efectos de un procedimiento específico en un determinado
Estado, designar expresamente la ley de dicho Estado como aplicable a una obligación
alimenticia.
2. La designación hecha antes de la iniciación del procedimiento deberá ser objeto de
un acuerdo, firmado por ambas partes, por escrito o registrado en cualquier soporte
cuyo contenido sea accesible para su ulterior consulta.”
“Artículo 9. "Domicilio" en lugar de "nacionalidad"
Un Estado que utilice el concepto de "domicilio" como factor de conexión en materia de
familia podrá informar a la Oficina Permanente de la Conferencia de La Haya de
Derecho Internacional Privado que en los asuntos presentados ante sus autoridades, la
palabra "nacionalidad" de los artículos 4 y 6 se sustituirá por la palabra "domicilio" tal
como se defina en dicho Estado.”
“Artículo 10. Organismos públicos
El derecho de un organismo público a solicitar el reembolso de una prestación
proporcionada al acreedor a título de alimentos se regirá por la ley a la que se sujeta
dicho organismo.”
91
“Artículo 11. Ámbito de la ley aplicable
La ley aplicable a la obligación alimenticia determinará, en particular:
a) si, en qué medida y a quién el acreedor puede reclamar los alimentos;
b) la medida en que el acreedor puede reclamar alimentos retroactivamente;
c) la base para el cálculo de la cuantía de los alimentos y de la indexación;
d) quién puede iniciar un procedimiento en materia de alimentos, salvo las cuestiones
relativas a la capacidad procesal y a la representación en juicio;
e) la prescripción o los plazos para iniciar una acción;
f) el alcance de la obligación del deudor de alimentos, cuando un organismo público
solicita el reembolso de las prestaciones proporcionadas a un acreedor a título de
alimentos.”
“Artículo 12. Exclusión del reenvío
En el Protocolo, el término "ley" significa el Derecho en vigor en un Estado, con
exclusión de las normas de conflicto de leyes.”
92
“Artículo 14. Determinación de la cuantía de los alimentos.
Aunque la ley aplicable disponga algo distinto, para determinar la cuantía de los
alimentos se tomarán en cuenta las necesidades del acreedor y los recursos del
deudor, así como cualquier compensación concedida al acreedor en lugar de un pago
periódico de alimentos.”
Destaca dentro del contenido del protocolo, que la ley aplicable que contempla para el
cumplimiento de las obligaciones alimentarias, abarca los casos que se derivan del
derecho que le asiste a los niños, con independencia de la situación conyugal de sus
padres, así como los casos que se derivan de relaciones de familia, filiación y
matrimonio o afinidad.
93
CAPÍTULO V
5.
Inexistencia de un procedimiento para fijar y cobrar pensiones
alimenticias, cuando el obligado se encuentra fuera del país.
La hipótesis que motiva la presente investigación, denominada: la normativa legal en
nuestro país no incluye un procedimiento adecuado para fijar y cobrar pensiones
alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero; resulta probada al
considerar lo anotado en los capítulos previos y relacionarlo con lo que se expone a
continuación.
5.1
Resultados de la entrevista dirigida a personas a quienes les asiste el
derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el deudor
alimentista se encuentra en el extranjero y no cumple con esta obligación
El formato de la entrevista se adjunta como anexo uno en el presente trabajo de
investigación y la misma fue efectuada para una muestra de 25 personas en la Ciudad
de Guatemala, habiéndose graficado los resultados obtenidos según se explica en el
anexo dos también adjunto.
A la pregunta ¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y
en el extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión
alimenticia a que se la envíe periódicamente?, 23 entrevistados respondieron en forma
93
94
negativa, en tanto que dos personas respondieron afirmativamente pero no expresaron
concretamente que procedimiento judicial corresponde para hacer valer su derecho.
Con relación a la pregunta ¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras
instituciones para que le asesoren sobre qué debe hacer para que la persona que debe
brindarle la pensión alimenticia cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido?,
seis entrevistados manifestaron que se les indicó que el trámite es complicado, ocho
dijeron que se les sugirió esperar a que el obligado volviera al país, a tres se les remitió
al Ministerio de Relaciones Exteriores, en tanto que ocho manifestaron que no se les
dio respuesta.
La respuesta a la tercera pregunta ¿Cuándo hijos menores de edad o personas
incapacitadas para trabajar dependen de usted?, evidenció principalmente el problema
que enfrentan las madres que deben procurar la satisfacción de sus necesidades
básicas, y las de sus hijos, sin que cuenten con la asistencia económica del padre por
encontrarse fuera del país. Cuatro entrevistados manifestaron no tener a su cargo
personas incapacitadas para trabajar, nueve indicaron tener de una a tres, siete dijeron
tener entre cuatro y cinco, en tanto que cinco indicaron tener más de cinco.
La respuesta a la pregunta ¿Qué ingreso económico mensual posee? evidenció la
precaria situación en que se encuentran las personas que no pueden satisfacer sus
necesidades básicas, ni de las personas que dependen de ellas, por falta de la
prestación de alimentos.
Fue así como cuatro entrevistados manifestaron que no
95
poseen ingresos, siete dijeron obtener ingresos mensuales inferiores a los 1,000
quetzales, nueve poseen ingresos inferiores a los 2,000 quetzales, tres menos de 3,000
quetzales mensuales, y solamente dos indicaron poseer ingresos mensuales
superiores a los 3,000 quetzales.
Finalmente, a la pregunta ¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión
por alimentos no se la envía?, cuatro entrevistados respondieron que menos de un año,
seis dijeron que de uno a dos años, cinco indicaron que de dos a tres años, seis de tres
a cuatro años, y cuatro manifestaron que cinco o más años.
Los resultados obtenidos por la entrevista realizada evidencian las malas condiciones
en que sobreviven las personas que no pueden satisfacer por sí mismas sus
necesidades básicas, quienes además no cuentan con el ingreso derivado de la
pensión alimenticia que les asiste conforme a la ley, ya que los deudores alimentistas
que permanecen fuera del país no cumplen con la prestación. A esto se agrega que
los programas gubernamentales de seguridad social son deficientes, pudiendo citarse,
a manera de ejemplo, la pobre atención en los hospitales públicos y su falta de
medicamentos, la deficiente infraestructura educativa, así como las bajas pensiones
por jubilación o por accidentes. Todo esto trae como consecuencia una alimentación
deficiente, el no acceso a la educación, a la salud y a una vivienda adecuada; todo lo
cual no permite que los acreedores alimentistas tengan una vida digna, a pesar que
nuestra Constitución Política lo establece como una de sus finalidades, por lo que no se
cumple con la función primordial del Estado que es el desarrollo integral de la persona.
96
Lo expresado pone de manifiesto la necesidad de establecer en nuestro ordenamiento
interno, de conformidad con nuestra Constitución Política y las convenciones,
declaraciones y pactos internacionales en materia del derecho humano a la pensión por
alimentos, un procedimiento sencillo y adecuado para fijar y cobrar pensiones
alimenticias cuando el obligado se encuentra en el extranjero.
5.2
Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía constitucional
para la prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se
encuentra fuera de Guatemala
A pesar que nuestra Constitución Política desarrolla ampliamente el derecho a los
alimentos como un derecho humano fundamental, estableciendo el deber del Estado
para velar por su observancia, es el caso que la legislación ordinaria adjetiva se limita a
regular el caso en que el obligado a la prestación de alimentos se encuentra dentro del
territorio nacional, siendo así como el Código Procesal Civil y Mercantil establece que
los asuntos relativos a la obligación de prestar alimentos son materia del juicio oral,
teniendo en cuenta lo establecido en los Artículos del 212 al 216. Sin embargo, este
cuerpo legal ordinario no desarrolla específicamente el supuesto para cuando el
obligado se encuentra fuera del país, si bien el Estado de Guatemala ha aceptado,
suscrito y ratificado la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, el
cual es de observancia obligatoria únicamente a nivel del continente americano.
97
De igual manera, el Código Penal establece una sanción para el caso que el obligado a
la prestación de alimentos se niegue a cumplir con la misma, la cual se encuentra
contemplada en su Artículo 242; sin embargo, esta penalización está referida para el
incumplimiento de las resultas del procedimiento contemplado en el Código Procesal
Civil y Mercantil, que como ya se indicó se limita al caso en que el obligado permanece
dentro del territorio nacional.
5.3
Falta de desarrollo en la legislación ordinaria de la garantía para la
prestación de la pensión alimenticia, cuando el obligado se encuentra
fuera de Guatemala, de conformidad con la Convención Interamericana
sobre Obligaciones Alimentarias
Como ya se refirió, nuestra legislación no contempla el procedimiento que debe
aplicarse para obligar al deudor de la obligación de alimentos cuando éste se encuentra
fuera de Guatemala. Es así como no se incluye el cumplimiento del contenido de la
Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, a pesar que nuestro país
lo ha aceptado, suscrito y ratificado. El Código Procesal Civil y Mercantil no contiene el
procedimiento para el suministro de asistencia alimentaria provisional a los menores de
otro Estado que se encuentren abandonados en nuestro territorio, aún cuando lo
requiere el Artículo 19 de la Convención.
98
El cuerpo legal procesal mencionado tampoco contiene el procedimiento para facilitar
la transferencia de fondos que procediere por aplicación del Artículo 20 de la
Convención.
Lo mencionado contrasta con el objeto de la Convención, dentro del que se incluye la
competencia y la cooperación procesal internacional, cuando el acreedor de alimentos
tiene su domicilio o residencia habitual en un Estado Parte y el deudor de alimentos
tiene su domicilio o residencia habitual, bienes o ingresos en otro Estado Parte.
En nuestra legislación interna no se contempla y tampoco ha sido declarado por el
Estado de Guatemala, si al ratificar la Convención la restringe respecto del derecho a
los alimentos que le asiste a los menores de edad y a los cónyuges, o si se incluye
también el derecho que corresponde a otros acreedores.
5.4
Falta de adhesión de Guatemala al Convenio de La Haya del 23 de
noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los
niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre
de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias
Como ya se refirió, nuestro país no se ha adherido al Convenio de La Haya del 23 de
noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros
miembros de la familia, y tampoco al del Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre
la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, a pesar que esto redundaría en
99
beneficio para los acreedores alimentarios, quienes estarían en posibilidad de gestionar
el cumplimiento de los obligados, aun cuando estos últimos se encuentren fuera del
país, en otras partes del mundo que no sea el continente americano, ya que para este
caso se ha suscrito la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias.
La importancia del Convenio radica en que contiene procedimientos transfronterizos
más sencillos, rápidos, accesibles y económicos, especialmente los que se refieren a
los casos internacionales de alimentos a favor de los niños. Además, es de aplicación
obligatoria para el caso de los alimentos a favor de niños. De igual manera, entre los
Estados que efectúan declaración al respecto, el Convenio abarca las obligaciones
alimenticias entre cónyuges y ex-cónyuges, y el derecho para otros acreedores,
funcionando de manera recíproca entre los Estados que se correspondan con sus
declaraciones.
Por su parte, la importancia del Protocolo está en que constituye un instrumento
autónomo y que por lo tanto al mismo pueden adherirse Estados que no sean parte del
Convenio, determinando la ley aplicable al dictarse una decisión en materia de
alimentos. El Protocolo reconoce un papel preponderante a la ley del foro en relación
con otros instrumentos existentes, por lo que su ratificación por parte de Guatemala
resultaría en beneficio para los acreedores alimentarios, incluso si están domiciliados
en Estados que no se hayan adherido a este texto, ya que estos últimos se
beneficiarían de la aplicación de las reglas uniformes y favorables al acreedor que
consagra el Protocolo cuando se abra un procedimiento en un Estado contratante.
100
5.5
Propuesta para la creación de una normativa legal, sencilla y efectiva que
permita el cobro y fijación de alimentos cuando el obligado se encuentre
fuera de la República de Guatemala
De lo que ha sido anotado en este capítulo se desprende que si bien nuestro país se
ha adherido a la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, este
instrumento internacional tan solo tiene vigencia en el continente americano. Además,
resalta el hecho que Guatemala no ha declarado si restringe el alcance de esta
Convención respecto del derecho de alimentos para los menores de edad y a los
cónyuges, o si lo hace efectivo también para otros acreedores alimentarios. En este
orden de ideas, se hace necesario, en cumplimiento de la finalidad de nuestra
Constitución Política, que es la protección de la persona humana, que Guatemala
haga extensivo el alcance la referida Convención para que se proteja a todo acreedor
alimentario.
Además, con la finalidad de proteger a los acreedores alimentistas, cuando los
deudores alimentistas se encuentran en otras partes del mundo que no sea el
continente americano, se hace necesario que nuestro país se adhiera al Convenio de
la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos
para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de
2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, declarando que incluye la
protección para toda clase de acreedores alimentistas, dando plena vigencia con ello
101
al derecho humano fundamental que le asiste a las personas que no pueden, por si
mismas, satisfacer sus necesidades básicas de sobrevivencia.
Para hacer realidad lo mencionado en los dos párrafos anteriores, corresponde al
Ministro de Relaciones exteriores, de conformidad con lo que le manda el inciso d) del
Artículo 38 de la Ley del Organismo Ejecutivo, coordinar, analizar, apoyar y dar
seguimiento a las negociaciones para ampliar los alcances de la Convención
Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, de manera que se proteja a toda
clase de acreedores alimentistas, y para que Guatemala se adhiera Convenio de la
Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para
los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007
sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias.
Esto porque la norma de
referencia hace mención de esta responsabilidad a cargo del Ministro de Relaciones
Exteriores, por tratarse de convenios en materia de derechos humanos.
La negociaciones alcanzadas por el Ministro en mención, en coordinación con el
Presidente de la República, deberán ser sometidas posteriormente a la aprobación del
Organismo Legislativo, de manera que la ampliación a la Convención Interamericana
sobre Obligaciones Alimentarias y la adhesión al Convenio de la Haya del 23 de
noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros
miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley
aplicable a las obligaciones alimenticias, tengan carácter de ley y por lo tanto plena
vigencia en el territorio nacional.
102
Se propone también, que el Congreso de la República modifique el Código Procesal
Civil y Mercantil, de manera que se haga mención sobre el derecho que le asiste a los
acreedores alimentistas para reclamar la prestación por alimentos, de los deudores
alimentistas que se encuentren fuera de Guatemala, de conformidad con lo que
establecen, tanto la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias,
como el Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro
internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, así como el
Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones
alimenticias.
103
CONCLUSIONES
1.
El derecho a los alimentos es considerado como un derecho humano
fundamental por nuestra Constitución Política y por Instrumentos Internacionales
de los cuales Guatemala es parte.
2.
Se entiende por deuda alimenticia familiar la prestación que determinadas
personas económicamente posibilitadas han de hacer a algunos de sus parientes
que se encuentren necesitados de ella, para que puedan éstos satisfacer sus
necesidades básicas.
3.
Los alimentos deben ser proporcionados tomando en consideración el caudal del
que los debe y las circunstancias de necesidad del que los recibe.
4.
De conformidad con nuestro Código Civil son características de los alimentos: la
indispensabilidad, la proporcionalidad, la complementariedad, la reciprocidad, la
irrenunciabilidad, la intransmisibilidad, la inembargabilidad y la no compensación.
5.
La obligación de alimentos entre parientes constituye una obligación legal, por
cuanto se encuentra expresamente establecida en la norma jurídica y se rige de
conformidad con su contenido.
104
6.
La pensión alimenticia se define como la prestación a que está obligado el
deudor alimentista, para cubrir las necesidades de sobrevivencia del acreedor
alimentista, que no puede satisfacerlas por sí mismo.
7.
Es común que el alimentista recurra al juez pidiendo que quien debe alimentarlo
cumpla con hacerlo, para lo cual generalmente se fija una suma de dinero
llamada pensión alimenticia.
8.
El Código Procesal Civil y Mercantil establece el procedimiento para que el
obligado a la prestación de alimentos cumpla con su responsabilidad, pero
únicamente en el caso que permanezca en el país.
9.
Guatemala es parte de la Convención Interamericana sobre Obligaciones
Alimentarias, pero la misma es aplicable únicamente al continente americano.
10. Nuestro Código Procesal Civil y Mercantil no regula el procedimiento para el
cumplimiento del contenido de la Convención Interamericana sobre Obligaciones
Alimentarias, relacionado con el derecho que le asiste a los menores de edad, a
pesar que nuestro país lo ha aceptado, suscrito y ratificado.
11. Guatemala no se ha adherido al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del
año 2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros
miembros de la familia, ni tampoco al Protocolo de la Haya de 23 de noviembre
de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias.
105
12. De la investigación realizada se desprende la validez de la hipótesis formulada,
ya que la normativa legal de nuestro país no incluye un procedimiento adecuado
para fijar y cobrar pensiones alimenticias cuando el obligado se encuentra en el
extranjero, a pesar de lo establecido en las convenciones, declaraciones, pactos
internacionales, y normas de carácter constitucional y ordinario del país.
106
RECOMENDACIONES
1.
Que
nuestro
país haga
extensivo
el
alcance
la
referida
Convención
Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias para que se proteja a todo
acreedor alimentario, ya que en la actualidad no ha declarado si la restringe
respecto del derecho de alimentos para los menores de edad y a los cónyuges, o
si lo hace efectivo también para otros acreedores alimentarios.
2.
Que Guatemala se adhiera al Convenio de La Haya del 23 de noviembre del año
2007, sobre cobro internacional de alimentos para los niños y otros miembros de
la familia, lo que le permitirá requerir el cumplimiento de los obligados a la
prestación de alimentos cuando se encuentren en otras partes del mundo que no
sea
el
continente
americano,
contando
para
ello
con
procedimientos
transfronterizos más sencillos, rápidos, accesibles y económicos.
3.
Que Guatemala se adhiera al Protocolo de la Haya de 23 de noviembre de 2007
sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, lo que le permitirá requerir
el cumplimiento de los obligados a la prestación de alimentos cuando se
encuentren en otras partes del mundo que no sea el continente americano,
tomando en consideración que este Protocolo reconoce un papel preponderante
a la ley del foro en relación con otros instrumentos existentes.
4.
Que el Ministro de Relaciones exteriores, de conformidad con lo que le manda el
inciso d) del Artículo 38 de la Ley del Organismo Ejecutivo, coordine, analice,
107
apoye y dé seguimiento a las negociaciones para ampliar los alcances de la
Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias, de manera que se
proteja a toda clase de acreedores alimentistas, y para que Guatemala se
adhiera Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro
internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, y al
Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones
alimenticias.
Esto porque la norma de referencia hace mención de esta
responsabilidad a cargo del Ministro de Relaciones Exteriores, por tratarse de
convenios en materia de derechos humanos.
5.
Que las negociaciones alcanzadas por el Ministro de Relaciones Exteriores, en
coordinación con el Presidente de la República, sean sometidas a la aprobación
del Organismo Legislativo, de manera que la ampliación a la Convención
Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias y la adhesión al Convenio de la
Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro internacional de alimentos
para los niños y otros miembros de la familia, y al Protocolo de 23 de noviembre
de 2007 sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias, tengan carácter de
ley y por lo tanto plena vigencia en el territorio nacional.
6.
Que el Congreso de la República modifique el Código Procesal Civil y Mercantil,
de manera que se haga mención sobre el derecho que le asiste a los acreedores
alimentistas para reclamar la prestación por alimentos, de los deudores
alimentistas que se encuentren fuera de Guatemala, de conformidad con lo que
108
establecen, tanto la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias,
como el Convenio de la Haya del 23 de noviembre del año 2007, sobre cobro
internacional de alimentos para los niños y otros miembros de la familia, así
como el Protocolo de 23 de noviembre de 2007 sobre la ley aplicable a las
obligaciones alimenticias.
109
ANEXO 1
Instrumento utilizado para la entrevista
Entrevista realizada en la Ciudad de Guatemala, dirigida a personas a quienes les
asiste el derecho para recibir la prestación de alimentos, cuando el deudor alimentista
se encuentra en el extranjero y no cumple con esta obligación.
1. ¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y en el
extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión
alimenticia a que se la envíe periódicamente?
Si
__
No
__
2. ¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras instituciones para que le
asesoren sobre qué debe hacer para que la persona que debe brindarle la pensión
alimenticia cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido?
Han tramitado mi solicitud
__
Me indicaron que el trámite es complicado
__
Que espere a que el obligado vuelva al país
__
Que acuda al Ministerio de Relaciones Exteriores
__
No dan respuesta
__
110
3. ¿Cuándo hijos menores de edad o personas incapacitadas para trabajar dependen
de usted?
Ninguno
__
De 1 a 3
__
De 4 a 5
__
Más de 5
__
4. ¿Qué ingreso económico mensual posee?
Ninguno
__
Menos de Q.1,000.00
__
Menos de Q.2,000.00
__
Menos de Q.3,000.00
__
Más de Q.3,000.00
__
5. ¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión por alimentos no se la
envía?
Menos de un año
__
De 1 a 2 años
__
De 2 a 3 años
__
De 3 a 4 años
__
5 años o más
__
111
ANEXO 2
Gráficas de los resultados obtenidos por la entrevista
¿Tiene información del trámite judicial que debe seguirse en Guatemala y en el
extranjero, para que se obligue a la persona que debe brindarle la pensión alimenticia a
que se la envíe periódicamente?
112
¿Si ha acudido a los tribunales de familia o a otras instituciones para que le asesoren
sobre qué debe hacer para que la persona que debe brindarle la pensión alimenticia
cumpla con su obligación, qué respuesta ha obtenido?
__
__
¿Cuándo hijos menores de edad o personas incapacitadas para trabajar dependen de
usted?
113
¿Qué ingreso económico mensual posee?
¿Cuánto tiempo hace que el obligado a brindarle la pensión por alimentos no se la
envía?
Nota: La fuente de las gráficas corresponde a elaboración propia.
114
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