v0123. suplementos dietéticos para el deportista

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V0123. SUPLEMENTOS DIETÉTICOS PARA EL DEPORTISTA
La práctica deportiva ocasiona una pérdida de agua (deshidratación), de minerales y vitaminas que producen cambios metabólicos celulares y
origina, en una primera etapa, un gasto energético a partir el glucógeno.
Esto conlleva alteraciones fisiológicas como, el aumento de la temperatura corporal, de la frecuencia cardiaca, una mayor carga circulatoria, la
aparición de fatiga y de sed, produciéndose como consecuencia, una disminución del rendimiento.
El suplemento dietético para el deportista deberá por tanto, en un primer momento:
Rehidratar > Agua
Reponer energía > Glúcidos
Reponer minerales y vitaminas > Algunos minerales y vitaminas relacionadas con el metabolismo energético celular.
También parece conveniente aportar las vitaminas más relacionadas con el metabolismo energético celular.
En la suplementación dietética existente en la mayoría de los países pueden definirse claramente al menos, dos grupos bien diferenciados de
productos:
a) Los que aportan glúcidos, vitaminas y minerales.
Para esta suplementación de los cinco principios inmediatos se eligen:
Los glúcidos de rápida absorción, las vitaminas y los minerales, los cuales tienen la común particularidad de no precisar de digestión previa, pudiendo absorberse con rapidez.
b) Los que aportan casi exclusivamente proteínas.
BEBIDAS DEPORTIVAS
Bebidas para reponer líquidos: Debemos tener en cuenta los factores que influyen sobre la absorción del líquido.
Lo mas importante es la osmolaridad de la bebida.
Una bebida hipotónica con respecto a los líquidos corporales provocará el flujo de agua desde el intestino al organismo. Si la bebida fuese
hipertónica, el agua se excretaría.
La bebida debe contener pequeñas cantidades de glucosa y electrolítos. El papel de los electrolítos, no es su aporte como tales sino favorecer la
absorción de líquidos. En este tipo de bebidas la concentración óptima de hidratos de carbono es del 5-7%. Los productos de concentraciones
superiores deben diluirse. Usados como reposición hídrica, los zumos de frutas deben diluirse al 50%
GLÚCIDOS
De todos es sabido su importante papel energético en la contracción muscular. A la hora de elección sobre qué tipo de glúcidos serían los más
adecuados, se han tenido presentes las propiedades de los monosacáridos:
a) Porque no se descomponen por hidrólisis en sustancias más simples.
b) Porque prácticamente se asimilan directamente sin necesidad de sufrir proceso digestivo.
La glucosa y la fructosa ó la sacarosa (combinación de ambas), son los glúcidos de elección, en la composición de estos productos; algunos
contienen dextrinomaltosa.
La glucosa es la forma última y más simple de catabolismo glucídico. La formación A.T.P. se hace a expensas de la glucosa.
La fructosa que junto con la glucosa es absorbida más rápidamente que los disacáridos, tiene una actuación modificando la curva de hiperglucemia.
Con una misma dosis, la levulosa aporta más glucógeno que la glucosa (1). Para algunos autores, la ingesta de fructosa es útil, tanto antes del
esfuerzo, como durante la prueba, para mantener constante la glucemia, por lo que se suelen suministrar juntas: Glucosa y Fructosa.
En pruebas de resistencia que duran dos horas o más, es muy ventajoso usar las ayudas nutricionales antes mencionadas para conseguir una repleción óptima de glucógeno. Sin embargo, en este tipo de pruebas es también muy importante ingerir glúcidos durante la misma prueba. En ejercicios
prolongados, los factores limitantes del rendimiento físico son la hipoglucemia y el agotamiento de las reservas de glucógeno, por lo que el deportista
debe ingerir soluciones glucosadas diluidas a intervalos determinados, para retrasar la aparición de la fatiga.
Estos carbohidratos pueden ser utilizados como combustible ahorrando glucógeno muscular y mejorando el rendimiento físico.
En cuanto a las soluciones diluidas de glucosa, es importante que el atleta se acostumbre a ellas durante los entrenamientos, con objeto de evitar
problemas gastrointestinales.
La adición de glucosa al agua puede originar una inhibición del vaciamiento gástrico y un efecto osmótico, con la consiguiente retención de gran
cantidad de líquido en el estómago originando un malestar abdominal durante el ejercicio.
Se recomiendan soluciones diluidas de glucosa del 2-3%, no debiendo sobrepasar el ritmo de administración los 200 ml/15 minutos. Estas soluciones sirven asimismo para reemplazar las pérdidas de líquidos.
Hoy día se están usando soluciones de polímeros de glucosa, las cuales pueden constituir una forma de administración de glúcidos ideal debido a
que:
– Ejercen una débil presión osmótica.
– Estimulan muy poco la secreción de insulina.
– Son rápidamente disponibles para su oxidación por el músculo.
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MINERALES
Los minerales presentes en los productos elaborados para el deporte, deben considerarse ligados también a las necesidades hídricas que están
lógicamente aumentadas.
SODIO Y CLORO
Como consecuencia de la sudoración se aprecia una importante pérdida de sodio y cloro, que puede originar fatiga y calambres.
Además, la fatiga muscular, está caracterizada por la acidosis, y ello causa un aumento de la excreción renal de agua y sales.
La máxima eficacia muscular se obtiene cuando la sal se suministra en la alimentación precompetitiva. Un litro de sudor contiene aproximadamente 1,5 g de sodio. Esto nos permitirá saber la cantidad de sodio que debe reponerse después del esfuerzo.
POTASIO
La deplección potásica celular es responsable de perturbaciones como la alteración de la contracción muscular lisa o estriada y modificaciones del
electrocardiograma.
Durante el esfuerzo, existe muy a menudo una hipocalemia evidente, que persiste durante unos minutos y se corrige alrededor de 30 segundos
más tarde. Cuando el esfuerzo muscular es intenso y además, hace calor, se da una deplección potásica, por lo que parece óptimo establecer
antes del esfuerzo unas reservas de potasio utilizables durante el mismo (chocolate, frutos secos). También se aconseja la presencia de sales de
potasio en la ración de espera (PRE), tiempo medio (IN) y recuperación (POST). Sin embargo no son aconsejable cantidades elevadas (es suficiente de 0,5 a 1 g. 700 mg, puesto que en una sobrecarga mayor puede desencadenar un efecto diurético > FATIGA.)
FÓSFORO
Algunos autores como Sherman aconsejan suministrar al deportista en activo un aporte extra-alimentario de fósforo de hasta 0,8 g/día.
CALCIO
Las deficiencias de calcio en la dieta conllevan importantes trastornos metabólicos, hasta convulsiones. En la práctica dietética es difícil cubrir los
aportes de calcio en los deportistas que no consumen leche o derivados.
En los productos específicos para deportistas, la cantidad de calcio va en aumento desde PRE (para completar dieta), al POST (para recuperar
pérdidas).
HIERRO
El hierro es muy importante en relación con la función respiratoria. En algunas circunstancias de entrenamiento cuando el organismo necesita un
mayor volumen de sangre para irrigar una mayor masa muscular, el aporte suplementario de hierro, puede evitar estados subcarenciales de este
mineral.
MAGNESIO
Tradicionalmente, en el deportista sólo habían preocupado el Ca, P y K, pero actualmente muchos autores encuentran signos de hipomagnesemia
en deportistas con astenia, fatiga y contractura de la musculatura lisa y estriada, por lo que se aconseja cuidar también el aporte de este elemento.
Debemos recordar que los fitatos de los cereales no se absorben en el intestino.
Los productos para deportistas contienen magnesio, siendo la proporción mayor en las presentaciones “IN” que en las “PRE” y “POST”.
VITAMINAS
Vitamina B1
Aunque la necesidad el adulto no deportista es de ª 1,5 mg/día, la escuela francesa preconiza dosis de 5 a 10 mg/día en personas de trabajo muscular
intenso. Por ello, deberá cuidarse la dieta.
Vitamina B2
Los requerimientos de esta vitamina son de 2 mg, siendo necesario para el deportista: 15 mg.
Niacina
De Niacina son necesarios para el adulto 20 mg. Y para el deportista: 50 mg (según CREFF).
Vitamina B6
Se añade en la suplementación por su intervención en el metabolismo de los glúcidos favoreciendo la neoglucogénesis y favoreciendo la movilización de lípidos. Recomendamos de 2 mg/día y para los deportistas de 15 a 30 mg/día.
Las vitaminas del grupo B favorecen, a nivel deportivo, la rapidez de reflejos, el mantenimiento del equilibrio y el de la tensión mental adecuada. Para
algunos autores la carencia del complejo B provoca en algunos días un deterioro de la fuerza muscular, de fondo y de la recuperación. Estos trastornos
se corrigen, incorporando a la dieta LEVADURA DE CERVEZA.
Vitamina C
Por su poder óxido reductor, desempeña un papel predominante en el transporte del hidrógeno. Pero entre sus muchas funciones están la de
aumentar la carga de glucógeno del hígado y los músculos. Numerosas experiencias han demostrado que tiene una acción indiscutible sobre el
tono general, la forma física, la resistencia a la fatiga y la aclimatación al frío:
La concentración recomendade es de 200 mg/100 g
Un deportista consume 2 a 3 veces más ácido ascórbico que el sujeto en reposo (75-60 mg/día). No se suelen reconocer como correctas las altas
dosis de 2 y 3 g sino los que aportan unas tres veces el requerimiento del hombre en reposo.
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Vitamina A
En general se está de acuerdo en su aumento en las actividades deportivas nocturnas 5000 U.I./día + 5000 U.I./día como suplemento especialmente en prácticas deportivas como rallies, espeleología, etc.).
Vitamina E
Empieza a incorporarse en la suplementación por sus propiedades antioxidantes, acción protectora. Aumenta el consumo máximo de oxígeno. Las
recomendaciones para adulto son de 8 mg/día mujeres y 10 mg/día los varones y el deportista aumentan de 30 a 50 mg/día.
Aminoacidos
CARNITINA: Facilita que el organismo utilice la grasa corporal almacenada para obtener energía mientras se hace ejercicio.
Nota informativa:
L-TRIPTOFANO Y SÍNDROME DE EOSINOFILIA-MIALGIA
Se efectuó un cuidadoso seguimiento de las informaciones que se produjeron en torno a la relación entre el síndrome de eosinofiliamialgia y el aminoácido L-triptófano.
Entre finales de 1989 y principios de 1990 se produjo en EEUU un brote epidémico de un síndrome relacionado con el consumo de
suplementos dietéticos, en los que el componente único o mayoritario era el L-triptófano.
Las dos características principales de este síndrome son eosinofilia y mialgia. Frecuentemente se acompaña de fiebre, dificultades
respiratorias, tos y erupciones cutáneas.
En España se procedió a la retirada cautelar de productos dietéticos cuyo componente principal fuera el triptófano.
La CNFV acordó elaborar una circular informativa para los profesionales sanitarios, especialmente para los farmacéuticos de hospital,
ya que estos productos pueden formar parte de medicamentos de preparación magistral, así como alimentos-medicamentos que no están
sometidos a registro.
Según los datos disponibles, las especialidades farmacéuticas que contienen triptófano en cantidades pequeñas no estaban afectadas. Sin embargo la CNFV recomendó, como medida preventiva, la suspensión cautelar de las especialidades que contienen triptófano
por vía oral. Otros Países de la Comunidad Europea adoptaron una decisión similar.
CNFV: Comisión Nacional de Farmaco-vigilancia.
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