[Juzgue el público]

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JUZGUE EL PÚBLICO.
Como upa de'las cl~us~las del testame~to del señor Obispo
l?octor D o~mgo Antonio Ri año otorga do en 1832, ha sido mat eria de so:,temdas controversias ju diciales y de publicaciones por la
prensa, Juzgamos muy conveniente someter ta mbién al fallo de
los ~ombres sensatos iI.us ~rad os un punto de la mayor importancia y de mucha especialidad en el foro; punto que ha sido resuelt o por el señor Juez 2.° de este (Jircuito en los términos que
expr esa el auto que á contmuación se inserta, y contra el cual
se ha interpu esto el recurso de a pelación para ante el Tribunal
Superior del E stado. Igualmente insertamos el escrito de la
parte apelant e, y dar emos, en su oportunid ad, conocimiento del
auto que profiera el Superior en definitiva.
é
AUTO.
Juzgado 2.0 del Circuilo.- Bogotá, Mayoveintey cuatl'O demil ochocientos ochenta y cuatro.
El señor Doctor F élix Riaño, con el carácter de albacea de la
mortu oria del Ilustrísimo señor Obispo Doctor Domingo Antonio R íañ o, bablando en el j uicio de sucesión de los bienes inmuebles dejados por el mismo P relado, sitos en el territorio del, E stado de Cundínamarca, pr omovió artic ulación para que se resuelva que ni la J unta
general de Beneficencia, ni los Asilos de Indigentes, representados por
su apoderado señor Doctor J oaquín Mar t ínez E ., pueden ni deben considerarse, en el j uicio de inventar ios, como herederos del señor Obispo Doctor Domingo Antonio Riaño, ni consiguientemente tienen derecho de intervenir en los inventari os para ejercita r los derechos que
sólo tienen los que, en realidad, son herederos.
.
Sustan ciada la articu lación, se halla en estado de decidirla.
Funda su solicit ud el señor Riaño en el artíc ulo 1,090 del Código Judicial el cual dispone, hablando de los inve ntarios y avalúos,
que llegadds el día y la hora señala dos, el Juez con su Secreta rio y
los interesados que quieran concurrir, se trasladará al lugar en que
est én los bienes &c. Esta disposición legal permite á los inte resados
la concurrencia' á las citadas diligencias de inventarios y avalúos.
-2.;Et.. artí9 ulo 1,284 .empieza : "Desde.el momento de abrirse.una
-su cesi ón , t odo el '~ue tenga in terés en e lla ó se presuma .que.pueda
t enerl o, podrá pedir que los papeles y mueb les de la sucesión se guarEsta disposición legal no solamente da
den bajo llave y sello"
derecho á los que tienen inte rés en la sucesió n , sino que también lo
;,
concede al que.se pr esuma que pue da tene rlo.
Tienen derecho por el artículo 1,316 del últi mo Código expr esado, los h erederos pr esuqtos testa menta r ios ó abintestato, , á solicita r
qu~ , el inventario se pra ctique. judicial ó ext r aj udicialmente, como el
señor Doct or Obispo Ri año otorgó su testa mento 'en si~te de Fe brero
de 1882, estab leciendo la siguiente cláusula, que conviene copia~
aq u í: " Séptima. Cumpli do este mi testa mento y comunicatos que
dejo h echos á mis albaceas, en el remanent e de mis bienes nombro
insti tu yo por mi ún ica y un iversal heredera á mi alma." No puede
cabe r duda que el alma ó quien la representa , es int eresado, y como
tal , t iene der echo de inter venir en las diligencias de dicha mortuoria.
,
Argúyese cont ra esto que el t'estamento del indi cado Prelado fué
otorgado antes de la vigencia del ar tículo,l ,1l 3 del Código Civil ;
pero una vez que el t estamento fu é otorgado ; que después t uvo iu gar
la promul gación del referid o ar tícu lo 1,113, continuar on -Ia vigen cia
de esa disposición y la vi da del .señor Obispo Ria ño, hasta que murió.
P ar ece claro que fu é voluntad del testador suj eta r la cláusula séptima
de su test amento al m encionado ar tículo 1,113 ; pues de lo contrario
la hubiera derogado ó sacado de la sanc ión de esa disposición legal, en
virtu d de la cual y por .lo r esuelto por la Gobernación del E stado, los
der echos que confirió el testad or á su alma , debe entenderse que hoy
p~tenecen á la J un ta de Beneficen cia y á los Asi los de Indigentes; y,
qu e por consiguiente esas entid ades tienen dere cho á. in gerirse en las
pres entes dili gen cias de inve ntarios y tÍ conferir poder para que haya
qui en, r epresente sus derech os,
,
,.
De dos.maneras se pued e suceder en Ios bienes de una pers ona
difunta , un a á tí tul o uni versal y otra á título sing ular ; el t ítulo es
universal cuando se suce de al dif unto en t odos sus bienes, derechos y
ob ligac iones' transmisibles, en un,a cuota de ellos como la mit ad, el
t erc ero ó quinto ; y el título es singular cuando se sucede en especies ó
cue rpos ciertos, como determinado caba llo, 'ó tal cosa, ó en una ó más
especies in determina das de cierto géne ro, como un caballo, tres bu eyes,
quinientos pesos, Así lo explica el artíc ulo 1,020 del Código Civil.
L as asignaciones á ' título universal se llaman her encias, y las
asignaci ones á t ítu lo singular, legados. El asignatario de h erencia se
ll ama hereder o, y el asign atario de legado, legatario; tales son los t ér'
min osdelartíéulo 1;023 del mencionado Código.
. . . En la ~láus u1a séptima del testamento que qued a transcri ta dispu so el señor Obispo 'q ue, cumplido su testamento y comunicatos que
dej ó h echos á sus albaceas, ·en el r emanent e de sus bienes nombraba ,é
in stituyó por su única 'y universal heredera á su alma. Como se ve, ell;
'ésta cláusula dicho señor ,Obil!po hizo la asignación á título universal y
den omino he~edera, en elremanente de sus bien es, á su alma j'él tenis-.
é
ó
-
3
¡ienecto derec~o para disponerl o así, en ate~ción á 'que carecía de ha.'rederos ascendientes y descendientes.
, E n tal virtud, el J uzgadó,-administrand~ ju sticia en nombre del
E stado y por autor idad de la ley , r esuelve :
'
,
' Q u~ la Ju~ta general de Beneficencia y los Asilos de Indigentes
de esta ciudad st pu eden y debeñ considerarse como herederos del Obíspo Doctor Domingo An tonio Riañ o y que consiguiente mente ti enen
derecho de inte,rveni rpara ejercitar los.derechos" que la ley concede á
los q,:e .en reah;d~d son herederos interesados, segú n el artículo 1,090
del COdlgO ~udIClal del Es tado, ' N otifíquese y cópiese. '
ANTOIiIO RUBlANO C.-EUGENIO
GARCÍ A,
Secretario.
ESCRITO DEL APELANTE.
s~iíor :Magistrado del Tribunal Superior del Estado.
F élix Ri añ o, como albacea testamentario del Il us tr ísimo señor
Obispo Doctor Domingo Antonio Riaño, á vos, respetuosamente, digo :
qu e á vuestro exa men y resolució n ha sido sometida la articulación
que' en el juicio de sucesión en los bienes de dicho P reladoint roduj a
ó propuse en escrito fechado en 30 de Junio del próximo pasado año
de 1883, ante el señor Juez 2.0 de este Circuito, con el objeto de qu e,
de acue rdo con vari as disposiciones del Códig o Civil del Estado, se
sirv iera resolver "que ni la J un ta general de Beneficencia, ni los
Asilos de 'indigentes de esta ciudad, á los cuales dice el señor Joaquín
Martínez E. qu e rep resenta cbmo apoderado de ellos, en su calidad de
her edero, en el mismo juicio, no pueden ni deben considera rse en él
como tales h erederos del señor Obispo Doctor Domingo Antonio Riaño,
ni consig uientemente ti enen derecho de intervenir en los inve nta rios
par a ejercitar los derechos que sólo concede á los que en r ealidad son
herederos, el artículo 1,090 del Código J udicial."
E n dich o escrito expuse, Y me-parece, con suficiente clar idad, los
poderosos fundamentos que me han servido' de apoyo para promover,
como promoví, la articulación ,referida. Y aunque es ver dad que en
rigor ya no tiene objeto, porque los inventarios y avalúos de los bis nes pertenecientes á la sucesión' del señor Obispo Riaño se ha n practi cado y el señor Doctor J oaquín Martínez E scobar, llamándose apoder ado' del hereder o del señor Riaño, denunció bienes como si perte neciesen á la mor tuoria, y el denuncio fué oído, conviene siempre r ecabar un a decisión definitiva sobre un punto de derecho, bien importa nte
raro por cierto, porque pocas veces ocur~irá el caso.de que un ~es­
tad or instituya á su alma por heredera, sabiendo no solo que tal InStitución no es permi tid a por la ley, sino por comprender que es inút il,
Jl.uesto que el alma es incapaz de adqu irir derechos y de contraer 0o.lic
' gaciones.
' ' .'
y
'.
y dig.o más.: es ~onvenicnte 'que se conozca .la opinión respetable del Tri bunal Superior sobre los efectos legales que tal institución
testa mentaria produce.
..
'
Con efecto, señor Magistr ado, es menester saber en el pr esente
caso : 1.0' Cuál dé las dos legislaciones debe aplicarse, es decir si la
española que en materia civil sustantiva se hallaba vigent e er: la fecha en que el seño r Obispo ·Riaño hizo su testamento, ó si el Código
Ci~il de Cundin amarca que regía en la f echa en que falleció dicho
senar.
,
So?re ~ste par ticul ar ha habido y hay opiniones encont rad as, y
losparrid ari os de cada un a de ellas la sostienen con arg umentos de
bastante f uerza . Yo creo que debe prevalecer la de J os que' sostienen
que debe aplicarse la ley bajo cuyo imperio se dispone por el testador
de los bienes qu e le pert enecen, porqu e de esta suerte 'no se presenta
el grave inconveniente de que lÍ veces el testa mento se haga ineficaz,
por razón de las asignac iones testamentarias y por la mayor amplit ud
ó lib ertad, ó por la mayor r estri cción qu e r elativ amente á la inst itución imponga Ó establezca una ley posterior, ó como se dice ex
pc st fac to,
y en realidad, el qu e otorga t estamento, qu e en sustancia expresa
su última voluntad respecto de lo qu e' quier e qu e se haga de s~s bienes después dc su muerte, no pue desaber las r eformas a modificacion es que la-ley puede in tr odu cir con' posterioridad al otorga miento del
t estament o '; y por consiguiente, no está en capacidad de amoldar ó
poner en ar monía perfec t a sus disposiciones testamentarias con las
l egales; mientras que preva leciendo la opinión <itdversa, se origina nulidad ó ineficacia, á lo menos, de una ó más cláusulas del t estamento,
qu e no es dado al testador r emediar después que fallece.
Más claro, señor Magistr ado : el otor gamiento de una disposición
t estam entaria, es un hecho.rreconocido y aceptado por la ley, aun
cuando la ejec ución de la voluntad expresada: en el instrumento se verifique posteri ormente, como sucede cuando se celebra y perfecciona el
contrato ·de compra- venta de un a cosa cualquiera , por ejemplo, y se
convi ene que la tradición del objeto vendido ó la entrega' del pre cio se:
verifique.despu és.
'
Así es'que el testamento es un acto de la voluntad . que se consuma el mismo día en' qu e esa volun tad .se expresa.ó consigna en el instrumento abi ert o ó cerra do, de modo qu e no es la expre sión de lo que
se quiere, ó sea el acto de la volun tad, en la fe cha en que el individu o fall ezca. T estar y falle cer son ,dos hechos distint os, Aquél necesaria J naturalmente se verifica:en primer lugar, y éste posteriormente.
N o hay, pues, inconvenie nte en qu e r especto del prim ero se apliqu e la
legislación que le prescribía aj ustarse á ella.
L o que pr ecede me obliga á concluir de qu e es la legislación español a .y no el Código Civil del Est ado la qu e en pun to á'lnjnstitución
de heredero hecha -por él señor Obispo D omingo Antonio Riaño en la
cláusula 7," del testa mento que otor gó en 7 de F ebr er o-de 183 2,.deba
ser aplicada.
-5, .Ye~da~ es que las leyes de la Par~da G,", Tí tul o 3.°, no permih an 1.n~t~tull· .al . a~ ~a por her edera , como no lo habrá permitido ni lo
perm~t1l"ll l~gIs.laCI? ~ alguna en el Uni~erso , pu es se comprende qu e
sem ej ante m sti tuci ón no puede pr odu cir efectos natural es ni jurídicos; pero par a el caso de ha cerse, la legislación españ ola .llamaba der echam e'.J.te á los her ederos ab-intestato; mientras qu e por el Código
de Cundmamarca, " lo qu e se deje al alma, sin especificar su inversión
se ent enderá dejado á un establecimiento de Benefi cencia."
,
No es indiferente, pues, la apli cación de la ley que hay a de prevale cer; bien que la disposición cont enida en el incis o 4.° del artícul o 1,113 del referido Código, no priva á los h erederos ab -intestato
del señor Obi spo oRiaño de sus derechos, pu es podría sostenerse con
texto~ legales suficienteme nte claros, y por lo mi smo incontroverti bles,
qu e dicho Prelado falleció, como se considera ba por el derecho Romano, en parte t estado y en parte intestado.
Me ocuparé ahora en examinar el auto pr oferid o por el señor Juez
2.° de este Circui to en 24 de Mayo del corriente añ o, para r ebatir los
argumentos en él consign ados.
Pero antes de hacerl o tengo el deber in eludible de llamaros la
atención sobre las siguientes circunstancias notables.
No aparece, señor Magistrado, en nin gun a de las vari as piezas ó
cuad ern os que componen la actu ación del ju icio de · sucesión en los
bien es que dad os por la defunción del señor Obi spo Ri añ o, docum ento
alg uno con el cual haya acr editado el señor Doctor J oaqu ín Mar tinez
E . que la Junta gene ra l de Beneficencia y los Asilos de indi gentes de
esta ciudad sean herede ros del señor Ri añ o.
T an esen cial, tan importante es este punto, qu e en el curso del
pr esente escrito me perm it iré repetidas veces lla mar r espetu osamente
vu estr a ate nc ión hacia él.
y si es cier to, señor, qu e no figur a en el expediente tal documen t o, pr eguntaré yo: - ¿ en qué pued e apoyar se el referido señor D octor
Mart ínez para titularse apoderado del heredero, y en qu é se ha fundado el señor Juez de pr imera instancia para r eputar al señor Martínez apoderado del heredero?
Pues ni el uno ni el otro se ha apoyado . en comprobante de ninguna especie.
. El señor Martínez, porque así es su voluntad, llama her ederos á
los expresados in stitutos.
.
_
El señor Juez, porque así lo ha qu erid o, re conoce al senc r Doctor
Martínez como apodera do y repr esentante del heredero.
y es éste el primer juicio de sucesión de que conoce un Juez de .
derecho en qu e no se está á lo qu e consta de los aut os.
Co~ tal motiv o, yo haré .esta segunda pr~gunta : - ~ qué cla~e ~e
herederos son la Junta general de Beneficencia y los ASIlos de indigentes de esta, ciudad ? ¿ Son testamentari os, ó l o son ab-jntes tato ?
~ 6 -
,. , , 'Sq a primero, muéstrese círese.Ia cl¿usula testamentaria" que 'los
mstltuya.
,
" "
' "
~ ' Si.lo segundo, c~tes~' también I~ disposición legal sustantiva en
virtud de la c,uallos 'Institutos r eferid os son llamados á suceder al- señor Obispo , ~iaño.' á, falt>t de hcredé~o~ forzosos ó legítimos j y desígnese la providencia judicial ¡ por ministerio de 'la ;cual se leS' haya
declarado .here deros ab-intestato.
, "
Todo el que tiene-algún conocimiento de I~ legi'slación civil sus. '
tantivu; t odo el que ~aya adquirido alguna ' piáctica' en los' negocios
del foro, sabe mu¡y"b~e,n que -los hereder ósab -dnjastato no se presentan:
an te el Juez qlle ~onoce de la sucesión, exponiendo-que son parientes
en tal grado"de¡ difunto; y llamándose, en consecueusia, herederos de
éste; sino1(lue les es forzoso, preciso; acreditar primeramente su parentesco para ~ue ,se, les, d,~ ~lare he rede ros, y luégo exhibir y apoyarse
e~sa sen~enc~a, J:ara sohClta;; que se les tenga corno rpar tes legitiinas
e~1 r eferido JUWIÓ de suceSlOn. ,
'
, '
ó
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•
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. _~. ~.¡r~
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I
;
,
'Mas aceptando como cier to que sea el Código Civil del Estado
el que .haya de aplicarse en este juicio desuc ésjón, con la reserva de la '
ilustrada opinión del Tribuna l, sostengo que dicho Código .nofavorece las pretensiones de los institu tos de Beneficencia referidos, y voy á
ensayar demos trarlo ,
'
,
'
Expone el señor Juez de primera instancia en- el .auto apelado,
que " ,de dos maneras se puede suceder en los bienes de -una persona
difunta, una n t ítulo u niver sal y otra IÍ título singular; el título es
un iversal cuando se .su éede al difunto en todos sus bienes, derec hos y
obligaciones transmisibles, ó en u na cuota de ellos, como la mitad , el
te rcio qui nto ; y el título es singulartcua ndo se-suc éd é en 'especies
ó-cuerpos 'ciertos, COmo determinado caba llo,..Ó ta l' cosa, ó una ó más,
espec ies determinadas de cierto geneto , como u n caballo, .tres bueyes,
q uin ientos pesos. Así lo exp lica el artículo 1,020 del 'Código Civil. '
" L as asignaciones :á título universal se llaman herencias, y las asig naciones á título si ng ular. legados. 'E l asigriatario de herencia se llama'
h eredero, y el asignatario de legado, leg atario; ta les son los términos ,
,
"
, '
del artículo 1,023 del mencionado Oó~igo ." .
, " Nadie puede negar lo que .dejo ins erto , porq ue propiamente no 'es
otra cosa que 'deflniciories. Pero de que sólo 'se pueda suceder ó here- :
dá r á título universal ó singular; no se deduce que los Establecimientos de Beneficencia, tantas veces mencionados, 'sean herederos del SEjñor Obispo Riaño.
"
.
, Según el artículo 1 ,11 3 del Código Civil, todo asig natario deberá ,'
ser un a persona cierta y deter minada, natural Ó'jurídica. De otra manera; ag rega slniismo:artículo, la asig d'ciónse' tendrá por u.o escri:a ...
y como la cláusu la 7.." del t estamento otorgado por el senor0blspo Riaño .inst.ituye por sil única y universal heredera á su alma, qua
no-es p~rsona jurídica .ni natu:ral,'se deduce 'q lie,dicha cl áusula debe
ó
-7~
.tenersa por no escrita . Qu iere esto decir, que no hay in sti tu ción de
her edero, pu esto que la asignación no es válida.
'
Ah ora bien, el 4.° inciso del mismo /artículo no dice como indi.
r ecta¡p.ente lo pr etenden los E stablecimientos de Bene ficencia, que eh
casos como el de que me ocupo, la asignación se traspase con el titulo
de hereder o á los Establecimien tos citados.
N? lo dice, y por consiguiente, no son ellos asignatarios testamenta ri os.
" .Pero sí dice que" ,lo que se dej e al alma del testador, sin especificar de otro modo sn Inversión se' entenderá dejado á nn E stablecimiento de B en eficencia."
,
Yo quie ro llamar, y encarecidamente ll amo, la ate nción del T ribunal á los vocablos de que ?ace uso el Código, ' COgIÓ, jor ejemplo,
éstos : " lo que se deje al alma del testador" y á':Ia:;¡Íli:Iabta "inversión,"
porque aq uéllos .y ésta dejan compr ender que 1.1 intención del legis- '
!ador ~;lé tratar de la cua ntía y no del carácte r de heredero y de la
mversion de lo que se deje al al ma.
Si el legi slador hubiera que r ido que él ó los E stabl ecimientos de
B eneficencia se subrogasen al al ma, en cuanto á la asignación, esto es,
á la in sti tu ción de heredero, lo habría presc rito con claridad , poco más
_ó menos en estos t érrni nos : "cuando se in stit uya al alma por heredera , se enten derá in stituido por tal un E stablecimiento de Beneficencia." Di spu esta s así las cosas, no sólo adquiría ese E stabl ecimiento los
valores en qu e consisti era la asignación, sino la calidad de her edero
'
instituído.
, P ero no han sido dispu estas las cosas de ese modo, sino del con trar io, y de consig uiente los E stabl ecimient os de Beneficenc ia no son
herederos, ni tie nen derech o á serlo, sino ún icamente á la cant idad
t otal ó par cial qu e hu biera de aplicar se en beneficio ó sufr ag io
del alm a.
Mu chos jurisconsu ltos, y ent re ellos el señor Juez 2.° de este
Circuito, son de opinión que no puede haber , tratándose de una suce sión, sino asiguata rios á título un iversal y asignatarios á tít ulo sing ular. E sta opinión no es rigo rosa ni exacta. F recuentemente en los
testa mentos se deja aplicada una suma para sufragios de! alma del
t estador j y yo preg unto : ¿ esa suma se dejará á título universal, ó
sing ular? ¿ el sacerdote que aplica las misas se considera heredero ó
legatario ? Claro es que no. Ese sacerdote que hace tal aplicación y
que es design ado á arbit rio del albacea ó del here dero, no es lega tario
ni asignatario á titulo universal. Sábese muy bien que los que suceden á una persona ,por disposición testa mentaria, ó que tienen derecho
de suceder ab - intes tato , son ciertas y determinadas, en tanto que no lo
es el sacerdote qu e aplica las misas, y cuya aplicación puede e,ncomen:
dar se á un o ó vari os sacerdotes , Lo que se pague para misas hace
parte de los valores dejados por el testa d01', y esa par te que satisfac e
el albacea ó el heredero, y que r ecibe el m!nist.r0 del culto, no los
constitu ye en asigna tari os á tí tul o sing ular DI unive rsal,
Hé aqu í, señor Magistrado, pat ente el, ca so de que se pu~de recibir y aprovecha rse de una cantidad cualquiera, considerable o peque-
I
I
-
8
ña, corres pondiente á la sucesión, sin qUQ . el que Ja recibe sea asignatario.
.'
.
' Por esto hace UROel inciso 3.° del art ículo 1,113 de la palabra in ,)ersión, y no de la de asignación ; por manera que "lo que se deje
al alma del testador, sin especificar de otro modo su inversión, se ent enderá dejado á un Establecimiento de Beneficencia."
El decreto que, correspon de dictar al Gobernador del Estado n ó
aña de ni qui ta fu erza á la doctrina que acabo de sentar. Semejant e
disposición administrativa sólo tiene por objeto designar el Establ ecímiento de Beneficencia que haya de percibir, en su respectivo caso, lo
que á título universal ó sing ular hu biera de aplicarse al alma del testador; pero no inviste de carácter de asignatario al Establecimiento
de Beneficencia.
Ni puede ser de otro modo, pues ese carácte r no lo da sino el ,
mismo testador, ó lo confiere el vín culo de sangre que ligue á éste e ón
sus parientes.
En mérito de lo expu esto, conf ío en que vos jij~réis la verdadera
inteligencia 6 interyretación que debe darse á la parte citada del artículo 1,11 3 del Código Civíl de Cundinamarca, porque aunqu e es verdad qu e 'serán rar as las veces en que un testador pueda instituír á' su
alma por heredera, sin especificar de otro modo la inversión,- también
l o es que conviene !Lue en el foro se conozca , el alcance ó extensión
qu e haya de darse á dicha disposición legal.
P or tanto, concluyo suplicándoos que os sirváis revocar, por ser
de ju sticia, el auto apelado; resolviendo el r ecurso en los términos
de la ar ticulación por mí promovida.
B,ogotá, Junio 27 de 1884.
FÉLIX RIAÑO.
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