Clase social y salud - Instituto Nacional de Salud

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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
os
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Diciembre 2014
Reunión de expertos
Clase social y salud
I NSTITUTO
N ACIONAL DE
S ALUD
1
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
450
400
350
300
15
30-3
MARTHA LUCIA OSPINA
Directora General INS (E)
MARTHA GEMMA GOMEZ LOPEZ
Secretaria General INS (E)
250
200
CARLOS ANDRÉS CASTAÑEDA ORJUELA
Director Observatorio Nacional de Salud
150
Panamá
México
Brasil
Colombia
Nicaragua
Perú
El Salvador
Honduras
0
Pablo Enrique Chaparro Narváez
Karol Patricia Cotes Cantillo
Gina Alexandra Vargas Sandoval
Diana Patricia Díaz Jiménez
Luz Mery Cardenas Cardenas
Fabio Alberto Escobar Díaz
Sandra Patricia Salas Quijano
Liliana Castillo Rodriguez
Carlos Andrés Valencia Hernández
Nelson José Alvis Zakzuk
Johanna Quintero Cabezas
Willian León Quevedo
Nohora Mercedes Rodríguez Salazar
Paula Tatiana Castillo Santana
Alexander Mestre
Elkin Daniel Vallejo Rodriguez
Ecuador
50
Equipo de trabajo
Guatemala
100
Bolivia
Paraguay
2
Equipo de apoyo
José́ Silverio Rojas Vásquez
Ana Patricia Buitrago Villa
Karen Daniela Daza Vargas
Jimena Leiton Arteaga
Hemorragias
graves
Clara Lucia Delgado Murillo
Edición Observatorio Nacional de Salud
Kevin Jonathan Torres Castillo
Diagramación y Diseño Observatorio Nacional de Salud
Para citar: Instituto Nacional de Salud, Observatorio
Nacional de Salud, Memorias reunión de expertos
en clase social y salud, Bogotá, D.C., Colombia. 2015
Se autoriza la reproducción total o parcial de este
documento siempre y cuando se conserve intacto
su contenido y se de crédito a sus autores como
al Instituto Nacional de Salud y al Observatorio
Nacional de Salud.
In
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
MEMORIAS
Reunión de expertos
CLASE SOCIAL Y SALUD
1 y 2 de diciembre de 2014
Contenido
1. Instalación evento clase social y salud
2. Panelistas
3. Objetivo general
4. Agenda
5. Desarrollo temático (1 de diciembre de 2014)
6. Intervenciones-preguntas
7. Desarrollo temático (2 de diciembre de 2014)
8. Intervenciones de los asistentes
9. Conclusiones
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Instalación evento
clase social y salud
En aras del fortalecimiento de la Red de Investigación en
Clase Social, Calidad de vida y Salud, se buscó profundizar
en temas teóricos, metodológicos y algunas experiencias de
trabajo de campo, con el fin de desarrollar un análisis con suficiente evidencia empírica para determinar la relación entre
la clase social y los resultados en salud. Esta apuesta busca
articular los trabajos que se están realizando, desde diversas
perspectivas, con el fin de lograr alcanzar propósitos comunes dentro de la Red como plataforma de investigación.
Esta primera reunión se desarrolló como un espacio propicio
para el diálogo, que no solo concentrará un ejercicio expositivo, sino que se concibió como una propuesta de intercambio
y sinergia, teniendo en cuenta la no existencia de espacios
masivos que permitan este debate. El Instituto Nacional de
Salud, conjuntamente con la Red de Investigación en Clase
Social y Salud, venía trabajando articuladamente durante un
año, con el fin de discutir los objetivos de trabajo conjunto al
que están vinculados investigadores de América Latina, Canadá y Estados Unidos, entre otros.
En el año 2013 se llevó a cabo la primera reunión en el marco del Congreso de Salud Pública que organizó la Secretaría
Distrital de Salud, en la que se tuvo la posibilidad de trabajar
desde la perspectiva de clase social, tema de interés no solo
desde el campo académico, sino institucional, concentrando
esfuerzos en el desarrollo de un trabajo práctico primordialmente en el tema de desigualdades sociales y su incidencia
en la salud.
El estudio de clase social ha presentado múltiples limitaciones a nivel investigativo, que han dificultado la comprensión
conceptual de la categoría y su utilidad en el campo de la
salud pública y en las discusiones en salud. Para esta reunión se abordaron enfoques de exploraciones diversas, determinando la pertinencia en la integración del marxismo,
el noemarxismo, marxismo y las perspectivas weberianas y
neoweberianas, que también ha alimentado las teorías sociológicas contemporáneas.
Participantes
• Dr. Carlos Castañeda:
Director Observatorio Nacional de Salud
• Dr. Carles Muntaner
• Dr. Román Vega
• Dr. Lucas Cifuentes:
Sociólogo FLACSO Chile
• Dr. Oscar Fresneda
• Dra. Sandra Salas:
Observatorio Nacional de Salud
• Dra. Karol Cotes:
Observatorio Nacional de Salud
• Dr. Pablo Chaparro:
Observatorio Nacional de Salud
• Dra. Nohora Rodríguez:
Observatorio Nacional de Salud
• Dr. Luz Mery Cárdenas:
Observatorio Nacional de Salud
• Dr. Luis Jorge Hernández
• Dr. Mauricio Torres
• Dr. Fabio Escobar:
Observatorio Nacional de Salud
• Dra. Luz Amparo Pérez
• Dr. German Granada
• Dr. Juan Carlos Eslava
• Dra. Viviana Pérez:
Funcionaria Ministerio de Salud y Protección social
• Dra. Luz Estela Ríos Marín:
Dirección de Epidemiología y Demografía
Ministerio de Salud
• Dra. Astrid López: Dirección de epidemiología y
Demografía Ministerio de Salud
• Dra. Sonia Liliana Guzmán Marín:
Dirección de Epidemiología y Demografía
Ministerio de Salud
Objetivo general
Comprender y discutir enfoques teóricos y metodológicos
que permitan avanzar en el análisis de clase social y salud
en el país, y fortalecer la Red de investigación en Clase
Social y Salud.
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Desarrollos temáticos
Diciembre 1
Perspectiva anglosajona
Aproximaciones empíricas
Carles Muntaner, Universidad de Toronto, Canadá
La conferencia abordó la evolución y medida del concepto
de clase social en la tradición anglosajona de las últimas décadas, buscando discutir las bases propuestas desde esta región que ha influenciado ampliamente el campo académico
y científico. El progreso en los estudios empíricos de clase
social, ha sido promovido desde la tradición anglosajona,
siendo la que más ha desarrollado medidas para analizar el
concepto.
El avance no ha sido lineal debido a factores externos que
afectan su desarrollo, asimismo, sus bases argumentativas,
han venido tomando fuerza en el contexto latinoamericano,
obligando a la región a someterse a la apertura hacia un gran
desarrollo teórico que ha expuesto enormes desigualdades
sociales y la necesidad histórica de abordar el estudio de la
clase social .
¿Cómo se desarrolló el estudio empírico de la clase social
después de la segunda Guerra Mundial?
En perspectiva de línea temporal, durante los años cincuenta
en los Estados Unidos, investigadores 1 de distintas áreas del
conocimiento que hablaban de clase social, realizaron desarrollos teóricos en donde se relacionaban primigeniamente
las categorías de propiedad y poder. Posteriormente se destacó la estratificación social, con el uso de medidas de rango
que no recogían explicaciones subyacentes, es decir, primó
una aproximación de orden individual en la que los actores
mayormente calificados llegaban a un estatus superior por
características adscritas, por ejemplo la inteligencia.
Durante los años sesenta el concepto es percibido desde diferentes ángulos, como estratificación o como clase social,
en relación a las posturas weberianas o marxistas.
Se originaron investigaciones que utilizaron nuevos métodos
como el Path Analysis que permitió estudiar la movilidad de
clase y sus efectos en la vida social de los individuos, incluyendo la salud, a partir de esto, se estableció la medida
Socioeconomic Index, compuesta por categorías de ingresos
1. Enfatiza en los aportes realizados por el sociólogo George
Wright Mills y los del economista Paul A, Baran.
y educación para predecir el prestigio de las ocupaciones,
convirtiéndose, posteriormente, en una medida de clase social. Paralelamente, los estudios realizados de análisis empírico de encuestas generaron un estilo de investigación que
sigue en uso hasta la fecha, examinando grandes bases de
datos que ayudaron a predecir importantes factores de interés social.
También durante esta época, los individuos de clase media
ingresaron masivamente a la universidad, creció la actividad
de los movimientos sociales, se motivó la promulgación por
los derechos civiles y hubo un redescubrimiento del marxismo. Simultáneamente se consolidaron grupos académicos
que apropiaron el concepto de clase social, que tendría una
influencia posterior en su aplicación a partir del desarrollo
social del contexto.
Para la década de los setenta, este grupo poblacional ingresó
al sistema académico, llevando consigo ideas desarrolladas
en sus años de organización estudiantil sobre el concepto
de clase social. Muchas de sus influencias teóricas fueron de
origen europeo, donde los trabajos sobre las nuevas clases
hicieron énfasis en sistemas sociales, como el comunista, en
el cual, los actores con mayor control sobre los procesos productivos “gerenciaban” los medios de producción pública.
Sobresalen autores como Dahrendorf, que influyó en el estudio de las nuevas clases gerenciales, Giddens y sus primeros
trabajos empíricos y Groz con el cuestionamiento a la idea
de la clase social tradicional, especialmente sobre el concepto de proletariado, visión que representó un conjunto de
ideas que modificaron la visión clásica de Marx provocando
un efecto en los investigadores Norteamericanos. Con esto,
los años setenta muestran estudios científicos ligados a la
clase social, entendida como relaciones de producción o
como se concibe hoy en día, relaciones de empleo.
En particular, investigadores de la Sociedad Americana de
Sociología (ASA por sus siglas en inglés), encontraron fuertes
cuestionamientos a sus ideas funcionalistas de clase social al
mantener contacto con la perspectiva europea.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Los años ochenta transcurrieron con el desarrollo de teorías
neomarxistas y neoweberianas, con sus respectivos estudios
empíricos. Durante esta época se llevaron a cabo investigaciones que intentaron contrarrestar las imprecisiones sobre
la clase social en los textos europeos, considerados con poco
rigor metodológico, paralelamente, académicos de las dos
regiones se propusieron clarificar las ideas marxistas basadas en la teoría de selección racional, postura que fue rechazada junto a otras corrientes clásicas de interpretación, debido a una lectura de los actores sociales como entes aislados,
individuales, que buscan maximizar su bienestar económico,
generando numerosos debates dentro de disciplinas como la
sociología, economía y demás ciencias sociales.
En Europa se da el triunfo de la perspectiva neoweberiana,
que toma la clase social no solo de manera gerencial, sino
que la analiza desde la propiedad, significando un cambio
importante debido a que finalmente en los estudios y encuestas de orden social, se utilizó la clase como una categoría estándar que no constituye únicamente importancia en el
campo académico.
Para los años noventa es importante evidenciar que hubo
efectos externos que no permitieron hacer un análisis lineal
en las medidas de clase social. Durante esta época se produjo la caída del Muro de Berlín que conllevó a un sustancial
cambio en la concepción de clases sociales sobre todo en la
sociología y las ciencias políticas, particularmente norteamericanas. También se presentaron posturas que determinaron
a las clases sociales como un tema extinto, sin embargo, autores como Hout, Manza y Wright empezaron a publicar trabajos en los que demuestran que es un tema esencialmente
importante ya que predice relaciones tan significativas como
las de identidad, descubriendo la correspondencia por ejemplo, en las intenciones de voto respecto a la clase social.
El esquema teórico de Wright se establece de forma generalizada durante estos años, desde dimensiones que abordan
la propiedad y los trabajadores, y dentro de esta, la educación y la gerencia. Por ejemplo, se declara que los gerentes
cuentan con una mejor salud, debido a que son profesionales que tienen mayor control sobre el proceso laboral, sobre
las políticas dentro de la empresa y por supuesto cuentan
con más remuneración.
También hace algunas predicciones de contradicción de clases, ya que estos actores no disfrutan de un control real, es
decir, son trabajadores para el gerente y son gerentes para
los trabajadores, se encuentran en medio, afectando su salud, característica que extrae el esquema porque no solo se
toman los aspectos jerárquicos de clase social sino que permite hacer pronósticos distintos a la correlación entre ingresos y salud.
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En el contexto actual se observan perspectivas significativas
que utilizan el concepto de clase social., La primera, importante en el mundo anglosajón, toma factores que predicen la
ocupación o los ingresos, características que permiten saber
la jerarquía que establecen las personas en el lugar de trabajo, las cuales pueden revelar sus ingresos y su éxito social;
la segunda, desde el enfoque neomarxista y neoweberiano,
en la tradición empírica, que habla de un mecanismo social
de credenciales en donde por Ley hay personas propietarias
y no propietarias, relación de clase basada en la posesión de
la tecnología necesaria en la producción.
Por último, las relaciones empresario, gerente, supervisor, se
usan para hacer una estimación de varios factores, de esta
manera entramos en una relación de clase interdependiente, es decir, implica un trabajador que no tenga poder o que
alguien es supervisado, que no tenga propiedad, considerándose un medida sociológica.
Otro elemento desarrollado se implementó a partir de un
grupo de académicos, que posicionaron la medida de explotación, lo que se entiende por dominación por parte de los
empresarios y la creación de valor a través del esfuerzo laboral, provocando una interdependencia respecto a la relación
de empleo y lo que se hace con el fruto del trabajo, en términos de la repartición o distribución de los beneficios. En esta
instancia, la explotación implica también un concepto moral,
porque supone apropiarse del resultado del trabajo de una
persona y por tal razón es una postura fundamentada en las
relaciones laborales del modelo capitalista, pero también, es
posible divisarlo en los modelos comunistas, en la medida
en que los trabajadores no tienen poder en el proceso productivo.
Así las cosas se puede concluir que la situación actual es difusa en tanto que la clase social es usada en cualquiera de las
vertientes definidas.
Carles Muntaner
Reunión de expertos
Clase Social y Salud
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Al comparar la producción teórica en clase social con estudios empíricos, se encontró que es un esfuerzo muy limitado
y falta mucho más desarrollo. Adicional a esto, no hay teorías
que abarquen todos los campos, por ejemplo el problema de
la clase social tiene impacto sobre la identidad, las actividades políticas, los ingresos, el tipo de educación, las dinámicas
familiares e incluso la salud, sin embargo, no hay una teoría
sociológica que las pueda abarcar, mucho menos se puede
ver la clase social como una gran teoría que abarque todas
las ciencias sociales.
En conclusión, aún falta sofisticación en los trabajos empíricos, por ejemplo, la clase social mediada o de trayectoria en
la que un hijo cuyo padre es empresario/propietario es probable que este pase también a ser propietario, o la disyuntiva
en la que se establece que todos tenemos varias posiciones
de clase. La mayoría de personas pueden ser trabajadoras en
una empresa y al mismo tiempo cumplir en otro campo funciones como gerente. Paralelamente, con la evolución del
sistema social las clases adquieren más prominencia, sin embargo es un campo poco explorado, no se ha podido cuantificar esta movilidad y es una de las fallas que más limitan las
utilidades empíricas, ya que dentro de las clases sociales hay
diferencias notables de tipo cuantitativo y cualitativo.
Científicamente faltan datos a nivel nacional que sean representativos de poblaciones de interés, esta una importante
barrera, debido a que hay segmentos de clase que son difíciles de obtener en instrumentos como encuestas, convirtiéndose en un problema metodológico de muestreo; sería
recomendable tener una inversión en encuestas nacionales
para obtener un mapeo realista y verídico de la estructura
de clase.
Sin embargo, también se reconoce que hay una represión
en la investigación por razones políticas, teniendo en cuenta
que las clases sociales existen, y asumiendo como base que
durante los dos últimos siglos el sistema capitalista ha generado una concentración de la riqueza que se transmite de
una generación a otra.
Las discusiones de clase social se han dado de manera abierta, teniendo en cuenta la producción teórica que se ha desarrollado, a pesar de ello, no se ha podido potenciar una
producción empírica de igual importancia, debido al poco
apoyo institucional para la disposición de datos a nivel nacional, con el fin de que finalmente se pueda entender las
estructuras de clase y su relación con la salud.
Perspectiva Latinoamericana
Clases sociales y salud en Chile
Lucas Cifuentes, FLACSO Chile
A partir de la presentación histórica realizada por el profesor
Muntaner sobre la clase social desde la perspectiva anglosajona, la segunda conferencia enfatizó en los trabajos que se
pueden destacar en Latinoamérica, teniendo en cuenta que
en la región, se tiende a importar este tipo de conocimientos
debido a la escasa producción teórica y empírica que aborde
esta problemática.
En primer lugar hay una definición política indiscutible de
que la clase existe en Latinoamérica. La región no es una sociedad sin clases, por lo que se puede hablar de clase social
por la existencia misma del modelo capitalista, por tal razón
no puede ser entendida su formación, ni su estructura, ni su
acción colectiva o acción política, de la misma manera como
puede ser comprendida en los países desarrollados. Esto
implica preguntarse cómo el capitalismo se instaló y se desarrolló en los países de la región, altamente dependientes,
subdesarrollados y coloniales en sus inicios, es decir, la trayectoria del modelo capitalista en la región latinoamericana.
La forma en que el capitalismo, Estado y las clases sociales
confluyen, se produce de manera distinta a los procesos de
los países del primer mundo.
Para la segunda mitad del Siglo XX, había un desarrollo de
intentos industrializadores, de modernización. Además, se
producen quiebres y transformaciones que apuntan hacia
una misma dirección en los países de la región. Para Colombia en particular, habría una excepción ya que no existe el
modelo de dictadura clásica que tuvieron países como Chile,
Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, a pesar
que hay un contexto importante que tiene que ver con el
conflicto que se desarrolla desde hace más de cincuenta
años. En el fondo se demuestra en este contexto, que hay
procesos más pausados, en algunos otros casos violentos en
la instalación de un neoliberalismo de una manera radical.
En el caso de Chile y Colombia fue evidente una instalación
agresiva del modelo, en contraposición a otros países en
donde de una u otra forma se procuró poner freno, como
es el caso de Argentina, Brasil, Uruguay, o como ha venido
ocurriendo en la última década con casos como Venezuela,
Ecuador y Bolivia.
En este sentido una de las principales consecuencias, sociopolíticas y socioeconómicas en este proceso de instalación del modelo neoliberal ha sido precisamente, detener
los intentos industrializadores en nuestros países, sobre todo
en la época de sustitución de importaciones, para volver a
una matriz primario exportadora. En Chile muy claramente
hoy en día en la composición del PIB, hay una dependencia
absoluta a sus productos de economía primaria, ocurrien-
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
do también en Colombia y en Venezuela, cimentando una
matriz primario exportadora que no se rompe, que nunca
ha sido distinta porque los proceso de industrialización en
Latinoamérica fueron muy cortos teniendo que ver más con
enclaves industriales. Con el neoliberalismo se ha constituido una matriz económica muy específica que también ha
transformado la institucionalidad y la política, que en última
instancia, es la que ha sostenido el modelo en Latinoamérica y como resultado se vivenciaron las privatizaciones de
las empresas públicas, la tercerización de la economía y por
ende la disminución del sector público.
Como lo indicó el profesor Muntaner, las clases sociales son
un producto del desarrollo socio histórico del capitalismo,
por lo que para entender en la actualidad latinoamericana
las dinámicas de clase y de conformación de estas estructuras, no se puede hacer caso omiso a este tipo de procesos y por supuesto las diferencias de estas características
en países tan disimiles como Chile y Venezuela u otros tan
parecidos como Chile y Colombia. En esta medida, ¿Qué se
puede tomar para ver el tema de clase? Las clases sociales
se originan en las relaciones de producción en cuestiones
de trabajo, y en la región particularmente, en el general los
países del tercer mundo, estas relaciones están marcadas
por tendencias a la informalización, situación que recientemente se está viendo en Europa o en Estado Unidos, y que
en Latinoamérica nunca ha sido distinta, por lo tanto es un
elemento conceptual de suma importancia.
Las características de las relaciones de producción en Latinoamérica no acontecen como algo excepcional, han sido
una tendencia histórica con algunas alteraciones temporales
donde el empleo ha disminuido su nivel de precariedad en
algunas clases medias vinculadas con el Estado. Esto también hace un giro en la comprensión de las clases sociales
que nos indica que hay que vislumbrar la especificidad de
la realidad latinoamericana, cómo el capitalismo se instaló,
cómo se fue desarrollando de manera distinta a como se
desplegó en países del primer mundo, y cómo ciertas dinámicas en el trabajo, el empleo y las relaciones laborales, han
sido características en la región.
Los principales estudios sobre las estructuras de clase en
los últimos 20 años, presentan tres momentos importantes:
el primero desde el estudio de León y Martínez (1987), el
segundo desde el estudio de Wormald y Torche (2007) y el
tercero desde la Encuesta Nacional de Empleo, Equidad, Trabajo y Salud (ENETS), realizada en el 2010. En la región se
ha venido manejando un enfoque neoweberiano muy dominante con una tendencia a importar esquemas Europeos
y Norteamericanos en los análisis de clase, sintetizando la
tesis del profesor Oscar Fresneda, se indica que la temática
empieza a ser importante previa a los años cincuenta con
Gino Germani, también desde la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) y con intelectuales de
las décadas de los sesenta y setenta vinculados a las teorías
de la dependencia como Celso Furtado y Antonio Dosantos
que introdujeron conceptos de clase rescatando la teorías
marxistas clásicas que recogen explotación y dominación,
sin embargo no tuvieron avances respecto a una evidencia
empírica.
Ya en los últimos años del Siglo XX y principios del Siglo XXI
se rescatan teorías que logran generar aproximaciones empíricas a conceptos poco desarrollados, principalmente por
la ausencia de datos representativos. Wormald y Torchel
toman el modelo neoweberiano y definen las clases como
agregados ocupacionales que comparten algunos criterios
en común, es decir, no se está hablando de posiciones de
clases relacionales, no implica que una existe en función de
la otra, sino de agregados ocupacionales definidos por su incursión en el mercado laboral, desde la perspectiva de oportunidad que permiten beneficios dependiendo del carácter
de la ocupación dentro del mercado.
Otro autor como Martínez, realizó cuestionamientos frente
a cómo se transformó la estructura de clase, generando clasificaciones según sectores productivos y ocupación, tomó
cada una de estas categorías y señaló que corresponde a
niveles de estructura de oportunidad y finalmente a niveles de clase, concluyó que los procesos de transformación,
tercerización y burocratización ya no conducen a un nivel de
vida obrero sino mesocrático, lo que plantea, la transformación de la burocracia estatal modificada a una privada y el
aumento del sector servicios, es decir, no solamente cambia
la estructura ocupacional también los modos de vida que
emergen del trabajo.
Adicional a lo anterior, ya no existe el estilo de vida obrero,
por lo que supone que hay una posición política muy fuerte
detrás de esta perspectiva, en el fondo está indicando la no
existencia de la clase proletaria que estaba capacitada para
conducir procesos políticos. Latinoamérica está inmersa en
una nueva sociedad de orden mesocrático, en función de
cómo los individuos se despliegan frente a las oportunidades
de ingreso al mercado laboral, que define la posición social,
y que ya no demuestra antagonismos sino una competencia
generacional.
Torche y Wormald realizaron posteriormente un análisis
desde la perspectiva neoweberiana muy influenciada por
Goldtorphe, indicando que el tipo de relación contractual es
importante para el establecimiento de los límites de clase,
autoridad y autonomía incluido en las distintas ocupaciones
que tienen los empleados. Es decir, para ellos la relación contractual es la manera en la que se ingresa al mercado laboral,
que sería un buen indicador de que hay límites de clase en
la medida en que dan cuenta del capital humano, la autoridad que viene de la posición dentro del mercado laboral y su
autonomía.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
El objetivo principal de esta investigación, fue la movilidad
social intergeneracional, por ejemplo en la desobrerización,
aquellos hijos desobrerizados que logran ingresar a educación permitiendo la entrada a un mercado laboral que va a
definir su posición de clase.
Concluyeron estos autores, que en Chile había procesos de
movilidad social significativa pero su alcance había sido corto, lo que implicó que no fuera posible una transformación
sustancial en el bienestar económico, aunque el estrato alto
era una excepción, por lo que en Chile y en general en Latinoamérica era evidente la desigualdad tan grande en la concentración de la riqueza y el poder, en grupos sociales tan
reducidos. Para la ENETS, que se realizó para este estudio
de clase social2, se logró generar algunas preguntas para dar
cuenta de la estructura de clase en Chile, desde la perspectiva neoweberiana y neomarxistra, centrando la atención en
la segunda porque rompe la visión neoweberiana que se había instalado en el país para la medición de clase.
El objetivo principal consideraba ver las condiciones de trabajo y salud, las estructuras de clase y sus implicaciones políticas, retornando a una perspectiva de clase marxista en
donde no solo era vista como un agregado ocupacional, no
solo de clasificación, sino que es una forma de evidenciar
intereses y acción. De esta manera se plantearon indicadores que incorporaron dimensiones políticas de la estructura
de clases, desde la situación de los trabajadores. En la Encuesta hay dos enfoques presentes que permiten distinción
entre empresarios y asalariados vinculados a indicadores de
propiedad y medios de producción, y también una caracterización de los asalariados, apareciendo indicadores de autoridad, bienes de organización y cualificación.
Portes y Hoffman, intentaron introducir la categoría de clase
social como marco conceptual para analizar las sociedades
latinoamericanas contemporáneas., Se propusieron argumentar que a propósito de las transformaciones del modelo
neoliberal se podía introducir la concepción de clase desde
la perspectiva marxista para poder analizar las transformaciones que el modelo había generado. En este sentido definieron clase social con categorías distintivas que se caracterizan por el acceso diferencial a los recursos, al poder y
a las posibilidades de vida correspondientes, consideraron
además la posesión de capital, los medios de producción y la
fuerza de trabajo, el control sobre el trabajo de terceros y la
posesión de una habilidad ocupacional escasa.
2. La Encuesta se realizó en función de comparaciones internacionales, la
perspectiva neo marxista de Wright permitía ver cuestiones de relevancia
tales como las relaciones conflictivas que se daban entre las clases o al
interior de ellas. Una perspectiva más relacional que gradacional.
Nace la pregunta sobre ¿Por qué es importante rescatar estos estudios?, y la respuesta es porque permiten observar
aspectos de la dinámica social contemporánea, permitiendo
definir las relaciones de poder en el largo plazo, los conflictos
entre grupos sociales y cómo esto modela la expectativa de
vida de esos miembros, es decir, una crítica a la concepción
neoweberiana y conduce intrínsecamente al análisis de la
política y movilización colectiva.
Algunos antecedentes en Latinoamérica, evidenciaron la no
incorporación a la relación de trabajos formales y la diferencia en sociedades donde la población puede ser considerada
homogénea, la periferia tiene una incorporación específica,
particular y funcional al patrón de acumulación mundial. De
esta manera, se define a los capitalistas como empleadores
grandes y medianos, ejecutivos, gerentes y administrativos.
Los profesionales como trabajadores de elites. La pequeña
burguesía como microempresarios y profesionales independientes, masas de trabajadores informales y desplazados por
la política neoliberal, como proletariado formal desde una visión legalista e incorporan el concepto de proletariado informal, que son trabajadores por cuenta propia, no remunerados, empleos domésticos, que es el sector que más aumenta
en el ajuste neoliberal.
Perspectiva país
Orientaciones teóricas para el análisis de las desigualdades
económicas y sociales con un enfoque de clase social
Oscar Fresneda Bautista, Colombia
Hay una polémica en torno al papel de las clases sociales y
algunas posiciones que descalifican la actualidad analítica
en el tema, ya que consideran que este concepto es anacrónico y que ya no juega un papel importante. A continuación se
tomaran algunos elementos que el profesor Oscar Fresneda
expone para asumir una posición que permita analizar los fenómenos relacionados con las clases sociales y cómo se han
establecido los modelos de desarrollo en el país.
La clase no es únicamente una categoría estadística, es la
base probable como diría Weber, de formación de grupos
que actúan como agentes sociales. Si se estudian las clases
en un sentido objetivo a partir de unas condiciones materiales, también se estaría mirando el proceso de conformación
histórica a través de cambios institucionales y en la acción
propia, la diferenciación en la percepción subjetiva de las
clases y la posibilidad de su estudio objetivo. Max Weber en
su análisis señaló dos ejes de diferenciación de las sociedades, uno referido a las oportunidades de vida, a las condiciones en el mercado y el otro más cercano a las condiciones
de prestigio. Para este desarrollo, Bourdieu indicó que no
son dos formas de clase, en realidad es la misma, es decir,
un análisis a partir de condiciones objetivas y las representaciones sociales en torno a cómo se diferencian los grupos,
cómo se hace la distinción entre grupos sociales.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Bourdieu mostró las representaciones subjetivas, que científicamente se puede decir que no son reales, pero indicó
que estas representaciones son las que la gente tiene y por
lo tanto son parte de la realidad, brindando dos formas de
estudiar las clase sociales y la estratificación social a partir
de condiciones objetivas, o de representaciones de cómo
se percibe la gente, y cómo crea culturalmente las formas
de ver las diferenciaciones. Estos enfoques son netamente
constructivistas y dan elementos importantes desde el punto de vista de la subjetividad.
Otro elemento a tener en cuenta es la posibilidad de identificar la clase social a partir de atributos desde los aspectos
socio laborales. Históricamente referirse a este tipo de características ha permitido evidenciar las desigualdades que
existen en este tema, empíricamente este enfoque busca
evidenciar los cambios dentro de los modelos de desarrollo. Puede mencionarse también, que se puede entender la
clase social desde un enfoque relacional, no como una gradación, sino buscar vínculos y relaciones entre los grupos,
desligándose de las perspectivas estructural-funcionalistas
Parsonianas que fueron predominantes durante el Siglo XX
u otros enfoques basados en uno o varios atributos como
el dinero, la educación o el prestigio en donde se buscaba
un ordenamiento o una jerarquía a partir de un elemento
característico.
15
lisis de clase es que la acción y el conflicto de clases no se
explican en una dinámica que la dirija a un fin determinado.
Hay otros desarrollos en la concepción de clase sociales
basadas en las relaciones de producción, donde podemos
encontrar clases antagónicas, es decir, contrapuestas como
puede ser la burguesía y el proletariado dentro del modelo
capitalista, y por otro lado, clases subordinadas no necesariamente atadas a los modos de producción como la plantea
Wright, sino a formaciones económicas que han tenido permanencia a través de la historia como las economías campesinas, dinámicas como la pequeña propiedad que dio espacio para la consolidación de la pequeña burguesía.
Entre los asalariados, se pueden distinguir posiciones de clase por su ubicación en las jerarquías laborales y los procesos
de cualificación, como son expresadas en las taxonomías o
clasificaciones de clases sociales dentro de estas dos orientaciones teóricas. Hay una relación no solo en la estructura de
clase y los modos de producción, sino las modalidades dentro de los mismos, en paralelo, hay rasgos comunes en las estructuras de clase en los países del capitalismo central y los
países del capitalismo periférico dependiente, por lo que esa
interdependencia en las clases es producto de las formas institucionales que asumen las sociedades influyendo en esas
estructuras, y la forma como se asume la desigualdad.
Este enfoque tiene una mejor adecuación cuando se basan
las investigaciones, en términos de relaciones de producción, principalmente en propiedad y control de los medios y
en los asalariados en la calificación y la autoridad laboral. De
esta manera fundamentalmente se hace una diferenciación
entre lo que es el enfoque marxista/ neomarxista, y el enfoque weberiano/neoweberiano. Wright ilustra las diferencias
entre estos dos enfoques, y argumenta que el análisis weberiano está libre de algunas cargas teóricas, la relación de la
estructura de clases con el modo de producción y la teoría
marxista de la historia, siendo un problema que no se plantea en las corrientes weberianas/neoweberianas, en donde
las clases son fundamentalmente diferenciaciones sociales
para explicar las desigualdades.
El otro tema a tratar, es la visión entre clases objetivas y procesos históricos de conformación. La comprensión de este
tema ha sido abiertamente polémico., De tal manera, la posición objetiva da lugar en un proceso histórico, a la conformación de actores sociales no en forma determinista sino en
un sentido probabilístico, es decir, una condición objetiva lleva necesariamente a la conformación de un actor organizado. Dentro del proceso histórico las clases sociales interpretan un papel destacado, en algunos momentos como actores
fundamentales de transformación social aunque tampoco
han sido los únicos agentes de cambio, descargando el peso
que Marx y otros autores le han otorgado la labor de único
agente de cambio social. Lo que se ha observado en los aná-
Oscar Fresneda
Reunión de expertos
Clase Social y Salud
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Sesión de preguntas y discusión
de las experiencias
Recapitulando, con base en las definiciones aportadas por
lo ponentes, se buscó determinar cuál podría ser un enfoque conceptual que permitiera trabajar en el análisis de la
relación clase social y salud, tanto a nivel nacional como internacional. La finalidad de la Red tiene como objetivo afinar
instrumentos para trabajar el tema en la generalidad de Latinoamérica, advirtiendo que estas definiciones son en gran
parte producto de países capitalistas centrales, revelando
que el espacio y tiempo en el que nos posicionamos, es el
de los países capitalistas periféricos y esto determina condiciones en términos de la estructura social y en los modos de
producción que demuestren diferencias con los países centrales, por lo que ningún enfoque de estos debe ser aplicado
mecánicamente, sino que a través de ellos es posible captar
de mejor manera la realidad del contexto.
Otra realidad que se observa es que en las presentaciones
anteriores no hay una visión latinoamericana, sino que ha
habido una adecuación. Se ha visto es una convergencia entre los enfoques de Weber y Marx a través del trabajo de
Goldthorpe y el enfoque neomarxista de Wright.
De la primera presentación, realizada por el profesor Carles
Muntaner, es importante resumir los tres esquemas desde
los cuales se ha trabajado clase social, el primero desde la
estratificación social con base en los atributos, característico
en el uso de las encuestas oficiales que ha permitido medir
socialmente el tema de salud. Llama la atención que se debe
trascender en términos del enfoque neoweberiano o weberiano que tiene dos elementos cruciales para la definición de
clase social, uno de ellos es el de oportunidades de mercado
y en segundo lugar es el tema de prestigio o de jerarquías,
siendo un enfoque que básicamente hace referencia a la distribución de los recursos y eso tiene que ver con condiciones
de vida, calidad de vida según la ocupación que se tenga en
la sociedad y que esto influye directamente en la salud.
El tercer componente que se trata de relacionar desde la
perspectiva Marxista es el de las condiciones del proceso de
trabajo en términos de explotación y de dominación, que
tiene que ver con la propiedad de los medios de producción
y con el ejercicio del poder, la organización social del trabajo,
conformando una perspectiva que en el esquema de Wright
se sintetiza que es útil trabajar tanto con el concepto de estratificación social como con el de oportunidad que establece modos de distribuir los recursos y con el tema de control,
producción y dominio sobre el proceso. En esta perspectiva
habría entonces una propuesta que lleva a reunir de manera
no mecánica esas tres formas de definir clase social.
En términos de lo planteado para obtener una aplicación
más exhaustiva de clase social y salud, habría que tomar
otras definiciones más complejas planteadas por Bourdieu.
Estas definiciones son empíricamente manejables para establecer la relación entre clase social y salud, y qué tantas
posibilidades se tienen por ejemplo para estudios de carácter nacional, mediante el uso de encuestas y que factibilidad
hay en esa realización, debido a que es importante poder
hacer estudios que den cuenta de esa relación. El ideal es
centrar la discusión con el fin de encontrar una definición
conceptual que ayude a trabajar el tema de clase social y
salud, sus ventajas y desventajas, la posibilidad de captar el
tema nacional en términos de la forma de producción del
contexto latinoamericano.
Para entrar en materia de discusión, se establece que los
enfoques marxistas y weberianos han estado basados en
modelos de producción muy específicos, y en el contexto
actual de capitalismo financiero, se podría señalar que tiende a desaparecer la clase obrera o por lo menos tiene una
participación menos significativa en el proceso, por lo tanto,
también sería posible concluir a priori, que en esta transformación las clases sociales sufren una reacomodación. En
esta medida surge un interrogante en términos de cómo podrían adaptarse los planteamientos de estos modelos si la
economía está desarrollándose hacia procesos extractivos
de manera irracional. Acerca de este punto, es posible identificar el capitalismo financiero en países del Norte y Europa,
en donde sí se está viendo claramente un efecto directo en
la estructura y sus consecuencias en la trayectoria de las clases trabajadoras, empobrecidas y en desempleo, y en este
sentido, su incidencia y sus efectos en la salud.
Los temas de clase social también han sido altamente asumidos como una sumatoria de condiciones individuales,
pero el valor de todos estos procesos teóricos que se han
desarrollado a lo largo de la reunión, demuestran su vínculo
sociológico, nos habla entonces de relaciones intersubjetivas
que distan de las bases individuales, las personas son importantes, pero la clase social es un entramado de realidades
relacionales específicas y por lo tanto se convierte en un
categoría central para entender dinámicas poblacionales, y
los procesos implícitos en los determinantes sociales de la
salud.
La definición de clase social realizada por Marx, por ejemplo,
establece una visión basada en la propiedad de los medios
de producción en un sentido sociológico, la complejidad de
este pensamiento es que no permanece específicamente
en el plano académico, también tiene un uso político, y con
esto, a las relaciones subjetivas, se les añade una identidad
colectiva y por tal razón los análisis individuales no tendrían
este tipo de condiciones de clase.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Frente a lo anterior, los determinantes de clase social sobre
todo en la salud, están construidos también desde una perspectiva política, por decirlo de alguna manera, la clase social
es una explicación de por qué hay desigualdad económica y
de poder, por lo que se ha buscado clasificar a las personas
con atributos que indican estas discordancias sociales y por
tal razón no puede haber una separación de la perspectiva
política, porque está en sí misma también indica un sentido
de causalidad y de comprensión mucho más amplia en las
afectaciones a la salud. La clase es todo un proceso de relaciones humanas entre grupos y estos grupos pueden ser vistos desde la perspectiva política propia de las colectividades
y también desde la que tome la investigación.
Por otra parte, el capitalismo de tipo neolibreral implica una
serie de transformaciones sobre la estructura de clases, por
lo que también se debería centrar la atención en analizar
cuál es la mutación en la composición de estas clases en
donde la situación de trabajo se modifica y por lo tanto en
una misma caracterización las condiciones pueden arrojar
estructuras diferentes. Este modelo, tanto en los países centrales como en los periféricos ha sido interpretado en forma
distinta, dentro de las clases dominantes se podría indicar
que hay recomposiciones, es decir, el bloque de clases hegemónicas cambia y el sector financiero tiene un peso más
grande por lo que surgen nuevos actores, muchas veces por
fuera de las clases sociales, en torno a identidades culturales
como el papel de los movimientos sociales que han hecho
contrapeso al modelo dominante, los movimientos no son
propiamente clases sociales, pero sí están relacionados.
Frente a los análisis empíricos casi siempre se puede encontrar asociación entre desigualdades y clases sociales, y
es algo que es fundamental en el tema de salud y en otras
condiciones sociales como por ejemplo la educación, las
condiciones de vivienda, el acceso a los servicios sociales, es
decir, la diferenciación por clases es algo que es permanente y en esta medida es indispensable ver los mecanismos a
través de los cuales estas condiciones se crean y se reproducen. La pregunta sería entonces, ¿Cuáles son las condiciones
que perpetúan la desigualdad en términos de explotación,
exclusión y otra serie de mecanismos que actúan a un nivel
concreto de la acción social en dirección de mantener fuertemente arraigadas esas diferencias?
En primer lugar hay que tener presente que Latinoamérica
ha tenido unas transformaciones en los patrones de acumulación, más que todo en los últimos treinta años, con la tercerización de la economía y el esquema exportador primario. De esta manera se pueden pensar dos perspectivas, una
es que la estructura de clases de los sectores de la pequeña
burguesía varía ciertas características de sus estilos de vida,
pero no se transforma totalmente, se ha mantenido en la
posición que históricamente ha ocupado, no obstante, ciertas movilidades han motivado un cambio significativo que en
términos políticos tiene que ver con la financierización que
ha permitido conformar grandes oligopolios nacionales e interregionales evidenciando un cambio en los patrones que
denominamos la alta burguesía.
Para el caso contrario, el sociólogo Brasileño Ricardo Antunes indica que en términos generales existe una clase que
vive del trabajo y siempre va a ser trabajadora, es decir, un
sector estratégico de relevancia central que no ha desaparecido, pero si ha mutado, el proletariado industrial sigue siendo una gran masa que trabaja en las industrias, que en el
sentido de explotación como categoría básica se ve afectada
en la experiencia a nivel corporal, mental, en accidentes de
trabajo y enfermedades, en la vida familiar, en la calidad de
vida y en el entorno social.
Otros aspectos fundamentales tienen que ver con nuevos
procesos de trabajo los cuales permiten diagnosticar y generar intervenciones de manera más eficaz, es el lugar donde la
clase social se constituye, la gente trabaja, pero no solamente en la fábrica, lo hace en su casa, en el transporte público
y por lo tanto la categoría se vuelve abstracta, se construye teóricamente, pero en la base empírica puede presentar
dificultades para proponer intervenciones más específicas y
políticas, cuando el trabajo se convierte en estructura constituyente de la clase social.
Pensando en la idea de cómo la categoría de clase social y su
efecto en la salud tiene utilidad para la realidad de nuestro
contexto, se ha identificado que la vida social va más rápido
que la investigación y la intervención, por lo menos a nivel
teórico, metodológico y empírico estamos ante alcances y
limitaciones de la categoría para poder explicar la salud, por
lo que es un desafío importante ya que la clase social tiene
un componente globalizado que no es fácil de capturar. En
qué sentido se puede sustentar esto, un componente globalizado es bien sabido que lo recogemos en estudios y en
investigaciones que de una u otra forma logran recoger ciertos segmentos y grupos poblacionales, sin embargo, en el
contexto actual las poblaciones han sobrepasado las fronteras y el impacto del poder económico ha quedado muchas
veces por fuera de las investigaciones, reconociendo que hay
grupos sociodemográficos que no son visibles, que la clase
trabajadora ya no es local ni regional, sino globalizada, y que
esto cuenta para ser considerado en el análisis de la salud
desde los desafíos que impone la clase social.
Un reto importante a nivel investigativo, por ejemplo, es la
relación entre globalización y clase social. Se está planteando un problema de invisibilización por lo que esa información no ha podido ser recuperada a nivel nacional. Hay clases que no pueden ser captadas en función de un análisis
nacional de salud o de desigualdades, puesto que no caben
en las fuentes de información, por ejemplo, empresas cuya
burguesía financiera internacional se mueve en nuestro país,
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
pero la información solo alcanza a captar las burguesías financieras internas, es decir, hay una dimensión espacial en
el análisis de clase que hace que sea difícil construir observaciones por ejemplo de desigualdad únicamente con datos
nacionales, obviando información mucho más global, esta es
la complejidad y los desafíos de los estudios de clase en el
mundo moderno, poder hacer esa relación espacial de las
clases.
Consideraciones teóricas y metodológicas
En materia teórica, si se analizan las dimensiones clásicas
marxistas, se puede evidenciar dos perspectivas, una frente a relaciones de propiedad y otra de fuentes de ingresos
de clase., La primera tiene que ver, principalmente, con la
explotación del proceso productivo, y en contraposición,
las fuentes de ingreso, tienen que ver con la plusvalía como
consecuencia de la dominación. Sin embargo, en estas dos
dimensiones no se agota el análisis de clase, hay otras en
las que tiene que ver las condiciones de vida, la calidad en
los entornos laborales, es decir, no solo se debe apropiar la
categoría de estratificación social como componente absolutizado y establecido como único, sino poner en relación
estos elementos con la propiedad y el mercado y como esto
interconectado tiene que ver con la salud para dar un sentido holístico al problema de las relaciones de la clase social.
Un tema importante que se ha trabajado es, qué se puede
hacer con paradigmas tan diferentes, teniendo en cuenta
que las corrientes marxistas y weberianas actúan de manera diferente, por ejemplo Wright proviene del paradigma
marxista, también recoge el trabajo de Poulantzas e intenta
hacer un diseño que pueda ser aplicado de manera eficaz
empíricamente. La pregunta entonces radica en que si es
posible mezclar los paradigmas simultáneamente, teniendo
en cuenta que Weber hizo su obra como réplica a Marx intentando hacer un esfuerzo por demostrar que el marxismo
mostraba como se comportaba la sociedad y cómo era estratificada, y por esta razón, el criterio weberiano indica que la
clase es solo una de las formas de investigar la estratificación
social pero existen otras argumentando que no es la única
manera de medición. Por tal razón en Weber es tan importante incorporar al análisis la categoría de prestigio, estatus,
ya que considera que la clase se compone de categorías estrictamente económicas, en contraposición al marxismo que
vincula elementos políticos.
Recordemos que en la primera mitad del Siglo XX primaba
un optimismo por construir modelos socialistas, pero la revolución no se llevó a cabo, y tampoco se logró la conciencia
de clase suficiente para los procesos de transformación en la
estructura social. Esto generó grandes reflexiones a nivel del
marxismo en autores como Gramsci, Althusser y Poulantzas,
quienes argumentaron que no solo era necesario discutir las
formas de ejercer dominación y hegemonía, ni el análisis ins-
titucional del Estado, sino que había que reflexionar sobre
las mismas configuraciones intrínsecas en la clase social. En
esta medida, las disyuntivas teóricas se han intentado resolver a partir de apuestas metodológicas, sin embargo, es difícil abordar las dos perspectivas de manera simultánea si la finalidad es incorporar elementos de varias escuelas teóricas.
En conclusión para esta primera parte, se pudo indicar que
no hay un cierre en las discusiones teóricas, por lo que el
análisis de clase social y salud tiene elementos con mayor
amplitud al enfoque de determinantes sociales, y esto indica
un plano explicativo de vital importancia que debe ser usado
en el campo académico pero también institucional, teniendo
en cuenta, que hay que tener claridad que influyen factores
ideológicos y políticos en el uso de estos análisis significando
algunas limitaciones en los estudios. De esta sesión, quedan
preguntas dentro de las es importante analizar si es posible
generar coincidencias en los distintos enfoques, si es posible
resolver estas cuestiones a través de los usos metodológicos
y finalmente buscar factores explicativos complejos respecto
a clase social y salud.
¿Cómo proyectar un consenso en materia investigativa?
Frente al planteamiento inicial en el que uno de los objetivos
principales de discusión en la Red de Clase Social y Salud es
la consolidación de un enfoque teórico, habría que mirar si
la proyección es definir unos acuerdos desde esta entrada o
si la unión se construye desde los objetivos de estudio de acción y no solo desde la perspectiva teórica abstracta, ya que
muchas veces estas discusiones resultan bastante difíciles de
dirimir, mientras que, cuando uno se enfrenta a referentes
concretos puede facilitarse el diálogo. En esta instancia, se
puede hacer uso de varios enfoques, debido a que este es un
problema abierto y muchas de las hipótesis que se plantean
deben ser contrastadas en la investigación empírica, por lo
que se reconoce que no se puede llegar a un consenso frente a una única orientación teórica particular.
En el ámbito internacional también hay avances importantes en estos debates, pero al igual que en nuestro contexto
hay dificultades por niveles de conducción que requieren
que existan esfuerzos teóricos de cara a una praxis. Como
lo indicaron durante las presentaciones en Latinoamérica se
ha consolidado producción teórica pero no se ha alcanzado suficiente desarrollo empírico que compagine y que dé
cuenta de la realidad de la región, por lo que sería importante plantear para un país como Colombia que los sistemas de
información incorporen elementos de juicio para construir
investigación en clase social, insumo que puede ser muy
importante si se quieren hacer estudios de desigualdad que
permitan condiciones de explicación y que provean herramientas para la acción política.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
TEMA 2.
Herramientas metodológicas para
la medición de clase social
La segunda sesión se concentró en las metodologías o aprendizajes metodológicos, desde la experiencia de los investigadores Carles Muntaner, Lucas Cifuentes y Oscar Fresneda. Se
desplegó el mismo procedimiento de la primera sesión en
donde se presentaron las exposiciones y después se realiza
un intercambio de preguntas entre los asistentes. Se interpeló al Instituto Nacional de Salud, sobre si estos enfoques pueden ser apropiables para la realización de la investigación de
clase social y salud en el país, para que desde el Observatorio
Nacional de Salud se puedan ir recogiendo algunas conclusiones desde la posición Institucional.
Dr. Carles Muntaner Bonet
Aproximaciones empíricas
Universidad de Toronto, Canadá
Retomando las opciones teóricas expuestas durante la primera sesión, atributos personales, dominación y por ultimo
explotación, se estableció una continuidad entre los enfoques conceptuales y las medidas desde las que puede ser
abordada la categoría de clase social. Se realizó un acercamiento a estos procesos desde la perspectiva de áreas urbanas, marcando desde un inicio una gran diferencia con el
contexto y la estructura social colombiana, altamente agrícola, recalcando que estos esquemas y medidas pueden funcionar como un ejercicio guía que necesita ser adaptado al
contexto.
términos de salario, se crea una tensión de redistribución ya
que los ingresos son indicadores que predicen la salud, por
lo que estaríamos contando con un mecanismo social en el
que se relacionan beneficios, vacaciones, licencias, seguros
laborales, etc., relaciones que ya representan un carácter sociológico que plantea tensiones entre la ganancia de la empresa y los trabajadores que no cuentan con un derecho de
apropiación.
De modo similar, esta situación se enlaza directamente con
la tercera esfera en la noción de clase social, la explotación.
Esta no enfatiza únicamente en las relaciones de empleo,
sino qué es lo que ocurre en el vínculo laboral y qué elementos de afectación se pueden destacar, vislumbrando un
conflicto sobre el trabajo, el esfuerzo, las horas y otras características de la producción. En consecuencia, la necesidad
del gerente de extraer el esfuerzo laboral del trabajador representa un conflicto sobre la producción y le añade un peso
adicional a la relación de empleo.
Para desarrollar la medición en estas tres dimensiones, atributos personales, relaciones de empleo y explotación, se tienen en cuenta medidas denominadas de grado o de orden,
frecuentemente utilizadas en las historia de la epidemiología
social. El gradiente implica una relación que por lo general
explica que la persona que posee más dinero tiene más beneficios en la prolongación de vida, de esta manera, también
es de utilidad en el reconocimiento de la desigualdad en materia de salud en un país. En cuanto a las medidas relacionales es posible observar dos perspectivas, las de empleo y
las de explotación, por lo que el ideal sería poder integrarlas
metodológicamente.
La segunda perspectiva se concentra en otros aspectos,
como los mecanismos de uso de los bienes productivos, en
esa relación se generan clasificaciones en las cuales un actor tiene por lo general más ganancia que otro, empleador,
gerente, pequeño burgués, mediano y gran empresario, es
decir, la relación entre quién compra la fuerza de trabajo y
quien la vende.
Hay dimensiones en estos estudios que pueden sofisticarse
a partir de variables de soporte, por ejemplo, en las de estratificación social es posible incorporar riqueza que resulta un
indicador de pertenencia a la clase capitalista, añadiéndole
un componente de ingresos de renta, característica que distingue a la clase propietaria. Otra variable a trabajar es la de
ocupación, en la que habría que determinar en qué sentido
está relacionada a la salud, debido a que no se evidencia una
correspondencia clara de tipo sociológico, es decir, refiere a
los aspectos técnicos del trabajo y por tal razón no mide necesariamente las relaciones de empleo, ni las de producción.
En esta perspectiva, hay algunas ocupaciones que si tienen
una gran correlación de clase en dónde quienes se ocupan
de cierto tipo de trabajo, poseen determinada clase social,
sin embargo, este no es un buen indicador de clase ni de
ingresos.
Posteriormente está la función gerencial que controla el proceso laboral o la organización del trabajo, en donde se tiene
un conflicto importante en torno a la distribución. Si se tiene
una persona empleadora que tiene unos beneficios captados y también tiene el poder de controlar al trabajador en
En esta instancia, es importante revisar los aportes obtenidos del modelo desarrollado por Wright, quien hace una
medición de relaciones empleo, de control de bienes de
propiedad y de organización en proporción con la gerencia.
De estos aportes es importante rescatar propiedad y geren-
Recapitulando, la idea de los atributos, especialmente indicadores como ingreso, familia, escuela, etnia o raza, no
constituyen aspectos sociológicos y por lo tanto no explican
mecanismos sociales relacionales. Por esta razón si la necesidad es explicar y aplicar la noción de clase social, es preciso
aportar categorías que permitan generar este tipo de investigaciones.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
cia, dimensiones que claramente determinan la clase social,
mientras que otras como la educación pueden ser consideradas una forma de discriminación entre trabajadores por
la demanda de sus habilidades en el mercado laboral. Sin
embargo, surge la necesidad de examinar cómo lograr medir la propiedad y la gerencia, ya que es posible ver en esta
perspectiva posiciones contradictorias de clase con efectos
en la salud mental por ejemplo, estableciendo una distinción
entre ser supervisor y ser trabajador, tránsitos entre dos clases de manera simultánea, categorías distintas de medición,
posiciones jerárquicas y actores sociales que dentro de las
clases continuamente cambian su estado.
La necesidad de analizar las relaciones de clase en términos
explotación, desde la perspectiva de Wright es importante,
ya que este esquema teórico que contempla doce clases,
también llamado de explotaciones múltiples, corresponde a
un modo de producción en donde efectivamente hay una
clase explotadora y otra explotada, burguesía y proletariado,
y en esta medida lo que en la actualidad se entiende por
directivos y no directivos.
Específicamente, las relaciones que se han estado examinando refieren a las características del lugar de trabajo pero no
enfatizan en la posición que ocupan las personas, es decir
son rasgos que están definiendo el nivel de la empresa. El
énfasis de estos estudios radica en intentar capturar, que
el lugar de trabajo es una empresa en la que la explotación
ocurre de manera naturalizada, debido a que en su rol, los
gerentes, se encuentran obligados a tomar medidas para aumentar beneficios, lo que puede ser considerado como un
indicador de la categoría de explotación.
Concretamente, el esquema propuesto por Wright es de orden estático, es decir, no es posible medir las intensidades
de la explotación, no obstante en términos de salud, esta es
una categoría importante en aras de poder establecer una
aproximación cualitativa que se pueda evidenciar la explotación en los sujetos y poder medir la intensidad en el proceso de dominación. Precisamente, hay una gran diferencia
en la medición entre trabajadores que realizan su actividad
laboral en empresas con afán de lucro y las que no, incluso
existen diferencias en cuanto a si son empresas privadas o
públicas. En esta instancia, la dimensión de dominación no
va a representar una medición directa sino que se aproxima
a determinar la intensidad del trabajo, si permiten o no que
el trabajador tome descansos, si tiene control sobre cuándo
puede detener su actividad o si le obligan a doblar sus turnos.
Surge entonces la necesidad de profundizar sobre algunos
conceptos con la finalidad de comprender a qué se está
haciendo referencia cuando se indica que el esquema de
Wright, no es un análisis basado en el enfoque del individualismo metodológico, es decir, que las relaciones de clase
tienen que estar definidas entre personas, involucradas, relacionadas y se tiene una aproximación a situaciones colectivas, en contraste desde el individualismos metodológico,
se consideran los individuos aislados y con comportamientos
independientes
En segundo lugar, la explotación en el proceso de trabajo
puede ser medida en términos de la apropiación del valor
producido o en otros términos a partir del plus valor. A esto
se le puede añadir parte de la concepción marxista que asocia plusvalía y jornada de trabajo, o plusvalía y productividad
del trabajo, ya que de algún modo estas dos categorías no
son fácilmente captables en términos de este tipo de estudios. Incluso, la jornada de trabajo ha sido abordada desde
los estudios clásicos de la situación de la clase obrera de Inglaterra vinculando temas de salud, en donde Engels buscó
demostrar bajo las implicaciones de la extensión de la jornada de trabajo, las afectaciones de salud de los trabajadores
y el ritmo de trabajo al buscar mayor productividad. A pesar
de que estos estudios son puramente descriptivos, Engels
realizó un intento etnográfico que relacionó el espacio de
trabajo, el sitio de vivienda de los trabajadores, los barrios,
los servicios públicos, es decir, la relación entre el trabajo y
las condiciones de vida, ligando no solo el proceso de salud
que deriva de la dinámica laboral de explotación, sino los
procesos que rodean a estos trabajadores.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Dr. Oscar Fresneda Bautista
Propuesta de esquema de clasificación de la
estructura de clases sociales para Colombia
Universidad Externado de Colombia
Esta segunda intervención busca reseñar la forma como se
ha rastreado la evolución que ha tenido la estructura de clases en Colombia durante parte del Siglo XX (1938) hasta comienzos del Siglo XXI (2010), utilizando fuentes estadísticas
secundarias, censos de población y encuestas de hogares.
Esta propuesta se centra en las metodologías para el estudio
de clases sociales y los esquemas de clasificación, con el fin
de presentar la forma en que se ha seguido el análisis de la
estructura de clase, estudios de desigualdad, de calidad de
vida y salud relacionados con clase social.
Existen distintas metodologías que tienen que ver con la caracterización del régimen de acumulación que asume el modelo de desarrollo del país, que buscan relacionar los cambios en la estructura social, el análisis histórico de las clases y
las luchas entre estas, demostrando que las metodologías de
análisis de clase no se restringen exclusivamente a clasificaciones o taxonomías, sino que hay múltiples procedimientos
que se complementan para dar una apertura y una amplitud
al campo de estudio en este tema.
Regresando a los postulados que realiza Wright, es importante recordar que plantea dos esquemas de clasificación,
el primero desde las posiciones contradictorias y el segundo
desde las explotaciones múltiples. Es importante puntualizar, que con este tipo de esquemas se tiende a encontrar
limitaciones más que todo en la conceptualización de clase
social, al igual que en el esquema de Goldthorpe.
Este modelo de análisis, es un ejercicio de clasificación que
establece la posibilidad de supervisión de los trabajadores
según la especificad de activos o recursos humanos. Dentro
de los ejes de clasificación, se pueden encontrar dos dimensiones principales y dos intermedias, en términos de posibilidades de supervisión de los trabajadores y la especificidad
de sus conocimientos. Existen clases sociales que se encuentran en ejes mixtos indicando alta o baja especificación en
activos de capital, en relación con altas o bajas dificultades
de monitoreo en su actividad laboral.
Este modelo de clasificación desde la supervisión, , posee algunas coincidencias en tanto que considera las relaciones laborales y los criterios de clasificación similares entre los poseedores de medios de producción y asalariados, teniendo
en cuenta dos ejes que retoman recursos desde el punto de
vista de la jerarquía y la especificidad en cuanto a la dificultad o facilidad deseguimeinto. Es decir, se puede comparar
el modelo de estructura de clases de las categoría propuestas por Goldthorpe, o si se quiere el modelo más elaborado
que contiene categorías que dominan un espectro más amplio de división de clase, sin embargo, en los análisis de las
estructuras en términos de explotación, apenas se pueden
ver diferencias en el terreno empírico y que en resumen, el
modelo de Goldthorpe ha sido mucho más adecuado para
identificar diferencias de los sectores de clase. Se podría indicar entonces, que estos enfoques recogen características
generales que son comunes a las sociedades contemporáneas y por lo tanto son útiles como punto de partida para
investigaciones en contextos como el colombiano.
Desde un enfoque histórico, haciendo un recorrido por los
estudios empíricos de clase social en Latinoamérica desde
los años cuarenta, se pueden encontrar aproximaciones similares a los esquemas de Goldthorpe y Wright, más que
todo en países del Cono Sur que no han sido muy distantes a estos esquemas de clasificación. En la región, como es
conocido, hay elementos comunes en las configuraciones
de organización social, que se distancian de las propias del
capitalismo central en dimensiones como el crecimiento de
los factores de trabajadores independientes o el denominado sector informal, el mantenimiento del campesinado a
través de la historia y otros segmentos de trabajadores que
en nuestro caso siguen teniendo un peso importante en la
estructura.
Se propone entonces basarse en criterios similares a los de
Goldthorpe y Wright, buscando una actualización a pesar de
las limitaciones de información, es decir, tener en la practica
el procedimiento que utiliza variables de caracterización laboral, ocupación, rama de actividad y posición ocupacional
disponibles históricamente, que permiten identificar sectores diferenciales de clase con un rango de aproximación
que no busca la precisión absoluta sino que capta grandes
tendencias. Este procedimiento ha sido utilizado en lo que
se denomina clasificación socio-ocupacional de países europeos en estudios de clase que hacen una recodificación de
variables.
a. Ocupación: el tipo de trabajo concreto realizado dentro
de la división técnica del trabajo, que permite distinguir
analíticamente, en las clasificaciones usuales de esta variable, entre trabajadores manuales y no manuales, según
sus niveles de calificación y su puesto en las jerarquías de
control y autoridad dentro de las unidades económicas.
b. Posición ocupacional (situación en el empleo): la situación de los trabajadores respecto a los medios de producción y relaciones laborales diferenciando patrones,
trabajadores independientes, trabajadores familiares sin
remuneración, asalariados (empleados, obreros, empleados domésticos).
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c. Rama de actividad: la ubicación de las empresas en los
sectores económicos, que configuran entornos de relaciones laborales diferentes para ciertas posiciones de clase trabajadores.
d. Número de trabajadores en las empresas donde se
desarrolla la actividad laboral para los trabajadores no
asalariados, que da cuenta de la escala de las unidades
económicas y posiblemente de diferencias dentro de sus
relaciones laborales.
A partir de la información disponible, se hizo una agrupación de situaciones de acuerdo con los criterios teóricos,
tomando en cuenta las relaciones sociales de producción y
posesión dentro de las jerarquías laborales. A continuación
se muestran grupos muy parecidos a los de Goldthrpe y los
de Bourdieu:
I. Directivos
II. Profesionales y técnicos
III. Pequeña burguesía, trabajadores cuenta
propia no agropecuarios
IV. Campesinos
V. Empleados (administrativos, del comercio y los servicios)
VI. Obreros industriales
VII. Obreros agropecuarios
VIII. Empleados domésticos
IX. Otros trabajadores
La diferenciación que se establece, por ejemplo, entre obreros agropecuarios e industriales, busca captar las características propias del empleo rural, teniendo en cuenta que la
hacienda era una institución predominante en el país y hay
una diferencia entre el patrono y el asalariado. Dentro de
esa pequeña burguesía que se establece, hay trabajadores
que se separan de aquellos que tienen función de dirección
y control, es decir, son categorías que podemos distinguir en
la clasificación estadística de obreros y trabajadores o profesionales y técnicos, que se cruzan con la variable de posición
ocupacional, por lo que se identifican perspectivas opuestas
entre grupos y subgrupos. Se hace referencia a la clasificación propuesta dentro de los ejes considerados por Wright,
en los que se puede concluir que hay similitudes con la clasificación de Goldthorpe, sin embargo, hay algunas limitaciones que hay que poner en consideración.
Es importante registrar que con la información disponible, la
idea de recopilar una percepción a través de la historia acerca de cómo ha sido la estructura de clases sociales es bastante restringida debido a que habría que tener unos criterios
muy específicos sobre las jerarquías ocupacionales. De esa
manera, dentro de los sectores de la pequeña burguesía,
trabajadores independientes, tienen muchas limitaciones
para lograr una diferenciación clara, lo mismo ocurre con el
campesinado.
Podría afirmarse que esta población, no representa una
sino muchas clases con variadas relaciones de producción
de acuerdo a las formas de explotación histórica. A pesar de
ello, quedan varias cuestiones por resolver, sin embargo, se
propone utilizar las fuentes estadísticas disponibles para lograr llegar a una aproximación de clase que permita evidenciar cuál ha sido su evolución en relación con los modelos de
acumulación y a través de esto, cómo los patrones de desigualdad están asociados a la clase social.
Dr. Lucas Cifuentes
Las estructuras de clase en Latinoamérica:
composición y cambios durante la
época neoliberal
Encuesta ENETS-ETESSA Chile y Bogotá
En este apartado se tiene en cuenta la experiencia llevada a
cabo a partir de la encuesta realizada en Chile durante el año
2010, la cual tuvo un abordaje teórico desde Bourdieu frente
al tema de clase. Metodológicamente se intentó aplicar dos
enfoques, el neoweberiano del Goldthorpe y el neomarxista
de Wright.
Para la realización de encuestas, es necesario generar preguntas que den cuenta de las categorías y los indicadores
que se estén buscando encontrar, para identificar los sujetos
y con esto poder clasificarlos. El caso de Wright, es visto con
especial interés porque provee una clasificación que permite
conocer situaciones de conflictividad inter clase o sub clase,
dimensiones que el modelo de Goldthorpe no facilita con
claridad. De esta manera se elaboraron una serie de preguntas sobre las cuales se identifica la posición de clase del individuo en función de tres criterios:
a. Propiedad de los medios de producción.
b. Posición de bienes organizacionales, es decir, la jerarquía
respecto a qué capacidad tiene de supervisión.
c. Posición de credenciales educativas, ocupación y educación formal, variables que se asociaron al estado de salud y
al acceso a prestación de salud, ingresos, precariedad, entre
otros resultados.
Efectivamente, en términos metodológicos, se construyeron
unas preguntas que fueran indicadores de estos tres ejes
que propone la perspectiva de Wright. Es importante hacer
hincapié, en los criterios de informalidad y pequeña burguesía, ya que se vio en los resultados que quienes entraban a
estas clases no eran los mismos actores que se habían conceptualizado y esto puede ocurrir con muchas de las categorías de análisis.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Esto indica que a pesar de las discusiones con concepciones
muy ortodoxas sobre las teorías y la necesidad de ser sistemáticos y rigurosos, el contexto muestra realidades distintas
que deben ser leídas y adaptadas. Por ejemplo, vivir en un
sector residencial pobre, pero tener una persona empleada
para encargarse del aseo probablemente ganando lo mismo
en términos monetarios, hace que entre en la categoría de
pequeño burgués, revelando que esta dimensión que debe
ser cuidadosamente revisada.
Como anteriormente había sido mencionado, autores como
Portes y Hoffman, no se adaptan a ninguno de estos dos enfoques por lo que proponen una clasificación de clase que
metodológicamente se divide en seis posiciones:
a. Capitalismo ejecutivo
b. Trabajadores
c. Pequeña Burguesía
d. Secretariado formal
e. Secretariado formal no manual
f. Proletariado informal
Por primera vez se incorpora la informalidad como categoría
para ver la clase en América Latina, y los criterios de calificación son por control de capital y medios de producción,
control de una fuerza trabajadora impersonal y organizada
burocráticamente. Por ejemplo, en el sector informal de la
economía, los sistemas de subordinación son personales y
desburocratizados, esto quiere decir, que como empleador
la relación con los subordinados es de amistad no es una
relación formal y por lo mismo también la organización del
trabajo.
Lucas Cifuentes
Reunión de expertos
Clase Social y Salud
Sesión de preguntas y
discusión de las experiencias
En suma para esta segunda sesión, se han presentado cuatro
enfoques, tres se han trabajado entre Wright y los neomarxistas y el enfoque de Godthorpe y los neoweberianos, es
decir, un desarrollo entre las convergencias que existen entre estas dos metodología del análisis de clase.
El trabajo realizado por el profesor Carles Muntaner es una
construcción que se ha venido haciendo teóricamente a
partir del enfoque marxista, con elementos muy claros de
Wright en los contenidos conceptuales y metodológicos, especialmente en el tema que tiene que ver con la propiedad.
Por otro lado el enfoque que ha venido elaborando el Dr.
Oscar Fresneda ha sido un trabajo que aborda los dos enfoques, el neoweberiano y el neomarxista, con algunas limitaciones en términos de las fuentes de información, en tanto
que hay varias categorías que son difíciles de captar por lo
que representan serias dificultades en el tema de las fuentes
de información en el país. Finalmente Lucas Cifuentes mostró el desarrollo de una síntesis de los neoweberianos y los
neomarxistas, aplicado en la encuesta de hogares, que busco
evidenciar las estructuras de clase para el caso de Chile.
Para Colombia se proyecta realizar un estudio nacional en el
tema de clase social, un esfuerzo significativo que nace del
Instituto Nacional de Salud y en especial del Observatorio
Nacional de Salud. En esta perspectiva es importante examinar ¿Cómo llegar a hacer una construcción metodológica
y conceptual a partir del aporte de estos enfoques y en esta
medida, cuál sería el más conveniente para la situación específica de nuestro contexto?
Particularmente, valdría la pena revisar el estudio realizado
por la Universidad de Massachusetts durante los años noventa, con el fin de estudiar cómo se pueden diseñar preguntas que busquen medir la clase social, a partir de lo que
ya se ha hecho, con el fin de lograr una aproximación que
pueda ser comparada con las estadísticas oficiales para diseñar los instrumentos sin necesidad de copiar directamente
los enfoques de Wright o de Goldthorpe, sino adaptarlos a
las necesidades de estudio de nuestro contexto. Para esto
es necesario proponer en Colombia la realización de una
caracterización del régimen de acumulación, lo que implica
no partir únicamente de instrumentos como las encuestas,
sino determinar el tipo de sociedad para lograr ver algunos
aspectos de su estructura colectiva y el modo en el que se
están dando las variaciones del modelo de desarrollo, con el
fin de que se permita ver una estructura de clases de manera
más estructural.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Diciembre 2
Aproximaciones empíricas al estudio
de clase social y salud
Cuarto estudio nacional de salud bucal
Dr. Enrique Peñalosa (CENDEX Colombia)
Se presentan los elementos centrales que orientaron la Encuesta de Salud Bucal en Colombia, la cual se realizó desde el
enfoque de la determinación social de la salud de Jaime Breilh. En el marco de este enfoque la pertenencia a una clase
social define determinados modos de vida. Esto quiere decir,
en primera instancia, que se parte de la dimensión determinación social, es decir, esa sociedad que tiene órdenes generales, unas relaciones y unas lógicas económicas, políticas y
culturales, por lo que los individuos se encuentran inmersos
en contextos, se encuentran localizados en ámbitos territoriales. Para esta primera parte del contexto es importante
plantear la heterogeneidad social en el país, asunto de bastante complejidad, porque hay que aclarar que el instrumento aplicado parte de un enfoque clínico, por lo que la lógica
para construir la encuesta se hace desde la perspectiva de la
prevalencia de la enfermedad y no se desarrolla en aras de
comprender las lógicas territoriales, ni los contextos en los
cuales se está trabajando.
En este sentido, se parte de un marco general de sociedad
que lleva también a dimensiones particulares, ya que se hace
referencia a grupos sociales y cómo estos se incorporan en
una fracción que es tomada como sinónimo de clase. En esta
medida, la meta consiste en lograr comprender cómo van
desarrollando unos modos de vida que van a estar determinados por los contextos políticos, económicos y sociales en
un país. Por ejemplo en el tema ambiental, se ha identificado
que el proceso de producción agrícola se ha transformado
a establecer monocultivos, que también han transformado el tema de la propiedad porque ya no pertenecen a las
personas que habitaban las zonas rurales, sino que pasan a
empresas multinacionales que llegan con lógicas diferentes
de producción, traen químicos para que los monocultivos se
vean en grandes extensiones y por lo tanto todo este proceso de cambio tiene unas afectaciones en el modo de vida de
las personas, reflejándose en el cambio de sus jornadas y en
las condiciones ambientales por los químicos, entre otros.
Particularmente, lo que se denomina determinación social
va a estar fuertemente anclado al contexto general que va
a llevar a modos de vida específicos sujetos a cambio, esto
debido a que los estudios convocan fracciones sociales que
no determinan si han tenido la misma pertenencia de clase
o el mismo modo de vida. Esta es una de las dificultades a la
hora de hacer estudios trasversales, se pierde el poder de reconstruir históricamente los grupos poblacionales en donde
puede haber cambios sustanciales en las fracciones de clase.
En la Encuesta Nacional de Salud Bucal se buscó realizar un
ejercicio de profundización a partir de seis estudios de caso,
con el fin de intentar comprender las dinámicas de cambio
combinando lo jerárquico y lo relacional de las clases para
poder clasificar la población dentro de las fracciones.
Dentro del proceso metodológico, este enfoque abordado
principalmente por Jaime Breilh, indica que hay cuatro elementos a identificar en la población los cuales se utilizan
como instrumentos de recolección. En la Encuesta Nacional
de Salud Bucal, se buscó hacer una caracterización de la inserción social en las personas adultas mayores y menores
de edad, incluyéndolas en una matriz en la que se tomaron
unas variables que permitieron que quedaran clasificadas en
una fracción social, metodología de operativización de la determinación social por medio de encuestas.
Los cuatro factores mencionados tienen que ver en primer
lugar con la ocupación de la persona, sin embargo, este no
puede ser el único factor que determina la clase, frente a
esto surge la pregunta ¿Cuál ocupación?, se interroga la labor que desempeña el principal responsable económico del
hogar, con lo que se entiende que la fracción se comporta
de la misma manera. La primera discusión que surge tiene
que ver con los distractores, ocupaciones como empleado
público titulado, empleado de empresa particular, empleado
público no titulado, artesano o comerciante, en otras palabras, elementos que pueden ser multiplicados en la matriz
debido a la variedad de formas de combinación.
Surge aquí un importante ejercicio de re-categorización de
las denominaciones vinculadas a la ocupación, debido a que
esta dimensiones ya no reflejan la situación de los colombianos, de esta manera con la colaboración de la antropóloga Yaneth Pinilla se discutió como debía ser construido el
instrumento, de acuerdo a las dinámicas de la población. Si
se hablaba entonces de labores independientes, cómo van a
ser interpretadas o cuando nos referimos a sub-asalariados,
es decir, en referencia a la ocupación hay que tener en cuenta cuáles son los tipos de actividades propias, de estandarización con el fin de limitar el tema de los distractores.
El segundo factor hace referencia a la propiedad de los bienes
de producción, relacionada a la actividad y a lo que genera el
ingreso, por ejemplo si la persona es pequeño comerciante
con algunos locales o con maquinaria, no es la misma situación en la que está una persona que no cuenta con estos
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
bienes, por lo que podría generar fracciones diferentes. El
tercer factor busca identificar el ejercicio de producción en
los aspectos jerárquicos que se dan en los procesos productivos, retomando algunos elementos de Wright quien tiene
muy en cuenta esa dimensión de jerarquía.
condiciones de salud bucal. Se entendieron contextos como
el del pequeño productor agrícola ubicado en el área rural,
que mostraba los peores indicadores de salud bucal por situaciones de difícil acceso a los servicios de salud y se encontraron elementos interesantes respecto al estilo de vida.
El cuarto factor es el de ingresos respecto a la fuente de donde provienen, es decir, una persona puede ser profesional
pero sus ingresos son producto de otra actividad, por lo que
cambiaría su fracción social, de esta manera permite identificar si los factores anteriores son coincidentes respecto a
este último.
Se acentuaron gran cantidad de indicadores, sin embargo
puntualmente se enfatizó en el caso de los pares oclusales,
es decir, qué tantos dientes pierde una persona. Los resultados indicaron que la fracción de pequeño productor artesano solo tiene 9 pares, 18 dientes en boca, mientras que la
fracción de los empresarios tiene 26 dientes, lo que resulta
que la primera fracción tiene más perdidas que las otras y
Breilh combina estos cuatro factores en una matriz e intenta esto también revela que en Colombia hay un comportamienubicarlos alrededor de clasificaciones de fracción social. Para to de edentulismo bastante importante.
la investigación se realizó un estudio estadístico que intentó
abordar un análisis empírico analítico, se trabajó una matriz, Otras cifras importantes que se hallaron en estas fracciones,
se procesaron las combinaciones y se clasificaron las perso- es que hay diferencias en términos de resolutividad proténas encuestadas, aunque no todas pudieron ser sistematiza- sicas, hay fracciones sociales que tienen mayor estomatitis
das. De esta manera, no solo se hizo uso de esta metodolo- protésicas producidas por prótesis que no son adecuadas,
gía, sino que caso a caso, se procuró entender cómo podía por comportamientos en términos de la higiene y por dináser interpretado y que factores incidían para que no quedara micas de acceso a prótesis muy diferentes a las adquiridas
dentro de la asignación de una fracción social.
por capa media pudiente.
Con el fin de generar resultados lo más apegados posible al
enfoque, se utilizaron dos variables de control para poder
entender mejor los grupos o casos, se tomó la variable ingreso como un elemento que permitía caracterizar los grupos,
sin embargo, a lo largo del proceso se llegó a la concusión
que era necesaria la construcción de una variable distinta. La
otra variable, por recomendación de Breilh fue la de estratificación social, que puede ser vista a través de los servicios
públicos.
Finalmente frente al modo de vida también se hizo un ejercicio en cinco dimensiones, en las que se buscó identificar en
las variables de las encuestas cuáles eran las preguntas que
servían para completar esta información. Sin embargo, esto
generó un problema metodológico debido a que se presentaron 1.800 resultados, obligando a que se puntualizara en
el modo de vida dominante una sola fracción o grupo social,
sin embargo, hay diferencias en los modos de vida respecto
a los resultados de los eventos de salud bucal.
Una reflexión que arroja este ejercicio es que sobresalen
bastantes distractores en cada uno de los factores a revisar,
se pueden encontrar muchas posibilidades de clasificación,
por ejemplo, si una persona es profesional pero está por debajo de un salario mínimo y además no es propietario, se
clasificaría en términos de sub-asalariado, poniendo en evidencia lo que podría significar un sesgo de la investigación.
Por otro lado, esto puede entenderse también como un ejercicio empírico analítico para cada caso y no como un ejercicio automático de asignaciones. Lo interesante aquí es mirar
cómo se distribuyen las fracciones y cómo pueden ubicarse
los sujetos en un estrato, ya que esta variable nos permite
decir si esta persona pertenece o no a la fracción asignada,
y posteriormente tratar de entender los eventos en salud
bucal que se estaban midiendo alrededor del ejercicio de
clasificación de las personas en cada una de las fracciones
sociales.
Dr. Carles Muntaner Bonet
En este punto se empezaron a hallar resultados muy interesantes, se identificó que si existen algunas diferencias estadísticas entre pertenecer a una fracción social y tener unas
Aproximaciones empíricas
Universidad de Toronto, Canadá
Repasando los elementos expuestos durante la reunión, en
primer lugar se abordó la evolución histórica de las medidas
de clase más utilizadas en el contexto Anglosajón, posteriormente se vio la utilidad para entender las desigualdades
sociales que aportan estas teorías. Recapitulando, se trabajaron medidas relacionales que no indican que incorporen
jerarquías, es decir, un pequeño empresario es distinto a un
empresario, un supervisor a un generante y una persona con
estudios primarios es distinta a una que tiene títulos universitarios. En contraste, las relaciones de empleo que están basadas en la propiedad, o en el control sobre la producción, se
encuentran adscritas a personas que por Ley pueden ejercer
este derecho, caso distinto a a las que no pueden decidir
sobre lo que se hace en el lugar de trabajo.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
En esta medida, el primer enfoque, relacional, tiene que ver
con las medidas propuestas por Wright, y el segundo, de exclusión, está enfocado en las relaciones dentro de la producción. En las relaciones de empleo, la exclusión está referida
al empresario en el sentido en que es propietario y controla
la organización del trabajo, el proceso productivo es controlado por la dimensión gerencial y los supervisores quedan
a un nivel más bajo debido a que no pueden contratar ni
despedir personal.
La dimensión de cualificaciones gerenciales, se extrae de un
marco conceptual que es posible adaptarlo a las necesidades
y cambiarlo de acuerdo al caso típico de países con ingresos
medios y bajos, para dar cuenta de la informalidad o el campesinado, ya que se dificulta su clasificación. La estrategia
de integrar estos elementos permite no solamente mapear
la estructura de clases del país, sino darle un enfoque más
predictivo respecto a la salud.
A continuación se destacan algunos elementos que se extraen de investigaciones desde principio de los años noventa,
hasta la fecha. Se puede reflejar de forma central la situación
que vive el empresario, es decir, la persona que trabaja para
sí misma, que permite pero al mismo tiempo padece unos
mecanismos sociales que expulsan en referencia al control
de los bienes de producción. La medida de exclusión sobre
el proceso laboral es un mecanismo que posibilita generar
explicaciones de por qué un individuo está más enfermo que
otro.
Cuando se requiere hablar de explotación, se suele utilizar el
enfoque neoweberiano, debido a que el marxismo establece
esta dimensión pero unas veces habla de explotación y otras
veces de propiedad. A este asunto se le suman cuestiones
que previamente se han abordado respecto a la dificultad de
clasificar explotación en la medida en que la clase social gerencial es contradictoria, porque representan gerencia para
los trabajadores, pero son trabajadores para los gerentes,
por tal razón reciben muchos mecanismos de resistencia a
la explotación ya que no tienen control sobre cómo manejar
algunas situaciones en el proceso laboral y a la vez deben
seguir órdenes. Esta instancia intermedia produce un mayor
estrés laboral, y en términos de identidad colectiva no es posible identificar de qué lado de la balanza se encuentran, lo
que implica que hay que aclarar la definición del supervisor,
determinar si solo tiene capacidad de disciplinar a la fuerza
y no tiene un verdadero control sobre las políticas laborales.
La posición de clase contradictoria viene acompañada de falta de libertad y autonomía, lo que permite explicar por qué
en condiciones de clase como la gerencial a pesar de contar
con recursos económicos, tienden a presentar mayor depresión, es decir predecir que el supervisor tiene más depresión
que el trabajador, permite evidenciar los mecanismos de clase más profundos.
Respecto a esto las conclusiones resaltan que las medidas
de control sobre la organización están asociadas a trastornos
psicosociales.
Dr. Lucas Cifuentes
Estrategias metodológicas
FLACSO Chile
En el marco de la Encuesta Nacional de Trabajo, Salud y Empleo en Chile, se incorporaron dimensiones de los enfoques
de Wright y Goldthorpe, arrojando resultados que permiten
proyectar y entender algunas preguntas frente a la categoría
de clases social. Se evidenció por ejemplo, que la clase no es
una dimensión aislada como se ve en la epidemiología, sino
que tiene un fuerte componente explicativo causal, no únicamente descriptivo, y esto es fundamental porque sin esta
perspectiva la clase pierde su poder interpretativo, relevante
si se quiere pensar la estructura social.
A continuación se exponen algunos elementos descriptivos
de la estructura de clases en Chile desde la perspectiva de
Wright, enfoque que brinda cierta riqueza analítica principalmente por algunos componentes de productividad. En este
esquema se evidencia que la pequeña burguesía es definida
por el carácter de propiedad y en el caso chileno se presenta
que el 19% de la población de hombres y mujeres son pequeño burgueses y por el contrario el proletariado informal,
que se había separado el formal del informal por la realidad
latinoamericana, mostro un resultado del 6%, realidad que
se aleja de las encuestas sobre informalidad que alcanza un
50%.
Lo que se pudo extraer de estos resultados, es que dentro de
la pequeña burguesía quedaron una serie de trabajadores
que tenían por ejemplo un empleado bajo sus órdenes, es
decir trabajadores que prácticamente trabajan a la par con
sus empleados en funciones no distinguidas, pero no cuentan con alta calificación. En la anterior sesión se ejemplificaba la situación de un vendedor ambulante propietario de un
pequeño carro para vender jugos o alimentos y que puede
tener un familiar remunerado a su cargo que le apoya, en
esta instancia no podría considerarse un pequeño burgués
sino un proletario informal. Frente a esto, es necesario reiterar que para este tipo de estudios se deben conocer las
realidades y adaptar ciertos conceptos para cobrar un mayor
valor analítico
Se hicieron evidentes algunos problemas metodológicos
muy complejos, por ejemplo la dificultad en captar el porcentaje de algunas poblaciones. Hay personas que no a las
que nos les gusta responder preguntas o viven en áreas muy
alejadas, por lo que permanentemente hay limitaciones sobre todo para el caso con la burguesía, debido a que no se
sabe quiénes son y cómo es posible acceder a ella.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Ya vinculando el tema, se realizó una revisión muy significativa de un estudio que se denominó “la realidad chilena”,
impulsado por el Ministerio de Salud, en donde efectivamente se generaron algunos instrumentos aún muy débiles,
pero que aun así tenían la fuerte intención de ligar la salud
con una estructura político social. Durante los años sesenta-setenta, el doctor Juan Marconi realizó en el sector Sur
de Santiago un trabajo muy interesante porque representó
la incorporación de sectores indígenas para ver el tema de
alcoholismo, realidad con unos niveles muy altos, también
en términos del estigma hacia los pueblos Mapuche, por lo
que generó algunos elementos para entender esta problemática. Además, se tuvo en cuenta la clase obrera rural, porque remarca con gran interés a la clase obrera organizada y
muestra cómo esta clase tiene menos de la mitad de tasa de
alcoholismo que la clase obrera marginal o no organizada.
Estos resultados son bien importantes porque ponen en debate el contexto social de la época e impulsa a idear cómo se
tenían que enfrentar los problemas de salud. En este sentido como equipo económico de FLACSO es menester rescatar
del olvido estas experiencias de resultados en salud. Poder
ahondar por ejemplo, que respecto a la sindicalización, el
estar vinculado no necesariamente arroja mejores resultados en salud, pero si es un indicador porque determina el
grado de poder al interior de la empresa y hay evidencias
que muestran que entre más poder tienen los trabajadores
mejores resultados en salud se obtienen. Este estudio fue
pionero porque entró directamente en los datos empíricos,
centralmente en el tema de clase, hay factores socioeconómicos y políticos que determinan las condiciones de empleo
y no al contrario, las condiciones de empleo no determinan
la clase y esto tiene una incidencia directa en las condiciones
de trabajo.
Así mismo las circunstancias según las cuales los trabajadores se insertan en el mercado laboral, es decir, el tipo de contrato, tipo de jornada, formas de pago, etc., son dimensiones
que tienen resultados en salud en la medida en que es distinto ser un trabajador con un contrato indefinido que uno con
contrato a tiempo. Por una parte se presenta el tema de la
inestabilidad, y por otro lado, los sistemas de salud muchas
veces excluyen a los trabajadores que no tienen contrato, lo
que implican que se descuidan algunas condiciones o elementos de protección que producen riesgo social y laboral.
Todas estas dimensiones están vinculadas a una red social y
entorno familiar que generan condiciones de vida y de trabajo, y que por conducta estas redes se insertan en hábitos
saludables o no saludables.
En la encuesta ENETS se puede ver la prevalencia en porcentajes de la presencia de síntomas de salud según la clase
social en Chile. El proletariado informal ampliado obtuvo un
50% según síntoma de salud versus un 25% que arrojaron los
empresarios, sin embargo, se puede evidenciar que se dis-
paran cifras en los supervisores básicos y esto en términos
poblacionales está demostrando o afirmando la idea de que
estas poblaciones contradictorias son las que más sufren
problemas de salud.
En esta instancia prevalece el riesgo de salud mental según
la clase social, por ejemplo estudios cualitativos demuestran
que las mujeres trabajadores de call center, en unas condiciones específicas debido a que es un trabajo muy intensivo, son altamente vigiladas. Esta situación hace que las mismas trabajadoras se conviertan en supervisoras sin ningún
poderío más que el de fiscalización, generando así temas
se aislamiento y conflicto que implican en cifras un 82% de
prevalencia de riesgo en salud mental sobre las trabajadoras
proletarias en una misma situación laboral.
Partiendo de lo anterior, es necesario interpretar estructuralmente la sociedad en términos de cómo se ha ido instalando
el capitalismo y el neoliberalismo, porque efectivamente se
han ido cambiando las estructuras de clase, aunque se mantengan los índices de desigualdad, menos obreros industriales, más sector de servicios, sectores medios que aumentan
pero la desigualdad se mantiene. Lo importante en este
contexto, es intentar entender la salud como un conflicto de
clase y no únicamente como una situación aislada de problemática individual, sino como una realidad que implica que
una clase tenga más privilegios en salud que otra y en esto la
encuesta ENETS logró dar una aproximación de información
general que hay que seguir profundizando e indagando con
la finalidad de instituir criterios con suficiente profundidad
analítica.
Dr. Jairo Luna
Aproximaciones empíricas al estudio
de clase social, salud y trabajo
Universidad Nacional de Colombia
En la experiencia que se ha venido trabajando en la investigación de la salud de los trabajadores y trabajadoras, la perspectiva de clase social aparece inicialmente implícita al estudio. En buena medida se ha trabajado desde la perspectiva
de la medicina social Latinoamericana muy de la mano de la
escuela de Wright sobre la categoría de proceso de producción, de valoración y de trabajo, en donde se buscó hacer
explicita la relación entre la explotación y la salud de los trabajadores como un subproducto socialmente construido a
partir de las relaciones de producción.
Algunos temas han llevado a que la medicina social latinoamericana se proponga una perspectiva más allá del proceso de producción, de valorización y de trabajo, por lo que
la propuesta es pensar que la salud de los trabajadores no
es un proceso que esté únicamente determinado desde la
inclusión de la producción de las personas sino de las condiciones de vida a las que se pueden acceder.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
En este sentido se retoman los aportes del Dr. Jaime Breilh
de gran importancia porque determinan una visión de la salud de los trabajadores no solo como un proceso de ocho
(8) horas de trabajo sino como una realidad de 24 horas al
día. Este y otros retos, llevaron a que se tuviera en cuenta
el tema de la vinculación de la salud de los trabajadores por
fuera de los trabajos tradicionales, esfuerzo que junto a la
Secretaría Distrital de salud ha motivado a realizar un trabajo
sobre la salud de los trabajadores y trabajadoras en la economía informal en Bogotá, replantando las categorías y los
procedimientos de análisis.
Como punto de partida se realizó un trabajo conjunto entre
FLACSO y la Universidad Javeriana, tomando como un punto
importante la encuesta ETESSA que sigue las pautas de la
ENETS. Se realizó una revisión documental con el fin de hacer una reconstrucción histórica de algunos elementos que
dieron cuenta de esas inequidades en empleo, trabajo, seguridad social y salud. De este trabajo, se fundamenta que
sea venido trabajando desde la categoría social de enfoque
neomarxista, siendo el principio explicativo más amplio de la
relación conceptual respecto al empleo urbano.
Determinando un pequeña contextualización histórica, que
tiene en cuenta los procesos de cambio en el mundo del
trabajo, los modelos de acumulación y la preminencia de la
perspectiva neoliberal, se puede indicar que hay cierta heterogeneidad de las clases. Sin embargo, como resultado de
los procesos de regularización laboral, el trabajo por cuenta
propia, la estratificación empresarial y además el conflicto
armado, las clases sociales se presentan de una manera diferente.
El proyecto de maestría con el que se está trabajando, se
centra en diferenciar las condiciones de empleo y salud
mental reportadas según posiciones las posiciones de clase social de los trabajadores asalariados en Bogotá, D.C. El
objetivo es establecer tipologías de clase social con el fin de
describir las diferencias que se presentan en salud mental.
Asimismo, el proyecto que se está llevando a cabo en el Doctorado de Salud Pública, busca trabajar las desigualdades de
empleo y trabajo, según la posición de clase social definida
por la producción y el vínculo laboral de los trabajadores no
asalariados de la ciudad.
Respecto al trabajo que se ha realizado con ETESSA, es importante aclarar que cuenta con una encuesta supremamente extensa con 450 preguntas, por lo que indudablemente
para efectos de la investigación no es pragmática en cuanto a
la dificultad de operativización. Por esta razón se seleccionaron 220 items, doce de ellos de clase social y la mayor parte
se concentró en condiciones de empleo.
En el proceso se trabajó sobre una construcción de dimensiones y subdimensiones, de esta manera para el procesamiento de la información se tomaron condiciones de empleo, situaciones de empleo, situaciones características de
la unidad económica, jornada, participación, ingresos, afiliación a la seguridad social y a pensiones, y finalmente riesgos
laborales y salud. El modo de vida se operativizó en condiciones de vida, alimentación, vida laboral, división de clase,
ingresos familiares, posición socioeconómica, oportunidad,
credenciales, producción y explotación.
De esta manera se presentan las clasificaciones teniendo en
cuenta los postulados de Wrigh, intentando hacer una modificación para los no asalariados. Por medio de un flujograma
se llegó a la construcción de los grupos por clase no asalariada, hay preguntas sobre la propiedad, la situación de empleo
y con cuantas personas trabaja, las cuales básicamente se
convirtieron en la estrategia para permitir hacer la clasificación. Estas a su vez, condensaron otras dimensiones con el
fin de llegar a doce ítems, que fueron evaluados y finalmente
resulto una situación muy parecida a la que se presentó en
los estudios en salud bucal en términos de un grupo en posición contradictoria impidiendo una clasificación adecuada.
A continuación se busca presentar con más detalle el proceso, y con esto, decir que los resultados aún se encuentran
en desarrollo. En la parte metodológica los trabajos de grado que se tomaron en cuenta utilizaron el mismo método,
sin embargo se diferenciaron en el análisis estadístico y por
lo tanto en los resultados que produjeron. De la base que
arrojó ETESSA, por una parte se trabajaron los asalariados
y los no asalariados, ya se tenía la base conceptual y la encuesta el resultado empírico, por lo que se tuvo que entrar
en contacto, diálogo y validación de la base de datos y por
lo tanto a calidad, en términos de consistencia teórica y de
rigor metodológico.
Jairo Luna
Reunión de expertos
Clase Social y Salud
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Ya establecida la base de datos, el reto fue construir a partir de ETESSA una base propia para poder determinar cuál
podía ser el modelo de análisis. ¿Cómo se hizo? En primer
lugar como una consideración ética, ETESSA tiene una gran
cantidad de información de datos personales, así que había
que eliminarlos para entrar a trabajar y hacer de este ejercicio un proceso completamente anónimo. Posteriormente se
cotejaron los datos y se entró a mirar los sistemas conceptuales que estaban ya más o menos establecidos y así mismo con los metodológicos, de esta manera se pudo hacer un
trabajo de comparabilidad entre los trabajos para así determinar coincidencias, y hasta donde podíamos llegar con las
restricciones propias del instrumento. Por ejemplo, el modo
de vida es muy difícil evaluarlo, sin embargo se posibilitó a
través de ítems que permitieron una aproximación a esta
medición, con todo este proceso de comparación se logró
hacer todo un sistema de definición y operacionalización de
las variables.
Se construyeron las variables con sus respectivas dimensiones y subdimensiones con la finalidad de filtrar los casos. De
modo que para asalariados y no asalariados se creó un nuevo conjunto de datos, para hacer al análisis, procedimientos
metodológicos y análisis estadísticos. El siguiente reto consistió en armar variables independientes de las dos investigaciones, para el caso del trabajo de maestría se asignó asalariado y para el de doctorado no asalariado.
Esta postura se tomó con absoluto rigor teórico, ya que utilizaron al pie de la letra los postulados de Wright, Hoffman
y Breilh, y a partir de estos planteamientos se establecieron
criterios de definición de las categorías, fundamentales para
comprender la salud de los trabajadores, sin embargo, este
ejercicio ayudó a establecer por ejemplo que para el caso de
los no asalariados el 25% de los entrevistados no coincidía en
los criterios de clasificación.
El siguiente desafío, consistió en hacer manejable la base de
datos de ETESSA, como ya se ha mencionado son 450 items
lo cual hacía aumentar significativamente las variables, por
lo que se buscó reducir la información tratando de conservar
sus componentes. Para realizar esta reducción de datos, se
empezaron a cuantificar variables haciendo cambios de niveles, las nominales y ordinarias pasaron a ser continuas, para
el caso de las binomiales en presencia de la categoría cero se
obtenía una reducción de datos al sumar uno y cero, y por
ultimo para el caso de las multi binomiales y ordinales, por
Statistical Package for the Social Sciences (SPSS,por sus siglas
en inglés) se hizo un proceso de escalamiento óptimo, es
decir, cuantificación de variables ordinales que básicamente
consistió en hacer un análisis de componentes principales en
variables cualitativas.
Ya cuantificado se hizo más manejable el volumen de datos,
de igual manera al realizar un análisis de los componentes
principales de las dos investigaciones se evidenció una reducción significativa de las variables. El trabajo que tiene en
cuenta a los asalariados, se va por un análisis de varianza
ANOVA, y la variable independiente es la posición de clase social. El que tomó a los no asalariados asumió una formulación teórica del sistema de relaciones entre variables,
empleo y salud de los trabajadores, lo que se quiso en este
ejercicio fue desarrollar una pretensión intelectual con el fin
de evaluar el sistema de relaciones con un modelo de ecuaciones estructurales.
Con estas ecuaciones estructurales se logró hacer un análisis factorial y establecer, por ejemplo, que la salud percibida
explica ciertos factores de salud física y salud mental, e identificar que la variable de condiciones de trabajo explica factores psicosociales, de seguridad y prevención en el trabajo.
También se logró identificar las condiciones de empleo, explicando básicamente jornada, ingresos y características de
la unidad productiva desde la formalidad y la informalidad.
En la investigación que toma en cuenta lo asalariados se encontró que la clase social tiene efecto en factores de empleo.
Las condiciones de trabajo tienen que ver con el control de
la labor, apoyo social, reconocimiento, y en ámbitos de salud
mental y oral, la clase tiene un efecto en la satisfacción con
la vida y con el empleo. Particularmente en los resultados
relacionados con la salud, los trabajadores del grupo subordinado no calificado tienen menos favorabilidades en comparación con trabajadores de otros grupos, en cuanto a la salud mental laboral lo que se encontró es que hay diferencias
sustanciales entre grupos de trabajo y empleo.
Para el caso de los no asalariados, se identificó que los trabajadores en posición de capitalista mediano presentan mejores condiciones en todos los aspectos evaluados, mejores
condiciones de empleo, de trabajo, salud y modo de vida. En
comparación, los trabajadores en condición de clase social
no asalariado tienen condiciones menos favorables en todos
los aspectos, demostrando de manera clara las desigualdades y la polarización.
En razón a las dificultades metodológicas al momento de
hacer la clasificación, se puede atribuir en primer lugar a la
construcción de los instrumentos, en segundo lugar a cómo
los sujetos interpretan las preguntas, en tercer lugar se debe
tener en cuenta que esto responde a la gran cantidades de
realidades laborales y condiciones de vida que van más allá
de los postulados teóricos que se están manejado.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Dr. Oscar Fresneda Bautista
Desigualdades en calidad de vida y
salud en Colombia por clase social
Universidad Externado de Colombia
El objetivo de esta exposición fue presentar los resultados de
clasificación de clases, desde la evolución de la estructura de
clases sociales en Colombia durante 70 años, y en segundo
lugar cómo se asocia esta clasificación con algunas variables
sociales en torno a la calidad de vida y las condiciones de
salud de la población. En esta perspectiva el análisis buscó
evidenciar las formas de acumulación que ha tenido el país
durante el periodo de 1938 a 2010, el cual tiene una relación
con la conformación de la estructura de clases sociales.
Los resultados cuentan con unas tendencias esperadas, el
campesinado que al comienzo de periodo era la clase más
numerosa y tuvo una disminución gradual constante hasta
el final del estudio. Es interesante ver cómo en el último periodo que se podría denominar de la apertura neoliberal hay
oscilaciones, es decir, no hay una determinación de pérdida
de participación del campesinado, esta población sigue siendo una clase importante a pesar que disminuye en términos porcentuales que lleva a cuestionar la salarización y la
descomposición constante del campesinado a través de los
distintos periodos.
Otra conclusión importante tiene que ver con el incremento constante de los trabajadores independientes, o pequeña
burguesía, ya que pasó de tener una participación relativamente pequeña al comienzo de los periodos analizados y
posteriormente llega a ser la clase más numerosa en el país.
Para el caso de los obreros industriales, arrojó que los empleados revelan una disminución numérica de acuerdo a su
producción adoptada durante el primer periodo denominado sustitución de importaciones, posteriormente a raíz del
apoyo estatal en la posguerra hay un crecimiento de la clase
obrera industrial y a partir del año 78 empieza a disminuir
con la denominada desindustrialización.
Para el caso del proletariado agropecuario, revela que se encuentra en el intermedio entre asalariado y campesinado,
también muestra una tendencia constante a la disminución
y un crecimiento en la fracción de empleados administrativos que tienen una tendencia constante que se ha mostrado
persistente en los estudios, los mismo que los profesionales
y técnicos que ya corresponde al 10% de la población. Este
es un marco general que permite indicar que si hay una relación de un modo de producción, que hoy en día es capitalista, sin embargo hay una formación social que tiene herencias del pasado donde hay otros modos de producción.
Particularmente, se comprendió que las clases no se conforman al azar, sino que hay determinaciones estructurales que
explican de alguna manera como se distribuyen a través del
tiempo, y en esta medida comprender los elementos que explican la desigualdad que es inherente a la forma como está
estructurada la sociedad.
Algunas cosas generales del estudio indican cómo ha cambiado la composición de clase por sexo, existe información
del año 64 que muestra la progresiva incorporación de las
mujeres en la fuerza de trabajo y cómo se van concentrado.
La proporción de mujeres en cada una de las clases demuestra el aumento en algunas categorías como las de cargos directivos, empleadas, lo que indica que se encuentra en escala superior, junto con resultados en aspectos demográficos y
posicionamiento de la mujer en el mercado laboral.
Como aspecto propio de la configuración social del país, se
indagó por las inequidades salariales. En el Observatorio de
Desigualdades en Salud y Calidad de Vida, se encontró que
Bogotá, D.C. tiene una configuración y una evolución de clases sociales muy particular, en donde predominan las clases
medias, empleados profesionales, con una configuración
muy distinta a la de todo el país. Igualmente el rápido crecimiento de sectores de la pequeña burguesía, asociada a
la polarización propia de la acumulación a partir de los años
noventa con la apertura al neoliberalismo dio lugar al incremento de capas marginadas con deficientes condiciones de
vida, al crecimiento de sectores medios como los profesionales y técnicos, y por últimos empleados administrativos.
Mediante la utilización de fuentes secundarias, se logró ver
la forma en que hay una asociación de desigualdades en
distintos campos. Se evidenció una correspondencia permanente entre distintas expresiones de la desigualdad económica y social, y la pertenencia de clase social. Es decir, la
mayor parte de los indicadores consultados la población con
mayor favorabilidad se encuentra entre los directivos profesionales y técnicos. Mientras que las condiciones de mayor
desventaja permanecen entre los obreros agropecuarios,
campesinos y empleados domésticos, resultados que dan
base para demostrar que la estructura de clases se encuentra en el terreno de las grandes desigualdades económicas y
sociales del país.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Para el caso de la educación, el análisis de clase social es un
mecanismo para evidenciar las desigualdades y a su vez denota los procesos de movilidad social. Este tema es relevante
porque se indica que los niveles de educación en el país han
tenido una tendencia creciente sin embargo las desigualdades se mantienen. En países industrializados la educación ha
perdido capacidad de discriminación en las clases sociales,
debido a que existe una homogenización en torno al acceso de carácter obligatorio, sin embargo, para el caso colombiano y países latinoamericanos, esta ha sido una tendencia
que permite decir que las desigualdades persisten y que a
través del tiempo hay una tendencia al aumento.
Por otro lado en la propuesta metodológica, en la perspectiva de trabajo se plantea como hipótesis que la ubicación en
clase social determina ingresos, educación, condiciones de
vida, etc. No obstante, cuando se cruza la categoría sexo con
fuentes de desigualdad, se obtiene que las remuneraciones
de las mujeres sean más bajas, aunque por determinación
de la clase social las mujeres directivas presentan situaciones especiales respecto al salario.
Respecto a la salud, se trabajaron variables de afiliación a
los regímenes de seguridad social, es bien conocido que la
Ley 100 era una institución discriminatoria, que establecía
facilidades a las clases más favorecidas y dificultades para el
régimen subsidiado en las menos favorecidas. Algunas variables se trabajaron en aras de identificar los mecanismos
que llevan a las desigualdades, con una población de 25 a
54 años se indagó por la percepción del estado de salud por
clase social, y en ambos estudios se ha visto de alguna manera la relación entre el estado de salud y la percepción que
tienen las personas.
En la atención médica en casos de enfermedad, los directivos
representan el 86% y el campesinado el 64% de porcentaje
de población con enfermedad o accidentes que fueron tratados por profesionales de la salud. El porcentaje de personas
atendidas por profesionales en salud considera que recibió
un servicio de mejor calidad por posición de clase, en esta
medida las personas con mayores ingresos consideran que
están contentos con el servicio.
Para el caso de Bogotá, D.C. en el análisis de correspondencia, se identifica que es una unidad factorial que utiliza
variables que permiten visualmente determinar cuál es la
asociación de las distintas categorías. Se buscó lograr ver la
clase social y algunas variables de condición de vida, estrato socioeconómico, servicios públicos, necesidades básicas
insatisfechas, localidad, años de educación, categorías que
cuando tienen un ordenamiento se unifican con líneas de
índice que muestran trayectorias determinadas por condiciones de clase.
La discriminación espacial arroja que el sector urbano con
estratos socioeconómicos bajos son las localidades de Usme,
San Cristóbal, Ciudad Bolívar, y las localidades con mejores
condiciones de vida son Chapinero y Usaquén.
Como anotación final, este es un ejercicio que pretendía observar la relación entre clases sociales y sus distintas formas
de estructuración especialmente en la economía, por lo que
no aspira a tener una delimitación exacta. Sin embargo, el
análisis utilizó fuentes estadísticas representativas del país,
mostrando la necesidad de tener variables mejor construidas especialmente en los que respecta a la diferenciación
de sectores del campesinado, considerando aspectos como
propiedad, medios de producción, ubicación dentro de las
jerarquías laborales, calificación laboral, etc.
En esta perspectiva se destacó que aún falta tomar en cuenta mecanismos intermedios, las formas como se produce la
desigualdad a través de situaciones concretas. En las encuestas que hay muy pocos elementos, si lo que se busca es profundizar la relación entre clase social, salud y calidad de vida,
habría entonces que hacer un esfuerzo por buscar factores
donde poder aplicar políticas tendientes a disminuir brechas
sociales, desde el punto de vista de los derechos para encontrar fin a las tendientes desigualdades y segmentaciones.
Retomando como reflexión el libro de Marshall “Ciudadanía y clases sociales”, se considera que el logro escalonado
de derechos civiles y económicos para el caso de Inglaterra,
muestra el papel que cumplió este proceso para contrarrestar las desigualdades propias de una sociedad dividida en
clases sociales. Como conclusión se puede indicar que si se
quiere trabajar desde la perspectiva de los Derechos Humanos, se debe considerar que las posiciones frente a la salud
no pueden seguir siendo de permisividad respecto a las desigualdades, dimensión profundamente ligada a las condiciones de vida.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Conclusiones
De las presentaciones anteriores se puede concluir en primer lugar, que la perspectiva de Enrique Peñalosa ha expuesto a partir del enfoque de clase social de Breilh el caso
de la encuesta de salud oral en Colombia. De esto habría que
indicar que la categoría construida por Breilh, de reproducción social, depende de explicar la sucedido en el momento
de la producción a través de la descripción del proceso de
trabajo y lo que este auto denomina el momento de consumo simple o acceso a la alimentación, vivienda, vestido, es
decir, consumo ampliado en términos de recreación, ahorro,
educación, salud.
A partir de esto los procesos de producción, reproducción
y consumo se pueden llegar a explicar el perfil del proceso
salud-enfermedad, el perfil epidemiológico en términos de
la conexión entre estas dos dimensiones.
Para Breilh es muy importante la fracción social, porque determina el modo de vida y esta categoría no se mide únicamente por consumo sino en términos de capacidad de organización para lograr unos objetivos de bienestar, así como
por la capacidad de generar una cultura alrededor de los
procesos de salud midiendo las relaciones laborales considerándose un aspecto muy importante para esta discusión.
En cuanto a los criterios utilizados para la clasificación, se
indica que solo es posible con un porcentaje de la población
total, de esta manera se podría indicar si ¿Es posible trabajar en una taxonomía que integre la totalidad de personas y
familias?
En esta instancia Breilh se posiciona en procesos productivos, de alguna manera indica que estos son los que van a
determinar la ubicación. De esta manera se puede entender que no es un punto de entrada otros procesos como por
ejemplo los de supervisión como es el caso de Wright, quien
identifica factores diferentes de clasificación. Frente a esto
Breihl incorpora la clase como un elemento que ayuda a definir el modo de vida y el estilo de vida, indicando que esto
depende de la clase donde las personas, siendo un factor
esencial en la explicación de estas determinaciones respecto
a la salud.
En los procesos de clasificación se presenta un asunto importante y es que aún no se ha tenido la oportunidad de
hacer procesos operativos en estudios poblacionales, por lo
que este tipo de estudios arrojan gran cantidad de elementos distractores, en cuanto que la variable multiplica las combinaciones que no logran ser recogidas en su totalidad en la
matriz de la encuesta de salud bucal.
Por otro lado, retomando el tema desde la experiencia con
poblaciones indígenas, en el año 93 se trabajó con la comunidad Páez en el Cauca llevando a cabo una encuesta dentro
de estos territorios, llamó mucho la atención el concepto de
ocupación y de propiedad, ya que ellos no conciben la propiedad a título individual sino que trabajando en la lógica de
los resguardos son propiedades colectivas, y en el enfoque
de autonomía también se trabaja desde la perspectiva colectiva.
Cuando se trata de hacer una muestra representativa es muy
difícil el trabajo desde los grupos étnicos, debido a que no se
puede occidentalizar y tratar de medir con parámetros que
se utilizan para el resto de la población. Por lo tanto desde
el punto de vista de investigación étnica, es probable que se
presenten variedad de clases sociales, por ejemplo unas en
términos del marxismo clásico y otras integradas al mundo
urbano donde hacen parte de la clase trabajadora, u otra
perspectiva puede tener en cuenta el tema histórico respecto al despojo de tierras, o como nación separada del Estado,
es un tema que merece mucha atención respecto a estas y
otras características de gran relevancia.
El tema de grupos étnicos es importante revisarlo en términos de la ocupación y la asignación o no de la clase social. En
este sentido, estas poblaciones tienen como finalidad la vida
y no la acumulación, por lo tanto dentro del esquema inicial
cuando se va a trabajar con grupos étnicos y su cosmovisión
es muy difícil determinar el tema de acumulación, ya en su
concepción la tierra se funda en relación muy diferente a la
del mundo occidental.
Por esta razón desde el enfoque de Wright construir criterios
de los procesos productivos de acumulación no tiene aplicabilidad, hay que estudiar con mucho cuidado los procesos porque es posible identificar inter-seccionalidad de clase
con pertenencia étnica construyendo preguntas que ayuden
a develar el fenómeno y así llegar a una conclusión dentro
de las dinámicas que se están dando en el caso de las poblaciones indígenas del país. Por ejemplo, muchos indígenas
trabajan como asalariados en procesos agrícolas, y se puede
evidenciar que hay propiedad colectiva en los resguardos
pero hay dinámicas dentro de estos que hay que estudiar
con detenimiento, debido a que respecto a procesos económicos no todas las comunidades indígenas viven en las mismas circunstancias.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
En materia de operacionalizar la inserción social o clase social desde el enfoque determinación social en Colombia,
a partir de un estudio de transversal desde la salud bucal,
como ya fue expuesto, es muy complicado porque el objetivo del estudio no estaba relacionado directamente con los
modos de producción, sino la relación de las condiciones de
salud bucal de los Colombianos. Se tuvo en este proceso bastantes barreras debido a que es importante resaltar que es
el primer estudio de tipo poblacional que se hace en el país
a partir de este enfoque.
Respecto a la perspectiva que plantea el Dr. Carles Muntaner,
¿Es posible que este tipo de estudios puedan alejarse un poco
de la perspectiva laboral y que se ubiquen en otras instancias
de tipo cultural como el consumo?
Durante los años ochenta en la sociología de la estratificación de clase y psicología social mostraban que ciertas clases
sociales tendían a pasar más tiempo en ciertas actividades
de ocio que otras, por ejemplo, la clase trabajadora está totalmente agotada por la intensidad laboral y presentan conductas pasivas mientras que las clases medias altas tienen
una mayor propensión a actividades como el ejercicio, las
películas, los museos, etc. Se han realizado algunos estudios
en lo que la variable dependiente son comportamientos fuera del lugar de trabajo, como el consumo de tabaco o alcohol, llamados estilo de vida o comportamiento en su contexto social muy ligado a la autonomía.
Otro planteamiento realizado durante la sesión por el Dr.
Oscar Fresneda, indicó que la clase social sugiere tratar de
relacionar el régimen de acumulación del capital, con la estructura de clases, es decir, en el país un requisito necesario
para abordar el tema y comprender la lógica del régimen de
acumulación y la estructura de clases, es necesario como hipótesis plantear que no es que desaparezcan la clase obrera,
ni la burguesía, ni las capas medias, sino que hay modificaciones en algunas clases, lo que resulta en la aparición de
nuevas estructuras o fracciones de clase que no han sido
percibidas dado lo estático que ha sido el modo de medir
estas dimensiones en el tiempo.
El régimen de acumulación cambia y es factible que no se
evidencie sino en aspectos que tienen que ver con variaciones en las fracciones de clase.
En cuanto al modo de vida, es difícil comprender cómo se
establecieron categorías desde esta perspectiva en relación
a la clase y su incidencia en la salud, por lo que se explicita
que hay restricciones en los modelos de análisis debido a
unos proceso de adecuación, que también se realizaron para
la encuesta ENETS, lo que indica que ha sido una construcción constante desde los distintos estudios, por generar un
proceso de ajuste de ítems.
En cuanto a los aportes del Dr. Breilh, se puede indicar que el
modo de vida tiene que ver con características de cómo las
personas quieren vivir, en relación a su inserción social, en
las actividades productivas y de consumo, sin embargo este
enfoque si tiene que ver con cierta culpa individual en las
decisiones porque si reconoce cierto margen de disposición
de cómo las personas llevan adelante su vida, y en consecuencia si existe un presunto diálogo entre el modo de vida,
como inserción social de clase y estilo de vida como como
una posibilidad de decisión individual de los sujetos. El ejercicio estuvo en revisar ítems que se pudieran operacionalizar
desde la variable modo de vida, a partir de esto se seleccionaron tres dimensiones de condiciones de vida, equipamiento de la vivienda, condiciones de alimentación y condiciones
de vida laboral y sociolaboral.
Otro cuestionamiento que surge se establece en qué criterios definen lo que se puede denominar posición de clase
contradictoria. En esta medida se definió que al agrupar un
grupo de participantes o de trabajadores, de acuerdo a las
formulaciones teóricas de Wright, inherentemente vincula
criterios relacionados con otras clases, lo que hace que se
presenten las contradicciones. En el caso de trabajadores no
asalariados se trata de personas que son clasificadas por el
criterio de no ser propietarios de los medios de producción,
sin embrago eventualmente pueden empezar a trabajar por
cuenta propia, obtener un título universitario, lo que hace
que la realidad laboral se complejice y se den estos resultados.
Cuando se trabaja la historia social de la estructura de clases, es posible evidenciar que no es posible individualizar la
clase social debido a que la realidad es muy compleja, son
conjuntos de individuos, y muy seguramente las encuestas
no pueden captar todos los elementos que pueden ser analizables son aproximaciones, y por lo tanto deben ser complementadas con otro tipo de estudios que ayuden a la comprensión de los proceso teniendo en cuenta el cambio de sus
componentes.
Cuando se incluye el tema de nuevas clases, se ha intentado mantener la comparabilidad a través del tiempo. Históricamente en el país desde el año 38 hasta el presente, se
han presentado transformaciones muy importantes dentro
del sector de trabajadores del campo, por ejemplo, para los
años sesentas y setentas esas formas se volvieron marginales y casi se podría decir que inexistentes.
Las nuevas categorías, más que clases son formas de trabajo
que modifican las relaciones sociales, la flexibilización laboral, el uso de tecnologías, en contextos donde efectivamente
hay un crecimiento de las clases medias, como es el caso
de Colombia, que progresivamente paso de tener una clase
campesina predominante al crecimiento de lo que se podría
denominar pequeña burguesía, trabajadores independientes o informalidad.
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Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
Red de investigación en
clase social y Salud
El Instituto Nacional de Salud, particularmente el Observatorio Nacional de Salud, han buscado reflexionar acerca de la
situación de clase social y salud en Colombia. Puntualmente
se han discutido las posibilidades de trabajo para un acercamiento al análisis de clase, en términos de la información
disponible y las preguntas que podrían llegar a resolver la
categoría de clases social. Este esfuerzo tiene como finalidad
generar evidencia que sirva a los tomadores de decisiones y
al posicionamiento en la agenda pública, como impulso para
el ejercicio práctico de políticas que busquen fortalecer los
temas de salud.
Esta apuesta requiere discutir la coherencia conceptual y
metodológica, a través de un equipo interdisciplinario de
cooperación interinstitucional, que logre explicar algunos fenómenos que sobresalen en la dimensión de determinantes
sociales de la salud, a través de una serie de inquietudes que
permitan profundizar en esta temática de gran relevancia.
Más aun, en el contexto de los diálogos de paz en el país,
esta dimensión es fundamental para que la política pública
se fortalezca en vía a la justicia social, por lo que esto significaría una gran contribución en la medida en que se pueden
exponer las desigualdades sociales y la calidad de vida que
gozan los colombianos.
Concretamente, el primer elemento de discusión se enfoca
en el diseño de los instrumentos, vertiente que habría que
revisar con mucho detenimiento con el fin de establecer a
través de las experiencias trabajadas durante la sesión, cuál
podría ser la ruta más eficaz para captar el fenómeno con
las condiciones especiales de nuestro contexto. Para esta
finalidad es fundamental contar con buenas fuentes de información, que coadyuven a determinar preguntas de investigación específicas y modelos de análisis coherentes para el
aprovechamiento de estas, con la finalidad de evitar expresar datos exclusivamente descriptivos sino que se avance en
la identificación de herramientas que puedan proveer densidad a los resultados y a los debates que sean producto de
este ejercicio.
Se ha venido adelantando un proceso de medición de desigualdad con medidas elaboradas que han permitido explicar
los fenómenos de salud y enfermedad. Desde la dirección
de epidemiología del Ministerio de Salud, se venido construyendo una guía conceptual y metodológica de análisis de
desigualdad, bajo el modelo de los determinantes sociales
en salud siguiendo en consecuencia con las política pública
del Plan Decenal de Salud Pública.
El tema de clase social es una corriente de investigación reciente, por lo que vale la pena mirar cuáles son las posibles
compatibilidades e incompatibilidades desde las distintas
instancias que han venido trabajando, en aras de aclarar
cuáles son las perspectivas para seguir avanzando. Las encuestas son un punto importante ya que muchos de estos
instrumentos aún están sin explorar, por ejemplo ETESSA,
lo que requiere convocar intereses para hacer factibles este
tipo de estudios en el país, con esta herramienta se estaría
sistematizando qué preguntas hacer y para qué sirven.
Si la idea es hacer un análisis de clase en nuestros países, es
importante recordar no forzar la clasificación, sino identificar
cuáles son las dinámicas más importantes que se están dando, a través de estudios cualitativos mejorados, e innovarlos
para el caso de Latinoamérica. En esta medida surge algunas
preguntas guía que valdría la pena reflexionar abatir de lo
que se ha abordado a lo largo de las intervenciones, ¿Cómo
la estructura de clases en la sociedad colombiana se relaciona con las desigualdades en salud? ¿Cómo la clase social
determina las condiciones de vida? Por ejemplo, entender
el mecanismo de las desigualdades en el país requiere una
comprensión en términos del tema productivo y de la salud
mental, en comparación a los países desarrollados, siendo
aún el contexto colombiano fuertemente rural.
De aquí, se reconoce entonces la necesidad de una encuesta nacional específica sobre clase social y salud, retomando
propuestas se sugiere trabajar la encuesta de ETESSA realizada en Bogotá, desde el Instituto Nacional de Salud, con el fin
de avanzar en el análisis de la información allí contenida. Al
igual que la encuesta del Dr. Breilh sobre salud oral, se puede
analizar esa base de datos con la finalidad de poder hacer un
ejercicio comparativo, tratando de explorar los instrumentos
aplicados en términos de plantear elementos para una encuesta general para el estudio de la clase social.
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
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En segundo lugar siguiendo con la línea de revisión, es importante abordar otras encuestas como las de demografía
y salud para indicar en qué aportan estos procesos desde
la perspectiva de clase social, y qué sugerencias se pueden
destacar con el fin de adecuar la encuesta nacional. Adicional a esto, se sugiere un trabajo documental a partir de la
realización de un scoping review de bases de datos y estudios existentes en Colombia, incluidas las encuestas generales, por lo que debe ser planteado como una parte esencial
para el plan de acción. En materia internacional, hay grupos
que han venido estudiando el tema de trabajo y salud social,
análisis que fue socializado en el encuentro Iberoamericano
en Argentina. Especialmente se puntualizó en la estrategia
en la región de seguridad y salud en el trabajo, y en el proceso de financiación de la encuesta centroamericana de condiciones de trabajo y salud.
En conclusión se requiere la revisión de las encuestas de
ETESSA y de Breilh, con el fin de valorar las posibilidades de
análisis, en términos de las variables que configuran la estructura de clases en los instrumentos, como fuente de información para estudios de clase social y salud hacia el futuro. Frente a la consolidación de la Red se proponen algunos
puntos de trabajo. En primer lugar un diagnóstico interno
con el fin de una estructuración orgánica para una propuesta
de actividad permanente a través de un escenario virtual y
escenarios regionales, y con esto mapear cuales son los temas que se trabajan y qué proyectos pueden ser articulados.
En segundo lugar, se plantea que la red debe trabajar a partir
de un núcleo reducido que la articule y la sostenga, sin embargo otras redes pueden ser incorporadas. Hay tres nodos
que pueden funcionar y en los que funcionaría realizar un
trabajo conjunto incluyendo Colombia, Chile y Canadá.
13%
15%
11%
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15
49
30-34
13%
Hemorragias
graves
Infecciones
Chile
Uruguay
Costa Rica
Argen na
Venezuela
Panamá
México
Brasil
Colombia
Nicaragua
Perú
El Salvador
Honduras
15%
Ecuador
Guatemala
36
29%
Reunión de expertos
Clase Social y Salud
Hipertensión
Ab
peli
ase social
y
salu
5%
11%
Memorias, Reunión de expertos en clase social y salud, 1 y 2 de diciembre de 2014
37
Reunión de expertos
Clase social y salud
Reunión de experto
se social y salu
bortos
grosos
57%
Paludis
Paludismo,
infeccion
por VIH
I NSTITUTO
N ACIONAL DE
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