FACULTAD DE CIENCIAS ENCONOMICAS Y EMPRESARIALES MÁSTER UNIVERSITARIO EN ESTUDIOS FEMINISTAS Análisis de la mirada femenina según la propuesta del texto de Laura Mulvey EL placer visual y cine narrativo, en la filmografía de la directora Isabel Coixet. Cristina Aparicio Miranda Tutora: Asunción Bernárder Rodal FECHA DEFENSA CURSO ACADÉMICO: 2012-­‐2013 1 Índice Introducción 3 Aspectos teóricos y metodológicos de la investigación 4 Capítulo 1.La mirada propuesta por Mulvey, traducida en el cine de Coixet. 6 1. Laura Mulvey. Tesis principales en su artículo 2. La mirada de Isabel Coixet 2.1 La técnica de Coixet: el uso de la cámara en mano. Capítulo 2. Personajes y personas. La representación de personajes femeninos en el cine y su identificación con el espectador. 14 1. Proceso de identificación en las espectadoras. 2. Protagonistas femeninos 3. Ann, Hanna y Ann a. Hanna b. Ann, Mi vida sin mí c. Ann, Cosas que nunca te dije Capítulo 3. La existencia de una mirada femenina en el cine de una mujer. 25 Conclusiones 32 Bibliografía 36 2 Introducción Análisis de la mirada femenina según la propuesta del texto de Laura Mulvey El placer visual y cine narrativo, en la filmografía de la directora Isabel Coixet, pretende ser un trabajo en el que indagar acerca de dos grandes cuestiones: las mujeres y el cine. Laura Mulvey abrió las puertas para que todos los que viniéramos detrás, cuestionáramos el sistema de reproducción de Hollywood y con ello nos planteáramos de qué herramientas disponemos para poder provocar placer a través del cine, sin perpetuar la imagen androcentrista que el cine estaba reproduciendo. Como en cualquier otro ámbito, el cine se convirtió en un lugar de limitado acceso para las mujeres, pero que además, con rapidez y fuerza daba voz a los discursos dominantes y consolidaba la imagen de las mujeres cosificadas y sumisas al hombre. A través del cine, creamos imaginarios que se van afianzando en las personas y que llegan a ser incuestionables. Por esta razón resulta tan alarmante no pararse a cuestionar si todo el cine sigue reproduciendo esos esquemas, o si por el contrario, encontramos voces que den luz a la verdadera realidad de las mujeres en el mundo. Siguiendo los pasos de Mulvey, partiremos del análisis de la mirada del director, del espectadores y de los personajes, como ese punto en que confluyen tres focalizaciones de ascendencia masculina. ¿Siempre es masculina la mirada? ¿Y qué pasa cuando es una mujer la que coge la cámara y se introduce en la propia escena? Analizar el cine de Isabel Coixet permitirá estudiar esa mirada propuesta por Mulvey en un cine actual, de una directora que se encuentra alejada de los discursos dominantes. Es una mujer que escribe sus películas, las filma y ocupa un lugar primordial en la escena a través de su cámara en mano. ¿es una mirada femenina?¿hay universalidad en su trabajo? Analizar a esta directora supone contar con mucha información sobre su manera de trabajar. Coixet no tiene problema para compartir sus pensamientos y reflexiones ante la vida, por lo que a través de sus escritos, entrevistas, libros y blogs, podemos intuir la subjetividad y la intención que coloca en sus proyectos, y entender dónde focaliza su mirada y hacia donde quiere que la focalicemos nosotros. 3 Aspectos teóricos y metodológicos de la investigación. Los objetivos planteados en este trabajo son los siguientes: a. Examinar las miradas que propone Mulvey: la de la directora, la espectadora y la protagonista, en el cine de Isabel Coixet. b. Analizar los personajes femeninos del cine de Isabel Coixet, comparándolos con los personajes que propone Laura Mulvey en su ensayo. c. Identificar una mirada de mujer en el cine de Coixet , para corroborar o no la existencia de una mirada distinta que no cosifique a las mujeres, como es la del observador fetichista y voyeur que expone Laura Mulvey. El cine de Isabel Coixet siempre me ha permitido reflexionar sobre el cine de mujeres, el cine como realización de una mujer y como representación de mujeres distinta a la que se da en en el cine más comercial. La inquietud fundamental que podía producirme el visionado de sus películas, era si el cine realizado por mujeres tenía ese carácter subversivo, o al menos esa intención, y presentar una alternativa a los discursos hegemónicos de dominación masculina del cine más taquillero. Como punto de partida, estas son los supuestos desde los que comienzo a realizar este trabajo: - Buscar la existencia de una mirada femenina que ponga el énfasis en su manera de mirar, y no en el personaje focalizado. - Encontrar el empleo de la cámara subjetiva como herramienta de identificación del espectador y el personaje, que permita focalizar la mirada a través de la direccionalidad de la protagonista femenina. - Identificar las tres miradas de las que habla Mulvey (cámara, personaje, espectador) en el cine de Isabel Coixet confluyendo y relacionándose en algún punto de la narración y del producto final. 4 El método empleado en la realización de este trabajo es el análisis de tres películas de Isabel Coixet: Cosas que nunca te dije, La vida secreta de las palabras y Mi vida sin mi, a partir de su visionado y de la búsqueda de información en bibliografía y artículos relacionados con Laura Mulvey, Isabel Coixet, las mujeres y su relación con el cine, y otro tipo de documentos relacionadas con el cine y con la forma de mirar. Estos libros son los que aparecen citados a lo largo del trabajo y recogidos en una bibliografía al final. El estado de la cuestión Laura Mulvey sigue siendo un referente a la hora de estudiar cualquier asunto relacionado con las mujeres y el cine. No solo es un máximo referente, también es un texto de confrontación para quien se dedica a analizar en los mecanismos de identificación que el cine proporciona para las mujeres. Hoy en día, Mulvey y sus teorías son citadas y consultadas en trabajos como El umbral del mundo visible de Kaja Silverman, y en trabajos más relacionados con el mundo del arte, como es el caso de Cuerpo y mirada, huellas del siglo XX, recopilación de textos del Museo Reina Sofia, 2007. Los textos fundamentales que aquí se han empleado son los trabajos realizados por E. Ann Kaplan y Ángeles Cruzado Rodríguez, donde indagan sobre las mujeres y el cine, y la relación que hay entre el género y el cine (en su realización, su protagonismo y su visionado). En ambos trabajos el texto de Mulvey es un claro precursor del posicionamiento de los autores, y un punto ineludible del que partir en sus investigaciones. 5 Capítulo 1.La mirada propuesta por Mulvey, traducida en el cine de Coixet. 1. Laura Mulvey. Tesis principales en su artículo Placer visual y cine narrativo.1 Laura Mulvey teórica de cine feminista, publicó en 1975 en la revista británica Screen el artículo Placer visual y cine narrativo, artículo que se convirtió en un máximo referente para la teoría fílmica feminista. En él explica cómo el inconsciente de una sociedad que es patriarcal estructura la forma fílmica en que se traducen las películas, de manera que la interpretación que podemos hacer de las imágenes de los films está determinada por la social diferencia sexual establecida por el patriarcado, “el placer de mirar se encuentra dividido entre masculino/activo y femenino/pasivo. La mirada masculina determinante proyecta sus fantasías sobre la figura femenina que se organiza de acuerdo a ella.” (Arranz, 2010: 32). Mulvey estructura su artículo en dos partes: el placer de la mirada - la fascinación con la forma humana y la mujer como imagen, el hombre como portador de la mirada.“Mulvey descubre la androcéntrica manera de conocer y enunciar la realidad, invitando con su propuesta no solo a sospechar de cómo han sido representadas las mujeres, sino también a buscar un nuevo lenguaje de deseo” (Mulvey,1975). Como expone en su tesis Victoria Lema Trillo “el interés de la autora se centró en descodificar la relación entre la mirada de la cámara (a lo profílmico), la mirada del espectador (a la película que se proyecta en la pantalla), y la mirada intradiegética de cada personaje de la película (a otros personajes, objetos...).”2 Mulvey expone esas tres formas diferentes de mirar que se asocian al cine, la cámara que graba a unos personajes que se intercambian miradas entre ellos mientras se construye la narración fílmica, lo que será mirado por los espectadores. Mulvey consideraba que “las convecciones del cine narrativo 1 MULVEY, Laura (1975): Placer Visual y Cine Narrativo. [En línea] ßhttp://www.estudiosonline.net/est_mod/mulvey2.pdf à 2 LEMA TRILLO, Eva Victoria “Los modelos de género masculino y femenino en el cine clásico de Hollywood, 1999-­‐2000” [en línea] ßhttp://biblioteca.ucm.es/tesis/inf/ucm-­‐t26790.pdfà 6 niegan las dos primeras subordinándolas a la tercera, pues su objetivo consciente siempre es eliminar la presencia intrusa de la cámara y evitar que el público adquiera consciencia de su distanciamiento.” (Mulvey, 1975) Las mujeres ocuparían esa posición pasiva de objeto de la mirada y la cámara focaliza en ella la mirada, de manera que es el centro de la mirada del espectador y de los protagonistas masculinos, que son los que dominan la acción. No sólo recibe la mirada del espectador, sino también de los demás protagonistas de la película, siendo por tanto éstos los que controlan y focalizan dicha mirada. Las mujeres poseerían el carácter de “para-ser-mirada” a través de mecanismos que controlan la dimensión temporal y espacial de los que dispone el cine (mecanismos que corresponderían al montaje, narratividad, montaje, cambios de plano, manejo de cámara) para focalizar y gestionar la producción de deseo. Estos mecanismos pueden ser empleados también para la subversión del cine feminista, o de la imagen de las mujeres que difiera de la analizada por Mulvey en los films clásicos de los años 30 y 40. En el cine, se juega con el acto de mirar para poder crear placer, y según el estudio de Mulvey sería un placer de contenidos eróticos. “La mirada se construye sobre nociones de diferencia sexual definidas por la cultura.” (Kaplan, 1983:37). Son tres las formas de la mirada, que como hemos mencionado distingue Mulvey en el cine, y que tienen ese componente erótico: la mirada dentro del texto fílmico, “los hombres contemplan a las mujeres que se convierten en objeto de la mirada; el espectador, a su vez se ve obligado a identificarse con esa mirada masculina y a cosificar a las mujeres de la pantalla; y la mirada original de la cámara que actúa con el hecho de la filmación” (Kaplan, 1983:37). En los siguientes capítulos nos centraremos con esa mirada de los personajes y la de los espectadores, por lo que continuaremos aquí con la mirada de la cámara, la primera que dirige las otras dos miradas y de la que Mulvey, y la teoría fílmica feminista, definió como una mirada masculina, donde un director (el realizador de la película), representa las escenas seleccionando las instantáneas de manera aparentemente neutral, pero que lleva implícita su punto de vista androcentrista. 7 “ Las técnicas (como la profundidad de campo) y los movimientos de la cámara (determinados por la acción del protagonista), combinados por la invisibilidad del montaje (exigida por el realismo), tienden a desdibujar los límites del espacio de la pantalla” (Mulvey, 1975), con esto Mulvey nos da las claves para entender cómo el encargado de realizar un film, dispone de una serie de mecanismos y herramientas para configurar, no sólo el deseo o el placer de las imágenes contempladas, sino también el protagonismo de la historia, la identificación con los personajes o incluso la perspectiva igualitaria de género. Hay realizadores como Terreck Malick que hacen uso del montaje final para contar una historia, no incluyendo si quiera diálogos del guión y realizando una película a base de imágenes y voces en off. Por esta razón, los mecanismos de una realizadora son una importante herramienta para focalizar su mirada y con ello las otras dos. 2. La mirada de Isabel Coixet “Mi punto de vista - ese que, con pueril desfachatez, yo creía inamovible- se había hecho trizas.” (Berger 2009:12) Directora de cine español, Isabel Coixet se inicia en el cine con el corto Mira y verás en 1984, siendo Demasiado viejo para morir joven su primer largometraje dos años más tarde. Con una formación en historia y una experiencia profesional en el mundo de la publicidad, esta cineasta es una de las principales directoras del cine actual español. En la filmografía de esta cineasta encontramos una serie de temas recurrentes que le dan a su trabajo la impronta de autor, y una técnica que va depurando con cada nuevo proyecto: el amor, la soledad y la comunicación, son los principales temas. Recorriendo sus películas, se aprecia el carácter tan personal que inyecta a sus películas. En A los que aman, los personajes están 8 heridos por el amor, y también por la falta de reconocimiento de las emociones. En Cosas que nunca te dije, los personajes son vulnerables y sangran a causa de las heridas de los desengaños amorosos. Y en ambas películas se interponen momentos en que la dificultad de comunicación, es un elemento que condiciona la trama y la determina. No podemos aislar la obra de esta realizadora y el contexto en que esta se inserta. A pesar de las cifras que sitúan el número de mujeres directoras muy por debajo de los hombres en estos puestos en la industria cinematográfica, cabe destacar como antes de 1988 tan solo hubiera en el panorama español diez mujeres directoras de cine. No será hasta esa fecha que aparezcan 3 mujeres más a las cámaras (Coixet entre ellas), en la primera mitad de los 90, la cifra aumente en 8 más y será en la segunda mitad de la década que aparezcan veintitrés mujeres más a la dirección de películas en España. Un aumento significativo, que entre otros motivos pudiera deberse a “la incorporación natural de la mujer en la sociedad española” (Camí-Vela: 2005, 33). La trayectoria de estas mujeres y su relación con el cine es muy variada, habiendo quien realiza su primer largometraje como primera incursión en el mundo cinematográfico, o quien proviene de otros ámbitos del mismo. En el caso de Isabel Coixet, será la publicidad desde donde salte al cine, sin haber tenido ninguna formación en estudios audiovisuales algo que también comparte con otras mujeres directoras de su generación puesto que la no es hasta 1994 cuando se reabra la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales en España, y en 1995 la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid. Los problemas de acceso al mundo cinematográficos no se limitan al género de quien rueda las películas, también hay una gran barrera para la financiación y distribución de los proyectos en nuestro país. Por esta razón, las realizadoras españolas además de solicitar ayudas gubernamentales, encuentran en los festivales nacionales e internacionales como en la promoción que la crítica realice de las propias películas. Coixet participó en el festival de Berín con Cosas que nunca te dije, y a partir de entonces, podemos ver el recorrido de sus películas a través de los festivales en los que va participando: con Mi vida sin mi participó en el Festival de Berlín, el Festival de Cine Europeo y en los premios Goya; con La vida secreta de las palabras, participó en el Festival de cine de Venecia y recibió 4 9 premios Goya entre los que se incluye el de mejor directora, mejor película y mejor guión original; en 2008 con Elegy, participó en el Festival de Berlín; Mapa de los sonidos de Tokio en 2009 compitió por la Palma de Oro en Cannes; y en este 2013 el último trabajo de Coixet, Ayer no termina nunca, abrió el Festival de Cine de Málaga.3 Participar en los festivales puede facilitar la promoción de una directora, como lo es también obtener un uno de los premios Goya del cine español. estos premios contemplan dos categorías para premiar la dirección cinematográfica: mejor dirección y mejor dirección novel. Dentro de la categoría de mejor director, Coixet es una de las tres mujeres que ha recibido este premio junto con Pilar Mirón en 1996 con la película El perro del Hortelano, y con Te doy mis ojos en el 2003, Icíar Bollaín. Dentro de la categoría de dirección novel encontramos a otras cuatro mujeres galardonadas con este premio. A pesar de ser unos premios de muy escasa trayectoria, resulta significativo el bajo número de directoras que han sido premiadas. Coixet se encuentra entre los directores con mayor número de premios a título individual, habiendo recibido 1 como directora, dos como guionista y dos como realizadora de dos películas documental. Estas cifras nos acercan más a la situación desde la que Coixet se inserta en el mundo del cine. Al igual que el resto de realizadoras de su generación, sólo con el paso del tiempo y con mucha dedicación y maduración en cada uno de sus proyectos, es como ha conseguido hacerse un hueco en un mundo monopolizado de hombres. Su compromiso con la igualdad de oportunidades de ambos sexos en los medios audiovisuales se plasmó en la participación de la creación del CIMA: la Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales, lo que ya da una visión clara del vínculo que establece o del que no se desliga de su condición de mujer, siendo algo que comparte con las otras realizadoras de su generación y de su panorama actual, sea cual sea la procedencia de cada una. 3 Datos consultado de la web filmaffinity en España: http://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&stext=Isabel+Coixet 10 “Resulta que hay pocas cosas que sé hacer. Poquísimas. Pero sé decir cosas con la cámara”(Coixet, 2004:63). Comprometida con la realidad social, Coixet habla del cine como una herramienta (o una aptitud) para poder hacer algo a favor del utópico “cambiar el mundo”. Contar cosas con la cámara. Así lo define ella, siendo una identificación con la cámara, una parte de ella: sus ojos, su boca, su cabeza, su corazón, y las emplea como parte de sí misma obteniendo como resultado la creación de películas en las que su traza es parte del producto final. ¿Cómo será la mirada de Isabel Coixet? ¿Cómo se puede interpretar su manera de contar historias? ¿Cómo son los personajes que coloca en el centro de las tramas? ¿cómo se pueden identificar las espectadoras femeninas con el trabajo de esta realizadora? 2.1 La técnica de Coixet: el uso de la cámara en mano. “El acto de ver había adquirido una brillantez y un sentido que me acercaba a un misterio que siempre se había mostrado esquivo conmigo: mirar es encontrar”. (Berger, 2009:12) Coixet conoce la importancia que su relación con la cámara tiene en el resultado final: “yo creo que si la cámara y tú formáis algo equivalente al ojo del espectador es posible estar más cerca del actor, poder registrar cualquier cosa que esté haciendo de una manera viva, real y comunicarte mejor con él” (Cerrato, 2008: 43). De las tres miradas que Mulvey comenta en su artículo: cámara, personajes y público, Coixet ve una relación directa entre la de la cámara y el público, no cómo una identificación con el personaje, sino como un descubrimiento de este. No importa dónde miran los protagonistas, sino porqué miran y a donde miran. No menciona la identificación con un personaje sino su comunicación con él o a través de él. Quizá la mayor identificación es la que sucede entre ella y su historia, y sus personajes. En cuanto a la técnica de la realizadora, Coixet evoluciona en sus trabajos y va variando la manera en que filma y en que organiza el resultado 11 final del trabajo. Hace uso de los distintos elementos técnicos como herramientas para las historias que quiere contar, para reforzar argumentos y caracteres de los personajes. Podemos observar características comunes en la técnica de Coixet: - Planos de doble encuadre: enmarca situaciones dentro de la propia escena, siendo el doble encuadre el de la cámara más el que se produce con las ventanas o puertas en las que va situando a los personajes. - Silencio. Muchas de las escenas en todas sus películas se resuelven con silencios que van cargados de información, comunicación. Del mismo modo, a través de las imágenes se suceden planes en que estas son las que aportan la información y no las palabras. - Planos que captan la mirada de los personajes, planos de sus ojos. - La voz en Off, recurso con el que conocemos y descubrimos muchos de esos pensamientos que nunca llegarán a decir. De forma intrusa, accedemos a esta información, sin que el resto de personajes puedan acceder a ella. - Uso de la cámara: de las primeras películas con cámara fija y largos planos, Coixet pasa a la cámara en mano, recurso que empleará para hacerse más patente en la escena y poder seguir a los personajes y a sus estados de ánimo en todo momento. - Escenarios reales y de la vida cotidiana: Coixet necesita de los ambientes para configurar las escenas de manera que sea un lugar en el que sus personajes concuerde bien con él. Será a partir de Mi vida sin mi cuando Coixet emplee el uso de la cámara en mano. En esta película, no es hasta el momento en que la protagonista conoce la noticia de que va a morir, cuando empieza a usar este recurso “Pensó que esta era la mejor manera de recoger la urgencia de Ann por vivir después de conocer que va a morir pronto.” (Cerrato, 2008:94). El uso de la cámara en mano le permite formar parte de la escena, , es como si la propia realizadora estuviera allí, se involucra con la vida emocional de sus personajes, desde una perspectiva obviamente subjetiva y cruda de lo que quiere contar. Al acercarse tanto a los personajes con la cámara, al sentir las palpitaciones o el 12 nerviosismo, o la tensión, o la emoción de estos, facilita la empatía con ellos por parte de los espectadores. Una empatía que resulta difícil identificar si es con el personaje o con la propia directora, con lo que nos quiere contar, con lo que está sintiendo ella, con su intención de dirigirnos la mirada. Mulvey hacia referencia al uso de la cámara subjetiva como herramienta empleada para situar al espectador desde el punto de vista del protagonista masculino, haciendo que los espectadores se identificaran con estos y compartieran su mirada. Pero Coixet no hace uso de la cámara subjetiva. Uno de los objetivos de este estudio, era encontrar este recurso dentro de la narrativa de esta directora, y el uso de esta técnica en otras cinematografías, ya fuera de realizadores hombres o mujeres. Pero resulta curioso que haya sido tan complejo encontrar trabajos donde aparezca este recurso. Planos subjetivos, planos dirigido desde el punto de vista de las mujeres sí es fácil encontrarlos, pero no el uso de la cámara subjetiva de personajes femeninos. Por esta razón, la cámara en mano de Coixet, no hace que la posición del espectador sea la de los personajes, sino que es la suya propia. No con la intención del distanciamiento, ni la del voyerismo de estar presente en una sala que observa la escena, sino que te acerca hasta los propios personajes para poder entender la situación que viven, para sentir lo que sienten o vivir lo que viven. “Tengo pruebas palpables de que una película sirve, reconforta, ayuda a entender las cosas que pasan, a descifrar el denso ladrillo de la vida cotidiana, a vivir”. (Coixet, 2004:109). Esta puede que sea la intención de Coixet. Lejos de reproducir imaginarios de placer sexual, el objetivo de esta cineasta pueda ser el placer de encontrar formas de representación en la pantalla que nos ayuden a confrontar nuestra idea del mundo. Identificarnos con emociones humanas, alejadas del patriarcado o del machismo. 13 Capítulo 2. Personajes y personas. La representación de personajes femeninos en el cine y su identificación con el espectador. 1.Proceso de identificación en las espectadoras. Mulvey refleja en su estudio como se identificaban los espectadores desde un punto de vista masculino donde el protagonista activo que configura la acción que se desarrolla es un personaje masculino. Por esta razón, las mujeres como espectadoras solo pueden identificarse con ese punto de vista masculino. Las protagonistas femeninas ocupan un lugar pasivo en la narración, de manera que es la libertad de actuación lo que posiciona a las mujeres a esa identificación con el héroe. Sin embargo, también puede suceder que la identificación se hiciera con esos personajes femeninos, siendo por tanto una identificación como mujer objeto de ser mirado, de sostener la mirada. Por tanto, La mujer es la imagen, y el hombre quien porta la mirada, si atendemos a la posición del espectador. Las mujeres son cosificadas, el hombre nunca llega a serlo. El hombre es el que sostiene la acción de la narración, las mujeres ocupan un lugar de “presencia visual que tiende a operar en contra del desarrollo del hilo argumental, al congelar el flujo de la acción en momentos de contemplación erótica.” (Mulvey, 1975). Las mujeres son, por tanto, un objeto erótico tanto para los personajes como para los propios espectadores. La principal tesis de Mulvey sobre el placer visual, sostiene que ese placer producido por la mirada, puede ser una mirada escopofílica o narcisista. La mirada escopofílica produce un placer a partir de usar a la otra persona como objeto de estimulación sexual a través de la observación. En este tipo de mirar se produce una separación de la identidad erótica del sujeto respecto del objeto de la pantalla, y sería una mirada relacionada con los instintos sexuales. Por otro lado, la mirada narcisista, es aquella que interviene en la constitución del ego, y se produce con la identificación con la imagen contemplada. Con ella 14 el espectador experimenta fascinación y reconocimiento ante su semejante en pantalla. Está relacionada con la libido del ego y los procesos de identificación. En este sentido, ambas miradas, se encuentran en contradicción (construcción del ego, o la satisfacción de los instintos sexuales), donde las mujeres se convierten en el deseo que articula el orden simbólico patriarcal de la ficción cinematográfica. La mirada del espectador desde la posición de observador escopofílico, se dirige sobre las mujeres que son disfrute para el hombre, y espectador, identificado con el protagonista masculino, puede alcanzar el control y la posesión de las mujeres en la historia que se está contando. En el artículo de Mulvey, ejemplifica estas miradas con el cine de Hitchcock y von Stenberg. Mientras que en Hitchcock la mirada escopofílica está más relacionado con el voyerismo, en von Sterberg será el fetichismo. En este último, es la belleza de las mujeres la que desea poseerse, por lo que empleará de planos y escenas unidimensionales, y efectos de luces y sombras, que aviven la necesidad de posesión y de deseo de este elemento fetiche. Hitchcock, jugará con la fascinación de una imagen a través del erotismo. Con el placer de mirar, y no necesariamente de poseer, sino a través del disfrute de la mirada. empleará la cámara subjetiva, posicionando a los espectadores desde el punto de vista del protagonista masculino (confluencia de la mirada de la cámara, el protagonista y espectador), haciéndoles compartir su mirada. La identificación con los personajes femeninos por parte de las mujeres resulta cuando se adopta esa cosificación sexual y ese lado pasivo, por lo que la mirada identificativa que asumen las mujeres espectadoras es la masculina, la que gobierna la acción. Cuando el espectador (hombre) se identifica con el principal protagonista masculino explica Mulvey este proyecta su mirada sobre la de su semejante, de modo que “el poder del protagonista masculino que controla los acontecimientos coincide con el poder activo de la mirada erótica, produciendo ambos una satisfactoria sensación de omnipotencia” (Mulvey, 1975). Mulvey explicaría así como en el caso de los hombres, la mirada narcisista es la que estaría funcionando, de manera que el hombre no es cosificado sino que se convierte en un espejo donde observar la perfección que alcanzar. 15 Haciendo síntesis de las aportaciones de Mulvey en sus conclusiones sobre los personajes femeninos y su identificación con las espectadores, habría que resaltar que, los personajes femeninos como sujetos pasivos de la acción, no suelen tener el protagonismo de las películas. Las mujeres sostienen la mirada del resto de personajes de las películas, por se cosificadas y objetualizadas sexualmente. 2. Protagonistas femeninos “El séptimo arte ha reproducido los espacios y los roles de género: la esfera pública y los escenarios colosales para los hombres, la esfera privada y los espacios manejables para las mujeres, la gloria brillante para los héroes y la opacidad de lo cotidiano para las señoras. Las mujeres en la pantalla eran el complemento del héroe, su pañuelo de lágrimas, su esparcimiento o su fiel compañera de vida.” (Cruzado 2009:7) Entre las representaciones más repetidas de personajes femeninos en la historia del cine, encontramos aquellas heroínas bíblicas, las reinas, las mártires, las patriota, y también por el contrario, las malvadas, las perdidas, las espías ( las femme fatale) y las mujeres diez. Modelos de virtud y perversidad femenina que han ido alimentando los estereotipos aun presente en la cinematografía dominante y que han sido fruto de numerosas representaciones sociales y colectivas de las mujeres. Es importante la idea que en su libro Ángeles Cruzado transmite, sobre la imagen de estas mujeres que se ha intentado representar, imágenes de mujeres que nos hacen pasar por reales o por posibles reales, siendo deseables o repudiables, cuando su fuente no es la realidad, sino imágenes y metáforas que se van trasladando y reproduciendo de textos o ideologías que el sistema patriarcal no duda en mantener y perpetuar. 16 Sin dejar de lado la galería de mujeres que el cine reproducía cuando Mulvey escribió su ensayo, habrá que analizar los personajes y protagonistas femeninos sin olvidar lo limitado que incluso ha sido el abanico de roles posibles. A partir de estas teorías habrá que trazar la manera en que acercarnos a los personajes femeninos de las películas de Isabel Coixet en que aquí vamos a centrarnos: La vida secreta de las palabras, Mi vida sin mí y Cosas que nunca te dije. Para ello habrá que realizar primeramente un análisis de los personajes femeninos y posteriormente los mecanismos empleados por la directora para la identificación del público con esos personajes femeninos. La selección de estas tres películas responde al hecho de que sean las películas donde se puede observar una evolución en la realización de la directora. Se observa el paso de una cámara fija (en Cosas que nunca te dije) a una cámara en mano (en Mi vida sin mí), hasta llegar a el uso de este método como parte de su autoría, adecuándose al objetivo que siempre persigue. Para analizar a un personaje, siguiendo a Casetti y di Chio, podemos atender al personaje en cuanto a persona, entendiéndolo como “un individuo dotado de un perfil intelectual, emotivo y actitudinal” (Casseti, 1991:178), además de atender a sus comportamientos, reacciones… En este caso sería atender al personaje como real, de manera que sea un fiel reflejo de lo que hay en la vida a diario. De esta forma, este tipo de consideración de personaje nos es muy positiva a la hora de analizar los personajes del cine de Coixet, puesto que no se trataría de observar esas mujeres que se muestra en pantalla como una fantasía masculina, o como una invención, sino como una representación de la realidad con su complejidad o ausencia, su estabilidad o su dinamismo en la narración. André Bazin lo expresaba así: “el séptimo arte está esencialmente llamado a la dialéctica de las apariencias y a la psicología del comportamiento. Si bien es cierto que apenas puede aprehender su objeto como sea desde el exterior, tiene mil maneras de actuar sobre su 17 apariencia para eliminar el equívoco y convertirla en signo de una única y sola realidad interior” (Bazin 2012:110), de esta manera expresaba cómo podemos emplear el cine como herramienta para analizar el interior de la psicología de un personaje, de una personalidad concreta. Partiendo de este tipo de personajes, seguiremos con el estudio de estos personajes atendiendo a la manera en que en el libro Cine y Género en España, empleó para estudiar el protagonismo en las películas españolas. Para ello eligieron una muestra y analizaron sus personajes femeninos, entendieron como protagonista a quien narra la historia, o quien más sale en pantalla, y a partir de definir bien el protagonista, analizar las características de esos personajes femeninos. Entre los que se emplearon en el estudio, aquí analizaremos las siguientes características: iniciativa que toman los personajes femeninos (aquellos actos que se realizan por voluntad propia), interacción con otros personajes femeninos, interacción y relación con la familia, relaciones de pareja, relaciones sexuales y machismo. Estas son algunas de las características o circunstancias que se analizaron en ese estudio. Al estudiar los personajes de Coixet tendremos, por tanto, 3 apartados a considerar: a) el personaje como persona, sobre las características psicológicas que presentan y su compleja construcción. b) Características que acompañan a los personajes femeninos y su relación con los demás. c) Relacionar las similitudes o ausencia de ellas entre los personajes femeninos descritos por Mulvey y los personajes en el cine de Coixet analizados. 18 3. Ann, Hanna y Ann a. Hanna La vida secreta de las palabras es una película escrita por Isabel Coixet. Con un guión original, la historia que cuenta esta directora se inspira en un trabajo anterior, el documental “Viaje al corazón de la tortura”, en el que viaje a los lugares donde se realizaron todo tipo de torturas en tiempos de guerra. En el documental tuvo la oportunidad de realizar una serie de entrevistas a estas víctimas así como a algunos de los torturadores. De estas víctimas se inspirará para crear el personaje de su protagonista Hanna. Será fundamental para la construcción de la historia, la información y el contacto que mantuvo Isabel Coixet con la directora del Consejo Internacional para la Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura (IRCT). Este dato es importante para dar el estudio de los personajes , que vistos como persona, en este caso la directora creará un personaje femenino nutrido de testimonios y vivencias reales, a partir de la documentación en su trabajo anterior. Hanna es el personaje que más tiempo aparece en pantalla y a la que la narración sigue en la mayor parte del tiempo, por lo que podemos considerarla la protagonista, junto con Josef. Personaje complejo, Hanna muestra dos perspectivas, la que vamos acumulando por los interrogantes que las primeras imágenes nos provocan sobre su manera de vivir (su comida, sus inexistentes vacaciones, su comportamiento evasivo…), y también vamos adquiriendo la perspectiva que descubre Josef (el otro protagonista del film) a través de sus preguntas y sus conversaciones con él. A través de la comunicación que se establece entre ambos personajes, es cuando obtenemos la información necesaria para reconstruir su historia. Protagonista de la historia, ¿qué podemos decir de sus características y contexto? Hanna tiene iniciativa, toma sus decisiones y tiene autonomía a lo largo de toda la película. Ella pasa de un trabajo automatizado al cuidado de un enfermo por quemaduras. A penas interactúa con otros personajes, siendo la relación más cercana y estable la que establece con Josef. La soledad es una 19 de las características determinantes del personaje, que muestran la herida que está rigiendo su vida. Dentro del esquema interpretativo que podemos derivar de la tesis de Mulvey, aquí no estamos ante un personaje pasivo, y tampoco ante un personaje que se encuentre cosificado sexualmente. Toda la historia se cuenta a través de ella. Comienza con ella y se resuelve en torno a su situación en el mundo. Los momentos en que Coixet emplea el uso de la cámara en mano, es para poder captar el estado emocional del personaje (como sucede en la escena en que ella come en la escalera y disfruta, por primera vez desde hacia mucho tiempo, de algo cotidiano como el comer). La cámara graba a Ann como si la recorriera, recurso que emplea también en Mi vida sin mi, además de estar muy pendiente de su situación en la escena, de sus miradas, de sus movimientos. No hay una intención de focalización sexual de la mirada en ella, no hay una pasividad en la actitud de esta protagonista, sino que se hace con la escena, y acompañamos a Ann en su monotonía, con curiosidad (como le sucede a Josef), pero sin nada de condescendencia. b. Ann Mi vida sin mí “Esta eres tú. Con los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca te habías imaginado que harías una cosa así. Nunca te habías visto como… no sé cómo describirlo, como… esas personas que les gusta mirar la luna, que se pasan horas contemplando las olas o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando. O tal vez no. Da igual. A ti te gusta estar así. Combatiendo el frío. Sintiendo cómo el agua cala tu camiseta y llega hasta la piel. Y la sensación de la tierra volviéndose mullida bajo tus pies. Y el olor. Y el sonido de la lluvia de la lluvia al caer sobre las hojas. Todas esas cosas dicen los libros que no has leído. Ésa eres tú. Quién lo iba a decir. Tú”. (Cerrato, 2008:93) 20 Mi vida sin mi, película basada en un cuento de Nanci Kincaid “Pretending The Bed is a Raft”, cuenta la historia de una mujer que descubre que se va a morir muy pronto, y, a diferencia del cuento, decido no contarle a nadie esta noticia. Anna es la protagonista de esta historia. Una mujer de 23 años, madre de dos niñas, esposa desde los 17 años, que vive en una caravana en el patio de su madre, con la que no mantiene una muy buena relación, su padre está en la cárcel desde que tiene 13 años, y trabaja limpiando por las noches en una universidad. Esta es Ann. Ella es quien cuenta la historia a través de una voz en off que acompaña toda la película, y que se mantendrá incluso cuando ella ya haya muerto. Esta es la primera película en la que Coixet emplee la cámara en mano. Como ya comenté en el primer capítulo de este trabajo, Coixet hace uso de este recurso a partir del momento en que Ann descubre que va a morir, y toda la filmación de la película pretende captar su manera de estar en el mundo cargada de sentimientos y de esperanza. Hará uso de primerísimos planos, y no rehuirá de la invisibilidad del montaje, que como en La vida secreta de las palabras, el objetivo no será ni el distanciamiento ni la identificación con los personajes, sino la necesidad de contar una historia e involucrarse con unos personajes que nos harán cambiar nuestro punto de vista, o al menos cuestionarlo. En cuanto a las características psicológicas que pueden definir a este personaje como persona, Coixet define a Ann como una heroína. Nada que ver con la definición que el cine clásico daría para este personaje e incluso para el término “heroína”, pero en este caso, Coixet lo afirma atendiendo a las decisiones que ha tomado en su vida y en la película: decide aceptar la mala noticia sin tener que montar un gran drama, decide disfrutar y aprovechar lo que le queda de vida, decide no compartir la carga del sufrimiento, la agonía y la espera con las demás personas que la rodean. Mulvey habla de la escasez de personajes femeninos protagonistas, algo que se ve en los datos que se recogen en el estudio de Pilar Aguilar, pero cuando nos encontramos con personajes protagonistas femeninos, no podemos más que observar si se trata de un arquetipo, si pretende que el público femenino se identifique con él, o si por el contrario se pretende la reacción contraria de rechazo o reprimenda. 21 Siguiendo el estudio de Pilar Aguilar, Mi vida sin mi fue una de las películas que se incluyeron en dicho estudio y de las conclusiones que se obtuvieron cabe destacar que esta protagonista tomara decisiones que no sólo estaban relacionadas con la vida amorosa, e incluso sus decisiones servían para dar solución a conflictos que se daban en la historia. La relación de Ann con los otros personajes femeninos no pasa inadvertida en el film. Tiene una compañera de trabajo con la que conversa de trivialidades, una vecina a la que nada más conocer conversan acerca de sucesos trascendentales. Al igual que sucedía en Cosas que nunca te dije, este personaje dispone de esos momentos para conversar con otras mujeres de su entorno como parte de una cotidianeidad, con conversación que quedan libres de clichés y estereotipos sobre lo que hablan las “mujeres”. La relación de Ann con su madre puede tildarse de compleja o algo negativa, pero en realidad Ann parece entender cómo es su madre, y su sufrimiento, y lejos de esforzarse por mejorar las cosas con ella, parece que vuelca toda su energía en no tener una relación igual con las suyas, a las que trata con ternura y cariño (sentimientos que no muestra con su propia madre). c. Ann. Cosas que nunca te dije Película rodada en 1995, esta película es la primera con que, no sólo alcanzó gran repercusión como realizadora, sino que es donde empezará a dotar a su filmografía de esos elementos comunes que irán madurando con el paso del tiempo. Cosas que nunca te dije, cuenta la historia de dos personajes que sufren un desengaño amoroso y su manera de enfrentarse a él. Rodeadas de otras personas que sufren también por el amor, los protagonistas se conocen pero sin llegar a romper esa barrera de soledad en la que están insertos. Los protagonistas de esta historia son Ann y Don. No sucede como en otras películas de Isabel Coixet donde el protagonismo de la historia recae en un personaje femenino, aquí ellos comparten ese papel, hasta el punto de que 22 Don parece ser más protagonista, por se él quien narre la historia en voz en off, y sea él con quien se inicia y con quien se cierra la historia. Coixet ha reconocido identificarse con el personajes de Don, que es con el que comparte más características y formas de pensar. Pero Ann resulta ser el personaje más complejo de la película, es el personaje que nos permite reflexionar más profundamente en el amor e incluso en la sexualidad. “Lo que más caracteriza a Ann es la búsqueda de su propio yo” (Cerrato, 2008:73). Aunque pueda interpretarse como frívola o cruel, este personaje aparece rodeada por un área de soledad que enseguida se acompaña de un momento de intenso dolor en el que su novio la abandona por teléfono y ella ingiere un producto tóxico como un acto totalmente impulsivo como respuesta. A partir de ahí, seguiremos a Ann. Una mujer que intenta dar respuesta a un “¿qué voy a hacer ahora?” que escuchamos al entrar en sus pensamientos. Comienza a grabar unas cintas de video para mandárselas a su exnovio, porque lo que quiere es que sea consciente del dolor y del daño que ha causado, y será a través de este acto en el que no solo vamos conociendo más a Ann, sino que también ella va siendo consciente de sí misma. Estas cintas de video no llegarán nunca a su destinatario, y los espectadores y su vecino que se queda con ellas, son los que las ven. ¿Está Coixet situándonos en una situación voyerista al compartir el visionado de estas cintas donde vemos la intimidad de la protagonista? Al romper “el juego de espejos que el cine establece con el espectador, la cámara de video recuerda al espectador que lo que está viendo también es una construcción cinematográfica y que esas personas son actores.” (Camí-Vela, 2005:72) Como sucede en las películas en que utiliza la cámara en mano, Coixet no parece pretender alejarnos de la realidad, ni tampoco identificarnos con un personaje, el observar a Ann a través de las cintas de video mientras su vecino se siente invisible, no hace más que posibilitar el empatizar con las emociones de soledad, sufrimiento e incertidumbre de todos los personajes de la película. Por esta razón, la directora hace uso de la cámara fija y de largos planos “porque es la forma más natural de contar una historia sobre personas que viven aisladas, cuyos desplazamientos en el espacio son mínimos, que están 23 clavadas y detenidas en un momento de su existencia y que no saben muy bien cómo salir de esa situación.” (Cerrato, 2008:62) Empleará, no obstante, los primerísimos planos en las imágenes en video, y se valdrá de ellos a través del uso de la cámara en mano, en otros trabajos en que no sea un conjunto que responda a la misma emoción la que esté intentando captar, sino que individualizará y personalizará a cada uno de sus personajes y sus historias. 24 Capítulo 3. La existencia de una mirada femenina en el cine de una mujer. Uno de los debates actuales que se plantean las cineastas (ellas y a ellas), es si existe un cine de mujeres. María Cami-Vela reflexiona acerca de esta cuestión en su libro Mujeres detrás de la cámara. Realiza una serie de entrevistas a directoras españolas intentando dar respuesta a esta forma de entender el cine dirigido por mujeres. La diferencia sexual de estas realizadoras, ¿condiciona el cine que realizan? De aquí parte la cuestión de si tienen una mirada que trasciende a la pantalla y nos aporta un “cine de mujer”. En las sucesivas entrevistas que aparecen en el libro, las mujeres a las que entrevistas se aúnan para decir que no consideran un cine como tal. “Las cineastas españolas reivindican ser directoras de cine en vez de mujeres directoras y consideran peligroso la existencia de un cine de mujer como un subgrupo o subcategoría, porque si por un lado reconoce la importancia de la mujer a la vez la margina.” (Camí-Vela, 2005:31-32) Lo que quieren decir estas mujeres con ello es que de esta manera construirían un espacio exclusivo para la mujer lo que sólo ayudaría a seguir manteniendo la diferencia sexual en sociedad, no al contrario, erradicarla. Así, aunque la mayoría de las cineastas que se incluyen en las entrevistas rechazan esa categoría de “cine de mujeres” como un género concreto, sí reivindican que exista una mirada propia, una mirada que es femenina. Una de las entrevistas realizadas en el libro es a la propia Isabel Coixet, en la que se le interroga sobre su opinión con respecto a la existencia de un cine de mujer: “el término ese de cine de mujer… no sé… a mi siempre me ha parecido más adecuado el término (…) chick flicks.” (Camí-Vela, 2005:67), haciendo referencia a este tipo de películas en las que el público objetivo son mujeres, y lo que en ellas se refleja son los melodramas que no tienen grandes diferencias con el paso del tiempo. “Me parece que las mujeres debemos orientar nuestra energía en producir cosas, en seguir adelante, encontrar una voz, expresar cosas que queremos expresar a través de esa voz, que es una voz que siempre está buscando” (Camí-Vela, 2005:67). Coixet hace un cine muy particular, y sin desprenderse de su condición de mujer, lucha ante todo 25 porque se la reconozca como directora. No pierde su autoría, ni plantea temáticas en la que los hombres queden a un lado de la narración sin poder entrar a compartir escenario o problemática. Coixet ahonda en una realidad social que traslada a la pantalla, y nos hace partícipes de ella en el cómputo de todos sus personajes. Hay una subjetividad latente en el cine de esta realizadora. Ella tiene una voz que es la que traslada a sus personajes, y la que se introduce en la misma narración. Quizá su pretensión no sea definir a las mujeres ni si quiera lo femenino, pero nos permite acercarnos a esas mujeres que retrata, su complejidad, su personaje como persona y remitirnos a una idea diferente que la propuesta para las mujeres como elementos pasivos consortes del héroe masculino protagonista tradicional. Coixet quiere tener un control de las decisiones finales que en sus películas haya que tomar. Para ello, el cine independiente, de bajo coste, sin las cadenas de los grandes estudios, y la presión mercantilista del cine de Hollywood, le permite trabajar con sus propios criterios y alcanzar el objetivo y el resultado que desea. En sus películas, a partir del rodaje de Mi vida sin mí, contó con la ayuda de la productora El deseo, productora española con la que se ha sentido más cómoda que con las directrices impuestas desde los grandes despachos de Hollywood. En este sentido, cabe mencionar el mecanismo propuesto por Mulvey para la destrucción del placer en el cine. Mulvey apuesta por la realización de un cine alternativo. Las ataduras y directrices que Coixet capta de la maquinaria hollywoodiense, son las mismas que ya reconocía Mulvey en el panorama del cine que analizaba, donde las escenas quedaban restringidas a la ideología imperante. Este fórmula cinematográfica empleada por los grandes estudios, consigue la manipulación del placer visual produciendo satisfacción a través de la representación de las mujeres como objetos de deseo, y gobernando dichas escenas con la actuación del protagonista masculino con el que identificarse. Se trata, por tanto, de la repetición de esquemas de una sociedad patriarcal que consolidaría estereotipos alienantes y denigrantes para las mujeres. “La tendencia cinematográfica imperante codifica lo erótico en el lenguaje del orden 26 patriarcal dominante” (Mulvey, 1975), una codificación repetida a lo largo de la historia del cine. Mulvey propone el cine alternativo, ese que “habilita un espacio en el que puede nacer un cine radical, tanto en sentido político como estético, que desafie los supuestos básicos de la corriente cinematográfica dominante” (Mulvey, 1975), como la herramienta con la que combatir la destrucción del placer de la mirada escopofílica o narcisista del cine. “Como señalan Selva y Solá (2004:191), la aportación mulveyiana significó uno de los hitos más notables en el desarrollo de la teoría feminista sobre el cine y la representación, y será un referente de la mayoría de investigaciones y reflexiones cinematográficas feministas debido a que: - el género en el cine, a partir de aquí, no será observado sólo como diferencia sexual, sino como un dispositivo cultural que cumple la finalidad de naturalizar las categorías opuesta de feminidad y masculinidad. - El cine privilegiará al espectador masculino como receptor ideal de su discurso, creándole una experiencia de subjetividad omnisciente y omnipotente - El cine como dispositivo de poder tenderá a reproducir y confirmar las estructuras fundamentales del esquema psíquico del patriarcado.” (Selva y Solá en Arranz, 2010:32). Podemos decir, por tanto, que será a partir de la revisión del trabajo de Mulvey que la crítica feminista comienza a plantearse una teoría fílmica feminista con los objetivos de denunciar ese carácter construido que tienen las imágenes femeninas que reproduce el cine, y dar una alternativa a esas representaciones. Se trata de reinterpretar las películas desde una perspectiva 27 feminista para comprender el funcionamiento de los mecanismos sexistas y proponer alternativas. La teoría fílmica feminista tendrá en cuenta los textos, los argumentos de estas películas, la trama, pero también los aspectos formales y técnicos. A través del estudio de los films, de la ausencia o presencia de personajes femeninos, sus roles, su función en la escena, abordan sobre la mirada de las mujeres en el cine, o la relación que han podido tener entre ellas. “Estas feministas pretenden desenmascarar el funcionamiento de la ideología patriarcal dentro de los textos para hacer ver el modo en que ésta, de manera oculta, a través del cine, trata de transmitir ciertos valores culturales como algo natural e invariable; quieren demostrar, por ejemplo, que las imágenes de la mujer que nos ofrece el cine no son sino un constructo patriarcal dominante.” (Cruzado, 2009:35) ¿En qué lugar podríamos situar a la obra de Isabel Coixet? ¿pretende ser una alternativa al cine de ideología dominante? ¿demuestra con sus imágenes ese constructo social? ¿sale fuera del sistema establecido por Hollywood y adopta esa posición de cine alternativo desde el que combatir como propuso Mulvey? “Hay quienes se sale fuera del sistema (para romper con el dominio masculino en la dirección cinematográfica), crean un cine alternativo, con escasa difusión alejado de los cauces distribución y exhibición tradicionales. Otros prefieren quedarse dentro del sistema. Buscan figuras en el mismo, creando filmes que transmitan sus ideas e inquietudes, ajustándose a las reglas tradicionales en lo posible”. (Cruzado, 2009:93) 28 Atendiendo a las cifras de las películas de Isabel Coixet en España, tres de sus películas se encuentran entre las películas con más recaudación en España en su año de estreno4: - Mi vida sin mí (2003). Ocupa el lugar número 7 con 530.568 espectadores y un recaudación de 2.499.596,66 €. Es significativo este dato si atendemos a las cifras obtenidas por la película que obstenta el primer lugar: La gran aventira de Mortadelo y Filemón, con 4.979.991 espectadores y una recaudación que asciende a los 22.827.620,67€. - La vida secreta de las palabras (2005-2006). Esta película aparece reflejada dos veces en las cifras que recoge el ministerio, debido a que permanecería en ambos años en cartel (suele suceder que tras ganar el Goya, hay películas que se reestrenan en los cines). En 2005 ocupa el puesto 12 con 510.711 espectadores y una recaudación de 2.674.530,41 €. En 2006 el puesto que ocupa es el 25, con 171.141 espectadores y una recaudación de 831.663,25 €. En 2005, la película más taquillera fue Torrente 3 con 3.573.065 espectadores y una recaudación de 18.157.984,07 €. - Mapa de los sonidos de Tokio (2009). Ocupa el lugar número 13, con 319.852 espectadores y una recaudación de 1.963.470,32 €. Este año la película española que más recaudó fue Ágora, con 3.318.399 espectadores y una cantidad de 20.405.735,32 €. ¿Podemos considerar el cine de Isabel Coixet como cine alternativo? Si atendemos a las cifras aquí recogidas, vemos que no estamos ante superproducciones que acaparan las taquillas de España. Sin embargo, el cine de Coixet tiene una gran acogida en certámenes y festivales, y desde el instituciones españolas cuenta con el impulso de ser programada en proyecciones en Europa en actividades culturales. 4 Datos del ministerio de educación cultura y deporte de España. En El cine y el video en datos y cifras, a través de su web: http://www.mcu.es/cine/MC/CDC/index.html 29 A pesar de no tener el gran alcance de estas grandes producciones, el cine de esta mujer sí tiene cauces para llegar a un gran número de personas. Quizá la manera de abogar por un cine feminista, o mejor planteado, por un cine con una mirada de mujer, sea el promover ayudas para que las realizadoras puedan tener la posibilidad de rodar, de mostrar su mirada a través de su cine. En este caso, deberíamos mencionar la existencia de CIMA de quien Coixet es cofundadora. CIMA es la Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales que reúne a mujeres de todas la categorías del cine, la televisión y los medios audiovisuales de España. Los objetivos de esta institución son: - “defender la igualdad de oportunidades para las mujeres en el acceso a los puestos de dirección y decisión de la industria audiovisual, incrementando en ellos su protagonismo e influencia. - Promover una imagen no sesgada y más real de la mujer en los medios audiovisuales que ayude a dignificar su imagen pública y a crear modelos de referencia a las nuevas generaciones.” (Arranz 2010:350). Este tipo de instituciones fomenta la Igualdad de oportunidades a nivel laboral, pero además es un buen lugar para poder reflexionar acerca de la existencia de una mirada femenina, uno de los temas que más se debate en sus foros y reuniones. “Entre las directoras hay división de opiniones: algunas opinan que las mujeres tenemos un punto de vista diferente, otras reivindican la individualidad de la creadora o creador por encima de todo” (Arranz 2010:361-362). A pesar de no encontrar un acuerdo, lo que sí unifica las posiciones es la existencia de una mirada masculina, que parece revestirse de universalidad, para todos los públicos. Las mujeres directoras son más escasas, y considerarlas como tal “mujeres directoras” es encerrarlas en un gueto. Si el cine de mujeres es un cine con un determinado carácter femenino, Coixet no podría reconocerse dentro de este cine. No posee una mirada 30 masculina, al igual que tampoco podríamos encajar sus películas en el grupo de las llamadas chiks flicks. Con una mirada propia, una mirada que no se desprende de la realidad social, ni huye de su huella y su presencia en la película, Coixet nos aporta una gran complejidad de personajes a los que mirar, y estudiar. El placer de la mirada es el placer en la observación del ser humano. Un ser humano completo, imperfecto. El placer de mirar es el placer que con su cámara al hombro nos da el poder recorrer los espacios, los ambientes, los detalles, las atmósferas e incluso los ojos de las personas que viven las historias. 31 Conclusiones Las conclusiones que se derivan de este estudio, están directamente relacionadas con los objetivos y los supuestos de los que parte el trabajo, por lo que será a partir de ellos desde donde se reflejarán estas conclusiones. El primer objetivo, examinar las miradas que propone Mulvey: la de la directora, las espectadoras y las protagonistas, en el cine de Isabel Coixet, permitió el acercarmiento al cine de Coixet y a los mecanismos empleados por ella en su realización. A través del estudio de la filmografía de esta directora, se pretendía encontrar alguna técnica concreta que la realizadora emplee en su trabajo que diera cuenta de una técnica innovadora o de algún mecanismo de identificación específico para la confluencia de las tres miradas. Para ello, se revisaron tres de sus trabajos cinematográficos más relevantes y se atendió, no sólo a lo que ella consigue trasladar a la pantalla, sino también a la intención con la que realiza su labor de dirección cinematográfica y los objetivos. Uno de los supuestos de partido del trabajo fue encontrar el uso de la cámara subjetiva en el cine de Coixet, o al menos encontrarlo como referencia y herramienta válida para la identificación de las tres miradas propuestas de Mulvey, en el cine de una mujer. Lejos de encontrar una cámara subjetiva, entendiendo cámara subjetiva como la técnica cinematográfica en que la cámara adopta el punto de vista de un personaje a través del que observamos la escena, Coixet emplea el recurso de la cámara en mano. Con este recurso, la mirada de la directora se introduce en la escena, se hace visible la realidad cinematográfica y los espectadores empatizan con la visión que la directora propone en sus películas. Los protagonistas miran al mundo, miran a las personas, miran sin conducir la mirada de quien observa, pues es quien graba quien parece llevarse todas las atenciones. La subjetividad de las escenas se encuentra en la técnica empleada por la directora que hace las veces de cámara. No se encuentran por tanto, la confluencia de las tres miradas propuestas por Mulvey en el cine de Isabel Coixet. La técnica empleada por Coixet descubrió su mirada como dirección del trabajo y como luz ante una 32 nueva cinematografía sin la pretensión de universalizar una mirada femenina. No se trata de esencializar lo femenino a través de un nuevo imaginario de las mujeres en pantalla. La técnica de la cámara subjetiva empleada por Hitchcock, se sigue empleando en el cine hoy en día. Sin embargo, no se encontró ningún solo dato sobre películas donde ese recurso fuera empleado para tratar el punto de vista de una mujer. Sería interesante plantear aquí la posibilidad de emplear esta técnica dentro del cine. La cámara femenina subjetiva podría no sólo unificar las tres miradas propuestas por Mulvey sino a demás ofrecer un recurso novedoso que situara a la totalidad de los espectadores a posicionarse en el punto de vista de una mujer (sin olvidar que se trataría el punto de vista de una mujer, concreta, no universal), y pudiendo ser una gran innovación y un elemento importante en que trabajar en el cine de mujeres. Mulvey exponía que a través del cine alternativo, alejado del cine de discurso dominante, era el arma del que hacer uso para poder erradicar el placer visual imperante. La propuesta aquí planteada sería emplear otros mecanimos y técnicas (igual que Coixet y su cámara en mano), para alcanzar un cine diferente, sin tener que recurrir a los márgenes de los discursos imperantes, para acceder a un mayor número de personas, permitiendo el conocimiento y el acercamiento a la mirada de los personajes femeninos y con ello al de la directora. El segundo de los objetivos propuestos, analizar los personajes femeninos del cine de Isabel Coixet, comparándolos con los personajes que propone Laura Mulvey en su ensayo, nos permitió analizar los personajes que aparecen en tres film de Coixet: Cosas que nunca te dije, Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras, y no se encontraron los arquetipos del cine clásico del texto de Mulvey. Las mujeres son protagonista de las películas de Coixet. Son personajes complejos, lejos de la pasividad que apuntaba el análisis de Mulvey de los personajes femeninos del cine clásico. No se pudo afirmar que hubiera una identificación dirigida con el personaje masculino que aparece en escena. No se encontró una mirada que cosificara a las mujeres. A diferencia de la teoría de Mulvey, en las películas analizadas no se localizó la existencia de la búsqueda de un placer narcisista ni escopofílico 33 en lo que se nos mostraba. Se concluye, por tanto, que las pretensiones de Coixet en el cine que de ella hemos analizado, es hacer reflexionar a quien observa sus películas, captar su atención, y que no pueda salirse del cine con la sensación de que no hemos aprendido nada. Al estudiar la cámara de Coixet en las tres películas, se observó que la directora varió la manera en que filam sus historias. Pasó de una cámara fija a una cámara en mano, con la que captar mejor las emociones de los personajes, de esta manera retrata más fielmente a las protagonistas de sus historias. Las hace ser heroínas y captar la atención de las escenas. Pero no sólo focalizamos la mirada en ella, se advirtió que la mirada de la cámara de Coixet dirija la mirada del espectador en todo el conjunto, haciéndole formar parte de lo que acontece en la pantalla, de lo que ella también forma parte, y de lo que quiere que también participemos. Es por esta razón que el cine de Coixet resultó de una gran carga subjetiva, pero sin interpretación estereotipadas o arquetípicas de los personajes que propone. El tercer objetivo planteado en este trabajo, Identificar una mirada de mujer en el cine de Coixet , para corroborar o no la existencia de una mirada distinta que no cosifique a las mujeres, como es la del observador fetichista y voyeur que expone Laura Mulvey, es el objetivo que contó con una extensa bibliografía para consultar, ya que respecto de la existencia de un cine de mujeres, las mujeres cineastas siempre han estado debatiendo sobre su existencia. Encontramos dos posturas enfrentadas. Coixet rehúye esta terminología para hacer referencia a su cine, por lo que este dato condicionó las posturas que al respecto hay sobre este asunto. Encontramos que hay quienes consideran que al etiquetar el cine de mujer lo margina, mientras que la postura opuesta considera que la mujer opción es visibilizarlo a través de la promoción de instituciones o festivales que encarnen el cine de mujeres. Vimos en Coixet una mirada muy personal, que no es ajena a la problemática social, y que sin embargo, nada tiene que ver con la mirada de un tipo de narración cinematográfica de mirada masculina, pero que rehúsa emplear el término cine de mujer para referirse a su trabajo. En estudios como el realizado por CamíVela, la postura que defendían era la de la existencia de unas características 34 comunes en el cine dirigido por mujeres, más que el hecho de poseer una mirada concreta. No se pudo considerar que Coixet compartiera estas características comunes, por la amplitud de las propias categorías (¿cuántos realizadores ya sean hombres o mujeres, trabajan sobre aspectos de la realidad social?). El cine de Coixet al que nos acercamos nos permitió descubrir que posee una sensibilidad determinada que le hace adoptar una postura que bien podría considerarse dentro del cine de mirada de mujer, por ser un cine que plantea un planteamiento nuevo en cuanto a los personajes femeninos (y la imagen que representa), el protagonismo de ellas en las películas, su complejidad y desarrollo psicológico y la temática de las propias películas en la que son protagonistas. 35 Bibliografía ARRANZ, Fátima (2010): Cine y género en España, Madrid. Cátedra. BAZIN, André (2012): ¿Qué es el cine?, Madrid. Ediciones Rialp. BERGER, John (2000): Modos de ver, Barcelona. Ediciones Gustavo Gil. BERGER, John y COIXET, Isabel (2009): From I to J, Barcelona. Actar D. CAMÍ-VELA, María (2005): Mujeres detrás de la cámara. Entrevistas con cineastas españolas 1990-2004, Madrid. Ocho y medio. CASETTI, Franceso y DI CHIO, Federico (1991): Cómo analizar un film, Barcelona. Paidós. CERRATO, Rafael (2008): Isabel Coixet, Madrid. Ediciones JC. COIXET, Isabel (2004): La vida es un guión, Barcelona. Aleph editores. COIXET, Isabel (2005): La vida secreta de las palabras. El guión. Prólogo de John Berger, Barcelona. Ediciones B. CRUZADO RODRÍGUEZ, Ángeles (2009): Mujeres y cine. Discurso patriarcal y discurso feminista de los textos a las pantallas, Madrid. Arcibel. FERNÁNDEZ POLANCO, Aurora/ GARCÍA HERNÁNDEZ, Miguel Ángel (2007): Cuerpo y mirada, huellas del siglo XX, Madrid. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. KAPLAN, E.Ann (1983): Las mujeres y el cine a ambos lados de la cámara, Madrid. Cátedra. NAVARRO, I. (eds): De los que aman: el cine de Isabel Coixet. Madrid, 2007. Barcelona, 2005 RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Mª Carmen y VIÑUELA SUÁREZ, Educardo (2011): Diccionario crítico de directoras de cine europeas, Madrid. Cátedra. RUIDO, María (2002): Ana Mendieta, Madrid. Nerea. SILVERMAN, Kaja (1996): El umbral del mundo visible, Madrid. Ediciones AKAL. 36 Biblioweb MULVEY, Laura (1975): Placer Visual y Cine Narrativo. [En línea] ßhttp://www.estudiosonline.net/est_mod/mulvey2.pdf à LEMA TRILLO, Eva Victoria “Los modelos de género masculino y femenino en el cine clásico de Hollywood, 1999-2000” [en línea] ßhttp://biblioteca.ucm.es/tesis/inf/ucm-t26790.pdfà Datos del ministerio de educación cultura y deporte de España. En El cine y el video en datos y cifras, a través de su web: http://www.mcu.es/cine/MC/CDC/index.html 37 Anexo 38 Ficha de las películas analizadas en el trabajo Título: Cosas que nunca te dije (Things I never told You) Dirección: Isabel Coixet Producción: Coproducción España-USA; Carbo Films Guión: Isabel Coixet Música: Alfonso Vilallonga Fotografía: Teresa Medina Protagonistas: Lili Taylor, Andrew McCarthy, Peggy West, Leslie Mann, Sherilyn Lawson, Linda Ruth Goertz, Kathryn Hurd, Chanda Watts, Kathleen Edwards, Alexis Arquette, Seymour Cassel. País: España, Oregón Año: 1993 Género: Romance. Drama. Drama romántico. Duración: 93 minutos. Productora: El deseo D.A., Milestone Productions Inc. Título: Mi vida sin mí (My Life Without me) Dirección: Isabel Coixet Producción: Esther García Rodrigues, Gordon McLennan Guión: Isabel Coixet Música: Alfonso Vilallonga Fotografía: Jean-Claude Larrieu Protagonistas: Sarah Polley, Mark Ruffalo, Amanda Plummer, Scott Speedman, Leonor Waitling, Deborah Harry, María de Medeiros, Alfred Molina País: España, Canadá Año: 2003 Género: Drama. Duración: 106 minutos. Productora: El deseo D.A., Milestone Productions Inc. 39 Título: La vida secreta de las palabras (The secrets life of word) Dirección: Isabel Coixet Producción: Agustín Almodóvar, Jaume Roures Guión: Isabel Coixet Música: Aitor Berenguer Fotografía: Jean-Claude Larrieu Montaje: Irene Blecua Protagonistas: Sarah Polley, Tim Robbins, Javier Cámara, Sverre Anker Ousdal País: España, Canadá Año: 2003 Género: Drama. Duración: 112 minutos. 40