ritis ritis m , * /J. Muñoz * / M. V. Egurb1de . */ C. Ayensa* / M. L Echebarna E. Martín-Mola* /T. Gaona* RESUMEN •···· · SíHstudiali ·14-pacientes afeetos de. A~G diagnostica.dos en los últimos <::fueo . años por biopsia ~e:rppotal o eriterios clínieos. Dos de ellos debutaron con sintomatologia atípica. El síntoma más común fue la polimialgia reumática que se encontró en el 71 % de los casos. Dos pacientes ( 14 %) tuvieron pér,dida de visión irreversible , en un ojo. · La biopsia temporal demostró histología de arteritis en 8 casos, uno de los cuales no tenia manifestaciones craneales. El dato de laboratorio más constante fue la elevación de la VSG (100 %), seguido del incremento.de la alfa-dos~globulina (93 %) y la anemia {57 %). Un paciente presentó un ' síndrome del cayado aórtico, rara complicación de la enfermedad. Todos los pacientes respondieron bien al tratamiento. Dos fallecieron durante el seguimiento. 1 cluye, con toda probabilidad, dos grandes síndromes: la polimialgia reumática (PMR) y la arteritis temporal (AT). Ya en 1963 Alestig y Barr 1 intuyeron la relación de ambas entidades cuando encontraron ACG en la biopsia temporal de pacientes con PMR aislada. Estos hallazgos fueron confirmados posteriormente por numerosos autores 11• 16, 18, 20, 20, 29, 3~ 54. Con este criterio hemos enfocado nosotros el presente estudio. La etiopatogenia de la ACG no está aclarada, pero parece evidente que existe un sustrato inmunológico. Se han detectado depósitos de inmunoglobulinas y complemento en la pared arterial 35 e inmunocomplejos circulantes cuyos niveles se correlacionaban con la actividad de la enfermedad 4 ~ 42 • Sin embargo, los resultados son contradictorios cuando se utilizan técnicas diferentes 3, 13 • También se ha comunicado la existencia de HBsAg en un elevado porcentaje de casos implicándolo en la patogenia, pero este hecho se considera ahora más que dudoso 10 • Material y métodos Introducción La arteritis de células gigantes (ACG) no es una enfermedad infrecuente. Actualmente su incidencia anual se cifra en 28,6 por 100.000 habitantes mayores de 50 años 3 . Afecta fundamentalmente a personas ancianas y es rara en la raza negra y en individuos menores de la edad mencionada 15• 16• 36 . Un mismo sustrato anatomo-patológico in• Servicio de Medicina Interna. Residencia Sanitaria "Ortiz de Zárate". Vitoria. 167 Se han revisado las historias clínicas de 14 pacientes diagnosticados de AT y/o PMR en nuestro hospital durante el período 1977-1982. El diagnóstico se estableció por biopsia temporal y según criterios clínicos ya establecidos 4, 21 cuando ésta fue negativa. En un paciente se realizó biopsia de la arteria temporal contralateral. Hemos dividido a los enfermos en tres grupos: 1. Con sintomatologia craneal: cefalea temporal, algias faciales, claudicación mandibular, alteraciones visuales (AT). 2. Con mialgias proximales (PMR). 3. Con ambos tipos de síntomas (AT y PMR). Cualquier paciente de estos grupos podía a su vez presentar sintomatolo~ía general (astenia, anorexia, pérdida de peso) o inespecífica (depresión, artralgias, etc.). Analizamos los síntomas, signos, datos biológicos y respuesta al tratamiento esteroideo. Resultados De los 14 pacientes 10 eran hembras y 4 varones. La edad media era de 71,3 + 6 años, oscilando entre 61 y 82 años. La duración de los síntomas hasta el diagnóstico de la enfermedad varió desde 3 semanas a 1 año. En la mayoría (9 casos) fue de 1 a 3 meses. Las formas de comienzo quedan reflejadas en la tabla I. En la tabla II resumimos la sintomatología en el momento del diagnóstico. Seis pacientes tenían un cuadro clínico de PMR, cuatro de AT y otros cuatro de AT y PMR. Entre los ocho pacientes con afectación del estado general predominaban la astenia y la anorexia; sólo dos tuvieron pérdida de peso. Cuatro pacientes aquejaron visión borrosa uni o bilateral y uno "amaurosis fugax". Dos de ellos evolucionaron hacia la amaurosis de un ojo. La cefalea, catalogada como inespecífica, era occipital en dos casos y global gravativa en tres. Un paciente tuvo claudicación de extremidades superiores y fenómenos de Raynaud, demostrándose, mediante arteriografía de troncos supraaórticos, estenosis en la salida de ambas subclavias y a nivel de vertebrales, axilares y humerales. La tabla III recoge los hallazgos exploratorios. Seis enfermos presenREVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 47 Tabla l. FORMAS DE COMIENZO DE LA ACG Mialgias proximales (PMR) ............................................................................ Mialgias proximales (PMRJ y cuadro de afectación general . . .. .. . . .. .. .. .. .. . .. . .. .. . .. . . .. •Miloilgias ··proximales {PMR) y cefalea inespecíf'ica ......... :.; ............... ; ................. . Cefalea temporal y cuadro de afectación general ... ., ....................... ., .............. .. Cefalea temporal yJ'amaurosís fugax" ... ;.. ; ....................................... : ............ . Cefalea inespecífíca, algias faciales y fiebre .................................................... . Algias facialei; y claudicación mandibular ....................................................... . Algías .faciales .............. , ............................................................................. . Pérdida· de visión ....................................................................................... . Tabla II. SINTOMATOLOGIA DE LA ACG AT PMR ATyPMR TOTAL (4 casos) (6 casos) (4 casos} ( 14 casos) o 6 5 4 o o o 1 3 2 2 10 8 5 5 5 5. 5 5 4 l l 2 2 Mialgias proximales (PMR) .......... Afectación general .................... Cefalea temporal ....................... $fntomas visl,lalei; ...................... Claudicación mandibular ............ ·•Cefalea inespecífíca-............... n. u.· Ai;tralgias ................................ Algias.faciales .......................... Depresión ................................ Mifilgias in especificas .... : ........... Claudicación de extremidades ...... Isquemia cerebral ..................... Raynaud ................................. Tabla III. 2 4 2 3 o o 3 ·-· 2 2 34 1 o 1 l o o 1 1 o o l AT PMR ATyPMR TOTAL (4 casos) (6 casos) (4casos} (14 casos} 2 4 3 3 8 Tabla IV. 4 2 2 o o o 2 o 9 4 3 DATOS ANALITICOS DE LA ACG AT PMR ATyPMR TOTAL {4casos) (6casos) (4 casos} (14 casos) 4 3 6 6 4 4 5 2 14 13 8 VSG acelerada .......................... Aumento alfa-2-globulina ............ Anemia (Hb 12 g/dll ................... Aumento de gamma-globulina ...... Aumento de beta-globulina .......... Aumento de fosfatasas alcalinas ... REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 5 3 o 2 1 3 2 o o 2 taran febrícula y tres fiebre superior a 38° C. En cinco casos se palpaban las arterias temporales duras, en ocasiones dolorosas, y en tres los pulsos temporales estaban disminuidos. El examen de fondo de ojo reveló signos de isquemia del nervio óptico en dos pacientes y oclusión de la arteria central de la retina en otro. Los tres tenían síntomas visuales. Soplos vasculares en ambas Tabla V. RELACION ENTRE GRUPOS CLINICOS Y BIOPSIA TEMPORAL Grupo --AT -~ PMR ATyPMR N.ºdecasos 4__ Biopsia+ .-3. 6 4 4* * En un caso fue positiva la biopsia contralateral. o o HALLAZGOS EXPLORATORIOS DE LA ACG Fiebre .................................... Anomalías temporales ................ Hepatomegalía ......................... F. de O. patológico ..................... Soplos vasculares ...................... 48 4 3 once. En sólo dos pacientes era inferior a 50 mm. Ninguno de nuestros pacientes tuvo VSG normal. Los dos pacientes con fosfatasas alcalinas elevadas tenían hepatomegalia. Ningún paciente testado fue positivo para FR, ANA y HBsAg, ni tenía elevación de enzimas musculares. En todos los pacientes se realizó biopsia de la arteria temporal. En siete pacientes se hallaron cambios histológicos típicos en la l.ª biopsia y en otro en la biopsia de la arteria contralateral. En la tabla V se relacionan los hallazgos histológicos con el cuadro clínico. fosas supraclaviculares se auscultaron en el paciente con claudicación en brazos y Raynaud. Se realizó estudio histopatológico de un paciente con hepatomegalia sin encontrar anomalías. Los datos analíticos quedan sintetizados en la tabla IV. La VSG (Westergren) a la 1. ª hora se encontró por encima de 100 mm en seis casos, siendo superior a 80 mm en Los enfermos con biopsia positiva fueron tratados con 40-60 mg de prednisona al día durante un mes o hasta que la VSG se normalizó. De la misma forma se trató un paciente con cuadro clínico de AT y biopsia negativa. Se redujo gradualmente la dosis hasta 7 ,5-15 mg diarios que se mantuvieron al menos 18 meses. Varios enfermos siguen su tratamiento después de 2 y 3 años. Cuando la biopsia fue negativa se comenzó con 10-20 mg de prednisona continuando con dosis de 5-10 mg. Un paciente con PMR fue tratado con antiiflamatorios no esteroideos. No hemos encontrado recidivas en ningún caso. Dos pacientes murieron 4 y 2 años después del diagnóstico por ictus e infarto de miocardio respectivamente. No se pudo realizar necropsia. La VSG era normal en ambos casos. Cinco enfermos han sido seguidos por un periodo de tiempo superior a 2 años. Discusión Hemos encontrado una clara predilección de la ACG por el sexo femenino, con una proporción de 2,5/1 similar a la descrita 213, 3 1, 37, 45, 54 aunque en algunas series esta proporción es netamente inferior 9, 11, 16, 22, 24. La edad media de presentación coincide con la mayoría de las 168 publicaciones previas 16, 22, 37, 4s, 4 3. Ninguno de nuestros pacientes tenia menos de 60 años 16, 20, 36, so. El tiempo de evolución hasta el diagnóstico fue de 1 a 3 meses en la mayoría de nuestros casos, inferior al que hemos encontrado en la bibliografía consultada 7, 16, 20, s3 . Malmvall y Bengtsson 37 hallaron en 20 de sus 68 enfermos una infección asociada al comienzo de la enfermedad, hecho no constatadó por nosotros. Son múltiples las formas de presentación. Paulley y Hughes 143 enumeran 14 tipos de comienzo. Frecuentemente los síntomas iniciales son inespecificos ls, 23, 47, s 3 y se pueden agrupar, siguiendo a Healey y Wilske 23 , en cinco síndromes: fiebre de origen desconocido 14, s2 , síndrome neoplásico 16• 23, 47 anemia 20, 4 1 claudicación 2, 31 y ne~ropatía 7, 24, 4< Sólo dos de nuestros pacientes comenzaron su enfermedad de modo atípico. Tres pacientes con PMR tenían cefalea inespecifica, sólo uno con biopsia temporal positiva. Es conocido que la PMR puede acompañarse de cefalea sin que ello suponga afectación de las arterias extracraneales 43, 44 • Los cinco enfermos con síntomas visuales tenían signos de arteritis en la biopsia temporal. No obstante, se ha descrito ceguera en pacientes con biopsia negativa 3 • De manera inconstante se hace referencia a las algias faciales 3, 4 2, que estuvo presente con relativa frecuencia en nuestra serie (37,5 %). En cinco casos constatamos artralgias, sobre todo en rodillas y muñecas, pero no objetivamos artritis 6, 38, 39. La afectación de grandes arterias en la ACG es un hecho a menudo ignorado a pesar de haber sido bien documentado. 6• 7, 11 18• 31• 40 . Puede dar lugar a signos isquémicos en extremidades 2 ~ 2 s, 31• 49 , aneurismas aórticos 19' 22 , isquemia mesentérica 4 s, 45 , etcétera. Un paciente que presentó un síndrome del cayado aórtico ha sido motivo de una publicación previa 2 • La hepatomegalia suele ir asociada a un incremento de las fosfatasas alcalinas, tal como sucedió en dos casos. Pero esto no se relaciona con una histología específica 1 s, 34. Es poco frecuente que la VSG a la l.ª hora sea inferior a 50 mm como en dos de nuestros pacientes y es excepcional que sea normal 5, 22 • No hemos encontrado asociación de la ACG con otras enfermedades 169 tal como se ha descrito recientemente 0, 26, 48, s1. En ocho pacientes existían anomalías palpatorias de las arterias temporales. En siete la biopsia demostró ACG. Se sabe que arterias anómalas se corresponden casi siempre con histología de ACG 20, 4 s, so, pero es frecuente encontrar cambios histológicos en arterias normales a la exploración física 11, 24, 4 s. De los catorce casos estudiados, en ocho la biopsia temporal fue diagnóstica de la ACG. Un paciente del grupo PMR tenía biopsia positiva. Fauchald 11 encuentra histología de arteritis en 20 de 49 pacientes con PMR aislada . Esto ha sido corroborado por múltiples autores 1• 17, 18, 37, 4 3, 4 s. En dos de nuestros pacientes que comenzaron con PMR se evidenciaron síntomas de AT meses más tarde. Jones y Hazleman 29 hallaron que el 44 % de los enfermos con PMR sin evidencia de AT en los estadías precoces, la desarrollaron con posterioridad y el 23 % de ellos tuvo complicaciones. Se recomienda realizar biopsia de la arteria temporal contralateral ante una primera biopsia negativa, porque resulta diagnóstica en un notable número de casos 3, 4 s, Esto es debido a la presencia de lesiones segmentarias, que se identifican en un 28 % de las biopsias 30 . Hemos tenido ocasión de comprobarlo en un caso. Se ha utilizado también como método diagnóstico la arteriografía temporal, exploración sensible pero poco específica 33 . Actualmente está bien establecido comenzar el tratamiento de la ACG con ·dosis elevadas de esteroides (30-80 mg de prednisona al día) 3, ls, 27 . En la PMR con biopsia negativa no existe un criterio unánime; se utilizan usualmente dosis de 10-20 mg al día 11• ls,s 4 , No obstante, otros 3, 29, 4 s son partidarios del tratamiento con dosis altas en todos los casos. Knudsen y cols. 32 abogan por el uso de corticoides depot. Finalmente, para algunos autores 8 es suficiente e incluso más segura la utilización de antiinflamatorios no esteroideos. La duración del tratamiento es un tema también debatido. Ultimamente se aconseja mantenerlo al menos durante dos años 11, 12• 3 7, s 4 . Se ha comunicado una recidiva después de 9 años del diagnóstico y tras 5 de terapia s. La administración diaria de esteroides es preferible a la pauta alterna 24. A pesar de las posibles complica- ciones la expectativa de vida parece ser similar a la de la población general 3, 28• 32 , aunque hay que contar con los efectos de los corticosteroides a largo plazo sobre pacientes ancianos s 3 , Durante el seguimiento de nuestros pacientes dos murieron por infarto de miocardio y ACV respectivamente. Tenían, entonces, una VSG normal. No se pudo comprobar mediante necropsia si la arteritis estaba en actividad, hecho este constatado excepcionalmente en enfermos sin VSG acelerada s 4 , No obstante, la monitorización de este parámetro es la guía más útil para el control de la ACG. Bibliografía 1. Alestig K y Barr J. Giant ce// arteritis . A biopsy study of polymyalgia rheumatica, inciuding one case oj Takayasu disease. Lancet 1: 1.228 -1.230, 1963. 2. Ayensa C, Muñoz J, Agud JM , Egurbide MV y Martfn E. Arteritis temporal y s fndrome del arco aórtico . Med. Clin. 80: 289, 1983. 3. Bengtsson GA y Malmvall BE. Giant ce// arteritis. Acta Med Scand supl. 558: 1-102 , 1982. 4. Bird HA, Essenlinckx W, Dixon A, STJ, Mowat AG y Wood PAN. An evaluation of criteria far polymyalgia rheumatica. Ann Rheum Dis 38: 434-439, 1979. 5. Blunberg S, Giansirawsa DF, Docken WP y Kantrowitz FC. Recurrence of temporal arteritis . Clinical recurrence nine years after initial illness. JAMA 244: 1.713, 1980. 6. Bruk MI. 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Two of them started with atypical symptoms. Polymialgia Rheumatica was the commonest symptom 171 %). Two patients l 14 %) had an irreversible blindness in eye one . Histoligic changes of arteritis were shown by temporal biopsy in 8 cases, one of which had no cranial manifestations. A raised ESR was a constant finding 1100 %) followed by a alpha-2 globulin increase 193 %) and anaernia 157 %). One patient had rare complication of thls disease: an aortic arch syndrome. The whole group responded well to the treatment. 50 REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 170