EL SIERVO DE DIOS LUIS DE TRELLES Confesor de su fe cristiana “En estos tiempos que corremos Son necesarios testigos, más que predicadores” Este verano tuve la oportunidad de participar en un curso organizado por la Fundación Luis de Trelles, y he podido conocer algo de la vida de este siervo de Dios. Ha sido un descubrimiento que me ha fascinado el entrar en contacto con su vida y su obra, que pienso es un modelo ejemplar para los cristianos de nuestro tiempo. Una persona que vivió su vida de fe en un mundo convulso como el que hoy vivimos, donde tan necesitados estamos de ejemplos de vida cristiana. Ha sido presentado ya en Roma la “positio”, los documentos que se requieren para iniciar el proceso de beatificación del Siervo de Dios, y ahora es necesario darlo a conocer y difundir su vida y sus valores. Con el fin de divulgar el conocimiento de esta figura ejemplar, he sido invitada a adentrarme en su obra verdaderamente excepcional y desgranar en pequeños retazos ejemplos de su vida, que pienso pueden servirnos como luz que ilumina y como fuerza que estimula Con temor y temblor me adentro en la tarea, consciente de mi poca capacidad., pero con el deseo y la ilusión de contribuir a que la figura de este “gigante” sea conocida, admirada e imitada. Y también que sea objeto de veneración, acudiendo a su intercesión para que el Señor nos conceda un milagro y que un día no lejano podamos invocarlo como un nuevo beato. Al adentrarme en su obra, una se queda sorprendida de la profundidad de su fe cristiana, de la belleza de sus sentimientos y de la grandeza de su vida, toda entregada a la gloria de Dios y al servicio de los hermanos. “Don Luis fue un cristiano practicante, un católico piadoso que practicó su fe católica de forma extraordinaria, arriesgando su vida, sacrificando tiempo, patrimonio y ocio y poniendo al servicio de esa tarea el ejercicio sobresaliente de sus muchas virtudes, practicadas con un cuidado, una delicadeza, un amor, una paciencia y una perseverancia verdaderamente admirables” (1) “Para empezar debemos advertir que don Luis de TRELLES fue un confesor de su fe cristiana consciente de serlo y determinado a serlo de forma activa y eficiente. El siervo de Dios quería alabar al Dios de su corazón y su Señor Jesucristo con la boca pura de los confesores, con la candidez de las vírgenes, con el ardor de los mártires, y con el amor en fin de las almas santas. El Siervo de Dios decidió imitar a CRISTO, según el modelo que le inspiró el profeta OSEAS en el texto seré como rocío, germinaré como el lirio, y mi raíz brotará como las del Líbano […] anheló llegar a ser uno de esos varones justos que operan su salvación con temor y temblor aquí en la tierra, y que, después de haber muerto propagan, contagian y dilatan la timiama de sus virtudes” (2) Marina Moa Banga ________________________ 1 Positio – Biografía, Cap. VI, p. 118 2 Ibid., Ibid, Cap. VI, p. 119