El ordenamiento ecológico territorial participativo, instrumento para

Anuncio
El ordenamiento ecológico territorial participativo
65
El ordenamiento ecológico territorial
participativo, instrumento para el
desarrollo rural sustentable: el
caso del municipio de Álamos, Sonora,
México
Adán Guillermo Ramírez García,* Marta Concepción Cervantes
Ramírez,**Pastor Sánchez García,*** Alejandro Ismael
Monterroso Rivas,**** Jesús David Gómez Díaz****
Introducción
A más de 30 años de que se iniciara formalmente la discusión sobre los problemas ambientales y los esfuerzos para resolverlos, se observa que dicha
problemática, lejos de resolverse, se ha agravado hasta alcanzar niveles críticos en ciertas áreas del planeta y en aspectos de carácter global. Ante esta
situación, una propuesta que ha generado mayor conciencia y apoyo de los
diferentes sectores de la sociedad es el desarrollo sostenible, a partir de la
publicación del Informe Brundtland en 1987 (Fundación Ebert, s.f.).
No obstante, prevalece la discusión acerca de cómo utilizar un concepto
tan abstracto y que implica relacionar aspectos naturales y socioeconómicos.
Por ello, es prioritario realizar investigaciones que permitan aplicar la sostenibilidad en los diversos ámbitos de la actividad humana (Barkin, 1998; Leff,
2000; Masera et al., 1999; Gliessman, 2002), superando la visión disciplinaria
* Centro Regional Universitario del Noroeste de la Universidad Autónoma de Chapingo.
** Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
*** Centro Regional Universitario del Noroeste de la Universidad Autónoma de Chapingo.
**** Departamento de Suelos de la Universidad Autónoma de Chapingo.
65
66
Ordenamiento territorial y participación social
en favor de una visión holística, sin ignorar todo lo demás, es decir, el entorno
del fenómeno estudiado.
En México, generalmente las comunidades rurales, debido a las condiciones de pobreza en que se encuentran, se ven obligados a realizar una explotación intensiva de sus recursos y a utilizar en determinadas actividades
predios que no tienen el potencial adecuado (Carabias et al., 1994). Por ello,
se considera que las comunidades rurales dependen en gran medida de sus
recursos naturales, lo que demuestra su importancia para resguardarlos, ya
que ellas pueden operar como aliadas de la protección biológica y la diversidad genética in situ (Bocco et al., 2000).
En este sentido Negrete y Bocco (2003) señalan que el ordenamiento ecológico es un instrumento de la política ambiental diseñado para caracterizar,
diagnosticar y proponer formas de utilización del territorio y de sus recursos
naturales, bajo el enfoque de uso racional, diversificado y participativo.
En cuanto al enfoque participativo éste se fundamenta en el supuesto de
que la participación de los interesados en los programas, los encargados de
tomar decisiones en las instancias centrales, los encargados de la implementación a nivel local y las comunidades beneficiadas por el programa en el
diseño, la implementación, el seguimiento y la evaluación de los programas,
mejora la calidad de los programas y ayuda a responder a las necesidades locales de desarrollo. Aumenta el sentido de la propiedad local respecto de las
actividades de los programas y aumenta la probabilidad de que esas actividades y sus efectos sean sostenibles (CONANP, 2004).
Desarrollo sustentable
Al hablar de desarrollo sustentable implica tomar una posición al respecto,
por lo que después de revisar el trabajo de Tetreault (2004), se determina
que el más adecuado para lo que aquí se persigue es el denominado modelo
comunitario de desarrollo sustentable (MCDS), dado que, los principios que
constituyen son eclécticos.
El MCDS, se basa en la recuperación y el fortalecimiento de las culturas
tradicionales y las economías de autosubsistencia, primero para satisfacer las
necesidades básicas de las mismas comunidades, y luego para producir un
excedente para el mercado.
El ordenamiento ecológico territorial participativo
67
En este contexto, propone que la ciencia puede desempeñar un papel
importante en este proceso. Las proposiciones normativas que lo constituyen son:
• Las causas principales de la pobreza y la degradación ambiental se encuentran en las estructuras socioeconómicas, en la explotación de las
grandes empresas capitalistas y en el uso de la tecnología inapropiada.
• Es necesario realizar cambios estructurales radicales.
• La comunidad debería ser el enfoque del desarrollo.
• La comunidad debería ser autodependiente.
• Es preferible usar y desarrollar tecnología tradicional.
• La diversidad (productiva, cultural, biológica, genética, etcétera) brinda
ventajas.
• La sustentabilidad ecológica es imprescindible.
• La participación debe venir de abajo y de adentro.
El MCDS no es un modelo global; es decir, no abarca todos los sectores de
la sociedad, más bien, es un modelo diseñado para las comunidades rurales.
Si bien no hay un solo punto de referencia que exponga todos estos principios
de una manera exhaustiva, sí hay lecturas que presentan el modelo de una
manera coherente, las cuales incluyen a Toledo (1996), Leff (1995) y SevillaGuzmán y Woodgate (1997).
Ordenamiento ecológico territorial
Dado que primero se definieron de manera separada al ordenamiento ecológico y al territorial y después de concluir que son complementarios, para
fines de este trabajo cuando se hace referencia al ordenamiento ecológico o
territorial, se debe de entender como ordenamiento ecológico territorial.
El ordenamiento territorial es una actividad relativamente nueva en el
mundo y con unos alcances, objetivos, métodos y contenidos no muy bien
delimitados aún (Pujadas y Font, 1998); de hecho, no existe un criterio unificado entre los distintos países en cuanto a su conceptualización y ello
se refleja en las distintas definiciones existentes (Massiris, 2003; Méndez,
1990).
68
Ordenamiento territorial y participación social
Se concibe como un proceso y una estrategia de planificación, de carácter
técnico-político, con el que se pretende configurar, en el largo plazo, una organización del uso y la ocupación del territorio, acorde con las potencialidades y limitaciones del mismo, las expectativas y aspiraciones de la población
y los objetivos sectoriales de desarrollo (Palacio y Sánchez, 2003).
Se concreta en planes que expresan el modelo territorial de largo plazo
que la sociedad percibe como deseable y las estrategias mediante las cuales se actuará sobre la realidad para evolucionar hacia dicho modelo (IGAC,
1996; Consejo de Europa, 1993; Gómez Orea, 2001; Massiris, en Palacio y
Sánchez, 2003).
En México, en 1988 entró en vigor la Ley General del Equilibrio Ecológico
y la Protección al Ambiente (LGEEPA), donde se define al ordenamiento ecológico como: [...] el instrumento de política ambiental cuyo objeto es regular
o inducir el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la
protección del medio ambiente y la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de
deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos (LGEEPA,
Título Primero, Art. 3, Fracción XXIII, D.O.F., 28 de enero de 1988).
Los principios rectores o los soportes conceptuales y normativos en los
que descansa el ordenamiento ecológico y territorial (SEDESOL, 2005), son
los siguientes:
1 Integralidad: Porque concibe las estructuras territoriales bajo un enfoque
holístico.
2 Participación: Es un recurso que otorga legitimidad y propicia viabilidad
en su aplicación, asegurando corresponsabilidad en las decisiones.
3 Prospectiva: Anticiparse al futuro, al diseñar escenarios sobre los cuales
se gestionará el desarrollo territorial local.
4 Equilibrio territorial: Debe reducir los desequilibrios espaciales al interior del territorio y mejorar las condiciones de vida de la población.
5 Sostenibilidad ambiental: Buscan que el uso actual de los recursos no
comprometa ni la disponibilidad ni la calidad de los mismos para las futuras generaciones.
6 Adaptativo: Plantea un esquema flexible que permite adecuar la propuesta
de ordenamiento territorial a los cambios experimentados por el territorio.
El ordenamiento ecológico territorial participativo
69
Además, implica la conjugación del conocimiento técnico con el tradicional, el manejo del territorio comunitario con el manejo del territorio regional, la administración comunitaria de los usos del suelo y la tenencia de la
tierra con las políticas de uso y manejo del territorio así como la visión y el
manejo de datos a la escala comunitaria y a la escala regional.
Evaluación rural participativa
La evaluación rural participativa (ERP) estima que la colaboración social es
un ingrediente fundamental para elaborar proyectos, impulsar un mejoramiento sustantivo en la calidad de vida local y conservar los recursos naturales. El método de ERP derivó de la evaluación rural rápida (ERR) y se utilizó
por primera vez a comienzos de la década de los ochenta (Chambers, 1983).
Constituye un enfoque participativo o un marco metodológico para obtener, evaluar y analizar, en un periodo corto, información relevante sobre las
realidades rural y urbana.
Su propósito es dar prioridad a los problemas esenciales, identificar y planificar posibles acciones concretas y estimular la discusión (Chambers, 1994).
Este enfoque involucra a la población local en la investigación y análisis, considera el conocimiento de la población local como punto de partida
y pone énfasis en el aprendizaje mutuo entre la población. De acuerdo con
Geertz (1994), cada grupo social tiene una manera de interpretar la realidad
y relacionarse con ella; desde esta dimensión (subjetiva de la vida social) da
sentido y orientación a sus acciones, por lo que se considera imprescindible
ubicar y reconocer el conocimiento local.
La ERP se basa en la premisa de que es frecuente que la solución a los
problemas sobre el manejo de recursos se encuentre en la propia comunidad,
por lo que definir tales problemas requiere del consenso entre los diferentes
grupos de usuarios, tanto para priorizar las dificultades como para proponer
posibles soluciones; es decir, la evaluación-planeación en conjunto sobre el
uso de los recursos naturales en el ámbito local (Pretty et al., 1995).
La ERP sólo podrá ser útil cuando se den estas condiciones fundamentales para la negociación, donde las comunidades están convencidas de participar (Leewis, 2000).
70
Ordenamiento territorial y participación social
Las herramientas participativas y el trabajo comunitario son procesos
que permiten crear espacios para compartir el conocimiento local (Centro
Internacional para el Ambiente y el Desarrollo, 1993), el ordenamiento ecológico territorial da el sustento necesario para que las propuestas de los proyectos detonadores además de estar consensuadas, respondan a necesidades
sentidas y tenga un componente técnico que avala las decisiones tomadas.
De acuerdo con Geilfus (2001), el desarrollo es un estado dinámico en el
que la participación hace posible pasar gradualmente de una pasividad casi
completa (ser beneficiarios) al control de su propio proceso (ser actor del autodesarrollo).
En este contexto, el presente artículo corresponde a los resultados de la
propuesta teórico-metodológica elaborada en la investigación “Planeación
participativa del uso y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales del municipio de Álamos, Sonora, México”.
Se pretende contribuir a la construcción de un marco teórico metodológico alternativo que permita diseñar un modelo de planeación de desarrollo
local a partir de proyectos detonadores en comunidades rurales, considerando su entorno regional. Teórica y metodológicamente se respalda en la
sustentabilidad, la evaluación rural participativa y el ordenamiento ecológico territorial, lo que permitió generar las unidades de gestión territorial, las
políticas ambientales y formular los proyectos detonadores.
Materiales y métodos
Localización y descripción del área de estudio
Álamos es un municipio del estado de Sonora, con importante rezago productivo y un alto índice de marginación, lo que ha provocado una fuerte
presión en el aspecto ambiental, económico y social, por lo que se requiere
planear de manera ordenada y sustentable su crecimiento y desarrollo futuro; para ello se deben considerar variables como tiempo, recursos y necesidades de los habitantes del municipio, así como el contexto en el que se
desarrolló el presente trabajo.
Sus alcances se plantearon desde el punto de vista técnico, reforzado con
la participación de diferentes actores sociales del municipio para elaborar
El ordenamiento ecológico territorial participativo
71
una propuesta objetiva y factible, apegada a las características ecológicas,
sociales y culturales con el objetivo elevar el nivel y calidad de vida de sus habitantes con el menor deterioro de sus recursos naturales (Ramírez-García,
A. G., 2005).
El estudio se realizó en el municipio de Álamos, ubicado al sureste del estado de Sonora, entre los paralelos 27°46.2’ y 26°23.4’ de latitud norte y entre
los 108°25.2’ y 109°15.6’ de longitud oeste, tiene una extensión en superficie
de 6,947.47 km2 (Figura 1).
Subsistema ambiental
Orografía. El 70% de la superficie total del municipio es zona accidentada,
localizándose en la región noreste y zonas aisladas donde el terreno está surcado por las derivaciones de la Sierra Madre Occidental. La altura sobre el
nivel del mar en esta área varía de 500 a 2,000 metros.
Hidrología. El río Mayo cruza de oriente a poniente el municipio procedente del estado de Chihuahua. La cuenca de capacitación del Río Mayo
Figura 1. Ubicación geográfica de la zona de estudio
72
Ordenamiento territorial y participación social
tiene 11,130 kilómetros cuadrados, su longitud es de 350 kilómetros; es la
principal fuente de agua superficial con sus escurrimientos controlados por
la presa Adolfo Ruiz Cortines.
Climas. Álamos presenta cuatro grupos climáticos, de los cuales los climas secos ocupan la mayor proporción de la superficie municipal abarcando
el 52.44%, seguido por los semicálidos subhúmedos 41.90%, templados subhúmedos 5.26% y por último el de los cálidos subhúmedos 0.40%.
Edafología. En el municipio de Álamos se encuentran ocho unidades de
suelo, que en orden de importancia son Regosol (45%), Litosol (27%), Cambisol (17%), Feozem (4%), Vertisol (3%), Xerosol (2%), Yermosol (1%) y Fluvisol
(1%).
Uso del suelo y vegetación. La selva baja caducifolia abarca cerca del 60%
del total municipal, el pastizal cubre el 18%, bosque pino encino tiene el 9%
de la superficie y con proporciones inferiores a 9% la agricultura, el matorral
y las áreas sin vegetación aparente, comprendidas en cuerpos de agua, asentamientos humanos y áreas sin vegetación.
Subsistema social
Demografía. De acuerdo con INEGI (2005) el municipio está conformado por
321 localidades, con una población total censada en el año 2005 de 24,493
habitantes, de los cuales 12,800 son hombres y 11,693 son mujeres; ocupando el lugar número 15 respecto a la población total del estado y equivalente
al 1.02%. Bajo estas consideraciones Álamos tiene una densidad de 3.5 hab/
km2. La tendencia poblacional en el municipio, ha registrado tasas de crecimiento negativas de acuerdo con los últimos censos generales de población y
vivienda y el II Conteo de Población (Cuadro 1).
Del total de la población se considera rural al 67% (16,292 hab.) mientras
que la urbana es del 33% (8,201 hab.) toda ubicada en la cabecera municipal.
Por otro lado el número de localidades con una vivienda es de 406 y el número de localidades con dos viviendas es de 298 y 269 localidades cuentan con
menos de 100 habitantes.
Distribución de la PEA. La población económicamente activa en el municipio de Álamos, en el período de 1980 al 2005 ha disminuido significativamente al pasar de 9,027 a 6,785, situación que se explica al analizar lo que
El ordenamiento ecológico territorial participativo
73
Cuadro 1. Tasa de crecimiento poblacional del municipio
Población
Tasa de crecimiento (%)
1980
1990
2000
2005
19801990
19912000
20012005
29,091
25,564
25,152
24,493
-1.3
-0.16
-0.44
Fuente: INEGI. Censo General de Población y Vivienda 1980-1990 y 2000; II Conteo
de Población y Vivienda.
pasa con la situación migratoria y la mínima oferta de empleo que se da en
todo el municipio (Cuadro 2).
Subsistema productivo
Producción pecuaria. La ganadería es la principal actividad productiva en el
área. A nivel municipal, se desarrolla en 648,414 ha de las cuales 607,017 ha
son de agostadero y 41,397 son praderas de zacate buffel. Se caracteriza por
una explotación de tipo extensivo (libre pastoreo) donde su productividad
depende de las lluvias.
Agricultura. La agricultura se desarrolla en 56,687 ha, de éstas 56,383 son
de temporal, 149 de riego y 155 mixtas. En lo que se refiere a los cultivos, los
principales son el sorgo, maíz, frijol, ajonjolí y cacahuate de los cuales, éstos dos
últimos son los que tienen mayor potencial productivo. Existen también otras
actividades como la fruticultura, sin embargo no se tienen datos confiables.
Cuadro 2. Actividades por sector en el municipio de Álamos
Sector de actividad
Número
%
Álamos (% del estatal)
Población ocupada
7,223
100%
0.89
Sector primario
2,886
39.96
2.24
Sector industrial
1,809
25.04
0.008
Sector servicios
2,325
32.19
0.006
No especificado
203
2.81
0.73
Fuente: INEGI, 2005. XII Censo General de Población y Vivienda.
74
Ordenamiento territorial y participación social
Forestal. El área forestal estimada para el municipio de Álamos es de
25,002 ha, de las cuales 10,215 son área maderable con bosque pino–encino
y 1,478 ha son área de no maderables. Los principales productos no maderables son vara blanca, postes de diferentes especies y carbón de mezquite.
Pesca y acuacultura. La actividad pesquera ha sido convertida en el sustento económico para un gran número de familias que habitan en las comunidades cercanas a la presa del Mocúzarit. En diversas ocasiones se ha
tratado de impulsar a la acuacultura con el establecimiento de programas de
administración de embalses para apoyar el repoblamiento de las principales
especies, la dotación de equipo de pesca y capacitación en el manejo de cooperativas, estas acciones han favorecido en mucho al productor.
Metodología para el trabajo de gabinete y campo
El presente estudio es un trabajo con enfoque multidisciplinario donde se
utilizaron metodologías de investigación cualitativas, básicamente herramientas y técnicas usadas en la ERP (talleres, recorridos de campo, entrevistas semiestructuradas).
Además se hicieron observaciones directas en campo. Las fuentes primarias y documentales fueron los principales medios para obtener información,
se hicieron revisiones bibliográficas y cartográficas.
Para llevar a cabo el POET fue necesario apegarse estrictamente a los
términos de referencia establecidos en el Manual de ordenamiento ecológico
del territorio (SEDUE,1988), los términos de referencia para la elaboración
del programa municipal de ordenamiento ecológico y territorial (SEMARNAT-INE-SEDESOL, 2005), los términos de referencia generales para la
elaboración del programa estatal de ordenamiento territorial (SEMARNAT–
SEDESOL–CONAPO–INEGI, 2001) y los indicadores que propone Palacio
Prieto, J.L., et al., (2004), así como la Ley General del Equilibrio Ecológico y
la Protección al Ambiente actualizada a febrero 2005 (Figura 2).
Resultados y discusión
Primero se presentan los resultados del ordenamiento ecológico territorial,
posteriormente los de la evaluación rural participativa, a continuación los
El ordenamiento ecológico territorial participativo
75
Figura 2. Metodología
Modelo comunitario de desarrollo sustentable en el sur de Sonora
Ordenamiento
ecológico territorial
Evaluación rural
participativa
Talleres con:
Levantamiento fisiológico
Sistemas de información
geográfica
Revisión documental y
bibliográfica
Análisis estadístico
Elaboración de indicadores
Recorridos de campo
Escenarios
• Tendencial
• Alternativo
• Estratégico
Unidades de gestión
territorial
Políticas ambientales
• Instituciones
• Organizaciones
• Comunidades
• De validación
Entrevistas
semiestracturadas
Recorridos de campo
Proyectos detonadores
proyectos detonadores y finalmente el modelo comunitario de desarrollo
sustentable. Los resultados del ordenamiento ecológico del territorio que
aquí se presentan para los fines prácticos de éste documento son las unidades de gestión territorial y las políticas ambientales. Las unidades de gestión
territorial (UGT) se caracterizaron por su homogeneidad en los atributos
naturales y/o su problemática socioambiental. Se obtuvieron a partir de la
sobreposición de los mapas de regionalización ecológica, principales comunidades vegetales presentes, diagnóstico ambiental (condición actual de la
vegetación y conflictos de uso) y potencialidad de uso (Figura 3).
Toda vez que fue analizada dicha sobre posición cartográfica, se delimitaron un total de 30 UGT, sin embargo fue necesario hacer subdivisiones de
estas para lograr una mejor distribución espacial. El resultado final de las
subdivisiones arrojó un total de 51 UGT. De acuerdo con los talleres de ordenamiento ecológico territorial participativo del municipio de Álamos (Ramírez-García, A. G., 2005a), relatoría forestal (Ramírez-García, A. G., 2005b) y
76
Ordenamiento territorial y participación social
Figura 3. Unidades de gestión territorial
relatoría ganadera (Ramírez-García, A. G., 2005c), se identificaron por cada
UGT las principales problemáticas en los sectores sociales, pecuario y forestal. Para cada UGT se propusieron las políticas ambientales, las cuales son:
El ordenamiento ecológico territorial participativo
77
Aprovechamiento. Se aplica en zonas donde existen usos productivos actuales o potenciales, así como áreas con características adecuadas para el
desarrollo urbano. En general se aplica cuando el uso del suelo es congruente
con su vocación natural. El criterio fundamental de esta política es promover
el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales del municipio. Esta
política se propone para un 20% de la superficie del municipio y comprende
14 UGT.
Protección. Se propone para las zonas donde actualmente se cuenta con
decreto de área de protección de flora y fauna natural a nivel federal. El criterio fundamental de esta política es la de preservar los ambientes naturales
con características relevantes, con el fin de asegurar el equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos y ecológicos. Es la política que mayor superficie comprende para el municipio al considerar un 53%. Se encuentran
16 UGT dentro de esta política.
Conservación. Aplica para áreas donde el uso del suelo actual está representado por paisajes relativamente poco modificados y están siendo utilizados racionalmente en algún grado. Como criterio fundamental se considera
no cambiar el uso actual del suelo, lo que permitirá mantener el hábitat de
muchas especies de animales y plantas. Esta política es la tercera en superficie propuesta al cubrir un 15% del municipio y comprende 10 UGT.
Restauración. Dirigida a las áreas con procesos acelerados de deterioro
ambiental, enfocada a revertir los problemas ambientales identificados o bien
su mitigación, la recuperación de tierras no productivas y el mejoramiento,
con fines de aprovechamiento, protección y conservación. Es la de menor
área que se propone para el municipio con un 12%y considera 10UGT.
Evaluación rural participativa
A continuación se muestran los resultados obtenidos en los talleres participativos realizados con Instituciones, productores forestales y ganaderos
(Cuadro 3).
Si bien los resultados del proceso de evaluación rural participativa son
mucho más amplios, para fines de este trabajo sólo se hace referencia a los
que se obtuvieron en los talleres participativos. Después de priorizar los problemas más importantes y considerar su posible alternativa se consensuaron
78
Ordenamiento territorial y participación social
Cuadro 3. Problemática y alternativas consensuadas en los talleres
participativos
Problemática
Alternativas
Socioeconómica
Socioeconómica
Desempleo
Pobreza y marginación
Migración
Infraestructura mínima
Falta de planeación y coordinación entre los sectores sociales y
de gobierno
Aprovechar el potencial turístico de la región
Impulsar el sector agropecuario en áreas cerca de ríos, arroyos y presas para comercio
Desarrollar proyectos productivos
Trazar carreteras que comuniquen a Sinaloa
y a Chihuahua
Promover la autogestión de proyectos
Ambiental
Ambiental
Escasez en la disponibilidad del
agua
Extracción ilegal de plantas y
animales
Caza furtiva
Deforestación
Erosión
Captación de aguas de lluvia
Extender la superficie de la APFF
Permisos, vigilancia y seguimiento a la extracción de plantas y animales
Construcción de obras de conservación de
suelo y agua
Ganaderos
Ganaderos
La actividad ganadera no es rentable
En verano escasez de agua y pastura
Bajo porcentaje de pariciones
Deficiente manejo de potreros
Abigeato
Ganadería doble propósito
Establecimiento de praderas
Construcción de bebederos
Asesoría técnica
Forestal
Forestal
No hay diversificación
Sobre explotación
Sistemas agroforestales
Reforestación en áreas criticas
El ordenamiento ecológico territorial participativo
79
Cuadro 3. Continúa
Problemática
Alternativas
Forestal
Forestal
No hay diversificación
Sobre explotación
Plagas y enfermedades
Actividad extractiva
Actividad poco redituable
Sistemas agroforestales
Reforestación en áreas criticas
Elaboración de planes de manejo
Permisos, vigilancia y seguimiento en aprovechamiento de recursos forestales
Otros
Narcotráfico
los cuatro proyectos detonadores. A continuación se describen brevemente.
Proyectos detonadores
Turismo alternativo. El proyecto está referido a una nueva forma de obtener beneficios directos de la naturaleza, estos pueden ser económicos, de
conocimiento, deportivos, de esparcimiento, viaje, cultura, relajamiento y
diversión dentro del propio concepto de turismo. El turismo alternativo debe
cumplir con algunas características como el ser sustentable, incluye algunas
ecotecnias dentro del proyecto y el uso de energías alternativas tomadas en
cuenta en la construcción de instalaciones necesarias para el hospedaje de
los turistas.
Captación de agua de lluvia. El proyecto va dirigido a cosechar el agua
de lluvia a través de los techos de las viviendas para subsanar las necesidades
de consumo doméstico, es decir la limpieza de la casa, el lavado de la ropa,
el consumo animal, etc. Para ello se tomaron en cuenta cuatro factores importantes en su diseño que son: precipitación pluvial (cantidad, frecuencia y
distribución), áreas de captación, capacidad de almacenamiento y demanda
de agua.
Ganadería de doble propósito. La cual se realiza considerando el factor
técnico, ambiental, social y económico, los que a su vez presentan diferentes
80
Ordenamiento territorial y participación social
elementos que marcan los requerimientos a cubrir para obtener un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales necesarios en el desarrollo
de la actividad pecuaria.
Sistemas Agroforestales. Este proyecto se refiere a formas de combinar
especies arbóreas y arbustivas, con cultivos agrícolas y animales, en un diseño que permita un manejo eficiente de tiempo y espacio, donde existen interacciones ecológicas y económicas. El objetivo es diversificar la producción
del sistema, respetando el principio de sistema sostenido. Las fichas técnicas de cada uno de estos proyectos se encuentran en Ramírez-García, A. G.
(2005d).
Modelo comunitario de desarrollo sustentable
El modelo comunitario de desarrollo sustentable (Figura 4), está compuesto
por cinco elementos: 1. Visión, se refiere a la meta final a la cual se desea
llegar, responde a las preguntas ¿por qué?, ¿para qué?, ¿para quién? y ¿qué? 2.
Estratégicos y tácticos, hace referencia al cómo estratégico, es decir la manera en que se alcanzará el elemento de visión. 3. Organización, se refiere
al cómo organizativo, tratando de definir quién o quiénes son los actores
involucrados en el desarrollo del municipio. 4. Ejecución, trata de responder
al cómo ejecutivo, especificando los proyectos, acciones y actividades propuestos según las unidades de gestión ambiental y las políticas ambientales
y; 5. Evaluación, se trata de llevarla a cabo desde tres perspectivas relación
beneficio-costo, satisfacción del cliente y evaluación de impactos donde tiene
que resaltar la relevancia, utilidad y pertinencia de los proyectos (RamírezGarcía, A. G., 2005e).
Conclusiones
La característica fundamental de la investigación y que la distingue de otras
es el esfuerzo que se hace por integrar aspectos teóricos con los prácticos.
Se contrasta teoría con realidad en un proceso dialéctico, lo que permite
el continuo replanteamiento de ambas. Intenta aportar elementos para la
construcción de un paradigma que analice, comprenda, proponga y evalué
soluciones integrales a partir de la conjugación de métodos y técnicas que se
Figura 4. Modelo Comunitario de Desarrollo Sustentable del municipio de Álamos
El ordenamiento ecológico territorial participativo
81
82
Ordenamiento territorial y participación social
consideran complementarias que, a su vez, nos dirijan hacia la construcción
de paradigmas alternativos.
Si bien es cierto que los términos de referencia para la elaboración de
ordenamientos, incluyen el componente participativo, este se ve más como
un agregado y muchas veces se toma como un anexo al documento. Dado el
tiempo, los recursos económicos y sobre todo los procesos de autogestión
que se pueden generar, en muchas ocasiones no se involucra a los actores
locales en todo el proceso de planeación.
La aportación de este trabajo, como instrumento de planeación y desarrollo regional, contempla como pilar para la construcción de las propuestas
la participación de actores del sector público, privado y social, de tal forma
que se conjuguen sus visiones bajo la óptica del manejo sostenible de los recursos naturales en un mismo esfuerzo para decidir el quehacer regional,
por lo que la utilización de la evaluación rural participativa, en este caso,
permitió la construcción robusta del modelo aquí presentado.
Referencias bibliográficas
Barkin, D. (1998). Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible. México: Editorial Jus.
43 pp.
Bocco, G., Velázquez A.y Torres A. (2000). Ciencia, comunidades indígenas y manejo de recursos naturales. Un caso de investigación participativa en México.
Interciencia, 25 (2), 64-70.
Carabias, J., Provencio E. y Toledo C. (1994). Manejo de recursos naturales y pobreza rural, México: Universidad Nacional Autónoma de México-Comisión Federal de Electricidad. 137 pp.
Centro Internacional para el Ambiente y el Desarrollo (CIAD). (1993). El proceso
de evaluación rural participativa. Centro Internacional para el Ambiente y el
Desarrollo-Instituto de los Recursos Mundiales. Montevideo. 103 pp.
Chambers, R. (1983). Rural development: Putting the last first. Londres: Longmans.
150 pp.
Chambers, R. (1994). The origins and practice of Participatory Rural Appraisal.
World Development, 22 (7), 953-969.
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). (2004). Guía
metodológica del sistema de monitoreo y evaluación participativa de los
El ordenamiento ecológico territorial participativo
83
programas de desarrollo regional sustentable, México: CONANP-SEMARNAT. 247 pp.
Consejo de Europa. (1993). Carta Europea de la Ordenación del Territorio.
Conferencia Europea de Ministros Responsables de Ordenación del Territorio - CEMAT.
Fundación Friedrich Ebert. (s.f.). Nuestro futuro común. Explicación al reporte
Brundtland, un resumen. México: Fundación Friedrich Ebert.
Geertz, C. (1994). Conocimiento local. Barcelona: Paidós.
Geilfus, F. (2001). 80 herramientas para el desarrollo rural participativo: diagnóstico, planificación, monitoreo y evaluación. México: IICA-SAGARPA.
208 pp.
Gliessman, S. (2000). Agroecología: procesos ecológicos en agricultura sostenible.
Costa Rica: Turrialba, LITOCAT. 359 pp.
Gómez, O. D. (2001). Ordenación territorial. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa/
Editorial Agrícola Española.
Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). (1996). Guía metodológica para la
formulación del plan de ordenamiento territorial urbano, aplicable a ciudades. Colombia: Bogotá, Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Subdirección de
Geografía. Editorial Linotipia Bolívar.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (1980). X Censo General de
Población y Vivienda. México: INEGI.
——— (1990). XI Censo General de Población y Vivienda. México: INEGI.
——— (2000). XII Censo General de Población y Vivienda. México: INEGI.
——— (2005). II Conteo de Población y Vivienda. México: INEGI.
Leewis, C. (2000). Reconceptualizing participation for sustainable rural development: Towards a negotiation approach. Development and Change, 31 (5), 931959.
Leff, E. (1995). Green Production: Toward an Environmental Rationality. Nueva
York/Londres: Guilford Press.
——— (2000). La complejidad ambiental. México: Siglo XXI.
Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). (2001).
México: Editorial Porrúa.
Masera, O., Astier, M. y López R., S. (1999). Sostenibilidad y manejo de recursos
naturales. El marco de evaluación MESMIS. México: Mundi-Prensa-Gira-Instituto de Ecología-Universidad Nacional Autónoma de México.
84
Ordenamiento territorial y participación social
Massiris, Á. (2003). Políticas latinoamericanas de ordenamiento territorial. Realidades y desafíos. (Tesis de Doctorado en Geografía). UNAM, México.
Méndez, E. (1990). Gestión ambiental y ordenación del territorio. Venezuela: Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Forestales, Instituto de Geografía y
Conservación de Recursos Naturales, Mérida.
Negrete, G. y Bocco G. (2003). El ordenamiento ecológico comunitario: una alternativa de planeación y participación en el contexto de la política ambiental de
México. Gaceta Ecológica, 68, 9-22. México: INE.
Palacio Prieto, J.L., et al. (2004). Indicadores para la caracterización y el ordenamiento territorial. México: SEDESOL, SEMARNAT, INE, UNAM. 161 pp.
Palacio Prieto, J. L. y Sánchez S., M. T. (2003). Segunda generación de guías metodológicas para la elaboración de planes estatales de ordenamiento territorial,
memoria escrita. México: Convenio específico de colaboración SEDESOL/Instituto de Geografía-UNAM.
Pretty, J., Guijt, I. and Thompson, J. (1995). A trainer’s guide to participatory learning and action. Londres: IIED Training Materials Series 1, IIED.
Pujadas, R. and Font J. (1998). Ordenación y planificación territorial. España: Editorial Síntesis, Colección Espacios y Sociedades (8).
Ramírez García, A. G. (2005). Programa de ordenamiento ecológico territorial del
municipio de Álamos, Sonora, México. CRUNO. Documento de trabajo. 419 pp.
——— (2005a). Taller “Ordenamiento Ecológico Territorial Participativo del Municipio de Álamos, Sonora, México”, 30 y 31 de marzo del 2005. CRUNO. Documento de trabajo. 30 pp.
——— (2005b). Taller Forestal “Ordenamiento Ecológico Territorial Participativo
del Municipio de Álamos, Sonora, México”, 27 de mayo de 2005. CRUNO. Documento de trabajo. 30 pp.
———(2005c). Taller Ganadero “Ordenamiento Ecológico Territorial Participativo
del Municipio de Álamos, Sonora, México”, 24 y 25 de mayo de 2005. CRUNO.
Documento de trabajo. 30 pp.
———(2005d). Proyectos detonadores para el desarrollo sustentable del Municipio
de Álamos, Sonora, México. CRUNO. Documento de trabajo. 68 pp.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, et al. (2005). Términos de
referencia para la elaboración de programas municipales de ordenamiento
ecológico y territorial. México: Agenda de transversalidad SEMARNAT-INESEDESOL.
El ordenamiento ecológico territorial participativo
85
Secretaría de Desarrollo Social, et al. (2005). Términos de Referencia Generales
para la Elaboración del Programa Estatal de Ordenamiento Territorial. México: SEDESOL, SEMARNAT, INEGI, CONAPO.
Secretaría de Desarrollo Urbano de Ecología (SEDUE). (1988). Manual de ordenamiento ecológico del territorio. México: Subsecretaría de Ecología.
Sevilla Guzmán, E. and Woodgate G. (1997). Sustainable rural development: From
Industrial Agriculture to Agroecology. En Michael Redclift y Graham Woodgate (Eds.), Massachusetts: The International Handbook of Environmental Sociology. Edward Elgar Publishing.
Tetreault, D. (2004). Una taxonomía de modelos de desarrollo sostenible. Espiral,
X (29), 45-77. México: Universidad de Guadalajara.
Toledo, V. (1996). Los ejidos y comunidades, lugar de inicio del desarrollo sustentable en México. Revista de la Universidad de Guadalajara, (6), 28-33.
REFERENCIAS HEMEROGRÁFICAS
(28 de enero de 1988). Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente. Diario Oficial de la Federación (DOF).
Descargar