Patrimonio Cultural en México

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PATRIMONIO CULTURAL EN MÉXICO
MARIO FARFAN ESTRABA
El patrimonio cultura! está formado por los bienes culturales que la historia le ha legado a una
nación y por aquellos que en el presente se crean y a los que la sociedad les otorga una especial
importancia histórica, científica, simbólica o estética. Es la herencia recibida de los antepasados, y
que viene a ser el testimonio de su existencia, de su visión de mundo, de sus formas de vida y de su
manera de ser, y es también el legado que se deja a las generaciones futuras.
En México existen dos tipos de patrimonio cultural: el material y el inmaterial, también llamados
tangible e intangible.
El patrimonio material o tangible es la expresión de las culturas a través de grandes realizaciones
materiales. A su vez, se puede clasificar en Mueble e Inmueble.
El patrimonio material o tangible mueble comprende los objetos arqueol ógicos, históricos,
artísticos, etnográficos, tecnológicos, religiosos y aquellos de origen artesanal o folklórico que
constituyen colecciones importantes para las ciencias, la historia del arte y la conservación de la
diversidad cultural del país. Entre ellos cabe mencionar las obras de arte, libros manuscritos,
documentos, artefactos históricos, grabaciones, fotografías, películas, documentos audiovisuales,
artesanías y otros objetos de carácter arqueológico, histórico, científico y artístico
El patrimonio inmaterial o intangible está constituido por aquella parte invisible que reside en
espíritu mismo de las culturas. Hl patrimonio cultural no se limita a las creaciones materiales.
Existen sociedades que han concentrado su saber y sus técnicas, así como la memoria de sus
antepasados, en la tradición oral. La noción de patrimonio intangible o inmaterial prácticamente
coincide con la de cultura, entendida en sentido amplio como "el conjunto de rasgos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social" y
que, "más allá de las artes y de las letras", engloba los "modos de vida, los derechos
fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias" A esta
definición hay que añadir lo que explica su naturaleza dinámica, la capacidad de transformación que la
anima, y los intercambios interculturales en que participa.
E! patrimonio inmaterial o intangible está constituido, entre otros elementos, por la poesía, ios ritos,
los modos de vida, la medicina tradicional, la religiosidad popular y las tecnologías tradicionales de
nuestra tierra. Integran la cultura popular las diferentes lenguas, los modismos regionales y locales, la
música y los instrumentos musicales tradicionales, las danzas religiosas y los bailes festivos, los trajes
que identifican a cada región de México, la cocina mexicana, los mitos y leyendas; las adivinanzas
y canciones de cuna; los cantos de amor y villancicos; los dichos, juegos infantiles y creencias
mágicas.
La protección al patrimonio cultural de la nación se encuentra contemplada en diversos articulados de
nuestra Constitución Política. Entre ellos se pueden destacar las declaraciones de los artículos 3° y 4°
de ese documento.
Por lo que se refiere al patrimonio tangible, reconocido como monumental, no existe una
declaración sustantiva sobre su protección, el señalamiento constitucional sobre el caso, enuncia
facultades al Congreso de la Unión para legislar sobre la materia, específicamente el art. 73 fracción
XXV dice:
El Congreso tiene facultad:
XXV. ...para legislar sobre monumentos arqueológicos, artísticos e históricos, cuya conservación
sea de interés nacional;...
En ei campo internacional existen un buen número de convenciones, recomendaciones,
declaraciones y cartas que despliegan una amplia gama de consideraciones normativas y técnicas
para la protección y conservación del patrimonio.
Nuestro país se encuentra comprometido jurídicamente con la Convención para la Protección del
Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de la UNESCO, hecha en París en 1972 y ratificada por el
Senado de la República en 1983. En este documento los estados firmantes reconocen que la
obligación de identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el
patrimonio cultural y natural situado en su territorio, le incumbe primordial mente. Procurará actuar
con ese objeto por su propio esfuerzo y hasta el máximo de los recursos de que disponga y llegado el
caso, mediante la asistencia y la cooperación internacionales de que se pueda beneficiar, sobre todos
en los aspectos financiero, artístico, científico y técnico.
Si bien otros documentos de esta naturaleza no tienen fuerza legal, si son fuente inagotable de
elementos técnicos que pueden nutrir y fortalecer los diversos instrumentos normativos estatales y
locales. Entre éstos encontramos: La Carta de Venecia, Recomendaciones relativas a la salvaguarda de
los conjuntos históricos y su función en la vida contemporánea de la UNESCO, elaborada en Nairobi
en 1976 o la Declaración de Washington de 1987, entre otros.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos fue promulgada
en el Diario Oficial de la Federación del 6 de mayo de 1972. Este ordenamiento responsabiliza al
Ejecutivo Federal y a sus organismos para la aplicación de la ley y se declara que el objeto de la ley es
de interés de toda la sociedad y sus disposiciones de orden público.
En este ordenamiento, se define la competencia del FNAH en materia de monumentos arqueológicos e
históricos y del INBA por lo que hace a los artísticos; asimismo, en otros ordenamientos legales del
ámbito federal se contemplan medidas para la protección de nuestro patrimonio cultural, por ejemplo
en la Ley General de Bienes Nacionales, la Ley General de Asentamientos Humanos, por mencionar
algunos.
Si bien, la protección del patrimonio monumental está reservada al ámbito federal, esto no limita a los
ordenamientos locales y municipales para legislar en lo no reservado a aquél ámbito de gobierno.
La esfera del patrimonio intangible es uno de esos campos en el que bien hace falta proteger
elementos como tradiciones, costumbres, leyendas, lenguas, gastronomía y muchos elementos más
de la cultura, también sería posible insertar elementos de protección en las legislaciones locales y
municipales sobre asentamientos humanos, reglamentos de construcciones, por enunciar sólo
algunos.
Actualmente existen más de veinte legislaciones estatales que tienden a proteger el patrimonio
cultural y complementar a la ley federal de la materia. Todos ellos, intentos bien intencionados que
ocasionalmente llegan a invadir espacios fuera de su competencia.
En resumen, la normatividad actual requiere de modificaciones que. en nuestro tiempo, posibiliten
una mejor protección y conservación del patrimonio, entre éstas, puede mencionarse:
1. Vincular la protección y conservación del patrimonio con la participación activa de los tres
niveles de gobierno y de la sociedad en general.
2. Modificar la ley federal para que se complemente y articule con otros ordenamientos en las
esferas federal, estatal y municipal, logrando una protección y conservación integral del
patrimonio.
3. Incluir en la ley sustantiva la protección y conservación de otras formas del patrimonio
como son: los paisajes culturales o la arquitectura vernácula, entre otros.
4. Definir, en la normatividad, ordenamientos en materia de imagen urbana, traza histórica,
volumetría y otras más para las ciudades históricas.
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