POEMA AL MAESTRO Dedicado a todos sus maestros Viviendo

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POEMA AL MAESTRO
Dedicado a todos sus maestros
Viviendo entre otras vidas, olvida su propia vida,
destruyendo las tinieblas de la ignorancia gana su guerra,
su mayor paga son las respuestas de sus alumnos,
reír con ellos es su mayor goce.
Aunque triste esté, sonriente se le ve
la imagen más perfecta de comprensión y amor.
Su tiempo lo regaló y nunca lo discutió.
Unos lo quisieron, otros lo olvidaron
Más él siempre los quiso a todos.
Ahora, lento camina, el viento lo vence
y su voz ya no luce galante como cuando les leía.
Sentado esta, mirando el cielo, sus ojos se cierran,
su mano cae y deja libre una hoja de papel.
La ultima nota escrita, el viento la entona
y la impulsa sobre la corriente de un río.
Me llevo el gran triunfo de saber que ustedes,
mis hijos, mis alumnos queridos,
representan en cada gesto, en cada andar, en cada vibración
pedazos de mí espíritu
que ahora ya son hombres seguros,
con ideales firmes y honestos.
Si algunos se pierden en esta rueda que es la vida,
volveré en la frase de un amigo, en la mirada de un niño,
en el entrecejo de un padre, o la caricia de una madre,
y te haré recordar, cual es tú 'camino'.
Autor del poema: Henry Binerfa Castellanos
Con estos versos del alma
dedico cada una de estas palabras
a aquellos mis maestros que un día
me dieron las letras con suma paciencia
Para aquellos con eterna sabiduría
que graban su conocimiento entre tintas
para aquellos que nos asombraron
con el arte y la belleza de su pluma eterna
Maestros, Maestras, Señoritas
tantas palabras para decir sabiduría,
la misma que en su plateado silencio
esperan que seamos frutos de sus sueños
Dichosos aquellos alumnos que escuchan
el infinito saber que derraman sus palabras.
Gracias Maestros, Maestras, Señoritas
gracias por ser inspiración divina de la vida
Así, con estas lineas del alma
les dedico cada una de estas palabras
para ustedes que me dieron las letras
a mis Maestros y Maestras...Gracias...
(Para mi madre, mi gran maestra, y para mi padre mi gran maestro
(ambos de la vida); y para mis maestros y maestras de mis días de escolar...Los quiero
mucho y les agradezco eternamente por su sabiduría...Gracias)
Autor del poema: Gabriel Juárez
INCIDENTE DOMÉSTICO
Traza la niña toscos garrapatos,
de escritura remedo,
me los presenta y dice
con un mohín de inteligente gesto:
"¿Qué dice aquí, papá?"
Miro unas líneas que parecen versos.
"¿Aquí ?" "Si, aquí; lo he escrito yo; ¿qué dice?
porque yo no sé leerlo..."
"¡Aquí no dice nada!", le contesté al momento.
"¿Nada ?", y se queda un rato pensativa
-o así me lo parece, por lo menos,
pues ¿está en los demás o está en nosotros
eso a que damos en llamar talento?-.
Luego, reflexionando, me decía:
¿Hice bien revelándole el secreto?
-no el suyo ni el de aquellas toscas líneas,
el mío, por supuesto-.
¿Sé yo si alguna musa misteriosa,
un subterráneo genio,
un espíritu errante que a la espera
para encarnar está de humano cuerpo,
no le dictó esas líneas
de enigmáticos versos?
¿Sé yo si son la gráfica envoltura
de un idioma de siglos venideros?
¿Sé yo si dicen algo?
¿He vivido yo acaso de ellas dentro?
No dicen más los árboles, las nubes,
los pájaros, los ríos, los luceros ...
¡No dicen más y nos lo dicen todo!
¿Quién sabe de secretos?
Autor del poema: Miguel de Unamuno
MADRE
Madre, desde la lejanía de tu gloria
me llegan con frecuencia bendiciones,
e infantiles fragmentos de oraciones
que suavizan la piel de la memoria.
Tu espíritu es un ave migratoria
que abandona las plácidas regiones,
para cubrir de aladas protecciones
al hijo, que tropieza con su historia.
Así, como hace tiempos, de pequeño
con mis lamentos perturbé tu sueño
y lo sacrificaste todo por mi suerte;
igual que cuando al mundo me trajiste:
¡bésame tiernamente si estoy triste
y arrúllame en la hora de la muerte!.
Autor del poema: Fernando Botero Betancur
Puntuación del poema: 6.27
Puntúa
Maestra vieja
Adusta y noble traza con su lápiz
sus cuadrículas llenas de ternura
Más que una informadora es una madre
que pule el sentimiento de los niños
Maestra vieja de encaladas sienes
la miro iluminada como un rezo
como una sabia que destila huellas
para que los cachorros no se pierdan
En el aula trabaja y sigue en casa
diseccionando libros y horizontes
Prepara el pasto para sus corderos
Es un milagro si le dan buen sueldo
La estrella de su vida siempre brilla
porque nació para alumbrar caminos
Por: Julio Iraheta Santos
OH MADRE
Brinda arrullo y regazo como el árbol y el ave
a la desolación de mis días aviesos.
La miel de sus palabras desciende hasta mis huesos;
con el blanco rumor de una lluvia suave.
En su mirar profundo puso dios con la clave
de la vida, honda urna de castos embelesos.
Se hace pura mi carne al calor de sus besos;
su plegaria es la estrella que dirige mi nave.
Me ha dicho alguna vez que fue triste su infancia.
¡Yo nunca le pregunto por las antiguas cosas!,
mas a su voz mi espíritu se llena de fragancia.
Si pienso en su niñez me inunda dulce llanto.
Cuando niña. ¡Quién sabe si al mirar unas rosas
su virginal entraña sintió crecer mi canto!
Autor del poema: Antonio Llanos
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