Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

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TD
NACIONES
UNIDAS
Conferencia de las
Naciones Unidas sobre
Comercio y Desarrollo
Distr.
GENERAL
TD/413
4 de julio de 2007
ESPAÑOL
Original: INGLÉS
12º período de sesiones
Accra (Ghana)
20 a 25 de abril de 2008
INFORME DEL SECRETARIO GENERAL DE LA UNCTAD
A LA XII UNCTAD
Globalización para el desarrollo: oportunidades y retos
GE.07-51185 (S) 260707 280707
TD/413
página 2
ÍNDICE
Párrafos
Prefacio: De Midrand a Accra .......................................................................
I.
II.
III.
Página
1 - 12
4
NUEVAS REALIDADES Y RETOS PERSISTENTES .................
13 - 55
6
A. Avances importantes .................................................................
13 - 23
6
B. Aprensión ..................................................................................
24 - 28
9
C. Retos persistentes......................................................................
29 - 34
11
D. La paradoja de los flujos de capital...........................................
35 - 43
12
E.
De "lograr precios correctos" a "lograr un desarrollo correcto" ....
44 - 55
14
COHERENCIA DE LAS POLÍTICAS MUNDIALES:
EL MULTILATERALISMO EN LA ENCRUCIJADA.....................
56 - 83
17
A. Desequilibrios sistémicos de la financiación mundial y
nuevo mercantilismo .................................................................
56 - 62
17
B. Conveniencia de un esfuerzo multilateral en la esfera de las
finanzas mundiales....................................................................
63 - 66
19
C. Una financiación sostenible para un desarrollo sostenido ........
67 - 76
20
D. Reducción de las asimetrías dentro del sistema multilateral
de comercio ...............................................................................
77 - 83
23
CUESTIONES FUNDAMENTALES DEL COMERCIO Y EL
DESARROLLO EN EL ACTUAL ENTORNO ECONÓMICO
MUNDIAL .......................................................................................
84 - 116
26
A. El surgimiento del "nuevo Sur" ................................................
85 - 91
26
B. Seguridad energética .................................................................
92 - 96
28
C. Movilidad y desarrollo: integración de la mano de obra .........
97 - 101
29
D. Servicios: nuevos horizontes del comercio y el desarrollo ...... 102 - 105
31
E.
Productos básicos: apoyo a la nueva tendencia ascendente..... 106 - 110
32
F.
Medio ambiente, cambio climático y desarrollo: los retos
futuros ....................................................................................... 111 - 115
33
G. Tecnología e innovación para el comercio y la competitividad.....
116
35
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página 3
ÍNDICE (continuación)
Párrafos
IV.
V.
Página
FORTALECIMIENTO DE LA CAPACIDAD PRODUCTIVA,
EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN: EL ENTORNO
FAVORABLE .................................................................................. 117 - 151
35
A. El marco mundial y el entorno favorable.................................. 119 - 128
36
B. Políticas nacionales para promover un entorno favorable ........ 129 - 151
38
FORTALECIMIENTO DEL PAPEL, EL IMPACTO Y LA
EFECTIVIDAD DE LA UNCTAD ................................................. 152 - 194
45
A. Mejora de los métodos de trabajo de la UNCTAD................... 156 - 175
46
B. Potenciación del papel de la UNCTAD en las cuestiones
emergentes ................................................................................ 176 - 190
50
C. Potenciación del papel de la UNCTAD en el contexto de la
reforma de las Naciones Unidas ............................................... 191 - 194
55
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página 4
Prefacio: De Midrand a Accra
1.
La última vez que la Conferencia se celebró en el continente africano, en Midrand
(Sudáfrica), en 1996, era una época prometedora y de esperanza tanto para Sudáfrica como para
el mundo en desarrollo. Los países en desarrollo esperaban aprovechar plenamente la rápida
aceleración de la globalización del comercio y los flujos de capital, y muchos habían intentado
ya integrarse en el sistema de comercio internacional, con la apertura de su sector financiero y de
su cuenta de capital, un pilar de su agenda de reforma económica. Se esperaba que la rápida
liberalización y la creciente dependencia de las fuerzas del mercado internacional y de la
competencia estimularan la eficiencia y la competitividad, lo que a su vez serviría para apuntalar
un crecimiento más rápido y una reducción de la disparidad de ingresos entre los países en
desarrollo y los países desarrollados.
2.
Este optimismo general fue alentado aun más por la reciente conclusión de la Ronda
Uruguay, que abarcó importantes sectores de interés para los países en desarrollo, y el
establecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con su sistema vinculante de
solución de diferencias para supervisar el sistema comercial basado en normas.
3.
Sin embargo, para finales del decenio de 1990 se había comenzado a perder confianza en la
agenda de apertura, tras la crisis financiera de Asia oriental, en la que se pusieron de manifiesto
los peligros que planteaba la apertura de la cuenta de capital. La euforia inicial acerca de las
posibilidades del sistema de comercio dio paso a un análisis más sobrio, a medida que resultaba
más evidente que los resultados reales no estaban a la altura de las expectativas. También resultó
evidente que la aplicación de los acuerdos de la Ronda Uruguay a menudo suponía un costo
importante para los países en desarrollo, mientras que muchos de los beneficios prometidos eran
difíciles de alcanzar y algunos de ellos se obtendrían sólo después de largos períodos de
transición.
4.
En términos generales, públicamente se reconocía cada vez más que la integración
económica por sí sola no estaba solucionando los problemas de desarrollo. A pesar de la amplia
liberalización del comercio, muchos de los países menos adelantados no habían logrado una
importante reducción de la pobreza, y algunos habían experimentado un crecimiento negativo.
La preocupación general de que los beneficios de la globalización se estaban obteniendo a costa
de los pobres, de la degradación ambiental y de los derechos de los trabajadores, se tradujo en
grandes movimientos de protesta de la sociedad civil.
5.
La reacción ante los desalentadores resultados en materia de desarrollo dio lugar a varias
iniciativas importantes. La más importante de ellas fue la Cumbre del Milenio de 2000, donde
los dirigentes de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron los objetivos de
desarrollo del Milenio, que habrían de alcanzarse para 2015. La subsiguiente Conferencia
Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey (México), en
marzo de 2002, examinó la cuestión de cómo movilizar fondos nacionales e internacionales para
lograr el desarrollo y alcanzar los objetivos.
6.
El cambio de prioridades se reflejó también en el sistema multilateral de comercio, cuando
los miembros de la OMC convinieron en celebrar otra ronda de negociaciones comerciales
en 2001 que abarcara una agenda concreta para el desarrollo. La desilusión con el historial del
proceso de liberalización del comercio en cuanto a desarrollo también llevó a que se prestara más
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página 5
atención a las limitaciones de la oferta y la capacidad productiva de los países en desarrollo
mediante la Iniciativa de Ayuda para el Comercio.
7.
Cabe señalar que esta nueva insistencia en el desarrollo surgió paradójicamente no en
momentos de crisis económica, sino más bien en un momento en que la economía mundial
estaba contribuyendo al crecimiento de un gran número de países en desarrollo. Tras la ligera
recesión experimentada a principios del decenio de 2000, que se debió al estallido de la burbuja
"puntocom" y a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el entorno económico
mundial ha sido extraordinariamente propicio. De hecho, las economías en desarrollo como
grupo han registrado resultados muy positivos en los últimos cinco años y alcanzaron un
crecimiento medio de 5 a 6%. Hoy en día, más países que nunca han podido beneficiarse del
entorno favorable. Hasta los países menos adelantados y otros países de África, que
experimentaron un crecimiento económico inestable en el pasado, han venido registrando una
tasa media de crecimiento anual de más del 5%, lo que representa un avance importante respecto
del crecimiento de los últimos años de los noventa. Sin embargo, no todos los países ni todos los
sectores de la población se han beneficiado de ese crecimiento, lo que explica en parte la
paradoja de la prosperidad y las protestas. Así pues, el viejo tema del crecimiento con equidad
se ha replanteado en un nuevo contexto, en el que se destaca la necesidad urgente de buscar
nuevas formas de compartir los beneficios de la globalización de una manera más democrática.
8.
Otro aspecto del crecimiento experimentado es que se ha atribuido a un cambio
fundamental en la estructura de la economía mundial. En 1996 gran parte de los flujos
comerciales y de inversión se establecieron entre economías desarrolladas, mientras que los
países del Sur eran principalmente proveedores de materias primas a cambio de productos
manufacturados, pero hoy la situación es muy distinta. Varios países en desarrollo grandes como
China y la India han experimentado un crecimiento espectacular en el último decenio, lo que los
ha convertido en motores del crecimiento de la economía mundial. Su demanda de
importaciones ha creado oportunidades de exportación tanto para los países desarrollados como
para los países en desarrollo. A raíz de ello, la participación del comercio Sur-Sur en la
economía mundial está aumentando, convirtiendo al comercio entre países del Sur en una
verdadera fuerza motriz del crecimiento. Además de participar en el comercio de mercancías,
muchos países en desarrollo han pasado a ser cada vez más exportadores de productos
manufacturados, de servicios con un alto coeficiente de mano de obra calificada y de capital.
9.
Así pues, se está perfilando la "segunda generación" de la globalización.
Una característica particular de esta fase de la globalización es la multipolaridad económica, en
la que los países del Sur desempeñan un papel importante. Actualmente es inconcebible
negociar un acuerdo económico internacional sin la presencia de China, la India, el Brasil y
Sudáfrica en la mesa de negociaciones. El nuevo peso económico de algunos países en
desarrollo crea oportunidades importantes para el resto del mundo en desarrollo. También pone
de relieve la necesidad de una diversidad más de que una uniformidad de las políticas.
10. Con todo, no hay que darse por satisfechos. Pese al éxito económico logrado en los
últimos cinco años, no hay que bajar la guardia por varias razones. La actual expansión
económica de base amplia está sujeta a riesgos que deben evitarse mediante una cuidadosa
gestión económica. Uno de esos riesgos es el de la acumulación continua de desequilibrios en
cuenta corriente a nivel mundial. Si esos desequilibrios no se corrigen de manera ordenada, gran
parte del impulso del crecimiento actual podría perderse. Otro riesgo es el de las posibles
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repercusiones de un aumento de los precios de la energía. Además, la experiencia del pasado
indica que podría revertirse buena parte de la tendencia al aumento de los precios de los
productos básicos. Por ello, es de fundamental importancia aprovechar los actuales beneficios
inesperados para que ese crecimiento pueda continuar y mantenerse. También hay indicios de
que las mejoras en los países del Sur están provocando reacciones proteccionistas en las
economías desarrolladas, lo que va en contra del modelo de liberalización que ha propiciado la
actual ola de globalización y amenaza con dañar el entorno propicio.
11. La segunda razón, y la de más peso, por la que hay que actuar con cautela es que, a pesar
de la expansión comercial sin precedentes, no todos se están beneficiando de la globalización.
Como se señala en párrafos anteriores, algunos países, y algunos sectores de la población dentro
de los países, están quedando al margen del enorme crecimiento actual y a menudo se ven
perjudicados por sus consecuencias. Los resultados económicos de los países en desarrollo no
exportadores de petróleo, por ejemplo, son mucho peores que los de los países en desarrollo en
su conjunto. Además, muchos países, especialmente los países menos adelantados y los países
en desarrollo de renta baja-media y los países en transición, no han podido traducir
efectivamente el crecimiento en una reducción de la pobreza y un mayor desarrollo humano.
A pesar del crecimiento acelerado, los progresos hacia el logro de los objetivos de desarrollo del
Milenio siguen siendo muy lentos.
12. Además, no todas las promesas de la globalización se han cumplido. Aunque la aplicación
de los acuerdos de la Ronda Uruguay ha ofrecido a los países en desarrollo un mejor acceso a los
mercados de los países desarrollados, la reducción de las barreras arancelarias de los últimos
años ha traído consigo un aumento de la utilización de medidas no arancelarias. La puesta en
marcha en 1996 de la Iniciativa para la reducción de la deuda de los países pobres muy
endeudados aún no ha permitido resolver los problemas de deuda externa, y los compromisos
contraídos con miras a aumentar la asistencia oficial para el desarrollo no se han traducido aún
en un aumento de las corrientes.
I. NUEVAS REALIDADES Y RETOS PERSISTENTES
A. Avances importantes
13. Desde principios del 2000, el resultado económicos general de los países en desarrollo y su
capacidad para dar alcance a los países más ricos han mejorado de forma impresionante en varias
esferas esenciales. La recuperación de la economía mundial desde el fin de la burbuja
"puntocom" ha estimulado el crecimiento en casi todos los países y regiones. Pese a las enormes
y persistentes diferencias en los ingresos absolutos, en el decenio 1996-2006 los países en
desarrollo aumentaron su ingreso real (PIB deflactado por el índice de precios al consumidor) en
un 71%, en comparación con un 30% en los países que integran el G-7. El ingreso real de
América Latina, pese a los fuertes reveces sufridos a causa de las crisis financieras del Brasil, la
Argentina y algunos países más pequeños, aumentó en un 39%, el de África en un 55% y el de
las economías en transición en un 57%. En 2006, cinco años después de iniciado el proceso de
recuperación mundial, sólo 2 de los 132 países en desarrollo registraron una reducción de su
ingreso real, a diferencia de 7 países en el período 2000-2005 y de 13 países a mediados del
decenio anterior. Al mismo tiempo, el grado de inestabilidad del crecimiento ha disminuido para
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ubicarse en los niveles que normalmente se observan sólo en las economías con un alto nivel de
desarrollo.
14. En este ambiente económico externo favorable, la mayoría de las economías en desarrollo
han registrado un fuerte crecimiento del empelo o han logrado estabilizar o reducir ligeramente
las tasas de desempleo. Sin embargo, el desempleo declarado en los países en desarrollo
reacciona a las altas tasas de crecimiento de manera mucho más lenta que el desempleo en las
economías desarrolladas. La razón principal de esta lenta reacción en las regiones en desarrollo
y en los mercados emergentes (que a veces se confunde con el crecimiento sin empleo) puede
explicarse por las enormes reservas de mano de obra que se ven alentadas a entrar en mercados
más formales sólo durante un período sostenido de aumento de la demanda de trabajo y de los
salarios. Como se observa en algunas de las economías emergentes, entre ellas China, el proceso
de integración de un gran número de trabajadores anteriormente infrautilizados en la fuerza de
trabajo declarada oficialmente puede tardar muchos años con tasas de crecimiento elevadas.
15. El crecimiento dinámico de los países en desarrollo se ha visto estimulado por el
extraordinario aumento de las exportaciones. Entre 1996 y 2006 las exportaciones reales de los
países en desarrollo prácticamente se triplicaron, mientras que las de los países del G-7
aumentaron sólo en un 75%. En este sector Asia llevó claramente la delantera, las economías en
transición y los países de América Latina ocuparon el segundo lugar y África registró
exactamente el mismo aumento que los países del G-7. En lo que respecta a las importaciones,
la expansión en las distintas regiones fue mucho más pareja. Asia fue el principal exportador,
con un aumento del 170%, mientras que el aumento de las economías en transición fue
del 150%. Los resultados de África fueron bastantes equilibrados, ya que las importaciones
reales aumentaron prácticamente en la misma proporción que las exportaciones. Desde 1995 el
comercio mundial de mercancías ha venido registrando una tasa de crecimiento media anual
del 7,5%, manteniendo las altas tasas de crecimiento que se registraron a principios del decenio
de 1990, aunque no se comparan con las tasas medias de más del 10% observadas en los años
sesenta y setenta. En términos generales, la participación de los países en desarrollo en el
comercio mundial aumentó del 29% en 1996 al 34% en 2006.
16. Un acontecimiento relacionado con lo anterior fue el aumento sostenido de los
intercambios Sur-Sur. Por ejemplo, se calcula que el comercio de mercancías Sur-Sur ha pasado
de 577.000 millones de dólares en 1995 a 1,7 billones de dólares en 2005. Ello trajo aparejado el
consiguiente aumento de la participación del comercio Sur-Sur en las exportaciones mundiales
de mercancías del 15% en 2005, en comparación con un 11% en 1995. En los últimos dos
decenios, la participación de varias economías emergentes en el comercio internacional de
mercancías y servicios ha aumentado considerablemente. Siete países en particular han
contribuido de manera notable a esta tendencia, a saber: Brasil, India, China, México,
Federación de Rusia, República de Corea y Sudáfrica. La participación de las exportaciones de
mercancías de estos países en el total de las exportaciones mundiales aumentó del 10,6%
en 1995 al 17,2% en 2005. Este fuerte aumento del comercio exterior contribuyó a que esas
economías emergentes lograran tasas de crecimiento económico elevadas, registrando un
crecimiento anual del PIB real del 5,7%.
17. Gracias a estos resultados favorables del comercio exterior, la balanza por cuenta corriente
de los países en desarrollo en su conjunto ha registrado un superávit por primera vez desde que
se puso fin al sistema monetario de Bretton Woods a principios de los años setenta, mientras que
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la de las economías desarrolladas ha sido deficitaria, debido principalmente al enorme déficit de
los Estados Unidos. Este cambio se observa en los tres grandes grupos regionales e incluso, lo
que resulta aún más sorprendente, en la mayoría de los subgrupos regionales más grandes.
En 2005, el África subsahariana (con exclusión de Sudáfrica, que registró un déficit del 6%)
experimentó un superávit en cuenta corriente de más del 6% del PIB, con una tendencia
claramente alcista. En América del Sur, el déficit de 2,5% registrado en 1995 se convirtió en un
superávit del 3% en 2005; con exclusión del Brasil, alcanzó un 4,5% del PIB. La única
excepción, si no se incluye a los países productores de petróleo de la región, la constituye el
grupo de las economías en transición de Europa oriental.
18. Existe una estrecha correlación entre el mejoramiento de los resultados económicos en
general y la reducción de los déficit en cuenta corriente y la aparición de regímenes
superavitarios en la economía globalizada después de las crisis financieras. Esto demuestra que
las fuertes repercusiones de los precios en las exportaciones y las importaciones propiciaron el
cambio en la balanza de pagos y al mismo tiempo estimularon el crecimiento. Sin embargo, hay
dos tipos de estímulos distintos.
19. El primer tipo puede observarse en muchos casos de países de renta media como la
Argentina y el Brasil. Ambos países anclaron su moneda nacional al dólar de los Estados Unidos
a principios de los años noventa para reducir la inflación. Esta estrategia implicaba una
apreciación real de la moneda nacional y una pérdida de competitividad durante cierto tiempo
porque el tipo de cambio nominal era totalmente estable (Argentina) o se depreciaba menos de lo
necesario para compensar los diferenciales de inflación (Brasil). En ambos casos, las cuentas
corrientes registraron déficit. Sólo después de experimentar una difícil crisis financiera y una
fuerte devaluación de la moneda lograron pasar a un superávit. En ambos países (al igual que en
otros casos de Europa y otras regiones) la devaluación fue primero una forma de salir de la crisis,
pero resultó ser beneficiosa para la actividad exportadora y para la reducción de las
importaciones de manufacturas durante un período mucho más largo. En otras palabras, la
competitividad general de varios países en desarrollo aumentó drásticamente gracias a la
devaluación monetaria forzada después de la crisis.
20. Sin embargo, muchos otros países perdieron parte de la competitividad que habían ganado
durante ese período debido a una nueva apreciación de su moneda. Ese fue el caso particular de
algunos países de Asia como la República de Corea, Tailandia e Indonesia, y del país más grande
de América Latina, el Brasil, donde la apreciación de la moneda inducida por la especulación ha
provocado un deterioro de las ventajas en cuanto a competitividad después de una crisis.
La situación de Europa oriental y de los países en transición en general en el comercio mundial
ha empeorado debido al rápido crecimiento de los salarios y a la sobrevaloración de las monedas,
lo que se refleja en los enormes déficit actuales por cuenta corriente de los países no productores
de petróleo de esa región.
21. El segundo tipo de estímulo para las cuentas corrientes de las economías en desarrollo en
el último decenio está claramente relacionado con la subida de precios de los productos básicos y
la consiguiente mejora de la relación de intercambio de los países productores de productos
básicos. Una vez más, el aumento de los precios de los productos básicos respecto del de los
productos manufacturados obedeció a una crisis externa; en vista de la baja elasticidad de la
demanda de esos productos, los ingresos de los productores alcanzaron niveles sin precedentes,
con lo cual mejoró la situación de su balanza exterior.
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22. La inversión en particular se ha visto afectada de manera positiva gracias a un entorno
favorable desde el comienzo del nuevo siglo. Si bien la inversión real en los países del G-7 ha
permanecido prácticamente estable (y el coeficiente inversión-PIB ha disminuido), las
economías en desarrollo lograron una fuerte expansión de la inversión (en cifras absolutas y
respecto de la demanda global) una vez superadas las crisis financieras. De hecho, la región más
dinámica en cuanto a inversiones fue África, que superó incluso a Asia al duplicar la inversión
fija a partir del año 2000. En vista de que Asia recibió una parte mucho mayor de la inversión
extranjera directa, el crecimiento de la inversión interna en África es realmente notable, pese al
nivel bastante bajo de su coeficiente de inversión en comparación con el de Asia.
23. La mayoría de los países también ha logrado iniciar un proceso de expansión estable de la
demanda interna. El consumo privado real aumentó en forma sostenida durante la segunda parte
del decenio de 1990 y desde entonces ha experimentado una aceleración notable. Como el
empleo no aumentó mucho durante este período, el crecimiento del consumo se atribuye más
bien al crecimiento del ingreso real de los hogares. Desde 2003 el consumo privado real ha
registrado en todas las regiones un fuerte crecimiento, y el de Asia ha sido el más dinámico.
B. Aprensión
24. El comercio y la integración financiera a nivel mundial han alcanzado dimensiones sin
precedentes, ya que en ellos intervienen continuamente economías, bienes, servicios e
instrumentos financieros cada vez más numerosos. Casi todos los países tienen que hacer frente
a los retos que plantean los mercados abiertos a nivel mundial y al poder que van adquiriendo los
interlocutores mundiales en esos mercados. En Asia, las nuevas naciones impulsoras de esta
economía mundial son más grandes y más dinámicas que sus predecesoras de los años setenta y
ochenta. Ello ha generado incertidumbre y aprensión.
25. Paradójicamente, los temores que infunde la globalización son comunes tanto en los países
ricos como en los países pobres, aunque por razones muy distintas. Las exportaciones
procedentes de las economías dinámicas de Asia, como China y la India, que penetran en el
mercado mundial de ciertos bienes de consumo se consideran la prueba de los peligros que
anuncian las nuevas fuerzas impulsoras del comercio mundial, aunque las empresas prósperas
que exportan desde esas economías emergentes sean propiedad de empresas internacionalmente
versátiles de países desarrollados. Esta aprensión se ve intensificada con la creciente
deslocalización hacia algunos países en desarrollo de servicios basados en la tecnología de la
información y la exportación de fábricas de alta tecnología a zonas con salarios bajos. Algunos
economistas y políticos influyentes de los países desarrollados consideran a los 1.500 millones
de trabajadores de las economías emergentes con pocos recursos de capital un elemento
adicional a la fuerza de trabajo existente en sus economías. Ello se suele interpretar de manera
simplista para aducir que la oferta mundial de mano de obra ha aumentado en un 50%, lo que a
su vez significa que, en el último decenio, la relación capital-mano de obra se ha reducido a la
mitad, lo que ha contribuido a crear una nueva abundancia de mano de obra (en particular mano
de obra poco calificada), a reducir los salarios, a aumentar los beneficios y a generar una presión
alcista de los tipos de interés debido a la escasez relativa de capital. Por consiguiente, se produce
un cambio drástico en el poder y los ingresos del mercado, que pasa a los dueños del capital.
Como consecuencia de ello, el concepto de "competitividad de las naciones" ha adquirido una
nueva connotación y mayor influencia en los países desarrollados, e incluso se ha puesto de
relieve en las negociaciones internacionales, entre ellas la Organización Mundial del
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Comercio (OMC). Ha generado una actitud fundamentalmente cautelosa hacia los países con
salarios bajos y ha dado lugar a peticiones para que se impongan normas sociales y de protección
del medio ambiente más estrictas en los países en desarrollo.
26. En el caso de los países en desarrollo, la aprensión se basa en la lenta obtención de los
beneficios derivados del comercio y la liberalización, y las incertidumbres y la falta de
autonomía nacional relacionadas con la rápida evolución de los mercados mundiales, que en gran
medida están impulsados y dirigidos por las principales economías. La falta de diversificación
de las estructuras de exportación, la dependencia de la inversión extranjera directa, la
dependencia tecnológica y la lentitud del proceso de convergencia económica y de reducción de
la pobreza absoluta se consideran motivos para cuestionar los beneficios mutuos prometidos por
la agenda de reforma para la apertura de los mercados. Además, el proceso de integración de los
países en desarrollo en la división mundial del trabajo durante el último decenio no fue tan fluido
como muchos esperaban. Las crisis financieras afectaron a muchos programas de desarrollo
prometedores y dieron lugar a experiencias traumáticas y a la dependencia respecto de los
mercados internacionales de capital y de los principales donantes. En parte debido a ello, en los
últimos años la recuperación del control y la ampliación del alcance de las políticas nacionales
han sido objetivos fundamentales de la agenda internacional de desarrollo de los países en
desarrollo.
27. Un examen más detenido de la cuestión indica que la realidad de los efectos de la
globalización se sitúa aproximadamente a mitad de camino entre los puntos de vista y los
temores divergentes presentados en párrafos anteriores. Los temores de las economías
desarrolladas respecto de la mano de obra con salarios bajos de los países emergentes del Sur
obviamente se han exagerado. A nivel internacional, la movilidad de la mano de obra es
sumamente baja y la movilidad del capital fijo, que no debería confundirse con los flujos
financieros a corto plazo, es bastante limitada. Por consiguiente, la igualación de los precios de
los factores y de la mano de obra en particular, no sucede de la noche a la mañana. De hecho,
desde la perspectiva de muchos de los países en desarrollo populosos la lentitud del proceso es
frustrante. El cambio estructural inducido por esta integración bastante fluida no ha impedido el
crecimiento en los países desarrollados ni ha acarreado el tipo de crisis que trajo aparejado el
aumento del desempleo en el mundo industrializado en los años setenta y ochenta. En cambio, a
medida que aumenta la productividad de la mano de obra en las economías emergentes, así como
los ingresos y su consumo interno, aumenta también la demanda de productos del resto del
mundo.
28. Además, es necesario examinar con detenimiento los efectos positivos que se derivan de la
dinámica de crecimiento de Asia y que se extienden a otras regiones de la economía mundial.
El auge de la demanda de productos básicos y el incremento de los precios de esos productos han
ofrecido oportunidades, desaprovechados durante mucho tiempo, a muchos productores de
productos básicos de los países en desarrollo y han dado lugar a una importante y prolongada
mejora de la relación de intercambio de esos países. Incluso África en su conjunto registró
durante medio decenio tasas de crecimiento superiores al 5% anual, pese al ambiente externo
negativo para algunos países que no producen productos básicos. Más importante aún, pese a
externalidades como el cambio climático, no es casualidad, ni tampoco necesariamente un
fenómeno pasajero, el que los resultados de la economía mundial desde el año 2000 hayan sido
mejores que los registrados en cualquier otro momento de los últimos 30 años. En todo el
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mundo, las tasas de crecimiento se aceleraron y se mantuvieron bastante estables durante un
período relativamente largo.
C. Retos persistentes
29. Pese a los impresionantes resultados registrados en los últimos años por los países en
desarrollo en su conjunto, muchos países, en particular los menos adelantados y otras economías
de renta baja, aún no han podido aprovechar el impulso de la recuperación y siguen dependiendo
de las exportaciones de productos básicos de bajo valor añadido. Esos países se han visto
afectados por el deterioro de la relación de intercambio, la gran inestabilidad de los precios
mundiales y la disminución de su participación en el comercio mundial. La participación en el
comercio mundial de las exportaciones de los 50 países menos adelantados (PMA), la mayoría
de los cuales se encuentran en el África subsahariana y dependen de los productos básicos, se
redujo de un 2,5% en 1960 a cerca de un 0,5% en 1995, y desde entonces se ha mantenido
aproximadamente en ese nivel, aunque el aumento de los precios de los productos básicos
contribuyó a aumentar su participación a un 0,8% en 2006.
30. Hay indicios claros de que en muchos casos las elevadas tasas de crecimiento económico
no se han traducido efectivamente en una reducción de la pobreza. Ello se debe en parte a que la
productividad agrícola es muy baja y, a que con el aumento de la población, la dimensión media
de las explotaciones agrícolas se está reduciendo, lo que crea una situación en la que resulta
difícil ganarse la vida razonablemente trabajando la tierra. Cada vez más personas buscan
trabajo fuera del sector agrícola. No obstante, la mayoría de los PMA sencillamente no pueden
crear oportunidades de empleo productivo para esas personas. En cuatro quintas partes de esos
países la productividad del trabajo no agrícola en el nuevo milenio fue inferior al nivel alcanzado
durante los 20 años anteriores; en efecto, la productividad del trabajo agrícola disminuyó en un
tercio de ellos.
31. Además, hay una diferenciación cada vez mayor entre los países en desarrollo de las
distintas regiones del mundo, incluidos los PMA. Esta tendencia comenzó a observarse en
particular desde 1980, pero se ha intensificado recientemente. Según estimaciones, en 1980 la
disparidad de ingresos internacionales entre los países en desarrollo (con exclusión de China)
podía atribuirse en un 64% a las diferencias entre las regiones y en un 36% a las diferencias
dentro de cada región. Sin embargo, para 2001 ese porcentaje se había invertido casi totalmente,
de modo que la disparidad de ingresos internacionales entre países en desarrollo (con exclusión
de China) se atribuía en un 62% a las diferencias dentro de cada región y en un 38% a las
diferencias entre regiones.
32. Estas estimaciones reflejan el hecho de que en cada región algunos países están obteniendo
buenos resultados mientras que otros experimentan un crecimiento muy lento. En América
Latina, por ejemplo, las estimaciones recientes sobre los cambios en la incidencia de la pobreza
entre 1999 y 2005 muestran una clara reducción de la pobreza en seis países (Chile, Colombia,
Ecuador, Honduras, México y República Bolivariana de Venezuela), mientras que en otros cinco
era evidente que estaba aumentado (Argentina, Bolivia, El Salvador, Panamá y Uruguay).
En otros cuatro países, de los que se dispone de datos, se observaron pocos cambios.
33. El reto para los encargados de formular políticas es buscar la forma de promover un
desarrollo integrador y mantener las principales características del actual entorno favorable más
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allá de cualquier reacción cíclica. Para ello es necesario enfocar de manera distinta la
gobernanza económica mundial y dar una nueva orientación a las políticas nacionales.
El consenso predominante, de poner en primer plano la cuestión de la liberalización de los
mercados y los precios flexibles ha resultado insuficiente a la luz de los complejos retos que
plantea la nueva generación de la globalización. Tiene que surgir una visión concreta de la
alianza mundial para el desarrollo basada en las nuevas realidades, que imponen la necesidad de
un equilibrio más equitativo y efectivo entre los mercados mundiales abiertos, la soberanía del
Estado-nación y el imperio de la ley y las normas internacionales conexas.
34. En términos generales, debería reconocerse que la teoría económica convencional quizás
no permita responder a todos los retos que afrontan muchos de los pobres en un mundo en
proceso de globalización. La experiencia demuestra que el asesoramiento sobre políticas de
integración ha expuesto a algunas comunidades a riesgos hasta ahora desconocidos, lo que las ha
hecho vulnerables incluso a los embates externos más leves. Hace diez años, muchos países de
Asia conocieron, por experiencia propia, los peligros de la excesiva confianza en la financiación
de la deuda, tanto la externa como la interna. En Tailandia, la respuesta a la crisis se basó en
gran medida en la filosofía de la "economía de la suficiencia" que el Rey de Tailandia desarrolló
a lo largo de muchos años. La economía de la suficiencia no es una receta de políticas, sino una
filosofía que incorpora valores universales que tienen que ver con las relaciones económicas y
humanas cotidianas. En ella se pone de relieve el consumo responsable, es decir: vivir con los
recursos de que disponemos y con moderación; utilizar los recursos en forma sostenible,
especialmente en la producción agrícola; fomentar el desarrollo de las pequeñas y medianas
empresas; y fortalecer la capacidad mediante el desarrollo endógeno. Merece la pena analizar si
estos principios podrían aplicarse a otros países en desarrollo para ayudarlos a desarrollar su
capacidad para resistir a los embates de la globalización y formular un desarrollo centrado en las
personas.
D. La paradoja de los flujos de capital
35. Desde hace varios años se ha ido invirtiendo el sentido de los flujos mundiales de capital a
medida que las balanzas de pagos por cuenta corriente fluctuaban y los países en desarrollo
pasaban a ser exportadores netos de capital y los países desarrollados importadores netos.
Por primera vez en décadas, los países en desarrollo como grupo han alcanzado un momento
excepcional de independencia con respecto a los mercados internacionales de capital.
El excedente de capital pudo utilizarse para reducir los tipos de interés mediante medidas de
política monetaria nacional y, por lo tanto, ha seguido estimulando la inversión interna. También
ha creado nuevas oportunidades para que las economías "emergentes", actuales y futuras,
gestionen de forma proactiva los flujos financieros de entrada y salida (oficiales y privados) y los
recursos nacionales, así como para que adopten políticas fiscales y monetarias adecuadas.
36. La teoría del desarrollo más ortodoxa consideraría que tal exportación neta de capital desde
los países más pobres es una limitación para la inversión interna. Sin embargo, no puede negarse
la realidad del aumento de la inversión interna en países en desarrollo exportadores de capital.
Las exportaciones de capital desde los países pobres en desarrollo (supuestamente dotados de
poco capital) al Norte rico (supuestamente dotado de mucho capital) no han minado la capacidad
de esos países para hacer inversiones internas en capital fijo en cantidades mayores que en
cualquier otro momento de los últimos 30 años, hecho que plantea un nuevo problema para la
teoría ortodoxa del desarrollo. Esto entraña la necesidad de volver a plantearse las premisas más
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importantes que versan sobre cuál es la mejor manera en que los países en desarrollo pueden
gestionar la relación funcional entre el ahorro, la inversión, los flujos de capital (lo que incluye la
inversión extranjera directa (IED) y la asistencia oficial para el desarrollo (AOD)) y las políticas
alternativas, así como los medios que ofrece tal diversidad de políticas para la convergencia
económica.
37. La creencia, sostenida en muchos círculos en materia de desarrollo durante muchos años,
de que los países más pobres tienen un "déficit de ahorro" crónico, debido a la incapacidad de
ahorro de los hogares, y sólo pueden contar con las entradas netas de capital permanentes para
recuperar el retraso, tiene que volver a considerarse a la luz de la actuación económica reciente
de un gran número de economías emergentes en todas las regiones. La aparente paradoja que
subyace a esa actuación, y el espacio de políticas más amplio que entraña, ha sido alentada
fundamentalmente por varias economías en desarrollo muy potentes con acceso a los mercados
(en Asia, América Latina y Europa oriental), y parece que es sostenible y pertinente para otras
economías emergentes. Sin embargo, aún queda por comprobar la amplia trascendencia que
tiene para los países muy pobres y otros países de renta baja y de renta media.
38. Sin embargo, las repercusiones de estas novedades para la política de desarrollo y el futuro
del mercado mundial abierto son notables, y apuntan hacia una nueva interpretación de la
interdependencia durante esta fase más reciente de la globalización. Si los países en desarrollo
son capaces de crear (y exportar) capital, eso debería disipar los temores cada vez mayores de los
países desarrollados sobre la repercusión que tienen en sus economías la deslocalización y la
escasez de capital en los países en desarrollo. Suele considerarse que son estos últimos factores
los que ejercen una presión a la baja sobre los salarios en las economías desarrolladas; pero, de
hecho, al cambiar completamente la orientación de los flujos de capital, puede que eso no sea
cierto.
39. Los países en desarrollo como China y la India siguen un recorrido similar al de otros
países como el Japón y la República de Corea cuando se estaban desarrollando hace 30 años:
tratan de lograr la convergencia económica aplicando altas tecnologías en un contexto de salarios
bajos, reduciendo así los costos laborales unitarios. Esta combinación de alta productividad con
salarios bajos hace posible saltar etapas en la evolución tecnológica interna habitual y mejorar la
competitividad global obteniendo rentas de monopolio temporales. Este modelo ha cobrado
fuerza desde que la devaluación provocada por la crisis rectificó los desajustes de los tipos de
cambio de la década de los noventa. Se ha demostrado la viabilidad y la importancia de esta
combinación de políticas para las realidades a las que tienen que enfrentarse las economías
emergentes excedentarias en capital y mano de obra en su larga marcha hacia el desarrollo sin
agravar en la práctica los desequilibrios mundiales ni menoscabar el bienestar en el Norte.
40. Por ejemplo, en un mundo globalizado en el que los horizontes de los gobiernos y las
empresas se amplían con rapidez, es un hecho cada vez más aceptado que los países pueden
utilizar las entradas y salidas de IED para mejorar la competitividad de sus recursos y
capacidades autóctonos. En ambos casos, se adquieren activos extranjeros (recursos,
capacidades, acceso a los mercados, patentes, marcas, conocimientos empresariales e
instituciones), lo que facilita el cambio estructural, fomentando así las ventajas comparativas
dinámicas y aumentando el potencial de desarrollo del país. Cada vez más los países en
desarrollo optan por una mezcla de entradas y salidas de IED. Es posible desde luego que
algunos países en desarrollo se encuentren en una posición más favorable para explotar u obtener
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nuevos activos a través de las salidas de IED, mientras que, puede que otros potencien mejor sus
ventajas competitivas o comparativas fomentando las entradas de IED, por lo que la balanza
varía considerablemente entre los países. Por ejemplo, a lo largo de los últimos 20 años China
ha pasado de depender enormemente de las entradas de IED a hacer un uso, relativamente
mayor, de las salidas de IED.
41. No obstante, también se observa que el porcentaje de IED en este proceso en China, en
particular, es mucho más elevado que el del Japón y la República de Corea en el pasado.
Sin embargo, el hecho de que haya cada vez más países en desarrollo que, a pesar de las mayores
entradas de IED, son exportadores netos de capital plantea la siguiente cuestión: ¿acaso lo
esencial es la magnitud de la importación de capital extranjero como tal o, lo que es más
importante, la importación de conocimientos especializados que trae aparejada el capital?
El hecho de que el propietario de una fábrica de un país en desarrollo sea un inversor nacional o
extranjero es una cuestión secundaria en los países con superávit de capital. En otras palabras, si
se integra en un conjunto amplio de políticas de desarrollo, la repercusión de la actual necesidad
de deslocalización no tiene por qué ser diferente de la repercusión de los anteriores procesos de
convergencia económica, en particular los impulsados por la imitación y la importación de
tecnología. Las consecuencias económicas son prácticamente idénticas para los países en
desarrollo y los países desarrollados. Está claro que los efectos que tiene la IED en el desarrollo
para la economía receptora dependen de una serie de factores, en particular la cantidad de efectos
tecnológicos indirectos de las filiales sobre las empresas nacionales, la creación de
eslabonamientos hacia delante y hacia atrás dentro de la economía, y las repercusiones en la
inversión interna.
42. No cabe duda de que el ritmo de desarrollo en las grandes economías emergentes puede
contribuir a una aceleración del cambio estructural en muchos países, tanto en desarrollo como
desarrollados. Para las economías desarrolladas, el desafío japonés de la década de los sesenta o
el desafío representado por los "tigres menores" de la década de los ochenta ha sido sustituido
hoy por el reto que plantean China o la India, aunque a una escala sin precedentes en épocas
anteriores. Como en el pasado, algunos sectores o grupos de trabajadores poco cualificados se
ven amenazados por competidores con bajos salarios en el extranjero que utilizan maquinaria
sofisticada. En muchos países se teme que el ritmo del cambio estructural pueda poner a prueba
la capacidad de ajuste de los empleadores y los empleados, lo que generaría desempleo y un bajo
crecimiento.
43. Sin embargo, no hay pruebas de que este proceso haya puesto en peligro la red de
seguridad social ni el crecimiento de los países desarrollados en general en los últimos diez años.
Más bien parece ser lo contrario. El hecho de que esos países desarrollados con grandes déficit
en sus balanzas por cuenta corriente, como los Estados Unidos o el Reino Unido, tengan mejores
resultados en cuanto a crecimiento y creación de empleo que los países más excedentarios, como
el Japón o Alemania, apunta claramente a que hay otros factores que explican el pésimo
rendimiento de este último grupo de países.
E. De "lograr precios correctos" a "lograr un desarrollo correcto"
44. Durante los años ochenta y noventa, la mayoría de los países en desarrollo emprendieron
reformas de amplio alcance orientadas al mercado. Las instituciones financieras internacionales
desempeñaron un papel dominante en ese contexto, mediante la concesión de préstamos,
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imponiendo su condicionalidad en materia de políticas a los países receptores de esos préstamos,
y como artífices de la agenda internacional de desarrollo. La agenda de reformas orientadas
hacia el mercado se basaba en la expectativa de que propiciara la acumulación de capital, el
progreso tecnológico y el cambio estructural a partir de una distribución más eficaz de los
recursos gracias a las mejoras de la estructura de incentivos y a una menor intervención estatal.
"Lograr precios correctos" fue el lema de esta agenda.
45. Sin embargo, desde el principio, la agenda ortodoxa de las reformas, conocida como
"Consenso de Washington", contrastó notablemente con exitosa recuperación del retraso de
varias economías de Asia oriental que habían basado sus estrategias de desarrollo en la
acumulación de capital, con el apoyo de políticas industriales pragmáticas y proactivas
combinadas con una integración más comedida y, con frecuencia, estratégica en los mercados
internacionales, y con políticas macroeconómicas proactivas.
46. Al parecer, esta estrategia empezó a fallar cuando, en la segunda mitad de los años
noventa, algunos de estos países experimentaron un descenso drástico, aunque breve, en su
crecimiento económico. Sin embargo, como mostró la UNCTAD en su momento, la crisis
financiera fue resultado en gran medida de la liberalización prematura de la cuenta de capital, lo
que hizo vulnerables sus economías a la volatilidad de los mercados internacionales de capitales.
Otros países de la región, que habían seguido estrategias de integración prudente y de políticas
proactivas, registraron resultados económicos favorables. Con la recuperación mundial que
comenzó después de 2000, incluso las economías afectadas por la crisis volvieron a experimentar
un fuerte ritmo de crecimiento.
47. En el contexto de crisis recurrentes en el sistema económico mundial, la formulación de los
objetivos de desarrollo del Milenio en 2000 puso de manifiesto cierto grado de insatisfacción
existente entre los dirigentes mundiales con la marcha del desarrollo y la lucha contra la pobreza
en las circunstancias que habían reinado en los dos decenios anteriores. En 2002, el Consenso de
Monterrey reconoció, entre otras cuestiones, que los países en desarrollo se enfrentaban al reto
de establecer las condiciones internas necesarias para lograr niveles suficientes de inversiones
productivas y para asegurar inversiones públicas complementarias para el desarrollo de las
capacidades locales, aspectos a los que no se había prestado mucha atención en los anteriores
programas de reforma. Al mismo tiempo, los encargados de formular las políticas de muchos
países en desarrollo empezaron a reconsiderar sus estrategias de desarrollo, guiados por las
exitosas estrategias de industrialización de una serie de economías de Asia oriental, así como por
la experiencia anterior de los países ahora desarrollados. Con todo ello se hizo patente la
creciente incertidumbre sobre el compromiso con la agenda ortodoxa de reformas y se puso de
manifiesto una conclusión común: las políticas macroeconómicas, comerciales e industriales
proactivas son necesarias tanto para el éxito de la integración como para lograr mejoras
continuas en el nivel de vida y la renta de todos los grupos de población.
48. Los datos históricos muestran que los países mejoran el nivel de vida de sus habitantes al
aumentar la productividad del trabajo. Eso va asociado a un cambio sustancial en la estructura
sectorial de producción y empleo, desde los productos agrícolas hasta los industriales, y a un
cambio de las actividades intensivas en mano de obra a una serie cada vez más amplia de
actividades intensivas en capital y tecnología. La transformación de la estructura de producción
requiere la participación de empresarios que puedan y quieran invertir en actividades novedosas
para la economía nacional. Hace tiempo que Schumpeter señaló la importancia de las
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inversiones innovadoras para el desarrollo económico, y no hace mucho se afirmó que la
innovación y el consiguiente aumento de la productividad explican buena parte del
extraordinario crecimiento en varios lugares del mundo desde la revolución industrial.
49. La inversión es crucial porque simultáneamente genera ingresos, aumenta la capacidad de
producción y entraña grandes posibilidades de complementación con otros factores del proceso
de crecimiento, como el progreso tecnológico, la adquisición de conocimientos especializados y
el perfeccionamiento institucional. Sin embargo, las inversiones innovadoras no son algo
automático, ya que pueden toparse con obstáculos estructurales e institucionales. Además, puede
que el entorno macroeconómico no sea apropiado para estimular y apoyar a los inversores que
quieran crear o aumentar la capacidad de producción e incrementar la productividad.
50. Por lo tanto, la clave para el proceso de desarrollo es crear las condiciones necesarias para
atraer inversiones innovadoras. La condición más importante es que las empresas tengan acceso
a fuentes fiables, adecuadas y rentables para financiar sus inversiones y la manera menos onerosa
de lograrlo es que los beneficios sean la principal fuente de financiación para las inversiones.
De hecho, si pudiera crearse un nexo entre inversión y beneficios, los beneficios de las
inversiones innovadoras incrementarían simultáneamente los incentivos para que las empresas
inviertan, así como su capacidad de financiar nuevas inversiones.
51. Por otra parte, cuando las empresas dependen mucho de los préstamos para satisfacer sus
necesidades de inversión fija y capital de explotación, como ocurre con las empresas nuevas, el
enfoque de la política monetaria nacional es de fundamental importancia, ya que los elevados
niveles de los tipos de interés nominales y reales tienden a hacer que aumenten los costos de
producción y de oportunidad. Una política monetaria demasiado restrictiva puede hacer que las
decisiones de inversión se inclinen a favor de activos financieros o de inversiones fijas en
actividades de producción con costos y pautas de demanda conocidos. De ahí la necesidad de
que concurran una amplia serie de condiciones para que las empresas competitivas en el plano
nacional tengan éxito como exportadoras en los mercados mundiales.
52. Los vínculos entre la inversión, el incremento de la productividad y la integración
satisfactoria en los sistemas comerciales y financieros internacionales, y el desarrollo económico
se han contemplado en los últimos años a través del prisma de la competitividad internacional.
Se han elaborado numerosos criterios y medidas de competitividad de los países, algunos de los
cuales se han divulgado ampliamente como clasificaciones mundiales de las naciones. De
hecho, el concepto de la competitividad puede contribuir a hacer entender mejor la distribución
de la riqueza en una economía globalizada si guarda relación con los ingresos nacionales y los
resultados del comercio internacional, especialmente el comportamiento de los sectores
industriales, que son importantes desde el punto de vista del empleo o el crecimiento de la
productividad. En este contexto, la competitividad es el resultado del desarrollo capitalista que,
siguiendo la lógica Shumpeteriana, es una sucesión de inversiones innovadoras vinculadas a una
competencia imperfecta y dinámica y a los aumentos de productividad. Esta interpretación
asigna un papel preponderante a la política económica con miras a facilitar inversiones que
aumenten la productividad y establece mecanismos institucionales que permitan un alto grado de
competitividad.
53. Se afirma que la nueva tecnología en forma de capital añadido por trabajador (o cambio
tecnológico incorporado) es un elemento central del proceso de desarrollo a través del cual se
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enriquecen las naciones. Y el cambio tecnológico incorporado es impulsado por la inversión
basada en la innovación de los empresarios autóctonos o en una utilización eficaz de los bienes
de capital importados. Por lo tanto, el concepto de competitividad en el contexto del desarrollo
económico debe tener en cuenta la interdependencia de la inversión, el comercio, las finanzas y
la tecnología. La cuestión clave consiste en determinar cómo los distintos precios, salarios, tipos
de cambio y acuerdos comerciales influyen en las inversiones innovadoras, y si los aumentos de
la productividad de cada empresa se traducen en beneficios para la economía en su conjunto.
Estos beneficios pueden reflejarse en el aumento del nivel de vida mientras se conserva el nivel
de la balanza exterior, o en el mantenimiento del nivel de vida y el aumento de las cuotas de
mercado al tiempo que se conserva el excedente exterior.
54. La competitividad en los mercados internacionales viene determinada tanto por factores
reales como monetarios. Puede aumentar a consecuencia de la productividad relativamente alta
de las empresas o de la economía nacional en su conjunto que no se traduce en mayores escalas
de salarios. Sin embargo, una mayor competitividad también puede ser resultado de una
depreciación del tipo de cambio efectivo real de un país tras la depreciación de su tipo de cambio
efectivo nominal o de un menor aumento de los salarios, en comparación con el incremento de la
productividad en otros países (por ejemplo, un crecimiento cada vez menor del costo unitario de
la mano de obra).
55. Sin embargo, cabe señalar que el concepto de competitividad descrito anteriormente es
pertinente fundamentalmente para los países de renta media, en los que el éxito económico
depende de las inversiones que generan una mejora continua de la productividad. Resulta menos
importante actualmente para muchos de los países más pobres, en los que la acumulación de
capital puede ayudar a aumentar los ingresos per cápita y el nivel de vida simplemente
permitiendo un mejor aprovechamiento de la mano de obra y los recursos naturales
infrautilizados, sin alterar la eficiencia con la que se utilizan los recursos.
II. COHERENCIA DE LAS POLÍTICAS MUNDIALES:
EL MULTILATERALISMO EN LA ENCRUCIJADA
A. Desequilibrios sistémicos de la financiación mundial
y nuevo mercantilismo
56. Un ingrediente esencial del sistema de mercado es que las empresas aumenten su cuota de
mercado a expensas de otras empresas, pero la idea de que las naciones sean quienes ganen a
expensas de otras naciones es mucho más problemática. Todos los países pueden aumentar
simultáneamente la productividad y los salarios, y el nivel de sus intercambios comerciales, y
mejorar así su bienestar económico general, pero no pueden aumentar todos ellos al mismo
tiempo su cuota de mercado o su excedente por cuenta corriente.
57. Por eso resulta preocupante que muchos actores importantes en la economía mundial estén
inmersos en una carrera a la baja en el intento de ganar cuota de mercado. Hasta ahora, la
comunidad internacional no ha podido ponerse de acuerdo sobre unas normas que impidan
"batallas económicas entre naciones", a pesar del hecho de que son contraproducentes a largo
plazo.
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58. Todo ello ha hecho que se preste atención a un fenómeno que se podría calificar como
"nuevo mercantilismo". La presión a la baja para mejorar la "competitividad internacional" de
un país no afecta únicamente a los salarios y las prestaciones sociales. Por ejemplo, muchos
gobiernos de Europa han ido reduciendo los impuestos sobre las sociedades y han concedido
generosas subvenciones a empresas para intentar atraerlas. El mundo, lo mismo que una entidad
regional como la Unión Europea, o una institución sectorial mundial como la OMC, que ha
intentado impedir este tipo de competencia sin límites que es atractiva para un actor individual
pero no puede tener éxito a escala de todo el sector, tiene que encontrar vías para limitar esta
improductiva competencia entre naciones.
59. El déficit extraordinario por cuenta corriente de los Estados Unidos (más
de 850.000 millones de dólares en 2006) y el excedente de varios países desarrollados y China
ponen de manifiesto el desorden en que se encuentra el proceso de integración mundial. Esta
situación está dando lugar a que aumenten las presiones políticas en el Congreso de los Estados
Unidos para que se actúe unilateralmente a fin de proteger al país antes de que sea inundado por
mercancías importadas. Paradójicamente, a pesar de las muchas tensiones y negociaciones, no
se ha dado a conocer ningún plan decisivo de actuación para reducir los desequilibrios a medio o
largo plazo. Algunos intentos de modificar el curso de los mercados de divisas han dado por
resultado algunas variaciones de los tipos de cambio reales de los países implicados, pero la
mayoría de estas variaciones no produjeron los resultados esperados.
60. La mayoría de las crisis financieras durante la etapa de flotación de los tipos de cambio
posterior a Bretton Woods se ha caracterizado por los diferenciales entre los tipos de interés
nominales y las consiguientes inversiones de cartera. Por norma, el volumen de las entradas de
divisas en los países que tienen una inflación elevada es lo bastante grande como para que
aumente el atractivo a corto plazo de sus monedas, lo que provoca su revalorización y que, a su
vez, aumenten los beneficios que se obtienen de las inversiones.
61. La revalorización de las monedas de los países con mayor tasa de inflación altera el
funcionamiento normal del "mecanismo cambiario" a corto plazo, lo que constituye una clara
falla del sistema. La subida de los precios practicados por los países con una inflación elevada
en el mercado mundial no resulta compensada por una depreciación nominal, lo que hace que esa
revalorización acelere la pérdida de competitividad de esos países y empeore rápidamente la
situación de su cuenta corriente.
62. Si los tipos de cambio no respetan el criterio del poder de compra a corto plazo y
desestabilizan las cuentas exteriores, la única forma de salir de esa situación es fijarse el objetivo
político de que se respete ese criterio. Las operaciones de compra de divisas para beneficiarse de
las diferencias de tipos de interés hacen inevitable poner en duda la generalizada aceptación de la
flotación como única solución viable para el problema del saldo exterior. Así pues, las presiones
que se ejercen sobre China para que deje flotar su moneda pueden tener finalmente unos
resultados inesperados. En la medida en que los tipos de interés son todavía bastante bajos en
China, es posible que el renmimbi se utilice para comprar divisas con unos tipos de interés
elevados y que por consiguiente se deprecie y de este modo aumente la competitividad de China.
Este resultado agravaría los desequilibrios mundiales.
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B. Conveniencia de un esfuerzo multilateral en
la esfera de las finanzas mundiales
63. Para las pequeñas economías abiertas, y en particular para los países en desarrollo,
disponer de un sector exterior estable y próspero tiene una enorme importancia. Por eso, el tipo
de cambio es el precio individual que más influye en estas economías, ya que define su
competitividad general y tiene una gran influencia en los niveles de precios nacionales. Para
evitar la lucha por las cuotas de mercado mediante la manipulación de los tipos de cambio, los
salarios, los impuestos o las subvenciones, y para impedir que los mercados financieros encaucen
en una dirección equivocada la posición competitiva de las naciones, es necesario un nuevo
"código de conducta" que regule la competencia general entre naciones.
64. Este código de conducta, que ha de imprimir un nuevo espíritu de multilateralismo en la
gobernanza económica mundial, tendrá que compensar las ventajas de un país y las desventajas
de otros países afectados directa o indirectamente. Por ejemplo, si la evolución de los tipos de
cambio nominales se aleja de la evolución de los parámetros fundamentales (diferenciales de
inflación), se influirá en el comercio internacional exactamente de la misma forma que si se
modificaran los aranceles y los gravámenes a la exportación. Por consiguiente, este tipo de
modificaciones de los tipos de cambio reales tiene que ser sometido a una supervisión
multilateral y a negociaciones. Tiene que haber una institución internacional que establezca
cuáles son los motivos que justifican un alejamiento de los parámetros fundamentales y cuál es la
dimensión necesaria de ese alejamiento, y tiene que haber un órgano multilateral con capacidad
de decisión que se encargue de vigilar el cumplimiento. La aplicación de estas normas es la
única posibilidad de que todos los interlocutores comerciales eviten pérdidas o ganancias
injustificadas de competitividad general, y de que los países en desarrollo eviten
sistemáticamente la trampa de una revalorización excesiva, que en el pasado ha sido uno de los
obstáculos más importantes para la prosperidad.
65. Por definición, el tipo de cambio de un país es un fenómeno multilateral y cualquier
modificación de este tipo de cambio en economías abiertas produce externalidades y tiene
repercusiones multilaterales. Por eso, la idea de un sistema monetario mundial cooperativo es
tan atractiva como la idea de un sistema multilateral de comercio. Con el mismo propósito que
las normas multilaterales de comercio, un sistema financiero mundial bien diseñado tendrá que
ofrecer condiciones de igualdad a todas las partes implicadas y ayudarlas a impedir la
competencia desleal. Actualmente, en un mundo en el que la interdependencia es muy elevada,
evitar las devaluaciones competitivas y otras distorsiones monetarias que tienen efectos
negativos en el funcionamiento del sistema internacional de comercio tiene más importancia que
en cualquier otro momento de la historia.
66. Los países en desarrollo se pueden dividir en dos grupos en función de sus necesidades de
financiación exterior: los países de bajos ingresos (y algunos países de ingresos medio-bajos),
sin acceso a los mercados financieros o con un acceso limitado a ellos, y los países de renta
media con acceso a los mercados (denominados frecuentemente países emergentes). Estos dos
grupos de países tienen problemas distintos. La mayoría de los recursos financieros externos que
reciben los países del primer grupo proceden de préstamos en condiciones favorables,
donaciones y asistencia oficial al desarrollo (AOD). El principal problema con que se
encuentran estos países es movilizar recursos financieros adecuados para mantener programas de
desarrollo y de reducción de la pobreza. Por el contrario, el segundo grupo de países puede
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emitir bonos soberanos en los mercados internacionales y muchos pueden recurrir cada vez más
a sus propios mercados financieros nacionales, que están creciendo. En este caso, el principal
problema es reducir la elevada volatilidad que caracteriza los flujos de capital privado a estos
países o bien aplicar políticas de reducción de los costos de esta elevada volatilidad. Para
obtener financiación, ambos grupos necesitan mantener el crecimiento o impedir la erosión de
los logros recientes. La cooperación multilateral, por imperativos de coherencia moral, política o
financiera, es hoy más necesaria que nunca.
C. Una financiación sostenible para un desarrollo sostenido
67. La segunda mitad del decenio de 1990 se caracterizó por la disminución de la AOD, pero
esta situación se invirtió en 2002, y en 2005 la AOD de donantes del Comité de Asistencia para
el Desarrollo (CAD) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se
elevó a 82.000 millones de dólares de los EE.UU. (0,33% de la renta nacional bruta (RNB) de
los países desarrollados). Sin embargo, a pesar de esta tendencia reciente, alimentada por las
medidas de alivio de la deuda y otros flujos excepcionales, los niveles actuales y previstos de
AOD siguen incumpliendo el compromiso del G-8 de doblar la ayuda a África para el año 2010,
y los países donantes como grupo siguen manteniendo un nivel de compromisos inferior al
objetivo convenido del 0,7% de la RNB. A pesar de las pruebas y argumentos poco
concluyentes de los escépticos con respecto a la necesidad y el impacto de la AOD, ésta sigue
siendo para muchos países menos adelantados y de bajos ingresos la única fuente de financiación
para diversas políticas y programas de desarrollo y de reducción de la pobreza.
68. Sin embargo, la distribución de la ayuda sigue caracterizándose por su selectividad e
inestabilidad. Los 20 primeros receptores de ayuda recibieron más de la mitad de la AOD neta
bilateral, menos del 50% de los receptores de ayuda recibieron el 90% de ésta, y muchos países
pobres de bajos ingresos recibieron una asistencia muy reducida. Gran parte del reciente
aumento de la ayuda se ha debido a las medidas de alivio de la deuda derivadas de la iniciativa
en favor de los países pobres muy endeudados (PPME) y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda
Multilateral. En 1990 la condonación de deudas representaba el 5% de los flujos totales de AOD
mientras que en 2006 representó el 30%. Un componente fundamental de la Iniciativa para los
PPME desde su establecimiento en 1996 ha sido la idea de que se trataba de algo adicional.
No obstante, la AOD menos las condonaciones de deuda disminuyó en 1997 a su nivel más bajo
desde que se lanzó la Iniciativa y sólo a partir de 2003 la AOD nominal menos las
condonaciones de deuda superó el nivel de 1995 para situarse en niveles comparables a los de
principios del decenio de 1990.
69. El hecho de que varios países en desarrollo se hayan convertido en prestamistas en los
mercados internacionales de capital refleja unas incoherencias más profundas de la estructura
actual de la arquitectura financiera internacional. Muchos países de ingresos medios y en
desarrollo mantienen tipos de cambio infravalorados y acumulan reservas internacionales porque
quieren poder hacer frente a crisis potenciales sin necesidad de apoyo de las instituciones
financieras internacionales o de cumplir las condiciones políticas que éstas establezcan. De ahí
que los mandatos y la funcionalidad de estas instituciones sean objeto de un continuo escrutinio
ya que corren un peligro de marginación pues los países en desarrollo más importantes se las
están arreglando sin ellas sea a través de sus propias garantías individuales sea proponiendo
instituciones alternativas.
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70. Para mejorar la eficiencia y la credibilidad universal del sistema financiero internacional
puede ser conveniente reformar las instituciones existentes para responder a las nuevas
realidades y generar un consenso sobre los mecanismos de prevención de crisis (como los
análisis de sostenibilidad de la deuda) y los mecanismos de solución de crisis (como la
reestructuración de deudas). Los donantes pueden desempeñar un papel importante ayudando a
los países en desarrollo a mejorar su capacidad de gestión de la deuda y de compilación y
publicación de información sobre la estructura de la deuda pública total.
71. A lo largo de los últimos años el FMI ha elaborado un Marco de sostenibilidad de la deuda
para los países de renta media con acceso a los mercados y el FMI y el Banco Mundial han
elaborado conjuntamente un Marco de este tipo para los países de bajos ingresos. El objetivo
principal del Marco para los países con acceso a los mercados es examinar sus vulnerabilidades y
elaborar políticas destinadas a disminuir la probabilidad de una crisis de la deuda, mientras que
el Marco para los países de bajos ingresos tiene también por objetivo orientar las decisiones de
la AIF sobre la distribución de las donaciones. Aunque se reconozca la creciente importancia del
endeudamiento interior, la mayoría de los análisis de la sostenibilidad de la deuda se centra en el
endeudamiento exterior. La práctica actual mejoraría si se estableciera un índice agregado de la
deuda que atribuyera mayor peso a los tipos de deuda "de mayor riesgo" que a los tipos de deuda
más seguros. Una mayor información sobre la estructura de la deuda y un estudio más profundo
de las vulnerabilidades que derivan de los diferentes tipos de deuda pueden ayudar a definir este
indicador. A su vez, mejorará así la gestión de la deuda y se reducirá la probabilidad de crisis de
la deuda pues el seguimiento de los riesgos será mejor.
72. La cuestión más importante que plantea el Marco para los países de bajos ingresos es la
utilización de unos indicadores definidos de la deuda para medir el riesgo de un país de tener
problemas de deuda y determinar así su posibilidad de obtener donaciones de la AIF. Según el
Marco, la sostenibilidad de la deuda depende de una combinación de índices de endeudamiento
de un país y de la calidad de sus políticas (calculada por medio del Índice de evaluación
institucional y de las políticas nacionales). La utilización de este índice sigue suscitando varias
preocupaciones. Las magnitudes se han fijado por medio de un cálculo econométrico que puede
dar unos resultados menos que óptimos ya que puede infravalorar la capacidad de
endeudamiento de los países situados en la categoría superior del índice y sobrevalorar la
capacidad de los países situados en la categoría inferior. El concepto de buen gobierno de las
instituciones tiene un carácter inherentemente subjetivo y, dado que el Banco Mundial hace
también recomendaciones sobre cuestiones de gobernanza, el índice puede reflejar simplemente
lo bien que los países siguen sus consejos. Otra preocupación es la que suscita la exactitud de la
medición y la coherencia de las mediciones de los distintos países, pues es posible que no
ofrezcan los incentivos y recompensas adecuados para los Estados frágiles y con escasos
resultados.
73. Además, el Marco se basa en la primacía del servicio de la deuda y no incluye
expresamente una evaluación de las necesidades que genera el cumplimiento de los objetivos de
desarrollo del Milenio. Como se indica en el Informe del Secretario General de las Naciones
Unidas sobre el seguimiento de los resultados de la Cumbre del Milenio: "… deberíamos
redefinir la sostenibilidad de la deuda como el nivel de deuda que permite a un país lograr los
objetivos de desarrollo del Milenio y llegar a 2015 sin que aumente su relación de
endeudamiento". La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que está
redactando unas directrices para el alivio de la deuda externa a fin de asegurarse de que la
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necesidad de atender al servicio de la deuda externa no constituya un obstáculo para el
cumplimiento de las obligaciones que supone el respeto de los derechos económicos, sociales y
culturales fundamentales, ha expuesto, por ejemplo, otras consideraciones. Mientras tanto, el
interés jurídico y político creciente por conceptos tales como deuda odiosa y concesión
responsable de préstamos añade una nueva dimensión al concepto de sostenibilidad de la deuda y
su aplicabilidad en su definición actual.
74. Otra tendencia importante de la financiación del desarrollo es la creciente importancia que
está adquiriendo el endeudamiento de las empresas frente a la deuda soberana. En 1996 sólo
el 20% de la deuda exterior a largo plazo era atribuible a prestatarios privados. En 2006 ese
porcentaje se había doblado y ascendía al 41%. El incremento del endeudamiento de las
empresas ha sido especialmente importante en Europa oriental y Asia central. En 2006,
empresas de esta región contrajeron nuevas deudas por un valor de 135.000 millones de dólares
de los EE.UU., lo que representaba el 40% del total de la deuda de sociedades privadas de países
en desarrollo, frente a un promedio del 19% durante el período 1996-2003. Europa oriental y
Asia central son las regiones con un índice mayor de endeudamiento exterior pues acumulan más
de un tercio de la deuda total de las economías en desarrollo y en transición. De la deuda a largo
plazo (743.000 millones de dólares), el 89% estaba en manos de acreedores privados y el 63%
estaba asumida por prestatarios privados.
75. La acumulación de reservas de divisas (que sumaban 522.000 millones de dólares en 2006)
ha puesto a los países de la región en una situación relativamente segura en caso de futuras
dificultades financieras o de deuda. Es posible, no obstante, que los prestatarios privados al
recurrir más a los mercados internacionales hayan profundizado su dependencia de los tipos de
interés y de los riesgos monetarios, y esta dependencia plantea varios problemas políticos.
El más importante de ellos es evaluar las responsabilidades subsidiarias del sector público por el
endeudamiento del sector privado. Los gobiernos tienen que prestar particular atención al rápido
aumento del endeudamiento en divisas de los bancos nacionales. Aunque no haya indicios de
que el sector bancario en su conjunto haya hecho préstamos excesivos en los últimos años,
algunos bancos de países de Europa oriental y Asia central han recibido grandes préstamos en los
mercados internacionales de capital y con estos fondos han concedido préstamos en el mercado
interno, lo que puede dar lugar a desequilibrios monetarios de los bancos o en los balances de los
prestatarios finales, aumentando así la fragilidad financiera.
76. En 2008, la comunidad internacional se reunirá en Doha para examinar el cumplimiento
del conjunto de compromisos suscritos en las esferas de la financiación, el comercio y la
inversión en el Consenso de Monterrey. Ello debe dar lugar a que se preste mayor atención a la
importante interacción entre el endeudamiento exterior y otros elementos nuevos que amplían el
espacio reservado a las políticas financieras en los países en desarrollo. Un objetivo importante
de una arquitectura financiera internacional que se adapte mejor a las realidades del nuevo siglo
debe ser la creación de instrumentos de deuda más seguros (como los bonos indizados en función
del PIB o de productos básicos). En este sentido, las instituciones multilaterales pueden
desempeñar un importante papel a través del asesoramiento político y de la promoción de
emisiones coordinadas de tales instrumentos por un grupo de países de forma que puedan
hacerse comparaciones. Los bancos multilaterales de desarrollo podrían conceder préstamos con
calendarios de reembolso vinculados al crecimiento del PIB a fin de promover la idea de indizar
los pagos de la deuda en función de los resultados económicos. La estructura de la nueva
arquitectura financiera debe centrarse en la prevención de las crisis pero no debe descartar que
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incluso un sistema mejorado pueda no estar al abrigo de crisis y por consiguiente deba incluir
mecanismos para resolverlas de acuerdo con las líneas generales de la hoy olvidada propuesta de
un mecanismo de reestructuración de la deuda soberana en caso de impago de la misma.
D. Reducción de las asimetrías dentro del sistema multilateral de comercio
1.
Doha en la encrucijada
77. A escala multilateral, la Ronda de Doha de negociaciones comerciales de la OMC, iniciada
en noviembre de 2001, tenía el objetivo de posibilitar la integración del desarrollo en el sistema
multilateral de comercio y corregir los desequilibrios existentes en el régimen de comercio. Para
lograr unos resultados orientados hacia el desarrollo es imperativo que se cumpla el objetivo
Nº 8 de desarrollo del Milenio, es decir, un sistema comercial y financiero multilateral "abierto,
equitativo, basado en normas, previsible y no discriminatorio". Hoy, sin embargo, el sistema
está en una encrucijada.
78. Después de la Sexta Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en diciembre de 2005
en Hong Kong (China), la Ronda de Doha entró en su fase más crucial. Hay una necesidad
urgente de encontrar soluciones a cuestiones básicas, en concreto, el acceso a los mercados
agropecuarios, la ayuda interna a la agricultura, los aranceles aplicados a los productos
industriales y los servicios. Es importante un reajuste estructural ambicioso de las políticas
agrícolas para posibilitar unos resultados equilibrados y focalizados en el desarrollo. Sigue
siendo imperativo que los resultados finales de la Ronda de Doha incluyan, sobre una base
contractual, un contenido sustancial de desarrollo que abra nuevas oportunidades comerciales a
los países en desarrollo. Para asegurar la credibilidad del sistema es preciso que el paquete de
medidas para el desarrollo incluya cinco elementos fundamentales:
a)
Primero, el resultado de la Ronda de Doha ha de ser una ampliación adicional y
significativa del acceso real a los mercados y de la entrada de las exportaciones de
mercancías manufacturadas, productos básicos y servicios procedentes de los países
en desarrollo en los mercados más importantes para ellos a fin de permitirles crecer y
prosperar. Esto implica la eliminación de aranceles, la supresión de la progresividad
y las crestas arancelarias, permitir el acceso a los sectores de servicios de interés para
los países en desarrollo, en especial en los modos 4 y 1, y eliminar los obstáculos no
arancelarios. La concesión a todos los PMA de un trato libre de derechos y
contingentes para todos sus productos de manera duradera, según lo convenido en la
Sexta Conferencia Ministerial de la OMC, que sigue pendiente de su completa
materialización, es un símbolo de la importancia que se atribuye a todo esto.
b)
Segundo, la Ronda de Doha debe dar origen a mejoras de las normas multilaterales
que aborden y eliminen las asimetrías actuales y aumenten la justicia y equidad del
sistema multilateral de comercio. Es indispensable reducir sustancialmente o
eliminar las subvenciones a la agricultura que distorsionan el comercio para nivelar
el terreno de juego y permitir una competencia leal en el comercio de productos
agropecuarios. También es importante que la apertura de los mercados se produzca a
un ritmo y con una secuencia que sean adecuados, y que se proceda además a una
reforma de las instituciones y los reglamentos, en particular en la esfera de los
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servicios, con el acompañamiento de políticas favorables y ayudas para aumentar la
capacidad de la oferta interna.
c)
Tercero, la dimensión de desarrollo significa que debe haber un grado adecuado y
suficiente de autonomía política para que la gobernanza económica permita a los
países gestionar y regular eficazmente sus políticas económicas internas en función
de los objetivos nacionales de desarrollo y de las políticas públicas, dentro del marco
multilateral de derechos y obligaciones de la OMC. Todo ello se traduce en medidas
tales como aplicar un trato especial y diferenciado más operativo y sin que exija una
reciprocidad plena; proteger los ingresos arancelarios; promover las industrias
incipientes y prevenir la desindustrialización; mantener las antiguas preferencias
comerciales; salvaguardar la seguridad alimentaria y de medios de vida, y el
desarrollo rural; permitir la utilización de políticas y medidas para fomentar la
producción, diversificación y competitividad del sector de los productos básicos;
asegurar un acceso universal a servicios esenciales y de infraestructura; asegurar el
acceso a medicamentos esenciales; prestar atención a las cuestiones relacionadas con
la aplicación; y atender a las preocupaciones de las economías pequeñas y
vulnerables.
d)
Cuarto, se necesita la solidaridad de la comunidad internacional con los países en
desarrollo para que éstos realicen los reajustes necesarios y asuman los costos de la
aplicación, construyan las infraestructuras relacionadas con el comercio y fomenten
la creación de capacidad para aprovechar las oportunidades comerciales. En este
contexto, la Iniciativa de Ayuda para el Comercio es un complemento esencial de la
liberalización comercial dentro del sistema de comercio. Si aporta una ayuda
adicional, podrá desempeñar un papel importante de asistencia a los países en
desarrollo para que obtengan del comercio unas ganancias sostenidas, que se sumará
a la ampliación del acceso a los mercados, unas normas equilibradas y unas políticas
internas razonables.
e)
Quinto, es importante asegurar la coherencia y una interfaz positiva entre los
acuerdos comerciales regionales (ACR) y el sistema multilateral de comercio.
En cuanto a la marea incontenible de regionalismo, la mejor garantía contra la
continua erosión del sistema multilateral es un progreso firme en la Ronda de Doha y
su conclusión con éxito. En concreto, las normas de la OMC sobre los ACR, que se
están abordando en las negociaciones de Doha, necesitan aclaraciones y mejoras que
permitan ampliar su cumplimiento y tener debidamente en cuenta los aspectos de
desarrollo de los ACR.
79. La participación universal en la OMC es fundamental para la legitimidad y gobernanza del
sistema de comercio. La adhesión de 29 países en desarrollo y con economías en transición es
pues una prioridad sistémica. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que se ha pedido a los
países en desarrollo que se adhieren a la OMC una liberalización relativamente profunda y unos
exigentes compromisos de reforma, incluso compromisos que van más lejos de lo exigido en
la OMC. Es de crucial importancia que en todas las etapas de las negociaciones de adhesión se
aseguren unas condiciones justas y equitativas, acordes con las necesidades comerciales,
financieras y de desarrollo de los países que vayan a adherirse y ofrecer a éstos un apoyo mayor
en todas las etapas de las negociaciones de adhesión.
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80. Una tendencia notable del sistema internacional de comercio es que, al haber disminuido
los aranceles a resultas de ocho negociaciones comerciales multilaterales, la importancia relativa
de los obstáculos no arancelarios ha aumentado tanto como instrumentos de protección como
para regular el comercio. La naturaleza de los obstáculos no arancelarios más utilizados también
ha cambiado: han aumentado las medidas destinadas a proteger a los consumidores locales
mientras que han disminuido las medidas destinadas a proteger a los productores locales.
En muchos países desarrollados, la política reglamentaria se centra actualmente en la protección
del medio ambiente, la salud pública y la seguridad e incluye frecuentemente unas normas para
el mercado interno más estrictas que las normas internacionales vigentes. Aunque estas
reglamentaciones no contravengan directamente las normas de la OMC, abren la vía para abusos
proteccionistas y se traducen además en un aumento de los costos de su cumplimiento.
2.
Proliferación de acuerdos de integración regional
81. Otra característica notable del sistema internacional de comercio es la proliferación
mundial de iniciativas de integración regional, en particular ACR. El número de ACR
operativos, sean Sur-Sur, Norte-Norte o Norte-Sur, se espera que ascienda a 400 en 2010.
Actualmente, el comercio entre asociados en ACR representa casi el 45% del comercio mundial
de mercancías. Dado el creciente número de ACR y de participantes en los mismos, y la
ampliación de su cobertura comercial, su impacto sobre el sistema internacional de comercio
será significativo. Es necesario prestar cuidadosa atención al alcance de estos acuerdos y a su
impacto en el desarrollo de los países en desarrollo, especialmente la tendencia a una
liberalización más profunda, una agenda que vaya más allá de la OMC y un enfoque volcado
hacia el interior que dificulte el comercio con terceros y pueda socavar el sistema multilateral de
comercio.
82. La cooperación regional, si se gestiona correctamente, puede constituir otra vía para
proteger a los participantes más débiles frente a la actuación sin trabas de las fuerzas del
mercado y frente a crisis imprevisibles. No se puede esperar que la liberalización regional
produzca por sí misma ganancias sustanciales en la esfera del desarrollo, pero puede servir de
base para enfoques innovadores al ampliar la cooperación e incluir políticas comunes o bien
coordinadas en la esfera monetaria y financiera, el desarrollo industrial, la infraestructura y el
empleo. Una cooperación eficaz en estos frentes podrá no sólo acelerar el crecimiento de la
producción de los países en desarrollo y ampliar sus capacidades comerciales, sino también
aumentar su influencia en la gobernanza económica mundial.
83. La estrecha relación entre la regionalización y la industrialización en Europa occidental y
Asia oriental se ha citado muchas veces como uno de los elementos de un camino virtuoso hacia
el desarrollo. A este respecto, la Unión Europea es un ejemplo de cooperación regional
excelente para otras regiones. Permite extraer algunas lecciones sobre el fortalecimiento de las
instituciones y la elaboración de políticas comunes que pueden ser útiles a la hora de formalizar
la cooperación entre países en desarrollo. Por otro lado, la experiencia de integración regional en
Asia oriental, que se ha producido sin que se haya llegado a un acuerdo formal de cooperación
política, constituye un ejemplo de crecimiento y cambio estructural a escala regional que puede
ser útil para identificar las fuerzas motrices reales de la dinámica económica.
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III. CUESTIONES FUNDAMENTALES DEL COMERCIO
Y EL DESARROLLO EN EL ACTUAL ENTORNO
ECONÓMICO MUNDIAL
84. El ritmo, el alcance y la escala sin precedentes de la globalización antes descrita no sólo ha
generado una nueva realidad, sino también ha agudizado o indicado la urgencia y la necesidad de
dar una atención renovada a algunas cuestiones fundamentales del comercio y el desarrollo.
La facilitación de la integración cuantitativa y cualitativa de los países en desarrollo y los países
con economías en transición en el sistema de comercio internacional exige que se definan esas
cuestiones fundamentales y, en los próximos años, se evalúen sus repercusiones en el desarrollo,
y se elaboren las políticas y medidas pertinentes en los planos nacional e internacional. En este
capítulo se señalarán algunas de esas cuestiones, entre ellas el comercio del nuevo Sur y el
comercio Sur-Sur, la seguridad energética, la movilidad de la mano de obra, los servicios, los
productos básicos, el medio ambiente y el cambio climático y la tecnología y la innovación.
A. El surgimiento del "nuevo Sur"
85. El comercio Norte-Sur sigue siendo importante, ya que el Norte suministra los principales
mercados y fuentes de importaciones, inversión y tecnología para los países en desarrollo.
Por otra parte, el Sur se está convirtiendo actualmente en una importante fuente y mercado de
destino para el Norte, lo que refleja una creciente interdependencia. Además, el hecho
significativo es que el comercio Sur-Sur, en lo que respecta a cantidad y calidad, ha surgido de la
periferia del comercio mundial para convertirse en un aspecto cada vez más central y dinámico.
Una parte integrante de esta transformación ha sido el surgimiento del nuevo Sur, una nueva
variedad de países en un proceso dinámico de crecimiento del comercio y de la inversión, con
carteras y empresas mundiales muy diversificadas. La globalización tiene ahora también una
fachada Sur. Se han producido una diversificación marcada de las canastas de exportaciones e
importaciones y mejoras en la relación de intercambio, lo que incluye un aumento de los
aspectos complementarios y el comercio. El comercio de mercancías Sur-Sur se triplicó,
de 577.000 millones en 1995, a 1,7 billones en 2005; ello elevó la parte de las exportaciones
mundiales de mercaderías correspondiente al comercio Sur-Sur al 15% en 2005, lo que
representa el 46% del comercio de mercancías de esos países. El sector manufacturero
representó una gran parte del comercio Sur-Sur, y ascendió a 42% en 2005, pero los productos
básicos están ocupando un lugar cada vez más dominante, y el comercio de servicios ha
comenzado a crecer con fuerza.
86. El comercio intrarregional es el puntal del comercio Sur-Sur, si bien el comercio
interregional ha florecido, especialmente desde 2000. Los intercambios Sur-Sur dentro de Asia
representan el 80% del comercio Sur-Sur de la región asiática, pero se ha observado un
incremento del comercio de Asia con África y América Latina, impulsado en gran medida por su
demanda de energía, alimentos y materias primas industriales, y sus exportaciones de
manufacturas a otras regiones en desarrollo. Al mismo tiempo que China es uno de los
principales impulsores de la expansión del comercio Sur-Sur (el comercio de mercancías
China-África ascendió a un total de 55.500 millones de dólares en 2006), la India, el Brasil,
Sudáfrica y los países de Asia sudoriental son también impulsores potenciales en los planos
regional e interregional.
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87. Las repercusiones de este fenómeno en las propias economías impulsoras, los demás países
en desarrollo y el resto del mundo son múltiples y evolucionan constantemente. Es necesaria
una evaluación realista y una vigilancia sistemática del ascenso, la capacidad y los retos
persistentes del nuevo Sur, para que el crecimiento continúe y se pueda a su vez repetir los
buenos resultados en esos países y en el resto del Sur. La mejor manera de asegurarlo es
adoptando las mejores prácticas comerciales del nuevo Sur, como el apoyo a la capacidad
productiva, la adición de valor, la construcción de infraestructuras y enlaces, y la transferencia de
tecnologías apropiadas. Se necesita una adaptación e innovación institucional en los planos
nacional, regional y mundial, para aprovechar y materializar más eficazmente las posibilidades
de desarrollo del Sur.
88. El comercio Sur-Sur está comenzando a adquirir una masa crítica propia . Será necesario
seguirla alimentando constantemente a través de acuerdos adecuados de infraestructura y
liberalización y facilitación del comercio y la inversión, disposiciones sobre financiación,
coordinación de la macroeconomía y de la política reguladora y mecanismos consultivos.
Además, el Norte puede desempeñar una función de apoyo, lo que incluye ofrecer un acceso de
mercado preferencial y un trato acumulativo Sur-Sur en las normas de origen para construir
cadenas de producción y comercio Sur-Sur. Ya algunas empresas del Norte han contribuido a
crear cadenas de valor y de oferta regionales e interregionales, y ello indudablemente ha de
recibir un nuevo impulso. Se pueden orientar específicamente los programas de la Iniciativa de
Ayuda para el Comercio en apoyo del comercio Sur-Sur a fin de producir un efecto
multiplicador. El mejoramiento del poder adquisitivo individual y colectivo, y el crecimiento de
la capacidad productiva y la demanda en el Sur deberían redundar en beneficio de todos los
países.
89. La promoción del comercio Sur-Sur sigue siendo un objetivo deseable debido a las
oportunidades de mercado y de inversión que ofrece a los países en desarrollo de renta baja.
Es fundamental seguir de cerca, investigar y analizar sistemáticamente las corrientes comerciales
Sur-Sur para extraer las enseñanzas y mejores prácticas que pueden contribuir a reproducir las
experiencias positivas de desarrollo y apoyar el desarrollo ulterior de ese comercio. Una de las
maneras en que la UNCTAD podría contribuir a la interacción Sur-Sur es a través de su
investigación y análisis, así como la elaboración y afianzamiento de un sistema de información
del comercio Sur-Sur. Una tarea central de la labor de la UNCTAD sobre el comercio Sur-Sur
es seguir prestando los servicios que ofrece al Acuerdo sobre el Sistema Global de Preferencias
Comerciales entre Países en Desarrollo (SGPC y su tercera ronda de negociaciones y la
aplicación de los resultados. Además, es necesario reforzar el apoyo de la UNCTAD al
desarrollo institucional para el comercio Sur-Sur en productos básicos, servicios y manufacturas
y una cooperación económica más amplia, a fin de atender a la necesidad emergente de reformas
institucionales.
90. Una característica significativa del nuevo Sur es el surgimiento de los países en desarrollo
como importantes fuentes de inversión. En cifras absolutas, las salidas de IED de los países en
desarrollo aumentaron, de una media anual de 65.000 millones de dólares en el decenio de 1990
a 120.000 millones de dólares en 2005. La mayor parte de estas salidas de IED se originan en un
pequeño número de economías, pero cada vez hay más empresas de países que consideran
necesario explorar oportunidades de inversión en el extranjero para defender o establecer una
posición competitiva. El monto de la IED acumulada en los países en desarrollo y las economías
en transición en 2005 se estimó en 1,4 billones de dólares, es decir, el 13 % del total mundial.
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En una fecha tan reciente como 1990, sólo 6 economías en desarrollo y en transición tenían un
monto acumulado de salidas de IED superior a 5.000 millones de dólares; en 2005, ese umbral
había sido superado por 25 economías en desarrollo y en transición.
91. Ello ha dado lugar al surgimiento de empresas transnacionales (ETN) en los países en
desarrollo. Las ETN del Sur invierten proporcionalmente más en los países en desarrollo que sus
homólogos de países desarrollados. La IED puede ayudar a los países en desarrollo receptores
de diversas maneras, entre otras, ampliando los recursos financieros y la capacidad productiva,
apoyando la actividad de exportación, creando empleo y transfiriendo tecnología.
Ello contribuye al florecimiento constante de las economías en desarrollo y la cooperación
Sur-Sur. La IED de las empresas trasnacionales de países en desarrollo puede generar beneficios
proporcionalmente más importantes cuando sus ventajas competitivas, motivos y estrategias
difieren de las ETN de países desarrollados. Por ejemplo, es mucho más probable que inviertan
en operaciones pioneras, utilizan de forma más frecuente tecnología normalizada y no patentada,
y la brecha tecnológica entre las empresas locales y sus filiales es menor que con las filiales
establecidas por empresas trasnacionales de países desarrollados. Todo esto es un buen augurio
para la cooperación Sur-Sur en pro del desarrollo, con el objeto de elevar al máximo los
beneficios y evitar los riesgos.
B. Seguridad energética
92. La energía es uno de los motores más importantes del desarrollo económico, especialmente
en el contexto de una globalización progresiva, el crecimiento del comercio y la revolución
digital. Sin embargo, el acceso a la energía varía de forma espectacular entre los países y
regiones. Por ejemplo, 2.000 millones de personas en los países en desarrollo carecen de acceso
a electricidad, y es necesario ayudarlas para que superen esta pobreza energética. La demanda y
los usos de la energía en los países en desarrollo están aumentando de forma exponencial debido
al crecimiento demográfico y a las necesidades económicas de construir infraestructura, lo que
incluye transporte, capacidad productiva en la agricultura y el sector manufacturero y
competitividad comercial. Para 2030, los países en desarrollo representarán casi la mitad de la
demanda total de energía. La Agencia Internacional de Energía estima que la satisfacción de la
demanda mundial exige una inversión acumulada en infraestructuras de suministro de energía de
más de 20 billones de dólares durante el período 2005-2030, y que por lo menos la mitad de este
importe se dirija a países en desarrollo.
93. Debido al rápido aumento del consumo mundial y las conmociones geopolíticas, en los
últimos años se han observado amplias fluctuaciones en los precios del petróleo, que en el
verano de 2006 alcanzaron un nivel sin precedentes, 70 dólares el barril. Un efecto obvio es el
aumento de las facturas de importación de petróleo. El impacto del fenómeno también fue
mayor en los países importadores de petróleo que son países en desarrollo de renta media, en que
la industrialización ha agudizado la dependencia de esas importaciones.
94. En el caso de los países exportadores de petróleo, el principal desafío consiste en invertir
prudentemente los excedentes a fin de asegurar un ingreso para las generaciones futuras y velar
por que los flujos de ingresos no causen una apreciación del tipo de cambio real, debiliten la
competitividad o acentúen la dependencia de un sector único. Es preciso incrementar la
participación local en las actividades de las fases iniciales y finales. La repercusión en los países
importadores de petróleo tiende a ser una mayor absorción de ingresos de exportación, mediante
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el aumento de las facturas de importación, los costos de transporte y las tasas de inflación, así
como una disminución del crecimiento del PIB, la competitividad comercial y los recursos para
programas de lucha contra la pobreza. Los países en desarrollo importadores de petróleo, en
particular los países menos adelantados, deben adoptar medidas para mitigar los efectos del auge
de los precios del petróleo a través de disposiciones adecuadas, y necesitan el apoyo de sus
asociados en el desarrollo, por conducto de mecanismos financieros adecuados de estabilización
o financiación compensatoria.
95. La diversificación en las fuentes de energía renovables es un imperativo en los planos
nacional, regional y mundial para la sostenibilidad económica y ambiental. La conciencia de
esta necesidad ha colocado los temas de la seguridad energética y la búsqueda de un nuevo
equilibrio de las combinaciones de energía en un primer plano de la agenda de la política
comercial y de desarrollo de todos los países y del sector empresarial. En el plano mundial,
nunca se insistirá bastante en la necesidad urgente de soluciones creativas a través de la
investigación y el desarrollo y las coaliciones de usuarios y productores de energía, para la
utilización eficiente de la energía y los recursos energéticos renovables. La adopción progresiva
de normas de eficiencia de la energía influirá en los métodos de producción y elaboración de los
bienes y servicios comercializados, con las consiguientes repercusiones en la competitividad
comercial y la capacidad productiva de los países en desarrollo. Se necesita determinar las
combinaciones de energía sostenibles que mejor se adaptan a la situación de cada país, así como
carteras de energía estratégicas y propicias al desarrollo.
96. Entre los productos que surgen de la búsqueda de un nuevo modelo económico basado en
bajas emisiones de carbono pueden mencionarse los biocombustibles. Este sector se ha
desarrollado considerablemente en el último decenio. Para asegurar que la producción y la
utilización de los biocombustibles den resultados positivos desde el punto de vista del desarrollo
y el medio ambiente, los gobiernos deben elaborar estrategias adecuadas para determinar, por
ejemplo, si la producción de biocombustibles se destina al transporte o a una sustitución más
amplia de recursos energéticos, las necesidades en cuanto a tierras y el tipo de tecnología de
conversión más conveniente. También deberán evaluarse las repercusiones económicas y
ambientales, la compatibilidad de los biocombustibles con las infraestructuras existentes de
entrega y utilización de combustibles y los distintos usos de la biomasa. Las evaluaciones por
países (como las emprendidas por la UNCTAD en Guatemala y el desarrollo de plantaciones de
jatrofa en Ghana) ayudarán a los países a determinar la mejor manera de utilizar los
biocombustibles y establecer los marcos nacionales necesarios. Para que los biocombustibles
aporten una contribución significativa al desarrollo, es importante que se reconozca la ventaja
comparativa del Sur en este ámbito y se le dé la oportunidad, y que el Sur participe en el
establecimiento de las normas.
C. Movilidad y desarrollo: integración de la mano de obra
97. Las oportunidades de integración y movilización de la mano de obra que se ofrecen en el
contexto de una globalización orientada por el comercio y la inversión son cada vez mayores y
sin precedentes. Ello se debe a varios factores, entre ellos la creciente complementariedad entre
los países desarrollados y en desarrollo en lo que respecta a la demografía y la fuerza de trabajo
(por ejemplo, la edad de la población de los países desarrollados -en que predominan las
personas mayores- en relación con la población joven de los países en desarrollo, la escasez de
aptitudes en los países desarrollados y el excedente de calificaciones en los países en desarrollo
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en lo que respecta a sectores esenciales); las innovaciones en el transporte, las
telecomunicaciones y las tecnologías de la información y las comunicaciones, que permiten un
acceso fácil a una mano de obra competitiva desde el punto de vista costo-calidad en cualquier
parte del mundo (por ejemplo, mediante la subcontratación de servicios prestados a las
empresas); el crecimiento de nuevos sectores con un alto coeficiente de mano de obra, tales
como los servicios para hogares de ancianos y de atención de salud; y los diferenciales de
productividad y salariales entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
98. Ante esas fuerzas de empuje y atracción, y los beneficios y costos obvios de la migración
para los países de origen y de destino, el problema consiste en asegurar que la migración, más
que una pérdida de talentos para el país de origen, signifique una ganancia para todos, como
resultado de la liberalización de la circulación de personas. Los beneficios socioeconómicos
para los países de origen son la entrada de remesas y divisas y el regreso de trabajadores que han
adquirido nuevas aptitudes, lo que puede aumentar las reservas de capital humano local, así
como la transferencia de aptitudes y creación de vínculos con redes extranjeras (adquisición y
circulación de talentos). Los países de origen de la mano de obra prestan mucha atención a las
remesas, ya que las consideran una fuente estable de financiación del desarrollo.
99. Es necesario sensibilizar de forma más deliberada a la población de los países
desarrollados y en desarrollo, sobre los costos y ventajas reales de la integración de la mano de
obra, y entablar un diálogo sostenido entre los trabajadores y las empresas mundiales.
Esto incluiría un análisis, en el marco de la economía en su conjunto, de las necesidades de mano
de obra por sector, en los ámbitos nacional y extranjero, y a corto y mediano plazo, para
determinar la mejor combinación de políticas aplicables a la migración. Obviamente, la
cooperación internacional sería útil para una política migratoria mejor administrada, que incluya
la elaboración de normas y reglamentos sobre empleo y mano de obra, visados, desarrollo de los
recursos humanos, políticas de ajuste estructural y redes de seguridad social. Las políticas
podrían orientarse a una mejor administración de los movimientos de personas a través de la
entrada reglamentada de trabajadores temporeros, en lugar de una prohibición total que dé como
resultado la migración ilegal y los problemas conexos. Un resultado significativo de las
negociaciones de Doha sobre el Modo 4 ofrecería una vía importante para facilitar la circulación
legal temporal de personas para la prestación de servicios.
100. Una de las maneras de tranquilizar a la opinión pública en los países receptores de
inmigrantes y asegurar beneficios mutuos para los países de origen y los receptores, es garantizar
el carácter temporal de la estancia. Ello puede consistir en medidas como imponer gravámenes a
los empleadores o exigirles que depositen una fianza por cada inmigrante contratado, u ofrecer
incentivos específicos a los migrantes que regresan a sus países de origen al final del contrato,
entre otras cosas, reembolsándoles sus cotizaciones a la seguridad social y a la caja de pensiones.
Los países de origen deben aprovechar al máximo los beneficios de las remesas y de los
migrantes que regresan; asistir en la reintegración de los trabajadores migrantes que regresan y
estimular las inversiones; establecer la infraestructura y los incentivos adecuados e invertir en la
construcción de la base de capital humano que permita atenuar los posibles efectos negativos del
movimiento de trabajadores altamente calificados.
101. La UNCTAD, junto con las demás organizaciones internacionales que integran el Grupo
Mundial sobre la Migración (GMG), desempeñará su función al aclarar las cuestiones que se
relacionan con el comercio, la migración y la globalización para el desarrollo, a fin de facilitar
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mejores elementos a los encargados de la formulación de políticas de todo el mundo y configurar
la opinión pública en favor de una mayor comprensión del verdadero equilibrio de los beneficios
que se obtienen de la integración de los mercados de la mano de obra. La UNCTAD cree en la
premisa de que la situación puede redundar en provecho de todos, tanto para los países de origen
como los países de destino de los movimientos de mano de obra, así como para la economía
mundial en su conjunto, si la integración está administrada por todas las partes interesadas con
un espíritu esclarecido y cooperativo, con pragmatismo, realismo y una visión estratégica global,
y sin prejuicios políticos o culturales.
D. Servicios: nuevos horizontes del comercio y el desarrollo
102. Los servicios pueden contribuir al crecimiento económico y al desarrollo a través de la
creación de una economía competitiva, que suministre nuevos empleos, mejore el acceso
universal a los servicios esenciales y estimule el comercio. Los sectores de servicios constituyen
la espina dorsal de una economía integrada y eficaz en los planos nacional, regional y mundial.
Una mejor economía de servicios aumenta el rendimiento del comercio de mercancías, ya que la
mayor complejidad y disponibilidad de servicios al productor aumentan la competitividad
internacional de las exportaciones de productos primarios y manufacturados. El sector no
estructurado de servicios es también un aspecto importante de la economía de los servicios en los
países en desarrollo. Con la globalización, han aumentado enormemente las posibilidades de los
países en desarrollo de expandir y diversificar sus economías a través de un mayor desarrollo y
comercio de servicios. Hoy en día, los servicios representan más del 70% del empleo en los
países desarrollados y cerca del 35% en los países en desarrollo. El comercio mundial de
servicios casi se ha triplicado y asciende a 2,4 billones de dólares, en tanto que la entrada de IED
se ha cuadriplicado y asciende a 10 billones de dólares, tras la globalización de la producción de
bienes y servicios. Se reconoce ampliamente que un incremento del comercio de servicios puede
generar avances para el desarrollo que no pueden obtenerse sólo a través de un enfoque
restringido a las exportaciones de productos básicos primarios y manufacturados.
103. En los últimos años, los resultados de los países en desarrollo en el comercio de servicios
han sido excepcionales. Desde 1990 la tasa media de crecimiento anual de las exportaciones de
servicios de los países en desarrollo ha sido del 8%, en comparación con el 6% de los países
desarrollados. Por consiguiente, su parte en las exportaciones mundiales de servicios ha
ascendido al 24%. Sin embargo, en la actualidad el comercio de servicios de los países en
desarrollo está dominado sólo por unos pocos de esos países. Los países asiáticos representan
el 75% del comercio de servicios de todos los países en desarrollo. África y América Latina y el
Caribe representan el 10 y el 15%, respectivamente. Los 15 principales exportadores de
servicios de países en desarrollo representan el 80% de todas las exportaciones de servicios de
los países en desarrollo. Un número creciente de esos países obtiene buenos resultados en la
exportación de servicios en sectores tales como los siguientes: turismo, transporte, construcción,
audiovisual, informática y servicios de la información, así como servicios empresariales y
profesionales, en particular a través de los Modos 1 y 4. El comercio de servicios Sur-Sur
también se está expandiendo, y dentro de esos intercambios los acuerdos de comercio regional
tienen una función importante.
104. Sin embargo, muchos países en desarrollo, en particular en el África subsahariana y los
países menos adelantados, todavía no han aprovechado plenamente las posibilidades que ofrece
el desarrollo del sector de los servicios y el comercio de servicios. Los países menos adelantados
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siguen estando marginados de la corriente internacional de servicios, y su participación en las
exportaciones mundiales de servicios se cifra en torno al 0,8%. Además, la mayor parte de los
servicios en el sector no estructurado no son comercializables, hecho que reduce la capacidad de
aprovechar los beneficios de una globalización impulsada por el comercio. Un importante
problema desde la perspectiva del desarrollo sigue siendo cómo integrar positivamente a esos
países en la economía y el comercio de servicios y garantizar que puedan obtener de ellos
beneficios para el desarrollo. La Ronda de negociaciones de Doha sobre los servicios constituye
una vía importante para liberalizar el comercio de servicios de una manera propicia para el
desarrollo y desde la perspectiva de los países en desarrollo, específicamente a través de
compromisos "significativos" en sectores y modos que tengan interés exportador para ellos.
105. Al mismo tiempo, para que la liberalización de los servicios pueda generar resultados
favorables al desarrollo es importante que el ritmo y la secuencia de las reformas y la
liberalización sean apropiados. Una condición indispensable para abrir los mercados de
servicios, en particular los servicios esenciales en que el acceso universal es fundamental, es
establecer marcos reglamentarios e institucionales que funcionen bien y sean sólidos. En los
países en desarrollo, los sistemas de reglamentación todavía están en una etapa preliminar, y ello
plantea dificultades a los encargados de la formulación de políticas. De ahí que se necesite un
espacio de políticas para que los países puedan poner en práctica un proceso de ensayo y error,
que les permita identificar la mejor política a la luz de sus necesidades económicas, sociales y de
desarrollo particulares.
E. Productos básicos: apoyo a la nueva tendencia ascendente
106. Los países en desarrollo en su mayoría dependen del sector de los productos básicos como
principal fuente de ingresos y empleo para la población, y como principal fuente de financiación
externa (divisas) para el desarrollo. Unos 94 países en desarrollo todavía obtienen más del 50%
de sus ingresos de exportación de los productos básicos. Además, el sector de los productos
básicos está acuciado por problemas relacionados con el funcionamiento del sistema de comercio
internacional. Los desequilibrios persistentes de la oferta y la demanda en los mercados
mundiales de productos básicos se han debido, en diverso grado según el producto, en parte a la
ayuda interna causante de distorsión del comercio y a las subvenciones a la exportación en
algunos países industrializados. De esta manera no sólo se desplaza de los mercados mundiales
a los exportadores de países en desarrollo, sino también se reducen los precios mundiales
(por ejemplo, el algodón). Otro factor han sido las presiones ejercidas sobre los países de renta
baja productores de productos básicos para que aumente el volumen de sus exportaciones,
incluso con precios mundiales más bajos, a fin de ampliar o mantener el nivel de ingresos en
divisas y de esta manera sostener el servicio de la deuda y la capacidad de importación.
107. Desde 2002 se observa un auge espectacular de los productos básicos, cuyos precios
internacionales muestran una fuerte tendencia ascendente, después de su caída pronunciada en el
período de 1995-1997 a 2002. El incremento de los precios ha estado impulsado por la subida
impresionante de los precios de los metales y minerales, que han aumentado en un 191%, y los
precios del petróleo crudo, que se han elevado en un 140%. Los incrementos en el caso de las
materias primas agrícolas y las bebidas tropicales tomadas como grupo representaron en
promedio un 58 y un 45% respectivamente. Algunos factores comunes a los que puede
atribuirse el aumento de los precios son el fuerte crecimiento de la demanda de importaciones de
países en desarrollo, debido al rápido ritmo de la industrialización, especialmente en China, pero
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también en la India y otros países en desarrollo emergentes; la mayor producción de
biocombustibles, y las nuevas restricciones de la oferta en algunos mercados de productos
básicos. A pesar de las recientes tendencias ascendentes, el aumento de los precios de los
productos básicos no ha sido suficientemente importante en algunos casos como para compensar
la fuerte caída de los precios sufrida en el pasado. Los precios de productos básicos que no son
combustibles, expresados en dólares corrientes de los Estados Unidos, siguen estando por debajo
del nivel que registraban a principios del decenio de 1980. En términos reales, a fines de 2005
los precios de los productos básicos todavía eran inferiores, aproximadamente en un 30%, a la
media del período 1975-1985. Es más, los países en desarrollo de renta baja que dependen de los
productos básicos siguen teniendo dificultades para conservar su participación en los mercados
internacionales.
108. A pesar de ello, con las perspectivas de mejores precios y un crecimiento estable de la
demanda por un período prolongado, tal vez de hasta diez años, los países en desarrollo que
dependen de los productos básicos podrían ser capaces de generar fondos suficientes para
invertir en sus programas de desarrollo y lucha contra la pobreza. Los resultados que obtengan
en su objetivo de centrar el desarrollo en la producción y el comercio de productos básicos
dependerán del entorno internacional y de su capacidad para introducir, por sí solos o de forma
conjunta, los cambios institucionales necesarios.
109. Una cuestión urgente para los países en desarrollo y la comunidad internacional es
aprovechar el auge actual de los precios de los productos básicos en favor del desarrollo.
Ello requiere una inversión importante en infraestructura y la creación de capacidad del lado de
la oferta. La Iniciativa de Ayuda para el Comercio puede desempeñar un papel fundamental en
apoyo de mejoras en la competitividad de los sectores de los productos básicos tradicionales, la
diversificación vertical y horizontal en los países dependientes de los productos básicos y la
mitigación de las repercusiones a corto plazo de las "crisis" de los productos básicos en el plano
nacional, incluso a través de la financiación de programas que ofrezcan una red de seguridad a
los productores pequeños y con escasos recursos que se vean gravemente afectados por la
inestabilidad del mercado de esos productos.
110. También es fundamental abordar con urgencia y adecuadamente las cuestiones
relacionadas con los productos básicos en el plano multilateral. La Conferencia de la Iniciativa
Mundial sobre los Productos Básicos, primera actividad preparatoria de la XII UNCTAD,
celebrada en Brasilia del 7 al 11 de mayo de 2007, respondió a esta urgencia lanzando
nuevamente la agenda de los productos básicos desde una perspectiva de desarrollo y reducción
de la pobreza. La Iniciativa Mundial y sus resultados sientan las bases de una agenda de acción
para elaborar una estrategia mundial de alianzas en materia de productos básicos.
F. Medio ambiente, cambio climático y desarrollo: los retos futuros
111. En todo intento por promover un desarrollo sostenido y reducir la pobreza se deberá tomar
en cuenta el medio ambiente natural, ya que los pobres son los que más dependen del medio
ambiente para atender a sus necesidades cotidianas de alimentos, medios de subsistencia y
vivienda. Por consiguiente, el medio ambiente puede ser considerado un bien público mundial
importante, y la relación entre el medio ambiente, por una parte, y el comercio y desarrollo, por
la otra, es un componente central del proceso de globalización. En particular se reconoce
ampliamente que para alcanzar realmente un desarrollo sostenible, las mayores corrientes
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comerciales resultantes de la globalización deben venir acompañadas de medidas de
sostenibilidad del medio ambiente y reducción de la pobreza. El impacto ambiental se considera
un factor de producción cada vez más importante que influye directamente en los costos de
producción, la competitividad y las oportunidades en el comercio internacional.
112. Dado que existe un vínculo entre comercio, medio ambiente y desarrollo sostenible en el
contexto de la globalización, la coherencia de las políticas y la creación de un entorno propicio
son elementos esenciales para que los países en desarrollo puedan responder de forma eficaz y
proactiva a los retos y oportunidades que presenta el cambio climático y la diversidad biológica,
las exigencias ambientales y el acceso a los mercados, aumentando la eficiencia de los materiales
y reduciendo el coeficiente de contaminación en la producción para la exportación,
aprovechando las oportunidades de exportación de productos ambientalmente preferibles y
evitando la importación tácita de productos obsoletos, de segunda mano o prohibidos en los
países en desarrollo.
113. El cambio climático es un factor esencial de la globalización, que presenta actualmente uno
de los mayores riesgos para el desarrollo ambiental, social y económico de los países
desarrollados y en desarrollo; tiene efectos directos e indirectos profundos e irreversibles que
amenazan con anular decenios de esfuerzos en pro del desarrollo. Las crecientes emisiones de
gases de efecto invernadero, tales como el dióxido de carbono y el metano, están causando
cambios en los sistemas climáticos mundiales, y pueden tener repercusiones adversas en los
países en desarrollo y los costos económicos conexos pueden ser significativos, si no se toman
medidas correctivas. El impacto del cambio climático no es equitativo. Los países pobres se ven
afectados más gravemente y más pronto, y sin embargo sólo son responsables de una parte
relativamente pequeña de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Algunos sectores
que son fundamentales para los medios de subsistencia de los pobres de los países en desarrollo,
tales como la agricultura, la pesca, la industria, la energía y el transporte, también son muy
sensibles al cambio climático. La introducción de medidas de respuesta al cambio climático a
través de los nuevos mercados de carbono y el Protocolo de Kyoto tiene repercusiones en
materia de comercio y desarrollo, en la medida en que afecta a sectores económicos como el
transporte, la utilización de la energía, la producción de electricidad, la agricultura y la
silvicultura.
114. Uno de los problemas persistentes relacionados con el medio ambiente, que tiene efectos
directos en el comercio y el desarrollo, se refiere a las nuevas exigencias ambientales, sanitarias
y de seguridad alimentaria que se imponen a la entrada de productos de los países en desarrollo
en los principales mercados de exportación. Las nuevas exigencias se están volviendo más
estrictas, frecuentes, complejas e interrelacionadas. Ello ocasiona graves dificultades, pero
también ofrece oportunidades para la competitividad de las exportaciones, así como métodos
para una producción y consumo sostenibles en el plano nacional. Se observa asimismo una
tendencia hacia la privatización de muchas de esas exigencias y, de esta manera, una alianza
tácita entre las exigencias obligatorias y voluntarias establecidas por el sector privado.
Los gobiernos establecen las características de los productos y los procesos y métodos de
producción relacionados con los productos y el sector privado hace un seguimiento imponiendo
exigencias específicas no relacionadas con los productos para atender a las características de los
productos. Se estima en general que las normas privadas escapan a las disciplinas de la OMC,
por lo que plantean un problema en términos de justificación, transparencia, discriminación y
equivalencia.
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115. Las nuevas exigencias aplicables a la cadena de suministros formuladas por el sector
privado tienden a marginar a los pequeños países y productores. Ello está en pugna con las
estrategias de desarrollo en favor de los pobres y priva de las oportunidades comerciales a los
que más las necesitan, en particular los pequeños agricultores. Lo positivo es que una creciente
demanda de productos ambientalmente preferibles ofrece nuevas oportunidades a los productores
y países que pueden producir con métodos más eficientes desde el punto de vista de la energía y
más inocuos para el medio ambiente, y pueden comunicar eficazmente este hecho a los
consumidores. Un ejemplo de ello es la rápida expansión de los mercados de agricultura
biológica, con tasas mundiales de crecimiento que superaron el 12% en los últimos decenios, en
relación con el crecimiento global de los mercados agrícolas. En general, se observa un mayor
interés en los productos, métodos de producción y servicios ambientalmente preferibles, ya que
éstos son los mercados estratégicos del futuro. Igualmente importante ha sido el biocomercio,
que ha dado impulso a este nuevo mercado. Los países en desarrollo deben descubrir y explotar
los nichos de mercado y oportunidades comerciales que se les presentan.
G. Tecnología e innovación para el comercio y la competitividad
116. Las nuevas tecnologías son importantes facilitadores de la globalización. Se han
determinado en particular dos características como cuestiones candentes para el desarrollo.
Una de ellas es que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) desempeñan un
papel fundamental en la fragmentación de la cadena mundial de valor añadido y el
desplazamiento de partes de la producción a diferentes lugares geográficos. Esta característica
se ha extendido actualmente a la industria de servicios y la deslocalización a mercados en que los
costos son inferiores. Mediante la utilización de TIC, las empresas pueden intercambiar
conocimientos e información en línea desde cualquier lugar del mundo, comunicarse justo a
tiempo con los clientes y proveedores, y prestar servicios de forma eficiente y rápida. Los países
en desarrollo están aumentando su participación en el comercio mundial de bienes de la
tecnología de la información y las comunicaciones. La otra característica es que la creciente
utilización de contenedores en el comercio internacional por vía marítima ha dado lugar a
avances tecnológicos en el equipo de manipulación de la carga, a la aplicación en gran escala de
sistemas de gestión basados en la tecnología de la información, y a procedimientos de
organización del transporte en los puertos y terminales internos para el transporte de carga.
Varios países en desarrollo han anticipado las tendencias en los servicios y tecnologías de
transporte y se han adaptado rápidamente a las necesidades cambiantes. Sin embargo, quedan
problemas por resolver en muchos países vulnerables y de renta baja, especialmente países
menos adelantados y países en desarrollo sin litoral, en que debe mejorarse con urgencia la
infraestructura de transporte básica, y donde los servicios y redes logísticos más avanzados sólo
podrán establecerse con apoyo internacional.
IV. FORTALECIMIENTO DE LA CAPACIDAD PRODUCTIVA,
EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN: EL ENTORNO
FAVORABLE
117. La capacidad productiva, el comercio y la inversión son elementos interrelacionados de la
estructura económica nacional e internacional, que además se refuerzan mutuamente. Hay entre
ellos numerosas relaciones causales acumulativas. Por este motivo, un entorno favorable tiene
que manifestarse al mismo tiempo a nivel mundial mediante políticas que fomenten un clima de
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apertura y unas condiciones equitativas, y a nivel nacional mediante políticas que promuevan el
crecimiento, la inversión y la iniciativa empresarial, así como la tecnología, la innovación y el
empleo. Ese entorno favorable debería ofrecer también oportunidades para un desarrollo
integrador que haga llegar los beneficios del crecimiento y los ingresos hasta los grupos de
población vulnerables, los pobres y las mujeres.
118. En las secciones siguientes se describen aspectos fundamentales del entorno favorable,
empezando a nivel mundial y macroeconómico y luego pasando al nivel nacional y más
microeconómico.
A. El marco mundial y el entorno favorable
119. Se reconoce que unas políticas que fomenten la gobernanza económica mundial mediante
el desarrollo de un sistema financiero internacional estable y propicio para el crecimiento y el
desarrollo y de un sistema de comercio internacional equitativo, tal como se examinó en el
capítulo II, son cruciales para crear un entorno favorable al fortalecimiento de la capacidad
productiva de los países en desarrollo y las economías en transición. Además, hay varias
cuestiones normativas nuevas a nivel internacional que reciben cada vez más atención. Se trata
de políticas que fomentan la cooperación Sur-Sur, los acuerdos internacionales de inversión y las
cuestiones relacionadas con los derechos de propiedad intelectual, así como iniciativas como la
Ayuda para el Comercio.
1.
La promesa de la cooperación Sur-Sur
120. Hay una importante ventana de oportunidad para que los países en desarrollo y la
comunidad internacional, así como la UNCTAD, apoyen la aparición de un nuevo Sur en un
esfuerzo más amplio por ayudar a los países en desarrollo a lograr los máximos beneficios de la
globalización en pro del desarrollo. Apoyando políticas eficaces y coherentes, coordinadas a
nivel subregional, regional e interregional, se consigue mantener el dinamismo del comercio y la
inversión Sur-Sur y se contribuye a un desarrollo económico y social positivo.
121. La aparición de un nuevo Sur y el dinamismo del comercio y la inversión Sur-Sur
requieren cambios institucionales y normativos, adaptaciones e innovaciones en lo que respecta
al diálogo y la cooperación Sur-Sur y Norte-Sur para el desarrollo. Es preciso consolidar y
continuar la liberalización Sur-Sur, por ejemplo mediante la racionalización de los acuerdos
comerciales regionales Sur-Sur. A ese respecto, concluir satisfactoriamente la tercera ronda
(São Paulo) de negociaciones sobre el Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países
en Desarrollo es uno de los retos notables que debe afrontar el Sur para reforzar un instrumento
mundial para las preferencias comerciales Sur-Sur. Si se concluye con éxito este sistema con un
aumento significativo del acceso a los mercados se creará el marco adecuado para un aumento
del comercio interregional e intrarregional entre países en desarrollo. También se necesitan
inversiones en I+D y cooperación tecnológica a nivel regional para sentar las bases científicas y
tecnológicas de las futuras relaciones económicas. Es preciso introducir y aplicar planes de
financiación del comercio y el desarrollo para atender las nuevas necesidades Sur-Sur.
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2.
La inversión extranjera directa (IED) y los acuerdos internacionales de inversión
122. Hoy en día, los países en desarrollo deben afrontar problemas sin precedentes de contenido
y capacidad de resultas de la creciente diversidad y complejidad del conjunto de acuerdos
internacionales de inversión y el creciente riesgo de superposición de obligaciones derivadas de
tratados. En la actualidad hay más de 2.500 tratados bilaterales de inversión, 2.700 tratados
sobre doble tributación y 240 acuerdos bilaterales y regionales de libre comercio con
disposiciones sobre las inversiones. Entre ellos figura un número cada vez mayor de acuerdos
Sur-Sur, lo que refleja la importancia que están empezando a adquirir algunos países en
desarrollo como fuentes de inversión en el extranjero. Además están los instrumentos
multilaterales que se ocupan de aspectos específicos de la inversión (por ejemplo, el Acuerdo
General sobre el Comercio de Servicios, el Acuerdo sobre las medidas en materia de inversiones
relacionadas con el comercio, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones) y las organizaciones de integración regional que también establecen normas sobre
inversiones (por ejemplo, la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental, el Mercado Común
para el África Oriental y Meridional, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la OCDE).
123. Por este motivo, las cuestiones relacionadas con la coherencia normativa ocupan cada vez
más un primer plano a la hora de examinar las políticas, por ejemplo cuando se trata de adecuar
toda la serie de acuerdos AII de un país con sus leyes internas y sus políticas de desarrollo
económico y de armonizar los diferentes AII. El riesgo de incoherencia es mayor para los países
en desarrollo que carecen de conocimientos especializados y de poder de negociación en la
fijación de normas. Otro problema es el de cómo lograr un equilibrio entre los derechos e
intereses de los inversionistas extranjeros, por una parte, y los países receptores, por otra, como
puede verse por el creciente número de controversias resultantes de tratados entre Estados e
inversionistas que se someten a arbitraje internacional. A este respecto, también hay que
plantearse la cuestión de si debe hacerse referencia a las responsabilidades empresariales.
Se trata de cuestiones fundamentales en cualquier negociación sobre AII que ocupan el centro
del debate acerca del desarrollo futuro de las normas internacionales sobre inversiones.
Por último, sigue siendo crucial hallar nuevas maneras de que los AII tengan una mayor
repercusión en el desarrollo.
124. Estas cuestiones tendrán que abordarse al examinar las perspectivas futuras de
colaboración para que las relaciones internacionales en materia de inversión estén regidas por un
sistema más uniforme, previsible y transparente.
3.
Derechos de propiedad intelectual
125. Las políticas sobre la propiedad intelectual intentan hallar un equilibrio entre los intereses
de los propietarios y el dominio público. La situación actual es especialmente compleja para los
países en desarrollo, ya que intentan lograr el mejor equilibrio posible habida cuenta de sus
objetivos de desarrollo, mientras que al mismo tiempo muchos países negocian o están
intentando aplicar acuerdos internacionales que contienen disposiciones sobre la propiedad
intelectual que muy a menudo restringen su espacio de políticas a nivel nacional. Es preciso que
tanto los países desarrollados como los países en desarrollo comprendan mejor las implicaciones
de esta situación y puedan exhibir la misma flexibilidad estratégica demostrada en otros acuerdos
internacionales, como el Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), a la luz de sus objetivos de desarrollo.
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126. Los países en desarrollo que son ricos en conocimientos, innovaciones y prácticas
tradicionales deberían poder beneficiarse de esos recursos, sobre todo impidiendo que sean
explotados y patentados de manera inapropiada por terceros sin el consentimiento de sus
propietarios originales ni una distribución equitativa de los beneficios obtenidos.
127. La cooperación internacional para la gestión de los conocimientos como un bien público a
nivel mundial debe afrontar varios retos. En primer lugar, la comunidad internacional debe
considerar la posibilidad de diseñar un sistema de propiedad intelectual "óptimo" que apoye la
investigación y la creación de conocimientos, así como su utilización y difusión. En segundo
lugar, dicho sistema debería tener en cuenta las necesidades especiales de los países pobres, que
quizás no puedan costear el acceso al sistema de patentes. Por último, es necesario reforzar la
cooperación financiera y técnica a fin de reducir el desfase de los países en desarrollo en
educación e investigación sobre ciencia y tecnología. La cuestión de la transferencia de
tecnología y la difusión de conocimientos es de capital importancia para el desarrollo
económico.
4.
Ayuda para el Comercio y desarrollo
128. El fomento de la capacidad productiva afecta a prácticamente todos los aspectos de la
política de desarrollo y, por tanto, requiere la aplicación de un enfoque multidimensional a la
asistencia para el desarrollo. La Iniciativa de Ayuda para el Comercio es un importante medio
de poner en marcha el proceso de desarrollo creando un círculo virtuoso entre el comercio y el
aumento de la capacidad productiva interna y, por consiguiente, el crecimiento económico, el
empleo y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo. Para ello se requiere una
utilización más eficaz de la AOD en apoyo de medidas dinámicas en aspectos tales como la
infraestructura física, los sistemas financieros nacionales, la iniciativa empresarial interna y la
logística del comercio. Eso es especialmente importante para los países menos adelantados,
varios de los cuales no han aprovechado aún los beneficios de las disposiciones existentes de
acceso preferencial a los mercados y no pueden beneficiarse de una prolongación de esos
privilegios sin medidas de apoyo al fomento de la capacidad productiva. Sin embargo, aunque la
idea de la Ayuda para el Comercio ha sido aceptada, todavía debe ponerse en práctica. Es
urgente que ese mecanismo reciba recursos sustanciales que vengan a añadirse a la ayuda al
desarrollo, que sean previsibles y que no supongan un incremento de la deuda.
B. Políticas nacionales para promover un entorno favorable
129. Las políticas para reforzar la capacidad productiva interna y movilizar recursos deben ser
suficientemente flexibles para afrontar los diversos problemas económicos, sociales y de otra
índole que presenta el desarrollo. Debido a la multiplicidad de esos retos, es imprescindible
disponer de una "combinación de políticas" apropiada o una "diversidad de políticas" ajustada a
la situación de cada país y no aplicar a todos una fórmula uniforme. Este "espacio de políticas"
debería dar a los países la libertad necesaria para diseñar políticas en función de sus prioridades
de desarrollo nacional. Con todo, hay algunos temas comunes que todos los países deberán
abordar:
a)
Políticas macroeconómicas favorables al crecimiento que pongan en marcha un
círculo virtuoso de inversión, crecimiento, desarrollo y reducción de la pobreza.
A este respecto, las políticas comerciales e industriales deberían ser complementarias
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a fin de promover la competitividad internacional en productos cada vez más
complejos. La integración comercial no debe considerarse un fin en sí misma sino
más bien un medio para mejorar la tecnología y aumentar el valor añadido a nivel
nacional gracias a una estrecha red de eslabonamientos hacia delante y hacia atrás.
b)
Cambio estructural y diversificación. La mayoría de los gobiernos de los países en
desarrollo reconocen desde hace tiempo la necesidad de un cambio estructural y de la
diversificación de sus economías.
c)
Un Estado eficaz y propiciador. La experiencia de los países recién industrializados
y de otras economías en desarrollo exitosas enseña que un Estado eficaz y
propiciador es condición sine qua non para formular y poner en práctica estrategias
nacionales de desarrollo. Para ello se requiere un Estado fuerte y políticamente
estable con una administración pública educada y competente capaz de adoptar y
aplicar una estrategia de desarrollo nacional que incluya las necesarias políticas de
comercio e inversión, fomente el desarrollo tecnológico y construya la infraestructura
necesaria.
130. Las secciones siguientes tratan de las políticas de apoyo a la inversión y a un entorno
favorable a las empresas, así como al desarrollo de la infraestructura, la tecnología y la
innovación.
1.
El pragmatismo en la política comercial e industrial
131. Sigue siendo muy controvertida la justificación económica de las políticas comerciales e
industriales proactivas, así como su viabilidad. Ello se debe a que se ha puesto en duda la
eficacia de esas políticas, que anteriormente se habían asociado a menudo con estrategias
fracasadas de autarquía y de sustitución de importaciones con un amplio intervencionismo
gubernamental y una fuerte inclinación hacia el proteccionismo. La controversia ha hecho
también referencia a los posibles efectos negativos de esas políticas sobre una asignación
eficiente de los recursos. Sin embargo, la experiencia histórica de los procesos de convergencia
económica en los países industrializados maduros y los de industrialización tardía muestra que la
concentración exclusiva en la eficiencia de la asignación de recursos implica prestar muy poca
atención a estimular las fuerzas dinámicas del mercado que subyacen al cambio estructural y al
crecimiento económico. En un reciente estudio del Banco Mundial se afirma que "el crecimiento
entraña algo más que un uso eficiente de los recursos". Esto es particularmente cierto en el caso
de los países en desarrollo, en que el crecimiento económico entraña una inversión dinámica y
rápidos cambios en la estructura y el contenido tecnológico de la producción.
132. Ciertamente no se debe considerar que las políticas comerciales e industriales proactivas
constituyen mecanismos autárquicos y de defensa del proteccionismo destinados a sostener
ramas de la economía en las que la producción y el empleo se ven amenazados por la
competencia exterior que ha modernizado con éxito sus productos o sus sistemas de producción.
El papel de las políticas nacionales de apoyo debe consistir más bien en reforzar el papel
principal de las empresas privadas innovadoras y la formación de capital conexa. Estas políticas
deben ayudar a resolver los problemas de información y de coordinación que surgen en el
proceso de formación de capital y de aumento de la productividad. También deben asegurar que
la experiencia de producción acumulada se traduzca en mejoras de la productividad. Este apoyo
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a la política industrial debe complementarse con una política comercial destinada a lograr un
clima de apertura y una mayor competitividad internacional en productos cada vez más
complejos.
133. Las recientes evaluaciones de los programas de reforma de los 10 ó 15 últimos años
enseñan también que el apoyo a las inversiones extranjeras y sobre todo a las nacionales debe
combinarse con un marco jurídico y reglamentario adecuado para conseguir progresos en el
desarrollo. A ese respecto, es necesaria una perspectiva pragmática y estratégica para integrar la
IED en una estrategia de desarrollo más amplia orientada al cambio estructural y tecnológico.
2.
El papel de las instituciones en la gobernanza
134. Hay un consenso cada vez mayor en que la gobernanza y las disposiciones institucionales
son factores determinantes del desarrollo económico. Hay mucho menos acuerdo respecto de
cuál es exactamente el papel de las instituciones en el logro de los objetivos de desarrollo y qué
tipo de medidas institucionales es el más apropiado para alcanzar dichos objetivos.
135. La opinión generalizada es que el papel fundamental de las instituciones debe ser reducir
los costos de transacción a fin de crear nuevos mercados y hacer que los existentes funcionen de
modo más eficiente. Las políticas económicas deben recibir el apoyo de instituciones similares
en todo el mundo, dedicadas en particular a conceder y proteger los derechos de propiedad, en
consonancia con las "prácticas idóneas universales" derivadas del actual marco institucional de
los países desarrollados. Quienes proponen este criterio apuntan a los datos empíricos de análisis
comparativos entre países, que por lo general establecen una correlación positiva entre la calidad
de las instituciones y el crecimiento económico.
3.
Inversión extranjera directa y empresas transnacionales
136. El aumento relativamente elevado de la entrada de IED en los países en desarrollo y las
economías en transición obedece al hecho de que esos países han seguido abriéndose a la IED y
resultan cada vez más atractivos para esas inversiones. Al mismo tiempo, los países son más
conscientes de la necesidad de ajustar sus marcos de políticas para que la IED redunde más en
beneficio del desarrollo. Con una economía mundial más basada en los conocimientos, algunos
países intentan además integrar sus políticas en materia de IED dentro de una estrategia de
desarrollo más amplia, vinculándolas a sectores importantes como el comercio, la educación, la
ciencia y la tecnología y el fomento de la empresa.
137. Algunos países en desarrollo utilizan cada vez más la entrada y la salida de IED para
aumentar la competitividad de sus recursos y capacidades autóctonos con el fin de facilitar los
cambios estructurales en sus economías, consiguiendo así mayores ventajas comparativas.
Por ejemplo, cuando una empresa transnacional de un país en desarrollo efectúa inversiones
directas en el exterior, eso puede servir para adquirir nuevos conocimientos y ventajas
competitivas que luego pueden ser absorbidos por la empresa matriz y el país de origen mediante
diversos mecanismos. Una buena estrategia de inversión se caracteriza por reconocer los riesgos
y las limitaciones de la IED (de entrada y de salida) y por el hecho de que la IED no sustituye la
inversión interna sino que complementa los esfuerzos nacionales por alcanzar los objetivos del
desarrollo.
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138. La nueva prioridad en relación con la IED es diseñar estrategias para que dicha inversión
esté al servicio de los objetivos del desarrollo. Eso no ocurre automáticamente y se requiere un
planteamiento integrado y coherente. A continuación se indican algunas de las políticas
fundamentales: 1) crear un sector empresarial nacional dinámico; 2) abordar varias cuestiones
normativas e institucionales, empezando por ejemplo por el establecimiento de un marco
institucional que fomente la inversión y la innovación; 3) mejorar la calidad, fiabilidad y
competitividad de los servicios de infraestructura básicos; 4) mejorar la tecnología y aumentar la
capacidad de los recursos humanos y la base de conocimientos de la economía; 5) apoyar la
internacionalización de las empresas del país, ya que las empresas competitivas en el plano
internacional suelen estar en mejores condiciones para atraer IED y contribuir a los objetivos del
desarrollo; 6) mantener mercados competitivos; 7) aumentar la transparencia y previsibilidad de
las leyes y reglamentos y aplicarlos con mayor coherencia, promoviendo al mismo tiempo una
mejor prestación de servicios públicos y una aplicación más eficaz de las políticas; y 8) crear
sinergias y una coordinación efectiva entre las instituciones responsables de formular y aplicar
políticas, sobre todo en lo que respecta al comercio, la empresa y la promoción de inversiones.
139. La importancia que hay que dar a la coherencia de las políticas tal vez sea una de las
lecciones más notables de la experiencia de los países en desarrollo que se están convirtiendo en
nudos más importantes de las redes de conocimientos de las empresas transnacionales. En la
mayoría de estos países el punto de partida ha sido una visión a largo plazo del camino que debe
seguir la economía para pasar a actividades basadas en conocimientos y de un valor añadido más
alto. Por ejemplo, el éxito reciente de algunas economías asiáticas a la hora de atraer IED
en I+D no es ninguna coincidencia: es el resultado de aplicar políticas oficiales coherentes y
selectivas, que evolucionan con el tiempo, y persiguen el fortalecimiento de condiciones
generales que propicien la entrada de innovaciones y conocimientos. Utilizando diversas vías
(en mayor o menor grado), esas economías han procurado activamente atraer tecnología,
conocimientos especializados, personal técnico y capitales del extranjero. Han invertido
estratégicamente en los recursos humanos, dando por lo general una gran prioridad a la ciencia y
la ingeniería; han invertido en el desarrollo de una infraestructura para la I+D (por ejemplo, en
parques científicos, laboratorios públicos de I+D e incubadoras de empresas); han utilizado las
prescripciones en materia de resultados y los incentivos como parte de la estrategia general para
atraer la IED hacia actividades específicas; y han aplicado estratégicamente políticas de
protección de los derechos de propiedad intelectual.
140. Por último, la Cumbre del G-8 en Heiligendamm dio un fuerte impulso a la creación de un
entorno favorable a la inversión en los países en desarrollo, haciendo un llamamiento a la
UNCTAD y a la OCDE para que hallaran las mejores maneras de crear un entorno institucional
propicio al aumento de la inversión y el desarrollo sostenible, por ejemplo mediante los análisis
de las políticas de inversión y entablando con los países industrializados, las economías
emergentes y los países en desarrollo un diálogo encaminado a crear un consenso internacional y
difundir las mejores prácticas a este respecto. En los próximos años la UNCTAD responderá a
este llamamiento y ayudará a los países miembros interesados a destacar la dimensión del
desarrollo en sus marcos normativos sobre inversión y crear la capacidad institucional necesaria
para incrementar los beneficios que para el desarrollo se derivan de la inversión interna y
externa.
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página 42
4.
Fomento de las empresas nacionales
141. A fin de beneficiarse de una economía mundial cada vez más globalizada e
interdependiente, los países en desarrollo necesitan empresas sólidas y competitivas que puedan
proyectarse en el plano internacional (por ejemplo, aprovechando las oportunidades de
exportación, participando en las cadenas de valor mundiales y estableciendo vínculos con otras
empresas). Es preciso que los gobiernos y la comunidad internacional que trabaja en pro del
desarrollo se concentren más en políticas que contribuyan al crecimiento del sector privado en
los países en desarrollo, en particular de las PYMES. Además de las políticas internacionales
antes mencionadas, se requieren medidas en el ámbito nacional como las siguientes:
a)
Promover el desarrollo de las competencias y la innovación. Para reforzar la
capacidad de oferta de las empresas locales se necesitan buenos servicios de
infraestructura (como parques tecnológicos) y el desarrollo de toda una serie de
competencias, en particular conocimientos técnicos sobre los procesos de producción
y la gestión. El fomento de la iniciativa empresarial requiere capacitación
especializada para orientar los comportamientos y actitudes personales a fin de
formar a los nuevos dirigentes empresariales del mañana.
b)
Mejorar el acceso a la financiación y la variedad y el precio de los servicios
financieros disponibles a todos los niveles (por ejemplo, servicios bancarios y de
crédito para las PYMES y la población pobre).
c)
Reforzar los sectores de la contabilidad y los seguros. Los servicios profesionales en
los sectores de la contabilidad y los seguros son una parte esencial de la
infraestructura que facilita la inversión y el fomento de la empresa. Los seguros
facilitan la inversión, mejoran la continuidad de las empresas en caso de desastre y
son un elemento fundamental del comercio. Las buenas prácticas internacionalmente
reconocidas en la contabilidad y la presentación de informes de empresas financieras
y de otro tipo desempeñan un papel fundamental en el fomento de las empresas,
permitiéndoles movilizar, asignar y justificar de manera eficiente el capital destinado
a inversiones nacionales e internacionales. Los países en desarrollo necesitan
asistencia para crear servicios de contabilidad y seguros de alta calidad mediante el
fortalecimiento de las instituciones profesionales y reguladoras.
d)
Promover vínculos empresariales y agrupaciones industriales. Unas estrategias clave
para el fomento de las empresas son la intensificación de los vínculos entre empresas
a nivel mundial y la promoción de agrupaciones industriales. El establecimiento de
vínculos empresariales entre las PYMES nacionales y las empresas transnacionales
es una manera efectiva de lograr acceso a nuevos mercados y mejorar la tecnología y
la capacidad de gestión. Las iniciativas que promueven la cooperación dentro de una
red de empresas que trabajan en el mismo sector o en sectores complementarios
permiten crear reservas locales de mano de obra especializada y también ayudan a
los responsables políticos a ocuparse de todo tipo de cuestiones que afectan a un
determinado sector.
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5.
Prácticas competitivas
142. La política de la competencia desempeña una importante función para el fomento de la
competitividad, el desarrollo del espíritu empresarial, la facilitación del acceso y la entrada en
los mercados, la mejora de la equidad del sistema de comercio internacional y la garantía de que
la liberalización del comercio aporte avances en el desarrollo. Por consiguiente, un entorno
efectivamente favorable debe abarcar políticas nacionales de competencia y la cooperación
internacional para hacer frente a las prácticas anticompetitivas transfronterizas. Por desgracia,
los países en desarrollo siguen teniendo dificultades de aplicación para hacer frente a las
prácticas anticompetitivas con los mecanismos internacionales disponibles. Así pues, es
prioritario ayudar a los países en desarrollo a reforzar su capacidad de aplicación de esos
mecanismos.
143. En los últimos años, en respuesta a fusiones anticompetitivas y a cárteles intrínsecamente
nocivos, algunos países en desarrollo han examinado los efectos anticompetitivos que estos
fenómenos tenían en sus mercados e intentado imponer sanciones a las empresas responsables
sin poder hacer efectiva ninguna prohibición. Se requiere una mayor cooperación internacional
para aplicar leyes y políticas de competencia y poder hacer frente a las prácticas
anticompetitivas que ocasionan pérdidas a los países en desarrollo.
6.
Infraestructura del transporte y facilitación del comercio
144. Los procesos de globalización basados en el comercio han sido posibles en gran parte
gracias a los avances conseguidos en los sectores del transporte y las comunicaciones. Hoy en
día las cadenas internacionales de suministro llevan plenamente incorporados los segmentos de
distribución e inventario de los procesos globales de producción y distribución. En ese contexto,
hay que abordar en conjunto todos los obstáculos físicos, tecnológicos y oficiales que impiden
las transacciones comerciales económicamente apropiadas, por lo que es preciso apoyar las
inversiones en soluciones "materiales" como la infraestructura y el equipo de transporte y
almacenamiento mediante la racionalización de los correspondientes sistemas administrativos y
de gestión. La facilitación del comercio es crucial para conseguir que los servicios
administrativos de supervisión del comercio, como las aduanas, cumplan los requisitos de
eficiencia del comercio internacional. A fin de no perjudicar la competitividad internacional, el
sector del comercio y las administraciones públicas de los países en desarrollo deben alinearse
institucional y tecnológicamente con sus homólogos de los países vecinos y de ultramar con los
que mantienen relaciones comerciales.
145. El sector privado facilita cada vez más infraestructura y servicios de apoyo al comercio.
La gestión de puertos de mar, aeropuertos, carreteras y ferrocarriles se subcontrata a menudo a
empresas privadas nacionales e internacionales. A medida que el sector público deja esas
operaciones, existe una creciente necesidad de reforzar la capacidad de supervisar y regular
dichas actividades. La superación de las barreras no materiales que impiden hacer un uso
eficiente de la actual infraestructura física del transporte es uno de los principales objetivos que
deben perseguirse, sobre todo cuando escasean los recursos para inversiones. La facilitación del
comercio y el transporte no basta en sí misma para lograr el cambio estructural, pero es una
condición necesaria sin la cual no tendrían lugar ni el traslado de puestos de trabajo a nuevos
sectores de actividad ni el crecimiento económico inducido por las exportaciones.
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146. A fin de que se cumplan los objetivos del desarrollo, los gobiernos deben dar mucha
prioridad a las cuestiones del transporte, deben examinar y, en caso necesario, modificar su
marco jurídico y regulador para permitir una mayor participación del sector privado, introducir
medidas de reforma para que quienes prestan servicios de transporte respondan mejor a las
exigencias de los usuarios, racionalizar los procedimientos administrativos, introducir un sistema
de indicadores del funcionamiento de los transportes, promover la utilización de tecnología de la
información y reforzar los programas de capacitación en este sector. En condiciones ideales,
estas medidas formarían parte de un conjunto coherente que se aplicaría a nivel nacional o
incluso subregional con objeto de aprovechar plenamente el papel que el sector del transporte
puede desempeñar en la integración regional. A nivel internacional es importante armonizar las
políticas y los regímenes reguladores y prestar asistencia a los gobiernos para que adopten las
medidas necesarias a fin de crear o potenciar la capacidad de oferta del transporte y colocar a los
comerciantes en condiciones de aprovechar efectivamente las oportunidades de transporte que
les ofrecen unos mercados liberalizados y globalizados.
7.
Tecnología, innovación y conocimientos, y el entorno favorable
147. Sin el progreso tecnológico, la acumulación de capital reporta cada vez menos beneficios.
Las mejoras en la tecnología de la producción compensan continuamente la rentabilidad
decreciente de la acumulación de capital y hacen aumentar la productividad laboral, tanto
directamente gracias al perfeccionamiento de la tecnología como indirectamente debido a la
mayor acumulación de capital que esas mejoras hacen posible.
148. Actualmente está bien demostrado que la capacidad de asimilar, difundir y generar
conocimientos es crucial para un crecimiento y un desarrollo sostenibles, puesto que los
conocimientos constituyen la base de la mejora tecnológica y las innovaciones. Se reconoce que
los conocimientos son un bien público a nivel nacional pero ahora también lo son a nivel
mundial debido a su difusión y accesibilidad a través de las fronteras. Además, los
conocimientos son cruciales para suministrar otros bienes públicos, como por ejemplo prevenir
la aparición y propagación de enfermedades infecciosas y hacer frente al cambio climático.
149. El problema radica pues en poner los conocimientos al servicio del desarrollo creando un
entorno favorable para la producción de ideas e innovaciones y para su difusión y utilización por
diferentes agentes que intervienen directa o indirectamente en el proceso de producción.
Para ello se requiere una combinación de iniciativas nacionales de desarrollo de instituciones,
infraestructura y un marco jurídico y reglamentario, y de esfuerzos en el campo de la
cooperación internacional a fin de facilitar la creación y utilización de sistemas innovadores para
la difusión de conocimientos y el aprendizaje, es decir para transformar los conocimientos en un
bien público a nivel mundial.
8.
Políticas en materia de tecnología de la información y las comunicaciones
150. Los países que más se han beneficiado del desarrollo de la tecnología de la información y
las comunicaciones son los que han creado un entorno favorable a la adopción de políticas
apropiadas en este sector, en particular un clima propicio para el comercio y la inversión en las
telecomunicaciones y el desarrollo de la TIC. Las políticas nacionales favorables a la TIC
comprenden estrategias en favor de los pobres, un marco jurídico y reglamentario, el desarrollo
de servicios públicos electrónicos, políticas de fomento de la capacidad y desarrollo de los
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recursos humanos y la promoción de una tecnología accesible, asequible y de alta calidad y de su
correspondiente contenido.
151. Los países que han adoptado políticas nacionales de TIC tiene que examinar ahora su
aplicación y repercusión a nivel nacional y analizar los éxitos y los fracasos de la aplicación de
sus planes de TIC, incluido el marco institucional, a fin de efectuar nuevos ajustes y revisar sus
planes de desarrollo de la TIC. Es crucial revisar esos planes periódicamente y en coordinación
con las diferentes partes interesadas. Así pues, se recomienda que los países en desarrollo,
dentro de sus planes de TIC, definan mecanismos para una revisión, evaluación y supervisión
constantes de las políticas en curso. Para ello pueden resultar útiles los indicadores básicos de
TIC definidos por la comunidad internacional.
V. FORTALECIMIENTO DEL PAPEL, EL IMPACTO Y LA
EFECTIVIDAD DE LA UNCTAD
152. La UNCTAD es parte integrante del sistema de desarrollo multilateral. En su condición de
órgano coordinador del sistema de las Naciones Unidas en materia de comercio y desarrollo y
cuestiones conexas como la financiación, la tecnología, la inversión y el desarrollo sostenible, su
característica distintiva radica en ocuparse del desarrollo en el contexto de los diversos retos
polifacéticos planteados por una economía mundial y un comercio internacional en rápida
evolución. Durante más de cuatro decenios al servicio del desarrollo, la UNCTAD ha abordado
en todo momento las cuestiones que preocupaban a todos los países en desarrollo y ha procurado
promover los intereses de esos países en los sistemas económicos y comerciales internacionales.
En el contexto de la dependencia mutua cada vez más profunda entre países desarrollados y
países en desarrollo, y también entre estos últimos, la organización mantendrá su orientación
específica.
153. El fomento de la efectividad institucional de la UNCTAD es un proceso constante.
El objetivo fundamental consiste en mantener a la organización en unas condiciones tales que
pueda aportar la máxima contribución al sistema de desarrollo multilateral impulsando el
adelanto económico de los países en desarrollo. Desde la XI UNCTAD, se han examinado los
aspectos institucionales del trabajo de la organización -en particular sus tres pilares: la
investigación y el análisis, la labor intergubernamental y la cooperación técnica- en el contexto
de dos procesos distintos aunque complementarios.
154. En el examen de mitad de período llevado a cabo por la Junta de Comercio y Desarrollo
en 2006, los Estados miembros hicieron recomendaciones sobre los tres pilares. Además
en 2005 se estableció un Grupo de Personalidades Eminentes para que asesoraran acerca del
fortalecimiento del papel de la UNCTAD en el desarrollo y su impacto. En su 41ª reunión
ejecutiva, celebrada en abril de 2007, la Junta hizo suyas varias recomendaciones del Grupo,
cuya aplicación ya ha empezado. La Junta también decidió proseguir sus consultas acerca de
aquellas recomendaciones en las que había convergencia de ideas.
155. En la misma reunión, la Junta decidió que uno de los subtemas de la XII UNCTAD fuera
"Fortalecer la UNCTAD: reforzar su papel en el desarrollo, su impacto y su efectividad
institucional". La inclusión de este subtema en el programa de la Conferencia indica claramente
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el deseo de los Estados miembros de seguir intensificando la contribución de la organización al
desarrollo.
A. Mejora de los métodos de trabajo de la UNCTAD
1.
Investigación y análisis
156. La UNCTAD es primordialmente una organización basada en los conocimientos y tiene en
la investigación y el análisis sus actividades esenciales. Para potenciar la labor de investigación
y análisis de la UNCTAD se requerirá una estrategia múltiple encaminada a afinar más su
orientación general, prestando mayor atención a las consecuencias que el resurgimiento del Sur
tendrá para el desarrollo, la cooperación económica internacional y otras cuestiones sistémicas.
Se hará más hincapié en la dimensión nacional, la capacidad de responder con prontitud a los
problemas nuevos y emergentes y la mayor capacidad de proyección. A tal efecto, una de las
consideraciones fundamentales será la movilización de recursos suficientes para la investigación
y el análisis.
157. Uno de los objetivos primordiales de la investigación en una organización
intergubernamental es presentar opciones válidas y realistas a los responsables de fomentar
políticas. Para ello, las investigaciones de la UNCTAD seguirán teniendo una orientación
normativa, centrándose más en la presentación de opciones auténticamente orientadas al
desarrollo a nivel nacional, regional e internacional, así como en cuestiones sistémicas que
afectan al desarrollo. Además de seguir ocupándose de cuestiones a mediano y largo plazo,
durante cada ciclo cuatrienal de la UNCTAD debería ser posible formular una serie de
recomendaciones prácticas e innovadoras sobre cuestiones nuevas y emergentes gracias a las
actividades de investigación de la UNCTAD.
158. Existe ahora un claro consenso acerca de una opinión sustentada desde hace tiempo por
la UNCTAD de que el desarrollo no es un proceso lineal que pueda reducirse a una serie
uniforme de prescripciones normativas. Como no hay una fórmula uniforme válida para todos,
está justificada la mayor atención prestada en las investigaciones de la UNCTAD a la situación
específica de los distintos países, a fin de reforzar el impacto de la labor de la UNCTAD en el
desarrollo. En un intento de explicar las experiencias de los distintos países, la investigación y el
análisis harán mayor hincapié en los estudios de casos y en el examen de las políticas específicas
de los países. En este último caso, la UNCTAD tiene la considerable experiencia de los análisis
de las políticas de inversión y este enfoque debe aplicarse también en otros sectores, como el
comercio y los productos básicos.
159. Otra manera de que la UNCTAD consiga un mayor impacto es aumentando su capacidad
de responder con rapidez a las nuevas cuestiones que se planteen a fin de poder poner sus
análisis y recomendaciones a disposición de los Estados miembros y otras partes interesadas
"en tiempo real". Esto debería ayudar a los Estados miembros a afrontar de manera más eficaz
problemas tales como los desequilibrios económicos mundiales, las crisis financieras, la
reconstrucción y recuperación después de los conflictos en sus aspectos relacionados con el
comercio y el desarrollo, y las consecuencias económicas de fenómenos como las pandemias o el
cambio climático.
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160. Para que sus investigaciones tengan mayor repercusión, la UNCTAD necesita aumentar
mucho su capacidad de proyección, lo que la obligará a seleccionar mejor a los destinatarios de
sus trabajos, gestionar mejor las relaciones con los medios de comunicación y utilizar con más
inteligencia la tecnología de la información y las comunicaciones para difundir sus mensajes.
Será importante llegar a todos los responsables políticos y personas influyentes de todas las
regiones y a todos los niveles, así como a las instituciones académicas, centros de investigación y
entidades de la sociedad civil. A tal efecto, habrá que intervenir con prontitud para configurar
una amplia red de receptores. La UNCTAD también debería reforzar los vínculos con los
investigadores de países en desarrollo.
161. La necesidad de reforzar más la labor de investigación y análisis de la UNCTAD justifica
la asignación de más recursos con ese fin. Esto puede conseguirse combinando las medidas
siguientes: a) fomentar el interés por la investigación en cada componente pertinente de los
programas; b) intensificar la colaboración entre divisiones en temas intersectoriales como la
cooperación Sur-Sur y entre los países menos adelantados; c) utilizar más los equipos de trabajo
con participación de varias divisiones, lo que debería permitir la asignación temporal de recursos
a proyectos de investigación a plazo fijo sin modificar su asignación a largo plazo;
d) intensificar la colaboración en el ámbito de la investigación con otras partes del sistema de las
Naciones Unidas y con una red de centros de investigación de todo el mundo; e) utilizar más
recursos extrapresupuestarios para la investigación y el análisis, en especial de temas nuevos y
emergentes, con la posibilidad de utilizar parte de estos recursos para establecer un sistema de
investigadores residentes con contratos a plazo fijo que se ocupen de estos temas. El objetivo a
largo plazo de estas medidas es reforzar la posición de la UNCTAD como centro de
investigación preeminente e importante fuente de apoyo para los responsables de tomar
decisiones a nivel nacional e internacional.
2.
Mecanismo intergubernamental
162. El mecanismo intergubernamental de la UNCTAD debe estar más orientado a la acción a
fin de vigilar los cambios sistémicos que se producen en los sectores del comercio, las finanzas,
la inversión, la tecnología y el desarrollo sostenible, y de aportar contribuciones prácticas a la
formulación de diversas opciones para la adopción de políticas a nivel nacional, regional y
mundial. Uno de los objetivos principales de su labor debería ser ofrecer a los países en
desarrollo la posibilidad de elegir entre diversas políticas realistas e inteligentes que les
permitieran aprovechar al máximo las oportunidades que les ofrecen la globalización y la
integración económica y hacer frente a los riesgos que de ellas se derivan. Esto es especialmente
importante para los países que no han podido tener una participación significativa en el proceso
de globalización pero han debido afrontar sus riesgos. Otra tarea parecida consistiría en hacer
sugerencias constructivas sobre cómo lograr una evolución ordenada de los sistemas económicos
y comerciales internacionales que favoreciera el desarrollo.
163. La ventaja adicional de examinar una cuestión en un órgano intergubernamental es que
puede llegarse a un consenso que permita adoptar medidas a nivel intergubernamental. En el
examen de mitad de período de 2006, los Estados miembros recomendaron que la UNCTAD
velara por que las reuniones intergubernamentales dieran resultados orientados al desarrollo, en
particular opciones de políticas (TD/B(S-XXIII)/5, párr. 13 b)). Esta importante recomendación
debería aplicarse ahora plenamente teniendo presentes las grandes transformaciones sistémicas
que afectan al desarrollo.
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164. El pilar intergubernamental de la UNCTAD también debe estar más estrechamente
vinculado al de la investigación y el análisis. Hay que procurar utilizar más los análisis de la
secretaría para la obtención de resultados con una orientación normativa. Al mismo tiempo, el
mecanismo intergubernamental debería determinar en qué ámbitos se requieren nuevas o
mayores investigaciones o análisis. Asimismo debería examinar los nuevos retos y
oportunidades sobre la base de análisis en tiempo real efectuados por la secretaría a fin de poder
dar respuestas rápidas acerca de las políticas que deben seguirse. Para ello sería preciso utilizar
el mecanismo intergubernamental de manera más innovadora y selectiva, en particular las
reuniones ejecutivas de la Junta.
165. La Junta de Comercio y Desarrollo debería tener un programa más amplio y desempeñar
una función más prominente en los trabajos de la Asamblea General y el Consejo Económico y
Social. La Junta debería apoyar más activamente la labor de la Asamblea en los principales
sectores del mandato de la UNCTAD, como el comercio, las finanzas y la inversión, así como en
las cuestiones sistémicas y en los países que tienen necesidades especiales de desarrollo.
En particular, debería intentar hacer aportaciones acordadas a las deliberaciones y a la resolución
de la Asamblea General sobre comercio y desarrollo, en particular presentando partes convenidas
de la resolución al examen de la Asamblea General.
166. Si la Junta ha de desempeñar un papel más prominente en los trabajos de la Asamblea
General, es preciso armonizar su calendario de reuniones con el de la Asamblea. Para ello, las
reuniones de expertos podrían tener lugar de noviembre a marzo y los períodos de sesiones de las
comisiones en mayo y junio, de manera que los resultados de sus trabajos pudieran tenerse en
cuenta en las deliberaciones de la Junta de septiembre u octubre y luego en los debates de la
Asamblea General en octubre o noviembre. De esta manera también habría más tiempo para
preparar las reuniones de expertos.
167. La Junta debería tener también un mayor papel en la contribución de la UNCTAD a la
realización y el seguimiento de los objetivos de desarrollo del Milenio y los resultados de las
principales conferencias y cumbres de las Naciones Unidas y de otras conferencias y cumbres
internacionales. Además de llevar a cabo su examen anual, debería intentar aprovechar las
investigaciones y análisis de la UNCTAD para contribuir a los trabajos en curso de la Asamblea
General sobre asuntos tales como los objetivos de desarrollo del Milenio, el desarrollo sostenible
y la financiación para el desarrollo. También debería hacer aportaciones en cuestiones como la
cooperación Sur-Sur, el cambio climático y la erradicación de la pobreza.
168. Es necesario revisar los mandatos de las tres comisiones existentes (sobre el comercio, la
inversión y la empresa); ya se han presentado propuestas para la creación de una nueva
comisión. Al decidir esta cuestión, los Estados miembros quizás podrían considerar la
posibilidad de establecer comisiones por un período de cuatro años de acuerdo con el ciclo de
conferencias de la UNCTAD, teniendo presente la necesidad de mantener la atención centrada en
los aspectos fundamentales de su labor.
169. Varias reuniones de expertos han tenido éxito debido al interés de los temas y a la calidad
del debate. Para que esas reuniones puedan aportar sistemáticamente toda su posible
contribución a la formulación de políticas, será importante concentrarse especialmente en los
resultados orientados a la adopción de medidas prácticas, aprovechar mejor las aportaciones
analíticas a fin de tratar más a fondo los temas examinados y promover una interacción más
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estrecha entre los participantes. Una limitación fundamental para el buen funcionamiento de las
reuniones de expertos es el problema habitual de financiar la participación de expertos
procedentes de países en desarrollo. Hasta el momento no se ha hallado ningún método de
financiación duradero ni se ha llegado a un consenso para utilizar recursos del presupuesto
ordinario con ese fin. Las contribuciones al fondo fiduciario creado para financiar la
participación de expertos no han bastado para cubrir las necesidades. Es preciso dar una
solución definitiva a este problema, ya que no resulta viable mantener el statu quo si se quiere
que las reuniones de expertos funcionen de manera eficaz.
3.
Cooperación técnica
170. La cuestión más importante que se ha planteado recientemente en relación con la
cooperación técnica es la idea de la "unificación de las Naciones Unidas", que fue lanzada
en 2004 por el Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Junta de los Jefes
Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para la Coordinación a fin de dar mayor
coherencia y eficacia a las operaciones de las Naciones Unidas de asistencia al desarrollo a nivel
nacional. En 2005 y 2006, el Consejo Económico y Social, la Asamblea General (en su
seguimiento de la Cumbre del Milenio) y el Grupo de Alto Nivel sobre la coherencia en todo el
sistema de las Naciones Unidas hicieron llamamientos similares para aumentar la coherencia a
nivel nacional. En diciembre de 2006, ocho países se ofrecieron voluntarios como partes piloto
para impulsar la idea de la unificación de las Naciones Unidas, y en abril de 2007 el Secretario
General de las Naciones Unidas presentó su respuesta al informe enviado a la Asamblea General
por el Grupo de Alto Nivel sobre la coherencia del sistema de las Naciones Unidas (A/61/836).
171. La UNCTAD encuentra actualmente algunas dificultades a nivel nacional. Es un
"organismo no residente", en el sentido de que no está presente en los países; la asistencia
relacionada con el comercio resulta marginal a la hora de diseñar los planes de las Naciones
Unidas para los países; los recursos extrapresupuestarios que actualmente recibe la UNCTAD
son fragmentarios e imprevisibles y se asignan con fines concretos; y sus operaciones
interregionales y regionales no facilitan la participación en el Marco de Asistencia de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), que se basa en los países. Por consiguiente, será
esencial que la unificación de las Naciones Unidas se lleve a efecto de tal manera que resulte
más fácil y no más difícil para la UNCTAD dar mayor realce a las cuestiones del comercio y el
desarrollo a nivel nacional.
172. Con ese propósito, la UNCTAD tendrá que colaborar estrechamente con otras
organizaciones que tienen objetivos complementarios. En la reunión más reciente de la Junta de
los Jefes Ejecutivos para la Coordinación, la UNCTAD propuso la creación de una aglomeración
de "sectores comerciales y productivos" con objeto de que las organizaciones que se ocupan del
comercio y el desarrollo y otras cuestiones conexas pudieran aunar fuerzas y, en el contexto de la
unificación de las Naciones Unidas, lograr un mayor impacto a nivel nacional. Las
organizaciones que intervienen hasta el momento son la Organización de las Naciones Unidas
para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), el Centro de Comercio Internacional (CCI) y la OMC,
pero será importante lograr también la participación de las comisiones regionales de las Naciones
Unidas. El objetivo es dar un mayor realce a los sectores comerciales y productivos en diversos
países, proponer un conjunto de programas de cooperación técnica a cargo de dichas
organizaciones y dar una mayor coherencia general a los planes nacionales de desarrollo.
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173. La segunda prioridad principal de las actividades de cooperación técnica de la UNCTAD
será la iniciativa "Ayuda para el Comercio". Esta iniciativa prevé la prestación de asistencia
técnica para fomentar la capacidad de formular políticas comerciales plenamente asumidas por
los países, participar en negociaciones comerciales, aplicar acuerdos comerciales, fomentar la
capacidad de oferta (incluida la infraestructura relacionada con el comercio) y prestar ayuda para
compensar los costos del ajuste. La UNCTAD puede proporcionar cooperación técnica en cada
fase de la actividad comercial, desde la inversión, el fomento de la empresa y la financiación,
pasando por los trámites de aduanas y el transporte, hasta el acceso y la entrada en los mercados.
Además, el Equipo de Trabajo sobre la Ayuda para el Comercio de la OMC ha recomendado
que, cuando resulte oportuno, los donantes consideren la posibilidad de aportar multilateralmente
los fondos destinados a esa ayuda. La UNCTAD, en cooperación con otras organizaciones, en
particular los miembros de la aglomeración de sectores comerciales y productivos, debería
desempeñar un papel primordial a este respecto.
174. Estos objetivos se basan en el supuesto de que las actividades de cooperación técnica de la
UNCTAD deben estar mucho mejor organizadas e integradas. Habría que utilizar más
"paquetes" de programas, centrados en un número limitado de esferas temáticas. Esto no sólo
contribuiría a resolver el problema de la fragmentación de tales iniciativas sino también a
aumentar la capacidad de la UNCTAD de integrar mejor sus actividades de cooperación técnica
en el plano nacional.
175. La UNCTAD también tiene que extender considerablemente el alcance de su cooperación
técnica. Ha de conseguir que su capacidad de cooperación técnica sea más conocida por los
posibles receptores; sus necesidades de financiación deben señalarse a la atención de posibles
donantes de una manera mucho más coherente; y ha de seguir supervisando y evaluando en todo
momento la eficacia de sus actividades de cooperación técnica a fin de dar a conocer mejor su
valor añadido y su utilidad. Por su parte, los países en desarrollo deberían comunicar sus
necesidades a la secretaría y se insta a los donantes a que, en cumplimiento de su compromiso de
incrementar sustancialmente la asistencia oficial para el desarrollo, aumenten sus aportaciones a
los fondos de la UNCTAD destinados a asistencia técnica.
B. Potenciación del papel de la UNCTAD en las cuestiones emergentes
176. La UNCTAD se reforzará y tendrá un mayor impacto si se le asignan objetivos
ambiciosos. Por eficaces que sean los métodos de trabajo de la UNCTAD, si no se le
encomiendan tareas relevantes tampoco será relevante su impacto. Estas tareas pueden guardar
relación con sus esferas tradicionales de actividad que todavía son importantes para el desarrollo,
o bien con cuestiones nuevas y emergentes en las que la UNCTAD puede hacer valer sus
conocimientos técnicos. A continuación se dan algunos ejemplos.
1.
Necesidades especiales de desarrollo de grupos de países
177. La falta de progresos de los países menos adelantados en el logro de los objetivos de
desarrollo del Milenio constituye un nuevo motivo de preocupación una vez transcurrida la mitad
del plazo fijado para alcanzarlos. La UNCTAD contribuirá a los esfuerzos del sistema de las
Naciones Unidas por diagnosticar las causas de este estancamiento y formulará recomendaciones
prácticas para encarrilar nuevamente a los PMA. Los países pobres de renta media y algunas
economías en transición tienen también problemas de pobreza, desempleo y desigualdad de
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ingresos y necesitan urgentemente un apoyo internacional más concreto, en particular para
reducir la pobreza. La Junta de Comercio y Desarrollo podría ocuparse de estas cuestiones
basándose en los análisis facilitados por la secretaría de la UNCTAD, con objeto de formular
recomendaciones.
2.
Cooperación Sur-Sur de nueva generación
178. La UNCTAD ha abogado siempre por la cooperación Sur-Sur. En la fase actual de la
globalización, esa cooperación es mucho más relevante y ofrece un mayor potencial para el
desarrollo. La UNCTAD intensificará su apoyo a esa cooperación profundizando en sus
investigaciones y análisis del comercio y las inversiones Sur-Sur, haciendo hincapié en las
nuevas oportunidades y los nuevos retos que se presentan; apoyando la integración comercial
regional e interregional Sur-Sur, por ejemplo coordinando los acuerdos comerciales regionales
Sur-Sur y la interfaz con los acuerdos Norte-Sur; proporcionando soluciones prácticas que
favorezcan el desarrollo a fin de ampliar el comercio Sur-Sur de bienes, servicios y productos
básicos; mejorando sus bases de datos e instrumentos analíticos sobre la cooperación Sur-Sur,
como el nuevo sistema de información sobre el comercio Sur-Sur; centrando más sus programas
de cooperación técnica en las cuestiones Sur-Sur; y apoyando el Acuerdo sobre el Sistema
Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo.
3.
Cambios en la economía de los productos básicos
179. Desde 2002 se registra un período de auge de los productos básicos, cuyos precios
experimentan una fuerte tendencia alcista. Los países en desarrollo que dependen de esos
productos tienen pues una ventana de oportunidad para crecer a un ritmo que les permita reducir
la pobreza. Su eventual éxito dependerá tanto de las circunstancias internacionales, en particular
de la financiación de la inversión en infraestructuras y del fomento de la oferta, como de su
capacidad de impulsar el necesario desarrollo institucional. La UNCTAD prestará apoyo
analítico y ayudará a fomentar la capacidad, sobre todo procurando dar mayor acceso a los
mercados a los productores pobres y en pequeña escala; reforzando la cooperación regional para
el desarrollo de los mercados de productos básicos; promoviendo los aspectos de la producción y
el comercio de productos básicos que favorezcan el desarrollo sostenible; y mejorando la gestión
de los abundantes recursos minerales. La labor en curso de la UNCTAD para aumentar la
competitividad del sector de los productos básicos y la diversificación vertical y horizontal se
verá influida por la necesidad de responder a los cambios que se produzcan. En este contexto
tendrá especial importancia la Iniciativa de Ayuda para el Comercio. La UNCTAD dará también
prioridad a las cuestiones que requieren la adopción de medidas a nivel multilateral, en particular
el establecimiento de nuevos mecanismos para paliar el impacto a corto plazo de las
fluctuaciones de los mercados de productos básicos y la financiación de programas que
constituyan redes de seguridad. Asimismo, movilizará la cooperación internacional para apoyar
el desarrollo del sector de los productos básicos.
4.
Repercusiones del cambio climático en el comercio y el desarrollo
180. Últimamente la comunidad internacional presta cada vez más atención al cambio climático,
que tendrá consecuencias especialmente negativas para los países en desarrollo y al elevado
costo económico que puede tener la pasividad ante este fenómeno. Las medidas adoptadas en
respuesta al cambio climático en los sectores del transporte, la utilización de energía, la
TD/413
página 52
producción de electricidad, la agricultura y la silvicultura acarrean consecuencias significativas
para el comercio y el desarrollo. Hay una mayor voluntad de adoptar políticas más estrictas para
combatir el cambio climático tanto a nivel nacional como a nivel internacional. A este respecto,
la UNCTAD está en muy buena posición para abordar las cuestiones siguientes:
las repercusiones de las políticas relativas al cambio climático en la competitividad del comercio,
sobre todo en lo referente a la energía derivada de combustibles fósiles contenida en los bienes
comercializables; las oportunidades de comercio e inversión resultantes de la adopción de
medidas para combatir el cambio climático; la promoción de las inversiones y los beneficios para
el progreso de los países en desarrollo en el marco del mecanismo para un desarrollo limpio del
Protocolo de Kyoto; y la compatibilidad entre políticas del clima y reglas del comercio.
5.
Migraciones
181. Se prevé un continuo aumento de las migraciones laborales por razones económicas,
políticas, socioculturales y de seguridad, pero las oportunidades de integración en el mercado de
trabajo siguen siendo limitadas a causa de las presiones políticas y por razones de seguridad, así
como por los efectos negativos que esa integración parece tener sobre los salarios y el empleo.
Las migraciones entrañan beneficios y costos tanto para los países de origen como para los
países de destino: lo que hay que conseguir es que todos salgan ganando. La UNCTAD puede
contribuir a promover una globalización integradora de las migraciones ayudando a los países a
incluir políticas de integración en el mercado laboral en sus estrategias nacionales e
internacionales de desarrollo; puede aclarar cuestiones referentes a la interrelación entre
comercio, migración y globalización; y puede contribuir a que los responsables de formular
políticas comprendan mejor y lleguen a un consenso acerca de los beneficios que reporta la
integración en el mercado de trabajo.
6.
Seguridad energética
182. Todavía hay en el mundo 1.600 millones de personas sin electricidad; para alcanzar los
objetivos de desarrollo del Milenio esta cifra debería reducirse a menos de 1.000 millones para el
año 2015. Sin embargo, eso no será posible si no se hacen nuevas y grandes inversiones en
infraestructura y recursos energéticos, en particular en el aprovechamiento de fuentes de energía
alternativas y la utilización eficiente de la energía. Los países tienen que lograr una combinación
óptima de fuentes de energía y usar más fuentes de energía renovables como el biocombustible,
que contribuyen menos al cambio climático y tienen un efecto positivo en los ingresos rurales y
la diversificación agrícola. Los países en desarrollo exportadores de petróleo deben afrontar el
reto de invertir sus excedentes de tal manera que obtengan ingresos para las generaciones futuras
sin mermar la competitividad de otras exportaciones. La UNCTAD puede ayudar a los países
exportadores de energía a concebir estrategias de desarrollo del sector energético para hacer de
éste un motor del crecimiento y el desarrollo; ayudar a los países importadores de energía a
conseguir la seguridad energética mediante asociaciones entre productores y consumidores;
mejorar las adquisiciones, la financiación y la gestión del riesgo; y promover la cooperación
regional en el sector de la energía.
TD/413
página 53
7.
La recuperación después de los conflictos y sus relaciones con el comercio y el
desarrollo
183. Volver a poner en marcha y transformar la maquinaria económica es una necesidad
acuciante para los países que salen de un conflicto y cuyas sociedades intentan emprender de
nuevo el camino de la recuperación y el crecimiento económicos. En una economía mundial
cada vez más globalizada, tales esfuerzos deberán realizarse teniendo plenamente en cuenta el
comercio, la inversión y otras cuestiones conexas. La experiencia y los conocimientos de
la UNCTAD pueden contribuir de manera significativa a los esfuerzos de los países en fase de
recuperación para formular estrategias eficaces de desarrollo que les sirvan no sólo para
integrarse en condiciones favorables en la economía mundial y regional, sino también para
afrontar desafíos económicos externos. El apoyo de la UNCTAD a la investigación y la
formulación de políticas podría complementarse mediante la cooperación técnica para el fomento
de la capacidad institucional, jurídica, reguladora y humana, en colaboración con otros
organismos de las Naciones Unidas con el fin de ocuparse del necesario, pero a menudo
desatendido, aspecto económico de la recuperación de los países que salen de un conflicto o de
una crisis.
8.
Ciencia, tecnología e innovación
184. A medida que los mercados mundiales se van liberalizando y son cada vez más
competitivos, los países tienen que aumentar constantemente su capacidad tecnológica.
Es preciso que los gobiernos evalúen regularmente las condiciones por las que se rigen la
transferencia de tecnología y las necesidades de mejoras tecnológicas. También han de detectar
las deficiencias en sus políticas de ciencia y tecnología, en particular en sus políticas de
innovación, y asegurarse de que dispongan de las instituciones apropiadas para apoyar su
estrategia de fomento de la ciencia y la tecnología. Las tecnologías de la información y las
comunicaciones son especiales porque permiten a los recién llegados adoptar directamente las
tecnologías más avanzadas sin tener que ocuparse de otras técnicas ya superadas.
185. La UNCTAD debería realizar investigaciones con una orientación normativa sobre los
conocimientos considerados como un bien público a nivel mundial y sobre cuestiones
relacionadas con la transferencia de tecnología, en particular los mecanismos apropiados para su
difusión universal. Asimismo, debería intensificar sus investigaciones y análisis del papel y el
impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el ámbito del desarrollo,
dando prioridad a la economía de la información (incluidas cuestiones como la gobernanza de
Internet), los derechos de propiedad intelectual y la financiación de las tecnologías. Debería
analizar también las tendencias que se registran en las tecnologías emergentes, sobre todo en lo
que respecta a la promoción de la transferencia de tecnologías ecológicamente racionales a los
países en desarrollo.
186. En sinergia con su labor de investigación y análisis, la UNCTAD debería prestar asistencia
técnica a los países mediante sus análisis de las políticas de fomento de la ciencia, la tecnología y
la innovación. También debería ayudarles a formular políticas en el sector de la tecnología de la
información y las comunicaciones, incluidos los indicadores para medir dicha tecnología y los
marcos jurídicos y reguladores. A fin de impulsar el desarrollo de los conocimientos y las
capacidades a efectos del comercio, la ciencia y la tecnología, la UNCTAD debería seguir
promoviendo vínculos entre los investigadores y los responsables de las políticas, así como la
TD/413
página 54
utilización de políticas basadas en la investigación para promover el desarrollo sostenible y la
reducción de la pobreza.
9.
Nuevas barreras al comercio y a la inversión de los países en desarrollo
187. Preocupa el hecho de que las oportunidades que se ofrecen a los países en desarrollo para
acceder a los mercados de los países desarrollados estén sujetas a una creciente diversidad de
barreras no arancelarias. El establecimiento del Grupo de Personalidades Eminentes en materia
de barreras no arancelarias por parte del Secretario General es una medida oportuna para abordar
esta cuestión en todo el sistema. Al mismo tiempo, la creación de un mecanismo
interinstitucional sobre este tema para que asesore al Grupo acredita la determinación y
capacidad de la UNCTAD para colaborar con organismos del sistema de las Naciones Unidas en
asuntos de interés común. Dicha labor proseguirá y se intensificará. Otro nuevo tipo de barrera
es el que dificulta los intentos de los países en desarrollo por invertir en los países desarrollados,
intentos que en ocasiones encuentran obstáculos motivados por la seguridad nacional, el
patriotismo económico, cláusulas sociales y otras restricciones. Hay que ocuparse
sistemáticamente de estas y de otras nuevas barreras que se están erigiendo, a fin de establecer
unas reglas del juego equitativas.
10.
Ayuda para el Comercio y desarrollo
188. La Ayuda para el Comercio es un complemento esencial de la liberalización del comercio
internacional, ya sea multilateral, bilateral o unilateral, para hacer realidad los beneficios
potenciales del desarrollo y paliar los costos del ajuste y la implementación. Los fondos de la
Ayuda para el Comercio deberían encauzarse de manera multilateral a fin de ayudar a los países
en desarrollo a potenciar su capacidad productiva y sus posibilidades de competir eficazmente en
los mercados internacionales. Como se indicó en el capítulo IV, los progresos en la Ayuda para
el Comercio no deben vincularse a los que se consigan en la Ronda. Estos importantes
indicadores se han puesto de relieve en el informe del Equipo de Trabajo sobre la Ayuda para el
Comercio de la OMC y deberían tenerse en cuenta al pasar de las promesas a la acción. Por su
parte, los beneficiarios previstos de la Ayuda para el Comercio deben lograr una mejor
integración del comercio en sus políticas y planes nacionales de desarrollo. Dar prioridad al
comercio en el desarrollo es crucial para renovar el compromiso de los gobiernos interesados en
pro del comercio y para ejecutar programas de fomento del comercio.
189. A lo largo de muchos años la UNCTAD ha acumulado una considerable experiencia de
asistencia técnica en relación con el comercio y el desarrollo y sus programas pueden aportar una
contribución importante. Por ejemplo, la UNCTAD tiene una larga experiencia en formar a
personal de países en desarrollo en asuntos de política comercial y en ayudarles a participar de
manera eficaz en negociaciones comerciales; promover la diversificación de economías que
dependen de los productos básicos; evaluar las repercusiones del comercio de servicios, las
barreras no arancelarias y la interrelación entre medidas comerciales y ambientales; reforzar la
capacidad de los países en desarrollo de cumplir las normas ecológicas y sanitarias sobre
productos y hacer uso de los planes preferenciales y la integración regional, en particular entre
países en desarrollo; y redactar leyes y políticas de competencia.
190. La UNCTAD puede ayudar además a los países en desarrollo a fomentar sus capacidades
productivas y su competitividad internacional mediante medidas tales como los análisis de las
TD/413
página 55
políticas de inversión y la promoción de inversiones; las estrategias de fomento de la ciencia, la
tecnología y la innovación; la promoción de la iniciativa empresarial y el fomento de la empresa;
la logística comercial; los sistemas aduaneros y la facilitación del comercio; y el uso de
tecnologías de la información y las comunicaciones para el desarrollo. Junto con otras medidas
cruciales, como la construcción y mejora de la estructura y la asistencia para el ajuste, estas
medidas reforzarán de manera significativa la capacidad de los países en desarrollo de
aprovechar viejas y nuevas oportunidades de acceso a los mercados multiplicando de este modo
los beneficios derivados del comercio.
C. Potenciación del papel de la UNCTAD en el contexto
de la reforma de las Naciones Unidas
191. Se está trabajando para potenciar el papel de la UNCTAD en el contexto de la reforma de
las Naciones Unidas, proceso todavía en curso cuyos resultados no pueden predecirse con
certeza. Sin embargo, puede afirmarse con toda seguridad que el desarrollo seguirá siendo una
de las preocupaciones básicas de las Naciones Unidas y que la UNCTAD tendrá un papel
especial que desempeñar en la misión de desarrollo de las Naciones Unidas.
192. El mandato básico de la UNCTAD se expone en la resolución 1995 (XIX) de la Asamblea
General, de 1964, por la que se estableció la UNCTAD como órgano de la Asamblea General.
Desde entonces, la UNCTAD ha sido designada coordinadora del sistema de las Naciones
Unidas para el tratamiento integrado del comercio y el desarrollo y otras cuestiones conexas en
los sectores de las finanzas, la tecnología, la inversión y el desarrollo sostenible.
193. En los próximos años, los países en desarrollo y los países con economías en transición
deberán seguir afrontando retos importantes en lo que respecta al comercio y el desarrollo,
algunos de resultas de problemas nuevos y emergentes. Seguirán necesitando asesoramiento
para la formulación de políticas y asistencia para el fomento de la capacidad. Como coordinador
del sistema de las Naciones Unidas en este campo, y en su calidad de órgano de la Asamblea
General, la UNCTAD debe desempeñar un papel primordial a la hora de afrontar esos retos.
Al mismo tiempo, la Asamblea General deberá asegurarse de que la UNCTAD no desperdicie
recursos saliéndose de su mandato.
194. Las medidas indicadas en el presente informe están concebidas para ayudar a la UNCTAD
a desempeñar su función promoviendo la cooperación internacional en el sector del comercio y
el desarrollo y ayudando a los países a afrontar los retos y aprovechar las oportunidades de la
globalización. Asimismo, tales medidas harán de la UNCTAD un importante centro de
investigación y análisis que hará a las partes interesadas recomendaciones innovadoras y
prácticas basadas en una amplia cooperación con otras organizaciones y grupos de estudio. Esas
medidas permitirán al mecanismo intergubernamental de la UNCTAD dar resultados con una
orientación práctica en todos los ámbitos de su mandato a fin de guiar a los gobiernos en sus
iniciativas de desarrollo y en el fomento de una evolución sistémica ordenada y enfocada al
desarrollo, de manera que la UNCTAD podrá apoyar directamente a la Asamblea General en sus
deliberaciones sobre el comercio y el desarrollo. Además, colocarán a la UNCTAD en el eje del
conjunto de organizaciones mundiales y regionales que realizan actividades de asistencia técnica
para el fomento de la capacidad en el comercio y el desarrollo y en otros ámbitos conexos, sobre
la base de la unificación de las Naciones Unidas y de acuerdo con las necesidades de cada país.
-----
CONFÉRENCE DES NATIONS UNIES SUR
LE COMMERCE ET LE DÉVELOPPEMENT
UNITED NATIONS CONFERENCE
ON TRADE AND DEVELOPMENT
Background statistical charts and tables for the
Report of the Secretary-General of UNCTAD to
UNCTAD XII
Globalization for development: Opportunities and challenges
List of charts and tables
Page
Chart 1
GDP per capita (log scale) in selected developing countries and regions
compared to the G-7, 1970-2005
3
Chart 2
Real GDP growth, 1995-2006
3
Chart 3
Real investment, 1995-2006
4
Chart 4
Real consumption, 1995-2006
5
Chart 5
Real exports of goods and services, 1995-2006
6
Chart 6
Real imports of goods and services, 1995-2006
7
Chart 7
Employment (1996=100) and unemployment rates (per cent) 1996-2006
8
Chart 8
Current account balance as per cent of GDP, 1995-2006
9
Chart 9
Unit labour costs, 1993-2006
10
Chart 10
Real effective exchange rates, 1995-2006
11
Chart 11
Official Development Assistance from DAC donors 1988-2005
12
Chart 12
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986-2006
South and South-East Asia / South and South-East Asia,
including China
12
Chart 13
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986-2006
Latin America / Latin America, less Brazil
13
Chart 14
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1997-2006
Eastern European economies
14
Chart 15
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986-2006
Sub-Saharan Africa
14
Chart 16
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1970-2006
United States / European Union 6
15
Chart 17
Governance and per capita income growth, selected groups of
economies, 1996-2006
16
Table 1
Real gross domestic product
17
Table 2
Current account
22
Table 3
Trade in merchandise: Total exports
27
Table 4
Trade in services: Total exports
30
Table 5
Direct Investment in reporting economy (FDI Inward)
33
Table 6
Aid to GNI ratio, developing economies
33
Table 7
Official Development Assistance from All Donors to Developing Countries
Total, Economies in Transition; Heavily Indebted Poor Countries Disbursment
34
2
Chart 1
GDP per capita (log scale) in selected developing countries
and regions compared to the G-7, 1970–2005
100
1st-tier NIEs
Latin America 5
10
Sub-Saharan Africa
2nd-tier NIEs
1
India
China
0
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
Source: UNCTAD and United Nations with the exception of sub-Saharan Africa whose source is World Development Indicators
2006, World Bank. Calculations are based on constant GDP (1995 US$).
Note: Latin America-5 comprises Argentina, Brazil, Chile, Colombia and Mexico; the first-tier NIEs comprise Hong Kong (China), the
Republic of Korea, Singapore and Taiwan Province of China; the second-tier NIEs comprise Indonesia, Malaysia, the Philippines and
Thailand. South Africa is not included in sub-Saharan Africa.
Chart 2
Real GDP growth, 1995–2006
(Index numbers, 1995 = 100)
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
G7
2002
2003
2004
2005
2006
2004
2005
2006
Developing economies
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Developing economies: Asia
Developing economies: Africa
G7
Developing economies: America
Economies in transition
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from United Nations Statistics Division.
3
Chart 3
Real investment, 1995–2006
(Index numbers, 1995 = 100)
220
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2004
2005
2006
Developing economies
220
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
Developing economies: America
Economies in transition
2001
2002
2003
Developing economies: Asia
Developing economies: Africa
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from United Nations Statistics Division.
4
Chart 4
Real consumption, 1995–2006
(Index numbers, 1995 = 100)
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2004
2005
2006
Developing economies
200
180
160
140
120
100
80
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
Developing economies: America
Economies in transition
2001
2002
2003
Developing economies: Asia
Developing economies: Africa
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from United Nations Statistics Division.
5
Chart 5
Real exports of goods and services, 1995–2006
(Index numbers, 1995 = 100)
375
350
325
300
275
250
225
200
175
150
125
100
75
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2004
2005
2006
Developing economies
375
350
325
300
275
250
225
200
175
150
125
100
75
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
G7
Developing economies: Asia
Developing economies: America
Developing economies: Africa
Economies in transition
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from United Nations Statistics Division and IMF.
6
Chart 6
Real imports of goods and services, 1995–2006
(Index numbers, 1995 = 100)
300
250
200
150
100
50
1995
1996
1997
1998
1999
2000
G7
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Developing economies
300
250
200
150
100
50
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
G7
Developing economies: Asia
Developing economies: America
Developing economies: Africa
Economies in transition
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from United Nations Statistics Division and IMF.
7
2006
9
130
8.5
125
8
120
7.5
115
7
110
6.5
105
6
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Employment 1996=100
Unemployment rate (per cent)
Chart 7
Employment (1996=100) and unemployment rates (per cent)
1996-2006
100
2006
Employment: Developed Economies and European Union
Employment: Latin America and the Caribbean
Unemployment: Developed Economies and European Union
Unemployment: Latin America and the Caribbean
130
6.5
120
5.5
115
5
4.5
110
4
105
3.5
3
1996
Unemployment rate (per cent)
Employment 1996=100
125
6
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
100
2006
Unemployment: East Asia
Unemployment: South East Asia and the Pacific
Unemployment: South Asia
Employment: East Asia
Employment: South East Asia and the Pacific
Employment: South Asia
12
130
11.5
125
11
120
10.5
115
10
110
9.5
105
9
100
8.5
8
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Unemployment: Central and Eastern Europe (non-EU) and CIS
Unemployment: Sub-Saharan Africa
Employment: Sub-Saharan Africa
Employment: Central and Eastern Europe (non-EU) and CIS
8
2005
95
2006
Employment 1996=100
Unemployment rate (per cent)
7
Chart 8
Current account balance as per cent of GDP, 1995–2006
12
10
8
6
4
2
0
-2
-4
-6
-8
1995
1996
1997
G7
1998
1999
2000
2001
2002
Germany
Developing economies
2003
2004
2005
2006
United States
Japan
12
10
8
6
4
2
0
-2
-4
-6
-8
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
G7
Developing economies: Asia
Developing economies: Africa
Economies in transition
Source: UNCTAD secratariat calculations, based on data from IMF.
9
2003
2004
2005
2006
Developing economies: America
Chart 9
Unit labour costs, 1993–2006
(US dollars, 1993 = 100)
160
150
140
130
120
110
100
90
80
70
60
1993
1994
1995
G7
1996
1997
1998
1999
Other developed economies
2000
2001
Germany
2002
2003
2004
United States
2005
2006
Japan
220
200
180
160
140
120
100
80
60
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Eastern European economies
2000
2001
Latin America
2002
Asia
2003
2004
2005
2006
China
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on ILO, Key Indicators of the Labour Market (KILM); OECD; and
Economist Intelligence Unit.
Note: Unit labour costs: whole economy excl. Slovakia and Taiwan Province of China (industry), and the United States
(non-agriculture).
Eastern European economies refer to Czech Republic, Estonia, Hungary, Lithuania, Poland, Slovakia and Slovenia.
Asia refers to Indonesia, the Philippines, the Republic of Korea, Singapore, Taiwan Province of China, and Thailand.
Latin America refers to Argentina, Brazil, Chile, Colombia, Ecuador, Mexico and Peru.
Developed economies refer to Australia, Austria, Belgium, Cyprus, Denmark, Finland, Greece, Iceland, Ireland, Israel,
the Netherlands, New Zealand, Norway, Portugal, Spain, Sweden and Switzerland.
10
Chart 10
Real effective exchange rates, 1995–2006
(1995 = 100)
130
120
110
100
90
80
70
60
50
Japan
Germany
Switzerland
China
40
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
110
100
90
80
70
60
50
Republic of Korea
Malaysia
Thailand
Indonesia
40
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
Source: JP Morgan; and data for Germany from IMF, IFS database.
11
2002
2003
2004
2005
2006
Chart 11
Official Development Assistance from DAC donors 1988–2005
(Million US$)
80,000
60,000
40,000
20,000
0
1988
1992
1996
2000
Total net ODA excluding Debt Forgiveness
2004
Debt Forgiveness grants
Source : OECD, Development Assistance Committee Database online.
Chart 12
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986–2006
(per cent)
South and South-East Asia
12
Real GDP growth
10
Real GDP growth, trend
8
6
Real short-term interest rate
4
2
0
-2
Real short-term interest rate, trend
-4
-6
-8
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
South and South-East Asia, including China
12
Real GDP growth, trend
10
8
6
Real GDP growth
4
2
0
Real short-term interest rate,
1998–2006
-2
-4
-6
-8
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
Source: OECD, IMF, World Bank and Datastream.
Note: South and South-East Asia: Bangladesh, India, Indonesia, Malaysia, the Philippines, the Republic of Korea, Singapore, Taiwan
Province of China, and Thailand. Trend: polynom 5 grades. Real short-term interest rates are GDP weighted.
12
Chart 13
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986–2006
(per cent)
Latin America
12
Real short-term interest rate
10
8
6
Real GDP growth
4
2
0
-2
-4
Real short-term interest rate, trend
-6
GDP growth, trend
-8
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
Latin America, excluding Brazil
12
Real short-term interest rate
10
8
Real GDP growth
6
4
2
0
-2
-4
Real short-term interest rate, trend
-6
GDP growth, trend
-8
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
Source: OECD, IMF, World Bank and Datastream.
Note: Latin America: Argentina, Brazil, Chile, Colombia, Costa Rica, Mexico, Peru, Uruguay and Venezuela.
Trend: polynom 5 grades. Real short-term interest rates are GDP weighted.
13
2004
2006
Chart 14
Rreal short-term interest rate and real GDP growth, 1997–2006
(per cent)
Eastern European economies
8
Real GDP growth, trend
6
Real GDP growth
4
2
Real short-term interest rate, trend
Real short-term interest rate
0
1997
1999
2001
2003
2005
Source: Eastern European Economies: Bulgaria, Czech Republic, Estonia, Hungary, Latvia, Lithuania, Poland, Slovak Republic and
Slovenia. Trend: polynom 5 grades.
Note: IMF, and World Bank. Real short-term interest rates are GDP weighted.
Chart 15
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1986–2006
(per cent)
Sub-Saharan Africa
12
10
8
Real GDP growth, trend
Real GDP growth
6
4
2
0
-2
-4
Real short-term interest rate
-6
Real short-term interest rate, trend
-8
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
Source: OECD, IMF, World Bank and Datastream.
Note: Sub-Saharan Africa: Burkinga Faso, Côte d'Ivoire, Mauritius, Niger, Senegal, South Africa, Togo, Cameroon, Central African
Republica, Chad, Republic of Congo, Gabon, Lesotho, Malawi, Nigeria, Sierra Leona, and Uganda. Trend: polynom 5 grades.
Real short-term interest rates are GDP weighted.
14
2006
Chart 16
Real short-term interest rate and real GDP growth, 1970–2006
(per cent)
United States
12
10
8
Real GDP growth, trend
Real GDP growth
6
4
2
0
-2
-4
Real short-term interest rate, trend
Real short-term interest rate
-6
-8
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
European Union 6
12
10
8
Real short-term interest rate, trend
Real GDP growth
6
Real GDP growth, trend
4
2
0
-2
-4
-6
Real short-term interest rate
-8
1970
1975
1980
1985
1990
Source: Interest rates: AMECO; OECD. GDP: WDI.
Note: Trend: polynom 5 grades.
15
1995
2000
2005
Chart 17
Governance and per capita income growth,
selected groups of economies, 1996–2006
10
8
6
4
2
0
-2
-4
-6
-3
-2
-2
-1
-1
0
1
1
2
2
3
A ggregate go vernance measure, 1996
Diverging develo ping co untries
Co nverging develo ping co untries
Develo ped eco no mies
S o urc e : UNCTA D secretariat calculatio ns, based o n data fro m Kaufmann, Kraay and M astruzzi, 2005; and UNCTA D Glo bStat
database.
N o t e : The aggregate go vernance measure is the unweighted average o f the six measures pro vided by Kaufmann, Kraay amd
M astruzzi, 2005. The gro up o f develo ping eco no mies is separated into co nverging and diverging develo ping eco no mies depending
o n whether o r no t their average rate o f real per capita gro wth during the perio d 1996–2006 exceeded the median rate o f gro wth in
develo ped co untries during that perio d.
16
Table 1
Real gross domestic product
Annual average growth rate
1995–2000
2000–2005
1995–2005
2005–2006
WORLD
3.2%
2.8%
2.9%
4.0%
DEVELOPED ECONOMIES
3.0%
2.0%
2.5%
2.9%
2.9%
1.9%
2.3%
2.8%
4.3%
2.9%
2.0%
1.9%
0.5%
3.2%
4.2%
2.8%
1.5%
0.7%
0.6%
1.4%
2.4%
2.6%
3.6%
2.3%
1.4%
1.4%
0.9%
2.8%
3.2%
2.7%
2.0%
2.7%
1.9%
2.2%
2.7%
3.3%
G7
Canada
France
Germany
Italy
Japan
United Kingdom
United States
Developed economies less G7
Andorra
Australia
Austria
Belgium
Belgium-Luxembourg
Bermuda
Cyprus
Czech Republic
Denmark
Estonia
Finland
Greece
Hungary
Iceland
Ireland
Israel
Latvia
Lithuania
Luxembourg
Malta
Netherlands
New Zealand
Norway
Poland
Portugal
San Marino
Slovakia
Slovenia
Spain
Sweden
Switzerland
DEVELOPING ECONOMIES
3.7%
2.3%
3.0%
3.7%
1.5%
4.1%
2.9%
–
2.9%
3.6%
3.9%
0.9%
2.8%
5.5%
4.7%
3.5%
4.2%
4.8%
9.8%
4.2%
5.4%
4.4%
–
4.9%
3.8%
2.5%
3.5%
5.1%
4.2%
5.5%
3.6%
4.3%
4.2%
3.3%
2.0%
7.1%
3.2%
1.5%
–
1.6%
3.2%
3.0%
3.5%
1.2%
7.3%
2.4%
4.4%
4.1%
3.7%
5.1%
1.7%
7.7%
7.7%
–
0.4%
0.7%
3.7%
2.0%
3.1%
0.5%
2.3%
4.9%
3.6%
3.1%
2.3%
0.9%
5.1%
3.6%
2.2%
–
2.4%
3.3%
3.6%
2.2%
1.9%
6.2%
3.4%
4.1%
4.3%
4.0%
7.5%
2.8%
6.5%
5.7%
–
2.6%
2.3%
3.2%
2.6%
3.7%
2.4%
4.0%
3.9%
3.9%
3.8%
2.8%
1.5%
7.2%
2.7%
3.2%
3.0%
–
2.5%
3.8%
6.1%
3.3%
11.4%
5.5%
4.2%
3.9%
2.9%
6.0%
5.1%
11.9%
7.5%
5.8%
2.5%
2.9%
1.5%
2.9%
5.8%
1.3%
0.0%
8.2%
5.2%
3.9%
4.4%
2.7%
4.2%
5.2%
4.5%
6.9%
Developing economies less China
3.4%
4.2%
3.6%
5.9%
Developing economies: Africa
3.3%
4.7%
3.8%
5.5%
Eastern Africa
3.6%
3.4%
3.3%
5.8%
Burundi
Comoros
Djibouti
Eritrea
Ethiopia
Kenya
Madagascar
-0.4%
1.8%
0.8%
1.5%
4.3%
2.1%
3.9%
2.7%
2.2%
2.9%
2.7%
3.9%
3.1%
2.2%
1.1%
2.1%
1.8%
1.1%
4.2%
2.5%
2.9%
5.1%
–
4.5%
2.0%
10.6%
6.0%
4.7%
17
Annual average growth rate
1995–2000
2000–2005
1995–2005
2005–2006
3.7%
5.6%
8.7%
10.1%
6.9%
1.8%
6.7%
4.0%
2.2%
-0.2%
2.9%
3.7%
8.6%
4.8%
-2.5%
2.9%
5.7%
6.9%
4.7%
-4.9%
2.3%
4.9%
8.4%
7.2%
1.5%
2.6%
6.1%
5.5%
3.4%
-3.3%
8.5%
3.7%
8.5%
4.2%
4.5%
–
5.4%
6.9%
6.0%
-4.8%
3.2%
6.1%
4.2%
6.5%
6.3%
4.9%
2.6%
2.9%
1.8%
-3.8%
35.3%
-0.4%
2.1%
9.2%
4.4%
-0.1%
15.7%
4.1%
4.4%
22.9%
1.4%
4.2%
6.8%
4.6%
1.4%
8.0%
3.2%
-0.6%
29.4%
-0.1%
3.2%
15.3%
3.5%
3.5%
1.3%
6.4%
5.1%
1.0%
1.0%
8.0%
3.5%
5.1%
4.1%
5.9%
3.2%
5.0%
1.2%
3.2%
2.9%
5.5%
5.1%
4.3%
6.3%
4.2%
6.7%
4.5%
3.9%
4.5%
3.1%
3.5%
5.5%
4.9%
2.7%
6.8%
5.6%
7.3%
12.2%
5.3%
Southern Africa
2.6%
3.7%
3.2%
4.9%
Botswana
Lesotho
Namibia
South Africa
Swaziland
6.0%
2.2%
3.5%
2.5%
3.4%
5.5%
2.5%
4.6%
3.6%
2.3%
5.9%
2.1%
4.0%
3.1%
2.7%
4.2%
5.6%
4.6%
5.0%
2.1%
Western Africa
3.8%
5.1%
4.2%
4.7%
4.9%
5.2%
8.6%
3.6%
4.6%
4.4%
4.4%
-2.7%
38.0%
5.5%
4.4%
4.8%
2.9%
5.4%
-5.2%
4.2%
4.2%
6.3%
5.2%
0.5%
4.3%
5.0%
2.9%
-0.2%
-6.5%
6.0%
5.1%
4.1%
6.6%
4.7%
13.7%
2.5%
4.7%
4.7%
7.0%
1.3%
4.4%
4.6%
3.6%
-1.0%
12.6%
6.1%
4.7%
4.1%
4.6%
5.1%
5.4%
2.6%
4.1%
6.4%
5.8%
1.4%
6.5%
6.2%
2.8%
2.7%
9.7%
4.6%
11.7%
3.4%
5.3%
3.3%
7.4%
1.8%
3.0%
2.4%
2.3%
5.5%
Malawi
Mauritius
Mozambique
Rwanda
Seychelles
Somalia
Uganda
United Republic of Tanzania
Zambia
Zimbabwe
Middle Africa
Angola
Cameroon
Central African Republic
Chad
Congo
Dem. Rep. of the Congo
Equatorial Guinea
Gabon
Sao Tome and Principe
Northern Africa
Algeria
Egypt
Libyan Arab Jamahiriya
Morocco
Sudan
Tunisia
Benin
Burkina Faso
Cape Verde
Côte d'Ivoire
Gambia
Ghana
Guinea
Guinea-Bissau
Liberia
Mali
Mauritania
Niger
Nigeria
Senegal
Sierra Leone
Togo
Developing economies: America
Caribbean
Anguilla
Antigua and Barbuda
Aruba
Bahamas
4.6%
3.8%
4.1%
9.4%
6.4%
4.4%
4.4%
4.7%
3.9%
4.3%
0.9%
1.8%
4.3%
3.8%
2.2%
2.9%
3.5%
8.0%
3.2%
4.0%
18
Annual average growth rate
1995–2000
2000–2005
1995–2005
2005–2006
3.5%
10.8%
6.1%
4.0%
2.1%
8.0%
6.6%
2.1%
-0.2%
-13.4%
-1.1%
4.2%
2.3%
3.6%
7.7%
8.5%
1.5%
1.4%
1.6%
4.7%
0.9%
2.8%
0.6%
-0.8%
1.4%
0.4%
1.0%
2.8%
2.6%
3.7%
7.9%
8.2%
1.9%
5.9%
3.2%
4.2%
0.7%
5.4%
3.3%
0.6%
0.7%
-6.1%
-0.3%
3.2%
1.5%
3.3%
7.7%
7.6%
3.5%
9.2%
1.4%
11.8%
4.1%
–
2.1%
2.2%
2.7%
-0.7%
0.9%
4.6%
4.2%
4.1%
12.0%
13.9%
5.3%
2.0%
3.4%
5.0%
Belize
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Mexico
Nicaragua
Panama
4.1%
5.7%
3.3%
4.1%
2.8%
5.4%
5.0%
5.0%
5.6%
4.0%
1.9%
2.5%
3.6%
1.9%
3.0%
4.2%
5.1%
4.4%
2.5%
3.2%
3.1%
3.4%
3.8%
4.0%
5.0%
7.9%
4.2%
4.6%
5.5%
4.8%
3.7%
8.1%
South America
2.0%
2.5%
1.8%
5.5%
2.7%
3.5%
2.0%
3.8%
0.6%
0.7%
2.5%
0.1%
2.3%
2.0%
2.2%
0.6%
2.2%
2.7%
2.3%
4.2%
3.2%
4.5%
0.3%
2.6%
4.0%
5.0%
0.9%
1.3%
0.7%
2.8%
2.1%
3.6%
1.7%
2.5%
1.2%
0.8%
2.8%
3.2%
0.1%
0.4%
8.5%
4.5%
3.7%
4.0%
6.8%
4.2%
4.8%
4.0%
8.0%
5.8%
7.0%
10.3%
Developing economies: Asia
4.9%
6.3%
5.5%
7.6%
Eastern Asia
6.2%
7.1%
6.6%
8.4%
8.5%
2.6%
-1.1%
5.6%
-0.7%
3.5%
3.0%
9.6%
3.8%
12.9%
3.4%
1.4%
4.6%
5.9%
8.8%
3.3%
5.3%
4.1%
1.0%
4.5%
3.8%
10.7%
6.8%
2.5%
4.6%
0.9%
5.0%
8.4%
5.0%
6.5%
5.5%
8.1%
-0.9%
5.3%
6.4%
5.8%
3.2%
8.7%
4.6%
3.0%
5.1%
13.3%
5.5%
7.9%
6.7%
6.9%
6.3%
2.6%
4.8%
4.3%
1.1%
5.3%
7.5%
5.9%
5.2%
6.9%
3.8%
3.6%
4.2%
8.0%
6.7%
13.7%
9.2%
5.3%
16.1%
1.9%
6.2%
7.5%
Barbados
British Virgin Islands
Cayman Islands
Cuba
Dominica
Dominican Republic
Grenada
Haiti
Jamaica
Montserrat
Netherlands Antilles
Saint Kitts and Nevis
Saint Lucia
Saint Vincent and the Grenadines
Trinidad and Tobago
Turks and Caicos Islands
Central America
Argentina
Bolivia
Brazil
Chile
Colombia
Ecuador
Guyana
Paraguay
Peru
Suriname
Uruguay
Venezuela (Bolivarian Republic of)
China
China, Hong Kong SAR
China, Macao SAR
China, Taiwan Province of
Korea, Dem. People's Republic of
Korea, Republic of
Mongolia
Southern Asia
Afghanistan
Bangladesh
Bhutan
India
Iran (Islamic Republic of)
Maldives
Nepal
Pakistan
Sri Lanka
19
Annual average growth rate
South-Eastern Asia
Brunei Darussalam
Cambodia
Indonesia
Lao People's Dem. Rep.
Malaysia
Myanmar
Philippines
Singapore
Thailand
Timor-Leste
Viet Nam
Western Asia
Bahrain
Iraq
Jordan
Kuwait
Lebanon
Palestinian territory
Oman
Qatar
Saudi Arabia
Syrian Arab Republic
Turkey
United Arab Emirates
Yemen
Developing economies: Oceania
1995–2000
2000–2005
1995–2005
2005–2006
1.4%
5.0%
3.3%
5.9%
0.9%
7.3%
-0.6%
6.1%
3.7%
8.1%
3.3%
5.7%
-0.7%
-6.1%
6.7%
2.9%
6.5%
4.7%
6.3%
4.8%
9.6%
4.7%
4.2%
5.4%
-0.2%
7.5%
2.1%
7.1%
2.2%
6.1%
4.1%
9.8%
3.9%
4.6%
2.5%
-2.4%
6.9%
3.8%
9.5%
5.5%
7.6%
–
7.0%
5.4%
7.9%
5.0%
-1.6%
8.2%
4.0%
4.4%
3.6%
5.6%
3.4%
17.5%
3.2%
0.2%
2.5%
7.4%
3.2%
9.9%
2.3%
3.5%
3.4%
5.9%
6.5%
5.9%
-6.5%
5.6%
6.5%
2.2%
1.4%
4.0%
7.5%
4.1%
3.3%
5.2%
6.4%
3.9%
4.8%
3.8%
4.4%
3.1%
2.1%
2.5%
3.8%
8.0%
2.8%
3.1%
3.2%
6.1%
5.3%
7.7%
2.6%
6.0%
5.0%
0.0%
4.9%
5.9%
8.8%
4.6%
3.0%
5.5%
9.7%
3.8%
2.2%
2.3%
2.3%
2.9%
Melanesia
1.9%
1.9%
1.9%
2.8%
Micronesia
-1.6%
1.5%
0.2%
1.7%
3.4%
3.5%
3.5%
3.2%
1.7%
2.2%
3.5%
2.1%
-4.0%
-2.1%
-3.7%
0.2%
1.2%
2.8%
3.1%
-1.9%
1.7%
3.6%
2.8%
4.4%
2.6%
3.5%
2.5%
1.7%
1.1%
0.3%
0.3%
2.0%
2.5%
3.2%
1.3%
2.4%
5.9%
0.1%
4.1%
2.3%
3.5%
1.2%
-0.8%
0.2%
-1.2%
0.4%
1.3%
2.8%
3.5%
-2.3%
2.4%
3.8%
0.7%
-1.0%
3.2%
3.4%
5.8%
0.8%
1.4%
0.0%
0.2%
2.0%
3.7%
2.3%
4.8%
1.9%
4.8%
5.5%
Polynesia
Cook Islands
Fiji
French Polynesia
Kiribati
Marshall Islands
Micronesia (Federated States of)
Nauru
New Caledonia
Palau, Pacific Islands (former)
Papua New Guinea
Samoa
Solomon Islands
Tonga
Tuvalu
Vanuatu
ECONOMIES IN TRANSITION
Economies in transition: Asia
Armenia
Azerbaijan
Georgia
Kazakhstan
Kyrgyzstan
Tajikistan
Turkmenistan
Uzbekistan
1.4%
6.2%
4.3%
7.1%
3.7%
8.4%
6.3%
11.5%
5.0%
9.5%
5.6%
1.9%
5.4%
1.1%
4.3%
4.1%
12.3%
12.4%
7.5%
10.1%
4.0%
9.7%
4.0%
5.2%
8.5%
10.7%
5.7%
6.8%
4.6%
6.3%
4.6%
4.5%
13.4%
31.0%
9.0%
10.6%
2.7%
7.0%
9.0%
7.2%
20
Annual average growth rate
Economies in transition: Europe
Albania
Belarus
Bosnia and Herzegovina
Bulgaria
Croatia
Moldova
Romania
Russian Federation
Serbia and Montenegro
The Former Yugoslav Republic of Macedonia
Ukraine
1995–2000
2000–2005
1995–2005
2005–2006
1.2%
4.6%
6.7%
22.3%
-0.4%
3.2%
-2.7%
-2.1%
1.2%
-2.0%
3.0%
-1.9%
6.0%
5.8%
7.5%
1.9%
5.0%
4.3%
7.1%
5.8%
6.2%
4.9%
1.2%
8.1%
4.1%
5.8%
6.6%
9.5%
2.9%
3.6%
2.4%
2.1%
4.4%
0.9%
1.8%
3.8%
6.7%
5.0%
9.9%
6.0%
6.2%
–
4.0%
7.7%
6.7%
5.4%
4.0%
7.1%
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from UN DESA Statistics Division; and IMF, World Economic Outlook.
21
Table 2
Current account
Current account as percentage of GDP
WORLD
DEVELOPED ECONOMIES
G7
Canada
France
Germany
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
-0.2
-0.2
0.0
-0.3
-0.4
-0.6
-0.5
-0.5
-0.2
-0.1
-0.1
0.0
0.2
0.1
0.2
-0.3
-0.8
-1.3
-1.1
-1.2
-1.1
-1.2
-1.7
-2.0
0.0
-0.1
0.0
-0.3
-1.0
-1.6
-1.4
-1.5
-1.6
-1.6
-2.2
-2.4
-0.8
0.6
-1.3
-1.3
0.3
2.8
2.3
1.7
1.2
2.2
2.3
1.7
1.1
1.5
2.7
2.6
2.9
1.4
1.6
1.0
0.4
-0.3
-1.6
-2.1
-1.2
-0.6
-0.5
-0.7
-1.3
-1.7
0.0
2.0
1.9
4.3
4.6
5.0
Italy
2.2
2.9
2.6
1.5
0.5
-0.6
-0.1
-0.7
-1.3
-0.9
-1.6
-2.3
Japan
2.1
1.4
2.3
3.1
2.6
2.6
2.1
2.9
3.2
3.8
3.6
3.9
United Kingdom
-1.2
-0.9
-0.1
-0.4
-2.4
-2.6
-2.2
-1.6
-1.4
-1.7
-2.4
-3.0
United States
-1.5
-1.6
-1.7
-2.4
-3.2
-4.2
-3.8
-4.5
-4.8
-5.7
-6.3
-6.4
Developed economies less G7
1.3
1.0
1.2
0.1
0.1
0.2
0.5
0.6
1.0
0.7
0.1
-0.2
Austria
-2.6
-2.3
-3.1
-2.4
-3.2
-2.6
-1.9
0.3
-0.2
0.2
1.2
1.8
Australia
-5.0
-3.6
-2.8
-4.7
-5.1
-3.7
-1.9
-3.7
-5.2
-5.9
-5.8
-5.4
Belgium
–
–
–
–
–
–
–
4.7
4.1
3.5
2.5
2.5
5.9
5.5
5.9
5.4
8.1
4.8
3.8
–
–
–
–
–
Belgium-Luxembourg
Cyprus
-2.2
-5.1
-4.8
3.1
-1.8
-5.4
-3.3
-3.8
-2.2
-5.1
-5.7
-6.2
Czech Republic
-2.5
-6.7
-6.4
-2.2
-2.5
-4.8
-5.4
-5.8
-6.4
-6.0
-2.6
-4.2
Denmark
Estonia
0.7
1.4
0.6
-0.9
1.9
1.4
3.1
2.5
3.4
3.1
3.6
2.0
-3.6
-8.6
-11.4
-8.7
-4.4
-5.6
-5.4
-11.0
-12.1
-13.0
-11.3
-14.8
Finland
4.1
4.0
5.5
5.6
6.0
8.8
9.9
9.5
6.6
7.9
5.0
5.6
Greece
-1.0
-2.6
-2.5
-4.8
-6.7
-8.6
-8.0
-7.1
-7.1
-6.4
-8.1
-12.2
Hungary
-3.6
-3.9
-4.4
-7.2
-7.8
-8.5
-6.1
-7.1
-8.1
-8.5
-6.8
-7.0
Iceland
0.7
-1.8
-1.8
-6.8
-6.8
-10.3
-4.4
1.6
-4.8
-9.9
-16.6
-26.7
Ireland
3.0
3.4
3.2
0.8
0.2
-0.4
-0.6
-1.0
0.0
-0.6
-2.6
-4.1
Israel
-5.3
-5.1
-3.5
-1.3
-1.4
-1.0
-0.6
-0.5
1.6
2.6
2.9
5.2
Latvia
-0.3
-3.8
-4.7
-9.0
-9.0
-4.9
-7.6
-6.7
-8.3
-13.0
-13.2
-22.1
-10.7
-5.0
-7.9
-11.7
-11.0
-5.9
-4.7
-5.2
-6.9
-7.7
-7.4
-12.6
–
–
–
–
–
–
–
11.7
7.5
11.8
11.8
11.8
Lithuania
Luxembourg
Malta
-11.1
-11.9
-6.3
-6.1
-3.5
-13.4
-4.8
1.5
-4.8
-8.3
-10.7
-11.4
Netherlands
6.0
5.0
6.4
3.2
3.8
1.9
2.4
2.5
5.5
8.9
6.4
7.2
New Zealand
-4.9
-5.7
-6.3
-3.8
-6.1
-5.1
-2.7
-4.0
-4.4
-6.6
-8.9
-8.7
3.6
6.9
6.3
-0.3
5.6
15.2
16.2
12.7
12.4
12.9
15.8
16.4
Norway
Poland
0.6
-2.1
-3.7
-4.1
-7.6
-6.0
-2.9
-2.6
-2.2
-4.4
-1.8
-2.2
Portugal
-0.1
-3.5
-5.8
-7.1
-8.5
-10.3
-9.9
-8.1
-6.2
-7.8
-9.8
-9.5
Slovakia
2.0
-10.1
-9.2
-9.6
-4.8
-3.3
-8.3
-8.1
-1.1
-3.7
-8.8
-8.2
Slovenia
-1.5
0.3
0.3
-0.7
-4.1
-3.3
0.2
1.1
-0.8
-2.8
-2.0
-2.3
0.0
-0.2
-0.1
-1.2
-2.9
-4.0
-3.9
-3.3
-3.5
-5.3
-7.4
-8.8
Spain
Sweden
3.4
3.5
4.1
3.9
4.2
4.1
4.4
5.1
7.4
6.8
7.1
7.4
Switzerland
6.8
7.2
9.6
9.6
11.0
12.3
7.9
8.2
13.2
13.9
16.6
18.5
DEVELOPING ECONOMIES
-1.6
-1.1
-0.7
-0.3
0.6
1.5
1.2
1.9
3.0
3.3
4.7
5.2
Developing economies less China
-1.8
-1.4
-1.5
-1.0
0.4
1.4
1.1
1.7
3.0
3.1
3.8
3.9
Developing economies: Africa
-2.5
-0.7
-0.6
-3.9
-2.1
2.9
0.8
-1.1
0.7
1.4
3.7
4.2
Eastern Africa
-4.9
-3.4
-5.2
-6.8
-6.7
-5.3
-4.8
-4.7
-4.2
-4.4
-6.6
-6.3
Burundi
Comoros
1.1
-5.1
-0.1
-6.5
-4.9
-8.6
-4.7
-3.5
-4.5
-7.9
-9.8
-13.0
-14.2
-12.6
-19.8
-8.4
-6.7
2.0
3.2
-1.6
-3.1
-2.7
-3.4
-5.6
22
Current account as percentage of GDP
1995
1996
1997
Djibouti
-2.7
-3.8
-5.9
Eritrea
3.0
-7.1
1.9
Ethiopia
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
-8.0
-4.3
-9.8
-3.5
-23.7
-17.9
0.5
4.2
2005
2006
-1.5
3.4
-1.4
1.1
-8.9
7.5
6.1
3.9
0.4
-1.8
3.5
1.1
-3.1
-1.7
-8.3
-5.2
-3.7
-5.7
-2.7
-6.2
-10.5
-14.2
Kenya
-4.3
-1.6
-3.4
-3.9
-1.8
-2.2
-3.1
2.2
-0.2
-1.4
-3.0
-3.3
Madagascar
-9.7
-5.0
-5.5
-7.5
-5.6
-5.6
-1.3
-6.2
-4.9
-9.1
-10.6
-9.1
-10.0
-10.9
-17.6
-0.4
-8.3
-5.3
-6.8
-17.2
-7.9
-10.1
-15.7
-6.9
-4.9
-0.5
0.4
-2.8
-1.5
-1.5
3.4
5.4
2.2
0.8
-3.4
-5.2
Malawi
Mauritius
Mozambique
-21.7
-17.7
-12.5
-14.4
-22.1
-17.7
-19.4
-19.3
-15.1
-8.6
-10.9
-10.4
Rwanda
-3.1
-6.7
-9.4
-9.5
-7.8
-5.2
-6.0
-7.0
-7.8
-3.0
-3.3
-8.2
Seychelles
-8.7
-13.2
-10.7
-16.4
-19.9
-7.3
-23.5
-16.3
6.4
-0.3
-31.5
-23.7
Uganda
-1.2
-6.6
-3.8
-7.8
-9.4
-7.3
-3.8
-4.8
-5.6
-1.0
-2.0
-3.9
United Republic of Tanzania
-13.2
-2.2
-5.1
-10.7
-9.7
-5.2
-4.9
-6.7
-4.6
-3.8
-5.0
-8.3
Zambia
-4.2
-3.7
-6.1
-16.7
-13.7
-18.2
-19.9
-15.7
-14.9
-11.8
-10.0
-0.4
Zimbabwe
-2.8
-1.1
-8.0
-4.7
2.5
0.6
-0.7
-3.2
-6.2
-12.8
-23.3
-8.1
Middle Africa
-4.5
-3.7
-4.4
-12.9
-8.2
3.6
-8.4
-7.5
-6.0
-1.3
5.4
6.5
-11.3
-4.5
-11.5
-28.8
-27.5
8.7
-14.8
-2.8
-5.2
3.5
14.3
11.2
Cameroon
Angola
-0.8
-3.9
-2.8
-2.3
-3.7
-1.5
-3.5
-5.1
-1.8
-3.8
-3.4
-0.5
Central African Republic
-7.8
-3.5
-3.2
-6.4
-1.7
-3.2
-2.6
-3.6
-5.0
-4.7
-2.9
-3.4
Chad
-8.4
-9.8
-11.5
-8.3
-11.6
-15.4
-33.9
-101.3
-47.4
-4.8
1.3
2.2
Congo
-38.9
-33.0
-13.0
-20.6
-17.2
7.9
-5.6
0.6
1.0
1.9
11.8
18.9
Dem. Rep. of the Congo
Equatorial Guinea
Gabon
0.3
-0.6
-3.4
-6.9
-2.0
-3.8
-4.8
-3.2
-1.8
-3.3
-9.8
-7.4
-73.9
-125.7
-26.4
-89.3
-29.8
-15.9
-46.7
-12.9
-39.1
-25.2
-15.9
-6.5
9.4
15.6
10.0
-13.8
8.5
20.0
11.3
7.1
9.7
9.1
20.5
19.7
-59.4
-53.5
-31.9
-29.4
-25.6
-30.2
-25.1
-24.3
-22.0
-23.3
-30.3
-61.4
-1.6
0.3
1.9
-2.7
0.3
6.5
4.1
2.0
6.1
7.1
11.3
12.2
-5.3
2.7
7.2
-1.9
0.0
16.7
12.8
7.7
12.9
13.1
20.7
24.4
Egypt
0.6
-0.2
0.1
-2.7
-1.8
-1.2
0.0
0.7
2.5
4.1
2.9
0.7
Libyan Arab Jamahiriya
7.8
5.3
9.3
-1.2
15.6
33.9
15.0
3.4
22.2
26.4
46.6
54.4
Sao Tome and Principe
Northern Africa
Algeria
Morocco
-3.6
0.1
-0.3
-0.4
-0.5
-1.4
4.8
4.1
3.6
1.9
1.7
3.9
Sudan
-10.6
-16.5
-14.3
-17.5
-17.6
-15.9
-16.2
-10.1
-8.5
-7.1
-11.8
-16.3
Tunisia
-4.3
-2.4
-3.1
-3.4
-2.1
-4.2
-4.2
-3.5
-2.9
-2.0
-1.0
-2.8
-1.5
-0.9
-1.1
-1.7
0.0
0.4
0.6
1.0
-0.6
-2.6
-2.8
-5.0
Southern Africa
Botswana
Lesotho
Namibia
6.6
11.6
14.9
4.3
13.3
11.2
12.2
3.9
6.3
3.4
17.7
17.2
-35.7
-30.2
-30.6
-24.6
-22.8
-18.3
-13.1
-19.9
-11.5
-3.2
-3.4
7.6
5.0
3.9
1.7
2.4
6.9
10.5
1.6
4.4
5.1
9.3
7.1
16.1
South Africa
-1.7
-1.2
-1.5
-1.8
-0.5
-0.1
0.3
0.8
-1.1
-3.2
-3.8
-6.5
Swaziland
-2.2
-3.9
-0.2
-7.0
-2.5
-5.4
-4.5
4.9
6.5
3.1
1.6
0.7
-4.1
0.0
-1.0
-5.4
-6.2
2.6
0.0
-5.6
-2.6
0.5
2.5
4.8
Benin
-6.1
-3.9
-7.0
-5.4
-7.3
-7.8
-6.4
-8.5
-8.4
-7.2
-6.2
-6.4
Burkina Faso
-3.5
-7.3
-7.4
-6.2
-10.6
-13.3
-12.0
-10.9
-9.4
-10.9
-12.2
-10.8
Cape Verde
-11.0
-6.9
-6.1
-11.0
-13.7
-10.9
-10.7
-11.1
-11.2
-14.2
-3.3
-4.4
Côte d'Ivoire
-5.2
-2.0
-1.8
-2.7
-1.4
-2.7
-0.6
6.6
2.1
1.5
-0.1
1.2
Gambia
-4.2
-13.5
-3.7
-2.4
-2.8
-3.1
-2.6
-2.7
-4.9
-12.3
-19.4
-13.8
Ghana
-2.4
-3.1
-14.4
-5.0
-11.6
-8.4
-5.3
0.5
1.7
-2.7
-7.2
-8.5
Western Africa
Guinea
Guinea-Bissau
Liberia
Mali
Mauritania
-6.9
-8.1
-6.6
-8.2
-6.6
-6.4
-2.7
-4.5
-3.6
-5.6
-4.3
-3.9
-19.0
-17.8
-9.7
-14.0
-13.4
-5.6
-22.1
-10.8
-2.9
2.9
-3.7
-5.7
–
–
–
–
–
-16.4
-14.2
3.4
-10.8
-2.6
-1.4
-10.2
-1.7
-9.4
-6.6
-6.7
-8.5
-10.0
-10.4
-3.1
-6.4
-8.6
-9.3
-7.7
0.7
-0.3
-3.0
-1.8
-3.1
-10.6
-13.6
3.6
-14.8
-38.3
-52.5
-1.5
23
Current account as percentage of GDP
1995
1996
1997
Niger
-8.9
-5.8
-7.8
Nigeria
-3.4
4.3
3.7
Senegal
-5.3
-4.3
-4.2
-4.2
-5.2
-7.0
-4.6
-6.0
-6.6
Sierra Leone
-9.4
-12.5
-0.5
-2.5
-10.9
-15.9
-14.8
-4.4
-7.0
Togo
-5.7
-9.1
-15.0
-9.9
-8.1
-11.6
-12.7
-8.9
-8.5
-2.2
-2.1
-3.3
-4.4
-3.1
-2.4
-2.8
-0.9
0.4
Developing economies: America
Caribbean
1998
1999
2000
2001
-7.2
-6.9
-6.7
-5.1
-5.8
-6.0
7.9
3.4
2002
2003
2004
2005
2006
-6.9
-6.1
-7.5
-7.8
-7.9
-8.2
-2.0
4.4
8.0
10.6
-6.4
-8.4
-12.5
-4.9
-8.0
-5.2
-8.9
-10.7
-11.7
1.0
1.4
1.7
-0.6
-1.4
-2.9
-3.3
-1.8
-2.1
-2.5
-2.7
0.0
0.9
0.4
1.4
Antigua and Barbuda
-4.7
-18.9
-8.1
-6.1
-3.1
-3.3
-8.2
-10.9
-13.4
-9.5
-14.8
-20.6
Bahamas
-4.3
-7.5
-17.3
-23.3
-5.1
-10.4
-11.6
-7.8
-8.6
-5.4
-8.8
-10.9
Barbados
2.4
3.6
-2.2
-2.6
-5.9
-5.7
-4.3
-6.8
-6.3
-12.4
-12.9
-8.9
Dominica
-18.7
-20.7
-16.3
-8.5
-17.2
-19.7
-18.7
-13.9
-13.2
-17.3
-27.6
-21.5
-1.5
-1.6
-1.1
-2.1
-2.5
-5.1
-3.5
-3.7
6.1
6.0
-1.5
-2.4
Grenada
-9.0
-19.5
-24.3
-23.5
-14.2
-21.5
-26.6
-31.9
-32.5
-12.4
-28.2
-26.8
Haiti
-1.0
-1.4
-0.5
0.3
-0.7
-1.1
-1.9
-1.4
-1.6
-1.3
0.7
1.4
Dominican Republic
Jamaica
Saint Kitts and Nevis
Saint Lucia
Saint Vincent and the Grenadines
Trinidad and Tobago
Central America
Belize
-3.9
-4.1
-3.3
-2.2
-3.7
-4.6
-10.4
-9.8
-9.0
-5.8
-10.5
-10.0
-19.6
-28.5
-23.3
-16.3
-22.3
-21.0
-32.1
-38.5
-34.5
-25.2
-24.9
-27.4
-4.7
-9.9
-13.0
-9.1
-16.0
-13.7
-15.8
-14.9
-19.8
-12.7
-24.2
-16.4
-16.3
-11.8
-28.6
-29.9
-20.6
-7.2
-10.4
-11.5
-20.8
-25.3
-24.1
-24.6
5.5
1.8
-10.7
-10.7
0.5
6.6
5.9
1.6
10.1
12.7
24.3
30.8
-1.2
-1.2
-2.2
-4.0
-3.3
-3.5
-3.1
-2.5
-1.8
-1.5
-1.1
-0.7
-1.6
-1.1
-3.5
-6.0
-10.1
-20.3
-23.0
-20.4
-18.4
-14.7
-14.4
-8.5
Costa Rica
-3.2
-2.3
-3.6
-3.5
-3.8
-4.3
-4.4
-5.6
-5.5
-4.3
-4.8
-4.9
El Salvador
-2.6
-2.0
-0.9
-0.8
-1.9
-3.3
-1.1
-2.8
-4.7
-4.0
-4.6
-4.8
Guatemala
-4.1
-2.8
-3.5
-5.3
-5.5
-5.4
-6.0
-5.3
-4.2
-4.5
-4.4
-4.4
Honduras
-3.6
-3.8
-3.1
-2.4
-4.4
-4.0
-4.0
-3.1
-3.9
-5.8
-0.4
-1.2
Mexico
Nicaragua
Panama
South America
-0.6
-0.8
-1.9
-3.8
-2.9
-3.2
-2.8
-2.2
-1.4
-1.0
-0.6
-0.2
-24.5
-24.9
-24.9
-19.3
-24.9
-20.3
-19.3
-17.7
-15.7
-13.9
-14.2
-14.2
-5.1
-2.1
-5.0
-9.3
-10.1
-5.9
-1.5
-0.7
-4.5
-7.5
-5.1
-4.3
-2.5
-2.4
-3.6
-4.6
-3.1
-1.8
-2.6
0.5
2.1
2.6
2.9
3.0
Argentina
-2.0
-2.5
-4.1
-4.8
-4.2
-3.1
-1.4
8.5
6.2
2.1
1.9
2.4
Bolivia
-5.0
-4.5
-7.0
-7.8
-5.9
-5.3
-3.4
-4.1
1.1
3.8
6.4
10.9
Brazil
-2.6
-3.0
-3.8
-4.2
-4.7
-4.0
-4.6
-1.7
0.8
1.9
1.8
1.4
Chile
-1.9
-4.1
-4.4
-4.9
0.1
-1.2
-1.6
-0.9
-1.3
1.7
0.6
4.1
Colombia
-5.0
-4.8
-5.4
-4.9
0.8
0.9
-1.3
-1.7
-1.2
-1.0
-1.6
-2.2
Ecuador
-3.6
-0.7
-3.0
-9.3
4.6
5.3
-3.2
-4.8
-0.6
-0.9
1.9
5.0
Guyana
-18.2
-7.7
-14.1
-13.8
-11.4
-15.3
-18.7
-15.1
-12.0
-8.9
-19.8
-29.2
-1.5
Paraguay
-1.0
-3.7
-7.4
-2.0
-2.3
-2.3
-4.1
1.8
2.3
2.0
-0.3
Peru
-7.7
-6.1
-5.1
-6.4
-3.4
-2.8
-2.1
-1.9
-1.5
0.0
1.3
2.7
Suriname
6.7
-1.3
-7.7
-16.8
-22.2
-4.4
-17.5
-6.3
-12.2
-4.7
-12.8
5.9
Uruguay
-1.1
-1.1
-1.3
-2.1
-2.4
-2.8
-2.9
3.1
-0.5
0.3
0.0
-2.4
2.9
13.2
4.3
-4.9
2.2
10.1
1.6
8.2
14.1
14.1
19.3
16.2
Developing economies: Asia
-1.1
-0.7
0.6
2.7
2.9
3.3
3.1
3.4
4.3
4.4
6.1
6.7
Eastern Asia
-0.6
-0.5
1.5
4.4
3.0
2.3
2.5
3.4
4.0
4.5
6.4
7.7
0.2
0.9
4.1
3.3
1.6
1.9
1.5
2.7
3.1
4.0
8.1
10.3
-6.3
-2.5
-4.4
1.5
6.3
4.1
5.9
7.6
10.4
9.5
11.7
10.5
2.0
3.8
2.4
1.2
2.7
2.8
6.3
8.7
9.8
5.7
4.6
7.1
-1.7
-4.1
-1.6
11.7
5.5
2.4
1.7
1.0
2.0
4.1
1.9
0.7
2.1
-3.1
7.2
-7.8
-6.6
-5.7
-7.6
-9.7
-7.8
1.7
1.6
6.9
Venezuela (Bolivarian Republic of)
China
China, Hong Kong SAR
China, Taiwan Province of
Korea, Republic of
Mongolia
Southern Asia
-1.0
-1.1
-0.8
-1.7
0.1
0.8
1.0
1.7
1.5
0.3
0.4
-0.8
Afghanistan
–
–
–
–
–
–
–
-3.4
3.0
2.0
0.6
-1.9
Bangladesh
-2.2
-2.3
-1.5
-1.0
-0.8
-1.4
-0.8
0.3
-0.4
-1.1
-0.2
0.9
24
Current account as percentage of GDP
Bhutan
India
Iran (Islamic Republic of)
Maldives
1995
1996
1997
1998
3.4
-1.5
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
14.5
5.0
-1.6
-0.7
10.6
2.2
-9.6
-5.3
-8.9
-10.8
-27.3
-3.1
-0.5
-1.6
-0.7
-1.0
0.3
1.4
1.5
0.1
-0.9
-2.1
2.9
4.3
2.0
-1.9
5.8
11.1
4.9
2.5
0.6
1.1
6.5
5.9
-4.5
-1.6
-6.1
-4.1
-13.4
-8.2
-9.4
-5.6
-4.6
-17.1
-35.6
-37.7
Nepal
-2.4
-5.5
-0.8
-1.1
4.3
3.2
4.9
4.6
2.5
3.0
2.2
2.4
Pakistan
-2.9
-5.6
-5.0
-2.4
-2.6
-0.3
0.5
3.8
4.9
1.9
-1.4
-3.9
Sri Lanka
-5.9
-4.7
-2.5
-1.4
-3.5
-6.4
-1.1
-1.4
-0.4
-3.2
-2.8
-4.0
South-Eastern Asia
Brunei Darussalam
-2.5
-2.3
-0.4
9.9
7.9
6.3
5.6
5.2
6.9
5.6
5.5
7.9
44.4
40.0
39.3
46.6
36.8
67.5
69.0
58.1
68.1
68.2
85.0
89.1
Cambodia
-5.2
-7.2
1.1
-5.8
-5.0
-2.8
-1.2
-2.5
-3.9
-2.5
-5.0
-5.5
Indonesia
-3.1
-2.9
-1.6
3.8
3.7
4.8
4.2
3.9
3.4
0.6
0.1
2.7
Lao People's Dem. Rep.
-7.0
-12.6
-10.6
-4.7
-4.1
-10.6
-8.3
-7.2
-8.2
-14.3
-20.1
-13.5
Malaysia
-9.7
-4.4
-5.9
13.2
15.9
9.4
8.3
8.4
12.7
12.6
15.2
15.8
Myanmar
-2.6
-6.2
-5.4
-15.6
-7.6
-1.0
-2.1
0.1
-1.0
2.5
4.5
4.6
Philippines
-2.7
-4.7
-5.3
2.3
-3.8
-3.0
-2.5
-0.5
0.4
1.9
2.0
2.9
Singapore
17.1
15.0
15.5
22.2
17.4
11.6
14.0
13.7
24.1
20.0
24.5
27.4
Thailand
-7.9
-7.9
-2.1
12.8
10.2
7.6
4.4
3.7
3.3
1.7
-4.4
1.6
–
–
–
–
2.2
-60.4
-52.7
-37.3
-25.3
30.4
82.4
114.8
-12.8
-9.9
-6.2
-3.9
4.5
2.3
1.6
-1.9
-4.9
-3.4
0.4
0.3
-1.0
1.3
0.7
-3.8
0.6
6.3
5.8
3.8
6.0
8.0
12.2
11.4
4.1
4.3
-0.5
-12.6
-0.3
10.6
3.0
-0.4
2.3
4.0
12.0
18.1
Timor-Leste
Viet Nam
Western Asia
Bahrain
Jordan
-3.8
-3.2
0.4
0.3
5.0
0.7
-0.1
5.6
11.6
0.0
-18.0
-16.2
Kuwait
18.9
22.6
25.9
8.5
16.8
38.9
23.9
11.2
20.4
32.6
44.1
46.9
Lebanon
-9.8
-10.1
-31.9
-29.7
-19.1
-17.4
-19.5
-14.5
-13.5
-16.2
-11.9
-6.9
Oman
-5.9
1.3
-1.2
-22.3
-2.9
15.5
9.7
6.9
3.9
1.2
8.8
8.6
Qatar
-27.3
-26.2
-25.0
-21.5
6.8
25.9
23.4
19.4
24.3
23.9
25.4
11.7
Saudi Arabia
-4.2
0.4
0.2
-9.0
0.3
7.6
5.1
6.3
13.1
20.8
28.9
27.0
1.5
-1.5
2.3
0.5
1.5
5.2
5.7
7.6
5.2
3.2
0.8
-1.3
-0.3
-1.1
-1.1
1.0
-0.7
-4.9
2.3
-0.8
-3.4
-5.2
-6.3
-8.0
United Arab Emirates
0.3
9.1
10.1
1.8
1.6
17.2
9.4
5.0
8.6
9.9
15.4
15.8
Yemen
1.9
2.0
1.1
-2.5
2.3
13.1
5.1
4.8
-0.1
1.9
1.6
3.5
Developing economies: Oceania
5.5
2.2
-1.7
0.4
0.3
1.3
0.9
-0.6
0.1
-2.0
-2.3
-2.1
Melanesia
7.9
3.1
-2.3
0.3
0.3
1.9
1.3
-1.1
0.1
-3.0
-3.2
-2.8
Micronesia
0.2
-1.2
2.3
3.4
1.8
-0.2
1.9
0.9
1.3
-0.3
-3.7
-3.7
Polynesia
-0.2
0.0
-0.3
0.1
0.1
-0.2
-0.4
0.1
-0.2
0.2
0.0
-0.6
-1.0
3.1
1.7
-0.3
-3.7
-5.7
-3.3
-1.6
-4.6
-16.3
-15.9
-19.2
2.4
-13.3
25.1
36.6
17.6
-2.1
21.4
10.0
12.2
-3.0
-30.7
-30.0
18.3
5.6
-5.4
0.9
2.6
7.8
5.8
-0.8
3.8
1.6
2.9
5.6
Syrian Arab Republic
Turkey
Fiji
Kiribati
Papua New Guinea
Samoa
5.0
4.9
-3.7
9.4
1.7
0.9
0.0
-1.1
-0.9
0.5
2.0
-5.3
Solomon Islands
3.6
3.0
-5.4
-1.4
3.7
-9.5
-10.5
-5.8
-2.3
2.9
-23.7
-22.4
Tonga
Vanuatu
ECONOMIES IN TRANSITION
Economies in transition: Asia
-11.6
-6.2
-1.2
-11.8
-0.7
-6.7
-10.0
4.9
-3.1
4.2
-4.7
-7.6
-2.1
-2.4
-0.8
2.4
-4.8
2.0
2.1
-9.4
-10.9
-7.7
-11.3
-9.0
0.2
0.2
-1.8
-2.7
5.1
10.1
5.4
4.1
3.6
5.0
5.7
4.8
-1.9
-7.7
-7.3
-9.3
-4.4
0.9
-3.5
-2.9
-2.7
-2.1
1.6
5.0
Armenia
-16.9
-18.2
-18.7
-22.1
-16.6
-14.5
-9.4
-6.2
-6.8
-4.6
-4.0
-5.1
Azerbaijan
-10.3
-25.9
-23.1
-30.7
-13.1
-3.5
-0.9
-12.3
-27.8
-29.8
1.3
15.7
Georgia
-12.8
-12.5
-13.1
-12.8
-10.0
-7.9
-6.4
-5.9
-7.3
-8.2
-5.3
-9.3
Kazakhstan
-1.0
-3.5
-3.5
-5.4
-0.2
3.0
-5.4
-4.2
-0.9
0.8
-1.3
-1.4
Kyrgyzstan
-16.0
-23.0
-7.8
-22.2
-14.7
-4.3
-1.6
-5.2
-4.4
-3.5
-2.3
-16.9
-8.3
-7.9
-4.9
-7.3
-0.9
-1.8
-4.9
-3.5
-1.3
-4.0
-2.5
-2.5
-24.5
0.1
-21.6
-32.7
-14.8
9.9
2.6
12.9
6.4
1.6
15.0
45.2
8.0
-7.0
-3.8
-0.7
-1.0
1.8
-1.2
1.2
8.7
10.1
15.7
21.4
Tajikistan
Turkmenistan
Uzbekistan
25
Current account as percentage of GDP
1995
Economies in transition: Europe
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
0.3
0.9
-1.2
-1.9
6.5
11.2
6.4
4.8
4.2
5.7
6.1
4.8
Albania
-2.3
-5.1
-9.2
-3.2
2.2
-3.6
-3.6
-7.1
-5.1
-3.9
-6.4
-5.8
Belarus
-3.3
-3.6
-6.1
-6.7
-1.6
-3.2
-3.2
-2.1
-2.4
-5.2
1.6
-4.2
–
–
–
-9.2
-9.7
-20.5
-23.2
-21.1
-23.0
-21.5
-23.9
-12.7
Bosnia and Herzegovina
Bulgaria
-0.2
0.2
4.1
-0.5
-5.0
-5.6
-5.6
-2.4
-5.5
-5.8
-11.4
-16.1
Croatia
-7.5
-4.8
-12.4
-6.7
-7.0
-2.6
-3.7
-8.4
-6.3
-5.6
-6.7
-8.5
Moldova
-4.8
-11.3
-14.3
-19.7
-5.8
-7.6
-1.7
-4.0
-6.6
-2.0
-8.3
-8.6
Romania
-4.5
-6.7
-5.4
-7.1
-4.1
-3.7
-5.5
-3.3
-5.8
-8.4
-8.7
-10.3
1.7
2.8
0.0
0.1
12.6
18.0
11.1
8.4
8.2
9.9
10.9
9.7
Russian Federation
Serbia and Montenegro
The Former Yugoslav Republic
of Macedonia
Ukraine
–
–
–
-2.6
-3.7
0.3
-2.6
-7.6
-7.5
-10.4
-8.5
-12.3
-6.1
-7.5
-8.0
-8.7
-2.7
-1.9
-7.2
-9.4
-3.3
-7.7
-1.4
0.4
-2.4
-2.7
-2.7
-3.1
5.3
4.7
3.7
7.5
5.8
10.6
3.1
-1.8
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from IMF, IFS and World Economic Outlook.
26
Table 3
Trade in merchandise: Total exports
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
WORLD
2000
2005
2006
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
100.0
100.0
100.0
100.0
11,982,932
3.7%
12.3%
7.5%
DEVELOPED ECONOMIES
69.8
65.6
60.3
59.1
7,085,021
2.8%
10.2%
5.9%
G7
48.7
45.7
38.8
38.1
4,559,584
2.8%
8.7%
5.0%
Developed economies less G7
21.1
20.0
21.4
21.1
2,525,436
2.9%
13.3%
7.8%
Developed economies: America
15.0
16.4
12.1
12.0
1,442,551
5.6%
5.9%
4.5%
8.9
7.9
6.1
5.8
690,989
1.5%
7.4%
3.9%
Developed economies: Europe
44.5
40.1
40.8
40.1
4,805,422
2.1%
12.1%
6.7%
Developed economies: Oceania
1.3
1.2
1.2
1.2
146,058
1.0%
12.2%
6.3%
10.2
9.1
7.3
7.0
837,047
1.4%
8.1%
4.3%
DEVELOPING ECONOMIES
27.6
31.7
35.9
36.8
4,408,951
5.8%
15.6%
10.2%
Developing economies less China
24.7
27.9
28.6
28.7
3,439,862
5.2%
13.3%
8.7%
Developing economies: Africa
2.1
2.3
2.9
2.8
332,801
3.8%
17.2%
10.3%
Developing economies: Eastern Africa
0.2
0.2
0.2
0.2
18,914
-0.7%
11.7%
5.4%
Developing economies: Middle Africa
0.2
0.3
0.5
0.5
60,985
4.7%
27.0%
15.3%
Developing economies: Northern Africa
0.7
0.8
1.1
1.0
124,934
4.7%
17.8%
11.7%
Developing economies: Southern Africa
0.5
0.5
0.6
0.5
62,275
4.1%
12.5%
7.7%
Developing economies: Western Africa
0.4
0.5
0.6
0.5
65,693
2.9%
16.3%
9.4%
Africa less South Africa
1.5
1.8
2.4
2.3
279,631
5.0%
18.3%
11.4%
Northern Africa less Sudan
0.7
0.8
1.0
1.0
119,864
4.4%
17.6%
11.4%
Sub-Saharan Africa
1.4
1.5
1.8
1.8
212,937
3.4%
17.0%
9.8%
Sub-Saharan Africa less South Africa
0.9
1.0
1.3
1.3
159,767
5.4%
18.8%
11.5%
Developing economies: America
4.4
5.6
5.4
5.7
679,988
8.1%
12.0%
8.9%
Developing economies: Caribbean
0.3
0.3
0.2
0.3
30,947
6.3%
8.9%
6.9%
Developing economies: Central America
1.7
2.8
2.2
2.2
268,540
14.2%
7.3%
9.1%
Developing economies: South America
2.5
2.5
3.0
3.2
380,500
3.2%
16.7%
9.1%
Latin America
4.2
5.3
5.2
5.4
649,041
8.2%
12.2%
9.1%
South America less Brazil
1.6
1.7
1.9
2.0
243,030
3.7%
16.0%
8.6%
1.8
2.9
2.3
2.3
279,461
13.6%
7.2%
8.7%
0.3
0.3
0.2
0.2
29,169
7.1%
5.7%
4.3%
Developing economies: Asia
21.0
23.8
27.6
28.3
3,389,475
5.5%
16.2%
10.5%
Developing economies: Eastern Asia
10.9
12.0
14.7
15.4
1,847,814
5.4%
17.6%
11.1%
Developing economies: Southern Asia
1.3
1.4
1.8
1.9
222,570
5.2%
17.8%
11.4%
Developing economies: South-Eastern Asia
6.2
6.7
6.2
6.3
759,071
4.5%
11.6%
7.4%
Developing economies: Western Asia
2.6
3.7
4.8
4.7
560,020
7.9%
18.5%
13.5%
Eastern, Southern and South-Eastern Asia
18.4
20.1
22.8
23.6
2,829,455
5.1%
15.8%
10.0%
Eastern and South-Eastern Asia less China
14.2
14.8
13.7
13.7
1,637,785
4.0%
11.2%
7.0%
Southern Asia less India
0.7
0.8
0.9
0.8
101,683
5.1%
15.1%
10.1%
Developing economies: Oceania
0.1
0.1
0.1
0.1
6,688
-3.7%
11.2%
2.9%
Developed economies: Asia
Developed economies: Asia and Oceania
Central America and Greater Caribbean Islands
less Puerto Rico
Central America and Greater Caribbean Islands
less Mexico and Puerto Rico
27
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
2000
2005
2006
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
Least developed countries (LDCs)
0.5
0.6
0.8
0.8
99,227
6.6%
19.6%
13.1%
Developing economies less LDCs
27.1
31.2
35.1
36.0
4,309,724
5.8%
15.5%
10.1%
Least developed countries: Africa and Haiti
0.3
0.3
0.6
0.6
68,270
4.0%
24.3%
14.0%
Least developed countries: Asia
0.2
0.2
0.2
0.3
30,443
11.3%
11.9%
11.7%
Least developed countries: Islands
0.0
0.0
0.0
0.0
514
-4.7%
13.2%
2.5%
Landlocked developing countries (LLDCs)
0.5
0.5
0.7
0.8
90,877
5.2%
20.6%
11.8%
Small island developing States (SIDS)
0.2
0.2
0.2
0.2
25,174
1.8%
14.4%
7.6%
Heavily indebted poor countries (HIPCs)
0.5
0.4
0.5
0.5
60,891
1.2%
16.1%
8.2%
15.3
17.3
17.2
17.2
2,059,630
5.0%
12.8%
8.4%
Middle-income countries
6.2
6.4
7.1
7.0
841,746
4.0%
14.5%
8.8%
Low-income countries
6.1
8.1
11.6
12.6
1,507,576
9.2%
21.3%
14.8%
Major petroleum exporters
4.6
6.3
7.6
7.5
898,025
6.8%
17.0%
12.1%
Major petroleum exporters: Africa
0.8
1.1
1.5
1.4
173,739
5.7%
20.4%
13.5%
Major petroleum exporters: America
0.4
0.6
0.6
0.7
80,654
6.4%
15.4%
10.6%
Major petroleum exporters: Asia
3.4
4.6
5.5
5.4
643,632
7.1%
16.4%
12.0%
Non-major petroleum exporters in developing
economies
22.9
25.4
28.4
29.3
3,510,927
5.5%
15.2%
9.8%
Major exporters of manufactured goods
19.4
21.8
24.5
25.4
3,040,004
5.8%
15.5%
10.1%
2.4
3.4
3.2
3.2
387,762
10.8%
10.5%
9.5%
17.0
18.4
21.3
22.1
2,652,242
5.0%
16.3%
10.1%
8.2
9.9
11.4
11.4
1,368,947
5.7%
15.9%
10.5%
3.5
3.6
3.9
3.9
470,923
3.9%
13.9%
8.1%
12.6
14.0
13.3
13.6
1,625,810
5.2%
12.1%
7.9%
Emerging economies: America
3.3
4.3
4.1
4.3
516,370
9.0%
11.8%
9.3%
Emerging economies: Asia
9.4
9.7
9.2
9.3
1,109,439
3.8%
12.2%
7.3%
Newly industrialized economies
14.0
14.4
13.2
13.2
1,582,572
3.8%
11.1%
6.8%
Newly industrialized economies: 1st tier
10.2
10.2
9.6
9.5
1,143,398
3.0%
11.6%
6.7%
Newly industrialized economies: 2nd tier
3.7
4.2
3.6
3.7
439,174
5.7%
9.8%
7.0%
ECONOMIES IN TRANSITION
2.6
2.6
3.8
4.1
488,960
1.6%
21.3%
11.9%
Economies in transition in Asia
0.2
0.3
0.4
0.5
58,973
4.0%
24.0%
13.8%
Economies in transition in Europe
2.4
2.4
3.4
3.6
429,986
1.4%
21.0%
11.7%
CEPGL
0.0
0.0
0.0
0.0
2,359
-14.0%
20.0%
3.4%
COMESA
0.3
0.4
0.5
0.6
68,407
4.1%
20.7%
11.8%
ECCAS
0.2
0.3
0.5
0.5
61,154
4.6%
26.9%
15.2%
ECOWAS
0.4
0.5
0.6
0.5
64,976
3.1%
16.3%
9.5%
MRU
0.0
0.0
0.0
0.0
1,267
-7.9%
4.8%
-2.4%
SADC
0.8
0.8
0.9
0.9
108,245
3.6%
15.8%
9.1%
CEMAC
0.1
0.1
0.2
0.2
27,637
4.1%
25.4%
14.1%
UEMOA
0.1
0.1
0.1
0.1
13,478
0.4%
13.5%
6.2%
UMA
0.6
0.7
0.9
0.9
106,828
4.3%
17.1%
11.1%
High-income countries
Major exporters of manufactured goods: America
Major exporters of manufactured goods: Asia
Non-major exporters of manufactured goods in
developing economies
Non-major petroleum and manufactured goods
exporters in developing economies
Emerging economies
TRADE GROUPS (1)
Africa
28
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
2000
2005
2006
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
America
ANCOM
0.8
0.9
1.0
1.1
129,634
4.6%
16.3%
9.6%
CACM
0.2
0.2
0.1
0.1
16,685
9.0%
6.7%
5.1%
CARICOM
0.1
0.1
0.1
0.2
19,972
5.9%
16.9%
10.1%
FTAA
19.4
21.9
17.5
17.6
2,114,845
6.2%
7.6%
5.7%
LAIA
4.0
5.1
5.0
5.3
631,761
8.2%
12.4%
9.2%
MERCOSUR
1.4
1.3
1.6
1.6
190,081
2.5%
15.7%
8.5%
NAFTA
16.6
19.0
14.2
14.1
1,692,403
6.6%
6.1%
5.1%
OECS
0.0
0.0
0.0
0.0
277
2.0%
-1.7%
-0.1%
APTA
6.0
7.4
11.1
12.0
1,435,813
7.8%
22.4%
14.8%
ASEAN
6.2
6.7
6.2
6.3
759,071
4.5%
11.6%
7.4%
ECO
1.2
1.3
1.8
1.8
220,955
4.3%
20.3%
12.3%
20.1
20.6
22.0
22.5
2,698,871
4.1%
14.6%
8.9%
GCC
2.0
2.7
3.7
3.5
421,704
6.1%
19.2%
13.4%
SAARC
0.9
1.0
1.3
1.3
157,716
5.3%
17.5%
11.0%
EFTA
2.4
2.2
2.2
2.2
266,742
1.6%
11.8%
6.8%
EU 25
42.1
37.9
38.6
37.9
4,538,050
2.2%
12.1%
6.7%
Euro Zone
33.3
29.4
29.9
29.0
3,480,738
1.8%
11.9%
6.6%
0.1
0.0
0.0
0.0
4,883
-6.1%
12.3%
2.4%
1.7
1.8
2.1
2.1
246,421
3.4%
16.2%
9.2%
APEC
45.5
48.3
44.9
45.6
5,464,719
4.7%
11.3%
7.2%
BSEC
2.8
2.8
4.0
4.2
501,379
1.7%
20.8%
11.7%
CIS
2.2
2.3
3.3
3.5
420,107
1.7%
21.4%
12.0%
Asia
ASEAN plus China, Japan and Korea
Europe
Oceania
MSG
INTERREGIONAL GROUPS
ACP
Sources:
- UN, Yearbook of International Trade Statistics
- UN, Monthly Bulletin of Statistics
- UN, Economic Commission for Europe
- IMF, International Financial Statistics
- IMF, Direction of Trade Statistics
- World Trade Organization
- Eastern Caribbean Central Bank
- National sources and UNCTAD secretariat estimates
Notes:
(1) See end of table 4.
29
Table 4
Trade in services: Total exports
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
WORLD
2000
2005
2006
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
100.0
100.0
100.0
100.0
2,735,658
3.9%
11.4%
7.1%
DEVELOPED ECONOMIES
75.3
75.1
73.6
72.7
1,987,600
4.1%
10.9%
7.0%
G7
49.6
48.8
44.3
43.2
1,182,628
3.7%
9.2%
5.7%
Developed economies less G7
25.7
26.3
29.3
29.4
804,973
4.9%
13.6%
9.1%
Developed economies: America
19.7
22.0
17.3
17.3
472,843
6.3%
6.5%
5.2%
5.9
5.5
5.1
4.9
134,868
1.5%
10.6%
5.5%
Developed economies: Europe
48.0
46.1
49.7
49.0
1,340,828
3.6%
12.7%
7.8%
Developed economies: Oceania
1.7
1.5
1.5
1.4
39,062
0.8%
11.0%
5.7%
Developed economies: Asia
7.6
7.0
6.6
6.4
173,929
1.3%
10.7%
5.5%
DEVELOPING ECONOMIES
Developed economies: Asia and Oceania
23.0
23.1
23.8
24.5
669,748
3.4%
12.4%
7.2%
Developing economies less China
21.5
21.1
20.8
21.3
583,372
3.0%
11.5%
6.5%
Developing economies: Africa
2.2
2.2
2.4
2.4
65,203
3.2%
13.7%
8.1%
Developing economies: Eastern Africa
0.4
0.3
0.3
0.3
8,708
2.4%
10.1%
6.2%
Developing economies: Middle Africa
0.1
0.1
0.1
0.1
1,681
4.8%
2.3%
4.5%
Developing economies: Northern Africa
1.1
1.1
1.2
1.2
31,976
2.9%
12.9%
7.4%
Developing economies: Southern Africa
0.4
0.4
0.5
0.5
13,406
1.6%
18.6%
8.7%
Developing economies: Western Africa
0.2
0.3
0.3
0.3
9,431
8.2%
16.9%
13.4%
Africa less South Africa
1.9
1.8
2.0
2.0
53,569
3.5%
12.7%
8.0%
Northern Africa less Sudan
1.1
1.1
1.2
1.2
31,856
3.0%
12.8%
7.5%
Sub-Saharan Africa
1.1
1.1
1.2
1.2
33,346
3.4%
14.5%
8.7%
Sub-Saharan Africa less South Africa
0.7
0.7
0.8
0.8
21,713
4.3%
12.4%
8.8%
Developing economies: America
3.7
4.1
3.4
3.4
93,787
6.1%
7.9%
5.9%
Developing economies: Caribbean
0.9
1.0
0.8
0.8
21,381
7.1%
5.9%
5.4%
Developing economies: Central America
1.1
1.3
1.0
1.0
27,004
7.1%
5.9%
5.8%
Developing economies: South America
1.7
1.7
1.6
1.7
45,402
4.8%
10.3%
6.3%
Latin America
2.8
3.0
2.6
2.6
72,406
5.7%
8.5%
6.1%
South America less Brazil
1.2
1.1
0.9
0.9
25,403
2.2%
8.1%
3.6%
1.5
1.8
1.4
1.4
38,052
7.7%
5.9%
5.9%
0.7
0.9
0.8
0.8
21,733
9.5%
7.5%
7.5%
17.0
16.8
17.9
18.6
509,425
2.9%
13.2%
7.4%
7.6
8.2
8.7
9.0
247,362
4.5%
13.1%
8.8%
Developing economies: Southern Asia
0.9
1.4
2.8
3.2
87,172
14.5%
27.0%
18.9%
Developing economies: South-Eastern Asia
5.7
4.5
4.6
4.7
128,294
-3.3%
12.4%
4.6%
Central America and Greater Caribbean
Islands less Puerto Rico
Central America and Greater Caribbean
Islands less Mexico and Puerto Rico
Developing economies: Asia
Developing economies: Eastern Asia
2.8
2.7
1.8
1.7
46,597
5.8%
3.2%
1.1%
Eastern, Southern and South-Eastern Asia
Developing economies: Western Asia
14.2
14.1
16.1
16.9
462,828
2.3%
14.7%
8.4%
Eastern and South-Eastern Asia less China
11.7
10.7
10.3
10.6
289,280
0.2%
11.1%
5.7%
0.4
0.4
0.6
0.5
14,429
1.5%
19.3%
11.7%
Southern Asia less India
Developing economies: Oceania
0.1
0.1
0.1
0.0
1,333
-4.7%
8.0%
0.3%
Least developed countries (LDCs)
0.5
0.5
0.5
0.5
12,574
2.8%
10.1%
6.2%
Developing economies less LDCs
22.5
22.6
23.3
24.0
657,173
3.4%
12.4%
7.3%
0.3
0.3
0.3
0.3
7,546
1.6%
11.6%
7.2%
Least developed countries: Africa and Haiti
Least developed countries: Asia
0.2
0.2
0.1
0.1
3,944
3.9%
8.2%
4.6%
Least developed countries: Islands
0.0
0.0
0.0
0.0
1,084
6.2%
7.5%
5.8%
Landlocked developing countries (LLDCs)
0.4
0.4
0.5
0.5
13,871
5.7%
14.8%
9.3%
Small island developing States (SIDS)
0.6
0.6
0.5
0.5
13,533
4.1%
6.7%
4.5%
Heavily indebted poor countries (HIPCs)
0.5
0.5
0.5
0.5
12,573
3.7%
10.2%
6.7%
30
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
High-income countries
2000
2005
10.7
10.7
10.0
2006
10.2
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
279,778
3.1%
10.4%
6.6%
Middle-income countries
7.0
6.9
6.6
6.6
179,770
3.4%
10.9%
6.1%
Low-income countries
5.3
5.5
7.2
7.7
210,199
4.1%
17.3%
9.6%
Major petroleum exporters
2.4
2.2
1.9
2.0
53,385
3.4%
8.1%
4.2%
Major petroleum exporters: Africa
0.1
0.2
0.3
0.3
7,934
12.1%
16.3%
15.1%
Major petroleum exporters: America
0.3
0.2
0.2
0.2
4,503
-0.3%
4.8%
1.7%
Major petroleum exporters: Asia
2.0
1.8
1.5
1.5
40,947
3.1%
7.3%
3.2%
Non-major petroleum exporters in developing
economies
20.6
20.9
21.8
22.5
616,363
3.4%
12.8%
7.5%
Major exporters of manufactures
15.3
15.7
16.8
17.5
478,496
3.4%
13.5%
7.9%
1.3
1.5
1.3
1.3
36,317
7.8%
8.5%
7.3%
14.0
14.2
15.5
16.2
442,179
3.0%
13.9%
7.9%
7.7
7.4
7.0
7.0
191,252
3.5%
10.0%
5.8%
5.3
5.2
5.1
5.0
137,867
3.5%
10.9%
6.5%
Emerging economies
9.2
9.2
8.4
8.7
237,463
2.9%
10.3%
6.2%
Emerging economies: America
2.0
2.2
1.9
1.9
53,089
6.6%
8.8%
6.5%
Major exporters of manufactures: America
Major exporters of manufactures: Asia
Non-major exporters of manufactures in
developing economies
Non-major petroleum and manufactures
exporters in developing economies
Emerging economies: Asia
7.3
7.0
6.5
6.7
184,374
1.8%
10.7%
6.2%
11.2
10.2
9.7
9.9
271,513
0.1%
10.8%
5.5%
Newly industrialized economies: 1st tier
7.9
7.8
7.4
7.6
209,108
2.6%
10.9%
6.8%
Newly industrialized economies: 2nd tier
3.3
2.4
2.3
2.3
62,406
-6.1%
10.5%
2.1%
ECONOMIES IN TRANSITION
1.7
1.8
2.6
2.9
78,311
2.2%
20.3%
11.1%
Economies in transition in Asia
0.1
0.2
0.2
0.3
7,035
14.1%
18.2%
15.2%
Economies in transition in Europe
1.6
1.6
2.4
2.6
71,275
1.3%
20.5%
10.8%
CEPGL
0.0
0.0
0.0
0.0
381
-3.2%
21.0%
10.9%
COMESA
1.0
0.9
0.9
0.9
24,093
1.8%
10.8%
5.7%
ECCAS
0.1
0.1
0.1
0.1
1,866
5.2%
3.4%
5.2%
Newly industrialized economies
TRADE GROUPS (1)
Africa
ECOWAS
0.2
0.3
0.3
0.3
9,365
8.2%
17.0%
13.5%
MRU
0.0
0.0
0.0
0.0
175
-11.2%
6.1%
-0.1%
SADC
0.7
0.6
0.7
0.7
17,914
2.0%
14.6%
7.3%
CEMAC
0.1
0.1
0.0
0.0
1,262
6.1%
1.3%
4.1%
UEMOA
0.1
0.1
0.1
0.1
2,642
-2.0%
13.9%
6.0%
UMA
0.4
0.5
0.6
0.6
15,688
4.9%
15.2%
9.9%
ANCOM
0.4
0.4
0.3
0.3
8,460
0.9%
6.5%
2.7%
CACM
0.2
0.3
0.2
0.2
6,635
12.4%
8.5%
10.0%
America
CARICOM
0.5
0.5
0.4
0.4
10,397
5.4%
6.5%
4.7%
FTAA
23.1
25.7
20.4
20.4
559,106
6.3%
6.8%
5.3%
LAIA
2.6
2.8
2.4
2.4
65,233
5.6%
8.2%
5.7%
MERCOSUR
1.0
1.1
1.0
1.1
29,089
7.0%
11.0%
7.5%
20.5
22.9
17.9
17.9
489,162
6.3%
6.4%
5.2%
0.1
0.1
0.1
0.1
1,599
5.6%
4.7%
3.3%
APTA
4.1
5.2
7.2
7.8
214,156
9.3%
19.3%
13.4%
ASEAN
5.7
4.5
4.6
4.7
128,294
-3.3%
12.4%
4.6%
ECO
1.5
1.6
1.6
1.5
40,745
6.5%
12.6%
7.2%
NAFTA
OECS
Asia
ASEAN plus China, Japan and Korea
14.3
13.0
13.8
14.0
382,843
0.4%
13.3%
6.7%
GCC
0.4
0.5
0.5
0.6
15,233
9.8%
12.1%
9.2%
SAARC
0.9
1.4
2.5
2.9
79,307
14.3%
26.3%
18.2%
31
Millions of
US dollars
Percentage of world
Grouping
1995
2000
2005
2006
2006
Annual average growth rate
1995-2000
2000-2006
1995-2006
Europe
EFTA
3.3
3.2
3.1
3.1
84,834
3.4%
11.5%
6.9%
EU 25
44.8
43.0
46.5
45.9
1,255,887
3.6%
12.7%
7.9%
Euro Zone
33.1
29.8
32.4
31.9
872,131
2.3%
12.7%
7.4%
0.1
0.1
0.0
0.0
1,201
-4.9%
7.5%
0.0%
Oceania
MSG
INTERREGIONAL GROUPS
ACP
1.9
2.0
2.0
1.9
53,203
4.8%
11.1%
7.3%
APEC
41.6
42.3
38.1
38.3
1,046,875
3.5%
9.4%
5.9%
BSEC
3.3
3.7
4.3
4.3
116,683
6.1%
15.0%
9.4%
CIS
1.2
1.1
1.7
1.8
49,780
-0.9%
20.1%
9.3%
Source: UNCTAD secretariat calculations based on IMF Balance of Payments Statistics on CD-ROM and other international and national
sources.
Note:
(1) CEPGL
COMESA
ECCAS
ECOWAS
MRU
SADC
CEMAC
UEMOA
UMA
ANCOM
CACM
CARICOM
FTAA
LAIA
MERCOSUR
NAFTA
OECS
APTA
ASEAN
ECO
GCC
SAARC
EFTA
EU
MSG
ACP
APEC
BSEC
CIS
Economic Community of the Great Lakes Countries
Common Market for Eastern and Southern Africa
Economic Community of Central African States
Economic Community of West African States
Mano River Union
Southern African Development Community
Economic and Monetary Community of Central Africa
West African Economic and Monetary Union
Arab Maghreb Union
Andean Community
Central American Common Market
Caribbean Community and Common Market
Free Trade Area of the Americas
Latin American Integration Association
Mercado Común Sudamericano
North American Free Trade Agreement
Organization of Eastern Caribbean States
Asia-Pacific Trade Agreement (Former Bangkok Agreement)
Association of South-East Asian Nations
Economic Cooperation Organization
Gulf Cooperation Council
South Asian Association for Regional Cooperation
European Free Trade Association
European Union
Melanesian Spearhead Group
African, Caribbean and Pacific Group of States
Asia-Pacific Economic Cooperation
Black Sea Economic Cooperation
Commonwealth of Independent States
32
Table 5
Direct investment in reporting economy (FDI inward)
FDI Inward
(Per 1000 GDP)
WORLD
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
11.5
13.0
16.3
23.9
35.7
44.5
26.5
18.9
15.2
17.2
20.6
9.4
10.2
12.5
22.0
35.4
46.6
25.0
17.4
12.6
12.9
16.7
DEVELOPED ECONOMIES
G7
6.6
7.7
9.9
17.2
25.2
36.4
16.3
11.5
7.3
8.5
15.4
Developed economies less G7
24.2
22.7
26.0
47.6
90.3
106.1
74.3
48.4
37.9
32.8
22.5
DEVELOPING ECONOMIES
20.5
23.7
29.5
31.3
37.2
38.2
32.1
24.1
23.3
30.4
32.2
Developing economies less China
15.8
19.6
26.2
28.2
36.5
38.3
30.5
20.2
20.1
29.2
31.1
Developing economies: Africa
10.6
10.6
19.0
16.3
21.6
16.0
34.5
22.6
27.0
21.1
32.4
Eastern Africa
Middle Africa
Northern Africa
Southern Africa
Western Africa
12.0
12.1
6.1
9.5
22.3
10.3
2.3
6.8
6.9
29.4
18.7
6.8
12.2
25.1
30.2
26.2
50.8
13.2
6.0
21.4
26.4
96.2
15.0
11.8
25.1
22.7
35.3
13.7
8.8
20.8
22.9
101.7
22.1
56.5
20.5
22.3
79.5
16.5
12.1
27.0
28.3
128.1
21.2
7.1
26.6
24.8
72.5
20.1
6.6
22.0
18.7
59.0
36.8
27.6
25.7
Developing economies: America
Caribbean
Central America
South America
17.2
7.4
30.6
14.3
24.9
48.1
26.6
23.3
36.1
123.3
32.5
32.9
41.5
202.6
33.7
35.7
57.1
217.6
28.9
58.9
48.2
216.2
30.1
45.6
40.2
113.6
42.0
33.3
30.4
44.6
27.5
31.2
24.3
37.7
22.5
24.3
41.4
257.1
27.9
31.4
36.2
195.8
23.9
29.9
Developing economies: Asia
Eastern Asia
Southern Asia
South-Eastern Asia
Western Asia
Developing economies: Oceania
23.6
28.2
4.4
41.6
5.6
43.8
25.0
30.4
4.9
40.5
8.3
41.3
27.6
32.3
8.1
48.1
8.0
24.5
27.8
37.2
5.8
46.6
6.9
24.1
29.9
40.3
4.6
51.5
3.3
29.6
36.7
55.4
6.5
39.6
5.6
19.5
27.8
36.7
8.7
34.1
12.8
8.6
21.9
28.9
9.4
24.5
8.9
8.7
22.4
28.2
6.8
27.8
16.4
21.2
27.7
36.1
7.0
32.3
21.0
37.0
30.7
35.7
8.0
42.1
31.8
19.7
7.8
10.6
19.6
21.9
27.4
20.5
22.7
22.5
33.9
41.8
33.1
35.7
43.6
59.5
57.0
50.6
38.9
71.7
83.5
96.4
107.5
41.7
5.6
7.7
15.9
17.6
23.9
18.2
17.4
16.2
27.8
35.6
32.3
ECONOMIES IN TRANSITION
Economies in transition: Asia
Economies in transition: Europe
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from UNCTAD, World Investment Report, and UN/DESA Statistics Division.
Table 6
Aid to GNI ratio, developing economies
(Percentage)
1970–1979
1980–1989
1990–1999
1990–1995
1996–2000
2000–2005
DEVELOPING ECONOMIES
1.23
1.06
0.81
0.96
0.64
0.71
Developing economies: Asia
Developing economies: Africa
Developing economies: America
1.25
2.87
0.31
0.77
3.61
0.39
0.52
4.22
0.32
0.64
5.28
0.37
0.38
2.93
0.25
0.44
3.35
0.26
..
..
0.70
0.51
1.13
1.23
5.61
8.35
10.57
12.27
8.48
9.73
ECONOMIES IN TRANSITION
Memo item:
Heavily indebted poor countries
(HIPCs)
Source: OECD, Development Assistance Committee Database online; and United Nations Statistics Division.
33
Table 7
Official Development Assistance from all donors to developing countries Total,
Economies in transition; Heavily Indebted Poor Countries - Disbursements
(Current US $ in millions)
1990
1995
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Developing Countries less Economies in Transition
Official Development Assistance
Bilateral Grants and grant-like flows
of which: Technical Co-operation
Total Development Food/Emergency aid
Debt Forgiveness Grants
Other Grants (residual)
Bilateral Loans
55322.9
55639.4
45887.9
47631.2
54698.2
66094.6
74957.9
101987.7
42792.5
13648.6
2531.2
2191.1
24421.6
12530.4
42996.6
16412.7
4005.4
2148.6
20430.0
12642.8
38086.3
13504.6
4408.6
2166.0
18007.1
7801.6
39610.5
14214.5
4613.9
2758.7
18023.4
8020.7
46121.7
16009.7
5375.5
4190.8
20545.7
8576.5
61650.8
19138.0
7975.1
8551.1
25986.7
4443.7
71626.4
19487.0
9963.4
7488.7
34687.3
3331.5
96252.9
20854.2
10905.9
25266.3
39226.4
5734.9
HIPC Countries
Official Development Assistance
Bilateral Grants and grant-like flows
of which: Technical Co-operation
Total Development Food/Emergency aid
Debt Forgiveness Grants
Other Grants (residual)
Bilateral Loans
17828.7
19504.9
14646.0
16435.0
20730.3
26648.8
28462.2
29804.5
13914.5
3586.2
803.6
1994.8
7530.0
3914.1
13897.3
4062.6
1488.8
1393.4
6952.5
5607.6
11138.0
3089.4
1177.8
1592.5
5278.2
3508.1
12374.1
3292.9
1558.6
2148.5
5374.1
4060.9
15982.5
3712.2
2158.7
3712.9
6398.7
4747.8
22285.1
4351.6
2914.1
7125.5
7893.9
4363.7
26227.5
4575.0
3571.5
6823.2
11257.8
2234.7
26956.0
5493.5
4458.1
5350.6
11653.8
2848.6
Developing less Economies in Transition & less HIPC
Official Development Assistance
Bilateral Grants and grant-like flows
of which: Technical Co-operation
Total Development Food/Emergency aid
Debt Forgiveness Grants
Other Grants (residual)
Bilateral Loans
37494.2
36134.5
31241.9
31196.2
33967.9
39445.8
46495.6
72183.2
28878.0
10062.4
1727.6
196.3
16891.6
8616.2
29099.4
12350.1
2516.6
755.2
13477.5
7035.2
26948.4
10415.2
3230.8
573.5
12728.9
4293.5
27236.4
10921.6
3055.3
610.2
12649.3
3959.8
30139.2
12297.5
3216.8
477.9
14147.0
3828.7
39365.7
14786.3
5061.0
1425.6
18092.8
80.0
45398.9
14912.0
6392.0
665.4
23429.5
1096.7
69296.9
15360.7
6447.8
19915.7
27572.7
2886.3
Economies in Transition
Official Development Assistance
Bilateral Grants and grant-like flows
of which: Technical Co-operation
Total Development Food/Emergency aid
Debt Forgiveness Grants
Other Grants (residual)
Bilateral Loans
977.9
5547.8
7460.7
7163.5
8834.2
7577.3
8373.5
5267.5
195.7
170.5
0.3
0.0
25.0
782.2
4495.1
1390.1
1077.2
0.0
2027.8
1052.7
6178.6
1990.2
1341.6
130.1
2716.8
1282.0
5985.5
2443.5
761.7
4.3
2776.1
1177.9
7808.5
3320.9
609.8
1468.2
2409.6
1025.7
6542.0
3020.8
609.8
240.2
2671.3
1035.3
7216.8
2946.8
793.1
35.0
3441.9
1156.8
4558.1
1859.7
508.6
212.1
1977.7
709.4
Source: UNCTAD secretariat calculations, based on data from OECD, Development Assistance Committee Database online.
34
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