Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
Neuquén, 14 de febrero de 2012.
AUTOS Y VISTOS: Para resolver en los presentes,
caratulados:
“DIRECCION
NACIONAL
DE
VIALIDAD
C/
SANTIAGO
ELEODORO GABRIEL S/ EXPROPIACION” (Expte. Nº 396,
Fº 230,
Año 1986) sobre las impugnaciones formuladas por la actora a
fs.
507/513
respecto
de
la
planilla
de
liquidación
del
capital –fs. 465- y de honorarios –fs. 498-; y
CONSIDERANDO:
399/401,
a
fs.
1)
285/292
Que
como
se
dictó
ya
se
relatara
sentencia
de
a
fs.
primera
instancia en la que se hizo lugar a la demanda entablada por
la Dirección Nacional de Vialidad contra el Sr. Eleodoro
Gabriel
Santiago
(actualmente
fallecido)
declarando
transferido a la Dirección Nacional de Vialidad
el dominio
de cierta porciones de diversos inmuebles que allí fueron
USO OFICIAL
descriptos, todos de propiedad de los herederos únicos del
Sr. Eleodoro Gabriel Santiago (Sres. Jorge Luis Santiago y
Daniel Santiago), con destino a la construcción de la Ruta
Complementaria
“f”,
en
el
tramo
Villa
La
Angostura-Lago
Espejo.
La
sentencia
además
fijó
en
la
suma
de
pesos
CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO MIL NOVECIENTOS OCHENTA CON
SESENTA CENTAVOS ($ 454.980,60) –equivalentes a la fecha de
la resolución
a U$S 143.527 (a una cotización de $ 3,17)- ,
el importe actualizado a la fecha de la indemnización de los
bienes expropiados, señalándose que dicha
relación con la
divisa estadounidense debería mantenerse hasta la época del
efectivo
pago
cotización
precio
de
(es
de
la
la
decir
moneda
que
de
cualquier
origen
indemnización
no
oscilación
incidiría
establecido
en
en
la
sobre
el
la
moneda
extranjera). Se estableció allí que el importe devengaría
intereses desde el 20/4/89 hasta el 31/3/91 a la tasa del 6%
anual prevista por el art. 20 de la ley 21.499, y a partir de
allí y hasta el efectivo pago, a la tasa pasiva promedio que
publica el Banco Central de la República Argentina.
Las costas se impusieron por su orden y tomándose
como
monto
base
el
de
la
indemnización
fijada
se
establecieron los honorarios de los letrados intervinientes.
2) Apelada la sentencia por ambas partes, la Alzada
rechazó sendos recursos a fs. 339/341 y vta., imponiendo a la
actora las costas del interpuesto por su parte, regulando los
honorarios del letrado de la demandada en un 26% sobre los
fijados para la primera instancia.
3) A fs. 381 y vta. la demandada practica planilla
de liquidación de su crédito por capital, la que fue aprobada
a fs. 393 por la suma de $ 3.050.860,84, ocasión en la cual
además
se
rechazó
in
límine
una
impugnación
contra
ella
formulada por la actora por carecer de fundamentos.
Interpuesto recurso de revocatoria con apelación en
subsidio contra dicho decreto, el primero fue rechazado por
auto de fs. 399/401 y la segunda, por resolución de fs.
440/441 de la Alzada, quien impuso las costas generadas por
esta instancia recursiva a la actora perdidosa, fijando los
estipendios del Dr. Zapata por la tarea desplegada ante el
Superior en el 9% de los honorarios que correspondieren al
letrado por su labor en la primera instancia, aclarando que
los porcentajes eran reducidos en un tercio de la escala del
art. 14 de la L.A. por versar la apelación sobre una cuestión
accesoria.
4) Mientras tanto, a fs. 412 la actora acompaña
boleta de depósito judicial por la suma de $ 3.075.025,24,
manifestando
que
$
3.050.860,84
corresponden
intereses y $ 24.164,40 a honorarios,
a
capital
e
requiriendo en el
petitorio que se tenga por efectuada la “dación en pago”.
No
encontrándose
aún
firme
la
liquidación
de
ninguna de ambas acreencias, a fs. 415 se requirió a la
actora
que
significaba
apelación
aclarase
que
aún
manifestando
si
había
depósito
perdido
pendiente
ésta
el
su
interés
contra
voluntad
el
de
de
dichos
en
el
importes
recurso
de
decreto
de
fs.
393,
mantener
la
apelación
interpuesta (fs. 417).
5)
Devueltas
las
actuaciones
a
la
primera
instancia, la accionada promovió ejecución de su crédito, y
encontrándose depositada la suma a que ascendía la ejecución,
el
Tribunal
dispuso
entonces
requerir
a
la
actora
que
manifestara si daba en pago tal importe.
A fs. 461 -6/4/11- la representante de la DNV
da
en pago la suma consignada a fojas 454 ($ 3.050.860,84),
depositados oportunamente en la cuenta N° 990271856 del Banco
de la Nación Argentina, conforme constancia de fs. 410/412,
ampliando luego, a fs. 463 -7/4/11-, su consentimiento para
Poder Judicial de la Nación
dar en pago los fondos, a los depositados en concepto de
honorarios.
6)
A
fs.
465/466
el
Dr.
Zapata
practica
nueva
planilla “de actualización de ítem de condena” al 13/04/2011
–fecha de presentación de la misma-. Procedió a tomar la
cotización del dólar vendedor (4,08) de ese día, aplicándolo
sobre
el
capital
expresado
en
la
divisa
extranjera
(U$S
143.527 x 4,08 = $ 585.590,16). Sobre el importe en moneda
nacional así obtenido aplicó un interés del 6% anual entre el
20/4/89 y el 31/3/91, que ascendió a $ 68.338,37. Capitalizó
luego dicho interés, sumándolo al capital, para liquidar los
accesorios originados con posterioridad a esa fecha sobre la
suma de $ 653.928,53.
Por su lado, a fs. 498 el
Zapata
practicó
liquidación
de
Dr. Marcelo Enrique
sus
honorarios
por
su
USO OFICIAL
actuación profesional en torno a la apelación que opuso la
actora contra el fallo de grado y por la contestación del
recurso articulado por la actora contra el decreto de fs. 393
que rechazó in límine la impugnación que hiciera contra la
planilla de fs. 381, estipendios estimados en un 26% y 9%
respectivamente del monto del honorario que le fuera regulado
por las labores llevadas a cabo en primera instancia en cada
ocasión.
Para
efectuada
ante
determinar
sus
la
parte
Alzada,
honorarios
de
la
por
suma
de
la
labor
$
80.000
regulada por su labor en la primera instancia en el proceso
principal,
le
adiciona
un
30%
en
concepto
de
intereses
transcurridos entre el 21/4/2008 y el 19/8/11, y sobre la
suma
así
obtenida
de
$
$104.000,
calcula
el
26%
que
corresponden a los honorarios estipulados por la contestación
de los agravios expresados por la actora contra la sentencia
definitiva, que fija en $ 27.040. Y sobre la misma base
liquida también los honorarios fijados por la Alzada a fs.
441 por su labor en la incidencia motivada en el rechazo in
limine de la impugnación a la planilla de liquidación de fs.
381, estipulados por la Alzada en un 9%, que así, estimó en $
9.360.
7) De ambas planillas se confirió traslado a la
actora, quien lo contestó en forma conjunta a fs. 507/513
impugnando ambas liquidaciones.
En torno a la liquidación de honorarios, cuestiona
el período temporal durante
el cual el letrado adicionó
intereses de los honorarios fijados para la primera instancia
para
configurar
el
monto
base
adoptado
para
estimar
sus
honorarios por la labor ante la Alzada. Y así, objeta que los
haya calculado desde el 21/04/08 en que el fallo de primera
instancia se dictó, opinando que correspondía hacerlo desde
que le fue notificada la sentencia de Cámara que regula los
honorarios del Dr. Zapata, esto es desde el 23/10/09.
Considera
que
tampoco
se
puede
tomar
el
día
19/08/11 como fecha de cese de los intereses, puesto que su
parte
realizó
una
dación
en
pago
en
fecha
06/04/11,
con
independencia que la planilla de liquidación de honorarios
aún no estuviese firme, sin que ello significara conformidad
de la misma.
Concluye
por
ello
que
corresponde
aplicar
el
interés de la tasa pasiva promedio del Banco Central de la
República Argentina (BCRA) desde el día 23/10/09 hasta el día
06/04/11, efectuando los cálculos respectivos.
En
cuanto
a
la
planilla
de
actualización
del
capital, manifiesta que la demandada incurre en el error de
no deducir el monto dado en pago con fecha 06/04/11 por la
suma de $3.050.860,84, destacando además que la cotización
del dólar que se debe adoptar no es la del 13/04/11 utilizada
por la demandada ($ 4,08 por cada dólar), sino la del 6/4/11
en que la parte procedió a dar en pago la suma anteriormente
mencionada,
fecha
a la cual la cotización del dólar era de
$ 4,05.
Finalmente, observa que el demandado incurrió en
anatocismo al aplicar el coeficiente correspondiente a la
Tasa
Pasiva
promedio
del
BCRA
sobre
el
capital
mas
los
intereses, cuando solo debe aplicarse sobre el capital.
8)
Zapata
de
Conferido
las
traslado
impugnaciones
a
la
demandada
articuladas,
a
representante del único heredero sobreviniente
letrado interesado por su propio derecho lo
y
fs.
al
548
Dr.
el
y a la vez,
contestan.
Sostiene el demandado que no existe una sola razón
que justifique el achaque de anatocismo, afirmando haberse
ajustado estrictamente a los términos de la sentencia para
actualizar el capital. Estima inaudita la pretensión de que
el pago se deduzca de los
guarismos de la liquidación e
Poder Judicial de la Nación
incorrecta la pretensión de que la actualización tenga lugar
hasta el “8 de abril” (sic), habida cuenta que el expediente
recién sale de despacho en la fecha a que se alude en la
planilla (13 de abril).
En lo atinente al crédito arancelario, su titular
sostiene que “los honorarios se deben por labor, en causa y
razón, por entero ligados a la integridad del fallo de 1era.
Instancia, debiendo su base incrementarse hasta la época de
regulación, con la adición de intereses tasa pasiva para uso
judicial provisto por el banco central”.
Advierte además que se trata de la primera ocasión
en la que la actora exterioriza su voluntad de aplicar los
fondos remanentes del depósito de fs. 410/412 ($ 24.164,60)
al pago de honorarios.
9) Llegados los autos a despacho para resolver, lo
USO OFICIAL
haré separadamente respecto de
cada una de las
planillas
objetadas.
9.a) Comenzando con la atinente al crédito de la
demandada,
tenemos
que
la
Dirección
Nacional
de
Vialidad
cuestiona la planilla de fs. 465 en tres aspectos:
I. No deduce el monto abonado conforme depósito de
fs. 410/412 dado en pago el 6/4/11 por escrito de fs. 461, de
$ 3.050.860,84.
Sin esfuerzo alguno es posible comprobar que la
liquidación de fs. 465, presentada en el legajo el 13 de
abril de 2011, luego de haber tomado la parte conocimiento
por ministerio de ley de la voluntad de la actora de dar en
pago
los
importes
depositados
en
concepto
de
capital
-
manifestación formulada a fs. 461 el 6 de abril de 2011,
y
hecha saber a la interesada por decreto del viernes 8 de
abril
de
2011
(fs.
464),
de
que
las
partes
quedaron
notificadas automáticamente el martes 12 de abril siguienteno deduce el pago efectuado, comprensivo de la totalidad del
crédito líquido hasta ese momento, lo que debió hacer a los
fines de determinar el saldo adeudado, considerando que por
un lado, si bien se trataba de
un pago parcial, era de
aplicación al caso la excepción del art. 743 del Código Civil
que impedía al acreedor rechazarlo. Y por el otro, que a
partir de esa fecha -12/4/11- la demora en el retiro de los
fondos era sólo imputable a la demandada, quien los tuvo a su
disposición
desde
entonces,
sin
que
mediara
obstáculo
procesal para su retiro.
La observación efectuada en este sentido será por
ello acogida.
II.
Cuestiona
también
Vialidad la cotización del
la
Dirección
Nacional
de
dólar tomado por la accionada
para calcular el crédito por capital, pues sostiene que en
lugar de adoptar la del día 13/04/11 (de $ 4,08), debió
utilizar la de la fecha en que el dinero fue dado en pago
(6/4/11) siendo la cotización del dólar tipo vendedor para
esa fecha de $ 4,05.
Tal como se señalara en el párrafo anterior, la
accionada recién tomó conocimiento y estuvo en condiciones de
disponer de los fondos el 12 de abril de 2011, al notificarse
por ministerio de ley del decreto de fs. 464 expedido el 8 de
abril, mediante el cual se le hizo saber lo manifestado por
la accionante.
En consecuencia, esa es la fecha a la que quedaría
cristalizada
la
cotización
del
dólar,
para
respestar
el
parámetro establecido en la sentencia (12 de abril), pues se
reitera,
a
partir
de
entonces,
cualquier
demora
en
la
efectiva percepción del crédito dejó de ser imputable a la
deudora,
para
ser
consecuencia
de
distintas
contingencias
atravesadas por la parte acreedora (defunción de uno de los
herederos del accionado, vigencia de diversas regulaciones
del BCRA reglamentando el retiro de fondos judiciales, etc.),
por completo ajenas a la actora.
De modo que la impugnación prosperará pero sólo
parcialmente, debiendo adoptarse la cotización tipo vendedor
del dólar en el mercado libre de cambios al 12 de abril de
2011 para practicar la nueva liquidación.
Ello, sin perjuicio de considerar que a los fines
de garantizar el pleno cumplimiento de la sentencia dictada,
corresponderá, una vez imputado el pago efectuado el 12 de
abril de 2011 a intereses, y su saldo, al capital, verificar
cuál es el porcentaje del mismo subsistente, para nuevamente
transformarlo a la divisa estadounidense, que será una vez
más transformada a la moneda nacional al practicarse la nueva
liquidación, adoptando la cotización del día en que ésta se
practique, aplicando a tales fines idéntica metodología que
la pergeñada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
Poder Judicial de la Nación
“KUJARCHUK, PABLO FELIPE C/ P.E.N. LEY 25.561 DTOS. 1570/01 Y
214/02 S/ AMPARO LEY 16.986” (28/8/07 , LL-31/8/07, Fallos
330:3680), consistente en que una vez determinado el importe
en pesos de la deuda,
las sumas que se hubiesen
abonado
como pagos a cuenta de ese importe, serán detraídas
según la
proporción que tales sumas representaban en relación al monto
original del depósito, computando a este último efecto los
valores en dólares estadounidenses. De modo tal que si se
tratase por ejemplo, de una imposición a plazo fijo por diez
mil
dólares,
de
los
cuales
la
entidad
bancaria
hubiese
entregado cuatro mil –aunque lo hubiese hecho dando los pesos
equivalentes
a
esa
cantidad
de
dólares
según
el
tipo
de
cambio vigente en aquél momento- deberá considerarse que se
trató de un pago a cuenta del cuarenta por ciento de lo
adeudado,
y
en
esa
proporción
se
detraerá
del
importe
USO OFICIAL
determinado, asistiéndole derecho al depositante a percibir
el
sesenta
por
ciento
restante
en
pesos.
Y
en
el
mismo
ejemplo, si lo entregado hubiesen sido diez mil dólares –o su
equivalente en pesos-, deberá considerarse que la obligación
ha sido íntegramente cancelada. De modo que las sumas que con
relación al crédito en divisa extranjera
deudora a lo largo del proceso,
proporción
que
ellas
hubiese abonado la
serán detraídas según la
representaban
en
relación
al
monto
original del depósito, computando a este último efecto los
valores
en
dólares
estadounidenses,
tanto
respecto
del
depósito como del pago a cuenta.
El
método
fue
creado
para
aplicar
los
pagos
a
cuenta verificados durante los procesos tramitados con motivo
del llamado “corralito financiero”, más por la similitud de
la situación -cancelación de un crédito expresado en moneda
nacional pero referido a una divisa extranjera-, lo estimo
por completo adaptable a la especie.
De
manera
que
la
accionada
deberá
utilizar
la
cotización del dólar tipo vendedor en el mercado libre de
cambios al 12 de abril para deducir el pago efectuado, de $
3.050.860,84, y tras dilucidar cuál es el saldo del capital
que se mantuvo impago, transformarlo a esa misma cotización a
la
divisa
estadounidense,
de
modo
que
partirá de la suma a la que ascienda la
la
nueva
planilla
conversión a la
moneda nacional de este saldo adeudado en divisa extranjera,
a la cotización tipo vendedor del dólar de la fecha a la que
la nueva liquidación se practique.
III.
Por
último,
la
actora
cuestiona
que
la
acreedora haya capitalizado los intereses devengados entre el
20/4/89 y el 31/3/91 para luego liquidar los originados con
posterioridad
a
esta
fecha,
los
que
sólo
debieron
ser
calculados sobre el capital.
Puesta a decidir, tenemos que el art. 623 del C.C.
establece que “No se deben intereses de los intereses sino
por convención expresa que autorice su acumulación al capital
con
la
periodicidad
que
acuerden
las
partes;
o
cuando
liquidada la deuda judicialmente con los intereses, el juez
mandase a pagar la suma que resultare y el deudor fuese
moroso en hacerlo. …”.
De modo que si bien la capitalización de intereses
se encuentra en principio prohibida en nuestro Código Civil,
éste
admite
importantes
excepciones
–ampliadas
tras
la
reforma de la ley 23.928- que justifican su aplicación en
distintos supuestos.
Uno de ellos es aquél en el cual en el expediente
judicial se practicó una liquidación de la deuda, ella fue
aprobada, y pese a ello, el demandado omitió su pago.
Explica la doctrina que en cuanto a la habilitación
para la aplicación del anatocismo a través de la vía de
excepción establecida en la segunda parte del art. 623 la
jurisprudencia ha considerado que “…es necesario que en el
expediente se haya practicado una liquidación judicial de la
deuda de condena y que el demandado obligado haya omitido su
pago”
(Cazeaux-
Trigo
Represas
en
Derecho
en
las
Obligaciones, Tomo II, Pag. 299).
En el caso que nos ocupa, la actora practicó a fs.
381 su liquidación, y habiendo sido ella aprobada a fs. 393,
la actora dio en pago su importe, aún antes de que quedase
firme aquélla providencia (fs. 410/412), circunstancia que
fue justamente la que motivó el decreto de fs. 464 que no dio
curso a la ejecución.
Así
las
cosas,
el
supuesto
no
cae
a
mi
juicio
dentro de la excepción autorizada por la norma, por cuanto no
hubo omisión alguna de la deudora en efectuar el pago de la
suma liquidada.
Poder Judicial de la Nación
Con ello sentado, tenemos que la mera lectura de la
liquidación de fs. 465 permite visualizar que la accionada ha
incurrido en la cuestionada práctica, pues ha adicionado la
suma de $ 68.338,37 a que ascendieron los intereses por el
período
20/4/89
al
31/3/91
al
monto
del
capital
($
585.590,16) para calcular sobre el importe así obtenido (de $
653.928,53) los accesorios generados con posterioridad a esa
fecha, que debieron en cambio ser liquidados únicamente sobre
el capital de $ 585.590,16.
La objeción también prosperará en este sentido.
Por razones de economía procesal, a los fines de
evitar
futuras
incidencias
procederé
en
este
estado
a
formular la liquidación tal como será aprobada, tras admitir
la impugnación deducida. Y así tenemos que partiendo de la
suma de U$S 143.527, convertida a la moneda nacional a la
USO OFICIAL
cotización tipo vendedor del dólar en el mercado libre de
cambios
al
12
de
abril
de
2011,
de
$
4.07
(fuente:www.bna.com.ar), el capital ascenderá a $ 584.154,89,
importe
sobre
el
que
liquidaré
los
intereses
moratorios
devengados entre el 20/4/89 y el 31/3/91 a la tasa del 11.67%
no cuestionada, obteniendo así una suma de $ 68.170,88. Luego
calcularé los accesorios por el período 1/4/91 al 13/4/11
sobre
aquél
mismo
capital
(de
$
584.154,89)
con
el
coeficiente propuesto, tampoco impugnado, de 432,0472%
-
obteniendo la suma de $ 2.523.824,85- adicionando el capital
y
ambos
subtotales,
para
arribar
a
un
importe
de
$
3.176.150,62. Deducido el pago parcial de $ 3.050.860,84 ya
efectuado, quedó un saldo de $ 125.289,78, por la
cual se
aprobará
307,84,
guarismo
la
liquidación,
del
cual
representativos
corresponderá
de
partir
U$S
en
la
nueva
liquidación que se practique.
La
impugnación
será
acogida,
con
costas
a
la
demandada perdidosa, aprobándose la liquidación por la suma
de $ 125.289,78, disponiendo que la acreedora practique nueva
liquidación partiendo del saldo aludido, representativo de
U$S 307,84 dólares.
9.b)
deducida
contra
Resolviendo
la
ahora
planilla
de
sobre
la
liquidación
de
impugnación
honorarios
propuesta a fs. 498 por el Dr. Zapata, salta a la vista tras
su lectura que el letrado no
ha respetado el monto base
fijado por la Alzada a fs. 339/341, como tampoco lo ha hecho
respecto del establecido a fs. 440/441.
Es que en efecto, en la decisión de fs. 339/341 se
indicó con claridad que los estipendios del letrado de la
demandada se fijaban en un 26% “sobre los fijados para la
primera instancia” (fs. 341), sin mencionar ni autorizar en
modo
alguno
que
a
aquéllos
-los
fijados
por
la
primera
instancia- se les adicionaran intereses de ningún tipo.
La base elegida por el Superior fue el importe de
los honorarios ya regulados por la labor efectuada en la
primera instancia, que ascendieron a $ 80.000, de modo que no
existe fundamento legal alguno para adicionar a aquélla base
accesorios de ningún tipo.
Una
vez
determinados
los
honorarios
sobre
aquél
guarismo ($ 80.000 x 26%), el monto al que así se arribe
devengará
condenada
intereses
en
sólo
costas,
de
haber
incurrido
contingencia
que
en
mora
dudosamente
la
se
verifique si se tiene en cuenta que a fs. 463 ha dado en pago
los
importes
remanentes
del
depósito
de
fs.
410/412
en
concepto de honorarios aún no liquidados.
Es conveniente entonces determinar, en este estado,
los honorarios del Dr. Zapata fijados a fs. 341 en la suma de
$ 20.800.
Ello,
sin
perjuicio
de
lo
que
eventualmente
se
decida de solicitar aquél la regulación de los honorarios por
acrecidos -esto es, que se agregue a la base de cálculo
adoptada en la sentencia de primera instancia, los intereses
del crédito principal luego liquidados, para solicitar así
que sus emolumentos se adapten al nuevo monto arancelario-, y
del impacto que ello pudiere generar sobre sus emolumentos
establecidos a fs. 341.
En cuanto a los honorarios fijados por la Alzada a
fs. 440/441, la
deficiencia que exhibe la liquidación se
reitera en cuanto incluye en el monto base (honorarios de la
primera instancia) los accesorios.
Pero además, será menester evaluar si se ha adoptado
una correcta base arancelaria.
El Dr. Zapata utiliza como base, para liquidar el 9%
regulado, el monto de los honorarios fijados por la labor
desarrollada en el proceso principal ($ 80.000), cuando en
rigor de verdad, debió utilizar una que aún no se encuentra
Poder Judicial de la Nación
determinada, consistente en la suma a la que asciendan los
honorarios que se le regulen por la incidencia resuelta a fs.
399/401 del proceso de ejecución de sentencia, aún cuando no
haya sido iniciado. Es que toda incidencia vinculada con una
planilla de liquidación integra el proceso de ejecución de
sentencia, y en el marco del art. 33 de la ley 21.839, los
honorarios
que
se
generen
por
labores
profesionales
desempeñadas en tal ámbito, serán regulados tomando como base
los emolumentos del proceso principal al que acceden, en el
caso, ejecución.
Aún cuando al Dr. Zapata no corresponda honorario
alguno en la incidencia resuelta a fs. 399/401 en primera
instancia, por haber sido resuelto la reposición intentada
sin sustanciación, para la determinación de sus honorarios
sería menester fijar en abstracto el importe al que ella
USO OFICIAL
hubiese ascendido, para luego aplicar sobre el mismo
el 9% y
determinar así los emolumentos fijados a fs. 440/441l. Pero
para todo ello sería necesario esperar a que culmine la etapa
de
ejecución,
esto
es,
a
que
se
encuentre
íntegramente
cancelado el crédito de la demandada, para estimar así los
honorarios de toda la etapa y sobre tal base, los de la
incidencia que servirán de fundamento para determinar los
regulados a fs. 440/441.
Ahora bien: si bien tal sería a mi juicio el curso
ordinario a seguir, estimo que en la ocasión diferente ha
sido el temperamento adoptado por la Alzada, pues al dejar
ésta aclarado a fs. 440 vta. in fine que los porcentajes se
veían reducidos en un tercio de la escala del art. 14 de la
ley
21.839
“por
tratar
la
apelación
sobre
una
cuestión
accesoria y no sobre la acreencia reclamada en el principal”,
permite a mi juicio verificar que el procedimiento seguido
por el profesional -que además, no ha sido cuestionado por la
actora- ha sido el adecuado.
Es
que
citó
allí
la
Alzada
el
pronunciamiento
emitido en su SD 24/08, ocasión en la cual por tratarse la
apelada de una cuestión accesoria (imposición de costas),
redujo la escala arancelaria prevista por el art. 14 de la
ley 21.839, tal lo acontecido en nuestro supuesto. Pero lo
hizo sobre el importe del proceso principal.
Por ello, estimo que la cita que el Superior efectúa
a fs. 440/441 es indicativa de que la base arancelaria sobre
la cual corresponde aplicar el 9% establecido no es la que
surja de la incidencia del proceso de ejecución sino la del
proceso principal, ya determinada en $ 80.000.
En suma, estimo pertinente fijar los emolumentos del
Dr. Zapata regulados a fs. 440/441 en la suma de $ 7.200.
De manera los emolumentos del Dr. Zapata fijados por
la Alzada a fs. 340/341 quedarán determinados en la suma de $
20.800, mientras que los provenientes de la regulación de fs.
440/441 lo serán en $ 7.200.
Versando
la
impugnación
sobre
un
aspecto
por
completo ajeno a lo que aquí se decide, será rechazada, con
costas por su orden toda vez que el modo en que se decide no
permite considerar vencedor al Dr. Zapata.
Por ello,
RESUELVO: 1) HACER LUGAR a la impugnación formulada
por
la
actora
a
fs.
507/513
respecto
de
la
planilla
de
capital e intereses practicada por la accionada a fs. 465, la
que se aprueba por la suma de $ 125.289,78, en cuanto ha
lugar por derecho, debiendo
la acreedora practicar
nueva
liquidación partiendo del saldo aludido, representativo de
U$S 307,84 dólares.
Con costas a la demandada perdidosa (arts. 68 y 69
del CPCyC). Diferir la regulación de los honorarios de los
profesionales intervinientes para el momento de contar con
base cierta para hacerlo (arts. 33 y 40 ley 21.839).
2) RECHAZAR la impugnación deducida por la actora a
fs. 507/513 respecto de la planilla de honorarios practicada
por el Dr. Marcelo Enrique Zapata a fs. 498, DETERMINANDO los
emolumentos regulados al nombrado por la Alzada a fs. 340/341
en la suma de $ 20.800, y los establecidos a fs. 440/441 enla
de $ 7.200.
Con costas por su orden (arts. 68 y 69
del CPCyC).
Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales
intervinientes para el momento de contar con base cierta para
hacerlo (arts. 33 y 40 ley 21.839).
Notifíquese y regístrese.
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