Poder Judicial de la Nación Neuquén, 14 de febrero de 2012. AUTOS Y VISTOS: Para resolver en los presentes, caratulados: “DIRECCION NACIONAL DE VIALIDAD C/ SANTIAGO ELEODORO GABRIEL S/ EXPROPIACION” (Expte. Nº 396, Fº 230, Año 1986) sobre las impugnaciones formuladas por la actora a fs. 507/513 respecto de la planilla de liquidación del capital –fs. 465- y de honorarios –fs. 498-; y CONSIDERANDO: 399/401, a fs. 1) 285/292 Que como se dictó ya se relatara sentencia de a fs. primera instancia en la que se hizo lugar a la demanda entablada por la Dirección Nacional de Vialidad contra el Sr. Eleodoro Gabriel Santiago (actualmente fallecido) declarando transferido a la Dirección Nacional de Vialidad el dominio de cierta porciones de diversos inmuebles que allí fueron USO OFICIAL descriptos, todos de propiedad de los herederos únicos del Sr. Eleodoro Gabriel Santiago (Sres. Jorge Luis Santiago y Daniel Santiago), con destino a la construcción de la Ruta Complementaria “f”, en el tramo Villa La Angostura-Lago Espejo. La sentencia además fijó en la suma de pesos CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO MIL NOVECIENTOS OCHENTA CON SESENTA CENTAVOS ($ 454.980,60) –equivalentes a la fecha de la resolución a U$S 143.527 (a una cotización de $ 3,17)- , el importe actualizado a la fecha de la indemnización de los bienes expropiados, señalándose que dicha relación con la divisa estadounidense debería mantenerse hasta la época del efectivo pago cotización precio de (es de la la decir moneda que de cualquier origen indemnización no oscilación incidiría establecido en en la sobre el la moneda extranjera). Se estableció allí que el importe devengaría intereses desde el 20/4/89 hasta el 31/3/91 a la tasa del 6% anual prevista por el art. 20 de la ley 21.499, y a partir de allí y hasta el efectivo pago, a la tasa pasiva promedio que publica el Banco Central de la República Argentina. Las costas se impusieron por su orden y tomándose como monto base el de la indemnización fijada se establecieron los honorarios de los letrados intervinientes. 2) Apelada la sentencia por ambas partes, la Alzada rechazó sendos recursos a fs. 339/341 y vta., imponiendo a la actora las costas del interpuesto por su parte, regulando los honorarios del letrado de la demandada en un 26% sobre los fijados para la primera instancia. 3) A fs. 381 y vta. la demandada practica planilla de liquidación de su crédito por capital, la que fue aprobada a fs. 393 por la suma de $ 3.050.860,84, ocasión en la cual además se rechazó in límine una impugnación contra ella formulada por la actora por carecer de fundamentos. Interpuesto recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra dicho decreto, el primero fue rechazado por auto de fs. 399/401 y la segunda, por resolución de fs. 440/441 de la Alzada, quien impuso las costas generadas por esta instancia recursiva a la actora perdidosa, fijando los estipendios del Dr. Zapata por la tarea desplegada ante el Superior en el 9% de los honorarios que correspondieren al letrado por su labor en la primera instancia, aclarando que los porcentajes eran reducidos en un tercio de la escala del art. 14 de la L.A. por versar la apelación sobre una cuestión accesoria. 4) Mientras tanto, a fs. 412 la actora acompaña boleta de depósito judicial por la suma de $ 3.075.025,24, manifestando que $ 3.050.860,84 corresponden intereses y $ 24.164,40 a honorarios, a capital e requiriendo en el petitorio que se tenga por efectuada la “dación en pago”. No encontrándose aún firme la liquidación de ninguna de ambas acreencias, a fs. 415 se requirió a la actora que significaba apelación aclarase que aún manifestando si había depósito perdido pendiente ésta el su interés contra voluntad el de de dichos en el importes recurso de decreto de fs. 393, mantener la apelación interpuesta (fs. 417). 5) Devueltas las actuaciones a la primera instancia, la accionada promovió ejecución de su crédito, y encontrándose depositada la suma a que ascendía la ejecución, el Tribunal dispuso entonces requerir a la actora que manifestara si daba en pago tal importe. A fs. 461 -6/4/11- la representante de la DNV da en pago la suma consignada a fojas 454 ($ 3.050.860,84), depositados oportunamente en la cuenta N° 990271856 del Banco de la Nación Argentina, conforme constancia de fs. 410/412, ampliando luego, a fs. 463 -7/4/11-, su consentimiento para Poder Judicial de la Nación dar en pago los fondos, a los depositados en concepto de honorarios. 6) A fs. 465/466 el Dr. Zapata practica nueva planilla “de actualización de ítem de condena” al 13/04/2011 –fecha de presentación de la misma-. Procedió a tomar la cotización del dólar vendedor (4,08) de ese día, aplicándolo sobre el capital expresado en la divisa extranjera (U$S 143.527 x 4,08 = $ 585.590,16). Sobre el importe en moneda nacional así obtenido aplicó un interés del 6% anual entre el 20/4/89 y el 31/3/91, que ascendió a $ 68.338,37. Capitalizó luego dicho interés, sumándolo al capital, para liquidar los accesorios originados con posterioridad a esa fecha sobre la suma de $ 653.928,53. Por su lado, a fs. 498 el Zapata practicó liquidación de Dr. Marcelo Enrique sus honorarios por su USO OFICIAL actuación profesional en torno a la apelación que opuso la actora contra el fallo de grado y por la contestación del recurso articulado por la actora contra el decreto de fs. 393 que rechazó in límine la impugnación que hiciera contra la planilla de fs. 381, estipendios estimados en un 26% y 9% respectivamente del monto del honorario que le fuera regulado por las labores llevadas a cabo en primera instancia en cada ocasión. Para efectuada ante determinar sus la parte Alzada, honorarios de la por suma de la labor $ 80.000 regulada por su labor en la primera instancia en el proceso principal, le adiciona un 30% en concepto de intereses transcurridos entre el 21/4/2008 y el 19/8/11, y sobre la suma así obtenida de $ $104.000, calcula el 26% que corresponden a los honorarios estipulados por la contestación de los agravios expresados por la actora contra la sentencia definitiva, que fija en $ 27.040. Y sobre la misma base liquida también los honorarios fijados por la Alzada a fs. 441 por su labor en la incidencia motivada en el rechazo in limine de la impugnación a la planilla de liquidación de fs. 381, estipulados por la Alzada en un 9%, que así, estimó en $ 9.360. 7) De ambas planillas se confirió traslado a la actora, quien lo contestó en forma conjunta a fs. 507/513 impugnando ambas liquidaciones. En torno a la liquidación de honorarios, cuestiona el período temporal durante el cual el letrado adicionó intereses de los honorarios fijados para la primera instancia para configurar el monto base adoptado para estimar sus honorarios por la labor ante la Alzada. Y así, objeta que los haya calculado desde el 21/04/08 en que el fallo de primera instancia se dictó, opinando que correspondía hacerlo desde que le fue notificada la sentencia de Cámara que regula los honorarios del Dr. Zapata, esto es desde el 23/10/09. Considera que tampoco se puede tomar el día 19/08/11 como fecha de cese de los intereses, puesto que su parte realizó una dación en pago en fecha 06/04/11, con independencia que la planilla de liquidación de honorarios aún no estuviese firme, sin que ello significara conformidad de la misma. Concluye por ello que corresponde aplicar el interés de la tasa pasiva promedio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) desde el día 23/10/09 hasta el día 06/04/11, efectuando los cálculos respectivos. En cuanto a la planilla de actualización del capital, manifiesta que la demandada incurre en el error de no deducir el monto dado en pago con fecha 06/04/11 por la suma de $3.050.860,84, destacando además que la cotización del dólar que se debe adoptar no es la del 13/04/11 utilizada por la demandada ($ 4,08 por cada dólar), sino la del 6/4/11 en que la parte procedió a dar en pago la suma anteriormente mencionada, fecha a la cual la cotización del dólar era de $ 4,05. Finalmente, observa que el demandado incurrió en anatocismo al aplicar el coeficiente correspondiente a la Tasa Pasiva promedio del BCRA sobre el capital mas los intereses, cuando solo debe aplicarse sobre el capital. 8) Zapata de Conferido las traslado impugnaciones a la demandada articuladas, a representante del único heredero sobreviniente letrado interesado por su propio derecho lo y fs. al 548 Dr. el y a la vez, contestan. Sostiene el demandado que no existe una sola razón que justifique el achaque de anatocismo, afirmando haberse ajustado estrictamente a los términos de la sentencia para actualizar el capital. Estima inaudita la pretensión de que el pago se deduzca de los guarismos de la liquidación e Poder Judicial de la Nación incorrecta la pretensión de que la actualización tenga lugar hasta el “8 de abril” (sic), habida cuenta que el expediente recién sale de despacho en la fecha a que se alude en la planilla (13 de abril). En lo atinente al crédito arancelario, su titular sostiene que “los honorarios se deben por labor, en causa y razón, por entero ligados a la integridad del fallo de 1era. Instancia, debiendo su base incrementarse hasta la época de regulación, con la adición de intereses tasa pasiva para uso judicial provisto por el banco central”. Advierte además que se trata de la primera ocasión en la que la actora exterioriza su voluntad de aplicar los fondos remanentes del depósito de fs. 410/412 ($ 24.164,60) al pago de honorarios. 9) Llegados los autos a despacho para resolver, lo USO OFICIAL haré separadamente respecto de cada una de las planillas objetadas. 9.a) Comenzando con la atinente al crédito de la demandada, tenemos que la Dirección Nacional de Vialidad cuestiona la planilla de fs. 465 en tres aspectos: I. No deduce el monto abonado conforme depósito de fs. 410/412 dado en pago el 6/4/11 por escrito de fs. 461, de $ 3.050.860,84. Sin esfuerzo alguno es posible comprobar que la liquidación de fs. 465, presentada en el legajo el 13 de abril de 2011, luego de haber tomado la parte conocimiento por ministerio de ley de la voluntad de la actora de dar en pago los importes depositados en concepto de capital - manifestación formulada a fs. 461 el 6 de abril de 2011, y hecha saber a la interesada por decreto del viernes 8 de abril de 2011 (fs. 464), de que las partes quedaron notificadas automáticamente el martes 12 de abril siguienteno deduce el pago efectuado, comprensivo de la totalidad del crédito líquido hasta ese momento, lo que debió hacer a los fines de determinar el saldo adeudado, considerando que por un lado, si bien se trataba de un pago parcial, era de aplicación al caso la excepción del art. 743 del Código Civil que impedía al acreedor rechazarlo. Y por el otro, que a partir de esa fecha -12/4/11- la demora en el retiro de los fondos era sólo imputable a la demandada, quien los tuvo a su disposición desde entonces, sin que mediara obstáculo procesal para su retiro. La observación efectuada en este sentido será por ello acogida. II. Cuestiona también Vialidad la cotización del la Dirección Nacional de dólar tomado por la accionada para calcular el crédito por capital, pues sostiene que en lugar de adoptar la del día 13/04/11 (de $ 4,08), debió utilizar la de la fecha en que el dinero fue dado en pago (6/4/11) siendo la cotización del dólar tipo vendedor para esa fecha de $ 4,05. Tal como se señalara en el párrafo anterior, la accionada recién tomó conocimiento y estuvo en condiciones de disponer de los fondos el 12 de abril de 2011, al notificarse por ministerio de ley del decreto de fs. 464 expedido el 8 de abril, mediante el cual se le hizo saber lo manifestado por la accionante. En consecuencia, esa es la fecha a la que quedaría cristalizada la cotización del dólar, para respestar el parámetro establecido en la sentencia (12 de abril), pues se reitera, a partir de entonces, cualquier demora en la efectiva percepción del crédito dejó de ser imputable a la deudora, para ser consecuencia de distintas contingencias atravesadas por la parte acreedora (defunción de uno de los herederos del accionado, vigencia de diversas regulaciones del BCRA reglamentando el retiro de fondos judiciales, etc.), por completo ajenas a la actora. De modo que la impugnación prosperará pero sólo parcialmente, debiendo adoptarse la cotización tipo vendedor del dólar en el mercado libre de cambios al 12 de abril de 2011 para practicar la nueva liquidación. Ello, sin perjuicio de considerar que a los fines de garantizar el pleno cumplimiento de la sentencia dictada, corresponderá, una vez imputado el pago efectuado el 12 de abril de 2011 a intereses, y su saldo, al capital, verificar cuál es el porcentaje del mismo subsistente, para nuevamente transformarlo a la divisa estadounidense, que será una vez más transformada a la moneda nacional al practicarse la nueva liquidación, adoptando la cotización del día en que ésta se practique, aplicando a tales fines idéntica metodología que la pergeñada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Poder Judicial de la Nación “KUJARCHUK, PABLO FELIPE C/ P.E.N. LEY 25.561 DTOS. 1570/01 Y 214/02 S/ AMPARO LEY 16.986” (28/8/07 , LL-31/8/07, Fallos 330:3680), consistente en que una vez determinado el importe en pesos de la deuda, las sumas que se hubiesen abonado como pagos a cuenta de ese importe, serán detraídas según la proporción que tales sumas representaban en relación al monto original del depósito, computando a este último efecto los valores en dólares estadounidenses. De modo tal que si se tratase por ejemplo, de una imposición a plazo fijo por diez mil dólares, de los cuales la entidad bancaria hubiese entregado cuatro mil –aunque lo hubiese hecho dando los pesos equivalentes a esa cantidad de dólares según el tipo de cambio vigente en aquél momento- deberá considerarse que se trató de un pago a cuenta del cuarenta por ciento de lo adeudado, y en esa proporción se detraerá del importe USO OFICIAL determinado, asistiéndole derecho al depositante a percibir el sesenta por ciento restante en pesos. Y en el mismo ejemplo, si lo entregado hubiesen sido diez mil dólares –o su equivalente en pesos-, deberá considerarse que la obligación ha sido íntegramente cancelada. De modo que las sumas que con relación al crédito en divisa extranjera deudora a lo largo del proceso, proporción que ellas hubiese abonado la serán detraídas según la representaban en relación al monto original del depósito, computando a este último efecto los valores en dólares estadounidenses, tanto respecto del depósito como del pago a cuenta. El método fue creado para aplicar los pagos a cuenta verificados durante los procesos tramitados con motivo del llamado “corralito financiero”, más por la similitud de la situación -cancelación de un crédito expresado en moneda nacional pero referido a una divisa extranjera-, lo estimo por completo adaptable a la especie. De manera que la accionada deberá utilizar la cotización del dólar tipo vendedor en el mercado libre de cambios al 12 de abril para deducir el pago efectuado, de $ 3.050.860,84, y tras dilucidar cuál es el saldo del capital que se mantuvo impago, transformarlo a esa misma cotización a la divisa estadounidense, de modo que partirá de la suma a la que ascienda la la nueva planilla conversión a la moneda nacional de este saldo adeudado en divisa extranjera, a la cotización tipo vendedor del dólar de la fecha a la que la nueva liquidación se practique. III. Por último, la actora cuestiona que la acreedora haya capitalizado los intereses devengados entre el 20/4/89 y el 31/3/91 para luego liquidar los originados con posterioridad a esta fecha, los que sólo debieron ser calculados sobre el capital. Puesta a decidir, tenemos que el art. 623 del C.C. establece que “No se deben intereses de los intereses sino por convención expresa que autorice su acumulación al capital con la periodicidad que acuerden las partes; o cuando liquidada la deuda judicialmente con los intereses, el juez mandase a pagar la suma que resultare y el deudor fuese moroso en hacerlo. …”. De modo que si bien la capitalización de intereses se encuentra en principio prohibida en nuestro Código Civil, éste admite importantes excepciones –ampliadas tras la reforma de la ley 23.928- que justifican su aplicación en distintos supuestos. Uno de ellos es aquél en el cual en el expediente judicial se practicó una liquidación de la deuda, ella fue aprobada, y pese a ello, el demandado omitió su pago. Explica la doctrina que en cuanto a la habilitación para la aplicación del anatocismo a través de la vía de excepción establecida en la segunda parte del art. 623 la jurisprudencia ha considerado que “…es necesario que en el expediente se haya practicado una liquidación judicial de la deuda de condena y que el demandado obligado haya omitido su pago” (Cazeaux- Trigo Represas en Derecho en las Obligaciones, Tomo II, Pag. 299). En el caso que nos ocupa, la actora practicó a fs. 381 su liquidación, y habiendo sido ella aprobada a fs. 393, la actora dio en pago su importe, aún antes de que quedase firme aquélla providencia (fs. 410/412), circunstancia que fue justamente la que motivó el decreto de fs. 464 que no dio curso a la ejecución. Así las cosas, el supuesto no cae a mi juicio dentro de la excepción autorizada por la norma, por cuanto no hubo omisión alguna de la deudora en efectuar el pago de la suma liquidada. Poder Judicial de la Nación Con ello sentado, tenemos que la mera lectura de la liquidación de fs. 465 permite visualizar que la accionada ha incurrido en la cuestionada práctica, pues ha adicionado la suma de $ 68.338,37 a que ascendieron los intereses por el período 20/4/89 al 31/3/91 al monto del capital ($ 585.590,16) para calcular sobre el importe así obtenido (de $ 653.928,53) los accesorios generados con posterioridad a esa fecha, que debieron en cambio ser liquidados únicamente sobre el capital de $ 585.590,16. La objeción también prosperará en este sentido. Por razones de economía procesal, a los fines de evitar futuras incidencias procederé en este estado a formular la liquidación tal como será aprobada, tras admitir la impugnación deducida. Y así tenemos que partiendo de la suma de U$S 143.527, convertida a la moneda nacional a la USO OFICIAL cotización tipo vendedor del dólar en el mercado libre de cambios al 12 de abril de 2011, de $ 4.07 (fuente:www.bna.com.ar), el capital ascenderá a $ 584.154,89, importe sobre el que liquidaré los intereses moratorios devengados entre el 20/4/89 y el 31/3/91 a la tasa del 11.67% no cuestionada, obteniendo así una suma de $ 68.170,88. Luego calcularé los accesorios por el período 1/4/91 al 13/4/11 sobre aquél mismo capital (de $ 584.154,89) con el coeficiente propuesto, tampoco impugnado, de 432,0472% - obteniendo la suma de $ 2.523.824,85- adicionando el capital y ambos subtotales, para arribar a un importe de $ 3.176.150,62. Deducido el pago parcial de $ 3.050.860,84 ya efectuado, quedó un saldo de $ 125.289,78, por la cual se aprobará 307,84, guarismo la liquidación, del cual representativos corresponderá de partir U$S en la nueva liquidación que se practique. La impugnación será acogida, con costas a la demandada perdidosa, aprobándose la liquidación por la suma de $ 125.289,78, disponiendo que la acreedora practique nueva liquidación partiendo del saldo aludido, representativo de U$S 307,84 dólares. 9.b) deducida contra Resolviendo la ahora planilla de sobre la liquidación de impugnación honorarios propuesta a fs. 498 por el Dr. Zapata, salta a la vista tras su lectura que el letrado no ha respetado el monto base fijado por la Alzada a fs. 339/341, como tampoco lo ha hecho respecto del establecido a fs. 440/441. Es que en efecto, en la decisión de fs. 339/341 se indicó con claridad que los estipendios del letrado de la demandada se fijaban en un 26% “sobre los fijados para la primera instancia” (fs. 341), sin mencionar ni autorizar en modo alguno que a aquéllos -los fijados por la primera instancia- se les adicionaran intereses de ningún tipo. La base elegida por el Superior fue el importe de los honorarios ya regulados por la labor efectuada en la primera instancia, que ascendieron a $ 80.000, de modo que no existe fundamento legal alguno para adicionar a aquélla base accesorios de ningún tipo. Una vez determinados los honorarios sobre aquél guarismo ($ 80.000 x 26%), el monto al que así se arribe devengará condenada intereses en sólo costas, de haber incurrido contingencia que en mora dudosamente la se verifique si se tiene en cuenta que a fs. 463 ha dado en pago los importes remanentes del depósito de fs. 410/412 en concepto de honorarios aún no liquidados. Es conveniente entonces determinar, en este estado, los honorarios del Dr. Zapata fijados a fs. 341 en la suma de $ 20.800. Ello, sin perjuicio de lo que eventualmente se decida de solicitar aquél la regulación de los honorarios por acrecidos -esto es, que se agregue a la base de cálculo adoptada en la sentencia de primera instancia, los intereses del crédito principal luego liquidados, para solicitar así que sus emolumentos se adapten al nuevo monto arancelario-, y del impacto que ello pudiere generar sobre sus emolumentos establecidos a fs. 341. En cuanto a los honorarios fijados por la Alzada a fs. 440/441, la deficiencia que exhibe la liquidación se reitera en cuanto incluye en el monto base (honorarios de la primera instancia) los accesorios. Pero además, será menester evaluar si se ha adoptado una correcta base arancelaria. El Dr. Zapata utiliza como base, para liquidar el 9% regulado, el monto de los honorarios fijados por la labor desarrollada en el proceso principal ($ 80.000), cuando en rigor de verdad, debió utilizar una que aún no se encuentra Poder Judicial de la Nación determinada, consistente en la suma a la que asciendan los honorarios que se le regulen por la incidencia resuelta a fs. 399/401 del proceso de ejecución de sentencia, aún cuando no haya sido iniciado. Es que toda incidencia vinculada con una planilla de liquidación integra el proceso de ejecución de sentencia, y en el marco del art. 33 de la ley 21.839, los honorarios que se generen por labores profesionales desempeñadas en tal ámbito, serán regulados tomando como base los emolumentos del proceso principal al que acceden, en el caso, ejecución. Aún cuando al Dr. Zapata no corresponda honorario alguno en la incidencia resuelta a fs. 399/401 en primera instancia, por haber sido resuelto la reposición intentada sin sustanciación, para la determinación de sus honorarios sería menester fijar en abstracto el importe al que ella USO OFICIAL hubiese ascendido, para luego aplicar sobre el mismo el 9% y determinar así los emolumentos fijados a fs. 440/441l. Pero para todo ello sería necesario esperar a que culmine la etapa de ejecución, esto es, a que se encuentre íntegramente cancelado el crédito de la demandada, para estimar así los honorarios de toda la etapa y sobre tal base, los de la incidencia que servirán de fundamento para determinar los regulados a fs. 440/441. Ahora bien: si bien tal sería a mi juicio el curso ordinario a seguir, estimo que en la ocasión diferente ha sido el temperamento adoptado por la Alzada, pues al dejar ésta aclarado a fs. 440 vta. in fine que los porcentajes se veían reducidos en un tercio de la escala del art. 14 de la ley 21.839 “por tratar la apelación sobre una cuestión accesoria y no sobre la acreencia reclamada en el principal”, permite a mi juicio verificar que el procedimiento seguido por el profesional -que además, no ha sido cuestionado por la actora- ha sido el adecuado. Es que citó allí la Alzada el pronunciamiento emitido en su SD 24/08, ocasión en la cual por tratarse la apelada de una cuestión accesoria (imposición de costas), redujo la escala arancelaria prevista por el art. 14 de la ley 21.839, tal lo acontecido en nuestro supuesto. Pero lo hizo sobre el importe del proceso principal. Por ello, estimo que la cita que el Superior efectúa a fs. 440/441 es indicativa de que la base arancelaria sobre la cual corresponde aplicar el 9% establecido no es la que surja de la incidencia del proceso de ejecución sino la del proceso principal, ya determinada en $ 80.000. En suma, estimo pertinente fijar los emolumentos del Dr. Zapata regulados a fs. 440/441 en la suma de $ 7.200. De manera los emolumentos del Dr. Zapata fijados por la Alzada a fs. 340/341 quedarán determinados en la suma de $ 20.800, mientras que los provenientes de la regulación de fs. 440/441 lo serán en $ 7.200. Versando la impugnación sobre un aspecto por completo ajeno a lo que aquí se decide, será rechazada, con costas por su orden toda vez que el modo en que se decide no permite considerar vencedor al Dr. Zapata. Por ello, RESUELVO: 1) HACER LUGAR a la impugnación formulada por la actora a fs. 507/513 respecto de la planilla de capital e intereses practicada por la accionada a fs. 465, la que se aprueba por la suma de $ 125.289,78, en cuanto ha lugar por derecho, debiendo la acreedora practicar nueva liquidación partiendo del saldo aludido, representativo de U$S 307,84 dólares. Con costas a la demandada perdidosa (arts. 68 y 69 del CPCyC). Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes para el momento de contar con base cierta para hacerlo (arts. 33 y 40 ley 21.839). 2) RECHAZAR la impugnación deducida por la actora a fs. 507/513 respecto de la planilla de honorarios practicada por el Dr. Marcelo Enrique Zapata a fs. 498, DETERMINANDO los emolumentos regulados al nombrado por la Alzada a fs. 340/341 en la suma de $ 20.800, y los establecidos a fs. 440/441 enla de $ 7.200. Con costas por su orden (arts. 68 y 69 del CPCyC). Diferir la regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes para el momento de contar con base cierta para hacerlo (arts. 33 y 40 ley 21.839). Notifíquese y regístrese.