Insigne investigador médico Boliviano, orgullo de Latino

Anuncio
Insigne investigador médico Boliviano, orgullo de Latino América y el mundo, dejó gran legado en la medicina de la altura. Tales fueron las palabras expresadas por el Dr. Aníbal Antonio Cruz Senzano, Presidente del Colegio de Médicos de Cochabamba, Decano del Colegio Médico de Bolivia y Vicepresidente de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL). Él se refería al PROF. DR. GUSTAVO ZUBIETA-­‐CASTILLO, ícono científico que partió del mundo físico el 17 de Septiembre de 2015, dejando atrás todo: lo que utilizó, lo que creó con sus manos, sus pensamientos, su actitud cuestionadora, sus severas críticas de lo que consideraba erróneo o engañoso, su mente inquisitiva, su coraje y tenacidad, su actitud amable y generosa, sus extraordinarias habilidades para enseñar, su inteligencia visionaria, su defensa por la vida en la altura, sus poemas, su producción literaria cautivante, sus pinturas de óleo, su disciplina, su tolerancia con la arrogancia e incluso, dejó, su propio organismo. Simultáneamente afirmaron “es para nosotros, la América Andina agrupada en la Red Latinoamericana de Investigación de Medicina Intensiva en la Altura (RELAMI-­‐Altura), ofrecer este homenaje póstumo a tan ilustre colega y profesor boliviano, mostrar nuestro agradecimiento por haber tenido el honor de compartir momentos de sublime aprendizaje, y por marcar el sendero a seguir en la Medicina en la Altura”. Múltiples aseveraciones de ese nivel continúan expresándose en todo el planeta y su trabajo perdura como testimonio. Bajo condiciones humildes, el Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Castillo nació el 20 de mayo de 1926 en la ciudad minera de Oruro. Si bien su madre profesora de una escuela minera en Uncía, tenía la esperanza de que siguiera sus pasos, él decidió estudiar medicina en La Paz -­‐ Bolivia. En esta ciudad se hizo a sí mismo y forjó su destino. Posterior a su graduación como médico cirujano en la Universidad Mayor de San Andrés, a 3600 metros sobre el nivel del mar, se convirtió en el catedrático de fisiología donde inició su investigación sobre los efectos de la altura. Concomitantemente comenzó su carrera como médico cirujano militar y fue como becario de la OEA al Instituto de Cardiología de México donde dirigía Arturo Rosenbleuth (uno de los inventores de la cibernética). En 1963, fue Co-­‐fundador del Instituto Boliviano de Biología de la Altura. Inspirado por técnicas aprendidas en México, en 1964 llevó a cabo estudios en corazones perfundidos demostrando la factibilidad de practicar cirugía cardiaca en la altura considerada imposible en esa época. Conjuntamente, afirmó algo trascendental: “los corazones en la altura son más resistentes que los del nivel del mar”. Esta observación visionaria es actualmente sujeto de innumerables artículos científicos sobre los efectos favorables de la función cardiaca ante la exposición a la hipoxia, y curiosamente fue uno de los motivos de recelo entre sus colegas que ocasionó su partida de la Universidad. Para su fortuna, colegas estadounidenses apreciaron su capacidad, se lo llevaron al departamento de bioquímica y posteriormente al departamento pulmonar de Tulane Medical School, en New Orleans – Louisiana donde lo nombraron profesor visitante. A la izquierda el Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Castillo durante sus estudios de corazón perfundido para observar la función cardiaca en la altura. Más adelante el 9 de Julio de 1970, fundó su propia Institución en La Paz-­‐Bolivia a 3510m, a la que nombró ”Instituto Privado de Patología de la Altura” (CLINICA IPPA), la primera clínica dedicada a la investigación y tratamiento de las enfermedades de la altura en el mundo. En ésta se efectuaron múltiples estudios y proyectos autofinanciados con la atención de pacientes. Uno de ellos fue la construcción de la “hyperoxic/hypoxic adaptation chamber” (cámara hiperóxica/hipóxica de adaptación) diseñada para modificar la concentración de oxígeno simulando diferentes alturas: desde el nivel del mar, hasta la cima del Monte Everest. Después, Gustavo Zubieta-­‐Castillo (padre) y Gustavo Zubieta-­‐Calleja (hijo y actual especialista en medicina de la altura) nos enteramos que en la Universidad de Oxford había sido construida, casi simultáneamente, una cámara similar a nivel del mar. Las únicas dos construidas en el mundo en su época, sin saber de la existencia de la otra. Basado en las observaciones y estudios de altura, escribimos el primer libro médico publicado en Inglés en Bolivia (1989) denominado “High Altitude Pathology at 12000 ft”. Está dedicado “a todos los que sufren falta de aire en la altura”. En 1992, creamos juntos el Primer Curso de Patología en la Altura en La Paz, Bolivia. Posteriormente, en medio de una cena en la Embajada Americana en La Paz el año 1993, el médico de la embajada sugirió hacer una pequeña reunión médica sobre la altura, y Gustavo padre lo convenció de que fuera más bien un evento de gran magnitud por lo cual en 1994 juntos organizamos el Primer Congreso Mundial de Medicina y Fisiología de la Altura. Éste se inició en La Paz-­‐Bolivia, tomó vuelo a Cusco – Perú, Matsumoto –Japón, Arica – Chile, Barcelona – España, Xining – China, Lhasa -­‐ Tibet y continúa. Durante el primer congreso, uno de los invitados, el investigador estadounidense Charles Houston al ver la cámara anteriormente mencionada exclamó “Oh! Barcroft´s glass chamber” (Oh! La cámara de vidrio de Barcroft). Siguiendo este mismo concepto IPPA construyó otra cámara pero esta vez en la forma de una pirámide, la Pirámide de vidrio de Chacaltaya a 5230m, (el laboratorio más alto del mundo) a hora y media de la ciudad de La Paz, accesible por carretera. La pirámide de Chacaltaya a 5230m, utilizada para las investigaciones de fisiología en la altura en alumnos de Instituto Geográfico Militar de Bolivia. Siguiendo las medidas de la pirámide de Giza de acuerdo a las instrucciones de Gustavo padre, se instaló la pirámide en una plataforma apuntando una de sus caras al norte. En ésta se hicieron estudios de ejercicio con cinta de correr en los alumnos del Instituto Geográfico Militar para comparar los resultados con los obtenidos en IPPA. En su afán de estudiar el comportamiento fisiológico a mayor altura, Gustavo Zubieta-­‐Castillo, fue el líder en 2001 que cristalizó el partido de fútbol más alto en la historia de la humanidad en la cima del Monte Sajama (6542m). Demostró, de esta manera, que los deportes en la altura son posibles, resaltando la extraordinaria capacidad de los bolivianos, defendiendo a Bolivia para que se lleven a cabo las eliminatorias del mundial en su propia cancha (3600m). Partido de Fútbol jugado en la cima del Sajama 6542m demostrando la extraordinaria capacidad de los guías y porteadores bolivianos. Se jugó 20 minutos por lado y fue un empate 3 a 3. Cabe destacar su visión original y única frente a lo que se llamaba “Mal de Montaña Crónico” o “Poliglobulia”, términos que sugirió sean descartados y remplazados por “Polieritrocitemia” (poli = muchos; eritro = rojo; citos = célula; emia = sangre), término nuevo ya acuñado como una descripción sintomática exacta consecuente de múltiples patologías en el ambiente hipóxico de la altura. Este tema fue sujeto de controversias pero él permaneció intachable en su absoluta certeza, basada en más de 60 años de su propia práctica médica en la altura. Enfatizó su oposición al concepto obsoleto de reducir el número de glóbulos rojos mediante tratamientos arcaicos como la flebotomía o el uso de drogas tóxicas como la fenilhidrazina (una droga prohibida por la OMS) interrumpiendo su uso en cientos de pacientes para evitar un éxito letal asegurado. Frecuentemente consideró que el salvar tantas vidas fue el logro más grande de su vida. Una de las posiciones más revolucionarias en la historia de la medicina de la altura, fue su oposición al uso de los términos “pérdida de la adaptación o desadaptación” en la polieritrocitemia (o Mal de Montaña Crónico). Afirmó enfáticamente “¡¡No existe la pérdida de la adaptación!!”. Por ello tuvimos un punto de vista diferente en el Consenso Internacional de la Definición de las Enfermedades de la Altura que eventualmente resultó, para disgusto de los que mantenían una posición cerrada, en la no inclusión del uso del término “pérdida de la adaptación”. Sensiblemente se sigue utilizando el término en otros ámbitos y múltiples publicaciones científicas en forma errada. Consecuentemente escribió: “Los sistemas orgánicos de los seres humanos y de las otras especies tienden a la adaptación a cualquier cambio ambiental, dentro de un periodo óptimo de tiempo, y nunca tienden hacia la regresión que inevitablemente daría curso a la muerte”. Estas palabras con su traducción al inglés, palpitan al lado de sus cenizas en el centro del monumento conmemorativo situado en el Museo de la Altura (primero en el mundo) en el edificio de IPPA en La Paz, Bolivia, Institución creada por Natalia Zubieta-­‐DeUrioste (su nieta). Otra creación suya fue la descripción del “Síndrome de Triple Hipoxia” esencial para explicar las caídas momentáneas de la presión parcial arterial de oxígeno en los pacientes con Polieritrocitemia. Éste consiste en la sumatoria de tres hipoxias: la hipoxia hipobárica típica de la altura + la hipoxia de la enfermedad crónica cardiopulmonar o de otra índole que reduce más el nivel de oxígeno arterial + un estado adicional de disminución mayor de oxígeno que estos pacientes sufren al presentar una enfermedad aguda y transitoria como un resfrío severo, una neumonía, un tromboembolismo pulmonar u otra. Luego de cada viaje largo transatlántico, al arribar a la ciudad de La Paz, a pesar de la fatiga, él insistía en que nos practiquemos diversos exámenes para estudiar la adaptación a la altura. Esto dio curso al artículo científico titulado “Adaptación a la altura a través de los cambios de hematocrito”, publicado en inglés. Observando los bajos niveles de la presión parcial arterial de oxígeno (PaO2) en los pacientes con polieritrocitemia y síndrome de triple hipoxia en la altura (≈30 mmHg), en los fetos (≈28 mmHg), valores similares a los encontrados cerca de la cima del Monte Everest (28 mmHg), además del éxito fisiológico del juego de fútbol en la cima del Sajama (la montaña más alta de Bolivia a 6542m), y otras observaciones, formuló su teoría de que el hombre puede adaptarse a vivir incluso en la cima del Monte Everest. Su última conferencia sobre éste tema, fue dada en Febrero de 2015 en el Congreso Internacional de Medicina de la Altura (CIMA) en Puno-­‐ Perú, organizado por los Colegios Médicos del Perú y Bolivia. El año 2002, creamos la distinción “Ciencia, Honor y Verdad” con una medalla que dice “derrotando a la hipoxia”. Distinguidos científicos que siguen estos conceptos trascendentales son premiados cada dos años. Tres años después, iniciamos el Simposio sobre el Efecto de la Hipoxia en las Enfermedades de la Altura en La Paz-­‐Bolivia, llevado a cabo cada dos años, efectuado hasta el V Simposio de Hipoxia Crónica el 2014. Durante el II Simposio de Hipoxia Crónica, fundamos la Sociedad Internacional de Hipoxia Crónica con varios de los colegas asistentes. La revista Wilderness and Environmental Medicine gentilmente publicó los abstractos. Pero, el Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Castillo no sólo se dedicó a la ciencia, sino también a la literatura y al arte. A lo largo de su vida, alcanzó notables puestos como ser Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia y de la Academia Boliviana de la Lengua correspondiente de la Real Española. Actualmente, su nombre se encuentra impreso en el Diccionario de la Real Academia Española. Sorprendentemente, pintó decenas de pinturas al óleo plasmando su amor por la vida y la belleza que encontraba en cosas simples de la vida cotidiana. Los temas diversos de sus pinturas incluyen arreglos florales y frutales, paisajes, la vida indígena (vendiendo, bailando, etc), las casas donde habitó, algunas interpretaciones de obras conocidas como “La fragua” de Velázquez o “Moulin de la Galette” de Renoir, y otros. En el campo literario escribió múltiples ensayos de prensa y cuatro libros titulados “Relatos, sueños y realidades”, “Memorias gratas e ingratas de la práctica médica”, “Una entrevista con Mr. Sherlock Holmes” y “Pensamientos libres”. Varios de sus escritos son cuentos cortos y un deleite para la imaginación. También creó y escribió el periódico “El Zodiaco” en el cual como él era el autor de la mayor parte del contenido, para no acaparar todo, se puso como editor cambiándose el nombre a “Gus Littlebridge” (cabe notar que el apellido “Zubieta” es vasco y significa “puente pequeño”). Un artículo suyo muy singular: “Las matemáticas en la estructura de la Literatura”, publicado en “El Rinconete” del Centro Virtual Cervantes, analiza cómo Miguel de Cervantes describió a Don Quijote de la Mancha y a Sancho Panza, como extremos en una campana de Gauss. Por el valor de su obra es comprensible que recibiera diferentes calificativos. Por ejemplo, fue calificado como “hombre del renacimiento” por Susan Niermeyer, una colega estadounidense investigadora de pediatría en la altura. Por otra parte el Sr. Freddy Giovanni Lara luego de asistir a su homenaje póstumo en la Academia de Ciencias de Bolivia el 30 de octubre de 2015 y leer uno de sus libros, afirmó “El Dr. Zubieta era realmente un Leonardo Da Vinci boliviano”. En Bangalore, India el 11 de Noviembre de 2009, bajo el auspicio del Dr. Thuppil Venkatesh, en la prestigiosa Universidad St. John, le otorgaron el título de “Gurú de la Montaña”, una distinción única para un investigador de la altura. La palabra “Gurú” connota una serie de interpretaciones desde tiempos antiguos en la historia. Significa “maestro espiritual”, “gu = ignorancia; ru = disipador”, “impartidor de conocimiento”, “conocimiento de peso”, “sabio” y otros, siendo la interpretación más actual “profesor, guía o maestro de cierto conocimiento”, es decir, el experto en un tema. Se trata de un equivalente a un Honoris Causa. Sentado, el Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Castillo cuando le confirieron, en ceremonia especial en la Universidad de St. John en Bangalore-­‐ India, la distinción de “Parvatha Guru” (Gurú de la Montaña). Las investigaciones en IPPA nunca recibieron un solo fondo económico de investigación (ya que no existen en Bolivia), y toda la producción científica fue ejecutada con fondos propios, adquiridos de la atención de pacientes. Con éstas, se contribuye día a día a la salud de los habitantes de la altura. Para poder llevarlas a cabo, bajo la instrucción del gran “Jefe”, se construyó equipo médico utilizando vasto conocimiento intelectual (en matemáticas, física, química, mecánica, electrónica, computación, bioquímica, hidráulica, etc), se diseñó software original (principalmente por Gustavo Zubieta-­‐Calleja, hijo) cuando no existían equipos médicos calibrados para la altura. Todo ello se realizó dando todo nuestro tiempo y esfuerzo con satisfacción para tener “el placer de ver la luz”, como nuestro querido amigo y notable fisiólogo danés Poul-­‐Erik Paulev afirmó. En el honor de éste último, creamos el Laboratorio de Buceo en la Altura y desarrollamos tablas de buceo para el Lago Titicaca y otras lagunas de altura. El Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Castillo para realizar todos sus proyectos, entusiasmó a toda su familia en las ciencias médicas. Su esposa y compañera de toda la vida, Clotílde Calleja es nutricionista; sus hijos Rosayda, Gustavo, Luis y nietos Natalia y Gustavo son médicos; su hija Nancy es biotecnóloga; su nieta Jois es asistente médica. El resto de la familia colaboró de una u otra manera. Sus publicaciones son citadas en muchos trabajos en todo el planeta y recientemente se han vuelto muy populares. Éstas pueden leerse en ResearchGate.com. No se las pierdan, son históricas. Para mayor información visite: http://altitudeclinic.com/blog Prof. Dr. Gustavo Zubieta-­‐Calleja y Dra. Natalia Zubieta-­‐DeUrioste Instituto Pulmonar y Patología en la Altura (IPPA). www.Altitudeclinic.com 
Descargar