ECOTECNOLOGÍAS HUMEDALES ARTIFICIALES, UNA OPCIÓN PARA TRATAR AGUAS RESIDUALES DE POBLACIONES PEQUEÑAS Los humedales tienen un gran potencial de autodepuración gracias a la vegetación, el suelo y la flora bacteriana que vive. Desde hace años esto se aprovecha por construir sistemas que, imitando la naturaleza, depuran las aguas residuales de forma respetuosa con el entorno natural y tienen menos requerimientos energéticos. Son los humedales construidos o artificiales. El CSIC y la UPC han construido un humedal para experimentar y establecer los parámetros óptimos en la construcción de estos sistemas de depuración. Los humedales naturales pueden llegar a ser muy complejos, con una capa de agua que cubre el suelo, gran cantidad de vegetación a diferentes niveles(sumergida, flotante y emergente) y aguas subterráneas más o menos próximas a la superficie. A través de diferentes procesos, los microorganismos del suelo y de los rizomas de las plantas degradan la materia orgánica, las plantas Humedal de Les Franqueses. asimilan y retienen los nutrientes y los metales del agua quedan retenidos en la graba y en el tejido vegetal. Para poblaciones pequeñas Desde hace unos años se construyen a toda Europa humedales en los cuales se reproduce estos entornos naturales, si bien de forma más sencilla, para depurar aguas residuales de pequeños núcleos urbanos de no más de 2.000 habitantes. Su uso está especialmente extendido en el norte de Europa, y se ensayan e investigan diferentes estructuras de humedales artificiales por conseguir los mejores resultados. Optimizarlos es importante, especialmente en zonas en que el suelo se caro y es preciso obtener el máximo rendimiento depurador por metro cuadrado. Un equipo de investigadores integrado por Josep Maria Bayona, profesor de investigación del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona, del CSIC, y Joan García y Jordi Morató, profesores de la UPC, ha desarrollado un proyecto por establecer qué tienen que ser los mejores criterios de diseño y construcción en los humedales artificiales. En el proyecto se ha construido un humedal experimental en las Franqueses del Vallés para tratar las aguas residuales de la urbanización Can Suquet. Los resultados revelan que los mejores resultados se obtienen cuando el humedal tiene una superficie de aproximadamente 5 metros cuadrados por habitante y una profundidad de 30 centímetros. La construcción de Les Franqueses tiene una extensión total de 400 m2: 8 humedales de 50 m2 cada uno, diferentes en medida, profundidad y graba, a fin de poder estudiar el efecto de estas variables en la calidad del agua tratada. Un sistema de canalizaciones recoge el agua residual procedente de la urbanización y la distribuye a los 8 humedales. En cada humedal el flujo de agua circula a diferente profundidad. Profundidad ideal: medio metro Para comprobar la eficacia, se han analizado en muestras de agua el nivel de diferentes grupos de contaminantes: tensioactivos aniónicos (alquilsulfatos, LAS), ácidos volátiles y compuestos con azufre, responsables del mal olor de las aguas (como el isovalérico y el acético), o bacterias de origen fecal. De los resultados, los investigadores concluyen que la profundidad ideal son 30 centímetros. Así, los humedales con esta profundidad eliminan hasta el 55% del DMS (dimetilsulfuro); el 70% del ácido acético, y el 90% del isovalérico (frente a los humedales de 50 cm, que depuran el 25% del DMS, el 60% del ácido acético y el 80% del isovalérico). Menos profundidad, explica Josep Maria Bayona, investigador del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona (CSIC) "favorece la transferencia de oxígeno de la atmósfera al agua, la cantidad de rizomas y raíces en contacto con el agua y, en consecuencia, aumenta la eficacia del sistema". En el caso de patógenos de origen fecal (E.coli, pseudomonas...), se consigue una reducción de entre 10 y 500 veces, similar a la de depuradoras convencionales, pero a un coste mucho menor. Actualmente, se está evaluando también el nivel de eliminación de fármacos. Los resultados, si bien todavía son preliminares, advierte Bayona, "nos han permitido ver que estas depuradoras naturales tienen una buena capacidad en la eliminación de analgésicos como el ibuprofeno y de reguladores lipídicos como el ácido clofíbrico (fármacos por adelgazar)". El humedal de Les Franqueses, que lleva funcionando durando casi dos años, ha estado construido en el marco de un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y ha contado con la colaboración del Consorcio para la Defensa de los ríos de la Cuenca del Besos y el ayuntamiento de Les Franqueses del Vallès. Más información: OTT-CSIC Barcelona. Xavier Fusté Telf. 934 42 65 76 [email protected] Disponible en :http://www.dicat.csic.es/rdcsic/rdcsicesp/rdqu19esp.htm