poder judicial del estado supremo tribunal de justicia tercera sala

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
TERCERA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
673-2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
San Luis Potosí, S.L.P., a 5 cinco de junio del 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el toca 673-2014, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por el
actor, en contra de la sentencia definitiva de 5 cinco de septiembre del 2014 dos mil catorce, pronunciada por el Juez
Tercero del Ramo Civil de esta Capital, en el expediente 300/2014, relativo al Juicio Extraordinario Civil por Inscripción
Definitiva, promovido por ELIMINADO en contra del Director del Registro Público de la Propiedad de esta Ciudad; y,
RESULTANDO
PRIMERO.- La sentencia de fecha anteriormente mencionada, concluyó con los siguientes puntos
resolutivos: “PRIMERO.- Este Juzgado resultó competente e idónea la vía extraordinaria civil, compareciendo las
partes con personalidad. SEGUNDO.- El actor ELIMINADO, no probó su acción; en consecuencia, TERCERO.- Se
absuelve al Director del Registro Público de la Propiedad del Estado, de todos y cada uno de los conceptos que
le fueron reclamados en el escrito inicial de demanda. CUARTO.- No se hace especial condenación en costas.
QUINTO.- En cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 23º, fracción III de la Ley de Transparencia y Acceso a la
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
Información Pública del Estado, se hace saber a las partes que la presente sentencia una vez que cause
ejecutoria estará a disposición del público para su consulta, o cuando así lo soliciten, conforme al procedimiento
de acceso. SEXTO.- Acorde al artículo 82 del Reglamento General de Archivos del Poder Judicial del Estado se le
hace saber a las partes que una vez concluido el presente asunto por cualquier razón, se procederá a la
depuración o destrucción del expediente, según corresponda incluyendo las pruebas y documentos originales
personales o de interés para alguna de las partes. Por ende, deberá solicitarse la devolución de sus documentos,
pruebas y muestras, que haya aportado al juicio, dentro de los 30 treinta días naturales contados a partir de la
notificación del auto que pone fin al procedimiento, apercibido de que no (sic) realizarse, se procederá a su
destrucción. SÉPTIMO.- Notifíquese PERSONALMENTE.”.
SEGUNDO.- Inconforme el actor con la sentencia cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos,
interpuso recurso de apelación, mismo que fue admitido en ambos efectos, enviándose los autos del expediente al
Tribunal de Alzada para su substanciación, tocando conocer por cuestión de turno a esta Tercera Sala, quien mediante
proveído de 13 trece de octubre del 2014 dos mil catorce, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 945, 952, 959
y 961 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, admitió el recurso, confirmó la calificación de grado
hecha por el juez de origen y puso los autos a la vista de la parte apelante por el término de 3 tres días para que
expresara los agravios de su intención, haciéndose constar la presentación oportuna de los mismos, así como que su
contraria parte no los contestó. En el propio auto se hizo del conocimiento de las partes litigantes el derecho que les
asiste para manifestar su conformidad o inconformidad para que sus datos personales señalados en el artículo 3° de la
Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado, se incluyan en la publicación que se haga del
presente fallo, sin que hubiesen manifestado nada al respecto. Posteriormente, por auto de 17 diecisiete de diciembre del
año en cita, advirtiéndose que en el presente toca existía inactividad procesal y con la finalidad de no dejar el expediente
en estado de indefinición, con fundamento en lo dispuesto por la fracción II del artículo 136 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial del Estado, se envió en forma provisional para su conservación al Archivo General del Poder Judicial, del cual fue
devuelto mediante oficio 4121/2015 para su prosecución. Finalmente, se fijó fecha y hora para la audiencia de informe en
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
estrados, la cual tuvo verificativo a las 8:30 ocho horas con treinta minutos, del 2 dos de junio del 2015 dos mil quince, en
la que se hizo una relación del estado de los autos y consta que no comparecieron las partes personalmente ni por
escrito, por lo que se citó para resolver el presente asunto, turnándose el expediente al Magistrado ponente, a quien por
sorteo aleatorio correspondió conocer, para la formulación del proyecto de resolución.
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Los conceptos de agravio que hace valer ELIMINADO, son del tenor literal siguiente: “Me lo
causa todo el razonamiento hecho por el inferior en la sentencia definitiva que se impugna, en todo su
considerando cuarto, en el cual entre otros argumentos que se combatirán en líneas que continúan, concluye
refiriendo lo siguiente: Bajo la óptica de los argumentos vertidos por el juez de la causa, en los cuales se basó
para decretar como improcedente la acción intentada, es de combatirse dicha resolución bajo los siguientes
agravios que de manera enunciativa, se citan a continuación: Primero: Como he venido refiriendo, en la
transcripción que se hizo en lo conducente, de los argumentos que vertió el juez natural en la sentencia materia
del presente recurso, en su considerando quinto, estos se consideran a todas luces equívocos, ya que el inferior
interpreta y aplica en forma errónea diversos preceptos del Código Civil y de la Ley del Registro Público de la
Propiedad y de Comercio. Asimismo le causa agravio a la parte que represento la resolución que por medio del
presente se impugna, en virtud de que en el considerando cuarto de la misma el a quo pasa por alto los
principios de congruencia y exhaustividad que deben de imperar en toda sentencia, ya que de la misma se
desprende que el a quo fue omiso en analizar detenidamente la acción planteada y a la vez resolver conforme a la
pretensión, puesto que de golpe y tajo determinó que no se surten los elementos necesarios para la procedencia
de la misma, pretensión consistente en la inscripción definitiva del título de propiedad que obra en autos el cual
se encuentra debidamente inscrito ante la autoridad registral pero con el carácter de preventivo, pero que
ilegalmente el a quo dejó de valorar en perjuicio de la parte que represento, teniendo como consecuencia el no
tener por acreditada la acción. Lo anterior se sostiene en virtud de que el a quo deja de valorar todas y cada una
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
de las probanzas aportadas en autos tanto por la parte que represento como por la parte demandada, mismas
que allegó dentro de la prosecución del juicio, ya que el juez de primera instancia determina que no procede la
acción propuesta por mis representados por (sic) en razón de que no se cubren los requisitos previstos por los
numerales 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad (año 2009), de hecho y en esencia el a quo
sostiene que no se da el primer elemento de procedencia de la acción y que lo es que el bien afectado tenga un
antecedente registral definitivo, sin embargo aquí aplica la regla de que donde la ley no distingue el resolutor no
debe distinguir, es decir en ninguna parte de la ley en materia se dispone obligatoriamente que el antecedente
registral sea definitivo, sino que simple y sencillamente cuente con antecedente registral, y dadas las
circunstancias y contrario a lo resuelto por el a quo la inscripción preventiva hace las veces de antecedente
registral, dado que la misma se genera en razón de que se cumplen con las exigencias de los numerales 35 y 68
de la Ley del Registro Público de la Propiedad en armónica relación con el Código Civil en sus artículos 2844 y
2845. Es menester precisar que el diverso numeral 2836 del Código Civil establece que no porque sea inscrito un
instrumento determinado convalida actos o contratos que sean nulos, es decir y sólo para el caso que mi título
de propiedad en dado caso fuera nulo, no porque se inscriba ante la autoridad registral implica que tenga eficacia
definitiva, sino que de acuerdo a la naturaleza jurídica del Registro Público de la Propiedad y del Comercio los
actos que ante él se inscriban sólo es (sic) para efectos publicitarios, que lejos de perjudicar a terceros beneficia
el conocimiento de la existencia de los títulos de propiedad relativos, por tanto que sea equívoco e ilegal que el a
quo haya determinado que no procede la acción interpuesta por mis representados bajo el argumento de que no
se surten los elementos de los numerales 71 y 72, cuando contrario a ello en autos se demostró la naturaleza
jurídica del acto y que éste a la vez reunía todos los elementos de validez exigidos en la legislación, por tanto que
el a quo con su negativa le causa agravio a mi representada a tener debidamente inscrito ante la oficina registral
su título de propiedad. Es el caso que el juez de la causa no atendió debidamente los artículos 2843, 2844, 2845
del Código Civil utilizados para sentenciar al suscrito, ya que (sic) dichos arábigos en relación con el diverso 74
de la Ley del Registro Público de la Propiedad y de Comercio. Lo anterior así se estima y se combate, ya que en
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
resumen y por practicidad procesal el inferior califica de improcedente la acción intentada, ya que el título
fundatorio de mi acción, carece de antecedente registral en las oficinas del Registro Público de la Propiedad y de
Comercio de esta Ciudad, desestimando o considerándola como insuficiente, la inscripción preventiva asentada
y que calza mi fundatorio de mérito, misma inscripción que se asentó de manera preventiva. Es de indicar que
dentro del considerando quinto de la citada sentencia, a lo largo de todos los argumentos del a quo, éste pasa
por alto que la naturaleza intrínseca de las inscripciones preventivas es precisamente fijar un antecedente de
registro, tal y como lo señala la citada Ley del Registro Público de la Propiedad y de Comercio. Circunstancia que
causa un agravio al suscrito, ya que como ha quedado definido por la norma, el antecedente registral, es la
inscripción preventiva misma. Reiterando y atendiendo al multicitado 72 de la ley en comento por consecuencia
el documento base de mi acción, al quedar registrado en forma preventiva, constituye por sí solo un antecedente
de registro, es por ello que al no haber sido valorados mis documentos fundatorios, dicha omisión por parte del
juzgador inferior entraña una violación gravísima ya que los mismos fueron ofrecidos en tiempo y forma como
medios de convicción, mismos que nunca fueron objetados, por parte litigante alguna, por lo tanto dichos
documentos entrañan en sí mismo el antecedente registral, que el inferior o (sic) pudo ver, no obstante que la
facultad de conceder a (sic) inscripción definitiva, es por ley facultad del juzgador civil de primera instancia.
Segundo: Causa agravio al suscrito la sentencia objeto de la apelación, ya que el a quo cancela o lleva a la nada
jurídica el derecho de publicidad que otorga el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, respecto a la
propiedad que detento, ya que el suscrito tiene el derecho a la publicidad que otorga la oficina registral a efecto
de dar a conocer a terceros el derecho real que ostento, prerrogativa que desconoce el a quo en forma ilegal, ya
que no funda y motiva su negativa, al no ser ni siquiera estudiado exhaustivamente ese punto de la litis. Es
importante destacar que, aun suponiendo sin conceder la inexistencia de antecedente registral algún (sic), no
está en duda ni ha sido controvertido el derecho real ostentado en juicio, mismo que se acredita con el
documento idóneo que reúne los requisitos de ley, tampoco se planeo (sic) conflicto de diversas inscripciones
que compitieran por su definitividad. Así mismo el juez de la causa desatendió que la acción promovida no tuvo
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
por objeto convalidar o consolidar el derecho real que se ha venido ostentando, pues es de explorado derecho
que la inscripción en el Registro Público, sólo tiene efectos declarativos y no constitutivos, es por ello que el
derecho real que le asiste al suscrito existe y subsiste, esté o no inscrito, según lo refieren (sic) las (sic)
jurisprudencias (sic) que se citan (sic) a continuación: Época: Novena Época Registro: 204711 Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta Tomo II, Agosto de 1995 Materia(s): Civil Tesis: VI.2o. J/24 Página: 306 COMPRAVENTA, LA
INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DEL COMERCIO NO CONSTITUYE UN
ELEMENTO ESENCIAL DE VALIDEZ EN LOS CONTRATOS DE. (transcribe). Tercero: Me causa agravio de manera
conjunta con los agravios anteriores, la falta de estudio del inferior al razonar dentro del citado considerando
quinto de la sentencia recurrida, dicha consideración emanada del inferior, es una falta gravísima a la manera y
forma en la cual fui juzgado, ya que el juez de la causa, se limita a decir que los hoy actores no agregamos
medios de convicción, en la vía de pruebas para acreditar los elementos base de nuestra acción, esta forma de
haber sido sentenciado causa un agravio al suscrito ya que el juez inferior no atendió todos y cada uno de los
argumentos esgrimidos por el suscrito, en mi escrito de demanda inicial, ni en el escrito de ofrecimiento de
pruebas. En todo (sic) orden de ideas, el inferior no cumplió con el principio de exhaustividad de la sentencia,
previsto en el artículo 83 de la Ley Adjetiva en vigor para el Estado y que a la letra dice: Artículo 83.- Las
sentencias deberán expresar el lugar, fecha y juez o tribunal que las pronuncie; los nombres de las partes
contendientes y el carácter con el que litiguen; el objeto del pleito; una síntesis de las actuaciones; una parte
considerativa en la que, con precisión, expresen las razones en que se funden para absolver o condenar; y,
finalmente, en proposiciones concretas, la resolución de cada uno de los puntos controvertidos. Bajo la
normatividad, citada en líneas que anteceden es indiscutible referir que el juez de la causa dejó de analizar y
estudiar los puntos de derecho que se demandaron, en la causa petendi, así como de las pruebas ofrecidas para
el efecto, entre las cuales destacan las siguientes: I. El instrumento fundatorio (Contrario a lo que deduce el juez),
sí contaba con un antecedente legal. II. Definir la trascendencia y alcances de la inscripción preventiva. III. El
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
derecho real de propiedad que detentan los actores. IV. El derecho que goza el gobernado, en este caso los
actores, a la publicidad que otorga el Registro Público de su fundatorio. V. La circunstancia de que el registro y
las inscripciones de los instrumentos, sólo tienen efectos declarativos y no constitutivos. VI. El interés jurídico
del actor en inscribir su derecho de propiedad a efecto de asegurarlo. Cuarto: Me lo causa el citado considerando
cuarto de la sentencia que se impugna en específico al razonamiento del inferior donde razona y concluye que no
se cumple con el requisito registral de tracto sucesivo, sin embargo no le asiste la razón a dicha autoridad de
conformidad con exposición que me permito realizar en líneas debajo. Lo anterior carece de razón y sentido, ya
que dicha circunstancia es la generadora del presente juicio, es decir, el suscrito acudió a la autoridad
jurisdiccional en virtud de que el registrador se niega a inscribir por falta de antecedente y facultades para la
realización de la inscripción definitiva, luego entonces, el juzgador niega de nueva cuenta mi solicitud por
identidad de razón, no obstante que en el presente juicio no se actualiza dicha hipótesis, lo que se afirma ya que
de autos consta que existe una inscripción preventiva que hace las veces de antecedente, además de los
antecedentes no registrados que se desprenden de la escritura y de las facultades que contrario al registrador el
juez de la causa sí las puede ejercer, de conformidad con lo establecido en el artículo 72 de la Ley del Registro
Público de la Propiedad y del Comercio (mismo que solicito se me tenga por reproducido como si a la letra se
insertase). En ese orden de ideas de conformidad con el dispositivo citado, la escritura en materia de la presente
litis sí cumple con el requisito de tracto sucesivo, ya que cuenta con antecedentes no registrados plasmados en
la escritura, y un antecedente registral, siendo éste la inscripción preventiva que efectuó el C. Director del
Registro Público, en virtud de carecer de facultades para haber realizado la inscripción de manera definitiva, es
decir ya existe constancia registral que dé inicio a la cadena ininterrumpida de inscripciones, y que de
conformidad con la ley constituye un antecedente generador de la historia del inmueble propiedad del suscrito, el
cual al ser adminiculado con las demás probanzas y manifestaciones vertidas por el suscrito, resultan por demás
suficientes para la inscripción definitiva que es la causa del presente litigio. Lo anterior es así ya que el inferior
es quien tiene la facultad de crear la inscripción definitiva, con base en los antecedentes que existían y en este
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caso se ha generado uno, por lo que el juzgador se equivoca al decir que no se cumple con el principio de tracto
sucesivo por no haber antecedentes, cuando es la ley la que establece que la inscripción preventiva es la que
genera el antecedente registral, por tanto se puede concluir que el juez de la causa carece de fundamento legal
para negar la inscripción definitiva del inmueble en referencia. Así mismo es de concluirse que la afirmación del
juzgador en la cual califica de improcedente la acción intentada, es totalmente infundada, por las multicitadas
razones hechas valer por el suscrito a este H. Tribunal Colegiado, solicitando a esta Sala que como
consecuencia de este recurso, se ordene la inscripción definitiva del documento base de la acción, mismo que
fue protocolizado, ante la fe del Notario Público No. 29 en ejercicio en esta Ciudad, ya que se ha demostrado la
procedencia, fundamentación y suficiencia de los agravios aquí esgrimidos.”.
SEGUNDO.- Analizadas las constancias de autos en relación con los agravios formulados por el apelante,
se arriba a la convicción de que los mismos son infundados e inoperantes.
En su primer motivo de inconformidad, aduce el apelante que en el considerando cuarto de la resolución
apelada, el A quo pasó por alto los principios de congruencia y exhaustividad que deben imperar en toda sentencia, ya
que en su concepto, el juez de la causa omitió analizar la acción planteada por la parte actora ahora apelante y resolver
conforme a tal pretensión, pues de tajo determinó que no se surtían los elementos necesarios para la procedencia de la
acción de inscripción del título de propiedad que obra en autos, el cual se encuentra debidamente inscrito ante la
autoridad registral con el carácter de preventivo, pero el juez lo dejó de valorar en su perjuicio.
Sostiene además el apelante, que el A quo dejó de valorar cada una de las pruebas aportadas en autos, ya
que determinó que no procedía la acción propuesta por el actor porque no se cubrían los requisitos previstos por los
artículos 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad, y sostuvo que no se encontraba acreditado el primer
elemento de la acción, consistente en que el bien materia de juicio tenga un antecedente registral definitivo, sin embargo,
sostiene el apelante que en ninguna parte de la ley dispone obligadamente que el antecedente registral sea definitivo,
sino que cuente con un antecedente registral, por lo que estima que contrario a lo resuelto por el juez del conocimiento, la
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
inscripción preventiva hace las veces de un antecedente registral, en razón de que se cumplen las exigencias de los
artículos 35 y 68 de la Ley del Registro Público de la Propiedad, en armonía con los preceptos 2844 y 2845 del Código
Civil.
Continúa manifestando el apelante, que el artículo 2836 del Código Civil, establece que no porque sea
inscrito un instrumento determinado convalida actos o contratos que sean nulos, sino que de acuerdo a la naturaleza del
Registro Público de la Propiedad, los actos que en él se inscriban sólo son para efectos de publicidad; por lo que,
considera que es ilegal que el juzgador haya determinado que no procedía la acción, bajo el argumento de que no se
surten los elementos de los artículos 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad, cuando contrario a ello, se
demostró la naturaleza del acto jurídico y que el mismo reunía todos los elementos de validez exigidos por la legislación;
por tanto, sostiene el apelante que el juez no atendió debidamente los artículos 2843, 2844 y 2845 del Código Civil del
Estado, los cuales tienen relación con el numeral 74 de la Ley del Registro Público de la Propiedad.
También, manifiesta el apelante que el A quo pasó por alto la naturaleza intrínseca de las inscripciones
preventivas, la cual estima el recurrente que es precisamente para fijar un antecedente de registro, tal y como lo señala la
Ley del Registro Público de la Propiedad, pues insiste el apelante que atendiendo a lo dispuesto en el artículo 72 de la ley
en comento, el hecho de que el documento base de la acción al quedar registrado en forma preventiva, constituye un
antecedente de registro, por lo que considera que el juez no valoró el documento base de la acción, no obstante que no
fue objetado por parte litigante alguna.
En el segundo motivo de disenso, el recurrente sostiene que el juez cancela o lleva a la nada jurídica el
derecho de publicidad que otorga el Registro Público de la Propiedad, respecto a la propiedad que detenta, a efecto de
dar a conocer a terceros el derecho real que ostenta, pues considera que el A quo no funda ni motiva exhaustivamente tal
punto de la litis; y que ante la inexistencia de antecedente registral, no está en duda ni se ha controvertido el derecho de
propiedad que tiene en juicio y que se acredita con documento idóneo que reúne los requisitos de ley, por lo que estima
que el juez desatendió que la acción que promovió no tuvo por objeto convalidar o consolidar el derecho real que ostenta,
pues el derecho de inscripción en el Registro Público sólo tiene efectos declarativos y no constitutivos, y que es por ello,
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
que el derecho real que tiene, existe y subsiste esté o no esté inscrito. Como apoyo de sus argumentos, el apelante citó
la tesis con el rubro: “COMPRAVENTA. LA INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DEL
COMERCIO NO CONSTITUYE UN ELEMENTO ESENCIAL DE VALIDEZ EN LOS CONTRATOS DE.”.
En su tercer agravio, manifiesta el apelante que el inferior en grado no cumplió con el principio de
exhaustividad de la sentencia, previsto en el artículo 83 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado (transcribe);
pues sostiene, que el juez dejó de analizar y estudiar los puntos de derecho que se demandaron, así como las pruebas
ofrecidas para tal efecto, de manera concreta las siguientes: el instrumento fundatorio, que contrario a lo que dedujo el
juez, sí contaba con un antecedente legal; definir la trascendencia y alcances de la inscripción preventiva; el derecho real
de propiedad que detentan los actores; el derecho que goza el gobernado, en este caso los actores, a la publicidad que
otorga el Registro Público de la Propiedad; la circunstancia de que el registro y las inscripciones de los instrumentos, sólo
tienen efectos declarativos y no constitutivos; y el interés jurídico del actor para inscribir su derecho de propiedad a efecto
de asegurarlo.
Por último, en el agravio cuarto, aduce que en cuanto a los razonamiento del inferior contenidos en el
considerando cuarto de la sentencia recurrida, en donde concluye que no se cumple con el requisito registral de tracto
sucesivo, no le asiste la razón, ya que dicha circunstancia es la generadora del presente juicio, ya que acudió a la
autoridad judicial en virtud de que se le negó inscribir el título por falta de antecedentes, siendo que la inscripción
preventiva hace las veces de un antecedente registral, y además, los antecedentes no registrados que se desprenden de
la propia escritura y de las facultades que contrario al registrador, el juez de la causa sí las puede ejercer de conformidad
con el artículo 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad; por lo que, considera que la escritura base de la acción
sí cumple con el requisito de tracto sucesivo, ya que cuenta con antecedentes plasmados en la propia escritura, y un
antecedente registral que es la inscripción preventiva realizada por el Director del Registro Público de la Propiedad.
Los anotados motivos de inconformidad, son infundados e inoperantes, mismos que se estudian de manera
conjunta al estar estrechamente vinculados entre sí.
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
En efecto, de conformidad en lo dispuesto por los artículos 35 fracción III, 68, 71 y 72 de la Ley del Registro
Público de la Propiedad del Estado, el juez de primer grado como autoridad judicial que es, ante la negativa del
registrador de inscribir el título que la parte actora, aquí apelante, exhibió como documento base de la acción, está
facultado para ordenar la inscripción definitiva de dicho documento; sin embargo, ello no es suficiente para la procedencia
de la acción que aquí se analiza, pues para que ello suceda es menester que se reúnan los requisitos que para tal efecto
prevé el precepto 68 de la legislación en consulta que establece textualmente lo siguiente:
“Artículo 68.- Toda inscripción que se haga en el Registro expresará las circunstancias siguientes:
I. La naturaleza, situación y linderos de los inmuebles objeto de la inscripción, o a los cuales afecte el
derecho que debe inscribirse; su medida superficial, nombre y número si constare en el título, la referencia al registro
anterior en donde consten esos datos; asimismo, constará la mención de haberse agregado el plano o croquis al
legajo respectivo;
II. La naturaleza, extensión, condiciones y cargas del derecho que se constituya, transmita, modifique o
extinga;
III. El valor de los bienes o derechos a que se refieren las fracciones anteriores. Si el derecho no fuere de
cantidad determinada, los interesados fijarán en el título la estimación que le den;
IV. Tratándose de hipotecas, la época en que podrá exigirse el pago del capital garantizado, y si causare
réditos, la tasa o el modo de éstos y la fecha desde que deban correr;
V. Los nombres, edades, domicilios y profesiones de las personas que por si mismas o por medio de
representantes hubieren celebrado el contrato o ejecutado el acto sujeto a inscripción. Las personas morales se
designarán por el nombre oficial que lleven, y las sociedades, por su razón o denominación;
VI. La naturaleza del acto o contrato;
VII. La fecha del título y el funcionario que lo haya autorizado, y
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
VIII. El día y la hora de la presentación del título en el Registro. Ningún registro podrá efectuarse si no
consta que quien lo pretende tiene derecho a pedir que se realice, o es representante legal o legitimo de quien lo tenga, y
se hayan cubierto los derechos correspondientes.”.
Precepto legal que precisa los requisitos que deben satisfacer los títulos que sean inscribibles, para que
resulte procedente la inscripción de los mismos en el Registro Público de la Propiedad, lo que en el presente caso no
sucede, porque el documento fundatorio de la acción, consistente en el contrato privado de compraventa de ELIMINADO,
celebrado entre ELIMINADO en su carácter de vendedor y ELIMINADO en su carácter de comprador, respecto de un
predio urbano y casa en él construida marcada con el número ELIMINADO, de la ELIMINADO, de la ELIMINADO,
perteneciente al Municipio ELIMINADO de ELIMINADO, si bien, el mismo es sujeto de inscripción en atención a los
efectos jurídicos que produjo, empero, contrario a lo sostenido por el apelante en su escrito de expresión de agravios, en
dicho título no se hace referencia al registro anterior del predio, pues esa fue la razón por la que la anotación que hizo el
registrador del documento que se le presentó fue preventiva, como se corrobora de la siguiente transcripción: “Quedó
registrado el presente contrato de manera preventiva, de conformidad con lo establecido por los artículos 71 y 72
de la Ley del Registro Público de la Propiedad, lo anterior toda vez que el presente instrumento carece de
antecedente de propiedad, motivo por el cual la inscripción queda registrada con carácter preventivo. Si la
autoridad judicial ordena que se registre el título rechazado, la inscripción definitiva surtirá sus efectos desde
que por primera vez se presentó el título, por lo que transcurrido un mes sin que se comunique al Registrador la
instauración del procedimiento o la calificación que del título presentado haya hecho el juez, de oficio se
cancelará la inscripción preventiva. En ningún caso los efectos de la inscripción preventiva excederán de un año.
Habiéndose registrado en esta oficina siendo las 10:59:57 del día 08/08/2012…”; lo que encuentra su fundamento en
lo dispuesto por los artículos 39 fracción I, 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad en el Estado, que
disponen textualmente:
“Artículo 39.- Se anotarán preventivamente en el Registro:
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
I. Las demandas relativas a la propiedad de bienes inmuebles, o a la constitución, declaración, modificación
o extinción de cualquier derecho real sobre aquéllos.”.
“Artículo 71.- En los títulos a que se refiere la fracción III del artículo 35 de la presente Ley, el Registrador
hará la inscripción si encuentra que el título presentado es de los que deben inscribirse, llena las formas extrínsecas
exigidas por la ley y contiene los datos a que se refiere el artículo 68 de este Ordenamiento. En caso contrario, devolverá
el título sin registrar, fundando y motivando las razones por las que se niega el registro, siendo necesaria resolución
judicial para que se haga el registro.”.
“Artículo 72. En el caso de la devolución a que se refiere la parte final del artículo anterior de esta Ley, el
Registrador tiene obligación de hacer una inscripción preventiva a fin de que si laautoridad judicial ordena que se registre
el título rechazado, la inscripción definitiva surta sus efectos desde que por primera vez se presentó el título. Si el juez
aprueba la calificación hecha por el Registrador, notificará esta resolución al Registrador quien una vez que cause
ejecutoria ese fallo cancelará la inscripción preventiva, asentando razón de la resolución judicial.
Transcurrido un mes sin que se comunique al Registrador la instauración del procedimiento, o la calificación
que del título presentado haya hecho el juez, de oficio se cancelará la inscripción preventiva.
En ningún caso los efectos de la inscripción preventiva excederán de un año.”.
Dispositivos los anteriores, que son claros al disponer que cuando el título presentado no llene las formas
extrínsecas exigidas por la ley, entre ellas, la referencia al antecedente registral, el funcionario lo devolverá sin registrar, y
únicamente se limitará a realizar una inscripción preventiva a fin de que si la autoridad judicial ordena que se registre el
documento rechazado, la inscripción definitiva surta sus efectos desde que se presentó por primera vez, lo cual tiene su
razón de ser atento a la función primordial de publicidad que desempeña el Registro Público de la Propiedad en México,
conforme a la cual se satisface la necesidad de que haya una notificación pública y auténtica a la sociedad de la situación
jurídica que guardan los inmuebles que en él se inscriben, es decir, de sus mutaciones, gravámenes y
desmembramientos, a fin de evitar fraudes y perjuicios, y para ello se requiere que las inscripciones se realicen dentro de
una secuencia no interrumpida entre adquisiciones y transmisiones de derecho (principio de continuidad o de tracto
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
sucesivo), de tal manera que la inscripción última debe derivar de la voluntad del titular que aparezca de la inscripción
inmediata anterior, y ésta de la que inmediatamente precede y así sucesivamente. Consecuencia de este principio, es la
prohibición legal de que no podrá registrarse algo que no emane de la inscripción anterior y tampoco derecho alguno que
no aparezca inscrito a nombre del anterior titular.
En tal virtud, si tomamos en consideración que la referencia al antecedente registral, es un elemento para la
procedencia de la acción intentada, que prevé expresamente el artículo 68 de la Ley del Registro Público de la Propiedad
del Estado y, que además, no existe ningún fundamento legal en el cuerpo de leyes que rige la materia que determine
que si el encargado del registro se negare a inscribir en forma definitiva el título presentado por carecer de algún requisito
esencial, como el que aquí se trata, el juzgador deberá subsanar tal omisión; resulta inconcuso que, el proceder del
inferior en grado al negar la inscripción definitiva por no haberse acreditado los elementos de dicha acción fue apegado a
derecho, ya que no basta con que la parte actora haya comparecido ante la autoridad judicial para promover el presente
juicio y que el documento fundatorio sea de aquellos que deban inscribirse, para que el juez de inmediato y sin mayor
consideración ordene el asiento definitivo de ese título, sino que, lo que el legislador contempló en contra de la negativa
del registrador, es el medio de defensa legal establecido en los artículos 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la
Propiedad del Estado, que constituye un verdadero juicio, en el cual debe demandarse la calificación del título hecha por
el encargado del Registro Público y, obviamente, éste reviste el carácter de demandado, entablándose la litis entre
ambas partes con el ofrecimiento y desahogo de las pruebas respectivas, culminándose el litigio con una sentencia que
apruebe o desapruebe la calificación del título, y como en el caso concreto el resolutor estimó que no procedía la acción
de que se trata porque el promovente no demostró dentro de la secuela procesal, que el inmueble objeto del contrato sí
contara con antecedente registral, ya que ello no se desprende de la documental fundatoria de la acción, visible de la foja
6 a la 10 de los autos naturales; es innegable que su acción no podía prosperar, máxime que no se desprende actuación
o presunción alguna que opere a su favor a la luz del contenido de los autos, y por ende, lo que en contrario se alega
carece de sustento legal.
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
En ese orden de ideas, es conveniente precisar que el antecedente registral que exige el numeral 68 de la
legislación en consulta, no puede constituirlo en forma alguna, la inscripción preventiva que por el motivo expresado hizo
el registrador, como sin sustento legal alguno lo pretende hacer valer el apelante en vía de agravio, porque el único objeto
de este tipo de inscripción es el de determinar con rigurosa exactitud la fecha en que se presentó para su inscripción el
título rechazado, con la finalidad de que si la autoridad judicial resuelve que se debe registrar el mismo, la inscripción
surta sus efectos desde que se presentó por primera vez; y además, el argumento vertido por el apelante, con relación al
antecedente señalado en el contrato privado base de la acción, deviene irrelevante para la procedencia de la acción de
inscripción definitiva, pues como ya se hizo mención, para que ésta prospere es necesario, entre otras cosas, que en el
Registro Público de la Propiedad se encuentre registrada la referencia del registro anterior del título base de la acción, lo
cual en la especie no aconteció.
Con relación al argumento que vierte el apelante en el sentido de que el juez del conocimiento no atendió
debidamente los numerales 2843, 2844 y 2845 del Código Civil del Estado, deviene inoperante porque los citados
artículos de la legislación civil fueron derogados, por el decreto 809 publicado el 11 once de julio del 2009 dos mil nueve,
en el Periódico Oficial del Estado; y en la Ley del Registro Público de la Propiedad del Estado vigente en la época en que
se tramitó el presente juicio, no se hace ninguna mención en cuanto a que las inscripciones preventivas tengan por objeto
fijar un antecedente, sino que por el contrario, lo único que se establece es que su finalidad es determinar con exactitud la
fecha en que se presentó el título ante el Registro Público de la Propiedad, para que si se ordena su inscripción definitiva,
ésta surta efectos desde entonces, deviniendo así lo inexacto del agravio que al tópico se formula.
Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia pronunciada por el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno
Circuito, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo: XXXI, Enero de 2010,
Tesis: IX.2o. J/15, página 1898, cuyo epígrafe es el siguiente:
“ANTECEDENTE REGISTRAL. NO LO CONSTITUYE, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 2845, FRACCIÓN
I, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ, LA INSCRIPCIÓN PREVENTIVA QUE HACE EL
REGISTRADOR PÚBLICO, CON FUNDAMENTO EN EL DIVERSO NUMERAL 2844 DEL PROPIO ORDENAMIENTO
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
LEGAL.- De los artículos 2842 a 2845 del Código Civil para el Estado de San Luis Potosí se advierte, por un lado, que el
interesado en registrar un título que implique la transmisión de dominio de una propiedad, debe demostrar, ante el
Registro Público de la Propiedad y de Comercio, entre otros requisitos, que el inmueble que afecta el derecho que
pretende inscribirse, cuenta con un registro anterior, en el que conste su naturaleza, situación, linderos, medida
superficial y, en su caso, nombre y número. Por otro lado, que la falta de este requisito da lugar a que el registrador
niegue el registro y devuelva el título, expresando, concretamente, que esa fue la causa de la negativa, pero asentando
en el título una inscripción preventiva. Ahora bien, si ante la autoridad jurisdiccional se demanda del registrador público la
inscripción definitiva del propio título, debe demostrarse en el juicio que, contrario a lo considerado por el funcionario
público, el bien afectado sí cuenta con antecedente registral; sin embargo, el antecedente registral que se requiere no
puede constituirlo, en forma alguna, la inscripción preventiva que por el motivo expresado hizo el registrador, pues ésta
no constituye el registro necesario, que es el que ampara la propiedad de la persona que interviene en el acto traslativo
de dominio. La conclusión anterior es válida, aun en el supuesto en que el actor aporte al juicio la escritura pública que
contiene protocolización de juicio sucesorio intestamentario, en la que se describe que en la segunda sección, el albacea,
unilateralmente incluyó en el inventario el inmueble afectado, haciendo referencia de que se encontraba inscrito en el
Registro Público de la Propiedad y de Comercio, si al juicio respectivo no aportó prueba de esa inscripción a que hizo
referencia. Esto último atento a que, como lo ha reiterado el Máximo Tribunal del país, la escritura de protocolización de
diversas constancias de un juicio sucesorio, en la que se describe el inventario de los bienes de la sucesión y el
nombramiento de herederos, no prueba el dominio del autor de la herencia sobre el inmueble de referencia, sino que para
ello es necesario que se acredite con el título correspondiente que el inmueble pertenecía al autor de la sucesión.”.
Asimismo, cobra aplicación el criterio que sobre el particular sostiene el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo: XXV, Febrero
del 2007, página 1158, que reza:
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
“REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DE COMERCIO. NO DEBEN INSCRIBIRSE EN FORMA
DEFINITIVA LOS TÍTULOS DE PROPIEDAD QUE CAREZCAN DE ANTECEDENTES REGISTRALES (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ).- De la interpretación armónica de los artículos 2843, 2844 y 2845, fracción I, del
Código Civil del Estado de San Luis Potosí, así como del 74 de la Ley del Registro Público de la Propiedad y de Comercio
de la misma entidad, deriva que en esa Oficina no deben registrarse en forma definitiva títulos de propiedad que carezcan
de antecedentes registrales, por lo que en la hipótesis de que se presenten, el registrador debe rechazarlos, asentando
sólo una anotación preventiva, quedando a salvo los derechos del interesado para acudir a la autoridad judicial; si ésta
aprueba la calificación hecha por el registrador, la anotación debe cancelarse y sólo si ordena su registro, éste se hará en
forma definitiva, surtiendo efectos la presentación del título desde la fecha de la nota preventiva.”.
Y finalmente, la jurisprudencia emitida por esta Tercera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado,
publicada en el primer número de la Gaceta Judicial, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre de 2008
dos mil ocho, con número de registro 02/08, del tenor literal siguiente:
“INSCRIPCIÓN DEFINITIVA, NO PROCEDE ORDENARLA POR EL SOLO HECHO DE ACUDIR ANTE EL
JUEZ A SOLICITAR LA CONVERSIÓN DE INSCRIPCIÓN PREVENTIVA REALIZADA POR EL REGISTRADOR ANTE
LA FALTA DE ANTECEDENTE REGISTRAL.- Si bien la ley establece un procedimiento judicial para solicitar la
conversión de la inscripción provisional otorgada por el registrador, a definitiva; empero, no basta únicamente con exhibir
el título rechazado al Juzgador, para que éste ordene su inscripción mediante resolución judicial, sino que, lo que el
legislador contempló en contra de la negativa del Registrador, es el medio de defensa legal establecido en los aludidos
preceptos 2843 y 2844 del Código Civil, que constituye un verdadero juicio, que se tramita en la vía extraordinaria, en el
cual debe demandarse la calificación del título, hecha por el registrador público al negar la inscripción y, obviamente, éste
reviste el carácter de demandado, entablándose la litis entre ambas partes con el ofrecimiento y desahogo de las pruebas
respectivas, decidiéndose el litigio con una sentencia que apruebe o desapruebe la calificación de dicho título. Es decir, el
juzgador califica el actuar del registrador, por lo que es necesario, conocer las causas que tuvo para la denegación del
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
título y, de esa forma, sopese si esa causa o motivo es subsanable o no, y ordenar, en su caso, la inscripción definitiva,
obviamente, teniendo a la vista el documento correspondiente, el cual también debe ser analizado por el Juez para
corroborar la determinación administrativa, por lo que, quien demanda la inscripción definitiva ante el órgano
jurisdiccional, debe de acreditar que su título cumple con todos los requisitos que establecen los artículos 2841 y 2845 de
la Ley Sustantiva Civil. Por tanto, si el inmueble que se ampara por un documento, aunque éste sea inscribible, carece de
antecedente registral y lo que se desea es dotarlo del mismo, no es el juicio de referencia el idóneo para tal caso, sino
que, existe diverso procedimiento judicial por el que se incorpora una finca a la vida registral, para así dar cabida o inicio
al principio del tracto sucesivo; procedimiento contemplado en la legislación sustantiva civil de nuestra entidad federativa,
que tiene como fin el inscribir por vez primera un inmueble en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, que
carezca de antecedente registral, obteniéndose dicha resolución judicial, ya sea, mediante información posesoria,
conforme a lo dispuesto en el Capítulo IV, del Título Segundo, del Registro Público, artículos 2853 a 2857 del Código
Civil.”.
Aunado a lo anterior, cabe destacar que en el presente asunto no está en discusión si el contrato privado
base de la acción reúne o no todos los requisitos de validez exigidos por la ley, pues en modo alguno se desconocen
tales aspectos, sino que la materia de este fallo es exclusivamente la improcedencia de la inscripción definitiva por la falta
de referencia al antecedente registral, y no lo relativo a la validez o invalidez del título de propiedad, por lo que, deviene
inaplicable al caso la tesis que cita el apelante con el rubro: “COMPRAVENTA. LA INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO
PÚBLICO DE LA PROPIEDAD Y DEL COMERCIO NO CONSTITUYE UN ELEMENTO ESENCIAL DE VALIDEZ EN LOS
CONTRATOS DE.”. Tampoco es materia de juicio el derecho de propiedad de la parte actora, aquí apelante, pues dada
la naturaleza, efectos y consecuencias de la acción de inscripción definitiva ejercitada por la actora, la propiedad carece
de relevancia legal y de trascendencia al sentido del fallo, por no estarse dilucidando en el juicio la cuestión relativa a la
titularidad del derecho de propiedad, sino exclusivamente, lo inherente a la inscripción del título en el Registro Público de
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
la Propiedad, de ahí que el examen de la propiedad resulte innecesario para los efectos de la procedencia de la acción
referida.
Sirve de apoyo, la tesis aislada de la Tercera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, publicada
en el primer número de la Gaceta Judicial, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre de 2008 dos mil
ocho, con número de registro 03/08, del tenor literal siguiente:
“INSCRIPCIÓN DEFINITIVA. LA PROPIEDAD NO ES UN ELEMENTO CONSTITUTIVO DE LA ACCIÓN.De conformidad con lo dispuesto por los artículos 2832 fracción I, 2841 fracción I, 2842, 2843, 2844 y 2845 fracción I del
Código Civil del Estado de San Luis Potosí, la acción de inscripción definitiva de los títulos en el Registro Público de la
Propiedad y de Comercio, por los cuales se adquiere, transmite, modifica, grava o extingue el dominio, la posesión o los
demás derechos reales sobre inmuebles, podrá ser ejercitada por todo el que tenga interés legítimo. De las propias
normas se desprende que los hechos o elementos constitutivos de la acción en cita que el actor debe probar en juicio
son: a) La existencia de una escritura registrada preventivamente y, b) Que la misma cumpla con las formas extrínsecas
exigidas por la ley. Bajo ese contexto, forzoso resulta establecer que la justificación de la propiedad deviene
jurídicamente intrascendente para la procedencia de la acción en estudio, en razón de que, dada la naturaleza, efectos y
consecuencias de tal acción, el anotado elemento de propiedad carece de relevancia legal y de trascendencia al sentido
del fallo, por no estarse dilucidando en el juicio la cuestión relativa a la titularidad del derecho de propiedad sino
exclusivamente, lo inherente a la inscripción del título en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, de ahí que el
examen de la propiedad resulte innecesario para los efectos de la procedencia de la acción referida.”.
Debiendo precisar, que si bien, los criterios que anteceden, interpretan artículos del Código Civil para el
Estado, que como ya se dijo, se encuentran derogados, sin embargo, tomando en consideración que los artículos 35, 68,
71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad en el Estado, son de redacción esencialmente idéntica a los
mencionados derogados, en consecuencia, resultan también aplicables al presente caso, por la interpretación a las
disposiciones legales en comento.
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
Por último, contrario a lo que sostiene el apelante, la resolución combatida, no viola en su perjuicio los
principios de congruencia y exhaustividad dispuestos por los numerales 81 y 83 del Código de Procedimientos Civiles
para el Estado, toda vez que expresó con claridad el lugar y la fecha en que ésta se pronunció, que fue en la ciudad de
San Luis Potosí, S.L.P., el 5 cinco de septiembre del 2014 dos mil catorce; precisando las partes contendientes, que en
este caso son: ELIMINADO y Director del Registro Público de la Propiedad, actor y demandada, respectivamente; que el
objeto del juicio era la cancelación de la inscripción preventiva bajo el folio real número ELIMINADO y pago de derechos
de registro con recibo número de folio ELIMINADO de ELIMINADO y la inscripción definitiva respecto del predio urbano
marcado con el número ELIMINADO de la ELIMINADO, ELIMINADO de ELIMINADO, además, de hacer una síntesis
de cómo se desarrolló el procedimiento y en la parte considerativa, expuso los motivos en que se fundó para declarar
improcedente la acción de inscripción definitiva ejercitada por la parte actora, concretamente en el hecho de que el título
base de la acción carecía de antecedentes registrales; también se aprecia que en la sentencia combatida, el juez de la
causa, sí analizó los alcances de la inscripción preventiva, pues al efecto señaló que tal anotación provisional hecha por
el Registrador, puede convertirse en inscripción definitiva, siempre y cuando se cumplan los requisitos legales exigidos
por la ley, sin embargo, después de analizar el título base de la acción, determinó que el mismo carecía de antecedente
registral, situación por la cual declaró improcedente la acción de inscripción definitiva ejercitada por la parte actora;
además, cabe señalar que el A quo no se encontraba obligado a estudiar el derecho de propiedad que le asiste al actor,
respecto del predio materia de juicio, pues como ya se señaló anteriormente, la propiedad no es un elemento constitutivo
de la acción de prescripción.
Además, el fallo recurrido no contiene determinaciones o afirmaciones que se contradigan entre sí, pues es
clara, precisa y congruente con los escritos de demanda y su contestación, con las pretensiones deducidas
oportunamente en el juicio, además de que existe concordancia entre lo pedido y lo resuelto, no tiene puntos
contradictorios entre sí y decidió los puntos que fueron objeto de debate, y es que debemos entender que el principio de
congruencia está referido a que el fallo debe ser congruente no sólo consigo mismo, sino también con la litis tal como
haya quedado establecida en la etapa oportuna; de ahí que se hable, por un lado, de congruencia interna, entendida
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
como aquella característica de que la sentencia no contenga resoluciones o afirmaciones que se contradigan entre sí y,
por otro, de congruencia externa, que en sí atañe a la concordancia que debe haber con la demanda y contestación
formuladas por las partes, esto es, que el fallo no distorsione o altere lo pedido o lo alegado en la defensa, sino que sólo
se ocupe de las pretensiones de las partes y de éstas, sin introducir cuestión alguna que no se hubiere reclamado, ni de
condenar o de absolver a alguien que no fue parte en el juicio; mientras que el de exhaustividad está relacionado con el
examen que debe efectuar la autoridad respecto de todas las cuestiones o puntos litigiosos, sin omitir ninguno de ellos,
es decir, dicho principio implica la obligación del juzgador de decidir las controversias que se sometan a su conocimiento
tomando en cuenta los argumentos aducidos tanto en la demanda como en aquellos en los que se sustenta la
contestación y demás pretensiones hechas valer oportunamente en el juicio, de tal forma que se condene o absuelva a
los demandados, resolviendo sobre todos y cada uno de los puntos litigiosos que hubieran sido materia del debate.
Sobre el particular, tiene aplicación el criterio sostenido en la Tesis: XXI.2o.12 K, del Segundo Tribunal
Colegiado del Vigésimo Primer Circuito, localizable en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, No. Registro: 198,165, Tomo: VI, agosto de 1997, Página: 813, que a la letra dice:
“SENTENCIA. CONGRUENCIA INTERNA Y EXTERNA.- El principio de congruencia que debe regir en
toda sentencia estriba en que ésta debe dictarse en concordancia con la demanda y con la contestación formuladas por
las partes, y en que no contenga resoluciones ni afirmaciones que se contradigan entre sí. El primer aspecto constituye la
congruencia externa y el segundo, la interna. En la especie, la incongruencia reclamada corresponde a la llamada interna,
puesto que se señalan concretamente las partes de la sentencia de segunda instancia que se estiman contradictorias
entre sí, afirmándose que mientras en una parte se tuvo por no acreditada la personalidad del demandado y, por
consiguiente, se declararon insubsistentes todas las promociones presentadas en el procedimiento por dicha parte, en
otro aspecto de la propia sentencia se analiza y concede valor probatorio a pruebas que específicamente fueron ofrecidas
y, por ende, presentadas por dicha persona; luego, esto constituye una infracción al principio de congruencia que debe
regir en toda sentencia.”.
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
Así como la jurisprudencia I.6o.C. J/42, sostenida por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, localizable en la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, No. Registro: 184,268,
Tomo: XVII, mayo del año 2003, Página: 1,167, que reza:
“SENTENCIAS, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA DE LAS.- El principio de congruencia previsto en el
artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, consiste en que la autoridad resuelva sobre
todas y cada una de las cuestiones oportunamente sometidas a su consideración.”.
En tal virtud, con apoyo en las anteriores consideraciones y además con fundamento en lo dispuesto por el
artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles, se confirma la sentencia de 5 cinco de septiembre del 2014 dos mil
catorce, pronunciada por el Juez Tercero del Ramo Civil de esta Capital.
TERCERO.- El artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado establece: “Siempre
se hará condenación en costas, pídanlo o no las partes: I. En contra del litigante que no obtuviere resolución
favorable, ya en lo principal, ya en los incidentes que surgieren; II. En contra del que no obtuviere sentencia
favorable en segunda instancia. En este caso, la condenación comprenderá las costas de ambas instancias.- La
condenación no comprenderá los honorarios y gastos ocasionados por promociones, pruebas y actuaciones que
sean inútiles y superfluas o no autorizadas por la Ley.”.
Ahora bien, no obstante que en el caso, ante lo infundado e inoperante de los agravios formulados por la
parte actora y apelante, se confirmó el fallo que le fue desfavorable, no procede realizar condena alguna al pago de
costas en esta Segunda Instancia toda vez que del estudio sistemático de lo dispuesto por los artículos 133, 135 y 136
del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado, se observa que la condena al pago de las costas sólo procede
cuando existe una controversia entre las partes, cuya sanción depende de la naturaleza de la acción ejercida en juicio, la
cual puede generar una sentencia condenatoria en costas; empero, en un juicio en el que se reclama la acción de
inscripción definitiva de títulos en el Registro Público de la Propiedad, en el que comparece como demandado el Director
de esta institución, existe una controversia de naturaleza especial y distinta a la que prevén los artículos en cita, ya que la
misma en este tipo de asuntos, se fija entre la parte actora y el encargado del Registro Público con motivo de un acto de
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
este último que se estima incorrecto, mismo que en términos de lo dispuesto en los numerales 68, 71 y 72 de la Ley del
Registro Público de la Propiedad del Estado, corresponde al juzgador analizar y determinar, si contrariamente a lo
considerado por éste, el título correspondiente debe inscribirse en forma definitiva, esto es, su objeto fundamental es
determinar la legalidad o ilegalidad de la negativa del registrador a realizar la inscripción definitiva que se le solicitó; de
ahí que, al no tratarse de un juicio que se dé entre dos particulares, sino entre un particular y un funcionario al servicio del
Estado, quien carece de interés directo en la controversia, por consiguiente, no existe la posibilidad de condenar al pago
de costas a alguna de las partes en esta instancia al no actualizarse ninguno de los supuestos que establece el numeral
135 del Código de Procedimientos Civiles citado.
Encuentra sustento lo expuesto con antelación, en la jurisprudencia 01/2010, pronunciada por esta Tercera
Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, publicada en la Gaceta Judicial número 8, Abril-Mayo-Junio de 2010,
cuyo rubro y texto son los siguientes:
“COSTAS. NO PROCEDE SU CONDENA, EN LA ACCIÓN DE INSCRIPCIÓN DEFINITIVA.- Del estudio
sistemático de lo dispuesto en los artículos 133, 135 y 136 del Código de Procedimientos Civiles, se observa, que la
condena al pago de las costas, sólo procede cuando existe una controversia entre las partes; cuya sanción depende de la
naturaleza de la acción ejercida en juicio, la cual puede generar una sentencia condenatoria en costas, cuya razón de ser
de este concepto es resarcir a quien injustificadamente haya sido llevado a los tribunales, sin embargo, en un juicio en el
que se reclama la acción de inscripción definitiva de títulos en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, en el
que comparece como demandado el Director de esta institución, existe una controversia de naturaleza especial y distinta
a las controversias que prevén los artículos en cita, ya que la controversia en este tipo de asuntos, se fija entre la parte
actora y el Director del Registro Público con motivo de un acto de este último que se estima incorrecto, mismo que en
términos de lo dispuesto en los ordinales 68, 71 y 72 de la Ley del Registro Público de la Propiedad del Estado,
corresponde al juzgador calificar el título que negó inscribir el registrador y determinar, sí contrariamente a lo considerado
por éste, el título correspondiente debe inscribirse en forma definitiva, esto es, su objeto fundamental es determinar la
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
legalidad o ilegalidad de la negativa del encargado del registro; de ahí que, al no tratarse de un juicio que se dé entre dos
particulares, sino entre un particular y un funcionario al servicio del Estado, quien carece de interés directo en la
controversia, dado que, es el promovente a quien corresponde demostrar en forma fehaciente que su título sí reúne los
requisitos de ley para que sea inscrito; por consiguiente, no existe la posibilidad de condenar al pago de costas a alguna
de las partes.”.
CUARTO.- En virtud de que ninguna de las partes manifestó su inconformidad respecto a que sus datos
personales señalados en el artículo 3° de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado, se
incluyan en la publicación que se haga del presente fallo, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 3º, 18, 23,
fracción III, 44 y relativos de la Ley en cita, así como 13 fracción XIII, 14, 15 fracción I, 21 y 22 del Reglamento del Poder
Judicial del Estado para la aplicación de la mencionada Ley, hágase del conocimiento que la sentencia pronunciada en el
presente asunto estará a disposición del público para su consulta, cuando así se solicite, incluidos los mencionados
datos, sin perjuicio de la protección que por mandato constitucional deba hacerse de oficio en relación a los mismos.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Los motivos de inconformidad formulados por el apelante fueron infundados e inoperantes.
SEGUNDO.- En consecuencia, se confirma la sentencia definitiva de 5 cinco de septiembre del 2014 dos mil
catorce, pronunciada por el Juez Tercero del Ramo Civil de esta Capital, en el expediente 300/2014, relativo al Juicio
Extraordinario Civil por Inscripción Definitiva, promovido por ELIMINADO en contra del Director del Registro Público de la
Propiedad de esta Ciudad.
TERCERO.- No se hace especial condena en cuanto al pago de costas, en lo que a esta segunda instancia
se refiere.
CUARTO.- Al no existir inconformidad de las partes la presente sentencia estará a disposición del público
para su consulta, cuando así se solicite, incluidos los datos personales de las mismas, conforme al procedimiento de
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
acceso a la información, sin perjuicio de la protección que por mandato constitucional deba hacerse de oficio en relación
a los mismos.
QUINTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al juzgado de su origen
y en su oportunidad archívese el toca como asunto concluido.
SEXTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los señores Magistrados que integran la Tercera Sala
del H. Supremo Tribunal de Justicia del Estado, ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, quienes actúan con Secretario
de Acuerdos que autoriza y da fe, ELIMINADO, siendo ponente el ELIMINADO de los Magistrados nombrados y
Secretario de Estudio y Cuenta, ELIMINADO. Doy Fe.
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”
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